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El título del sermón es La Gloria de Dios en los Detalles, Escritura Primera de Reyes, capítulo 6, serie El Reino Eterno. Si gustan ponerse de pie una vez más, pueden hacerlo. Esta es la palabra del Señor. Son treinta y pico versículos, los voy a leer todos. Aquí están codos y detalles así, así que vamos a ver la gloria de Dios en los detalles. Y sucedió que en el año 480 después de los israelitas salieron de la tierra de Egipto en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel. En el mes de Sif, que es el segundo mes, comenzó Salomón a edificar la casa del Señor. La casa que el rey Salomón edificó para el Señor tenía 60 codos de largo, 20 codos de ancho y 30 codos de alto, y el pórtico delante de la nave del templo tenía 20 codos de largo, conforme al ancho de la casa, y su ancho al frente de la casa era de 10 codos. También para la casa hizo ventanas con celosias. Junto a la pared de la casa edificó pisos alrededor de las paredes de la casa, tanto de la nave como del santuario interior. También hizo cámaras laterales en el deredor. El piso inferior tenía cinco codos de ancho, el del medio tenía seis codos de ancho y el tercero tenía siete codos de ancho, porque por fuera hizo rebajos en la pared de la casa por todo alrededor para no importar las vigas en las paredes de la casa. La casa, mientras se edificaba, se construía de piedras preparadas en el cantera y no se oyó ni martillo, ni hacha, ni algún instrumento de hierro en la casa mientras la construían. La entrada a la cámara lateral inferior estaba al lado derecho de la casa y se subía por una escalera de caracol al piso del medio y del medio al tercero. Edificó pues la casa y la terminó y cubrió la casa con vigas y tablas de cedro. También edificó pisos junto a toda la casa, cada uno de cinco codos de alto, y estaban asegurados en la casa con vigas de cedro. Y la palabra del Señor vino a Salomón diciéndole, en cuanto a esta casa que estás edificando, Si tú andas en mis estatutos, cumples mis ordenanzas y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la cual habría David, tu padre. Habitaré en medio de los israelitas y no abandonaré a mi pueblo Israel. Cuando Salomón terminó de edificar la casa, construyó las paredes de la casa por dentro con tablas de cedro. Desde el suelo de la casa hasta el techo, Recubrió las paredes interiores con madera. También recubrió el piso de la casa con tablas de cifres. Edificó los 20 codos del fondo de la casa con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo. Así le edificó al santuario interior el lugar santísimo. La casa, es decir, la nave delante del santuario interior tenía 40 codos de largo. Y por dentro de la casa estaba revistida de cedro tallado en forma de las calabazas y flores abiertas, todo era de cedro, no se veía la piedra. Entonces, preparó dentro de la casa el santuario anterior para colocar allí el arca del pacto del Señor. El santuario anterior tenía 20 codos de largo, 20 codos de ancho y 20 codos de alto, y lo revistió de oro puro. El altar lo recubrió de cedro. Salomón revistió el interior de la casa de oro puro, Puso cadenas de oro a lo largo, al frente del santario interior y lo revistió de oro. Revistió de oro toda la casa hasta que toda la casa estuvo terminada. También revistió de oro todo el altar que estaba junto al santario interior. También en el santario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de alto. Una ala del querubín tenía cinco codos y la otra ala del querubín cinco codos. Desde la punta de una de sus alas hasta la punta de la otra de sus alas había diez codos. El otro querubín también medía diez codos. Ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma. La altura de uno de los querubines era de diez codos y asimismo la del otro querubín. Colocó los querubines en medio de la casa interior Las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba una pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus otras dos alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa. También revistió de oro a los querubines. Luego esculpió todas las paredes de la casa en derredor con grabados de figuras de querubines, palmeras y flores abiertas tanto en el santuario interior como en el exterior. revistió de oro el piso de la casa del Santario interior y el exterior. Para la entrada del Santario interior, Salomón hizo puertas de madera de olivo, el dintel y posteles pentagonales. Las dos puertas eran de madera de oliva y el tallo en ellas, figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, las revistió de oro. Cubrió también de oro los querubines y los palmares. Además, para la entrada de la Nave hizo postes cuadrangulares de madera de olivo y dos puertas de madera de cifres. Las dos hojas de una puerta eran giratorias y las dos hojas de la otra puerta también eran giratorias. Talló en ellas querubines, palmeras y flores abiertas y las revistió de oro bien ajustado a la talladura. Edificó el áltaro interior con tres hileras de piedra labrada y una hilera de vigas de cedro. En el cuarto año, en el mes de Sif, se echaron los cimientos de la casa del Señor. Y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la casa fue a acabar en todas sus partes y conforme a todos sus planos, la edificó, pues, en siete años. Amén. Muchos detalles para considerar. Oremos, Padre, te damos gracias. Abre nuestros entendimientos. Bendice esta voz que me está dando dificultad. Padre, pon esta palabra en nuestros corazones. Enséñanos la belleza que se encuentra en este capítulo, que se puede perder muy pronto cuando consideramos, Padre, todos esos detalles. Pero aquí, Padre, en estos detalles está Tu gloria. Ayúdanos a encontrarla por Tu Espíritu Santo. Pedimos en nombre de Jesús y Tu gloria. Amén y Amén. Pueden tomar sus asientos amados. En nuestro pasaje, Dios ha elegido comunicar su palabra en forma de un informe de construcción y realmente debemos poner mucha atención porque aquí se encuentra algo especial. Como hemos mencionado repetidamente, cada parte de la Escritura tiene como objetivo llevarnos a Dios y apuntarnos a Cristo. Cada pasaje está escrito para fortalecer nuestra fe. Y Primera de Reyes, capítulo 6, no es diferente. Cuando lo leemos atentamente, guiado por el Espíritu Santo, nos dirigimos hacia una vida de santidad. Así que Primera de Reyes, capítulo 6, con su descripción detallada del Templo de Salomón, es más que un simple relato histórico. Representa el camino espiritual de construcción de una vida dedicada a la santidad. el diseño y la construcción del templo nos recuerdan que nosotros también estamos llamados a construir cuidadosamente e intencionalmente nuestras vidas espirituales y que cada detalle de nuestras vidas tiene que acercarnos más a la presencia de Dios y profundizar nuestra fe en Jesucristo. Tal como Salomón construyó detalladamente, escuchando las específicas instrucciones de Dios, nosotros estamos construyendo nuestras vidas espirituales de esta misma manera. Entonces, hoy nos centraremos en los puntos clave del texto, que son tres, y que mi oración es que Dios abra nuestras mentes a lo que Él quiere enseñarnos. El versículo número uno tiene nuestro primer punto, si quieren mirar el versículo uno conmigo. El versículo uno nos enseña que Dios no descansará hasta que su pueblo descanse. Otra vez, Dios no descansará hasta que su pueblo descanse. Y sucedió que en el año 480, después que los israelitas salieron de la tierra de Egipto, en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Esif, que es el segundo mes, comenzó Salomón a edificar la casa del Señor. Para entender nuestro texto, debemos estudiar otro pasaje en que el Dios cumplió una promesa significativa a su pueblo. El autor nos apunta al relato del éxodo. Él nos apunta al relato del Éxodo. Escucha otra vez. Y sucedió que en el año 480 después que los israelitas salieron de la tierra, ¿de qué? De Egipto. Él está hablando del Éxodo. Y específicamente él está hablando del Éxodo 12.40 al 41. Que dice lo siguiente. El tiempo que los israelitas vivieron en Egipto fue 430 años. Y después de los 430 años, en aquel mismo día, todos los ejércitos del Señor salieron de la tierra de Egipto. Usted se recuerda la historia. Abraham tenía hijos y tenía un hijo y el Señor le dijo que de él iban a salir la nación de Israel. Dios le prometió a Abraham que su posteridad iba a ir a Egipto y que ahí iban a prosperar por un tiempo y después que iban a ser que esclavizados y Dios le dice a Abraham después de cuatrocientos años, fue cuatrocientos treinta, después de cuatrocientos años yo los voy a visitar de nuevo y entonces yo los voy a traer a esta tierra que tú andas ahora, la tierra prometida Y así como el Señor prometió a Abraham estas ciertas cosas, es lo que ocurrió 430 años después, cuando el pueblo estaba gimiendo a Dios por el calor y la dureza de su esclavitud, usted se recuerda el Señor mandó a Moisés. Y el Señor lo sacó de la mano de Egipto, lo sacó de la presencia de Egipto. Y eso representa algo espiritual para usted y para mí. Salir de Egipto, salir del mundo, salir de la esclavidad, es salir a la libertad que hay en Cristo. Y salir de la presencia de Faraón, es salir de la presencia de Satanás él mismo. Estas son las cosas que representa. Y Irael fue libertado por Dios de acuerdo a las promesas de Dios en Éxodo 12, 40 al 41. El escritor de nuestro pasaje ve esta fecha en el versículo 1 como muy importante y la conecta con el relato del Éxodo de Egipto y dándonos un número clave de más de 400 años. ¿Por qué es tan importante esta fecha? Bueno, marca el comienzo de una nueva era para el pueblo de Dios, muy parecido a lo que había ocurrido delante del Éxodo. tal como el Señor los libertó del éxodo, ahora Israel iba a tener paz, ha llegado el tiempo dorado, la época dorada del reino de David. David peleó, David conquistó todos los enemigos, ya no había ninguna amenaza, Salomón era un reino de paz y ahora siendo el rey de paz se puede construir un templo al Señor porque hay paz para el pueblo de Dios. En Éxodo, los más de 400 años significaron el fin de la esclavitud y la celebración de la libertad. En nuestro pasaje de hoy, los más de 400 años significa el fin de Israel estar amenazados por sus enemigos y el establecimiento de la presencia permanente de Dios entre su pueblo. Antes de eso Dios estaba en Tabernáculos, en una tienda, moviéndose con su pueblo. Él se movía, su pueblo se movía. El pueblo no estaba estable, Dios no estaba estable. La adoración de Dios se movía cuando el pueblo se iba a ir de frente a los lugares. Y cuando entraron a Israel, Uno diría, pero eso fue tiempo permanente, ya tienen la tierra. Sí, pero había enemigos, había amenazas, había problemas. Bajo los jueces nunca fueron estables en paz. Durante el reino de Saúl nunca estuvieron estables en paz. Y entonces viene David, y Dios le ayuda a David, bendiza a David, y David trae paz. Y ahora que el pueblo está establecido en la tierra, y tienen paz, y pueden descansar, ahora Dios puede tener un lugar permanente para descansar. Pueden verlo, amados. Porque la lección aquí espiritual es algo increíble para nosotros considerar. Por lo tanto, Primera de Reyes, capítulo 6, versículo 1, celebra el don del descanso. el don de descanso. Esta idea proviene del pacto davídico en el que Dios prometió poner fin a la inestable existencia de Israel mediante las victorias de David. Usted recuerda ese pacto, fue en 2 Samuel 7, 10 al 11, cuando Dios dice, asignaré también un lugar para mi pueblo Israel. y lo plantaré allí a fin de que habite en su propio lugar y no sea perturbado de nuevo ni los malvados los aflijan más como antes desde el día en que ordené que hubiera jueces sobre mi pueblo Israel a ti te daré reposo David de todos tus enemigos el Señor también te hace saber que el Señor te edificará una casa a ti entonces como podemos ver Dios dice de que salieron de Egipto mi pueblo nunca ha estado que estable. Si han conquistado la tierra, si viven en casas permanentes, si tienen ciudades permanentes, pero nunca han estado que estables. Siempre han habido que enemigos. Nunca han llegado a la época de paz que trae el reino en la época de oro. Todavía nunca han llegado. Dios los sacó de la esclavitud igual que nos sacó a nosotros. Dios nos da el reino tal como lo tenemos nosotros. El reino ha llegado, pero no ha llegado finalmente. Y nosotros estamos molestados por enemigos, por causas, por malvadez que viene a nosotros, y nosotros no hemos llegado al reino del oro, la época del oro, cuando el reino de Dios se ha establecido. ¿Para qué? Para siempre. En ese momento el pueblo del Señor tendrá paz eterna y Dios descansará porque su pueblo ha llegado a casa. Bueno, gloria a Dios, amén. Podemos ver esta cuenta enseñándonos algo espiritual. Entonces a David se le prometió, mira, yo te voy a dar paz. Nunca lo ha tenido, te voy a dar paz. Y cuando yo te dé paz, yo te construiré una casa. Y ya que tú construyas una casa, tu hijo construirá una casa para mí. Cuando Israel y David y el pueblo estén en paz, Entonces yo tenía un lugar permanente para descansar delante de ustedes también. Porque Dios, Dios no descansa hasta que descanse su qué? Su pueblo. Y si usted no descansa hoy, no estamos descansando. Todavía hay problemas, hay tribulaciones, hay peligros espirituales. hasta que nosotros, todo el pueblo del Señor, todos los elegidos de todo el tiempo, lleguen a casa y tengan paz, Dios va a continuar obrando en nosotros, moviéndose con su pueblo. ¡Qué gran bendición tenemos en Él! Desde que salió de Egipto, entonces, y entró en la tierra prometida, Israel permaneció inestable y enfrentó constante amenazas y guerra. Nunca había conocido el descanso de la promesa de Dios a David, hasta que Dios la cumplió. Por lo tanto, aprendemos que Dios no descansaría hasta haberle dado descanso a Israel, su pueblo. Y aquí podemos ver esto en 2 Samuel 6 al 7, pues dice aquí, dice pues, no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los israelistas hasta hoy. El éxodo, ¿lo pueden ver? Dios, cuatrocientos treinta años para sacarlos de Egipto, cuatrocientos ochenta años para darle que descanso. En todos, nuevecientos diez años. Imagínense las promesas de Dios, nuevecientos qué, diez años. Tu pueblo va a ir, tu descendencia va a ir a Egipto, van a ser esclavos, sacaré cuatrocientos años, cuatrocientos treinta años. Después cuatrocientos treinta años, cuatrocientos ochenta años, después es cuando llegan a descansar completamente. en total 910 años. Pues no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los israelitas hasta hoy. ¿Por qué? Porque no habían descansado, sino que he andado errante en una tienda, en un tabernáculo, donde quiera que he ido con todos los israelitas. ¿Pueden ver? Dicen, yo no tengo una casa permanente. Yo he estado, ¿qué? Errante moviéndome en un tabernáculo donde quiera que vaya qué, mi pueblo. Yo no descanso hasta que lo hagas ello qué, descansar. Yo no sé si esto anima su corazón, yo no sé si trae agradecimiento a su vida, considerar que Dios continúa moviéndose con su pueblo aún hoy porque todavía no hemos llegado a la etapa final del descanso que se encuentra en el reino eterno. Escuchen lo demás, lo que dice. Hablé palabra a alguna de las tribus de Israel, a la cual haya ordenado que pastorea a mi pueblo Israel, diciéndoles, ¿por qué ustedes no han edificado una casa de cerro? ¿Alguna vez pidió una casa? Permanente no, ¿por qué? Porque mi pueblo estaba errante, y yo estaba errante con ellos. Mi pueblo estaba en tiendas, yo estaba en tiendas con ellos. Mi pueblo llegó a Israel, pero todavía había amenazas, no podía descansar hasta que yo los librara completamente por el rey David, que representa a quién. a Jesucristo, que trae la paz. Conquista a los enemigos y trae la época dorada de paz. Gloria a Dios. Así que el templo, el lugar de descanso de Dios, finalmente pudo haber sido construido ahora, en el tiempo de Salomón, porque Israel finalmente había realizado las promesas. 910 años después llegó el tiempo de la época dorada del reino, llegó la paz eterna. o semieterna, vamos a decirlo, una foto de un descanso eterno, pero llegaron a la época eterna que la trajo quien es el rey David, con que su sacrificio eliminó todas las amenazas y trajo que descanso y paz al pueblo. Aquí se encuentra el evangelio claramente predicado para nosotros. Escuche el siguiente versículo o pasaje, primera de 5.35. Tú sabes, dice Salomón, Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del Señor su Dios a causas de las guerras en que se dio envuelto hasta que el Señor puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Él no pudo edificar, él quería edificar la casa permanente para Dios. símbolo de la presencia de Dios permanente con su pueblo, símbolo del descanso, pero Dios le dijo, tú no lo puedes, tú eres un hombre de sangre, hay guerra, hay guerras cartelias, tú tienes que traer paz, tú tienes que sacrificar tu vida para traerle paz a mi pueblo. Aquí se encuentra el Evangelio. Pero ahora el Señor mi Dios me ha dado paz por parte de David por todas partes. No hay adversario, no hay calamidad. Por tanto, pienso edificar una casa al nombre del Señor mi Dios, como el Señor había hablado a mi padre David. Tu hijo, Salomón, a quien pondré sobre tu trono en tu lugar, él edificará la casa a mi nombre. ¿Por qué? Porque el pueblo finalmente tiene paz. Porque David trajo paz. y en Cristo tenemos paz, amén. Todavía estamos abatidos en este mundo, pero llega el momento donde Cristo establecerá el reino completo y ahí descansaremos nosotros y Dios con nosotros. Así que el éxodo ahora estaba verdaderamente cumplido. Nosotros creemos que el éxodo fue cumplido cuando el Señor lo sacó, ¿de qué? De Egipto, pero no lo había cumplido hasta 480 años después, cuando en Por primera vez tuvo paz militar, paz financiera, paz económica, ¿verdad? Dice la palabra que cada hombre vivía bajo su propia higuera, ¿verdad? Que cada hombre vivía en paz, no había enemigos, no había problemas, y en ese tiempo Dios dice, están descansando mi pueblo por lo que la vida ha hecho, ahora es tiempo de yo descansar con ellos. Gloria a Dios por esta verdad. Así que el éxodo nunca hubiera sido completado hasta este momento. Dios no solo salvó a Israel de la esclavitud, también le dio paz. Él es el Dios que libera y establece a su pueblo. ¿Qué nos enseña todo esto a nosotros hoy, en el año 2024? Amados, se nos recuerda que debemos perseverar también con paciencia. El Señor le prometió a Israel, te voy a sacar de Egipto, te voy a dar la tierra, Estaré con ustedes en paz y en presencia. Y entre las promesas y cumplimientos fueron, ¿qué? 910 años. Es un largo tiempo para esperar en promesas. Amén. Y la iglesia ha estado esperando el regreso de Jesucristo por más de 2,000 años. Mucho tiempo para esperar por unas promesas. Amados, se nos recuerda que debemos perseverar con paciencia. La obra redentora de Dios puede tomar mucho tiempo, incluso siglos, como los 400 años aquí mencionados. Sin embargo, las profesas, las promesas de su pacto son tan seguras que llega el tiempo donde se marca en el calendario, como aquí en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Sid, que es el segundo mes, comenzó Salomón a edificar la casa del Señor, como Dios había prometido. La obra de Dios es intencional, La obra de Dios es segura, pero a veces la obra de Dios se nos parece lenta. Cuidado con acosar a Dios con ser lento, cumplir sus promesas. Hay algunos de ustedes que han caminado con Cristo por mucho tiempo en su vida, por décadas. Ustedes dirían, cuando primero me convertí, yo dije, Cristo viene pronto, mañana. Estoy listo para ir después de 20, 30, 40 años. Estamos diciendo Cristo viene pronto. ¿Dónde está? Se nos hace un poquito más difícil de creer. Bueno, la iglesia está diciendo Cristo viene pronto por más de 2,000 años. Incluso Pablo, cuando él habla, se dice, usted sabe que Él va a venir en cualquier momento. Él lo estaba esperando en su propia vida. Y nosotros llegamos al punto, como dice la Palabra de Dios en 2 Pedro, llegan algunos que dicen, ¿Dónde está el Señor? ¿Dónde están sus promesas? Todas nuestras vidas hemos escuchado estas cosas y no ocurren, son mentiras, nunca van a ocurrir. Nosotros tenemos que saber, tal como Israel esperó 910 años para el cumplimiento de paz, nosotros tenemos que esperar porque viene el día. según de Pedro nos recuerda de tal cosas en 3, 8 y 9 donde dice pero amados no ignoren esto que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día el Señor no se tarda en cumplir sus promesas nosotros decimos pero como que no se tarda son dos mil años para nosotros dos mil años son muchos años el Señor no se tarda para el dos mil años para un ser eterno que son dos mil años una gota en el tiempo ni una gota. El Señor no se tarda en cumplir sus promesas, en un agudo se entiende la tardanza, sino que es paciente para con ustedes los elegidos, no queriendo que nadie de los elegidos perezca, sino que todos vengan ¿a qué? Al arrepentimiento. Entonces, ¿qué sabemos? Tenemos que perseverar, ir hacia adelante. Si Israel esperó 910 años para tener un templo y mirar la presencia de Dios presente con ellos, nosotros también tenemos que esperar. Es importante, entonces, saber que si hemos sido liberados del faraón de este mundo, Satanás, del Egipto, del mundo, que si Dios ha hecho por nosotros, todavía enfrentamos ataque constante, igual que Israel por 480 años. Nuestra esperanza proviene en mirar hacia el prometido reino eterno de Dios, donde finalmente tendremos un descanso duradero y la presencia eterna de Dios. En otras palabras, Deme aplicarle todo esto a su vida personal. Usted fue esclavizado por Egipto. ¿Amén? Servía al faraón que era Satanás. La servidumbre era dura. El Señor le abrió los ojos, usted clamó y pidió que lo libertara. El Señor manda a Moisés, a Jesucristo, que los salva de su, ¿qué? Esclavitud. Y usted dice, ahora voy a entrar a la fiera prometida. 400 años después, 480 años después, continuamos con el Señor. Sí llegamos, salimos del desierto, entramos al reino de una manera específica que estamos hoy, pero no estamos completamente estabilizados. El reino todavía no está completamente estabilizado en este mundo. ¿Qué significa? Que en nuestras vidas van a haber dificultades. para no tener problemas, pero llega el momento donde el Señor declarará paz eterna, donde Cristo se sentará en el reino, donde no habrá más guerras, no más llantos, no más pecados, y el pueblo del Señor descansará y Cristo descansará con ellos para siempre. Amén. Es la misma cosa, es el ciclo aquí que se mira del Evangelio. Miremos el versículo 2 al 10 y el versículo 14 al 36, 2 y 10, 2 al 10 y 14 al 36. Y aquí, el segundo punto es que la gloria de Dios está en los detalles. La gloria de Dios se encuentra, ¿dónde? En los detalles. El escritor describió el templo en el siguiente orden. El exterior, versículo 2 al 10. El interior, del 15 al 30. mucho más detalle en el interior que en el exterior. Las entradas, en el versículo 31 al 35. El atrio, en el versículo 36. La casa, se nos da la medida, eran 60 codos de larga, 20 codos de ancho y 30 codos de alto, aproximadamente 90 por 30 por 45 pies. 90 por 30 por 45 pies. Tres niveles en la casa del Señor, 45 pies alto, Hicela para treinta pies de ancho y noventa pies de largo. Tenía un poche de diez codos de profundidad que viene siendo quince pies a lo ancho del frente de la casa. Estas medidas no incluían el patio, no se nos da la medida del patio. El templo, si usted se lo puede imaginar, era un rectángulo gigante. Noventa, treinta por cuarenta y cinco. Es difícil para nosotros ver esas cosas en nuestras mentes, ¿verdad que sí? Era un rectángulo grande con muchos cuartos, incluso el lugar santísimo. Y se nos enseña que el autor aquí solo usa ocho versículos para escribir lo exterior, pero usa aquí 16 versículos para escribir el interior. ¿Por qué tantos para el interior y tantos pocos para el exterior? ¿Por qué tantos los detalles así? Una de las razones es que la israelita normal nunca podía entrar al interior del templo. Podían ir afuera a las fuertes, mirar el exterior, todo lo que querían cuando venían a alabar al Señor. Pero sólo los sacerdotes podían entrar al interior. Y sólo el sumo sacerdote al lugar santísimo. Entonces, la israelita normal, común, nunca pudiera entrar al templo para mirar la gloria. Así que el autor, en la gracia del Señor, lo describe con más detalles para que ellos puedan tener una foto en su mente de la gloria, la grandeza del Señor. Es lo que está ocurriendo aquí. Entonces el escritor les ofrece un recorrido por el lugar santo de Dios. Esto permite imaginar cómo era y ver los querubines en un lugar santísimo en la mente. El salón del trono de la gracia, él lo describe todo para ellos. Y el escritor describe especialmente los panales de cedro en el salón principal y en el santuario anterior, en el versículo 15 al 18. Y luego destaca el uso del oro. No sé si ustedes vieron cuánto oro se estaba poniendo en este lugar, pero fue mucho oro. El oro se menciona un total de 11 veces. 11 veces. en el versículo 20, en el versículo 21, tres veces, en el 22, dos veces, en el 28, el 30, el 32, dos veces y el 35. El oro se menciona por donde quiera en este pasaje. El santario interior y el salón principal estaban cubiertos de oro, al igual que el altar frente al santario interior. Los enormes querubines de madera de olivo del santario interior estaban cubiertos de oro, versículo 28. al igual que las puertas de Olivo en la entrada del salón principal y del Santuario anterior en el versículo 32 y 35. Incluso hasta el piso del templo estaba cubierto de oro, versículo 30. Imagínese con las luces prendidas, el oro resplandiente, la luz brincando de todas las paredes del piso, los querubines ahí con las alas, el arca de Dios en el medio, imagínese ¡Qué belleza! ¡Qué luz! ¡Qué majestad! ¿Qué deberíamos pensar entonces de todo este uso de oro? Hay gente que no tratan a Salomón aquí bien. Dicen, ah, esta es Salomón jactándose, enseñando que él sí tenía dinero, porque sí lo tenía. Esta es Salomón enseñando, sacando el pecho, dice, mira lo que yo he hecho por el Señor. Esta es la extravagancia de Salomón. Y hay otros que dicen, ¿pero por qué tanto desperdicio? Esto era un desperdicio de minero. Así también lo hicieron, se recuerdan, en el tiempo de Cristo. En Mateo 26, 7 al 10, dice la Palabra, se acercó a Él una mujer con un frasco de alabasto de perfume muy costoso y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado a la mesa. Pero al ver esto, los discípulos se indignaron y decían, ¿para qué este desperdicio de dinero? Porque este perfume pudiera haberse vendido a gran precio y el dinero haberse lo dado a los pobres. Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo, ¿por qué molestan a esta mujer? Pues buena es la obra que me ha hecho. Yo digo, lo mismo de Sálamo. buena es la obra que él había hecho. ¿Por qué, amados? Bueno, porque dice la palabra de Dios que él construyó el templo tal como los detalles que Dios le dio. Esa era la voluntad de Dios. No era desperdicio, era la voluntad de Dios. El texto sobre el oro aquí no se presenta de una manera negativa expresa asombro a la grandeza de Dios. La grandeza del templo simboliza al Dios de Israel. El oro enfatiza la gloria divina de Dios. Usted recuerda que cuando Cristo era un muchachito y vinieron los tres reyes para alabarlo, ¿qué le presentaron? ¿Cuál era uno de los presentes que le dieron? Oro. ¿Porque era qué? El Dios divino. Y esto representa aquí el Dios divino. elección del oro del templo, o sea, la selección del oro del templo es que debemos, la elección, perdón, del oro del templo es que debemos ofrecer a Dios lo mejor que podamos. Reflejando al mundo el esplendor de Dios, ya sea en la adoración nuestra, el estudio o el trabajo diario. Mira, no estamos pidiendo que dé un oro. No le estoy pidiendo dinero, nunca le he pedido dinero, nunca se lo voy a pedir. Pero lo que estamos aquí diciendo es que cuando construimos para el Señor, tenemos que usar lo mejor para que el mundo vea la gloria de Dios. Ese era el punto del templo. Que todas las naciones vinieran y se maravillaran y dirán, ¿pero cuál es este Dios? ¿Cuál es este Dios? Mira la belleza de su templo que representa la presencia viva de Dios entre su pueblo. Y ustedes que son el templo del Señor están construyendo esa casa para el Señor. ¿Qué están usando para la casa de Dios? Es la buena pregunta que hacer. En todo lo que usted hace, lo mejor, los materiales, deben de ser usados para la gloria de Dios. Segunda de Samuel nos enseña lo siguiente. Pero David dijo a Aruna, no, sino que ciertamente por precio te compraré la tierra, pues no ofreceré al Señor mi Dios holocausto que no me cueste nada. ¿Pueden ver? ¿Qué dice David? Para servir a Dios me tiene que qué? Costar. Le tengo que dar mi mejor. No puedo darle al Señor lo que sobra, sino lo mejor de mi vida. Y amados, creo que aquí está el principio. Ustedes están construyendo sus vidas. ¿Amén? Están construyendo su vida para el Señor. No pueden ofrecerle al Señor lo que no valga nada. Usted le tiene que dar al Señor lo mejor de su vida. Por lo tanto, me harán la pregunta, ¿pero qué le vamos a dar al Señor? ¿Cómo le damos lo mejor a Dios? Bueno, hay tres principios de darle lo mejor al Señor. Lo primero es que le entregamos a Dios todo nuestro ser, porque ese es el mandato del primer mandamiento, ¿verdad? Amarás a Dios con toda tu alma, con todo tu corazón, con toda tu vida, con toda tu fuerza, con todo lo que tú tengas. Ese es el mejor oro que usted le puede dar a Dios. Dale al Señor toda tu vida. No hay ninguna parte de esta vida que me pertenezca ni todo le pertenece a Dios. Amén. Y cuando usted vive de esa manera que dice, le voy a dar lo mejor a Dios y lo mejor que le puedo dar es mi lealtad completa a este Dios. Lo que Él mande, yo haré. Lo que Él diga es cierto. Como Él quiera que yo viva, viviré porque Él es el Dios que merece todo. Principio número dos, le tenemos que entregar a Dios lo primero de nuestras vidas. ¿El primero era qué? Dale todo a nuestras vidas. ¿El segundo es qué? Dale lo primero a nuestras vidas. Las obras nunca deben ser para el Señor. ¿Amén? Otra vez, las obras nunca deben ser para el Señor. Y miramos eso en todo el Antiguo Testamento una vez cuando viene Dios y le dice a Israel ¿Por qué me das las sobras en el altar? ¿Por qué no se las das a tu Gobernador? ¿Por qué me das lo que no es perfecto, lo que no es hermoso, lo que tiene defecto, lo que es ciego, lo que no puede caminar? ¿Por qué me das lo que sobras? Dame lo mejor. Dime por tu adoración que tú me amas con todo tu corazón dándome lo mejor, lo primero. no lo que te sobra. Dios no debe ser el segundo pensamiento, tiene que ser el primero. Y esto puede hablar de su atención, darle lo primero al Señor, su atención, su trabajo, su energía, su dinero, todo, dale lo primero al Señor. Y el tercer punto, entregamos a Dios nuestro trabajo más superior, más superior. Cuando voy al trabajo, el trabajo superior. Como padre, trabajo superior. Como esposo, trabajo superior. Como esposa, trabajo superior. Pueden verlo a manos. Lo mejor para Dios. Así que le entregamos nuestro ser, le entregamos lo primero y le damos lo superior. Amén. Y cuando tenemos esa actitud, Esa casa, ese templo de nuestras vidas, resplandece con el oro divino de Dios. Y la luz que pega, brille, sale y la gente mira a nosotros. Un templo dice, wow, ahí vive un Dios que es increíblemente grande. Porque mira la vida de este hombre. Mira la vida de esta mujer. Bueno, sigamos al tercer punto, si me permiten. Y ese se encuentra en el versículo 11 al 13, si tienen sus Biblias abiertas. Y el punto es el siguiente, la prioridad de la pureza y la santidad. Otra vez, la prioridad de la pureza y de la santidad. Déjenme leer estos tres versículos. Y la palabra del Señor vino a Salomón diciéndole, en cuanto a esta casa que estás edificando, si tú andas en mis estatutos, cumples mis ordenanzas y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, Yo cumpliré mi palabra contigo, la cual hablé a David tu padre. Habitaré en medio de los israelitas y no abandonaré a mi pueblo Israel. ¡Qué palabra más increíble! Estos reciclos se destacan del resto del pasaje. Hay algunos comentaristas que dicen que estos reciclos no fue parte del libro original. y apuntan y dicen, no es parte del libro original porque Salomón estaba escribiendo lo exterior, Salomón estaba escribiendo lo qué, lo interior y aquí en el medio está esto, como que alguien lo injertó aquí para interrumpir el pasaje. Ciertas personas deben de subirla más cuidadosamente. Sí, Salomón está hablando del exterior. Sí, Salomón está hablando del interior. Sí, esta parte interrumpe, interrumpe lo que se estaba diciendo, pero es importante interrumpir porque Dios le quiere recordar a Salomón algo. Este edificio tan lindo y tan hermoso, lleno de tanto oro, tan espectacular y grande, donde va a estar mi presencia descansando con ustedes, sólo tendrá mi presencia mientras tú, Salomón, ames y sirvas a Dios. Si tú no amas y sirves a Dios, Salomón, yo me voy a ir de este lugar, y lo que quedará es un edificio vacío. Amén. Y usted dirá, pero eso es mucho, poner en los hombros a un hombre. Sí, claramente, pero Salomón era el rey. Amén. y Dios le pone toda la responsabilidad a Salomón por el pueblo. ¿Por qué? Porque si el rey escuche, el líder escuche, por favor, ama a Dios, se entrega completamente a Dios, construye con todo su corazón, se somete en obediencia a la palabra de Dios, vive una vida santa y una vida pura. Si es el líder, hace eso, el pueblo donde él liderea, lo seguirá. Si Salomón dice, solo alabaremos a Dios, si Israel solo puede alabar a quién? a Dios. Si Salomón dice no vamos a alabar a falsos dioses y el que encontremos alabando a falsos dioses seguramente morirá, él iba a purificar la tierra. Si Salomón esperaba que todos vinieran al templo a adorar y a escuchar las palabras, ellos vinieron a venir. Donde vaya Salomón va quien? El pueblo de Dios, porque él es el líder. Si Salomón le da la espalda a Dios, si Salomón se olvida de las cosas de Dios, el pueblo rápidamente entrará en la idolatría. Si el rey no cree que es importante alabar a Dios, ¿por qué vamos a alabar a Dios? El pecado entraría rápidamente si el rey le diera la espalda a Dios. Y lastimadamente, sabemos que eso fue lo que ocurrió. En su viejez se olvidó de su Dios, de cómo él amaba a Dios en su juventud. y porque Salomón no caminó con Dios y Israel sufrió. Y hermanos, no sé si usted está poniendo atención, aquí nadie no es un rey de una nación, pero todos somos líderes. De una manera u otra, líderes sobre hijos, líderes sobre nuestro hogar, hombres sobre sus esposas, en el trabajo, Algunos somos patrones, algunos servimos, pero todos somos líderes. Todos tenemos dado un ejemplo a las personas que están bajo nuestro liderazgo. Y si nosotros no alabamos a Dios apropiadamente, los que están atrás de nosotros, los que están siguiendo, se van a perder. Ese es el punto aquí. Salomón, pongo todo eso en tu responsabilidad. Y ustedes dicen, pero esa es mucha responsabilidad. Él era el rey. Y Dios le había dado sabiduría como ningún otro hombre. Dios le había dado la paz como ningún otro hombre. Dios le había dado perfección como ningún otro hombre. Dios le ha dado su presencia como ningún otro hombre. El templo como ninguna otra parte de la nación. Riquezas como ningún otro rey. Lo material como ningún otro rey. Sus enemigos todo destruido como en ningún otro reino. Dios le dio todo lo necesario para este hombre caminar con Dios. Amén. Y Dios le dijo, ahora camina conmigo. No llegue que todas las bendiciones te hagan orgulloso, algo que sí ocurrió en su vida. Si no, quédate humilde, sírveme. Y si tú me sirves, Salomón, si tú me sirves, las promesas que hizo David se continuarán contigo y nunca voy a abandonar a este pueblo. Y Salomón, lastimadamente, no escuchó a estos versículos. Así que, ¿por qué la interrupción? Dios detiene la construcción para darle a Salomón una guía tan importante. Se le recuerda a Salomón que el templo no es un fin en sí mismo. El templo simboliza la santa presencia de Dios entre su pueblo. Entonces, si Dios está entre su pueblo, ¿cómo debe de vivir Salomón? ¿Cómo debe de vivir el pueblo? Hice una pregunta buena para usted hoy, que está sentado aquí, amado, ojalá poniendo atención. si Dios está entremedio de este pueblo, si Dios está aquí a su lado, si usted dice Dios está sentado a mi lado, derecho, izquierdo, enfrente de mí, atrás de mí, sobre mí, abajo de mí, Dios está por todos los lugares en todos los tiempos de mi vida, Dios está ahí y si estoy consciente de la presencia de Dios, ¿cómo debo de vivir? Amén. Yo creo que si fuéramos más consciente de la presencia de Dios, hubiera diferentes decisiones que tomaríamos en todas nuestras vidas. ¿Amén? ¿Serviremos a Dios hoy? ¡Ay, estoy cansado! No, no, no, no, no, no. La presencia de Dios está alrededor. ¿Invertiré tiempo en mis hijos enseñándole la palabra de Dios? ¡Ay, que estoy cansado! No, no, no, no. La presencia de Dios. ¿Cómo debo de vivir? Y creo que tenemos que estar conscientes del hecho, de la verdad, de que la presencia de Dios está siempre con nosotros, como su pueblo. cómo debemos de vivir. Nuestros recículos enfatizan que Israel debe obedecer los mandamientos de Dios para beneficiarse plenamente de lo que representa el Templo, y todo eso proviene de Salomón y su relación con Dios. Y Dios le está diciendo a él, le está diciendo al Rey y al pueblo que tienen que entender esto, el Templo se va a volver inútil un mero edificio, un verdadero propósito, si Dios se va de él. Si ellos no obedecen, Dios dice, los abandonaré. Si no me van a seguir, los abandonaré. Y entonces, ¿dónde van a estar ustedes sin mi presencia? Bueno, Jeremías advirtió acerca de esto mismo. Mucho tiempo después de Salomón, Israel había abandonado a Dios, Salomón lo puso en ese camino, estaba en la idolatría, estaban haciendo lo terrible, pero si venían cada día del Señor para alabar a Dios, ofrecer holocaustos, para regresar a vidas impenitentes. Y cuando Jeremías, el profeta, miró esto y Dios le puso un salto a su corazón, él dice una de las palabras más tristes, y más impactosas del Antiguo Testamento, son estas. Ustedes robarán, matarán, cometerán adulterio, jurarán falsamente, ofrecerán sacrificios a Baal y andarán en pos de otros dioses que no habían conocido. y vendrán luego y se pondrán delante de mí en esta casa en el templo que se llama por mi nombre y dirán ya estamos salvos para después seguir haciendo todas estas abominaciones. Pueden ver? Viven como el demonio, como el infierno todas las semanas pero vienen en el día santo y dicen gloria a Dios, somos salvos, tenemos la presencia de Dios, tenemos el templo Aquí nada va a pasar mal porque aquí tenemos el templo, tenemos la presencia de Dios. Y después regresan a vivir estas vidas inmundas y llenas de transgresión. ¿Se ha convertido esta casa que es llamada por mi nombre en cueva de ladrones delante de sus ojos? Yo mismo lo he visto, declara el Señor. veo todo lo que está ocurriendo y no estoy contento. Ese es el pensar de Dios. Así que Jeremías advirtió al pueblo. Están jugando con fuego. Están jugando con el Dios Santo. Venir a la iglesia y comportarse aquí no importa nada si sus corazones están lejos del Señor de lunes a sábado. Amén. Yo lo veo todo, dice Dios. A mí nadie me engaña. Vienen aquí, dicen gloria a Dios, y alaban al Señor, y somos salvos, dice Dios, solo para regresar a estas vidas inmundas. No, no, no, no, dice Dios. Cuidado. Arrepiéntense antes de que sea muy qué tarde. Lastimablemente, Israel no se arrepintió. Y si usted sabe entonces lo que ocurrió en el libro de Zecharías, su corazón se parte. El profeta, traído por el Señor, el profeta que está fue sacado, él está aislado, está fuera de Israel, en el Espíritu de Dios lo trae y él puede mirar, y él pueda mirar... Usted ha leído Zecharías, esta... este carrito con cuatro llantas, con los ojos por donde quieras, la presencia de Dios representada, sale de su antario al lugar, a las cortes, sale de Aracoltes por las puertas, por los pórticos, sale para Jerusalén, sale afuera de Jerusalén, sube a la montaña y se va. Y significa que Dios finalmente abandonó que el templo. Y lo que quedó era un edificio hermoso, grande, lujoso, pero sin Dios, vacío de lo que realmente importara. Así que, amados, ¿cómo debemos de vivir nosotros? ¿Qué vale que sirvamos a Dios en la iglesia si no servimos a Dios con nuestras vidas? ¿Qué vale su asistencia a los servicios los domingos, si la santidad se fae de lunes a sábado. Eso es lo que Dios lo está diciendo a Salomón. Si tú me amas, este lugar tendrá significado. El templo será hermoso, glorioso y lleno de bendición, no porque lo llenaste de oro, de cedro, de estas cosas, sino porque mi presencia va a estar entre ustedes. Pero el momento que tú des la espalda, Israel dará su espalda y cuando Israel des su espalda, yo me voy a ir y cuando yo me vaya, tendrás un edificio lindo, hermoso, pero sin Dios. ¿De qué vale? Así que Dios mira su promesa a David, pero el versículo 13 revela que su bendición va más allá de establecer la dinastía de David. El futuro de Israel dependía de la obediencia de su rey. El mensaje era claro, y escuche esto, el rey Salomón y Israel deben vivir fielmente bajo el pacto de Dios para disfrutar de las promesas y la presencia de Dios. Entonces vemos algo aquí muy importante, que la fidelidad personal de Salomón a la ley del pacto de Dios, la fidelidad de Salomón al pacto de Dios, sería bendición al pueblo, y la falta de bendición, la falta de fidelidad sería ¿qué? Para ello, una maldición. Era la comisión para la presencia y misericordia de Dios entre su pueblo. Aquí tenemos una valiosa lección que considerar usted y yo, y es esta. Escuche, vemos cuán crítica puede ser la obediencia de sólo un hombre. Amén. Qué crítico es la obediencia personal de un hombre, de una mujer que liderea a otros, madres a hijos, padres a esposas e hijos, pastores a iglesia. Amén. Diáconos que sirven. Tu obediencia a Dios va a impactar a todos los que te están siguiendo. ¿Para bueno, gloria a Dios, o para malo? Los versículos 11 al 13 muestran como las acciones de una persona puede afectar a muchas otras, para bien o para mal. Líderes cristianos, tomen en serio la palabra de Dios. Padres, tomen en serio la palabra de Dios. Esposos, tomen en serio la palabra de Dios. Aquellos a quienes liderean, ustedes, aquellos que están bajo su autoridad, dependen de su santidad personal, ya que el bienestar de ellos está en juego. en cómo usted se comporta. Hermanos, no somos reyes del pacto como Salomón, pero este principio se aplica a todos los líderes de la iglesia. Nuestra obediencia o falta de fe puede afectar a toda la comunidad bajo nosotros, incluso a la comunidad general de la iglesia, haciendo de nuestra santidad personal la necesidad más importante para aquellos a quienes lideramos. Es por eso que los apóstoles, cuando fueron traídos, que unas mujeres no le habían ayudado como a otras, ellos dicen, nosotros no vamos a dejar nuestra santidad personal como líderes y apóstoles de la iglesia, de leer la palabra, predicar la palabra, orar sobre ustedes para servir mesas. Mi santidad es necesaria para liderar el pueblo del Señor. Amén. y apuntaron diáconos para hacer ese trabajo para ellos, asegurarse que caminen bien, para predicar bien, para que el pueblo de Dios sea nutrido bien. Así que, amados, me gustaría cerrar con este pensamiento. ¿Cómo están los que están bajos de su liderazgo? ¿Están sufriendo por falta de santidad en su propia vida, o son bendecidos por la santidad que sale de su vida? Sólo Dios al Espíritu Santo le puede enseñar. Amén. Padre, te damos gracias por tu palabra. Hemos visto, Padre, tres grandes verdades. Dios nunca descansará hasta que su pueblo descanse. La gloria de Dios se ve en los detalles de nuestras vidas y cómo construimos. Y, finalmente, la necesidad de santidad y pureza de nuestras vidas es crítica para aquellos a quienes estamos lidereando. Padre, estas tres verdades necesitan ser parte de todos los mensajes a toda la iglesia del Señor. Bendice este pueblo, Padre, que puedan entender la importancia de lo que hemos hablado. Que haya arrepentimiento, si necesario, Padre. Que haya, Padre, el rehacer cosas que antes hacíamos, que ya no hacemos, pero que son necesarias. Y, Padre, que amemos a Dios. A la iglesia que le faltaba su primer amor, Tú le dijiste, Padre, las direcciones, los mandatos, o padre, podemos decir, la receta para regresar a ese primer amor. Y eran tres cosas, padre, recordar de dónde estábamos antes, rehacer las cosas que antes hacíamos que no hacemos, y arrepentirnos por no haber hacerlas. Si es necesario, padre, que esto ocurra aquí entre medio de nosotros. Recordar que lindo era cuando caminamos contigo. Rehacer las cosas que estábamos haciendo antes en santidad y arrepentirnos por haber dejado ese primer lugar en nuestras vidas. Padre, pedimos que sigas siempre con nosotros y que nosotros siempre estemos atentos a la verdad, que tu presencia está alrededor de nosotros, donde quiera que vayamos. En el nombre de Jesús y para tu gloria. Amén.
La gloria de Dios en los detalles
Series El Reino Eterno
Salomón construye un templo y Dios se revela en los detalles. Aprendemos que nosotros también debemos construir nuestras vidas como templos para la gloria de Dios.
Sermon ID | 91124046486727 |
Duration | 56:11 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Kings 6 |
Language | Spanish |
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