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Hermanos, quisiera que busquen por favor en sus Biblias, en el libro de Primera de Thessalonicenses, y mientras que estén encontrando su lugar, quiero dar gracias otra vez a la Iglesia, especialmente al Pastor Tomás por la invitación, compartir con ustedes en esta en esta ocasión de dar estudios a los hermanos de Torreón y también de aquí, asistiendo con nosotros también Jonathan, hermano Jonathan, y gracias a Dios por el interés que tienen los hermanos en cuanto a estudiar la palabra y prepararse para la obra del ministerio. También Quiero decir que los hermanos y hermanas en San Antonio, en la Iglesia Bautista de la Libre Gracia, os mandan saludos. Y gracias a Dios que también tenemos este compañerismo en la oración por medio de Jesucristo en la obra del Evangelio. Bueno hermanos, en estos días hemos, como dijo el Pastor en la primera hora, hemos estado enseñando a los hermanos la doctrina gloriosa de la persona y la obra de Cristo. La Cristología, hablando técnicamente, es la ciencia santa del estudio de todo aspecto de la persona y la obra redentora de Cristo, especialmente mientras que estaba aquí en la tierra, lo que hacía, lo que decía. Tenemos como parte de la revelación divina los cuatro evangelios que nos enseñan, nos enseñan todo lo que necesitamos entender acerca de aquel Cristo. que ha sido enviado por el Padre para cumplir su plan de las edades. Y tenemos también en el resto de la Palabra de Dios, en las epístolas de Pablo, de Pedro y los demás de los apóstoles, tenemos más información acerca de lo que Cristo decía y hacía. Pero en cuanto a este plan, sabemos que el plan principal desde la eternidad fue y es redimir a los suyos. Y después de redimirlos, usarlos en cada edad para hacer su voluntad, que es testificar por sus vidas y por sus palabras que hay un Dios en los cielos. y este debe ser glorificado. Dios es glorificado en gran parte a través de Su Hijo Jesucristo, que vino para declarar a Su Padre. Hemos hablado en nuestros estudios acerca de la Deidad de Cristo. acerca de la encarnación de Cristo, la vida de Cristo, la muerte de Cristo, la resurrección de Cristo, los oficios de Cristo. Y solamente lo que nos hace falta es una sola cosa, el plan futuro de Cristo o la segunda venida de Cristo. la redención de Cristo por la cual vino para cumplir y lo ha cumplido. No puede ser completamente cumplida hasta que todos los redimidos están seguramente encontrados en el cielo junto con su Redentor. Y esta promesa ha sido profetizado, ha sido anticipado por todos los santos en toda edad. Y en nuestro texto, en 1 Tesalonicenses capítulo 4, encontramos que la segunda venida está vitalmente conectada a la obra redentora de Cristo. Dice en versículo 14, el primero de Tessalonicenses, porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos que habremos quedado hasta la venida del Señor, no, precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de acángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentad los unos a los otros con estas palabras. También Cristo mismo dijo a Sus discípulos cuando estaban en pues una actitud o una disposición atribulada. Dijo Jesús en Juan 14, no se turbe vuestro corazón. ¿Creéis en Dios? Creed también en mí. En la casa de mi padre muchas moradas hay. Si así no fuera, Dios lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuera y os prepare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. En los Hechos capítulo uno, después de la resurrección y la ascensión de Cristo a la gloria, los ángeles dijeron o el ángel dijo a los que estaban mirando, este mismo Jesús que se ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Y también Pablo a los romanos y a todos nosotros dijo en Romanos 8, 23, y no solo ellas, sino que también nosotros mismos que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Mi deseo, hermanos, en este mensaje es causar un gemido, un anhelo profundo en cada uno de ustedes acerca del último detalle en el plan de la redención. Cristo viene otra vez. Tengo tres puntos breves para su consideración. El primero es, la segunda venida es inminente. El segundo punto es la inminente venida de Cristo debe causar una vida seria y santa acerca de las cosas de Dios en la vida de cada creyente. El tercer punto es la inminente venida de Cristo debe causar un temor profundo en la vida de cada pecador. que no está preparado para este evento. Me imagino que si hay en este lugar tales personas. Primeramente, la segunda venida de Cristo es inminente. La palabra inminente quiere decir cercano o próximo. desde la primera venida de Cristo, Cristo mismo, y después sus apóstoles han anunciado que el reino de Dios, el reino de los cielos, el día o el fin de todas las cosas estaba cerca. Cristo dijo, por ejemplo, en Marcos capítulo 1 y versículo 15, el tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado, arrepentíos y creed en el Evangelio. Luego mandó a sus discípulos en Mateo 10, versículo 7, y yendo predicar, diciendo, el reino de los cielos se ha acercado. Sus apóstoles seguían su ejemplo. Pablo dijo a los romanos en 13, 12, la noche está avanzada, se acerca el día. A los filipenses dijo Pablo en 4, 5, vuestra gentileza sea conocida a todos los hombres, el Señor está cerca. Pedro dijo en su primera carta en 4.7, más el fin de todas las cosas, se acerca, ser pues sobrios y velar en oración. Dos veces Juan escribió lo que le había sido revelado en el Apocalipsis, por ejemplo capítulo 1 y versículo 3, abriendo la revelación de Cristo. dijo, bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía y guarden las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca. En el fin de la revelación, un ángel le dijo a Juan en veintidós diez No selles las palabras de la profecía de este libro porque el tiempo está cerca. La única ocasión en que tenemos algo fijo, podemos decir, precediendo la segunda venida de Cristo, se encuentra en segundo de Tesalonicenses capítulo 2 y versículo 1 al 3. Habían unos aparentemente que estaban enseñando que Cristo ya vino. Entonces Pablo, pero sí, Pablo dijo, pero con respecto a la venida de Nuestro Señor, Segunda de Tessalonicenses 2, 1 a 3, Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta, como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá, no vendrá Cristo sin que antes venga la apostesía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición. Esta excepción puede ser entendida históricamente, en mi opinión, humilde, con la gran apostesía que se llevó a cabo en el siglo IV cuando la iglesia de aquel entonces y el Estado de Roma, el Imperio Romano bajo Constantino, se juntó y dejó las instrucciones claras de Cristo acerca de la naturaleza de la Iglesia. Cristo enseñó que la Iglesia, o podemos decir así, la Iglesia verdadera de Cristo, es un cuerpo espiritual que existe en un reino espiritual y no tiene nada en común con los gobiernos terrenales. Entonces, cuando se unió la iglesia con el Estado de Roma, apostató de la enseñanza de Cristo, dejó ser una iglesia verdadera de Cristo. Pero gracias a Dios, Dios guardó a su pueblo y a través de muchas, mucha tribulación, la iglesia perseveraba en muchas iglesias y en la verdad de Cristo hasta el día de hoy. Yo sé que también hay dificultades creer para uno creer en la inminente venida de Cristo. Y principalmente, la dificultad descansa en las presuposiciones escatológicas, lo que uno crea acerca de los últimos días. Muchos creen, no voy a mencionar los nombres, pero muchos creen que es necesario que tres cosas deben suceder antes que Cristo regrese. La conversión de los judíos, la caída de Babilonia o la iglesia falsa de Roma, y la gran prosperidad espiritual de la verdadera iglesia, o sea que vendrá un avivamiento como nunca había visto anteriormente. Otros creen en un rapto de la iglesia y siete años de tribulación antes que Cristo venga para establecer su reino terrenal. Otros creen en una transformación de los gobiernos terrenales por medio de establecer de nuevo la ley de Dios similar al que fue dada a Moisés. cambiando los gobiernos terrenales a algo como lo que existía en los días de Moisés. Preparando el mundo, dicen ellos, para la segunda venida de Cristo. Hay otros que no creen en un reino literal de Cristo, entonces están esperando la segunda venida sin mucho que decir. Pero en mi entendimiento, los versículos que leímos, con la excepción de Segundo de Tesalonicenses, no presuponen una posición escatológica u otra, sino que da la realidad de que desde la primera venida de Cristo hemos estado viviendo en los últimos o los posteros días. y en los últimos o los posteros días, Dios o Cristo vendrá otra vez. En Hebreos 1, 1 y 2, Dios, el escritor dijo, Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos posteros días nos ha hablado por el Hijo. Principalmente según muchos comentaristas la frase se ha acercado o está cerca el día del señor nos está dando a conocer la diferencia entre la estimación divina de tiempo o la calculación divina de tiempo con la de nosotros. Pedro escribió en segundo Pedro Segunda carta de Pedro capítulo 3 y versículo 8. En donde habla mucho de la segunda venida de Cristo más o hermanos no ignoréis esto. Que para para con el Señor un día es como mil años y mil años como un día. Entonces no le hace qué posición tiene uno acerca de los últimos días. Dios quiere que tomemos en cuenta la exportación de su promesa que Cristo vendrá en su tiempo, cuando Él quiera, y este será muy pronto. Dijo Cristo en Mateo 24, 36, pero el día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Cristo nos enseñó a orar de esa manera después que declaró su intención escatológica en Apocalipsis 22, 20. Cristo dijo, el que da testimonio de estas cosas dice, ciertamente vengo en breve. Yo creo en eso. Yo creo en esa palabra. Ciertamente Vengo en breve. ¿Y qué es la respuesta de nosotros? ¿La respuesta nuestra? ¡Amén! ¡Sí! ¡Ven, Señor Jesús! Juan Calvino dijo acerca de este tema, de que la venida de Cristo es inminente. Debe ser creído como principio primero. que desde la primera venida de Cristo no hay nada más para los fieles en Cristo que con lentes despertadas sean siempre intentos o atentos sobre su segunda venida. Entonces, necesitamos vivir cada día con este presuposición. que Cristo vendrá muy pronto. No le haces lo que cree uno acerca de los detalles de la segunda venida, qué pasará antes o durante o después. Esa es la enseñanza bíblica. Ahora la inminente segunda venida de Cristo debe causar una vida seria y santa acerca de las cosas de Dios en la vida de cada uno de nosotros como creyentes. En segundo de Pedro, busquen por favor segundo de Pedro capítulo tres, y los versículos once al quince, la primera parte de quince, dijo en este gran capítulo donde encontramos mucha enseñanza acerca de, no solamente acerca de nuestro tema, la segunda venida de Cristo, pero también la manera en que debemos pensar y reaccionar y vivir en el contexto de esta creencia fundamental de la obra redentora de Cristo. puesto que todas estas cosas han de ser desechas en el contexto de la segunda venida, obviamente. Con una exclamación dijo, ¿Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios en el cual los cielos encendiéndose serán deshechos, y los elementos siendo quemados se fundarán. Pero nosotros esperamos según sus promesas cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurar con diligencia ser hallados en él sin mancha e irreprensibles en paz. Y tener entendido que la paciencia de nuestro Señor es para la salvación. La salvación última podemos decir. Dos cosas. La certeza del fin de todas las cosas, puesto que todas esas cosas han de ser desechas. Esa es una declaración de certeza o de certedumbre. Este no es una fábula, hermanos. Este no es algo afuera de nuestro alcance mental o espiritual. Este es tan real como la de nuestra salvación. Es parte de nuestra salvación. Es parte de nuestra redención. Es la verdad. Y meditando sobre esta verdad continuamente va a cambiar nuestras vidas. Y va a cambiar y transformar nuestras iglesias. con toda la actividad de la iglesia, con toda la actividad de nuestras vidas personales, yo tengo temor que estamos comportándonos como dijo Pedro que muchos de los no creyentes están tomando en cuenta esta verdad. Dijo Pedro en capítulo 3, sabiendo, y versículo 3, sabiendo esto, que en los posteros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo, ¿dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente. Bueno, yo sé que eso se aplica a los burladores incrédulos, pero creo que en nuestro comportamiento muchas veces burlamos. por no dar cuenta, y no estar atentos y diariamente meditando, despertando cada día con esta anticipación o esperanza, y vamos haciendo lo que hacemos sin pensar, sin orar, sin ver el peligro que está alrededor de nosotros, especialmente en cuanto a los perdidos andando diariamente en ignorancia. Despertando cada mañana, hermanos, con la anticipación y la pregunta en la oración, ¿será? ¿Será hoy? ¿Será hoy? Yo les garantizo que ese va a afectar la manera en que hablamos, vivimos y andamos. Creerlo con todo corazón en la segunda venida es lo que nos hace falta y lo que necesitamos en nuestro día. Pero cuando, por la gracia de Dios y por medio de la meditación en esta verdad, ¿Cómo que no vamos a andar, entonces, en una manera santa y piadosa? ¿Cómo que no vamos a esperar cada día con ojos levantados hacia el cielo, orando, amén, sí, ven, Señor Jesús? ¿Cómo que no vamos a esforzarnos en hacer nuestra parte en el reino espiritual de Cristo? La palabra, apresurándoos, en la Primera de Pedro, lo que leímos en Primera de Pedro capítulo 3, apresurándose para la venida del día de Dios, viene de la palabra spudo en el griego, que significa esforzar o agonizar en el labor al que el Señor nos ha llamado. Trabajando con esta mentalidad, con esta esperanza, trabajando para la venida del día de Dios, haciendo todo con esta anticipación. Obviamente está refiriéndose al día de juicio para los santos, que cada obra será escudriñada por Dios, y por el fuego de juicio, purificando, o sea, aceptando tal obra que fue hecha en el Señor y quemando las demás. ¿Cómo que no vamos a guardar nuestras vidas de toda mancha de pecado y vivir en una manera irreprensible delante de Dios y delante los unos a los otros en la iglesia, viviendo y sirviendo unos a otros en paz. Juan dijo en Juan 2, perdón, primero en Juan 3, 2 a 3, amados, ahora somos hijos de Dios. Este debe ser suficiente para vivir una vida pura. hijos de Dios. Pero añaden, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es. Y todo, versículo 3, y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica en él, la persona que tiene esa esperanza, se purifica a sí mismo, así como él, Cristo, es puro. Cada día, hermanos, que Cristo tarda su venida, es para mostrar su paciencia en prepararnos para su reino espiritual y hacernos más santos, es decir, para nuestra santificación. Una pregunta, ¿cómo está? ¿Cómo está perseverando en su paciencia, esperando aquel día? Y tener entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación. Cada Cada día, como dijo el hermano, Cristo está trabajando en nosotros con mucha paciencia, preparándonos a través de la obra santificadora para aquel día. No estamos viviendo, muchos no están viviendo con esta anticipación y por lo cual sus vidas no está llevando esta perseverancia, porque la perseverancia está vitalmente conectada con aquel día. Lo triste es que muchos serán avergonzados, vergonzosos en este día, 1 Juan 2, 28. Y ahora, equitos, permanecer en él, perseverar en él, para que cuando se manifieste tengamos confianza, eso es lo que queremos. Para que en su venida no nos alejemos de Él avergonzados. Imagínense tener vergüenza cuando Él venga. Por eso Cristo dijo en Lucas 21 y treinta y seis, velad, pues en todo tiempo, orando, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en fie delante del Hijo del Hombre. Hermanos del tiempo, meditar. profundamente meditar diariamente, continuamente meditar y creer en la segunda venida como nunca hacíamos antes. El tiempo está cerca. En tercer lugar, por lo último, la inminente segunda venida de Cristo debe causar un temor profundo en la vida de cada pecador que no está preparado para este evento. No obstante, las muchas declaraciones de Cristo que se encuentran en los cuatro Evangelios acerca del Día de Su Venida las parábolas y también las enseñanzas escatológicas de Cristo, hablando de la bendición que este día será para unos y la maldición, condenación que será para otros. La mayoría de aquellos con que Cristo habló fueron profesantes solamente profesantes en la religión de Jehová, pero no poseedores de ella. Pero, no obstante, no tenemos tiempo para investigar todo esto, pero creo que los pasajes más claros y horribles acerca de este evento para los no creyentes se encuentran en dos pasajes, porque vamos a terminar. Tessalonicenses, segunda carta a los Tessalonicenses capítulo 1 y también uno más en capítulo 2, pero segunda Tessalonicenses 1. Comenzando en versículo 4, dice Pablo, tanto que nosotros mismos Segundo Testaronicenses 1, 4. Tanto que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis, esto es demostración del justo juicio de Dios para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios por el cual asimismo padeceis. porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados Daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo, con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, los cuales sufrirán pena de eterna perdición. excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron, por cuanto, gracias a Dios, nuestro testimonio ha sido creído entre nosotros. Aquí tenemos el gran contraste. Claro, entre el estado y la reacción a la segunda venida de Cristo para los creyentes y para los no creyentes. Por ejemplo, el estado de los creyentes en aquel día es que, o mientras que esperan aquel día, es que son pacientes en su fe, esperando, trabajando, reposando, en las promesas de Dios, especialmente en el contexto de aquel día. Al contrario, el estado de los no creentes es que por su... es una ignorancia voluntaria, una incredulidad y, peor que todo, una desobediencia al Evangelio del Señor. En el Evangelio, y estoy hablando a los que no conocen al Dios, en el Evangelio hay un mandamiento. Es un mandamiento lleno de gracia. Arrepentirse de sus pecados y creer en Cristo Jesús. Aún creer que vendrá otra vez. Creer en Él es creer en todo lo que ha dicho, ha enseñado, ha prometido. y creyendo en Él, todos sus pecados serán perdonados, y tendrán una paz y una consolación de que en aquel día cuando venga Cristo, Él ha prometido traer y tener para sí mismo todos los suyos, y llevarlos al cielo para vivir una eternidad en gozo, paz y gloria. Y eso es lo triste, dijo Pedro, para los que siguen en su ignorancia voluntaria, para que ellos que siguen en su a desobediencia van a ser juzgados. Los creentes en aquel día serán conocidos por su reacción a la venida de Cristo y van a glorificar al Señor Jesucristo. y admirarle por su gracia de la salvación que les fue dado en Cristo Jesús, el perdón de sus pecados, que será el canto por todas las edades. En Apocalipsis 9 a 10, que nos da un ejemplo de la actividad celestial, cantaban un nuevo canto o cántico diciendo, digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado y con tu sangre nos has redimido para Dios de todo linaje y lengua y pueblo y nación, y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y renaremos sobre la tierra. Al contrario, los no creyentes verán al Señor con todos sus ángeles poderosos. En llama de fuego, dice Pedro, que es el fuego eterno del justo juicio de Dios, los cuales sufrirán pena de eterna perdición. Excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Imagínense. No sé qué es más triste, sufrir pena de eterna perdición o ser excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Creo yo que parte del sufrimiento eterno es que los que perseveran en su desobediencia y su incredulidad van a ver con sus propios ojos lo que hubiesen tenido si hubiesen creído en Cristo, la presencia del Señor, el poder de su gloria. ¡Oh! Esto es lo que hubiera tenido si hubiera yo creído en Cristo Jesús. Y por lo último, en 2 Tessalonicenses capítulo 2, versículo 10 al 2,3, después de describir el anticristo quien es bajo el control de Satanás, quien es cabeza de ambos la iglesia falsa y también en control de todo el mundo perdido como el príncipe del aire. Pablo habló de su último juicio, es decir, Satanás y todos los suyos. Pablo habló de su último juicio en el contexto de la segunda venida de Cristo en versículo ocho y dijo, entonces se manifestará aquel iniquo a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida. Y su destrucción es en parte porque engañó al mundo, es decir, a los del mundo. le describió de esta manera, con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad, ¿por qué? No recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por eso Dios les envía un poder engañoso para que creen la mentira, a fin de que sean condenados, todos los que no creyeron en la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. La mentira de Satanás siempre ha sido igual. Es que la salvación se encuentra en el poder del pecador. ser obras buenas o obras o ritos religiosos. Pero la verdad de Cristo es que la salvación solamente encuentra en Él. Pecador, hablo con usted, deja la mentira, recibe la verdad, que la salvación de tus pecados, el perdón de tus pecados, La seguridad de tu alma, la promesa del cielo, se encuentra en la persona y en la obra de Cristo, no en tu persona, mucho menos en tus obras. Dejando tus pecados, creyendo en Cristo, quitarán el temor profundo del justo juicio de Dios, y será reemplazada reemplazado con la paz y el gozo del Señor, esperándole desde el cielo en su segunda venida. Nosotros les amamos, hermanos, pero también amamos a los perdidos, y no queremos que sean en este estado y peligro en aquel día. Y también Cristo tiene paciencia, por eso que enseñó que los servidores de Él tengan paciencia, por si quizás Dios les concede a los perdidos que se arrepienten de sus pecados para que conocen la verdad y escapen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él. Quiero terminar, hermanos, con lo que dice la confesión de fe. Si tienen un linario en la página 289 bajo el capítulo 32, el juicio final. Quiero leer nada más artículo 2 y 3. El propósito de Dios al establecer este día es la manifestación de la gloria de su misericordia en la salvación eterna de los elegidos. y la de su justicia en la condenación eterna de los reprobos que son malvados y desobedientes. Pues entonces entrarán los justos a la vida eterna y recibirán la plenitud de gozo y gloria con recompensas eternas en la presencia del Señor. pero los malvados que no conocen a Dios ni obedecen al Evangelio de Jesucristo. ¿Por qué? Creen en Cristo, pero si no, serán arrojados al tormento eterno y castigados con eterna perdición, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su Así como Cristo quiere que estemos ciertamente persuadidos de que habrá un día de juicio, tanto para desguadir a todos los hombres de pecar, como para el mayor consuelo de los fiadosos en su adversidad, así también quiere que ese día sea desconocido para los hombres, para que se desprendan de toda seguridad camal y estén siempre velando porque no sabe, sabe a qué hora vendrá el Señor. Y estén siempre preparados para decir todos en una voz, ven Señor Jesús, ven pronto. Amén.
#6 La Segunda Venida de Cristo
Series Cristología
Sermon ID | 824222357191244 |
Duration | 48:49 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
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