Vamos a pedirle a nuestros hermanos sacerdotes de un lado, por favor, pasar aquí al frente con sus esposas. La hermana Starling y su esposa Lenin. Para que la iglesia no solamente pueda ver la cara de sus... Sí, pero ustedes se quitan eso un momentito, ¿verdad? Porque... Quitan a distancia de ellos para que ellos lo vean bien. Y para que salgamos bien en la foto. Antes de imponer las manos, vamos a leer nuestro... Siguiendo el ejemplo y el patrón bíblico dejado por los apóstoles, Iglesia bíblica de la Trinidad ordena como diáconos a los hermanos Teófilo Rosario, Carmelo Lizardo y Stalin Félix, quienes habiendo sido llamado y capacitados por el Señor Jesucristo, reconocidos por la iglesia y habiendo ellos respondido de manera libre y voluntaria al llamado, hoy reconocemos mediante el acto de oración la labor que desde hace tiempo nuestros hermanos han hecho en medio nuestro. El oficio de diáconos está basado en el cuidado y en el amor del Señor Jesucristo por su pueblo. Tan tierno es el interés de nuestro señor en sus necesidades temporales que él considera lo que se hace a uno de sus pequeños, de sus hermanos como a él, según nos dice el texto, porque tuve hambre y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Fui forastero y me recibiste. Estaba desnudo y me vestiste enfermo y me visitaste en la cárcel y viniste a mí. Desde los días de los apóstoles, la iglesia ha reconocido que debe mostrar benevolencia haciendo bien a todos y especialmente a la familia de la fe. En principio, los apóstoles mismos ministraban a los pobres, mas luego, para que pudieran dedicarse por completo a la oración y al ministerio de la palabra, ellos encomendaron aquel ministerio a otros hombres de buena reputación, lleno del Espíritu Santo y de sabiduría. Así que nuestros hermanos que han de ser ordenados en esta tarde tienen el deber como diácono de animar a los miembros de la iglesia a proveer a aquellos que están también en necesidad, buscar la mejoría continua de nuestros hermanos, hacer la distribución directa y alegre a aquellos en necesidad y a los enfermos en medio nuestro, orar con los que se encuentren en dificultad, recordarles la consolación de las Escrituras. Si llevan Un oficio tan sagrado los diáconos tienen que adornar la sana doctrina por un vivir santo, siendo un ejemplo de piedad en todas las relaciones con los hombres. Ellos deben vivir con una piedad ejemplar y desempeñar diligentemente las obligaciones de su oficio. Y cuando aparezca el príncipe de los pastores recibirán la corona incorruptible de gloria. Amén. Vamos a pasar entonces a preguntarle a nuestros hermanos lo que deben responder. Con un amén, pero para no repetirla todas, le vamos a pedir que cada uno responda con fuerte voz, que la iglesia lo escuche. A las siguientes preguntas. Mi queridos hermanos Teófilo, Stalin y Lizardo, ¿creen ustedes que las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento son la palabra de Dios y la única regla infalible de fe y práctica? Amén. Reciben sinceramente y adoptan la confesión de fe bautista de 1689 y la constitución de esta iglesia como lo contienen como conteniente de la doctrina que enseñan las sagradas escrituras. Amén. Ustedes aprueban el gobierno de esta iglesia y están dispuestos a someterse al gobierno de Cristo por medio de los pastores de su iglesia local. Amén. ¿Cómo fue? Amén. ¿Aceptan el oficio de diácono en esta congregación y prometen ejecutar fielmente todos los deberes del mismo? Amén. ¿Prometen procurar la pureza y la unidad de la iglesia en todo tiempo? Amén. ¿Están dispuestos ustedes a renunciar al ministerio diaconal si algún pecado escandaloso le descalificare? Amén. Habiendo escuchado y tomando las palabras de nuestros diáconos, vamos a pedirle a nuestro hermano pastor Rafael Díaz que pase por aquí. A nuestro hermano Diácono Pedro José, cariñosamente Vidal. Están escasos los micrófonos, con tanto que hay. Entonces, nuestro hermano Vidal pone su mano sobre Lizardo. Pedro José. Dos hermanos vamos a orar imponiendo nuestras manos en estos hombres. Vamos a pedir a nuestro hermano Rafael Díaz que ore por las esposas de nuestros hermanos diácono para que el señor le fortalezca y le dé gracia en el ministerio y le permita a ella ser un sostén y apoyo en toda su labor diaconal. Vamos a pedir a nuestro hermano Pedro José Vidal para que ore por las familias, de ellos sus hijos, que puedan ser un ejemplo vivo del ministerio de sus padres, y yo estaré orando por cada uno de ellos de manera particular. Así que vamos a iniciar con nuestro hermano Rafael Díaz. Oremos. Amante Dios y Padre, gracias Señor por este maravilloso momento en que tú nos permite participar de la imposición de mano a estos siervos que tú has llamado a tu servicio, a los santos de esta tu iglesia. Quiero interceder ahora, señor, por cada una de sus esposas para que tú le uses con poder del Espíritu Santo y ellas puedan ejercer, señor, esa ayuda idónea que necesitan su esposo. Señor que ellas hagan más fácil el trabajo de ellos por ello por ello rogamos Señor que tú le fortalezca con tu espíritu Señor que tú le dé toda sabiduría para comprender el trabajo que tú ha puesto en responsabilidad a cada uno de estos hombres. Úsala Señor con poder del Espíritu Santo para que puedan guiar a su esposo a ejercer con dignidad, con decoro y con prontitud la necesidad de cada santo de iglesia bíblica de la Trinidad. Amén. Bendícelas en esto, Señor, prósperala y hazle crecer espiritualmente ahora como esposa de hombres al servicio. Amén. Suplicamos estas cosas, Señor, en el nombre de Jesús. Amén. Bendito Dios que moras en los cielos. Queremos, Señor, interceder delante de ti también para pedirte, oh buen Dios, por cada uno de los hijos de estos hermanos que están siendo ordenados como diácono en nuestra iglesia para que con el ejemplo y el testimonio de cada uno de ellos, Señor, sus hijos puedan venir a formar parte también de esta gran familia. tú has dicho en tu palabra que Apolo regó pero el crecimiento lo lo das tú señor que esa semilla que nosotros sabemos que ellos están sembrando en cada uno de sus hijos pueda crecer en el corazón de cada uno de ellos y para que también ellos puedan venir al conocimiento de tu palabra en el nombre de Cristo Jesús pedimos estas cosas amén Soberano Padre, nosotros oramos por Starling para que ahora que tú le has llamado oficialmente al ministerio, él pueda vivir cada día de su vida sabiendo que aquellas cosas que haga en este ministerio redundarán en el bien de su vida, de su iglesia y de su familia. Te rogamos para que tú les llene cada día del amor que necesita para trabajar en el ministerio. Mira Teófilo Señor, ayúdale a entender este privilegio, que él pueda gastarse en el servicio a ti, que él pueda ver esto Señor, como una retribución a todo el bien que durante toda tu vida tú le has dado a él. Oh Padre mira a Carmelo, te rogamos para que él contemple tu bondad, para que él contemple la misericordia que tú has tenido con él, para que el Señor pueda ser agradecido contigo, presentándote un servicio digno, que honra y glorifique tu nombre. Padre, te oramos por estos hermanos que hoy son presentados como diácono, para que tú le bendigas enormemente, le haga hombre sabio conforme a tu palabra, le dé valentía para ejercer con fidelidad el ministerio al que le has llamado. Pero sobre todo, Señor, para que ellos puedan velar con un corazón sincero por las necesidades de los hermanos en la iglesia. Que ellos puedan diligentemente, Señor, ofrecerse ellos mismos como sacrificio vivo en tu pueblo. Oh, Padre, concédele este privilegio, concédele este gozo, Señor, y bendice a nuestros hermanos y su familia que hoy presentamos como diáconos en tu iglesia. Gracias, Señor, por las misericordias mostrada para con tu iglesia, dándole dones para que sirvan en ella, para que glorifiquen tu nombre y así nosotros tener una iglesia bíblicamente ordenada, cuidada y guardada por estos hombres. Pues cada una de estas cosas te las pedimos Señor en el nombre de Jesús. Amén. Amén. Hermanos, le presentamos oficialmente sus nuevos diáconos Teófilo Rosario, Stalin Felix y Carmelo Lizardo. No sé si alguno de ellos quiera decir una palabra en nombre del grupo. Casi. Tranquilo. El pastor oró esta mañana por mí por los nervios. Y atendiendo a eso yo no preparé algo que no lo hice yo, sino que me acordé de una de las conferencias diaconales que se hicieron aquí cuando el pastor Barker y los diáconos, especialmente el diácono Driessen, él hizo un sermón aquí en medio nuestro para los diáconos y se basó en 1 Corintios capítulo 1 versículos 25 en adelante, solamente quiero leerlo y dice la palabra de Dios porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres mirad pues mirad hermanos vuestra vocación que no sois muchos sabios según la carne ni muchos poderosos ni muchos nobles sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios y que lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es para hacer lo que es a fin de que nadie se jacte en su presencia. Amén. Amén. Y aquí estamos nosotros tres. Gracias.