00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Bueno hermanos, hoy voy a compartir con ustedes el Salmo 119, versículo 50. Estaba pensando mucho en este versículo y vamos a leerlo y oramos y empezamos. En Salmo 119, versículo 50. Ese es mi consuelo en la ficción, que tu palabra me ha vivificado. Vamos a orar. Señor, te damos gracias por tu bondad y misericordia. Gracias por este tiempo que tenemos para estar juntos. Te pido, Señor, que tú abres nuestros corazones y mentes, llénalos de tu verdad y que seamos libres por tu verdad. En el nombre de Cristo Jesús lo oramos. Amén. Hay tiempos en la vida que son difíciles y hay tiempos en la vida que es más suave. Hay tiempos en donde sentimos que estamos avanzando y hay tiempos en la vida que sentimos que estamos manteniendo. Hay tiempos que pensamos que estamos arriba de la montaña y hay tiempos en la vida que pensamos que solo mi boca está arriba del agua y nada más. a punto. Y la pregunta es, ¿esto va conectado, si estaban en la conferencia, con lo que yo compartí de estar solo? ¿Esto va a mano con esto? La pregunta es, ¿cómo mantenemos en los tiempos de las montañas y cómo sobrevivimos en el tiempo de ahogarnos? ¿Cuál es lo que nos va a sustentar? Bueno, nuestro texto esta mañana nos da la respuesta de esto. En problemas, o en necesidad, o en abundancia. La verdad no cambia. La palabra de Dios es lo que nos da vida, lo que nos mantiene. Nosotros hablamos mucho de lo que llamamos medios de gracia. Y lo que queremos decir de medios de gracia es la forma en que Dios usa las cosas en nuestras vidas para mantenernos y santificarnos. Cristo dijo, nunca te dejaré. La pregunta que queremos hacer aquí es cómo. ¿Cómo no nos va a dejar? Mateo 6.33 dice, busca primeramente su reino y su justicia y todo lo demás será añadido. La situación no es que yo siempre voy a tener todo lo necesario. Todos en este grupo podemos sentarnos aquí y contar donde no tuvimos lo necesario. La pregunta no es si yo tengo lo necesario y la promesa no es que voy a tener lo necesario. La promesa es que él me va a sustentar. aún en la escasez y aún en la abundancia. Tal vez es más peligroso para nosotros en abundancia. Yo pienso que en los tiempos de necesidad normalmente oramos más y en tiempos de abundancia no oramos tanto. Entonces, en verdad, es más difícil andar fiel cuando cuando es abundancia en lugar de donde es escasez. No estoy hablando físicamente y financialmente. Estoy hablando de todas las maneras, en el estado de nuestros ministerios, en el estado de nuestro corazón. en nuestro bienestar con el Señor. A veces sentimos que en nuestro tiempo devocional estamos subiendo y bajando la escalera de Jacob, y a veces sentimos que estamos en el Valle del Sombrero Muerto, donde no hay nada. David preguntó, ¿Cuánto vas a regresar a mí? Y a veces nosotros sentimos la misma. ¿Hasta cuándo, Señor? Entonces, en todos los aspectos de la vida, preguntes, ¿Cómo vamos a mantenernos? ¿Cómo mantener nuestras manos sobre el horario? Tenemos una consolación en nuestro versículo esta mañana. Y la promesa es esta. Su palabra nos da vida. Su palabra vivifica. La vida de nuestro alma es primeramente concebida en la palabra de Dios. Fé viene a oír, oír por la palabra de Cristo. Cristo predicando a través de los medios de gracia nos da vida, causa que concebe vida en nuestras vidas. Estaba pensando o escuchando un discurso, un discurso histórico sobre Spurgeon esta semana. Y él empezó una escuela para pastores. Y en esa escuela de pastores preguntó, ¿Quién puede venir? ¿Quién va a venir? Y él citaba en Efesios ese señor que hace a alguien un pastor. Y lo usa su palabra para concebirnos. Aún en el ministerio, concebirnos a la vida, la vida eterna, y concebirnos como pastores. Es el Señor que hace esta obra y usa su palabra. Él nos da vida. Yo pienso en Santiago. No sé si has llegado ahí todavía Christian, pero en Santiago 1.18 dice, en el ejercicio de su verdad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad para que fuéramos las primicias de sus criaturas. Es Él quien nos dio vida, Él causarnos a tener vida en su palabra. En 1 Pedro 1.23 dice, pues han nacido de nuevo, no de una semiente corrompible, sino de una que es incorrompible. Es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Es por la palabra de Dios que tenemos vida, ¿no? Pero la pregunta es esta, si es por la palabra de Dios que nos da vida, ¿Por qué buscamos todos los medios para consolarnos? Afuera de la palabra. ¿Por qué buscamos todos los medios afuera de la palabra para mantenernos? Muchas veces caemos en el error de disciplinas. Si yo hago ocho disciplinas en el día, me voy a mantenerme. No, no, no. Tenemos que salir de esa mentalidad. Disciplina es muy bueno y haciendo disciplinas en la vida es muy bueno, pero es la palabra en las disciplinas que nos mantiene. Y hay una gran distinción ahí. Quiero que entendamos algo esta mañana. Todas las consolaciones y todas las esperanzas que tenemos en este mundo afuera de la Palabra de Dios, no son nada para nosotros. Quiero que entendamos eso. La Palabra es la única constante. La Palabra es lo que tenemos. No hay más. Escucha cómo Pablo da esta doctrina. Cuando David está en su lugar más profundo. Cuando David está corriendo de Saúl, toda su familia abandonado, sus amigos están en la cueva. ¿Dónde es que David va? Él dice tu palabra, no solo quiere estar con el señor. Pablo lo escribe así en Romanos 15 en versículo 4, porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados para nuestra enseñanza es escribir, escribir, escribir al fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las escrituras tenemos esperanza. Está hablando de Antiguos Testamentos. Está diciendo todo lo que fue escrito. Fue escrito para nuestra enseñanza y esperanza. Debemos poner toda nuestra esperanza en lo que está escrito por la Palabra de Dios. ¿Qué es la verdad en el centro de las Escrituras que nos lleva? Quiero que entendemos algo. Yo no estoy diciendo estás en una rancha bajo o estás arriba de la montaña, en cualquiera de los dos. Estoy hablando de todas las situaciones. Estás aquí o estás aquí. ¿Cuál es la verdad en medio de las situaciones que te va a sustentar? Queremos escuchar. Bueno, él me va a poner solo las alas de un águila, como las alas de un águila. Me va a levantar y voy a sentirme mejor. Esa es la verdad que decimos. Queremos hacer eso. Él no me va a dejar una... Bueno, pienso en inglés. No sé cómo se dice en español. Es una rama no rompe. Una rama dañada no se rompe. No sé cómo se dice el versículo en español, pero tal vez me lleva a unas dificultades, pero no me va a dejar romper. O él es mi tesoro. Entonces yo tengo tesoro. Pero la verdad, Lutero dijo muy bien, la totalidad de las escrituras Hace esto, nos anima para que creemos en Dios. Esa es la verdad, que el personaje y la persona de Dios será revelado en las Escrituras para que lo vemos a Él. Esa es la verdad que necesitamos, a ver quién es Él. Cuando vemos quién es él, podemos ser sustentados. Pero cuando no vemos quién es él, cuando estamos buscando algo más, no hay consolación. La pregunta que queremos, que quiero preguntar es cómo estamos animados, consolados en nuestras escrituras cuando estamos aquí y cómo estamos mantenidos cuando estamos aquí. ¿Cómo es que las escrituras nos funcionan en este rol en nuestras vidas? Primero, las escrituras son una consolación divina. En Salmo 94.19 dice, cuando mis inequidad y inquietudes se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma. Cuando estoy inquieto, cuando yo tengo un problema profundo de mi corazón, es la palabra de Dios que me calma. ¿Por qué? Porque me dice quién es Dios. Es bueno considerar dónde viene nuestra consolación. La Biblia no debemos acercar y tratarlo como una forma de decirme que todo va a estar bien. No, no. La verdad que necesito ver es quién es Dios, cuál es su poder, cuál es su sabiduría. Cuando nosotros estamos en una rancha difícil o aún en una montaña, la verdad que necesitamos saber es que Dios es fiel a sí mismo y Él es todo poderoso y Él es sabio. Bueno, yo sé esas tres cosas. Yo sé que donde estoy ahorita, en cualquier circunstancia, es basado en providencia. Y en cualquier momento, Él es poderoso a mantenerme y Él es fiel de mantenerme como Él me dice que me va a mantener. Esa es la verdad que necesitas saber. Esa es mi consolación. Es bueno a considerar dónde viene nuestra consolación. Es bueno a saber que viene de la mero verdad de Dios. ¿Viene nuestra consolación de Dios mismo o de nuestro propio razonamiento? ¿Nuestra consolación viene de nuestras emociones? Muchas veces cuando alguien está en una posición difícil, una tristeza o lo que sea, si te enjera a mí es 29. Yo sé los planes que tengo para ti, para exaltarte y no dañarte. Y ellos toman ese versículo, no como él me tiene en su mano, pero él tiene un plan bueno para mí y el enfoque es el plan. Mis circunstancias van a cambiar porque ese versículo dice eso. No es lo que dice el versículo. Entonces, ¿dónde viene nuestra consolación? ¿Viene de mi razamiento? ¿Viene de mis emociones? Yo creo que es la razón por la que los carismáticos dicen, voy a declararlo. Porque su consolación viene de pura emoción. Viene de pura raza entre ellos. Dios no quiere que yo esté sufriendo, entonces voy a declararlo. Ese es humanismo. Ellos buscan consolación y a salir de, a tener un poco de descanso de su situación. Entonces ellos en su propia mente, racionalmente, su propia consolación. Ellos tratan en razón, voy a ser consolado. Y es una desolación. No hay nada de certenumbre ahí. ¿No? Si nosotros decimos, Dios me va a dar todo lo que yo quiero y cuando no tengo, ¿cómo es que se concuerde esto? ¿Son dos verdades en oposición o no? Nuestra consolación viene de Dios. de su persona, su carácter. Eso es lo que necesitamos ver. Y cuando viene de Dios, cuando nuestra consolación viene de la carácter de Dios, podemos saber algo. No cambia. Porque no cambia él. Dura para siempre. Dice en 2 Corintios 2,3, Él es Dios de toda consolación. Fluye de él. Una consolación en Salmo 4 dice, alegría pusiste en mi corazón. Yo prediqué aquí en la iglesia, en Salmo 92, versículo 4, el domingo en la tarde por ser el Señor. Dice, por tus obras me has alegrado. Es Dios que nos hace alegres. Dios mismo es él y su persona. ¿Quién es él? Dios pone alegría en nuestro corazón. Necesitamos ir a él. Nuestra consolación está en él. Nuestro ánimo está en él. Nuestra seguridad está en él. El mundo, en ese mundo puedes tratar de hacerte una fogata para calentar tus emociones. Puedes usar los fósiles del mundo para tratar de animarte. Sin embargo, no es suficiente. Nunca. pero Él quien viene a Cristo para su consolación, hay una fuente eterna. Como Jesús dijo a la mujer Samaritana, será una agua, una fuente, una fuente de agua viva, donde nosotros podemos ir constantemente. Nuestra consolación en los Escrituras es una consolación divina, pero solo cuando nuestra consolación en los Escrituras es Dios mismo. La desilusión es que hay promesas o me promete cosas afuera de Dios en las escrituras. No, no, no. La promesa del nuevo pacto es que él sea nuestro Dios y nosotros su pueblo. Y que él no recuerde nuestros pecados. Esa es nuestra consolación. Segundo, Es una consolación en las escrituras, no solamente porque es divino, pero también es fuerte. Dice en Hebreos 6, 18, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados. Y este refugio es del Señor mismo. ¿Quieres ser animado? ¿Estás desanimado? ¡Vayas al Señor! Esa es nuestra fuente de ánimo. Si no vas al Señor, si no buscas a Él y solo a Él, entonces no vas a tener una consolación real. Y lo que vamos a ver en un momento, no vas a tener una base ni una fuente de animar a otros. Si tú vas al trono de gracia buscando algo externo, que el que está sentado ahí, has ido con mala intención. No hay más. No hay otra cosa ofrecida en el Evangelio, solo Cristo mismo. El Salmista dice aquí, tu palabra me da vida, me vivifico. Otras promesas son frágiles, débiles, Sin embargo, el que consuela a sí mismo en Cristo busca apoyo para su alma. Las olas y todos los tormentos de este mundo caen sobre su corazón, pero no se ha movido. Será como un hombre que edifica su casa sobre la roca. La roca es la verdad de Dios. La palabra de Dios, lo que Dios ha revelado. Nuestra única consolación en la vida de la muerte es Cristo mismo. Me encanta como Pablo dice así. Dice que el mismo poder que nos levantó Cristo de la muerte está trabajando en nosotros. Y en capítulo 6, versículo 10, dice, fortaleceos en el Señor y el poder de su fuerza. Nosotros queremos cosas externas para nos dar poder. Otra familia que viene a la iglesia, que están bien reformados y hasta tapa la mujer su cabeza. Queremos ser animados. Que alguien postea nuestro sermón en Facebook y ya tienen cien mil visas o lo que sea. Este me anima. Este será un gran ánimo. Como compartí con ustedes cuando estaba ahí. Queremos un mensaje de texto. Eres el mejor pastor del mundo. Queremos que este pastor nos dé la tazita. Mejor pastor del mundo. Mentira. Pero queremos la taza. Esto me hace sentir mejor. Voy a poner mi escritorio. Cada vez que siento desanimado voy a verlo. Todo esto es falso. Esto no te ayuda. Muchas veces esto te daña la vida. No, no, no. La fuerza que tenemos, como Efesios dice en 6.10, en el Señor. Fortalecerse en el Señor, el poder de su fuerza, no mío, no algo externo. Es Cristo mismo y solo viene por la palabra de Dios. Número tres, no solamente es un consolación divino, no solamente es un consolación fuerte, pero también es un consolación completo. Vemos esto en dos formas. En la medida, no hay una situación, no hay una circunstancia que es afuera de la expansa de la consolación de Dios. No hay una forma que podemos estar más arriba para salir de su mano, que no nos mantiene, o ser más abajo para alejarnos de él. Nada puede separarnos. No, no, no. Es suficiente en su medida. Dice en 2 Corintios 1.5, porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestro en abundancia, así también abonde todo consuelo por medio de Cristo. todo. Todo consuelo que hay está en Cristo. Entonces no hay forma de salir más allá o estar más allá que podemos ser consolados. Su medida es enorme. ¿Cómo dice Efesios? Lo profundo o lo alto. Dice en 2 Corintios 7.4, lleno estoy de consuelo y sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción. Mira, honestamente vemos, nuestras aflicciones, las aflicciones de Pablo son diferentes. Nosotros tal vez podemos decir, bueno, sí sufrimos, ¿no? Hay veces que sufrimos, ¿verdad? Es verdad. Pero no se compara. Pero él dice, no solamente estoy consolado en mi aflicción, estoy lleno de gozo. ¿Dónde viene eso? De Dios. Dice, cuando soy débil, Él es fuerte. Él se fortalece. ¿Por qué? Porque Él es constantemente en las Escrituras. Cristo dijo en su oración sumer sacerdosal, dice, estas cosas les he hablado para que mi gozo esté en ustedes y su gozo sea perfecto. Mira, la medida del ánimo que tenemos en la palabra de Dios es más allá que puedes imaginar. Nunca estamos en desesperación. No hay una forma que uno en Cristo se cae en el punto donde estamos abandonados. Porque Cristo en su promesa dice que no. Y nuestro gozo está en él. El siguiente es por sustancia de la materia de nuestra consolación es completo. Nuestra consolación es Cristo mismo. No falta nada en él. Quiero que sepas algo. Cuando no estás animado por las palabras en cualquier situación, es porque faltas la fe que Cristo es suficiente. Esa es la verdad. Cuando yo estoy desanimado, cuando yo siento el peligro que no me va a mantener, es porque yo estoy dudando de la suficiencia de Cristo. Y lo que necesito hacer es regresar las Escrituras a ver que Cristo es suficiente. Porque Él ha dicho, yo nunca te dejaré. Dice en Hebreos 13, 5 y 6, seas contento de lo que tienes. Porque Él ha dicho, nunca. Yo no cambio. Soy el mismo. Entonces la presuposición es que solo tenemos a Cristo y Él es suficiente. Pero cuando alguien busca fuera de Cristo algo, ahí es donde no hay suficiencia porque no hay nada. No hay nada para nosotros. Hay tantos pastores y hombres que salen en las noticias, se cayó por una travesencia de otra mujer. Es que en un punto ellos cayeron en depresión, en un punto están tristes, son descontentos y buscaron algo afuera de Cristo a ser contentos. Gustavo acaba de decirnos, es un desastre. En cada uno de estos asuntos, el hombre dice, Cristo no es suficiente. Voy a ir afuera de Él porque no es suficiente. No, no, Cristo es suficiente, hermanos. Tenemos que ver la palabra de Dios como la única fuente que me anima y me sostiene en mi alma. Es por su palabra que nos hace eso. Cuatro. La palabra, la consolación que tenemos en la palabra es aliviando, alivia, nos libre, ¿no? En realidad nos da libertad, quita peso de nosotros. Nuestro texto dice, su palabra nos da vida. Su palabra nos vivifica, ¿no? Cuando andamos a veces en este mundo, a veces pensamos, no creo que voy a alcanzar. No creo que voy a llegar. Sin embargo, a veces sentimos como si el tormento fuera demasiado grande y cómo voy a superar esto. A veces pensamos, estoy más allá que necesito. Estoy tan arriba ahorita que ni necesito consuelo, ni necesito una confirmación. Y eso es poniendo en los dos lados, está poniendo fe en la carne. Estamos diciendo que no puedo salir de un hoyo o no puedo No necesito ánimo, ¿no? A veces el suelo no siente tan firme, ¿no? Aunque edificamos nuestra casa sobre la roca, vienen las olas y a veces decimos, ¿sí aguanta? ¿Estoy seguro que va a aguantar? Pero piensa en David, murió su hijo, ¿y dónde va? Va al templo a ser consolado en la palabra de Dios. Él dijo, mira, ayunó cuando estaba vivo, esperando que ya no muere, pero ya murió. Tenemos que encontrar nuestra consolación en que todo está en las manos de Dios. Hermanos, esa es nuestra aliviación. Esa es como estamos libres. Ahora quiero hacer esta conexión. Es la palabra de Dios que nos vivifica, que tenemos vida. La dificultad de nuestro trabajo, la dificultad de nuestra tarea es que nosotros tenemos responsabilidad a animar a otros. ¿No? A veces yo estoy sentado en mi oficina y alguien viene y dice, quiero hablar contigo, que yo tengo un grave problema. Y me cuenta su problema que ellos no saben qué flores de poner en su mesa, rosas o otros. Y estoy en un dilema en mi vida y tengo dos flores y no sé cuál poner en mi mesa. Y mi mente es, ni tienes idea lo que está pasando en mi vida ahorita. Tú estás tan deprimido porque tienes dos tipos de flores que no sabes cómo poner en la mesa para que tu casa se vea bonita. Y yo no estoy seguro que voy a llegar al final de este día. Mi corazón está tan roto y que no. Sin embargo, tengo responsabilidad. dar consejo, dar ánimo, ¿no? A exhortar, a confirmar la fidelidad de Cristo. Y la pregunta es, ¿cómo podemos? A veces gente viene y necesita de nosotros cuando nuestro tanque está vacío? ¿Cómo? ¿Cómo podemos llenar ellos si nosotros no estamos llenos? Dos cosas quiero mencionar aquí. Uno, tú tienes la responsabilidad de animar a otros, aún cuando estás desanimado. Tienes responsabilidad y Cristo te ha dado la autoridad a animar, a exhortar, a dar salvería a otros, aún cuando tú no lo tienes. Y la segunda pregunta es, ¿cómo? ¿Cómo podemos llenar el tanque de alguien más cuando el mío está vacío? Regresa lo mismo. La palabra nos vivifica. Yo no sé cuántas veces yo he estado en una posición donde yo digo, mi tanque está vacío y alguien viene y necesita ánimo. Y escabo profundamente a sacar lo que Dios me ha dado a mí. Aunque yo estoy luchando a creerlo en el momento. Y uso esta verdad para animar a ellos. ¿Y qué crees? En final, también animo a mí. Mi consejo, mi tiempo con ellos, me sirve a mí a recordar esas verdades. Entonces, la siguiente pregunta es esto. ¿Cómo podemos tener un tanque lleno cuando tenemos un tanque vacío? Y la respuesta es que siempre tenemos que estar en la palabra de Dios, guardándolo en nuestro corazón. Y si alguien es constante en la palabra, constante llenándose de la verdad, siempre tiene algo para compartir. Siempre tiene algo, ¿no? Es triste a ver cuando alguien no tiene una palabra. cuando alguien no tiene nada para dar. Y yo sé que a veces nuestros corazones se ponen duros. A veces estamos en una posición donde ni queremos ayudar gente. A veces la gente que estamos enojados con ellos porque es ellos que la razón que estamos tan deprimidos viene para consejo. Y qué crees? Es tu responsabilidad. Tú eres el pastor para animarlos, no? Tú eres ahí para alimentarlos. Cristo dijo, si me amas, alimentes a mis ovejas. Indiferente a cómo tú te sientes. Y la única forma que tú puedes tener siempre el tanque lleno es en la palabra. La siguiente aplicación es con nuestras familias. A veces terminando con tantos consejos, tantos problemas, solo queremos llegar a una familia normal, donde no hay tantos problemas, no tantos broncas, tantos quejas, solo alguien que está feliz con nosotros. Llegamos a la casa y ¿qué crees? Ni tu familia. Si ahí está todo esperándote. Pero tú tienes responsabilidad también a mantener paciencia. a alimentar tu familia, a animarlos, a apuntarlos a Cristo, a decir, no, no, no, ¿sabes qué? Cristo es suficiente. Aunque todo el mundo está en contra de ti, aunque quieres que las montañas caen sobre tu cabeza en un momento, Cristo es suficiente. Y la única forma que podemos mantener a Tengajeno, hermanos, es creer que la palabra me vivifica. La palabra me da vida y me libre. Y creer las verdades que la palabra me enseña. Hermanos, nuestro trabajo es de auto llamada. Pero nos ha equipado Dios. Nos ha preservado su palabra. Para mantenernos. Es a través del Espíritu Santo usando los medios de gracia. para mantenernos. Pero tú tienes que aprovechar de estar en la Palabra para que siempre estás bien. Es la Palabra de Dios que nos da vida, hermanos. Espero que este fue de ayudo y ánimo a ustedes. ¿Alguien tiene pregunta o comentario? Yo solo decir gracias, hermano. Es reconfortante recordar y experimentar esto que acabas de compartir. A veces le digo a mi esposa, hay días que no tienes ganas de nada. Y cuando ya estás ahí, dices, wow, señor, perdóname y gracias por esforzarme y darme a mí. Gracias, no es bueno. Gracias Christian. Es verdad que a veces ni sentimos que queremos planear nada y a veces llegamos al punto de decir, nadie va a escuchar de todos modos. Pero él es suficiente. No hacemos lo que hacemos. No excavamos en las escrituras solo para compartir, pero para predicar primero en nuestro corazón las verdades. ¿Alguien más? ¿Comentario? ¿Pregunta? Yo iba a decir hermano que hace un poco leímos por el Salmo 119 y la pregunta que teníamos era los verbos que muestran la relación del salmista con la palabra. Y nos fue muy edificante ver esto. Primero, la conciencia que tiene del fruto que la palabra produce y esto de viví. Fíjame, según tu palabra es bastante insistente a lo largo del salmo. La palabra para la vida, pero luego en respuesta al salmista, ya que sabe lo que la palabra produce, tiene una una precio de la palabra muy grande. Y yo creo que para mí fue muy edificante escuchar todos estos verbos que muestran la cercanía que el salmista tenía, el aprecio que el salmista tenía por la palabra y todo lo que la palabra trae de vuelta cuando la valoramos, la atesoramos como lo que es. Y entonces este. Es verdad, no hablamos de ella como un medio de gracia y todo, pero honestamente, muchas veces la la menosprecio. Me ocupo en otras cosas. Prefiero tal vez una conversación con alguien que me traiga algo de aliento. Pero la verdad es que es demasiado lo que la palabra hace en nosotros. Y pero gracias por el recordatorio, hermano. El problema es en nosotros creéndolo. Eso es el problema. No es que no tiene poder, no vivifica, pero tenemos que creer que hace eso. Amén. Amén. Amén. Bueno, hermanos, espero que adelante. Hay un vehículo aquí, Jonathan, que es muy apegado a lo que tú estás predicando. Qué bueno, verdad? Porque nos confía también a nosotros esta mañana. Dice Segunda Corintios 1. 3 y 4. Bendito es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Es exactamente la verdad. Sí, amén. O sea que El poder de la Palabra de Dios es suficiente y Cristo es suficiente. Es Cristo que me da toda consolación y es por medio de esa consolación que yo puedo consolar a otros. Sin la Palabra no tienes nada para decir, no tienes nada para dar. Tenemos que estar incluidos en la Palabra de Dios como Colosianos 3.16. En la Palabra de Cristo habita en nuestro corazón para que podamos también es nuestro comida. Cuando alguien de nuestras congregaciones pregunta, ¿Cómo mantienes tu vida? Yo tengo comida que no sabes. Es como Cristo dijo. Amén, hermanos. Bueno, yo espero que tengan excelente semana. Mándenme los textos que van a predicar este domingo para que puedo orar adecuadamente para ustedes. Y todos dan felicidades, hermano Randall. Today is his wedding anniversary, su aniversario. How many years, brother? 38? I was trying to think. 37. 37 años casados y orden por mí porque mañana es mío. 15 años he aguantado esta mexicana. Entonces orden por mí también. En marzo. 45 años. Feliz aniversario, hermano. Ah, ayer fue el aniversario de Gabriel, así que todos deberíamos tener un powwow la próxima vez. Podemos todos tener una reunión de Zoom para nuestros aniversarios. Amén. Bueno, ustedes todos tengan un buen semana. Estamos hablando unos por otros. Amén.
FIRM 2025 (Junio 11)
Series FIRM
Sermon ID | 611252110593860 |
Duration | 43:42 |
Date | |
Category | Bible Study |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.