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Este es el mensaje número 178, los felicito los que han tomado todas las predicaciones y los que por alguna razón faltan el domingo, les suplico, les ruego que usen la aplicación de la iglesia para que escuchen allí el mensaje, se pongan al día, no dejen espacios entre mensaje y mensaje, es importantísimo seguir toda la secuencia. Aquí seguimos avanzando. Hoy el texto es Mateo 27, del 19 al 26. Prácticamente del 20 al 26, pero quiero regresarme un poquito en el 19, hacer algo de repaso de lo que vimos la semana pasada y de allí retomar para movernos adelante. Y también doy la bienvenida a las sobrinas. ¿Son tus sobrinas, Miguel, o las sobrinas de los dos? Sí, bienvenidas. Son las sobrinas de Miguel y Margarita. Entonces, Mateo 27, 19, 26. El título del mensaje es la pregunta que les dije la semana pasada. Que era la pregunta más importante que contiene esta porción de la escritura. Y es, ¿qué hacemos con Jesús? Perdón, cometí un error. Necesito ayuda. ¿Alguien que vaya a mi oficina y traiga las copias que ya están hechas? Para las... Oh, Vanessa ya está ahí. Gracias, Vanessa. Están en el printer, el grande. Entonces, ahorita... ¿Ah? ¿Está en dónde? ¿En mi escritorio? Ok, ¿puedes ayudarle a la hermana y las ayuda a repartir? Ahí pueden tomar notas, dejé algunos espacios. Están los subtítulos también y las escrituras. Olvidé ir por ellas ahora antes de empezar. Entonces, la pregunta que vamos a tratar de contestar es ¿qué hacemos con Jesús? Es una pregunta que hace Pilato cuando se encuentra frente al Señor Jesucristo Y es una pregunta que se hace cada persona. Entonces, lo que vamos a hacer es mirar la narrativa, cómo el texto, como Mateo escribió, los eventos que están sucediendo y eventualmente ir edificando, construyendo hasta llegar a ese punto y así concluir el mensaje. Entonces, en el verso 19 de Mateo 27, dice, y estando él sentado en el tribunal, se está refiriendo a Pilato, Su mujer le mandó aviso diciendo, no tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de él. Vamos ahora, pedámosle al Señor que nos ayude a entender. Señor, venimos ante ti, creemos que tú estás escuchando esta oración, creemos que tú estás aquí presente, creemos que te hemos adorado, que te hemos exaltado con el cántico, con la oración, Con las clases, con el tiempo de comunión, por la razón de estar aquí hoy con una actitud de adoración. Lo creemos, Señor. Y te pedimos que nos ayudes a entender lo que vamos a estudiar juntos ahora. Abre nuestro corazón, Señor. Lloramos por las personas que hoy tú quieres llamar a la salvación. Que respondan en obediencia y vengan a ti, Dios mío. En el nombre de Jesucristo. Amén y amén. La esposa de Pilato tiene un sueño que la atormenta y cuando se levanta su esposo está juzgando a Jesús porque el juicio de Pilato cuando lo llevan a Jesús con Pilato es muy temprano en la mañana. En el amanecer los judíos ya vimos que hicieron un juicio chafa y estoy usando términos que ustedes me han enseñado, mi esposa me ha enseñado chafa que es falso, es una fachada nada más Y con eso pretenden haber hecho algo legal, declarándolo culpable. Se lo llevan a Pilato. Pilato les ha preguntado cuál es la acusación. No tiene ninguna acusación. Y mientras está sucediendo esto, Pilato quiere deshacerse de Jesús porque se da cuenta que Jesús es inocente. Entonces está procurando varias cosas, diciendo, declarándolo inocente. Y después les dice a quién quieren que les entregue a Barrabás o a Jesús, porque cada ¿Ves? Cada año, en esa fiesta, soltaban a un preso. Entonces, con eso quiere calmar a la multitud y también poner a la multitud en contra de los líderes. Pero cuando hace eso, su esposa lo interrumpe, manda este mensaje. Ella tiene un sueño, ha sido atormentada por este sueño. Entonces, en el background, lo que está sucediendo es los líderes están hablando con la multitud. Y lo que presenta el texto, hasta donde hemos visto, es que ellos no llevaron a Jesús para que fuera juzgado, lo llevaron para que fuera ejecutado. Recordemos que esto fue decidido el día miércoles, en esta última semana del Señor Jesucristo. Después de que Jesucristo anuncia en los capítulos 24 y 25 su regreso en gloria y el establecimiento de su reino venidero, pero no se parece en nada a lo que ellos esperaban. El reino que el Señor anuncia no se parece a lo que ellos esperan. Ellos esperan que todas las naciones a su alrededor sean juzgadas y ellos sean establecidos como la nación reinante sobre toda la tierra. El Mesías de ellos, Debía hacer todo esto para ellos. Pero Jesús no llena los requisitos que esperan. Al contrario, lo que Jesús hace es que a ellos los juzga como hipócritas y enemigos de Dios. Jesús entra en el templo, lo limpia, echa afuera todo el mercado perverso que ellos tienen con su falsa religión. No les dio preferencia de ninguna manera. Que ellos esperaban una preferencia del Mesías. Porque le dio la preferencia fue a los pobres. Jesús atendió a los necesitados. A los gentiles alrededor de Galilea, aún en Samaria, salvó de entre ellos. Inclusive, Jesús en su enseñanza usa a un samaritano, una persona odiada por los judíos. Lo usa como ejemplo de lo que significa ser un buen vecino. Y expone así, lo lejos que ellos tienen su corazón. de Dios no tienen amor por Dios y mucho menos tienen amor por el prójimo entonces el veredicto que dio Jesús sobre ellos fue escribas y fariseos hipócritas, eso está en el capítulo 23, 13 al 15 guías ciegos en el verso 16 del capítulo 23 insensatos y ciegos en el verso 17 del capítulo 23 ciegos en el verso 19 serpientes, camada de víboras Eso está en el verso 19 del capítulo 23 también. Lo que ellos dieron contra Jesús, Mateo 26, 3 al 4. Dice, entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás y tomaron entre ellos, tramaron entre ellos prender a Jesús con engaño y matarle. Entonces Jesús es el que los ha denunciado. Jesús no ha llenado sus requisitos terrenales y mundanos para un reino como ellos lo esperan. Jesucristo los denuncia, los llama a todos estos nombres que les dice. Y ellos su respuesta es cómo prender a Jesús con engaño y matarle. En ese capítulo, en el capítulo 26, la muerte del Señor Jesucristo ya estaba decidida. Cuando ellos llevan a Jesús con Pilato, ellos no están buscando un juicio. Ellos están buscando la muerte del Señor Jesucristo. Ellos no están buscando que Pilato haga de juez y verifique las acusaciones. Ellos están queriendo usar a Pilato para que mate a Jesús porque no lo quieren, lo odian. lo odian y la única razón, la única conclusión que llegan es la que él mismo les había dicho que ellos harían ¿Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado? Ustedes dirán, ¿por qué dejé de hablar del sueño? Ahorita voy a llegar allí, pero quiero hacer este paréntesis de todo lo que está pasando, de la razón por la que ellos llegan así, la intención que traen, lo que Cristo les ha dicho, cómo Él nos llena los requisitos, pero Jesucristo mismo les ha dicho a sus discípulos El Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. La muerte de Jesús tiene que ser por crucifixión. Quiere decir que solamente los romanos podían ejecutar a Jesús. Y los judíos que lo están acusando están ensañados contra Él. Que Pilato sea el que lo mate en lugar de ellos matarlo cuando ellos ya determinaron matarlo. Pero lo que Jesús determinó. Esto es importante cuando estudiamos. La vida del Señor Jesucristo y Mateo lo muestra una y otra vez. que el Señor Jesucristo está llevando a cabo su plan. Parece que él está como una víctima aquí, en cierto modo lo es, pero no es una víctima de las circunstancias para nada. Entonces, regresemos al sueño de la esposa de Pilato. El texto no dice nada que Dios le haya dado un sueño a ella. No tenemos ningún detalle. Jesús no está siendo victimizado, eso sí lo sabemos. No está siendo arrastrado por una serie de circunstancias negativas. Entonces, ¿qué tiene que ver el sueño con lo que está sucediendo aquí? Cuando ella le dice, le manda a decir el sueño a Pilato, lo interrumpe del proceso que está haciendo con Jesús. Lo interrumpe cuando él dice, ¿a quién quieren que les entregue? La intención de Pilato, si él agarra así a los líderes religiosos, nomás presentando eso, es que la multitud se puede levantar contra los líderes y así él puede soltar a Jesús. Pero no puede porque es interrumpido. Entonces Dios está usando esta situación de este sueño de su esposa para detener las cosas, para distraer su atención de allí, para él atender lo que ella manda a decir. Y mientras tanto está sucediendo algo con la multitud que cambia completamente todo. Y el plan de Pilato no se puede llevar a cabo. Se lleva a cabo el plan de Dios. Un punto que yo veo aquí importantísimo. Y nuestro primer punto es la manipulación, que ahí queremos llegar allí, que ahí queremos llegar allí, en esa parte. Es que Dios es el que está en control. Pilato quiere manipular las cosas políticamente, él tiene la intención de soltar a Jesús, está usando los medios que él conoce, pero Dios está usando algo sutil para controlar todo lo que está sucediendo y que Jesucristo al final termine crucificado. Eso fue decretado ya por Dios. Entonces, esta interrupción lo distrae por momento, y cuando regresa en el verso 20, allí nos metemos al primer punto, a la manipulación. Esta fue como una introducción, y aquí nos metemos al texto. La manipulación, versos 20 y 21. Verso 20 dice, pero los principales sacerdotes y los ancianos, punto número uno es la manipulación, porque a veces lo digo muy rápido, si lo quiere llenar ahí, si a usted le gusta tomar notas. Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes que pidieran a Barrabás y que dieran muerte a Jesús. No era esto lo que esperaba Pilato. Estos líderes religiosos fueron más astutos y mientras él atendía el mensaje de su esposa, ellos se ocuparon de las multitudes. Me imagino a estos líderes religiosos metiéndose entre la gente, diciéndole, pidan a Barrabás, pidan a Barrabás, tenemos que pedir a Barrabás, convenciéndolos mientras que Pilato estaba atendiendo la situación del sueño de su esposa. Y le pidieron que pidieran soltar a un criminal para que mataran a Jesús, el inocente. Entonces, esa respuesta ahora muestra que no sólo los líderes religiosos, sino también la multitud están presionando contra Pilato para que él mate a Jesús. A toda costa, lo que tiene que suceder para satisfacer su deseo de sangre es una sola cosa, matar a Jesús. No importa lo que tengan que hacer. Una y otra vez ellos rechazan al Mesías, ellos rechazan al Hijo de Dios. Ellos rechazan al que había venido para liberarlos de sus pecados y darles entrada al reino de su padre. Muchas personas hacen eso. Escuchan de Jesús y lo rechazan. Escuchan de Jesús y dicen más tarde. Escuchan de Jesús y dicen no me importa. Escuchan de Jesús y dicen estoy neutro en cuanto a él. Escuchan de Jesús y digo no creo en eso. Estos hombres es lo que hacen una y otra vez con la intención de matarlo porque Jesús viene a ser un estorbo para sus propósitos terrenales donde manipulan y usan a la gente para su propio favor. Son hombres maliciosos y la multitud sin saber solamente sigue su manipulación. Hoy en día mucha gente que piensa que porque ven la televisión tienen la información correcta. Y son del montón, manipulados y llevados por las olas de los movimientos que se presentan. Y en su ignorancia gritan cosas que no son verdaderas. En su ignorancia esta multitud está siguiendo a los que saben manipular. Y están pidiendo que suelten a Barrabás y que maten a Jesús. Y cuando la esposa de Pilato lleva esa interferencia con él, se refirió a Jesús como un hombre justo. Es decir, ella misma lo está declarando como inocente. Lo que ella ha conocido ha sido suficiente para ella declararlo como inocente. Pero ella no quiere nada con Jesús, porque ella le dice a su esposo, no quiero que tengas nada que ver con él. Tiene temor por su esposo, porque sabe que Jesús es un hombre justo, pero decide no creer en él. Pilato mismo lo había declarado inocente, después de haberlo juzgado dos veces Herodes lo vio y lo regresó como inocente, no pudo hacer nada contra él. Judas lo declaró inocente antes de suicidarse. Los fariseos no habían encontrado nada contra el Señor Jesús. Después de juzgarlo Caifás y antes de él Anás, todos dijeron inocente, inocente, inocente. No había acusación contra él. Así que Pilato se dirige a la multitud, en el verso 21 les dice, y respondiendo el gobernador les dijo, ¿a cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos respondieron, a Barrabás. Y les sorprende la respuesta de ellos. No va de acuerdo a su plan de deshacerse de Jesús. En verso 17 es cuando él hizo la primera vez esa pregunta, dice ahí en el 27 y 17, por lo cual cuando ellos se reunieron Pilato les dijo ¿a quién queréis que os suelte a Barabás o a Jesús llamado el Cristo? Y aquí en el verso 20 está haciendo la pregunta otra vez. está haciendo esta pregunta en el verso 21, perdón, y respondiendo, el gobernador le dijo, ¿a cuál de los dos queréis que lo suelte? Y ellos respondieron a Barrabás. Entonces, está haciendo la pregunta, pero la gente está movida por la maldad de estos hombres, están listos para pedir al asesino Barrabás. Y lo piden. Quieren a Barrabás. Quieren a Barrabás, quien había sido juzgado, encontrado culpable, había evidencia de él. Hay otro texto que dice que era un ladrón, que era un asesino, que era un sedicioso, es decir, alguien que se levantaba contra el gobierno. El plan era matarlo como impío que era, dándole su merecido junto con otros dos criminales que habían sido condenados a muerte y ya las tres cruces estaban juntas. Tres cruces para tres criminales. Barrabás, Y otros dos que la Biblia no nos da su nombre. Tres criminales. Todos saben quién es Barrabás. El verso 16 dice que era un preso famoso. Sus crímenes y su violencia eran conocidos por todos. Pero también todos sabían quién era Jesús. Sabían más de Jesús que lo que sabían de Barrabás. Porque Jesús había andado por toda el área, por toda esa región, sanando a miles de personas. Les había mostrado bondad, misericordia. Le dio amor a los destituidos y los desechados de la sociedad. Era conocido por ellos. Era conocido por los milagros que había hecho, las sanidades que les había dado, la resurrección de los muertos, de sus seres que él había levantado dentro de los muertos. Su bondad cuando alimentó multitudes de 5.000, de 3.000 hombres más sus familias. Su vida recta y pacífica por 30 años, sin nunca tener una tacha, una mancha. Honroso delante de todos los hombres. Todos sabían que era un hombre honroso con los hombres, honroso con Dios. Todos sabían muy bien quién era Jesús. Pero lo rechazaron y escogieron al criminal. Escogieron ellos mismos ser condenados que ser salvados por Jesús. Están obrando en contra de Emmanuel, Dios con nosotros, el Hijo de Dios, el Creador del Universo en quien sostiene todas las cosas con su Palabra de Poder. Han escupido en la cara a Dios mismo. El único hombre inocente que jamás haya vivido sobre la faz de la Tierra. Y la evidencia es contundente. Pero ellos deciden rechazarlo y escoger a un criminal. ¿Qué hubiera hecho usted? ¿Qué hubiéramos hecho nosotros? Si hubiéramos estado en Roma en ese tiempo. En Jerusalén durante la fiesta de la Pascua. En el día donde se sacrificaba el cordero frente a Jesús, conociendo lo que conocíamos de Él. Y siendo ofrecidos con la opción de escoger entre Barrabás o Jesús. Naturalmente el hombre escoge el pecado, no la verdad. Naturalmente el hombre dice en el libro de Juan, capítulo 1, que la luz vino pero los hombres percibieron las tinieblas. El corazón del ser humano es un corazón perverso. No hay nadie bueno delante de Dios. No existe ni siquiera uno solo. Seguramente hubiéramos escogido a Barabás también. Pero hoy estamos aquí pensando esos judíos. ¿Cómo pudieron hacer eso? Pero yo creo que el mensaje es para nosotros. No estamos viendo una historia que sucedió y no tiene nada que ver con nosotros. Estamos estudiando una historia en la que Dios quiere hablarnos el día de hoy. Y debemos preguntarnos, ¿qué haríamos nosotros? ¿Manipularíamos la situación si hubiéramos sido Pilato? ¿Manipularíamos a la multitud si hubiéramos sido los que sabían, eran los líderes religiosos? ¿Responderíamos a la manipulación de los que saben manipular y correríamos con el montón? ¿Dónde va Vicente? ¿Dónde va la gente? ¿Lo que haríamos? Vámonos al segundo punto, la pregunta, verso 22. Pilato les dijo Punto dos, la pregunta, tengo que detenerme un poquito más cuando digo los subtítulos. Verso 22, Pilato le dijo, ¿qué haré entonces con Jesús llamado el Cristo? Pilato está sorprendido con la respuesta, que le digan Barrabás y no Cristo. Pilato es un impío, él es un idólatra, es un pagano. Pero él está reconociendo que Jesús es inocente. Y esta gente que tiene al Dios vivo, que tienen los profetas, que tienen la verdad, que tienen al Mesías, que han visto los milagros. Y Pilato sorprendido responde, ¿qué haré entonces con Jesús llamado el Cristo? Y todos dijeron, sea crucificado. Pilato tiene la autoridad como gobernador romano, como juez sobre el cargo contra Jesús. Ya lo ha declarado inocente. Su parte es soltarlo, pero ha jugado un juego político usando una y otra maniobra para librarse y no tener nada que ver con Jesús. Y pregunta, ¿qué haré entonces con Jesús llamado el Cristo? Este es el momento. Él tiene que tomar la decisión. Pero al hacer la pregunta, ha cedido a la presión de los sacerdotes y de los líderes judíos. Actuó como un cobarde porque le interesaba más su posición política que la libertad de un inocente. Como hace aquel que dice que es cristiano y por cobarde, por quedar bien con sus amistades, juega con ellos, se divierte con ellos, se ríe de lo que ellos se ríen, pero no les habla de Jesús. Porque le interesa más quedar bien con los que están a su alrededor. Pilato así actuó. El Evangelio de Juan muestra más detalles acerca de lo que está sucediendo aquí. En el proceso de llegar a esta pregunta, ¿qué hago con Jesús? Miren Juan 18, 38. Vamos a mirar detalles que el Evangelio de Juan presenta que Mateo no nos da. Mateo más conciso en lo que él muestra en sus notas. Está cada verso que usé y voy a dar una explicación corta de por qué los escogí. Juan 18, 38. Pilato le preguntó, ¿qué es la verdad hablando con Jesús? Y habiendo dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo Yo no encuentro ningún delito en él Acuérdense, Pilato está diciendo ¿Qué hago con este hombre? ¿Qué hago con este hombre llamado el Cristo? Pero miren la declaración que ella hizo aquí Yo no encuentro ningún delito en él, la primera vez Vamos al capítulo 19 allí de Juan, versos 4 y 5 Pilato salió otra vez y le dijo mirad os lo traigo afuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en él segunda vez ya lo he hecho dos veces allí y hay un detalle que no voy a cubrir mucho ahorita porque ese viene la semana entrante Juan relata los látigos y los golpes al señor Jesucristo en un orden diferente que Mateo lo voy a tocar al final Pero yo creo que la semana entrante nos vamos a meter más en eso todavía. Pero después de castigar a Jesús, después de golpearlo, después de humillarlo más todavía, Pilato saca al Señor Jesucristo ante la multitud. Verso 5. Dice, Jesús entonces salió fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura y Pilato le dijo, he aquí el hombre. Él está diciendo qué haré con este hombre llamado el Cristo, está usando el título del Mesías porque él sabe que ese es el Mesías que ellos esperaban de acuerdo a lo que él conoce de la vida de Jesús y le está presentando la importancia del Mesías pero al mismo tiempo le está diciendo a ellos cuando dice he aquí el hombre He aquí el rey de ustedes. He aquí uno que no tiene fuerza para pelear con nadie. Uno que no se defiende por sí mismo. Uno que se ve mal, despreciado. Se ve sin ninguna apariencia de atractivo. He aquí el hombre. Se está burlando de ellos. Se está burlando de la acusación. He aquí el hombre que ustedes consideran como peligroso. He aquí el hombre. Pilato está usando todo lo que puede para mostrarles a ellos. que está mal lo que se está haciendo allí, deshacerse del Señor Jesucristo, pero al mismo tiempo manipulando la capacidad política que él tiene porque está pensando más en él. Verso 6. Entonces, cuando le vieron los principales sacerdotes y los aguasiles, gritaron diciendo, crucifícale, crucifícale. Pilato les dijo, tomadle vosotros y crucificadle, porque yo no encuentro ningún delito en él tercera vez. Bajo presión, bajo presión, bajo presión. Es inocente, es inocente y es inocente. Una persona bajo mucha presión usualmente dice lo que está en su corazón. Él está dejándolo saber aquí. Y le dice, llévenselo ustedes. Verso 7, y los judíos le respondieron, nosotros tenemos una ley. Según esa ley, él debe morir porque pretendió ser el hijo de Dios. Esto está escalando cada vez que yo cuando estaba estudiando estos textos, cada verso está escalando y escalando y escalando. Y tenía que decidir, ¿cuáles versos voy a escoger? ¿Cuáles versos vamos a mirar juntos? Para entrar en el contexto que nos está diciendo Mateo. Yo creo que esto refuerza lo que queremos ver de Mateo. Ellos dicen, pretendió ser el Hijo de Dios. Imagínense esa acusación que ellos están haciendo. Tienen algo en mente, porque más adelante sale otra vez. Pretendió ser el Hijo de Dios. ¿Cómo una persona puede pretender ser el Hijo de Dios? ¿Cómo? Tiene que levantar muertos. Él levantó muertos. Tiene que sanar enfermos que nadie puede sanar. Él sanó enfermos que nadie podía sanar. Tiene que liberar endemoniados que nadie les podía ayudar como el endemoniado gadareno. Él los liberó completamente. Tiene que hablar la verdad siempre, sin nunca mentir y vivir una vida recta de obediencia delante de parte de Dios. Delante de Dios. ¿Pretendió ser el Hijo de Dios? Es todo lo que pueden decir. Es todo lo que pueden decir los que lo conocían, los que vieron todo esto que el Hijo. Usted tiene que tomar una decisión frente a esto también. Jesús pretendió ser el Hijo de Dios, se dijo de Él que Él era el Hijo de Dios o Él dijo que Él era el Hijo de Dios y Él lo comprobó con sus acciones. Aún más, ¿el Hijo de Dios? ¿Tengo aún Dios delante de mí? Pilato se hace todas estas preguntas. ¿Quién es esta persona? Hay otra porción donde le dice, ¿de dónde eres? ¿Quién eres tú? ¿Qué hay en la mente de alguien como Pilato, un romano? Alguien admira la cultura romana, gente que los admira, dice. Eran paganos, idólatras. Gente perdida en la oscuridad, sin esperanza. Ellos adoraban muchos dioses. Y César, Tiberio, el emperador, proclamaba ser un dios y lo tenían que adorar. Pero no se veía ningún poder en él más que una manipulación, pero en Jesús se veía el poder. Y Pilato le pregunta, ¿Quién eres tú? ¿De dónde eres tú? Y se atemorizó, se llenó de más temor. Y siguen los líderes en el verso 12. Como resultado de esto, Pilato, procuraba soltarle pero los judíos gritaron diciendo si sueltas a este no eres amigo del César todo el que se hace rey se opone al César están usando lo que Cristo es para presionar a Pilato y obligarlo a que no suelte al Señor Jesucristo en inglés se dice blackmail Están sobornando a Pilato, están poniéndole presión. Pilato era conocido como un hombre sin escrúpulos, un hombre impaciente, imponente sobre la gente. No le importaba la necesidad de las personas a las que él gobernaba y eso le había llevado a tener muchos problemas con ellos. Ya se habían quejado delante del emperador romano y ya no había otra queja más para él. Así que esto lo está poniendo más nervioso, está saliendo de control. Versos miremos hasta el 14, 13-14, entonces Pilato cuando oyó estas palabras sacó fuera a Jesús, se sentó en el tribunal en el lugar llamado el empedrado y en hebreo Gábata y era el día de la preparación de la pascua era como la hora sexta y Pilato dijo a los judíos he aquí vuestro rey acuérdense lo que dijo antes en el verso 5 he aquí el hombre ahora dice he aquí vuestro rey si él declaró ser rey Yo no me quedo con ese rey, he aquí el rey de ustedes. Ustedes hagan con él como a ustedes mejor les parezca. Y hay un detalle allí, es un paréntesis en todo lo que viene. Porque si usted presta atención a los evangelios, puede pensar que hay una contradicción aquí y no la hay. Dice que era la hora sexta. Y Pilato dijo a los judíos, he aquí vuestro rey. La hora sexta equivale a las seis de la mañana, de acuerdo como los romanos miden el tiempo. Pero en Marcos 15-25, voy a hacerle paréntesis y nos vamos a regresar allí porque creo que es importante establecer este horario. Estaba mirando cómo funciona Mateos 15-25. Perdón, Marcos 15-25, Marcos. Era la hora tercera cuando le crucificaron. Era la hora tercera cuando le crucificaron. Juan dice era la hora sexta. Era la hora sexta cuando están a punto de entregarlo para que sea azotado. Y esa hora sexta, vimos que son las seis de la mañana. Marcos dice era la hora tercera, las tres de la mañana. No, Marcos está hablando desde la perspectiva judía y ellos medían el tiempo de una manera diferente. Y lo que está diciendo en el verso veinticinco era la hora tercera en Marcos es cuando a Jesucristo lo están crucificando, eran las nueve de la mañana. Yo no sé si me está siguiendo, si puede escuchar el mensaje o tomar notas usted y comparar los evangelios. Pero lo que está sucediendo aquí es que la hora sexta que dice Juan son las seis de la mañana. Y la hora novena, las nueve de la mañana, tiempo romano, es cuando al Señor Jesucristo lo crucifican. ¿Qué pasó durante esas tres horas? porque eso puede crear un problema con el tiempo. Esas tres horas, que lo vamos a empezar a ver en más detalle, es cuando los soldados toman a Jesús y lo golpean y le ponen la corona de espinas y le golpean en la cabeza y se burlan de él, le ponen la venda y le dicen ¿quién te golpeó? Son tres horas de más tortura que él recibe antes de ser crucificado. Pero esa es la explicación. Marcos está hablando del tiempo judío. Juan está hablando del tiempo romano. El evangelio de Juan fue escrito para todo el mundo. Los otros evangelios tienen un contexto más judío en ellos, entonces escriben diferente. Ok, regresemos al texto. Ya cerramos ese paréntesis. No sé si los confundí, pero estaba tratando de explicar que la Biblia no contiene contradicciones. Pilato tiene la evidencia frente a él y él sabe que tiene a un inocente. El único inocente. Él sabe que Jesús no es una persona ordinaria y tiene temor. Tiene que tomar la decisión de qué va a hacer con Jesús. Tiene que tomar la decisión de qué va a hacer con Jesús. Juan 3, 16 dice que de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigenito para que todo aquel que en él Crea, no se pierda más tenga vida eterna. Pilato tenía que creer en Jesús, no simplemente ver su inocencia, pero creer en Jesús. Hay gente que dice, oh sí, Jesús fue un buen ejemplo para seguir. Era un buen hombre, Dios en él nos da un buen ejemplo, de veras. Yo encuentro muchos buenos ejemplos y no puedo decir que son Dios. Jesucristo vino para morir en la cruz y la respuesta de todo hombre, de toda persona entre Jesús porque Dios de tal manera al mundo que dio a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él crea no se pierda Pilato tenía que creer, está enfrente a la verdad, el camino y la vida, el regalo de la salvación está en sus manos, lo está contemplando Y hace la pregunta más importante que pudiera haber hecho en toda su vida. ¿Qué hago con este Jesús llamado el Cristo? El problema es que Pilato le preguntó al grupo equivocado. Le preguntó al grupo equivocado. Cada persona es confrontada con esta pregunta. ¿Qué hago con Jesús? ¿Qué hace usted con Jesús? Cada creyente es llamado a presentar la evidencia de Jesús, el Hijo de Dios, ante toda persona que conozca. Si usted es un creyente, eso es lo que usted hace. Presenta a Cristo, habla de Cristo. Presenta la evidencia de Él que la Palabra nos da. ¿Para qué? Para que cada persona quede frente a Jesús. Y para que cada persona, frente a Jesús, tome una decisión frente a Él. Y puedan hacer la pregunta, ¿qué hago con Jesús? Y tomar una decisión. Tercero, miremos la decisión, verso 23 al 24, regresando a Mateo 27. Y Pilato dijo, ¿qué mal? ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? O sea, ¿por qué lo quieren crucificar? ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más diciendo, sea crucificado. Tercer punto fue la decisión, si no lo han notado todavía, la decisión. No había manera de entrar en razón. No había evidencia que fuera suficiente. La multitud está obsesionada a este punto. Pilato se cerciora de afirmar que él no está de acuerdo en lo absoluto en condenar a Jesús. No quiere ser un cómplice de esto. Y no podía darse el lujo de tener otra revuelta entre los judíos, porque le iba a costar su trabajo y su vida, tal vez. Y la multitud está fuera de control, nada los calma. Sus gritos prevalecen y aumentan. Lo único que los podía calmar era entregar a Jesús para que fuera crucificado. No había nada más en su mente, en su corazón. Y Pilato, con la reputación que tiene, se encuentra aquí con que es un hombre bastante flexible con esta multitud. Pero clama la inocencia de Jesús, no se echa para atrás en eso. Parece que su conciencia la escucha y tiene un sentido de justicia aquí, declara inocente a Jesús. Trata de razonar con los líderes, con la multitud, pero no tiene caso, no logra nada. Verso 24. Y viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua, se lavó las manos delante de la multitud diciendo, soy inocente de la sangre de este justo, allá vosotros. Hay una enseñanza en Deuteronomio donde los judíos, los jueces, cuando tenían un caso de alguien que era un reo, estaba acusado, pero no podían encontrar evidencia suficiente para condenar a esa persona, pero había sucedido un crimen. pero no tenían la evidencia para condenarlo. Ellos al final tenían un ritual donde se lavaban las manos en público y decían nosotros que la ira de Dios no venga contra nosotros por no hacer justicia contra este crimen, porque no tenemos evidencia, nos lavamos las manos. Yo no sé si Pilato está copiando eso de los judíos, lo dudo, pero por alguna razón está haciendo esto algo público. Está preparando para hacer esto públicamente. Tomó agua, se lavó las manos delante de la multitud diciendo, soy inocente de la sangre de este justo allá vosotros. Pero mire qué interesante. Quiero que miremos en Juan 19.10. Juan 19.10, una afirmación que él hace con el Señor Jesús. Porque aquí él dice, viendo que no consiguió nada, se lavó las manos y dijo, yo no tengo nada que ver allá vosotros, es decir, está diciendo, yo no tengo autoridad aquí, yo no tengo la decisión, no tengo el poder, así que me lavo las manos allá ustedes, yo se los voy a entregar a ustedes. Pero miren Juan 19, 10. Pilato entonces le dijo, ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y que tengo autoridad para crucificarte? ¿Quién está diciendo aquí que es el que tiene la autoridad? Es Pilato. Está diciendo a Jesús, yo tengo la autoridad para soltarte o la autoridad para crucificarte. Y en Mateo 27, 24 está diciendo que él no tiene la autoridad, está diciendo que él se lava las manos y que lo deja en manos de ellos. Él no está obrando de una manera justa. Él está obrando bajo presión. Porque esta gente lo tiene presionado allí. Entonces con esto, Pilato según pone la firma o el sello de que él no es culpable de la muerte de Jesús. Y le pone esa carga a los judíos. Él era el gobernador, él tenía la autoridad, él tenía el ejército allí mismo. Él era el juez. Pilato no es inocente. Aunque diga con lavarse las manos que es inocente, al tomar esta decisión se está haciendo partícipe de la muerte de Jesús. Y miren lo que Jesús le dice en Juan 19, 11, que es después de que él hace esa declaración. Jesús le respondió, ninguna autoridad tendría sobre mí si no se te hubiera dado de arriba. Por eso el que me entregó a ti tiene mayor pecado. No dice el que me entregó a ti tiene pecado y tú no. Dice el que me entregó a ti tiene mayor pecado. Es decir, el que me está entregando va a ser castigado peor, pero tú vas a ser castigado también. Hay diferentes niveles de castigo cuando la persona va al infierno. Si una persona se muere, y esa es una pregunta válida para usted hoy. ¿Qué pasa si usted hoy se muere? Pilato está siendo confrontado con eso. Hay diferentes niveles de castigos, porque dice la palabra que cada uno será juzgado de acuerdo a sus obras. ¿Por qué dice eso? Porque todos los que mueren sin Cristo, mueren confiando en sus obras. Por eso cuando celebramos la cena del Señor decimos, por favor, sea consciente de cómo está usted delante de Dios. Revise su corazón, pero cuando venga, no venga diciendo, oh, yo hice buenas obras, por eso puedo pasar. No. Usted puede venir porque Cristo pagó por sus pecados, no porque usted está haciendo buenas obras. Que tenga cuidado con eso. La fe está ligada con las obras, pero la realidad de venir a Dios es por medio del sacrificio de Cristo. Jesucristo está poniendo esto de frente aquí. Jesús le está dejando a Pilato ver el veredicto final. Un veredicto final sobre él. Su ritual de lavarse las manos no es suficiente para quedar libre de condena. No es igual de culpable, pero sí es culpable. Será castigado por su pecado, pero para el pueblo judío y especialmente para los líderes religiosos, sería un mayor castigo. Imagínense con lo que estos hombres conocían. Allí en Juan 19, verso 15. lo que ellos dicen entonces ellos gritaron ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícale! Pilato les dijo he de crucificar a vuestro rey todavía sigue preguntando los principales sacerdotes respondieron no tenemos más rey que al César ¡Wow! Israel bajo el dominio de los romanos ellos odiaban a los romanos Ellos tenían una secta llamada Los Celotes, que eran asesinos encargados de matar romanos, hacerles daño al gobierno romano. Ellos detestaban ese gobierno, detestaban a los que estaban encima de ellos. Y dice, no tenemos más rey que al César. Un rechazo total. La nación de Israel rechazando a su rey, el prometido de Dios, endurecieron sus corazones contra Dios. Entre más evidencia, más endurecían sus corazones. Podríamos decir aquí, wow, Israel quedó fuera del plan de Dios. ¿Cierto? Israel rechazó al Mesías. Israel rechazó a Jesús. Israel escupió la cara de Dios. Israel se volteó contra Él y prefirió un rey pagano. Ya Dios no tiene plan para gente así. ¿Cierto? Esa era la conclusión natural. Pues la palabra afirma donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia. Y Dios manifiesta su abundante gracia maravillosa, incomprensible para nosotros. Con el pueblo de Israel, cuando el libro de Romanos capítulo 9, capítulo 10 y capítulo 11, Pablo se toma el tiempo de escribir y explicar que Israel será restaurada completamente por Dios como nación. Aún en medio de esto es imposible no ver la gloria de Dios. Es imposible no detenerse y mirar la gloria de Dios en lo que está sucediendo aquí, en la maldad de estos hombres aún. La manifestación de la gloria de Dios es superior a todo esto. El pecado de Israel es inigual. Pero la gracia de Dios es aún mayor. No hay pecado que no pueda ser perdonado por Dios. y no me voy a meter en la blasfemia del espíritu, ya lo vimos antes. Es inigual su pecado. Acusaron al hijo de Dios de blasfemia y ahí están ellos blasfemándolo, intercambiándolo por un criminal, rechazándolo como rey y proclamando como su rey a un hombre pagano e idólatra como el César, como el emperador en ese tiempo. Pero no solo les bastó hacer esta atrocidad. Regresemos a Mateo 27, 25. Dice, y respondiendo todo el pueblo dijo, caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Lo maldicen, lo escupen, lo golpean, lo rechazan, piden un rey pagano. Y no solo eso. Le dicen a Pilato, no te preocupes, lo queremos muerto, queremos ver su sangre, que su sangre sea sobre nosotros y que sea sobre nuestros hijos, que nuestra culpa sea una maldición sobre nuestros hijos Pero ellos no tienen ni idea de lo que están pidiendo, de lo que están diciendo. Me hace pensar, cuando Jesús está en la cruz, antes de morir, y dice, padre mío, oración, y Dios puso su sangre sobre sus hijos, porque en el año 70 después de Cristo, vino el ejército romano, destruyó la ciudad de Roma, destruyó el templo, y mataron a más de un millón de judíos. Más de un millón de judíos. Tal como ellos pidieron. Así sucedió. No quedó piedra sobre piedra en ese templo. Exactamente como el Señor Jesucristo les dijo que iba a ser. El Señor concedió su petición. Pablo dice en el libro de Gálatas, nadie se puede burlar de Dios. Nadie. Nadie puede burlarse de Dios. Eso es imposible, no existe tal persona. Punto cuatro, el intercambio. El punto 4 es el intercambio, vamos a ver el verso 26 para cerrar el mensaje con esto. Entonces ya vimos la manipulación, el punto número 1, la pregunta, el número 2, la decisión, el número 3 y concluimos con el intercambio. Número 4, verso 26. Entonces le soltó a Barrabás. Le soltó a Barrabás, pero a Jesús después de hacerle azotar, le entregó para que fuera crucificado. De acuerdo a lo que la multitud demandaba, deja libre a Barrabás y castiga a Jesús para luego entregarlo a la muerte. Pero antes de crucificarlos, a los reos los azotaban. Era algo cruel y sangriento lo que ellos hacían allí. Los látigos estaban diseñados, látigos de cuero, pero en las puntas ponían pedazos de metal afilado o ponían pedazos de hueso que estaba afilado. Entonces, cuando ellos daban el lategazo, ponían un hombre a la izquierda, otro hombre a la derecha, y al preso lo amarraban con las manos hacia arriba, y los pies abajo bien amarrados, y la piel estirada, bien estirada, de tal manera que cuando golpeaban con el látigo, tenía todavía más efecto. Y el látigo no solamente lastimaba la piel, sino que arrancaba la carne, porque el látigo no regresaba solo. Y le daban uno y otro, y salía la sangre. Y en muchas ocasiones los órganos de estos hombres quedaban expuestos, se veían los riñones, se veían parte de ellos. Los flagelaban para así debilitarlos, porque la cruz estaba diseñada para que un hombre si era puesto allí sin este castigo, primero duraba días. Era una muerte tan cruel que era lento el proceso, muy lento. Y una persona podía durar días en la cruz, entonces con esto, le quitaban la fuerza. Pero en muchos casos, muchos morían antes de llegar a la cruz. Jesús venía antes de estos latigazos, de haber pasado por el juicio con Anás, luego con Caifás, donde comenzaron a golpearlo. para cuando llega a esa tortura su rostro ya está ensangrentado, está hinchado, está desfigurado como lo describe Isaías. Y luego de allí lo habían llevado con Herodes, quien se está burlando de él, y ahí lo regresa de nuevo con Pilato, donde es acusado una y otra vez, donde es intercambiado por Barrabás, donde es menospreciado por su propio pueblo, donde es rechazado como rey. Piensen esto, una persona va a la corte hoy en día. Ir a la corte es pesado. Estar en el ambiente de una corte es pesado. Y estar bajo acusación en una corte, si usted es inocente, es pesado. Una persona, si pasa por algo así, piensa en los problemas que usted tiene a veces en su casa, cómo causa depresión emocional y le quita la fuerza. Ahora Jesús está desde la madrugada, media noche, una de la mañana, dos de la mañana, tres de la mañana, cuando cantó el gallo, Pedro lo estaba negando y sigue cuatro de la mañana, cinco de la mañana, están con todos estos juicios, seis de la mañana y lo están azotando, no para y no para y no para la presión contra Él. ¿Por qué Jesús no ha caído todavía? ¿Por qué Jesús no ha sucumbido ante todo esto todavía? Jesús no es un ser humano común y corriente, porque Él no había sido tocado en ningún sentido por el pecado, porque nunca había hecho nada fuera de la voluntad de Dios. Jesús es el hombre, hombre, el hombre perfecto. No tiene el efecto sobre Él de las enfermedades, es un hombre completo, es un hombre formidable. Si a usted le interesa saber qué es ser un hombre, mire a Jesús, conozca a Jesús, imite a Jesús. Pablo dice, imíteme a mí, así como yo imito a Jesús. Jesús es el verdadero hombre. Formidable. Es una de las razones por las que Jesús nunca pierde su postura durante todo este proceso. Y aún hasta los últimos momentos de la cruz. Cuando miremos la muerte del Señor en la cruz, Jesús entrega su espíritu. Él no sucumbe. Él toma una decisión en un punto de su sacrificio. Pero el castigo produce una pérdida tremenda de sangre en el Señor. El dolor es agudo. Pero Jesús sigue como cordero que va al matadero. El cordero de Dios. Sufriendo el castigo sin protestar. Para eso vino a la tierra. Para eso se despojó de su gloria y se hizo hombre. Jesús está en plena conciencia en cada momento cumpliendo con la voluntad del Padre en todo este proceso. ¿Qué hicieron con Jesús? ¿Qué hicieron los que fueron testigos con Jesús? Pedro le negó, Judas lo traicionó, Herodes se burló, los líderes religiosos lo condenaron a muerte y aún llamaron maldición sobre ellos y sobre sus hijos. La mujer de Pilato no quería nada que ver con él, a quien llamó justo. La multitud en su ignorancia se prestaron a la manipulación y lo condenaron y Pilato prefirió cuidar su puesto y lavarse las manos pretendiendo ser inocente. ¿Qué hacemos con Jesús? ¿Qué hacemos nosotros hoy con Jesús? Jesús no está bajo juicio. Jesús no está siendo juzgado. Jesús voluntariamente ha vencido esta batalla en Getsemaní y voluntariamente está obedeciendo calladamente la voluntad del Padre. Ellos estaban siendo juzgados por Jesús. Jesús era inocente, no había juicio contra Él. No existe juicio contra el Hijo de Dios. Pero sí existe juicio contra usted, contra mí, contra cada persona cuando es presentada con la persona de Jesús. ¿Qué hacemos con Jesús? ¿Cuál es su decisión? ¿Qué hace usted frente a Jesús? Recuerde, no existe ningún inocente. No existe tal persona, solamente Jesucristo. Él es inocente. Y Él le ofrece a usted la salvación de su alma, el perdón de sus pecados. Pero usted tiene que creer en Él, confiar en Él. O puede tomar otra decisión. La pregunta es, ¿qué hacemos entonces con Jesús? Vamos ahora, ¿por qué no nos ponemos de pie y cerramos con una oración? Señor, gracias por el texto que estamos estudiando, lleno de emoción, lleno de angustia, lleno de culpabilidad, lleno de odio, lleno de injusticia, pero en medio de toda esta oscuridad y todo este pecado, Señor, resplandece tu gloria, tu inocencia. Tu inocencia es magnificada al lado de tanta maldad. Todos son juzgados delante de ti, todos son hallados culpables sin excepción. Aún Pedro que andaba contigo, Señor. Y la realidad es que él necesitaba de ti. Todos necesitaban de ti. Y nosotros a ser expuestos a tu persona somos juzgados. Somos encontrados como no inocentes, porque solamente hay un inocente. Y somos llamados a tomar una decisión, ¿qué hacemos con este Jesús? Señor, yo ruego que cada uno aquí pueda contestar esa pregunta, que la pueda contestar creyendo en Jesús. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Señor, muchos en esta etcena prefirieron perderse, prefirieron la condenación, el infierno, aún la maldición sobre ellos, la sangre de Cristo sobre ellos y sobre sus hijos, no para limpiarles sus pecados, pero para condenarlos, para mandarlos al infierno, y así fue. Así fue, Señor. Tu manifestaste tu ira contra ellos, tu respondiste a la petición que ellos hicieron. Pero no es lo que tú indicas en el texto, Señor. Tú nos presentas el texto para que respondamos a la pregunta, ¿qué hago con este Jesús? Y lo que tú dices es creer. Creer en el Hijo de Dios. En el inocente. En el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Venga Jesús, si usted no ha venido. Crea en Él, ponga su confianza en Él. No deje que pase otro día. Hoy es el día de su salvación. Hoy Dios le está hablando. Hoy usted tiene que tomar una decisión frente a Jesús. Y yo ruego que sea la correcta de creer y no rechazarlo. De creer y no hacer como la esposa de Pilato. Sabía que era justo, pero no quería nada que ver con él. Señor, ruego por la fe para creer, por la convicción para el arrepentimiento, Señor. y por muchas personas que vengan al conocimiento de tu Hijo Jesucristo. Gracias, Padre, por la exaltación de tu Hijo aún en los peores momentos de su vida aquí en la tierra. Te bendecimos, Señor, te adoramos y crecemos en nuestra confianza en ti cada vez que miramos más de cerca al Señor. Gracias, Padre, en el nombre de Jesucristo. Amén y amén. Antes de cantar el canto,
Que hacemos con Jesus
Series Mateo
Llega el punto culminante de las acusaciones contra Jesus, el momento decisivo esta frente al gobernador. El pueblo escoge liberar a Barrabas, un criminal conocido, a cambio de Jesus el Hijo de Dios
Sermon ID | 812201551591272 |
Duration | 57:00 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Matthew 27:18-26 |
Language | Spanish |
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