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en el contexto de nuestro tiempo especial de Santa Cena. Para que de esta manera preparemos nuestros corazones, nuestras mentes. Para disfrutar. De esta experiencia de tomar el pan y el vino. Juan capítulo ocho. Verso. Veinte. Perdón, versículo 12, no versículo 20. Juan capítulo 8, versículo 12. Otra vez Jesús les habló diciendo yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida. Oremos. Señor y Dios, Padre, nosotros rogamos ahora para que tú nos traigas tu espíritu a fin de que él sea nuestro maestro. Concédenos la gracia de entender las enseñanzas que en este pasaje tú nos ofreces para nuestro crecimiento y provecho espiritual. Te rogamos encarecidamente, Señor, que seamos santificados y avivados en el hombre interior a través de tu palabra. obra salvación en la vida de aquellos que aún no han experimentado el poder redentor de tu santo evangelio. Pues rogamos y pedimos estas cosas para tu gloria en el nombre de Jesús. Amén. Estas palabras que encontramos aquí en este texto debemos de verla en el contexto de los versos precedentes a este versículo. Cristo En el contexto de este pasaje, estuvo lidiando con una situación que le trajeron los fariseos. Como sabemos en este texto, vemos que a él le trajeron a una mujer sorprendida, nada más y nada menos que en el acto mismo del adulterio. Y la llevaron donde él, la llevaron donde él, no con el fin de que él le diera una buena consejería a fin de ayudar a esta pobre mujer en la situación que estaba viviendo, la llevaron donde él porque querían usarla como un medio para traerle una tentación, para colocarle en una tentación, para probarle allí fue que llevaron a esta mujer a su presencia. Un momento difícil, sin lugar a duda, para el señor. Porque en ese contexto a él le colocaron lo que podemos llamar un callejón oscuro. Su fin era desacreditar su obra, su ministerio, su enseñanza. para cómo el señor salió de esa encerrona oscura a la cual fue llevado cuando le presentaron a esa mujer para que él diera su opinión al respecto. Nuestro señor lo único que hizo fue prender el bombillo, prender la luz para iluminar a todos aquellos que estaban en aquella situación. Lo primero que el Señor hace es examinar la condición y el estado espiritual de este grupo de maestros de la ley que le llevó a esta mujer convicta de pecado. Lo primero que Él hizo fue exponer la realidad de su vida espiritual con la luz que su propia presencia allí irradiaba. Por eso sus palabras fueron, el que de vosotros esté libre de pecado sea el primero en lanzar la primera piedra contra ella. Tan pronto ellos miraron a sus corazones, vieron inmediatamente la negrura de sus corazones, la oscuridad que había en su interior. Descubrieron inmediatamente que a la luz de la realidad de su vida espiritual, ellos merecían más piedra que la que merecía esta mujer. Si había gente que merecía ser apedreado, eran ellos. Por esa razón, habiendo descubierto la realidad de la oscuridad en que ellos estaban, sencillamente hicieron un desfile para abandonar aquel lugar. sus conciencias alumbradas con la presencia del Señor Jesucristo se ocupó de desnudar su condición y su estado delante de Dios. Al final, cuando ya todos se habían marchado de aquella escena, de ese escenario solamente quedó el Señor Jesucristo y la mujer que habían llevado donde él. Mujer, ¿dónde están los que te acusan? Ninguno te condenó. Ella dijo, ninguno, ni yo te condeno. Vete y no peques más. Ese fue el veredicto que Cristo le dio a esta mujer. Como podemos observar, Cristo empleó el cuarto oscuro del corazón de estos hombres para revelar su propia identidad, para revelar su misión a la cual él había venido a este mundo. Usó el cuarto oscuro del corazón de estos hombres para traer a la luz su deidad para traer a la luz la misión a la que él había venido. De esta forma, él declaró su identidad. De esta forma, él declaró la misión que vino a emprender en esta tierra. El que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrás la luz de la vida. Yo soy la luz del mundo. Esa es la razón por la cual el que sigue a Cristo no andará en tinieblas Esa es la razón fundamental por la cual todo quien sigue a Cristo tendrá la luz de la vida. Veamos entonces los beneficios de seguir la brillante luz de la vida del Señor Jesucristo. Los beneficios de seguir la brillante luz de la vida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Lo primero que destaca aquí el Salvador nuestro es su identidad. Él se nos identifica como aquel gran yo soy. aquel gran yo soy que se le reveló a Moisés en el capítulo 3 de Génesis versículo 2 y versículo 14. Con la frase yo soy el Señor se aplica a sí mismo aquel gran nombre con el cual Dios se le reveló a Moisés. Y según las reglas gramaticales del hebreo Esta frase no es una definición filosófica del ser de Dios, de la esencia divina. Es una descripción de la obra que Dios lleva a cabo. Es una descripción del actuar de Dios en relación con su pueblo, en relación con el mundo que él creó y que le sostiene. Este nombre revela en la Biblia la identidad de Dios, del Dios que actuó, del Dios que obró en la vida de Abraham, en la vida de Isaac y en la vida de Jacob. Él obró en la vida de estos hombres de tal manera que pudo a través de ello cumplir cada aspecto del pacto al cual Dios le llamó a ellos. Por eso, concluimos que ese gran yo soy fue el motor que movió los hilos de la vida de Abraham, de Isaac y de Jacob. para vivir la vida de fe que ellos vivieron en esta tierra. Ese gran yo soy fue quien se ocupó de tejer los hilos de su vida de fe que ostentaron y experimentaron en esta tierra. En el evangelio de Juan encontramos seis ocasiones en las cuales Cristo se identifica a sí mismo como ese gran yo soy. Yo soy el pan de vida, el que a mí viene nunca tendrá hambre y el que en mí cree no tendrá sed jamás, asegura él. Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Nos asegura el Señor Jesucristo. Yo soy la puerta. El que por mí entrare será salvo y entrará y saldrá y hallará pastos. Nos garantiza el Señor Jesucristo. Yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas. Nos enseña Cristo. Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que cree y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Yo soy la vida. vosotros los pámpanos, el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto porque separados de mí nada podréis hacer". Como podemos observar, Cristo empleó este nombre para destacar la relación, su obrar, su hacer en medio de su pueblo. Por eso el apóstol Pablo nos afirma en Romanos 10.13, pues todo aquel que invoque el nombre, es una alusión directa a ese gran yo soy, todo aquel que invoque al gran yo soy será salvo, será salvo afirma el apóstol. Cristo ha sido, es y será la luz que alumbrará a todo aquel que ha de alcanzar salvación y vida eterna. Esa luz que alumbró a Abraham, esa luz que alumbró a Isaac, esa luz que alumbró a Jacob, esa luz que ha alumbrado. al pueblo de Dios a través de la historia sigue encendida en el día de hoy. ¿Y quién encarna esa luz? Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Esa luz no se ha apagado. Sigue alumbrando tanto como alumbró en los días de Abraham. sigue alumbrando tanto como alumbró en los días de Isaac, en los días de Jacob. Esa luz no se apaga ni se apagará nunca. Él sigue siendo la luz del mundo. Siendo Él el gran yo soy, concluimos entonces que Él es la luz del mundo. Él no solamente es la luz para el pueblo de Israel, Él es la luz en el día de hoy para alumbrar a toda la raza humana que vive sobre la faz de la tierra. La palabra mundo, la palabra griega mundo, es la palabra cosmos que aparece aquí. Esta palabra se refiere a la raza humana en general. Así como la luz revela y da a conocer la creación y todo cuanto hay en el globo terráqueo, así mismo también el Señor Jesucristo es la luz que revela lo que hay en Dios, en su naturaleza, en su ser. Pero también es la luz que revela lo que hay en el corazón, en la vida del hombre. Por eso, Cuando él enfocó el corazón de aquellos que le llevaron la mujer sorprendida en adulterio, tan pronto él prendió el bombillo de sus conciencias, inmediatamente empezaron a ver lo que no veían hasta ese momento. Porque cuando ellos la llevaron a ella, se veían a sí mismo muy puros y muy santos y muy rectos y muy dignos de erigirse como jueces para juzgar y condenar a esa mujer. Ahora, cuando le pusieron la tabla de la ley en sus corazones, alumbrada por la conciencia que llevaban dentro, inmediatamente empezaron a ver lo que antes no veían. Cristo es ciertamente la luz que alumbra en el corazón y revela lo que allí hay. Solamente Él puede alumbrar interiormente y revelar lo que hay interiormente. Cristo revela lo que hay en Dios. Cristo revela lo que hay en el hombre. Él es la luz, él es la exégesis que saca afuera lo que está oculto. Lo que no podemos observar y ver con la luz del sol natural. Nuestra generación sufre un gran apagón. en lo que respecta a la luz del conocimiento de Dios. Aunque tenemos mucha ciencia, muchas bibliotecas, mucha tecnología, muchas escuelas y universidades, aunque tenemos muchos medios de comunicación masiva y un mundo globalizado, podemos afirmar que ninguna generación ha estado en tanta oscuridad como esta en la que nos ha tocado vivir. El profeta Oseas en el capítulo 4, versos 1 y 3 describe la realidad de nuestra generación. Hace una fotografía exacta y precisa de cuál es el estado y la condición espiritual del hombre en nuestra generación. Oíd palabra de Jehová, Hijo de Israel, porque Jehová contiene contiende con los moradores de la tierra, porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar, adulterar, prevalecen. Y homicidio tras homicidio se suceden, por lo cual se inlutará la tierra y se estenuará todo morador de ella. Con las bestias del campo y las aves del cielo y aún los peces del mar morirán. Este profeta describió lo que había en nuestra generación de una manera exacta y precisa. Porque el ojo de Dios podía ver Lo que habría de suceder en nuestra generación, las condiciones sociales que abrazarían nuestra generación están aquí claramente descritas. En la generación de las luces es donde más tinieblas encontramos. La descomposición moral, familiar, social y política en que viven los pueblos no puede ser más decadente, más deprimente, no puede ser más descalabrada que la que estamos viviendo en la actualidad. Y los medios de comunicación masivas la tecnología en lugar de ser un medio para contribuir en la expansión de la luz, del conocimiento de Dios, lo que se ha convertido y se está convirtiendo cada vez más es un medio de propagación de la oscuridad, del pecado, de la mundanalidad y la corrupción en todos los niveles. la proliferación de falsas religiones y la propagación de falsos maestros y falsas doctrinas que corroen y corrompen las iglesias. Es otra evidencia de la oscuridad que se va cada día expandiendo más y más sobre la faz de nuestra generación. Segunda de Pedro capítulo 2 verso 17 nos describe diciendo las condiciones del pueblo de Dios y de las iglesias en general. Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tempestad para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. Y amados hermanos, aquí se está describiendo a los falsos maestros que abundan en el día de hoy en las iglesias. Se usa aquí la figura o metáfora de la oscuridad, de las tinieblas, para describir la condición espiritual en que se hayan sumida multitudes de iglesias dirigidas, gobernadas y administradas por falsos profetas, por falsos maestros propagadores de tinieblas desde los púlpitos en las congregaciones. Pero mis amados hermanos, en medio de la oscuridad en que el mundo vive y en medio de la oscuridad en que aún muchos grupos eclesiásticos están viviendo, Cristo sigue clamando, yo soy la luz del mundo. Él sigue siendo aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre. Él sigue siendo aquella luz verdadera que no es otra que la luz misma de la vida. Él es el gran yo soy. Dios es luz y no hay ninguna tinieblas en él. Nos afirma Juan en primera de Juan 1 5. Y el mismo Juan también nos asegura en Juan 1 9. Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo. y alabados el Señor. Porque lo que aquí estos apóstoles están diciendo es justamente lo que Malaquías había profetizado, que ellos estaban viendo en su pleno cumplimiento. Mas vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación, garantiza el profeta. Cuando el Señor dice yo soy la luz del mundo está anunciando la misión universal iluminadora que él iba a emprender a partir de su muerte y su pasión. Resurrección entre los muertos. Cristo es la luz para todos los hombres en todo momento y en todo lugar. Él es el gran yo soy. Él es la luz del mundo. Lo segundo que vemos en el texto es que el Señor identifica a quienes serán alumbrados por los rayos del sol de justicia. Él identifica a quienes han de ser alumbrados por los rayos del sol de justicia. Él dice el que me sigue. El que me sigue. ¿Y qué significa seguir a Cristo? La palabra griega peripateo significa conducirse y actuar en la vida cotidiana, siguiendo las huellas de alguien. Ir detrás o imitando a otro. En su conducta, en su estilo de vida, en sus modales, en su obrar, en su caminar diario por la senda de la vida. Por ende seguir a Cristo es oír su voz que nos habla por medio de su palabra y obedecerla. Seguir a Cristo es obedecer sin demora lo que Él en su palabra nos ha mandado que hagamos. Eso es seguir a Cristo. Seguir a Cristo es rendirnos a sus pies para someternos a su señorío soberano en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Seguir a Cristo es No solamente identificarnos con él, sino también comprometernos con él para hacer su voluntad. Eso es, en esencia, lo que implica seguir a Cristo. Seguir a Cristo, en otras palabras, es convertirnos en discípulo suyo. En miembros activos de su escuela. en la cual nos inscribimos para asistir puntualmente a las lesiones que nos da para conocer su voluntad y para ponerla por obra. Seguir a Cristo, mis amados hermanos, como sus discípulos, es asistir a los cultos de la iglesia. donde Él es predicado, donde Él es adorado, donde Él revela su presencia iluminadora a nuestros corazones. Seguir a Cristo es dedicarnos, entregarnos a evangelizar a los perdidos, imitando el carácter del Señor Jesucristo. Seguir a Cristo, mis amados hermanos, es amar a los hermanos con un amor entrañable, para imitar de esta manera la manera, la forma en que el Señor se entregó a amar a su pueblo. Seguir a Cristo es practicar la comunión con el pueblo de Dios, con los miembros que integran la iglesia del Señor. Seguir a Cristo es sentarnos cada día a tener un tiempo especial de devoción a Él. Seguir a Cristo es procurar crecer de manera constante y continua en el conocimiento de la revelación de Dios. Seguir a Cristo, mis amados hermanos, En el contexto de una familia, de un esposo, de una esposa, es amar a la esposa como Cristo ama a la iglesia. Es someterse a Cristo como la iglesia se somete a Cristo. No puede clamar que sigue a Cristo un hombre que no ama a su mujer como Cristo ama a la iglesia. Y no puede clamar que sigue a Cristo una mujer que no se somete a su esposo como Cristo lo reclama y demanda de ella. Seguir a Cristo, mis amados hermanos, es comprometernos con cumplir con los deberes para con Dios y para con la iglesia local. Seguir a Cristo, mis amados hermanos, es, en resumen, ser discípulo del Señor Jesucristo. El que me sigue, él garantiza, no andará en tinieblas. tendrá la luz necesaria para aprender y hacer de manera clara y precisa lo que es la voluntad de Dios, lo que le agrada a Dios y lo que es de bien para el alma tuya. Es difícil ver que un discípulo de Cristo que está sometido a Cristo fracase en su vida matrimonial, fracase en su vida económica y financiera, laboral, empresarial. Es difícil que fracase. ¿Por qué? Porque tiene en sus manos la luz. Para evitar todo aquello que sabemos traerá consecuencias de quiebra, de derrota, de pérdida. Podrá evitarlo porque tiene en sus manos la luz. no tropezará fácilmente. Si seguimos a Cristo, seremos grandemente beneficiados. Es lo tercero que nos presenta el texto, los beneficios de seguir a Cristo. Lo primero que garantiza es que no andaremos en tinieblas. Quien sigue a Cristo no andará en tinieblas. Y amados hermanos, todo el mundo sigue algo en esta tierra, ¿si o no? Todo el mundo sigue algo. La gente sigue los hábitos malos o buenos que han adquirido. desde el suceno familiar. La gente sigue a los amigos, a la familia, a las redes sociales, sigue a los ídolos de la música, del mundo de la música o del mundo de los deportes, pero la gente siempre sigue a alguien. Y conforme sea el corazón de aquellos que están siguiendo, así será la vida de aquellos que le siguen. ¿Cómo terminan, por lo general, a quienes siguen los ídolos de Hollywood? ¿Cómo terminan? ¿Cómo llevan sus vidas? ¿Cómo les va en la vida a quienes siguen a los ídolos de Hollywood o a los ídolos de Disney? ¿Cómo terminan? La gente imita las conductas. Los ídolos de la mala música traen ruina a la vida de las personas porque hay una influencia de sus valores que se comunican a través de la música, a través de su ejemplo de vida, de su hoja de vida, de su patrón de vida. Ellos influyen en aquellos que les siguen. Amados hermanos, solamente Jesucristo puede decir yo soy la luz del mundo y el que me sigue no andará en tinieblas porque él es la luz. ¿Quién andará a oscura cuando el sol está en su cenit? ¿Quién? ¿Quién podrá escapar de la radiante iluminación que produce el sol cuando está en su cenit? ¿Quién podrá escapar de la luz que irradia al Señor Jesucristo quien está viviendo con él y en él? ¿Quién podrá escapar de esa influencia iluminadora de su presencia en nuestras vidas? Como bien profetizó Zacarías diciendo que él venía para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte. A eso vino el Señor Jesucristo. ¿A qué vino Él? Vino a dar luz a los que habitan en tinieblas, a quienes habitan en sombra de muerte. Él vino a iluminar. para encaminar nuestros pies por camino de paz. Hermano, ¿quién vive en paz cuando anda en oscuridad? No sé si a usted le ha tocado caminar de noche y sin luz en medio de una campiña, de un campo, de un bosque. especialmente un cacahuar. Cacao es un bosque oscuro y tupido con unos árboles gigantescos que no dejan cruzar los rayos de la luna ni los rayos de las estrellas. No creo que hay un bosque más oscuro que el bosque del cacao. ¿Quién tiene paz en su corazón, en medio de ese bosque y andando solo? ¿Habrá paz en su corazón? Lo primero es que va a llegar bien abollado porque va a andar tropezando con todos esos árboles. Porque no lo ve. No ve lo que está a su alrededor, todo está a oscura. Amados hermanos, esta es la vida del hombre sin Cristo. Por eso tantos fracasos. Porque ignoran por la oscuridad de sus corazones cuál es el camino recto que deben de tomar. a la hora de tomar una decisión. Quienes siguen a Cristo no andarán en tinieblas porque Él ilumina nuestras mentes para que podamos conocer a Dios. Es lo número uno. O es el primer gran beneficio que produce seguir a Cristo Seguir la luz de Cristo. Él nos iluminará la mente con el conocimiento de Dios. Para eso fue que él vino, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, porque es ahí donde habitan quienes no conocen a Dios. Esa es su condición. Ese es su hábitat. Habitan en tinieblas y habitan en sombra de muerte. Cuando Cristo viene al corazón ilumina todo el interior del hombre para que el hombre pueda alcanzar un conocimiento, un conocimiento salvador, redentor de Jehová Dios. Jeremías capítulo 9, versículo 23. Así dijo Jehová, no se alaba el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alaba el valiente, ni el rico se alaba en su riqueza, mas alábese en esto el que se hubiere de alabar. ¿En qué? En entenderme y conocerme que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra porque estas cosas quiero, dice Jehová. No te palmetés, no te gloríes porque tú tienes tres cheles. No te gloríes porque tú tienes juventud, porque tú tienes salud, porque tienes lo otro. Gloríate en una sola cosa, en conocer a Jehová Dios. Gloríate en eso. porque nada es de mayor valor para la vida humana en esta tierra que ese conocimiento de Dios que solamente lo puede ofrecer el Señor Jesucristo porque Él es la luz. La luz que revela a Dios en todo su esplendor y gloria. No andaremos en tinieblas quienes seguimos al Señor Jesucristo porque Él nos perdona y nos libera de la esclavitud del pecado. Una de las figuras del lenguaje que usa la Biblia para describir la esclavitud es oscuridad. Así como fue perdonada y dejada libre aquella mujer adúltera, así también el alma que conoce a Jesucristo será perdonada y dejada libre. Vete. ¿Y qué le ordenaron? No peques más. Rompe con esa pauta de pecado, con esos hábitos de pecado. Quiebra esas cadenas que te oprimen, que te esclavizan. Amados hermanos, Cristo es quien rompe esas cadenas de las que habitúa el pecado porque Él es la luz que nos alumbra para ver las cadenas que no podemos ver hasta que somos iluminado por el Señor. ¿Cuándo el hombre puede romper esa cadena? cuando puede verla y quien alumbra para que el hombre vea que es un esclavo en el pecado, Cristo, quien alumbra para que el hombre vea que está muerto en delitos y pecados, quien alumbra el cadáver del hombre interior, Él es la luz que alumbra los ojos del entendimiento para conocer la realidad de la esclavitud o el pecado en el cual el hombre se halla sumido a merced y a voluntad del diablo. Amados hermanos, aquellos que siguen a Cristo no andarán en tinieblas porque seremos trasladados al reino de luz para morar en luz, como bien nos enseña las palabras de Dios. Finalmente, quienes siguen a Cristo no andarán en tinieblas Porque así como Israel fue guiado por una columna de fuego para cruzar el desierto, así mismo también el Señor nos guiará con la columna de fuego de su presencia para cruzar el desierto de esta vida hasta que lleguemos a Canaán la Celestial. Cada decisión que tomamos a la luz de la lámpara de la palabra de Dios, cada negocio que hacemos iluminado por la radiante luz de los principios bíblicos. Amados hermanos, serán de gran provecho y bendición para nuestras vidas, porque nada es de mayor bien que conocer y hacer la voluntad de Dios. ¿Y cómo lo logramos? Teniendo la luz para conocer o para ver la voluntad de Dios. Nada será de mayor bien para nuestra vida familiar, para nuestra vida laboral, para nuestra vida social, que tener siempre en nuestras manos la lámpara, la luz que nos ofrece el Señor Jesucristo. Con esa luz tendremos una vida libre de oscuridad pero también tendremos una vida llena de la luz, note, de la vida. El que me sigue no andará en tinieblas y que más garantiza Cristo y tendrá que otra cosa, la luz de la vida Amados hermanos, a nadie le gusta andar en oscuridad, a nadie le gusta estar en oscuridad, en un lugar oscuro, excepto para dormir, naturalmente. Pero hay personas que ni aún para dormir le gusta la oscuridad. Uno de mis hijos, no voy a decir cuál fue, No se dormía mientras no le prendían el bombillo. Dormía con la luz encendida porque depreciaba, desechaba, rechazaba la oscuridad. Y hay personas, amados hermanos, que no quieren nada con la oscuridad. No quieren nada con la oscuridad. Y yo entiendo, mis amados hermanos, que la razón se debe al hecho de que el hombre fue creado para vivir en luz, no en oscuridad. De hecho, cuando no estamos en actividad, o sea, la actividad propia de la vida, ¿cómo estamos? Durmiendo. Cuando hay oscuridad, por lo general, lo que estamos es durmiendo. Desde que dan las seis de la tarde, en los campos sobre todo, Hay un dicho que dice, estos se acuetan con la gallina. Porque hermano, hasta la gallina se acueta, no quieren nada con la oscuridad. Ni la gallina quiere nada con la oscuridad. Usted ve que desde que dan las seis de la tarde, andan como locas buscando debajo del palo cómo subirse allá arriba. Y se suben generalmente antes de que oscurezca. ni la gallina quieren andar en tierra cuando el sol se acuesta. Y en los campos generalmente las personas imitan a las gallinas, a las 7 están acotados, arreglame mi cama que me voy a acotar, se acotó el sol, me acoto yo. Porque no quieren nada con la oscuridad. porque hermano fuimos creados para la luz, no para la oscuridad. Lo normal es que cuando está oscuro estemos acostados, durmiendo, cerrados. Sin embargo, cuando amanece Cuando la luz retorna, cuando la luz vuelve a tomar su lugar, reemplazando la noche, todo vuelve a la normalidad. ¿Sí o no? Todo vuelve a tomar su lugar. las personas, los animales, las plantas, las flores, los árboles, todo se despierta para iniciar el camino de la vida que se detuvo mientras estuvo oscuro. Obsérvelo. Obsérvelo. Todo se detiene durante la noche. Todo se apaga durante la noche. Aún las flores, usted las ve, con sus pétalos hermosos recogidos, recogidos, recogidos. ¿Por qué? Desde que le dan los primeros rayos de luz hacen así otra vez y empiezan a embellecer y a perfumar con su fragancia su entorno. Los animales, aún las vacas, de noche fácilmente usted la encuentra debajo de un árbol haciendo lo que le llaman rumear, rumeando lo que durante el día recogieron. Desde que amanece el silencio de la noche desaparece invadido por los ruidos de la vida que cobra su vigencia y actividad desde el momento en que aparecen los primeros rayos de luz. Ahí, frente a casa, hay un bollo así de un grupo de siglos que hicieron ahí una, un nido, un condominio. Esa cigua palmera, hace unos bollos, es enorme. Bueno, generalmente nos levantamos en casa tempranito, a las cinco de la mañana, a las seis y media, ya estamos ahí. Yo salgo afuera, de parquea francina para el colegio. Y justamente, hermanos, cuando aparecen los primeros rayos de luz, empiezan las ciguas a salir del condominio que tienen allí. y salen volando disparada. Y usted ve que se van y regresan, se van y regresan con sus picos llenos de comida porque salen de allí a buscar comida. Mientras está oscuro, están allí en reserva. Amados hermanos, los hombres, los animales, las plantas, todo lo creado fue creado para la luz, no para la oscuridad. La luz nos reconforta, nos alumbra, nos da amor, nos da bienestar, nos da y sostiene la vida en todo momento. Por eso no podemos vivir sin la luz, no podemos estar sin luz. Note la promesa que Cristo hace, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá no la luz que se apaga cada doce horas, sino la luz de la vida que permanece para siempre. Por eso, mis amados hermanos, todo aquel que tenga a Cristo en su corazón verá a Dios en todas partes. Todo quien tenga la luz de la vida a Cristo brillando en su corazón verá a Dios en todas partes y en cada momento y circunstancia de su vida. Quien no tiene a Cristo brillando como el sol en su corazón no podrá ver a Dios ni en la iglesia, ni en la Biblia, ni en ningún lugar porque está en tinieblas. Pero tan pronto el ser de justicia amanece en el corazón de los hombres, los hombres empezarán a ver a Dios por todas partes. Lo verán no solamente en su revelación especial, la Biblia, aún lo verán también con claridad en la revelación natural, en el libro de la creación, en la Biblia de la creación. Aquellos que tienen el sol de justicia brillando en su corazón verán a Dios en el campo y lo verán en la ciudad, lo verán en la casa y lo verán en la calle, lo verán en la salud y lo verán en la enfermedad, lo verán en la vida y lo verán en la muerte. En todas circunstancias verán a Dios. Pueden ver a Dios. Es una realidad en tu vida. quien no tiene a cristo no puede ver a dios en ninguna circunstancia porque porque está en oscuridad y aquí nadie tiene luz propia nadie tiene luz propia nacemos apagados solamente nos encendemos Cuando Cristo viene al corazón, yo soy la luz de la vida. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Esa es una realidad en ti. Puede ver a Dios en todo, en todo lo que te acontece. solamente quienes tienen a Cristo en su corazón, la luz de la vida, podrán ver a Dios en todo, pero absolutamente en todo lo que le acontece en la vida. Está Cristo brillando como el sol de justicia, como el sol brilla y alumbra este mundo, te alumbra Cristo el mundo tuyo, el mundo de tu corazón, el mundo de tu ser, Es alumbrado por ese sol de justicia. Si no es así, clama y pídelo. Porque él promete que todo aquel que pida recibirá. Todo aquel que busque encontrará. Y todo aquel que toque se le va a abrir. recibirá ese bien del Sol de Justicia. Que Dios te ayude a recibir ese Sol de Justicia. Te damos gracias, oh Dios, ahora por tu palabra. Gracias por Cristo, el Sol de Justicia, que tú has traído a nuestros corazones para brillar cual sol en él. Te pedimos ahora, por el tiempo de Santa Cena, que representa el sol de justicia que se apagó en la Cruz del Calvario para que nosotros hoy podamos ser iluminados. Oh, bendícenos, te lo rogamos en el nombre de Jesús. Amén. Por favor, los diáconos, si nos pueden.
Yo soy la luz
Jesús es la luz que el mundo necesita para alcanzar salvación y vida.
Sermon ID | 9419239258002 |
Duration | 56:53 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | John 8:12 |
Language | Spanish |
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