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bien amados hermanos buenos días
se alegra ver a cada uno de ustedes vamos a ir a la segunda parte
de lo que les había prometido ya que estamos hablando de efecios
y el tema general es la iglesia gloriosa pero ahora nos toca
el llamamiento al crecimiento en la unidad orgánica o sea tenemos
que seguir que creciendo Y por lo menos yo sé que ustedes y
nosotros nos gozamos en el hecho de saber cómo el Señor nos edifica,
nos guía, nos cuida. Y también entender un poco más
una palabra que ha llegado a ser de tanta confusión en este tiempo,
iglesia. Hoy día la gente piensa en todo
menos lo que es una verdadera iglesia, como debe ser bíblicamente. Y es una doctrina clave, vital,
que entendemos nosotros por la iglesia. Pero por lo menos yo
sé que ustedes están entendiendo que la Iglesia son ustedes, es
la gente, no es un nombre, no es una denominación, por eso
la palabra orgánica. Pero ahí se refiere a que somos
seres vivos, somos personas que el Señor ha dejado en este tiempo
para seguir proclamando su gloriosa verdad. Y habíamos hablado en
esta primera parte de cómo el Señor habla de esta unidad. ¿Cómo
es que el Señor va a hacer esta unidad? Bueno, a través de los
dones que el Señor nos da. Y hablamos de que en esta unidad
todos hemos sido llamados. No hay uno que es investido de
algo especial, no. Es que todos nosotros somos llamados
como santos. Y por eso tenemos un Señor Jesucristo
que nos ha salvado. Tenemos una fe que practicamos,
porque esta fe que está aquí no es el de creer una vez y que
ya somos salvos, sino es la fe que guardamos todos en conjunto
como un cuerpo de doctrina. Un bautismo, es decir, pasamos
por las mismas experiencias en la vida cristiana que pasó nuestro
Salvador. Y no nos es indiferente el dolor,
el sufrimiento que hay en tomar la cruz de Cristo y seguirlo.
Hoy en día la gente quiere ser fácil, pero yo vivo en el mismo
planeta que usted y no importa si usted vive acá, vive en su
país, todo el mundo pasa ciertas cosas. Nadie se escapa. Nadie
se escapa de reír, tampoco de llorar. Nadie se escapa de trabajar,
aunque algunos quieran hacerlo, pero todos tenemos en alguna
manera que vivir la vida. la vida que corre en este mundo.
Y es un Dios y Padre de todos, el cual, como también Pablo ha
hablado, toma familia, toma nombre toda familia, el cual es sobre
todo y por todos y en todos. Pero a cada uno de nosotros nos
fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. O sea,
que es Cristo que da dones a su iglesia. ¿Con qué fin da dones
a su iglesia? Aunque lo vamos a ver como una
parte del mensaje de continuar el ministerio de Cristo aquí
en la tierra. Él dejó a su iglesia para seguir hablando de su iglesia.
O sea que hemos sido salvos por la gracia de Cristo. Que Dios
el Padre en su toda bendición y compasión y misericordia por
nosotros mandó al Hijo y dejó al Hijo su trono de gloria y
vino a esta tierra. Ese es el ministerio terrenal.
Que es Cristo su persona y su obra la que nos salvan. no son
las meras enseñanzas de Cristo las que salvan. Y que Él fue
a la tumba, enterró allí nuestros pecados, resucitó al tercer día. Lo básico y elemental del Evangelio
que muchas iglesias han perdido. Y cuando hablo de iglesias no
hablo de la verdadera iglesia de Cristo, hablo de organizaciones,
de todo lo que la gente piensa allí como una asociación, organización
o ministerios que se ponen en el hecho simplemente de tomar
la palabra de Cristo o tomar la Biblia o tomar el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para crear un tipo de organización. No, me refiero a aquellos que
llevamos las marcas del Señor Jesús, aquellos que hemos sido
lavados por su sangre. aquellos que andamos en una novedad
de vida, en que Cristo es una experiencia real en cada uno
de nosotros. A algunos les ha costado más
tiempo que a otros, ciertamente, pero sabemos que somos salvos
por la fe en Cristo y que Él ha dado ese don, esos dones a
su iglesia, no para beneficio de unos cuantos, para todos. El beneficio del don es para
el otro, no es para ti. No es vanagloriarse, enorgullecerse,
de que realmente esto es obra de nosotros, que somos algo especial.
Recuerde, es humildad y mansedumbre. La unidad de la Iglesia no puede
ir sin la humildad y la mansedumbre. Es decir, nada somos, nada aportamos
a la Iglesia menos que el Señor nos haya salvado. Por eso dice
los dones de la Iglesia. Y lo vamos a entender mucho mejor
por qué Él reparte esos dones. ¿Por qué Él da esos dones? Y
otra vez nos asombramos de la maravillosa gracia de Dios. Vamos
a tocar uno de los versículos que para mí a través de los años,
y no soy nuevo en esto, creo que es uno de los pasajes más
difíciles de interpretar. Es el versículo 8, y vamos a
leer hasta el versículo 16, que es nuestra parte. Por lo cual
dice, subiendo a lo alto llevó cautiva la cautividad y dio dones
a los hombres. ¿Y eso de que subió qué es sino
que también había descendido primero a las partes más bajas
de la tierra? El que descendió es el mismo
que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo
todo. Y el mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas,
a otros evangelistas, a otros pastores y maestros. a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean
con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo bien concertado y unido
entre sí, por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según
la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir
edificándose en amor. Cuán precioso nos es entrar en
tus atrios, oh Dios, porque sabemos que tú tienes lluvias de bendición
preparadas para nosotros a través de tu escritura. Los himnos han
sido una buena preparación de lo que vamos a hablar. Preparar
nuestra mente, centrar nuestro corazón en tu verdad. Somos tan
lábiles, tan frágiles de ser llevados de aquí para allá, de
ser distraídos, pero ayúdanos con el auxilio de tu Espíritu
Santo que muere en nosotros. Ayúdanos. a poder presentar el
Evangelio de Cristo a tu iglesia y que nosotros como tu iglesia
podamos madurar, crecer, ir edificándonos, siendo entretejidos por tu sabiduría,
oh Dios. Cualquier hermano, cualquier
hermana, cualquier persona que esté entre nosotros lo has traído
con un propósito y el propósito tuyo ha de lograrse y oramos
que tú hagas tu voluntad en el cielo como en la tierra. Oramos,
oh Padre, que tú seas glorificado de principio a fin en el nombre
precioso de aquel que viene otra vez, Cristo Jesús. Amén. Muy
bien. La unidad de la iglesia, por
lo tanto, debe ser trabajada y laborada por cada uno de nosotros. Por eso el Señor da dones. O
sea, no hay nadie que debe ser un mero espectador. A veces en
el pasado, pastores o predicadores siempre dicen, hermano, usted
solo es un calientabanco. Nadie es salvo para estar quieto.
todos nosotros tenemos que producir vida, tenemos que tener crecimiento,
edificación, y por eso es que el Señor nos ha dado dones. Los
dones no pueden ser posibles sin la muerte, la resurrección
y ascensión del Señor Jesucristo, de acuerdo a lo que acabamos
de leer. Esta exaltación de Cristo, o sea, su vuelta al cielo, fue
precedida por su humillación, por sus sufrimientos más viles.
Descendió a las partes más bajas de la tierra, subió a la parte
más alta de los cielos. O sea que el escritor aquí, el
apóstol Pablo, que entendía ¿Cómo es que aquel que cuando él iba
camino a Damasco se le apareció en los cielos y lo tumbó al piso
y le preguntó quién era? Ya sabemos el resto de la historia
de la vida de Saulo de Tarso que se convirtió en el apóstol
Pablo. Él que había sido humillado hasta lo sumo fue exaltado hasta
los cielos. Sufrió a la parte más alta de
los cielos porque no puede haber otra parte más alta que estar
enamorada de Dios. Y es interesante, porque esta
palabra cielos, otra vez, confunde a muchos. ¿Por qué? Porque decimos,
bueno, ahí en los cielos vamos a estar con Dios. Los cielos
per se no existen, porque Dios no puede ser contenido por nada.
Dios no tiene límite, es extenso. Pero usualmente, para que nosotros
lo podamos comprender, hablamos del lugar donde está Dios como
el cielo. porque de ahí manan todas sus
bendiciones. Es allí donde nosotros vamos
a llegar, ir. Si uno lee Apocalipsis, el cielo
va a ser aquí en la tierra, en el hecho en que el tabernáculo
de Dios desciende aquí en la tierra. Él ha hecho su morada
aquí en la tierra y lo ha dejado como ejemplo a través del Antiguo
Testamento. Cuando Él hizo el tabernáculo,
mandó a hacer el templo, etcétera, y ahora nosotros como su iglesia,
Él mora en su iglesia. Por eso la repartición de las
lenguas de fuego, las lenguas de fuego que lamieron el altar
de Elías, por ejemplo, el altar del holocausto cuando empezó
Moisés con sus holocaustos. Es decir, vemos la presencia
de Dios, el tabernáculo de Dios aquí en la tierra. O sea que
aquí va a ser los cielos, por ponerlo en esa manera. Donde
esté Dios queremos estar nosotros. No es que queremos estar en un
nirvana, en un paraíso, como alguna gente piensa, de que ahí
van a estar disfrutando y a hacer lo que ellos quieren de acuerdo
a su concepción de un mundo más allá. Pero el cristiano sabe
que lo que quiere es ver el rostro de aquel que quiso su alma redimir. que quiere ver a Cristo. Vamos
a estar con Él. Él vino para eso. Así que ese
mismo Jesús también volverá cuando todo esto se acabe en su segunda
venida, que es la última de las profecías que falta por cumplir.
Yo sé que hay varias personas que pueden hacer ramificaciones,
pero el Señor viene. para nosotros en la manera de
predicar o pensar o enseñar este siervo suyo es el hecho de que
eso trae al juicio final no hay nada más que esperar ya todo
está revelado y todo está hecho aunque esto lo confunda la verdad
puede confundir la verdad puede zarandearnos un poquito pero
cuando el señor venga llevará a su pueblo con él y traerá el
juicio final para aquellos que no creen en él a fin de cumplir,
de llenar todo lo que estaba escrito de él, entonces que el
Señor ha dado dones a su iglesia. Todavía hay personas que faltan
ser redimidas. ¿Cómo van a ser redimidas? Siempre
será por medio de su iglesia. Ahora, cuando digo su iglesia,
es por medio de personas. Si yo pienso en mi salvación,
alguien me habló, muchas personas me hablaron. Cuando tú piensas
en tu salvación, es muy raro el hecho de que alguien, que
tú por tu propia cuenta entres a este lugar y alguien, como
yo, alguien está predicando y tú te conviertes. Usualmente son
personas que te hablan de la experiencia que han tenido. Son
otras personas, son otros creyentes, otra parte de la iglesia que
son evangelistas que te dicen, aquello que yo he experimentado,
quiero que tú también lo experimentes. ya que después vengas a una celebración,
a un tiempo de adoración, que puedas entender mejor el mensaje,
todo eso es accesorio o es parte de lo que es todo el programa
de Dios en cuanto a su iglesia. ¿Me dejo comprender? Alguien
me habló a mí, alguien me testificó, no fue un gran evangelista, fue
alguien que me dijo, ponte a leer, la información está en los evangelios,
hay que leer la Biblia, hay que leer el Nuevo Testamento primero,
que leer toda la Biblia, pero uno tiene que entender la persona
y la obra de Cristo. Con esa información es que el
Espíritu de Dios trabaja para llevarnos a la fe y a la verdad.
Es totalmente necio, insensato hablarle a una persona nueva,
que no conoce nada, que no sabe ni lo que es la Biblia, y decirle,
tienes que recibir a Cristo, tienes que aceptar a Cristo,
tienes que creer en Cristo. ¿A base de qué? a base de qué santo si empleo
un término católico. ¿Verdad? Es decir, que la persona
tiene que decidir, tener una información. Eso es lo que trae
la fe. La fe viene por el oír. ¿Pero
el oír qué? La historia de la salvación.
La palabra de Dios es la historia de nuestra salvación. Y aquí
está hablándonos a nosotros que cuando Él subió a lo alto, llevó
cautiva la cautividad. Está citando ahí al Salmo 68,
18. Y déjeme decirle que esto, como
le dije en la introducción, es algo muy difícil de entender
cómo es que llevó a lo alto la cautividad. He leído un sinnúmero
de comentarios En el pasado, con referencia a esto, cada quien
tiene una idea de que ahora ya el paraíso no está en el seno
de Abraham, él se llevó cautivo a la cautividad para allá. Y
hay un principio hermenéutico que siempre les he repetido y
recalcado, y aunque es difícil entenderlo en este momento aquí,
es válido en el hecho de que siempre hay que buscar en el
Antiguo Testamento, ir hacia atrás, para encontrar algo de
sentido en por qué el apóstol Pablo, que estaba imbuido del
Antiguo Testamento, recuerda que él era fariseo, había estudiado
los pies de Gamaliel, lo que el Espíritu de Dios trae sobre
él para que tú y yo podamos entender. Pero vamos a Isaías, capítulo
53. Aquellos que tienen su Biblia,
no está ahí en la diapositiva, Isaías 53, todos recordarán que
esta es la parte de El siervo sufriente es el evangelio en
el Antiguo Testamento donde nos habla del varón de dolores, de
aquel que fue humillado por nosotros. Una de las claves que debemos
tomar aquí es la humillación del Señor Jesucristo. ¿A qué
nos referimos con la humillación de Cristo? Nos referimos a su
kenosis, a su encarnación, a que él dejó su trono de gloria y
fue encarnado por nosotros. Dios le preparó un cuerpo por
nosotros. Entonces aquí está hablando de
todos los sufrimientos, de que él cómo sufriría como cordero
de Dios, llevaría nuestros dolores, nuestras enfermedades, fue azotado,
fue herido de Dios, fue un varón experimentado en quebranto, varón
de dolores pero nota lo que habla y explica en el versículo doce
por tanto yo le daré parte con los grandes y con los fuertes
repartirá despojos por cuanto derramó su vida hasta la muerte
y fue contado con los pecadores habiendo él llevado el pecado
de muchos y orado por los transgresores yo le daré parte con los grandes
y con los fuertes repartirá dones despojos era normal para aquellos
que son victoriosos en cualquier guerra dar dones a sus soldados
era parte del botín del premio de rescate el hecho de premiar
a los soldados que ganaban una guerra o tenían o tenían la victoria
y por eso cuando habla de aquí de de cristo en esta parte hace
entender ¿De qué le daría parte con los grandes? En el hecho
de ser grande en victoria. La victoria de Cristo en la cruz. Pero esa victoria de Cristo en
la cruz es debido a su sufrimiento. Es debido a toda la humillación
que él tuvo que pasar. La humillación de la cruz. Pablo
en filipense dice muerte y muerte de cruz. Y si tú has leído el
Nuevo Testamento, estarás yendo conmigo. Todo lo que él fue maltratado
desde el rexemaní, a pasar por el juicio de Pilatos, de Herodes,
de Anás y Caifás, pero a través de todo su ministerio terrenal
hasta tomar la cruz y ser clavado en el Gólgota por nuestros pecados.
Ser muerto, aquel que era la vida, pero con esa muerte nos
da vida a nosotros. Así que Pablo está hablándonos
aquí, o el Espíritu de Dios, ¿de dónde vienen esos dones?
Tú, al haber sido rescatado, Tú que no eras nada, que estabas
prisionero, eras cautivo, que no hacías más que por naturaleza
las obras de la carne, eras hijo de ira, lo mismo que lo demás.
Recuerda el capítulo 2 de Efesios. Ahora el Señor te ha liberado,
te ha rescatado y te da dones. te enriquece con la adopción,
te siente en los lugares celestiales en Cristo. Yo he ganado esta
victoria, yo te he comprado a ti del pecado, de ese mundo de maldad,
he alumbrado los ojos de tu entendimiento, y por si fuera poco, te doy todavía
este don, para que tú puedas ministrar a mi pueblo, a la iglesia,
para que puedas anunciar, ir a tu casa y decir cuán grandes
cosas el Señor ha hecho contigo. Hay otro pasaje en el Antiguo
Testamento que no nos da tiempo para poder ir y leerlo porque
es largo, pero se lo menciono y quizá usted en la tranquilidad
de su hogar, de su casa, lo puede leer y ver la relación. David por años había oído de
Saúl y se refugiaba en las cuevas, iba aquí, iba allá, y en uno
de esos idas y venidas los amigos o la gente, la soldadesca, que
eran 400 hombres y no todos eran de buen carácter, de David, van
y cuidan a lo lejos, no por contrato, la hacienda, la era, la viña
de Naval. Los esquiladores eran cuidados,
estaban protegidos. Y cuando llega el tiempo de pelar
a las ovejas, de las cosechas y todo lo demás, pues David simplemente
envía algo para cobrar un cupo, ya que ellos habían estado velando
aquella finca, por ponerlo así. La gente en aquel entonces vivía
del pillaje. Era como ese juego nadie sabe
para quién trabaja. Recuerdan, o sea, que tú estabas
ahí todo muy bien y de repente venía una horda de bárbaros y
salvajes y se llevaban todo lo que tú habías trabajado, mujeres,
hombres, etcétera, todo, se llevaban o mataban a los hombres. Y cuando David manda esos 400
o manda para Naval para que le dé alguito, ¿no? Tú sabes, Dios
te ha bendecido. Mira, todos tus esquiladores
han cortado la lana de las ovejas en abundancia. Hay abundancia
en tu cosecha que te pasas, uvas pasas o lo que quieras, toda
la abundancia. Y Naval contesta como cualquier
otro hombre duro de servicio, piensa y dice, bueno, yo he sido
el que yo he trabajado, ¿esta gente quién será? Muchos siervos
hay que huyen de sus señores. Y envió avergonzados aquellos hombres,
no hubo nada de gratitud. Pero los siervos, personas que
aparentemente pensamos que no tienen mucha inteligencia, sabiduría
o diligencia o entendimiento, fueron donde Abigail, la parte
sabia del hombre, la mujer, que era una buena mujer en cuanto
a influencia, y le dijeron, mira lo que ha hecho tu marido a este
naval duro de cerviz. es bruto, no entiende. ¿Le suenan
las palabras, queridas hermanas? Es un naval. Todos nosotros,
los maridos, en una manera u otra, somos tipo naval. En una u otra
manera. Necesitamos buenas abigailes.
Lamentablemente, son escasas. No quiero decir que no hay, pero
es escasa. Y esa es la sabiduría que tienen
que buscar ustedes de Dios. Su sabiduría es la gotera continua
de proverbios. Y la gotera continua no lleva
a ninguna parte. Pero lo hace. Mira a Dalila y
Sansón. Ahí, ahí, ahí, ahí, ahí. Muchos hombres lo que optan,
que uno escucha, no importa cuán viejos sean, casados o jóvenes,
este, hay que llevar la fiesta en paz. ¿Quién te dice que hay
que llevar la fiesta en paz? Tú como hombre tienes que ser
la voluntad de Dios. Tiene Dios que guiarte a ti.
No es cuestión de transar para que ella sea feliz y tú feliz
y vivir la gente en paz. Eso no es así. Qué fácil sería. Y eso no es lo que Dios nos enseña.
Entonces... Naval y Abigail entonces le dice,
trae sacos de pasas, almendras, trae todo esto, carne seca, trae
todo, y ella va y se humilla ante David. Y ustedes saben el
resto de la historia, ¿no? En cuanto a Naval, pues muere,
etcétera, y Abigail llega a ser una de las esposas de David,
se nombra por lo general como la segunda en ese aspecto. Pero
cuando David regresa, no hay nada en casa los amalesitas
han hecho una incursión y se llevaron todo no dejaron nada
y esos 400 hombres estaban que echaban chispas obviamente ellos
habían ido a trabajar y a cobrar su salario por su familia o hay
alguien aquí que trabaja para para otro o gratis. ¿No trabajamos
para nuestra familia? ¿Para que tu señora esté contenta?
¿Para que tus hijos tengan que comer? ¿Para que vayan hacia
adelante en la vida? Uno espera ese salario. No hay
nada normal en cuanto a eso. De disfrutar lo que Dios nos
da con nuestras manos para poder seguir adelante y proyectarnos
para el futuro en el sentido eterno ya para nosotros como
cristianos. Hay 200 hombres que se quedan
con el bagaje, porque ya no pueden más. Cruzan el torrente de Cedrón,
hay un egipcio que está ahí, encuentra a uno que lo dejaron
ya medio moribundo y dice, llévanos allá. Y David conquista, reconquista
de nuevo, no pierden nada, es más, recobran todo lo que los
otros habían trabajado de otras cosas, traen todo ese botín.
Y los hombres coléricos y amargos le dicen, estos no fueron porque
estaban muy cansados y se quedaron con el bagaje. A estos no hay
que darles. Y David dice, no. Los que van
a la guerra, como los que se quedan, es lo mismo. Cuando tú y yo hemos sido rescatados
por la gracia de Dios, no importa si tú eres un nuevo creyente
o un creyente viejo. Los mismos dones se te dan. No
hay preferencias para el pastor si hay alguien que tiene aquí
más años. Al contrario, a veces hay más años que tiene una persona
y no crece. No hay diferencia de que un favorito
de aquí o otro favorito de allá es el que es nuevo. Porque recuerda
lo que Jesús dijo, que los últimos, ¿qué? Uy, ¿y los primeros? Los judíos pensaban que ellos
eran los primeros y fueron los postreros. Y los gentiles que
eran los postreros, ahora resulta que somos los primeros en creer
eso. Así que el Señor da esos dones,
porque tú y yo fuimos rescatados de los amalesitas. No podíamos más con nuestra vida.
Él es victorioso. Él ha recuperado todos estos
dones. Recuerda a Abraham, que le da los diezmos de todo a Melquisedec. y le reparte a todos los demás
y dice, no, no, yo no quiero que ninguno de ustedes me dé
a mí pensando que tu riqueza me ha enriquecido a mí. Dios
jamás te pide a ti nada para poder darte después. Eso suena
a engaño y mentira. Que tanto nos advierten de todos
esos engaños, de todas esas estafas, de todos esos fraudes. Y escúchame
bien porque hay mucha gente que te dice, no, no, no, tú tienes
que dar para que Dios te dé más. Uy, fíjate, la apostasía y la
cizaña está ahí desde el comienzo, porque no conocen al Dios de
las Escrituras. Él te da dones. Él es el que
te reparte la riqueza. Exactamente, Él te da esos dones. Pero primero tienes que entender
su humillación, su descendimiento a uno de los lugares más bajos.
dice más vosotros conocéis la humillación de cristo la pobreza
de cristo que él siendo rico se hizo pobre para que nosotros
con su pobreza fuésemos enriquecidos esa es la pobreza que queremos
porque cuando somos ricos la gente pide riqueza hoy en día
qué riqueza ¿Qué más sin el hecho de que hemos encontrado la piedra
preciosa, que es la perla preciosa, que es Cristo nuestro Señor? Y por eso que menciona unos cuantos
dones aquí en Efesios que hoy en día también la gente los ha
disparado por doquier y dice disparatez y media, tontería
y media. El que descendió es el mismo
que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo
todo. Y Él mismo, sea Cristo, constituyó
a unos apóstoles, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros. Esta no es, por supuesto, una
lista exhaustiva. Es en relación al crecimiento
orgánico de la Iglesia. El énfasis tampoco es que estos
son oficiales de la Iglesia. porque muchas personas piensan
que son oficiales de la iglesia, sino que son dones que Cristo
da a su iglesia, que Él reparte a su iglesia. Y dice, tampoco
está enfatizando el crecimiento numérico, sino a la unidad en
amor. Es imposible que la iglesia crezca
en unidad en amor si no se ejercen estos dones, si Cristo no da
estos dones a su iglesia. Así que la Iglesia necesita,
no líderes en este aspecto, personas que se jacten de estos títulos,
que hoy en día algunos de ellos no están ya presentes, sino que
realmente también necesitamos buenos oídores, activos seguidores. Mira lo que dice, la Iglesia
no solo necesita buenos líderes, también necesita buenos y activos
seguidores. De ahí el énfasis de todos nosotros. Es el mismo que Dios subió por
encima de todos los cielos, todos los cielos para llenarlo todo
a fin de que nosotros podamos ser perfeccionados en esta unidad. Por lo tanto, recuerda que no
es el crecimiento numérico, no es la vanagloria, la jactancia. Casi siempre los himnos o la
escuela dominical están entrelazados en esto, porque nos arrogamos
algunos títulos que en realidad son dones para beneficio de la
iglesia, pero que no hace el título, no hace el hábito al
monje. Es el don que es para el bien
de la iglesia. Por lo tanto, veamos poco a poco
qué es lo que dice. ¿Qué son maestros evangelistas
pastores? Son dones de Cristo para su iglesia.
Ellos deben ser objetos del amor de toda la iglesia, aquellos
que nos enseñan. Si rechazas a Cristo, cuando
rechazas estos dones, si tú no piensas que el pastor, que los
hermanos que te enseñan, no saben enseñar o no es la Biblia o toca
un poco con tu enseñanza, hay que pensar por algo Cristo dio
dones a su iglesia. Usualmente cuando uno está en
una ciudad como Miami, que esa es la idea de que siempre alguien
va a llegar, siempre alguien nos visita, etc. Las personas
pueden venir de diferentes iglesias. Usualmente, culturalmente, pensamos
que no existe otra iglesia que la nuestra en nuestro país y
nos convertimos allá. Y totalmente falso. La Iglesia
de Cristo es igual en todas partes. La verdadera Iglesia de Cristo.
Pueden cambiar los dones, pueden cambiar la geografía, pero la
manera como se deben llevar las cosas es igual. El Señor da pastores,
maestros, da evangelistas a su iglesia para enseñarnos la Biblia,
no para estar contando el testimonio nuestro una y otra vez, como
hay algunos. Puede ser que yo repita aquí
algunas cosas, porque no olvidamos tan pronto salimos de aquí. Pero
hay que predicar a través de toda la Biblia. Hoy en día está
de moda los mensajes expositivos, la gente siempre habla, y algunos
tienen una idea del mensaje expositivo, que no es lo que la Biblia enseña. Pero es lo que estamos haciendo. Estamos tomando un libro, vamos
a través del texto, y el texto nos va enseñando, aplicándolo
a nuestro tiempo. para nosotros en este tiempo.
Ese es un mensaje positivo. No importa si es textual, biográfico,
doctrinal, es que la palabra de aquel entonces, que fue activa,
viva y pasiva para algunos en el tiempo de los Efesios, también
es para nosotros viva, activa y pasiva. Cuando digo pasiva
es porque algunos en el momento no hacen nada, pero es latente,
porque con el tiempo muchas veces sale y aflora. Como ahora, no
es la primera vez que predico de Efesios. Pero cada vez uno
entiende más la iglesia, uno conoce más, los tiempos van cambiando. Y, por ejemplo, tenemos que hacer
diferentes aplicaciones de lo que es la verdadera iglesia del
Señor, una iglesia orgánica para su edificación y crecimiento. Por ejemplo, hoy día, en el tiempo
de Internet o el tiempo digital, hay pastores que tienen como
siete, cuatro lugares, y el pastor va a cada lugar cada semana Todo
el mundo lo ve por un monitor y entonces hay gente que dice,
bueno, gracias a Dios por la tecnología porque hoy me duele
la rodilla, hoy no me da gana de ir a la iglesia ni verle la
cara fulana de tal. Entonces me quedo acá y prendo
mi televisión. Su televisión es su altar de
adoración y entonces está escuchando al pastor predicar ahí. ¡Qué
bendición! Le llegó al corazón. Bueno, déjeme
decirle, hay algo que anda mal, no importa cuánta la tecnología
pueda avanzar y todo viene de Dios, necesitamos esto. Necesitamos oír la palabra en
vivo y en directo. Necesitamos, puede ser que hay
alguna ocasión, tenemos sermonado y algunos de ustedes lo vuelven
a oír después de estar acá. Algunos, bueno, van de viaje,
etcétera, y pueden aprovechar y oírlo también. Pero eso es
sin faltar a nuestra congregación, porque Dios quiere que estemos
unidos cantando. Hay un moto que estaba pensando
el otro día para nuestra iglesia. Ven a esta congregación para
que te oigas cantar. Porque a veces tú vas a algún
sitio y yo no puedo entrar. Yo he tenido que esperar afuera
porque mis oídos son muy sensibles. y uno entiende cómo la gente
puede. Piensa que mientras más ruido hay, más cerca están de
Dios. Son ideas, pero poco se oye en
cantar. Y la idea de la preadoración es
oírte cantar desde tu corazón. Tú expresas con tus labios que
tú crees en Dios, que pasas por esas experiencias. escuchó la radio, estaban pasando
y era un bloque de himnos, le llaman clásicos. Y comenzaron a pasar himnos clásicos,
himnos con los que el señor me salvó o fui salvo al comienzo,
himnos que cantamos aquí todavía. Uno fue Maravillosa Gracia. El
locutor decía algo muy interesante. Hay diferentes himnos, nadie
se queja de todos aquellos himnos. Pero cuando tú quieres concentrarte
en Dios, pensar en las palabras hacia Dios, comenzar tu adoración
a Dios, cito, no hay como los himnos. Y no es una defensa para los
himnos, es el resultado de lo que tú encuentras. Así que, quizás volviendo a nuestro
tema, la advertencia que hay es que estos dones es para el
beneficio de la iglesia, no es para el beneficio personal, y
que tú y yo tenemos que estar bajo esta advertencia que es
para el cuerpo de la iglesia. Si el pastor predica, enseña,
o los maestros algo aquí, y aún no te suena a ti como tú crees
que es, ¿cuál debe ser el resultado? Ah, este está mal. Si es en amor, en el espíritu
de Cristo, hay que investigar para ver dónde podemos estar
de acuerdo. Pero es para su beneficio. Porque si un ciego guía a otro
ciego, ve por qué es importante. El
lugar aquí, cualquier persona que ocupa un púlpito para decirlo,
mira, Aunque tenemos aquí doctores, lo que, ¿verdad? El doctor, uy,
se equivocó. Bueno, lo peor que puede pasarte
es que te mueres, ¿no? O lo mejor. Bueno, no, desde
el punto de vista orgánico, material, no es bueno que una persona se
muera, ¿no? La idea es que siga viviendo. Pero aquí, si yo me
equivoco, determina tu eternidad. vivir con Dios para siempre o
sin Dios y de eso somos responsables y Dios ha dejado a su iglesia
dice esto que yo te he dado a ti es porque te he salvado o sea
te he rescatado de esa manera tú eras esclavo del diablo no
tú ibas tú estabas viviendo realmente para otro eras esclavo de esa
miseria pero yo he ido te he rescatado me he humillado me
he dado hasta el cansancio he sido esa ese pastor que ha ido
por la última oveja Eso es lo que ha hecho Cristo por ti. Él
es el buen pastor, no ninguna de las personas que podamos tener
de carne y hueso como la gente quiere honrar y a lo mejor alabar
a hombres aquí terrenales que tenemos los pies de barro. Así
que cuando Pablo comienza a definir estos dones, él ha dado apóstoles
a la iglesia. Pero tú oyes hoy en día, hay
un montón de apóstoles. Hay un montón de apóstoles. El
apóstol fulano de tal. Y yo digo, ¿habrán visto al Señor
resucitado? Bueno, yo también, pero yo no
soy apóstol. Así que los doce mencionados,
y Pablo son los apóstoles, fueron testigos titulares de la resurrección
de Cristo. Estuvieron en primera fila. Uno
de los requisitos para ser apóstol es ver a Cristo crucificado,
resucitado. tenían la autoridad de toda la
iglesia del canon, que no es que había una normativa. Por ejemplo, la palabra que se
empleó en la escuela dominical canon, regla, es el principio,
hay un principio que aunque no esté por escrito aquí, digamos,
un cristiano, no importa que venga de Rusia, de Siberia, del
extremo de la China, es un creyente, quizá no nos entendemos en nuestro
idioma, pero le muestro la Biblia y me dice, ajá, la Biblia es
qué? Nuestra palabra. Es nuestro terreno
común. ¿Tú ves? ¿Por qué? Porque es
un principio que todo cristiano cree que la Biblia es la palabra
autoritativa. Pero entonces venimos, ¿qué versión
la de 1909, la de 1960, la NIV, ¿qué si esta otra Biblia que
acá? Bueno, aquí usamos la 60 en cuestión de homogeneidad. La Biblia fue inspirada en su
lenguaje original. Toda la demás, aún King James,
todo lo que tú quieras son versiones traducidas de idiomas originales.
No es a eso que nosotros nos referimos para dar reverencia.
Es la palabra útil que nos ha salvado. Es la palabra que ha
llegado a nuestra alma, a nuestro corazón. Y qué bueno si es así. No son los apóstoles falsos que
hoy en día. Yo le pregunté, ¿por qué es apóstol?
Bueno, porque este domingo aquí hubo diez mil personas. El lugar
tiene para mil, pero como tienen pantalla, entonces esta gente
va para acá, va para allá. Entonces es un apóstol porque
Dios lo ha ungido para algo. Yo digo, estamos en los últimos
tiempos, señores. ¿Por qué Dios ha dado qué dones?
Y qué raro que están surgiendo en este tiempo esos dones. ¿Qué
pasó antes? Por eso la continuidad es importante. Ah, porque vinieron los papas
y vinieron esto. ¿Qué pasó, por ejemplo, con los
reformadores que rescataron la doctrina? ¿Acaso ellos se llamaron
apóstoles? ¿Se llamaron profetas? ¿O más
bien ellos nos definieron estos términos para nosotros? cada
persona que es enviado, tú cuando eres enviado a tu país eres un
apóstol, eres un ángel, eres enviado a llevar un mensaje,
pero no el apóstol de Efesio Torrente, en que Pablo tiene
que escribir. Y yo les he puesto este ejemplo
antes, si por una buena casualidad o por algo de la providencia
por ahí entrara, dijera yo soy el apóstol pablo y tuviéramos
el discernimiento de cómo ellos en el monte de la transfiguración
que vieron a moisés y vieron elías y uno dice mira si es pablo
tú sabes lo que yo haría como pastor yo me siento pablo pasa
y predica porque tú eres un apóstol de cristo pero entra cualquiera
que esto que se llama apóstol y yo lo miro y le digo Anda a pastorear tu iglesia o
la gente. Aquí no vas a subir. ¿Ve usted la diferencia? La iglesia
está fundamentada sobre lo que los apóstoles de Cristo. lo que
los evangelios, información, nos dicen. Y llamó a este, y
llamó al otro. Y le dijo, ahora tú vas a ser
pescador de hombres, no pescador de pescados, para hacer el énfasis.
Ahora tú no vas a cobrar impuestos al Leví. Ven, tú vas ahora a
ser un verdadero Levita para Dios, un servidor de Dios. Un
publicano, pero para Dios salvado. Y no solo lo hizo con ellos,
como los doce que él eligió, y aún eligió a uno que era el
diablo mismo. Entonces los apóstoles son los
apóstoles que tú y yo conocemos que Cristo llamó y que la iglesia
todavía sigue predicando lo que ellos enseñaron. Nos dejaron
apóstoles, claro, pero no apóstoles modernos, profetas. Fueron aquellos
inspirados tanto del Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.
Hay varios hechos, Agabo y otros que también comenzaron a hablar
y a profetizar usualmente tomamos la palabra profetas para decir
algo nuevo y no hay nada más alejado de la realidad. Un profeta
de Dios siempre te dice el camino que debes seguir y usualmente
es el camino que ha sido olvidado. Si tú por primera vez estás en
una iglesia media rara como esta, ¿no?, y tú dices, este está hablando,
en realidad yo estoy siendo un profeta para ti. Te estoy indicando
el camino. Nada nuevo. es lo mismo que el
Señor había profetizado desde antes. Fíjate lo que Pablo le
dice a Timoteo, su hijo que había adoptado en la fe, segundo de
Timoteo capítulo 4, el versículo 5, nos dice, pero tú se sobre
en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple
tu ministerio, Por lo tanto, todos los oficios, todos los
dones deben ser ejercitados al máximo. El Señor nos manda a
ejercitarlo. Cuando tú estás flojeando, no
te arraigas, no te sobreedificas, y hablo de sermones anteriores.
Si tú te ocupas en esta salvación con temor y temblor, hacemos
obra de evangelista. Tú eres un evangelista diariamente,
continuamente. ejemplo yo crecí en una iglesia
tradicional y conocido muchas que tienen programa de evangelización
sábado en la mañana no hay nada más alejado de la realidad por
amor a dios desde cuando evangelizar tiene un día y una hora desde cuando tenemos que separar
un tiempo para eso tú y yo estamos en el modo de evangelista todo
el tiempo Porque la persona que está ahí
a tu lado, por si acaso te has olvidado, está bajo el poder
del diablo, de los amalesitas. Está trabajando para otro, en
vano, sin esperanza. Cuando le viene algún tipo de
calamidad, ni sabe lo que está ocurriendo, y busca en desespero
quién le va a dar la solución, vive amargado de espíritu. Tú eres su esperanza, tú eres
el ángel, tú eres el enviado, tú eres el evangelista que está
allí, porque no puedes pensar en un pastor profesional que
tiene. Eso lo han hecho, lamentablemente, pastores profesionales para no
perder su trabajo. Porque si todos deben ganar alma
y todos deben hacer la obra del ministerio, ¿y qué hace el pastor
entonces? Está ahí acostado de lunes a
sábado, el domingo en la mañana se levanta temprano sin saber
todo lo que hacemos los pastores durante la semana y piensa que
es el pago más grande que hay. Y encima pide diezmos o que le
aumenten el sueldo. porque la gente no entiende y
comprende cuál es la labor dentro del ministerio tuyo dentro de
las circunstancias de la obra de Dios. Así que el Señor nos
demanda a nosotros que hagamos obra de qué? De evangelistas. Algunos tendrán más éxito que
otros en el sentido de hablar. Ah, yo no sé. Algunos quieren
tener un curso de teología para hablarle a otros. ¿Tú sabes cuál
es el único curso que debes seguir? El que cito eres salvo. ¿Te acuerdas
el ciego de nacimiento? Todo lo fariseo y escribe, nosotros
sabemos que ese es hombre pecador. Yo no sé si es hombre pecador
o no, si es el Cristo o no, pero yo era ciego ahora veo. Si tú no puedes decir simplemente
eso es porque no te ha amanecido. No necesitas nada más. Por eso
le digo, ustedes siempre saben más que los demás. Pastores y
maestros es un solo bloque. Realmente este es el don pastoral
que hay hoy en día aquí, que existe en las iglesias, por decirlo
así, locales. Es un solo bloque. El don ministerial
es maestro. Un pastor debe saber enseñar,
no contar historias bonitas. O como Dios lo usa, qué milagro,
Dios me ha revelado tal cosa. Al último momento Dios me iluminó
y cambié el mensaje. Suena todo muy lindo. Pero yo
no puedo imaginar más que a un maestro que no tiene un sílabus
que cumplir, que no tiene unos capítulos que seguir durante
el año escolar que acaba de empezar para alegría de nuestros hijos.
No sé por qué se ríen. No, el maestro no va a ir a ver
qué iluminación. Ah, bueno, ahora voy a enseñarle.
No, no, hay un plan. Hay que enseñar. Y usted va enseñando
como así cuando sus hijos nacen, va enseñándole a sus hijos poco
a poco hasta que les da la independencia. Hijos, algún día van a tener
su independencia, no se preocupen. Pero ahora tienen que aprovechar
cómo su padre lo guían en esa independencia, con responsabilidad,
porque lo que muchas veces quieren tener es libertinaje. Parafraseando
lo que dice ahí Hodge, era un teólogo, inglés de 1700. El que está autorizado para enseñar
lo está para exhortar. Es muy raro encontrar pastores
que exhortan mucho. Está simbolizado con la vara
de pastor. Tu vara y tu callado. No es que tenemos que arrear
al rebaño. Ustedes no son ganado ninguno. Pero la idea es de que
muchas veces tenemos, en ciertas ocasiones, que ser directivos. Pero al ser humano no le gusta
eso. El ser humano no le gusta y aún
creyentes que le digan que está mal. Pero a través de la enseñanza,
a través del púlpito, muchas veces, aunque hagas oído sordo,
Dios te dice, esto es lo que yo quiero que tú hagas. Hay que
tener un corazón pastoral. Hay mucha gente en un púlpito
que no tiene corazón pastoral. No tiene ni idea. Y es malonota
porque dice pastores y ponen Juanita y María, ¿no? Y Juanita. Yo recuerdo, yo pasé por Puerto
Rico algunos años y había una pastora muy famosa y predicaba
bien, ¿eh? No le voy a decir que no. Ahora
el pastor va a dar los anuncios. El pastor era su esposo, pero
la predicadora era ella. Entonces le daba el micrófono
y el hombre más flemático del mundo comenzaba a dar. De repente venía y le quitaba
el micrófono. Muy bien, ahora vamos a seguir
aquí. Ustedes deciden. Porque hoy en día hay gente que
piensa que hay mujeres que pueden ser pastoras. Yo creo que todos
pastoreamos. Cuando tenemos los grupos pequeños,
nos pastoreamos los unos a los otros. Pero la labor, el don
eclesial, en ese sentido, Dios le ha dado la autoridad y ojalá
que así sea que Dios levante más hombres. Señal de autoridad. Es como Él lo ha establecido.
Por ejemplo, Pablo, cuando se despedía de los ancianos de Mileto,
mandó a llamar a estos ancianos. ¿Verdad? Y cuando yo digo esto,
no es porque yo sea misógino. La liberación femenina o el tratar
de poner al hombre y la mujer en un mismo plano, un nivel,
es una desgracia para la mujer. Puede ser que haya excepciones,
¿no? Pero usualmente la mamá hispana, oía del esposo que él
era el que iba a trabajar y traía la provisión, si acaso, pero
le decía, pero ve tú, hay que ir a hablar con el maestro, no
va el papá, ve tú, la mamá. En México se hace siempre mucho
énfasis a la familia y ganan premios por Hollywood, pero es
un papá que nunca está presente. Nuestra misma religión hispana,
verdad, en la que muchos venimos, espero que no se ofendan, aunque
se edite el mensaje. Así es la Virgen, no es Dios
el Padre. Y cuando tú vas a la Escritura,
desde Génesis 1.1, es la voz, la imagen del Padre y su Hijo. Es el Padre que nos da al Hijo.
Los babilonios, griegos y romanos tenían sus diosas, Tenían una mujer y un niño cargado. Ese hijo, por lo general, era
hijo de Dios, de sus dioses. Iba a continuar una generación.
Hasta que vino Dios, mandó a Moisés y comenzó a enseñarnos a nosotros
que no son dioses a esos que Dios se refiere. Y destruyó a
cada uno de los dioses de los egipcios. Tú quisiste matar a mis hijos,
yo voy a matar al tuyo. tu primogénito. Pero en el futuro
yo enviaré mi primogénito. No hay nada al azar en esta tierra.
No hay nada a un ciego destino. Es Dios quien gobierna todo. Y Dios ha dado a su iglesia pastores
y maestros. Ojalá que haya más pastores y
maestros que tengan este don pastoral, que el Señor siga levantando
más de su pueblo. el propósito de estos dones.
El verso 12 dice, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. A fin de perfeccionar, madurar. Cada vez que la versión 60 habla
de perfecto, madurar es para que tú, siendo un hombre, una
mujer, seas maduro. ¿Para la qué? Para la obra del
ministerio. Y qué bonito es ver cuando algunos van creciendo,
van madurando, tienen respuestas, comienzan a enfrentar los problemas
que otros tienen y los ayudan con sus respuestas. Nos dice
que ese ministerio de rebaño, su propósito fundamental es que
la Iglesia se edifique. Toda la Iglesia debe estar involucrada
en la labor espiritual. Es lo que la gente predica el
sacerdocio universal de todos los creyentes. ¿Cuántos no hemos
aprendido los evangélicos de esto? ¿Pero cuántos lo practican?
Es ahí el problema. No solamente en el hecho de venir
al servicio. Esto es una pequeña participación. Es aquí donde
recargas baterías, información para tu transformación. Pero
en la semana, en los servicios de Oikos, ahí es donde tú oras
personalmente. Otros te oyen, donde tú mismo
con tus aplicaciones vas enseñando a otros, vas informando, vas
viviendo tu testimonio. O sea, una de las partes de la
célula o del grupo oico es importante. ¿Qué pasó esta semana? ¿Cómo
Dios está usándote? ¿Cómo Dios te trae personas alrededor?
Porque oramos por los problemas de los otros, de la gente que
tú conoces que te rodea. Haz que tu luz brille. Haz que
tu luz cuente. Porque si vas a seguir en esa
misma vida de desazón, de desaliento, de desconsuelo, de que todas
las cosas te pasan a ti, eso no es la vida del cristiano.
La vida de la Iglesia del Señor es una debida de participación
en ese aspecto. Y nos dice el versículo 3, hasta
que todos lleguemos, todos lleguemos, que es la meta de Dios. Es la
meta ideal en este versículo 13 cuando nos dice hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios. A un varón perfecto a la medida
de la estatura de la plenitud de Cristo. no dice hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
papa o del apóstol fulano de tal o
de este apóstol que está con problemas en los ángeles o del
patriarca que existe en la iglesia ortodoxa rusa allá en bueno obviamente
en rusia no los cópticos no es conocer al hijo de dios no se
acaba. Que tú conozcas a ese Cristo
como lo conozco yo. Dice, a un varón perfecto, no
que no tengamos otra vez, que es varón perfecto, sino a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo. ¿Viste cuando ibas creciendo tu papá
no te iba midiendo? El ejemplo son ustedes jóvenes,
se pueden guapos, fuertes, robustos, Igual las jóvenes se ponen bellas,
van creciendo. Los comparamos con los padres,
¿no? Porque de ahí vienen. Pero aquí, en la iglesia, no
es con los líderes oficiales. Es con Cristo. Es con Él. Yo quiero ver a ese Cristo en
ti hasta que todos lleguemos. Nadie debe ser dejado atrás.
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo que hemos alcanzado
esa madurez. Me falta a lo mejor el contraste
con niños fluctuantes. Nos falta a lo mejor lo positivo
en cómo el crecimiento es de tal manera que es una iglesia
sólida y fuerte. La Iglesia de Cristo nunca puede
fracasar cuando la predicamos y le enseñamos cómo Él es nuestra
cabeza. Oremos. Señor, gracias por lo que hemos
podido oír y aprender en esta mañana. Estamos agradecidos por los dones
que has dado a tu Iglesia. Recuerdo a muchos de mis maestros
y pastores que hicieron lo mejor posible para que yo viviera la
estatura de la plenitud de Cristo. Queremos que tu pueblo sea sensible
a estas enseñanzas también. Somos agradecidos aquellos que
nos invitan a poder medirnos, pero con Cristo, esa plenitud. Ayúdanos a ser varones maduros,
que sepamos lo que tenemos que ser, que podamos casarnos Que
se casen los solteros, que tengan sus hijos y sean responsables
delante de ti, igual nuestras hermanas aquí. Aquellos que ya
estamos casados, que tú nos ayudes a poder brillar en nuestro hogar
y matrimonio, a guiar a nuestra juventud, a ser modelo y ejemplo
para ellos. Bendice esta congregación, como
lo has hecho a través de los años, y que podamos ver cada
día más a ese Cristo hermoso y precioso en sus vidas.
La iglesia gloriosa: Su llamamiento al crecimiento en la unidad II
La unidad es lograda por todos usando los dones.
Los dones son para beneficio de la iglesia.
Apóstoles, profetas, pastores y maestros.
Los dones sirven al rebaño, edifican la iglesia, sacerdocio universal.
| Sermon ID | 825192217365693 |
| Duration | 58:07 |
| Date | |
| Category | Sunday Service |
| Bible Text | Acts 20:17; Ephesians 4:1-16 |
| Language | Spanish |
© Copyright
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