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Bueno, este va a ser el noveno mensaje en Eclesiastés. Hoy vamos a cubrir mucho terreno, muy rápido, para llegar hasta el capítulo 7 de Eclesiastés. Si recuerdan, desde el principio les dije que no íbamos a ser tan exhaustivos en algunas partes del libro, y la razón Es que hay algunas secciones donde Salomón retoma temas que ya había tocado. A veces parece que de repente recuerda guijones, recuerda problemas que ya cubrió, que ya tocó. Puede que sea eso algo de lo que pasa en el libro de Eclesiastes, pero también creo que lo que está pasando es que Salomón sigue contestando a los que dudan, por si te quedaron dudas, por si no creíste. lo que ya dije acerca de esto déjame despejar tus dudas déjame dejarte sin pretextos es como si Salomón nos dijera eso quiere asegurarse que hemos entendido estar seguro que la semilla que plantó tomó raíz que no se quemó ni se secó ni se ahogó como dice la parábola del sembrador, ¿no? Por eso vemos este refuerzo de lo dicho, que va desde el capítulo 5, ¿se acuerdan que terminamos en 5, versículo 7 la semana pasada? Esto va desde el capítulo 5, versículo 8, hasta el final del capítulo 6. Si ustedes se opusieran a estudiar Eclesiastés y agarraran una Biblia de estudio, alguno de los comentaristas, los índices que algunos teólogos y comentaristas presentan del libro de Eclesiastés, muchos titulan esta sección como la vanidad de las riquezas. O sea, lo que vamos a ver desde 5.8 hasta el final del capítulo 6 muchos lo titulan como la vanidad de las riquezas. Yo les voy a dar un resumen para sus apuntes, si están apuntando algo un poco más detallado. El resumen que yo daría de esta sección es que muchos buscan riquezas Muchos buscan riquezas, pero Dios no les permite alcanzarlas o conservarlas. Algunos tienen riquezas, pero Dios no les permite disfrutarlas. Y algunos, a algunos, Dios les da la capacidad de disfrutar lo que sea que les da. Sean riquezas, no riquezas, lo que sea que les da. Pero esta sección no habla sólo de eso. Sería simplificarlo mucho decir que toda esta sección sólo hablara de la vanidad de las riquezas. Vamos a ver que hay algunos puntos nuevos y otros que agregan o refuerzan lo que ya hemos visto. Así que vamos a ver toda esta porción de las escrituras rápidamente. Empecemos leyendo nada más un versículo antes de orar en Ecclesiastes 6, Ecclesiastes capítulo 6, versículo 9, y más adelante espero que va a quedar claro por qué escogimos este versículo de cabecero. Eclesiastes 6.9, les voy a leer la versión actualizada. Dice, mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Sin embargo, esto también es vanidad y aflicción de espíritu. Vamos a orar y pedir la ayuda de Dios. Nuestro Padre, te agradecemos otro día en el que nos das las fuerzas, la capacidad, la libertad de estar aquí para reunirnos en tu nombre. Anticipando tu presencia, Señor, tu ayuda para con nosotros. Que nos ayudes a comprender tu palabra. Te rogamos, Señor, que nos des oídos atentos que nos des mentes para entender el mensaje, corazones para creerlo, y una voluntad dispuesta a obedecer el día de hoy. Te damos gracias, Señor, porque estamos en tus manos ante cualquier peligro que se presente. Ahí estás tú con nosotros. Te rogamos que nos guardes de hombres necios, insensatos, que no te conocen. Te rogamos, Señor, por la persona que asaltó a Óscar hace una semana. Te rogamos que, si es tu voluntad, él pudiera conocer a Cristo y arrepentirse de su pecado. Te rogamos, Señor, que el día de hoy te glorifiquemos, que nos ayudes a glorificarte a reconocer que estamos en tu presencia y te pedimos que nos bendigas por medio de tu palabra y que aún si alguien no te conoce el día de hoy, que hoy pueda conocerte. Te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Bien, vamos a ir, vamos a comenzar trotando a buen paso y luego vamos a alentarnos. comenzando en el capítulo 5, después el versículo 6, para llegar al final a la primera sección del capítulo 7, y ahí es donde nos vamos a concentrar en el capítulo 7, la mayor parte del sermón. Empezamos en Ecclesiastes 5.8. Si observas, si observas en una provincia la opresión de los pobres y la privación del derecho y la justicia, no te asombres por ello, porque al alto lo vigila uno más alto, y hay alguien aún más alto que ellos. ¿Quién es el que es aún más alto? El Señor, Dios. ¿Quién es el que vigila a los gobernantes y los líderes en las distintas esferas de este mundo? Es Dios. Ya conocemos algo de esto, lo vimos en el sexto sermón de nuestra serie. Como creyentes, no hemos de sorprendernos por la injusticia, por la opresión, por los crímenes que cometen a nuestro alrededor, No nos debe de sorprender tampoco la corrupción que muchas veces invade al gobierno, a las autoridades. Damos gracias a Dios que creo que puedo decir que nuestro gobierno no está completamente invadido. Sólo es Dios que impide eso. Pero ese es uno de los problemas. uno de los aguijones de este mundo. Y hay uno, más alto que todos, como vimos hace algunos sermones, que va a llamar a todos a cuenta. Versículo 9. En todo, es provechoso para un país que el rey esté al servicio del campo. ¿Qué significa esto? Es provechoso que el rey, el presidente, esté al servicio de los trabajadores más bajos de su reino, los más pequeños, los que trabajan el campo, los que hacen labores físicas y trabajos manuales en su reino. ¿Por qué? Porque si no existieran estos, no funcionaría su reino, o sea, acabaría el reino, ¿no? Aún el rey, aún el más alto del reino, depende de los más pequeños. Depende de los que parecen ser insignificantes para él, o muy pequeños. Sin ellos no habría reinos. Ahora, hoy día hay políticos que dicen que esa es su misión. que están al servicio del campo, que están al servicio, que esa es su bandera, la bandera de los más pequeños, ayudar a los pobres, ser cercano a los trabajadores comunes y corrientes. Eso es bueno, si es cierto, si es cierto, es bueno. sólo hay que estar seguros de que así sea y que no estén sólo tratando de usar y comprar a los más pequeños para después traicionarlos o para ser un ciego guía de ciegos porque las cosas que prometen y afirman van en contra de los principios de este libro hemos platicado entre semana en las reuniones de los miércoles un poco acerca de quién, por quién votar. Escuchen seriamente a los candidatos y con esto, con el manual a un lado, para ver si lo que están diciendo concuerda con lo que Dios dice o no. Esa es la mejor guía que podemos usar, ¿no? Las causas, las propuestas que hacen concuerdan con esto o no. Muy bien, sigamos. Versículo 10. El que ama el dinero, ahora sí ya estamos entrando a la sección de la vanidad de las riquezas. El que ama el dinero no quedará satisfecho con dinero. Y el que ama las riquezas no tendrá beneficio. También esto es vanidad. Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrán sus dueños de estas cosas, entre comillas, aparte de verlos con sus ojos. ¿Qué significa esto? Nada finito puede llenar nuestras almas eternas. Nada finito puede suplir nuestra necesidad de un Dios infinito. Eso es lo que está diciendo el versículo 10. Versículo 11. Entre más aumente nuestros ingresos, más aumentarán nuestros egresos. Entre más ganemos, más vamos a gastar, y más van a estar tras de nosotros por nuestro dinero, ¿no? Más van a aumentar nuestras salidas. El dinero no es la solución de nada, sólo aumenta los problemas. No es, y mucho menos es la solución de los problemas del alma, los problemas eternos. Muchos multimillonarios, el máximo beneficio que sacan de sus bienes y posesiones, es pasarla viéndolos, admirando la grandeza de sus posesiones. La pasan admirando sus posesiones y sus riquezas con sus ojos. En el mejor de los casos, acompañados, traen a sus amigos, ¿no? Vamos a ver lo que compré, vamos a ver lo que hice. En el mejor de los casos, lo mejor que pueden hacer es admirar sus bienes con otros, Un buenísimo ejemplo de eso es el Museo Sumaya. Un multimillonario, no diré quién, mucho dinero, ya no sabe ni qué hacer, pues voy a hacer un museo para que todos vengan conmigo a admirar mi creación y mis bienes, ¿no? Ese es el máximo beneficio que saca. Y, les digo, sean pacientes, me estoy yendo muy rápido aquí porque No queremos pasar esto por alto, pero la carnita, lo más importante, va a venir al final, ¿no? Versículo 12. Dulce es el sueño del trabajador. Haya comido poco o haya comido mucho, pero al rico no le deja dormir la abundancia. Es decir, duermen mejor los que tienen menos, en general. Y es una ironía como entre más tenemos ya después, como ya no hacemos trabajos manuales, como ya no usamos el cuerpo físico para trabajar, ya solo estamos con esto y con esto, ¡hay que ir al gym! Y hay que gastar más dinero en el gym para hacer el trabajo manual que antes hacíamos en el campo y antes hacíamos en las labores. No todos ustedes están en este caso, yo sí. Tengo que ir al gym. porque mi trabajo se trata de hablar, mover los dedos y pensar. Esto es lo único que hago, ¿no? Entonces tengo que ahora gastar dinero para hacer las actividades que antes hacíamos todos. Trece. Hay un grave mal que he visto debajo del sol. Las riquezas guardadas por su dueño para su propio mal. Es decir, acumular juntar riquezas como un ídolo, ser un acumulador, buscar tener más, acumular el dinero, no hace más que perjudicarnos. Lo hacemos para nuestro propio mal. Y alguien va a decir, bueno, el hermano dijo que hay que gastarnos todo para no estar acumulando. No, vimos también Si no me equivoco, en el tercer estudio de Cristiastés vimos que hemos de usar el dinero para las cosas eternas, para cosas útiles, para cosas que agradan al Señor, pero bueno, no es nuestro tema el día de hoy. 14, entonces estos que acumulan las riquezas, las guardan, las acumulan para su propio mal, y luego dice, las cuales se pierden en un mal negocio. La versión 60 dice malas, en malas ocupaciones. ¿Y cuál es la consecuencia? Al engendrar un hijo a esta persona que perdió todo, nada le queda en la mano para su herencia. para su hijo. O sea, ¿cuántas historias conocen de esto? Yo he escuchado de muchas. Muchos ricos, acumulando, acumulando, terminan perdiendo todo en un mal negocio y se quedan sin nada siquiera para proveerle a sus propios hijos. Es decir, las riquezas aumentan los riesgos. Es lo que nos está diciendo Salomón. Y luego toca el punto, y este versículo ya lo hemos leído y ya lo conocemos, el punto de que no nos podemos llevar nada. Como salió del vientre de su madre desnudo, así volverá. Tal como vino, se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya. Entonces, vean la vanidad de las riquezas. Vean la frustración que nos ofrece este mundo, acumular las cosas debajo del sol, frustración tras frustración, peligros nuevos, falta de sueño, las riquezas muchas veces mal administradas y mal usadas, obran en contra de nuestra alma. Y ya lo hemos dicho, la Biblia en ningún lugar dice que es pecado tener dinero. o que es pecado ganar bien, ni tampoco es pecado ganar poco. Dios administra eso. Dios sabe a quién le da más y a quién le da menos, pero sí es importante cómo lo usamos. ¿Se vuelve un ídolo? ¿Se vuelve un fin en vez de solo un medio? El versículo 16 dice, este también es un grave mal. Que de la misma manera que vino, así vuelva. Que así como entró un hombre al mundo, así se vaya, con nada, de todo su duro trabajo, de todo lo que acumuló sobre esta tierra. ¿De qué aprovecha afanarse para el viento? Es decir, Salomón está diciendo, si tú te afanas con las riquezas, te estás afanando por algo que el viento se va a llevar, tarde o temprano. El único, vean esto, el único que deja esta vida, que deja este mundo llevándose algo que no traía cuando llegó, es el creyente. ¿Escucharon eso bien? El único que se va de esta vida llevándose algo con lo que no llegó, es el creyente. El que conoce a Cristo en esta vida deja este mundo con vida eterna y con recompensas eternas con las que no llegó. Todos los demás, así como llegaron, se van. Quien se va sin Cristo no solo se va sin nada, pasa toda su vida terrenal, como dice el versículo 17, no sólo se va sin nada al final, la realidad es que pasa toda su vida en este mundo, como dice el versículo 17, consumiendo todos los días de su vida en tinieblas, con mucha frustración, enfermedad y resentimiento. Esa es la realidad de todos los que viven en este mundo sin Cristo. Y aquí está Salomón, enlistando los aguijones, enlistando los problemas trascendentales de la vida que ya ha tocado, otra vez, asegurándose que hayamos entendido cambian aquí un poco los argumentos, pero notan que es similar, es similar el contenido, similares los problemas de la vida debajo del sol que nos está presentando. Si brincamos al capítulo 6, Salomón continúa con las ilustraciones, continúa atormentándonos con los aguijones de la vida terrenal. y vamos a brincar donde estoy brincando aquí algunos textos al final del capítulo 5 y me voy a brincar algunos versículos del capítulo 6 y al final vamos a hilar todo van a ver cómo va a funcionar esto con la ayuda de Dios al final vamos a atar todos los cabos sueltos ahora voy a hacer aquí un comentario algunos se preguntan ¿por qué Salomón brinca tanto? en el libro de Eclesiastes, como que brinca de un tema a otro, solución, problema, solución, problema, considera un problema, luego otro, luego da la solución, luego brinca de regreso al problema, y luego da de nuevo la solución. Bueno, una posible respuesta de esto, no podemos decirlo a ciencia cierta, pero una posible explicación es que así fueron los pensamientos de Salomón cuando estaba escribiendo esto. nunca les ha tocado tratar con alguien en el trabajo, en la vida, que piensa tan rápido que parece que está cambiando de canal a cada rato y se adelanta y se regresa. Yo creo que los hermanos científicos aquí en el mundo de los científicos y los matemáticos y todo, por eso es tan difícil estudiar las ciencias, porque los profesores, muchos, los que están aquí, si no estoy tratando de insultar a nadie, pero muchos no estudian pedagogía, Entonces, quieren enseñar matemáticas sin ningún principio pedagógico, ¿no? Entonces, por eso sufren los alumnos como yo, los que no somos tan dotados como ellos, y nos cuesta mucho trabajo. Pero, así parece que es el pensamiento de Salomón. Estaba inquieto. Brincaba de un lado a otro. Problema, solución, problema, solución. Sin duda es un reto, al menos para mí, Es un gran reto predicar sobre eclesiastés de una forma digerible, presentárselos a ustedes, presentarles mil mensajes de una manera digerible, y espero que por la gracia de Dios sean entendibles y que no sean mi palabra sino la de Dios. El capítulo seis continúa con las congojas. Salomón cambia las ilustraciones, pero los problemas son los mismos. Dios te puede quitar todo para dárselo a otros, en los versículos 1 y 2. Luego dice que aunque vivieras mil años, aunque tuvieras muchos hijos, gran descendencia, ¿de qué sirve? Si Dios te lo quita todo en un instante y mueres en tus pecados, versículo 3. Vean, versículo 1. Hay un mal que he visto debajo del sol, y que es muy gravoso sobre el hombre. La versión 60 dice que es muy común entre los hombres. Se da el caso de un hombre a quien Dios ha dado riquezas, posesiones y honra, y nada le falta de todo lo que decía, pero Dios no le ha permitido comer de ello. Más bien, los extraños se lo comen. Esto es vanidad y penosa enfermedad. Luego versículo 3, si un hombre engendra cien hijos, está hablando de un hipotético, un hombre que engendrara cien hijos y vive muchos años, de modo que los días de sus años son numerosos, pero su alma no se sacia de sus bienes, y ni aun recibe sepultura se acuerdan que en el antiguo testamento esto de no recibir sepultura era señal de un fin terrible una deshonra terrible que tu vida terminara en desgracia total como paso por ejemplo con Jezabel cuando estudiamos la vida de Elías entonces Salomón habla de este hombre que vive muchos años De modo que los días de sus años sean numerosos, algunas versiones dicen mil, pero su alma no se sacia de sus bienes, ni aún recibe sepultura. Digo yo que este caso, el caso de este hombre, un abortivo, es mejor que él, porque vino en vano y a las tinieblas se fue, y su nombre quedará cubierto con tinieblas, aunque no vio el sol, ni nada conoció, Más sosiego tiene este, el abortivo, que el hombre que puso aquí y presentó en este caso hipotético. Es decir, si vives y mueres sin Dios, la tiene mejor un bebé que muere en el parto o de un aborto natural que tú. ¿Qué tipo de advertencia es esa? ¿Qué advertencia más fuerte quieres acerca de la seriedad de las cosas de las que nos está hablando el predicador aquí? Si vives y mueres sin Dios, ¿te habría convenido más morir antes de nacer? Aunque aquel viva mil años, dos veces más, perdón, dos veces sin gozar del bien, no van todos a un mismo lugar. ¿Qué es esto? Esto es lo que millones desean. Yo estoy casi seguro que todos nosotros hemos pensado de esto al menos una vez. Si pudiera volver a vivir si pudiera darle regresar como con el control en la tele a la película hasta el principio si tuviera la oportunidad de volver a tomar esa decisión que tomé mal la oportunidad de no cometer los errores que marcaron mi vida todo sería mejor mi vida valdría la pena estaría feliz. De hecho, yo he visto películas de Hollywood que esta es la premisa de la película, ¿no? La persona vive toda su vida, tiene la oportunidad de ver las consecuencias finales, el resultado final. Bueno, no después de la muerte, ¿no? No el infierno, pero sí las consecuencias de sus pecados y errores a lo largo de su vida. Y en la película tiene la oportunidad de volver a vivir. Y lo hace mejor. y remedia todos sus errores. Pero Dios dice, no, eso no pasa en la vida real. Eso no pasa en este mundo. Es señalado que el hombre viva una sola vez, muera una sola vez y después, el juicio. El versículo dice, no, terminarás en el mismo lugar. en la tumba, y no solo en la tumba, en el infierno, si vives tu vida, si vives y mueres sin Cristo, sin conocer a Dios. Versículo 7, todo el duro trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso, su alma no se sacia. Debemos estudiar el tema del trabajo. Los hombres trabajan incansablemente para su boca, para saciar sus apetitos con lo que no sacia. Versículo 8. ¿Qué ventaja tiene el sabio sobre el necio? ¿Qué gana el pobre que sabe conducirse ante los demás seres vivientes? Hemos visto también ya esto, la sabiduría, los que persiguen la sabiduría, buscando las respuestas a las preguntas trascendentales, no encuentran las respuestas que buscan. La sabiduría terrenal no es la respuesta. Bueno. De nuevo, vamos a brincar algunos versículos y al final vamos a atar todos los cabos, como van a ver, todos los cabos sueltos. No quise simplemente brincarnos toda esta sección, vale la pena recorrerla, ver los argumentos de nuevo y nos ayuda, como van a ver, a poner el contexto para lo que sigue. Esta sección es un repaso, Y el capítulo 6 termina diciendo lo siguiente. Capítulo 6, versículo 12. Todos estos problemas, todas estas congojas, y el capítulo 6 cierra diciendo esto. Pregunta. ¿Quién sabe lo que es mejor para el hombre? ¿Quién sabe qué es mejor para el hombre? durante los contados días de su vana vida, los cuales él pasa como un asombro. ¿Quién, pues, declarará al hombre qué habrá después de él debajo del sol? Esta es la postura con la que viven y mueren muchos en este mundo. ven todos los problemas, todas las frustraciones, todos los sinsabores de esta vida y terminan diciendo, ¿quién sabe cuál sea la solución? No sabemos. ¿Quién sabe qué sea mejor? Cada quien viva como mejor le parezca. ¿Quién puede decir qué es mejor? ¿Quién puede ver cuál será el resultado del camino que toma cada uno en la vida? Todo lo que hemos visto, todo lo que vemos a nuestro alrededor es tremendamente frustrante, muy desesperante, así que mejor cada quien viva, cada quien haga lo que mejor le parezca. Bajo el sol no hay respuestas, mejor no pensar en todo esto, mejor no enfrentarlo, mejor ignorarlo, no hacerle caso. Pero aquí, en el capítulo 7, Dios nos dice por medio de Salomón, no, no es mejor taparse los oídos, no es mejor cerrar los ojos, no es mejor ignorar la realidad de las cosas. Su respuesta es algo que para muchos es uno de los pasajes más sorprendentes y más inexplicables de toda la Biblia. Un pasaje que va en contra de nuestra naturaleza, en contra de lo que por naturaleza creemos. Nos dice que es mejor ser que tener. Ser es mejor que tener. Nos dice que la muerte es mejor que el nacer, que un funeral es mejor que una fiesta, que la tristeza es mejor que la risa, que la reprensión es mejor que la canción de los necios y que mejor es el fin del asunto que el comienzo. La respuesta a los problemas y las congojas de la vida va en contra de nuestro pensamiento natural. Siempre va en contra de lo que pensamos por naturaleza. La sabiduría de Dios es superior a la humana. Su sabiduría nos hace parecer tontos y necios. El hombre natural no cree lo que dice Dios acerca de eso, acerca de esto. Cree que la sabiduría de Dios es necedad. Todos nosotros, vean, esto es lo que pasa con todos los hombres, nunca vemos, nunca entendemos si Dios no nos abre los ojos. Nunca vemos, nunca entendemos. que Dios nos abra los ojos hoy. Vamos al versículo uno de Ecclesiastes 7, 7-1. Ecclesiastes 7-1. Ahora estamos entrando ya a lo clave aquí. Mejor es el buen nombre que el perfume fino. Lo que eres, tu verdadero carácter, es mejor que lo que tienes o lo que aparentas. Siempre va a ser mejor ser un hijo de Dios, ser un seguidor de Cristo Jesús, que tener todo el mundo y aparentar a los ojos de los demás, ser una gran persona o una buena persona. Vean, en los tiempos de Salomón, el perfume era algo muy caro, algo muy costoso. No iban al Walmart de la esquina para comprarse un Lacoste o la marca que les guste. Era algo difícil de conseguir, caro y costoso, y súper valioso. El problema de los olores corporales era serio en esos días. Hermano, yo creo haber experimentado algo de eso en el metro. Puede ser, pero no creo que tanto como en esos tiempos. Era peor que el metro. Era peor que el microbus, ¿no? Tomarse un baño no era fácil. para la gran mayoría de las personas. No tenían agua corriendo en sus casas, era todo una tarea traer el agua, ir a traer diariamente el agua de donde estuviera. Así que, ¿qué hacían? Sólo tapaban. Sólo tapaban el problema. Recurrían a perfumes difíciles de conseguir, muy costosos, ¿Recuerdan lo que le molestó a Judas, no? ¿Se acuerdan cuando se molestó muchísimo cuando María ungió los pies de Jesús con una libra de perfume de enardo? En Juan 12. No le molestó por lo que él decía que le molestaba, pero le molestó porque valía mucho ese perfume. Pero bien, es muy importante entender el uso que se daba al perfume cuando se escribió esto. se usaba el perfume principalmente para cubrir nosotros que hacemos, nos bañamos y luego el perfume para el toque final ellos usaban el perfume para cubrir para tapar otras cosas realidades desagradables, realidades repugnantes a veces y vean ahora la aplicación, así viven muchos en este mundo tratan de tapar las realidades de su alma tratan de tapar sus pecados con perfume con el perfume de las apariencias tratan de hacer como que su vida es perfecta y deseable de eso se trata Facebook en gran medida De decir, ¡ay, usted es exitoso, tiene buen trabajo, bonita ropa, bonita casa, buena educación! Pero debajo de todo eso, hay un alma sumida en pecado. El contraste aquí es entre tener un buen hombre, pero no quiero que lo vean como lo ve el mundo. ¡Ah, sí, un buen hombre, una buena... no! Un verdadero. Buen nombre. ¿Un buen nombre ante los hombres? No. Un buen nombre ante Dios. Un buen nombre ante Dios. El nombre fiel seguidor de Cristo. Un buen nombre falso. Un buen hombre hipócrita de apariencias, de posesiones, de reputación por ser inteligente o ser educado, ser famoso, es como tapar la realidad con perfume. Tapar lo que realmente hay en el alma con perfume. ¿Y qué pasa con el perfume? ¿Dura para siempre el perfume? No. tarde o temprano se va esfumando hablan de los perfumes que duran mucho como que no sé nada de esto que tienen buen fijador ¿no? se supone este, bueno no importa que tan bueno sea el perfume de estas personas si no tienes un buen nombre ante Dios tarde o temprano las cosas que hay abajo de todo ese perfume van saliendo y vean nadie nace con un buen nombre a los ojos de Dios. Nadie nace con un buen nombre a los ojos de Dios. A los ojos del hombre tal vez sí, ¿no? Están los principitos, los hijos de William y Kate, nacen con un buen nombre, ¿no? ¡Wow! Los hijos de la realeza, ¿no? El hijo del rey, el hijo de un gran hombre. El hijo de una gran familia, el heredero de un gran legado. Pero eso cuenta para Dios. Ese es un buen nombre para Dios. Para Dios, todos nacemos como hijos del primer Adán. Herederos del primer Adán. Todos nacemos con el título, el prefijo pecador. Naces, asientan tu nombre en el acta de nacimiento, pero Dios agrega el pecador, Mark, Tomás, Montgomery, el pecador fulanito de tal. Yo no recuerdo esto, pero me han contado que cuando yo nací, el primogénito de mi padre Terrenal su comentario fue otro pecador entra al mundo y era la verdad era la verdad la única manera de tener un buen hombre es que Dios haga una obra de gracia en tu vida que forme en ti un carácter santo en lugar del carácter podrido y repugnante con el que naciste, con el que nací y que fuimos empeorando todos los días de nuestra vida desde nuestro nacimiento el hombre en sus propias fuerzas ¿Va mejorando en su lucha en contra del pecado? ¿O simplemente aprende a usar mejor el perfume para taparla? Es lo único que pasa. No va mejorando. Tener un buen nombre significa que Dios te cambió. Que Dios te transformó y te hizo a la imagen de Cristo, su Hijo, regenerándote. Tener un buen nombre es que Dios haya comenzado a formar en ti el carácter y los rasgos de su familia, de sus hijos. Es comenzar a ser como Cristo. Es comenzar a ser santo. Tener un buen nombre es que Dios haya escrito tu nombre en el libro. de la vida. Hermanos, les digo esto. Al final, en el día del juicio, las únicas personas con un buen nombre van a ser todos los que se llamen seguidores de Cristo apuntados en el libro de la vida del Cordero. Nadie más va a tener un buen nombre. En el balance final, En el día del juicio nadie va a presumir de su nombre. Dice la palabra que nada nos gloriamos más que en Cristo Jesús. Los que tienen un buen nombre se van a gloriar en que son hijos de Dios. Y eso es mejor que todo lo que puedas aparentar en esta vida. Seguimos, versículo 2. Mejor es ir a la casa de luto que a la casa del banquete. Perdón. Mejor es ir a la casa de luto que a la casa del banquete. Porque eso es el fin de todos los hombres. Y el que vive lo tomará en serio. Muchos de ustedes conocen este versículo. si han ido al funeral de algún creyente alguna vez en sus vidas saben que este versículo y el fin del primero del capítulo mejor es el día de la muerte que el día del nacimiento son versículos que se tocan o se deben tocar siempre en esos eventos no voy a dedicar tiempo a todas las malas interpretaciones que se dan al pasaje Vamos a lo que significa realmente, porque hay muchos que tratan de torcer este pasaje para decir cosas que no dice. Vamos a lo que significa realmente. Estos dos versículos aplican únicamente a la vida del creyente. Aplican únicamente desde la perspectiva del Hijo de Dios. Su significado es que para el creyente el día de su muerte será una mejoría. El día de la muerte del creyente va a ser una mejoría para él. Será pasar de una vida llena de luchas, dificultades, pruebas, a gloria eterna. Pasar del desierto de este mundo, como decía Bunyan, al paraíso. El mundo sin Cristo ve todo este tema al revés. celebran el Día del Nacimiento llenos de esperanza, lloran el Día de la Muerte desesperanzados y llenos de tristeza y temor. Para el creyente el Día del Nacimiento es bueno, es bueno el Día del Nacimiento, pero el Día de la Muerte para el creyente es mejor. el día de su funeral es mejor que la mejor fiesta a la que jamás fue en esta vida. Entonces te pregunto, ¿puedes decir con sinceridad el día de hoy, el día de mi funeral será mejor que la mejor fiesta de este mundo? El día de mi nacimiento fue bueno, pero el día de mi muerte será mejor Los únicos que pueden decir eso, ¿quiénes son? Los que tienen un buen nombre. Los que tienen un buen nombre. El nombre, el título, seguidor de Cristo Jesús. Creyente en Cristo Jesús. Los que pueden decir, Cristo es mi Señor. Mi nombre está en el libro de la vida. tienes un buen nombre amigo que me escuchas tienes un buen nombre tu nombre está en el libro de la vida en el día final no bastará que digan fue un buen hombre fue una buena mujer el apóstol Pablo Sabía que el día de su muerte, el día de su partida, sería mejor que el día de su nacimiento. Decía, me siento presionado por ambas partes. Tengo el deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor, pero quedarme en la carne es más necesario por causa de vosotros. Él sabía que su nombre estaba en el libro, sabía que tenía un buen nombre, el nombre de seguidor de Cristo. Leemos en el Apocalipsis, bienaventurados, es decir, felices los muertos. ¿Cómo hermano? Sí, felices los muertos que mueren en el Señor. Hermano, eso es imposible. Estás exagerando. No hermano. Los creyentes podemos decir eso, no tenemos que ser Pablo. Hay una cita de un pastor llamado William White, que cuando su doctor le dijo que le quedaban solo unos días de vida, dijo, es la mejor noticia que me han dado en 20 años. Lutero le escribió a su esposa, días antes de su muerte, y le dijo, no te entristezcas por mí, Pues voy al único que me ama, más que tú. Ahora, esto que le pedía Lutero a su esposa de que no se entristezca, pues por supuesto que era imposible. Aun los creyentes sentimos tristeza. El mismo Salomón nos está diciendo, es mejor enfrentar la realidad, sentir tristeza, que andar rice y rice y... con un perfume falso. todo el tiempo. A unos creyentes nos entristecemos cuando parten antes que nosotros nuestros seres queridos, o hermanos cercanos que mueren en Cristo. O sea, es imposible no extrañarlos hasta volvernos a ver. Hay himnos que hablan de cómo van a ser nuestros reencuentros con nuestros hermanos en el cielo. Es imposible no querer estar con ellos o no querer que ellos estén con nosotros, pero para el creyente que muere, ese día es un día de puro gozo. Yo cada vez que muere alguno de nuestros hermanos, y a través de los años han muerto, han terminado su peregrinaje por el desierto de este mundo varios hermanos entre nosotros y cuando me llega la noticia lo primero que empiezo a pensar es la entrada ¿cómo será la entrada? ¿cómo lo van a recibir? quisiera ver eso aunque fuera por televisión ¿no? me gustaría verlo pero Un día, si estamos en Cristo, lo viviremos nosotros. Cuando murió el hermano Spurgeon, se predicó un sermón famosísimo que hablaba, que describía hipotéticamente la entrada de Spurgeon al cielo. Y es súper famoso ese sermón. Hermanos, nos espera algo Glorioso para el creyente que muere en Cristo es el mejor día de su vida, el mejor día de su existencia. Al menos hasta ese momento habrá otro mejor, tal vez, tal vez la segunda venida de Cristo, por ejemplo, cuando recibiremos nuestro cuerpo glorificado. Pero el día de nuestra muerte será mejor que el día de nuestro nacimiento. el mejor día hasta ese momento. Les doy otra cita, y esto también es muy importante. Les doy otra cita. Tomás Boston dijo, cada persona, en el día de su nacimiento, nace para morir. Cada persona en el día de su nacimiento, nace para morir. Pero el creyente, en el día de su muerte, muere para vivir. esa es nuestra esperanza sabemos que en la Biblia la palabra esperanza no es un ojalá o esperamos que se dé es algo seguro la palabra esperanza en la Biblia es algo seguro y entonces la pregunta se vuelve ¿estamos listos? ¿sabemos que eso es lo que nos espera? el concepto de estar listo para la muerte en el mundo se maneja como pues ya hice todo lo que tenía que hacer no dejé cabos sueltos hice todo lo que tenía que hacer viví aproveché la vida al máximo cumplí mis sueños ya tengo muchos años estoy listo para irme estoy listo para morir A mí me da terror a veces cuando hablo con personas de mayor edad o muy enfermas que no están en Cristo, que me empiezan a decir, estoy listo, ya me quiero ir. No, no, no estás listo, no estás listo, no sabes lo que estás diciendo. vemos en las noticias hoy día que cada vez más personas usan este criterio mundano para suicidarse usando lo que es llamado el suicidio asistido es decir, alguien que se quiere suicidar no tiene el valor de hacerlo por su propia mano entonces le pide a los doctores que lo maten con pastillas o con un suero se llama suicidio asistido creo que eso no es legal en México, gracias a Dios, no sé si Si ustedes sepan, Perseguño no es legal aquí en México. Hay personas que se cambian de país para que los dejen hacer eso. ¿Ese es el criterio que usa Dios? ¿Cómo describe Dios al que está listo para morir? Para Dios, el criterio más importante, la única característica imprescindible para enfrentar la muerte, es estar en Cristo. Si estás en Cristo, estás listo hoy para morir. Estás listo si hoy es el día, estás listo. Si no estás en Cristo, no estás listo. Qué terror de estos que se suicidan pensando que están listos. Pensando que hoy es un buen día para morir, para encontrar que no estaban listos, no estaban listos. Ahora, pongan mucha atención aquí, si estás listo para morir, si tú te encuentras hoy listo para morir, también estás listo para vivir. ¿De qué estás hablando, hermano? Si estás hoy listo para morir, yo te digo, estás también listo para vivir. No sólo en la vida venidera, sino en esta vida. Estás listo para vivir aquí, ahora. Estás listo para el gozo verdadero. Eres capaz de experimentar, de vivir gozo verdadero, aún bajo el sol. aun en este mundo maldecido estas listo para disfrutar la medida de bendición que Dios te de bajo el sol y aquí regreso les dije que iba a atar todos los cabos bueno ahora regresamos a algunos de los versículos que me brinque en el capitulo 5 El creyente que está listo para morir, está listo para vivir, listo para vivir de verdad, listo para disfrutar lo que Dios le dé. Y además, el creyente listo para morir, listo para vivir, es el único que puede disfrutar de las cosas buenas que hay en este mundo. que vienen de la mano de Dios. Nadie más lo puede hacer realmente. Eclesiastes 5.18 5.18 He aquí pues el bien que yo he visto, que lo agradable es comer y beber y tomar satisfacción en todo el duro trabajo con que se afanan debajo del sol. durante los contados días de la vida que Dios le ha dado, porque esta es su porción, esta es la porción del creyente. Asimismo, el que Dios le de a un hombre riquezas y posesiones, permitiéndole también comer de ellas, tomar su porción y gozarse de su duro trabajo. Esto es un don de Dios. Si Dios no te da esta capacidad, no la tienes y no la puedes conseguir. Eso es lo que andan todos los hombres. y mujeres afuera, en el mundo, tratando de hacer, buscando la manera de cómo disfrutar las cosas que tienen, y frustrados porque no pueden. Vean esta descripción del creyente en el 20. Ciertamente no se acordará mucho de los días de su vida, ya que Dios lo mantiene ocupado con la alegría de su corazón. ¿Qué es esto? El que está listo para morir, está listo para vivir. Al creyente no le pesan los días de su vida. ¿Por qué vemos suicidios asistidos? ¿Por qué vemos cualquier suicidio? Personas a quienes les pesan los días de su vida. viven con pesar, les pesa vivir. No están listos para morir, lo sepan o no, y por eso no están listos tampoco para vivir. Hermanos, para vivir esta vida, y disfrutarla no como un ídolo, sino en su justa medida, en su justa proporción. Lo primero que tienes que atender en tu vida es estar listo para morir. Si no has atendido eso, si no está resuelto ese asunto, todo lo demás se echa a perder. Todo el resto de tu vida se echa a perder, es vanidad y al final el viento se lo va a llevar. Los creyentes vivimos la verdadera alegría, la alegría de vivir en Cristo. Cada día que pasa en este mundo, cada año que pasa, es sólo un paso más cerca de una eternidad gloriosa con Cristo. Estamos listos para morir. Es por esto que Dios nos dice lo siguiente, el versículo que leímos al principio, Ecclesiastes 6, 9. El asunto principal del hombre, su principal preocupación desde que entra a este mundo es estar listo para morir. Es el asunto más importante de la vida. Y por eso Salomón nos dice en Ecclesiastes 6.9, mejor es lo que los ojos ven, que el divagar del deseo. ¿Qué significa ese texto? Es mejor enfrentar la realidad de la vida, que ignorarla. Es mejor reconocer las realidades eternas, que soñar con que no existen. Mejor enfrentar el lado serio de la vida, incluyendo la realidad de la muerte. la realidad de la tristeza y los pesares en esta vida, nuestra necesidad de reprensión. Enfrentar estas cosas es mejor que tomarlo todo a la ligera, con superficialidad. Pocas personas en este mundo se atreven a pensar seriamente acerca de la realidad de la muerte. Salomón dice que es mejor considerar el lado serio de la vida, considerar que tu muerte es inminente, porque eso te empujará a prepararte para morir, te empujará a buscar a Cristo. Mejor es lo que los ojos ven, las realidades que están ante nosotros, que el divagar del deseo. Mejor enfrentar la realidad que vivir en un estado de negación, soñando con un mundo en donde la muerte no es un tema serio, en donde no se castigará el pecado, en donde todo es color de rosa, y realmente no color de rosa, más bien en donde el pecador queda impune, en donde Dios no es justo, en donde el mal no se castiga, es mejor enfrentar la realidad. Entonces, de eso se trata esta sección del capítulo 7, por eso se tituló así el mensaje, mejor la realidad que los sueños. El capítulo 7 nos enfrenta con la realidad y nos dice que es mejor enfrentarla que vivir engañados. Versículo 2, mejor es ir a la casa de duelo que en la casa del banquete. Porque eso es el fin de todos los hombres. Y el que vive lo tomará en serio. Hermanos, hay muchas personas que no se toman esto en serio. No se lo toman en serio. Yo conozco a muchos que no se toman esta realidad en serio. Entonces, dice aquí, el que vive lo tomará en serio. Si muchos no se lo toman en serio, entonces, ¿de qué está hablando? Si el que vive significa todos los vivos, todo mundo se tomaría este mensaje en serio. Pero muchos no lo hacen. Entonces, el que vive aquí se refiere a aquel que llega a ser creyente. Aquel que llega a ser creyente es el que se tomó esto en serio. El que se lo toma en serio. Porque nadie que no termina huyendo a Cristo Nadie que no ha buscado la vida eterna en Cristo se ha tomado esto realmente en serio. Sí, hermano, yo sí lo tomo en serio. Sí me parece algo serio. Pero no es mi momento de ser creyente. Después, sí, sí me lo tomo en serio, pero después... Como el que como el enjaulado, ¿no?, en el progreso del peregrino que le decía después, después, cuando tenga tiempo, después. No te has tomado esto en serio si no estás hoy en Cristo. No te has tomado esto en serio y no estás listo para morir. Mejor es el pesar que la risa, porque con la tristeza del rostro se enmienda el corazón. Ahora, Salomón nos afirma que es mejor pasar las tristezas que tenemos que pasar para llegar a arrepentirnos, para conocer a Cristo. Ahora, esto no es Salomón adoptando una postura pesimista de la vida, eso es lo que muchos llegan, a la conclusión que muchos llegan con todo esto. No, es que, o sea, Salomón está diciendo que hay que vivir en pesar, todos los días de la vida en tristeza. No, no es lo que está diciendo. Está diciendo que si no nos preparamos para morir, estamos desperdiciando cada día que vivimos sobre la faz de esta tierra. No podemos vivir realmente si no nos hemos arrepentido de nuestro pecado, si no hemos confiado en Cristo para borrar y pagar por nuestros pecados. Nuestra risa es vana, nuestra felicidad es superficial y finita. Versículo 4. El corazón de los sabios está en la casa de duelo, pero el corazón de los necios está en la casa del placer. La gran mayoría de las personas evitan ir a un funeral si pueden. ¿Están de acuerdo? Yo he visto muchas personas que buscan hasta la última excusa para no estar en un funeral. Tratan de no estar. Tratan de buscar alguna buena razón por la que no pueden estar. Buscan alguna excusa. La mayoría de las personas piensa que si van a un funeral, el único propósito es tratar de consolar a los familiares del que partió. Eso es cierto, eso es un propósito válido, consolar a los familiares del que partió. Pero ¿alguna vez consideraste que ir a un funeral ¿Es bueno para ti? No, no para los que están sufriendo. ¿Es bueno para ti? ¿Es bueno para tu alma? ¿Es mejor que estar en una fiesta? ¿Mejor que estar en Six Flags? ¿Mejor que estar en un parque de diversiones? Eso dice Salomón. Vean, ir a un funeral hace bien a tu alma. En el versículo 1, Salomón estaba hablando del difunto, ¿no?, del que partió, del que fue mejor su muerte el día de su muerte que el día de su nacimiento. En este versículo 4 está hablando de los que asisten al funeral. Y el punto es, de nuevo, aquello que promueve seria reflexión en nosotros, serio autoexamen, es mejor que aquello que promueve ligereza. Es mejor que lo que muchos usan para olvidar las realidades eternas. Cada funeral anticipa el tuyo. Te obliga a pensar, algún día voy a ser yo. Asistimos, ¿no?, con los hermanos. A mí casi, creo que siempre que he ido a un funeral he pensado, algún día tal vez algunos de estos hermanos estén aquí y yo voy a ser el que partió. Cada funeral anticipa el tuyo. Cada funeral te obliga a pensar, estoy listo. Si fuera hoy, si fuera mañana, ¿estoy listo? En este versículo cuatro, esa es la pregunta. Hay quienes tratan un funeral como algo ligero. como algo de risa, de hecho está de moda hoy día hacer los funerales que ya no se llamen funerales, ya no se llamen casa de luto sino celebración de la vida he visto incluso invitaciones a funerales que así les titulan ¿no? y quieren tratar el funeral como algo ligero algo de risa, en vez de algo que promueva seria reflexión y proclamación del Evangelio. Bueno, hermano, es que depende, ¿no?, depende si el difunto era creyente o no. Bueno, es cierto que en el caso de un creyente, aunque estemos tristes en alguna medida, tenemos muchos motivos para celebrar. Muchos motivos para llenarnos de gozo. Pero gozo es diferente de risa. Gozo es diferente de chistes. Gozo es diferente de ligereza. Dicen que en los funerales Dios predica. Y es verdad. Es verdad. Si el difunto fue creyente, es creyente, ¡qué gozo! Pero no lo convirtamos en algo ligero. En un funeral, Dios quiere que meditemos acerca de la vida, acerca de nuestra mortalidad, acerca del juicio, acerca de las cuestiones eternas, En un funeral examinamos nuestra alma. Vemos la vida desde una perspectiva realista, a la luz de lo eterno. En una fiesta, todo lo contrario. Una fiesta, muchas veces la filosofía de la fiesta es no pensar en el mañana. No pensar en el después. Divertirnos. En una fiesta perdemos una perspectiva realista de la vida, nos alejamos de una perspectiva eterna por una temporal. ¿Cuál de estos dos, te pregunto, hace más bien a tu alma? ¿Una fiesta, ir a Six Flags o ir a un funeral? Y después algunos van a decir, no, el hermano dijo que debemos, nunca debemos de ir a una fiesta, y que debemos de ir de funeral en funeral, ni siquiera debemos de celebrar un cumpleaños. No, vean, vean como la palabra de Dios es balanceada, lo hemos visto en Eclesiastes. Esta sección de esto se trata, enfrentar las realidades. No es que debemos de pasarla de funeral en funeral. No. Pero debemos de evaluar seriamente lo que pasa en un funeral. Entender que es mejor para nuestras almas la realidad que la fantasía. Hay ocasiones para celebrar. Cristo mismo celebró. Cristo mismo fue a fiestas. No creo que hayan sido como las de hoy, pero fue a fiestas. Hay ocasiones para agradecer a Dios, pero no huyas de la perspectiva eterna de la vida. No busques medios para escapar de la realidad. Escuché que Spurgeon, vean estos, estos, qué buen ejemplo, qué buen ejemplo. La verdad es que mi papá hacía cosas similares a estas. No, tal vez no tan fuertes, pero similares. Escuché que Spurgeon llevó un día a sus hijos a un cementerio, y que les pidió que llevaran un metro, y los puso a medir el tamaño de las fosas. Algunas fosas eran muy grandes, o sea, para un adulto, y algunas eran muy pequeñas, para un bebé, o para un niño. El mensaje era, son niños, no piensen que el día no está cerca. Hay pequeños que mueren, hay niños que mueren. Todos estamos en peligro. Todos debemos enfrentar las realidades eternas. Seguramente eso causó gran impacto en estos pequeños. Y no dudo que Spurgeon también haya llevado a sus hijos a fiestas y celebraciones, pero reconocía que tenía más valor hacerlo reflexionar acerca de las realidades eternas que llevarlos a fiestas. Hermanos, por eso traemos a nuestros hijos a este lugar los domingos, para que reflexionen sobre las realidades eternas, orando porque sean convertidos, porque Dios lo use Entre más un alma y más un niño va aprendiendo día con día a callar su conciencia, a taparse los oídos del alma, alejarse de las realidades eternas y vivir en distracciones, vivir en diversiones, alejados cada vez más de la palabra. En la medida que pasa eso, cada vez menos esperanza hay. Entonces, no permitamos que nuestros hijos caminen en ese camino, en lo que dependa de nosotros, mientras estén bajo nuestra autoridad, no lo permitamos. No alentemos a nuestros hijos a seguir ese camino, en lo que dependa de nosotros. Ya esta es la recta final, les pido un último esfuerzo. Mejor es un buen hombre. Mejor un carácter redimido que posesiones y apariencias. Mejor tu funeral que tu nacimiento. Mejor ir a un funeral que a una celebración. Mejor la tristeza que la risa. Y Salomón termina diciendo, mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios. Otras traducciones dicen, mejor es oír la reprensión del sabio que los halagos, la adulación de los necios. Porque la reza del necio es como el crujir y tronar de las espinas debajo de la olla. Esto también es vanidad. Es un poco difícil de ilustrar este versículo seis, pero básicamente lo que está diciendo Salomón es que las adulaciones, los halagos de una persona necia es como si fuera el tronido de las espinas en una fogata afuera en el campo, abajo de una olla que está cocinando algo, que no significa nada, es el tron. Ese ruido de los halagos del necio es como el ruido de los tronidos de las espinas antes de ser consumidos en el fuego, antes de ser consumidos en el infierno. El halago de un necio es como el ruido de estas espinas antes de consumirse, antes de quemarse. A todos nos gusta que nos adulen. ¡Pobre Manu, amigo! No te creo. Me cuesta mucho creerte. A todos nos gusta que nos adulen. A todos nos gusta que nos inflenen el ego. Dime, háblame de mi grandeza. Dime lo bueno que soy. Dime lo bien que lo hice. Pero véanlo que dice la palabra, es mejor. Nos hace mucho más bien que alguien nos diga nuestras fallas. ¿A quién le importa más tu alma? ¿El que sólo te hace reír o el que te dice la verdad cuando lo necesitas? ¿A quién le importa más tu alma? ¿Por qué están llenas las iglesias donde los predicadores sólo les endulzan el oído? Dios te va a bendecir, Dios va a ser tu voluntad, Dios está a tu favor, eres poderoso. Toda esa bola de mentiras y atascadas esas iglesias, llenas. Dios el sirviente del hombre. ¿Por qué están llenas esas? Y aquí no está lleno. Y en las iglesias verdaderas no está lleno. Por naturaleza no queremos escuchar las reprensiones del sabio. Queremos que nos endulcen el oído. Queremos que nos inflen el ego, que nos hablen de nuestra grandeza. Pero Dios dice, es mejor que alguien que se preocupa por tu alma, te confronte con tu pecado. Eso es mejor. Es mejor la realidad que sueños necios. Escuchar la reprensión de los sabios es difícil. Requiere reconocer que hay alguien que sabe más que tú. Requiere reconocer que Dios Sabe mejor lo que debería de estar pasando en tu vida, lo que deberías de estar haciendo, como te deberías de estar conduciendo, que tú. Es difícil escuchar estas reprensiones. Requiere aceptar que puedes estar equivocado. requiere aceptar que puedes haber vivido tu vida por años equivocado invertido en las cosas equivocadas sacrificándote por las cosas equivocadas no es algo fácil escuchar la verdad no es fácil pero es necesario hermanos amigos Dios nos está diciendo lo que necesitamos escuchar en el libro de Eclesiastes. Nos está diciendo la verdad. Nos está hablando con la verdad. Nos está dando la reprensión de los sabios. No nos la da para volvernos pesimistas. No nos la da para amargarnos la vida. Nos dice que mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Y vean la segunda mitad del versículo. Mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Sin embargo, esto también es vanidad y aflicción de espíritu. Si nuestra reacción ante todo esto es simplemente adoptar una visión pesimista de la vida, simplemente amargarnos, volvernos pesimistas, o sea, no prestar atención a la advertencia, no prepararnos para morir, sino, ah, no, pues sí, este mundo es un desastre, qué horror, qué horror vivir bajo el sol, qué situación tan desagradable. Si esa es nuestra reacción, no hemos entendido el mensaje. Eclesiastes está diseñado para confrontarnos con la realidad y llevarnos a la cruz. Llevarnos a la solución, no nos deja sin solución, no nos da sólo el problema sin la solución. Nos lleva a la única solución, la única vida verdadera, la vida en Cristo. Si nos hallamos en Cristo, estamos listos para morir. y estamos listos para vivir realmente. Como ya leímos, ciertamente no nos acordaremos mucho de los días de nuestra vida. ¿No nos pesará vivir aquí caminando y peregrinando con el Señor? Ya que Dios nos mantendrá ocupados con la alegría de nuestro corazón. Entonces, la pregunta para todos ¿Cuál es tu reacción a todo esto? ¿Qué te parece? ¿Cuál es tu reacción? ¿Cuál es tu diagnóstico? ¿Qué te llevas? ¿Vemos la sabiduría de Dios en Eclesiastes? ¿La palabra de Dios se ha transformado y renovado nuestra manera de pensar y ver el mundo? Tu corazón escucha todas estas cosas y asiente. Dice sí, es la verdad, es cierto. Y no sólo asiente, sino se somete. Se somete a la palabra de Dios, se entrega a Cristo, acude al llamado. O pasaste todo el rato dudando y peleándote con el mensaje, argumentando en contra de lo que escuchaste. Amigo, Te animo a que te sometas a Cristo. Nunca te vas a arrepentir. Estarás listo para morir. Podrás dejar de pasar tus días temiendo a la muerte. Y estarás en consecuencia listo para vivir. Gozando de Dios. Desde hoy, desde esta vida, por la eternidad. vamos a orar Padre Tim te agradecemos por la claridad de tu palabra te agradecemos porque nos das las reprensiones del sabio porque eres verdadero con nosotros porque nos muestras la realidad, nos enfrentas con la realidad Señor que nadie pueda salir de aquí engañado Señor que nadie pueda salir de aquí tomando la vida con trivialidad tomando las cosas eternas con trivialidad o pensando después después Señor muéstrale que hoy es el día de salvación que hoy tú le has hablado no lo dejes tapar sus oídos ni cerrar su corazón y para los que ya te conocemos Señor y nos encontramos en Cristo y tenemos un buen nombre no por lo bueno que hayamos hecho nosotros que no es nada sino porque tenemos la vida perfecta de Cristo puesta a nuestra cuenta, porque estamos vestidos de su justicia y su vida. Te rogamos que nos ayudes, Señor, a vivir apercibidamente, tomando en serio diariamente las cosas eternas, pero también a disfrutar el gozo que tenemos en ti. arrepentirnos de los pecados remanentes con los que luchamos y vivir esforzándonos por caminar contigo y conocer mayores grados del gozo que hay en ti. Te pedimos todo esto en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Vamos a cantar un himno para despedirnos 321, por favor. Himno 321, satisfecho estoy.
09 Eclesiastes Realidad
Series Eclesiastés
Es mejor enfrentar las realidades de la vida, que ignorarlas. Mejor reconocer las realidades eternas, que soñar con que no existen…
Sermon ID | 8319558124001 |
Duration | 1:27:06 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ecclesiastes 5; Ecclesiastes 6:9 |
Language | Spanish |
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