
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
semana pasada, miramos a Abraham, que vino al Señor para decir que iba a destruir Sodoma y Gomorra. Y como allí estaba viviendo Lot, Abraham estaba orando. Y nos da una buena lección de cómo orar con compasión, cómo orar con amor, hasta por personas como su sobrino Lot, que vivió en un mundo bien perdido de Sodoma. Y es lo que pasa muchas veces. Estamos en un mundo de mucho pecado y así tenemos que tener compasión unos a otros. Hay muchos hermanos que tropiezan y caen cuando hay tantas pruebas y tentaciones en el mundo. Y a veces uno dice que lo paguen ellos, pero no, debemos tener gran compasión. Y aprendimos cómo Abraham, en Génesis 18, oraba y oraba y oraba. Señor, que si hay 50 personas justas en su doma, no tendrás compasión. Hasta orando, por el mundo a tener compasión, si fuera posible, en la gracia de Dios. Lo que pasa es que a veces nosotros creemos que no hay esperanza para este pueblo, o esta familia, o este individuo. Pero si oramos con compasión, muchas veces nos sorprende lo que puede ser Dios. y hemos visto individuos bien endurecidos, o familias sin ningún interés, o hasta secciones de una ciudad entera que estaban transformados por la gracia de Dios porque cristianos estaban orando. Nunca deje de orar, pero miramos que cuando sigues orando y orando, hace la concentración en los justos, así hizo con Lot. Ahora bien, como digo, Lot escogió vivir donde vivió. Lo escogió, parece, dice, porque había tierra fértil en aquel tiempo. Y como dijo el fundador de la universidad que asistí, que en su sermón de Lot y Abraham, dice, era un buen lugar para criar las vacas, pero un lugar horrible para criar tus hijos. Pero hay muchos, muchos cristianos que prefieren un buen lugar fértil para buen trabajo, para ganar buen dinero, tener buena casa, tener muchos amigos, y así que tienen sus hijos criados en un lugar bien mundano. Y entonces, a veces eso para mí es una cosa triste, que muchos cristianos adultos creen que sus hijos pueden aguantar. en el mundo. Son tiernos. Es que necesitan un vernáculo donde ponen plantas debajo para protegerlos. Los padres queremos decir, no, mi hijo puede estar en el mundo. Suerte, y no creo en suerte, por eso lo digo. El hecho es que demasiadas veces, mis hijos pueden ver lo que quieren en la tele, yo puedo darles un teléfono celular y no van a mirar ninguna pornografía o ninguna cosa mala. Son mis hijos, yo les tengo confianza y no van a estar tan influidos por los mundanos alrededor. Y 99,99% de las veces los jóvenes caen. Hay algunos por allí. Yo fui a la escuela pública, ¿verdad? Teníamos mil jóvenes graduando conmigo, ¿verdad? Puro, puro mundano. Y Dios me guardó. Dios me llamó para ser un misionero, pero de los mil, ¿Cuántos más de mi high school graduaron para ser misioneros? De verdad, no sé. A lo mejor alguno. Hay uno, yo sé, que estaba como dos años antes de mí, o un año antes de mí. Como les dije la otra semana, llegó a ser presidente de un gran seminario en los Estados Unidos. Hay uno aquí. Él fue a la iglesia de mi abuela y yo fui a otra iglesia. Pero muy, muy pocos están sirviendo al Señor. La mayoría están atrapados por el mundo. Y esto es lo que pasa con Lot. sus hijas atrapadas por el mundo, su esposa, no sé si se casó con ella allí o qué, pero de cualquier manera ella era pura mundana. Sus yernos se burlaron de él junto con sus otras hijas, además de las dos solteras que tenía. Tenía dos hijas más y dos yernos, y así todos burlándose de él. hasta caer el fuego y destruir Sodoma y entonces sus dos hijas cometiendo fornicación con él. Aquí encontramos entonces que tenemos que orar, tenemos que orar. Lot tenía necesidad de la oración de Abraham. Por lo menos él fue guardado. Él pudo estar en buen camino por la oración de su tío Abraham. Y así que nosotros tenemos que orar unos por otros con gran simpatía y hasta orar por el mundo, para la salvación del mundo. A lo mejor No muchos serán salvos, pero Dios salva personas. Y así que tenemos que orar y entonces confiar que en la oración Dios puede hacer grandes cosas. Él hace cuando menos esperamos, ¿verdad? Así que aquí les hemos dicho que tocamos casi cada puerta en Antioquía cuando llegamos hace 35 años. Y oramos, y oramos, y yo pasé horas y horas en oración, días y días, y semanas, y meses, y años. Y nada, por mucho tiempo los cimentales estaban aquí. Sabe que un grupito pequeñito creció un poco y la mayoría ya se fueron al mundo otra vez. Y entonces ya empezó Dios a traer otros, algunos bien, algunos mal. Empezó a traerles a ustedes poco a poco, a poco. empezó a construir su iglesia. Pero así es, que tenemos que ser fieles y no decir, bueno, ya testifiqué, ya oré, Dios no hizo nada. No, seguir, seguir, seguir. A veces es toda la vida. Es que las historias misioneras, verdad, de Grenfell, era un gran misionero. a Grenlandia, interesante Grenfell y Grenlandia, que está allí al norte, pero trabajó como 25 años allí. Y creo que solo dos niños se convirtieron en todo ese tiempo, pero los niños empezaron a servir al Señor. Y cuando él tenía que retirarse por salud y varias cosas, Dios mandó otros misioneros en su lugar y esos misioneros miraron millares convertidos al Señor. Muchas veces por causa de la siembra de Grenfell con 25 años y los dos niños ya hombres, Dios empezó a obra grandemente. Y así es lo que pasa, que cuando menos esperamos, Dios obra. Yo siempre he dicho que es muy posible que aquí, un día, si Cristo tarda en su venida, y Dios me llama a casa en el futuro, y viene otro pastor, A lo mejor ustedes miren aquí un crecimiento diez veces más y dicen, ¿por qué aguantamos al pastor Ricardo tanto tiempo? Si Dios iba a hacer mucho más cuando él se vaya. El hecho es que muchas veces Dios tiene que usarnos a nosotros para plantar la semilla. Y empezamos a ver como aquí crecimiento. Pero muchas veces la gran obra está esperando a usted. A lo mejor hay algunos aquí que Dios va a usar grandemente en esa obra. Y nosotros entrenando, plantando, como domingo en la noche, repetimos 20 o 30 veces el plan de salvación para que cada uno lo tuviera en su mente y pudiera hablarlo a otros, ¿verdad? Y así es que cuando usted habla a su amigo, A lo mejor Dios le usó a usted como la mujer samaritana que ganó muchos al Señor, ¿verdad? Cuando salió del mundo salvada y ya muchos venían a Cristo por su testimonio. Pero aquí tenemos que Lot estaba bien metido en el mundo y necesitaba oración de parte de su tío Abraham. Parece que Lot no estaba orando. No sé, no veo en la Biblia que él estaba orando por su familia. No veo que estaba orando con sus hijas. Y así que si es una familia que no tiene mucha oración juntos, habrá normalmente casi siempre problemas, un alejamiento de Dios. Tenemos que orar por nuestra familia y orar con nuestra familia cuando están creciendo con nosotros. Pero eso no significa que Abraham fue siempre un santito. Ya miramos cómo él comenzó allí cuando fue a Egipto por falta de fe. Tenía que crecer en la fe. Fue a Egipto porque había dificultades de hambre en la tierra de Canaán. Y entonces allí dijo, Sara, ofrécete como mi hermana para Faraón para que me trate bien. y casi perdió a su esposa, si no fuera por la gracia de Dios, y ya entonces salió y regresó a la tierra de Canaán. Y entonces todo fue leche, dulce, crema en la tierra de Canaán sin ningún problema, ¿verdad? No, en absoluto. ¿Cuántas veces nosotros salimos de un lugar pensando que será mejor en otro lugar? y hay problemas en todo el mundo. Y a veces decimos, no, yo voy a regresar a este lugar, porque ya la cosa será mejor la segunda vez. Y es lo mismo la segunda vez. Por esa razón, llegamos a Abraham, que quería escapar de sus problemas y pensar que si él lo tomaba en sus manos, la cosa sería mejor. Y se fue peor con Faraón. Y entonces, la gracia de Dios todavía le bendijo y regresó a la tierra de Canaán. Pero ya cuando encontró problemas, parece que no había aprendido su lección. E hizo la misma cosa dos veces tan malamente. Génesis 20, Génesis 20. De allí partió Abraham a la tierra de Negev. y acampó entre Cárez y Sur y habitó como forastero. Esto es inmigrante en Gerard. Esto es afuera de Canaán, más por la costa, parece que había una tierra bonita y fértil allí. Pero dijo Abraham a su mujer, mira, recuerda lo que pasó allí en Egipto. Bueno, quiero que haga lo mismo. Diga que eres mi hermana. Y así que Abimelech, rey de Gerar envió y tomó Sara como había hecho Faraón, la misma cosa. cuántas veces no está orando, está tomando las cosas en su mano de cómo preservar su vida, cómo arreglar las cosas, y solo causa grandes problemas, grandes dificultades para su familia por no orar y solo hacer las cosas de su manera. Pero Dios, otra vez, intercedió, intervino, porque él tenía un plan para Abraham y Sara y no quería que ella se casara con Abimelech, igual como antes de Faraón. Y vino Dios a Abimelech en sueños de noche y le dijo, ¡He aquí! Muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual has casado con marido. Mas Abimelech no se había llegado a ella, y dijo, Señor, ¿matarás también el inocente? No me dijo este señor, mi hermana es, y ella también dijo, es mi hermano. Con sencillez de mi corazón, con limpieza de mis manos, he hecho esto. Esto, y le dijo Dios en sueños, yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto, y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocase. Ahora pues, devuelve la mujer a su marido, porque él es profeta. Y aquí es lo que quiero enfatizar. y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieras, sabe que de cierto morirás tú y todos los suyos. Aquí encontramos que las decisiones de un cristiano de no orar ponen a su familia en peligro y a veces causa grandes problemas con otros alrededor. Lo bonito aquí es que encontramos un pagano que en su sueño y en la revelación de Dios está orando. Él está hablando con Dios. Señor, no hice esto con inocencia. Es que yo no sabía, Señor, hablando con Dios. Oración. Abraham no estaba orando en este momento, pero él estaba orando. El hecho es que Dios no promete escuchar las oraciones de incrédulos. Pero Dios es un Dios de gracia, y la lluvia viene a los buenos y los malos. Y solo porque uno que no es cristiano, no es creyente, es moral, y por lástima, Hay muchos no creyentes que van a la iglesia más fielmente que muchos que dicen que son creyentes. Qué triste, ¿verdad? Hay personas que no son creyentes, que oran con sus familias. No creo que Dios escuche sus oraciones, pero lo hacen algunos no creyentes. Hay algunos no creyentes que son más morales que algunos creyentes que deben tener la disciplina de la iglesia, si no quieren ser morales. Pero el hecho es que aquí es un señor que era un gran pecador, rechazó al Dios del cielo como su único Dios, pero aquí le tenía respeto al único Dios, Jehová, y Dios le tenía misericordia, por lo menos para salvar su vida y así que advertirle de su pecado en este caso. Aquí encontramos entonces que su oración no podría hacer gran cosa más que dar sus excusas, ¿verdad? Y Dios, por su gracia, escuchó las excusas. Pero si él iba a ser salvado, preservado realmente de maldades en el futuro, él tenía la necesidad de las oraciones de un creyente. Un creyente más, en algún sentido, más débil que él, porque así era Abraham en ese momento, verdad? Se fortaleció mucho Abraham después. Pero dice él orará por ti. Así es que versículo 7. Él es profeta y orará por ti y vivirás más tarde. Entonces, si lees abajo aquí en esa sección, versículo 17, 17, dice entonces Abraham oró a Dios y Dios sanó a Abimelech y a su mujer y a los siervos que tuvieron hijos, porque había hecho que ninguno de ellos podrían tener hijos y muchas enfermedades allí. Dice había cerrado completamente toda la matriz de la casa de Abimelech por causa de Sara. Y así que encontramos que Dios guardó a Sara otra vez, y Dios, en este caso, guardó la vida de Abimelet por su sinceridad, pero realmente para tener la bendición del Señor sobre su vida, y no solamente preservarle del peor castigo, tenía la necesidad de un creyente, un profeta de Dios. Yo creo que muchas veces Dios mira aquí y usted no está orando como debe orar, a lo mejor. A lo mejor hace cosas en su propia inteligencia que debe orar en vez de hacer esas cosas para que Dios le guíe. Pero usted es un cristiano y a lo mejor Dios le mira y dice profeta de Dios, profeta de Dios, ora, profeta de Dios, ora. Usted es un siervo de Dios y usted es un cristiano. ¿Verdad? Hay un dicho que damos como misioneros muchas veces. Cada persona es un misionero. o es un campo misionero? Cada persona es un misionero o es un campo misionero. Usted debe hablar a otros de Cristo y la salvación o usted debe ser salvo y recibir a Cristo. ¿Cuál es? Pero si usted conoce a Cristo, ha recibido a Cristo, usted es un misionero para las personas que Dios pone en tu camino. Y así es que está diciendo, ora por Él. Y entonces, después de pasar muchas dificultades y tenía a Abimelech que arrepentirle, no hemos leído todo esto. Usted puede leerlo, cómo le arrepintió a Abraham. Qué triste que el mundo tiene que arrepentir a un cristiano por no ser cristiano. Eso ha pasado. Algunos de ustedes han tenido la experiencia que a lo mejor fue una fiesta donde estaban tomando mucho, donde estaban bailando. Y entonces el mundo dice, ¿qué haces tú aquí? ¿Verdad? Y eso te reprende a ti porque piensas, tú dices que eres cristiano. ¿Qué hacen cristianos? ¿Usted va a tomar con nosotros ahora? ¿Va a fumar con nosotros? ¿Va a bailar con nosotros? Y eso pasa mucho con jóvenes. Es que los jóvenes quieren convencer al mundo que no son cristianos. Mira, yo puedo bailar como tú lo haces. Yo voy a las películas mundanas, al cine. Yo conozco todas las películas que tú conoces. Yo conozco la música que tú escuchas. Yo escucho eso también. Yo soy uno de ustedes. Y los jóvenes quieren mucho amistad y quieren entablar confianza con el mundo. Y de vez en cuando viene algún mundano y tú vas a la iglesia. Qué lástima, qué triste si tiene que decir y tú vas a la iglesia. Hay personas que han trabajado en su trabajo por semanas, meses, años. Y hemos escuchado aquí testimonios. Yo soy el jefe de mi trabajo, pero no creo que nadie sepa que yo soy cristiano. Y así es como si están diciendo, no ofendo a nadie, no quiero ofender a nadie. Pero a lo mejor no los quiere ofender, pero debe saber que ustedes son cristianos. Verdad, por su manera de hablar, por lo que haces y no haces, y de vez en cuando alguna palabra por inclinar tu rostro antes del almorzar y dar gracias a Dios por la comida, por leer tu Biblia de vez en cuando. A lo mejor no los quieres molestar, pero si no saben que ustedes son cristianos y tienen que decir ustedes cristianos, ¿qué pasa aquí? Pero el hecho es que muchos de ellos oran y Dios tiene gracia, tiene misericordia, verdad, en algún sentido, pero no son salvos hasta que un cristiano ore por ellos. Él es profeta, orará por ti. Y entonces, cuando Abraham oró por él, Dios dio sanidad a él y a su pueblo. Creo que eso es un símbolo de salvación. No creo que fueron salvos necesariamente, pero creo que es símbolo para nosotros de decir, mira, si tú oras, eres humilde para confesar que no has sido buen cristiano. Lo confiesas y entonces, Dios puede contestar en su oración. Así aquí encontramos que es como una oración de confesión de parte de Abraham, yo creo, ¿verdad? Como casi más confesión, pero más excusa de parte de Abimelech. Pero aquí encontramos que Abraham finalmente confiesa su pecado y entonces Dios escucha su oración hasta de un cristiano débil, porque él es un justo. Y Santiago 5.16, la oración del justo puede mucho. Tu oración puede mucho. Es que tienen días de oración en los Estados Unidos cuando pastores de todas las iglesias mundanas, a veces algunos supuestamente cristianos, se juntan a veces con el presidente de los Estados Unidos y tienen día de oración. ¿Cuántas de sus oraciones escucha Dios? Cuando no oran en el nombre de Jesucristo, Cuando no tienen fe que Jesús es Dios y Salvador, Dios está escuchando sus oraciones. Pero si hay algún cristiano entre ellos, Dios escucha su oración por su gracia. Pero qué triste que no reconocen la diferencia unos con otros, pero es para nosotros. No juntarnos en oración con ellos. Dios no va a escuchar su oración, pero orar por ellos. Pero ya llegamos al tope de la vida de Abraham, capítulo 22. Aquí encontramos que ya ha crecido en la fe, ya Isaac ha nacido, Isaac ya ha crecido, es un joven grande. Y aquí tenemos que Isaac llega a ser un símbolo de Jesucristo. Abraham había llegado a ser un hombre de oración. Y su hijo Isaac, Risa, le había dado risa a su vida, ¿verdad? Ya está joven. Y ya han pasado los años con mamá y papá. Sarah tenía 90 años de edad. Ya tendrá como 115, 105 años de edad. El niño, no sé si es de 15 o 17 años de edad. Y así Abraham tenía a su hijo cuando tenía 100 años de edad. Ya tenía como 115, 120 años de edad. Su corazón, su vida está enredado con este niño. Ha pasado días y noches comiendo con él, posiblemente pescando con él, cazando con él, jugando con él, llorando con él, orando con él. Toda su vida, su hijo único ya tenía que despedir a Ismael, ¿verdad? Porque era este hijo, Isaac, que Dios quería dar la promesa de la tierra prometida. Pero aquí está entonces que Dios dice, ok, ya has crecido bastante en la fe, que puedes orar, incluso cuando te pido alguna cosa difícil, Una cosa que parece imposible, de usar a tu hijo como símbolo de mi hijo Jesucristo, que iba a ir a la cruz y a resucitarse. Génesis 22. Aconteció después de estas cosas que probó Dios a Abraham y le dijo, Abraham, Interesante. Abraham solo da dos o tres palabras. No más. No más. No sé si en... No he estudiado esto para ver si en hebreo es una sola palabra o si son tres palabras. Pero así es su oración, la única oración que encontramos aquí. ¿Qué es? ¿Qué hora habrá a Dios? Él respondió, ¿qué? M, aquí. M, aquí. Dos veces en este capítulo encontramos esta oración. M, aquí. Y Dios dice, toma ahora tu hijo. Vamos a ver si eres sincero en esta oración. Porque Amy aquí es una oración de presentarme al Señor. Samuel. Samuel. El niño no sabe cómo responder. Corre a Eli, ¿verdad? Su padrastro, digamos, que era el sacerdote primero de Samuel. Y era un niño. ¿Quiere obedecer? ¡Eme aquí! Y si yo no le he llamado. Tres, cuatro veces. Duérmela. Después, la tercera, él le dice... Yo recuerdo lo que dijo Abraham. A lo mejor usted debe orar esta oración, Samuel. ¡Eme aquí, tu siervo oye! Y allí entonces Dios habló a Samuel. Isaías 6, Dios está buscando quién le va a servir. Va a ir a un lugar difícil donde nadie quiere escuchar. Todos van a burlarse de él. Hasta le iba a matar. Va a ser un mártir. Probablemente iban a cerrarle su cuerpo con una sierra en su muerte de martirio. Y dice, Dios hablando con Dios en Isaías 6. ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí? Cueste lo que cueste. Y que dice Isaías, envíame aquí. Envíame a mí. Envíame aquí. Envíame aquí. Encontramos así, en esas ocasiones, esa sencilla palabra. Vamos a verlo una vez más tarde con Jacob cuando llega a ser grande. Y no es ahora mucho, pero en Génesis 25, en los primeros versículos de 46, Génesis 46, 2, Él busca la dirección del Señor, y cuando Dios le habla, él solo dice, ¡Eme aquí! ¡Eme aquí! Incluso dos veces lo dijo Israel, Jacob. Pero aquí encontramos que la primera vez que escuchamos esto aquí, ¡Eme aquí! con Abraham, y muchas veces esta es la oración que tenemos que orar. Podemos ponerlo más largo en Romanos 12, versículo uno y dos, presentar tu cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable al Señor, presentar tu cuerpo en otras palabras, decir me aquí, lo que tú quieres, señor. Ok, señor. Ok, Dios, me aquí. Qué quieres? La primera vez a lo mejor no es tan difícil decir me aquí, porque no sabemos lo que Dios va a pedir. Isaías no entendió todo lo que Dios iba a pedirle, pero después siguió. Abraham no supo lo que Dios iba a pedirle. ¿Y qué dijo en Génesis 22, versículo 2? Toma ahora tu hijo, tu único. De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito. De tal manera, amor, toma tu hijo único. Isaac, para no equivocarse, creo que estoy hablando de Ismael. Isaac, yo sé lo que sientes. ¿A quién amas? Dios muestra su amor para con nosotros. ¿En qué siendo un pecador es Cristo murió por nosotros? Romanos 5, 8. ¿A quién amas? Aquí es Génesis 3, 26 en un cuadro. en una presentación. Y vete a la tierra de Moria y ofrécelo a tu hijo allí en Holocausto, sobre uno de los montes que yo te diré. Hablando ahora más, no discute nada. Solamente se levantó muy de mañana. Si voy a hacerlo, tengo que hacerlo ahora o voy a ser mi cobarde. Muy de mañana tomó su asno, dos hierbos e hizo a su hijo y cortó leña para el holocausto y se levantó y fue al lugar donde Dios dijo. Y como en la resurrección, el tercer día. Alzó Abraham sus ojos, vio el lugar. Dijo los siervos, espérame aquí, en versículo 6 tomó Jesú, tomó Abraham la leña como la cruz. Para el holocausto, para la crucifixión, y lo puso allí Isaac, su hijo, y tomó en su mano fuego. Y entonces el hijo dijo, padre mío, dónde está el sacrificio? Versículo Siete, heme aquí, mi hijo. Solo hace lo que yo diga. He aquí el fuego, la leña. ¿Dónde está el holocausto? Bueno, más bien, padre mío, y él respondió, heme aquí, mi hijo. Y entonces respondió Abraham, Dios se proveerá de un cordero. Iban juntos. Y entonces, cuando iba a sacrificar a su hijo, en versículo 11, el ángel de Dios le dio voces del cielo y dijo, Abraham, Abraham. Y él oró la segunda vez. ¿Y qué dijo? M aquí. Es fácil decir M aquí cuando no sabemos lo que Dios va a pedir, pero ya sabe. Y así que ya está para dar su hijo en sacrificio. Y dice, eme aquí. Y a Dios dice, párate. No, no le sacrifiques en tu corazón. Ya está sacrificado. Tres días atrás en tu corazón sacrificado. Es que hoy es como un día de resurrección para tu hijo, en tu mente, en tu corazón. Y así que ya pudo orar una oración que le iba a traer gran bendición. porque comprobaba que su primera oración era sincera. Si yo oro Romanos 12, 1, presenta tu cuerpo, Señor, te presento mi cuerpo. ¿Eres sincero? No sabes lo que va a pasar después. Pero una persona sincera va a seguir el plan de Dios para su vida. Y más tarde, cuando ya está posiblemente casi agotado, otra vez Dios le dará oportunidad para hablar. Y otra vez puede decir OK, señor, no sé, no tengo más fuerza, pero me aquí. Y ya cuando termina su carrera, Dios dirá bien hecho, buen siervo y fiel. Entra al reino de tu señor. Aquí, una oración de lo más humilde, lo más sencillo, pero lo más profundo, cuando uno dice M aquí, pero con sinceridad. Las oraciones grandes no tienen que ser largas. Muchas veces cuando hablo de Mateo 15 y Pedro caminando, bueno, eso es más tarde, pero hechos 15 allí también. Pedro caminando sobre el agua y está ahogándose y solo dice, ¡ayúdame! No ora una gran oración. Señor de los cielos, la tierra, bla, bla, bla, bla, bla. No tiene tiempo para mucha oración. Solo dice, ¡ayúdame! Así son muchas de nuestras oraciones. Señor, ayúdame. O en este caso, Señor, eme aquí. Esa es la oración que muestra que Abraham de verdad ha crecido, es maduro en la fe. Una oración de plena entrega al Señor. Oremos de pie. Nuestro Padre es el Cielo. Hoy hemos visto un par de eventos en la vida de Abraham, pero bastante para esta noche. Para enseñarnos, Señor, cómo glorificarte a ti en la oración. Señor, ayúdanos a glorificarte en decir,
Un profeta imperfecto ora
Series Oración
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 62724616582988 |
Duration | 35:14 |
Date | |
Category | Prayer Meeting |
Bible Text | Genesis 20; Genesis 22 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.