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hablar acerca de cómo amar en la verdad. Y hemos dicho en primera cosa la semana pasada que el versículo 6, andar en el amor, muestra que el amar en la verdad es una acción diaria. Andar en la verdad, eso es uno que persevera. creyendo la verdad, sirviendo a Cristo con toda sinceridad, con todo su corazón, con todo su amor. Así que amar no es un sentimiento, es una acción. Es que uno no quiere solo escuchar de otro, yo amo a todo el mundo, o yo te amo a ti, si de verdad no lo demuestra. El amor es algo que se demuestra, no algo que se siente. Muchas veces les he dicho que mi padre, cuando quería divorciarse de mi mamá, hace como 55, 60 años, ya están muertos mis padres. Pero mi papá me escribió en la universidad y dijo, Ricky, tú vas a entender que ya no siento amor por tu mamá. Y la Biblia dice que cuando muere tu amor, cuando muere uno, ya no tiene matrimonio, cuando uno muere. Y él dijo, como mi amor ha muerto, entonces ya puedo divorciarme de tu mamá. Y él quería reinterpretar la Biblia en vez de hablar de uno mismo muriéndose, su amor murió. Pero el hecho es que el amor verdadero de Dios no muere. Es eterno. Es que la vida eterna viene del amor de Dios. Y así que el poder de Dios que nos da para amar es el amor de Cristo en la cruz, que dijo cuando le crucificaron. Padre, perdónalos, no saben lo que hacen. Puedes amar a una persona hasta cuando la otra persona te crucifique. Si tienes el amor de Dios, porque es un amor eterno. Hay muchas cosas que no son eternas, hasta incluso de Dios. Su paciencia tiene límite. Su paciencia es muy larga, ¿verdad? Muchas veces hasta la muerte de una persona, Él es paciente con la persona. Pero después de su muerte, y a veces antes, se agota la paciencia de Dios con uno. Y ya viene el castigo de Dios del infierno si uno no ha aceptado al Señor. Su paciencia no es eterna con nosotros, pero su amor es eterno. Aunque vaya el infierno, Dios ha demostrado su amor en morir hasta por los que están en el infierno. Él murió por todo el mundo. Pero cuando, aunque como hemos dicho muchas veces, cuando un juez firma una declaración de perdón, un gobernador, un presidente firma un perdón para una persona en la cárcel, la persona, aunque tiene el perdón pagado, escrito, no está aplicado si él no quiere recibirlo. Si él lo rechaza y no firma, yo recibo el perdón. Entonces, aunque está prohibido, no le aplica. Y así es que Cristo murió por todo el mundo. Está afirmado, está proveído por Dios, pero nosotros tenemos que recibir al Señor Jesucristo creyendo en su nombre para ser hechos hijos de Dios. Y así es que cuando yo invoco el nombre del Señor con fe que me va a salvar, soy salvo. Pero si yo no quiero arrepentirme, y no quiero invocar al Señor para salvarme, no quiero creer en Él que me va a salvar, entonces yo no me aprovecho del amor de Dios, aunque su amor es eterno. Y su amor ya fue demostrado en la cruz del Calvario. Y así es que amar la verdad es una cosa eterna, pero es una cosa de acción. De tal manera amo a Dios al mundo que dio a su hijo un ingenito. Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo nosotros pecadores, Cristo murió por nosotros. Dios muestra su amor para con nosotros en su benignidad diaria, en bendecirnos y en haber enviado a su hijo a morir para pagar por nuestros pecados. Así que amar en la verdad es una acción que Dios demostró y el amar en la verdad es una acción que nosotros hacemos. No solo decimos yo amo a Dios. No, yo demuestro que amo a Dios. de una manera o de otra, que veremos un poco más ahora. Andar en amor, versículo 6. Pero versículo 5, te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. Como hemos visto, no es un nuevo mandamiento, eso es del Antiguo Testamento, que debemos amarnos unos a otros. Pero luego Cristo dice, pero es un nuevo mandamiento en otro sentido, porque antes teníamos un estilo de amor Pero después de morir Cristo por nosotros y darnos su Espíritu Santo, ya el amor que tenemos es más profundo, más real. El amor que tenemos ahora no requiere nada de Dios porque ya sentimos que nos ha dado todo. Y así que el amor es cuando uno quiere servir a otro, hacer a otro feliz, buscar el bienestar de otro, A pesar de cómo te trate a ti, el amor verdadero es una acción que busca el bienestar del otro. Para decir, ha muerto mi amor, es decir, yo no voy a obedecer a Dios. Yo no voy a buscar el bienestar de la otra persona. no habla de su emoción, habla de tu obediencia o desobediencia. Si vas a amar o rehusar amar, entonces hablar de morir ha muerto tu desobediencia, tu obediencia y estás en desobediencia a Dios. Pero este antiguo mandamiento es nuevo ahora, porque ahora yo quiero agradar a otro o agradar a Dios por amor. Y si le agrado, no es para ganar nada, sino porque ya sale de mi corazón. Muchas veces ustedes me han escuchado dar la ilustración de una sierva que siempre trabaja para su jefe, pero se casa con el jefe. Y entonces el jefe dice, vas a seguir limpiando la casa, como yo digo, verdad? Y así es la lista de papel de reglamentos. Ella rompe la lista de papel. Ay, ella no va a limpiar la casa como quiero. Dice mira, ya no voy a hacerlo por una lista de reglas. Ahora yo lo voy a hacer por amor, no por una lista de reglas. En el Antiguo Testamento obedecimos a Dios porque era una lista de reglas. Amame y lo haga de esta manera. En el Nuevo Testamento ya no obedezco a Dios por una lista de reglas, sino por los mandamientos escritos en mi corazón, por el amor que está en mi corazón, que allá voy a ser mucho más para Dios de lo que estaba en la lista de reglamentos. Como Cristo dice en Mateo 5, en el Antiguo Testamento, ustedes escucharon no adulterar, En el Nuevo, ni vas a pensar en adulterio, ¿verdad? Ni tener pensamiento de una mujer para adulterar con ella. En el Antiguo Testamento escuchaste, ¿verdad? No robar. En el Nuevo escuchas, no solo no voy a robar, ya voy a trabajar para dar a otra persona el amor. Así que el amor nuevo, el nuevo mandamiento, Es no solo hacer algo porque está en una lista de reglas, pero Cristo vino a cumplir la ley, a profundizar la ley, para que la ley salga de su corazón, una ley de amor, en vez de una ley de temor y miedo, que Dios me va a castigar. Si no hago esto, no lo hago para evitar castigo. Hago eso y mucho más solo porque le amo al Señor. Así que el amor es una acción. Luego veremos tres cosas más, aunque creo que en esta mañana solo hay tiempo para dos de las cosas. Oremos. Nuestro Padre celestial, gracias por la palabra de Dios. Ayúdanos a amar la verdad como tú quieres que amemos. En el nombre de Jesús. Amén. Segunda idea, además de demostrar amor por acción, la segunda cosa es amar unos a otros. Allí dice en versículo 5, desde el principio, que nos amemos unos a otros. ¿Sabe que es mucho más fácil amar a personas a quienes tú nunca has visto? que amar a tu prójimo? Es que sus pies huelen mal. Me he ofendido en estas palabras que me ha hablado. ¿Cómo voy a demostrar amor a esta esposa que no me trata bien? A estos hijos, a estos padres que no hacen lo que yo quiero. Es que esa persona me ofende y yo tengo que amarle a él? Oh, es fácil amar los africanos. Oh, yo tengo el amor por los africanos. Tengo el amor por los de India. Tengo amor por los de China. Están sufriendo tanto. Ay, no tienen comida, no tienen tantas cosas. Yo haría cualquier cosa por ellos. Pero luego tengo un vecino que me ha maltratado, me ha ofendido, ¿y cómo voy a hacerle a él favores cuando él me ha tratado de esta manera? Y más en la iglesia, unos a otros hablando de cristianos. Los cristianos somos humanos. Y todos pecaron y están destituidos la gloria de Dios. Y aunque el Señor nos perdona y nos cambia, no nos perfecciona en este mundo. Ese hermano no me saludó cuando salí de la iglesia. Esa hermana, es que yo miré el ojo que me dio. Este hermano, mira como yo escuché que estaba hablando mal de mí. Otra persona chismoreando. El hecho es que escuchamos otros ofendiéndonos y es mucho más fácil decir yo amo a todo el mundo. Yo amo a los que tienen hambre, sed y problemas, verdad? De China, de África, pero amar unos a otros, la iglesia donde tienes que convivir con ellos. Amar es perdonar en parte. Puedes perdonar. lo que parece imperdonable para ti. ¿Puedes ayudar a los que nunca te ayudan a ti? Siempre me busca cuando quiere ayuda. ¿Cómo voy yo a seguir ayudándole cuando nunca repaga el favor, verdad? Amar es siempre tratar con consideración al hermano primero. ¿Recuerda la historia de Lucas 17 del buen samaritano? Es que el buen samaritano era bueno porque era normalmente un enemigo de judíos. Y era un judío golpeado al lado del camino. Y la lección es que hace falta un samaritano para mostrar amor a un judío, porque allí había pasado un sacerdote judío, un levita judío, y ellos no le ayudaron a su propio prójimo, su propio hermano. Pero luego vino un buen samaritano que demostró lo que era amor verdadero, a pesar de haber sido maltratado y haber enfrentado perjuicios. De los judíos contra él. Él demostró parece el amor de Dios en su corazón con ayudar a su enemigo, amar a su enemigo. El hecho es que no hablar de amor, sino demostrar amor. Y número dos, no demos, no decía que tú vas a demostrar amor si tú fueras a África, que tú demostrarías amor a los pobres africanos, sino que de tu hijo, que de tu padre, que tu hermano, que tu vecino, que es de su colaborador que te maltrata. Ah, bueno, es que Ellos no son africanos, no son chinitos, o yo les ayudaría. No, dice unos a otros. Para eso hace falta la gracia de Dios, para amar al prójimo, especialmente cuando el prójimo se comporta como enemigo. Entonces amarle cuando se comporta como enemigo y habla mal de ti o no te saluda o lo que sea. Para eso nos hace falta un mandato. Amados unos a otros. Ese es el nuevo mandamiento que Dios puede darte la gracia para amar hasta los hermanos. con quienes tienes que convivir y no solo personas lejanas que tú no conoces. Número tres, el amor, en la verdad, es amar según los deseos del amado, no según sus propios deseos y opiniones. Versículo seis, este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Ese es el mandamiento, que andéis en amor como vosotros habéis oído desde el principio. El hecho es que le mostramos amor como Él quiere que lo hagamos. Muchos dicen, bueno, yo amo a Dios de mi manera. Algunos hombres, verdad, son infieles a su esposa, pero dice, yo todavía amo a mi esposa de mi manera. ¿Es lo que ella quiere o quiere fidelidad? Quiere que le ayudes con lo que a ella le agrada. A lo mejor ella quiere tu ayuda en la casa. Bueno, voy a traerle flores. Y a lo mejor tiene alergia a flores. Dices, pero eso es como yo voy a demostrar mi amor, porque no me gusta ayudar en la casa. Eso es de mujeres. Así que. Tenemos que decir no, tengo que amar conforme a lo que agrade la otra persona, según los mandamientos de la otra persona, porque eso es amar en la verdad. Es un amor obediente porque el hecho es que Muchos creen que, bueno, si yo amo, ¿qué dice un hijo? Dijo, mami, papi, yo le amo, así que voy a obedecerte en cualquier cosa que tú me digas. Oh, qué bonito sería eso, ¿verdad? Pero muchos hijos no se atreven, porque dicen, ay, si digo te voy a obedecer en cualquier cosa, me va a hacer un esclavo. Me va a poner un trabajo duro y me va a golpear. Así parece que algunos dicen, no puedo obedecer a Dios en cualquier cosa. Eso es demasiado. Esto es muy legalista. Eso es muy farisaico, ¿verdad? Dios va a ser muy severo. ¿De verdad tú crees que así será Dios? Si tú dices, te amo y te obedezco en cualquier cosa que tú quieras. Sí, a lo mejor me manda a China para ser misionero. Yo digo que amo a los chinitos, pero realmente no voy a ser misionero a China. Eso es muy difícil. Bueno, el hecho es que Dios sí le puede mandar a hacer cosas difíciles, pero le acompaña. Y Dios, si le manda para hacer algo, Paga las cuentas, le da la fuerza, le da la sabiduría. Él es el gran yo soy. Todo lo que tú necesitas, él es para acompañarte. Si te manda a China, si te manda a Cuba, hay varios cubanos aquí. Si te manda Venezuela, hay venezolanos. Si te manda a Nicaragua. Esos son países donde hay dificultades, ¿verdad? Y muchos no quieren ser misioneros. Hemos tenido personas que han estado aquí, verdad? Recientemente que dijo No quiero estar en mi país porque yo soy un pastor, pero allí es muy difícil para los pastores en mi país. Y luego regresó a su país gracias al señor. Pero era difícil y es difícil, muy difícil. El hecho es que tenemos que reconocer que Dios manda cosas difíciles, pero no gravosos. no severos, no crueles. El hecho es que 1 Juan 5, 3, pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos, no son gravosos. El hecho es que debemos agradar al padre por medio de hacer lo que él manda, lo que él quiere, lo que él desea y no de mi manera. Bueno, yo voy a mandar un poco de dinero para África, pero yo no voy a ofrecerme ser misionero a África. Qué triste si Dios me manda para ser misionero. Yo puedo orar por África, así demuestro mi amor, pero no voy a ofrendar dinero para los misioneros. Hay algunos que dirán, yo haré esto, pero no la otra cosa. Pero tenemos que decir a Dios, ¿qué quieres que haga? ¿Que yo testifique a mi vecino? ¿Que yo reparta tratados en mi vecindario? ¿Que yo invite a mi vecino a venir a la iglesia conmigo? Señor, ¿qué quieres que yo haga? Bueno, yo voy a orar por mi vecino, pero no voy a darle un tratado o invitarle. Obedece al Señor. va a encontrar que es gozoso, no es gravoso. Es gozoso, no gravoso. Y eso es amar en la verdad, amar en hacer lo que Dios quiere. Y como no es gravoso, debo decir que debe hacerlo con gusto, con alegría, y no con resentimientos o quejas. Otra vez, si un hijo dice, mamá, papá, ¿cómo puedo ayudarte? Porque yo te amo. Y mamá y papá dicen, ¿puede lavar los platos? Yo sabía que me ibas a pedir algo muy difícil, ¿verdad? Y entonces, OK, lo voy a hacer. Pero Dios no quiere que tengamos esa actitud, sino la actitud de amor es una actitud de gozo. Así que si una esposa dice, mi esposo, ¿cómo puedo hacer tu vida feliz? Porque yo quiero. Y entonces dice, bueno, me gustaría un buen plato de comida. Es muy difícil hacer un buen plato de comida. Por favor, pídeme algo sencillo, fácil. Y entonces reconocer que hay que hacer lo que la persona quiere, ¿verdad? Si de verdad es amor en la verdad. Y así tenemos que reconocer, ¿verdad?, de hacer lo que Dios quiere, y no solo lo que nosotros queramos hacer, y hacerlo con una buena actitud por la gloria de Dios, no creyendo que sus mandamientos son severos o difíciles, ¿verdad?, y creer que si Él nos pide algo, puedo hacerlo con gusto, porque Yo sé que él quiere lo mejor para mí. Hacerlo con fe, que si obedezco a Dios, es porque Dios quiere algo bueno para mí y bendecirme por eso. ¿Qué son las cosas que Dios puede hacer para mí? Con eso terminamos. Primero, Juan 8, 32, dice que en Cristo tenemos libertad. Sus mandamientos nos dan libertad. Estuvimos hablando esta semana de libritos. Mi hija ya está pensando en nuestros nietos y vamos a tener en un par de meses unos nietos gemelos, ¿verdad? Que van a nacer, Dios mediante. Y acabamos de tener dos nuevos adoptados. Posiblemente se adopta alguno más por allí, ¿verdad? En este año. Y ella está diciendo, ay, mira, ¿qué voy a regalar a mis sobrinos cuando nazcan, verdad? O cuando se adopten. Y estaba pasando, tenemos la casa, un cuarto lleno de libros de los niños cuando eran pequeños, ¿verdad? Libros que teníamos, estuvimos 10 años en España. Libros que tenemos hace de España. Y ella miró un libro y dijo, esto es mi favorito. Y Vanessa dice, hija, eso compramos en Gibraltar, allí de España. Gibraltar no se vende en los Estados Unidos. Y ella lo pidió de Inglaterra. Gibraltar es de Inglaterra, solo porque quiere ese libro para su sobrino, ¿verdad? Y dice, mira, allí en Inglaterra, con Amazon, es solo cinco dólares, es cinco dólares de enviarlo aquí, así que voy a pedirlo, aunque tenga que pedirlo de Inglaterra, ¿verdad? Pero estaba mirando todos los libros y nombrando todas las historias favoritas de ella de niño, ¿verdad? Pero había uno que yo recuerdo, y no sé si nombró esto o no, ¿verdad? Pero era de un pequeño tren feliz. Creo que se llamaba el Tren Feliz o alguna cosa, no me acuerdo. Pero de cualquier manera, cuando el tren está en el carril, corre feliz y está feliz. Pero siempre pasa por un campo allí, por un prado de flores, y piensa, a mí me gustaría salir del carril y estar en el campo de flores y jugar con las flores, ¿verdad? Y un día sale del carril. para ser feliz y está allí jugando con las flores, haciendo giraldas, y entonces, ¡chum! Se estanca en el barro y no puede moverse en absoluto. Muchas veces nosotros somos más felices en el carril que Dios hace para nuestras vidas. Si Dios dice que seas un misionero, solo seré feliz como misionero. Si Dios dice que des diezmos y ofrendas, solo seré feliz dando diezmos y ofrendas. Si Dios dice que testifiques a tu vecino, solo seré feliz testificando a mi vecino. El hecho es que muchos creen que saltar del carril me hará feliz. Haciendo este pecadillo, este pecadote, o lo que sea. Y salgo de allí de la voluntad de Dios y encuentro mi vida estancada en el barro del mundo y no estoy feliz. Aquí encontramos que el número uno nos da libertad. Como el trencito tenía libertad para correr rápido cuando estaba en el carril, era su libertad. Pero si se siente esto no es libertad, quiero salir del barro, no es libertad. es más esclavitud. Número dos, obediencia gozoso nos protege del mal. Esto era el próximo punto grande que vamos a ver la próxima semana. A lo mejor las próximas dos semanas nos protege del mal. El hecho es si mamá y papá sabe que hay una senda mala y dice al hijo, no vayas por ese camino a casa, pase por otro camino. Eso es para ser cruel. Mi hija, cuando vivió un año en Monterrey, México, enseñando allí con mi hijo, que comenzó la maestría de predicación en Monterrey, vivió ese año, vivió súper humildemente. Y alguien que conoce un poco de Sinaloa, partes de Michoacán, allí mismo, Monterrey, México. Saben que hay personas no tan amables. Hay algunos pandilleros, verdad? Algunos ladrones hasta robaron de la iglesia todos los instrumentos de música. Un día, verdad? Menos mal que el pastor había sido un juez en la Corte Suprema de México. antes y así tenía contactos. Fue la policía. Si ustedes no recobran estos instrumentos que robaron de la iglesia, ustedes van a encontrar grandes problemas. Y la policía rápido fue los ladrones y recobraron eso. Pero nos perdijo a mi hija. Mira, entre tu casa y la iglesia hay un camino corto, pero es el camino de los peores ladrones y pandilleros que están en Monterrey. No vayas por allí. Aunque le cueste mucho, tiene que circular por el barrio y a lo mejor tiene que llevar caminando un kilómetro, mientras que podría ir directo por medio kilómetro de tu casa a la iglesia, a la escuela. Y ella cada día tenía que caminar en barro y mucha lluvia, mucho calor, muchas veces, todo el kilómetro o dos kilómetros de rodear el camino corto. Eso era cruel de ellos, decir que tomar un camino largo, ¿verdad? No. Era una cosa segura para ella. Era una cosa que le protegía a ella del mal. Y así es que Dios nos manda a tomar un camino. A lo mejor no me gusta este camino, pero puede ser un camino que me protege de muchas dificultades en mi vida. Y no debo salir de ese camino. Para terminar, número tres de bendiciones. Nos trae bendiciones de Dios a hijos obedientes. Muchas veces los padres y otros con mucho gusto dan regalitos a sus hijos obedientes, mientras que los desobedientes no reciben tantos regalos de la gente. El Señor quiere bendecirnos, pero Él quiere que obedezcamos, no que merezcamos la bendición, pero si vamos a desobedecer, Dios puede acortar la bendición de nosotros. Y para terminar, sobre todo, más que recibir sus bendiciones. No debo obedecer a Dios solo para que me dé bendiciones. No, mucho más, sobre todo, es para agradar al Padre. La bendición de saber que mi Padre está feliz conmigo, está agradado conmigo. El agrado del Padre es mucho más que sus bendiciones. Mi hijo mayor siempre es un gran trabajador y quiere trabajar mucho con las manos y ayudar a la gente. Él está en Alabama como un pastor allí. Pero de cualquier manera, mi hijo mayor recuerdo todavía cuando tenía, yo no sé si nueve, diez, once años de edad. No recuerdo. Pero hizo una cosa y otra cosa en un favor para nosotros de ayudar en la casa. Y dije, hijo, gracias. Aquí tienes un par de dólares. Me dio... Le vi como muy triste. Y dije, papá, no hice eso para dinero. No hice eso para dinero. El hecho es que él quería el gusto de haberlo hecho para agradarnos, para vernos gozosos. El hecho es que la sonrisa de Dios es como la sonrisa del Padre, mucho mejor que cualquier regalo, mucho mejor que cualquier beneficio, que cualquier bendición o premio. Bien hecho, buen siervo y fiel, dirá el Señor a los fieles. Muchas veces les he dicho, los que han estado aquí los 35 años han escuchado todas mis historias, ¿verdad? Pero muchas veces les he dicho en la graduación de high school, Yo recibí, supongo, muchos regalos. Y no recuerdo si eran diez dólares aquí, o veinte allí, un libro aquí, música allá, o quieren los varios regalos que me habían dado. Pero un regalo, sobre todos los regalos, recuerdo. Y no era dinero. Era la primera, y no sé, casi la última vez, porque mi padre era muy expresivo. Pero por la primera vez que recuerdo mi vida, mi papá me dio un buen abrazo y dijo, te amo. Estoy orgulloso de ti, hijo. Era la paga más grande de todos mis años escolares de recibir este bien hecho hijo. Como digo, los pequeños premios que doy a los hermanos, ellos dicen, ¿qué son esos chistes? No es nada, cuatro flores que se van a secar, no sé, un jornal que se va a tirar la basura. Pero lo que hacen para arriba es lo que importa. Yo quiero que vean mi gozo, pero mucho más que eso. ¿Qué importa lo que piensa el pastor? Ellos quieren el gozo del Señor, así con su servidor. Los 50 años que cumplo hoy y los 35 en esta iglesia que cumplí la semana pasada, eso no me importa nada más que escuchar del Señor. Bien hecho, buen siervo y fiel. El agrado del Señor, el gusto del Señor. Espero que usted tenga esa actitud Espero que usted puede decir esta mañana, quiero amar en la verdad, porque esto es amar en la verdad. De pie, por favor. Nuestro padre celestial, gracias por permitirnos tener el Espíritu Santo que nos apunta a Jesucristo que murió por nosotros. ¿Qué regalo más grande tenemos en la salvación de Jesucristo? ¿Y qué regalo más grande tenemos de saber que, cuando ganamos almas para Cristo, ellos son nuestros trofeos, ellos son nuestra corona de gozo delante del Padre, cuando el Padre dice, «Bien hecho, buen siervo y fiel». Gratis por los diáconos que han sido tan fieles para el pastor Esteban, para ganar almas a Cristo, para servirte, que les bendigas grandemente, Señor. Y así con cada miembro de esta iglesia que ha servido, sea por 35 días o tres años y medio, Treinta y cinco meses, a lo mejor, Señor, menos de tres años y medio, o a lo mejor por los treinta y cinco años, como los hermanos que han estado aquí desde el principio. Gracias, Señor. Pero ayúdanos a ser fieles por otros treinta y cinco días, meses o años, hasta que venga Cristo. Pero pedimos, Señor, que nos ayudes a amar en acción, amar unos a otros, y no solo decir que amamos los de lejos, pero los que muchas veces nos ofenden aquí cerca, de amar, Señor, como tú nos mandas, de amar con gozo, no mirando tus mandatos como gravosos, pero de amar con fe, creyendo que con eso tendremos bendiciones, pero la bendición más grande de escuchar tu voz, sentir tu abrazo cuando dices, bien hecho, buen siervo y fiel. Ese es mi hijo amado, como has dicho, a Jesucristo, y nosotros estamos en Cristo. Ese es mi hijo amado, adoptado, a quien yo amo. Señor, ayúdanos a ser fieles a ti. Si hay alguno que no es salvo, ayúdale a aceptar a Cristo hoy. Y para los cristianos que a lo mejor no te han servido obedientemente, con la actitud de gozo, sino sintiendo que era una cosa gravosa obedecerte, o lo han hecho solo de su manera y no como tú has querido. Señor, pedimos que ayudes cada uno en esta mañana a consagrar sus vidas al Señor, para decir, Señor, no quiero otro regalo más que el agrado del Padre, pero eso sí quiero. En nombre de Jesús.
Como amar en la verdad (2)
Series 1-3 Juan
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 9242442293746 |
Duration | 35:48 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 2 John |
Language | Spanish |
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