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Dice, todo esto he observado en los días de mi vanidad. Hay justos que perecen en su justicia y hay pecadores que en su maldad alargan sus días. No seas demasiado justo ni seas sabio en exceso, porque habrás de destruirte. No seas demasiado malo ni seas insensato, porque morirás antes de tu tiempo. Bueno es que te prendas de esto y que tampoco apartes tu mano del otro, porque el que teme a Dios saldrá bien en todo. La sabiduría ayudará al sabio más que diez gobernantes poderosos que haya en la ciudad. Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y que nunca pegue. No prestes atención a todas las cosas que se dicen, no sea que oigas a tu siervo que haga mal de ti, pues tu corazón sabe que muchas veces tú también has hablado mal de otros. Todas estas cosas he probado con la sabiduría y dije, me he de hacer sano. Pero ella estaba lejos de mí. Lo que está lejos y muy profundo, ¿quién lo podrá hallar? Pero yo volví en mi corazón a conocer, a explorar y a buscar la sabiduría y la razón para conocer lo malo de la necedad y la insensatez de la locura. Y yo he hallado más amarga que la muerte a la mujer, que es una trampa, cuyo corazón es una red y cuyas manos son ataduras. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador quedará atrapado por ella. Mira, dice el predicador, Habiendo considerado uno por uno para dar con la razón, he hallado esto. Mi alma aún busca, pero no hallo. Un hombre ha hallado entre mi, pero una mujer no he hallado entre todos estos. He hallado sólo esto, que Dios hizo al hombre recto, pero los hombres se han buscado muchas perversiones. Parece complicado, ¿verdad? Vamos a pedirle la ayuda a Dios para entender todo esto. Señor, te damos gracias por tu gracia. Estamos aquí otro domingo. Te damos gracias, Señor, por esta noticia que tenemos de que pronto se elegirán diáconos en tu congregación. Te rogamos Señor que des sabiduría en estas designaciones que prepares a los que van a desempeñar este cabo de servicio en su nombre. Te pedimos también, especialmente por el servicio de hoy, por la predicación de Tu Palabra, reconocemos Señor como orado, nuestro hermano Eli, nuestra miseria, nuestra necedad, nuestra pobreza espiritual, reconocemos nuestra necesidad de Ti, Señor. Te rogamos Tu ayuda, te rogamos que nos hagas Tu Palabra, que la apliques a cada corazón, que nos ayudes a estar atentos, Señor, y a mostrar el amor y el interés por Tu Palabra que debiéramos tener todos nosotros. Te damos gracias por todo lo que has registrado por medio de tus dieros al amor. Te pedimos que hagas conforme a tu voluntad y todos nosotros. En el nombre de Cristo Jesús. Amén. Seguimos en una sección del libro que es difícil, retadora. Hay mucho que cubrir en lo que vamos a ver hoy. Es otra muestra de la profundidad de la Palabra de Dios, pero con la ayuda de Dios, confiamos que encontraremos el hilo con mucho. Vamos a ir exponiendo el capítulo, pero vamos a hacer algo un poco diferente hoy. En vez de seguir la secuencia directamente del capítulo, como hacemos casi siempre, vamos a comenzar en el versículo 23, y luego vamos a ir dilando todo desde ahí. El versículo 23 dice lo siguiente, todas estas cosas he probado con sabiduría, con la sabiduría, por medio de la sabiduría. Y dije, me he de hacer sabio, pero ella, es decir la sabiduría, estaba lejos de mí. El escritor de Eclesiastes, Salomón, Pasó muchos años buscando, investigando, estudiando, indagando, experimentando y para hacerlo tuvo oportunidades y privilegios como ningún otro. Era rey, tenía todos los recursos necesarios a su alcance. Si alguien pudiera encontrar la felicidad en este mundo y el secreto de esta vida, Tendría que ser Salomón. Sabemos que sin duda lo intentó. Y en Ecclesiastes lo que tenemos es su reporte, sus hallazgos. El título del sermón de hoy es Hallazgos de Salomón. Tenemos aquí lo que encontró. Y en este versículo, en esta sección, en la segunda mitad del capítulo 7, encontramos una concentración de sus hallazgos. Dice, esto he observado, estas cosas he probado, esto hallé. De hecho, podemos contar la palabra hallé al menos cuatro o cinco veces, dependiendo de la traducción que estén leyendo. Es una sección llena de hallazgos y conclusiones. Ahora, ya sabemos que no es la única sección que tiene hallazgos en este libro, ¿no? Todo el libro está lleno de hallazgos y conclusiones. Pero algunos son más sumanios y más importantes que otros. Ya hemos visto algunos, por ejemplo, ¿se acuerdan del Ecclesiastes 3.11 que dice? Dios ha puesto la eternidad en el corazón del hombre. Es decir, nada en este mundo puede tomar y llenar el lugar que Dios creó para sí mismo en tu alma. Por más que lo intentes, nunca vas a encontrar con qué llenar ese lugar. También hemos visto en Ecclesiastes 7.14, lo vimos en el sermón pasado, en el día del bien goza de bien, en el día del mal considera, o sea, en el día de la prosperidad disfrútalo. En el día de la adversidad considera que Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada hay después de él. Dios te va a mandar suficiente adversidad en esta vida, suficientes días malos para que nada hayes después de él. Estás tratando de hallar tu vida en alguna otra cosa, en algún otro lado, Dios se va a encargar de que no lo logres. Se va a encargar de que no lo logres. Salomón nos trae sus grandes conclusiones. Y como él es identificado por Dios mismo, Como el hombre más sabio que jamás vivió, todos deberíamos estar muy interesados en lo que encontró, en lo que registró por inspiración líquida. Todo el mundo está buscando lo mismo que buscó Salvador. Todos. Todo el mundo está buscando vivir entre comillas sabiamente. Dicho de otra manera, todo el mundo está buscando aprovechar la vida. Vivir la vida de la mejor manera. Por lo menos, a su parecer. ¿Cuántos se atreverían a decirnos el día de hoy? Yo estoy viviendo perdidamente. Estoy tirando mi vida a la basura. ¿Cuántos se atreverían a decirnos algo así? Estoy tirando mi vida a la basura. Muy pocos. Todo el mundo gusta vivir. sabiamente aprovechar la vida. Todo el mundo cree que está procurando lo mejor para sus vidas, pero la gran mayoría están equivocados. Lo que están procurando no es el sumo bien. Ahora, Salomón nos da una perspectiva única, no sólo por su sabiduría, sino porque Salomón escribe este libro desde la amadurez espiritual, en la última etapa de su vida, habiendo probado todo, habiendo cometido muchos errores y pecados, y sobre todo, habiéndose arrepentido por sus pecados. Salomón está calificado de manera especial para decirnos qué evitar y qué procurar en nuestras vidas. Así que ahora sí, Comencemos con el versículo 15, capítulo 7. Versículo 15. Todo esto he observado en los días de mi vanidad. Hay justos que perecen en su justicia y hay pecadores que en su maldad alargan sus días. O sea, para empezar aquí nos dicen, no debemos pensar que el que vive mucho vivió bien, ni que el que vive poco vivió mal. No debemos de pensar eso. Hay justos que viven poco, y hay muchos ejemplos a lo largo de la historia, de creyentes, fieles, cielos del Señor que vivieron poco, y hay malos que viven largas vidas. En todos lados vemos estos dictadores, ¿no? Que ya el pueblo está, ya dice, por favor que se vaya, que se muera. Y no, duran y duran y duran. Lo vemos en todos lados. No podemos tomar conclusiones de eso, de cuánto vive una persona. Luego, comenzando en 16, viene esta lista de cosas que muchos creen son la clave de la vida. El secreto de la vida, el camino más sabio. 16. No seas demasiado justo. Ah, caray. No seas demasiado justo, la oración en inglés de aquí en James dice demasiado, too righteous, demasiado santo. Ni seas sabio en exceso, porque habrás de destruirte. Para entender este pasaje, primero hay que señalar que lo que las versiones en español traducen como justo, lo traducen como justo aquí, es justo en el sentido de santidad, rectitud, pureza, ausencia de pecado, ser santo. Ahora, este pasaje, yo creo que no es tan abusado hoy en día, simplemente porque la gente no conoce la palabra de Dios. No leen la palabra a Dios, no conocen el versículo, entonces no la abusan, no la tuercen. Si leen los comentaristas acerca de este versículo de hace siglos, abordan este versículo y hacen toda una defensa y una explicación. ¿Por qué? Porque ha sido muy abusado a través de los siglos. Muchos lo han torcido para decir, no hay que ser perfecto. Incluso está este concepto humanista, que lo que te hace perfecto es tu imperfección. ¿De veras? La palabra de Dios dice que no. No hay que ser perfecto, hay que pecar al menos un poco. No nos vayamos a pasar de santidad. Pero eso no es lo que dice el versículo 16, en realidad advierte acerca de ser como los fariseos, ser hipócritas, ser externamente muy justo, muy religioso, externamente muy santo, intachable, pero por dentro no coincidir, estar lleno de pecados ocultos. El secreto de la vida, la sabiduría, no es ser externamente muy religioso, ni es saber mucho, ser un sabio. Según el mundo siempre encontramos estas personas que se creen tan sabias, que creen que están en un plano más allá de la Palabra de Dios, que eso solo es un pedacito de cristal, de pene y el relativismo y esa es tu verdad y esa es mi verdad. No, esta es la verdad, la única verdad. La sabiduría no es ser sabio según el mundo, todo lo contrario. El hallazgo de salomón es ser externamente muy justo, muy sabio, internamente no te destruirá. Poner tu confianza en estas cosas es una especie de autodestrucción, un suicidio espiritual. Por si alguien tiene duda, más adelante aquí mismo en el versículo 20 dice, ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga lo bueno y que no peque. Nadie debe fingir ser perfecto, fingir ser santo porque es un hecho que nadie puede lograrlo, aunque se lo proponga. Ahora, ¿estamos diciendo que no hemos de aspirar a eso como creyentes? No, claro que sí. Por supuesto que sí hemos de aspirar, esforzarnos por ser santos. La palabra es ser santos porque yo soy santo de creyente, esa es su búsqueda en esta vida. Está siendo refinado, sigues aquí sobre esta tierra para que Dios te haga más santo. Aspiramos a ser rectos, pero nadie puede lograrlo en esta vida. Y nadie puede avanzar en el camino, ser más santo sin ayuda de Dios. Versículo 17, sigamos. No seas demasiado malo. La versión 60 dice, no hagas mucho mal, ni seas insensato. ¿Por qué morirás antes de tu tiempo? Muchos creen que el secreto de la vida Es sobrevivencia de más fuerte. Quita o te quitarán. Aprovechate de otros, abusa, vive sin ley. Ese es el camino más sano, piensa. Fui víctima esta semana en la providencia de Dios de unos que viven así. Me asaltaron en el Metrobús el viernes y me robaron el celular de unos que viven esta filosofía. Gracias a Dios no pasó de eso, pero estas personas creen que esta es la mejor opción en la vida. Para ellos es vivir sabiamente, pero esa tampoco es la respuesta y muchos, como dice el versículo, muchos mueren antes de su tiempo averiguándolo, que ese no es el camino. 18. Bueno es que te prendas de esto y que tampoco apartes tu mano de lo otro, porque el que teme a Dios saldrá bien en todo. Es decir, el que teme a Dios, el que es un siervo de Dios, el que ama a Dios, no caerá en ninguna de estas dos trampas, saldrá bien librado de ambas, tanto de creerse más santo y más sabio que otros, al punto de destruirse, o lo contrario ser descaradamente el mal el que teme a Dios saldrá bien librado de ambas cosas. Versículo 21 estamos saltando aquí un poco no prestes atención a todas las cosas que se dicen no sea que oigas a tu siervo que habla mal de ti pues tu corazón sabe que muchas veces tu también has hablado mal de otros muchos creen que el secreto de la vida es la imagen pública. Ponen todo su empeño en cuidar lo que otros piensan y dicen de mí, en mantener su imagen y su reputación pública. Si escuchan o se enteran que alguien está hablando mal de ellos, ¡no! ¡Una catástrofe, no! Voy a llamar y voy a corregirlo. Pero ese tampoco es el secreto de la vida. El mundo ha hablado mal de muchos siervos de Dios, si no es que de todos. Yo creo que podríamos decir que de todos. Y todos hemos hablado mal de otros. Mantener nuestra imagen no es el secreto de la vida. Hacer que otros piensen bien de ti no es el secreto de la vida. Y con eso llegamos a la sección del capítulo donde vamos a pasar más tiempo, a partir del versículo 23. Salomón llega hasta aquí y dice, todas estas cosas he probado con sabiduría. Como diciendo, ¿dónde está lista? Ya la probé, y no encontré lo que buscaba. Algunos debaten si se está refiriendo sólo a los hallazgos que se presentan en este capítulo, o a todos los errores y caminos torcidos que hemos visto en el libro hasta ahora, desde el versículo 1, capítulo 1. Yo creo que para efectos no importa, cualquiera de los dos casos nos llevan a lo mismo. 23. Todas estas cosas he probado con la sabiduría y dije, me he de hacer sabio. Me he de hacer sabio. Pero ella estaba lejos de mí. Lo que está lejos y muy profundo, ¿quién lo podrá hallar? Salomón nos está describiendo aquí lo confiado que estaba al comenzar toda esta gran investigación. Nos da una gran ventana, una gran clave para entender la actitud que tenía Salomón al comienzo de toda esta tarea que hemos estado viendo en toda la serie. Se dijo a sí mismo, voy a encontrar la sabiduría. Voy a ser sabio. Nadie me va a detener. Con esa actitud comenzó. Me propongo ser sabio. Y lo que le propongo a lo otro no. Es cuestión de decidirme. O sea, lo vio como que era el Just Do It de Nike. Está a mi alcance, sólo tengo que decidirme. Pero vean lo que halló. La sabiduría estaba lejos de mí. Lo que está lejos y muy profundo, ¿quién lo podrá hallar? Salomón se topó con que no puedo. O sea, resulta que el Just Do It no funciona en las cosas espirituales. No era, si me lo propongo, lo logro. ¿Qué entendió Salomón? ¿Qué entienden todos los que crecen y aumentan en sabiduría y entendimiento sobre el tema que sea? Estamos hablando ahorita de la sabiduría espiritual, pero en el tema que sea, desde la física, las matemáticas, hasta la sabiduría espiritual, entre más aprendes, entre más entendimiento adquirimos, vemos más de nuestra ignorancia, más dimensionamos todo lo que nos falta. Salomón dice, entre prosa y plena, más veo mi ignorancia. Dije, me he de hacer sabio, pero estaba lejos de mí. Lo que está lejos y profundo, ¿quién lo podrá hallar? En las palabras de Pablo, El que se cree sabio, el que cree que ya llegó, que ya sabe, que ya entendió completamente, no sabe nada como debería. Dice, si alguien se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debiera saberlo. Este hombre tan sabio, más sabio que cualquier otro, encontró que ni él podía hallar sabiduría absoluta. Encontró que en sus fuerzas, su búsqueda, nunca tendría fin. Y este hallazgo, sin duda, fue usado por Dios para llevarlo al arrepentimiento, a llegar al final de sí mismo, y a entregarse a sus creadores. Por eso es que se hace ese titulado por muchos, el libro del arrepentimiento de Salomón. Pero vean, la razón humana, la mente humana no basta para contestar las preguntas más profundas y trascendentales de la vida. Entender, estudiar las cosas espirituales no es como estudiar matemáticas, no es propóntelo y ya. Pablo nos dice, en primera de Corintios, 1 Corintios 2.14 El hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque les son locura y no las puede comprender porque se han de discernir espiritualmente, es decir, con la ayuda e iluminación de Dios. Salomón tuvo sabiduría terrenal, tuvo sabiduría humana como ningún otro. pero mientras intentó por sus propias fuerzas resolver las preguntas trascendentales de la vida, terminó sin respuestas. Con más preguntas que respuestas, cuanto más nosotros vamos a terminar igual en nuestras propias fuerzas, tenemos dones inferiores, oportunidades inferiores, Y al igual que Salomón, somos sólo hombres, ¿cuánto más terminaremos frustrados y confundidos si tratamos de resolver estas cosas por nuestras propias fuerzas? Leemos en Romanos, todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios, todos estamos bajo la maldición, todos. Necesitamos ayuda de Dios para entender las cosas espirituales y no somos seres autónomos. Todos dependemos de Dios para obtener entendimiento espiritual. Si Él no abre nuestro entendimiento y se revela a sí mismo, nos revela su sabiduría, nunca lo veremos. Puede estar frente a nuestras narices y no lo veremos. ¿Cuántos se han ido de este lugar para nunca regresar. Y este fue su caso, frente a sus narices, pero no lo vieron. Nunca vieron, Dios nunca les abrió el entendimiento. La sabiduría está en este libro, está en blanco y negro, en un idioma que todos podemos leer, pero no lo vemos sin él. Salomón creyó lo que creen fervientemente millones de personas sobre la faz de esta tierra por un tiempo. ¿Qué creyó? Con suficiente poder de voluntad, si me lo propongo, puedo hacer cualquier cosa. Y usó toda su fuerza de voluntad, toda su determinación, pero terminó lejos de la sabiduría. Se dio cuenta de su error sólo porque Dios se lo mostró. Y así es que nos viene a relatar todo lo que hemos estado estudiando. Yo tuve un amigo cercano con el que crecí desde el kinder que creía fervientemente que si él se lo proponía podía ser mejor que Michael Jordan. Creo que les he contado esto antes. Sólo tengo que creer, sólo tengo que proponérmelo. No sé si siga creyendo eso, pero estaba muy equivocado. Yo pasaba horas debatiendo eso con él, y él se acerraba. Esa era la realidad. Una verdad falsa, un autoengaño. Al día de hoy, no ha superado a Michael Jordan. Se lo propuso con todas sus fuerzas por un rato. No lo logró. Ni siquiera juega básquetbol hoy día. somos criaturas limitadas es bueno enseñarles a nuestros hijos que muchas veces el no puedo solo es una excusa solo es un no quiero disfrazado pero no debemos perpetuar en la mentira que puedes hacer cualquier cosa si te lo propones no no hay una diferencia muy importante ¿cuantos jóvenes llegan a edad universitaria profundamente confundidos respecto a estos dos conceptos. Porque sus padres o sus guías nunca les enseñaron, nunca los guiaron. Terminan reprobando, fracasando, porque nunca aprendieron a diferenciar entre el no puedo y el no quiero. No es que no pueda, es que no quiero esforzarme, disciplinarme, sacrificar a otros Terminan en carreras donde no hay chamba, o para la cual no tienen talento, persiguiendo un sueño convencido de que sólo tengo que creer. Sólo es cuestión de que me lo propongan. No, no. Si Dios no nos ha dado los dones y talentos necesarios, o no ha puesto las condiciones y requisitos necesarios no lo voy a lograr no es just do it somos dependientes de Dios para todo mas para sabiduría y entendimiento espiritual Dios tiene que revelarnos su sabiduría por nuestra propia cuenta nunca la escondiremos el nos lo deja claro cuantos En su experiencia de conversión pasaron por meses o años. Leían, no entendían nada. Oye, llevas años viniendo a la iglesia y no eres algo. No sé cómo, no entiendo. Eso me pasó a mí. Yo sabía mucho de la palabra, pero no entendía. No tenía sabiduría. Necesitamos su ayuda. Dios nos dice por medio de Isaías mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni mis caminos son sus caminos vuestros caminos son mis caminos dice Jehová nuestros caminos sumamente inferiores como son más altos en los cielos que la tierra así mis caminos son más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos la sabiduría de Dios está muy por encima de nosotros Y a menos que Él nos la muestre, no la veremos. Es como dice Sofá, el amigo de Job, dice en Job 11, ¿alcanzarás tú las cosas profundas de Dios? No, claro que no. ¿Alcanzarás las cosas profundas de Dios? ¿Alcanzarás el propósito del Todopoderoso? Lucas 10, nadie conoce al Padre sino el Hijo. Y aquel a quien el Hijo lo quiere revelar. Cuando Pedro confesó que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, Jesús respondió y le dijo, Bienaventurado es Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne. ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Somos completamente dependientes en cualquier caso para conocer al Padre, para conocer al Hijo, para entender las cosas espirituales. La única forma de conocer al Padre es que el Hijo nos lo revele. La única forma de conocer al Hijo es que el Padre nos lo revele. De hecho es una obra trinitaria, porque leemos en 1 Corintios 2 que Dios revela las cosas profundas acerca de sí mismo por su Espíritu. Dios nos las reveló por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña aún las cosas profundas de Dios. Ahora, todo esto aquí significa significa que no hemos de buscar a Dios como hombres. Como el conocer a Dios depende en última instancia de que Él se autorrevele, de que Él se muestre a nosotros, me siento esperada a ver si de casualidad me toca a mí. Tampoco. Leímos en Isaías lo que hemos de hacer todos, Isaías 55.6, buscad a Jehová. mientras pueda ser hallado. Mientras tengas oportunidad, mientras tengas vida, busca a Jehová. Búscalo ahora, mientras pueda ser hallado. Llámale en tanto está cercano. Dios nos manda que le busquemos. Es un mandamiento. Lo único que estamos dejando en claro es no nos propongamos hacerlo a nuestras propias fuerzas busquemosle, no con nuestras propias fuerzas si ya le hemos hallado reconozcamos siempre que le hallamos porque él se rebeló, no porque yo soy especial, no porque yo veo lo que los demás no ven por eso toda la gloria y la honra son para nosotros su ayuda, su empoderamiento de nuestra búsqueda son el por qué de allanos. Si le estás buscando, si no lo hallas y lo estás buscando, pídele que se revele, que te muestre. Él promete que no buscarás en vano. Dice, no he dicho a la generación de Jacob, búscame en vano. Dios no te pide que lo busques en vano, eso no pasa. Jeremías 29.13, me buscaréis y me hallaréis cuando me busquéis con todo vuestro corazón. Porque me buscaréis con todo vuestro corazón. Buscar a Dios a medias no funciona. Si tú estás tratando de buscar a Dios a medias, a medias invertido más o menos, a ver, pongo un poco de mis recursos en el mundo, a ver qué, ¿Qué resulta? No. Tiene que ser con todo tu corazón. Y una búsqueda de todo el corazón es un de Dios. Dependimos de Dios en todo, aún para conocerle. Antes de avanzar, otra cosa que hay que tener en claro. Hay muchas cosas que nunca entenderemos. Somos seres finitos. Leemos el Román a las once. ¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inexplotables sus caminos! Porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién llegó a ser su consejero? Pregunta retóricas. Nadie. Así que este es el hallazgo. Por nosotros mismos, por nuestra propia voluntad, por nuestra determinación, poder, no podremos alcanzar la sabiduría de Dios, la sabiduría espiritual. Avancemos, versículo 25, 26, capítulo 7. Pero yo volví. La versión en inglés dice, yo apliqué mi corazón a conocer, a explorar y a buscar la sabiduría y la razón para conocer lo malo de la necedad y el desvalío del error, dice la versión 60. Y yo he hallado más amarga que la muerte a la mujer, que es una trampa, cuyo corazón es una red y cuyas manos son ataduras. El que agarra a Dios escapará de ella, pero el pecador quedará atrapado por ella. Ahorita les va a quedar más claro, parece que hay un cambio aquí del canal, no se preocupen. ¿Cuál fue el gran propieso, el gran pecado, el gran error de Salomón? sus mujeres, la inmoralidad, el pecado sexual. ¿Y qué hay yo? El pecado sexual al final, dice, es más amargo que la muerte. Este hallazgo, esta conclusión, es algo que necesita anunciarse y predicarse a los cuatro vientos en nuestros días. en cada esquina, en cada rincón de este mundo. Hoy día no puedes ir por la calle, no puedes escuchar el radio, no puedes ver la tele, no puedes leer el periódico, no puedes voltear a ver los periódicos que están vendiendo en el semáforo, no puedes caminar por la escuela o el parque, no puedes ir a la oficina, sin ser bombardeado por lo que el diablo te quiere vender libertinaje sexual, ya no existe el pudor, ya no existe la modestia, el mundo te vende que el libertinaje sexual es la verdadera vida. Modestia, autocontrol, pureza son perjudiciales, llaman a lo bueno malo y a lo malo bueno, Ahora, tal vez, algunos de ustedes, tal vez algunos de ustedes jóvenes o no tan jóvenes, ya les hayan lavado también el cerebro, que les cuesta creer esto, les cuesta creer las palabras de Salomón. Bueno, si alguno duda, yo los animo, vean el fin de estas personas en el mundo, que se venden a este pecado, investiguen, ¿Cuántos divorcios? ¿Cuántos hijos destruidos? ¿Qué enfermedades? ¿Qué final tuvieron? ¿Un final feliz como el que viene? No. No. Salomón nos habla aquí desde profunda experiencia. Este es uno de los temas con los que más clara y extensa y apasionadamente trata Salomón en todo lo que escribió. ¿Podríamos dedicarnos 5 o 10 semanes solo a ver todo lo que enseñó Salomón acerca de esto? Dice el versículo 25, vean como habla Salomón, dice aplique mi corazón, explore, busque, pero lo que encontró en el pecado sexual no fue lo que te venden todos los días. Este asunto fue la gran debilidad de Salomón, parecido a Sansón. Podríamos llamarle sujeto de Aquiles espiritual, Si creen que estamos siendo muy duros con Salomón, todos tenemos un tentón de Aquiles respecto a algún pecado. Dios está tratando con nosotros y somos creyentes para mortificarlo. Este fue el tentón de Aquiles de Salomón. En nuestros días es el tentón de Aquiles de más de lo que nos imaginamos, de cantidades de personas. En nuestros días con la tecnología moderna, yo creo que para un gran número, aún de creyentes, este asunto por sí solo requiere una batalla a muerte. ¡Hasta la muerte! Es la gran batalla en la vida de muchos. Ténganlo por seguro. Así fue para Salomón. ¡Salomón! Perdió la batalla por años, perdió muchas batallas, por mucho tiempo y sólo por la pura gracia de Dios escapó al final. Nadie, podríamos hablar a los jóvenes, pero a todos, nadie debe pensar yo probaré y luego escaparé como salvador. Lo intentaré, pero cuando yo quiera, me salvo. Yo pongo el hasta aquí. Nunca sabes hasta dónde te va a llevar un solo pecado. Nunca sabes. El pecado siempre te lleva más lejos de lo que quieres ir, y siempre te cuesta más caro de lo que quieres pagar. Siempre. Eso lo descubrió David con Betsabé, ese pecado lo llevó a muchos más hasta convertirse en un asesino. Salomón descubrió lo mismo, tuvo 700 esposas, 300 concubinas, imagínense casarse 700 veces Si fuera la misma iglesia, pues se le desgastaría el vacío. 700 veces. Y mira, estas mil mujeres, los erogéon. Los llevaron a muchos pecados. Y a la isla donde vivían. Les voy a leer. Bueno, podemos leer todos si quieren. Primera de Reyes 11. Primera de Reyes 11. Vamos a buen tiempo. Primera reyes con segundo. Dicen, pero el rey Salomón ademó, amó, además de la hija de Faraón, a muchas otras mujeres extranjeras, Moavitas, Amonitas, Eromitas, Sidonias, y Eteras, de los pueblos de los que Jehová había dicho a los hijos de Israel, no sonáis a ellos ni ellas se unan a vosotros. No sea, ¿por qué no? No sea que hagan desvanear vuestros corazones tras sus dioses omnimúsculas. A estos Salomón se apegó con amor. Tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y sus mujeres hicieron que se desviara su corazón. Y sucedió que cuando Salmoni era anciano, esta palabra la traducen como anciano, no piensen que así son no tan ancianos, más bien adultos, sus mujeres hicieron que su corazón se desviara tras otros dioses. Su corazón no fue íntegro para con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David, porque Salomón siguió a Astarte, diosa de los idóneos, y Amoloc, ídolo detestable de los jamonitas. Salomón hizo lo malo ante los ojos de Jehová y no siguió plenamente a Jehová como su padre David. Entonces, Salomón edificó un lugar alto a quemos, ídolo detestable del mal. En el monte que está enfrente, que está frente a Jerusalén, y Amoloc, ídolo detestable de los hijos de Arrón, y así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Como vamos a ver, no es nada más que un milagro que Salomón no se perdiera listo, como vamos a ver. Vean, nunca debemos pensar, algunos de ustedes jóvenes no se han casado, están pensando en casarse, Nunca debemos pensar, me casaré con esta persona y luego se convertirá a Cristo. Me casaré y luego yo encaminaré a esta persona a creer en Cristo. No sabemos si Salomón pensó eso, yo supongo que sí. Por lo menos al principio, cuando estaba empezando. Pero lo que sabemos a ciencia cierta son los resultados. El que terminó cambiado, el que terminó desviéndose fue Salomón. Salomón hizo todo esto y que halló? Halló que este pecado fue una prisión, una atadura y peor que la muerte. describe a la mujer que no ama a Dios, a la mujer inconversa como una trampa, cuyo corazón es una red y cuyas manos son ataduras. Y como estamos hablando de mujeres, las mujeres están pensando, ay, entonces yo sí me puedo casar con un inconverso. No, lo mismo, exactamente lo mismo. ¿Cuántos no terminan esclavizados, enjaulados en esta trampa? Para nunca escapar. Y el fin no es la vida que pensaban, es muerte, y peor que la muerte. Según el Nuevo Testamento, los que terminan sirviendo a este pecado en cualquiera de sus formas, hombre o mujer, no heredarán el Reino de Dios. No os engañéis ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales. Nadie que muera esclavizado a este pecado sin Cristo, nadie que está en Cristo va a morir esclavizado a este pecado. Si estás esclavizado a este pecado, no pienses que estás camino al cielo. La palabra de Dios dice que no. Varios aquí, tal vez muchos, ya están en una lucha a muerte con este pecado. Algunos tal vez ya están al borde de perder la guerra. Han perdido muchas batallas y están a punto de perder la guerra. Hoy es el día de arrepentimiento. Esta es la advertencia que Dios te mandó. Hoy es el día para acudir a lo único que te puede dar libertad, que te puede dar perdón, que te puede dar el poder para luchar Si llegas a conocer a Cristo, ¿va a desaparecer la lucha? Sí. ¿Mágico? No. Pero tendrás poder para vencer. Escucha hoy. Arrepiéntete hoy. Mientras hay tiempo. Escuchen las palabras de Salomón al respecto de este tema. Les diré que este era el tema con el que más pasión aborda Salomón. Les voy a leer varios pasajes en Proverbios 2, en Proverbios 5, en Proverbios 7. Salomón dice, describe estas cosas para librarte de la mujer ajena. Vamos a leerlo todos para que no vayan a Proverbios. Vamos a leer en 2, 5 y 7. Salomón nos escribe esto para librarte de la mujer ajena, de la extraña que halaga con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud y se olvida del pacto de su Dios. Ciertamente su casa se hunde hacia la muerte y sus siendas hacia los muertos. Todos los que con ella tengan relaciones no volverán, ni lograrán alcanzar los senderos de la vida. Son cosas de vida o muerte. Capítulo 5, ahí mismo. Versículo 3. Los labios de la mujer extraña gotean miel y su paladar es más suave que el aceite, pero su fin es amargo como el ajenco, agudo como una espada de dos tilos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos se precipitan al seol. Infierno. Camino seguro al infierno. Hombre, mujer, joven, adulto. Camino seguro al infierno. Capítulo 7. Salomón describe cómo va resbalando un joven. 721. Cómo va cayendo un joven. lo rindió con su mucha persuasión, lo sedujo con la suavidad de sus labios. Enseguida va tras ella, como va en el buey al mandadero, como un cordero al que lo ata, va como un venado, hasta que una flecha le atraviesa el hígado como el ave que se apresura la red y no sabe que le costará la vida. Ese es el precio, eso es lo que cuesta. No hacer caso de estas advertencias. Lo que te puede costar jugar con estas cosas, lo que te puede costar no dejar de la guerra este pecado y huir con la ayuda de Dios, te puede costar la vida, tu vida espiritual. El pecado sexual en todas sus formas es especialmente destructor. Destruye el alma. Pablo lo pone así. Huíde la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo. Pero al fornicario, el fornicario pega contra su propio cuerpo. Este pecado te destruirá así como está destruyendo a la sociedad, no lo dudes. Aún para los que encuentran salvación en Cristo, quedan cicatrices después de una vida en este pecado. Gracias a Dios que puedes sanar nuestras heridas, nuestras heridas espirituales, pero consecuencias, cicatrices, quedan, al menos en esta vida. al menos hasta la vinilera. Si alguien piensa, nada hermano, muy bien, buen sermón, este problema no es para mí, no es un problema para mí, este asunto no es muy serio para mí, nunca he caído en adulterio, no tengo tentaciones a esos temas, yo les pregunto a todos, y la batalla es con nosotros, ¿Con qué caemos hermanos? La batalla con los ojos, la batalla con la mente, la batalla con los pensamientos. Amigos, hermanos, si están perdiendo la batalla con esto en secreto, y como es en secreto piensan que no importa, no se dejen engañar. Este es Una de las grandes batallas de nuestros tiempos, la pornografía, el sexo casual, la impotencia, la volterio. Todos estamos expuestos a caer, todos tenemos que luchar con la ayuda de Dios. Si tú no identificas de entrada esto como una lucha vital en tu vida, algo anda mal. todos tenemos que luchar y luchar en serio, tenemos que mortificar, tenemos que acabar con este pecado, porque si perdemos la guerra, nos costará más de lo que queremos pagar. Hay muchos ejemplos de ruina, sufrimiento que trae este pecado, está Robén, está David, no pienses que tú puedes probar sin caer, probar, sin pagar. No pienses que es inevitable caer, inevitable probar, todo mundo lo hace, ya no hay que huir de este pecado, ¿cómo lo voy a hacer yo? Si se puede ser un José, aún hoy, El mundo te venderá siempre, mira lo que te pierdes, mira lo que te pierdes. Pero la realidad que nos revela Dios por medio de Salomón es que al recusar este pecado, al declararle la guerra a este pecado, te pierdes de nada, ganas todo. En ningún otro lado vas a escuchar esta verdad, solo aquí. En ningún otro lado lo vas a escuchar, sólo aquí, sólo en este libro, sólo donde se predica lo que hay en este libro. Todo el resto del mundo te dirá lo opuesto, de una u otra forma. No hermano, el Islam, los musulmanes también dicen, no, el Islam enseña que sus seguidores pueden violar a cualquier infiel. No lo creen, verifiquenlo. Están sufriendo una catástrofe en Europa por todos los migrantes musulmanes que han entrado, que como están rodeados de infieles, creen que sus religiones autorizan abusar de las mujeres que no son musulmanas, que no creen en Islam. Sólo aquí, El mundo te dirá lo opuesto, con diferentes mentiras, diferentes disfraces, pero al final es la misma trampa, el mismo pecado, la misma muerte. Bien, vamos a terminar. Tres minutos, el último esfuerzo. Versículo siete. Mira, dice el predicador. Habiendo considerado uno por uno Para dar con la razón he hallado esto. Mi alma aún busca, pero no halla. Un hombre he hallado entre mil, pero una mujer no he hallado entre todos estos. ¿De qué sabrán, Salomón? Entre mil Sólo él encontraba a uno, pero una mujer no dañaba entre todos estos. Salomón se puso a contar, se puso a considerar todos los hombres que se rodeaban, todos sus siervos, todos sus súbditos, todas las mujeres que eran sus esposas o concubinas, pero sólo leyó a uno, arrepentido, bueno, recto, temeroso de Dios. Ahora, nadie debe pensar que el Salomón tenía algo en contra de las mujeres. Él solo está reportando su propia experiencia. Entre sus mil mujeres no encontró una buena, una temerosa de Dios. Si los roles fueran divertidos sería lo mismo. El punto que está señalando es la escasez de hombres y mujeres que temen y sirven a Dios. Ese es el punto. Siempre ha sido la minoría en todas las edades. Ese es el punto de Salomón. El libro de proveedos nos basta para saber que Salomón no odiaba a las mujeres. Él sólo nos está contando su experiencia de sus mil mujeres, ni una virtuosa. ¡Qué triste! Salomón, en otras palabras, no era un hombre felizmente casado. Y el único culpable fue ¿quién? Sus mujeres. Él fue el culpable de esto. Porque él no siguió el plan de Dios. En Proverbios 31, nos da el gran retrato de la mujer esposa. ¡Salomón! algo que sin duda anhelaba, pero nunca disfrutó. Su conclusión, no las hay, son difíciles de encontrar. Dicen proveedores, mujer, esposa, tienda, yarada, ¿dónde hay? Díganme. Porque su valor sobrepasa a las perlas. Su conclusión, Respecto a los hombres, lo mismo, igual, uno entre mil temerosos de Dios. ¿Quién era el uno? ¿Quién fue el único que halló? Está hablando de sí mismo. Y no malinterpretemos, no está hablando de perfección. La palabra nos deja muy claro que Salomón estuvo lejos, lejos de la perfección. Y todo hombre lo está. Salomón mismo nos acaba de decir, ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga lo bueno y no peque. Pero Salomón tenía a Dios. Ya dijimos que si se astece su libro de arrepentimiento, es su Salmo 51, Lo que fue el Salmo 51 para David fue el Crescentes para Salomón. Salomón cuando dice que es el uno entre mil no está presumiendo, no está diciendo yo soy el único valioso entre mil. Está reconociendo la gracia de Dios en su vida. Está diciendo, yo soy el único rescatado, el único redimido entre mí, entre mis mujeres, ni una. Probablemente veía a todos los que le rodeaban, sus siervos, sus amigos, todos los cercanos. o simplemente veía a todos los hombres a su alrededor para llegar a esta conclusión. Soy el único creyente entre mil, el único sobre el cual Dios tuvo misericordia. En el Nuevo Testamento Pablo dice que es el primero de los pecadores y que Dios tuvo misericordia de él. Lo que está pasando aquí es que me falta una hoja de la punta. Entonces estamos haciendo ajustes. Pero ya estamos. Ya estamos. En el Nuevo Testamento Pablo dijo en 1 Timoteo 1.15 que él era el primero de los pecadores y que Dios tuvo misericordia de él. Podríamos decir que esta es una declaración similar de Salomón. El arrepentimiento y salvación que oró Dios con Salomón fue un milagro, nada más que un milagro increíble, uno entre mil. Salomón no es un testamento a su grandeza, es un testamento a la grandeza de Dios, es un trofeo de la graza de Dios. A pesar de todos sus dones, sus talentos, no fue salvo por sus mentes. porque no merecía nombre, fue salvagracia. Pocos resisten la tentación del pecado sexual, aún menos son librados una vez que están ahí. Pocos resisten los que caen, aún menos de estos escapan, rescatados por Dios una vez que caen. Salomón mismo dice soy uno en mil, ninguna de sus mujeres fue convertida. De los hombres que le rodeaban decía, habiendo considerado a uno por uno, no encontré, soy el único. Tal vez alguno de ustedes se sienta así, soy el único en mi familia, el único entre mis amigos, el único en mi trabajo que teme a Dios. ¿Cuánto debes agradecerle a Dios? Si tú eres uno en mil, ¿cuánto le debes a Dios? ¿Por qué no pudo haber salvado a otro en vez de a ti? Sólo Él entiende, sólo Él sabe. No fue por algo indigno. Dios salva a los más indignos. En Mateo 21 leemos de la boca de Cristo de publicanos y prostitutas entrando al reino de Dios, rescatados por Cristo. Cristo mismo evangelizó y salvó a la mujer de Samaria en Juan 4, después de cinco divorcios y ahora en unión libre. Una vida completamente enredada en inmoralidad. Cada creyente debería considerarse el primero. ¿Qué significa el primero? ¿El menos peor? ¡No! ¡El peor de los pecadores! Y por lo tanto la nuestra más grande de la misericordia, de la gracia de Dios. ¿Eres creyente el día de hoy? ¿Te identificas con eso? Yo soy el primero, yo soy el peor. Si no crees eso, si crees que hay otro, algo no malo, algo no está alineado con la palabra de Dios. Cada creyente es uno en mil, no por sus méritos, por la pura gracia de Dios, no porque él es grande, no, porque Dios es grande. Por último, nos falta un versículo más para acabar. Salomón cierra diciendo, he hallado sólo esto, que Dios hizo al hombre recto, pero los hombres se han buscado muchas perversiones. El hombre es totalmente depravado. ¿Qué significa eso en breve? No todos los hombres llegan a ser tan malos como pudieran ser, pero son malos en todas sus facultades, en todas sus características, no pueden hacer nada que agrade a Dios. Dios detiene a todos en algún grado, al mismísimo Hitler lo detuvo en algún grado, si no estaríamos viviendo en un mundo reinado por los nazis. Dios detiene el pecado de todos, pero todos son completamente depravados, contaminados en todas sus facultades, incapaces de hacer algo realmente bueno, realmente agradable a Dios. En este versículo está la historia del mundo resumido en un solo versículo. Dios hizo al hombre recto, pero los hombres se han buscado muchas perversiones. ¿Cuántas cosas hay aquí? Está resumido el relato del Génesis. Está la prueba de que la noción humanista, evolucionista, de que el hombre y la humanidad van avanzando, mejorándose, progresando hacia algo cada vez mejor, no es cierto. Es mentira. Está la prueba de que Dios no es autor del pecado. Él creó al hombre recto, pero el hombre se buscó muchas perversiones. Dios decretó que existiría el pecado. Dios gobierna, limita su alcance, pero no es su autor, no es responsable por él. El hombre es el responsable que ha buscado muchas perversiones. El hombre desde la caída sólo se aleja de Dios. Aquí, siglos antes, en Ecclesiastes 7 encontramos la misma verdad que encontramos en Romanos 3 y en muchas otras partes de las Escrituras. No hay justo ni a un uno. No hay quien atienda, no hay quien busque a Dios, perdón, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todo se apartaba. A una fueron inútiles, hechos inútiles. No hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno. El hombre por naturaleza sólo se aleja de Dios. Entonces, para terminar, la pregunta para ti el día de hoy es ¿Has acudido a Cristo? ¿Has acudido al único que te puede salvar de tu propia naturaleza? ¿Al único que te puede salvar del pecado de la moralidad sexual? ¿O de cualquier otro pecado que te domina? ¿O sigues pensando como pensaba Salomón, me he de hacer sabio? Encontraré la sabiduría, encontraré el secreto de la vida en este mundo por mis propias fuerzas. Salomón no pudo, tú tampoco podrás. Deja de confiar en ti mismo, acude al Salvador. Salomón halló lo siguiente, encontré lo ignorante que en realidad soy, ¿qué es lo que hemos visto? Salomón que halló lo ignorante que en realidad él era, lo destructivo que es el pecado, en su caso el pecado sexual, los pocos que son salvados y rescatados del pecado, uno en y cuán opuestos, cuán enemigos de Dios son todos los hombres, a menos de que Él los capi, los salve y los haga unidos. ¿Has encontrado lo mismo? ¿Estás convencido de lo mismo que Salomón? ¿Puedes afirmar los mismos hallazgos? Si no, mire de hoy, Búscalo hoy, y si ya eres creyente, si has sido rescatado, vives todos los días lleno de gozo, contento, consciente de ser uno en mí, no porque te lo mereces. Consciente de ser el primero de los pecadores, rescatado sólo porque Dios ha sido tan bueno contigo que no lo puedes explicar. Sólo porque Dios está lleno de gracia. Vamos a hablar. Padre nos sigue mostrando la vanidad de la vida sin fin. el vacío de la vida sin Ti. Nos has advertido acerca de un pecado en extremo destructivo que lleva presos a millones al infierno. Señor, te rogamos que cada uno de nosotros redoble nuestra guerra contra este pecado que si alguno está preso de él, te lo damos que tengas misericordia, Señor, que uses tu palabra, que cambies corazones, que libres precios del pecado para tu gloria, para tu obra. Tanto gracias, Señor, por todo lo que nos muestras a través de ese amor, Te pedimos que nos ayudes a caminar cada día Señor, reconociendo que no serás ni nada, como debiéramos. Cuán ignorantes somos, cuán poco discriminados, cuán poco dependientes de Ti. No porque no te necesitemos, sino porque somos necios. Tratamos de hacer las cosas de nuestras fuerzas. Ayúdanos Señor a caminar contigo, a depender de Ti en todo, Y ayúdanos Señor a ser lucisados por la actitud y la vida gozosa que llevamos sabiendo que somos un mundo. Que habiendo sido el primero, la primera, el peor de los pecadores, nos salvaste, nos rescataste. Te damos toda la gloria, toda la honra y te pedimos que nos hagas siervos útiles.
11 Eclesiastes Hallazgos del sabio
Series Eclesiastés
Salomón nos da una perspectiva única, no solo por su sabiduría, sino porque Salomón escribe éste libro desde la madurez espiritual, en la última etapa de su vida. Habiendo probado todo, habiendo cometido muchos errores y pecados, y sobre todo, habiéndose arrepentido por sus pecados... Él está calificado de manera especial para decirnos qué evitar y qué procurar en nuestras vidas.
Sermon ID | 83191520213313 |
Duration | 1:13:55 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ecclesiastes 7:15-29 |
Language | Spanish |
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