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¡Gracias por ver el vídeo! mis queridísimos y respetados hermanos les pido por favor que hablan las escrituras en la carta del apóstol Pablo a los Efesios capítulo número 5 versículo número 1 Efesios capítulo 5 versículo número 1 dice la palabra del Señor vamos a leer los dos primeros versículos Sed pues imitadores de Dios como hijos amados y andad en amor como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante yo le voy a pedir algo un poco inusual en esta mañana le voy a suplicar que piense en un mimo usted sabe que es un mimo todos sabemos que es un mimo piense en un mimo El mimo se para al lado de la persona, va mirando la persona. A medida que la persona camina, él trata de imitar sus gestos, su manera de caminar, su risa o quizás su enfado. Eso es lo que hace el mimo. En el versículo que acabamos de leer, en el versículo 1, sed pues imitadores de Dios, parece que encontramos una de aquellas órdenes que son imposibles de cumplir para nosotros. Si la orden hubiera sido, imiten al pastor, uno dice, ah bueno, hay esperanza. Si la orden hubiese sido, imiten al apóstol Pablo, uno ya dice, bueno, todavía sigue habiendo esperanza porque al apostre, él fue un hombre. pero el estándar no es ni imiten al pastor ni imiten al apóstol Pablo es sed imitadores de Dios Pablo le habla a los hijos de Dios en la iglesia de Éfeso y les dice ustedes caminan con Dios ustedes son creyentes Ustedes conocen a Dios. Ustedes saben cómo piensa Dios. Ustedes conocen por las Sagradas Escrituras cómo habla Dios. Ustedes conocen por la revelación que hace Dios. Bueno, imiten a Dios. Eso es lo que quiere decir el versículo número uno. Así que mis amados, El punto del apóstol es, caminen con Dios, pongan su mirada en el Señor, hablen de la manera como Él habla en su palabra y hagan todo lo que Dios hace. Ahora explicaremos más esto en detalle. Lo que el apóstol Pablo está haciendo, mis amados, por favor, y tome nota de esto, si no en su cuadernito, al menos en su corazón, Pablo por inspiración del Espíritu Santo está estableciendo un patrón de conducta un patrón de conducta tan vinculante para los hermanos de la iglesia de Éfeso como lo es para nosotros en esta iglesia local recordemos que Pablo está hablando con la autoridad de Dios en el nombre del Señor y luego con la autoridad que Dios le ha concedido el apóstol establece por inspiración un modelo de comportamiento para los creyentes un modelo de comportamiento que no se basa ni en filosofías ni en costumbres ni en culturas sino que se basa en la ética divina decir en lo que Dios considera es bueno y es malo. Lo que tenemos frente a nosotros, mis amados, es un estándar de vida y de conducta. Y yo no quiero que ninguno de nosotros nos equivoquemos pensando como que Pablo dijo ser imitadores de Dios, pero ¿quién soy yo? Primero, soy un hombre de carne y hueso. Segundo, tengo remanente de pecado. No, seguramente quiso decir otra cosa. No quiso decir eso. Ustedes caminan con Dios. Pongan su mirada en Él. Escuchen con los ojos, los oídos del corazón lo que dice su palabra e imítenlo. Ustedes lo conocen. No podemos imitar, es como si el apóstol estuviese diciendo, ustedes no pueden imitar a nadie, a ninguna persona si no lo conocen. Pero ustedes conocen a Dios. ¿Por qué? Ustedes han sido conocidos de Dios. Ustedes saben que piensa Dios, que cosas son buenas y malas, imítenlo. Entonces, mis amados hermanos, sí, lo que tenemos frente a nosotros es el más elevado y sublime de cualquier otro estándar que nosotros encontremos en las Sagradas Escrituras. Miren a Dios, imiten a Dios. Luego el título que nosotros tenemos para esta enseñanza es El estándar de vida establecido para el hijo de Dios No el estándar de vida que nosotros establecemos como hijos de Dios Es el estándar de vida que Dios y ya lo veremos porque establece para los hijos de Dios Leamos el versículo 1 de nuevo dice Sed pues imitadores de Dios como hijos amados es mucho lo que podemos decir acerca de imitar a Dios pero es poco el tiempo que tenemos pero lo que yo si deseo decirle es esto por favor no se sobrecargue no se sobrecoja frente a este estándar de imitar a Dios no se desanime y ya va a entender usted a lo largo del sermón porque porque mis amados Es claro que jamás llegaremos a ser como el Señor y es más jamás llegaremos a imitarlo de una manera de la que él sea digno. Si me entienden hermanos. El estándar que Dios establece para nosotros no es para entristecernos, ni para apabullarnos, ni para que a toda hora estemos diciendo no, no lo podemos hacer. No, es para guardarnos. Ese imitad a Dios es para guardarnos. ¿Guardarnos de qué? Mis amados, nosotros, los seres humanos, incluso los creyentes, somos muy propensos a establecer nuestros propios estándares. estándares fáciles de alcanzar estándares con los que nos sintamos bien de hecho en muchas ocasiones en las redes sociales muchos de ustedes van a encontrarse con comienza estableciendo estándares bajos para que entonces los pueda cumplir no Dios no es así Dios no establece estándares bajos Dios establece el estándar que es natural para su divinidad así que el Señor nos quiere proteger Proteger de que nosotros estemos creyendo que andamos bien, que andamos en santidad, que andamos en obediencia, cuando no estamos dándole la medida al estándar. Hay veces ponemos estándares tan bajos que hasta la gente del mundo los pasa. No, mi estándar es ser amable y educado y cortés y todo eso. Bueno, pero eso lo hace la gente del mundo. La gente del mundo también es amable y es educada y es cortés. Lo que Dios, hermanos, nos está explicando, nos está enseñando en la tarde de hoy, es que Él establece un estándar al decirte a ti, sed imitador mío, son palabras de Dios, tú lo puedes leer de esa manera, imitadme a mí, es lo que dice el Señor a tu corazón hoy, Él te está protegiendo, Él está estableciendo un estándar que lo guarda del mundo. El estándar de Dios guarda al creyente de las cosas del mundo. El estándar de Dios evita, como ya lo expliqué, que nosotros vivamos engañados. Es más, el estándar de Dios nos obliga a poner siempre nuestra mirada en Cristo. El estándar de Dios es bueno para nosotros. El estándar que Dios establece es bueno para nuestra santificación. Luego este estándar no está ahí para que nosotros digamos, no, yo nunca voy a poder ser como Dios. Pues es evidente de que nosotros siendo seres humanos nunca vamos a ser como Él. Pero no obstante, ahí está el estándar. Nosotros lo vemos a lo largo de las Escrituras. Sed pues perfecto como vuestro Padre Celestial que está en los cielos es perfecto. Esas son las palabras de Cristo, no es así. Ahorita lo vamos a ver. Decirle a toda la congregación de los hijos de Israel. Dice, sed santos. ¿Por qué? Porque yo Jehová, vuestro Dios, soy santo. Es pues claro, mis amados, que la enseñanza de la Sagrada Escritura es tenemos que imitar el carácter de Dios. Hay cosas que podemos imitar. Ahora, ¿qué podemos imitar? Ese ser pues imitadores de Dios como hijos amados tiene unos límites, tiene unas barreras, unas barreras establecidas por la propia naturaleza, por quienes somos y sobre todo por la palabra del Señor. Convencido de que ustedes, mis amados hermanos, tienen esto en claro, no sobra decir, comencemos entonces por lo primario, por lo principal. No lo podemos imitar en su esencia. Él es espíritu. Nosotros somos carne. Sí, somos seres espirituales, pero no podemos imitar al Señor en su esencia. No podemos imitar al Señor, escúchese, en ninguno de los atributos incomunicables que precisamente lo hace en Dios. En nada podemos imitar a Dios en esos grandes atributos de Dios que no son compartidos con los seres humanos. Piense en la infinitud y en la pequeñez nuestra. Piense cómo nos limita mientras que Dios es eterno, es infinito y es inmutable en todos y en cada uno de sus atributos. ¿Cómo vamos a poder imitar a Dios? Sería ridículo, no podemos. pensemos en nuestras fuerzas o en el conocimiento que tenemos de las cosas que nos rodean o en el lugar que ocupamos aquí en el tiempo y en el espacio a Dios no lo limitan estas cuestiones Dios no ocupa un lugar en el espacio Dios es espíritu Dios todo lo sabe Dios es omnipotente, Dios es omnipresente, así que evidentemente en estos asuntos Dios mismo no nos llama a imitarlos porque sería algo contra natura, es decir, en contra de la naturaleza. Meditemos como hijos en la inmutabilidad de nuestro Señor y luego miremos quienes somos. Unos días amamos a Dios más, otros días tenemos pasión por la palabra y otros días a duras penas leemos dos versículos. Nosotros somos mutables, somos cambiantes. Nuestro Dios es inmutable. Nosotros somos seres volubles y en ocasiones de doble ánimo. Bueno, Dios no lo es, es inmutable. Por ejemplo, Dios no requiere de nosotros. Nosotros todo lo necesitamos y dependemos absolutamente de él. Dios no requiere nada fuera de sí mismo. Pero nosotros totalmente dependemos del Señor o considera su soberanía y su gloria y su majestad. Estas cosas no pueden ser imitadas y el apóstol no sugiere por un instante que puedan serlo. Esto lo debemos tener en claro. Para entonces poder determinar qué cosas podemos imitar de Dios. es necesario primero entender que en el contexto que nosotros estamos leyendo hay unas cosas que preceden y otras cosas que suceden nuestro texto es decir hay unas cuestiones que ya hemos leído de las que el señor ya nos ha hablado que preceden esta orden sed pues imitadores de Dios y hay otras cosas que suceden es decir que vienen después de este texto en el versículo número uno es como un sandwich cierto un pan y aquí está el punto y aquí hay otro pan lo debemos ver de esa manera ahora bien Si regresamos, si usted viene conmigo a un versículo anterior, es decir, al versículo 32 del capítulo 4, un versículo hacia atrás, dice, antes sed benignos unos con otros, misericordiosos y perdonándoos unos a otros. Bueno, mis amados, en ese orden de idea, no le busque mucho, ese es el contexto, en ese orden de ideas, cada uno de nosotros debe imitar a Dios. ¿Cómo? siendo benignos, siendo misericordiosos y perdonadores. Eso demanda el contexto inmediato. Esta es una partición no natural de nuestro texto. Los versículos y los capítulos son importantes y son de ayuda, pero en este y en muchos otros casos son particiones no naturales y luego nos confunden. Bueno, realmente esto viene lo uno tras lo otro. Por eso el apóstol Pablo dice, sed pues imitadores de mí. Es decir, en consecuencia de lo anterior, imitemos a Dios. Pero luego tenemos otros asuntos. Ya vimos los que preceden nuestro texto. Ahora tenemos otros asuntos que lo suceden, es decir, que vienen después de nuestro texto. Es decir, en qué debemos imitar a Dios que vamos a ver después de ese texto. bueno mis amados yo les voy a dar un resumen y ahora lo vamos a probar nosotros además de imitar a Dios en su benignidad es un atributo comunicable no es así claro que sí además de imitar a Dios en su misericordia además de imitar a Dios en su perdón nosotros debemos imitar a Dios preste atención esto es muy importante en su amor y en su santidad Luego hermanos el estándar de Dios si se quiere en este contexto es imitarlo en su benignidad, en su misericordia, en su perdón, en su amor y en su santidad. Ya nosotros podemos respirar, ya nosotros comprendemos y esto nos anima hermanos porque son cuestiones que nosotros los creyentes sabemos pero si usted me pide mi amado hermano que yo resuma la esencia de ese estándar de Dios o la manera en que los hijos de Dios somos llamados a caminar en Cristo yo lo hago de la siguiente manera si alguien le pregunta ¿Y cómo así? ¿Qué significa Efesios capítulo 5 versículo 1? ¿O de qué modo Dios te llama a ti a imitar a Dios? Bueno que todos podamos responderle, somos llamados a imitar a Dios en toda justicia, en todo amor y en toda santidad. Justicia porque somos llamados a hacer lo que es justo, lo que es bueno, lo que Dios considera que es bueno, lo que es correcto delante del Señor. No somos llamados a imitarle en su justicia porque la de él es propia y la nuestra es imputada. Pero somos llamados a imitarle en esas obras y actos de justicia. pero también hermanos queridos somos llamados es decir haciendo lo que es bueno diciendo lo que es bueno eso es una obra de justicia pero también mis amados hermanos somos llamados a imitar el amor de Dios Dios es amor somos llamados a amar a los hermanos y ahorita lo vamos a ver dice de la misma manera como Cristo amó a su iglesia noten otro asunto de la palabra que es muy útil para todos nosotros los creyentes No solamente Dios en su palabra llama a los esposos a amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, sino que, esta es la parte que muchas veces no nos acordamos, sino que Dios nos llama a todos y a cada uno de nosotros a amar a su hermano como Cristo amó a la iglesia. lo dice el segundo versículo y andad en amor como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros ofrenda y sacrificio de Dios en olor fragante entonces mis amados hermanos debemos imitar a Dios en toda obra buena en toda palabra buena en todo hecho bueno en todo amor pero hermanos en toda santidad y si usted tiene paciencia conmigo yo quiero como muchas veces he tratado de hacer recordarle que la santidad no es como un fantasma inalcanzable la santidad es algo real en el creyente la santidad no es un es un sentimiento etéreo como de oh si yo estoy andando bien y de manera elevada en el Señor no santidad es de hecho algo muy práctico la palabra santidad demanda que nosotros pensemos en ser apartados del pecado y consagrados para Cristo no solamente demanda que nos apartemos del pecado sino que demanda pensar que somos apartados del pecado porque estamos siendo consagrados para el Señor y así Dios nos manda mis amados hermanos Dios nos manda a ser santos porque, y eso lo leemos en la palabra, porque Él es santo. Dios no nos puede, en virtud de su naturaleza, pedir que no seamos como Él es. Porque si bien no somos consustanciales con Él, pues seríamos Dios y no lo somos. Dios nos llama hijos amados, somos hechura suya para su gloria. Luego, no tiene sentido decir que somos hijos de Dios si no estamos viviendo en la santidad de Dios. Piensa en eso, mi hermano. Yo no quiero que usted piense que la santidad es el estado en el que viviremos y nos gozaremos en la eternidad. Sí, esa será la glorificación. Pero a este lado del río, a este lado de la eternidad, mis amados hermanos debemos procurar la santidad porque él nos dice sed santos porque yo Jehová vuestro Dios soy santo. Note mi amado como lo hemos dicho muchas veces que Dios no nos está pidiendo algo que él no sea. No nos está pidiendo algo que él no nos haya mostrado. no nos pide nada que sea imposible de alcanzar para nosotros teniendo en cuenta los límites que establece la palabra no es así entonces mis amados hermanos el estándar de Dios es decir ese imitar a Dios debe ser en todo acto justo en todo acto correcto ahorita lo leímos no es así ni favoreciendo al pobre ni beneficiando al rico debemos ser justos en todo lo que hagamos en todo lo que digamos Pero también debemos amar, porque si somos salvos es porque Él nos amó. Y debemos, hermanos, ser santos, porque Él es santo. Hermanos queridos, pensemos en esto, por favor. Hoy Dios nos llama a ser santos. Pero ayer, antes de ser salvados por nuestro Señor, ni podíamos ni queríamos imitar a Dios el pecado reinaba en nosotros y si podemos decir que alguien nos dominaba era Satanás de hecho éramos sus imitadores aprendimos de él a engañar como él engaña aprendimos de él a rebelarnos contra Dios como él vive una vida en rebeldía en contra de Dios. Aprendimos de él a violar la ley como él lo hace, a robar, a mentir. Es más, fuimos tan buenos imitadores de Satanás que llegamos a odiar a Dios como él lo odia. Pero Dios sobró en nosotros. Y hoy nos dice, hijos, yo les hablo a ustedes porque ustedes son mis hijos. Es como si, entiéndalo de esta manera. Lo que yo estoy diciendo no son palabras de Dios que Dios me habló y no, pero entiéndalo de esta manera. Hijos. Yo he hecho de ustedes una nueva criatura. Sus corazones estaban inclinados al pecado, amaban la maldad, adoraban el pecado, servían a Satanás. Pero ahora yo los he salvado y los he salvado como aprendíamos en el catecismo. Los he salvado con un propósito. Para que me sirvan, para que me obedezcan, para que me amen, para que sean santos como yo Jehová vuestro Dios soy santo Esa es la manera en la que debemos entender este asunto mis amados Es que la imagen de nosotros estaba desfigurada y la impresión de su ley en nosotros degradada Y yo me pregunto en ese estado ¿Quién podría obedecer a Dios? ¿Quién podría imitarlo? ya sabemos ni queríamos ni podíamos pero un día por su gracia tanto el padre como el hijo enviaron a su espíritu a nuestros corazones y ese bendito espíritu de Dios nos concedió lo que necesitamos fe para creer en Cristo y arrepentimiento para venir delante de Dios a pedir perdón hermanos Dios nos cambió no puso parche viejo en vestido nuevo no hermanos Dios nos hizo nuevas criaturas y haciéndonos nuevas criaturas entonces también nos dio el querer como el poder imitarlo noten entonces mis amados que lo que nos pide Dios hoy como hijos de Dios no es algo increíblemente dificultoso de entender es difícil para aquel que no ha abrazado a Cristo Para nosotros hermanos es hermoso ese llamado que Dios nos hace en su bendita palabra de ser imitadores de él porque somos hijos amados Así que hermanos particularmente en el contexto de este sermón quiero hacer referencia a dos asuntos o a tres más bien nos van a mostrar el estándar de Dios el primer punto hermanos es andar en amor el segundo punto es ya habla de la santidad pero dentro de ese segundo punto tenemos dos divisiones porque la santidad realmente demanda dos asuntos en este contexto primero que nos apartemos de todas las cosas que no convienen a nuestra alma Pero en segundo lugar que nos apartemos de todas las personas que practican las cosas que no convienen a nuestra alma La tristeza que embarga mi corazón algunas veces y de esto hablaremos en un momento es ¿Por qué los cristianos dicen me aparto del pecado pero tienen comunión íntima con los que practican esos pecados? ¿Se nos olvidó la orden de Cristo? se nos olvidó lo que dice el Señor que estas cosas sus pecados ni siquiera son dignos de mencionarlos mis amados hermanos somos cristianos o somos del mundo o no podemos estar allí en el medio soy un cristiano que no hermanos queridos ya vamos a poner las cosas en su debido orden pero la santidad demanda dos asuntos dejar, abandonar esas cuestiones pecaminosas, apartarnos de las cosas que no convienen, pero también apartarnos de las personas que no convienen. Yo me pregunto, mis amados, queridos hijos de Dios, ¿cuántos de ustedes tienen comunión íntima con gente que no le conviene a su alma. Yo quisiera, bueno no quisiera saber, es una pregunta hipotética, pero quisiera saber cuántos de ustedes tienen comunión íntima con gente que no le conviene a su alma, con amantes del mundo, con practicantes del pecado. Vamos entonces hermanos en ese orden de ideas a considerar estos puntos que acabé de mencionar. Vamos en primer lugar a hablar del deber que tenemos de amar a nuestros hermanos el deber que tenemos de amar a nuestros hermanos ¿Por qué? ¿Por qué lo dice la palabra? Sed pues imitadores de Dios como hijos amados y andad en amor Nosotros conocemos el versículo Juan 3.16 ¿No es así? ¿Por qué dice? Porque de tal manera amó Dios al mundo, que envió a su Hijo unigénito. Ustedes conocen el resto. Nosotros vemos, hermanos, conocemos el amor de Dios el Padre. ¿En qué lo conocemos? En Juan 3.16, en que envió a su Hijo unigénito a morir por nosotros en la cruz del Calvario. Ahí podemos ver el amor de Dios Padre. mis amados hermanos pero en la cruz del Calvario vemos el amor de Dios Hijo y no solamente en la cruz del Calvario sino descendiendo de las cortes celestiales a vivir en este mundo caído ahí vemos el amor de Dios Hijo para con nosotros con la infinitud de ese amor divino que más que haberlo sentido nosotros los creyentes lo hemos visto lo hemos palpado lo hemos vivido no es así claro que sí mis amados hermanos pero con la infinitud de ese amor divino como Dios habría de establecer una manera de vida diferente al amor imposible Dios establece en su estándar el amor como la ley de vida para nosotros y entre nosotros. Vuelvo y repito esto. Esto tiene mucho significado. Si tiene tiempo, repáselo en casa. Dios establece el amor como la ley de vida para nosotros y entre nosotros. De ahí que dice andad en amor. Note ese andad en amor. Primero, No nos está diciendo tengan manifestaciones de amor cuando, cuando sientan ganas de amar. No nos está diciendo tengan explosiones espasmódicas de amor y se acabó. No nos está diciendo amen a sus hermanos por cierto tiempo y bueno, después descansen y intenten los volver a amar. No dicen anden en amor, perseveren en amor. Ese es el mensaje, ese andar en amor es Continuar avanzando hacia el reino de los cielos en amor Hermanos Dios nos llama a eso Por favor hermanos queridos tenemos defectos Tenemos situaciones, en ocasiones somos torpes En algunas ocasiones somos necios Pero mis amados somos hijos de Dios, Dios nos ama, hemos visto el amor del Padre enviando a Cristo y hoy podemos ver el amor de Cristo muriendo en la cruz ¿Cómo no hemos de amar al hermano? Lo segundo que quiero decir es que Dios nos llama a amar al hermano, andar en amor Dios nos llama a amar al hermano Porque eso es lo que yo veo de parte de Dios para con ustedes. Yo veo cómo Dios los ama. Luego, si yo veo que Dios ama a mis hermanos, ¿qué hago yo? Señor, dame gracia porque yo quiero amar a mis hermanos como tú los amas a ellos. ¿Notan el punto? Sed imitadores de Dios. Yo veo que Dios ama la iglesia. ¿Cómo yo no voy a amar la iglesia, mis amados? en tercer lugar ustedes son testigos mis amados que cuando hemos hablado de algunos deberes también hemos hablado de la magnitud en la que los debemos cumplir ¿se acuerdan? bueno hermanos este es otro ejemplo vivo de eso que les insisto no solamente Dios nos llama a amar al hermano sino que Dios nos llama a amarlo a una cierta medida. Volvemos a hablar de un estándar. No es el estándar que yo quiera imponer. No es como a mí me parezca amar al hermano. Hermanos queridos, esto es palabra de Dios, no invención mía. ¿Cuál es el estándar? Dice, ámense los unos a los otros. ¿De qué manera, Señor? ¿Cómo debo hacerlo? ¿Cómo? Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros Pastor yo no soy capaz de amar así bueno ninguno de nosotros es evidente podremos amar como el Señor nos ha amado pero si podemos amar a otros porque el Señor nos ha amado ¿entendieron eso? No podemos amar a otros como con la magnitud en la que Dios nos ha amado, pero si somos llamados a amar a otros hermanos porque Él nos ha amado. Si Dios no nos hubiese amado, no nos podemos amar porque no podemos dar nada que no hayamos primero recibido de Él. es un aspecto mis amados del estándar que tenemos frente a nosotros el día de hoy en este texto anden en amor ahora bien tenemos que hablar en segundo lugar de la santidad porque eso es lo que encontramos en los versículos a continuación Y dentro de ese andar en santidad, ya no andar en amor, sino también andar en santidad, vamos a hacer dos divisiones naturales del texto. La primer división es debemos apartarnos de las cosas que no convienen. Versículo número 3 Pero fornicación y toda inmundicia o avaricia ni aún se nombre entre vosotros como conviene a santos ¿Qué conclusión querido hermano puede sacar usted si el Espíritu Santo te dice ni aún se nombre entre nosotros? Yo le voy a decir la conclusión más natural Si el Espíritu Santo nos dice hoy estas cosas ni aún se nombren entre nosotros, la conclusión más natural es y menos hacerlas, no es así. Claro, o sea, si no es lícito, si no es bueno para el alma nombrarlas, listarlas, mencionarlas, mucho menos hacerlas. Ustedes lo deben mirar de esa manera. Eso es lo que dice el texto. Recordemos que Pablo en este texto no está siendo un compendio absoluto de todos los pecados. Ese no es el propósito de Pablo. Lo que Pablo hermanos estoy convencido quiere hacer es hacernos un favor muy grande y es el recordarnos que estas cosas, que toda inmundicia, todas las cosas que es inmundo es algo sucio, es algo que mancha, es algo que arruina el color blanco de las vestiduras del Hijo de Dios y lo que está diciendo el apóstol Pablo nos está haciendo el favor de recordarnos que estas cosas ensucian Que estas cosas no convienen estar ni siquiera cerca de ellas porque nos contaminan, no convienen, no son de provecho, no son de beneficio para el alma del creyente. Eso es lo que podemos ver en el texto, mis amados hermanos. Pero otra cosa que hace el apóstol Pablo, y damos gracias al Señor por eso, es decirnos, es recordarnos quienes somos en Cristo. Quienes somos en Cristo. Y el texto dice, que no os conviene como porque vosotros sois santos mira el texto léalo no le de pereza leerlo mi hermano muchas veces hermanos eso no se lo digo por mal eso se lo digo porque en ocasiones no le pido que lea el texto pero en otras ocasiones es menester leer el texto dice no os conviene como santos vosotros sois santos es lo que nos está diciendo el señor hermanos Luego hasta este punto nosotros podemos decir nosotros somos santos cuyo propósito en la vida es imitar al santo en su benignidad, en su perdón, en su misericordia, en su amor y en su santidad Hermanos es que desde el principio el Señor está tratando el tema de la santidad en su palabra Vemos Levíticos 11.45, yo se los leo. Seréis pues santo porque yo soy santo. Levítico 27, santificados pues y sed santos porque yo Jehová vuestro Dios soy santo. Él es nuestro estándar. Él es nuestro modelo jamás llegaremos a ser como nuestro Dios y eso está muy bien porque somos saltamontes delante del trono de gracia pero si debemos perseverar por la gracia del Señor y por todos los medios de gracia que Dios ha puesto a nuestra disposición imitarlo en su santidad apartándonos de las cosas que no son dignas que no convienen para el alma Usted sabe, note que yo hasta este punto le he definido la palabra no conviene como no son buenas o son perjudiciales. No es así. Eso es una manera en la que yo estoy aplicando esta palabra, pero en el original griego la expresión no conviene técnicamente no significa eso. Ese no conviene significa no está en ustedes. no son de ustedes. Luego lo que el apóstol estrictamente dice es pero fornicación y toda inmundicia o avaricia ni aún se nombre entre vosotros porque estas cosas no están en ustedes. Son palabras fuertes hermanos en el sentido de y al Señor y eso explica porque luego nos llama santos la fornicación la avaricia y estos pecados no están en nosotros puede que existan remanentes allá en la vieja naturaleza pero no nos dominan somos santos somos hijos de Dios y si somos en realidad hijos de Dios por la gracia del Señor estas cosas no están en nosotros Estas cosas no son compatibles. La fornicación, la inmundicia, la avaricia, toda contaminación. Estas cosas no son compatibles con nuestra naturaleza. Ahí es donde decimos no le aprovechan a nuestra naturaleza. Hermanos, el estándar que Dios pone hoy frente a nosotros es debemos apartarnos de esas cosas. Si esas cosas no están en nosotros, como ya lo definimos, luego debemos apartarnos de esas cosas. No tentemos a Dios acercándonos a esas cosas, porque nos vamos a contaminar, mis amados hermanos. Nos vamos a ensuciar, vamos a caer en pecado. Y hermanos, usted lo conoce bien, quizás por sus hijos, o quizás porque usted es uno de aquellos que, fijo el día del Señor en la tarde, riega la camisa. Pero regar y ensuciar la ropa es fácil, sacar las manchas es difícil hermanos, difícil Contaminar es fácil, descontaminar es otro asunto Contraer una infección es fácil, sacarla de nuestro organismo no Bueno eso es lo que está diciendo el Señor, vosotros sois hijos de Dios vosotros sois santos esas cosas no están con ustedes apartense de esas cosas y esto lo inferimos por lo que dice la palabra esas cosas ni siquiera las mencionen Luego si queremos imitar mis amados al Señor siendo santos el Espíritu Santo nos enseña algo clave en este pasaje Apartense de todo asunto del mundo. Esas cosas no son naturales para ustedes. Hermanos, nosotros sabemos que no estamos andando bien o que hay algo mal en nosotros cuando alguna cosa del mundo nos llama la atención y nos tienta. Ahí sabemos que algo está pasando en nuestros corazones. Cuando el mundo nos coquetea y nosotros entonces miramos, ahí sabemos que hay algo mal en el corazón. tengamos cuidado con eso mis hermanos prestemosle atención a eso porque nosotros tenemos una naturaleza regenerada que hacemos hablando de esas cosas hermanos que hacemos pensando en esas cosas o peor que hace usted practicando esas cosas que ya no son naturales en usted como santos del Señor Debemos pedirle que nos conceda la gracia, hermanos, para santificarnos. Es decir, para apartarnos de todo lo que Dios considere impuro, inmundo, dañino, perjudicial para nosotros. El santificarnos es por el poder y con el poder del Espíritu Santo apartarnos de todas las cosas que el mundo ame, porque las cosas que el mundo ama son malas para nosotros, hermanos. Por favor voy a usar un lenguaje de un muchacho No nos las piquemos de ser fuertes en el Señor No creamos que yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece Voy a atorear las tentaciones y no tentemos a Jehová Nuestro Dios mis amados hermanos no lo hagamos Nunca pensemos que estamos muy fuertes para acercarnos al pecado que más nos ha llamado la atención Nunca pensemos que estamos inmunes de pecar porque simplemente estamos en Cristo Nunca nos confiemos hermanos porque engañoso es el corazón del hombre y perverso más que todas las cosas tengamos cuidado Santifiquémonos, apartémonos de esas cosas malas. Pero la santificación, y ya me voy moviendo hacia la segunda división del segundo punto, la santificación no tiene sentido en realidad. Si yo digo aborrezco el pecado, el pecado es malo, me voy a apartar de esas cosas, pero me voy a juntar con quienes las practican. Eso no tendría sentido, pero eso es lo que hacen algunos cristianos. Decir el pecado es malo, el pecado Dios lo aborrece, yo sé que el pecado es malo, me aparto del pecado, pero no tengo ningún reparo para juntarme, para gozar de la vida con quienes sí están practicando y aman el pecado. Qué suerte de hipocresía es esa, mis amados hermanos. Vengamos entonces a esa otra parte no solamente el estándar de que tenemos delante de nosotros nos dice amen a sus hermanos y nos dice el cómo como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda de olor grato sino que nos dice apártense del pecado y nos dice apartémonos también de quienes practican el pecado pastor ahí yo no veo eso en ese texto Si, lo tienen que ver ahí, ahí está. Lo que pasa es que hay veces pecamos de hiperliteralistas y si no vemos eso en el pasaje decimos no está. No, ahí está en el pasaje. Acompáñenme, lea el versículo 7. No seáis pues partícipes con ellos. Ahí está. No sean partícipes del pecado de ellos. Si hay veces, hermanos, nosotros decimos no soy santo, soy inmune, muy bien, estoy alejado del pecado, pero me voy a juntar con este hombre, porque si yo me junto con este practicante del pecado, con este amante del pecado, no el pecado seguramente no se va a contagiar. Ese ha sido el defecto del cristiano y por eso muchos creyentes no han comprendido hasta el día de hoy la doctrina de la separación bíblica. ¿Por qué? Porque no han comprendido que son partícipes del pecado cuando se juntan y tienen comunión con el pecador. No seáis partícipes de ellos, dice el Señor. Versículo 7. O no sabemos por las Escrituras, mis amados, o no sabemos que Dios es apartado del pecado. Hermanos, aquí me puedo quedar media hora dándole citas, pero solamente les voy a citar dos. Habacuc 1.13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal. Esto usted lo tiene que entender. El Señor nos está diciendo No, yo no veo el mal. No, él no soporta el mal. Salmo 45 7 hablando de Cristo dice has amado la justicia y aborrecido la maldad. Bueno, es claro hermanos que Dios está apartado del pecado, pero no solo eso. Dios no tiene comunión con los hijos de desobediencia que practican impenitentes el pecado. Vuelvo y repito. Dios no tiene comunión con los hijos de desobediencia que de manera impenitente practican el pecado. ¿Me lo cree o no me lo cree? ¿Qué dice usted? ¿Me lo cree? Bueno, lea el Salmo 7, versículo 11. Dios es juez justo y está airado contra el impío todos los días. Note entonces Note entonces que el Señor no solamente aborrece como tal el pecado, sino que está apartado del pecador impenitente. ¿Si lo vieron? Ojo con eso, mis amados hermanos. O el Salmo 11, 5. Jehová aprueba al justo, pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Hermanos, Dios nos llama. ¿A qué nos está llamando la tarde de hoy? A imitarlo. Nosotros caminamos con el Señor hermanos, lo conocemos a Él. Él ha permitido que nosotros le conozcamos por las Sagradas Escrituras. Vuelvo y repito, sabemos cómo habla, sabemos qué hace, luego lo que nos está pidiendo nada más y nada menos es, imítenme a mí. Yo aborrezco y me aparto del pecado, sino que también no tengo comunión con los impenitentes que lo practican. Ah pastor, Pero usted ahí si desacertó porque como Cristo tuvo comunión con los pecadores no mentiras Cristo se mezcló sin fastidio y reparo alguno con los pecadores porque a ellos también los amó Pero se mezcló para predicarles el Evangelio. No vemos a Cristo en pachangas o en reuniones o en marchas o en ningún otro asunto. Cuando vemos a Cristo con un pecador lo vemos porque les está predicando el Evangelio, mis amados. Quizás algunos de ustedes tienen compañías que no son dignas de un cristiano. perverso sería del pastor decirles les prohíbo esa compañía pero más perverso de ustedes si no las abandonan mis amados con lo que hemos dicho hermanos amados Con los pecadores impenitentes no debemos tener un compañerismo tal que los confunda. ¿Cómo así, pastor? Sí, sí, si usted tiene un compañerismo muy cercano, muy íntimo con los pecadores impenitentes, usted los va, usted los va a confundir. Porque ellos van a pensar que lo que ellos están haciendo, que el pecado que ellos aman, que ellos cometen, pues no es tan pecado, no es tan malo como el Dios que nosotros decimos amar. Hermanos, con ellos debemos ser amables, cordiales, con ellos debemos tener misericordia, ser benignos, bondadosos. A ellos debemos amar, ¿en qué sentido? Predicándoles el Evangelio, mis amados. Esa es la manifestación más grande de amor que podemos tener para con un pecador impenitente. pero con ellos no debemos tener comunión porque cuando miramos a nuestro Dios para imitarlo vemos que el no tiene comunión con los impíos impenitentes aquí es cuando muchos cristianos piensan no, eso ya es mucho, no, no, no esta iglesia ya se pasaron de límite yo mejor voy a regresar a mi pequeña iglesia donde me permitían decir soy cristiano y también tener una amistad con el mundo no dice la escritura hermanos el que es amigo del mundo se constituye en enemigo del dios vivo mis amados entonces donde estamos donde tenemos el estándar de dios ¿Por qué existen cristianos que no entienden que ser amigos de Dios y de sus prácticas es convertirse en enemigos de Dios? ¿Qué tan difícil es, mis amados hermanos, que nosotros comprendamos que estar en completa unión y estar en una coinonía, entre comillas, constante con un impío nos hace partícipes de su pecado? En inglés eso se llama guilt by association, es decir, culpa por estar unidos al culpable. Investigue ese término, culpables por estar unidos al culpable, guilt by association, culpables por asociación. ¿Usted sabía algo? Que cuando usted se junta con santos, eso es de bendición para usted, pero la santidad de los santos no va a ser la suya, pero cuando usted se junta con impíos, la impiedad de los impíos si va a ser suya. Esos somos los hijos de Dios hermanos. ¿Qué les hace creer a algunos cristianos que podemos rechazar el pecado, pero salir y gozarnos y disfrutar con quienes los cometen? Bueno, aquí hay una excepción. La mayoría de nuestras familias quizás son gente impía y nos gozamos con ellos, pero esas cosas son naturales. ¿Por qué? Porque nosotros no escogimos la familia donde nacimos, pero usted sí escogió el amigo con el que se goza. ¿Entendió eso? Eso es verdad. ¿Desde cuándo acá el creyente se cree la mentira de que podemos ser santos mientras contaminamos nuestras vestiduras con los hijos de desobediencia? Hermanos, no dice la escritura en 2 Corintios 6,14. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos. Algunas personas piensan que esto es no se casen con los incrédulos y si es verdad. Pero hay más implicaciones que no casarse con los incrédulos, mis hermanos. Está la cuestión del compañerismo. ¿Quiénes son sus amigos? ¿Quiénes son sus compañeros? Porque enseguida el texto dice, porque qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia y qué comunión, ojo con esto que es maravilloso, y qué comunión la luz con las tinieblas. Hermanos, en este contexto del cual hablaremos la próxima semana, el Espíritu Santo nos llama hijos de luz y nos manda a andar como hijos de luz. ¿Qué comunión tenemos los hijos de luz con los hijos de las tinieblas? No, pastor, entonces no puedo hablar con nadie. Hermanos, la oración de Cristo no fue esa. La oración de Cristo es que seamos protegidos del mundo, no que salgamos del mundo. Así que nos llevemos las cosas al extremo. Estamos en el mundo y hermanos convivimos con el mundo, interactuamos con el mundo, pero no tenemos íntima comunión con los hijos del mundo. Esto lo debemos saber. Entendamos pues que el estándar de Dios no sólo es apartarnos del pecado que no nos conviene, que no es natural en nosotros, sino apartarnos de los pecadores que ni de manera impenitente tampoco nos convienen El Dios que sienta este estándar de santidad y que te llama hoy a imitarlo te recuerda con amor no seáis pues partícipes con ellos partícipes ¿de qué? de sus pecados ¿por qué? por no apartarse de ellos Hermanos, vengamos a la conclusión y simplemente digamos en el versículo 1, Sed pues imitadores de Dios, Dios no puede pedirnos que seamos algo que Él no es. Es decir, no obstante que para Dios es claro que no podemos imitarlo en el pleno y extenso sentido de la palabra Él no puede pedirnos que seamos medio perfectos o medio misericordiosos o un cuarto de santidad Dios es santo y nos dice sean santos como yo soy santo así que querida familia nuestro deber es depender de la gracia de Dios y del poder del espíritu para imitarle en aquellas cosas en las que somos llamados a imitarle que particularmente a la luz de este texto es el amor y la santidad ese es el estándar amar al Señor y amar a los hermanos como Cristo se entregó por nosotros santidad viviendo apartados De todas cuestiones, de toda cuestión obscena, de toda cuestión pecaminosa Y también apartados de quienes practican tales cosas Así que yo pongo delante de ustedes en esta tarde el estándar del Señor El estándar de vida establecido por Dios para su gloria Pregunta Con esto termino, préstale mucha atención ¿Puede usted cumplir el estándar a la perfección? Yo quiero ver ¡No! No lo podemos hacer Pero como lo hemos dicho una y otra y otra vez Dios no nos llama a imitarlo a la perfección sino que nos llama a imitarlo Entienda bien eso Así que pongamos la mirada en el Señor, pidamos la gracia del Espíritu y recordemos que nuestro gozo es descansar en el hecho de que Cristo perfecciona nuestra obediencia para hacerla perfecta y agradable ante Dios. Descansemos en Cristo, mis amados, pero no nos olvidemos del estándar que tenemos delante de nosotros. ee
El Estándar de Vida para el Creyente
Series Efesios
Serie: Exposición de la Carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Sermón #37
Título: El Estándar de Vida Establecido para el Cristiano.
Cristiano, comprende algo: no es conforme a la razón que Dios nos pida algo que no podemos hacer o nos llame a hacer algo que no podemos obedecer. En ese orden de ideas, no obstante, ¿sabe usted que Él nos llama a imitarlo? En este sermón se explica en qué sentido somos llamados a imitarle y se responde a la pregunta ¿desobedecemos si no somos como Él es, o en su defecto, si no lo imitamos a su perfección?
Ver en YouTube: https://youtu.be/FOPsnza5LKc
Descargar video o audio para ver o escuchar sin conexión (muy fácil): https://web.sermonaudio.com/sermons/9224161061967/v
Sermon ID | 9224161061967 |
Duration | 1:00:25 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ephesians 5:1-2 |
Language | Spanish |
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