00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Vamos a ir al texto de Juan capítulo 13. Juan, no primera de Juan. Juan capítulo 13. Vamos a comenzar leyendo los versos desde el 21 hasta el 38. Quiero advertir, mi hermanos, que por causa del tiempo el tema que vamos a tratar amerita varios versos. Tendremos que recurrir a varios versos, pero no todos los versos podrán ser leídos. De tal manera que, si es posible, ustedes, para confirmar cada una de las cosas que vamos a estar diciendo, ustedes las escriban, escriban los textos y luego, en sus casas, puedan analizarlo con más cuidado. por lo pronto, no es normal hacer esto, casi siempre leo los versos, pero debido a la gran cantidad de versos que tenemos hoy, que son necesarios e imprescindibles para el tema, necesito, algunos de ellos, leer y otros no. Así es que, mi hermanos, por favor, perdónenme ese pecado de no leer todos los versos que son, que vamos a citar. Leamos, Juan capítulo trece veintiuno hasta el treinta y ocho. Y nos dice de la siguiente manera. Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu y declaró y dijo de ciertos de ciertos digo que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A este, pues, hizo señas Simón Pedro para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo, Señor, ¿quién es? Respondiendo Jesús, a quien yo diere el pan mojado, ¿aquel es? Mojando el pan, lo dio a Judas, Iscariote, hijo de Simón. Después del bocado, Satanás entró en él, entonces fue Jesús. Entonces Jesús le dijo, lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo eso. Porque algunos pensaban, pues, lo que Judas tenía, porque Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía, compra lo que necesitamos para la fiesta o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió y era ya de noche. Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús, ahora es glorificado el hijo del hombre y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y enseguida le glorificará. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis, pero como dije a los judíos, así os digo ahora vosotros a donde yo voy, vosotros no podéis ir. Un mandamiento nuevo os doy que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos. Si tuviéseis amor los unos con los otros, le dijo Simón. Pedro, señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió a donde yo voy, no me puedes seguir ahora, pues me seguirás después. Dijo Pedro, señor, por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Jesús le respondió Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo, no cantará el gallo sin que me hagas, me hayas negado tres veces. El título del sermón tiene que ver, relacionando estos versos con Primera a los Corintios, capítulo 3, y básicamente leyendo los capítulos 2 y 3 de Corintio, y relacionándolo con este verso, nosotros presentar en esta ocasión tres categorías de personas. Y note, tres categorías de personas, no un estado continuo donde la persona permanece en estática, donde unas pueden llegar al cielo en su condición y otras no. En este caso algunos sugieren que dos tienen características estáticas como son El hombre espiritual mencionado en Segunda a los Corintios y el hombre carnal mencionado también en Corintio. Estos dos tienen la misma posibilidad de que en sus condiciones ellos puedan llegar al cielo. Pero el hombre natural definitivamente no llegará al cielo. Nosotros vamos a estar explicando estas cosas, ya que Pablo sí menciona tres categorías, no estado estático, continuo, permanente, sino sujetos a cambio. Por eso es que realmente él usa tres palabras distintas para referirse a cada uno de ellos en su idioma original. Casi nunca menciono aquí las palabras literalmente en su idioma original por no parecer tal vez muy fabulero, como que conozco mucho ni nada de esas cosas y no confundir a los hermanos. Pero realmente, debido a la importancia, es necesario mencionarla en su en su forma literal cada una de estas palabras, por ejemplo. Vamos a hablar de tres categorías en las que muchos, en la que todos los seres humanos pueden estar todos. No hay posibilidad de que la humanidad no esté en una de estas condiciones. Existe, según Pablo, un hombre natural y eso vamos a hablar de quién es ese nombre natural. Eso lo vemos al leer Segunda Primera los Corintios, capítulo 2, 14, donde habla de ese hombre natural. Y para eso usa la palabra Súbkikós. Luego usa la palabra Neumátikós para referirse a el hombre espiritual. Luego continúa y ahora usa la palabra más controversial aquí, que más problema y más lucha nos ha dado para relacionarla dentro de lo que es el ambiente cristiano y vida y comportamiento del ser humano. Y es la palabra Sarkicos, que es el hombre carnal, la cual la encontramos en Primero Corintio 3, 1 al 4 neumáticos. También en Corintio la encontramos que es el hombre espiritual en Primero Corintio 2, 15, 10 y 13. Cuáles son estos hombres? Yo quiero traer a estos tres hombres hoy aquí que vivieron exactamente como el hombre natural, como el hombre espiritual y el hombre carnal. Con esto, mi hermano, no estamos hablando de que podamos llamar. A las personas que están en la iglesia y decirle. Qué bueno que tienes mucha esperanza. porque tú simplemente eres una persona carnal, pero cristiana. Un creyente, de acuerdo a Pablo, sí tiene características de carnalidad. Y vamos a ver qué es lo que pasa, porque Pablo lo llama. Carnal. Y habla a la iglesia en Corintio. y le dice Ustedes son carnales. Estableciendo de esta manera. Inevitablemente. No podemos quitar esta expresión. Le llama a la iglesia en Corintio a creyentes, le llama a carnales. Por qué eso vamos a estar mirando? Pero habla de un hombre espiritual. y un hombre natural. Podemos decir abiertamente para que vayamos teniendo una idea que este hombre, de acuerdo al versículo de nuestro capítulo 13 de Juan, versículos 21 al 30, en estos versos está hablando específicamente de ese hombre natural. Y quién es ese hombre natural? Judas. No vamos nosotros aquí hoy a establecer el orden en su categoría. Si no, la primera categoría aquí sería el hombre espiritual, que es definitivamente Jesús, mencionado en el versículo 31 hasta el 35. Él es el hombre totalmente espiritual. ¿Cómo vivirá el hombre espiritual? Eso vamos a estarlo mirando. Pero también hace una referencia al hombre carnal en los versículos 36 y 38. Y es aquí que inevitablemente el Señor, por alguna razón, llamó a este hombre para que venga, le sirva y viva juntamente con él y nos dé la ilustración de lo que realmente puede ser un creyente en sus inicios de la vida cristiana. Esos inicios son peligrosos, son complicados, donde se cometen faltas que jamás nosotros podríamos pensar que un creyente la podría acometer. Pero Pablo les llama a estas personas que viven en esa actitud de carnalidad, de impulso, les llama a carnales, pero inmediatamente los relaciona en el mismo capítulo tres, como que explicando lo que él quiere decir. Quiero decir con estas palabras de carnalidad que ustedes realmente han vivido por largo tiempo, a pesar del amplio conocimiento que tienen de lo que es el evangelio, porque tienen todas las cosas a disposición, le dice. Ustedes ahora viven como si fueran niños. No han madurado, le llama que inmaduros y el inmaduro está sujeto a obedecer mucho de los apetitos de la carne. Pero un detalle importante en contra de su voluntad. Entonces tenemos tres nombres, Judas Iscariote, hombre natural, el Señor Jesús, hombre espiritual, y dejando al hombre carnal por ser controversial, para último, y así definir todas estas cosas de una vez, Simón Pedro. Usted me dirá, Simón antes de entrar a Simón Pedro, porque será el último, de que nosotros vemos como el hombre carnal aquí. Le dije que esto iba a ser complicado, ¿verdad? Y que íbamos a revoltear nuestras cosas que ahora hemos estado creyendo. Hermano, dejo de paso. No estoy hablando de un cristiano, literal, que llegará al cielo en su estado de carnal y podrá decir, Señor, aquí estoy. Llegué. Aquí está tu señor, tu hijo, tú sabes, el carnal, el que siempre no pudo evitar más nada, el que siempre pecaba, ese soy yo, aquí estoy, pero tú me amaste tanto que, wow, señor, tú sabes que te amaba, aquí estoy yo, el carnal, estoy para ti. No, no entrará así, vamos a ver por qué. Ese es mi punto básico, quiero que se queden con eso insuminente. La primera, primer hombre, la persona natural, ya dijimos quejuda, versículos 21 y 30. Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu y declaró y dijo, de cierto, de cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar. Y así seguiremos leyendo hasta el versículo 30 donde habla específicamente de Juda que iba a ser ese que le habría de entregar. Ahora, ¿cuáles son las características de estas personas naturales? Estas personas naturales viven en su mundo Tal vez muy buenas personas viviendo a la luz de su moralidad o lo que ellos han organizado como moralidad. Otros han vivido sin importarle ningún tipo de moralidad porque no tienen que darle cuenta a Dios. En otra manera, viven para ellos vivir y gozar su vida, al igual que la viven también los otros que son moralistas. No tienen que dar cuenta a nadie sino a ellos mismos. Viven para ellos, piensan para ello, actúan para ellos, pero quieren que sean vistos como personas ejemplares en este mundo. Algunos de ellos, vuelvo y repito a otros, no les importa porque viven en su mundo natural, arrastrado por el pecado. sin tener en cuenta a Dios. Eso es importante. Por eso es que el versículo 27 dice que ellos están dominados por Satanás. Desde este versículo 27, note. Y después del bocado, Satanás entró en quién? En Juda, aquel hombre natural. Entró en él. Aquí hemos estado estudiando en la escuela dominical que en un creyente Satanás no entra. Y lo hemos visto a la luz de la Escritura, es imposible que eso pase. Puede atacarlo por no entrar en él. Aquí dice que entró en él. Entonces Jesús le dijo, lo que vas a hacer, hazlo pronto. Judas era el tesorero del grupo y se lo encontramos en el versículo 29. Tenía también un cargo de confianza. Había tenido este cargo por tres años, prácticamente, tres años antes, cuando él comenzó a seguir a Jesús allí y seguramente tenía grandes ideales aquí. Creo que era un gran nacionalista, quería ver a su país liberado del yugo de los romanos, de esas grandes potencias, venían por tiempo siendo controlados por los persas, 70 años en Babilonia. Luego salen y siguen siendo controlados por los persas, a pesar de que construyeron el templo y tuvieron una cierta, un recierto respiro de libertad aún tenían. Estaban siendo ellos cautivados y controlados por el imperio persa. Luego ven a Alejandro Magno como su liberador cuando derrotan los persas. Pero luego se dan cuenta, no por mucho tiempo, que todavía seguían estando subordinados a un imperio. Luego entran los romanos cuando también entonces allí. Por las razones que algunos conocemos acá de cómo se ha manejado la historia, de cómo vivieron, cómo se desenvolvió. Los romanos toman control de todo esto y ellos siguen subordinados. juda es posible que haya visto todas estas cosas por largo tiempo dice wow pero que tanto sufrimiento nunca hemos sido libre pero hay textos en el antiguo testamento que dicen que vendrá un libertador nuestro rey y va a luchar contra toda potencia y nosotros vamos a gobernar él tenía esa gran ilusión pero en los últimos meses juda comienza a preocuparse Porque el Señor comienza a hablar de que él tendrá que morir e irse de este mundo. ¿Cómo? ¿Y el libertador mío? Estaba detrás de un deseo, de un propósito, había confiado en ese Mesías y ahora está desilusionado. Ahora se están amontando rencores y comienza a haber defectos en él por todas partes. Todo le parece mal ahora. está inquieto, está incómodo. ¿Qué hago para zafarme de todo esto que me ha desilusionado? Ya no es mi libertador. Él no será el Mesías. Él habla de muerte que va a morir y comienza a haber acontecimientos que adelantan esas cosas, que todo parece ser real a las palabras que él mismo había estado expresando. Judas no fue detrás de la gloria de Dios. ni de glorificar aquel Mesías que él decía haber recibido. Juda necesitaba a aquel hombre para un propósito personal. Y es por eso que algunos no entienden la explicación de cómo es posible que Judas haya terminado vendiendo a Cristo por treintas miserables monedas de plata que no compensaban el valor de una persona. ya él estaba que no le importaba si era mucho o poco. Él lo daba por cualquier cosa, el caso era salir de aquel hombre que lo ha desilusionado tanto. Así vino la traición. De tomar incluso dinero de la bolsa. Lo vamos a Juan 12, 4, 6, uno de los versos que nos vamos a leer, allí se narra una historia donde él se opone a que aquel perfume sea derramado en casa de María y Marta en Betania y dice ¿por qué no se le da a los pobres? Y el Señor dice, la narración dice que realmente no hacía esto porque tenía amor a los pobres, sino porque él era ladrón, ya había comenzado a robar. No sabemos cuánto, qué tiempo había tomado para hacer esto, pero hay mucha probabilidad de que él comenzara a hacerlo cuando ya se había desilusionado de su mesito. Mientras tanto, él estaba conservando los fondos porque esos fondos son para la gran guerra que vamos a tener cuando este hombre se levante y comience. Vamos a necesitar dinero. Cuando él ve que todo esto se va abajo, no vamos a usar este dinero para lo que sea. Es posible todo eso, porque se habla, dice él es ladrón. Pero se desilusiona y comienza a protestar del por qué razón. No dan esto a los pobres. las excusas que todas las personas tienen cuando ya están desilusionadas. El hombre natural que entra diciendo yo amo al señor, yo quiero al señor, yo vivo para el señor, dan todo, trabajan, son puestos en encargos importantes dentro de la iglesia y de todo el ministerio. Le tenemos confianza, pero son hombres naturales, todavía no viven para dar la gloria a Dios, sino para complacerse yo mismo y ir detrás de un deseo personal. Esto pasaba con Budas. Esas personas, tarde o temprano lo que va a pasar con ellos es que se van a desilusionar al ver que las cosas no funcionan ni caminan como ellos creen. Terminarán de seguro diciendo, las iglesias están llenas de gente hipócrita, son falsos, todo, yo estuve ahí, yo sé lo que hay y un sinnúmero de cosas. Hay gente, sí, hay algunas que son muy buenas, pero el pastor es lo peor que hay ahí y los líderes son los peores y un sinnúmero de cosas. Cuidado si es que Satanás ha entrado en ellos. El texto nos dice que Satanás entró en ellos y entonces comenzó el problema. Jesús sabía todo esto de Judas y a pesar de ello trató de ganarle a Judas. Lo hizo en varias maneras. Primero, en el versículo 5 de este mismo capítulo 13, nos dice que él le lavó los pies. Lo cual era una actitud de humillación. Él se humilló ante aquel hombre. Luego Judas lo hizo... Luego lo invitó a sentarse a su lado Y en tercer lugar, anunció públicamente que sabía que sería traicionado por los doce. En cuarto lugar, le indicó personalmente que sabía que él era el traidor. Y eso lo vemos en Mateo 26, 25. Tú eres. Pero a pesar de todo ello, Judas persistió en la decisión de entregar a Jesús a las autoridades. Porque era un hombre natural. Su mundo no era el espiritual, no era vivir para glorificar a Dios. Su mundo estaba centrado en Él y sus propósitos naturales y carnales de este mundo. Esa era su meta. Por eso persiste a pesar de saber todo. Es en Efesios capítulo 2, versículo 2, otro versículo que no vamos a leer, pero Pablo allí es, y van, si ustedes le tienen sus Biblias y lo pueden buscar, allí Pablo afirma que si una persona no conoce a Cristo, está siguiendo las corrientes de Satanás. No se puede estar en Cristo ser de Cristo, ser cambiado y renovado por la sangre de Cristo y al mismo tiempo escuchar la voz de Satanás plácidamente y tranquilamente y obedientemente, porque lo que Satanás le dicta le conviene. Por eso el hombre natural hace eso con facilidad. El hombre que realmente no conoce a Cristo está siguiendo las corrientes de Satanás. Estamos en esa condición nosotros. Estamos dando cabida a Satanás en nuestras vidas. Estamos cometiendo pecado a sabiendas que lo estamos cometiendo, conscientes de que estamos haciéndolo, pero no hay que nomeas. Todo el mundo peca, todo el mundo falla. Yo no soy el último, ni el primero, ni el peor de todos. Seguimos pecando a pesar de las acusaciones de nuestras conciencias que nos dicen estás mal. tengamos, hermanos, cuidado de caer bajo el dominio de Satanás. Una segunda característica de este hombre natural es esta, que anda en tinieblas. Versículo 30. Ustedes me dirán, ¿pero cómo es posible? ¿Quién nos dice que él anda en tinieblas? Hermanos, al leer este verso que vamos a leer, el versículo 30 del capítulo 13, tenemos que ver al libro de Juan. El libro de Juan está cargado de simbolismo. Y Juan habla para una mentalidad que no es la nuestra. Otros no pensamos como ellos. Ellos, al afirmar y enfatizar sobre un acontecimiento, están enviando un mensaje. Así hablaban los judíos. El resaltar un acontecimiento era importante para ellos. Y este texto nos dice lo siguiente. Cuando él, Judas, pues hubo tomado el bocado, luego salió y Juana, quien enfatiza, era de noche. Juan podía aquí simplemente decir y estando en el templo, Juan salió sin mencionar ni decir que era de noche. Pero para Juan era importante mencionar eso, por lo que él mismo ya había estado explicando con respecto a lo que significaban lo que significaba luz y tiniebla. En ese momento, salir a la calle después de estar iluminado con lámpara porque no había electricidad en ese momento, tú salir a la calle era enfrentarte a un mundo totalmente oscuro. No es como ahora, por lo menos en este país que tú sales y todo está iluminado y si no hay luz, porque lo que pasa es los carros te iluminan, los vehículos te iluminan todo tu andar. Es un mundo iluminado. Aquel momento tú salir ahí era enfrentarte a una tiniebla. Está diciendo prácticamente él salió y fue de noche. Indicando aquí hay realmente un alto contenido de enseñanza con respecto a lo que era aquel hombre. No salió en tiempo de luz cuando estaba claro, sino cuando era oscuro, tal como él mismo lo era. Él vivía en tinieblas. Al comienzo del Evangelio, para confirmar lo que estoy diciendo, Juan afirma que Jesús era el Verbo. ¿No lo dice eso en el versículo 1 al 4? Cuando dice que ese Verbo era la Luz, desde el versículo 4 hasta el versículo 9. ¿No es esto un simbolismo? Luego sigue diciendo, y Él vino para resplandecer en la tiniebla, versículo 5. Luz, tinieblas, el vino y resplandece en las tinieblas. Entonces las tinieblas en la mente de Juan y lo que él está enfatizando aquí es diciéndonos el pecado es aquel que nos hace vivir en tiniebla oscuro. No vemos, no sabemos qué hacer, sino que vivimos de acuerdo a como a mí me parece. Doy mi primer paso en oscuridad sin saber hacia dónde va. Pero yo creo que es por aquí. Yo pienso que es el mejor sendero a seguir. El hombre natural sigue sus propias rutas creyendo que son las mejores. No analiza. ¿Por qué? Porque no puede ver más adelante. Porque está en oscuridad. Judas salió a oscura sin saber para dónde iba, porque él mismo estaba en tinebras. Y es en Juan 3, 20 al 21 que dice que hay una lucha entre la luz y las tinieblas, el mismo Juan. Vemos la importancia que Juan le da a la luz, la noche, la oscuridad y el día. No se me están perdiendo, verdad? Entonces, si Juan está haciendo énfasis en esto y en una ocasión tan importante, tan complicada como es hablar de la situación de Judas, él dice abiertamente aquí él sale. Pero tengan en cuenta, él salió de noche. Veanlo en la mentalidad judía. Mi hermanos, ellos entendían exactamente esto con facilidad. una nota de reflexión en todo esto. ¿Estamos aprovechando la luz de Cristo? ¿La luz del Evangelio? ¿Estamos en el templo? ¿Aquí brilla la luz del Evangelio? ¿Vamos a acercarnos nosotros a esa luz o vamos a salir a las tinieblas espirituales? ¿Cuál es nuestra condición de vida? ¿Qué es lo que más amamos? ¿Qué es lo que perseguimos? ¿Qué es lo que queremos realmente? Haciendo alusión a nuestras palabras ahora que vamos a entrar en nuestro segundo hombre y dijimos no lo vamos a hacer en su categoría porque si lo ponemos por categoría tendríamos que poner a Cristo que es el hombre espiritual en primer lugar. Esa es la meta de todos los demás. Tenemos nuevamente que hacer énfasis a estas palabras. Noten que las palabras que hemos mencionado terminan en el sufijo icos y ese icos indica que no es una palabra permanente, estática, interesante, sino que es una palabra con movimiento, que no se queda en una sola condición, que puedo cambiar de posición, que puedo mejorar o incluso posible que estemos peor. Pero lo ideal es que la persona que está en lo correcto avance hacia lo mejor. En este caso, el hombre natural que acabamos de ver, lo único que hace es avanzar a lo peor, porque dice que que el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu, porque para él le son locura y no las puede entender. Dice primero que un capítulo dos. Luego también dice que el hombre sin Cristo está muerto en sus delitos y pecado y un muerto no sabe, no puede levantarse, no puede hacer nada. Ahora no es la misma situación con el tercer hombre que vamos a ver aquí. Y si no lo es con la tercera característica que es el hombre carnal, ahora mucho menos lo es con el hombre espiritual. Nombre ya en el espíritu viviendo para el espíritu es una persona que se maneja buscando vivir exactamente como ese primer hombre que es Cristo. Son los versículos 31 al 35 que nosotros leímos hace un momento que nos hablan de Cristo y el contraste de Él entre el hombre natural y el hombre carnal. Él es la luz del mundo, Juan 8, 12, 9 al 5. Y el capítulo 12 que leímos hace un rato, 12, 46, Él es el hombre espiritual. ¿Cuáles son sus características? Entonces ahora a la luz de este verso de Juan capítulo 13. Mantengan sus Biblias ahí y vayan mirando, ya que vamos a citar los versos y algunos vamos a leer, los otros no. Bueno, lo que encontramos en los versículos 34 y 35 es lo siguiente. Un mandamiento nuevo os doy, el Señor hablando, el hombre espiritual, que os améis unos a otros como yo os he amado. que también os améis los unos a los otros. 35 dice En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si sirvierais, si tuvierais amor los unos con los otros. Rápidamente entendemos que lo que este hombre espiritual hace es amar a los otros. un hijo de Dios que quiere vivir a la luz de la palabra de Dios y en el espíritu de Cristo que vive en él ahora vivir para agradar al padre y que todo sea para gloria del padre. Ahora comenzará a amar a los otros, pero va a amar como Cristo sin esperar nada a cambio. Porque el que espera algo a cambio no es amor, sino negocio. Se entiende. Tú me das y yo te doy. No me das y no esperes nada. Lo siento. ¿Cómo voy a amar a quien no me ama? Eso es masoquismo. No soy tan altruista para hacer eso. No, yo me amo demasiado como para permitir que me maltrate. Sin embargo, fue lo que Cristo hizo. Dejó que maltrataran su cuerpo, que lo maltrataran a él por amor a nosotros. Y amar como Cristo es amar a los demás a pesar del desprecio de los demás. Ese es el verdadero amor en la vida cristiana, no el amor que nos proponen los griegos, no el amor que nos propone el mundo, que es un amor fabricado a la humanidad de los hombres de acuerdo a lo que el hombre pide o quiere. Cuando el Señor habla de amor, habla de un amor a cambio de nada, ayudar a cambio de nada. ama a tu hermano, ama a los demás, haz lo que tienes que hacer sin esperar nada a cambio. Porque mientras tengas este egoísmo de lo hago porque me amas, todavía continúas tú en tu estado natural y no en el estado espiritual, que es el de Cristo. El Señor antes de ir a la cruz ordenó a sus discípulos a amarse los unos a los otros. Constantemente lo hacía. Se presenta a sí mismo como un modelo, versículo 34, la parte B de este versículo, cuando dice, samáis unos a otros, dice en el versículo 34, como yo os he amado. Así también amemos los unos a los otros. El énfasis, como yo os he amado. Entonces comenzamos a mirar cómo es que Cristo ha amado, siendo despreciado. aborrecidos, algunos se acercaban a él con dudas, con cierto recelo, hasta que el Señor, por misericordia, le mostraba exactamente a quien Él quiso, quién era Él. Y dichosos los que entendieron quién es Cristo. Dichoso es usted si usted entiende hoy quién es realmente nuestro Salvador, porque no todo el mundo lo entiende. porque el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu. Esta es la marca de un verdadero creyente, ama a los demás, no con un amor sentimental. Ay, es que no lo aman, es que no lo quieren, no lo complacen, nada más lo atacan. Uy, no, así no, así no, así nadie aguanta, nadie resiste, no. Sorpresa, el Hijo de Dios resiste cuando le corrigen algo que glorifica a su Señor, porque no está pensando en Él ni en sus méritos, sino en cómo glorifica a Dios y cuando Dios realmente corrige a alguno de sus hijos. Pasan cosas no por casualidad. Soy a veces tan atrevido que me atrevo a decir las cosas que me pasan en los momentos instantáneos. Hace un momento alguien se me acercó y yo sentí, le digo con toda realidad, el amor del Señor. Se me acercó a corregirme algo. Gracias al Señor yo entendí porque el propósito no es verme yo, sino como Dios es glorificar y que todos marchemos a la luz de este camino de ser como Cristo. No buscar nuestro beneficio, nuestra propia gloria, no, eso es realmente vivir como un hombre que vive para el Espíritu. Es así, hablando de esto, que ahora enfatizamos de nuevo una segunda cualidad de este hombre que es espiritual. Él glorifica a Dios. Versículos 31 y 32. Entonces Jesús, cuando hubo salido, dijo Ahora es glorificado el hijo del hombre y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también se glorificará en sí mismo y enseguida le glorificará. propósito máximo del hombre espiritual, glorificar el nombre del padre y sus acciones de Cristo, las de él, la que debe ser la de nosotros, glorificaron al padre y el padre en recompensa le glorifica a él. Por eso dicen una parte que aquel que se ensalza, que se enaltece, será humillado. Porque no está viviendo de acuerdo al hombre espiritual. Los mantengo pensando acá. No quiero aburrirlo, pero con un tema como este es necesario que prestemos atención y usemos el tiempo que tenemos para ver lo que estamos diciendo. Y todavía no hemos llegado a la parte más controversial de nuestro tema. Mientras tanto estamos en que el hombre realmente que ama a Dios, glorifica a Dios. La máxima expresión de esto fue su muerte en la cruz. Si hubiese pensado en él no va y muere, sino que se hubiese escapado o hubiese armado un ejército porque bastantes seguidores tenían que podría haberlo hecho, no lo hizo. sino que paralizó a todo el mundo. Cuando aquel hombre, movido por sus impulsos, al que hoy tenemos como ejemplo de hombre carnal, sacó su espada, Pedro no tiró para quitarle una orejita o un pedacito, sino él tiró a matar. Quien lo liberó fue el Señor y no lo permitió. Incluso cuando logró herir a aquel soldado, le quitó la oreja, el Señor se la puso otra vez con el poder que él tenía. Maravilla, un milagro más antes de entregarse y los hombres aún así no podían entender. Yo me imagino si yo fuera soldado en ese momento y hubiese visto una cosa así como esa. Dice mire conmigo no cuenten. Yo a este hombre no me lo llevo. Pero al estar todo esto en los planes de Dios de que él sería entregado, ellos siguieron normalmente como todo soldado, obedeciendo órdenes. Tienen que traer a este hombre. Él fue arrestado en ese momento, pero no sin antes dejarnos una secuencia de ejemplos y de vida y de actitudes para que nosotros entendamos cómo debemos actuar ante los momentos difíciles. Hermano, así vive el verdadero creyente. No importa lo que cueste, todo lo que hace, lo hace para la gloria de Dios. Tercera característica de este hombre espiritual es que está yendo al cielo, está en camino al cielo, él va hacia arriba, él va hacia un lugar directo, sin escala. Está haciendo la voluntad del Padre. Porque así vive el creyente y tiene esta esperanza cuando vive para darle la gloria al Señor y no a él. El mundo no lo entiende, el hombre natural tampoco. hay una sola explicación. El verdadero creyente no vive para recibir cosas de este mundo. ¿Cuántas veces hemos dicho eso aquí? El asunto es que es bueno repetirlo, tal y como decía Pablo, no me voy a cansar de decir las mismas cosas hasta que las logren entender. Porque la repetimos, repetimos una y otra vez y seguimos como si no la entendiéramos. Seguimos en nuestro camino. Parecemos hombres naturales y es como Pablo le llama, le dice. Es que son creyentes, son hijos de Dios. Por qué viven como si fueran carnales? Están viviendo en la carne, están viviendo para obedecer los apetitos de la carne, sus deseos, su gozo, lo que a ustedes les conviene. No, el hombre que es espiritual no vive para recibir cosas de este mundo, sino porque sabe que tiene otro destino. El destino no es esta tierra. El destino es el cielo. Y cuando él mira hacia el cielo, todo le parece pequeño en este mundo. Todo, todo parece no tener importancia, no parece tener valor. Él deja de ser importante. Todo, todo, todo. Y comienza a ver al Señor y decir Señor que todo sea para tu gloria. Pero Dios que es compasivo al ver un hombre entregado completamente a él, que se ha despojado de todas las cosas de este mundo para decir Señor todo es para tu gloria. Entonces Dios le glorifica a él y lo bendice de otra manera diferente. Pero el Hijo de Dios no vive para que Dios le dé cosa. No vive ni se esfuerza en hacer cosas paso por paso. Primer paso para bendición. Segundo paso para alcanzar esta bendición. Tercero, cuarto y quinto. Y si lo haces, entonces serás bendecido. No el Hijo de Dios simplemente vive para glorificar a Dios sin seguir ningún paso. Sino que en el momento que se le presente Señor, esto glorifica tu nombre. Esto es para tu gloria. No viven fabricando métodos de ver cómo pueden gatusar a Dios porque no es otra cosa. ¿Cómo puedo hacer cosas para que Dios tenga que decir, wow, lo hizo, ahora yo que no quería bendecirle, ahora tengo que bendecir? De ahí las palabras, ¡decláralo! ¡Afírmalo! como si tuviéramos ese poder para decirle a Dios lo que Él tiene que hacer. ¿Cuántas veces los creyentes no piden por una petición que quiere que la conteste y Dios no la contesta? ¿Cuál es la reacción nuestra al andar en el Espíritu? Si andamos en el Espíritu, de seguro que no vamos a decir, ah señor, ya entendí que tú no me amas ni soy tu hijo, así que va, va, yo voy a seguir mi mundo. Tú estás demostrando que realmente nunca has sido de Él. El hijo de Dios, cuando ve que Dios no contesta una petición, su primera actitud y expresión de sus labios, de sus bocas, es decir, Señor, no sé por qué no lo ha hecho, pero una cosa sé, si no me ha contestado, es porque Tú sabes que no es lo mejor. Él tiene fe en que Dios está guiando su vida, porque él vive al lado de Aquel que le ha dado todo. y que le ha enseñado que la estabilidad de su vida, de su alma, de su corazón, de todas sus actitudes y sus acciones no tiene que ver con cosas de este mundo, sino con vivir para darle la gloria a él. Ya lo entendió. Ahora, mi hermano, ¿estamos seguros de eso nosotros? Esa es la pregunta que debemos hacer. Estamos nosotros viviendo para la eternidad o para este mundo. ¿Dónde están nuestras metas? Aquí, en este mundo, No estoy diciendo que no tengas metas de aquí, de este mundo. Hay que seguir viviendo. Hay que pensar en algo. Hay que trazarse porque no sabemos cuánto vamos a vivir y vivir en esta vida desamparado y sin nada como vagabundo. Pase lo que pase, porque Dios tiene control de mi vida. Así que yo mañana me voy a contar y no voy a trabajar más porque Dios sabe lo mejor para mi vida. No, tú eres un vago y el que no trabaja, que no come. ¿Se entiende? Necesitamos ser diligentes. pero que nuestras principales metas no estén aquí, porque sabemos que esto es temporal. Aquí estamos sobreviviendo. Pero cuando vemos realmente la magnitud de la grandeza de Dios, nos trasladamos al cielo con todo y lo que tengamos mucho o poco. Entonces vemos todo lo material como insignificante y con poca importancia, porque Dios está en primer lugar. Aquí, ahora sí, Vamos a entrar entonces a esta tercera categoría, no un estado, no una condición permanente, sino un obiblio. Vamos a ver por qué decimos que Pedro era una persona en la carne. ¿Cuáles eran las características de aquel hombre que luego no vemos cuando escribe su primera carta? Luego no vemos a Pedro en los hechos, vemos a Pedro campeando para mejorar y sirviendo cada vez más cerca de Dios con una actitud diferente. Ahora note, Pedro tenía un temperamento dócil, suave, fuertísimo. Fue el único que siempre estaba dispuesto a decir, yo te contesto, espérate un momentito. Siempre estaba, él quería tener la primera parte. Él quería ser el primero. Si era imperativo a Tamás no poder. Era demasiado activo, todo, todo, todo. Quería que estuviera bajo su control. Cuando aquel hombre vino, que ya lo mencionamos antes, a quererse llevar al señor. Usted no se lo lleva. Y tiró a matar. Él no estaba jugando. Dios no estaba de acuerdo con lo que Pedro estaba diciendo y lo calmó y le dijo ¿qué haces? todo esto hemos hablado tiene que acontecer todo esto Pedro ¿por qué haces lo que haces? no vas a poder detenerlo ya está programado coloca su orejita otra vez en aquel soldado que se estaba muriendo. Voy a vivir sin oreja. Imagínese ahora. Así como voy a oír qué va a pasar, por qué vine a este lugar? Por qué tuvo que ser a mí? Tal vez lamentándose, pero cuando el señor le coloca su oreja de nuevo, él no puede creer lo que está pasando. Pero como dijimos también antes, es posible que él siguiera con su labor porque era un soldado. Tenía que obedecer orden. Es como decirle al señor gracias por el favor tan grande, inmenso. Tú eres el señor, pero tengo que llevarte. no se detuvieron porque estaba programado desde la eternidad que el Señor moriría por nosotros. Pero Pedro era un hombre. ¿Qué? Versículo 37. Noten esto. Noten las actitudes de una persona que todavía tiene inmensidades de cosas que mejorar. Pedro en esta ocasión está actuando como un niño en Cristo inmaduro en lo que realmente él debería ser y que más tarde lo sería. Pero el Señor tenía que trabajar con él poco a poco. Es un ejemplo de ver la vida de Pablo, de Pedro, lo que Dios hace con cada creyente que él llama, lo llama en su mismo estado y lo va transformando. Y eso sí lo vemos en la escritura y también vamos a verlo al desarrollar esta misma parte acá de este segundo tercer encabezado de Pedro en su actitud de hombre carnal y quiero que me presten atención. Noten el versículo 37 y lo lean cuando dice el verso 37 y le digo Pedro, señor, por qué no te puedo seguir ahora? Dijo Pedro. Mi vida yo pondré por ti. Guau, Pedro, es increíble. Dispuesto los demás discípulos que estaban allí. Guau, Pedro, yo no haría eso nunca. Pero tú lo haces, tú eres el mejor, Pedro. Mi Pedro, mi Pedro, mi Pedro. Pero el señor no lo vio así. Pedro vio a un hombre arrogante, vanidoso, que quería ser el mejor entre los demás. ¿No entienden lo que es decir esto? Mi vida pondré por ti. Pedro creía en Cristo, ¿o no? Era un creyente. Yo veo una diferencia que yo espero que ustedes la vean conmigo acá. Creyente, al igual que también Judas, creyente, pero con visiones diferentes. Judas quería creer en Cristo como su libertador. Pedro era un creyente en ese Cristo, pero él quería lo mejor para su señor, no para él. Y cuando él dice realmente que estaba dispuesto a dar la vida es porque era verdad. Pero estaba haciendo porque él quería lo mejor para ese su señor. pero lo hacía de manera incorrecta. Él necesitaba que ese amor que él tenía hacia el señor. El mundo entero lo conociera, lo viera. Dispuesto a decirle yo si estoy dispuesto a dar mi vida por ti. El señor conocía el corazón de Pedro y le hace la siguiente pregunta, Pedro. ¿Tú pondrías tu vida por mí? Imagino que Pedro dijo, claro señor, porque sabe que por ti todo no hay problema. Ok. De cierto te digo, no cantará el gallo sin que me negares. Señor, lamento decirte que te equivocaste. Porque yo sé, no va a pasar. ¿Qué está haciendo Pedro? Cuando hace lo mismo que nosotros hacemos. Su palabra, la palabra de Dios nos habla constantemente sobre nuestra condición y nuestras acciones. Y nosotros decimos jamás yo haré eso. Yo he crecido demasiado. Yo soy ya demasiado alto en mi vida espiritual como para este momento decir que esas cosas me van a afectar. Por eso es que Pablo en una ocasión dice, mi hermano samado, la vida cristiana es complicada. Y déjeme decirle, si usted se cree que usted está muy firme, cuidado si cae. Porque cuando nos creemos más firme es cuando más fácilmente creemos. ¿A dónde nos está llevando la palabra de Dios? ¿A dónde nos quiere llevar Pablo? A que esa fuerza que yo digo creer que tengo y que soy lo máximo en este mundo, que soy lo mejor de la bolita del mundo, como decimos los dominicanos, realmente tú eres una persona que está mostrando demasiada debilidad espiritual, demasiada inmadurez espiritual, porque está confiando en ti mismo y no en aquel que te está diciendo no lo hagas. No es de esa manera. Yo creo en ti, pero hasta aquí. Porque creemos a la larga más en nosotros, en Dios. Ese es el niño en Cristo. El niño en Cristo termina confiando más en Él que lo que realmente le diga el Señor. Ahora lo hace inconscientemente. Y este es el punto aquí importante. Mi vida pondré por ti. La realidad era otra. Se engañaba a sí mismo. Es tan fácil hablar diciendo que amamos a Cristo. Y nos engañamos a nosotros mismos. Pensando que amamos a Cristo, pero muchas veces somos simplemente personas motivadas por la carne. Y no hay otra manera de llamarle que no sea, estás en la carne, viviendo de esa manera, dice Pablo a los corintios, no sois carnales. No actúan como las personas que viven para la carne. Saben lo que le está diciendo? Usted de inmediatamente cuando él explica los siguientes versículos, lo que están ustedes haciendo al dejarse motivar y dejar por la carne es que están viviendo como actúan los niños en Cristo, que no les no pueden. No se le puede dar otro alimento, como dice Hebreo en un pasaje bíblico de Hebreos. Dice que realmente no se le puede dar vianda, sino leche. Poquito a poco todavía los corintios tenían el conocimiento de lo que era el evangelio, pero no sabían asimilarlo ni llevarlo a la práctica. Todavía vivían como niños, que habían que darle las cosas más sencillas. no se le podía dar todavía un manjar muy fuerte porque no lo asimilaban todavía. Estaban demasiado motivados por las cosas de la carne. Y Pablo, en este sentido, cuando habla de carne, está hablando de qué? De personas motivadas, débiles en la fe, en gran manera. Vamos aquí. en la mente de Pablo está queriendo llevar a los corintios, decirle Ustedes son niños en Cristo, no han madurado porque debiendo ser ya maestro, aún continúan en este estado. Sabe el tiempo que ustedes tienen escuchando estas cosas. Incluso alguno de ustedes tal vez hasta la enseñan, pero en la práctica son exactamente como Pedro. Qué hacía Pedro? Enseñaba y hablaba de su maestro y todo el tiempo a su favor porque amaba a su señor. pero la debilidad de él lo traicionaron. Si fue antes de cantar el gallo que él le negó tres veces, ¿cuándo Pedro pensó que iba a negar a su señor? Ahora, la reacción de Pedro es la actitud de una persona que está en avance continuo, que está creciendo, que está creciendo espiritualmente, que sale de esa parte. Comenzamos como niños en Cristo, entramos según Juan a una edad de jóvenes, de adolescentes, donde nos hacemos más rebeldes porque ahora conocemos más y ahora seguimos peleando, pero sin embargo seguimos todavía en ese proceso de madurez al que no hemos llegado. Cuando se llega al proceso de madurez, cuando comenzamos nosotros a ver que la única salida para vivir en paz en este mundo es darle la gloria a Dios y no a nosotros. Mientras sigamos buscando gloria para nosotros seguimos siendo niños en Cristo y sujetos a la carne. Pablo quiere que todos los hijos de Dios salgan de ahí, salgan de ahí, no se queden ahí en ese estado de arrastre por la carne. Otra cosa es que la persona, y esto es complicadísimo aquí también explicarlo, pero lo dice la Escritura y vamos a ver por qué razón, cuando dice que Pedro todavía no estaba listo. No estaba preparado. Nota el versículo 36. Le dijo a Simón, Pedro, Señor, ¿a dónde es que tú vas? Pedro, yo quiero ir contigo. ¿Sabes que te amo? ¿Sabes que donde tú vayas, ahí yo voy? Jesús le respondió, imagino mirándolo, Pedro, ¿quieres ir conmigo? Permíteme decirte algo, Pedro. No sé si lo vas a entender. Él sabía que no lo iba a entender. Pero le dice, de todas maneras, a donde yo voy, no me puedes seguir ahora. Pero mire lo que le dice más adelante. Le afirma algo maravilloso y glorioso porque él sabía quién era Pedro y a qué lo había llamado. Tú me seguirás después. ¿Le dijo eso a Judas? ¿Verdad que no se lo dijo a Judas? Pero está diciendo, Pedro, jamás. tú podrás estar donde yo estoy en esa condición. Tu condición cambiará. Ahora, la nueva pregunta. ¿Pedro iba a hacerlo por él mismo? ¿Él se iba a cambiar y a transformar él mismo? Toda la escritura, la palabra de Dios me enseña que quien cambia y transforma al hombre es el señor. Entonces él lo llamó cuando no, cuando lo llamó a usted y a mí, a todos los hijos de Dios. Él los llamó para transformarlo, el cambiarlo para un propósito, de tal manera que cada hijo de Dios tiene un propósito. Él le da un don, una capacidad para el servicio en la iglesia, para el servicio en el cuerpo de Cristo. Pero para que llegue a ese servicio, él lo va preparando, lo va madurando hasta que él llega a la misma actitudes que tuvo que tener Pedro. Dios estuvo preparando a Pedro para que para una misión inmensa, grandísima, que tendría más adelante con respecto al Evangelio. Pero tenía que enseñarle que en ese momento él no podía. Falta mucho que hacer contigo, Pedro, pero tú me seguirás más tarde. Qué glorioso es poder decir que nosotros formamos parte en alguna manera de ese Pedro. Hemos sido rebelde. que hemos sido impetuosos, vanidosos, arrogantes, pero el Señor ha sido tan misericordioso que dice, yo te prepararé. A mí eso me deja con una seguridad, ¿sabe cuál es la seguridad? De que nadie, nadie irá al cielo sin que el Señor primero los prepare aquí, para poder entrar allá. De tal manera que como dijimos al principio, nadie podrá entrar al cielo diciendo, aquí está Señor, tu hijo, el carnal. Y no el carnal del mano, sino al que vivió en la carne. Tú lo sabes, Señor. Mira aquí yo soy el carnal que siempre pecaba. ¡Uf, pecador! Tú lo sabes, Señor. ¡Qué bueno que tú me salvaste! Imagina al Señor mirando a este tipo de personas que creen que van a entrar al cielo en esas condiciones. El Señor les dirá, apartados de mí, porque nunca os conocí. Yo me acuerdo cuando esta enseñanza de Cristiano Carnal se comenzó a enseñar en nuestras iglesias en República Dominicana. Teníamos una familia que se sentía a descansar en eso y luego influenciaron a otras hermanas. Se sentían que podían hacer de todo. Primero, se está enseñando salvo, siempre salvo. Wow, Dios me trajo y me dijo somos salvos para siempre. Y luego, después de ser salvos, siempre salvos, fue otra cosa más maravillosa. Ahora puedo vivir como un inconverso cualquiera y Dios como quiera me va a salvar porque yo formo parte de una categoría o un estado fijo que se puede llamar carnal, de tal manera que ahora yo soy un cristiano carnal. Mi hermano, una cosa es ser un creyente en Cristo y otra cosa es ser ya un verdadero cristiano en Cristo que vive para Cristo, que muere y ve todo por Cristo y dispuesto a darle la gloria a él en todo momento a expensa de él, que cuando lleguen las necesidades, los problemas y todo, él diga Señor, es para ti que yo vivo. Eso tiene que ser ejecutado paulatinamente en el orden de Dios, en el propósito de Dios, Muchos creyentes fallan y pecan y cometen pecados horribles como lo hizo Pedro. ¿Cree que fue poco? Piensen en la magnitud de lo que Pedro hizo. Negar a su Señor. Ah, mi amigo, tú haces lo mismo cuando por beneficio propio haces cosas que ofenden la santidad de Dios. Haces lo mismo que Pedro. y Dios tiene que tener misericordia de ti. Dios tiene que tener, manifestar todo su amor por ti. De tal manera que tenemos que concluir nosotros diciendo aquí que Pedro era un hombre débil en sus inicios y Dios tenía que cambiar esa actitud. La iglesia en Corintio estaba llena de hombres débiles que Pablo le llama niños en Cristo y les dice, viven todavía por ser niños en Cristo muy débiles y Satanás aprovechará sus debilidades para llevarlos a pecar, cosa que le hemos visto aquí. Ustedes están consentiendo pecados que jamás deberían consentir. han permitido que hombres vivan en fornicación abierta aquí y todo está bien. No prestaban oído a los pecados de los hombres. Y Pablo le dicen no. Nuestro Dios, al que ustedes sirven, es muy santo, muy puro. No pueden ver la magnitud de la santidad de Dios porque aún son niños. Aún son bebé. y les encanta permanecer ahí, pero hoy es el tiempo de despertar y decir Señor. Ese fue el momento en que la iglesia de los corintios despierta si no lean su segunda carta y ver la diferencia. Pablo da gracia a Dios por ella, por su avance en la fe, sirvieron aquellas exhortaciones. Lo mismo que sirvió a Pedro cuando se dio cuenta de que le había faltado a su Señor, que había vivido como un niño, creyendo que era lo máximo, que era lo grande, se jactaba de sí mismo, se creía lo mejor, pero luego se dio cuenta de que sin el Señor él no podría avanzar. y tenía que salir de aquella categoría y pasar a la categoría de hombre espiritual, que ahora vive para el espíritu, para darle gloria a Dios en todo lo que hace. Ese es el proceso más difícil de nuestras vidas. Pasar de ese estado natural en el que nosotros hemos venido y a la luz de Cristo, esperar y suplicar, rogar a Dios para que Él nos ayude a ser transformado constantemente a la medida de su gracia y de su gloria. ¿Por qué no leer algunos versos y despedirnos con estos? Cuando leemos Efesios 4.22, noten lo que dice Efesios 4.22. Vayan, buscan también Romanos 6.6 y Efesios 4.3. Estos versos primero dicen, en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos indecosos. ¡Despojense! Es el llamado de todo hijo de Dios. ¿Y para esto? No basta el reconocimiento de que así es. Ahora tenemos que entender que yo no puedo y tenemos que suplicar a Dios que lo haga para nosotros, rogarle constantemente. Romanos 12 dice así que hermanos, ruego por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Luego dice no os conforméis a este siglo, sino transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, renovar su entendimiento. ajustarlo a la luz de lo que en verdad somos en Cristo. Y ese será nuestro sacrificio ofrecido a Dios, no un cordero, no un altar, sino nuestros propios cuerpos, nuestras propias vidas. Y ahora Romano 6 6 dice, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para que su cuerpo, para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que nos sirvamos más al pecado. Estamos avanzando, estamos creciendo, mirando siempre hacia adelante, sin detenernos nunca. Pablo decía Yo no lo he alcanzado, pero prosigo. No me canso de ceder a esa meta, llegar hasta donde Dios a mí me tiene preparado el lugar donde yo debo de estar. Efesios 4, 13, por último para no cansarlo, mis hermanos, ya una nota de aliento estamos terminando hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe que lucha, que batalla tan fuerte a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios dice el Señor, vamos a llegar Pedro, tú me seguirás más tarde. ¡Le afirmó! Tú me seguirás más tarde. Y aquí dice hasta que todos, todos los llamados, los hijos de Dios y Efesios, un libro que nos habla de llamada de predestinación constante, de que Dios en la eternidad nos escogió desde antes de la fundación del mundo. Pues para eso él está hablando de que de crecimiento espiritual, de avance, de salir de esa actitud donde nosotros nos inclinamos a la carne y que vivimos en la carne, que no puede ser por mucho tiempo, porque una persona que permanece en la carne por mucho tiempo, entonces tenemos que decir vean sus frutos. Nunca han sido llamados. Estaban con nosotros, pero no son de nosotros. El Hijo de Dios constantemente está mirando un avance espiritual. Ama el avanzar espiritualmente. Busca el rostro de Dios. Pedro no se conformó con su estado. Entendió que había faltado y lo reconoció. No justificó su pecado, sino que lo lloró amargamente. El Hijo de Dios jamás justifica sus pecados porque él dice es la realidad. He ofendido a quien más amo. El hombre natural no le importa. ¿A Judas le importó? No. Buda sintió un remordimiento inmenso cuando vio lo que hizo, que por unas pocas monedas insignificantes vendió a alguien que nunca le hizo un mal. ¿Cómo no sentirse destruido? No aguantó esto. Fue y tiró aquellas monedas ante aquellos que se las entregaron para comprar a Cristo. Pero ya era demasiado tarde. No es demasiado tarde para ti todavía para venir a Cristo. No es demasiado tarde para avanzar en este camino y vida espiritual y decir, Señor, yo vivo para ti. ¿Problemas? No te voy a decir lo que muchos dicen. No te voy a vender a Cristo como si fuera una Coca-Cola o un producto comercial. Tú no eres la chispa de la vida. Ven a Él y todo te va a beber. Tómate esta Coca-Cola y sentirás el placer más grande y el calor se irá y serás lo máximo. No, Cristo no es una Coca-Cola. Cuando vengas a Cristo, vas a tener que vivir una vida de cambio, de transformación, y van a doler los cambios. Tendrás que sufrir, tendrás que ver cosas que pasan en tu vida, y cosas vendrán, pero es por amor de Dios, donde Él permitirá que pasen cosas en tu vida para que tú abras los ojos y digas, Señor, sin ti no soy nada. Así reacciona el hombre que Dios ha llamado, como llamó a Pedro. Eres tú uno de esos hombres, uno de esas mujeres, donde el Señor pueda decirte las mismas palabras que a Pedro y decirle, Josefa, Miguelón, hoy estarás conmigo. Más tarde vendrás. Asegurarte esa salvación que tiene porque Él te llamó, pero no llegarás al cielo sin que antes el Señor lo haga. No importa si lo hace en una semana, en unas horas, dos horas. Pero tú, antes de llegar al cielo, tú tendrás que ver la magnitud de tu pecado. Nadie en este mundo llega al cielo, a la presencia de Dios, sin entender que Él ha sido el más vil de los pecadores salvado por gracia. Allí nadie llegará arrogantemente. Señor en tu nombre hicimos esto, hicimos lo otro, todo para tu gloria. Oh Señor es para ti y el Señor que lo conoce todo no fue para mi gloria sino para la tuya. Pero Señor y seamos fuera demonio fue para tu gloria de tal manera que nunca los conocí. Apartados de mí al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. ¿No lo dice la escritura? Cuidado con eso porque Dios no miente. Esa es la realidad. Conclusión ¿Qué clase de persona soy yo? ¿Qué clase de persona soy yo? ¿Qué clase de creyente soy? Todavía eres tan débil como Pedro, que continúa viviendo para ti, para tu gloria, y estás haciendo cosas y cosas y cosas, porque en tu mente está simplemente que te vean como lo mejor. Así estaba Pedro. Lo máximo. No dudo que Pedro hubiese querido ser visto como el más humilde de los hombres y posiblemente hablaba mucho de humildad. La persona ninja en Cristo habla mucho de humildad. Porque hablando de humildad, él se ve humilde. Yo no soy como los demás, señor. No, no. Tú sabes que yo por ti hago lo que sea. Todo. Pero es para ti. Y tal vez ponían esa carita así, de vejitas, ¿sabes? La que siempre ponen las personas que quieren aparentar humildad. Bueno, Dios sabe, conoce mi corazón. Yo hago todo para Él, para Su gloria. Pero, por favor, nota eso. Notame ese punto. El primer punto, soy muy humilde. Anótalo. Y dilo a los demás. Yo soy humilde. Él quiere que tú digas eso. La verdadera humildad no se ve en una persona que muchas veces hace cosas que no le parecen. La verdadera humildad se ve cuando tú te humillas ante Cristo, no ante los hombres. Ante los hombres los puedes engañar, a Dios no. ¿Se entiende? Podemos mostrar sumisión, nunca discute, nunca pelea con nadie, pero ante el Señor estás peleando con Él todos los días. porque lo que haces no es para su gloria sino para tu gloria. De tal manera que Pedro tuvo que aprender que nada de lo que él estaba haciendo podía ser para su gloria sino para el sin nada. Y tenía que creerle a él, confiar en él y vivir para él. Mi hermano amado, querido, no te vayas de aquí hoy sin entender que constantemente tenemos que seguir creciendo en la gracia de Dios. que esto nunca se termina y que el Señor nos está ayudando a madurar de tal manera que yo espero que por lo menos esta congregación y aquí en adelante pueda entender que cuando usen la palabra madurez no la está usando como una persona que todo lo sabe, que todo lo conoce, sino como una persona que en medio de todos sus errores y defectos procura darle la gloria a Dios y que Él sea glorificado en nosotros. A Satanás le encanta que tú vivas haciendo calificaciones. Es que él es un inmaduro. Es que él no se porta bien. ¡Uy, cuánta inmadurez! Porque cada vez que tú reflejas eso, te exaltas tú. Y él quiere que tú te exaltes. Él ama eso. Porque eso fue lo que él hizo y lo que le propuso a Daniel. Van a ser dioses y comen de eso. ¿Tú sí imaginas lo que es ser como Dios? ¡Qué grande voy a ser! ¡Dame la fruta! ¡Dame la fruta! ¡Dame la fruta! Así somos. Queremos ser dioses buscando honra para nosotros y no para Dios. Vamos a hablar. Bendito Dios y Señor, nuestro gracia por este tiempo, Padre. Tal vez largo para muchos, incómodo para otros, pero con una gran esperanza, esperando, Señor, en este momento que ninguna de estas cosas hayan sido reales en esta ocasión, sino que todos, Señor, hayamos visto tu gloria, el deseo de aprender de ti, que nuestros corazones hoy no hayan dado muestra de arrogancia ni de vanidad sino de decirnos a nosotros mismos, Señor, te hemos fallado por tanto tiempo. Perdónanos, ayúdanos a vivir para ti. Gracias, oh Dios amado, gracias por todo lo que haces por nosotros. En Cristo tu Hijo, con gracia lo pedimos todo. Amén.
Tres categorias de personas
Sermon ID | 811191833571996 |
Duration | 1:13:00 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | John 13:21-38 |
Language | Spanish |
© Copyright
2025 SermonAudio.