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de esta porción de la palabra de Dios en estos versículos el texto nos dice que un grupo compuesto de personas de la tribu de Benjamín y otras personas de la tribu de Judá vinieron a David dice al lugar fuerte pensando en lo que sabemos de la vida de David Lo que eso nos dice, que él estaba en el lugar fuerte, quiere decir que fue un momento cuando David estaba en condiciones muy bajas. Ya para este momento en su vida había sido escogido por Dios para ser el próximo rey sobre la nación de Israel. Ya había sido ungido para eso por el profeta Samuel. Y ya había alcanzado mucha popularidad dentro de la nación de Israel. Entonces, ¿por qué está en condiciones tan bajas? Es por los celos del rey Saúl. Saúl vio su popularidad y no aguantaba verlo. Se molestó con David. Varias veces intentó matarlo. Y por eso encontramos aquí a David como fugitivo. Ha tenido que escaparse, ha tenido que fugarse del Palacio Real, de su estancia con Saúl, y está escondido en el desierto, en un lugar fuerte, fácil de defender, por si llega Saúl con su ejército para matarlo. Además ha pasado por experiencias muy difíciles, ha sido traicionado por personas quienes le debían ayuda y lealtad, incluyendo algunos de su propia tribu. Es en esa circunstancia que lo encontramos aquí en nuestro texto. ¿Pero por qué se menciona este relato aquí? ¿Qué importancia puede tener? El libro de crónicas no se escribió cuando David todavía era rey. El libro de crónicas se escribió hasta años y años después. ¿Qué valor tenía que el autor lo puso aquí? Pues para responder a la pregunta tengamos en mente que el autor de crónicas en los capítulos 11 y 12 está demostrando el apoyo amplio y profundo y extenso que tuvo David. Fue un apoyo amplio en que incluía todo Israel y por eso hacia el final del capítulo 12 se mencionan representantes de todas las tribus de Israel. Es decir, el apoyo para David no venía de un grupo pequeño, venía de un grupo muy amplio. era un apoyo profundo y significativo, pues personas de buen carácter lo apoyaron, aun cuando apoyarlo los ponía a ellos en peligro, y fue un apoyo extenso o de largo plazo, en que no comenzó solamente después de la muerte de Saúl aquí cuando encontramos a David en muy bajas condiciones se está expresando para él un apoyo profundo en el momento cuando Saúl todavía lo está buscando para matarlo y cuando, según las apariencias, Saúl iba a lograr su meta de poner fin a la vida de David. Apoyarlo en esas circunstancias es impactante porque significa un compromiso profundo, no algo ligero. Ahora bien, la causa de este apoyo amplio y profundo y extenso que recibió David, se encuentra en la frase clave de nuestro texto, que aparece en el versículo 18, cuando a Masái le dice, tu Dios, le dice, tu Dios te ayuda. La ayuda de Dios Para David, en parte se manifestó en este hecho que el Espíritu levantó ayudadores para David del pueblo de Israel, como estas personas de los cuales estamos leyendo. El hecho que Dios ayudaba a David era el motivo para impulsar a todos, a toda la nación a que lo ayudara. Y este punto era importante para el autor de Crónicas años después, porque las personas a quienes él escribió, la comunidad con quien él quería comunicarse, necesitaban ser animados. apoyar a los líderes que Dios había puesto sobre ellos en ese tiempo, también tiempos difíciles, también tiempos de desacuerdo, para animarlos entonces a unirse alrededor del líder que Dios había puesto. El autor de crónicas hace este punto, que en tiempos antiguos, y antiguos para él y más antiguos para nosotros, recibieron bendición, uniéndose en apoyo del ungido de Jehová, y los llama en sus propios tiempos a hacer lo mismo. Para nosotros, hoy, sigue siendo un punto importante, porque nosotros también tenemos que responder al llamamiento de seguir a Cristo, quien es el Hijo de David, y sumamente por excelencia el que Dios ayuda. Entonces, el punto principal del texto, es que el Espíritu Santo produjo la respuesta adecuada a las palabras de David. Para ponerlo de otra forma, ¿por qué es que tantas personas de tal calidad apoyaron a David aun en medio de peligro y dificultad? porque el Espíritu Santo los enseñó a hacerlo. Para aclarar este punto vamos a considerar lo que David dijo a los hombres quienes vinieron para buscarlo, la respuesta que el Espíritu enseñó a Anasai y cuál fue el resultado del encuentro. En primer lugar entonces vemos que David apeló a los hombres y a Dios. David salió del lugar fuerte para platicar con estas personas. Y ese hecho ya es significativo, salió del lugar fuerte, o sea, no les dio entrada a su fortaleza. Quiere hablar con ellos y quiere saber un poquito de ellos antes de permitirles la entrada. Y sale a recibirlos con una oferta de bienvenida. pero también con una pregunta acerca de su motivo en venirlo a buscar. Algunos de estos hombres eran de la tribu de Benjamín, es decir, eran parientes del mismo rey Saúl que lo estaba buscando para matarlo. Es muy lógico entonces que quisiera averiguar que quisiera preguntarles si venían para bien o para mal. Leamos el versículo 17. David salió a ellos y les habló diciendo, Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón irá a una con vosotros. Mas si es para entregarme a mis enemigos sin haber iniquidad en mis manos, véalo el Dios de nuestros padres y lo demande. Al principio David francamente ofrece ser unido con ellos. En las palabras, mi corazón irá a una con vosotros. Se expresa algo más que mera cortesía o amistad. Está dispuesto no solamente dejarles entrar a su lugar fuerte, pero también que se unan a su grupo. Les está ofreciendo que pueden compartir su vida, que pueden ser permanente y cercanamente asociados con él. Pero la oferta se hace con una condición. Tienen que haber venido en paz, no en enemistad. Tienen que venir para ayudarlo, no para traicionarlo. Por eso es que David enseguida invocó a Dios que respondiera por él. En el caso que estas personas hayan venido para maltratarlo, David quiere que Dios lo vea y lo demande, es decir, que Dios tome venganza. Es muy razonable que David diga esto, pues en su vida varias personas lo traicionaron, incluyendo algunos de su propia tribu e inclusive más adelante, de su propia familia. ¿No tendríamos nosotros la misma sospecha? Se nos acerca un grupo familiares de un enemigo muy conocido, del peor enemigo que tenemos. Yo creo que también sentiríamos un poquito de duda, un poquito de incertidumbre acerca de sus motivaciones. Pero hay que notar aquí también que David no propone vengarse a sí mismo. deja su causa en manos de Dios. Por eso digo que invocó a Dios para responder por él. Y cuando David invoca a Dios, nos damos cuenta de tres cosas. Primero nos damos cuenta que David era consciente de su propia inocencia. Pide que Dios vea y lo demande porque no hay iniquidad en sus manos o no hay violencia en sus manos, se podría traducir. Lo que David quiere decir es que no había hecho nada en contra de Saúl y éste no tenía ningún motivo adecuado para estarlo persiguiendo. La inocencia de David en este punto Queda muy claro cuando leemos acerca de su vida porque en por lo menos dos ocasiones David tuvo la oportunidad de matar a Saúl sin ninguna dificultad. En ambas ocasiones sus hombres lo estaban insistiendo que lo hiciera. Pero David se rehusó. El hecho de tener a su enemigo en la mano, poder matarlo con toda facilidad, que personas le están insistiendo que lo haga, de todos modos se rehúsa. ¿Qué más podría demostrar? Que no diseñaba ningún daño contra Saúl, que no planeaba ninguna violencia. David era consciente de su propia inocencia. David también encomienda su causa al juez justo. Él sabe perfectamente que no puede discernir los corazones de estos hombres. Entonces apela a Dios y, en cierto sentido, a los hombres mismos. Les hace saber que si estaban buscando traicionar o asesinarlo, ganarían para sí mismos la justa venganza de Dios, porque David era inocente. Y además de esto, David les da un motivo fuerte, les hace reflexionar en su deber, cuando les recuerda que tienen el mismo Dios. Eso es lo que significa cuando dice, véalo el Dios de nuestros padres, ahí en el final del versículo 17. Todos ellos eran descendientes de las personas quienes Dios sacó de Egipto para ser su pueblo escogido. Todos ellos provenían de Abraham, el padre de la nación, el padre de todos los creyentes. Por eso debían ser unidos. No debían existir estas contiendas, estos conflictos, esta violencia. entre hermanos, entre los que pertenecían al mismo Dios. ¿No es una vergüenza cuando nosotros que pertenecemos al mismo Dios, en vez de apoyarnos, nos estamos devorando? Bien, David había apelado a Dios en cuanto a los motivos de estos hombres. Enseguida Dios le mandó una respuesta. El Espíritu vino sobre Amasai quien hablaba por todo el grupo y lo hizo declarar sus intenciones de una manera que dejó completamente satisfecho a David. Entonces vemos en segundo lugar que el Espíritu produjo una respuesta adecuada. Cuando el Espíritu vino sobre Amasai Eso le permitió expresar perfectamente lo que David necesitaba escuchar. De tal manera que quedó convencido. Esa idea de venir sobre Amazay es de repentinamente dar poder en ese momento para comunicar la palabra de Dios. pero el mismo espíritu quien le dio poder a Amasai para hacer esta confesión también trabajó en su corazón y en los corazones de los que le acompañaban para que fuera su creencia sincera o sea lo que voy es que el espíritu no solamente dio el sonido de las palabras sino que también dio la realidad en el corazón. ¿De qué sirve que lo digan si no es lo que quieren decir? Esto lo podemos ver en primera de Corintios 12 y el versículo 3 donde leemos Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice, Jesús es maldito. Y nadie puede decir, Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo. Es obvio que las personas pueden pronunciar las palabras. Yo acabo de repetir la frase, Jesús es maldito, aunque nadie lo puede decir hablando en el Espíritu Santo. No por eso vamos a concluir que no tengo el Espíritu Santo. Bueno, espero que no vayan a concluir eso. Porque Pablo mismo lo puso en la Biblia, ¿verdad? Pero no puedo decir eso queriendo que Jesús sea maldito. O para tomar la otra parte del versículo, nadie puede decir Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo. Bueno, sabemos por las palabras de Cristo mismo que hay muchos que le dicen Señor, Señor, pero quienes Él no reconoce y quienes no hacen las cosas que Él exige, o sea, pronuncian las palabras, Jesús es el Señor, pero no lo reconocen como Señor en su corazón y en su vida. entonces para verdaderamente reconocer y confesar a Cristo como Señor se requiere una obra del Espíritu Santo en nuestros corazones, se puede llamar regeneración, se puede llamar Iluminación no importa tanto el término, lo importante es que el Espíritu haga esta obra en nuestros corazones, como lo hizo en el corazón de Amasai. Bueno, con la ayuda del Espíritu, ¿qué dijo Amasai? Veamos el contenido de la respuesta. Se puede resumir en una sola palabra, la palabra compromiso. Estas personas se comprometieron con David. Le dicen en el versículo 18, Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isai. Es decir, son de él. Están para respaldarlo y piensan acompañarlo aunque sea en peligro y en pobreza. lo reconocen a él como su líder y solamente buscan ser sus seguidores fieles. El pensamiento principal es de compromiso, pero podemos ampliarlo un poquito y notar que fue un compromiso completo. Amasai no puso condiciones, no dijo, si tú haces esto y nos garantizas el otro, entonces bajo esa condición por ti y contigo. No, simplemente declara que son ayudadores de David, punto. pase lo que pase, están con él. Y esto se hace todavía más claro en lo que sigue. Cuando David los encontró, habló de paz y de ayuda. Noten cómo Amasai hace resaltar esas dos palabras en su respuesta. Siguió a decir, paz, paz contigo. Cuando repite la palabra paz, es para hacerlo más fuerte. La idea es de paz en abundancia, y eso quiere decir más que la ausencia de conflictos. Incluye eso, por supuesto. Pero también desea para David toda prosperidad, una plenitud de bendición. El éxito de David era el deseo principal de estos hombres leales. Pero hay más todavía, se agrega, no solamente paz, paz contigo, pero paz con tus ayudadores. Esto expresa que están comprometidos con David de tal manera que su compromiso incluye todos los que están asociados con David. Para ellos no es suficiente que David en lo personal tenga éxito. quieren que todos los que pertenecen a David también experimenten la paz. Es como si dijeran, todo amigo de David es amigo mío. Este tipo de declaración nos deja con una pregunta. ¿Es correcto comprometerse de esta manera? ¿Es correcto decir a alguien sin condiciones, estoy contigo, estoy de tu lado, pase lo que pase, yo te apoyo? Bueno, si pensamos en la historia, sabemos que tales compromisos han resultado en la comisión de crímenes horrendas y en la protección de los malhechores, a todo costo. Este tipo de lealtad, sea para un país, sea para una organización, sea para una persona, puede ser muy fácilmente pervertida en un vicio. Entonces la pregunta es bien importante y la respuesta es que sin el Espíritu un compromiso semejante nunca se debe de hacer. Siempre tenemos que reservarnos el derecho de obedecer a Dios más que a los hombres. No podemos dar una lealtad incondicional a cualquier hombre, a cualquier persona, a cualquier organización, ni siquiera a nuestro propio país, porque Dios siempre es supremo. Pero en este caso, con Amasai y David, el compromiso fue correcto. ¿Por qué? Porque lo produjo el Espíritu Santo y porque se basaba en un fundamento teológico adecuado. Entonces vemos que el fundamento del compromiso está en las palabras que siguen, tú, Dios, Te ayuda. Esta era la razón que podían comprometerse a David de todo corazón. Cuando Amasai declara que Dios ayuda a David, está reconociendo dos puntos importantes. Primero reconoce que solamente Dios puede tener nuestra lealtad absoluta, sin condiciones. Dios siempre debe ser supremo para nosotros, y no podemos comprometernos en algo si ese compromiso va en conflicto con el reconocimiento que el Señor es nuestro Dios. Hacer tal compromiso sería violar el primer mandamiento. ¿Se acuerdan cuál es? El primer mandamiento es no tendrás dioses ajenos delante de mí. Y es por esto que, por ejemplo, un creyente soltero no debe casarse con una persona inconversa. Su compromiso con Dios hace que sea incorrecto contratar matrimonio con alguien que no toma al Señor como su Dios. Entonces, lo primero que reconoce Masai es que en nuestras lealtades, en nuestros compromisos, Dios siempre tiene que ser suprema. Pero la segunda cosa que reconoce es que estar del lado de David es estar del lado de Dios. Como Dios había escogido, ungido y apartado a David para ser el rey, entonces apoyar a David era someterse a Dios. Lo que estamos viendo es hermoso. David les había preguntado si venían para ayudarlo. La respuesta de Amasai es que no solamente vienen con la intención de ayudar. pero que vienen porque reconocen que Dios ha estado y seguirá ayudando a David. Algo en la vida de David, podría ser sus logros, o su carácter, o la manera en que Dios lo había librado de la mano de Saúl, o todas esas cosas juntas, habían dejado muy claro una cosa para estos hombres. Dios ayudaba a David. se dieron cuenta que dijo, tu Dios te ayuda. Amasai y los otros quieren ser de David y estar con él porque Dios ha manifestado que él es el Dios de David y que Dios lo acompaña en todas sus tribulaciones. Bueno, David había apelado a Dios y Dios le había contestado. El Espíritu hizo que Amasai diera una declaración de lealtad tan sincera y tan contundente que alivió las sospechas de David y lo dejaron animado. Y así en el versículo 18 llegamos al resultado de este encuentro cuando leemos que David los recibió y los puso entre los capitanes de la tropa. En la bienvenida dada a estos hombres comprometidos encontramos dos aspectos. Primero, simplemente que David los recibió, es decir, cumplió su palabra de unir su corazón con ellos si venían en paz. ya que se han declarado, no hay ningún obstáculo en aceptarlos al grupo y darles entrada al lugar fuerte. Pero David hizo más de lo que había prometido porque también los dio posiciones de honor. Fueron aceptados a membresía completa y ya sea inmediatamente o con el lapso del tiempo ocuparon un lugar entre los oficiales de la tropa no solamente soldados de pie, sino oficiales, capitanes. David, es decir, nos recibió con entusiasmo. ¿Este relato de la vida de David se dio por mayor motivo que ser un cuento interesante o algo que nos inspira a ser mejores? Es obvio que sí. Este relato explica el papel que Dios mismo ocupó en traer a David al trono. Fue por la obra de Dios que David recibió un apoyo amplio, y fue porque Dios lo ayudaba que todo mundo tenía un motivo adecuado para ayudarlo. Era obvio que Dios estaba del lado de David y por eso personas lo ayudaron y personas lo debían de ayudar. ¿Pero nosotros qué aprendemos? ¿Hay algún líder político o popular con quien podemos comprometernos absolutamente sabiendo que él es escogido y aprobado por Dios? Pues diría que hay solamente uno, Jesús, el hijo de David. David es su antecedente. Y como rey, David simbolizaba a Cristo. O sea, lo que era cierto en algo pequeño de David, es cierto en toda su plenitud en Cristo Jesús. Hamasay dijo, por ejemplo, que Dios había ayudado a David. Bueno, recordemos cómo Dios ayudó al Señor Jesús, lo levantó de los muertos, lo exaltó hasta lo sumo. No puede haber una ayuda más grande que esa. No hay ningún otro con quien nos podamos comprometer y a quien nos podemos encomendar. Jesús verdaderamente es el Rey escogido y apartado. Entonces lo que aprendemos nosotros es que debemos comprometernos absolutamente. con el Señor Jesucristo. Venimos a Cristo en un rendimiento total, sin poner condiciones y sin definir nuestras obligaciones. Es decir, cuando venimos a Cristo no decimos, pues yo te sigo si me garantizas esto. Y si no me obligas a hacer esto otro, yo te voy a seguir, pero con estas condiciones. Quiero que nuestro contrato contenga estas cláusulas, definiendo mis responsabilidades y aclarando cómo va a ser mi salario. Así no venimos a Cristo. Venimos a Cristo para negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirlo donde quiera que Él nos guíe. Estaríamos mal comprometernos con cualquier otra persona de esa manera, pero estaríamos mal intentar comprometernos con Cristo. de otra manera, de poner condiciones, de no dar un rendimiento absoluto. ¿Pero podemos ser completamente leales a Cristo? Pues es Dios mismo, Él mismo es el Dios supremo quien exige todo nuestro corazón. ¿Podemos confiar en Él sin ninguna duda o reserva? Porque él es fiel y justo. Podemos seguir todos sus mandamientos sin demorar o vacilar. Él es el salvador del mundo. ¿A poco nos va a mandar a que hagamos algo que no conviene? Que no es justo, que no es bueno. Para nada. De la misma manera que David prometió unirse a los que vinieron a él en paz, Cristo también promete nunca echar fuera a los que vienen a Él. En gracia nos confirma que todos los que confían en Él son bienaventurados. Y de hecho Él mandó Su Espíritu para dar testimonio de Él y confirmarnos en la creencia que Él es el Señor. Y Jesucristo da cosas mucho mejores que David. Nosotros no somos hechos capitanes de la tropa. Apocalipsis dice que somos hechos reyes y sacerdotes para nuestro Dios. Pero también aprendemos que debemos desear la paz de los ayudadores de Cristo. Cuando pertenecemos a Cristo es un poquito como cuando nos casamos. Normalmente cuando nos casamos recibimos entrada a una familia nueva, pues la familia de la pareja viene a ser también nuestra familia. Ahora, a veces con los suegros, o a veces también en la iglesia, sentimos que simplemente estamos aguantando estas otras personas, que es algo desafortunado que seamos ligados por medio del compromiso del matrimonio, o lo que sea. Pero esta actitud no es la actitud que demostró Amasai. Dijo, paz contigo, paz con tus ayudadores, desea paz para todos los que están asociados con David. Entonces yo pienso que la realidad no es que estamos aguantando a nuestros hermanos en Cristo. A veces eso sentimos. Pero cuando lo sentimos así, nos estamos equivocando. La realidad es que amando a Cristo, vamos desarrollando un amor para todos los que pertenecen a Cristo en base de eso mismo el hecho que pertenecen a Cristo no es en base de su personalidad o su cultura o sus dones es solamente en base de que pertenecen a Cristo Bueno, en el caso de cada uno de nosotros, el compromiso con Cristo puede tomar formas algo distintas, pues cada uno de nosotros tiene su trabajo individual para realizar. Pero hay ciertas cosas que son iguales para todos. los que pertenecen a Cristo. Confesar a Cristo delante de los hombres es algo que nos corresponde a todos. Ser bautizados es algo que nos corresponde a todos. Unirnos a la Iglesia Es algo que nos corresponde a todos. Y sobre todo, poner toda nuestra confianza en Jesucristo. Es algo que nos corresponde a todos. Que el Señor en su gracia conceda que todos hoy, digamos, por ti, oh Jesús, y contigo, oh Hijo, de Dios, pues tú Dios te ayuda. Amén.
El Espíritu de Alianza
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El Espíritu de Dios iluminó para estar del lado del ungido de Jehová, no obstante su condición baja y su situación peligrosa.
Sermon ID | 72124203317976 |
Duration | 34:03 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | 1 Chronicles 12:16-18 |
Language | Spanish |
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