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Y bueno, para los que nos visitan, estamos en una serie sobre el libro de Eclesiastes, estudiando capítulo por capítulo, versículo por versículo, de manera expositiva. Ya llevamos cinco sermones en esta serie. Por cierto, hoy está el disco con los primeros cinco sermones para aquellos que lo querían, o por si se los perdieron, o para que lo puedan repasar, o lo que sea. No nos estamos deteniendo en todos los versículos, estamos pasando por alto algunos, pero sí en la mayoría estamos deteniéndonos, ¿no? Y hemos visto que Eclesiastes es un libro de problemas y soluciones. Un libro de problemas y soluciones, ese es el formato del libro. Sabemos por Eclesiastes capítulo 12, versículo 11, que las palabras de los sabios son como aguijones y como clavos ahincados o clavos que fijan el problema, resuelven el problema, son las palabras que forman parte de una colección y que son expuestas por un pastor. Eclesiastés es una colección de aguijones y clavos. Los aguijones son problemas inherentes e inseparables de la vida en este mundo. Son verdades problemáticas que nos incomodan y nos obligan a hacer las preguntas importantes de la vida. Los clavos son las respuestas, son las soluciones trascendentales que nos comparte Salomón por inspiración divina. Hasta ahora lo que hemos visto es que sin Dios, el trabajo, las labores, todas las actividades que realizamos en este mundo son vanidad. Hemos visto que la educación es vanidad. Perseguir la sabiduría y el conocimiento en esta vida como un fin no te dará lo que buscas. Hemos visto que tratar de controlar los hilos todos los tiempos, hilar todos los tiempos y las decisiones de la vida en busca de la felicidad, en busca de la combinación perfecta, también es vanidad. Ahora, ¿qué significa que estas cosas son vanidad? Significa que no llenan, que no satisfacen, que no cumplen lo que prometen. La palabra significa literalmente vacío, nada. Trabajas buscando satisfacción, pero terminas vacío. Estudias y buscas sabiduría para entender la vida y contestar las preguntas importantes, pero terminas vacío. Te esfuerzas para tomar las mejores decisiones y apropiarte de los tiempos y la trayectoria de tu vida, pero terminas vacío. La vida sin Dios te deja vacío, como debe de ser. Dios así lo hizo. Él puso la eternidad en el corazón del hombre. No puedes llenar un hueco infinito con algo finito y temporal. No puedes sustituir tu necesidad del Dios infinito por otra cosa finita. Ahora ese es el resumen. Hemos llegado hasta Eclesiastes 3, versículo 15. Así que vamos a Eclesiastes 3, por favor. En sus Biblias, les pido que me acompañen. y vamos a leer la porción que cubriremos hoy con la ayuda de Dios y luego vamos a orar y pedir que Dios nos ayude comenzamos en Ecclesiastes 3 versículo 16 además He visto debajo del sol que en el lugar del derecho, ahí está la impiedad. Y que en el lugar de la justicia, ahí está la iniquidad. Y yo dije en mi corazón, tanto el justo como el impío los juzgará Dios, porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. Yo dije en mi corazón con respecto a los hijos del hombre, que Dios los ha probado. La mejor traducción es, los está probando. Para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que ocurre con los hijos del hombre y lo que ocurre con los animales es lo mismo. Como mueren los unos, así mueren los otros. Todos tienen un mismo aliento, el hombre no tiene ventaja sobre los animales porque todo es vanidad. Todo va al mismo lugar, todo es hecho del polvo y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos del hombre sube arriba y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? Así pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque esa es su porción. Pues, ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él? Yo me volví y vi todos los actos de opresión que se cometen debajo del sol. He ahí las lágrimas de los oprimidos, que no tienen quien los consuele. El poder estaba en la mano de sus opresores y para ellos no había consolador. Entonces yo elogía a los difuntos, los que ya habían muerto, más que a los vivos, los que viven todavía. Pero consideré que mejor que ambos es el que aún no ha nacido, que no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol. Asimismo, yo he visto Que todo trabajo y toda obra excelente es resultado de la rivalidad del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. Vamos a orar. Señor, te agradecemos tu bondad en traernos aquí nuevamente, darnos este espacio, este tiempo, para alabarte y para buscar tu rostro, Señor. Te damos gracias por todo lo que nos has provisto, por haber ido con nosotros a lo largo de la semana. Señor, te damos gracias por tantas cosas que hemos pasado por alto. Tanta gracia, tantas bendiciones que no hemos agradecido y que no hemos notado. Te damos gracias Señor porque en Tu Palabra están las respuestas trascendentales de la vida. Porque en Tu Palabra tenemos una guía clara, luz que alumbra nuestro camino. Señor, te rogamos por Mónica, hija de la hermana Marcela, Pedimos que ayudes a los doctores, que les des sabiduría y sobre todo que obres en su alma para que te conozca. Te pedimos por el hermano Tomás que bendigas tu palabra que él dará el día de hoy en Ecatepec, por nuestras iglesias hermanas que se reúnen en tu nombre. Te damos gracias, Señor, por tu ayuda esta semana en Sándalo, con las autoridades, porque nos has protegido, porque has abierto camino y porque sigues abriendo camino para que tu nombre sea proclamado en ese lugar. Señor, te rogamos tu ayuda por el que va a hablar. Yo no puedo convencer a nadie, Señor. Por eso pedimos que hables tú y no hombres. Y te rogamos todo esto en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Es increíble cuántas veces nosotros mismos pensamos o nos dicen que la Biblia no contiene respuestas y guías respecto a los problemas reales de la vida. Caemos en la tentación de pensar que la Biblia es pura teoría, que no habla de los problemas que nos encontramos en la vida práctica, en la vida real. Pero Dios no nos salva para después dejarnos a la deriva sufriendo con los aguijones y los problemas de esta vida sin respuestas. nos da la perspectiva correcta de la vida terrenal y de todas sus congojas en su palabra. Responde todas las dudas, todos los problemas reales de la vida. Si dudamos de eso, si creemos que no es así, estamos demostrando que no conocemos la Biblia como deberíamos. Ya lo hemos visto en lo que llevamos estudiado de eclesiastés y lo vamos a seguir viendo hoy. Nuestro primer versículo, el 16, habla de uno de los problemas que más nos agobia y que más nos frustra y nos enoja, algo que vivimos diariamente, la corrupción y la impunidad. Leemos. Además, he visto debajo del sol que en el lugar del derecho, ¿qué es eso? El lugar del juicio, como dice la versión 60, en la corte, en otras palabras, ahí está la impiedad, la maldad. Y que en el lugar de la justicia, ahí está la iniquidad. ¿Cuántos de ustedes han visto y vivido esto? ¿A cuántos les molesta esto? A mí me molesta mucho. Me molesta que en lo que hoy día llamaríamos la corte, donde se supone que se hará justicia y se castigará al malhechor, o donde se supone que se actuará con rectitud, ahí hay maldad e iniquidad. Algunos de ustedes recuerdan que hace un tiempo, unos tres o cuatro años, me tocó estar resguardado en los separos de un municipio por un accidente de tráfico. El lugar donde me tuvieron, adivinen cómo se llama. Se llama Centro de Justicia. Hay unas letras grandotas, doradas, en la parte de enfrente del edificio que dicen centro de justicia. Pues yo encontré todo menos justicia en ese lugar. Vi cómo se planeaban crímenes entre autoridades y ciudadanos de viva voz. Cómo dejaban ir a criminales profesionales ¿Cómo los guardias saludaban como amigos y bromeaban con los que iban llegando detenidos por algún crimen? Y también vi cómo metían y abusaban de personas que no eran criminales. O sea, en pocas palabras, en el lugar del juicio, ahí estaba la maldad. Y en el lugar de la justicia, ahí estaba la iniquidad. Ahora, todos saben de lo que estoy hablando. Muchas veces nos dan más miedo las autoridades que los criminales. Preferimos que la autoridad, que debería traer justicia y actuar con rectitud, no se involucre. Sabemos por experiencia que bajo el sol, en este mundo, lo que dice Salomón por inspiración es algo muy común. Esta semana hemos vivido con Sándalo algo de esto. Muchos de ustedes han estado orando por esto todos los días. Han estado pidiéndole al Señor que nos libre de autoridades corruptas, autoridades que nos quieren extorsionar en vez de tratarnos justamente. Gracias a Dios ha provisto los medios y ha usado hermanos para frenar lo que estaba pasando antes de que el caso procediera a la corte. Con un juez, si no me equivoco, estábamos a un día de que el caso procediera a la corte, algo así, estábamos cerca. ¿Habríamos recibido justicia con el juez? No voy a contestar. Si el caso pasaba con un juez, ¿habríamos recibido justicia? Les dejo la pregunta para que la contesten ustedes. Este es el aguijón de la injusticia. Y es algo que vemos en todo el mundo. Algunos están pensando, no, la mano está tirada. No, no. Está en todos lados. No estoy hablando de un país en específico, está en todos lados. En algunos lugares ocurre más que en otros, sí, pero no está solo aquí. En los Estados Unidos hay casos muy conocidos, abiertos a la vista del mundo, de injusticia, clara. Uno de esos casos que yo supongo conocerán es el de O.J. Simpson, un jugador de americano que mató a su esposa y a otro hombre. Algo que ha confesado haber hecho ya después del juicio, lo que pasa es que aunque tu confieses después si te exoneraron en Estados Unidos, no puede haber, se llama Double Jeopardy, no tengo idea como se diga eso en términos legales mexicanos en español. El chiste es que no te pueden enjuiciar dos veces por el mismo crimen, ¿no? Él ya lo ha confesado de acuerdo al editor de su libro, y adivinen su libro como se llama, si lo hubiera hecho. If I did it. Si lo hubiera hecho. Si, si lo hubiera hecho. Entonces, todo mundo ve ese caso y dice, ¿Cómo es posible que se salió con la suya? El expresidente Bill Clinton. Misma pregunta. ¿Cómo es posible que se salió con la suya? Eclesiastes 3.16. Es uno de los aguijones, uno de los problemas de la vida en este mundo caído. Todos sabemos que estas cosas no están bien. Todos estamos de acuerdo, pero pasan. Pasan todos los días. Si empezáramos a nombrar aquí políticos, figuras públicas, ustedes lo ven, lo escuchan, lo leen en las noticias todos los días. Todo esto nos molesta. profundamente. Nos enoja, es un aguijón. Nos preguntamos, ¿cómo pueden justificar lo que hacen estas personas? Pues, ¿qué creen? Sí lo justifican. Sí se lo justifican. Encuentran la manera de vendérselos a sí mismos. Encuentran la manera de acallar sus conciencias. Son los que describe Isaías. Vamos a... Bueno, ahorita los voy a mandar a Isaías 5. Isaías 5.20. A lo malo llaman bueno y a lo bueno, malo. Consideran las tinieblas como luz y la luz como tinieblas. Consideran lo amargo como dulce y lo dulce como amargo. Isaías 5.20. No pierdan su lugar porque ahorita vamos a leer más en ese capítulo. Crean una justificación estas personas. Encuentran la manera de vendérselos, de venderse a sí misma. Todos lo hacen. Me lo merezco. Es lo que me toca. Hay un caso reciente en el que la esposa de uno de estos sujetos famosos que defraudó por millones y hasta aplicó quimioterapias falsas a niños con cáncer ¿no? para desviar los fondos durante su mandato y su esposa escribió en su diario merezco abundancia ¿se lo había vendido? había vendido, lo había justificado merezco abundancia entonces puedo robar a quien sea Todo está justificado. Bueno, esto nos molesta. Es uno de los aguijones de la vida en este mundo caído. Pero hay un clavo. Hay una respuesta. Hay una respuesta divina de parte de Dios. ¿Cuál es? No pierdan su lugar en Isaías 5, pero siguiente versículo, Ecclesiastes 3, 17. Tanto al justo como al impío lo juzgará Dios. Lo juzgará Dios. ¿Eso qué significa en términos prácticos? Esto no se acaba hasta que se acaba. Nadie va a salirse con la suya, nadie. ¿Por qué? Porque hay un tiempo para todo lo que se quiere. Una mejor traducción es la traducción en inglés, ESV, para cada asunto, hay un tiempo para cada asunto y para todo lo que se hace. Hay un tiempo fijado por Dios para juzgar todo. Sabemos por Hebreos, ¿no?, que está establecido que los hombres vivan una sola vez. ¿Y luego qué? El juicio. Hebreos 9.27. Y por eso encontramos advertencias como la de Isaías 5. Isaías 5 20 el reciclo 20 ya lo leímos hay de los que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo consideran las tinieblas como luz y la luz como tinieblas consideran lo amargo como dulce y lo dulce como amargo y más adelante en 23 hay de los que por soborno declaran justo al culpable y al justo le quitan su justicia por tanto como la lengua de fuego devora la paja y la llama doblega el rastrojo así la raíz de ellos será como cosa putrefacta su flor desvanecerá como el polvo porque han desechado la ley de Jehová de los ejércitos y han despreciado la palabra del santo de Israel y luego advierte sus cadáveres son como basura en medio de las calles Estas palabras fueron dirigidas a Israel en su momento por medio de Isaías porque había corrupción, había impunidad, maldad en medio de ellos. En el día del juicio Dios va a hacer lo mismo con los que hacen estas cosas hoy día. Todo juicio injusto. Toda resolución corrupta se va a revisitar. Se va a reabrir cada caso en el día del juicio. Si a O.J. no le pueden reabrir el caso aquí, allá sí lo van a reabrir. Y entonces habrá justicia. Lo que vivieron hace poco los hermanos Gerardo y Aquelín con su hija Valeria. Hay un día cuando Dios va a hacer justicia. Esto no se acaba hasta que se acaba. Mientras tanto, vamos a ver mucha injusticia, mucha impunidad, pero lo podemos tolerar sabiendo que Dios va a ajustar las cuentas al final. Si no supiéramos eso, imagínense esta vida. nos volveríamos locos, estaríamos tentados a volvernos justicieros como Batman o algo así si no hubiera un día del juicio la injusticia, la impunidad serían más de lo que podemos soportar pero no tenemos que volvernos justicieros porque Dios juzgará y hemos de resistir la tentación de volvernos justicieros en el tráfico, en cualquier... Todos los días hemos de resistir la tentación de volvernos justicieros, de tratar de hacer justicia por nuestra propia mano, porque Santiago nos advierte acerca de eso y dice, la ira del hombre no obra, no lleva a cabo la justicia de Dios. No puedes ser justiciero, no puedes hacer justicia tú. Tienes que dejarlo en las manos de Dios. Ahora pasamos al siguiente aguijón. Ahora, antes, esto lo pudiera haber mencionado al principio, pero estamos entrando a una sección de eclesiastés un poco diferente a lo que hemos visto hasta ahora. Estamos acostumbrados a desarrollos un poco más largos para cada problema y cada solución. Pero en esta porción los problemas y las soluciones van llegando un poco más rápido. Entonces, así nos vamos a ir, un poco más rápido, no nos vamos a detener tanto en cada uno. Esta sección del libro de Eclesiastes se parece un poco más a Proverbios, si han leído Proverbios saben cómo es, ¿no? Uno o dos versículos por tema, uno o dos versículos por tema. Verdades, verdades, verdades. Así se va esta sección. Vamos al siguiente aguijón. En el versículo ocho, vivir y morir. como animales. Así se llama el siguiente aguijón. Versículo 18. Yo dije en mi corazón con respecto a los hijos del hombre, que Dios los ha probado, recuerden una mejor traducción es, los está probando, para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que ocurre con los hijos del hombre y lo que ocurre con los animales es lo mismo. Como mueren los unos, así mueren los otros. Todos tienen un mismo aliento. El hombre no tiene ventaja sobre los animales porque todo es vanidad. Todo va al mismo lugar. Todo es hecho del polvo y todo volverá al mismo polvo. Para el hombre sin Dios, Para el hombre con una cosmovisión antropocéntrica, es decir, no centrada en Dios, sino centrada en el hombre, no hay diferencia entre los hombres y los animales. No hay diferencia entre el hombre que muere en su cama y el caballo que muere en su establo. No hay diferencia entre el hombre que muere atropellado y un perro que muere atropellado. A su parecer, les ocurre lo mismo. Todos tienen un mismo aliento. El hombre no tiene ventaja. Se volverán polvo los dos. Dice que Dios prueba al hombre para que vean que sin él, sin Cristo, la gente vive y muere como animales. Así lo ve el hombre sin Dios. No logra ver la diferencia. Ahora, ¿cómo se manifiesta eso hoy día? Híjole. Aquí podríamos estar media hora con eso. Por esto exige el fenómeno, existe el fenómeno moderno de los perrijos. Y no sólo los perrijos, sino los gatijos, y los serpientijos, y los pajarijos. Pongan el que quieran, seguro me faltan muchos. Cada vez más, personas están convencidas que la vida de los animales vale lo mismo o más que la vida de un ser humano. Les compran a sus mascotas todo, como si fueran sus hijos. Es más, algunos abiertamente te dicen, yo no quise tener hijos, mejor tengo perros, o mejor tengo gatos. Llevan a la mascota en carriola. Gastan más en la salud del animal que en la suya. Tienen cámaras remotas y sistemas de videoconferencia para tener videollamadas con sus mascotas en casa mientras ellos trabajan. ¿Sí? ¿Sí? Clonan a su mascota para darle vida eterna o por lo menos alargar su vida, ¿no? Se muere, quiero otro igual, clónenmelo. Por esto hay más y más veganos. Ahora, hermanos, yo sé que hay muchas variantes, nunca logro aprendérmelas, no me las sé. No dediqué tiempo a buscarlo en Google tampoco. Pero son personas que se niegan a alimentarse de animales. Y muchos, ya sé que no todos, pero muchos lo hacen porque creen que comer animales es como comer a humanos. Y no voy a ahondar más en esto porque lo hemos visto antes. Lo dejaré en esto. Los animales existen para servirnos. Esa es la misión de cada animal sobre la faz de la Tierra. Es lo que Dios ha designado, por eso están aquí, para servirnos. Y en la investidura de dominio nosotros hemos de dominarlos y usarlos a nuestro favor. Un animal que sirve de alimento cumplió su propósito divino y glorifica a Dios al hacerlo. Ahora ese no es el único propósito que pueden cumplir los animales, pero si es uno. ¿Y qué creen? Es aprobado por Dios. Los hombres sin Dios pierden la capacidad muchas veces de distinguir entre un hombre y un animal. Viven y mueren como animales. Y no entienden la diferencia. Y por eso Salomón pregunta en el versículo 21. ¿Quién sabe? ¿Quién sabe? ¿Quién percibe? ¿Quién reconoce que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? Ahora, tengo que decir esto, quisiera no tener que decirlo, pero algunos interpretan muy mal este versículo como agnosticismo de Salomón. Como si él estuviera dudando, ¿será que hay alguna diferencia? Como si él estuviera afirmando que es así, no. La traducción correcta de este versículo lo plantea como una pregunta. Salomón está preguntando, ¿quién entiende esto? Que el espíritu del hombre sube y que el espíritu del animal baja. ¿Quién entiende eso? El creyente. El que ve la vida en torno a la verdad de Dios. ¿Qué otra diferencia hay entre el creyente y el animal? Algo que ya hemos visto, y lo dice el siguiente versículo. El hombre puede disfrutar de su trabajo realmente. Puede disfrutar la tarea, la labor que Dios le haya asignado. El creyente puede hacer esto. Dice, así que he visto que no hay otra cosa mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque esa es su porción. Pues quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él. Es decir, no hay cosa mejor que disfrutar de tus obras ahora, porque nadie te va a llevar después a ver tu legado. A ver qué pasó después de que te moriste. A ver qué hicieron tus hijos con tus cosas y tu legado. No, nadie te va a llevar para que veas eso. Pero vean el punto, el creyente a diferencia de los animales y a diferencia de los inconversos, puede disfrutar realmente de sus obras, puede disfrutar de sus labores. Si tienes un caballo y un creyente harando un campo, los dos están trabajando muy duro. A la antigüita, ¿no?, con arnés y todo. Los dos están trabajando muy duro. La diferencia es que el creyente puede disfrutar esa labor y el caballo no. Caballo no puede disfrutar de eso. Parte de dar testimonio como creyentes es disfrutar en su justa medida, no hacer un ídolo de eso, pero disfrutar en su justa medida de la labor, de las obras que Dios nos ha dado para hacer en esta vida. Esa es nuestra porción de nuestro trabajo. Es lo que debemos hacer mientras estamos aquí. Dios nos da la capacidad de hacerlo. Yo les pregunto, ¿cuántas personas pasan sus días quejándose de las labores y las obras que les son asignadas en esta vida? ¿No es eso algo diario que escuchas todos los días en el trabajo? ¡Ya que llega el fin de semana! ¡Ya no puedo! ¡Mi jefe! ¡Me están cargando la mano! Ver a alguien realmente alegre en su trabajo, con una actitud de gozo, no es algo tan común. Dios nos da la capacidad de hacer esto. Y hemos de hacerlo, hemos de cuidarlo, de ponerlo en práctica. Esta instrucción del versículo 22 es algo claramente dirigido al creyente. Si ya han estado aquí toda esta serie ya deberían de saber por qué. ¿Por qué? ¿Puede el no creyente hacer esto realmente? ¿Lo puede hacer realmente? ¿Puede fingir o puede hacer de su trabajo un ídolo, pero puede disfrutarlo en su justa medida? ¿Puede sacar provecho de su trabajo? ¿Puede encontrar felicidad duradera y real en sus obras? ¡No! Ya lo vimos, ya lo sabemos, leímos. Creo que la segunda predicación de la serie, ¿qué provecho tiene el hombre de todo su duro trabajo con el que se afana debajo del sol? No tiene. He observado todas las obras que se hacen debajo del sol y he aquí que todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Entonces, esto es algo dirigido al creyente. Debemos entenderlo en el contexto de todo lo que hemos visto ya. en la serie, en el libro sigamos, Eclesiastes 4, versículo 1 pasamos a otro problema otro aguijón que está relacionado con el aguijón de la injusticia que ya vimos yo me volví y vi todos los actos de opresión que se cometen debajo del sol Y ahí las lágrimas de los oprimidos, que no tienen quien nos consuele. El poder estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador. Otro aguijón. ¿Cuántos millones viven hoy, en este mundo, oprimidos? ¿Hay opresión política? ¿Hay opresión laboral? ¿Hay opresión económica? La lista es muy larga. En casi cualquier faceta de la sociedad podemos encontrar opresión. ¡Hay países enteros que viven oprimidos! ¿Como cuál, hermano? Venezuela. Corea del Norte. ¿Tienen alguna duda de que todos esos países completitos viven en opresión? ¿No? Hay políticos corruptos que roban y oprimen a la sociedad. Hay autoridades corruptas que extorsionan y oprimen a quienes deben servir y proteger. Hay dueños de empresas y jefes injustos que oprimen y exprimen a sus empleados aprovechándose de su necesidad. Todos los días. En la familia. Vemos esposos abusivos que oprimen a sus esposas y a sus hijos. O viceversa, esposas que toman el rol del hombre y mueven a sus maridos como marionetas. Parece que siempre los que tienen poder, o los que logran tomar el poder, están exprimiendo a quienes están debajo. ¿Cuántas historias de terror conocemos sobre quienes estuvieron y están dispuestos a pisotear y explotar a quien sea para llegar a la cima? Muchas de las guerras de la historia tienen todo que ver con esto. El deseo de oprimir, explotar a otros pueblos y otras naciones. Esta es la vida debajo del sol. Esta es la realidad. Lo único que hizo Salomón fue expresar la verdad. No podemos esperar nada más. Así ha sido desde la caída del hombre. El versículo dice, el poder estaba en la mano de sus opresores. Aquellos que tienen poder en esta vida tienden a usarlo para oprimir a los que no tienen. Los opresores tienen el poder y no hay cómo escapar de ellos. Es la realidad de esta vida. Ahora, ¿cuál es la consecuencia de esto? ¿A qué lleva? Desesperación. Desesperación. Dice, el poder está en la mano de los opresores y para los oprimidos no hay consolador. Aparte de Dios, no hay quien consuele a estas personas. En este mundo no hay que ni quien consuele a quien vive y muere bajo opresión. Eso es desesperante. Muy desesperante. Entonces, ¿qué dice Salomón ante esto? Entonces, yo elogía a los difuntos. Los que ya habían muerto más que a los vivos. Los que viven todavía. ¿Qué significa eso? Esto es Salomón diciéndonos, sin una perspectiva bíblica de la vida, si no tienes el consuelo de que habrá un día del juicio, de que esto no se acaba hasta que se acaba y Dios saldará cuentas con todos los opresores, sería mejor estar muerto. Sería mejor estar muerto que tener que vivir bajo la opresión de quienes tienen poder. sin los clavos, sin las respuestas bíblicas a todo esto, la vida es peor que la muerte. A esa conclusión llegaríamos. Esto se parece a lo que vimos anteriormente en el capítulo 2, versículo 17, donde Salomón nos dice, aborrecí por tanto la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa y por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. sin las respuestas divinas, sin Dios en tu vida. Vivir es la cosa más frustrante, la cosa más desesperante. Con razón vemos tantos suicidios, y no estoy justificando eso, pero por eso pasan estas cosas, con razón, tantas personas cínicas, deprimidas, perpetuamente enojadas, porque son personas que tratan de vivir la vida sin Dios, se topan, se dan un frentazo con estos problemas, todos estos aguijones, consecuencias del pecado y se vuelven locos, se vuelven locas. No pueden con la maldad, la injusticia, no pueden con la opresión que se encuentran, no pueden con su propio pecado. Salomón continúa diciendo Ante todo esto, sin Dios, versículo 3, consideré que mejor que ambos es el que aún no ha nacido. Si estoy en la vida sin Dios, si no tengo estas respuestas, mejor que ambos es el que aún no ha nacido. O sea, mejor que el vivo, mejor que el muerto, el que aún no ha nacido. Que no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol. Oye hermano, yo creo que estás exagerando un poco. Yo creo que Salomón exageró un poco. Yo creo que está yendo demasiado lejos. Yo no he visto que muchas personas lleguen a conclusiones como esa. ¿No? Lo vemos todos los días con los abortos. Se estima que de 2010 a 2014 el número de abortos anuales fue más de 50 millones por año a nivel mundial. 2010 a 2014 ya a lo mejor estamos en 100. Estas cosas son prácticamente exponenciales. La mayor o gran parte de estos realizados, ¿con qué excusa? ¿Con qué justificación? Les sería mejor a este pequeño no nacer. Les sería mejor no nacer que enfrentar las dificultades, las injusticias, la opresión de este mundo. Tendría una vida que no vale la pena. Le estamos haciendo un favor. ¿Dudas que hombres y mujeres sin Dios vean el mundo como afirma Salomón? ¿Qué otra prueba necesitamos que esta? Así lo justifican, hablen con personas a favor del aborto, escuchen sus argumentos, son estos. La realidad de la vida sin Dios te llevará a la desesperación, te llevará a pensar que habría sido mejor no vivir. La frustración de la vida sin Dios, eventualmente, no tiene medida. Es decir, crecerá y crecerá y crecerá. No tiene un tope. Es una vida destinada a terminar en calamidad. en pérdida total, opresión sin consuelo. Leemos en Job, claman, Job 35 9, vamos a leerlos todos, leer los versículos 9 y 10. Job 35 9, claman. La traducción en inglés dice, la gente clama a causa de la mucha opresión. Gritan a causa del poderío de los grandes, en inglés, los fuertes. Sin embargo, nadie pregunta, ¿dónde está Dios mi Hacedor? Los hombres pueden pasar por las cosas más terribles en esta vida. Pueden pasar por las peores opresiones, los peores sufrimientos en manos de hombres poderosos, sean los que sean, reyes, narcos, jefes, políticos, familias. Pueden vivir sus vidas sufriendo en las manos de estos hombres, pero nunca voltear y buscar a su Hacedor. Nunca buscar al único que los puede librar. No sólo de los opresores externos, sino de la opresión del pecado, la opresión de tu propio pecado. Nadie pregunta dónde está Dios, mi Hacedor. Esta es la calamidad de los hombres sin Dios. sufren, agonizan en este mundo bajo el yugo del pecado, pero nunca preguntan por su creador, nunca lo buscan. Millones viven y mueren bajo la opresión de hombres malvados, sufriendo bajo la opresión de pecados que los tienen esclavizados, pecados que son más fuertes que ellos, y por los cuales sufrirán para siempre, en la eternidad. Y en todo ese sufrimiento, en toda esa impotencia, la mayoría de los hombres nunca voltea a rogarle a Dios que los salve. Lo que lleva, vean, esto es muy importante. Lo que lleva a los pies de Cristo es la incapacidad de luchar contra nuestro propio pecado. Es verme a mí mismo como un esclavo de pecado. y entender que no puedo escapar de él, no puedo librarme, no tengo la fuerza para hacerlo yo mismo. Es reconocer que eres un esclavo de tu propio pecado, que no puedes derrotarlo, y necesitas a alguien que te ofrezca perdón, que rompa las cadenas del pecado que tiene preso a tu alma, alguien que te rescate, alguien que te de el poder de matar a tu pecado. La única persona que ofrece eso es Cristo. Si tú estás viviendo sin Cristo hoy y piensas, bueno, pues yo no veo que las cosas estén tan mal como dices, hermano. Yo no me siento bajo el yugo de mi pecado. Yo si quiero, dejo de hacerlo. Está en mi mano. Es mi decisión. A mí no me molestan tanto las injusticias de esta vida, tampoco la opresión. Creo que voy más o menos bien. Tengo que advertirte. Te aseguro esto. Algún día vas a cambiar tan radicalmente de opinión que no lo vas a creer. en esta vida, o sin duda en la venidera. Si tú entras a la eternidad sin Cristo, vendrá el día, vendrá el momento en que digas, ojalá que nunca hubiera nacido. Y seguirás deseando eso por el resto de la eternidad, y la frustración que iba solo creciendo en esta vida no se va a acabar en la tumba va a seguir aumentándose en el punto donde lo dejaste cuando saliste de este mundo y la frustración no tengo palabras para describir el grado de frustración eterna con el que te vas a encontrar lo único que puede impedir eso es conocer a Cristo Jesús, huir al que puede traer consuelo, libertad, salvación a tu alma. Ahora, debatir y cerrar con esto, pero aún nos queda algo de tiempo, ya saben que yo no corro el maratón como el hermano Tomás, yo solo soy medio maratón, Pero aún nos queda algo de tiempo, así que vamos a avanzar al versículo 4, que sea este es 4.4, antes de cerrar. ¿Qué otras consecuencias de la vida sin Dios vemos aquí? ¿Qué otros aguijones y problemas encontramos en este capítulo? Versículo 4. Este versículo es interesantísimo casi merece todo un sermón solo para este versículo pero no lo vamos a hacer porque si no nunca vamos a nunca vamos a llegar a cubrir todo lo que hay en la eclesiasteza entonces 4.4 así mismo yo he visto que todo trabajo y toda obra excelente son resultado de la rivalidad del hombre contra su prójimo también esto es vanidad y aflicción de espíritu vean Si ustedes investigan esto y si pudieran ver los corazones de los hombres, que eso es algo que no tenemos el privilegio de hacer, A veces, ¿no?, encuentran los diarios de estos cuates famosos de la historia, y leyendo los diarios es como una ventana al corazón, y ven realmente cuáles eran las motivaciones de estos cuates, ¿no? Pero, prácticamente todas las grandes invenciones, todas las grandes obras, con excepción de creyentes, que hubieron muchos creyentes, matemáticos, científicos, inventores, de los más grandes de la historia, claro que la historia nunca pone ese dato en el libro de la historia, ¿no? Nunca dicen, y este hombre era creyente, era cristiano, nunca hablan de eso, sólo hablan del logro. Pero prácticamente todas las grandes invenciones, las grandes obras, los grandes logros profesionales en este mundo, son motivados por la rivalidad. Es decir, el trabajo duro, los grandes esfuerzos, en gran medida están motivados por el deseo de brillar más que otros, o de evitar que otros brillen más que yo y me opaquen. Si se detienen a considerar esto, se van a sorprender hasta qué punto esta es nuestra motivación. y la motivación de otros. Lo que te motiva a esforzarte académicamente, a esforzarte profesionalmente, es este deseo de brillar más que otros. El deseo de ser visto como alguien mejor entre tus compañeros. El deseo de ser reconocido como alguien más efectivo, más valioso, más importante. lo vemos todos los días en el trabajo todos los días en la escuela todos quieren ser reconocidos yo me acuerdo una vez cuando me estaban cambiando a otra, a una jefa nueva y estaba platicando para conocerme y una de sus primeras preguntas ¿cómo te gusta ser reconocido? ¿te gusta ser reconocido mucho en público? ¿te gusta que manden correos donde reconozcan tu gran trabajo? Yo no sabía ni qué responder a eso, era algo tan... no sabía ni qué decirle. Si quieren saber qué le respondí, luego me pueden preguntar. Este... Me sorprendió mucho, pero lo vemos todos los días. Todos quieren ser reconocidos, ser vistos, que otros reconozcan el trabajo, mi involucramiento. Están presentando el proyecto, no te olvides de poner ahí mi nombre, yo también estuve, llévame a la presentación. Yo también que esté ahí sentado, ¿no? Muchos le reclaman mucho a sus jefes, no vayas a ir a presentar sin mí. No vayas con tu jefe a presentar y no me llevaste. De eso se trata todo esto. Lo que deseamos más, lo que deseamos más que los logros en sí, es que otros vean mis logros. Queremos ser elogiados, queremos ser aplaudidos. Lo mismo en los deportes, lo mismo en las competencias amistosas, en los juegos con amigos. No aguantamos que otro nos supere. Hay un autor cristiano que dice, lo más que aguantamos es ser superado solo a veces, y solo por algunas personas. Nadie aguanta que lo superen muy seguido ni muy profundamente, o sea, muy drásticamente, que lo humillen y lo aplasten. Nadie aguanta que lo superen por poquito, pero a cada rato, en otras palabras. Y nadie aguanta que lo superen drásticamente y lo humillen, aunque sea solo una vez. O sea, seguimos siendo como niños. ¿Qué hacen niños si sus amigos, sus hermanos o sus papás o sus primos los superan siempre o los superan por mucho en un juego? Ya no quiero jugar, ya, me voy. Ya no me interesa. O avientan el tablero, ¿no? o avientan el control si están jugando videojuegos. Y así nos pasa como adultos. Si nos superan frecuentemente, o drásticamente, ¿cuál es nuestra reacción? Envidia, resentimiento, enojo, justificarnos desacreditando a quien nos superó. Ah, es que tenía ventaja. Me sentía mal. Me sentía mal ese día. Yo estaba en desventaja, ¿no? No, la verdad eso ni me importaba, ni le eché ganas. No, es que le ayudaron. Tuvo una ventaja injusta. Insisto, quienes trabajamos en empresa con compañeros lo vemos todos los días. Esto es lo que mueve y motiva a la gente. La rivalidad. El deseo de brillar más que otros. Ahora, esto llega a ser muy frustrante. Muy frustrante. Estás trabajando, tratando de colaborar con alguien y nunca sabes cuáles son sus intenciones. Si te va a apuñalar por la espalda y robarte el proyecto, si te va a... nunca sabes. Estás tratando de leer a estas personas y conocerlas para saber realmente qué es lo que quieren. Hay empresas, yo estuve en una de estas hace tiempo, donde es insoportable la rivalidad. Ni tus jefes te apoyan. Ni tus jefes te enseñan porque no vaya a brillar más que yo el chamaco después. De verdad. De verdad. Por eso me terminé yendo de ese lugar. Y porque hay empresas donde fomentan eso. Donde les gusta. Eso es lo que quieren que pase. Aún como creyentes, vean, luchamos con las motivaciones de nuestro corazón. Luchamos porque nuestro corazón sea motivado por amor a Dios y amor al propio. En todo lo que hacemos, en todas nuestras obras, en todos nuestros logros, en todos nuestros esfuerzos, en todo nuestro servicio al Señor. Filipenses 2, nos llama a que no hagamos nada por rivalidad ni por vanagloria, sino que estimemos humildemente a los demás como superiores a nosotros mismos. Filipenses 2.3. No considerando cada cual solamente los intereses propios, sino considerando cada uno también los intereses de los demás. Entonces, ahora sí vamos a cerrar Como creyentes, ¿cuál debe ser nuestra reacción ante todo esto? Lo que hemos visto el día de hoy. Injusticia, muerte, opresión, rivalidad. ¿Cinismo? ¿Resignación? No. Para el creyente, la vida aún la vida en este mundo eso es parte de los clavos que hemos ido viendo en esta serie la vida vale la pena vale la pena vivir con Dios no importa cuán oprimido estés no importa cuánto abuso no importa cuánta persecución sufras la vida bajo el sol como hijos de Dios vale la pena vivirla Porque tan tenemos a aquel que da sentido a la vida, que da sentido a todo, a Dios, a Cristo. Por eso el apóstol Pablo dijo en Filipenses que para él el vivir era Cristo. Porque él es todo. es aquel que da significado, trascendencia, en medio de esta vida llena de injusticia, opresión, personas que viven y mueren como animales, rivalidad. Matthew Henry dijo lo siguiente. El creyente, sin importar cuán rodeado de calamidad esté en este mundo, nunca tendrá causa para desear no haber nacido. Todos los que no están en Cristo, tarde o temprano van a desear esto. El creyente nunca tiene razón para desear esto. Cuando Job deseaba eso, estaba equivocado. Era un error. Fue un pecado. Estaba equivocado en desear eso. Matthew Henry dice que esta es la razón. Porque el creyente con su vida glorifica al Señor aún estando en el fuego. O sea, ¿de qué está hablando? En la hoguera, muriendo como mártir. O si no es así, en el fuego del sufrimiento de este mundo, bajo la opresión. Y dice, estará siempre feliz al final. Si eres creyente, esta vida tiene sentido y vale la pena, gracias a Dios. Entonces te pregunto, Eres tu hijo de Dios. Puedes llamarle a tu padre, realmente. Cristo es tu Señor, el que da sentido a tu vida. O pasas tus días frustrado, desesperado, angustiado, en medio del caos, del pecado, en este mundo. Nunca conocerás felicidad ni consuelo hasta que conozcas a Cristo Jesús. Y un punto final. Los creyentes tenemos consolador. Salomón dice que los oprimidos no tienen quien los consuele. Los que están sin Cristo no tienen. Nosotros tenemos consolador. se llama el Espíritu Santo y la pregunta para ti si eres creyente hoy es ¿otros ven eso en tu vida? ¿que tienes consolador? ¿es claro para otros que tú y yo nos apoyamos en alguien más fuerte que nosotros mismos para vivir la vida? busquemos que así sea con la ayuda de Dios todos los días busquemos mostrar nuestro consuelo a los oprimidos, a los que no lo tienen, a los que están oprimidos bajo el yugo de su pecado sin tener quien los consuele. Que así alumbre nuestra luz delante de los hombres. Vamos a orar. Señor reconocemos que muchos días estamos frustrados, estamos enojados, vivimos sin mostrar a otros que te conocemos y que tenemos el consuelo del Espíritu Santo. Te rogamos Señor que nos ayudes a aprender a caminar contigo Que cada día, cada oportunidad, cada sufrimiento que pasemos, cada opresión que soportemos, sea otra oportunidad de mostrar que tú nos ayudas, que tú eres nuestra fuerza, que en ti hay plenitud de vida y que en ti la vida vale la pena. Señor te rogamos de todo corazón por las personas en este lugar que han escuchado tu palabra hoy y que aún siguen sin conocerte tratando de enfrentarse a esta vida con sus propias fuerzas, con su propia inteligencia y su frustración solo está aumentando Te rogamos que abras sus corazones, que derritas sus voluntades y que los lleves a doblar la rodilla ante el Señor Cristo Jesús y que encuentren vida en abundancia. Te rogamos esto en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
06 Eclesiastes Injusticia
Series Eclesiastés
¡Sin las respuestas divinas, sin Dios en tu vida, vivir es la cosa más frústrate y desesperante! No podemos con la injusticia, muerte, opresion y rivalidad.
Sermon ID | 8319525361444 |
Duration | 1:04:38 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ecclesiastes 3:16-22; Ecclesiastes 4:1-4 |
Language | Spanish |
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