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Usted está escuchando una traducción de una prédica de Richard Cadwell, pastor y maestro de Founders Baptist Church en Spring, Texas. Esta traducción fue realizada en vivo y sin edición. Nuestro mayor interés es avanzar la verdad de Dios para la gloria de Dios. Usted puede colaborar con nosotros compartiendo esta prédica con sus amigos a través de las redes sociales como Facebook, Twitter, Google Plus y Pinterest. Buenos días a todos. Esta mañana vamos a estar estudiando el capítulo 7 de Romanos, parte del capítulo 7, versículos del 7 al 12 de Romanos 7. Versículos del 7 al 12 de Romanos 7. ¿Qué diremos, pues? la ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocía el pecado sino por la ley, porque tampoco conocía la codicia si la ley no dijera, «No codicerás». Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia. porque sin la ley, el pecado está muerto. Y yo sin la ley viví en un tiempo, pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y allí es que el mismo mandamiento que era para vida a mí me resultó para muerte, porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó y por él me mató. de manera que la ley a la verdad es santa y el mandamiento santo, justo y bueno. Oremos. Padre Celestial, necesitamos tu ayuda. Al llegar a tu santa palabra, solo tú puedes fortalecernos para que podamos aprender los temas que tú has revelado. Y eso es lo que pedimos esta mañana. Por favor, obre en mí como predicador. Fortalece mi mente para que pueda dar expresión clara de las cosas que me has enseñado. Ayúdame a poder comunicarlo de una manera clara para los que me están escuchando. y que tú puedas orar en los corazones de los que me están escuchando, fortaleciéndolos a ellos para que puedan ver, comprender y obedecer las cosas en tu palabra. Te damos las gracias por tu palabra, por tu Hijo Jesucristo y por tu Espíritu Santo, que es nuestro maestro de la verdad. Y lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. Cuando llegamos al versículo siete de Romanos, capítulo siete, llegamos a un campo de batalla interpretativo. Lo dije hace un par de semanas, pero quiero repetirlo. El capítulo siete de Romanos puede interpretarse de una diversidad de maneras. Se preguntan los comentaristas, ¿qué es lo que Pablo está haciendo en el capítulo siete de Romanos? Por ejemplo, ¿Está Pablo aquí describiendo su propia experiencia personal o está usándose como un ejemplo de lo que es cierto de todas las personas? ¿Es esto un testimonio personal del apóstol o simplemente está usándose a sí mismo como un ejemplo para demostrar su enseñanza? Otra pregunta sería si tú crees que este es el testimonio personal de Pablo. ¿Es esto antes de la conversión a Cristo de él o después de la conversión? Cuando lleguemos al versículo 13 en adelante, está Pablo describiendo lo que pasó en su vida antes de llegar a Cristo o ahora que es cristiano. Y junto a todo esto está la pregunta, ¿cuál es el punto principal de Pablo? ¿Cuál es el argumento que está expresando? ¿Qué es lo que está queriendo lograr Pablo? Al dar esto a la iglesia, ¿qué es lo que quiere lograr en nosotros? Estas son algunas de las preguntas que los comentaristas con las que están lidiando en el capítulo 7 de Romanos. Yo estoy convencido de lo que Pablo escribe acá. No es tan difícil de seguir si estás prestando atención al contexto. Muchas veces lo que pasa cuando no entienden Romano 7 llegan a Romano 7 con un punto de vista emocional, especialmente en el versículo 13. Tú y yo sabemos que hay un deseo frustrado de querer santidad completa. batallamos el pecado, muchas veces estamos desmotivados por nuestro pecado. Y cuando llegamos a estos versículos de Romanos 7, donde Pablo parece que está expresando algún tipo de frustración similar, inmediatamente leemos esos versículos a través de nuestra batalla. Pensamos de inmediato que Pablo está expresando la batalla que todos tenemos. Puede haber un elemento de esto en estos versículos. Y hay una frustración real de la cual Pablo está hablando. Pero yo estoy convencido de que de que no es este el punto principal del apóstol en Romano 7. Creo que lo que él está haciendo en Romano 7 está continuando explicando lo que comenzó a explicar en el capítulo 5 de Romanos. La ley no fue diseñada por Dios para justificarnos. Guardar la ley no es como vamos a ser justificados. La ley tampoco tiene poder para santificarnos progresivamente aparte del Espíritu de Dios. Aparte de morir a la ley y unión con Jesucristo, aparte de la vida en el Espíritu, la ley no tiene ningún poder en sí misma para producir fruto en nuestra vida para Dios. Ese es el argumento del apóstol. La salvación involucra ser libre de la ley y ser unido a Cristo. lo que está haciendo acá, a partir del versículo 7 hasta el final del capítulo, está explicando los versículos claves de este capítulo, versículos 5 y 6. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros, llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos. de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Como Martyn Lloyd-Jones dijo, y creo que tiene razón, esos dos versículos son la clave de todo el capítulo. Lo que hace en los versículos siguientes está tomando las objeciones que el apóstol sabe que va a enfrentar con lo que acaba de escribir en los versículos 5 y 6. Le está explicando lo que quiere decir con estos versículos. explica la impotencia de la ley para transformar nuestras vidas a parte de la obra del Espíritu de Dios en nuestra vida a través de la salvación en Cristo Jesús. Así que quiero tratar de simplificar lo más posible. ¿Cuál es el punto principal de Pablo? ¿Cuál es la meta del apóstol? Esto se trata de la perfección y la bondad de la ley, pero la debilidad de la carne. que requiere más que la ley si va a haber fruto para Dios. La ley es buena, pero nosotros no lo somos. Pensando en la condición del hombre desde la caída de Adán y antes de la salvación, lo que quiere decir estar en la carne. Lo que quiere decir estar no regenerado. La ley es buena, pero nosotros no lo somos. Y por la debilidad en nuestra carne, hay más que la ley que se requiere si nosotros vamos a dar fruto para Dios. Y eso es lo que el apóstol está enseñando acá. Recordemos el tren de pensamiento del apóstol. ¿Qué es lo que él está haciendo? El propietario está tratando de llegar al versículo 6. Nos dice que, hablando solamente del versículo 5 y 6, mientras vivíamos en la carne, la ley no transformó nuestro deseo. Lo que la ley hizo fue agitar nuestro deseo. nos llevó la ley a muerte. Y como resultado, nuestra exposición a la ley nos llevó a la vida. El resultado de nuestra exposición a la ley es que nuestra vida exhibía el fruto de la muerte. En el ciclo V, porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en uno de nuestros miembros, llevando fruto para muerte. Esa era nuestra relación a la ley. bajo su poder que ejerce sobre los seres humanos no regenerados, el resultado de la exposición a la ley no es una transformación, sino una agitación, un despertar del pecado en nosotros. Así que lo que Dios tuvo que hacer para cambiar eso, Él hizo que muriéramos a la ley en Cristo Jesús. y Él obró en nosotros una resurrección espiritual al unirnos con Su Hijo Jesucristo. Y el resultado de morir a la ley y vivir en el Espíritu por Jesucristo es que ahora damos fruto para Dios. Versículo seis, pero ahora estamos libres de la ley. por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Nuestra relación con la ley ha cambiado para siempre por nuestra relación que ahora tenemos con Cristo. Y como resultado, nuestra relación con Cristo es fruto para Dios. Versículo 4 dice, para que seáis de otro del que resucitó de los muertos a fin de que llevemos fruto para Dios. La ley es buena, pero la carne es débil. Así que lo que se necesita para dar fruto para Dios es algo más que la ley. Lo que se necesita es una nueva vida en Jesucristo. Lo que se necesita es vida en el Espíritu. Pablo sabe que en cuanto dices lo que él dice en los versículos 5 y 6, él sabe encontrar con objeciones. Toda la conversación de no estar bajo la ley va a haber ofensiones. Y nos estás diciendo que cuando estamos bajo la ley, estamos en el pecado y que la ley agita pasiones pecaminosas en las personas. ¿Qué es lo que estás diciendo, Pablo? ¿Estás diciendo que la ley es un instrumento del pecado? Esta es la pregunta que él anticipa. Pero lo que Pablo va a hacer es responder lo que anticipa que son malos entendidos de lo que él está diciendo. Así que punto número uno es el primer malentendido que anticipa el apóstol. Así que el primer malentendido que el apóstol Pablo anticipa es lo que queremos ver inicialmente. Versículo siete, ¿qué diremos pues? ¿La ley es pecado? ¿Acaso tu enseñanza no implica que la ley es pecado, Pablo? Cuando escuchas esto, puede parecer algo extremo. Es algo equivocado, por supuesto. Pero en la mente del que objeta, parece que hay algo ahí bastante extremo. ¿Qué es lo que trae la muerte, según la enseñanza del apóstol Pablo? Él dice que la ley estaba obrando en nosotros, llevando fruto para muerte, en el versículo 5. Las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros, llevando fruto para muerte. ¿Qué es lo que trae la muerte, según lo que escribe Pablo? Romanos 6, 23 también dice, porque la paga del pecado es muerte. más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro, es el pecado lo que trae la muerte. Así que, si dices que la ley obra en las personas, de las personas no regeneradas, y el resultado es muerte, ¿acaso no es la ley un instrumento de muerte? ¿Acaso la ley no es instrumento entonces del pecado? Algo que un rector puede hacer también es que Pablo ha dicho que cuando estábamos bajo la ley, estábamos bajo pecado. ¿Acaso no estás, Pablo, equiparando la ley y el pecado? ¿Acaso no son lo mismo? ¿La ley entonces de alguna manera es pecaminosa? ¿O hay algo malo en la ley? Esta es la objeción que Pablo anticipa. ¿Acaso estoy diciendo yo que la ley es pecado que hay algo malo con la ley de Dios? Segundo punto. Es la respuesta breve pero enfática. ¿Cómo responde Pablo? En ninguna manera. Esa es la respuesta corta. Eso es justo al punto de la respuesta. No, no es eso lo que estoy diciendo. No es eso lo que estoy enseñando. Esto es impensable. ¿Cómo alguien podría decir eso? Al decir eso, tú revelas que es completamente malentendido lo que estoy escribiendo. Lo que estoy enseñando es el apóstol es completamente lo opuesto. Lejos de decir algo, que hay algo malo con la ley. Lo que estoy diciendo es que la ley santa es buena de Dios, es que revela que hay algo malo contigo. No hay nada malo con la ley, pero hay algo malo con la humanidad afuera de Cristo. Y eso es lo que la ley demuestra. Así que la respuesta corta es no. ¿La ley es pecado? No, de ninguna manera. Ahora, en la segunda parte del versículo siete, es el versículo 12, él va a responder esta objeción de una manera más extensa. Y lo que hace en su respuesta extensa es que él nos enseña cómo es que la ley de Dios opera en la vida de alguien que no ha sido regenerado. y entendemos cómo la ley de Dios opera, cómo obra en la vida de alguien que no ha nacido de nuevo, de tal manera que es no regenerado. Cuando lo entiendes, tú te vas a dar cuenta que no hay nada malo con la ley o con la palabra de Dios, pero hay mucho malo con la humanidad. ¿Qué diremos, pues? La ley es pecado en ninguna manera. Y luego comienza su explicación extendida. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley, porque tampoco conocía la codicia. Si la ley no dijera, no codiciarás. ¿Qué es lo que la ley hace en la vida de alguien que no conoce a Cristo? La ley identifica el pecado. Su primer pensamiento es que la ley identifica el pecado. si no fuera por la ley. Porque yo no conocí el pecado si no por la ley. Lo dice en versículo siete. Pablo no quiere decir que sin la ley de Dios no tiene ningún concepto de lo bueno y de lo malo. Aún si no ha sido expuesta la ley de Dios, en ti mismo hay un sentido de moralidad. Lo que el pecado ha hecho es distorsionar ese sentido de moralidad dentro de todas las personas. su conciencia está mal informada, pero aún así, el hombre tiene una idea de lo que es bueno y de lo que es malo, y en ese sentido puede haber pecado. La humanidad perdida malentiende estas cosas. No entiende que el pecado es transgresión de la ley de Dios. sus pecados, muchas veces su sentido de pecado es contra él mismo o contra la humanidad. Esto es lo que nos debemos hacer unos con otros o pecados contra el planeta o contra las normas culturales. Así que la humanidad perdida malentiende lo que es la pecaminosidad del pecado, que es en contra de Dios y sustituye sus propios estándares por la ley de Dios. Pero sin embargo, sabe la humanidad que hay algo bueno y algo malo. Cuando Pablo dice que no conoce pecados sino por la ley, no está diciendo que no tenemos ningún concepto del bien y del mal. Aún antes de conocer a Cristo, tenemos ese conocimiento. Eso no es lo que Pablo está diciendo. Si tú has vivido tu vida como un judío, tú has abrazado el sistema sacrificial en tiempos de Pablo. Sabías que tenían que haber ofrendas de sangre por las transgresiones. Entendías las ofrendas por el pecado, el día de la expiación, la necesidad de un sacerdocio, de la función del templo. Tú entendías estas cosas como judío. Pablo no está diciendo de que él consideraba que era sin pecado antes de conocer a Cristo. lo que quiere decir es esto. Si la ley no hubiera entendido el pecado como verdaderamente es, no hubiera tenido un entendimiento de la verdadera naturaleza del pecado, lo que la ley hace no es crear el pecado, expone el pecado. La ley no crea el pecado. La ley no pone el pecado en nosotros. Perdón, el pecado ya está ahí adentro del hombre, pero la ley informa, define, especifica, la ley identifica lo que el pecado es. Y cuando Dios está obrando, usando la ley en la vida de las personas, la ley suena la alarma. La ley despierta al pecador. a su propia pecaminosidad. Y en el caso que Pablo está describiendo, dice que la ley llega al corazón de lo que el pecado es. El pecado no es algo simplemente externo. El pecado tiene que ver con los deseos pecaminosos, los deseos internos malvados. Dice que porque yo no conocí el pecado, sino por la ley. Él no hubiera reconocido el pecado por lo que verdaderamente es, si no fuera por la ley, porque tampoco conociera la codicia. Si la ley no dijera, no codiciaras. Pablo, en su mente se va a los 10 mandamientos, Éxodo 20. Y de los 10 mandamientos, su mente se va al décimo. todos los otros mandamientos en los diez mandamientos, si tú no entiendes la verdadera naturaleza del pecado, todos esos mandamientos los puedes tomar como externos. No matarás, es decir, no mato a nadie físicamente, no adulterarás, cometer un pecado sexual físico, todo pecado en los diez mandamientos lo puedes interpretar externamente si malentiendes los 10 mandamientos, pero no el décimo. El décimo no puede ser externo completamente. Cuando tú le dices a alguien, no codiciarás. Estás hablando de deseo. Estás hablando de cosas internas, lo que comienza en el corazón. Y Pablo dice, si tú entiendes Lo que la Biblia dice cuando dice, no codiciarás, lo que pasa es que tú te das cuenta de tu pecaminosidad, no solo intelectualmente, sino experimentalmente en tu vida personal. Él usa dos palabras para conocer en el versículo siete. Dice, porque no conocí el pecado, sino por la ley, porque tampoco conociera la codicia. Si el alieno dijera no, ¿qué le dirías? Usa dos palabras diferentes para conocimiento, porque creo que está hablando de dos conocimientos diferentes en este contexto. La ley identifica el pecado y como resultado de esa identificación, Pablo llegó a conocer este pecado en su propia vida de una manera vívida y experimental, es decir, lo experimentó en su vida. La ley dice no codiciarás y ahora la codicia explotó en la conciencia. En un nivel personal, él ahora puede ver la verdadera naturaleza del pecado encontrado en el corazón, en los deseos internos, y al mismo tiempo pudo darse cuenta de su gran pecaminosidad, porque ahora él estaba consciente del pecado como verdaderamente es en su propia vida. ¿Entiendes esto? Que el pecado es un asunto del deseo. Eso es lo que el Señor Jesús hizo en el Sermón del Monte, en Mateo capítulo de cinco al siete. Él demostró la naturaleza interna del pecado. No adulterarás, pero Jesús dijo que si ves a una mujer y la has codiciado en tu corazón, ya has cometido adulterio en tu corazón. No es solo el acto externo, es lo que está pasando adentro en tu corazón. Así que el mandamiento y lo que violentamos es un asunto de deseo del corazón. Y cuando pegas en contra de Dios, aunque nunca hayas cometido el pecado externamente, has pecado en tu interior, en tu deseo. Y Pablo dice, esto es lo que la ley hace. La ley identifica el pecado, especifica el pecado, muestra la... Verdadera naturaleza del pecado, suena la alarma. los seres humanos que están sintiendo o experimentando la obra de Dios en sus corazones porque habían estado dormidos hasta ese momento en cuanto a su propia pecaminosidad. En el versículo 8 dice, más el pecado tomando ocasión por el mandamiento produjo el mito de la codicia porque sin la ley el pecado está muerto. Los pecadores no están conscientes de su pecaminosidad. Aquí está alguien en una condición espiritual arruinada, alejado de Dios, dirigido a la segunda muerte, al infierno, y sin embargo, su conocimiento de su estado espiritual está falto de conocimiento y entendimiento. Es un pecador, pero no se siente como un pecador. Hay urgencia porque tú te conviertes, pero tú no sientes ninguna urgencia. estás ciego ante tu verdadera condición espiritual como persona no regenerada y es la ley de Dios la que te despierta, te agita para que tú veas la gran necesidad que tú tienes de salvación. La ley identifica el pecado. La ley agita el pecado. pero la ley produjo, tomando el pecado, perdón, tomando ocasión con la ley, produjo en mí la muerte. La ley especifica la codicia y en mi estado no regenerado, el pecado produce la muerte, todo tipo de codicia en mí. La ley agita el pecado. Versículo 5, porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros, llevando fruto para muerte. Así que está explicando lo que dijo anteriormente de que la ley despierta, agita el pecado. ¿Recuerda la objeción que la ley es pecado? No. Déjenme explicarles. ¿Cómo es que la ley despierta el pecado? Es importante entender que la ley despierta el pecado y por qué es que la ley hace esto en la vida de las personas no regeneradas. Pablo dice que la ley hace esto de una manera que no es culpa del pecado, es resultado de la exposición a la ley, pero no es culpa de la ley. Es la culpa del pecado. Es la culpa de aquello que está adentro de ti. La ley es buena, pero tú no eres bueno. La ley es perfecta, santa y buena, pero tú no lo eres. Y esa es la razón por la que la ley tiene este efecto en la vida de una persona no regenerada. Versículo ocho, más el pecado tomando ocasión por el mandamiento. No es el mandamiento el que tiene la culpa. Es el pecado tomando ocasión por el mandamiento. produjo en mí toda codicia, todo tipo de codicia. Vemos la palabra tomando ocasión, la palabra ocasión traduce la palabra griega ¿Qué quiere decir? Una circunstancia o una base sobre la cual otra acción se vuelve posible. Es como el punto inicial de operaciones de una expedición. En general, los recursos necesitados para llevar a cabo una misión. un cuerpo de circunstancias convenientes para llevar a cabo un propósito, ocasión, oportunidad. Lo que Pablo está diciendo es que la ley no causa el pecado, pero la ley es el punto de partida para el pecado. El pecado toma algo bueno que es la ley de Dios y lo vuelve una oportunidad para los deseos pecaminosos. La ley no causa el pecado. La ley es donde la operación del pecado inicia. Así que si vas a personificar el pecado, el pecado, buscando una oportunidad, toma aún la ley buena de Dios y lo usa como una oportunidad para pasiones destructivas, pecaminosas adentro de la persona. Es porque el hombre natural es lo que es. que la ley dice no codiciarás, y el resultado es codicia. Creo que podemos entender esto. Quiero dar una analogía. Si le dices a un adicto, aquí es donde tú puedes tener tu droga o tu bebida, por lo tanto no debes ir ahí. El problema no es la prohibición. La prohibición protege al adicto. Pero lo que haces es que has identificado dónde sus deseos pueden ser satisfechos, aun cuando le estás diciendo que no lo haga. Y porque él es un adicto, él no puede restringirse de ir al lugar de buscar satisfacer sus deseos. Y aun cuando puede restringirlo externamente, él tiene el deseo de ir y hacerlo. Lo que la ley dice que no debes hacer es lo que nosotros deseamos en nuestra pecaminosidad. La ley nos dice no lo hagas, pero el problema está dentro de nosotros. Deseamos aquellos que no deberíamos desear. Deseamos aquello que nos destruye y la ley nos dice que no lo hagamos y despierta en nosotros aquello que no debemos hacer. El problema no es con la ley. El problema es con el pecado. el pecado toma la oportunidad por la ley. James Montgomery Voice hizo un sermón de esto y dio una buena ilustración de la historia de la iglesia. Dice, San Agustín, en su libro Confesiones, habla de un tiempo en su juventud en que tenía un grupo de amigos que iban de noche al campo de un vecino para robarse unas peras. Ellos movían el árbol para que las peras cayeran y se las llevaban. Se comían algunas, pero la mayoría se las tiraban a los animales. ¿Por qué es que Agustín se robaba las peras? Él, con su penetración característica, él analiza lo que pasó. Esto es parte de lo que Agustín escribe. ¿Era que las peras eran bellas? Sí, eran bonitas porque son parte de la creación de Dios, pero esa no era la razón por la que me las robaba. ¿Habían otras frutas con mayor belleza que yo tenía? ¿Tenía hambre y necesitaba algo de comer? No. ¿Quería ser aprobado por los otros? Sí, parte de la razón, pero no explica por qué los otros, como él, querían hacer este acto. ¿Por qué era robar algo bueno en su mente? Agustín dijo al final, lo hacía porque quería robar. No amaba otra cosa más que el robo. El robar era despertado por la prohibición de no hacerlo. La prohibición no lo hizo un ladrón. Él ya era un ladrón. La prohibición puso su robo desplegado abiertamente. ¿Qué es lo que la ley hace en la vida de una persona? Especifica el pecado, identifica el pecado y despierta los deseos pecaminosos dentro de él. No porque la ley no sea buena, sino porque las personas son atraídas hacia esos deseos pecaminosos que ya están ahí adentro de la persona. y por lo tanto el pensamiento de la prohibición incrementa el deseo por aquello que no debía ser. Lo que está siendo desplegado en todo esto es el tercer punto. Está respondiendo a la objeción. ¿Es la ley pecado? No, de ninguna manera. Pero yo no conocía el pecado si no por la ley, porque tampoco conocía la codicia si la ley no dijera no codiciarás. más el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia. Porque sin la ley, el pecado está muerto. Y yo sin la ley viví en un tiempo, pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte, porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó y por él me mató. La ley identifica el pecado, despierta el pecado, y en tercer lugar, el pecado, despertado por la ley, demuestra muerte y logra la muerte. El pecado mata a través de la ley. Tomando algo bueno como la ley de Dios y lo usa para muerte. Te asesina con ella. Pablo dice, sin la ley el pecado está muerto. Pablo no puede estar diciendo que hasta que estás expuesto a la ley no hay pecado en ti. Eso no es lo que quiere decir el apóstol Pablo. Él habla del conocimiento del pecador acerca de su propia pecaminosidad. No estamos realmente conscientes de nuestra pecaminosidad sin la ley. Yo no hubiera visto entendido realmente el pecado mientras la ley no me lo muestra. Estoy dormido a mi propia pecaminosidad sin la ley. En versículo nueve, y yo sin la ley viví en un tiempo, Pero venido al mandamiento, el pecado revivió y yo morí. En mi propio punto de vista, yo era una buena persona, yo vivía. Pero cuando el mandamiento vino, no solo su primera posesión del pecado, de la ley, perdón. Él estaba satisfecho como persona personificando el ejemplo. Él estaba satisfecho con estar dormido. Pero cuando el mandamiento vino o viene por el poder del Espíritu en la mano de Dios, eres golpeado por ella y tu corazón se abre al conocimiento de tu propia pecaminosidad. Y el pecado se despierta, se agita y te das cuenta de cuán pecaminoso tú eres. De tal manera que en tu propio punto de vista, tú mueres. ¿Qué es lo que la ley hace? Me hace estar consciente de algo que ya está dentro de mí, que yo estoy espiritualmente muerto. La ley es buena. Y yo necesito algo más que la ley para vivir, pero la ley no es suficiente. La ley me puede informar, me puede mostrar quién yo soy, pero no me puede cambiar. Puede alarmarme a quién yo soy, pero no puede cambiar quién yo soy. Así que a través del mandamiento, yo morí. El pecado se hizo vivo dentro de mí. Como dice el versículo 8, más el pecado tomando ocasión por el mandamiento produjo en mí toda codicia. Yo me di cuenta de todo tipo de codicia en mi vida. Me di cuenta del peso de mi pecado y la desesperación de mi condición pecaminosa. Y algo más ocurrió. Es algo bueno cuando esto pasa. No solo te das cuenta de tu muerte espiritual, sino que te das cuenta al mismo tiempo de que la esperanza que tú tienes en guardar la ley es una esperanza vana. Eso es algo bueno. Versículo 10, y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte. Esta esperanza de creer la ley de Dios y querer cumplirla para estar bien con Dios. Yo honro la ley, yo la tengo en altestima, yo creo que en la palabra de Dios y por lo tanto la voy a creer y la voy a guardar y al guardarla yo voy a estar bien con Dios. Cuando tú escuchas la palabra de Dios y te das cuenta de la magnitud de tu propia pecaminosidad, te das cuenta que no puedes cumplir la ley nunca, completamente. El primer mandamiento, el más grande de todos, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza. ¿Cuántas veces has fallado tú ese mandamiento? Así que si tú pones tu esperanza en cumplir la ley para el cielo, la ley de Dios para una relación correcta con Dios, lo que la ley hará cuando tú te encuentras con la gracia de Dios, la ley de Dios va a destruir esa esperanza de que tú puedes salvarte a ti mismo. La ley promete una vida bendecida si tú la cumples. La ley muestra una vida bendecida para aquel que la sigue, pero tú te das cuenta que no la puedes cumplir. Así que si estás viendo la ley para salvación, tu esperanza será quebrantada. ¿Es la ley pecado? No. Es lo opuesto. La ley es buena. Y como resultado lo que es, identifique el pecado. Por lo que tú eres, agita tus pasiones pecaminosas. Y si tú prestas atención a eso, lo que vas a ver es que tú estás espiritualmente muerto. Muerto. Y la ley no te puede liberar de esa muerte. De hecho, lo que la ley hará en tu condición de muerte espiritual, la ley te va a presentar o el pecado va a tomar ocasión por la ley para nuevas ocasiones de pecado y muerte. Versículo 11, porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó y por él me mató. No solo la ley identifica tu pecado, sino que el pecado toma la ley como ocasión para matarte. Pablo está personificando el pecado en el versículo 11, como que si el pecado fuera una persona, Lo que el pecado hace con la ley de Dios es que lo toma como su base de operaciones, toma ocasión por el mandamiento y luego usa la ley perfecta y santa de Dios para engañar al pecador y matar al pecador. ¿Cuántos pecados a través de las edades se han justificado usando la Biblia? ¿Cuántas veces el pecado y Satanás han trastornado la Santa Escritura para hacer pensar a las personas que estaban en lo correcto cuando estaban terriblemente equivocados? El pecado es tan siniestro que puede tomar las palabras de Dios y usarlas para engañar y para destruir. Y esto fue lo que Jesús tuvo que vencer. ¿Cuántas veces Satanás usó la palabra de Dios o tomó la palabra de Dios? Si te tiran, le dijo, si te tiras de lo alto, ¿acaso los ángeles no te atraparán? Satanás usando la palabra de Dios para tratar de engañar al hijo de Dios. Distorsiones de la escritura. Y el Señor Jesús pasó el examen. Un comentarista dice, la palabra engañar ocurre aquí de una manera fuerte. Involucra un engaño completo. Pablo usa la misma palabra en dos otras ocasiones cuando habla del engaño de la serpiente en relación con Eva, 2 Corintios 11, 3 y 1 Timoteo 2, 14. Esto nos recuerda las palabras de Eva en Génesis 3.13. El pecado llevó a Pablo a hacer aquello que el mandamiento prohibía. Por lo tanto, estaba bajo la condenación como alguien que quebrantó la ley. Yo añadiría esto también. El pecado toma la ley de Dios no solo para engañar, no solo en parte, sino en todo, como todo. No solo el pecado puede hablar de que tú vio lentas mandamientos específicos de Dios, pero el pecado te engañará, que tomará la ley de Dios como un todo, y va a tratar de hacerte pensar que tú puedes salvarte por ella. Cualquier acto, de salvación propia es un pecado. Cada vez que una persona está tratando de guardar la ley para salvarse están pecando porque están insultando la gracia de Dios. Están negando el medio por el cual Dios salva. Están diciendo que Dios es un mentiroso porque piensan que su pecado es tan pequeño que ellos pueden de alguna manera ser salvos cumpliendo la ley de Dios. que puedes usar la ley para salvarte. Así que como parte de la ley o como la ley como un todo, el pecado engaña al pecador con la ley. Y no es culpa de la ley, es culpa del pecado que se encuentra en el ser humano no regenerado. Por eso es que Pablo concluye en el versículo 12. ¿Cómo concluye? Repasemos rápidamente. ¿Es la ley pecado? ¿Esto es lo que Pablo le pasa diciendo? No. No es lo que Pablo está diciendo. ¿Cómo es que la ley opera en la vida de una persona no regenerada? Identifica el pecado, agita el pecado, pero no es culpa de la ley cuando eso ocurre. Demuestra que tú estás espiritualmente muerto. Y continúa el pecado matándote porque el pecado te engaña y te lleva a más desobediencia. ¿Qué es lo que concluimos? Versículo 12, de manera que la ley a la verdad es santa y el mandamiento santo justo y bueno. Si tú me estás escuchando correctamente, dice Pablo, no hay ningún problema con la ley. El problema está en ti. La ley no fue diseñada para salvarte. La ley fue diseñada para instruirte de tal manera que tú supieras tu necesidad de un salvador. Hasta que tú estás despierto a la verdadera pecaminosidad del pecado, no puedes darte cuenta de que necesitas un salvador. Esto es lo que la ley está diseñada a hacer. Tiene más de un propósito, pero en el sentido de salvación, en el ámbito de la salvación, la ley te muestra tu necesidad de Cristo para mostrarte la verdadera naturaleza de tu problema, de tu pecaminosidad. Para que tú corras aquel que puede cambiarte, transformarte, cambiar tus deseos, correr a aquel que por su espíritu puede producir buen fruto para Dios. La ley lleva fruto para muerte. Vida en el espíritu lleva fruto para Dios. Así que quiero terminar esta mañana preguntando. En primer lugar, el punto que Pablo hace de que el pecado existe en los deseos, ¿reconoces tú esto? Una de las maneras en que las personas no entienden el evangelio es que bajan los estándares de Dios a su propio nivel y se elevan ellos. Y empiezan a decir, yo no he hecho esto, yo no he hecho lo otro. No lo he hecho en el ámbito físico. Pero, ¿qué es lo que está pasando en tu corazón? ¿Has visto ese mandamiento en cuanto a la codicia? ¿Entiendes que la codicia se aplica a todos los pecados porque tiene que ver con los deseos? ¿Y puedes decir que tus deseos no son pecaminosos? ¿O te ha mostrado el Señor que tus deseos eran pecaminosos y que necesitabas salvación porque tú pecabas en tu mente y en tu corazón? y te preguntaría, ¿afirmas tú que la ley de Dios es buena? ¿Afirmas que la Biblia es perfecta? ¿Que la palabra de Dios es perfecta? ¿Que no hay nada malo con la palabra de Dios? ¿Y que el pecado en ti no es culpa de Dios o de su palabra, sino de ti? ¿Cuántas personas en este mundo tratan de culpar a Dios por el fruto de su propio comportamiento? Tratan de culpar a Dios por su propia desobediencia. y no ven que el problema no está en Dios, sino en ellos. Y te has vuelto tú a Cristo. ¿Quién es Jesús? El Hijo Eterno de Dios que dejó el cielo. Hace 2,000 años nació de una virgen y tomó una nueva naturaleza humana verdadera. No dejó su naturaleza divina, pero tomó una naturaleza humana y en esta persona de Jesucristo tienes al Dios hombre. Y vivió en esta vida bajo la ley de Dios sin pecado. Él no merecía la penalidad de la muerte, pero murió en una cruz tomando para sí mismo los pecados que nosotros, la penalidad por el pecado que nosotros merecíamos. Y él es capaz de salvar hasta lo último a todo aquel que viene a él. Has muerto tú a la idea de que tú puedes ser salvo por guardar la ley. Y en lugar de eso, te has vuelto a Jesucristo y le has pedido que te transforme y que te cambie y que ahora tú puedas decir que tienes vida en el espíritu. Y ahora tú te acercas a la palabra de Dios de una manera nueva, como un nuevo hombre, como una nueva criatura. no de la manera antigua de la letra de la ley, sino ahora de la nueva manera en el espíritu. Has vuelto tú, te has vuelto Jesucristo. No hay nada malo con la ley de Dios, pero hay algo muy malo con la raza humana. Y solamente Jesús es la respuesta. Oremos. Padre Celestial, te damos las gracias por esta verdad, que son tan claras, tan necesarias para nuestra vida. Los que conocemos a Cristo te damos las gracias por habernos librado de la ceguera espiritual. Hubo un tiempo en que cada uno de nosotros, el pecado estaba ahí y nosotros estábamos muertos espiritualmente, no estábamos ni conscientes de nuestra propia pecaminosidad. Pero un día tú trajiste tu palabra a nosotros, nos revelaste nuestra pecaminosidad. El pecado entonces nos mató y fuimos conscientes de eso. Y pudimos volvernos a Jesucristo y te damos las gracias porque nos liberaste de la ley y nos uniste a tu Hijo. De tal manera que tu palabra ahora es dulce a nosotros. La reverenciamos. No buscamos cumplirla para ser salvos. Buscamos cumplirla para agradarte a ti, para agradar a aquel que nos salvó por su gracia. Yo oro por el pecador atrapado en su pecaminosidad, esclavo del pecado, espiritualmente muerto, dirigido, dirigiéndose a la segunda muerte, escuchándome en este momento, declarándole las buenas nuevas de Jesucristo. Por favor, Señor, Muéstrales que no pueden ser salvos por ellos mismos y llévalos a Cristo y dales vida. Lo pedimos en el nombre de Jesús.
La Ley Santa de Dios
系列 Series - Romans Spanish
Pablo escribe sobre la absoluta perfección y bondad de la ley de Dios al mismo tiempo que explica la debilidad de la carne, la cual requiere mas que la ley de Dios para que pueda dar fruto para Dios. La ley no puede salvar ni santificar aparte del Espíritu de Dios y la fe en Cristo.
讲道编号 | 5320173272179 |
期间 | 50:24 |
日期 | |
类别 | 周日 - 上午 |
圣经文本 | 使徒保羅與羅馬輩書 7:7-12 |
语言 | 西班牙语 |