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Hermanos, que el Señor les bendiga. Quiero darles la bienvenida a este repaso del sermón que tuvimos la semana pasada en el Día Domingo, el cual está basado en 1 Pedro 2, 13-14. donde el tema que hemos venido estudiando es viviendo como siervos de Dios. La semana pasada aprendimos que una buena manera de vivir entre los gentiles, o en este caso, entre las personas que no han creído en el Señor Jesucristo, aquellos que se han rehusado a creer hasta este momento, los incrédulos, Nosotros como creyentes, de acuerdo al versículo número 12, debemos mantener una buena manera de vivir entre los gentiles, es decir, entre los incrédulos. Y en los versículos 13 hasta el capítulo número 3, versículo número 7, el apóstol Pedro está mostrando que una buena manera de vivir es viviendo vidas de sujeción a la autoridad. Y con esto de la autoridad se refiere a las autoridades civiles gubernamentales, a las autoridades en nuestros empleos y a las autoridades en el hogar. Vemos en el versículo número 13, dice, Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey como a superior. Versículo número 18, criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos, no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. Y en el capítulo número 3, versículo número 1, dice, asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no crean a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas. Y en el versículo número 7 se le manda a los esposos donde dice, vosotros, maridos, igualmente vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. En estos versículos, el apóstol Pedro está dando una forma de vivir buena delante de los gentiles. Entonces, la semana pasada aprendimos tres razones por las cuales nos debemos de someter a las autoridades. Y la primera razón que nosotros vimos se encuentra ahí en el versículo número 13, en la primera parte, donde dice, por causa del Señor, por causa del Señor. Es decir, que los creyentes nos sometemos a las autoridades por causa del Señor. Dios lo manda. No nos sometemos en primera instancia porque ellos son la autoridad. Nos sometemos porque hay una autoridad sobre ellos que gobierna a ellos y porque esa autoridad, es decir, Dios, nos manda que nos sometamos a ellos. Y esta es la primera razón que Pedro da, dice, por causa del Señor. Noten ahí, hermanos, que si ustedes van al capítulo número 12, ahí mismo, en el versículo número 18, donde se le manda a los criados estar sujetos a sus salmos, dice, No solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. Es decir, que la razón para someterse a la autoridad no tiene que ver con que si la autoridad es buena o mala. La razón para someternos a las autoridades como creyentes es porque Dios nos lo manda. Es por causa del Señor. La segunda razón se encuentra ahí donde dice, someteos a toda autoridad humana. Y esto es un mandato, no es una sugerencia que se nos da. no es una opción, sino que más bien es un imperativo. Los creyentes debemos de someternos a las autoridades en todo tiempo, estar sujetos a ellos. ¿Por qué? Porque eso es lo que nos manda el Señor. Estuvimos estudiando lo que significa someterse. Es una palabra que viene de un contexto militar. donde los soldados que están bajo un superior se ponen en línea para recibir órdenes de aquel que está sobre ellos. Y de la misma manera, la sumisión de las autoridades es ponerse bajo la autoridad de otro, es decir, ceder nuestra voluntad en un sentido a las órdenes de otro. Y esto no es malo, esto es bueno. Esto es lo que la Escritura nos manda. Entonces, los creyentes nos debemos de someter. También aprendimos, hermanos, que hay una razón para no someternos a las autoridades. Y esta razón es que cuando las autoridades terrenales nos mandan a hacer algo que va en contra de lo que el Señor nos ha mandado, no tenemos razón para obedecer más a las autoridades terrenales. Un ejemplo de esto lo vimos en Hechos capítulo número 4, donde el apóstol Pedro y Juan están predicando el evangelio. Ha habido un milagro, una sanidad de un hombre que está ahí y que no puede andar. Y Pedro, en el poder del Señor, le dice, no tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy en el nombre de Jesucristo, levántate y anda. Y se predica el Evangelio. Luego vienen las autoridades y les dicen que no prediquen más en el nombre de Jesús. Ese mandato es contrario a lo que dijo el Señor Jesucristo en Mateo 28, donde dice toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, ir y predicar, o ir y hacer discípulos, perdón, ir y hacer discípulos a todas las naciones. Es decir, predicar el Evangelio, hacer discípulos y enseñarles que guarden todas las cosas que Él nos ha mandado. Entonces, en ese caso, ya no tenemos la obligación de someternos a las autoridades, porque entonces violaríamos, más bien dicho, desobedeceríamos la autoridad de Dios. Y esta es la segunda razón. Primero, por causa del Señor. Segundo, porque está escrito en su mandamiento imperativo. Y tercero, hay una extensión, dice, a toda institución humana. Y con esto, Pedro está haciendo una referencia al versículo 18, al capítulo número 3, versículo número 1, es decir, que donde quiera que haya una autoridad superior a nosotros, debemos de someternos a ella. Entonces, una buena manera de vivir entre los incrédulos es que seamos creyentes que se someten a las autoridades. Hombres y mujeres que desean someterse a las autoridades porque no hay autoridad sino de Dios, como lo dice el apóstol Pablo. Ahí en Romanos capítulo número 13, versículo 1 al 7, donde habla de las autoridades que han sido establecidas por Dios. Hermanos, este ha sido un pequeño repaso del sermón donde hemos aprendido los tres razonamientos para someternos a las autoridades. Número uno, por causa del Señor. Número dos, porque es un mandamiento imperativo. Y número tres, porque esto se extiende a todas las autoridades establecidas. Y quiero hacer énfasis que cuando una autoridad humana nos manda a hacer algo contrario a lo que el Señor nos ha mandado, hasta ahí llegó nuestra sumisión a las autoridades. Entonces, mis amados hermanos, la exhortación es a vivir de tal manera que nos sometamos a las autoridades. Que el Señor les bendiga y sigamos adelante manteniendo una buena manera de vivir entre los incrédulos. para que, quizás en el día de la visitación, ellos glorifiquen a Dios al considerar nuestras buenas obras. Que el Señor les bendiga, hermanos. Bendiciones.
Repaso Del Sermon (8-30_2020)
Series 1 Pedro
Sermon ID | 9320222887689 |
Duration | 08:25 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Peter 2:13-14 |
Language | Spanish |
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