Sí, muy buenos días, hermanos, que Dios nos bendiga en este hermoso día que el Señor nos regala. Pues seamos bienvenidos una vez más a este tiempo de lectura, a este tiempo de meditación, a este tiempo de oración. Hoy nos corresponde leer la epístola del apóstol Pablo a Tito. Es una epístola de tres capítulos y por tal razón pues la vamos a leer completa en este día. Así que yo le invito por favor a que me acompañe en esta lectura. Comenzamos inmediatamente con lo que es el capítulo 1. Nos dice así la palabra del Señor. Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad, que es según la piedad, con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por la predicación que me fue confiada, conforme al mandamiento de Dios nuestro Salvador. a Tito, verdadero hijo en la común fe, gracia y paz de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador. Por esta causa te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que queda y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé. Lo designarás si el anciano es irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía. porque el obispo debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas. Antes bien, debe ser hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo. Debes retener la palabra fiel que es conforme a la enseñanza para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen. porque hay muchos rebeldes, habladores, vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión, a quienes es preciso tapar la boca porque están trastornando familias enteras, enseñando, por ganancias deshonestas, cosas que no deben. Uno de ellos, su propio profeta, dijo, los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones, ociosos. Este testimonio es verdadero, por eso repréndelos severamente para que sean sanos en la fe, y no presten atención a mitos judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena. Capítulo 2. Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia. Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no calumniadoras ni esclavas de mucho vino. que enseñen lo bueno, para que puedan instruir a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes. Muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra sana e irreprochable, a fin de que el adversario se avergüence al no tener nada malo que decir de nosotros. exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos en todo, que sean complacientes, no contradiciendo, no defraudando, sino mostrando toda buena fe para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respeto. porque la gracia de Dios se ha manifestado trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos que, negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se dio por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras. Esto habla, exhorta y reprende con toda autoridad, que nadie te menosprecie. Capítulo 3 Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades, que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra, que no injurien a nadie, que no sean contenciosos, sino amables, mostrando toda consideración para con todos los hombres. porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor hacia la humanidad, Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es ésta, y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza, para que los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres, pero evita controversias, necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la ley, porque son sin provecho y sin valor. Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, recházalo, sabiendo que el tal es perverso y está pecando, habiéndose condenado a sí mismo. Cuando te envíe Artemas o Atíquico, procura venir a verme en Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno. Encamina con diligencia a Cenas, intérprete de la ley, y a Apolos, para que nada les falte. Y que los nuestros aprendan a ocuparse en buenas obras, atendiendo a las necesidades apremiantes, para que no estén sin fruto. Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos ustedes. Esta ha sido la lectura del día de hoy, mis hermanos. La epístola del apóstol Pablo. a los Atito, la epístola del apóstol Pablo Atito. Así que yo le invito, por favor, a que consideremos lo que son los pensamientos para el culto personal y familiar correspondientes a estos tres capítulos. Así que comenzamos con el primer capítulo. Pensamientos para el culto personal y familiar nos dice de la siguiente forma. ¿A qué se refiere Pablo cuando se describe a sí mismo como siervo de Dios y apóstol de Jesucristo? ¿De qué manera esta combinación de adjetivos es inusual? Pablo destaca que los miembros de la iglesia deben preocuparse por el tipo de hombres que son nombrados para tener un oficio en la iglesia como ministros, ancianos o diáconos. ¿Qué rasgos de carácter o hábitos de vida debemos buscar y valorar en tales hombres? Esa es una pregunta, ¿verdad?, que nosotros encontramos la respuesta en este primer capítulo de Tito. Los errores en la doctrina o en la moral son serios, particularmente en las vidas de los oficiales, que deben ser un ejemplo para toda la iglesia. ¿Qué tipos de personas son vulnerables a los atractivos de los falsos maestros que dividen la iglesia? ¿Cómo podemos protegernos a nosotros y a nuestras familias de tales personas? Una vez más las respuestas a estas preguntas la encontramos en este capítulo 1 de Tito. Así que se lo dejo de tarea para que usted lo busque y usted mismo se dé la respuesta. Encuentre la respuesta y se las dé allí, en el capítulo 1 de Tito. Pero, mientras tanto, seguimos leyendo los pensamientos para el culto personal y familiar correspondientes al capítulo 2 de Tito. Dice así, Vuelve y comienza con una pregunta, preste atención. ¿Qué significa hablar de lo que está de acuerdo con la sana doctrina? Verso 1, Tito 2, 1. ¿Cómo podemos adquirir esto? ¿Quién es un ejemplo de buenas obras? Verso 7. Para ti, esa es la pregunta completa. ¿Quién es un ejemplo de buenas obras para ti? Acorde al verso 7, Tito 2, 7. ¿En qué manera tu vida adorna la doctrina de Dios nuestro Salvador? Verso 10. ¿Por qué es importante todo esto? Todas esas preguntas, todo eso estamos viendo ahí en ese capítulo 2. En estos días las personas son acosadas con adiciones de todo tipo. Alcoholismo, abuso de drogas, exceso de comida, pornografía, etc. ¿Por qué la sobriedad y la moderación de mente son tan importantes para el cristiano? ¿Cómo podemos adquirirlas y mantenerlas? Es decir, la moderación de mente, la sobriedad, ¿cómo podemos adquirir eso y cómo podemos mantenerla? Respóndase a usted, respóndase a usted mismo. ¿Qué es lo que nos enseña la gracia de Dios? Tito 2, 11, a creer y esperar. ¿Qué nos enseña acerca de los deberes que se requieren a los creyentes? ¿Por qué Cristo se entregó a sí mismo por su pueblo? ¿Por qué se le llama un pueblo propio, acorde a Tito 2.14? ¿Cómo puedes vivir en el mundo como alguien que pertenece a Cristo? ¿Cómo puedes vivir en el mundo como alguien que pertenece a Cristo? Más preguntas para que usted se responda. Preste atención a esas preguntas. Tome un tiempecito después de esta lectura, después que oremos, para usted responderse a esa pregunta para darle atrás a a este a esta transmisión a este video y tomar nota de esta pregunta que las respuestas la encontramos en esa lectura que acabamos de tener pensamientos para el culto personal y familiar correspondiente a Tito 3, nos dice así. Los cristianos tienen el deber de obediencia al magistrado civil. ¿Cuáles son los límites de ese deber? Es decir, ¿hasta dónde usted está obligado a obedecer al magistrado, al rey, al príncipe, al presidente de una nación? ¿Hasta dónde usted está obligado cuando ese deber ya se rompe? Responda, responda, responda. ¿Son los pecados de los cristianos más o menos graves que los pecados de los incrédulos? ¿Sí o no? ¿Y por qué? ¿Por qué sí o por qué no? ¿A qué se refiere que estén dispuestos a toda buena obra? Acorde a lo que dice Título 3, 1. ¿Por qué deberíamos mostrar toda mansedumbre para con todos los hombres? Verso 2. ¿Por qué debemos seguir haciendo buenas obras? ¿Nuestras buenas obras tienen alguna parte en nuestra salvación? ¿Por qué Pablo dice que el pueblo de Dios es justificado y hecho heredero conforme a la esperanza de la vida eterna por la gracia de Dios que nos es impartida a través de Cristo? ¿Qué es lo que esta verdad implica para nuestro diario vivir? Pablo nos advierte de que hay un gran peligro en enfrascarnos en preguntas y temas que tienen poco o nada que ver con las verdades esenciales del Evangelio. ¿A qué se refiere cuando dice que tales preguntas y temas son vanas y sin provecho, ahí en Tito 3.9? ¿Cómo los herejes se condenan a sí mismos? Hermanos, estas lecturas del día de hoy de los pensamientos para el culto personal y familiar han estado llenas de preguntas para nosotros. Yo le invito a que usted repase esta lectura y trate de encontrar las respuestas a esas preguntas en esta lectura. Pero si hay alguna pregunta que no quedó clara, usted no la encontró en esas lecturas personales suyas, pues sería bueno, sería ideal, sería lo correcto, oiga bien, sería lo correcto que usted se acerque a mí y me pregunte, que usted diga qué es lo que quiere decir esta pregunta porque no he encontrado la respuesta. ¿Qué le parece? Le animo a eso, le animo por favor a que no se quede con dudas, para eso estamos, para ayudarle, pero yo no soy adivino y yo no sé cuando usted tiene dudas si usted no me la dice. Mire que lío, mire que problema. Le invito mientras tanto a orar, pero acuérdese, estamos aquí para ayudar a clarificar cualquier inquietud, cualquier duda que haya surgido a causa de estas lecturas que estamos teniendo día por día. Oremos. Padre bueno y Dios, tú que moras en las alturas de los cielos, a ti te glorificamos y te exaltamos, Señor. Damos las gracias, Padre, por esta bella oportunidad que tú nos das de nosotros considerar esta epístola a Tito, esta epístola pastoral, esta epístola que tiene mucho que enseñarnos, oh Dios, que tiene doctrinas para nuestras vidas, que tiene principios que deben de regir nuestras vidas. Suplicamos, oh Dios, que tu Espíritu Santo esté orando en nuestros corazones, que cuando estamos así escuchando estas lecturas, participando de ellas, Tú estés tratando con nuestros corazones para dar convicción a nuestras vidas cuando no estamos andando conforme a ella, cuando necesitamos arrepentirnos, cuando necesitamos confesar algún pecado, Señor, que se nos ha revelado a través de las lecturas, Padre. Danos esa gracia, Señor. Acompáñanos, oh Padre, a través de Tu Espíritu Santo, para que esa verdad fluya en nuestras vidas, Señor. Gracias te damos por esta lectura. En tus manos estamos. Glorifícate, Señor, como solo tú sabes hacerlo en nuestras vidas. Esto te lo pedimos, Padre, en el nombre de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Amén y amén. Muy bien, mis hermanos, que Dios les bendiga, que Dios les guarde. Ha sido todo por el día de hoy. Nos veremos mañana, si Dios quiere. Que la pasen bien, que tenga un excelente semana, fin de semana, un excelente tiempo en preparación para el día del Señor, el día domingo. Que la pasen bien.