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Vamos a leer todos juntos, les invito a leer conmigo en voz alta si gusta. Por lo demás, hermanos míos, fortalecedos en el Señor y en el poder de su fuerza, vestidos de toda la amadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomar toda la madura de Dios para que podáis establecer en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con la presa del Evangelio de la Paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos del fuego del maligno. Amén. Vamos a orar. Nuestro Padre, ya te damos gracias una vez más por la Palabra de Dios. Gracias, Señor, que tu palabra es real, verdadero y eficaz. Que, Señor, si tú dices una cosa que podemos tener victoria, es cierto porque tú lo has dicho. Muchas veces, Señor, nos desanimamos en el día malo, como dice aquí, pero tú nos has dado todo lo que nos hace falta para ser firmes y fuertes en la batalla contra el diablo, contra el mundo, y contra nuestras propias pasiones carnales. Señor, te rogamos que nos ayudes a ser siempre más santos, siempre más serviciales, siempre adorarte más y mejor, porque Tú, ayudándonos, recibes la gloria y la honra y la alabanza. No podemos hacer estas cosas, Señor, humanamente. Tú nos dices cosas, como ser santos, que no podemos hacer la carne. La carne resiste, no quiere. Pero, Señor, Tú nos has dado una nueva naturaleza, y nos has dado mejor que eso el Espíritu Santo de Dios para morar en nosotros. Tenemos el poder de Dios, la omnipotencia, a nuestro lado, en nuestras vidas y corazones para fortalecernos. Ayúdanos, Señor. Ayúdanos en chuparnos este poder. Estar orando sin cesar, siempre meditando Tu Palabra día y noche, memorizando versículos de la Biblia, para que meditando en esos versículos, meditando en Tu Palabra, podamos ser firmes y fuertes en contra de las acechanzas del diablo. Ayúdanos, Señor, ser astutos, entender cómo obra el diablo, para que podamos ser más que vencedores, ser cristianos felices, santos, serviciables a Ti. No desanimarnos de servir al Señor, sino cada vez que hay una lucha, ya esperar que va a venir. Pero a medida que esperamos que vengan las luchas, esperar más que Cristo nos ayudará, si sólo nos acercamos a Él. Si nos alejamos de Ti en la batalla, vamos a fallar, fracasar. Vamos a ser vencidos. Pero si nos acercamos a Ti Señor somos más que vencedores por Cristo quien nos amó. Ayúdanos Señora, glorificarte en nuestras vidas ahora en el nombre de Jesús. Amén. Está hablando aquí, en la otra semana mencionamos del día malo. Hay muchos sentidos de cuando es el día malo. El hecho es que cada día es malo en sí, ¿verdad? Pero por esa razón tenemos necesidad de acercarnos al Señor cada día. Porque las tentaciones hacen el día malo. Si yo me alejo de Dios, es un día muy malo. Si el diablo está luchando contra mí, es un día malo. Un día vendrá el juicio, y si no estoy en Cristo, salvo por Jesucristo, será un día muy malo. Cuando Él me he hecho el infierno, mi propio mérito, porque ninguno merecemos el cielo, sólo el infierno, pero los que hemos aceptado a Cristo para ser salvador, Cristo ya, habiendo pagado por nuestro pecado, entra en nuestras vidas, nos limpia nosotros de todo pecado, y nos hace estar firmes en el juicio del Señor en este día tan malo del futuro. Y no tenemos ninguna lucha del diablo, ningún día malo que el diablo puede traer, pues cuando estamos en Cristo sabemos que tenemos todo lo que nos hace falta para resistir al diablo y la carne, y estaría victoriosos, vencedores, santos a la gloria del Señor. El hecho es que nos da armadura cristiana. Aquí hemos visto parte de eso con Efesios 6 y versículo 14. Tenemos los lomos ceñidos con la verdad. Cuando tenemos fe en la verdad, en la palabra de Dios, y somos cristianos de verdad, sinceros en nuestra fe, en la palabra de Dios, Esa sinceridad, esa fe verdadera, esa fe en la palabra de Dios nos da fuerza para aguantar. Y entonces habla allí de la cuaraza de justicia. Si yo creo en la verdad, que es la palabra de Dios, Esa fe va a cambiar mi vida. No va a ser una fe solo de mente, como veremos aquí un poco esta semana, a lo mejor la próxima, pero va a ser una fe que me transforma. El hecho es que si yo tengo fe en tu palabra, cuando tu gritas, fuego, fuego, Y yo creo lo que tú dices, que hay fuego en el edificio, si tengo fe, va a cambiar mis acciones. No voy a quedarme sentado allí, voy a correr fuera. Si hay fuego en el edificio delante, y alguien dice, ¡Fuego! ¡Hay un bebé en ese fuego! Eso va a cambiar las acciones de mucha gente. Algunos van a hasta arriesgar su vida para entrar, para rescatar al bebé. Por lo menos van a llamar rápido los bomberos o tratar de subir una escalera o hacer algo si puede. Pero el hecho es que la fe cambia mis acciones. Si yo tengo fe que el fuego me va a quemar, no voy a poner mi mano en el fuego. Lo que pasa es que padres dicen a sus hijos, el fuego quema. Y los hijos no creen eso. Así ellos tienen que poner la mano al fuego, o no van a creer, hasta que ellos se quemen, ¿verdad? Así es, que podemos decir, el pecado causa dificultades en tu vida, y trae castigo y juicio de Dios. No, ese pecado no me hace nada mal, y hasta que uno crea, no va a dejar pecado. Tiene que tener fe que lo que dice la Biblia es la verdad, que tu pecado te alcanzará, dicen números, que cada pecado trae castigo de Dios y muerte. Lo que pasa es que Dios es un Dios paciente, ¿verdad? Él nos muestra como padres de ser pacientes con nuestros hijos. Porque cada vez que yo hago una cosa mala, ya no viene un relámpago del fuego. ¡Pum! Ya, has hecho mal. Muerto, ¿verdad? Gracias a Dios que eso no pasa, que Dios es paciente, o todos estaríamos ya muertos de una vez. Pero el hecho es que Dios es paciente. Pero a veces pensamos que Dios no va a castigar. dice en 2 Pedro 3 que los incrédulos dicen no hay un Dios, no viene Cristo, yo no tengo fe en eso porque las cosas siguen como siempre, los malos hacen mal y se enriquecen. Ese es el problema en Salmo 32 creo que es. Y el problema en Job, que están los supuestos amigos de Job, diciendo, mira, si Dios es tan bueno, ¿por qué deja a los malos enriquecerse y los que parecen buenos empobrecerse? Parece que no hay justicia en la tierra. Y así es que el Señor está indicando, mira, al final del tiempo habrá un juicio. Y si bien en esta vida o no, habrá un juicio. Y hay que tener fe en eso. Y así cuando tengo fe que habrá un juicio por vivir una vida pecaminosa, impía, lejos de Dios, va a cambiar mi vida. Y si yo tengo fe que eso no va a pasar, mi fe va a ser mi vida tranquila y no voy a temer al Señor. Pero el hecho es que la fe cambia mi vida, me hace acercarme a Dios, me hace alejarme del pecado, me hace rescatar las almas perdidas y tengo fe que ellos no van a ir al cielo si no aceptan a Cristo, que van a ir al infierno si rechazan a Cristo. Con esa fe, que los mundanos irán al infierno, me motiva para hablarles de Cristo y orar por sus almas para animarles a aceptar a Cristo. Pero aquí tenemos que mi propia vida dice allí que tengo la corazón de justicia. Mi vida está cambiada en una vida de más justicia. Primero tengo la justificación, perdón de Cristo. Y si el diablo me ataca, tú eres un pecador, vas al infierno, tú eres malo. Puedo decir no. Tengo fe en la justificación de Cristo, el perdón de Cristo. Cristo pagó por mis pecados, diablo. Ya voy al cielo. El diablo no me puede atacar porque tengo fe en la justicia de Cristo, la justificación, el perdón de Cristo. Pero esa fe que me da seguridad y salvación también cambia mi vida para ayudarme a querer vivir una vida más justa. Y si uno no quiere vivir una vida de justicia, no diga que tiene justicia. Y entonces el diablo cuando me atrapa y dice, tú no eres salvo, puedes decir, mira yo fui Ya no soy nada perfecto, pero Dios me ha cambiado mucho. Así es el poder de Dios, de tomar un pecador como era yo, y todavía no soy perfecto, pero me ha cambiado mucho. Y mucho en mi vida es una vida de justicia ahora, que no era antes. Y así, diablo, vete de aquí. Soy cristiano y la prueba es que tengo perdón en Cristo, pero tengo la transformación de Cristo en mi vida también. Y yo de verdad, antes ni quería vivir una vida justa. Ahora quiero vivir una vida de justicia, de servir al Señor. Y el Señor está ayudándome más cada vez. y por esa razón yo tengo defensa contra el diablo cuando me ataca y dice tu has hecho mal y hemos dicho esto es como un acusador en la corte si tu has hecho mal y te acusan vas a ir a la carcel vas a cagar por lo que has hecho porque no tienes defensa si has hecho mal y así es que tenemos nosotros defensa si no hemos hecho mal Y si yo no he hecho mal y alguien me acusa de eso, mi justicia es mi defensa. Yo tengo lo que en inglés llamamos un alibi, ¿verdad? Un testigo, una excusa, una razón de por qué yo no pudiera haber hecho tal cosa. Yo no estuve en ese lugar en ese día. Yo estuve en otro lugar. Tengo una excusa, un alibi, un testigo que yo estuve en otro lugar. Yo no hice eso porque no estuve allí. Si yo estoy en justicia, es como una coraje que me protege. Pero si yo no soy salvo, y yo de verdad he hecho muchas cosas malas, el diablo me ataca y me daña, ¿verdad? Porque yo sé que no he hecho justicia. Y así la justicia me guarda, y la justificación me guarda aún más, porque ninguno somos perfectamente justos en esta vida, pero tenemos el perdón de Cristo, que es nuestra protección. La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, y su justicia nos guarda de acusaciones del diablo. Entonces, tenemos en Efeisios 6, versículo 15, hablamos la semana pasada de calzados los pies con aprezo del Evangelio de Paz. ¿Cómo puedo estar firme y fuerte? Estar bien calzado. Uno que viene a la batalla viene con botas bien fuertes de serpientes y diferentes pedazos de metal no pueden penetrar esas botas y así que yo vengo aquí firme, verdad, con el calzado que el Señor me da que es proyección contra el diablo. Y quiero causar lo que el Señor me da, el apresto del Evangelio de la Paz. Apresto es la preparación. Tengo que conocer la Palabra de Dios. Estar preparado con memorizar la Biblia. Dicen Salmo 119, 9 al 11. Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar su Palabra. Así que la Palabra de Dios, cuando está guardada en mi corazón, me guarda de pecado. Muchos ponen en sus Biblias un dicho que hace de él, Molde, un gran evangelista, Molde, hace más de un siglo puso, pero muchos otros que han escrito, en muchas Biblias, a veces es bonito en la tapa en blanca poner algunos dichos, verdad, para ayudarte. Y hay un dicho que muchos ponen que es Este libro me guardará del pecado o el pecado me alejará de este libro. Y es lo que pasa cuando usted quiere vivir en el pecado, no quiere leer la Biblia. Y cuando usted está memorizando la Biblia, meditando la Biblia, a lo mejor tome un versículo como de Efeisios 6 aquí, en verdad, y comience con versículo 10. Por demás hermanos fortalecidos en el Señor y el poder de su fuerza, vestidos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra los hechazos del diablo. Comienza a memorizar esto. Lo repite muchas veces. Vestidos de toda la madura de Dios. Vestidos de toda la madura de Dios. Vestidos de toda la madura de Dios. Para que podáis estar firmes. Para que podáis estar firmes. Vestidos de toda la madura de Dios. Para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo. Contra las acechanzas del diablo. Vestidos de toda la madura de Dios. Para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo. Lo repite muchas veces y entonces a lo mejor lo escribe en una pequeña tarjeta y lo lleva con usted durante el día. O consigue como yo tengo casi siempre un pequeño Nuevo Testamento que me cargo por allí y muchas veces puede abrirlo y leer ese versículo, lo subraya allí, lo marca allí donde está para que pueda ir llenando tu mente de la Palabra de Dios. Y así es que con eso puedes estar firme contra las hechanzas, los ataques del diablo. Pero aquí tenemos en este versículo, calzados los pies con el apresto. Tengo que tener apresto, la preparación, tener la Biblia entendida y memorizada. Por eso tenemos la clase de la Escuela Biblical aquí en las 10 y todos mis sermones, ¿verdad? Y el Instituto Bíblico. Para ayudarte a estar preparado para luchar contra el diablo con un entendimiento de la Biblia. Sabiendo que la Biblia dice esto, que Dios es verdad, Él promete esto, Tú ya puedes decir, no, ya eso fue la defensa de Jesús en el desierto. Recuerda la tentación. Vino el diablo tomando la Biblia. Él también sabe la Biblia, ¿verdad? El diablo sabe la Biblia. El diablo dice, no dice la Biblia tal cosa. Y el señor no discutió, aunque el diablo puso la Biblia, solamente dio otra palabra de Dios para dar defensa. Y dijo, no, diablo. El señor dice que yo no debo adorar más que mi padre, no debo obedecer más que mi padre. Y así que tomó la palabra de Dios, la Biblia, para defenderse contra el diablo. Si usted no conoce la Biblia, no tiene el apresto del Evangelio, La preparación, conocimiento, dice en 1 Pedro 3.15, está preparado para dar defensa de la fe que está en usted. Usted necesita entender la vida. Si quiere saberlo, yo le ofrezco, hasta los que aceptan a Cristo, yo normalmente les doy un librito, Y usted busca un versículo y pone allí, ¿verdad? Hay una pregunta. ¿En quién debemos creer? Y pone Juan 3.16 que dice, creer en el Hijo de Dios, ¿verdad? En Jesucristo. ¿A quién ama Dios? De tal manera Dios amó al mundo que ha dado su Hijo Unigénito. ¿Qué dio Dios para nosotros? Dio su Hijo Unigénito para morir por nosotros. Y allí usted busca en la Biblia, y entonces le ofrezco a venir con el libro, la cosa, el manual, ¿verdad? Una vez que lo rellene en su casa, ya lo miramos si usted ha entendido la cosa. Usted, yo no voy a ir a casa de doscientas personas y decir, ya está estudiando la Biblia, que aprendí. Yo trato de hacerlo una vez cada año, par de años, voy a cada casa. Pero el hecho es que si me invita yo voy, ¿verdad?, en cualquier momento. Pero usted tiene que invitar o usted tiene que traerlo y juntos lo estudiamos. Esto es su servicio. Como pastor aquí estoy a su disposición. No voy a estar aquí siempre. Habrá otros pastores, a veces están a su disposición. Hay pastores que no, ¿verdad? Pero el hecho es que si usted quiere estudiar más la Biblia, quiere que alguien repase lo que estudia usted, estamos para servirle. Pero si no toma la iniciativa, no se queje de que usted no aprenda la Biblia. Pero tiene que prepararse. Eso es el apresto. la preparación del evangelio por estudiar la palabra. Pero ya hoy vamos a ver esta palabra paz y la primera parte del versículo dieciséis, sobre todo tomar el escudo de la fe. Hemos hablado de calzado para firmeza en la batalla y el calzado que me hace firme es preparación del evangelio y entonces es el evangelio de la paz. La Paz, puede ver en contexto, habla en capítulo 2 de Efesios. Un gran secreto para estudiar la Biblia es buscar la misma palabra en el contexto donde el escritor lo usa para entenderlo mejor. ¿Qué es la Paz? Vamos a leer Efesios 2, 13 y 14. Si quieres leer conmigo versículos 13 y 14 de Efesios 2. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanas por la sangre de Cristo, porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo una, derribando la pared intermedia de separación. Entonces, ¿qué es paz aquí? Número uno, dice, Él es nuestra paz. Jesucristo es nuestra paz. Lo que está indicando es que los judíos tenían su religión, los gentiles tenían sus religiones. Siempre que queremos discutir religiones hay guerra, no hay paz. Hay discusiones, hay argumentos. Yo soy protestante, yo soy católico, yo soy judío, yo soy musulmán, yo soy mormón, yo soy testigo de Jehová. Entonces siempre hay discusiones cuando hay discusiones de religión. ¿Qué es lo que nos puede hacer la paz? Si todos seguimos la palabra de Dios y Jesucristo como el único Salvador, estaríamos en perfecta paz y armonía. Siempre lo repito y ustedes lo han enseñado del triángulo que allí tiene Jesucristo, aquí soy yo, aquí es usted. Por más que tú y yo nos acercamos a Jesucristo cuando estamos de acuerdo con Jesucristo en todo, Estamos de acuerdo uno con el otro en todo. Si yo me alejo de Jesucristo, usted se aleja de Jesucristo como un triángulo, nos alejamos uno del otro también, y tenemos discusiones. Jesús es nuestra paz. Cuando, si todos los mormones creían que Jesús es parte de la Trinidad como la Biblia dice, todos los mormones serían salvos y estaríamos en paz con los mormones y nunca ninguna discusión. Pero ellos no creen la doctrina bíblica acerca de Jesucristo. Los testigos de Jehová lo mismo. Ellos no creen que Jesucristo es parte de un Dios en tres personas de la Trinidad. Así que, como los dos no creemos la misma cosa de Jesucristo conforme a la Biblia, no estamos adecuados uno al otro. Si yo creo lo que dice la Biblia, como creo que es el caso, y si ellos creen lo que dijo la Biblia, ya no habría testigos de Jehová y mormones y protestantes y católicos, sólo habría cristianos, porque todos estaríamos de un corazón y una mente en Cristo. Pero aquí encontramos que Él es nuestra paz. Cuando los judíos aceptan a Cristo como Salvador, en Cielos le aceptan como Salvador, en Cielos y judíos están en un solo cuerpo, ya no hay enemistades entre ellos, ya hay paz. En la familia, siempre que un hombre acepta a Cristo y la mujer no acepta a Cristo, Cristo dice, dijo, no he venido para traer siempre la paz, sino a ver de la espada a la casa, para ver quién de verdad me ama a mí más de lo que ama padre, madre o hasta su familia. Y entonces cuando uno hace paz con Dios, Dios puede usarte para ganar tu esposo o tu esposo a Cristo, y entonces ellos llegando a ser cristianos van a tener paz. Pero mientras que ellos dicen, no, yo tengo mi religión y si tu religión es Jesucristo y mi religión es ser un mormón o lo que sea, nunca habrá paz, Cristo vino para traer, ya había división, pero el hecho es que ya hay más división a veces cuando uno cree en Jesús y otro no quiere, hace que el otro acepte a Jesucristo. Y eso es una cosa que dice aquí en este versículo que es al final de ese versículo, lo que es el dardo del fuego del maligno, en versículo dieciséis. Un dardo del fuego del maligno es desanimarnos con personas que nos critican, personas que se ríen de nosotros por ser cristianos, personas que dicen, tú no eres de mi religión porque solo crees en Cristo para ser tu salvador, Y entonces muchos se desaniman de servir al Señor por las críticas y por problemas que otros causan a los que quieren seguir a Jesucristo. Pero, así es, que tenemos que decir, ¿cómo puedo estar firme y fuerte si la gente me critica? ¿O será que me hace más a Jesús quien es la Paz? Él me trae Paz. ¿Y quién es esa Paz? Primero es el mensaje del Evangelio, la Paz. Es el mensaje de vida eterna. Porque habla del Evangelio, Buenas Nuevas, de Paz. Es que es un día que voy a estar en el cielo. Nunca habrá más guerra. Nunca habrá más lucha. Nunca habrá más división. Y así estaremos en paz. Es las buenas nuevas que voy a estar en el cielo. Y la paz con eso es el Evangelio de perdón de mis pecados. Evangelio. ¿Qué significa Evangelio? Viene de dos palabras griegas. Ángelio es como ángel. El ángel es mensajero. Un ángelio es un mensaje. Y así que Evangelio. Viene Ev es la palabra bueno en griego. Eu realmente o Ev es bueno. Así que un griego que te saluda dice, Eyo, Eyo, eso es bueno, eso es bueno, ¿verdad? Así que es el mensaje, el angelio, bueno, es el buen mensaje. A veces hemos cantado con los niños en corritos que dice, Noticias buenas yo te doy... Y así como un hombre que tiene una... Yo hice eso de niño, ¿verdad? De pararme en la esquina con periódicos en un centro comercial y decir... ¿Alguien quiere comprar un periódico? ¡Diez centavos! Aquellos días eran diez centavos. Eso es para los viejos que recuerdan niños que hicieron eso. Ya los niños no pueden vender periódicos porque hay demasiado peligro para un niño salir y hacerlo. Pero en aquellos días, hay noticias o hay especiales. Alguien quiere leer las noticias. Y el hecho es que el Señor no nos da noticias malas, sino buenas. Que aunque somos malos pecadores, merecemos el infierno. Jesús pagó por nuestros pecados. Nos gana perdón del pecado y nos gana la seguridad de ir al cielo. Dice allí en Juan 14, voy a preparar lugar para vosotros que están en el cielo, en la casa de mi padre y muchas moradas hay. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Jesús es el camino al cielo y el perdón. aquí encontramos entonces que eso es el evangelio, el evangelio perdone mi pecado, seguridad de ir al cielo, poder para cambiar mi vida, transformar mi vida y cuando creo del evangelio yo tengo promesa de una vida eterna de paz y alegría y hasta ahora mismo Yo que tenía mi conciencia molestándome, ya tengo paz en mi alma, paz en mi conciencia. Ya estoy perdonado de todo lo malo que hice. Por esa razón algunos cuando aceptan a Cristo piensan en todo lo malo que han hecho. Y dice Jesús, usted pagó por todo ese malo, gracias que la sangre de Jesús me lípida y todo pecado entre mi corazón y vida. Sálvame Señor, perdóname, cámbiame, gracias por tu perdón, gracias por salvarme, aleluya. Y a veces hay lágrimas. Cuando yo acepté al Señor, era un viernes o sábado, creo sábado por la noche, en un campamento. Y empecé a llorar, pensando, estoy perdonado de toda mi maldad. Nadie me puede acusar de ser malo porque Cristo me perdonó. Y Él me va a cambiar. Voy al cielo. Y me lloré, verdad, de alegría de que el Señor me había perdonado de ser tan malo. aquí encontramos que dice que eso es la paz que entra en tu corazón que yo siempre hice mal es como cuando usted hace mal a otra persona y lo confiesa y la persona te dice te perdono y ya te sientes bien ya te sientes en paz porque tú no querías confesar que habías hecho mal pero sabía que habías hecho mal y tu conciencia te molestó mi tío y hasta muerto, pero cuando era un jovencito, habían de niño robado una tienda muchas veces, allí en el campo, de un caramelo, algún dulce, ¿verdad? Cuando llegó a conocer al Señor, dijo que conoció al Señor, Dios sabe, era liberal, pero de cualquier manera dijo que acertó al Señor. Y cuando lo hizo, una cosa que me hace pensar que era sincero, aunque más tarde se confundió con un modernismo y liberalismo. Allí cuando dijo que aceptó el Señor, dijo que el Señor le convenció de todo lo malo que había hecho. Dios ya le había perdonado, pero quería restaurarlo un poco. Y así que fue a la tienda y juntó dinero y pensó en intereses y dio a ese señor un cálculo de lo que eran los caramelos que había robado de niño. El señor dijo, ¿qué es esto? Y dice, bueno, es que ya soy cristiano y de niño te robé mucho. No sé, estaba en mi conciencia y así que ya mi conciencia está libre. Y así es la paz que entra en nuestras vidas. Cuando estamos perdonados y restituidos y Dios nos guía para hacer algo así, ¿verdad? O pedimos perdón, confesamos otros, y eso es paz. Primero la paz que voy al cielo, que tengo pecado perdonado, paz de haber tenido todo allí, ha confesado al Señor, pero esa es la paz de victoria final. Estamos en guerra contra el diablo, contra la carne, contra el mundo que nos critica y que se burla de nosotros, pero el hecho es que un día el Señor va a venir del cielo, la Biblia dice. En este día habrá lo que se llama un rato, un arrebatamiento. Eso es cuando cada cristiano que crea en Jesús de verdad va a... Cristo viene a las nubes desde el primero de Tesco en 1604 y en las nubes ya va a llamar con voz de arcanje, voz de trompeta... Y en ese momento, ¡pum! Cada cristiano va a desaparecer para ir al cielo, para subir al cielo con Cristo, que vino para recibirnos en las nubes. Allí la Biblia dice estaremos 7 años en el juicio del Señor, recibiendo galardones y eso, y entonces vamos a bajar con Cristo, para que Él gane la batalla de Armagedón. Porque en esos 7 años que estamos en el cielo con el Señor, Hay una gran guerra con un anticristo aquí en la tierra y esa guerra tiene su cumbre en Armagedón allí en Israel cuando todas las naciones vienen a Israel para batallar unos contra otros y en ese momento Cristo vuelve a la tierra con nosotros los cristianos y Él cuando pisa la tierra dice que estén destruidos Y es como una bomba nuclear, parece la palabra del Señor, que va a destruir todos los enemigos del Señor. Y entonces, Él va a limpiar la tierra y establecer por mil años en esta tierra, Apocalipsis 20, va a establecer un reino milenial. Puede leer de eso Apocalipsis 10 y 9 y 20. Pero allí entonces Él establece una etapa de paz, de mil años en la tierra. Pero hasta antes de eso, todas las guerras que yo tenía con mi pecado, con la gente, con el diablo, ya cuando yo subo con el Señor al aire, sea por el rapto, arrebatamiento, o sea por mi muerte cuando mi alma va al cielo, ya estoy en paz. Ya no tengo más guerra. Ya voy a tener la batalla final ganada cuando el Señor que ya venció al diablo cuando murió en la cruz de Calvario, porque la cruz era su victoria, pagó por mi pecado. Y me libró del poder del diablo por pagar por mi pecado. También va a librar toda la tierra y traer paz y calma cuando prende el diablo y allí Él reina en la tierra y trae paz aquí. Hay más a la historia. Pero allí es la idea de que hay una victoria final. ¿Tienes preocupaciones? ¿Tienes luchas? Mira, quiero asegurarte de una cosa. Yo he leído, y muchos aquí hemos leído, la última página. Todo va a resultar bien. Todo va a resultar bien. Amén. Usted puede verlo por usted mismo. No se preocupe. Si el diablo parece que está ganando muchas batallas aquí en esta tierra, ¿verdad? Pero al final la victoria es de Jesucristo. Aleluya. Así mejor estar el equipo ganador, ¿verdad? Es que si usted no estaba a favor de Alemania, no estaba el equipo ganador, ¿verdad? Y así que los estaban en favor de ellos, ya hemos ganado, ¿verdad? Pero es una batalla más seria que un partido mundial. Una batalla contra Diablo es una cosa de vida y muerte. y yo quiero estar al lado del ganador y eso es Jesucristo. Quiero luchar con Él. Quiero saber que un día Él va a traer paz a la tierra y así contra el diablo. Eso es un mensaje de paz eterna. Es un mensaje de la victoria final del Señor Jesucristo. Eso es el mensaje de paz también en mi propio corazón cuando tengo perdón. Eso también Es lo que dicen Romanos 5, versículos 1 y 2, cuando dice, cuando estamos justificados por la fe, tenemos paz con Dios. Ya es dejar de luchar contra Dios. ¿Recuerda Jacob del Antiguo Testamento? Su nombre luego era Israel, el padre de los israelitas. Antes se llamó Jacob, significa engañador. Y entonces, Jacob, para llegar a convertirse y ser Israel, príncipe con Dios, es lo que significa Israel, para cambiar de engañador a príncipe de Dios, después de haber salido de Israel, por el tiempo de la tierra de Palestina, y ya regresó, tenía un hermano, Esaú, que quería matarle. Y yo entrando en la tierra, pensó, oh, oh, alguien me dice que viene un mensajero, será esta U que quiere matarme. Y esa noche, el Señor mismo como un ángel, porque en el Antiguo Testamento el Señor apareció a veces como un ángel, como un mensajero de Dios. Es una cosa que llamamos teofanía. Es una aparición de Jesús en el Antiguo Testamento, antes de nacer en Belén, y lo hizo con Abraham, apareció y dijo, Abraham, quiero hablar con ustedes acerca de Sodom y Gomorrah y cosas. Pero entonces lo hizo con Josué, y lo hizo con Jacob. Con Jacob, el Señor apareció y dijo, mira, sométase a mí. Y Jacob no quería someterse a nadie. Y él confundió el Señor que vino como un ángel, como un guerrero, le confundió pensando que era Isaúl que quería luchar contra él. Y así que él empezó una lucha contra este señor. Y aunque el señor le hubiera dicho, no soy Isaúl, suéltese a mí. Él no quería escuchar. Y él quería vencer. Y dice que peleaba toda la noche contra Dios. Es como los que queremos pelear contra ser la voluntad de Dios para nuestras vidas. Pero allí en la mañana, cuando empezó a subir el sol, el Señor dijo, ¡Ya basta! Si yo le hubiera podido matar en cualquier momento, pero como hemos dicho, Dios es paciente. Muchos confunden la paciencia de Dios pensando, Él no va a juzgar, porque no me ha juzgado por todo lo malo que hay en el mundo. Pero no, Dios es paciente, esperando que la gente se someta a la voluntad propia, ¿verdad? Y entonces, encontramos que al final el Señor dijo, ¡Ya basta! y le tocó en la cadera, ¡pum! y le dio para cojear, y entonces todo el día a Coble agarró, pero ya, ya no se cuenta, mira, tú no me quieres matar, ni hubieras podido matar, tú no eres de Saúl, tú eres el Señor. Mira, ya no le quiero soltar, pero no quiero luchar en contra de ti. Lo que quiero es tu bendición. El Señor dice, te doy una bendición, voy a cambiarte de un hombre de engaño, Jacob, para ser un príncipe con Dios. Ya no vas a luchar en tu propia fuerza, sino en mi fuerza. Vas a luchar conmigo, en vez de luchar en contra de mí. Muchas veces Dios dice, obedeceme, siérvame. Y estamos luchando en contra del Señor, como hizo Jacob esa noche, pensando, no, si me someto para ser misionero, si me someto para ganar almas, si me someto para dar diezmos, si me someto para estar más entregado, si me someto para decirme como cristiano, en vez de como mundano, todos se van a reír de mí. Yo no puedo hacer esas cosas. Yo no puedo ser misionero. No puedo dar mi ofrenda. No puedo decirme y comportarme como cristiano. Hablar muchos problemas, y esto es la imaginación del diablo para hacerme dudar si servir al Señor es el mejor camino. Pero si tengo fe, entonces voy a tener paz con Dios. Paz con Dios es dejar de luchar en contra de Dios, dejar de resistir a Dios. Desde yo veo que tú solo quieres bendecirme, Señor. Bendíceme, ayúdame a luchar contigo en vez de en contra de ti. Y entonces ya me pongo al lado de Dios cuando me someto a Él. Eso es paz, la paz con Dios. Cuando dejo de decir quiero vivir mi vida de mi manera y no quiero someterme a lo que pienso en mi corazón que Dios quiere que yo haga. Y todos aquí saben que Dios quiere que hagas algo que tú no quieres hacer. Todos. Hay algunos que tú sabes que debes venir y testificar más, y estás luchando en contra de eso. Hay algunos que saben que deben venir y orar más con los hermanos, estás luchando en contra de eso. Hay algunos que saben que debes venir a más cultos de la iglesia, estás luchando en contra de eso. Pero el hecho es que cuando dejamos de resistir a Dios, Eso es paz. Eso es la paz con Dios que entra en nuestras vidas. Pero aquí tenemos que no solamente hay paz con Dios, pero también tiene la paz de Dios. Efeisios, no, Filipenses, capítulo 4. Solo dos páginas más en la Biblia, tres páginas más. Filipenses 4, versículos 6 y 7. Vamos a leer esto juntos. Versículos 6 y 7, versículos 5 dice, el Señor está cerca. Versículos 6, si quiere leer. Por nada estéis afanosos, si no se han conocido vuestras peticiones delante de Dios, en todo oración y ruego, con acción y gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. La paz de Dios. Hay una parte que yo tenía en el funeral de mi mamá y papá, cuando yo hice su funeral, que yo pensé, no sé si puedo como hombre, hijo de mi mamá y papá, predicar en su funeral. Mis emociones me van a ganar. Pero no. Vino una paz en mi alma, una tranquilidad, una calma, que ya pude llorar un poco, pero a la vez tener Hace gozo a pesar de las lágrimas, sabiendo que mi mamá estaba con Dios, y espero que mi papá, Dios es el que sabe de eso, pero espero que mi papá... Pero de cualquier manera, el Señor me dio calma, paz, para poder hacer predicar el funeral de mis padres. Muchos de nosotros, el jefe nos dice, despidimos de tu trabajo ya. Ay, y ya nos preocupamos. Pero volvemos al Señor y al Señor con el paz, que sobrepasa entendimiento. No puedo explicar por qué tiene esta paz cuando pierde trabajo. Ayer tenía una nota de un amigo en la universidad, ¿verdad?, en Facebook. Bob Oldenburg se llama, es un amigo mío, ya vive en Greenville. Y dijo, ora por mi, acabo de encontrar que tengo un cáncer, verdad, de esto, de lo malo, verdad, y parece que ya el medico no se cuanto tiempo le da para vivir. Pero dice, cuando le dice estoy orando, él me escribe atrás y dice, muchas gracias, es lo único que necesito es oración. Y esa es la cosa, que un cristiano aunque enfrenta La muerte, mira el Pastor Osterwin, creo que tiene el mismo tipo de cáncer que tiene mi amigo, ¿verdad? Sabe que, no sé si tiene 10 años de vida, menos, más, pero sabe que su vida está limitada con el cáncer que tiene. Va muy lento, pero casi seguro que va a morir de ese cáncer. Pero el Pastor Osterwin, Tranquilo. Predica sermones acerca de eso. Y el Señor le da tranquilidad y paz. Aunque tiene, ¿qué? Cinco, seis niños, no sé cuantos tiene ya. Y es de paz y tranquilidad que Dios los va a guardar. Dios va a proveer por su familia. ¿Cómo puede ser eso? No tiene lógica. No tiene sentido común. Eso es una paz que sobrepasa entendimiento que uno tiene. Sólo déjame decir que hay un tipo de paz más en la Biblia de que está hablando del calzado evangelio, del presto evangelio de la paz, y esa es la paz entre hermanos. Primero de Pedro 3, 5 a 11, apartarse del mal y haga el bien. Busque la paz y síguela. Romanos 12, versículo 18, Romanos 12, 18, si es posible, en cuanto defende de vosotros, estad en paz con todos los hermanos. Especialmente con la familia. Cristo vino a mandar espada, y cuando uno acerta al Señor, a veces hay un poco de guerrilla en la familia, ¿verdad? Porque el esposo no quiere, la esposa no quiere que tú seas cristiano o que sea. Pero el Señor puede traer paz y armonía en la familia. Hay mucha guerra porque uno o el otro no quiere servir al Señor, por eso dice, si es posible, Romanos 2, 6, 18, no siempre es posible cuando no resiste al Señor, pero si es posible, ¿cuánto depende de vosotros? Estar en paz con todos los hombres. ¿Recuerda Mateo 5? Dice que los cristianos una gran bienaventuranza es que son pacificadores. Somos personas que no queremos paz a toda cosa. Yo no voy a decir, bueno, si lo único a hacer es paz en nuestra familia es que yo deje al Señor, entonces yo voy a dejar al Señor. Yo no voy a la iglesia para que tengamos paz. Yo no voy a orar para que tengamos paz. Voy a dejar Dios, voy a dejar Jesús para que tenga paz con mi esposo o esposa. No, no podemos hacer eso, porque ya no vamos a tener la paz con Dios, ¿verdad? Vamos a estar resistiendo a Dios. Pero el hecho es que no soy uno que hago la paz a cualquier costo, pero hago todo posible, sin alejarme del Señor, hasta acercarme más al Señor para buscar Su ayuda, pero hago todo posible para ser un pacificador. Trato a mi esposa, mujer trata a su esposo con más cariño. con más amor, con más paciencia, haciendo más favores, orando mucho por esas personas. Señor, ayúdame. Ayúdame a mí a ser más paciente y más cariñoso. Y entonces, cuando uno, cuando el otro quiere debatir, uno no, con la ayuda de Dios, no entra en los argumentos como hizo antes. Porque antes no tuvo la ayuda del Señor. Y aquí cuando otra persona quería discutir, tú querías defenderte, ¿verdad? Y discutir. Pero ya tienes la ayuda del Señor. Tú tienes la limpia mucho la mente. Estás orando mucho. Y piensas, no, si peleo con la persona, no van a ver el cambio del Señor. Y no van a querer recibir el Cristo. Así, ayúdame, Señor. No pelear con los que no son de importancia. En cuanto depende de mí. Si el otro quiere pelear, ayúdame a mí, ¿verdad? Ser como leña mojada. Cuando vienen las chispas, no pueden encender la leña mojada. Déjame estar lleno de espíritu para no prender chispas, Señor, y no entrar hacia mi parte en la pelea. Si la otra persona, mirando al Cristo en ti, va a querer la parte de Dios en su propio corazón. y va a tener paz con otros. Así que el Señor dice, antes tú no podías tener paz con ciertas personas. Judíos consentiles no tenían paz entre ellos. Y todavía, judíos con árabes no tienen paz entre ellos si los dos no aceptan a Cristo quien es la paz. Pero cuando yo acepto a Cristo, el Señor me ayuda a vivir en paz con otras personas y ser pacificador también. Así que muchos sentidos de paz. Mensaje de paz eterna. Voy a estar en el cielo. No más lucha. No más batalla. No más diablo. No más pecado. Porque hay una victoria final cuando viene la batalla de Armagedón. El Señor prende al diablo y yo entro para reinar con él por los mil años en la tierra y luego al nuevo mundo. Tengo la de perdón de todo mi pecado tengo la paz de dejar de luchar contra Dios ya tengo paz con Dios y tengo paz con otros hermanos porque llego a ser pacificador y cuando depende de mí no hay lucha el otro sigue discutiendo pero yo no devuelvo la discusión con la ayuda del Señor es una cosa que no podemos hacer sin Jesucristo pero cuando estamos ya vestidos causados de la presto preparación del evangelio que produce en mi paz, y entonces voy a estar defendiendo contra el diablo. No pude llegar, ya has visto el versículo 16, sobre todo tomado el escudo de fe, eso para la próxima semana que predico, hablaremos de este gran tema de la fe. y tipos de fe que tenemos que tener, fe para que Dios escuche la oración, fe para ganar la batalla, fe para ser salvo y saber que va al cielo, muchos tipos de fe para estar calmado en la batalla y como esto es un escudo de fe para nuestras vidas. Pero por ahora, ¿cómo anda tu paz? ¿Cómo anda tu relación con Cristo? ¿Estás en paz con otras personas o siempre en guerra discutiendo con tu familia y con otras personas? ¿Necesitas acercarte más a Cristo para que, por lo menos en cuanto a ti, hay paz? ¿Cómo andas cuando pierdes salud, o pierdes trabajo, o pierdes un ser querido? ¿Puedes tomarlo con calma? Aunque no entiendas por qué estás tan calmado. ¿Puedes estar calmado? ¿Cómo es tu paz con Dios? ¿Estás resistiendo al Señor? ¿Mira, yo quiero hacer esto y no quiero hacer otra cosa? ¿O estás de todo sumiso al Señor para estar en paz con Dios? El Señor puede darte gozo y paz como calzado de paz si estás preparado con el Evangelio que es conocimiento de la Palabra y fe en el Señor como el Evangelio de paz. Oremos de pie. Nuestro Padre social tenemos gracias por Jesucristo quien es nuestra paz. Él hizo paz entre dos pueblos, Israel y los gentiles. Él hizo paz entre Dios y los hombres porque Dios justamente estaba irritado en su justicia, irritado con todo pecado y pecadores. Pero cuando Cristo murió, derramó su sangre en la cruz, ya apaciguó la ira con Dios, aplacó la ira de Dios. Era la propiciación pacificador entre Dios y los hombres. Dios ya está dispuesto a estar reconciliado con el hombre porque su justicia está cumplida en que Cristo pagó por todo pecado en la cruz. Pero ya estamos implorando a los hombres a reconciliarse con Dios. Dios hizo su parte, está dispuesto a ser reconciliado, pero los hombres tenemos que estar en paz con Dios. Dejad de resistir cuando Dios quiere que nos bauticemos o cuando Dios quiere que seamos Testigos para el Señor Jesucristo, cuando Dios quiere que oremos más, o que vivamos vidas más santas y consagradas a Él, o que testifiquemos más, tenemos que dejar de resistirle. Señor, ayúdanos a presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Ti, para estar en paz con Dios. Y Señor, muchas veces estamos en peleas con la familia y con otros, A veces porque nosotros estamos metidos en la pelea también, tanto como ellos. Queremos culparles a ellos por pelear, pero no hacemos nuestra parte para evitar la pelea, y no podemos hacer nuestra parte si tú no nos ayudas con la llenura del Santo Espíritu. Cristo ha resucitado. Él intercede por nosotros y nos da Su Espíritu Santo para llenarnos como Cristo resucitado. Así como Él ha resucitado, podemos vivir vidas de paz y armonía y justicia. Pero tenemos que acercarnos a Cristo. Primero recibir a Cristo como nuestro Salvador y entonces entregarnos a Cristo para depender de Él, para ayudarnos y guiarnos. Y entonces tenemos que estar lleno, preparado con la Palabra de Dios, memorizando la Biblia, orando mucho para que nos fortalezcan para la batalla. Y entonces, Señor, estaremos calzados para estar firmes en la batalla cuando el diablo nos quiere atacar. Señor, ayúdanos a estar firmes y fuertes en Tu poder. Ayúdanos, Señor, a estar en paz contigo, haciendo lo que quieres, en paz con nuestra sabiendo que estamos haciendo todo lo que debemos hacer, en paz con otros, y disfrutar de la paz de Dios, disfrutar de la seguridad que un día estaremos con el Señor en paz eterna. Ayúdenos, Señor, descansar en paz. Usamos ese término mucho para funerales, descansar en paz. Pero, Señor, ayúdenos nosotros a estar descansados en Cristo confiado en Cristo, reposado en Él, como un sarmiento, ámpano, rama insertado en la vid, sólo descansa allí. Si la savia de la vid entra para producir fruto, ayúdenos a confiar en Cristo, descansar en Cristo nuestra paz, para que Su vida, Su poder, Su paz entre nosotros para ayudarnos a vivir en paz con otros en nuestros propios corazones, contigo, y comenzar con estar en paz en cuanto al perdón de pecado, de ser salvos, perdonados de todo el pecado. Ayúdanos a disfrutar de cada aspecto de paz en el nombre de Jesús.
El Evangelio de Paz - 6 caras (Efesios 6:15)
Series Efesios
El Señor nos defiende en el "día malo" con el calzado del evangelio de la paz. La Biblia muestra que la promesa de "paz" tiene muchos aspectos presentes y futuros.
Sermon ID | 721141913214 |
Duration | 57:28 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Ephesians 6:15 |
Language | Spanish |
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