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de Dios. En nombre de Cristo pedimos esas cosas. Amén. ¿Cuántas veces cuando éramos niños teníamos planes grandes para hacer cosas que nosotros pensábamos que iban a ser cosas maravillosas? Al amor, algunos de ustedes como niño pensaron, como mi hermano cuando era niño, que querían ser Superman. Y a lo mejor algunos subieron a un techo o algo, y entonces tenías planes de volar y salvar almas y hacer muchas cosas como Superman. Y justo cuando estabas listo ya para salir en tu aventura, ahí salió su padre y empezó a gritar te baja de allí, te vas a matar y destruyó todos tus planes para salvar al mundo. Cuántos de nosotros teníamos planes a lo mejor para ser el próximo científico? Y dijimos vamos a mostrar cómo funciona la electricidad y a lo mejor llegar a tener poderes sobrenaturales. Y agarramos un cuchillo o algo metálico y lo dijimos. Vamos a ver qué pasa cuando ponemos eso en un enchufe. Yo seguro que voy a salir con poderes sobrenaturales y al momento de cumplir nuestro plan tan inteligente, nuestros padres vinieron y agarraron el cuchillo y dijeron, no hagas eso y destruyeron nuestros planes. ¿Cuántas veces pasa así cuando éramos niños? Teníamos planes para entrar en el refri y comer todo el cubo de helado que estaba allí. Y a la mitad de comerlo, nuestros padres entraron y quitaron todo nuestro gozo y felicidad, y quitaron ese helado de nosotros. Muchas veces como niños tenemos planes grandes, pero no siempre son planes sabios. Y demos gracias a Dios, ya que somos mayores, que nuestros padres muchas veces destruyeron nuestros planes, que muchas veces entraron y pararon los planes que nosotros teníamos. Y gracias a Dios que tenemos un Padre Celestial. Y aunque nosotros no todos somos niños todavía, muchas veces como niños tenemos planes que nosotros pensamos que son muy buenos. Nosotros muchas veces pensamos, tengo planes para hacer cosas muy grandes, muy maravillosas, que van a traer mucha felicidad y gozo a mi vida, y Dios entra y destruye nuestros planes. Y muchas veces nos desanimamos, muchas veces aún nos enojamos con Dios y decimos, Dios, ¿por qué destruyo mis planes? Esos planes iban a traerme mucho gozo y felicidad y yo tenía todo planeado y iba a salir todo bien. Igual como los padres muchas veces mirando a los niños pensando, Sé un poco mejor que usted. Tus planes no iban a llevarte donde tú pensabas que iban a llevarte. En verdad es la gracia y la misericordia de Dios que muchas veces estorba nuestros planes tan grandes. Pero cuando estamos pasando por esos tiempos, muchas veces no vemos que es la gracia de Dios. Y nos enojamos y nos frustramos. Pero tenemos, viendo este pasaje, tenemos que reconocer que somos necios muchas veces. Y Dios es el Todopoderoso. Dios es Omnisciente. Dios es la Sabiduría. Y Él puede ver mucho más allá que nosotros. Y muchas veces cuando Él estorba nuestros planes, es para nuestro bien. Es para enseñarnos algo acerca de nosotros mismos y de Él, y Él tiene planes mejores para nosotros. Y aquí creo que una de las verdades que podamos aprender de ese pasaje en Génesis 11 es simplemente eso, la gracia de Dios frustra nuestros planes. Es la gracia de Dios que frustra nuestros planes. Y vamos a leer, ya lo hemos leído, pero vamos a mirar una vez más. Génesis 11, versículo 1 dice, Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron del oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros, vamos, hagamos ladrillo y casámoslo con fuego. y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron, vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Entonces aquí vemos que después del diluvio recordamos que Dios repite su mandato a Noé y a sus hijos que tienen que multiplicar y tienen que llenar la tierra. El mismo mandato que dio a Adán y Eva y sigue con ese mandato. Entonces dice, Tienen que esparcir. Yo he creado una tierra grande con muchas diferentes cosas y quiero que se esparcen, quiero que llenan la tierra, que usen esa tierra tan bella y llena de tantas diferentes cosas para el beneficio del hombre y para la gloria de Dios. Pero el hombre, en vez de obedecer a Dios y esparcir y llenar de la tierra, ellos deciden No, no queremos hacer eso. Queremos mantenernos juntos. De hecho, queremos. Dice exactamente lo opuesto. En el ciclo cuatro dice Vamos a construir esa ciudad y esa torre para por si fuéramos esparcidos sobre la faz de la tierra, no quieren esparcirse. Están haciendo lo opuesto que Dios le había mandado para hacer. Y la razón por qué ellos tienen ese plan de construir esa torre y llegar hasta Dios y hacer un nombre para ellos mismos, la razón por qué pueden hacer eso es porque todos tienen el mismo lenguaje y pueden trabajar juntos y ya llegan a tener, como dice allí en versículo 3, nueva tecnología. Para nosotros no parece tecnología, pero parece entonces que no tenían ladrillos, solamente tenían piedras. Y parece que según los que han estudiado, en el lugar de Sinar, al oeste de la tierra prometida donde habían ido, allí no había muchas piedras grandes para construir. Entonces tenían que usar la inteligencia que Dios les había dado para hacer ladrillos y no cualquier ladrillo, pero ladrillo fuerte. Aprendieron si se entra en el fuego, se pone más fuerte y pueden construir cosas más grandes y que siguen. Y también ahí encontraron en la tierra y dicen que todavía hay en esa tierra asfalto que se puede usar para juntar los ladrillos y hacer un torre. Otra vez, algo grande de tecnología. Y pensaron, ya nosotros no necesitamos a Dios porque ya tenemos esa nueva tecnología, ya tenemos esas nuevas habilidades. Y ellos pensaron que podrían confiar en ellos mismos en vez de confiar en Dios. Ya siendo uno, ya teniendo esa tecnología, podrían hacer eso. Y muchas veces nosotros, aún como cristianos, caemos en la misma mentira. Muchas veces confiamos más en nuestros planes, nuestras ideas, en nosotros, la humanidad, que en Dios. Y especialmente en un día cuando la tecnología ha avanzado tanto más, muchas veces nosotros podemos pensar, mira, yo no tengo que confiar en Dios en los años pasados. Ellos no sabían que iba a ser el clima y tenían que confiar en Dios para saber si iba a venir lluvia o qué iba a pasar el próximo día. Y nosotros decimos, no, no, ya podemos mirar a mi iPhone y puedo ver que mañana va a llover. Entonces puedo hacer planes según eso. y sabemos que los científicos nunca se equivocan con el clima, entonces puedo hacer esos planes confiando en la tecnología que ya tenemos. Otras personas tienen confianza en la tecnología de los doctores y muchas veces pensamos, bueno, yo puedo planear para Muchos años adelante, especialmente los jóvenes, muchas veces piensan, bueno, en 10 años voy a hacer eso, en 20 años voy a hacer eso, porque en nuestra sociedad muchos viven para tener 70, 80, 90 años. Y pensamos, con la tecnología que tenemos hoy, seguramente voy a vivir 80, 90 años. Pero, ¿qué dice el Señor? No sabemos qué es nuestra vida. Podemos morir en cualquier momento. No sabemos cuánto tiempo tenemos. Y con toda la tecnología, Nuestras vidas todavía están en las manos de Dios, pero muchas veces no pensamos en eso y hacemos planes confiando en que vamos a vivir vidas largas y vamos a tener salud y todo va a salir bien. Muchas veces planeamos para el futuro sabiendo, bueno, toda la sociedad hoy en día ya puedo ahorrar mi dinero y si hago planes perfectos ya puedo retirarme a esa edad y disfrutar de tal tipo de vida y confiamos en toda la tecnología y la ciencia y el dinero para hacer planes para el futuro. Viviendo en un país donde tenemos muchas libertades y tenemos muchas oportunidades, muchas veces pensamos, bueno, yo sé que hay muchas guerras en otros países y problemas en otros países, pero eso nunca va a llegar a nosotros. Tenemos muchos aviones grandes y fuertes, tenemos un ejército grande y no preocupamos de eso. Muchas veces en los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque confiamos en la humanidad, en la tecnología. Igual pasa muchas veces aún satisfaciendo nuestros deseos. Pensamos, bueno, si con todas las películas y los shows que están en la televisión hoy, con toda la comida que puedo comprar en la tienda, con todas las actividades que están alrededor, puedo estar feliz. Yo no necesito mirar a otro lugar. Puedo encontrar satisfacción en todas esas cosas. Igual como los de Babel, muchas veces ya juntándonos, creando nuevas cosas, teniendo todos esos avances en tecnología, aún como cristianos podemos empezar a hacer planes para el futuro confiando en la humanidad y en nuestra prosperidad y en la tecnología más que confiando en Dios. Y olvidamos que Dios está en control, no nosotros. Y tenemos que tener cuidado de no confiar tanto en la humanidad que confiar en Dios. Y muchas veces, para recordarnos que Él está en control, no nosotros, cuando confiamos en la ciencia y la tecnología, Dios muchas veces frustra nuestros planes. Algunos de ustedes recuerdan que hace como tres semanas yo tenía que predicar en Heritage. Y la razón era porque El pastor que estaba predicando pensó que iba a poder tomar un avión para llegar a tiempo para predicar. Pero la tecnología en que confiaba lo hizo para que no llegara por otra semana. ¿Por qué? Porque la tecnología no es tan confiable. Hacemos nuestros planes Pero la tecnología no es nada en comparación a los planes de Dios. Y muchas veces nosotros pensamos que esa tecnología nos va a guardar, que podamos confiar en esas cosas, pero muchas veces hace lo opuesto. Allison y yo estamos escuchando un libro llamado La Generación Ansiosa. Y habla, es escrito por un ateo, pero es un ateo que es un psicólogo que ha estudiado por muchos años y ha tratado especialmente a muchos jóvenes y niños. Y dicen que en los últimos 10 años muchos niños y jóvenes más que normalmente han entrado en su oficina para pedir consejos porque tienen mucha ansiedad. Y él ha preguntado por qué es que ya hay muchos más jóvenes hoy en día que hace 10, 15, 20 años que tienen tanta ansiedad que antes. Y llegó a reconocer después de hacer muchos estudios, es una de las razones, creo que hay varias razones, pero una de las razones es porque están adictos a la tecnología. Y están pasando tanto tiempo en sus celulares, mirando videos, mirando lo que todos sus amigos están haciendo. No están saliendo para jugar o para estar con otras personas. Se sienten muy solos estando ahí en sus cuartos. Y la tecnología en la cual confían para traerles gozo en verdad ha hecho lo opuesto. Les ha traído ansiedad mirando todo lo que todos los demás están haciendo y comparándoselos unos con los otros. Y todo eso ya ha causado muchos problemas. Entonces, tenemos que reconocer que la tecnología es buena. Es algo que debemos hacer, como hemos mencionado antes. Pero es un Dios muy malo. Y si confiamos y ponemos toda nuestra confianza en la tecnología y hacemos planes y decimos bueno, como yo tengo toda esa tecnología, yo puedo, yo sé que mañana voy a poder hacer eso y la semana que viene puedo hacer eso y en 10 años voy a estar aquí. Dios muchas veces frustra nuestros planes para mostrarnos la tecnología, aunque es buena, no es digno de nuestra confianza total. Entonces, eso es lo que ellos tenían que aprender. Ellos pensaron, vamos a hacer con ladrillo esa nueva cosa que podemos hacer. Vamos a hacer una ciudad, una torre, y con eso vamos a poder ir en contra de Dios. Y no cayó muy bien. Pero no solamente confiaron en la tecnología, pero también regresando a versículos 1 y 2, dice ahí otra vez, tenían entonces toda la tierra, una sola lengua. y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron del oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí. Hoy en día se escucha igual como en ese día. Muchas veces si solamente trabajamos juntos, podemos lograr lo que queremos lograr, verdad? Y hoy en día siempre en todo estamos escuchando si solamente las diferentes partidos políticos se pueden trabajar juntos y solamente las diferentes naciones pueden trabajar juntos y los ricos y los pobres pueden trabajar juntos. Si todos podemos unirnos y dejar a lado las diferencias, entonces podemos solucionar todos los problemas de la vida y todo va a salir bien. Y muchas veces, aún como cristianos, miramos a la unidad como, si podemos solamente hacer eso, entonces sí vamos a poder solucionar los problemas. Pero en verdad, estaban unidos. Estaban más unidos que jamás en toda la historia de la humanidad en la Torre de Babel. Pero estaban unidos para hacer qué? Para ir en contra de Dios. Y muchas veces cuando personas con corazones pecaminosos se unen, logran cosas muy grandes y muy malas. Muchas de las guerras más grandes han sido porque varias naciones se han unido para hacer cosas malas. Y así es lo que vemos aquí muchas veces cuando nos unimos, especialmente con propósitos malos, con personas malas. Ya llegamos a hacer cosas malas en vez de cosas buenas. Y es interesante que Cristo mismo dijo en Mateo capítulo 10. Y versículo 34, Mateo 10, 34. Dice No penséis que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí no es digno de mí. El que ama a hijo y hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Muchas veces nosotros tenemos planes y decimos, bueno, si solamente puedo juntar con los otros de mis familiares y si podemos trabajar juntos y solamente puedo llevarme bien con todos mis vecinos o puedo llevarme bien con todos los otros que trabajan conmigo en mi trabajo. Y si podemos poner al lado todas las diferencias y trabajar juntos, entonces todo va a salir bien. Ya no vamos a tener pleitos, ya no vamos a tener problemas, ya todo va a salir bien. Y eso es una buena meta. Pero la unidad no puede ser nuestra meta mayor. Por qué? Porque nuestra meta mayor es glorificar a Dios. Y si hay otros que no quieren glorificar a Dios, lastimosamente no podemos siempre estar unidos con ellos. Por qué? Porque tenemos propósitos diferentes. Lastimosamente aquí en Génesis 11 todos estaban unidos. ¿Qué significaba eso? No había otro Noé. No había otro Enoch. No había otra persona para ponerse y decir no, no debemos hacer eso. Todos dijeron bueno, todos los demás están haciéndolo, entonces tenemos que unirnos. Por eso vamos a poder cumplir nuestros propósitos y nuestros planes. Pero a veces, especialmente si se quieren unir para hacer cosas en contra de la palabra de Dios, tenemos que ser las personas que digan no puedo unirme contigo. Y aún muchas veces eso va a significar que destruye nuestros planes. Porque muchas veces teníamos planes. Bueno, si me uno con los otros en el trabajo, vamos a poder alcanzar mucho y todo va a salir bien y no voy a tener tantas dificultades. Pero si estamos viviendo en un mundo de pecado, lastimosamente, como Jesús dijo, yo no he venido para traer paz, sino división. Y a veces no vamos a buscarlo, no queremos división solamente para dividir, pero no vamos a buscar unidad si es sacrificando la verdad de Dios. Y tenemos que tener cuidado y aún muchos cristianos han caído en esa trapa que muchas veces se unen con muchas otras iglesias y dicen, bueno, si solamente nos unimos, vamos a alcanzar a muchos, pero se unen con personas que no predican el evangelio. Y en vez de alcanzar a más personas, ya confunden a más personas. Y tenemos que reconocer que la unidad solamente es buena si estamos unidos alrededor de la verdad y de los propósitos correctos. Entonces tenemos que estar dispuestos a veces a decir, Dios, yo quiero que mi familia esté unido. Quiero unirse con mis tíos y mis tías y mis abuelos y mis abuelas y primos. Pero Dios, si ellos no quieren hacer lo correcto y yo hago lo correcto y se dividen de mí por hacerlo correcto, no voy a buscar la unidad sacrificando la pureza. Dios, yo quiero unirme con otras iglesias buenas, pero si hay iglesias que no quieren predicar la verdad, no voy a unirme con ellos para confundir qué es la verdad y qué no es la verdad. Y muchas veces eso destruye nuestros planes que teníamos en el trabajo, en la familia, en el vecindario. Pero mejor destruir nuestros planes y cumplir los propósitos de Dios que unirnos para cumplir nuestros propósitos y no hacer lo que Dios quiere de nosotros. Entonces, no solamente tenemos que reconocer que muchas veces tenemos que confiar en Dios, no en la humanidad, no en la tecnología, ni tampoco en la unidad. Y la tercera cosa en que confiaron regresando a Génesis 11, No solamente confiaron en la tecnología, haciendo los ladrillos, haciendo el torre, la ciudad. No solamente confiaron en la unidad, como todos estaban hablando el mismo lenguaje, todos trabajaron juntos para hacer ese torre. Pero en versículo 4 dice, y dijeron, vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. ¿Por qué estaban haciendo esa torre? Por varias diferentes razones, pero una de las razones es porque dijeron, cuando nosotros morimos, queremos que esa torre se quede allí para que nuestros hijos digan, ¿quién construyó esa torre? Oh, fue mi padre, fue mi abuelo, fue mi bisabuelo. Y ya por años y años y años, cada vez que miren esa torre recuerdan, oh, esa persona construyó esa torre para hacerse un hombre. Ellos tenían planes para hacer logros grandes, esa torre grande como las pirámides. Es interesante que vemos ese deseo en todo el mundo. Pueden encontrar pirámides en Egipto, pero también en México, en Guatemala, en Perú. Casi todo el mundo tiene esas torres grandes. para hacer un nombre para sus dioses y para ellos mismos, para recordarles, porque querían levantarse a ellos mismos, querían esa fama. Y nos recuerda de otro que menciona en Isaías 14, que tenía ese mismo deseo. Y dice en Génesis capítulo 14, Vamos a empezar a leer en Isaías 14. Dicen versículo uno, porque Jehová tendrá piedad de Jacob y todavía escogerá a Israel y lo hará reposar en su tierra y a ellos se unirán extranjeros y se juntarán a la familia de Jacob y los tomarán los pueblos y los traerán a su lugar. Y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová y cautivarán a los que cautivaron y señorearán sobre los que oprimieron. En el día que Jehová te dé reposo de tu trabajo y de tu temor, y que la dura servidumbre en que te hicieron servir, pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia. y dirás, ¿Cómo paró el opresor? ¿Cómo acabó la ciudad codiciosa de oro? ¿Quebrantó Jehová el báculo de los impíos, el cetro de los señores, el que hería a los pueblos con furor, con llaga permanente, el que se enseñoreaba de las naciones con ira y las perseguía con crueldad? Toda la tierra está en reposo y en paz. Se cantaron alabanzas. Aún los cípresses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo, Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. El cielo abajo se espantó de ti y despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte. Hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra y todos los reyes de las naciones. Todos ellos darán voces y te dirán, Tú también te deleitaste como nosotros y llegaste a ser como nosotros. Descendió al cielo tu soberbia y el sonido de tus arpas. Gusanos serán tu cama y gusanos te cubrirán. ¿Cómo caíste del cielo? Oh lucero, hijo de la mañana, cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones, tú que decías en tu corazón, subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monto del testimonio me sentaré. A los lados del norte, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. más tú, derribado, eres hasta el sol, a los lados del albismo." Es interesante que vemos aquí que está refiriéndose al rey de Babilonia. La mayoría de los que han estudiado la Palabra y la Historia creen que Babel es la ciudad de Babilonia. Babilonia llegó a ser uno de los imperios más grandes y todos miraron a Babilonia como el nombre que todos conocían, pero fue destruido. Y si hoy en día vas a Babilonia, solamente hay ruinas, no hay nada. Y en esa comparación, compara a Babilonia y los propósitos desde Babel hasta Nabo-Conozor. Alguien inspiró todo eso. Lucero, el diablo. Él también quería levantarse hacia el cielo. Él también quería hacer nombre de él mismo. Y Dios le bajó hasta el cielo. Y vemos que muchas veces nosotros tenemos planes, pero nuestros planes todos tienen que ver con nosotros. Yo tengo planes de cumplir eso para mis deseos. Yo tengo planes de subir en el trabajo. Yo tengo planes para ganar más dinero. Yo tengo planes para ser el mejor entre todos. Yo tengo planes para mi vida, porque yo quiero cumplir eso. Y la otra cosa, yo quiero que todos reconozcan quién soy yo. Yo quiero cumplir eso. Y Dios dice, me has olvidado de mí. Y esas personas en Babel, Babilonia, Lucero, todos querían decir, yo estoy en control de mi vida. Yo puedo decidir qué es mi futuro. Y Dios, regresando a Génesis 11, ¿qué hace? Es interesante, ellos construyen, muchos de los comentaristas que han estudiado ese pasaje mencionan que en versículo 4 ellos dicen, voy a construir esa torre cuya cúspide llegue al cielo. Y ellos piensan que construyen esa torre tan grande que llega hasta el cielo, hasta más alto que Dios. Y miran arriba y dicen, wow, cuán grande es nuestro torre. ¿Y qué hace Dios en versículo 5? Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre. Es como aquí está su torre y Dios está ahí arriba y está diciendo, ¿qué es esa cosita que está ahí abajo? Tengo que descenderme para ver qué es. Para Dios no era nada. Es un juego de niños, un juguete. Para ellos era tan grande como los cielos, pero para Dios no era nada. Y nosotros creemos, bueno, tengo planes tan grandes. Yo soy tan grande, tan inteligente. Y Dios mira y dice, no entiendes nada. No, no, no puedes ver nada. Y dice versículos seis, y dijo Jehová, que el pueblo es uno. Muchos hoy en día, muchas iglesias dicen, oh men, eso es nuestra meta, que seamos uno. Bueno, ellos lo cumplieron, ¿verdad? Y Dios estaba muy contento, ¿verdad? Que eran uno. No. Seguimos, ¿qué dice? Y todos estos tienen un solo lenguaje. Ya han comenzado la obra y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. En otras palabras, Dios dice, yo he dado a los hombres muchas habilidades, mucha inteligencia. Y es cierto que cuando se unen pueden lograr cosas muy grandes. Pero el problema es exactamente eso. Cuando se unen, pueden lograr mucho. Pero no mucho bueno, sino mucha maldad. Y dice, yo tengo que pararlos antes que ellos destruyen toda la tierra, todas sus vidas. Antes que ellos causan muchos más problemas. Porque si, si se unen, van a lograr mucho. Pero no es nada bueno. Versículo 7, ahora pues, es interesante eso también, descendamos y confundamos ahí su lengua. ¿Por qué usa el plural ahí? Hay muchas diferentes teorías, pero creo que lo más obvio está hablando ahí de la Trinidad. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Que hay tres personas, hay solo un Dios, pero ese Dios existe eternamente en tres personas. Y dice, para que ninguno entiende el habla de su compañero, así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de Yababel, porque allí confundió Jehová al lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. Estaban unidos, entonces Dios los confundió y cada Uno tenía su propio lenguaje y como muchos de ustedes saben, cuando tienen lenguajes diferentes que otros y no se entienden, siempre buscan a las personas que entienden. Y las personas que no puedes entender, a veces tienes un poco de miedo de ellos y suspisión de ellos, sospecho de ellos, porque dices, no sé qué están diciendo, a lo mejor están hablando de mí, verdad? Y entonces no se quiere juntarse con los que hablan de diferente idioma y se dividieron. Y otra es, ¿qué fue el propósito de los hombres? Versículo 4, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de la tierra. ¿Y qué fue el propósito de Dios? Versículo 9, y desde allí los esparció sobre la faz de la tierra. Dios frustró sus planes. Ellos dijeron, vamos a construir un torre, nosotros tenemos la tecnología, la unidad, vamos a hacer un nombre para nosotros, tenemos planes grandes y nadie nos va a estorbar. Y Dios se baja y dice, no, tus planes no son buenos. Y Dios estorbó completamente sus planes, frustró sus planes. Y seguramente ellos estaban muy frustrados porque ellos tenían planes, pero Dios tenía un mejor plan. y tenía que mostrarles cuánto ellos necesitaban depender de Él y obedecer a Él en vez de depender de ellos mismos. Y así es también con nosotros. Dice en Proverbios 19-21, Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, mas el consejo de Jehová permanecerá. Sano 33 10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones y frustra las maquinaciones de los pueblos. Tenemos que reconocer que demasiadas veces nosotros hacemos planes sin pensar en Dios, sin pensar en lo que Dios quiere, sin pensar en lo que la Biblia enseña. Y muchas veces nosotros pensamos, bueno, yo sé que si trabajo muy duro y si subo a esa compañía, voy a ganar mucho dinero y voy a estar seguro y tengo todos los planes de todo lo que va a pasar. Y Dios, en Su misericordia, muchas veces frustra nuestros planes. Porque Él reconoce, si cumplimos nuestros planes, en vez de estar contentos, muchas veces vamos a terminar amando el dinero. destruyendo nuestra familia, destruyendo todo lo que importa. Muchos jóvenes tienen planes y dicen, bueno, yo amo a esa persona y yo voy a casarme con él o con ella y todo va a salir perfecto y vamos a vivir una vida grande y yo sé que no aman al Señor, pero yo sé que mis planes van a funcionar. Y por la gracia de Dios, gracias a Dios que muchas veces frustra esos planes. Y muchas veces los jóvenes se quebran y dicen, oh, ¿por qué me dejó mi novio o mi novia? Pero fue la gracia de Dios que frustró esos planes, guardándoles de muchos peligros en el futuro. Gracias a Dios que muchas veces frustra nuestros planes. A veces tenemos planes para hacer muchas cosas, pero no hemos orado al Señor y el Señor nos da una enfermedad y ya no podemos hacer ninguna de esas cosas. Y fue la gracia de Dios para recordarnos. Yo estoy en control, no tú. Tú eres débil. Al amor, no tienes mucho tiempo aquí en la tierra. Tienes que buscar mi voluntad para ti, no hacer tus propios planes. En Santiago capítulo 4, un pasaje muy conocido pero muy importante, nos dice qué debemos hacer con nuestros planes. En vez de ser como los de Babel y decir, vamos a unirnos, vamos a usar la tecnología, vamos a hacer un nombre para nosotros mismos, tenemos planes perfectos para hacer una vida grande y todo va a salir bien. ¿Qué dice Santiago 4.13? Vamos ahora, los que decís, hoy y mañana iremos a tal ciudad y estaremos allí un año y traficaremos y ganaremos, cuando no sabéis lo que será mañana. ¿Por qué? ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina, que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. En lugar de lo cual, deberíais decir, Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala. Y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. Demasiadas veces nosotros sufrimos mucho. ¿Por qué? Porque antes de hacer los planes, no decimos a Dios, ¿qué quieres que haga? Y aun cuando pensamos que estamos haciendo la voluntad, no decimos, si Dios quiere, voy a hacer eso. Solamente pongamos todas nuestras esperanzas y decimos, yo voy a hacer eso y todo va a salir bien y voy a estar contento. Entonces, cuando Dios frustra, nos desanimamos, nos desesperamos. Pero podríamos evitar todo ese dolor, si solamente cada vez que hagamos planes decimos, Señor, en primer lugar, enséñame lo que es tu voluntad. Y aun cuando yo pienso que eso es tu voluntad, voy a decir, si tú quieres, voy a hacer eso. Pero yo reconozco que yo no soy Dios, tú eres Dios y tú puedes cambiar mis planes. Y si los cambias, gracias a Dios, porque tú estás en control. Y ustedes saben que Dios está tratando toda la vida de enseñarnos esa lección. En mi vida he tenido muchos planes. Salí de la universidad, estaba con una muchacha y tenía planes de casarme con ella, pero ella me dejó. Y pasé otros ocho años planeando, pero Dios cambió mis planes. Gracias a Dios, porque me dio una mujer mucho mejor para mí. Tenía planes de tener hijos muy pronto después de casarnos, y Dios frustró esos planes. Tengo planes de adoptar un niño al final del mes, pero Dios es el que sabe. Dios es el que está en control. Y si nosotros vivimos nuestras vidas con la actitud de Santiago 4, vamos a evitar mucho dolor, mucho pecado, y vamos a agradar mucho más al Señor. Pero si hagamos planes orgullosamente como los de Babel, debemos dar gracias a Dios cuando frustran nuestros planes. Porque si somos sus hijos, lo hacen amor. Porque muchas veces nuestros planes, si no son hechos bajo la dirección de Dios, van a terminar muy mal. Gracias a Dios que la gracia de Dios muchas veces frustra nuestros planes. Que hagamos lo que dice Proverbios 16, 3. Encomienda a Jehová tu camino, tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Oremos. Padre, tantas veces en mi vida yo he sido como los que construyeron esa torre. En mi orgullo, en mi egoísmo, en mi confianza en el hombre, yo he pensado, bueno, yo tengo la sabiduría, yo tengo el poder, yo tengo la fuerza para cumplir esos planes. Yo sé que todo va a ir bien. Pero gracias a Dios frustraste mis planes. Y aunque fue muy difícil, especialmente cuando los hice en orgullo, en mi confianza en Ti, aunque causó muchas veces mucho dolor, yo sé que fue para mi bien. Señor, a lo mejor eso está pasando ahora en las vidas de algunos
La Torre de Babel
Series Génesis
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 812241538574746 |
Duration | 38:00 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | Genesis 11 |
Language | Spanish |
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