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y el piano. ¡Qué bueno! Gracias a Dios. ¡Gloria a Dios! En este momento buscamos Lucas capítulo 2. Vamos a leer del 1 al 20. Estamos en Lucas capítulo 2. Hablando del nacimiento de Jesús. De nuevo del 1 al 20 en capítulo 2. Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo sireno gobernador de Siria. Iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea. a la ciudad de David que se llama Belén por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí se cumplieron los días de su alumbramiento. y dio a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí se les presentó un ángel del Señor Y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo, No temáis, porque aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal. Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con un ángel una multitud de las huestes celestiales que alaban a Dios y decían, Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros, pasemos pues hasta Belén y veamos. Esto que ha sucedido. Vinieron, pues, apesudadamente y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho. Vamos a orar. Padre, venimos delante de ti. Oramos por medio de tu gracias que abras tu palabra en nuestros corazones, incluso una porción pequeña de este texto. Pedimos tu gracia para que podamos ver la gloria de este texto. Y los que son tu pueblo, pedimos que nos des celo en nuestros corazones. Buscamos ánimo por lo que has hecho en nosotros en Cristo. ¡Qué verdad gloriosa! Vemos los resultados de lo que pasó hace dos mil años y todavía está sucediendo, incluso hoy en día. Oramos que nos perdones por dar por sentado estas cosas. Pedimos más celo, más vigor. Y oramos a que abras los ojos a los que no te conocen y confesamos que no existe palabra ni poder del hombre para cambiar una persona solamente por medio de tu Espíritu Santo. Pedimos a tu Espíritu Santo en este momento que derrames tu Espíritu Santo y tu poder necesitamos tu Espíritu Santo. Y pedimos que bendigas a tu palabra. En nombre de Cristo. Amén. La última vez comenzamos una serie de cuatro partes sobre el aventimiento de Cristo y contemplamos el anuncio del Cristo considerando la promesa de su venida desde el principio en Génesis capítulo 3. Esta mañana pasamos a considerar la venida del Cristo como se escribe aquí en el Evangelio de Lucas. Y hasta este fin nos enfocaremos especialmente en la gloriosa proclamación de los ángeles dada en el versículo 14 en presencia de un grupo de pastores en relación con dos resultados significativos que la venida de Cristo ha producido. Comenzamos por considerar una visión general del contexto histórico dentro de lo cual Nuestro Señor había entrado en este mundo. Es muy importante pensar en el contexto histórico para apreciar esto, lo que pasó hace 2,000 años. Entonces, vamos a considerar el contexto histórico. Primero, considera que han pasado más de 4,000 años desde el momento en que Dios declaró la primera promesa, el anuncio de la venida de Cristo en Génesis 3 al pronunciar la maldición contra la serpiente. ¿Quién había provocado la caída de la humanidad? Vimos este texto la última vez y lo leímos nuevamente en nuestra primera lectura de las Escrituras, pero simplemente menciono esto porque ha sucedido mucho. Mucha historia y el trato de Dios para con los hombres ha ido y venido cuando Dios finalmente envía al Cristo en el cumplimiento del tiempo. Hubo una inundación mundial en la época de Noé que casi provocó la extinción de la humanidad, salvo a Noé y su familia. Después de esto, para evitar otro juicio severo y universal, Dios había separado a las naciones en la Torre de Babel cuando todo el mundo estaba al borde de rebelarse contra Dios. Y yo he dicho a mis estudiantes en mi clase de teología, y esto es la razón por la cual hablamos lenguas diferentes, idiomas diferentes. debido a la torre de Babel. Y luego predestinó a Abraham y su simiente para ser su propio pueblo especial y hizo un pacto único con ellos en lo cual Dios sería su Dios y ellos serían su pueblo. Y ellos debían finalmente representar al Dios vivo y verdadero en un mundo perdido y caído. Sin embargo, Israel, el pueblo elegido de Dios, aquellos con la mayor cantidad de luz que contenían los oráculos de Dios y su templo, habían fallado a fielmente representar a Dios ante el resto del mundo, tanto que Dios había traído juicios sobre ellos en muchas ocasiones y de varias maneras, pero siempre salvando a un remanente en última instancia, de acuerdo con su promesa en Génesis 3. de producir un simiente victorioso de la mujer para derrotar a la serpiente. Esta promesa se reafirmó y se hizo más claro en todo el antiguo pacto asegurando a la gente que a pesar de sus pecados y fracasos, su idolatría y rebelión, Dios cumpliría su promesa. Esta promesa muy bonita. Es muy fiel Dios. Los pecados de Israel se habían vuelto tan graves que Dios había provocado la peor de sus maldiciones sobre ellos, exiliando al pueblo de su tierra y enviando a los babilonios a destruir y quemar el templo y la ciudad de Jerusalén con su muro. Pero una vez más, Dios salvó a un remanente. y llevó a un pueblo a la tierra, fuera del cautiverio, para que pudieran reconstruir el templo, la ciudad y el muro. Siempre hay un remanente. Ahí Dios renovó su pacto con el pueblo. Sin embargo, cuando llegas al final del libro de Nehemias, Lamentablemente, la esperanza que la gente tenía al mantener su pacto con Dios habiendo reconstruido el Templo y el Muro de Jerusalén se desvanece en la realidad inevitable de que esta esperanza de prosperar como una nación en pacto con su Dios sería de corta duración. Ya habían comenzado a romper el pacto y el patrón que les condujo a su juicio y exilio se estableció una vez más. Esto es lo que pasa cuando vienes al fin de Nehemias. Muy triste. se pierde esperanza al final del capítulo. En todo esto, y al leer todas las escrituras del Antiguo Testamento, uno no puede evitar decir, ¿Cuándo vendrá el Cristo? ¿Cuándo vendrá el Prometido para hacer las cosas? Bien, ¿Cuándo dará luz al Ungido que conquistará a la serpiente? ¿Y quién rectificará las cosas asestando un golpe mortal al pecado para que el hombre pueda reconciliarse con Dios en verdad y recibir un corazón nuevo que obedecería a Dios de dentro hacia afuera, para que tal patrón de rebelión sería roto para siempre? No solamente por Israel. ¿Cuándo? se detendrá el impulso natural de la humanidad hacia la destrucción de Sodoma y Gomorra. Bueno, aquí en nuestro texto, hermanos, con gran aprecio debemos contemplar lo que sucedió cuando Israel estaba sujeto a Roma dirigido por un liderazgo corrupto en un contexto de tiempos muy oscuros cuando la verdad y la promesa de Dios había sido tragada en un evangelio de justicia propia y arrogancia. La promesa finalmente había llegado, pero no como uno esperaría naturalmente. Un ángel se le aparece a una pareja prometida. de clase baja en Nazaret para decirles individualmente que la custodia de Cristo el Prometido y Angelado por más de cuatro mil años estaría a su cargo. el Mesías, el ungido, a su cargo. El Espíritu Santo vendría sobre María, una virgen, y ella concebiría y estaría embarazada. Su hijo primogénito no tendría un padre natural salvándole de los efectos de pecado, y él sería llamado Jesús porque él sería aquel que salvaría a su pueblo de sus pecados. Él respondería la promesa dada en Génesis 3 que fue retirada y desarrollada a lo largo de todo el antiguo pacto. Mientras los romanos hacen un censo y se ordenan a los judeos a regresar a su lugar de nacimiento, José y la embarazada María salen de Nazaret a Belén. Y es allí, de acuerdo con la profecía dada por Miqueas en Miqueas 5.2 que leíamos antes del sermón, que María da a luz al Cristo. No en Jerusalén o en alguna ciudad rica, respetada, sino en la ciudad discreta y humilde de Belén, donde iba a nacer el Salvador y el rey de todos los seres vivos. Su nacimiento fue tan pobre que ni siquiera había posadas disponibles para alojar a la pareja y a su bebé. Tenían que residir en un pesebre y el mismo Cristo, después de ser envuelto en pañales, fue colocado en un comedero donde los animales se alimentarían. En un momento de prepotencia predominante, justicia propia y orgullo entre la religiosa élite, el Cristo vendría con humildad y pobreza. El informe de su nacimiento sale primero no a los reyes. El informe no sale a los reyes. ni a los principios, ni a los oficiales importantes, ni a los líderes religiosos, ni a nadie que está en posición alta. Los ángeles declaran su nacimiento primero a un grupo de sarnosos, inmundos y abatidos pastores. Los marginados de las sociedades reciben una visita angelical de una gran cantidad de ángeles que declaran la gloria de lo que acaba de suceder en Belén, y los pastores inmediatamente van a ver esta gran cosa. Consideremos entonces la declaración angelical de alabanza, el cántico de los ángeles que declara en voz alta de cierto resultado del nacimiento de Cristo en presencia de los pastores. el porción de nuestro texto, versículo 14. Esto es nuestro enfoque para hoy. Al alabar a Dios en el versículo 14 se nos da dos declaraciones. La primera es ésta. Hay dos declaraciones. La primera es ésta. Se nos dice, Gloria Muchas veces se pierde de muchos pensando en Navidad, celebrando a Cristo. Primero, gloria a Dios en las alturas. Gloria a Dios en las alturas. ¿Qué debemos pensar acerca de esta declaración? ¿Qué quiere decir los jueces celestiales con esta declaración? Bueno, en el sentido más simple, podemos decirlo de esta manera. Ellos estaban declarando que el nacimiento y la encarnación de Cristo traerían una gloria inaguinable a Dios cuyo trono está en los cielos más altos. En otras palabras, la gloria de Dios finalmente sería reconocida en su máxima magnitud y fuerza, como el sol estando a medio día, y la gloria que Él recibiría, y la gloria debida a Su nombre, sería la gloria más alta dada al Rey más grande que jamás haya existido y existirá. Sí. La tierra ha tenido sus reyes gloriosos, con todo su brillo y magnificencia. Ha tenido sus césares, sus faraones, Nebuchadnezzar, y toda clase de otros gobernantes vestidos de majestad y esplendor, pero la gloria y servientes, etcétera. Pero la gloria más alta, una gloria que es intocable, ni alcanzada, ni siquiera en un sentido remoto por los hombres o incluso los ángeles, es esa gloria que pertenece a aquel que se siente en el asiento más alto, en el trono más alto, en el cielo más alto, que está en el centro de todo lo creado y viviente. El mayor peso de gloria y majestad pertenece a nuestro infinito y eterno Dios, el Creador, Sustentor y Ordenador de todas las cosas. Y aquí está el verdadero poder detrás de esta declaración, hermanos. Se alcanza la cima de la gloria de Dios. Ese nivel infinitamente más alto de gloria se alcanza aquí en este temporal finito mundo material cuando Cristo ha venido para cumplir lo que Dios había prometido en Génesis 3, cuando el hombre se había alejado de Dios. Ambos, la sentencia de muerte para cada enemigo en contra de Dios espiritual y físico, y la redención de cada verdadero Hijo de Dios, fueron proclamados en el momento en que fue nacido en el Infante Cristo y fue humildemente colocado en un pesebre en Belén. Y así ante todo, sobre todo, Dios sería vindicado. La palabra de Dios sería afirmada. Su nombre sería conocido. Su justicia sería mostrada con valentía, y Él sería glorificado en las alturas. Y no creo que sería cinco pies, cuatro más años, cuatro mil años de soportar la idolatría y rebelión y el romper de las leyes, soportando esto cuatro mil años, esperando un momento perfecto para enviar al Hijo. Cristo. Y yo no creo que sería cinco pies al gato reconocer el orden aquí con respecto a la salvación de los hombres. Sí, la salvación es una bendición y una gloria incomprensible para el pueblo de Dios. Sí, es cierto. Nunca podemos comprenderlo. El Cristo de hecho vino para salvar a su pueblo. Sí, sus ovejas. Es muy personal, pero incluso el fin último de toda esta misión no es la salvación de los hombres, no. Es que Dios sería glorificado en las alturas. Lo que se revela sobre Dios, lo que se declara acerca de su ser, su carácter, sus personas, sus atributos justos, lo que Dios muestra acerca de sí mismo a cada ser vivo en la redención de su pueblo caído es y debe ser el foco central de nuestra alabanza y nuestra adoración. En primer lugar, lo que Dios ha hecho por su nombre. Y tristemente, creo que eso es lo que se pierde en muchos contextos cristianos hoy en día. Muchos evangelios son un evangelio centrado en el hombre en lugar de un evangelio centrado en Dios. Que esto nunca sea el caso para nosotros, hermanos. El Evangelio es y siempre será, ante todo, acerca de declarar y proclamar la gloria de Dios y no de los hombres. Nuevamente, el rey sentado en el trono más alto, en el cielo más alto, sería glorificado en toda su creación. Sería conocido en el mundo que constantemente le ha rechazado y todos los seres vivos finalmente le darían su debido elogio y honor. Segundo, la segunda parte de la frase. Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. Aquí ahora abordamos la segunda porción del Cántico de Alabanza Angelical. Dios es glorificado de acuerdo con el propósito último de su voluntad divina, y el beneficio de esta gran realidad se encuentra con la humanidad caída de una manera más profunda y gloriosa. Se abre un puente de paz que vuelve al hombre a relacionarse con el Dios al que se ha alejado por su pecado. y se ha abierto un vía para que Dios legítimamente exprese la buena voluntad hacia los hombres caídos. Dios puede bendecir a los impios sin comprometer su naturaleza santa y justa. Dios puede ser justo y sin embargo justificar a los pecadores. Dios puede regocijarse sobre la humanidad en la presencia del enemigo que constantemente está señalando con el dedo, el enemigo Satanás. ¿Qué noticias más incomprensiblemente bonitas podrían proclamar estos ángeles? El mundo estaba maldito y condenado, separado de Dios y dirigiéndose directamente a la destrucción total. La brecha entre un Dios infinitamente santo y justo, y los caídos y rebeldes hombres era grande y inamovible desde el punto de vista del hombre. ¿Quién pensaría? ¿Quién pensaría que Dios se humillaría y descendería a este mundo en la persona de su Hijo para lograr la restauración y la paz? La vida es una realidad tan maravillosa. Es genial existir. Pero nuestra existencia está afligida y plagada de toda forma de maldad y dolor y luego en poco tiempo morimos. Morimos y enfrentamos un juicio inminente donde estamos sujetos al estándar de la santa ley de Dios. Es un estado para ser compadecido y temido. le da la palabra desesperada su más alto significado. Ser enemigo de cualquier persona es algo terrible, sí. Pero para ser un enemigo del Dios viviente, quien es capaz de justamente arrojar nuestras almas que nunca mueren al infierno para siempre, ¿qué podría ser peor? No, queremos vivir. Queremos alegría, vida y paz. Pero nuestra maldición nos ha traído miseria, muerte, trabajo y dolor. Pero Dios nos ha enviado un Cristo. Él nos ha enviado el ungido con todas las capacidades para liberarnos de la maldición, del pecado y la muerte. Dios es glorificado en la tierra. Paz. Paz en la tierra. ¿Cómo puede ser? Y buena voluntad para con los hombres, Dios bendiciendo, amando, cuidando y recompensando a los pecadores caídos con el bien. ¿Cómo puede ser esto? Esto está envuelto en pañales en un comedero en la humilde ciudad de Belén. La venida de Cristo, aquel que aplastaría la cabeza de la serpiente soportando la maldición del hombre por el hombre para que el hombre no perezca jamás. Oh, hará tribulación en el mundo, pero en él hay paz. Paz con Dios para siempre. ¿Qué palabras tan profundas pronunciadas más tarde por Juan el Bautista con respecto a este Cristo? He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. ¿Qué significaba el Cordero para los judíos que constantemente sacrificaban animales para cubrir sus pecados? ¿Qué tan significativo fue el Cordero Pascual para los judíos quienes cada año reflexionaron sobre la forma en que Dios les libró de su esclavitud a los egipcios? Mientras comían ese cordero, se les recordó la sangre inocente del cordero que había sido derramado y fue derramado en el borde exterior de la puerta de sus hogares, porque era esta sangre que evitó que el ángel entrara y destruyera a sus primogénitos. Y ahora el ángel mismo, el juez justo y el mismo destructador, ha llegado a hacer ese mismo sacrificio que realmente eliminaría los pecados de los hombres, porque la sangre animal no podía realmente expiar los pecados de la humanidad. Y así la paz en la tierra y la buena voluntad para con los hombres llegaron con este niño Cristo, quien nacido para morir, a través de su muerte redimiría a los perdidos, caídos y malditos pecadores. Hace más de seis mil años, Dios hizo la promesa de enviar a su Salvador para restaurar lo que estaba roto debido al pecado de nuestro Primero Padre. La humanidad había caído y Dios estaba decidido a hacer algo, y hace dos mil años Dios cumplió esa promesa. Envió a su Hijo a este mundo para convertirse en el sustituto y el sacrificio que se colocaría en lugar de los pecadores y recibiría el castigo y la condena que les corresponde. Ese niño nacido en Belén pasó a vivir una vida sin pecado, muriendo fielmente después de ser clavado en una cruz. Sin embargo, Dios le levantó de la muerte tres días después y desde entonces ha ascendido a la diestra de Dios. Lo que Dios ha logrado gloriosamente significa una de dos cosas para todos en esta salón. Lo que Dios logró en este Cristo significa dos cosas. El punto más importante Dos cosas para cada persona en este cuarto. Uno, si has venido a poner tu esperanza y confianza completamente en este Cristo y solo en Él, entonces no en tus obras buenas ni en otra persona, pero en Cristo solo, entonces posees lo más precioso de todo el mundo. No puedes llevar plata, ni oro, ni metales preciosos, ni piedras, ni gemas, ni autos, ni casas elegantes o cualquier otra cosa de valor significativo en este mundo contigo más allá de la tumba. Estas cosas son temporales y tu vida es temporal y nada en este mundo puede cumplir los ángelos más profundas de tu alma. Pero has venido a encontrar al glorioso Tesoro de Cristo quien te ha reconciliado con Dios. la perla de gran precio. A través de su muerte, de modo que caminas con Dios ahora y ansiosamente esperas la vida eterna en el cielo. ¿Qué más importa? ¿Qué más importa? Y aunque sufras en esta vida, aunque esta vida no es fácil, tu herencia eterna le proporciona todo lo que necesitas para vivir para la gloria de Dios ahora y para declarar la gloria de Cristo a un mundo perdido y moribundo. Esto es por lo cual Pedro está animando a sus lectores. Yo sé que tú pasas un tiempo difícil persecución y hay muchos sufrimientos, pero incluso hay unos que están muriendo. Pero sepan esto, lo que Dios ha hecho por ti. Hay una herencia eternal que no desvanece, que está para ti para siempre. mientras Dios te ayuda hasta que venga la salvación. Esperas con ansias la gloria por venir cuando tendrás un cuerpo resucitado que nunca se derrumbará y cuando no habrá más lágrimas, tristeza, dolor o muerte. Todo esto está en el banco actualmente porque estás en Cristo. Yo no sé acerca de ustedes, pero yo honestamente puedo decir. Y cuando yo era joven, yo escuché esto. Pero esta vida está moviendo rapidísimo. Volviendo esta vida, hermanos. Es muy importante esta vida. Tenemos que continuamente recordarnos quiénes somos y todo lo que tenemos en Cristo. Tenemos que seguir poniendo las cosas en su perspectiva adecuada, ya que el ajetreo de la vida y las pruebas difíciles pueden eclipsar estas verdades maravillosas. Siempre hay algo pasando, esto y esto, siempre algo, pero hay que tener todo en perspectiva adecuada. Hay que luchar, pelear la buena batalla proclamando la gloria de Cristo. En Pedro se nos dice también la razón por la cual fuimos rescatados de las teneblas a su luz admirable para que podamos ser sacerdotes. Hermanos, vamos a recordar de lo que esto se trata. Dios ya ha ganado. El resultado es seguro. ¿Por qué hay muchas personas viviendo como si no fuera victoria? Hay una victoria segura. Cristo ya ganó la batalla. Ya se terminó. Consumido es. Ya cumplió su promesa. Él será glorificado por completa. Ya tienes paz con Dios. Los ángeles dijeron así. Su buena voluntad ya está dirigida hacia ti. Él te llevará a casa en su gloria eterna. Disfruta de eso. Regocíjate en eso. Vive bajo esa luz y esfuérzate por caminar digno de eso, ahora haciendo la edificación de su iglesia tu máxima prioridad, incluida la búsqueda de almas perdidas. Tenemos que detener y hacernos una pregunta. ¿Qué estamos haciendo con esta vida? ¿Cómo estamos utilizando nuestro tiempo? ¿Qué papel tienes en la iglesia? Tal vez no tenemos una vista alta de la iglesia. Es la niña del ojo de Dios. Es muy importante su iglesia. ¿Qué estamos haciendo? Somos juntos como un cuerpo para servir y edificarnos los unos a los otros. Muchas veces estamos tan perdidos en el mundo. Incluso yo. ¿Qué estoy haciendo yo? con esta realidad tan bonita. Esposos, ¿cómo están amando a sus esposas? ¿Les dan atención? ¿Estás leyendo la Biblia con sus esposas? Esposas, ¿están respetando a sus maridos? ¿Estás criando a sus hijos como Dios quiere? ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Qué haces con tu dinero? Pregúntate a ti mismo, ¿qué he hecho el año pasado? ¿Dónde está mi corazón? ¿Con el mundo o con el Cristo? ¿Y cómo se ve en la vida de la iglesia? ¿Cómo estoy sirviendo la iglesia? No quiero gritar a nadie, pero yo les pregunto, hermanos, Es importante estas cosas. Yo quiero ver un cambio y yo clamo al Espíritu Santo porque yo sé que no puedo hacer nada de esto. Es importante estar entre la gente de Dios. Muy importante estar con los hermanos. El compañerismo es muy importante. Cristo dice, me amas, apacienta mis ovejas. En el año pasado, incluido yo, ¿cuántas veces has proclamado el Evangelio? ¿Cuántas veces has dicho algo acerca de Cristo a los perdidos? ¿Tenemos un país libre? ¿Tenemos la habilidad de predicar el Evangelio? ¿Qué estamos haciendo con Con estas oportunidades en este país, ¿cuántas veces has declarado el Evangelio? ¿Es Evangelio de Cristo glorioso o no es glorioso? ¿Es lo que pasó cuando Cristo vino a este mundo es relevante, es importante? ¿Qué piensas en tus prioridades? Tal vez empezamos con estas preguntas. Hay aquellos que todavía no están unidos a Cristo por la fe. Y esto significa algo a ti. Amigos, si no estás en Cristo, si no eres un verdadero cristiano descansando en Cristo para salvación y esforzándote por venir para Él, Ve que la maldición de Arán todavía descansa sobre ti. Estás en este estado condenado y sin esperanza, pero no tienes que quedarte allí. Todavía tienes aliento y por lo tanto puedes invocar al Señor hoy. Puedes buscarle, confiar en Él y encontrar la salvación eterna. ¿Por qué te quedarías en un estado perdido y condenado? ¿Por qué? ¿Por qué te quedarías en un estado de inequidad y separación de Dios yendo directamente al infierno, buscando cosas que no hacen nada? Tenemos juicio por delante. ¡Ay! Un salvador es la buena noticia de este texto. Y este salvador está listo, dispuesto y capaz de salvarte. Tú dices, no me salvas. Él salvará cualquier persona que le invoca. No importa tu historia. No importa lo que has hecho. Él es un salvador misericordioso. Él puede eliminar el castigo que has incurrido por todos tus pecados, pero debes ir a Él. Debes invocarle y confiar en su obra expiatoria para que puedas reconciliarte con Dios para siempre. Solo clamas a Él, Él oye, Él sabe, es Dios. Pregunta que te salve y arrepiéntete a este glorioso Rey. No mueres en tus pecados. Nuestro Señor ha venido. Búscale. Encontrarás descanso eterno para tu alma que nunca muere. La semana que viene hablamos acerca de la muerte y resurrección. Vamos a orar. Padre, te damos gracias por tu palabra. Te damos gracias que el Cristo ha venido. Gracias por la gloria que pertenece a ti. Gracias por tu Hijo que ha conquistado el enemigo, y has exaltado tu nombre. Gracias por tu paciencia y salvar a las muchas personas. Gracias por los ejemplos que tenemos en la Biblia, Abraham y muchos otros. Oramos en este momento a los que conocen. Yo pido tu perdón por mis fracasos. Pido perdón. Gracias por... Oramos por perdón. Como hombres hemos fracasado mucho. Todos nosotros hemos hecho errores y pedimos tu perdón. Padre de nuevo, perdón. Oramos que nos des gracia. Ayúdanos a ser una iglesia que es celosa. Oramos por los que no te conocen, que por su Espíritu Santo que traigas una convicción que no se puede ser quitado. Que todos te dan prioridad. Hay muchos en este cuarto que no son salvos. Sálvales en nombre de Cristo. Amén.
Adviento de Cristo, Parte 2- La Venida de Cristo
సిరీస్ Translator: William Mulfinger
ప్రసంగం ID | 1215191727376663 |
వ్యవధి | 36:56 |
తేదీ | |
వర్గం | ఆదివారం - AM |
బైబిల్ టెక్స్ట్ | లూకా 2:1-20 |
భాష | స్పానిష్ |
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