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Usted está escuchando una traducción de una prédica de Richard Cadwell, pastor y maestro de Founders Baptist Church en Spring, Texas. Esta traducción fue realizada en vivo y sin edición. Nuestro mayor interés es avanzar la verdad de Dios para la gloria de Dios. Usted puede colaborar con nosotros compartiendo esta prédica con sus amigos a través de las redes sociales como Facebook, Twitter, Google Plus y Pinterest. abran su Biblia en el capítulo 12 de Romanos. Vamos a enfocar en el versículo nueve, pero quiero que veamos el contexto del versículo nueve, así que vamos a leer ese versículo hasta el 21 de Romanos 12. Pablo escribe, El amor sea sin fingimiento. aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal, en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros, en lo que requiere diligencia, no perezosos, fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración. compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen. Bendecid y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros, no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos. Si no dejas lugar a la ira de Dios, porque escrito está, mi es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que si tu enemigo tuviera hambre, dale de comer. Si tuviera sed, dale de beber. Pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonará sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Nos podemos preguntar cuál es la conexión entre el tema que tratamos en los versículos del 6 al 8, o versículos del 1 al 8, y lo que empezamos a ver a partir del versículo 9. Porque lo que tenemos en los versículos del 9 al 21 es una colección de exhortaciones breves que se nos da rápidamente, todos tienen que ver con cómo el pueblo de Dios tiene que relacionarse con otras personas, cómo debemos relacionarnos unos a otros en la iglesia y cómo debemos relacionarnos con un mundo hostil y perdido que está alrededor nuestro. ¿Cuál es la conexión entre los dones espirituales y lo que Pablo escribe en estos versículos siguientes. ¿Qué es de los dones espirituales que tendría el apóstol en su mente a hablar o escribir acerca de este tipo de exhortaciones? Yo quiero que reconozcamos que hay una conexión. Piensen, por ejemplo, los dones espirituales operan en el ámbito de las relaciones interpersonales. ¿A dónde usamos nuestros dones? Usamos los dones en el contexto de las relaciones que tenemos en la iglesia de Dios. Los dones espirituales requieren el Espíritu de Dios mismo para que puedan ser efectivos. Es Él el que le da poder a esos dones. Lo que eso quiere decir es que cuando los dones espirituales están siendo usados correctamente, encontrarás también el fruto del Espíritu. Encontrarás la actitud correcta en el pueblo de Dios. Encontrarás el punto de vista correcto. Encontrarás, como vimos en la mañana, la correcta disposición donde quiera que los dones espirituales estén siendo utilizados correctamente. Así que no es de sorprendernos que la mente del apóstol, después de hablar de los dones espirituales, se volvería hablar del carácter del creyente y del pensamiento del creyente y el comportamiento del creyente en el ámbito de las relaciones interpersonales. Creo que lo podemos decir de esta manera. Lo que tenemos en los versículos del 9 al 21 es lo que representa la meta de toda la enseñanza cristiana. Toda la instrucción cristiana tiene como meta esto. O puedes decir, la meta del uso de los dones espirituales. Esta es la meta, el resultado que se busca. 1 Timoteo 1.5, Pablo escribe, dice que el objetivo de nuestra predicación. El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y de fe no fingida. ¿Cuál es la meta? ¿Cuál es el propósito de la instrucción y de los dones espirituales? El propósito de todo es el amor. Cuando hablamos de que los dones espirituales están funcionando, estamos hablando de acción que está informada por la verdad de la palabra de Dios, funcionando de acuerdo con la verdad de la palabra de Dios. El propósito, el resultado de los dones espirituales es el amor. Y no cualquier tipo de amor, sino que es el amor de Dios. Y por lo tanto, tiene cualidades que se pueden identificar. Hay un carácter que se encuentra en Dios mismo. O puedes decirlo que es un tipo de amor que es imposible de tener aparte de la salvación que Dios da. El versículo que leí en 1 Timoteo 1.5 indica que es un amor nacido de corazón limpio y de buena conciencia y de fe no fingida. Pensemos en esto. Nosotros no nacimos con un corazón limpio. El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, pero tú no naciste con un corazón limpio. Sólo Dios puede purificar el corazón. En ese verso también dice, el amor nacido de buena conciencia, pero nosotros no nacimos con buena conciencia. Solo Dios puede dar una buena conciencia. Y dice también, amor nacido de fe no fingida, pero solo Dios da ese tipo de fe. Así que el propósito, el resultado del mandamiento es algo que es únicamente posible por la salvación. Es un amor que solo existe cuando hay salvación. Cuando piensas en lo que hemos estado hablando en el libro de Romanos, encontramos la misma realidad. Por 11 capítulos, Pablo nos ha estado dando doctrina, y la doctrina es el Evangelio. Él ha hablado del evangelio, ha explicado el evangelio, ha contrastado el evangelio con todo lo que no es el evangelio, ha defendido el evangelio en contra de dudas, en contra del evangelio cuando las preguntas son expresadas. Él ha trabajado las implicaciones del Evangelio en cuanto a cómo debemos vivir ahora y las implicaciones escatológicas del tiempo futuro. Hemos hablado de Israel en el futuro. Así que hay implicaciones escatológicas del Evangelio. Y después de esos 11 capítulos de doctrina, ¿qué es lo que hacen en el capítulo 12? nos llama a una devoción, a un compromiso que sea de todo corazón, que sea razonable. Debemos presentarnos a nosotros mismos como vivos de entre los muertos, no conformados a este mundo. Aprendemos lo que es bueno delante de Dios y nos sometemos a ello, y ese es nuestro culto racional. y luego se mueve de esa consagración individual a cómo se ve eso en las relaciones unos a otros. A medida se practican los dones espirituales. Versículos del seis al ocho de Romanos 12. ¿Cómo es que vamos a funcionar juntos? No adoramos individualmente. ¿Cómo adoramos como un templo vivo? No solo el cuerpo de Cristo o un edificio de Cristo. ¿Cómo funcionamos? con los dones espirituales en funcionamiento. Esto es algo sobrenatural de lo que estamos hablando. Y al pensar en las funciones de los dones espirituales, no solo estamos hablando bien de la devoción sobrenatural, sino también afectos sobrenaturales. Se nos ha presentado al amor de Dios en la salvación, se nos ha equipado para funcionar en el amor de Dios. y el resultado es que vamos a vivir vidas de amor. El propósito de toda nuestra instrucción es una vida de amor. El propósito de la operación de lotones espirituales es la vida de amor. El servicio en el que nos involucramos unos a otros es amor en acción. No se te olvide eso. Si no lo habías pensado antes, piensa en esto hoy. los dones operan en la esfera del amor de Dios. Efesios 4.16, hablando de los dones espirituales, dice lo siguiente, de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. Eso es algo poderoso que tener en mente. Creciendo juntos, pero el ambiente en el que esto ocurre es el amor de Dios. Así que no es de sorprendernos que después de un llamado a consagración, después de una explicación de los dones espirituales, lo que sigue es estas exhortaciones, lista de responsabilidades que se nos da, que si vivimos De esta manera, todo se resume en una vida de amor. Esto es amor en acción, en la iglesia y en el mundo. Y lo que quiero hacer a partir de esta noche, Él nos da en los versículos de Nueve al Veintiuno, y ayudarles a comprenderlos organizando estas oraciones en catorce expresiones de responsabilidad. que se le da al pueblo de Dios y que representa responsabilidades. Esta es la manera en que nosotros debemos de vivir. Y lo que queremos esta noche es caminar a través de ellos uno a la vez y tomarlo en nuestro corazón. Veremos dos esta noche. El primero es el siguiente. Somos responsables de amar genuinamente. Somos responsables de amar genuinamente. Versículo nueve, el amor sea sin fingimiento. El amor sea sin fingimiento. Anupakritas es la palabra griega. Sin hipocresía, ser genuino, ser sincero. A lo que se nos está llamando es un amor real, un amor que no es ficticio. ponerlo negativamente, no ames de una manera fingida. No pretendas únicamente que estás amando. Asegúrate que lo que tú llamas amor es verdaderamente el amor de Dios. Ama genuinamente. Ama de manera real. Esta es una responsabilidad que tenemos porque Dios nos ha dado Su amor, el amor que hemos recibido en la salvación. Tú no sabías lo que era el amor hasta que el Señor te salvó. Y cuando el Señor te salvó, Él te dio este amor. Romanos 5.5 dice que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. como resultado del Espíritu Santo viviendo adentro de nosotros. Y ese amor es sincero. Ese amor, que es el amor de Dios, es sincero. Primera de Pedro 1.22, habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el espíritu para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro. Así que como Pedro nos llama a amarnos unos a otros de un corazón puro, él nos recuerda que cuando obedecimos el evangelio, se nos introdujo a un amor sincero fraternal. Dice después en versículo 23, siendo renacidos no de cimiento incorruptible, sino de incorruptible por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. El nuevo nacimiento nos ha traído a un verdadero amor fraternal. La sinceridad de nuestro amor es un aspecto de la sinceridad que le pertenece a todo lo que tenemos en nuestra vida en Cristo. Todo lo que Dios nos ha dado en Su Hijo es genuino. Nada es ficticio. Nada es una fachada. Todo es real. Dios nos ha traído a una sabiduría que refleja sinceridad. Santiago 3.17 dice, pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. ¿Y cuál es la mente que tenemos en Cristo? Es una mente que no es falsa. Es real, genuina y sincera de la manera en que vive. Esto es lo que caracteriza la fe de las personas que son creyentes verdaderos. Según De Timoteo 1.5, trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Onise, y estoy seguro que en ti también. Es un amor sincero que reconoce el ministerio real. Tú reconocerás si el ministerio es real o no si es un ministerio de amor. Según de Corintios 6.4, hablando de los verdaderos siervos de Dios, incluyendo su propio ministerio, el de Pablo, antes bien nos recomendamos en todo como ministros de Dios. en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos, en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero. Amor sincero. Así termina. Pablo dice, ¿Cómo sabrás que nuestro ministerio es real? Mira lo que soportamos. azotes cárceles y da toda una lista de cosas. ¿De qué habla esto? Habla de un amor genuino. No hay nada que Dios produce que sea artificial. La sinceridad es el estándar de la obra de Dios. Así que a la cabeza de esta lista de responsabilidades No es accidental que la primera característica en la lista es el amor sea sin fingimiento. Asegúrate que tu amor es genuino. Hay un sentido en que todo en esta lista es el obrar de esa primera característica que está a la cabeza de la lista. Si tú lees toda esta lista y tienes en mente el amor de Dios, hay un sentido en que todo lo que lees es el amor de Dios en acción. Este es el propósito, la meta de nuestra instrucción y del funcionamiento adecuado de los dones espirituales, el amor genuino, el amor de Dios obrando a través del pueblo de Dios. Eso es sencillo. Pero debemos admitir que es muy retador. Cuando pensamos en que nuestro amor debe ser genuino, eso es retador. Eso ya nos llama a una autoexaminación, especialmente en el mundo en el que vivimos. Vivimos en un mundo donde la percepción es más importante que la realidad. Vivimos en un tiempo en que cómo nos sentimos acerca de algo es más importante que los hechos acerca de algo. No me des los hechos. Yo ya estoy decidido de lo que voy a hacer. No me molestes con los hechos porque así es como yo me siento. No me hables de autoridad, donde yo tengo mis sentimientos bien establecidos, porque mis sentimientos son la autoridad. No importa si lo que siento es verdadero o no, o si lo que mis sentimientos representan es correcto o real. Solo importa cómo yo me siento. No sé si lo vieron. Esta mujer que es una comediante, también es una atea, por lo menos agnóstica. estaba dando esta plática acerca de cómo el infierno no es real. Y ella pasó a la par de una escuela católica romana y ella se sintió en la obligación de decirles, yo te prometo, el infierno no es real. No tienes que creer en el infierno, solo tienes que encontrar gozo en ser una buena persona, solo sea una buena persona, porque el infierno no es real. Y te preguntas, ¿con qué autoridad dices eso? ¿Por qué te debemos creer? Porque te sientes tú así. debemos descansar nuestro destino eterno en lo que tú nos prometes, porque tú has llegado a esa conclusión en tu mente y te sientes tan fuerte. Ese es el mundo en el que vivimos, amados. Lo que es más importante es cómo nos sentimos o cómo otros se sienten acerca de nosotros, cómo nos ven, qué van a pensar acerca de nosotros, cómo van a responder. Todo está relacionado con la percepción, no realidad. Y yo quisiera poder decir que la iglesia no refleja al mundo en ese sentido, pero creo que la iglesia también cae presa a esto muchas veces. Si no tenemos cuidado como creyentes, podemos estar pensando en cómo otros nos van a percibir. Pero Dios nos está llamando acá a rehusarnos a estar satisfechos con apariencias. Asegúrate que tu amor es real. Esa es una buena pregunta para nosotros. ¿Estaría yo satisfecho con tener una reputación de ser una persona amorosa? ¿O voy a estar yo satisfecho con saber que mi amor es genuino? ¿En qué estaré satisfecho? ¿Es suficiente que las personas piensen que yo soy amoroso? ¿O quiero yo ser verdaderamente amoroso? El amor sea sin fingimiento, no una máscara que me pongo, sino que el amor no sea hipócrita. Nos preocuparía ser como la iglesia en Sardis en Apocalipsis 3.1. Escribe el ángel de la iglesia en Sardis, el que tiene los espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto. Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. No queremos ser como Sardis. O nos preocuparía ser como Éfeso en Apocalipsis 2.4, pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Las cosas todavía están funcionando como siempre han funcionado en la iglesia y conoces la verdad. Examinan los falsos maestros y los encuentran como falsos. Pero hay algo muy mal. con tu amor en estos momentos? ¿Nos preocuparía que eso fuera nuestro caso? ¿Nos preocuparía que seamos como los israelitas desobedientes? O sea, 6-4, ¿qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, Ojudá? La piedad vuestra es como nube de la mañana y como el rocillo de la madrugada que se desvanece. Te levantas en la mañana y la grama está húmeda del rocío y 30 minutos después está seco. Se ha ido la húmedad. Dios le está diciendo a su pueblo que así es su piedad o su amor. Es algo totalmente temporal, no algo que tiene sustancia o que permanece. No queremos ser así. Debemos examinarnos a nosotros mismos y decirle a Dios, no quiero nada menos que que mi amor sea genuino, que el amor sea sin fingimiento. Así que se nos da esa responsabilidad, asegurarnos que nuestro amor es genuino. Somos responsables de un amor genuino. La segunda responsabilidad que vemos es que somos responsables de la pureza del amor. No solo responsables de amar genuinamente, sino que eso quiere decir que estamos entregados a lo que es puro. Dice en el versículo nueve, aborreced lo mal, seguid lo bueno. Así que te metes un poco en el verso y te das cuenta que vivir en amor va a ser retador. ¿Estás realmente siendo una persona amorosa? Una de las maneras en que tú sabes que estás caminando el amor de Dios es que estás comprometido con la pureza. Vivimos en un mundo lleno de amor artificial. Mucho amor artificial. Vivimos en un mundo de amor sensual distorsionado. un concepto débil de lo que realmente es el amor. Aún un débil concepto de el amor de Dios lo distorsiona a algo que no es verdad. Pero en el versículo 9 se nos dice que el amor de Dios es puro. Primera Corintios 13, 6, hablando del amor de Dios, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. El verdadero amor nunca está divorciado de la verdad. El verdadero amor disierne. El amor genuino desaprueba las cosas que Dios desaprueba y el verdadero amor aprueba de todo aquello que Dios aprueba. Y en ambos casos, lo hace intensamente. El versículo 9 no dice, ama y desaprueba un poco de lo malo. Lo que se nos manda es aborrecer lo malo. El amor verdadero aborrece la maldad es una palabra fuerte que significa aborrecer, un odio por lo malo. No nos debería sorprender de que el mandato de aborrecer lo malo es y viene justamente después del comentario acerca del amor, porque esto es lo que encuentras en Dios. encuentras en Dios el amor perfecto y el aborrecimiento perfecto de lo malo en Dios, al mismo tiempo. toda su plenitud. Unos comentaristas dicen, los dos se encuentran juntos en Dios, cuyos ojos son demasiado puros para ver lo malo, Habacuc 1.13, y que no puede ser tentado por el mal, Santiago 1.13. El amor, el Dios que ama, es el Dios que aborrece la maldad. La actitud humana debe seguir lo divino en este aspecto porque el amor y la maldad son opuestos. Por lo tanto, amar por un lado y aborrecer lo malo por el otro están juntos. No puedes tener uno sin el otro. No puedes amar lo que Dios ama si no aborreces lo que Dios aborrece. Vivimos en un mundo donde el amor se usa como una cubierta, como una excusa para la maldad, una excusa para no enfrentar la maldad. Y eso es algo malo. El amor debe rechazar la maldad. Debemos estar claros. El amor es paciente. El amor es gentil. El amor cree lo mejor. El amor espera lo mejor. El amor no sospecha. El amor es generoso. La Biblia dice que el amor cubre una multitud de pecados. Primera de Pedro 4.8. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados. Todas estas cosas tienen que ver con cómo nos administramos a nosotros mismos. no tener un espíritu de juicio o de que se quiera vengar por sí mismo, no ser orgulloso o altivo. Lo que Pablo nos está explicando acá es algo diferente. Tiene que ver con lo que tú aceptas en tu propia vida. Si tú usas el amor de Dios para una excusa del pecado en tu propia vida, estás alejado del amor de Dios. Has malentendido el amor de Dios. Si yo camino en el amor de Dios, yo debo aborrecer lo que es en realidad un ataque en contra de la autoridad y del honor y de la verdad de Dios. Yo debo aborrecer eso. Es una situación extraña en este mundo que hay personas que nos dicen que debemos amarlos a ellos al aceptar, aceptando su pecado. Y lo que están diciendo es, yo entiendo lo que el amor es. Tú no entiendes lo que el amor es. Tú eres alguien con prejuicios. Si tú entendieras el amor de la manera que yo entiendo el amor, tú aceptarías en mí lo que yo he aceptado en mí mismo. Y lo que han aceptado en sí mismos es lo que Dios aborrece. Y ellos no entienden el amor. Si entendieran el amor de Dios, se apartarían del amor. Y no entienden lo que significa que nosotros los amamos a ellos. Si camino en el amor de Dios, no solo voy a aborrecer lo malo en mí. No puedo decir que estoy amando a alguien si yo puedo, sin que me importe, ver cómo ellos caminan en algo que los va a destruir. No, si los amo, voy a aborrecer lo malo y sus efectos en su propia alma, en su propia vida. ¿Amas tú a Dios? Si tú amas a Dios, entonces apártate de lo que Él aborrece. Debemos aborrecerle el pecado en nuestra propia vida, y después de lidiar con nuestro propio pecado, vas a ayudarle a otros a lidiar con su pecado, en humildad y lo que refleja el amor de Dios. El amor verdadero aborrece lo malo. Pero noten el otro lado de la moneda. El amor se hace fingimiento de aborrecer lo malo y dice después, seguid lo bueno. El amor verdadero no solo aborrece lo malo, sino que sigue esmeradamente lo bueno. Es un gran recordatorio de que el verdadero cristianismo no se define en términos negativos. Esto es lo que estamos en contra. El cristianismo genuino también se conoce por lo que sigue, el amor verdadero sigue lo bueno. Esta es una palabra intensa que se usa en Mateo 19,5 con respecto al matrimonio. el esposo y la esposa siguiéndose, uniéndose uno al otro. Así que el amor de Dios no solo desaprueba intensamente la maldad, sino que aprueba intensamente lo bueno. Y no es lo que nosotros definimos como bueno. Por eso es que tienes que comenzar en Romanos 12, versículos uno y dos. ¿Cómo aprendes lo que es bueno? Versículo uno. Así que, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Es solo por la consagración a Dios y el conocimiento de Su Palabra que tú puedes saber lo que es bueno y verdadero. Así que al caminar en la Palabra de Dios, caminando en el amor de Dios, que nuestra vida va a ser caracterizada no solo por aborrecer lo malo, sino por devoción de nuestro corazón hacia lo bueno a ojos de Dios, lo que Él acepta, lo que Él aprueba. que tu amor sea genuino y si tu amor es real y si verdaderamente es el amor de Dios, tu vida va a ser caracterizada por un rechazo de lo que Dios aborrece y una devoción completa a lo que Dios aprueba, uniéndote, siguiéndote, siguiendo lo que es bueno ante los ojos de Dios. ¿Eso es lo que te caracteriza a ti? al examinarte tú a ti mismo esta noche, al observar el mundo, tu vida, ¿es eso lo que está alumbrando a través de tu vida? El amor de Dios. No pretendiendo, no algo que estás haciendo con hipocresía, algo que viene de lo profundo de tu ser, algo que fue puesto en ti cuando Dios te salvó, algo que el Espíritu de Dios ha derramado en tu corazón, y ahora tú tienes una desaprobación intensa de lo que Dios aborrece, y tú buscas con todas tus fuerzas aquello que Dios ama, lo que es bueno delante de sus ojos. Para esto predicamos. Para esto enseñamos. Esta es la meta de nuestro ministerio. Puede ser resumido en dos palabras. Amor real. Amor genuino. Y si tú ves los dones espirituales en acción, funcionando como deben funcionar, lo que están diciendo es el amor en acción. Y eso se ve como pureza. Se ve como una iglesia que está buscando la pureza. Personas que se están alejando de la maldad y tenazmente se están aferrando a lo bueno. Y les digo, amados, una palabra pastoral, tienes que tener tu mente lista para la acción, porque vamos a entrar, me temo, en una época que va a ser diferente a lo que hemos vivido en nuestra vida hasta ahora. Y esto que estamos hablando va a ser probado. ¿Estás dispuesto, aun al punto de sufrimiento, aborreces tú lo mal y sigues tú lo bueno? Estas dos cosas van juntas. No puedes hacer una sin la otra. No puedes seguir lo bueno sin rechazar lo malo. No puedes rechazar lo malo sin seguir lo bueno. Y al hacer esto, lo que estás haciendo es que estás escogiendo la vida. Estás escogiendo vivir. Primera de Pedro 3.10, el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígale. porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal". ¿Crees tú esto? Creerle a Dios de tal manera que estás buscando la vida, el que desea amar la vida, el que quiere amar la vida. Estás buscando buenos días, el que quiere amar la vida y ver días buenos. Estás buscando la paz. Refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño, aparte sea el mal y el bien. Busca la paz. Este es el camino de paz. Y sígala. Es escoger, en fe, buscar el favor de Dios, porque los ojos del Señor están sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones, pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. Estamos escogiendo a Jesús, escogiéndolo a Él, escogiendo la vida, escogiendo buenos días, escogiendo el favor de Dios, escogiendo a Jesús. pero en un mundo que aborrece la vida, que se opone a los días buenos, que no entiende la paz, que no le importa el favor de Dios y que rechaza a tu Salvador. Así que, al pensar en nuestra responsabilidad en la vida cristiana, comienza a la cabeza de todo, el amor sea sin fingimiento. Y eso quiere decir buscar la pureza del amor, aborrecer lo malo y seguir lo bueno. Oremos juntos. Padre Celestial, estamos agradecidos de que este no es solo Tu llamado a nosotros. Es a lo que nos has presentado y por ti es que podemos buscar estas cosas. Tenemos amor genuino. Si tenemos a tu hijo, tenemos amor genuino. Y conocemos el amor genuino si tenemos a tu espíritu. Y sin embargo, estas exhortaciones se les ha dado a tu pueblo de tal manera que podemos escoger seguirlas. y poder vivir en aquello que te desagrada y no queremos vivir en aquello que te desagrada, así que te pedimos. Conocemos y sabemos que tus ovejas siguen la voz del pastor y pedimos esta noche que escuchemos tu voz y que pongamos a un lado todo aquello que representa en nuestra vida hipocresía y que podamos amar genuinamente. Oramos que nos fortalezcas en este momento y en este tiempo. De tal manera que no amemos según el estándar de este mundo que quiere amar su pecado y que demanda que el amor signifique aceptar su pecado. Cuando tú nos dices que debemos aborrecer lo malo y seguir lo bueno, ayúdanos a reconocer esto y reconocer que el problema del pecador está siendo manifestado en su pensamiento y en su comportamiento. y su necesidad es estar reconciliados contigo. De tal manera que nuestro aborrecimiento del mal significa que amamos su alma y tomamos las buenas nuevas de Jesucristo y lo declaramos. Recuerda, mis padres, que somos ministros de reconciliación. Aun mientras aprendemos en esta sección, aprenda a seguir Tu voluntad. Que nos podamos mostrar fieles como hijos e hijas Tuyos, reflejando Tu amor, Tu verdadero amor a un mundo perdido. Y lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
La Meta de Nuestro Ministerio
系列 Series - Romans Spanish
La meta de nuestro ministerio es el amor genuino, el amor de Dios en acción. Esto es posible unicamente por la obra salvadora de Dios en nuestras vidas por Jesucristo y el Espíritu Santo. El verdadero amor aborrece aquello que Dios aborrece y se aferra y sigue lo que Dios aprueba.
讲道编号 | 11121138571744 |
期间 | 44:30 |
日期 | |
类别 | 周日 - 下午 |
圣经文本 | 使徒保羅與羅馬輩書 12:9 |
语言 | 西班牙语 |