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Vamos a buscar en Libro de Marcos y Puestos de Pie, leer el pasaje que vamos a estudiar. Marcos 10 y Puestos de Pie sigan con sus vistas la lectura de los primeros 12 versículos. Marcos en el capítulo 10. Nos da mucho gusto tener visitantes entre nosotros. Saludémoslos. Regamos a otros a escuchar el mensaje. Esta tarde, como comentó nuestro hermano, estará el hermano Jaime Adams, el doctor Jaime Adams con nosotros, tu esposa Nancy, lo que hace como nueve años que no han estado con nosotros. Nos han ayudado mucho a través de los años, especialmente al comienzo de la iglesia. Él hasta trajo equipos de construcción y nos ayudaron cuando comenzamos como iglesia y hace como 40 años. Rápido pasó el tiempo. Aprovechemos esta tarde, traigamos invitados y participemos del convivio. Marcos 10, Marcos capítulo 10, y vamos a leer los primeros 12 versículos. Refiriéndose a nuestro Señor Jesucristo, dice, Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. Y se acercaron los fariseos y le preguntaron para atentarle si era lícito al marido repudiar a su mujer. Él respondiendo les dijo, ¿Qué os mandó Moisés? Ellos dijeron, Moisés permitió dar carta de divorcio y repudiarla. Y respondiendo Jesús les dijo, Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento. Pero el principio de la creación, varón y hembra, los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne, así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó no lo separe el hombre. En casa, volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo y les dijo, cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella. Y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio. Es aquí en la lectura del Evangelio y vamos a leer todos juntos a manera de oración del Salmo 27. Si tienen sus Biblias, Salmo 27, todos juntos en voz alta, vamos a orar los versículos 7 al 14. el libro de los salmos, el capítulo veintisiete, el versículo siete al catorce, todos juntos en voz alta. Oremos al Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo. Ten misericordia de mí y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti, buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová. No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo. Mi ayuda ha sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi padre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino y guíame por sendas de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos, porque se han levantado contra mí testigos falsos y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado si no creyeste que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová, esfuérzate, caliéntete su corazón. Sí, espera a Jehová. En nombre de Cristo Jesús. Amén. Sentémonos, hermanos. Volviendo al Evangelio de Marcos que estamos estudiando, ya llegamos al capítulo 10. Si tienen sus Biblias, Marcos capítulo 10, el pasaje que leímos comenzando en el versículo 1 y terminando en el versículo 12. El domingo pasado, Tuvimos una exposición versículo por versículo de este pasaje y tan solamente nos faltó la aplicación, y es lo que haremos en esta mañana. Veremos algunas lecciones prácticas de este pasaje de Marcos 10 1 a 12. Ahora, si no estuvo con nosotros la semana pasada, le aconsejo, le recomiendo mucho que escuche el sermón. Lo puede escuchar en YouTube o en sermón audio, sermones bíblicos o en Facebook. Mucho le recomiendo que escuche el sermón de la semana pasada porque fue la exposición. Esa mañana tan solamente veremos la aplicación. La semana pasada vimos la base, los fundamentos y esta tarde, perdón, esta mañana veremos parte del edificio y la aplicación nada más. Ahora, hay varias lecciones prácticas que podríamos hacer en este pasaje de Marcos 10. Esta mañana tan solamente veremos cinco lecciones principales, cinco lecciones prácticas principales de este pasaje. Y la primera lección es que debemos ir a Cristo con nuestras preguntas sobre el matrimonio y el divorcio. Debemos ir a Cristo. con nuestras preguntas sobre el matrimonio y el divorcio. El versículo 2 y el versículo 12, perdón, versículo 10, marcan que se hicieron unas preguntas y se las hicieron al Señor. Los malos, los fariseos, le preguntaron para atentarle, versículo 2. Luego los discípulos, nos dice el versículo 10, volvieron a Cristo a preguntarle de lo mismo acerca del matrimonio y el divorcio. Nosotros como cristianos creemos que el Señor es la autoridad suprema sobre nuestras vidas. Creemos que él es Dios, nuestro creador, nuestro legislador y nuestro salvador. Entonces creemos que él tiene las respuestas con la autoridad para decirnos cómo debemos de vivir. Él nos revela su voluntad en la Biblia y su respuesta, su voluntad, por supuesto, es perfecta. La verdad y las leyes para nosotros debemos de seguir conforme a lo que él nos enseña y nos revela. Ahora, aquí quiero enfatizar este punto porque hoy en día hay muchos maestros, muchos expertos, muchos gurús, muchos científicos, muchas aplicaciones de inteligencia artificial y aún cristianos, aún cristianos están yendo a el mundo, a los científicos, a los filósofos, a los expertos, corren al internet, tienen una pregunta de la vida, luego, luego, directamente, ¿qué dice el internet? Hace como un mes me llegó un anuncio sobre una aplicación de inteligencia artificial que yo podía platicar y contestar cualquier, ellas me iban a contestar cualquier pregunta. Si tenías problemas con la novia, con el novio, con el esposo, me podían dar algunas soluciones. Si había problemas interpersonales en la compañía, me pudieran, ellos, dar consejos y cosas así. Bueno, yo como buen narcisista que soy, la primera cosa que hice en una de esas aplicaciones fue ¿Quién es Paco Orozco? Y la inteligencia artificial se equivocó. Mezcló al Paco Orozco de Hermosillo con un Paco Orozco de España, creo que es. Y mezcló las dos vidas. Sí, una revoltura, ¿verdad? Ya después me llegó otra aplicación y la chequé a ver qué dice Paco Orozco y salió bien esa aplicación. Bueno, con esa nueva aplicación, entonces, comencé a divertirme con algunas preguntas y las respuestas muy buenas, por cierto, muy, muy buenas respuestas. Pero luego, para divertirme más, le comencé a hacer preguntas de religión, a ver si de verdad sabía la inteligencia artificial acerca de la vida, la eternidad. Varias preguntas, no muchas, tal vez unas cuatro o cinco preguntas. y descubrí que el programador de esa inteligencia artificial es musulmán. Me contestó como un musulmán. Tras toda inteligencia artificial, hay información, sabiduría, filosofía y lógica humana. Y tienen excelentes conclusiones, excelentes conclusiones de lo que muchos hombres han escrito, muchos hombres han dicho. Pero de hecho son respuestas humanas, no perfectas, no son divinas a lo último. Nosotros creemos que Cristo es la única fuente del conocimiento y la sabiduría que necesitamos para la vida eterna. Lo dice el apóstol Pablo. Cristo es el tesoro, la fuente de todo conocimiento y sabiduría real. Él tiene las respuestas a las preguntas sobre la vida y la eternidad. Y Él nos revela lo que es mejor para nosotros, para nuestro futuro. ¿Cuál es el plan de Dios? Y hermanos, amigos, sus respuestas son verdad. Él no se equivoca. y nunca son anticuadas, nunca, nunca, nunca son anticuadas. Como dice un apóstol en otra parte, sus mandamientos para nuestras vidas son justos, buenos y santos, incluyendo sus mandamientos sobre el matrimonio y el divorcio. Es a él a quien tenemos que ir y es su respuesta a la que nosotros tenemos que seguir. Ahora, como vimos en este pasaje, Él responde a los fariseos y a los discípulos con la sabiduría de Dios, por supuesto, y basa sus respuestas en los ideales de Dios al crearnos, lo que pasó en Edén, el primer matrimonio, y los crió hombres y mujeres. Basa sus respuestas, nuestro Señor Jesucristo, conociendo nuestras habilidades y nuestro corazón. Y esto nos lleva a la segunda lección principal. La primera lección, que debemos ir a Cristo con nuestras preguntas sobre el matrimonio y el divorcio. Segunda lección, Cristo nos enseña que los casados debemos convivir tomando en cuenta la dureza de nuestro corazón. Cristo nos enseña que los casados debemos de convivir tomando en cuenta la dureza de nuestro corazón. Y eso lo podemos sacar del versículo 5. Respondiendo, Jesús les dijo, Marcos 10, 5, Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento. La semana pasada, ¿Qué día sería? ¿El martes o miércoles? Estaba hablando con una señorita muy, pero muy enamorada. No piensen quién sería, quién sería. No es nadie de esta iglesia. Y ella me dijo, mi novio es perfecto, Paco. Mi novio es perfecto. Lleva como dos meses conociéndolo. Pero me dijo, Paco, es perfecto. No le he encontrado ninguna falta, ningún problema. Tiene trabajo, tiene casa, tiene madurez, cree en Dios. Es como un ángel, Paco. Por supuesto, con los ojos llenos de amor, no podemos ver las fallas de las otras personas. O si las vemos, no las tomamos en cuenta. Consideramos que son insignificantes, intrascendentes. Pero la realidad es otra. Todos los hombres en este mundo somos pecadores. Todos. Todos tenemos faltas. Y al casarnos, no dejamos de ser débiles. No dejamos de ser tentados. No dejamos de pecar. Para usar el título de un libro, el matrimonio es cuando dos pecadores dicen, acepto. Y hay que entender hermanos que aún como cristianos pecamos, somos pecadores, de verdad, el pecado mora en nosotros. Toda semilla de tu pecado mora en nosotros. La semilla del orgullo, la semilla del egoísmo, de rencor, de la venganza, de los celos, del enojo, de la pereza, de la envidia, de la lujuria, de la gritería, del homicidio. Esas semillas están ahí. Y como nos enseña el Señor, el problema de raíz es nuestro corazón tan duro. De allí sale todo. La semana pasada, alguien me dijo, realmente refiriéndose al sermón de la semana pasada, alguien me dijo, los primeros dos años del matrimonio son los más difíciles. Los primeros dos años del matrimonio son los más difíciles. Es cierto, los primeros años son muy, muy, muy difíciles, pero los demás años también, porque seguimos siendo pecadores. ¡Seguimos siendo pecadores! ¡El pecado mora en nuestro corazón hasta el final! ¡Hasta que estemos en el cielo no vamos a tener pecados! El punto es, debemos de convivir tomando en cuenta la dureza de nuestro corazón. Y la práctica, esto significa, como pareja cristiana, no nos debemos sorprender de los pecados de los cuales es capaz el esposo, de los pecados de los cuales es capaz la esposa. Somos más pecadores de lo que nos imaginamos. Novias, apunten eso, por favor. Somos más pecadores de los que nos imaginamos. Y al final, no te sorprendas que el primer día en la luna de miel, te grite y se enoje contigo. ¿Perdiste las llaves del carro? Nunca te había gritado. Te vas a sorprender. Ahí vas a estar llora y llora en la luna de miel. ¿Con quién me casé? Como pareja cristiana, no nos debemos sorprender de los pecados de los cuales es capaz el esposo o la esposa. Número dos, como pareja cristiana, debemos orar los unos por los otros. Esto es obvio. Como cristianos, oramos los unos por los otros, más por nuestra pareja. Como esposa, pide de rodillas. Y si es necesario, ayuna que Dios suavice el corazón de tu esposo. Esposo, ruega al Señor que enternezca el corazón de tu esposa. Básico. Número tres, como pareja cristiana debemos de tener mucha paciencia reconociendo que las actitudes pecaminosas del cónyuge vienen del pecado que mora invadiendo ilegalmente su corazón. Si ustedes no entienden esto, lean Romanos 7 esta tarde. Al final de Romanos 7, el apóstol Pablo confiesa, hay pecado que more en mí. Está ahí como un invasor ilegal, pero está ahí. Mora en nosotros ilegalmente. No debe de estar ahí. Pero en todos los cristianos, hasta que lleguemos al cielo, el pecado invade. Debemos reconocer eso como pareja cristiana. Y debemos reconocer, por supuesto, que ese pecado puede ser perdonado por Cristo y por nosotros. Y que podemos, debemos ayudarle a nuestro cónyuge, sabiamente, por supuesto, a matar ese pecado, esas malas actitudes, con la ayuda del Espíritu Santo, como nos explica Romanos capítulo 8. Nosotros debemos ayudar a nuestra pareja. ¿Tiene pecados? Ayudarle a matar esos pecados. ¿Tiene ciertas virtudes? Ayudarle a progresar en esas virtudes. Claro, básico una vez más. Como pareja cristiana, debemos perdonarnos unos a otros. Debemos de perdonarnos unos a otros de los pecados que salen de nuestro duro corazón, así como Cristo nos perdonó y nos perdona todos los días. Todos los días nos perdona a nosotros. Debemos de perdonar a nuestra pareja. Claro. Hermanas, yo no sé si todavía se usa, en los antiguos tiempos, todas las mujeres sabían bordar. Yo me acuerdo en la escuela primaria, cuando los hombres nos íbamos a manualidades, las mujeres iban a bordado, ¿verdad? En tiempos primitivos, no sé qué hacen ahora. Bueno, hermanas que saben bordar, borden un versículo. Y enmarquenlo y pónganlo en la pared. Cuando se levantan, va a ser lo que van a ver en primer lugar. Y pongan este versículo, borden este versículo. sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, así como Cristo nos perdonó, sean pues imitadores de Dios como hijos amados, anden en amor, así como también Cristo los amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios. Pongan ese texto, que sea lo primero que vean. ¿Cuánto nos perdonó Cristo? ¿Cuánto nos perdonó Cristo? ¿Por cuántos pecados pagó Él en la cruz? Por todos nuestros pecados. Todos, todos, todos nuestros pecados. Todos nuestros enojos, todas nuestras griterías, todas las mentiras, todas las borracheras, todas las codicias, todos los robos, todas las glotonerías, todos los adulterios, todo, todo, todo. Cristo pagó por ellos en la cruz. Entonces, cristiana, cristiano. Si tu cónyuge se arrepiente, ¿cuánto estás dispuesto tú a perdonarle? Si tu cónyuge, si tu esposa se arrepiente, ¿cuánto estás tú dispuesto a perdonarla? Les voy a hacer unas preguntas directas y que su conciencia me conteste. No lo contesten en voz alta, por favor. ¿Le perdonarías a tu esposa 10 griterías? ¿Le perdonarías a tu esposa 10 griterías? Sabiendo todo lo que Dios te ha perdonado a ti, ¿le perdonarías a tu esposa diez griterías? ¿Le perdonarías a tu esposo cien enojos? Sabiendo todo lo que Dios te ha perdonado a ti y que merecías el infierno, ¿perdonarías tú a tu esposo cien enojos? Hermana, ¿le perdonarías a tu esposo haberse malgastado $1,000? ¿Le perdonarías a tu esposo haberse malgastado $10,000 de tu patrimonio familiar, lo que tenían ahorrado? No te dijo, se fue al casino, se malgastó $10,000. ¿Le perdonarías? ¿Le perdonarías $100,000? Hermana, ¿le perdonarías a tu esposa haber adulterado? Hermana, ¿le perdonarías a tu esposa haber adulterado? Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo. Sean, pues, imitadores de Dios, como hijos amados. Anden en amor, así como también Cristo los amó y se dio a sí mismo por nosotros. Ofrenda y sacrificio a Dios. ¿Este es cristianismo real? 2. Los casados debemos convivir tomando en cuenta la dureza de nuestro corazón. 3. Cristo nos enseña en este pasaje que el matrimonio no es para todos. El matrimonio no es para todos. Lo implica el pasaje, pero vean conmigo el pasaje paralelo de Mateo 19, está más claro aquí. Mateo 19 y el versículo 10 registra lo mismo, la misma ocasión. Mateo capítulo 19 y versículo 10. Ustedes pueden leer los versículos anteriores, exactamente lo mismo, la misma ocasión, el mismo episodio. Y nos dice Mateo algo más que no nos dice Marcos claramente. Lo implica Marcos, pero está más claro aquí. Mateo 19, 10. Le dijeron sus discípulos, si es así, la condición del hombre con su mujer no conviene casarse. Porque el Señor les dijo, ¿verdad? En el versículo, voy a comenzar el versículo ocho. Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres, mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudie a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra adultera, y el que se casa con la repudiada adultera, le dijeron sus discípulos. Si es así, la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces Él les dijo, no todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay enucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay enucos que son hechos enucos por los hombres, y hay enucos que así mismo se hicieron enucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba. Me ha tocado escuchar, no de una, de varias hermanas que no se casaron. Y me han contado. Y les preguntan, ¿verdad? Y sin saberlo, y por supuesto. Pero la mayoría contestan las leas sinceramente y son maduras. ¿Nunca tuviste novio? ¿Nunca tuviste? Ah, sí, sí, sí tuve. Y pero eran mundanos, no creían, no quisieron seguir el evangelio. Yo me pudiera haber casado, pero no me casé porque eran mundanos. Y no se casaron a causa del reino de Dios. Y serán abundantemente recompensadas más que las casadas. Hay un versículo. Curiosamente, el famoso pastor John Piper, Juan Piper, lo interpreta de una manera que nunca había escuchado. Hay una profecía que dice que las mujeres que no tengan niños, a lo último tendrán más hijos. Y siempre me ha causado curiosidad. ¿Qué significa eso? No le he preguntado la inteligencia artificial, ¿verdad? ¿Qué significa eso? John Piper dice, esas mujeres no tendrán hijos físicos, biológicos, pero van a tener cientos de hijos espirituales. ¿Por qué no? Es una gran bendición. Bueno, a lo que voy aquí en Marcos 10. Nuestro Señor Jesucristo nos enseña, implica, ¿verdad?, que no es de todos el matrimonio. Y, por supuesto, ustedes saben por la historia del apóstol Pablo, por ejemplo, que Nos explican, no es bíblico que los pastores sean solteros, pero si tienen el don, adelante. Si tienen el don, Dios les va a ayudar para vivir como solteros, así como otros hermanos, hermanas con ese don. Ahora, ¿cómo nos explica 1 Corintios 7? Y ya saben que a ustedes me gusta citar esto, esta frase. Está en 1 Corintios 7, ahorita la vamos a ver. Uno de los beneficios de las solteras y solteros es que no tienen las congojas, el matrimonio. A lo último, nos dice la palabra de Dios, ser solteros es una gran bendición de Dios. Es mejor estar soltero, nos dice el apóstol Pablo. Véanlo con sus propios ojos. Lo pueden leer ahí. El capítulo entero nos habla del matrimonio, los problemas en el matrimonio y el divorcio y cómo es posible que un cristiano se separe y se divorcie. Ahí está en 1 Corintios 7. Vamos a comenzar a leer en el versículo 32. 1 Corintios, capítulo 7 y versículo 32. ¡Quisiera pues que estuvieses sin congoja! El sótiro tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. Pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu. Pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Eso lo digo para vuestro provecho, no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor. Es una gran bendición. Entonces, cree la buena providencia de Dios para con los solteros. Y al final, tu soltería o tu matrimonio, por supuesto, sea para extender el reino de Dios. Y esto es lo que importa en la eternidad. En la eternidad, lo que más importa es tu vida, la voluntad de Dios, eso es lo que tú quieres. No te vas a lamentar al final, pero alabarás a Dios por este don. Y en tercera lección principal, el matrimonio no es para todos. Penúltima, penúltima lección. Cristo nos enseña que los casados debemos de hacer todo por no separarnos, pues Dios nos ha unido. Los casados debemos de hacer todo lo posible por no separarnos, pues Dios nos ha unido. Nos dice el versículo 7, Marcos 10, 7. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne, así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. La mejor amiga de Julia, se llama María, no su hermana, otra María. Estas amigas, Julia y su amiga María, nacieron en el mismo hospital, crecieron en el mismo lugar, la misma colonia, estudiaron en la misma escuela, desde kinder hasta la universidad, se casaron en el mismo lugar. Y me contó Julia acerca de la boda de su gran amiga. El pastor a lo último, y es una de las últimas cosas que dice en la ceremonia, en vez de decir, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. Y no sé qué pasó, a lo mejor el pastor estaba nervioso, se sentía mal, no sé qué pasó, pero en vez de decir eso, él dijo, lo que Dios ha unido, sepárelo el hombre. Se imaginan todos a tener puestos los ojos así como la carita de los emojis del teléfono. Y imagínense a la amiga de Juli. Bueno. Cuando Dios une algo, el hombre trata de separarlo. Cuando Dios une algo, El diablo trata de separar, hace todo lo posible por separar lo que Dios ha unido, por su gran enemistad contra Dios. El mundo anticristiano, el diablo harán todo lo posible que haya separaciones, divorcios en los matrimonios, más en los matrimonios de los cristianos. Quiero que subrayen eso. El mundo anticristiano, el diablo, tratarán todo lo posible que haya separaciones, divorcios en todos los matrimonios. Más en los matrimonios de los cristianos. ¿Por qué? Porque el diablo no quiere que los cristianos tengamos buenos matrimonios. matrimonios que ilustren la relación de Cristo en la iglesia. Como dice el famoso pasaje de Efesios 5, que las esposas cristianas ilustren la sumisión de la iglesia a Cristo, que los esposos cristianos ilustren el amor de Cristo por la iglesia. El diablo no quiere eso, por supuesto que no. Y el punto aquí, entonces, es que debemos de blindar nuestros matrimonios. El punto práctico, debemos de blindar nuestros matrimonios contra esas provocaciones. Dios nos ha unido. Entonces, sería un gran pecado separarnos sin causa bíblica. Lo repito, porque hay causas bíblicas para separarnos y bocearnos. Están en 1 Corintios 7. Pero sería un gran pecado separarnos sin causa bíblica. Ahora, prácticamente hablando, ¿qué podemos hacer para ayudarnos a no separarnos, para blindar nuestro matrimonio cristiano? Pero antes un comentario muy importante y práctico también. Tal vez usted piense, yo nunca me voy a separar. Yo nunca, nunca, nunca me voy a divorciar. ¡Nunca! Así muchos dijeron de novios. Yo nunca me voy a separar. Yo nunca me voy a negociar. Pero les voy a decir, en práctica, en práctica, ya lo has hecho muchas veces. En práctica, por tu rabia, rabia, por días no le hablas a tu esposa. Por pura rabia, enojo. Por días, no le hablas a tu esposa. Por venganza, rincón. No le haces de comer bien a tu esposo. ¡Ahí el vejador hay! ¡Que lo tienen malo! Rincón, venganza. Por meses, no cumples con tu deber de 1 Corintios 7, 3. Hermanos, el divorcio no tan solamente es un papel. Tú estás repudiando a tu esposa al gritarle así. Tú estás repudiando a tu esposo al ser totalmente indiferente a un salirte de tu cuarto. ¡Eso es un repudio! Ahora sí, prácticamente, ¿qué podemos hacer para ayudarnos a no separarnos? Número uno, número uno, examinar y discernir sabiamente que ambos cónyuges entendamos bien el Evangelio. examinar y discernir sabiamente si ambos cónyuges entienden bien el Evangelio. Nos engañamos si pensamos que todo el que se dice ser cristiano lo es. Claro, por supuesto, hay muchos que dicen ser cristianos, muchos bautizados, que al último van a estar en el infierno, no han nacido de nuevo. no han abrazado a Cristo como el único mediador y salvador, no son cristianos. Y eso es lo primero, porque si uno de los esposos no es cristiano, entonces no va a saber amar como nos explica 1 Corintios 13. Si uno de los cónyuges no es cristiano, no va a saber perdonar como Cristo nos perdonó. El que no es cristiano no tiene el fruto del Espíritu Santo en sus vidas. No, no, no, no, es imposible, es un gran problema. matrimonial esto. Entonces, el cónyuge cristiano debe orar mucho por la salvación del otro. Si hay dudas, si hay evidencias, si hay frutos en tu pareja que no es cristiano, entonces lo que debes de hacer es, en primer lugar, incarte, ayunar, rogar al Señor por la salvación de tu esposo o tu esposa. Tú no quieres que se vaya al infierno. Y debes de aplicar diligentemente 1 Pedro 3.1. Péganlo por favor, 1 Pedro 3.1. El apóstol, muy realista y práctico, nos enseña. Y aquí es Pedro. ¿Pedro estuvo casado? ¿Tenía una suegra? ¿Quiere decir que estuvo casado? El apóstol Pablo dice que Pedro llevaba a su esposa en sus viajes misioneros. Y Pedro nos dice, muy realista, 1 Pedro 3, 1. Asimismo, ustedes mujeres estén sujetas a sus maridos para que también los que no creen en la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas. La conducta de sus esposas. Nada de palabrerías, nada de predicaciones. por la conducta. Un gran consejo el apóstol aquí. Ya estudiamos este pasaje, me imagino que los sermones están en el internet, los pueden escuchar. Pero nada más quiero agregar un consejo muy práctico aquí para el cristiano, si su esposa no es cristiana o para la cristiana si su esposo no es cristiano. Pónganse más teflón. Pónganse más teflón. ¿Qué quiero decir con esto? La hermana Julia a veces me dice, di lo que tú quieras, traigo mucho teflón. Dime lo que tú quieras, tengo mucho teflón. Pónganse mucho teflón, hermanas, si su esposo no es cristiano. Hermanos, si su esposa no es cristiana, póngase mucho teflón y que se resbale, que no se pegue. Todos esos agravios. Griterías, maledicencias. Mucha paciencia y con tu conducta, humildad. Ganalo, ganalo. Prácticamente, ¿qué podemos hacer para ayudar a no separarnos? Número dos, número dos, aprovechar los dones, la madurez de hermanos que nos enseñen a los más jóvenes. Aprovechar a los dones y madurez de otros hermanos para que nos enseñen a los más jóvenes. En esta iglesia los jóvenes son de 62 para abajo, ¿verdad? Vean conmigo Tito capítulo 2. Una vez más el apóstol Pablo muy, pero muy práctico aquí. Tito capítulo 2 y versículo 1. Tito 2 1. pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. En el versículo 3, las ancianas asimismo sean reverentes en su porte, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien. Las ancianas, las mayores en la iglesia deben ser maestras del bien que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos. Es interesante y significante aquí. Nefesios 5.25 dice, maridos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la iglesia. Y es lo primordial en los hombres. Pero hay mujeres que necesitan escuchar esta enseñanza. Las mujeres jóvenes Amen a sus maridos y a sus hijos. Que sean prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. ¿Quieres solucionar los problemas de tu matrimonio? No te quedes en casa viendo la iglesia por Facebook o YouTube o sermón audio. No te quedes en tu casa. Aprovecha los dones, la experiencia que Dios ha dado a otras hermanas, a otros hermanos en la iglesia. Pregunta, pide su consejo. ¿Cómo puedo yo soportar al esposo? ¿Cómo puedo yo guiar a mis hijos? Veo que tienes unos buenos hijos, muy obedientes. Les dices, vámonos. Y luego, luego, van al carro. ¿Cómo lo hiciste? Prácticamente se nos está acabando el tiempo. Prácticamente, ¿qué podemos hacer para ayudar a no separarnos? Número tres, usar puntualmente el proceso bíblico de la reconciliación. Usar puntualmente el proceso bíblico de la reconciliación. Quiero que busquen y vean con sus propios ojos, porque voy a cambiar una palabra, pero quiero que vean que estoy haciéndolo bíblicamente, que es verdad. Mateo capítulo 18 y versículo 15. Tu prójimo, tu hermano, más hermano, más prójimo, es tu esposo. Tu hermana, más hermana, más prójima, es tu esposa. Por lo tanto, puedo yo leer en Mateo 18, 15 esto. Mateo capítulo 18 y versículo 15. Por tanto, si tu esposo peca contra ti, ve y repréndele, muy sabiamente, por supuesto, con mucha sumisión, repréndele estando tú y él solos. Si te oyere, has ganado a tu esposo. más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia. Si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano." Es decir, que no es cristiano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo. Y es en ese contexto que nuestro Señor Jesucristo nos dice, y esto es muy importante y significativo. Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieran, le será hecho por mi padre, que está en los cielos. Muchos de los problemas matrimoniales se solucionarían si siguiéramos puntualmente este proceso. Muchos. Especialmente hay hermanas que sufren mucho. ¿Y saben qué hacen? ¿Saben qué hacen? Le van y le cuentan a sus amigas. Verás el problema que traigo en la casa. Le cuentan al pastor. Y yo les pregunto, hablaste con tu esposo en privado. Si yo le llamo a tu esposo que me estás contando esto, ¿te va a matar? ¿Te va a colgar? ¿Por puro orgullo te va a matar? ¿Cómo se te atreves a contarte el esposo esto? Las cosas... ¿Qué se han dicho? ¿Se lavan en casa? ¿Que la ropa sucia se lava en casa? ¡Esto es lo primero! Si no se resuelve, tú estás sufriendo mucho. Yo te prometo, sigue este proceso. Y si el caso llega a la Suprema Corte de Justicia de los ancianos de la iglesia, vamos a hacerlo bíblico. Si tú dices, me quiero divorciar, hay causa de divorcio, y si es bíblico, los ancianos te van a decir, muy bien, vamos a proceder esto conforme a la Biblia. Y si es necesario, muy bien, te separas. Primero y cuarenta y siete, si es necesario, muy bien, te divorcias. Vamos a seguir el proceso bíblico. Pero primero es lo que Cristo nos enseña aquí. Y también, muy importante, el mandamiento de Efesios 4. Escúchenlo. Enójense, pero no peguen. No se ponga el sol sobre su enojo. ¿Qué quiere decir esto? Antes de que anochezca, resuelve el problema con tu esposa. Antes de que anochezca, resuelve el problema, reconcílate con tu esposo. Y lo que quiero subrayar aquí es eso de lo último. No se ponga el sol sobre su enojo. Hace muchos años, no sé, 10, 20 años, pero no se me va a olvidar. Leí una entrevista de un par de unos casados que creo que habían durado como 70 años casados, 70, 80 años, increíble, de récord, ¿verdad? 70, 80 años casados. Les preguntaron, en secreto, ¿cómo le hicieron para durar tantos años casados en matrimonio? Y me gustó la respuesta. Siempre nos dormimos tomados de la mano. Siempre nos dormimos parados de la mano. Si se resuelven los disgustos, los enojos de tu pareja antes que se ponga el sol, puedes tomar en la mano, vas a dormir mejor. Y el día siguiente será mejor, olvidando, perdonando, olvidando todo. Y se aplica aquí, hermanos, la promesa del Salmo. Voy a cambiar una palabra, pero se aplica. Miren cuán bueno y cuán delicioso es habitar los esposos juntos en armonía, porque allí envía Jehová bendición y vida eterna. Se me acabó el tiempo, me regalan cinco minutos. El cabo del hermano Jaime Adams predica siempre sermones más cortos. ¿Bien? Prácticamente, ¿qué podemos hacer para ayudarnos a separarnos? Número cuatro, asegurarnos que como pareja estemos creciendo en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Asegurarnos que como pareja estemos creciendo en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Para vencer pecados, progresar en virtudes, todo cristiano debe crecer en Cristo. Esencial, básico, por supuesto. Si no estamos madurando, si no estamos creciendo en Cristo, entonces vamos a estar muy débiles para resistir las provocaciones del esposo. Vamos a estar muy débiles para resistir las provocaciones pecaminosas del esposo, las tentaciones del diablo. Vamos a estar muy débiles. Entonces, te hago unas preguntas de tu conciencia, no me contestes. ¿Sabes que está leyendo tu esposo? ¿Sabes tú que está leyendo tu esposa en la Biblia? Está leyendo tu esposa la Biblia. ¿Sabes tú eso? ¿La has visto? Ayuda a tu esposa, a tu esposo a crecer en Cristo. Lean, oren, anímense juntos para que al final, ante el gran trono blanco, al final tú puedas decir, he aquí yo y la mujer que tú me diste. He aquí yo y el esposo que tú me diste. Cuarta lección principal, con esto termino, hermanos. Cristo nos enseña en este pasaje que hay perdón para todos nuestros pecados, incluyendo nuestros divorcios antidíblicos, nuestros adulterios, todo enojo, toda gritería, todo, todo pecado que hemos cometido como matrimonio. El pasaje comienza, lo notamos el domingo pasado. ¿Cómo comienza este pasaje donde Jesús nos enseña sobre el divorcio? Es un pasaje, es un versículo de geografía. Marcos 10, 1. Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán, Pero esto es súper importante. ¿Por qué? Versículo 32. Iban por el camino subiendo a Jerusalén. Jesús iba adelante y ellos se asombraron. Le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los dos y aparte, les comenzó a decir las cosas que habían de acontecer allí en Judea. Por eso iba allí. Y aquí subimos a Jerusalén. El Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles, y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán. ¿Por qué? Él es inocente. ¿Por qué le iban a matar? ¿Por qué le iban a crucificar? Por nuestros pecados. Por nuestros pecados. por nuestros pecados. Entonces, hermano, y este es el puntón. El divorcio, la separación, los enojos, el adulterio matrimonial no son pecados imperdonables. Si fueran, todos nos iríamos al infierno. Lo repito. El divorcio, la separación, los enojos, el adulterio no son pecados imperdonables. Si fueran, todos nos iríamos al infierno. Si no lo crees, lee Mateo 5. Pero lo glorioso aquí es que Cristo murió para perdonarnos esos pecados. lo más grave y horrible que hemos cometido como esposos. Cristo no perdonó a la mujer adúltera de Juan Ocho y te puede perdonar y justificar a ti. Arrepiéntete ahora ya antes de salir de estas puertas. Arrepiéntete de todos esos pecados. Cree que Cristo vino para salvarte con su preciosa sangre. Dios te perdona. Dios nos perdona. Y termino con la gran promesa de 1 Corintios 6. La leí la semana pasada, pero vale la pena volverla a leer. Es uno de esos versículos que pudiéramos bordar y con hilo de oro. ¿No saben que los injustos no heredan el reino de Dios? No erren. Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros heredan el reino de Dios. Y esto eran algunos. Mas ya han sido lavados. Ya han sido santificados. Ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios. ¡Qué buenas noticias! Oremos. Padre Santísimo, Dios grande y temible, te alabamos, te damos gracias, te honramos por tan gran salvación de todos nuestros pecados. Hemos pecado contra nuestras esposas, nuestras familias, nuestros amigos, nuestros hermanos, contra nuestros cuerpos, pero en ti hay perdón. Te pedimos por los méritos de Cristo que inyectes estas lecciones a nuestros corazones, los enternezcas, que podamos vivir con gozo y esperanza, saber que tú nos recibes, porque Cristo sí es perfecto. En su nombre te lo pedimos. Amén. Vamos a despedirnos puestos de pie cantando una estrofa del último himno.
Como blindar tu matrimonio
Series Marcos
Como aplicación de este pasaje (ya estudiamos la enseñanza la semana pasada), vemos maneras prácticas de blindar tu matrimonio contra el divorcio.
Sermon ID | 71251949144546 |
Duration | 49:36 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Mark 10:1-12 |
Language | Spanish |
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