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el Señor que nos bendiga ahora por medio de su palabra. Señor Jesús, gracias por que tú estás con nosotros, gracias porque tú nos has bendecido con tu presencia. Ayúdanos, Señor, a entrar a tu palabra con toda reverencia, a llegar a tus pies entendiendo de que esto es solo por la gracia. Platícanos ahora de ti. Ayúdanos a ver lo que tú eres y por qué has hecho lo que has hecho. Ayúdanos entonces a llegar a ti sin el estorbo del pecado. Perdónanos, Señor. Purifícanos para que podamos vivir y tomar la agua pura de tu espíritu, Señor. Qué bueno eres con nosotros, Señor. trae a nuestras mentes, a nuestros corazones, un entendimiento que nos dé vida eterna. Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Se habla mucho en estos días de esperanza, y por eso ahora he titulado el sermón, la sustancia de esperanza. Porque la esperanza no tiene sentido en un contexto en donde no estamos esperando algo. Si ya se tiene, no hay esperanza. Es algo que ya se tiene. Entonces la esperanza es esperar con expectativa, esperar con confianza de algo bueno, de algo positivo. Pero en el tiempo, en estos tiempos de emocionalismo y sentimentalismo, diríamos esperanza es un sentir positivo, como de andar en el centro comercial y las lucitas bonitas, Y la nieve falsa, los arbolitos cubiertos con nieve, y ahí un Santa Claus en el centro ahí del mall. Lo que sea, ¿verdad? Las buenas ofertas, la comida, el clima frillito y rico que siente uno. Son sentimientos buenos. Y a veces la gente dice, esa es la esperanza. Hay esperanza todavía en el mundo. Pero cuando se acaba eso, y cuando estamos otra vez en enero, viéndonos, enfrentándonos con, teniendo que seguir adelante con esta vida, tal vez para muchos la esperanza se va. Bueno, eso no fue esperanza entonces, ¿qué fue? fue solamente un buen sentimiento, como cuando uno se toma un café y se siente rico y avivado por unas dos horas y después otra vez le llega el sueño. Eso no fue que es esperanza, sino que fue una cosa de biología, La esperanza es algo que dura más que la biología, algo que dura más que los efectos químicos en el cuerpo. La esperanza es una certeza en algo sustantivo, en algo concreto. Entonces, ¿de dónde viene la esperanza del cristiano? Estamos viendo en las lecturas de advenimiento Y la lectura que nos toca ahora es Isaías 49. Aquí otra vez Isaías el profeta está hablando con un pueblo que está en exilio alrededor del mundo. No viven en su tierra, han perdido su lugar, son sin hogar, sin lugar. sin lugar de vivir. Entonces ellos esperan algo bueno, algo mejor. Y aquí dice la palabra en Isaías 49. Leamos juntos el capítulo. Escuchadme, islas, y atended pueblos lejanos. El Señor me llamó desde el seno materno, desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre. ha hecho mi boca como espada afilada. En la sombra de su mano me ha escondido. Me ha hecho también como saeta escogida. En su aljaba me ha escondido. Y me dijo, tú eres mi siervo Israel en quien yo mostraré mi gloria. Y yo dije, en vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas. Pero mi derecho está en el Señor. y mi recompensa con mi Dios. Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Jacob vuelva a él y que Israel se reúna con él, porque honrado soy a los ojos del Señor, y mi Dios ha sido mi fortaleza. Dice él, Poca cosa es que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel. También te haré luz de las naciones para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra. Así dice el Señor, el Redentor de Israel, el Santo Suyo. al despreciado, al aborrecido de la nación, al siervo de gobernantes, lo verán reyes y se levantarán, príncipes y se postrarán a causa del Señor que es fiel, del Santo de Israel que te ha escogido. Así dice el Señor, en tiempo propicio te he respondido, en día de salvación te he ayudado, te guardaré y te daré por pacto del pueblo, para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas, para decir a los presos, salid, a los que están en tinieblas, mostraos. Por los caminos pasarán, y en todas las alturas desoladas tendrán sus pastos. No pasarán hambre ni sed, no los herirá el calor abrazador ni el sol, porque el que tiene compasión de ellos los guiará, y a manantiales de aguas los conducirá. convertiré todos mis montes en camino, y mis calzadas serán levantadas. Mirad, éstos vendrán de lejos, y he aquí otros del norte y del occidente, y otros de la tierra de Sinim. Gritad de júbilo, cielos, y regocíjate, tierra. Prorrumpid montes en gritos de alegría, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus afligidos tendrá compasión. Pero Sion dijo, el Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidarán, yo no te olvidaré. He aquí en las palmas de mis manos te he grabado. Tus muros están constantemente delante de mí. Tus edificadores se apresurarán. Tus destructores y tus devastadores se alejarán de ti. Levanten de redor tus ojos y mira. Todos ellos se reúnen, vienen a ti. Vivo yo, declara el Señor, que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te ceñirás con ellos como una novia. En cuanto a tus lugares desiertos y desolados y tu tierra arruinada, Ahora serás ciertamente demasiado estrecha para los moradores y tus devoradores estarán muy lejos. Todavía te dirán al oído los hijos de los que fuiste privada, el lugar es muy estrecho para mí. Hazme sitio para que yo more aquí. Y dirás en tu corazón, ¿quién me ha engendrado esto? Pues yo había sido privada de mis hijos. Y era estéril, desterrada y errante. Y a éstos, ¿quién los ha criado? He aquí yo había sido dejada sola, y éstos, ¿dónde estaban? Así dice el Señor. He aquí levantaré hacia las naciones mi mano, y hacia los pueblos alzaré mi estandarte. Traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas en hombros serán llevadas. Reyes serán tus tutores, y sus princesas tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje, y el polvo de tus pies lamerán, y sabrás que yo soy el Señor, y que no se avergonzarán los que esperan en mí. ¿Se le podrá quitar la presa al poderoso o rescatar al cautivo del tirano? Ciertamente, así dice el Señor, aún los cautivos del poderoso serán recobrados y rescatada será la presa del tirano con el que contienda contigo yo contenderé y salvaré a tus hijos. Haré comer a tus opresores su propia carne y como con vino dulce con su sangre se embriagarán. Toda carne sabrá que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob. Isaías 49 ¿Qué vemos aquí entonces en la sustancia de la esperanza? ¿En qué nos podemos fijar? Bueno, esto lo he dividido en unas secciones aquí, esta profecía bellísima del profeta Isaías. La primera sección, le he puesto el nombre, el mensajero. Pues aquí encontramos una identificación del mensajero, porque no es Isaías, él habla de otro. Y escuchadme, islas, dice en el primer verso, las costas, otra palabra para las costas, es decir, todos los lugares del mundo y los lugares más lejanos, las playas, escuchen todos, hasta los confines de la tierra, hasta donde pueda pisar un hombre, escuchen todos. Pueblos lejanos, no sólo Israel, porque el Señor lo llamó a este mensajero desde el seno materno. Y aquí está la primera clave de quién está hablando. Podemos ver en el libro de Lucas, capítulo 1, verso 31. ¿Quién es este mensajero? Lucas 1, 31. Y aquí concebirás en tu seno y darás a luz a un hijo y le pondrás por nombre Jesús. En ese tiempo no se le daba nombre a los niños hasta que después de que nacieran. Pero Jesús se le dio nombre mientras él todavía estaba. en el seno de María. Y por eso dice aquí, en el 49 verso 1, el Señor me llamó desde el seno materno. Antes de que naciera, se le dio nombre a Jesús, a Yeshua, al Salvador. Desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre. ha hecho mi boca como espada afilada. Aquí otra identificación en Apocalipsis 1, 16. Miren cómo el libro de Apocalipsis usa los pasajes de los profetas. Apocalipsis 1.16 dice, en su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una aguda espada de dos filos. Ha hecho mi boca como espada afilada en Isaías 49.2. No cabe duda que el mensajero aquí es Cristo. en la sombra de su mano me ha escondido. Pero miren, es una arma este mensajero Cristo, pero también es guardado por Dios. Y entonces uno piensa, ¿cómo puede ser este objeto? ¿Qué es esta imagen? Y entonces el escritor, el profeta Isaías, escoge una imagen perfecta para algo filoso que es arma, pero que también se guarda. una flecha, una saeta, dice aquí la palabra, escondido en su aljaba, una flecha recta que va a ir lejos a penetrar el corazón del hombre. Y este siervo en el verso 3, y me dijo, tú eres mi siervo Israel en quien yo mostraré mi gloria. Otra identificación, Juan 13, 31. Entonces, cuando salió Jesús dijo, ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en Él. Tú eres mi siervo en quien yo mostraré mi gloria. Pues porque el Padre muestra su gloria por medio del Hijo. ¿Qué significa eso? Estas cosas se oyen como algo en la nube, pero la expresión de Dios, lo concreto de Dios, la sustancia de Dios, la persona de Dios, es alguien quien podemos entender en términos concretos, en términos sólidos, así que se puede tocar. Un hombre que existió, que vivió, que pisó la tierra, que respiró el aire que respiramos, dicen que las moléculas del aire se reciclan, pues uno respira, entra el oxígeno, y usted lo procesa y todo y sale de regreso afuera como dióxido de carbón, algo así, no sé cómo decirlo en español. Y entonces sale esa molécula y los árboles lo respiran y de ellas sale el oxígeno. Estas mismas moléculas han estado en este ciclo por milenio, por dos milenios, por más, más, miles y miles de años. Y es muy posible que usted, que nosotros, no aún posible, es por cierto que hemos respirado las mismas moléculas de Abraham Lincoln, de George Washington, de Che Guevara, de cualquier, de Juan Luis Guerra y de Jesús. de que ha entrado el mismo aire en nuestros pulmones que entró en los pulmones de Jesús porque Él los tuvo y todavía tiene pulmones todavía tiene carne y hueso todavía tiene lugar todavía tiene un local todavía tiene un cuerpo Todavía es concreto la persona de Cristo, verdadero. Y Él, si es concreto, dos cosas podemos sacar de esa doctrina verdadera, teología. Si Cristo es verdad y tiene local y es concreto y sólido como nosotros, quiere decir que hay un lugar, un espacio donde Él está, parado. Y quiere decir de que Él es verdadero, glorificado y que Él es el ejemplo, la primicia de lo que vamos a ser nosotros en gloria, al fin, en la resurrección No hay ningún otro ser que ha resucitado todavía menos Jesús Lázaro fue levantado de entre los muertos pero no tenía el cuerpo glorificado Cristo tiene su cuerpo glorificado ya y esa es la esperanza concreta del cristiano pero aún en su humanidad Jesús también sufrió decepciones y dice en el verso 4 Yo dije, en vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas ¿Soy eso como Jesús? ¿Puede ser Jesús quien diga algo así? En Mateo 23, 37 podemos ver Jesús también tuvo sus decepciones Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella. ¿Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas? Y no quisiste. He aquí vuestra casa se os deja desierta. Ahí la decepción de Cristo se siente y es palpable. Siente Él como quien en vano ha trabajado, pero sin pecar. Siente esa decepción. Y ahí dice en el próximo pasaje, pero mi derecho está en el Señor. Es decir, mi esperanza, mi herencia, mi recompensa está en Jehová, en su Padre. Pues Él también tiene el nombre de Jehová. Cristo es Jehová, el Padre es Jehová, el Espíritu es Jehová. Es el nombre divino, el Yahweh. Todos ellos tienen esa identidad. la una identidad de Dios. Mi recompensa con mi Dios, dice Cristo. Es decir, de que el hombre Cristo necesitaba esperanza también. Él estaba esperando con expectativa también. En su persona, él no veía más de lo que ve un hombre normal. Él no tenía no tenía unos lentes para ver espíritus o algo así. Para él también el mundo espiritual era invisible, igual como a nosotros, pero su fe no estaba estorbada por el pecado. Y su comunión con el Espíritu Santo era perfecto, es perfecto. Entonces su esperanza salía de su del conocimiento del Antiguo Testamento, el conocimiento de la Biblia. Y eso es lo que él esperaba. ¿Y saben qué? Cristo leía Isaías. Y cuando Él se decepcionaba, Él veía este verso 49.4. Mi derecho está en Jehová. ni recompensa con mi Dios. Y así como Él puede recobrar fuerza también, el cristiano puede hacer lo mismo. Dice el Señor, el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para ser Jacob, que vuelva vuelva a él y que Israel se reúna con él, es decir, para otra vez recoger el pueblo y traerlos de regreso a Jerusalén. Pero no sólo ese es el propósito de Cristo. Dice aún el profeta o dice Dios, poca cosa es que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Israel. Para Dios no es suficiente eso. también te haré luz de naciones". Desde entonces el Mesías, Cristo, ya estaba comunicando su propósito para salvar a los de California, a los de México, a los de Salvador, a los de China. Algunos dicen que en el verso 12 Se menciona un nombre antiguo de China en la tierra de Sinim. Es posible que sea una referencia al pueblo de China desde hace esas antigüedades. No es seguro, pero muy interesante. Pero miren aquí entonces en el mensaje del verso 7 al 12. Vimos el mensajero del 1 al 6. Ahora el mensaje del 7 al 12. ¿Cuál es el mensaje de la sustancia de la esperanza? ¿En qué podemos anclar la esperanza? Porque no es un sentimiento solamente, son verdades, son indicativas, son ciertas cosas, son teología, son doctrinas en las cuales nos anclamos. Dice aquí en el verso 8, en tiempo propicio te he respondido, en día de salvación te he ayudado, es decir, a mi tiempo, a mi hora. Y aquí dice el pueblo de Israel en el verso 7 que ha sido esclavo, los gobernantes, ha sido siervo de gobernantes y todo esto. Pero ahora Israel, a él se van a postrar príncipes, porque el Señor es fiel, dice en el verso 7. Para decir a los presos en el 9, salid a los que están en tinieblas, mostraos, porque los caminos, por los caminos pasarán. La imagen que vimos en el Isaías 40, el buen pastor. Aquí se encuentra otra vez. Ahora, quiero que piensen en algo. Tenemos mucho tiempo de estar pensando en la doctrina o en la teología o en la metáfora o en la imagen de que Dios es un buen pastor y tal vez lo que vemos es de que Dios nos saca y nos apacenta y comemos de la grama, del pasto y es un día bonito. Y así ya se pone el sol, nos dormimos y ya en un lugar así como vemos en los dibujos, ¿verdad? Y es algo parecido, tal vez sí, pero esta imagen tiene un significado más grande, más amplio también. Porque aquí el pastor está haciendo algo importante. En el verso 10, no pasarán hambre ni sed, ni no los herirá el calor abrazador ni el sol, porque Él tiene compasión de ellos, los guiará y a manantianes de agua los guiará, los conducirá. Es decir, Él los está guiando en caminos, el pastor, enfrente de ellos. para un destino, para un lugar, encontrar donde vivir. En Juan 10, 11 al 16, habla Cristo más de el buen pastor. Yo soy el buen pastor. Imagínese que usted es un judío en esos días y ha leído su Antiguo Testamento, ha leído su Biblia, que es el Antiguo Testamento, y tiene mucho tiempo de estar leyendo estas profecías. ¿Cuándo vendrá este gran profeta? ¿Cuándo vendrá este gran maestro? ¿Cuándo vendrá? Pues estamos bajo la sombra de Roma. estamos conquistados, somos esclavos, nos obligan a llevar el peso de cualquier romano, nos obligan a dejar entrar los soldados romanos a nuestra casa cuando ellos quieran, toman nuestras hijas, toman nuestra riqueza. ¿Cuándo vendrá esta esperanza? Y viene un hombre con milagros, con poder, con enseñanza. Y él dice, después de haber oído todas las promesas de aquel buen pastor que nos va a llevar de regreso a Jerusalén, a un reino de paz. ¿Quién es el que nos guía? Dice Cristo, yo soy el buen pastor. Pero Cristo le añade a esta imagen. No solo nos conducirá en los caminos buenos. Cristo lo intensifica como que lo multiplica por diez. El buen pastor da su vida por las ovejas. Casi ni se cree. Es increíble, no sólo nos guía, no sólo nos lleva a tomar agua, sino que Él dice, muero por ellas. pero el que es un asalariado y no un pastor que no es el dueño de las ovejas va a venir, va a venir al lobo y abandona las ovejas y huye y el lobo las arrebata y las dispersa él huye porque solo trabaja por el pago y no le importan las ovejas es decir, hay falsos maestros y maestras allá Pero Él dice, yo soy el buen pastor, conozco mis ovejas y las mías me conocen. De igual manera que el Padre me conoce y yo conozco al Padre y doy mi vida por las ovejas, tengo otras ovejas que no son de este redil, hablando de, ¿de quiénes? Los chinos y los mexicanos y los salvadoreños. Hablando de los pueblos, las naciones. No sólo los judíos, no sólo los hebreos, no sólo los israelitas. A esas también me es necesario traerlas y oirán mi voz y serán un rebaño. Y aquí el buen pastor no sólo va enfrente de su grey, no sólo los conduce en buenos caminos, pero imagínense de esto. Si usted pudiera manejar un carro desde Arizona hasta California, y no tuviera que irse alrededor de las montañas, no tuviera que irse alrededor de ríos o encima de ríos, lo que sea, sino que el carro mismo pudiera tener un superpoder, un rayo láser que puede apuntar en una línea recta desde donde usted empieza hasta donde termina su casa. Y de que este rayo láser transforme todo en un camino recto y plano, sin montaña, sin nada, solo así. Y puede usted cruzar esta línea plena, recto. Eso es lo que hace el Padre. Esto es lo que hace caminando enfrente. Dice, miren el poder soberano del Buen Pastor. convertiré todos mis montes en camino. Puede ver uno, este pastor en frente de su grey, con una mano así, las montañas deshaciéndose en frente y convirtiéndose en un camino. Mis calzadas serán levantadas, todos los valles, imagínense, se levantan, un temblor y se levantan así para poder calzar en una tierra firme. vendrán de lejos. Otros del norte y el occidente se juntan la ley de Cristo desde la China hasta California, siguiendo al buen pastor. Ese es el mensaje. La confianza se encuentra en el verso 13 al 23. Grita júbilo cielos regocijate tierra es decir este es un es una cosa en que podemos gozarnos de que esta es la promesa del Mesías del buen Pastor esta es el mensajero escogido preparado por el Padre por todo el tiempo Con este mensaje que él trae de gran esperanza de ser nuestro buen pastor, de conducirnos en nuestro camino. Ahora por estas dos razones tenemos confianza para alabar a Dios. Regocijaos, gritad con júbilo. Pero miren, quiero que vean esto ya que el tiempo se nos acaba. Dos cositas. Tres cositas en esto, en el verso 16. Piensen en esto. Yo conozco varios papás que aquí, mi hermano es uno de ellos, que se han tatuado el nombre de sus niños. Dicen, no sé, David, mi primogénito querido. O si fuera yo, Mateo, mi regalo de Dios. Algo así. Y es muy bonito cuando veo esos tatuajes. ¿Saben quién más se ha hecho eso? He aquí en las palmas de mis manos te he grabado. Dice el Señor de sus hijos. El Padre Jehová El Buen Pastor Jesús, el Espíritu Santo, se ha tatuado en sus manos el nombre de sus hijos. Él no se va a olvidar de uno. Él no se olvida de nosotros. Y ahí está la esperanza, como dice aquí, El Señor ha consolado a su pueblo en el 13. De sus afligidos tendrá compasión. Este es un Dios que ama a sus niños. Vivo yo, declara el Señor en el 18, que a todos ellos como joyas te los pondrás y te ceñirás con ellos como una novia. Por seguro serán Tu pertenencia, le dice Dios al buen pastor. Y aquí en el verso 23, no se avergonzarán los que esperan en mí. No hay de qué, no hay de qué hacer avergonzados cuando nosotros tenemos esperanza en Cristo. No va a haber una gran decepción ahí. El que se esconde en Cristo tiene mucha esperanza, eterna esperanza para el futuro. El que habita en el abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Al fin la victoria aquí terminamos en el 24. ¿Se le podrá quitar la presa al poderoso, rescatar el cautivo del tirano? Cristo dice que Él va a atar al hombre fuerte y lo hizo y lo ha hecho para rescatar a los cautivos quienes somos nosotros. Y aquí Cristo dice, ciertamente, dice el Señor, aún los cautivos del poderoso serán recobrados y rescatada será la presa del tirano. con el que contienda contigo, es decir, tus enemigos, yo contenderé. Tus enemigos, ¿quiénes son? Pues eres tú, tu pecado. Él contenderá con nuestro pecado y nos librará y nos salvará. ¿Cuál es la sustancia entonces de la esperanza? Es el mensajero, la persona de Cristo. Es el mensaje de Él, que Él es nuestro buen pastor. ¿Y cuál es la respuesta? ¿Qué debería de ser nuestra reacción a esto? Confianza hacia Él y vivir en la victoria que Él ha comprado para nosotros. Esto nos dice el libro de Isaías 49. Quiero leer un pasaje más para completar la lectura de advenimiento aquí en Lucas 25. Tan esperado este Cristo, tanto tiempo que pasó después de esta profecía. Pero en Lucas capítulo 2, La palabra nos dice algo. Dice Lucas capítulo 2 verso 25. Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón y este hombre justo y piadoso esperaba la consolación de Israel. Y el Espíritu Santo estaba sobre él. Es decir, lo que él va a decir es verdad y real. Por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor. Es decir, sin antes ver al Mesías. Y por el Espíritu Santo, no, movido por el Espíritu, fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por él el rito de la ley, él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios y dijo, Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz conforme a tu palabra. porque han visto mis ojos tu salvación al niño Cristo la cual has preparado en presencia de todos los pueblos luz de revelación a los gentiles gloria de tu pueblo Israel y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de él se decían Así entonces, nos podemos asombrar de lo que dice la Escritura de Cristo. Adorarle y confiar en Él, porque el Rey ya viene. Oremos. Señor Jesús, gracias, porque en estos tiempos navideños nos acordamos del más grande milagro ¿Qué has hecho? No fue la creación, no fue los cielos y la tierra, sino que fue cuando mandaste a tu hijo a tomar forma de hombre y vivir entre nosotros y vivir la vida de un hombre. Oh, Señor, qué gran gloriosa verdad es esa. que él tomó nuestro lugar en la cruz para salvar a su pueblo y ser nuestro buen pastor. Ayúdanos ahora a vivir en esa esperanza, a entender la sustancia de esa esperanza. En el nombre de Jesús. Amén.
La Sustancia de La Esperanza
系列 Advenimiento
Tercer sermon sobre el Advenimiento
讲道编号 | 1215191728377994 |
期间 | 42:00 |
日期 | |
类别 | 周日服务 |
圣经文本 | 先知以賽亞之書 49 |
语言 | 西班牙语 |