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pero yo les digo a los hermanos si una cosa quiero que recuerden y lo demás lo pudieran o o lo tendrían que olvidar sería lo siguiente que tristemente que es lo que quiero que recuerden que tristemente hay más cristianos comprobando que malo y amargo es dejar a Dios que cristianos comprobando que Dios es bueno y dichoso el hombre que confía en él en los versículos Jeremías dos diecinueve dice la Dice la palabra del Señor. Dice tu maldad te castigará y tus rebeldías te condenarán. Sabe pues y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tu ajeo a tu Dios y faltar mi temor en ti. Sí, entonces hay muchos que han comprobado y yo le digo hermano, no quiero aprobar que es malo. O sea, no quiera comprobar lo que este versículo dice, que es malo dejar a Dios. Yo he visto esto ya muchas veces jóvenes, niños que nacieron en un hogar cristiano desde chiquitos, cantando las maravillas del Señor, verdad? Como Cristo me ama bien, lo sé y todo eso. Y después llega la adolescencia y se nos van. Y después comprueban qué malo y amargo fue dejar a Dios. Pero el Salmo 34 dice versículo 8. Dice la palabra del Señor. Gustad y ved que es bueno Jehová, dichoso el hombre que confía en él. Ahora, mi hermano, en el pasaje que leímos habla de que teniendo este ministerio no desmayamos. Según Corintios 4, por lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos, no hago violencia en la Escritura, que no nada más es que Pablo decía que él, Silas y todos los que le acompañaban tenían un gran ministerio. Hermano, usted y yo tenemos un gran ministerio aquí en la casa de Dios, en la iglesia, mi hermano. Usted, Dios lo llamó para ser un siervo suyo. Dios le salvó para que usted estuviera sirviendo. Me encanta el béisbol. Aquí hay fans de los atléticos. en esta ciudad o todo es verdad más al sur, verdad? Y no me creerá, pero a mí me encanta esto. Si después de los Doyers, porque yo soy de Sonora y de ahí era el famoso Valenzuela, después de Arizona, porque ahí me queda muy cerca y cuando íbamos a un partido ahí, mi tercer equipo que siempre me gustó fueron los atléticos y no es broma, verdad? Le puedo decir todo de Denny Seckersley, de Concejo Maguire, de Stuart y de todos esos grandes jugadores de aquella temporada de ensueño, de ese homerun que creo que salió del estadio, en fin, tantas cosas. Te lo decía un pastor, ¿verdad? No puedes llegar a segunda sin pisar primera. Y hay dos eventos en la historia del béisbol donde alguien se olvidó pisar primera y lo pusieron fuera, aunque había llegado a home, ¿verdad? Y decía en una ilustración que primera base es estar salvos, ser salvos. Segunda es estar sirviendo seguros y tercera es estar sirviendo. Es una manera de explicarlo. Usted no puede estar seguro de su salvación, ¿verdad? No, es salvación, seguridad y santidad, ¿sí? Entonces, servicio y santidad. Entonces, hermano, usted puede acomodarlo como guste, pero no puede, hermano, usted estar de verdad sirviendo si no está seguro de ser salvo. Y no va a haber verdad una vida verdadera de santidad si no tienes salvación. Entonces mi hermano dice aquí nosotros tenemos este ministerio por la misericordia que hemos recibido y por lo mismo no debemos desmayar. Pero por qué algunos desmayan hermano? Porque hay cosas en nuestras vidas que no hemos dejado o a las cuales no hemos renunciado. Sí. Creo, hermano, que si hay cosas que muchos cristianos no han querido renunciar a ellas, que un día lo van a hacer. Que renuncie a esta iglesia. Que renuncie a las cosas de Dios. Un día tristemente va a suceder y yo creo que ha sucedido. Y esas son de las llamadas o de las pláticas que un pastor nunca quiere recibir. Donde te digan Pastor, ya no voy a ir más al culto o donde un día verdad está un miembro y dice Pastor, puedo verlo en la oficina? Pues nada más por cortesía venía a despedirme de usted. Por qué hermano? No, pues cuestiones personales. Lo decimos así, pero en realidad, hermanos, bueno, sí, son cuestiones muy personales, sí, y hasta a veces dicen, no, no tiene nada que ver con usted, o a veces hasta inventan un problema. Ah, es que el pastor, verdad, no me gusta que usa la C así, verdad, y por decir una cosa, que no tiene sentido. Sería ridículo que alguien se pudiera enojar con alguien porque diga una cosa de una manera y no como en México la decimos. Aquí hay algunos de origen de México, verdad? Tal vez hay también de Centroamérica y Sudamérica. Qué bendición. Pero mi hermano, eso ya sería más un pretexto y renunciamos. Mi hermano, qué triste es ver cuando alguien renuncia de las cosas de Dios. Pero dice la palabra y hermano que tenemos este grande ministerio y dice no desmayamos. Y yo encuentro mi hermano bien lógico, verdad? El versículo uno y dos están verdad consecutivos por algo y dice no desmayamos antes bien, renunciamos. O tal vez, ¿verdad?, algunos desmayan por cosas a las que nos renuncias. Amén. Ahora, mi hermano, dice lo que sabemos, ¿verdad? Nada oculto y vergonzoso hemos traído a este mundo. Cuando nacimos no trajimos nada oculto y vergonzoso. Eso quiere decir que todo nuestro proceder siempre ha estado a la vista de Dios. Lo oculto y lo vergonzoso lo hemos ido aprendiendo aquí. Y es aquí donde debemos de dejarlo, mi hermano. Y es aquí donde debiéramos de dejarlo también. Mi hermano, yo uso esta frase y espero equivocarme aquí. Estuve en una iglesia donde el pastor me dijo, hermano Esteban, en la invitación no se asuste. Yo, ¿por qué? La gente, nadie pasa el altar aquí. ¿Sí? No se asuste, pastor. Y yo dije, ¿por qué? ¿Caen cosas del techo o qué? ¿Verdad? Y decía el pastor, verdad? Si la gente no viene al altar, no es contra usted, verdad? No es que el mensaje no haya llegado. Es que nada más verdad? Ya no toman decisiones las gentes, la gente en el altar de la iglesia. Espero equivocarme aquí. Amén. de que verdad es que está muy largo el camino, verdad? Dónde está el hermano Verardo? Está en una clase, verdad? Ok, saludos hermano. Entonces, pero algunos dicen es que es bien lejos desde atrás hasta enfrente. No, hermano, no está lejos. Esa es la condición de tu corazón. Amén. Y yo creo, mi hermano, todavía. Y así fui enseñado y así empecé a ir a una iglesia donde se predicaba a mi hermano y no por pelearme con alguien más de que él sí pase y yo no. Pero si Dios habla, mi hermano, venga al altar. Y aquí es donde se renuncian a algunas cosas que el día de mañana, si no lo hace, le van a hacer renunciar al camino de Dios. Y eso no queremos. Entonces, mi hermano, creo que la primera pregunta que puede venirse es que es renunciar. Sí. Bueno, todos saben eso, hermano. Renunciar es olvidar algo, es dejar algo atrás, es arrancar de muy dentro de nosotros. Alguna cosa es salir de un lugar y no mirar atrás, es escapar. Y a veces, mi hermano, renunciar no es fácil. Sí. Hay lugares, hermano, donde no hay mucho trabajo. Hay países verdad, donde si agarras un buen empleo, pues ahí quédate. Hay otros lugares que he escuchado, a lo mejor aquí en esta ciudad o sin duda en este país. Aunque pudiera alguien pensar, no es que han cambiado las cosas con la política y la economía, pero mi hermano, hay quienes toman un trabajo y aunque no les guste, ahí se quedan. Sí. Pero mi hermano, hay quienes teniendo la expectativa o el abanico de opciones muy, muy amplio, dicen a mí no me pasa nada. Si renuncio a esto, acabo que que meto aplicaciones o solicitudes y rápido me llaman y ya tengo otro trabajo. Pero mi hermano, renunciar de verdad no es fácil. Hay quienes dicen verdad, pero es que si renuncio me irá a ir mejor. Cómo va a ser la gente, el ambiente de trabajo de verdad me irán a cumplir la promesa de un sueldo mejor o un mayor ingreso. Y algunos no saben. Hay incertidumbre, pero renunciar, mi hermano, es dejar algo. Amados, Dios conoce el corazón y la mente de nosotros, sus hijos. Y de la misma manera que hace un padre con su hijo, indicándole cómo debe de hacer las cosas, qué camino seguir y enseñándole por su experiencia las cosas que debe y no debe de hacer, Dios también nos dice qué cosas que debemos renunciar. Amén. Mateo 7, vaya conmigo, por favor. Mateo capítulo 7. Cuando se me vino a la mente decir esto, cuando Dios me llamó al ministerio, allí en Hermosillo, Sonora, el pastor conoce el Instituto de Benecer. Yo soy de allí, de esa ciudad, del calorón, ahí, ¿verdad? De los 120 grados en Fahrenheit, 48 a veces en centígrados. Y me da risa cuando alguien dice que hace calor, ¿verdad? Pero, mi hermano, yo estaba allí en la universidad estudiando para ingeniero civil. Si termina un año, nada más. No se puede decir, pero ya a veces digo bromeando. Soy un cuarto de ingeniero civil, pero no verdad tenía. No, no hay fracciones en una carrera o lo eres o no lo eres. Pero mi hermano, yo tuve que renunciar cuando Dios me llamó al ministerio. Yo tuve que renunciar a todo lo que esa carrera significaba. Sí. Yo en algún momento llegué a decir yo no quiero nada. Yo no quería en la preparatoria o High School decía yo no quiero dedicarme a nada donde tenga que convivir con mucha gente. Y Dios me llamó al ministerio, verdad? Qué sentido el humor del señor. Pero mi hermano renuncié a esa carrera. Entonces Mateo 7 dice la palabra del Señor. Versículo 9 Mateo capítulo 7 versículo 9 dice ¿Qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide, da pan? ¿Sí? Le dará una serpiente, perdón, una piedra. Si le pide pescado, una serpiente. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más vuestro Padre que esté en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden. Hermano, Él nos pide que renunciemos, ¿sí? O sea, Él, una buena dádiva, algo bueno que quiere para nosotros, es esto. Y luego vamos a ver Mateo 10, 37, Mateo 10, 37, que dice la palabra del Señor, el que ama a padre o madre más que a mí no es digno de mí, el que ama a hijo o a hija más que a mí no es digno de mí. ¿Cuántas veces, hermano, aquí en Estados Unidos, siendo nosotros, verdad, o la mayoría de otra parte, pues nosotros ya renunciamos, o algunos de ustedes, verdad, yo no, a sus países, y no tienen mucha familia aquí. por lo menos en la sangre o no tan cercana. Sí, pero mi hermano mucho. Yo he visto que hay cristianos que un día renuncian a las cosas de Dios por la presión que sus familias ejercen. Verdad de salte de esa iglesia. Verdad. Traicionaste la tradición que te traíamos. Verdad. Como como mexicanos o del país donde usted sea. Y hay quienes, mi hermanos familiares, nos hacen verdaderamente presión para dejar las cosas de Dios. Y lo triste es que algunos renuncian al camino de Cristo, mi hermano, al camino de fe, aunque saben que es lo mejor. Amén. Hay un coro que se llama El Camino de Fe. No sé si lo has escuchado. Yo anduve sin fe como un vil pecador. Muchos años vagué sin paz y en temor. Más un día feliz a Cristo llegué. Me sacó de las dudas y paz encontré. El Camino de Fe es siempre el mejor. ¿Y sabe, mi hermano? Yo muy pronto en mi vida cristiana me tuve que dar cuenta que tenía que renunciar a muchas cosas en mi familia. Usted lo ha hecho. Entonces, mi hermano, ¿qué es renunciar? La palabra renunciar, mi hermano, ahí en 2 Corintios, el idioma original nos da luz al respecto. 2 Corintios, mi hermano, capítulo 4, dice, antes bien, renunciamos, viene de una raíz de la palabra griega apeipon, que significa sencillamente quitar algo, quitar algo, ¿sí? Es verdad la palabra a PayPom puede significar renunciar, rechazar algo, prohibir algo, verdad? Y básicamente esa es la idea. Pero la palabra aquí, mi hermano, no es la palabra PayPom, sino la palabra a PayPom. Yo sé que muchos dicen de qué me sirve todo esto. Hermano, es interesante. Porque renunciar no es la idea, mi hermano, de que el pastor te dice o alguien te dice, deja eso, sino que yo mismo me digo a mí que lo tengo que dejar. Hermano, renunciar no es el resultado de la presión de alguien sobre ti diciéndote haz o haz esto o deja aquello o déjalo otro. Si es que Dios mismo hable a usted a su corazón y usted mismo se da cuenta que yo me debo quitar. Renunciar hermano es la palabra original. Significaría yo lo descarto eso para mí mismo. Sí. ¿Por qué, mi hermano? Porque uno puede estar atrás de usted. Como cuando llega un conferencista o alguien, predicador invitado, como en este caso un servidor, y predica algo acerca de esto y dice, ya lo entendí, pastor, debo de dejar tal vicio. ¿Sí? Y el pastor lo ha predicado 100 veces. Pero no es porque yo lo diga, o el pastor lo diga, o alguien más lo diga, sino que el Espíritu Santo se lo revele y usted lo haga por voluntad propia. Y ahorita vamos a ver por qué hacerlo. Pero esta es la idea de qué es renunciar. Dios le dijo un día a Abraham, hermano, renuncia a todo lo que tienes, a tu tierra y tu parantela. Amén. Y él no se quedó pensando. Tengo que hacerlo ahorita. Sí, tengo que dejar. A qué familia dijiste que dejara a toda tu tierra? Me puedo quedar dos meses y ya verdad, me despido. No, hermano. Dios llamó a Abraham, le dijo vete a tu tierra, tu parentela, la tierra que te mostraré. Y qué hizo mi hermano? Dios no fue el que lo sacó. como los ángeles a Lot. Amén. ¿Sí? Dios no hizo eso con Abraham. Hermano, Lot no renunció. Y ese es el otro punto que quería tocar. Lot no renunció, mi hermano. Él pudiéramos decir, Dios sacó a Lot de Sodoma, pero Lot no sacó a Sodoma de sí. Amén. Él quedó allí, hermano, si no, no hubiera hecho lo que hubiera hecho. Me dijo, no, pero es que sus hijas lo embriagaron, mi hermano. Pues mira, el rey David quiso embriagar a Urias y ni así logró que él hiciera algo incorrecto. Amén. ¿Estás conmigo, hermano? Y mire, hermano, alguien lo decía en una predicación como el esposo de Bezabé tuvo más principios y valores habiéndolo alguien embriagado en contra de su voluntad que David, todo cuerdo y sobrio, según él, ¿verdad? Entonces, mi hermano, Dios dijo a Abraham, sal de este lugar. Y él renunció a todo, mi hermano. Por Dios. Para poder renunciar a algo, obviamente se debe de tener ese algo. Se debe de estar practicando eso o viviendo alguna cosa en especial. Y es aquí donde debemos de hacer lo que debemos hacer, obedecer. Hasta hoy yo estoy esperando que me nazca hacer tal cosa, mi hermano. ¿Ha escuchado eso de cristiano de nacimiento? Cuando nace, le nace, lee la Biblia. Cuando le nace, viene a la iglesia. En otras palabras, mi hermano, le nace es sinónimo de cuando le da la gana. Y así no es como debe de ser. Yo he escuchado personas, muy pocas, que honestamente me dicen, pastor, me levanté en la mañana sin ganas de venir a la iglesia, pero aquí estoy. Qué bueno, ¿verdad? Y nunca, cuando alguien ha dicho eso, al final se ha arrepentido de haber obedecido. No, hermano, no puede ser. Entonces mi hermano Abraham renunció. Lot no lo hizo. Dios le dijo a Lot por medio de sus mensajeros, escapa por tu vida, no mires atrás, no pares, date prisa. Es lo mismo que yo le puedo decir que Dios le habla a usted y a mí. Escapa de algunas cosas para el bien de tu vida espiritual. No mires atrás esas cosas. No vuelvas a ello. No pares. Date prisa. Vea lo que Dios tenga de ti adelante. Todos en el camino de la vida cristiana, mi hermano, hemos tenido momentos difíciles, situaciones que no nos gustaron, ¿verdad? Pero aún así debemos renunciar a esas cosas o a malos recuerdos, inclusive. Hermanos, número dos, ¿a qué debemos renunciar? Como bien dice la Palabra, a todo lo oculto y vergonzoso. Renunciando, dice versículo 4.2 de 2 Corintios, antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso. ¿A todo lo oculto qué es? Todo lo escondido, Todo lo que usted sabe y nadie sabe verdad. Siempre que veo estas pantallas digo que si hubiera un cable pegado desde la cabeza a las pantallas, ahí se vieran todos sus pensamientos, verdad? Wow. Y que estuviera todo subido a las redes sociales. Facebook, YouTube, lo que sea. Todos saben lo que usted piensa. Hombre, ¿verdad? Que feo, ¿no? Solo Dios sabe. Ajá. Pero, hermano, dice renunciando todo lo oculto. Todo aquello que usted ha estado practicando allá afuera. Y aquí nadie lo sabe. ¿Sí? Si el pastor, ¿verdad?, supiera, bueno, pues, muchos dicen, qué vergüenza, qué pena. Pero eso es algo increíble, mi hermano. No damos cuentas. Cuando Santiago dice confesar los pecados unos a los otros, no es en un mal modo y no es o no tiene ninguna connotación, mi hermano, de de malicia ni de verdad. Cuál es la palabra que estoy buscando? Ni de chisme, verdad? No, hermano, es de verdad. Sendar cuentas para qué? Para poder dejar ciertas cosas. Algunos están, hermanos, guiando sus vidas a un precipicio, probablemente, porque no han renunciado a algunas cosas ocultas. Amén. Hermano, está fuerte este asunto. Creo que Dios lo pone en mi corazón. Mi esposa tiene un primo hermano que es pastor y predicaba en una reunión de pastores del problema actual de la pornografía. Y eso estaba hablando a una reunión exclusivamente para pastores, de que esto es algo que debemos cuidar para poder servir a Dios como Él es digno. Amén. Y uno dice, está bien, pastor, hágalo. Entonces, para mí es correcto cuidarme, pero usted sí lo puede hacer. O el cristiano promedio sí lo puede hacer. Una estadística dice 70 por ciento de los hombres tienen ese vicio en cristianos o no cristianos. Amén. Y uno piensa verdad, renunciando a eso. Leí un artículo de por qué jóvenes no están yéndose al colegio bíblico. Ya, porque ya no más, porque ya no tantos. Es verdad que en Bob Jones era una área de los dormitorios. ¿Sí? Y eso ha sucedido. Mi pastor, Pastor Albino, estudió en Tennessee Temple. Ya no existe, ¿verdad? Y no he escuchado del Colegio Bíblico Pittsburgh en Minnesota. Ya no existe. Y así otros más colegios bíblicos que ya no existen. ¿Por qué está sucediendo esto? Porque muchos jóvenes están diciendo, Dios sí me ha llamado al ministerio, pero tengo este problema con ese vicio de la pornografía que no lo puedo dejar. ¿Cómo le voy a decir a Dios que sí al llamamiento con un pecado que no puedo dejar? ¿Cómo lo voy a hacer? Y eso es algo, mi hermano, que está afectando a la iglesia del Señor. Sí, muchos tendrían que renunciar, mi hermano, a sus teléfonos. ¿Verdad? Agarrarlos y tirarlos en la pared. ¿Por qué? Porque dice la Biblia, si te hace daño, ¿verdad? Tu ojo, mejor sácalo. Bueno, hermano, no saque su ojo, rompa el teléfono mejor. Pero, mi hermano, son cosas que debemos renunciar. Y uno piensa, pero ya se agarró de un punto, hermano, no, ese es uno. Y uno dice, pero usted habla a los hombres, hermano, ya estadísticas dicen que mujeres están por lo mismo, verdad, con el mismo problema. Pero no nomás es eso, mi amor, hay pecados ocultos. Como dicen, verdad, dobles vidas. Un hombre salió de una iglesia, según era un tremendo líder en la iglesia, Y agarró sus cosas, se enojó, ¿verdad? Se enojó contra la iglesia, contra el pastor, en una iglesia, en una congregación, y se fue. Y un día el pastor, ¿verdad?, de esa iglesia, vio a la hija de este hermano en la calle, y con pena la saluda y le dice, ¿cómo estás, muchacha? Qué bueno verte. ¿Cómo está tu familia? Bien, mal, pastor. Y dice, ¿cómo bien mal? Sí, ¿se acuerda? Pues íbamos y mi papá un día se enojó con usted, con la iglesia, agarró todo y se fue, sí. ¿Y qué pasó? Dice, y él se atrevió a preguntarle, tu papá fue un líder en la iglesia por años, pero una pregunta, ¿él llevaba una vida cristiana en tu hogar? Y la muchacha dice, para nada. No, para nada. ¿Sí? Entonces, ¿por qué dejó las cosas de Dios, mi hermano? Nunca las tomó realmente. Había una doble vida a la que nos renunciaba, una vida de pecado que no dejaba, que un día, verdad, no pudo soportar más la careta de estar enfrente de una congregación, según verdad, ayudando y dirigiendo, pero no viviendo lo que él estaba haciendo delante de todos. ¿A qué debemos renunciar a lo oculto, mi hermano? Dice la palabra de Dios Colosenses 3, 5. Yo no sé, mi hermano, qué cosas usted tenga que renunciar, pero Dios sí lo sabe, hermano. Colosenses 3, 5 dice, Haced morir. No hago violencia si digo renuncia a eso. Dice, Haced morir, renuncia pues a lo terrenal en vosotros. Hacen morir fornicación, renunciar a fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Hermano, no sé si quepa aquí esto o tenga lugar. Renunciar, dice ahí, a avaricia. Hermano, este es un país muy próspero todavía. Hay que renunciar a eso. Bueno, ya vi por dónde va. No, no, yo no voy a ningún lado. La idea es, mi hermano, que nada de lo que todo el mundo nos pueda ofrecer nos aleje de las cosas de Dios. Amén. Dice cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Renunciar a lo oculto y a lo vergonzoso. Hermano, cosas que si otros supieran el día de hoy que las hace, le darían vergüenza. Dice la Biblia en Efesios 5, 11, no lo busque y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprenderlas, porque vergonzoso es aún hablar de lo que ellos hacen en secreto, renunciando a lo oculto y vergonzoso. Oculto también puede ser, mi hermano, todo lo que tenga que ver con el reino de las tinieblas, Satanás. Un ejemplo muy absurdo, pero puede ayudar. En una iglesia, una vez, no sé si era un problema de salud de mi esposa o uno de mis hijos, y una hermana me dijo, frótale un huevo, pastor. Frótale un huevo, si sabes de qué estoy hablando. Son prácticas asociadas, mi hermano, con la santería. Con demonios. Y yo dentro de mí, y luego, ¿qué quiere que haga? Que le ponga velas alrededor y baile alrededor de él. No podemos hacer eso. Yo sé que hay muchos tipos de medicinas, pero pero frotar un huevo. De dónde viene eso? Y luego pégale con unas ramas. Verdad? Normal. Renunciando al oculto. Eso se llama sincretismo, mi hermano. Mezclar cristianismo, lo que la Biblia dice, lo que Pablo le dijo a la gente de esas vanidades, conviértanse al dios vivo y verdadero. Entonces, mi hermano, cómo renunciar? La respuesta a muchos no les va a gustar, pero quiero contarles el ejemplo de un conocido mío que fumaba mucho, fumaba bastante. Y un día, verdad, ya no estaba fumando y le preguntaron, ¿cómo lo dejaste? Y dijo, a la macha. Sí, como hombre. Sin parches, sin medicinas, sin pastillas, sin nada. Y dijo por tres semanas más o menos o más. Anduve que no me calentaba ni el sol, andaba irritable, amando poder, pero pero lo dejé. Cómo renunció? Diciéndole que no al vicio, a las ganas de hacerlo. Me admití una cosa, traía una caja de palillos de dientes y se los comía. Dices que la ansiedad me la tenía que quitar con algo y me convertí en termita, dijo. comiendo palillos de dientes y uno piensa no pues. Y ya cuántos años lleva sin fumar? Cuántos? Como unos 10 años, porque mi esposa lo conoce también y dice él tenía como 58, 60 años y dijo no, si sigo así no voy a llegar a los 70. Ya, ya los ya los alcanzó. Pero mano, renunciar es dejarlo ya. No dice es que hasta yo no, yo no entiendo que así lo deba de hacer. Voy a orar al respecto. Está bien, mi hermano. Algunas cosas deben de orarse y dice la Biblia en oración y hay uno. Pero mi hermano, renunciar es hacerlo y ya. Como renunció Abraham a todo mi hermano, nada más agarró sus cosas, sus camellos, sus siervos y se fue. Verdad, mi hermano, hay cosas que debemos de dejarlas aquí ahorita. Hermano, ya no hay arrepentimiento. ¿Qué es la idea de arrepentimiento? Dar la media vuelta, ¿verdad? Es cambiar tu mente. Y si Dios le está hablando, mi hermano, acerca de un pecado, arrepiéntase. Porque un día el no arrepentirse de eso lo va a hacer renunciar a todo lo que representan las cosas de Dios. Hermano, yo he sido muy feliz en el camino del Señor. Fue en el camino... Yo fui salvo en un campamento, pastor. Y Dios me llamó a servirle en una reunión de jóvenes de las iglesias en la ciudad. Y después, verdad, entrando al colegio bíblico, Dios me puso enfrente a una pelirroja. Y Dios, aquí está, y gracias a Dios, el año que entra cumplimos 25 años de casados, si Dios lo permite. Lo invito, pastor, ya me dijo que no. Pero, pero mi hermano, pero el punto es, ¿Por qué habría de renunciar a esto? Un amigo pastor me habló. ¿Cómo estás, Esteban? Bien. Cuídate. ¿Cómo estás con tu esposa? Bien. ¿Verdad? No hagas una locura. Muchos pastores están cayendo. No hagas una tontería. Si lo vas a hacer, por lo menos ten la fortaleza de llamarme y yo agarro un avión y voy por ti para hablar contigo. Mi hermano, no renuncia al camino de Dios. ¿Cómo renunciar, hermano, haciéndolo ya? Así como Abraham. Amén. ¿Cuándo debemos renunciar? Si oye hoy su voz, hermano. Renuncia hoy. Amén. ¿Qué le dijo el Señor a Zaqueo? Hoy ha venido la salvación a esta casa. Tal vez, hermano, este mensaje era ese empujón que usted requería para dejar alguna cosa que usted ya sabía que tenía que hacer. Amén. Wow. No quiero decirlo, pero es aquí donde muchos dicen, dígalo, pastor, dígalo. Lo voy a decir porque me presionan fuerte. Pero hay quienes, mi hermano, tienen dos familias en algunos lados. Hay quienes llevan una vida no muy correcta y Dios les está llamando a dejarlo. Amén. Pastor Mike Patterson predicó en Ghana, África, Y el rey de Téchimán, una de las provincias de ese país, fue salvo. Decía el pastor Mike Patterson, fue el pastor de mi esposa, por cierto, misionero a México. Él es tejano, era tejano, ya está con el señor. Y dice cuando fue a Ghana, África, cometió todos los errores protocolarios con un rey que él pudo haber cometido. Primero fue a saludarlo así de mano, Manuela, para que lo hubieran golpeado y lo pongan en el piso. No se saludaba de mano a un rey así. Y dice que le testificó y ese hombre fue salvo. Y no sé dónde o qué parte del mensaje o del tema habló del matrimonio y le dijo ese rey, yo tengo nueve esposas. Y le digo, qué hago? Y el pastor me dijo, le digo, quién es la primera? Y dijo tal. Pues con esa quédese. Y tomó la decisión. Y dejó a todas las demás. Y sabe, mi hermano, desde entonces al misionero que estaba allí, ¿cuánto es? ¿Dos acres es mucho, hermano? Bastante. Donó para la iglesia un terreno así. Y ahí se construyó la iglesia en Techemán, Ghana, África. Y uno piensa, mi hermano, no es difícil que alguien se convierta, mi hermano, no, no. Es la gracia de Dios, mi hermano. Entonces, ¿cuándo debo renunciar hoy? Dios le dijo, ¿verdad? A Zaqueo, hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto les también, hijo de Abraham. Hermano, no quiera hacerlo como faraón cuando le dijo Moisés, ¿cuánto tiempo quieres más con las...? Creo que era la plaga de las ranas. ¿Cuánto tiempo quieres más con las ranas? Mañana me las quitas. Hermano, si usted estuviera viviendo esa situación, ¿qué le hubiera dicho a Moisés? Quítamelas ya, esto era para ayer. Amén. Tan como las mamás mexicanas, verdad? Cuando le dicen al hijo vete por las tortillas cuando quieres que vaya, le dice. Y qué dice la mamá? Era para ayer, mi hijito, ya debiste de haber regresado. Lo mismo, hermano. Cuando renunciar? Porque mañana? Por qué renunciar, hermano? Segunda de Corintios, vaya conmigo, por favor. Por qué? Y es aquí lo maravilloso de esto. Sí. Dice la palabra del Señor. Leíamos ahí, ¿verdad? Por la gracia que hemos recibido, antes bien, renunciamos al oculto vergonzoso. Y luego dice, versículo cinco, porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor y a nosotros como vuestros siervos, por amor de Jesús. ¿Por qué renunciar, hermano? Por el amor de Dios para nosotros. Suena el Corintios 5, hermano, dice, porque el amor de Cristo, 14, nos constriñe. ¿Por qué renunciar, hermano? Porque Dios me ama. Hermano, cuánto hemos citado Juan 3, 16, ¿verdad? Porque de tal manera amó Dios al mundo. Y Dios es amor, dice el Corito, lo dice el capítulo 4, versículo 8, primera de Juan. Pero esa es la motivación, hermano. El amor de Cristo, hermano, nos constriñe. Yo buscaba que es constreñir Mano, viniendo de Arizona para acá, vi muchos canales de agua en el campo aquí en California. Ahora, ahí estaban esos canales siempre. Yo creo que no me imagino que son maneras que el gobierno ha encauzado esa agua hacia los campos de cultivo. Estoy bien. Bueno, eso es el constreñir, hermano. Dios me encausa, me lleva, me mueve a hacer las cosas. El amor de Dios, hermano. Leo de los misioneros moravos viniendo a América. Ha escuchado de ese movimiento, ¿verdad? Del boom misionero o de cuando salieron misioneros de Austria por allá. Y le decían a muchos de ellos, ustedes se van a ir a morir en América, porque muchos venían a las plantaciones de esclavos. Y uno de ellos les dijo, tú no entiendes, nosotros ya morimos desde el día que salimos. Y la frase que usaban el cordero que fue inmolado es digno de recibir toda la honra y la gloria debido a su sufrimiento. ¿Por qué, hermanos, se iban de misioneros? Por amor a Dios, hermano. ¿Qué nos va a motivar a renunciar, hermano? Pues el amor de Cristo para mí. Usted es salvo, amén. Pues entonces, por eso, hermano, porque Dios le amó de tal manera, renuncie a eso que todavía debe de hacer. ¿Y para qué renunciar? Para vivir en libertad, hermano. Esa libertad que Dios dice en el libro de Gálatas, Gálatas 5, y con esto terminamos. Está pues firmes en la libertad, versículo uno, con que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Y trece, porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados. Renuncia a eso, man. ¿Qué es? Hermano, en este país yo diría hay tantas filosofías tan extrañas predicándose. Renuncie a todas esas filosofías huecas, mundanas, hermano. Agárrenle la Biblia, mi hermano. Renuncie a todo lo que le pueda estorbar para llevar una vida santa, mi hermano. Renuncie a las razones necias que a veces atraviesan nuestro corazón. Hermano, qué triste es cuando alguien en la iglesia pelea contra los líderes o el liderazgo por sencillamente estar predicando la palabra de Dios. Yo sé que hay que tener mucho cuidado y no se puede uno meter más de donde nos llaman, pero sea pastoreable, mi hermano. Renuncie a esa soberbia que a veces nos caracteriza a los cristianos también. Renuncia a perversidad de boca y alejemos la iniquidad de nuestros labios. Dice Proverbios, tus ojos miren lo recto, examina la senda de tus pies, no te desvíes. Renuncia a todo aquello que te pudiera desviar de las cosas de Dios. Pablo decía, por este ministerio no desmayamos. ¿Qué le está haciendo desmayar? ¿Sabe mi hermano? No es lo que esté pasando en el país. que si gana uno o el otro candidatos, eso no va a ser lo que nos va a sacar de las cosas de Dios. Va a ser todo aquello a lo que nos renunciamos. Mi hermano, tengo amigos pastores en Venezuela. Aquí es venezolano. Tengo amigos pastores allá. No han renunciado, no han renunciado. Ahí dice una frase al pie del cañón siempre, predicando domingo tras domingo, viviendo para el Señor, hermano. Sí, en muchas partes, hermano. Tengo amigos en varias partes de este país. Y uno piensa ahí en Cuba. Tengo amigos pastores en Cuba también. Allí mismo, allá. Que no han renunciado, mi hermano. Es difícil. Dicen los cubanos que todo está difícil. Pues sí. Desde el 59 yo creo que todo está difícil, ¿verdad? Y en Venezuela, desde hace 25 años. Mi esposa conocí a Venezuela en qué año? Noventa y dos. En el noventa y dos. Cuando Hugo dice eso era algo precioso. Pero qué es lo que les ha hecho seguir adelante, hermano? El amor de Cristo. Nada más. Y aquí en Estados Unidos, hermano. Qué les va a hacer seguir adelante el amor de Dios? Pero qué hay que renunciar, hermano? Dios sabe, hermano, qué es lo que ha puesto en su corazón. Vamos a orar. Señor mi Dios, gracias, Padre, por este mensaje. Gracias por tu palabra, que es viva y eficaz. Señor, algunos quizás tendrán que renunciar a cualquier otro camino que no sea Cristo para salvación. Tu palabra lo dice y lo cantamos hoy. Una vía hay que va al cielo. Esa vía es Jesús. Para ser salvo, alguien tiene que renunciar. a todo otro nombre que nos
Negarse para Cristo
Series Discipulado
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 826241724264638 |
Duration | 40:37 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 2 Corinthians 4:1-7 |
Language | Spanish |
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