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Buenos días, queridos amigos. Hablo con ustedes este día, domingo, el 17 de mayo 2020. Todavía estamos experimentando las reglas que tienen que ver con la enfermedad que se llama COVID-19 y por eso no tenemos cultos en vivo. y queremos animar los que están escuchando con la Palabra del Señor. Esta predicación tiene que ver con el libro de Apocalipsis. Apocalipsis capítulo seis y los versículos nueve a once. Sólo voy a leer esos tres versículos por el momento. Si han escuchado las otras predicaciones de capítulo seis, saben donde encontrar estas grabaciones y pueden leer más en contexto con estas predicaciones. Pero dice la Palabra del Señor, cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la Palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo, Hasta cuando, Señor santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra. y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de los, perdón, de sus consiervos y sus hermanos que también habían de ser muertos, como ellos. Hasta allí la palabra del Señor. Queridos amigos, cuando pensamos en esta palabra, sabemos relacionar lo que dice con los primeros cuatro sellos. En versículos uno hasta ocho de capítulo seis, hemos leído de los cuatro caballos y sus jinetes o las personas montadas en ellos. Salieron ellos para hacer algo de la obra de Cristo aquí en la tierra. Y hemos dicho que eso tiene que ver con o el pasado o algo en el futuro, pero de todos modos tiene que ver con confirmar la grandeza y soberanía del Cordero, que es victorioso y reina sobre las naciones en este mismo momento. Y cuando pensamos así, sabemos guardar esta esperanza Cueste lo que cueste, o pase lo que pase, sabemos que estamos en las manos del Señor. Sabemos que Él guía a las naciones. Pero cuando llegamos en este, el quinto sello, sabemos que hay algo poco diferente ahora. Es algo que no esperamos en un sentido. Pensando en sellos uno, dos, tres y cuatro, pensamos en cosas que pasan, que son peligrosos, que tienen que ver con guerras, y tienen que ver con el futuro, o como hemos dicho, quizás el pasado, pero tienen que ver con cosas que son fuertes y cosas que nosotros vamos a experimentar aquí en el mundo. Y en el quinto sello algo pasa poco diferente. algo pasa en los cielos. Y eso es donde comenzamos nuestros comentarios de este sello. Está en los cielos nuestro hermano Juan, el apóstol que vio esta visión o esta profecía en aquel momento estando con Dios. En los cielos. Y en los cielos él vio algo. Y no es algo que va a pasar en el mundo, es algo que va pasando en los cielos específicamente. El cristiano, por los ojos de Juan, entra en el palacio, el corte de Dios vivo. Y puede ver y puede experimentar y conocer algo de los cielos. A lo mejor ustedes recuerdan las palabras de Pablo en Corintios. Muchos toman esas palabras en su boca para decir que no sabemos qué va a pasar en los cielos. En contexto, Pablo no quiso decir esto, pero nosotros sabemos que muchas cosas de los cielos no sabemos y estamos esperando los cielos para entender cómo serán. Pero aquí tenemos una pista. en vivo, una pista de algo que sucedió y sucede y sucederá, creo, hasta el fin de tiempo. Ah, entonces nosotros sabemos relacionar lo que Juan vio con nuestro consuelo. Entonces, si estás escuchando la predicación de estos sellos y pensando de estos sellos como los juicios de Dios y la destrucción del ser humano en su pecado, en su destrucción de la tierra, es correcto, pero a la vez debes pensar en éste que tienes aquí frente tus ojos en los versículos nueve hasta once, consuelo. Querido amigo, tú necesitas consuelo cada día. Necesitas consuelo en el Evangelio. Necesitas consuelo porque el mundo milita contra el Evangelio y lucha contra la verdad y quiere negar la verdad y quiere causarte no creer o por lo menos estar muy confundido, estar muy desanimado pensando en la palabra y necesitamos este consuelo de la palabra. Y creo que esta visión del quinto sello es dado a nosotros exactamente por nuestra necesidad de tener consuelo. Entonces, cuando estamos en versículo nueve aquí, sabemos exactamente dónde puso Juan sus ojos. Está viendo un mueble en el cielo. Es el altar. Y bajo el altar él puede ver personas, almas. Él no explica cómo son almas. Él no dice a nosotros cuáles son en este sentido de nombrar cada quien. Él solamente dice que hay el altar y abajo almas. y eso es lo que él puede ver. Debemos pensar primeramente en el mueble, el altar. Nosotros sabemos que cualquier mueble que había en el tabernáculo y luego en el templo fue una reflexión dada a Israel como lo que hay en realidad en el cielo. Sabemos que Moisés vio en visión todo del trono de Dios y su palacio y así podía hacer el tabernáculo en imitación de lo que hay en los cielos. En los cielos hay un altar. Cuando hablamos de altar sabemos su función. El altar tiene que ver con sacrificios. Tiene que ver con el lugar donde Dios recibe la sangre en sacrificio por el pecado. Y nosotros sabemos en leer el libro de Hebreos que llegó el momento cuando Cristo llegó en los cielos con su sangre para ofrecer su sangre en el templo real, es decir, el templo que no es imitación aquí en esta tierra, pero el templo que está con Dios, donde Dios mora. y donde Dios tiene su trono y donde Dios tiene que tener su satisfacción contra el pecado. Estas almas descansan y están bajo el altar en el cielo. Es decir, están hallados, limpios y rescatados por la sangre de Cristo Jesús y tienen por su redención su nombre, su vida, su muerte. En expiación por sus pecados, ellos dicen, Cristo, en su sangre, es nuestra santificación, justificación, nuestra salvación. Y saben, saben regocijar en Cristo Jesús bajo el altar. Y también nosotros sabemos en el segundo lugar aquí, versículo nueve, las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Entonces nosotros sabemos exactamente quiénes son estas personas. Nosotros sabemos que muchos durmieron, dice Pablo, o sea, murieron en Cristo Jesús, pero también sabemos que había cantidad de cristianos que murieron por su fe. Nosotros decimos que esas personas son mártires. Mártires es nada más una palabra de griego que tomamos en español para explicar quién es la persona que pierde su vida. por su creencia. Generalmente hablamos de cualquier persona que muere por un movimiento, una convicción o una creencia, pero nosotros sabemos que en la iglesia cristiana, mártir o testigo quiere decir alguien que vivía y hablaba de su Cristo y luego perdió su vida por no querer negar su fe en nuestro Dios. mártir, testigo, el que daba testimonio y en dar su testimonio perdió su vida. Luego, nosotros sabemos que ellos eran muertos por su testimonio y entonces nosotros sabemos que cuando muere alguien en Cristo Jesús, que después de cerrar sus ojos aquí, abre los ojos y puede ver su amado Señor Jesucristo. Aquí es lo que va pasando en los cielos. Aquí es lo que Juan quiere relacionar a nosotros o comunicar a nosotros con estas palabras de su experiencia allí en los cielos. Mártires bajo el altar. han perdido su vida. Están esperando. Entonces, queridos amigos, cuando pensamos en esto, podemos pasar a Apocalipsis 12 y los versículos 10 y 11, y es otra parte de la visión de Juan, y dice, 12, versículo 10, entonces, oí una gran voz en el cielo que decía, Ahora ha venido la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios y la autoridad de Jesucristo, porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas. hasta la muerte. Es una explicación un poco más amplia del cristiano que vive y mantiene su confesión y luego pierde su vida por la verdad de su confesión en Cristo Jesús. y el consuelo, ¿verdad queridos amigos? El consuelo que es nuestro por haber sido fieles y luego estar con Cristo Jesús. Nosotros sabemos que parte de nuestra fe es entender este punto, es posible que algunos de nosotros van a perder su vida por su fe en Cristo Jesús. Muchos de los apóstoles, de hecho la historia enseña que 11 de los 12, y también Pablo, murieron por su fe, por su testimonio, murieron porque la ley de los romanos estaba contra la cristiandad y ellos vivieron en fidelidad en nuestro Cristo. Y luego sabemos en segundo de Timoteo capítulo 3 y versículo 12 que Pablo hace a nosotros una promesa. Vivir con fidelidad en Cristo Jesús es sufrir persecución. No hay escape, no hay para nosotros manera de evitar esto. Si vas a vivir con fidelidad en Cristo, vas a sufrir o padecer persecuciones. Y luego Cristo prometió igual en Mateo capítulo cinco y los versículos diez a doce. Son conocidos a muchos de ustedes, pero leo lo que dice allí Mateo cinco, diez a doce, bien aventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen, y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Queridos amigos, queremos guardar esta palabra y siempre queremos regocijar en esta palabra. Entonces, si soy fiel, voy a tener oposición. Si soy fiel, algunos no van a querer escuchar lo que digo. Si soy fiel, algunos van a querer rechazarme y fuertemente hasta hacer leyes contra mi testimonio, contra mi fe y causarme a sufrir por mi Señor Cristo Jesús. La aplicación entonces es muy, muy sencilla. Sé fiel. Sé listo, querido amigo. Sé lista, querida amiga. Sé rendido. y querer, la idea de querer ser rendido debe ser fuerte para nosotros. Entonces, si guardo algo de esperanza de experimentar algo en la vida, antes que experimentar cualquier otra cosa, debo querer experimentar fidelidad a mi Cristo hasta el nivel de sufrir. por su nombre y tener esta bendición. Luego, cuando regresamos a Apocalipsis 6 y versículos 9 hasta 11, podemos decir que con esta visión de ver estas almas, Juan oía la plática entre ellos y su Señor. En sí, éste debe ser algo de consuelo para nosotros. Las personas que murieron en Cristo, las personas que están con Él, pueden platicar con Cristo Jesús. Cada día tú y yo platicamos con Cristo, estamos en oración, estamos escuchando Su Palabra, leyendo cada día lo que dice a nosotros. Pero nosotros cobramos mucho ánimo pensando en lo que dice aquí. Los santos hablaban con su Señor. Eso quiero. Eso espero. Es mi deseo. Y cuando pienso en mi vida, eso me anima cada día orar y llevar toda mi preocupación, mi afán, mi ansiedad, mi tristeza a mi Señor. Él entiende. Él escucha. Y Él tiene respuestas también. Y cuando pasamos al versículo 10 entonces, cuando Juan oía esta plática que ellos tuvieron con su Señor Jesús, ellos preguntaban, ¿hasta cuándo? En otras palabras, quisieron saber algo del tiempo que iba a pasar, o cuánto tiempo tuvieron que esperar, Pero nosotros no debemos pensar que estaban decepcionados. No, porque debemos escuchar bien varias palabras aquí. Hay cinco palabras que son sumamente importantes. Y si entendemos estas palabras, no vamos a estar decepcionados también. Son las palabras señor, santo, verdadero, juzgar y vengar. Estas cinco palabras queremos entender para no estar decepcionados o entender que ellos no estaban decepcionados tampoco. La primera palabra es la palabra SEÑOR y a lo mejor han oído que mayormente en el Nuevo Testamento cuando tenemos la palabra SEÑOR es la palabra CURIOS en griego y traduce la idea de Jehová o Yahweh del Antiguo Testamento. Y claro, nosotros en entender esta palabra sabemos que muchas veces eso enseña la divinidad de Cristo. Pero aquí, momentito, amigos. Momentito. No es la palabra curias. Es otra palabra. Es la palabra donde sacamos nuestra palabra, déspota. Déspota. Un tirano. Alguien que es rey pero no es un rey bueno ni excelente o un presidente bueno o excelente, no. Despota quiere decir alguien que tiene soberanía perfecta. En gobiernos hablamos de despotas si hablamos de uno que no es justo, no es bueno, ni es querido. ni reina por algo lícito pero quiere destruir y quiere destruir su propia gente. Aquí la palabra quiere decir algo diferente En griego la palabra quiere destacar para nosotros la grandeza de la persona que reina su poder, su soberanía, y que tiene autoridad sobre los eventos que van pasando alrededor. Déspota. Alguien que es señor en el sentido absoluto. y nos da consuelo. Ellos saben decir de su Jesús y nuestro Dios, despota, soberano, perfecto en su camino, en lo que hace. Y también otra palabra aquí, Él es santo. Y santo nos da consuelo porque nosotros sabemos que los que mataron a estos mártires, testigos, no fueron santos. y ellos fueron matados ilegalmente, o si fue de acuerdo con la ley de los seres humanos, no fue de acuerdo con la ley de Dios. Entonces Dios es santo, quiere decir a nosotros que Dios hace perfectamente, y de hecho hace de acuerdo con su santidad, y si murieron ellos, de acuerdo con la insantidad del ser humano, Dios es santo y eso conviene con la próxima palabra, verdadero. Entonces verdaderamente nosotros esperamos justicia de parte de Dios y verdaderamente sabemos que Dios entiende cuando hay injusticia y verdaderamente sabemos que Dios ve perfectamente, mira las acciones de los hombres y sabe cómo guardar los suyos por el momento de su juicio final. Ah, entonces, santo, verdadero, Señor nos da consuelo y luego dos verbos, juzgar y vengar, dos palabras que pertenecen principalmente a nuestro Dios y sabemos regocijar en estas palabras. Nosotros sabemos, Mateo 19, 28, que Jesús prometió a sus discípulos, los apóstoles, que van a juzgar el mundo o, perdón, las tribus de Israel. Y luego, en 1 Corintios 6, Pablo dice a nosotros que nosotros cristianos vamos a juzgar las naciones del mundo. Y luego, en Hechos 10, 42, dice allí que Jesús vendrá como juez de todo, entonces nosotros sabemos guardar esas palabras aquí de juzgar y vengar y entender que estamos en el lado de Cristo por nuestra fe y con los apóstoles y con los demás de la iglesia En el momento cuando viene Cristo y hay el juicio final, nosotros estaremos con Él en juicio contra el mundo. Por el momento, queridos amigos, es algo de consuelo y algo que causa un poco de tristeza en el sentido que conocemos los que van a estar juzgados. Quizás son padres ya muertos, quizás son hijos rebeldes, quizás son amigos, quizás es nuestra pareja que no quiere reconocer su culpa y su necesidad de salvación frente a nuestro Dios. Entonces, en este sentido, la idea de juicio viene a nosotros si llegue en los oídos y decimos, ¡Ay Señor, que tengas misericordia, que seas Dios de perdón y de salvación a nuestros amados! y si ya han pasado a su muerte y su juicio y sabemos que murieron sin fe, también nosotros sabemos no queremos caer bajo la misma condenación, no queremos negar Cristo, no queremos estar fuera del reino de Dios, entonces sabemos reconciliarnos por medio de la cruz con nuestro Dios y guardar esto. guardar que es nuestra esperanza que viene este Jesús y nuestro Dios para juzgar y vengar su gloria y su honra y su santidad contra todos los que están en su contra. Ellos mantuvieron esta gran esperanza. Señor, santo, verdadero, el que juzga, el que tiene venganza contra su enemigo. Es gran consuelo para ellos. No estaban decepcionados, pero sabían, y con nosotros guardamos esta esperanza de ver este momento cuando serán juzgados todos ellos que viven en contra a nuestro Cristo Jesús. Y la respuesta es sumamente importante en este contexto. No queremos dejar el sello sin la respuesta. Hay respuesta aquí. Es versículo once. y podemos oír la voz de nuestro Señor. Y la voz de nuestro Señor y la acción de nuestro Dios es excelente para causarnos mantener algo de firmeza y gozo y esperanza cada día en nuestra fe. dice versículo once y se les dieron vestiduras blancas y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo hasta que se completara el número de sus conservos y sus hermanos que también habían de ser muertos como ellos. Otra vez es algo de fuerte consuelo y confianza cuando pensamos en el evangelio. Después de haber muerto por el Evangelio, viven. Después de padecer persecución y tener la tentación de negar a su Señor, porque toda apariencia es contra nuestro Evangelio y nuestra esperanza, y todo el mundo quiere vivir por su placer y quiere morir en su placer, y quiere causarnos sufrir porque no queremos participar con ellos en el mismo diluvio de sus deseos, destruyendo la vida. No, no, no. Después de haber muerto por el Evangelio, Ellos oyen la voz de su Dios y la acción de su Dios es darles vestiduras blancas. En Apocalipsis 19 y versículo 8 dice que estas vestiduras son las buenas obras. En otras palabras, si creemos en Cristo Jesús y hemos vivido aquí en el mundo por el Señor y vivir en nuestra fe haciendo lo que es bueno, O sea, vivir en buenas obras porque somos perdonados por su sangre. Entonces, nosotros sabemos que una vestidura blanca es una galardón, una recompensa de gracia que el Señor nos da después de morir. Y también hemos leído en capítulo 3 y versículo 4, nosotros sabemos que esta iglesia de Sardis Dice aquí 4 de capítulo 3, pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras y andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignas. Y la idea es animarnos en mantenernos puros. sin ser manchados por el mundo, sin vivir por los deseos del mundo, sin ser hallados en el mundo, viviendo como el mundo y no vivir como los demás. Cuando estoy grabando esta predicación, estamos en medio de esta cuarentena de no salir mucho y de no participar en eventos públicos y guardar un poco de distancia y guardar unas ideas de lavar manos, etc., etc., etc. Y muchas personas piensan que eso es nuestra salvación y vamos a llegar a un momento cuando el mundo será mejor y más saludable o algo. Pero queridos amigos, yo estoy de la opinión que después de estar o dos o tres meses en casa, los pecadores van a salir para pecar aún más fuerte y odiar lo que es bueno. Porque si no pueden encontrar salvación en Cristo Jesús, la naturaleza pecaminosa domina su vida. y va a ser peor. Y el cristiano no es así. El cristiano quiere guardar su vida contra el mundo. Y él sabe vivir y no rendir a los deseos de la carne, a los deseos del mundo, y no rendir a las tentaciones del diablo y entender que estas cosas destruyen nuestra vida. Y también los que participan en estas cosas están diciendo que fe y arrepentimiento no vale. El cristiano no es así. Es cierto que unos cristianos sí caen. Es cierto que unos cristianos sí hacen o han hecho mal en cuanto a estas cosas y han manchado sus vestiduras. Pero queridos amigos, A la luz de todo el Nuevo Testamento podemos decir que lo que quiere comunicar aquí es que el cristiano es el que llega con su Dios. es reconciliado con su Dios, es el que tiene perdón de sus pecados por haber sido arrepentido y quiere guardar esta fe y confesar que sus obras pecaminosas, si son malas, no tienen la razón estas personas cuando han pecado. y tienen que mantenerse en Cristo Jesús. Y la Palabra de Dios, pues de Jesucristo a ellos, deben escuchar bien el versículo once. Hay un tiempo determinado, un tiempo perfecto. Y después de este tiempo determinado, este tiempo perfecto, es cuando Cristo vendrá y juzgará a los pueblos, a las naciones, a sus reyes, a los grandes y pequeños, y todos que han hecho mal contra el pueblo de Dios. Entonces, una cosa muy importante para nosotros, Cristo dice que hay un número perfecto, un número fijo de personas, y esta parte o están en su plan, quizás puedo decir así, como parte de su plan, y tienen que morir en su fe como mártires, y es algo que Dios quiere que pase. Dios nunca quiere nada mal, entonces nosotros sabemos que Él toma, como siempre, aún el malvado en su mano, por su propio fin y propia gloria, y eso es lo que quiere comunicar aquí. Hay personas que van a morir, pero van a morir en su fe, y van a morir en su esperanza, y van a entender que eso fue el plan de Dios, vivir, sufrir, morir por su fe, perseguidos como mártires en Cristo Jesús. Es el plan de Dios. Y nosotros cuando pensamos en esto debemos guardar nuestra esperanza. Dios gana. mil millones de personas a su nombre por medio de los mártires que han muerto en su fe. ¡Qué maravilla de Dios! El mundo puede esforzar personas a negar su fe. Cristo causa al creyente mantener su fe. El mundo quiere causar personas a morir por su fe. y esa persona muere en su fe, pero miles más van a seguir Cristo por ver la realidad de su fe cuando murió. Nosotros podemos tomar muchos ejemplos, muchos en Inglaterra, Escocia, luego en los Países Bajos, luego en Francia, luego en España, luego en Italia, murieron bajo las manos de personas que creían, supuestamente, en Dios, y los católicos quisieron destruir a los cristianos, pero muchos católicos fueron convertidos cuando vieron la fe de sus amigos murieron como mártires, y podían ver que su fe fue más real que la fe de ellos, y ellos luego se convirtieron en ser nuestros hermanos por ver estos mártires. ¡Qué maravilla de Dios! Y por eso nosotros siempre queremos animar la iglesia a leer la historia de la iglesia cristiana, porque cuando estamos leyendo vamos a ver que si la iglesia tiene que sufrir y si la iglesia sufrirá persecución y no es muy agradable, y no queremos esto, pero a la vez sabemos que está en el plan de Dios, en su plan perfecto. Y tú solo tienes que ser fiel, y tú solo tienes que ser honesto y abierto en su confesión, y tú no vas a desmayar en la fuerza, poder y el ánimo que está en Cristo Jesús. Quizás vas a tener momentos de debilidad y, como Pedro, negar tu Señor sólo para regresar arrepentido en Cristo Jesús y pedir de nuevo la gracia de mantenerte firme y fiel hasta el fin. Amén, queridos amigos. Amén.
El Quinto Sello
En el quinto sello podemos ver unas palabras de ánimo en medio de muchos juicios. El cristiano es amado mantenerse firme y guardar su esperanza a pesar de la realidad de persecución y la muerte, o sea ser mártir en el señor Jesús.
ప్రసంగం ID | 517201124281 |
వ్యవధి | 37:08 |
తేదీ | |
వర్గం | ఆదివారం - PM |
బైబిల్ టెక్స్ట్ | ప్రకటన 6:9-11 |
భాష | స్పానిష్ |
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