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Nuestro título para el sermón es Cuatro Principios de la Oración. La Escritura Primera de Reyes 3, serie El Reino Eterno. Si lo tienen de pie, si quieren ponerse de pie, si lo tienen y quieren ponerse de pie en reverencia a la Palabra de Dios y pueden hacerlo, por favor háganlo. Leeremos el capítulo entero. Entonces, Salomón se emparentó con Faraón. rey de Egipto, pues tomó por esposa a la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David, mientras acababa de edificar su casa, la casa del Señor y la muralla alrededor de Jerusalén. Sólo que el pueblo sacrificaba en los lugares altos, porque en aquellos días aún no se había edificado casa al nombre del Señor. Salomón amaba al Señor, andando en los estatutos de su padre David, aunque sacrificaba y quemaba incenso en los lugares altos. El rey fue a Gabaón a sacrificar ahí porque ese era el lugar alto principal. Salomón ofreció mil holocostos sobre ese altar. Y en Gabaón el Señor se apareció a Salomón de noche en sueños y dijo, y Dios le dijo, pide lo que quieras que yo te dé. Entonces, Salomón le respondió, Tú has mostrado gran misericordia a tu siervo David, mi padre, según él anduvo delante de ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia ti, y has guardado para él esta gran misericordia en que le has dado a un hijo que se siente en su trono, como sucede hoy. Ahora, Señor Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni cómo entrar. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el cual escogiste, un pueblo inmenso que no se puede enumerar ni contar por su multitud. Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y entre el mal. Pues, ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Fue de agrado a los ojos del que Salomón pidiera esto y Dios le dijo, porque has pedido esto y no has pedido para ti larga vida, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar justicia, he hecho pues conforme a tus palabras, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. También te he dado lo que no has pedido, tanto riqueza como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días. Y si andas en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como tu padre David anduvo, entonces prolongará tus días. Salomón se despertó y vio que había sido un sueño, entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del Señor ofreció a lacaustos e hizo ofrendas de paz, también dio un banquete para todos sus siervos. Por eso, por ese tiempo, perdón, dos mujeres que eran rameras, prostitutas, vinieron al rey y se le presentaron delante de él. Y una de las mujeres dijo, oh mi señor, yo y esta mujer vivimos en la misma casa y yo di a luz estando con ella en la casa. Y sucedió que al tercer día, después de dar yo a luz, Esta mujer también dio a luz, estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotros en la casa, solamente nosotras dos. Y el hijo de esta mujer murió durante la noche porque ella se durmió sobre él. Entonces ella se levantó a media noche, tomó a mi hijo de mi lado mientras su sierva estaba dormida y lo puso en su regazo y a su hijo muerto lo puso en mi regazo. Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, Vi que estaba muerto, pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo el que yo había dado a luz. Entonces, la otra mujer dijo, no, pues mi hijo es el que vive y tu hijo es el muerto. Pero la primera mujer dijo, no, tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive. Así hablaban ellas delante del rey. Entonces, el rey dijo, esta dice, este es mi hijo que está vivo y tú Hijo es el muerto y la otra dice, no, porque tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive. Y el rey dijo, tráigame una espada. Y trajeron una espada al rey. Entonces, el rey dijo, partan al niño vivo en dos pedazos y den la mitad a una y la otra mitad a la otra. Entonces, la mujer de quien era el niño vivo habló al rey, pues estaba profundamente conmovida por su hijo. Y dijo, oh mi señor, denle a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mate. Pero la otra decía, no, será ni mío ni tuyo, partanlo. Entonces el rey respondió, den el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo maten, ella es la madre. Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar Justicia. Amén. Una porción que usted ya sé, la ha leído varias veces y la conoce, o la que sea de gran bendición. Padre, te damos gracias por lo que acabamos de leer. Enseñanos el significado de estas cosas. Específicamente cuando hablamos de la oración, Padre. Cómo debemos orar, por qué debemos orar, cuál debe ser el propósito de nuestra oración. Todas estas cosas Dios contesta a tu pueblo. Al salvo Padre, impártale la sabiduría de cómo amarte y cómo es el agrado a ti. al inconverso, Padre, que pueda haber la sabiduría que conduce a la salvación. Pidimos estas cosas en el nombre de Jesús y para tu gloria. Amén y amén. Pueden tomar sus asientos amados. Si usted recuerda nuestro capítulo anterior, exploró la pregunta, ¿se puede establecer el reino de Dios aquí en la tierra? Y a través del reinado de Salomón como rey vislumbramos proféticamente como el mayor hijo de David Jesucristo algún día establecería el reino perfecto que los santos anhelan y siguen anhelando hoy. Hoy veremos cómo la oración juega un papel en el establecimiento de ese reino por venir. La oración de Salomón es instructiva, nos enseña a nosotros como los creyentes a orar de manera piadosamente. Y ojalá que el Señor abran nuestros ojos a estos cuatro principios. Antes de llegar a estos principios, tenemos que lidiar con los versículos 1 al 3, donde miramos el estado del pueblo de Dios. Las personas de hoy debatan el versículo 1 y se preguntan si retrata a Salomón de manera positiva o negativa. ¿Fue su matrimonio con la hija de Farón una señal del nuevo honor de Israel entre las naciones? ¿O es el comienzo de la infidelidad al caerse, a casarse con una esposa extranjera? O será ambos, un ejemplo de ambos. Es un honor, pero también es el comienzo de una caída tremenda. Sabemos que Salomón al final su vida va a caer de una manera terriblemente. Él va a caer en la idolatría, él va a caer en autopreserverencia, él va a tratar de matar al hombre que el Señor, vaya a levantar después de él, vamos a ver algo terrible en la vida de Salomón. Salomón, al final, se convierte en un tipo de Saul, un rey impiadoso, algo terrible de considerar, porque es un hombre que el versículo 3 dice aquí, que amaba al Señor. En ese instante de su vida, él amaba al Señor. Entonces, ¿fue el matrimonio a la hija de Faraón un error o fue una oportunidad para traerle honra a Israel, para traer un pacto de paz entre Egipto y Israel. Bueno, hay un gran debate, como le he dicho. Hay gente que dice, el señor no parece condenar, aquí en este pasaje, el matrimonio, así que no puede ser pecado si el señor no lo condena. Hay mucha gente que dice, parece que ella, siendo de Egipto, renunció a su religión y aceptó al judaísmo y se convirtió. Entonces, este es el principio de de honra para Israel. Hay otros que dicen, no, no, no, la palabra del Señor específicamente le decía a los israelitas, tú no te puedes casar con una mujer extranjera, no sea que Dios convierta tu corazón del Señor y que te vayas a la idolatría, algo que ocurrió con Salomón al final de su vida. Bueno, ese es un gran debate y mi opinión, si la quieren oír, no es opinión, pero se funda en Primera Reyes, capítulo 11, 1 al 2. Escuche estas palabras cuidadosamente. Pero el rey Salamón, además de la hija de Faraón, ahí está esa mujer que acabamos de leer, amó a muchas mujeres extranjeras, Moabitas, Amonitas, Enomitas, Sidonias y Etitas, de las naciones acerca a las cuales el Señor había dicho a los israelitas, no se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes, porque ciertamente desviarán su corazón tras otros dioses. Pero Salamón se apegó a ellas con amor. Es lo único que yo sé. Que parece que este fue el principio de un gran error en la vida de Salomón. En casarse con una... No había ninguna israelita que amara al Señor, que él podía casarse. Tuvo que ir fuera de los confines de Israel para casarse, hacer alianzas con Egipto para traer paz. El propósito fue un propósito bueno, la manera en que el propósito vino a cabo, era un pecado. Y parece que aquí empezamos a ver a Salomón empezar en esta nave, cuando él cree que esa área de la palabra del Señor no le aplica a él. Terrible, porque va a ser de grandes consecuencias al final de su vida. Además, los versículos 2 y 3 Enseñan algo increíble, Salomón está en un lugar alto, pero sabemos que los lugares altos eran prohibidos. Entonces, ¿por qué es que Dios le habló a Salomón mientras él estaba ofreciendo los casos al Señor en el lugar alto, si el lugar alto era prohibido? Es que no había templo en ese tiempo y ya no había el tabernáculo así que el Señor dice mientras no se construía el otro está bien que tú vayas a los lugares altos o fue que el Señor en misericordia le habló a él cuando él estaba ahí pero no excusó el pecado de donde él estaba es un gran debate en la iglesia pueden ver por qué sabemos que había un tabernáculo era una tienda donde ahí se adoraba el Señor para el tiempo de Salomón ese tabernáculo ya no existía Hemos leído en primera y segunda Samuel que el Señor lo había destruido por un pecado de Israel. No sabemos cuál sea ese pecado, pero hubo un gran pecado y el Señor destruyó el tabernáculo. Así que ellos ya no tenían un tabernáculo donde ofrecer el holocausto, pero miramos que David trajo el arco a Jerusalén y al final vemos que Salomón sacrificó en ese lugar. Ese es el lugar donde él hubiera estado, en Jerusalén, sacrificando y adorando al Señor, no en un alto lugar. La palabra nos dice Salomón amaba al Señor andando en los estatutos de su padre David, aunque, esa palabra aunque dice mucho, ¿verdad? Aunque sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. Algo que su padre no le enseñó, algo que su padre nunca había hecho. ¿Pueden verlo? Entonces, ese también es un inicio, algo mal, algo que no se debería haber hecho. El lugar alto es donde Israel empezó a adorar al Señor cuando se quemó, cuando el Señor destruyó el tabernáculo. Y parece que ellos dicen, pues tenemos que adorar al Señor a algún sitio. Y empezaron a escoger a las montañas, a los lugares más altos. El pensamiento es, mientras más alto estamos, más cerca a Dios estamos. Podemos ver otra vez la idolatría, ¿verdad? Porque Dios está en los lugares profundos, en los lugares altos, Dios está donde quiera. Pero el pensamiento es, mientras más alto estamos, más cerca a Dios estamos. Y fueron, empezaron a adorar en los lugares altos. El problema con el adorar en los lugares altos es que no había ninguna manera regular la adoración, no había ningún principio regulador de la adoración al Señor. Y lo que se convirtió en esa idolatría, empezaron a adorar a Dios en maneras que el Señor nunca mandó y empezaron a adorar a otras deidades. Y fue un gran problema Israel para el resto de su historia antes del cautivario. Bueno, los versículos 1 en 3, entonces, ¿qué nos muestran? Bueno, muestran que los pecados supuestamente pequeños eventualmente se convierten en pecados mayores contra Dios y causan daño significativo a nuestra relación con Dios y su pueblo. Este capítulo destaca el gran amor de Salomón por el Señor Y el comienzo de su caída también. Hoy, por la gracia del Señor, vamos a estudiar y vamos a aprender del amor de Salomón por Dios. Y después, en los capítulos que vienen, vamos a ver su caída. Hoy no vamos a estudiar mucho su caída, solo decir que aquí encontramos el principio de esa caída. Amén. El principio de esa caída. Pero miremos el amor de Salomón. Y eso empieza en el versículo 4 al 15. donde miramos cuatro principios piadosos de la oración. Otra vez, cuatro principios piadosos de la oración para aquellos que estén tomando notas. La invitación de Dios a Salomón es el fijo tema de este capítulo. Dios se le aparece, pide lo que quieras que yo te dé. Imagínese recibir un cheque firmado por el Señor sin ninguna cantidad. Llena tú la cantidad que tú quieras. ¿Qué es lo que tú quieres? Yo te lo daré. Es lo que ocurre aquí en el versículo 5. Salomón, usted sabe, pidió sabiduría y esto agradó a Dios. El versículo 12 nos enseña eso. Por lo tanto, estos versículos revelan cuatro principios que agradan a Dios en nuestra oración. Miremos esos cuatro principios. Principio número uno. La oración está motivada por la generosidad de Dios. Eso se encuentra en el versículo 5, 13 al 14. La oración está motivada por la generosidad de Dios. Dios se aparece a Salomón en un sueño y en respuesta a su adoración, en el versículo 4 y 5, con una oferta abierta, pide lo que quieras que yo te dé, el versículo 5. Aquí vemos a Dios Como la fuente generosa de las bendiciones, del pacto a su pueblo Dios se le aparece ¿A quien? A Salomón ¿Por qué? Porque Salomón le pertenece a él Dios lo unió, Dios lo puso como rey Dios es el Dios de Salomón ¿Amén? Y como el Dios de Salomón, como el Dios de su pueblo Dios se le aparece a Salomón y dice Pide lo que tú quieras Que yo soy un Dios generoso. Que buena noticia para usted y para mí. Amén. Que buena noticia para el pueblo del Señor. Que el Señor te dice a usted si estás en relación con Cristo pide lo que tú quieras. Que yo te de porque yo soy un Dios que generoso Yo soy la fuente de toda la bendición al pueblo del Señor Pide lo que tú quieras para traerme honra y gloria Pide lo que tú quieras que yo soy el Dios que te amo El Dios que te salvé, el Dios que te escogí El Dios que te puse en la situación en donde te encuentras El Dios que quiere que tenga éxito en tu adoración y tu fidelidad a mí Pide lo que tú quieras No busques otra fuente. No busques a la académica humana. No busca la sabiduría humana. No busques en otra fuente fuera de mí. Yo soy la fuente de bendición al pueblo del pacto. Pide lo que tú quieras. Es buenas noticias. Amén. Es buenas noticias, amados. Aprendemos que aunque no somos reyes y no tenemos las responsabilidades de Salomón, gloria a Dios por eso, venimos al mismo Dios generoso y prodigio que Salomón vino. Es el mismo Dios. El Dios que habló con Salomón es el Dios que habla con nosotros. Amén. Gloria a Dios por esta verdad. Es el pueblo de Dios hoy a quien se le ofrece esta misma sabiduría. Salomón pidió sabiduría porque sabía que con sabiduría él podía agradar a Dios. Sin sabiduría espiritual, no terrenal. él sabía que iba a cometer el error. Entonces, él pide sabiduría porque él quiere agradar a Dios, él quiere bendecir el pueblo de Dios. ¿Y qué dice el libro de Santiago? Sé que nuestro hermano va a hablar de ello la próxima semana, pero permíteme darle un bocadito de lo que él va a estar hablando. En Santiago 1.5 leemos lo siguiente, Y si a alguno de ustedes le falta que sabiduría, que se la pida a Dios, Quien da a todos, ¿en qué forma? Abundantemente, es generoso y sin reproche y se le será, se le será dada. La palabra aquí promete que si el cristiano falta sabiduría, tiene que sólo pedirle a Dios que le dé sabiduría. ¿Qué tipo de sabiduría? Espiritual, para navegar Los problemas de este mundo y que el Señor promete Si a ti te falta sabiduría y si tú me pides a mí Yo le doy a mis santos, yo le doy a mis elegidos, a mis escogidos Yo le doy a ellos no solamente la sabiduría Pero se la doy abundantemente, generosamente Porque yo quiero que ellos tengan éxito en su caminar conmigo, en traerme gloria. Amén. Es el mismo Dios, es la misma promesa, es un cheque sin límite. Pide lo que tú quieras, dame sabiduría. ¿Qué dice Santiago? Si tú no tienes sabiduría, ¿qué? Pídesela al Dios y te dará como se la dio a Salomón, abundantemente. Gloria a Dios por esta verdad. Dios es un Dios generoso, amados. Amados, debemos pedirle al Dios que promete dar abundantemente a su pueblo lo que nosotros necesitamos. ¿Y qué necesitamos más que sabiduría? Para conducirnos de una manera que traiga gloria a Dios. El mismo Dios que vemos en Primera de Reyes capítulo 3 que le dice a Salomón que pida es el Dios que responde a nuestras oraciones. Escuche la abundancia, el carácter de Dios en Mateo 7, versículo 11. Pues si ustedes siendo malos Hablando de que? De nuestra naturaleza pecaminosa. Somos pecadores desde que nacimos. Si ustedes siendo malos saben dar buenas dádivas a sus hijos. Siendo pecadores podemos amar a nuestros hijos y le damos cosas buenas. Cuanto más su padre que está en los cielos, que es siempre bueno, dará cosas buenas a los que le piden. Amén. Gloria a Dios. Es un Dios de qué? Generosidad. Es un Dios de qué? Ambundancia. Es un Dios que qué? La fuente de toda bendición de su pueblo. Esto debe motivarnos a nosotros a orar, porque no vinimos a un Dios que nos reprocha, que no quiere darnos, sino al Dios que dice solo pide esas cosas que me traigan a mi gloria para el beneficio tuyo, del pueblo mío y para la gloria mía. Tú pides lo que tú quieras en ese ámbito y yo te lo daré. Y no te lo daré en porciones, sino te lo daré ¿qué? Abundantemente, porque yo quiero que tú seas ¿qué? de agrado a mi santo y divino nombre. Amados, la buena voluntad de Dios, escúchalo otra vez, la buena voluntad de Dios y la generosidad de Dios deben llevar al creyente a la oración. Oh, yo corro a la oración, yo corro al trono, yo corro a mi padre porque sé que él es generoso con sus hijos. Amén. No tengo que entrar con miedo, no sé cómo pedir esto, no tengo la cara para pedir sabiduría, qué tal si está ocupados, qué tal si Si lo voy a enfadar, ¿qué tal? Si él dice, no, no quiero darte, solo tengo una poquita de sabiduría, no te la quiero dar a ti. No, no, no. El Señor dice, yo doy ¿qué? Abundantemente. Ven y pides. Si ustedes son malos y saben dar lo bueno, como más el Rey bueno, el Dios bueno, el Padre nuevo, el bueno del cielo, te dará todo lo que tú necesites, si solo la ¿qué? Pides. Amados, vengamos y pidamos al Señor. Amén. Porque eres un Dios ¿qué? Generoso. Y esa generosidad debe traernos a nosotros a buscar y pedirle con libertad de nuestros corazones. El segundo principio que miramos. El primero fue la generosidad de Dios nos trae a orar. El segundo principio es el siguiente. La oración tiene sus raíces en la fidelidad de Dios. La oración tiene sus raíces en la fidelidad de Dios. Eso se mira en el versículo 6 al 8. Amados, observe donde comienza Salomón cuando él pide. Él no, empieza pidiendo. Señor, quiero lo que tú quieres. Ah, si tengo un cheque sin límites el Señor, yo quiero tal y eso, quiero larga vida, quiero la vida de mis enemigos, que mis hijos estén exitosos en esta vida, quiero un palacio, quiero un millón de dólares, dos millones, diez millones de dólares, quiero que mates a mis enemigos. El Señor le dijo, ¿qué quieres? Dime lo que tú quieres, yo te lo daré. Salomón no empieza con el pedir. No, amados, él comienza con el pasado, que es sorprendiente. Él no empieza en el presente ni en el futuro, él empieza en el pasado. Él empieza en el pasado con lo que Dios ya había hecho. Es algo increíble considerarlo. Tú has mostrado gran misericordia a tu siervo David, mi padre. Capítulo, versículo perdón, 6. ¿De qué referencia él? El pacto que había hecho Dios con David. En los versículos 6 y 7, Salomón relata la fidelidad de Dios a sus promesas más reciente. El pacto davídico de 2 Samuel capítulo 7. Dios le había prometido a David, si tú continúas conmigo, y si tú sí, pondré tu hijo después de ti. Y si él se aparta de mí, yo lo voy a corregir, pero no le quitaré mi gracia como se la quitó a Saúl. Y tus hijos, si ellos me aman, seguirán delante de ti. Y vendrá uno de ti, un rey mayor, un rey grande, un rey increíble, un rey que se sentará sobre tus tronos y nunca jamás habrá fin de su reinado. ¿Prometiéndonos a quién? A Jesucristo. ¿Pero qué dice Salomón? Tú le prometiste a mi padre que uno de sus hijos se sentaría sobre su trono. Aquí estoy, has cumplido tu promesa. Amén? Él se recuerda y es una promesa reciente, es nueva, es una promesa bebé Acaba el Señor la cela en 2 Samuel capítulo 7 Y ahora la cumple en parte en establecer a quien? A Salomón sobre sus hermanos Salomón dice aquí estoy yo el prometido de Dios Uno se trató de levantar mi hermano Adonías Y tú lo quitaste, me has puesto a mí como has prometido Le has cumplido en parte la promesa de David reciente Tú eres un Dios fiel ¿Pueden verlo? Fiel. Ha sido fiel a tus promesas en el pasado. Pero no solamente va a una promesa recién dada en el pasado. En el versículo 8, Salomón hace referencia a la fidelidad de Dios a su promesa más antigua, una promesa hecha a Abraham mil años atrás. Esto queda claro en su referencia a un pueblo inmenso que no se puede enumerar ni contar por su multitud. ¿Recuerda la promesa que Dios le había hecho a Abraham? De ti saldrá una nueva nación que me amará. Será más que la arena, será más que las estrellas, un pueblo que nadie puede contar. ¿Qué dice Salomón? Tú has dado a ese pueblo, aquí lo miro. Son millones de gente. Y lo que él no sabía es que ese pueblo se iba a convertir en aún más de lo que él esperaba cuando el Señor abrió las puertas a la iglesia. Amén. Para nosotros venir. Es la promesa que el Dios le había hecho a Abraham Un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar. Y aquí dice Salomón, lo has hecho. En Génesis 13, 16 lo prometiste y aquí lo puedo ver con mis propios ojos. En otras palabras, Salomón ahora declara que Dios ha cumplido sus promesas. Promesas viejas, antiguas y promesas nuevas y recientes. No importa, Dios es un Dios que es fiel. Él hace lo que Él dice que va a hacer. Dios ha cumplido todas sus promesas. Dios va a cumplir todas sus promesas. Amén. Entonces, la oración de Salomón proclama la fidelidad de Dios y comienza alabando la confiabilidad de Dios. Es bueno que el pueblo de Dios alabe a Dios, recordando lo que Dios ha hecho en el pasado, porque eso nos ayuda hoy en el qué? Presente. Pueden verlo. Él confió en la generosidad de Dios, pide lo que tú quieres. Él sabía que tenía sin límite, pero él también sabe que Dios es un Dios fiel. Es bueno que la vemos. La alabanza ayuda en la oración porque nos recuerda la fidelidad y generosidad de Dios, animándonos mientras oramos en el presente. Amados, la alabanza por las promesas cumplidas se convierte en la base de nuestra confianza en la oración actual de hoy. Tengo este problema, tengo esta tentación, tengo esta tiniebla que estoy pasando, estoy pasando por este momento oscuro, esta dificultad, esa tribulación. Puedo venir a Dios, puedo orar, puedo pedirle que me ayude Puedo decir que Dios me dará la manera de salir de este problema Puedo confiar en estas promesas de Dios Que Él está conmigo, que Cristo nunca me ha abandonado Que estoy en el valle de las sombras de la muerte Pero aún ahí le he preparado una mesa entre mis enemigos Mi copa va a rebosar aún en ese lugar Puedo tener confianza que Dios va a cumplir sus promesas Claro que sí ¿Cómo sé? Porque solo tengo que mirar hacia ayer Amén. Y mirar que Dios siempre ha sido fiel. Ojalá que ustedes puedan decir Amén. Usted dice, pasé por momentos difíciles, momentos oscuros, momentos donde pensé, aquí terminé yo, espiritualmente me muero, físicamente me muero a ambos, me muero, me muero, hasta aquí llegué, no hay otro lugar y oré y busqué del Señor y aún en el valle de la sombra de la muerte descendí a una mesa del Señor y Él me alimentó y me sacó de ese lugar. Y emprendí, como dice Job, amar a Dios aún más Y confiar en Él Cuando nosotros enseñamos agradecimiento Mirando hacia atrás y recuentando lo que Dios hizo Como haces al amor, se lo recuenta a Dios Como que si Dios necesita ser recordado Pero Él recontando lo que Dios había hecho Él expresa su gratitud Y ahora Él dice yo puedo pedir Porque sé que las promesas Tú siempre las has cumplido Y si has cumplido las promesas de ayer Vas a cumplir las promesas de hoy Las promesas de mañana porque eres un Dios confiable. Gloria a Dios, amados. Ojalá que esto motive a su oración, decir, bueno, sí, es lo que hizo Salomón, es lo que tengo que hacer yo, recordar que es un Dios generoso y que es un Dios, ¿qué? Fiel. Y su fidelidad ayer me insta a hoy a pedir y a buscar de Dios hoy en mis problemas de hoy, porque sé que es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre. El tercer punto que tenemos que ver El tercer principio de la oración que vemos, no solamente la generosidad y la fidelidad de Dios, la oración tiene que ver con el pueblo de Dios. La oración se preocupa por el pueblo de Dios. Versículos 7 al 9. La palabra de Dios pide lo que tú quieras que yo te dé. Es a la vez una invitación generosa de Dios, pero también, amados, es una prueba del corazón. Amén? Es una oferta generosa, lo que tú quieras pide, pero también es una prueba de tu corazón cuando el Señor dice, lo que tú quieras, vas a exponer lo que estás adentro, vas a enseñar realmente lo que está dentro de ti en tu pedir. Cuando tú oras, cuando usted va adelante del Señor en sus rodillas y ora, usted expone, usted demuestra realmente lo que está dentro de su corazón. Amén? Miremos lo que estaba en el corazón de Salomón. La respuesta a tal invitación revela mucho sobre una persona. La respuesta de Salomón mostró lo que estaba en su corazón. El texto nos dice el pensamiento detrás de la petición de Salomón. ¿Qué pidió Salomón? Sabiduría. ¿Y por qué? Salomón cita su propia necesidad. Soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar. Versículo 7. No tengo experiencia en liderazgo. No soy como mi padre David, que parecía que lo sabía todo. No tengo experiencia. Esto es un pueblo grande. Y si tú no me das sabiduría para decidir lo bueno y lo malo, este pueblo va a fracasar. Y yo amo a tu pueblo. Póngamelo a manos. La preocupación de él era qué? El pueblo de Dios. Si, si está usted correcto, él pide por sí mismo. Dame a mí qué? Sabiduría. Él pide algo por sí. Pero era esa sabiduría que él estaba pidiendo, la estaba pidiendo para él, porque él amaba el pueblo, porque él necesitaba. Él miraba en él una debilidad, una falta, algo que no estaba ahí, que él necesitaba. Y si él le va a ser un buen rey a este pueblo, él le pide al Dios, dame lo que a mí me falta, no porque yo quiero engrandecerme, pero porque quiero bendecir a tu pueblo. En otra palabra, la preocupación de Salomón era el pueblo de Dios. Increíble considerarlo. No tengo experiencia en liderazgo. Y sin embargo, dice él, yo tengo esta enorme responsabilidad de gobernar un pueblo inmenso que no se puede enumerar ni contar por su multitud. Versículos 8 y 9. Y por eso él ora, Dios da pues a tu siervo un corazón con entendimiento para buscar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Versículo 9. Dame sabiduría, no porque yo la quiera por mí, pero es para tu pueblo. porque yo los amo, porque yo los quiero conducir. Le quiero enseñar el bien, le quiero enseñar que eviten que el mal. Quiero que ellos estén seguros. Oh, Señor, dame sabiduría, porque a mí me falta, porque quiero ser un buen líder. Ojalá que usted pueda orar esta oración hoy, en sus propios corazones, en sus hogares esta noche. Oh, Señor, dame sabiduría, porque quiero liderar a tu pueblo bien, porque amo a tu pueblo. Amados, la oración de Salomón se centra en el bienestar del pueblo de Dios. No en mejorar su propia vida. Él no dice, yo quiero riqueza, yo quiero casa, yo quiero oro, yo quiero matar a mis enemigos. Él no pide nada de eso. Él no pide nada más por sí mismo para gastarlo en él. Él pide que Dios le dé sabiduría a él para poder usar su vida para glorificar a Dios en mi dereal, su pueblo. Algo increíble que se ve aquí. El rey entonces se convierte en un modelo de nuestra, que muestra que debemos priorizar el beneficio del pueblo de Dios sobre el éxito personal en nuestras vidas. La preocupación de Salomón por el pueblo de Dios guía su oración. Igual que Cristo, oh Padre perdónalos porque no saben lo que se hace. Igual que Esteban, oh no pongas esto en su cuenta, perdónalos oh Señor. Igual que Pablo, igual que los apóstoles, igual que los profetas. Oh, el Señor le dice a Jeremías, quítate del lado que los voy a matar. Oh, Señor, por favor. No eres por ellos que los voy a matar. Oh, Señor, por favor. Mira que he dicho ahora tres veces, no eres por ellos. Oh, Señor, por favor. Amaban al pueblo del Señor. Amén. Mientras más vil fueron tratados, más amaron al pueblo del Señor. Y Salomón dice, yo amo a tu pueblo, yo quiero que ellos sigan hacia adelante. Esto entonces te desafía a usted y a mí. Cuando llegamos a la oración, ¿qué es lo primero Señor? Dame esto y esto y el otro, el otro. Yo quiero, yo quiero, yo quiero. O empezamos, oh Señor tú eres grande, miramos a tu generosidad, miramos a tu fidelidad. Y ahora padre, miramos a tu pueblo, la necesidad de tu pueblo. Oh Señor, yo amo a tu pueblo. Mira el hermano que está pasando por tan difícil. Oh Señor, mira la iglesia en este país. Oh Señor, Mi corazón me duele por mi hermanidad, por los que son suyos. Esto nos desafía a nosotros. Aunque no somos un rey, podemos hacer la pregunta, ¿no deberíamos orar con la misma santa preocupación y amor vigilante por el bienestar del pueblo de Dios? ¿No debemos orar con un ojo abierto por el bienestar de la iglesia? Esto incluye el interceder por la fortaleza y la liberación de los seguidores de Cristo que sufren en todo el mundo, que soportan persecución e incluso la muerte por su fe. Algo que muy pocos de nosotros aquí en los Estados Unidos conocemos. ¿Amen? Pero usted sabe que hoy se levantó la iglesia secreta, la iglesia escondida en China y adoró al Señor sabiendo que si lo encuentran lo podía matar o arrestar. y fueron al día del Señor gozosos a buscar a Dios sabiendo que puede ser su último día del Señor. En el norte corría la iglesia escondida alabó al Señor hoy buscando a Dios sabiendo que si son encontrados se desaparecen. En India, en los países donde la cristianidad es impedida o es contra la ley, ellos se reunieron en obediencia a Dios, sin temor al hombre, sabiendo que si Dios determina que ese era su último domingo, gloriese a Dios. ¿No debemos orar por tales hermanos? Oh Señor, libértalos. Oh Señor, protégelos. Oh Señor, que puedan alabar abiertamente un día. claramente debe ser la preocupación del pueblo del Señor, el bienestar de la iglesia en general. Al igual que Salamando, también tenemos los pastores y los padres y abuelos en esta iglesia, que también necesitamos orar por un corazón con entendimiento para liderar sabiamente entre la parte del pueblo de Dios a quien servimos. Ustedes, algunos son padres, sirven a sus hijos. Señor, dame la sabiduría para Saber el bien y el mal y conducir a este pueblo. Lo que tú me has dado. Como pastores, Óscar y yo. Padre, por favor, danos sabiduría para lidiar con el pueblo. Llevarlos un día mano a mano a tu presencia. Amén. Amados, tenemos que orar. Como padres, abuelos, como pastores, como siervos del Señor. Danos sabiduría, porque amamos a tu pueblo. Que dice 1 Juan capítulo 3. De la misma manera que yo amé al pueblo, dice Cristo, ustedes se deben amar uno a los otros, sacrificando, ¿aún hasta qué? La muerte. Algo increíble, considerable. De la misma manera. No algo similar, pero a la misma manera, amarnos los unos a los otros. El cuarto principio, hemos leído la generosidad de Dios, la fidelidad de Dios, el amor de Dios por su pueblo, la preocupación que debemos tener por el pueblo de Dios. El cuarto principio es el siguiente. La oración tiene como objetivo agradar a Dios. Es todo lo que yo quiero en mi vida, amados. Hola, que usted puede decirme esto. Todo lo que yo quiero en mi vida es agradar a Dios. Ya no quiero agradar a Rosy, no quiero agradar a Oscar, no quiero agradar, quiero agradar a Dios. Si agrado a Dios, si estoy bien con Dios, lo demás Es secundario. Amén. Es agradar a Dios. Y Salomón quería agradar a Dios en vez de decir el pueblo de Dios. Y lo que él pidió agradó a Dios. Dios da su testimonio. Lo que él dijo, lo que él pidió, me agradó. Dice la palabra en el versículo 10 a 14, específicamente el 10. Fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto. ¡Qué cosa más linda! Él oró de una manera que el Señor dijo amén, amén, me agrada. Es lo que quiero cuando yo salga de mi closet de orar que el Señor diga amén. Amén Ismael, lo que tú pidiste me agrada, porque pidiste por otros, porque pidiste sabiduría para ti para ayudar a otros, porque no estás pidiendo solamente para ti para gastarlo en ti, porque miraste mi generosidad, porque reconoces mi fidelidad, me la contaste de tu propia boca, porque quieres ver que el plan de Dios, la gloria de Dios vaya hacia adelante, amén Ismael, amén me agradó lo que tú oraste, oraste en mi voluntad El escritor habla del agrado de Dios y luego Dios expresa su agradecimiento a Salomón y le da tanto lo que pidió como lo que no pidió. ¿Vieron la diferencia? Salomón no pidió riquezas, oro, larga vida, la vida de sus enemigos. El Señor le dijo porque has pedido esto y no como otros hombres iban a pedir si yo le doy la misma oportunidad. Porque has pedido, porque amas a mi pueblo, lo que me agrada a mí. Te voy a dar todo lo que tú pediste Y lo que no pediste, te voy a dar larga vida, riquezas, te voy a dar, lo que tú no pediste, yo te lo voy a dar. Porque yo sé dar aún más de lo que tú pides. Gloria a Dios. Ahí está otra vez la generosidad de quién? De Dios. No solamente le dio lo que él pidió, sino aún lo que él no pedía. Algo increíble considerar. Amados, nuestro texto nos enseña el verdadero objetivo de nuestra oración, de nuestra adoración y realmente de nuestras vidas. Es para agradar a Dios. Esa debe ser mi meta en todo lo que hago. Agradar a Dios. De hecho, no debería ser esta la intención de nuestra adoración. Sea pública, sea privada. Nuestra vida pública y privada. Nuestro todo, público y privado. Todo debe ser para qué? Agradar a Dios. Cristo nos enseñó tal cosa cuando Él dijo Padre, si es posible, quita esta copa de mí. Pero que no sea que mi voluntad sino que sea que la tuya y la palabra lo dice en otro instante y le agradó a dios escucha agradó a dios que sacrificar al hijo tenemos coral señor usa mi vida que te agrade que mi oración se agrade que yo pida como te agrade para tu pueblo segunda corintios 5 9 dice lo siguiente por eso ya sea presente o ausentes, ambicionámonos agradar a quien, al Señor. Que sea la meta que agradar a Dios, esa es la meta, amados, esa es la meta, agradar a Dios. Efesios 5, 10 dice lo siguiente, examinen qué es lo que agrada al Señor. Busquen saber, busquen discernimiento para saber lo que agrada a Dios. ¿Cómo hacemos eso? Pidiendo, leyendo su palabra, aprovechando los medios de gracia que se han puesto en nuestra vida, la comunión que tenemos aquí, los domingos, los estudios, los libros, todo lo que sea. Haga la meta de su vida saber qué es lo que agrada a Dios, porque cuando usted sabe lo que agrada a Dios, entonces lo puede hacer. Amén. Y es lo que queremos hacer que nuestras vidas sean un agrado al Señor. La ignorancia espiritual conduce al pecado. Amén. La ignorancia espiritual conduce al pecado. Por eso cada uno debemos tomar lo que dice el libro de Santiago capítulo 1 hacia adelante. Oh Señor dame sabiduría. Porque si yo puedo discernir lo que a ti te agrada, entonces puedo caminar justamente delante de ti. Y es lo que yo quiero más que mi vida. Bueno, aquí termina, dice la palabra del Señor, que Salomón se despertó y todo era un qué, un sueño. Y la pregunta aquí que tenemos que hacer, entonces, ¿fue esto solo un sueño o fue realidad? ¿El Señor le habló por el sueño o fue que se comió los tacos muy tarde y tuvo un sueño terrible o un sueño hermoso? Pero no, no era del Señor. ¿Es del Señor el sueño o no? Es lo que tenemos que preguntar. Y el versículo 18 al 28 nos enseña que la respuesta divina a la oración piadosa Siempre sí, el Señor sí le dio esta sabiduría a Salomón. ¿Cómo sabemos? Estos versículos están relacionados con los versículos 4 al 15. Salomón había pedido un corazón con entendimiento para buscar al pueblo de Dios y para descender entre el bien y el mal, el versículo 9. Dios había dicho en el versículo 12, te lo he concedido. Pero no sabemos si realmente ocurrió o solo fue un sueño, fue una visión, un sueño. Aquí vemos la evidencia de que Dios efectivamente le había dado al Rey sabiduría y discernimiento. Que no solamente fue un sueño, sino fue una visión en sueño. Amén. Y cuidado con esto de sueños y visiones de hoy. Sabemos que en esos tiempos la palabra de Dios no estaba completada, la revelación de Dios no estaba completada. Dios todavía estaba hablando. Sabemos que hoy en día tenemos la Biblia completada y que el Señor habla por ella. Amén. Cuidado con sueños y que seque el Señor. Cuidado. Pero Salamón, aquí se le prueba a Salamón en la nación que Dios había concedido la petición de Salamón. ¿Cómo? Dos rameras o prostitutas, si queremos usar la palabra más moderna, acuden a Salamón con un caso. Es algo increíble. Este caso era tan difícil que había ido para las cortes bajas, las cortes medianas, las cortes altas y ahora llega la corte suprema. llega Salomón. Parece que nadie podía liderar con este problema porque no había testigos, no había ninguna evidencia, nadie podía saber qué hacer con este bebé. Vienen estas dos prostitutas porque es el único recurso para, traigamos a Salomón, hemos ido a todas las otras cortes, llevámoselo a él. Dios dio que le dio la sabiduría, veremos si hay sabiduría en él. El hecho de que Salomón escuchó a estas mujeres demuestra que la sabiduría y el amor de Dios siempre se extienden a todo tipo de pecadores. Salomón pidiera un caso de qué, dos prostitutas, un bebé y el perdón en la palabra bastarlo. Eso no me importa a mí, que ellos entiendan como ellos quieran. Yo soy muy importante y este reino es tan grande y los problemas de estado son tan enormes que yo no tengo tiempo Para dos que rameras. Pueden verlo, muy fácil lo peor había dicho él. Pero él extiende la misericordia, la gracia y la sabiduría que Dios le ha dado a pecadores. ¿Por qué? Porque él representa a quién? A Jesucristo. ¿Y qué dice Primera de Corintios? Primera de Corintios capítulo 1 y 2. Que Dios escoge lo más pecaminoso para glorificarse. Y aquí miramos dos rameras que no tienen a ningún otro recurso. Los cortes no le han podido ayudar, Salomón dice. La sabiduría que Dios dio, dio para todo su pueblo, incluso aquellos que están en pecado. Y abre las puertas de gracia a ellas. Algo increíble considerar. Amén. Que tuvo tiempo, que hizo tiempo para estas dos mujeres. Una mujer aquí se presenta, ella es la acusadora, y apresenta su historia. Según ella, ambas mujeres dieron a luz con tres con tres días de diferencia mientras permanecían juntas en la misma casa. Hacen el punto que estaban solas y sin otros testigos. Parece que estaban tan listas a dar luz que los hombres que normalmente venían a la casa no estaban viniendo. La acusadora afirma que el bebé que ella tuvo, lo tuvo vivo, la otra también lo tuvo vivo y que el bebé de la otra mujer murió durante la noche asfixiado accidentalmente por su madre. Luego, la acusada intercambió su bebé muerto por el hijo vivo de la acusadora, mientras ella dormía, insistiendo que el niño vivo era suyo, versículo 19 al 20. La otra mujer, la que estaba acusada, dice, no, no, no es cierto, el mío es vivo, el de ella se murió y ahora ambas estaban acusando a la otra de tratarse de robar el bebé. Es lo que está ocurriendo. Creo que a veces leemos y leemos muy rápido sin considerar las consecuencias. Al punto de que este caso ha llegado a Salomón, Salomón va a tener que determinar quién está diciendo la verdad y quién está mintiendo y tratando de traer pecado al reino. En otras palabras, hay una que va a salir con el bebé o debe salir con el bebé y otra que va a ir a la cárcel y es posiblemente aún ser ejecutada. al tratarse de robar un bebé. Pueden verlo. Entonces, hay algo aquí. Ya que he llegado a este punto, no hay un punto de retornar hacia atrás. Y es lo que miramos lo que está ocurriendo aquí. Salomón debe de juzgar la situación sin la ayuda del testigo. Se lo dice varias veces, no había nadie de testigo. Y sabemos que hoy sería algo simple. Hacemos un examen de ADN y sabemos de quién es el bebé, pero Salomón no tenía esa habilidad. ¿Qué debe hacer Salamón en esta situación? ¿Qué haría usted? Bueno, claramente nosotros ahora ya sabemos la respuesta, la hemos visto en Salamón, la hemos leído, sabemos lo que él hace, sabemos la sabiduría, pero si no tuviéramos el beneficio de saber lo que Salamón había hecho, ¿qué hubiera hecho usted en esa situación? Pues no sé, ¿cómo podemos probarle el uno al otro? La situación es difícil, es una de esas situaciones que no se puede resolver con la sabiduría humana, se necesita sabiduría espiritual. Salomón recuenta brevemente las afirmaciones y contrademandas de ambos partidos en el ciclo XXIII y luego hace algo que abruma a todo el palacio. Él llama por una espada y ordenó que el niño vivo fuera dividido en dos, cortado por la mitad y que una mitad del niño fuera entregada a cada mujer, versículo 25. Recuerde que todo este caso era un caso de tan grande fama que llegó a Salomón, de todas las Cortes Bajas, era un problema nacional y toda la nación nos enseña, la mayoría de la gente vino para oír lo que Salomón iba a decir. Y cuando Salamón pide por la espada, vamos a cortarlo en dos. Usted puede oír el shock que está en el palacio. ¿Qué dijo? Dijo que lo maten, que lo corten en dos pedazos. Y cada uno reciba medio baby muerto y así él se deshace del problema. Se oye duro, se oye pecaminoso, se oye algo terrible, como Dios cree que este rey era sabio, como que vamos a cortar el bebé en dos pedazos. Algo terrible. Pueden oír el shock. Usted mismo si hubiera, sus suspiros se hubieran ido a su cuerpo. ¿Qué dijo él? Es lo que está ocurriendo. Tenemos que mirar realmente cómo la situación es, porque es fácil leerlo sin considerar lo que está ocurriendo. Todo el mundo está atónito. Nadie cree lo que acaban de oír. La incredulidad del palacio cuando todos escucharon este decreto debería ser tremenda. Sin embargo, usted ya sabe y nosotros sabemos que la orden de Salomón no fue para realmente traer daño al niño, sino para descubrir la verdad. ¿Qué sabía Salomón? Él sabía algo de las madres que dan su vida por sus hijos, amen, incluso si son rameras. Amén? Él lo sabía. Muy diferente de la cultura de hoy, donde las mujeres celebran matar a sus propios bebeses en su propio vientre, un grande pecado contra Dios, lo celebran. Pero en el tiempo y la cultura diferente, donde estaba más relacionado a la Palabra de Dios, la mujer enseñaba sus colores verdaderos en que amaban a sus ¿qué? A sus hijos. Y él sabía algo de la verdadera madre. una verdadera madre sacrificaría todo, aun su propia vida, siendo ramera para salvar la vida de su hijo. Un hijo, otra vez perdonen la palabra, bastardo, que iba a estar aislado del pueblo de Israel, un hombre sin reputación y sin nombre, iba a vivir este bebé una vida, pero increíblemente difícil, por quien era su madre y su lineaje. Se recuerda que el lineaje en Israel era todo. Este hombre no tenía este bebé iba a crecer para ser un hombre sin linaje. Unos dirían, ah, pues mejor que muera, tener una vida tan difícil con esto, pero mejor que lo corten en dos y que se deshagan. Ese es el argumento de hoy. Esos bebés van a tener una vida difícil, mejor que lo matemos en el vientre de su madre. Y no en dos pedazos, pero en varios pedazos. Pero en ese tiempo, una vida difícil todavía tenía valor. Y para la madre, ese bebé le contaba todo. Sabía que ella había sido humillada. Su caso por las cortes. Ahora toda la nación mirando y toda la nación sabe que esta mujer es una qué? Ramera, que tuvo un bebé sin lineaje. Imagínense. Está delante de Salamón. Salamón dice, miren, corten ese maldito bebé en dos pedazos. Dale uno al otro y al otro. Es un hijo de qué? Una mujer ramera. Dale un pedazo a cada una y que se vayan, que me dejen quieto. Todo el mundo está sorprendido, pero qué, ese deseo maternal, ese amor de madre. No, no, no, no, no, no me lo toquen. Ella tiene entonces para defender al bebé, admitir que no es de ella, dáselo a la otra. Y si me quiere mandar a mí a la cárcel, quitarme la vida, porque yo admito que entonces no es mío, para que se lo den a la otra para que viva, háganme lo que ustedes quieran hacerme a mí, que mi bebé viva. Pueden ver el amor de madre. Podemos, nunca digo esto del púlpito, podemos aprender mucho de esta ramera. Mucho acerca del amor maternal. Ella amó a ese bebé. La otra mujer tenía ese mismo amor para su bebé, pero este realmente no era que su bebé. Y ahora ella está en una situación donde ella tiene que guardar su propia vida. Si ella admite que este bebé no es de ella y que ha estado mintiendo todo este tiempo, a ella la iban a tirar a la cárcel y aún posiblemente a ejecutarla. Entonces, ella dice que lo partan en dos, nadie gana. Nos vamos las dos y yo no tengo que perder mi vida. Porque ella amaba a su bebé que murió, pero este bebé, aunque ella lo tenía, No era de ella. No como la otra madre. Ustedes no pueden ver la diferencia. Tiene un corazón más duro, es parte del bebendo. Aquí perdemos y ganamos las dos. Nadie tiene que saber el secreto. Porque yo soy la mentirosa. Y esta madre dice, si no puedo tener justicia que me den a mí, a mi bebé, por lo menos puedo salvar la vida de mi hijo. Acepto injusticia para que mi hijo, ¿qué? Viva. Versículo 26, algo increíble. Pueden ver los detallitos que a veces no lo vemos, porque hacen la historia más poderosa. Este resultado era el plan de Salomón, el sabiado, sabiduría de Dios, le dio a él que una madre verdadera no dejaría que una espada mate a su qué, a su bebé. Y razonó que la madre verdadera iba a decir que no y que la otra diría, ah, bueno, está bien. Ese era el pensamiento. Salamón entregó entonces el niño a la verdadera madre. Y a la mujer acusada, podemos suponer, fue arrestada. Le dio dáselo. No lo toquen. Pidamos que el corazón él no iba a hacerle daño a ese bebé. Era para ver quién era la madre. Qué grande sabiduría da Dios. Cuando los problemas de este mundo son tan grandes que no sabemos cómo lidiar con ellos. Oh Señor, dame sabiduría espiritual. Porque si tú me das y tú prometes dármela abundantemente, voy a poder lidiar con esta cosa que parece imposible. ¿Recuerdan la sabiduría de Cristo? ¿Le damos impuestos a César o no? Si dices que sí, la gente te dará la espalda porque odian a César. Si dices que no, te acusamos con la autoridad. Es que tú dices que no paguemos taxes y impuestos y te van a tirar a la cárcel. Como sea, nosotros ganamos. ¿Cuál es la sabiduría de Cristo? Debe haber una moneda. ¿De quién es la inscripción de César? Dale a César lo que es de César, pero dale a Dios lo que es de Dios. Y todo el mundo se quedó wow. ¿De dónde sacó esta sabiduría? Amén. Muchas veces vivieron con Cristo con estas preguntas. Encontramos a esta mujer en el mero acto de infidelidad y la traemos delante de ti desnuda ahí en frente de todos. ¿Qué tú dices que hagamos? La ley dice que la matemos. ¿Pero qué tú dices? Si tú dices la matemos, mantiene la ley, pero el pueblo cree que eres alguien lleno de gracia y misericordia, te van a dar la espalda. Y si tú dices que no la maten, te vamos a acusar de quebrantar la ley de Moisés. Como sea, vas a perder. ¿Qué dice Cristo? El primero que ustedes, que tenga pecado, que no merezca ser matado porque han cometido falta delante del Señor, que levante la primera piedra y lo mate. Y todos se fueron. ¿Amén? Pueden ver la sabiduría. Con un problema que no tiene una respuesta, el Señor da respuesta. Y amados, en estas vidas ustedes van a enfrentarse a cosas que usted dirá, yo no, esto es imposible. ¿Amén? Hay uno más grande que Salomón aquí, es Cristo Jesús. Pidemos que el Señor nos deque sabiduría y el enseñara el camino que debemos tomar. Amados, es sumamente importante. Amén. Que miremos esto y aprendamos de ello. Israel quedó impresionado, dice la palabra de Dios. Todo Israel estaba ahí para escuchar este gran caso. Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado. Temieron al rey porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar la justicia de Dios. Con este hombre no se juega. Amén. El Señor está con él. Leemos anteriormente lo que el Señor le prometió. Da pues a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar, es lo que dijo Salomón a Dios. Dios había concedido la petición de Salomón, le había asegurado a Salomón, he hecho pues conforme a tu palabra en el versículo 12, te he dado un corazón sabio con entendimiento. Y en el caso de las prostitutas de Estarramera, Israel vio una prueba obvia de que la sabiduría de Dios estaba con su ungido. Dios había contestado, Dios había dado Abundantemente, generoso. Amén. Generoso. Amados, hay mucho aquí que podamos aprender. Si pedimos las cosas que agradan a Dios, las que son conforme a Su voluntad, Dios nos las dará. Eso es lo que promete la Palabra de Dios. 1 Juan 3, 22. Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él porque guardamos Sus mandamientos. Vivimos en obediencia. Y hacemos las cosas que son agradables delante de él porque somos su pueblo. Si somos su pueblo y caminamos a bendita, pidimos las cosas que le agradan a Dios. Y dice la palabra, todo lo que le agrada a Dios, él nos dará. No la mansión en Malibú, pero las cosas que agradan al Señor. ¿Para qué? Para el pueblo de Dios. Para el agrado de Dios, el Señor las da. Entonces usted me dice, pero yo pido y pido y pido y el Señor nunca me da. Es posible. Es posible. Piden y no reciben porque piden con malos propósitos para gastarlos en sus placeres. Recuérdese que el Señor nos da eso lo que agrada. Cristo aún murió. El Señor quita esta copa. El Señor dijo, no me agrada. ¿Qué le dijo el Padre? Me agrada que tú tomes de esta copa. Y le dio la copa a Cristo y se la tomó. Amén. Pero a veces pidimos de mala manera. Quiero esa casa en Malibú. ¿Verdad? Y sé que tú me la vas a dar, porque tú me das los placeres de mi corazón. El Señor dice, siéntate y espérala, porque no la vas a recibir. Amén. Amados, acerquémonos a Dios como su pueblo, aplicando estos cuatro principios. Otra vez, principio uno, la oración está motivada por la generosidad de Dios. Principio dos, la oración tiene sus raíces en la felicidad de Dios. Principio tres, la oración tiene que ver con el pueblo de Dios y con principio cuatro, la oración tiene como objetivo agradar a Dios. Después de orar de esta manera, limpiando nuestros corazones de dudas y de pecados, vamos a recibir sus bendiciones. Amén. Vamos a recibir sus bendiciones. Conclusión. Bueno, si usted no ha puesto su fe en Cristo, esta parte es para usted. Hemos hablado al pueblo del Señor como orar. Pero si usted no ha puesto su fe en Cristo, tiene que entender que uno mayor que Salomón ya vino y vendrá otra vez. Como David, Salomón apunta más allá de sí mismo. El vocabulario de Primera de Reyes, capítulo 13, repite nuevamente a describir el futuro rey davídico, el Mesías. Escuchen las palabras que prometen acerca del Mesías, Isaías 11, del 2 al 4. Y reposará sobre el Mesías, el Espíritu del Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia. Espíritu de consejo y de poder. Espíritu de conocimiento y de temor del Señor. Él se deleitará en el temor del Señor. Y no juzgará por lo que vean sus ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos, sino que juzgará al pobre con qué? Justicia. Lo que hizo Salomón con las rameras. La sabiduría de Dios hizo que él juzgara no con los ojos, ni con lo que oyó. sino con la justicia del Señor. Y aquí miramos que el Mesías es igual. A cualquier incrédulo que se pueda estar presente hoy aquí en este grupo, mi oración es que usted no rechace esta sabiduría de Dios, esa sabiduría que conduce a la salvación. Escuche Mateo 12, 41 al 42. Los hombres de Níniva se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás. Y miren, algo más grande que Jonás está aquí. Aquí en referencia a Cristo, así mismo. Los hombres de Níniva, que eran gentiles, terribles pecaminosos, cuando oyeron la predicación, se entregaron a Cristo y fueron que redimidos. Y ustedes que son judíos, que tienen al Cristo presente, predicándole a ustedes, lo rechazan. Que terrible juicio le espera a ustedes. Amén. Y aquí podemos ver esta verdad que si usted no ha venido a Cristo, tiene que venir a Cristo. ¿Por qué? Porque el beneficio de la predicación que se le ha dado a usted es la sabiduría de Dios. Rechazar a Cristo es un terrible pecado. Continúa, la reina del sur se levantará con esta generación en el juicio y va a condenar a esta generación, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón. Y miren, algo más grande que Salomón está aquí. Ella vino a los confines del mundo para oír la sabiduría del hombre Salomón. Y aquí está Cristo presentándose a ustedes para la salvación. Rechazarlo a él es gran pecado. La sabiduría de Dios Nos lleva a la salvación, hermano. Eso es lo que dice 2 Timoteo 3, 15. Desde la niñez, tú, Timoteo, has sabido las sagradas escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. ¿Pueden oírlo? Es la sabiduría de Dios que conduce mediante la palabra que lleva a qué? A la salvación. Oh, amados, vengamos a Cristo. Y Proverbios 1, 7, que dice lo siguiente. El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Lean conmigo. Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción que lleva aquí a la salvación. Desprecian. No sean necios. Vengan a Cristo. Admite que son pecadores. Admite que necesita la justicia de otra persona porque no tienen justicia en ustedes mismos. Vengan a la cruz donde está el substituto. Acepten que Él murió por su pecado. Acepten que Él da su justicia a aquellos que se arrepienten. Y vengan al Padre clamando la sangre de Cristo, antes que sea muy tarde. No sean necios. Amén. Las Escrituras nos llevan a la salvación. Oremos. Padre, te damos gracias por la palabra que tú has dado hoy, una palabra verdadera y justa. Y pedimos, Padre, De gran beneficio a tu pueblo enseñándonos a orar y de gran beneficio a cualquier persona que no está en Cristo, mirando que la sabiduría tuya conduce a la salvación en Cristo Jesús. Que se entreguen a Cristo antes de que sea muy tarde. Pedimos que camines con nosotros, enséñanos estas cosas, aplícalas a nuestros corazones. En el nombre de Jesús y para tu gracia. Amén.
Cuatro principios de la oración
Series El Reino Eterno
El pedido de sabiduría de Salomón para poder gobernar al pueblo de Dios con justicia nos enseña cuatro principios necesarios de oración.
Sermon ID | 714242313213747 |
Duration | 1:03:52 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Kings 3 |
Language | Spanish |
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