Hoy comenzamos a estudiar acerca del Afán y la Ansiedad. Otras palabras para describir esto son: congoja, angustia, estrés, preocupación, pánico, nerviosismo, tensión, recelo.
Los síntomas de la ansiedad son muy variados y pueden clasificarse en:
-Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire…
-Mental: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad…
-De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad…
-Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva…
-Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una conversación…
Aquí el Señor está dando una orden a sus discípulos No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
Estar con ansiedad y preocupación es pecado porque va directamente contra el mandamiento del Señor. El que se preocupa desconfía de Dios, su confianza la tiene en lo que posee o en él mismo.
No os afanéis por vuestra vida esto cubre toda necesidad de la persona: física, mental, emocional y espiritual.