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hermanos más puestos de pie por favor les voy a invitar a que abran sus biblias en el salmo 106 salmo 106 cuando no ha encontrado amén me dicen amén hermanos vamos a leer vamos a adelantarnos a leer desde el versículo 32 al 38 este salmo nos habla de la rebelión del pueblo de israel Este salmo nos está hablando de todo lo que Israel hizo cuando Jehová los estaba sacando, los estaba guiando hacia la tierra prometida. Y nos hablan de las rebeliones de Israel y también de la paciencia de Dios para con su pueblo. Y el nombre, el título del mensaje de esta mañana es Las rebeliones de Israel y la paciencia de Dios. En sus Biblias, al inicio van a ver, ahí está el título del mensaje. Las rebeliones de Israel y la paciencia de Dios. Bueno, vamos a leer este cap, estos versículos, lo vamos a hacer al unísono, todos al mismo tiempo, por favor, todos tenemos la misma versión antigua y acompáñenme en la lectura de la palabra de Dios. Amén, hermanos. Dice la palabra de Dios, también le irritaron en las aguas de Mérida e hizo mal a Moisés por causa de ellos, porque hicieron se revelase su espíritu como lo expresó con sus labios. no destruyeron los pueblos que Jehová les dijo. Antes se mezclaron con las gentes, aprendieron sus obras y sirvieron a sus ídolos, los cuales le fueron por ruina. Y sacrificaron sus hijos y sus hijos a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán. Vamos a orar, hermano. Gracias, Padre. Gracias te damos en esta mañana porque nos permite estar en tu casa para escuchar tu palabra, Señor, para aprender más de ella. En este momento se suplica, Señor, que tú quites todo impedimento, que quites todo aquello ajeno a nuestra mente, Señor, que no sea más que tu palabra, Señor, y que podamos atesorarla, que podamos, Señor, ponerla por práctica. Quítame de en medio, Señor, y úsame. conforme sea tu bendita voluntad porque sabemos padre que es palabra tuya que va a ser picada y te damos las gracias porque sabemos que tú estás en medio nuestro padre eh una vez más bendice a cada hermano aquí bendice aquí a personas con una visita y háblanos en este día por Cristo Jesús oramos y las gracias te damos. Amén. Pueden sentarse hermanos. Este esta mañana estoy creo que estoy como el hermano como venía un poco bien. Ay, estaba a punto de llamar al hermano Eugenio porque no, realmente, dolores en los cuerpos. Es un día que el cuerpo ha dolido más de lo que otras veces. No sé si es la enfermedad o la vejez, pero sí, ha estado doliendo y vamos a seguir. Gracias a Dios, pues, Dios tiene control de todo. Y espero que esta mañana, hermanos, este, Dios nos hable a través de su palabra. Y aquí, hermanos, en los versículos de, que hemos leído, La Biblia nos está describiendo qué fue lo que pasó con la nación de Israel. Dios, hermanos, tenía en mente hacer grandes maravillas con el pueblo de Israel. Dios quería que Israel fuera una nación grande. Dios quería que Israel fuera testimonio para otras naciones. Pero tristemente el pueblo de Israel hizo todo lo contrario a lo que Dios les había mandado que hicieran. Dios quiere hacer grandes maravillas en todas las iglesias donde se predica la sana doctrina, donde se predica su palabra. Pero tristemente, hermanos, a veces nosotros hacemos lo contrario a lo que Dios quiere que hagamos. Y es por eso que Dios aquí, cuando habla con el pueblo de Israel y guía a Moisés, en los versículos que hemos leído en el capítulo aquí en el Salmo 106, vamos a ver varias cosas. que hizo el pueblo de Israel varias cosas que no le agradaban a Dios varias cosas que deben de ser de un testimonio para nosotros para nosotros no hacerlos para que podamos agradar a Dios y para que seamos una iglesia bendecida para que seamos una iglesia para que seamos un faro en esta comunidad para que seamos la luz de aquellas personas predicando sabemos que la luz es Jesucristo pero no somos el faro en ir a predicarles a esas personas que necesitan de él. Amén. Y dice en el Salmo 106, en el versículo 32, dice la palabra de Dios. Y también le irritaron en las aguas de Mérida, e hizo mal a Moisés por causa de ellos. Hermanos, aquí estamos viendo que dice le irritaron. ¿Qué quiere decir que le irritaron? Le provocaron la ira, lo enfadaron a Dios. Porque estaban reclamando siempre cosas. Sin contar que Dios los había encaminado, Dios los había llevado hasta allí. Vamos a ver como grandes cosas Dios hizo con este pueblo. Cómo lo levantó para sacarlo de Egipto. Pero el pueblo tuvo una mala actitud hacia Dios. Y el pueblo, dice la palabra de Dios, que irritó a nuestro Dios. El pueblo tentó a Dios. Eso fue lo que estaban haciendo. El pueblo, en pocas palabras, hermanos, se revoló en contra de Dios. Buscamos en Éxodo, hermanos, en el Éxodo 17, el versículo, vamos a estar también en Éxodo, dice Éxodo 17, el versículo 1, Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas el mandamiento de Jehová y asentaron al campo de refín y no había agua para que el pueblo bebiese en este versículo hermano, en los versículos anteriores nos menciona una de las ocasiones donde irritaron a Jehová porque no había agua mostraron un espíritu amargado mostraron un espíritu rebelde mostraron una mala actitud mostraron un espíritu de queja hasta este momento el pueblo Dios los había sacado de Egipto. Él los había encaminado por todo el desierto. Y aún ellos tenían un espíritu de queja contra Jehová. Se amargaron, hermanos, y renegaron lo que Dios estaba haciendo por ellos. Estaban siendo desagradecidos por todo lo que Dios había hecho. Ellos no tenían en cuenta hasta dónde... Si ellos estaban hasta allí, era porque Él, porque Jehová Dios, Había estado con ellos. Mientras ellos estaban caminando, mientras nuestro Dios les estaba supliendo todo lo necesario, todo iba bien. Con el pueblo de Israel, todo iba bien. Pero encontraron un pequeño problema. No había agua. Encontraron un pequeño problema. No había agua. Y no habían, dice el 17 de 2, dice, y altercó el pueblo con Moisés y dijeron, danos agua. que bebamos y Moisés les dijo ¿Por qué atracáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? Hay en Exodus 17 Dios. Hermano, lo que dice el pueblo de Israel fue que dudaron de lo que Dios les había prometido hacer con ellos. No confiaron en la palabra de Dios. Cuando ya les había dicho que los iba a sacar, que los iba a guiar a la Canaán, a la tierra prometida, cuando estaban en necesidad, fue donde salió a relucir. en el corazón de ellos lo que tenían. Y es a veces que sucede así en nuestras vidas. Cuando estamos pasando por necesidades, hermanos, cuando estamos pasando por pruebas, por tribulaciones, salen a relucir lo que hay en nuestros corazones. Sale a relucir lo que hay en nuestros corazones. Es por eso, hermanos, que a veces Dios permite que en su vida y en mi vida sucedan cosas para ver real. Él sabe lo que hay. pero a ver qué es lo que expresamos nosotros. En las pruebas de nuestras vidas, hermanos, es donde debemos demostrar que realmente en quién hemos creído. Y es ahí, es ahí, hermanos, donde algunos de nosotros sacamos de aquí, de nuestro corazón, lo que hay. Estamos dándole gracias a Dios en cada momento y estamos confiando en Dios en cada momento, pero a veces, hermanos, llegamos tal vez hasta a pensar, no estar convencidos de lo que Dios nos ha prometido en nuestras vidas, lo va a cumplir. ¿Por qué? Porque estamos pasando por momentos difíciles. Hermanos, todo lo hemos dicho, no solo yo, muchos que se han parado aquí y ustedes lo saben, todo, todo lo que Dios permite en nuestras vidas es para bien, aunque no lo entendamos. Es difícil, también usted dirá, tú no estás pasando por esta situación o esta situación, hermanos. Hemos pasado, todos y cada uno de aquí hemos pasado por situaciones difíciles. Otros están en situaciones difíciles y tal vez otros vamos a entrar a situaciones difíciles. Pero en cada de unas situaciones difíciles que hemos pasado, que estamos o que vamos a llegar, tengamos en cuenta que aquel que nos salvó, que aquel que nos recató hermanos, va a estar con nosotros. Amén. Amén. Y nos dice la palabra de Dios que a veces no llegamos a estar convencidos de lo que Él hace en nuestras vidas y a veces No queremos comprometernos con él, porque miramos que nos está yendo como nosotros queremos que nos vaya. Hermanos, es a través de las pruebas y de las ficciones que manifestamos lo que realmente hay en nuestro corazón. Es lo que realmente manifestamos lo que hay en nuestro corazón, en nuestro corazón. ¿Qué hay en nuestro corazón, hermanos, cuando nos encontramos en estas situaciones? ¿Qué es lo que realmente hay? Hay palabras de agradecimiento para Dios por lo que está pasando en nuestras vidas. Y se los dije hermanos, sé que hay varias personas, varios hermanos que han pasado, están en situaciones, en pruebas, en aflicciones. Nosotros hemos pasado, mi familia ha pasado. Sé que aquí cada uno de ustedes ha pasado de una o diferente manera. No todos vamos a pasar por las mismas pruebas porque Dios conoce. ¿Cuáles vamos a soportar y cuáles no? Cada uno de nosotros vamos a ser probados de diferentes maneras. Pero cada uno de nosotros debemos de dar las gracias a Dios por lo que está pasando en nuestras vidas. Hermanos, miramos que el pueblo de Israel irritó a Dios. El pueblo de Israel enojó a nuestro Dios. Lo provocó a nuestro Dios. Y si miramos el versículo 3, hermanos, de Éxodo 17.3, el pueblo dice que, miremos hermanos, el versículo 3 dice Así que el pueblo tuvo ahí sed de agua y dice que murmuró contra Moisés y dijo ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros y a nuestros hijos y a nuestros ganados? El pueblo estaba murmurando contra Moisés ¿Cómo es que cambió el pueblo de Israel hermanos? ¿Cómo que después de estar caminando con Dios, Moisés los está guiando, ellos van contentos? ¿Cómo es que el pueblo de Israel tuvo ese cambio? Antes, cuando Dios, a través de Moisés, sacó al pueblo de la esclavitud, estaban todos encantados. Y dijeron, hoy sí, estamos libres. Hoy sí vamos a servir a nuestro Dios. Hoy ya no somos más esclavos. Hoy vamos a servirle con libertad. ¿Cuándo lo sacó? de la esclavitud. Pero rápido empezaron, se les olvidó lo que ellos estaban diciendo y estaban murmurando. Pero cuando vino la prueba, como les dije, cuando vino las necesidades, ellas no querían agradar a Dios. Ellas estaban buscando otras excusas. Ya Dios, ya ellos habían sacado lo que había en su corazón. Sabemos que Moisés los había sacado. Pero no porque Moisés, por él, no era decisión de Moisés, sino porque Dios a través de Moisés lo había usado para sacar al pueblo de Israel donde estaba esclavizado de Egipto. Dios usó a Moisés como el líder, como el guía para sacar a su pueblo de Egipto. Hermanos, ellos empezaron a murmurar contra el varón de Dios. El pueblo de Israel empezó a murmurar contra el varón de Dios. pero déjame decirle algo hermanos Dios era el que lo había sacado y muchas veces anteriores vemos cuántas veces ellos se habían quejado ellos se habían murmurado contra Dios y aquí ellos fueron contra Moisés pero en realidad hermanos ellos no se estaban quejando contra Moisés ellos no estaban murmurando contra Moisés ellos estaban murmurando contra Dios porque él era el que los había sacado de Egipto cuando un cristiano hermanos cuando un cristiano en la iglesia se pone en contra del varón de Dios, en contra de la persona que predica la palabra de Dios, que enseña todo el consejo de Dios, que exhorta conforme a la palabra de Dios, no se está quejando contra el varón de Dios, está quejando, está murmurando contra Dios, porque es Dios que lo ha puesto ahí. Y nosotros, cada uno de nosotros, somos las personas que tenemos que estar orando por el varón que Dios ha puesto, por los líderes que Dios ha puesto, por el pastor que Dios va a tener en este lugar. Y no debemos de estar ahora mismo murmurando en por qué, sino dándoles las gracias a Dios y esperando el tiempo de Dios para que Dios envíe al varón que Él tiene preparado para este lugar. Amén. No es en el tiempo de nosotros, hermanos. No es en el tiempo de Raúl, del hermano Euskadio, del comité. Es en el tiempo de Dios que Dios va a traer al siervo que Él tiene. ¿Quién es? No lo sabemos. No lo sabemos. Estamos orando por eso y sigamos orando. Ahí me salió el mensaje, hermano. Pero... Ahí, hermanos, donde les dije cuando... El pueblo empezó a murmurar contra el varón de Dios. Realmente, si lo miramos, estaban murmurando, se estaban quejando contra Dios. Y hay muchos, tristemente, hermanos, hay muchos que a veces, y me incluyo yo, cuando estoy sentado ahí, hay algo que el mensaje se dijo que no me gustó. Y no me diga usted que no. ¿Y sabe qué es lo primero que se nos viene a la mente? Lo está diciendo por mí. Es lo primero que se nos viene a la mente. Lo está diciendo por mí. Y no es así. No es así. Cada quien va a escuchar el mensaje como Dios se lo puso en el corazón. Y yo sé si me está hablando y cuando escucha algo y usted diga, diga, ay me dio como dijo la suegra o la cuñada, Lealme Fernández me tocó a mí, porque a veces de una u otra manera Dios nos habla, por cualquier persona que esté aquí. Hermanos, no nos enojemos, no murmuremos contra el valor de Dios, no nos murmuremos por las enseñanzas, no murmuremos por la predicación, no murmuremos por las amonestaciones, porque la corrección se da a tiempo. La Palabra de Dios nos habla a tiempo, y cuando usted o yo murmuramos, nos irritamos a Dios y murmuramos. Estamos mostrando nuestros problemas. Nuestros problemas son con Dios. No es contra el varón de Dios. El pueblo tuvo el problema con Dios, sin embargo, Dios dice que fue paciente para con el pueblo de Israel y les habló a través de su siervo Moisés. A pesar de que todo lo que el pueblo estaba haciendo Irritándolo, murmurándolo, Dios fue paciente para con su pueblo. Y dice la Biblia que, ahí en Exodus 17, 5, del 6, vamos a leer 17, del 5 a 6, dice la palabra de Dios, ¿lo tienen verdad hermanos? Y Jehová dijo a Moisés, pasa adelante el pueblo y toma contigo de los ancianos de Israel, y toma también en tu mano tu vara con que eristes el río y ve. He aquí que yo estoy delante de ti, ahí sobre la peña en Horeb, y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. Llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meríba por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron porque tentaron a Jehová diciendo está pues Jehová entre nosotros o no esa pregunta hermano está Jehová está Dios entre nosotros hoy en día siente usted la presencia de Dios en su vida hermano debemos de sentir porque sabemos que él está en medio de su pueblo él está en medio de su pueblo dice que el tercero dice que se revelaron porque todos se revelaron dice ojalá hubiéramos muertos. Mira hermano un espíritu dañado, un espíritu lastimado por la prueba llega a tener amargura en su corazón a tal punto que dijeron ellos ahí ojalá y nos hubiéramos muertos allá. Si nos acordamos de Jonás cuando también quiso morir y el otro allá quiso morir yo creo que aquí por muchas cosas que nos están pasando nosotros hasta el momento no hemos pensado decir ojalá y nos muramos porque todavía no hemos pasado por cosas tan grandes todavía estamos con ese deseo yo sé que todavía estamos con ese deseo de servir a nuestro Dios de obedecer su palabra de escuchar su palabra y de hacer lo que él nos manda que hagamos dice ojalá nos hubieran muerto nosotros también ahí quién es el que llega a decir hermano quién es la persona que llega a decir esto ojalá nos hubiéramos muerto un cristiano amargado, un cristiano... Habíamos cristianos deprimidos, hermanos, también. Cuando nos encontramos en esa situación, decimos cosas que después nos arrepentimos. Un cristiano que se ha sumergido en su mismo problema es la única persona que puede decir, ojalá me hubiera muerto. Un cristiano que no ha creído completamente en las promesas que Dios ha dado a nuestras vidas. Un cristiano que pasa las pruebas con Dios, hermano. Es un cristiano en victoria. Un cristiano que está contento en cada circunstancia de su vida. Es un cristiano que desea servirle a nuestro Dios. Y esa es nuestra confianza, hermanos. Que venga lo que venga, debemos de confiar en nuestro Dios. Dios sabe obrar para bien en nuestras pruebas. y el sabe porque suceden las cosas hoy por eso hoy en día hermanas y hermanos eh habemos ay como lo digo bueno si lo quiero decir pero tengo miedo que me tiren tomates pero hermano hoy en día cuando nos centramos en esas en esas en esa situación y nos como dice el versículo nos revelamos contra dios ya no queremos ni venir a la iglesia por lo que nos está pasando. Y si venimos a veces, hermanos, venimos enojados. Y si nos sentábamos en las primeras bancas, nos empezamos a sentar en las segundas, y aquí de adelante. El siguiente domingo, una de en medio. Cuando menos acuerdo, estamos en las últimas bancas. No son por ustedes, hermano, ¿ok? Y cuando menos acordamos, hermanos, dejamos de venir a la iglesia. Porque en nuestro corazón hay un espíritu amargado. No hay un espíritu agradecido por lo que Dios ha hecho en nuestra vida. No hemos querido aceptar lo que Dios ha mandado a nuestras vidas. Y créanme, si yo le digo que hay situaciones en nuestras vidas que Dios las permite, Él mismo nos dará la salida. Él no nos va a dar nada más que no podemos llevar. No nos va a dar más. Créanme que hemos estado pasando por situaciones difíciles, pero debemos de confiar, seguir confiando y confiar siempre. en aquel que nos ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fondo del mundo. Hermano, pero a veces cuando estamos en esa situación que nos revelamos contra nuestro Dios, nos ponemos a hacer cosas que a Él no le agradan. Hay muchas cosas. El pueblo de Israel se puso a hacer cosas que a nuestro Dios no le agradaban. Y hoy en día así somos nosotros, los hijos de Dios. Cuando por cualquier cosa nos molestamos Nos enojamos o no aguantamos las pruebas. Empezamos a hacer todo lo contrario a lo que él nos manda en su santa palabra. Empezamos a comportarnos como los de afuera. No me mire serio, que es la verdad. Empezamos a comportarnos como los de afuera. No somos diferentes a veces los de afuera. A veces el que está a nuestro lado no sabe que somos cristianos. No sabe que somos hijos de Dios. empezamos a vestirnos no modestamente y no voy a hablar de las hermanas porque no es el tema pero hermano a veces nosotros los varones andamos una camiseta tan así apretada unos pantalones así apretados y hermanos caminamos como pingüinos porque no podemos mover el cuerpo si hermano causa risa pero es la verdad a veces nos vestimos de esa manera tristemente y siempre que se predica de la vestimenta hablamos de las hermanas ¿Y nosotros qué? ¿Nosotros qué? ¿Debemos vestirnos como dijo el pastor Brian Sagastume? Varonilmente. Varonilmente. Así debemos de vestirnos. Y no debemos andar vistiéndonos como el mundo se viste. Y queremos nosotros continuar, queremos seguir con lo que el mundo hace. Si somos hijos de Dios, venga lo que venga debemos seguir mostrando debemos seguir demostrándole a los de afuera en quien hemos creído que no vamos a cambiar por las circunstancias de nuestras vidas sino que vamos a seguir sirviéndole hoy y siempre amén bueno hermano espero que entonces hermanos cuando le dice y que ya me perdí como siempre por andar tocando temas que no tengo el versículo 6 dice, es aquí que yo estoy delante de ti, ahí sobre la peña de Ored, y herirás la peña. Hermano, Moisés ya no tenía que golpear la peña, la arrojó otra vez porque ya había sido golpeada una vez, entonces él fue y la golpeó otra vez, y una sola vez era suficiente, pero con Moisés en su arrebato, el pueblo le recriminó, el pueblo se reveló, el pueblo murmuró, Moisés dice a la Biblia que era un hombre manso. Era un hombre manso. Pero él se enojó tanto que reunió al pueblo. Y si miramos ahí, vamos a ver hermano, en Números 20, 10. Vamos a ir a Números, Números 20, Capítulo 20, y el Verso de Dios dice, Y juntaron Moisés y Aarón la congregación delante de la peña, y dijoles, oíd ahora, ¿qué les dijo hermanos? esperamos espero que dios no nos diga nosotros rebeldes aunque a veces lo somos pero dios con su gran amor y con su paciencia nos sigue llamando hijos pero hijos rebeldes este dice oír ahora rebeldes os hemos de hacer salir aguas de esta peña aquí está diciendo moisés quieren agua son tan rebeldes que están pidiendo agua se les ha olvidado todo lo que nuestro padre ha hecho con nosotros y ahora están reclamando por agua quieren agua ¿Quieren que les demos agua? Les está diciendo Moisés al pueblo de Israel. Pero hermanos, Moisés no estaba para dar agua. Quien estaba para dar el agua era Dios. Pero Moisés, en su enojo, fue y le pegó dos veces a la roca. En su enojo, él se dejó de llevar. Entonces tomó la vara y golpeó. Dice que entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara, dice dos veces. Y salieron muchas aguas. en el 11 y el 12. Y bebió todo el pueblo, la congregación y sus bestias. Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón, por cuanto no creístes, dijo a Moisés y a Aarón, por cuanto no creístes en mí para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto no meteréis esta congregación en la tierra que él les había dado. Esta es la razón, hermanos, por la cual Moisés no entró a la tierra prometida. Esta es la razón. Porque Dios le había dicho que le hablara y él golpeó dos veces el agua. Si nosotros, hermanos, nos dejamos, tenemos que dejarnos llevar por el Espíritu Santo de Dios. Porque si no nos dejamos llevar por el Espíritu Santo de Dios, vamos a cometer tonterías. Vamos a cometer cosas que no le agradan a Dios. Vamos a perder, y al cometer las tonterías, vamos a perder muchas, pero muchas bendiciones que Dios tiene para usted, que Dios tiene para su familia, que Dios tiene para mí, que Dios tiene para nuestra familia, por todas las tonterías, si no nos dejamos de llevar por el Espíritu Santo, que es el que nos guía cada día en nuestras vidas. No vamos a perder la entrada a los cielos, hermanos, no vamos a perder la salvación, pero vamos a perder todas esas bendiciones que Él tiene preparadas para nosotros. ¿Por qué? Porque a veces en nuestro enojo hacemos cosas que a Dios no le agradan. El pueblo de Israel irritaron a Dios. El pueblo de Israel, número dos, murmuraron contra Dios. Y número tres, se rebelaron contra Dios. Son cosas que nosotros, como hijos de Dios, debemos meditar en ellas y no hacerlas para estar siempre caminando como Él quiere. que caminemos. Número cuatro, dice en el en el versículo treinta y cuatro, le damos hermanos de ahí de vamos nos vamos a ir a Salmos otra vez al salmo ciento seis el versículo treinta y cuatro nos dice hermanos no destruyeron los pueblos que Jehová les dijo no destruyeron los pueblos que Jehová les dijo hermano Dios había todas las naciones. Era un mandato que les había dado, que destruían todo lo que ellos conquistaran. Tal vez usted dirá, ¿acaso Dios no ama a las naciones? No, hermano. Dios sí ama a las naciones. Dios nos ama tanto que envió a su Hijo a morir por usted y por mí. Cuán grande es el amor de Dios. Pero lo que Dios sabía era que todas las naciones craneas estaban llenas de maldad. estaban llenas de pecado, estaban tan contaminadas, estaban dedicadas a la idolatría, a la brujería, al esperitismo, al ocultismo, a tantas y tantas prácticas, que no solamente, no solamente espiritistas, pero también perversas e inmorales. Dios sabía todo lo que eran esas naciones cananeas, y por eso les había ordenado, por eso les había dicho que cuando conquistaran esos pueblos, los destruyeran. Pero ellos no lo destruyeron, lo que él les había dicho que hicieron. Y eso era como un cácer en la sociedad. Todo lo que estaba pasando en aquel tiempo. Y estamos viviendo esos tiempos aquí también, hoy en día. ¿Cuánta idolatría hay? ¿Cuánto espiritismo? ¿Cuánta inmoralidad? Hay en estos días. Y Dios nos dice que nos apartemos. Que nos apartemos. Dice Deuteronomio, no lo busque, dice, cuando Jehová tu Dios te ha introducido en la tierra, en la cual entrarás para tomarla, y haya echado delante de ti a muchas naciones, dice, al Eteo, al Jeseo, al Amoreo, al Caneo, al Jefereseo, al Ebeo y al Jabuseo, siete naciones, hermanos, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo. Eran siete naciones más grandes que Israel, y Dios las entregó, pero cuando entregas a naciones en vuestras manos, ustedes las destruirán. Dice, no tendrás de ellas misericordia, ni emparentarás con ellas. No darás tu hija o su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo, porque desviará a tu hijo en pos de mí, y servirán a dioses ajenos. Y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con ellos. Sus altares destruirás, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de acera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. Fue claro, hermanos, el mandato que le dio al pueblo de Israel. Cuando ustedes suban y conquisten todas esas tierras, tienen que destruirlo todo. Pero no lo hicieron. no lo hicieron. Y eso es lo mismo que Dios hoy en día nos manda a cada uno de nosotros. Una vez que usted y yo venimos a ser parte de Cristo, venimos a ser parte, Cristo nos ha recatado, Cristo nos ha salvado, debemos de apartarnos de todo aquello que no es del agrado de Dios. Debemos destruir todas aquellas cosas que no agradan a Dios. Usted y yo sabemos cuáles son las cosas, hermanos, que hacemos que no le agradan a Dios. Usted lo sabe. No tiene que decirlo en su corazón. Usted debe decir, esto no le agrada a Dios. Esto no le agrada a Dios. Entonces, no puedo agradar a Dios si estoy haciendo las cosas que a Él no le agradan. A veces, por eso que tenemos tantas cosas en nuestras casas que nos sirven para nada. Nos dejamos de llevar por lo que este mundo ofrece, por las modas, por muchas cosas. Sale un... ropa nueva, zapato nuevo, todo lo que sale nuevo, lo compramos, porque miramos que el mundo lo está comprando. Salen juegos, salen todo esto, lo compramos, porque el mundo lo está comprando. Pero ¿lo necesitamos?, es la pregunta, ¿lo necesitamos? Y no estoy diciendo, podemos comprar cosas buenas, si podemos, pero cosas que puedan servirnos un buen traje, una ropa, un buen vestido, No cosas que a veces la ponemos una vez y no lo usamos. Y le estoy diciendo hermano que lo regalen. No me vayan a decir, ay hermano es mejor botarlo. Usted me va a decir, ay hermano, pero es que me costó tan caro. ¿Para qué lo compró? ¿Lo compré en Macy's? ¿Para qué fue Macy's? ¿Lo compré en Bloomingdale? ¿Para qué fue? Si usted sabía que con esa vestimenta no le íbamos a agradar a Dios. Y si se la regala a otra persona, no está haciendo bien, mejor bótelo. Yo siempre que había una cosita, una ropa ahí en la casa o cualquier cosa, mi esposa le decía así, vamos a botarla. No le digo que mándalo para Honduras. No me dijo, si no lo uso yo no lo tienen por qué usar. Y así debe ser hermano nuestro sentir. Si hay algo que en nuestra vestimenta o algo que estamos usando que no le agrada a Dios, no lo regalemos. Destruyámoslo. ¿Amén? Perdónenme hermano por ahí vamos. a veces tenemos esos mp3 y andamos con esas cositas aquí hermanos no sabemos que esta escuchando el hermano puede estar escuchando una buena predicación la puede estar escuchando pero realmente no sabemos solo usted y Dios sabe lo que estamos escuchando en esa cosita tan pequeña se guardan tantas cosas tantas cosas que esa cosita pequeña Puede ser de una bendición para nuestra vida si le damos el uso que se le debe de dar. Pero como dijo nuestro hermano, el pastor David Cortés, ahí también lo dijo el hermano Rubén García, si estamos escuchando, si Adelita se fuera conmigo, creo que no le estamos dando el uso que se debe de darle. Hermanos, Dios quiere que destruyamos todas aquellas cosas que no son del agrado de Él. Ay hermano, pero no la quiero regalar. Bótela entonces. Bótela, bótela. No se la haga a otras personas para que no usen. Hermanos, tristemente a veces en nuestra vida nos convertimos a Dios y a veces le entregamos parte de nuestra vida a Dios. Nos hemos entregado completamente a Dios y tenemos cosas guardadas dentro de nosotros que a Dios no le agrada. Hace poco, no hace poco, hace mucho vivíamos todavía en Douglas, en la 45. Veníamos pasando por una iglesia por acá, en Birmingham. Era las nueve y media de la mañana. Y afuera, hermanos, no es criticar, es algo que sucedió. Por eso le digo que a veces nosotros no entregamos completamente todo a Dios y tenemos cosas en nuestra vida que todavía no le agradan a Dios. Había una persona, pienso, si estoy juzgando mal o pensé mal, le pido perdón a Dios, pero pienso que esa persona pertenecía a esa iglesia. Estaba con un traje, estaba con un sombrerito negro y tenía un... un... no, no, un pañuelo, un... algo como dice ojero, o algo así, o bienvenido aquí. Una chapa la tenía aquí. Y estaba ahí, a la orilla de la puerta, no hay medio de la mañana. Pero ¿qué estaba haciendo esa persona ahí, hermanos? Fumando. Dios me perdone si era una visita y no era un cristiano. Dios me perdone, ojalá y sea una visita y no haya sido un cristiano. porque es el testimonio que nosotros no debemos de dar. Debemos de ser distintos a todas aquellas personas que no conocen a nuestro Señor Jesucristo. Es triste decirlo, pero a veces hermanos mantenemos cosas que no le agradan a Dios. ¡Destrúyalos! No los regales, destruya todo aquello que no le agrada a nuestro Dios. Y ahí mismo si vemos el versículo tres hermanos, Dice que no emparatarás con ellas, no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para su hijo. Jóvenes, señoritas, damas, caballeros, no aparentarás con ellos. La palabra de Dios es muy clara, no os unáis en yugo desigual. Nadie, un hijo de ella no tiene por qué casarse con un mundano. Joven, si no te has casado, señorita, en la iglesia hay jóvenes, hay bastantes jóvenes. Joven, hay bastantes señoritas en nuestra iglesia. Y qué bonito es cuando dos hijos de Dios, cuando Dios, varón y hembra, se casan en los mandamientos de Dios, en las cosas de Dios. Es lo más hermoso que puede haber. No tienen que andar buscando por aquellos que no se han casado. No tienen que andar buscando por otros lugares donde aquí en este lugar no hay. Es que no me gusta. Pero ¿qué prefieres? ¿Qué prefieres? ¿Encontrarte a alguien que te guste y te maltrate? ¿O encontrarte a alguien que le sirva a Dios y que te haga feliz? Es una decisión tuya, joven, de aquellas personas que no se han casado. Y tal vez hay muchos jóvenes o algunos de nosotros ya viejos, de los que no se han casado, que a veces dicen que si no es cristiano. No, pero es que me lo voy a ganar para Cristo. Mentira, el diablo te lo está ganando para ti, no es para Cristo. Porque lo más seguro es que, hermanos, si nos casamos con algo realmente que no es cristiano, si no lo pudiste traer a la iglesia de novio o de novia, ¿tú crees que ya casado lo vas a traer a la iglesia? va a ser difícil. Sólo Dios en su gran amor puede hacer eso. Pero si no lo lograste en ese tiempo en que todo es color de rosas y que sentías maripositas, no lo vas a lograr cuando ya te cases con Él. No lo vas a lograr, hermano. Por eso te digo, joven, ponte en las manos de Dios. Haz la voluntad de Dios. Y Dios tiene algo preparado para ti. Y ambos van a servirle a Dios. Oh hermano, Dios nos promete tantas cosas y las cumple. Dios es tan bueno con nosotros. Dios tiene una paciencia tan grande con usted y conmigo que no tenemos palabras nosotros con que agradecer lo que le ha hecho por usted y por mí. Qué grande, qué grande es el amor de Dios. Qué grande es el amor de Dios. Óigame bien, si tenemos una relación que no es del agrado de Dios, cualquiera que sea, separémonos, destruyámonos y decidamos servirle a nuestro Dios. Dice ese mismo capítulo, dice el versículo de ahí, dice, y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios, no los perdonarás, no le perdonarás tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. Ahí en Deuteronomio 7, 16, porque dice lo último te será tropiezo no busquemos en otros lugares lo que Dios nos manda a buscar lo que tenemos que ir a buscar afuera solamente son las almas perdidas pero si quieres algo para tu vida es aquí donde Dios tiene algo para ti pero qué pasa hermano es que muchos de nosotros no queremos romper con nuestras amistades Y es bonito, no es que vamos a romper con todas las amistades. Es bonito tener amistades. Es bonito poder hablarle a nuestras amistades de Cristo. Les podemos hablar, pero no podemos romper con ellos y ellos nos pueden llevar a tropezar. Usted dirá, ay hermano, es que son amigos de años. ¿Cuántas veces lo has traído a la iglesia? ¿Cuántas veces, hermano, ese amigo de años que tenemos lo hemos traído que escuche la palabra de Dios? Piensa. Y si ese amigo, hermanos, que tenemos, no tiene temor de Dios, fácilmente nos va a inducir, si no estamos firmes en lo que hemos creído, nos va a inducir todo aquello que no le agrada a Dios. Porque dice el 26, Él entregará sus reyes en tu mano, 24 y 26, el nombre de ellos, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo. Nadie te hará frente hasta que lo destruyas. Nada te hará frente hasta que lo destruyas. Las esculturas de tus docias quemarás en el fuego, no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo. Pues es abominación a Jehová tu Dios. Y dice, y no traerás cosa abominable a tu casa. Como le dije, ¿cuántas veces miramos personas con esas cositas acá? Aquí, aún, dentro de este santuario, este lugar santo. estamos a veces con cosas que solo usted y yo sabe que es lo que realmente estamos escuchando. ¿Cuántos de nosotros, la vez pasada, tenemos en nuestros hogares esos pósters del futbolista o de artista, de quien sea, que admiramos, en vez de admirar a aquel que entregó su vida por nosotros? Dice, lo destruirás todo completamente, no partes. Todo tenía que destruir el pueblo de Israel para agradar a Dios, pero no lo hicieron. No destruyeron a sus dioses. No se separaron. No se separaron de esos pueblos. ¿Y qué sucede cuando no se separan de esos pueblos? Dice, aprendieron de sus obras. Cuando usted y yo no nos separamos de aquellas cosas, y si permanecemos tanto tiempo con aquellas personas, Vamos a caminar como ellos. Vamos a andar como ellos. Y es por eso que Dios que allá manda hermanos a cada uno de nosotros separación. Separación. Allá en primera de Corintios dice, no erreis las malas conversaciones, corrompen las buenas costumbres. Hay hermanos, no se dice, hay buenos hermanos, hay buenos cristianos que aman al Señor. Y sé que usted también es una de esas personas que aman al Señor de todo corazón. son fieles al Señor están en la casa del Señor todos siempre cuando se abren estas puertas porque aman al Señor pero a veces nuestras amistades hacen que hagamos cosas diferentes por eso es que a veces parecemos que andamos como ellos andan y debe ser muy diferente pero usted me dirá no hermano yo tengo mis amigos pero déjame decirlo yo los invito a la iglesia pero no vienen. Yo les presento el plan del evangelio, no salvos. Yo hago esto con mis amigos, hermano, las amistades y reunirnos tanto con amistades. Y lo vuelvo a repetir, no me malentiendan, podemos tener amistades, pero no debemos dejarnos llevar por nuestras amistades. Porque si nos dejamos de llevar por nuestras amistades, esto, no pienses que de un día para otro, de hacer las cosas que ellos quieren. Este es un proceso que día a día, día a día va creciendo con aquella persona y poco a poco el diablo va influyendo en nuestras vidas si no creemos, si no estamos firmes en lo que hemos creído. Poco a poco se van aprendiendo las obras de que ellos hacen. Hoy en día por eso es que habemos tantos, habemos tantos cristianos que no nos importa lo que piense. el inconverso, porque nos estamos comportando con él, pero debe importarnos cómo se siente Dios, cómo nos mira Dios, hacer las cosas indebidas que a él no le agradan. Podemos tener las mejores amistades, pero si no tienen temor de Dios, debemos de tener mucho cuidado. Debemos, hermanos, los que estamos casados y todos, debemos de guiar, dar lo mejor del para nuestra familia, para nuestros hijos. Debemos guiarlos a ellos siempre, a que deben de buscar a nuestro Dios, de que deben de buscar buenas amistades. Porque como les dije, hay buenas amistades, pero no sé por qué a veces nosotros como padres no les prohibimos las amistades a nuestros hijos. Y perdónenme, pero a veces miramos que nuestros hijos a veces llegan con un joven, con un amigo, es mi amigo. Tatuaje aquí, tatuaje aquí, aquí. Ahora nosotros a veces, y son caros, y en Honduras nos daba hasta pena, no sé en otros países, pero esos pantalones rotos hasta aquí hermano, roto aquí, roto acá, roto acá, roto acá, son caros, yo creía que esos pantalones ya los estaban botando, pero aquí todo el mundo anda con ellos. Y usted va a preguntar por un pantalón de esos hermano, ¿Qué les cuesta? Les cuesta hasta 150 dólares, dependiendo la marca. Yo quisiera hacer un viaje a Honduras, traerme todos los pantalones rotos que allá hay y venderlos. Yo creo que sería un buen negocio. ¿Qué sucede? Que esas son las amistades que nosotros a veces le permitimos a nuestros hijos. Y tal vez no son malas personas. Yo no quiero que me vayan mal a entender. No son malas personas. Pero a veces, el día y mañana, nosotros tuvimos un problema con un hijo, no voy a decir su nombre, es el mayor, pero a veces andaba un pantalón roto ahí. No sé por qué se ríen, yo no dije nombres. Andaba... Andaba... Es que así me refiero ahora, hermano, para no meterme en problemas. Si es el menor, digo el menor. Si es la hembra, me abrigo la de en medio, porque no digan que es la hembra. Y entonces, ahí, no digo nombres. Pues sí, hermano. No, realmente debemos, nosotros como padres, debemos mirar, debemos estar chequeando las amistades de nuestros hijos. Dios, hasta este momento, yo quedo mirado lo que Dios está haciendo en cada hogar, en cada de nuestras vidas, de esta iglesia. Porque a pesar de que el siervo de Dios no está, nos hemos mantenido. ¿Y por qué nos hemos mantenido, hermano? Por las oraciones. Porque estamos unidos y debemos seguir así. Pero también debemos de estar mirando qué están haciendo nuestros hijos. Debemos, como padres, mirar qué clase de amigos tienen nuestros hijos. Tristemente, ha habido veces que dentro de la misma iglesia Hay jóvenes que no desean la amistad de otros jóvenes, tal vez porque el joven es muy estricto en su manera de creer en Dios, de temerle a Dios, o cualquier otro motivo, hermano, pero jóvenes, sus amistades, sé que tienen las escuelas, pero sus mejores amigos están en este lugar. Sus mejores amigos están en este lugar. No busquemos amigos mundanos, porque nos pueden hacer cosas a hacer cosas que a Dios no le agradan. Miramos, hermanos, que no destruyeron lo que Dios les había dicho. Primero, dice que le irritaron, murmuraron, se rebelaron, no destruyeron lo que Él les había dicho, no se separaron y aprendieron sus obras. Y número seis dice que dice la palabra de Dios que sirvieron a dioses falsos. Ahí en Salmos 106, 36 nos dice la palabra de Dios. Y sirvieron a sus ídolos, los cuales fueron causa de su ruina. Los cuales fueron causa de sus ruinas. Hermanos, tal vez el pueblo de Israel, ellos no estaban pensando ni siquiera en servir a dioses falsos. Solo iban a simpatizar con ellos. Los conquistaron, no los destruyeron. No, pues vamos a estar aquí, no nos va a pasar nada. Nosotros pues, Dios va a estar con nosotros y vamos a ver cómo se comportan. Pero poco a poco fueron haciendo lo que ellos hacían. Fueron sirviendo a dioses falsos. Ellos solo iban a simpatizar, solo iban a pasar un buen momento, solo iban a tener una buena comidita con ellos. Pero fueron haciendo las obras, las cosas que ellos hacían. Tal vez, hermanos, estamos entregados. Nos hemos entregado completamente a nuestro Dios. Y espero que así sea, que nos entreguemos y queramos hacer lo que realmente Él quiere que hagamos. Pero si no destruimos aquello que no le agrada a Dios, vamos a volver. Tenemos el peligro, hermanos, de volverlo a practicar. No nos creamos los súper espirituales. No nos creamos los de todo. Es peligroso. es peligroso. Pongámonos en las manos de Dios, hagamos su voluntad, obrescamos su palabra y todo nos va a ir bien. Venga lo que venga, pase lo que pase, si estamos confiando en él, todo nos va a ir bien. Pero hermanos, como les dije, cuando estamos ahí, practicamos, nos mezclamos y tristemente, con nosotros, estamos arrastrando a nuestras familias. Tristemente con nosotros estamos arrastrando a nuestros hijos. No nos hemos parado firme en decirle esto es lo que creemos. No nos hemos parado firme en decirle esto es lo que le agrade a Dios. Arrastramos a nuestra familia, a nuestros hijos y a veces invitamos hasta hermanos de la iglesia. Gracias a Dios por que a los hermanos que están firmes que han creído firmemente en aquel que nos dio la salvación no nos dejemos hermanos no perdón no es fácil pero si estamos en la mano de dios lo vamos a poder el seis dice que sirvieron a dioses falsos miremos el el 37 del salmo 106 37 y 38 para terminar hermanos salmo 106 37 y 38 dice la palabra de Dios y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios y derramaron la sangre inocente la sangre de sus hijos y de sus hijas que sacrificaron a los ídolos de Canaán y la tierra fue contaminada con sangre algo que es lamentable cuando alguien se aleja de Dios cuando hacemos cosas y nos alejamos de lo que realmente debe ser nuestro objetivo aquí en la tierra, de servirle a Dios. Hermanos, si nos alejamos nuestros hijos, nuestra familia, van a sufrir las consecuencias. Esa generación que viene, si no nos paramos firme como iglesia, esa generación no se va a parar firme como iglesia. Debemos de ser un ejemplo para ellos. Es el futuro, son los futuros líderes. Ahora son líderes porque están sirviendo, pero son los futuros líderes de esta iglesia. Y usted y yo debemos de pararnos firmes en lo que hemos creído para que ellos también, en un futuro, ellos hagan el ejemplo, el buen ejemplo que nosotros les podamos dar. Si no lo hacemos, hermanos, vamos a ver más tarde. Vamos a guiarlos, vamos a llevar a nuestros hijos a que hagan cosas inmorales, cosas que no le agradarán a Dios. Y sí, hermanos y hermanas, si hemos sido padres tibios, que nos hemos conformado con venir a la iglesia, hoy es el tiempo en que podamos pararnos firmes por lo que hemos creído, para que nuestros hijos se paren firmes y sepan y miren en quién realmente nosotros también hemos creído. Porque si no, hermanos, nuestros hijos van a vivir una vida mundana. Y yo sé que usted y yo no queremos eso para nuestra familia. Creemos que ellos le sirven a Dios porque usted y yo ya estuvimos allá afuera. Hay hijos nuestros, hay hijos suyos aquí que nunca han estado en el mundo. O sea, lo digo en el sentido de que estuvieron en el mundo y se vinieron a la iglesia, no siempre han estado aquí. Pero eso no significa que ellos están en peligro. Y somos nosotros los que debemos estar ahí, apoyándolos, orando con ellos, sirviéndole a Dios y no sirviéndole a ídolos, y sirviéndole a un Dios vivo y verdadero. Hermanos, si se ha visto, usted y yo lo hemos visto en esta iglesia, qué triste es cuando familias enteras se han ido de este lugar con sus hijos. A veces por culpa de hijos, los padres se han ido. y no han regresado y están sirviendo allá afuera. Y es triste mirar eso. ¿Todo por qué? Porque no supimos pararnos firmes. Hay padres que nos cuesta trabajo regañar a nuestros hijos. Oíganlo bien, hermano, cuesta trabajo regañar a nuestros hijos porque se van a molestar, se van a enojar. Porque si los regañamos van a poner esa cara. Y tenemos miedo. hermano, mejor que pongan esa cara y que el día de mañana no nos arrepintamos por no haber hecho lo que teníamos que haber hecho. No hagamos lo que el pueblo de Israel hizo, esas siete cosas que el pueblo de Israel hizo. Hagamos todo lo contrario y busquemos siempre a nuestro Dios. Hermana, hermano, no seamos tibios. en contra de las cosas de Dios. No tomemos malas decisiones. Tenemos que orar más a Dios para que Él tenga misericordia de nosotros, de nuestras familias, para que todos juntos podamos servirle, para que Él pueda bendecir nuestras vidas, para que Él pueda bendecir nuestras familias y damos a Dios misericordia para su vida, para nuestras vidas y para nuestra familia. Estimado amigo que en esta mañana está aquí, Dios también lo ama. Dios también entregó su vida por usted. Usted puede cambiar. Usted no puede ser como el pueblo de Israel. En esta mañana usted puede tomar una decisión diferente. Si desde este momento usted ha irritado a Dios con sus acciones, si usted ha murmurado contra Dios por lo que le ha hecho en su vida, si usted se ha rebelado contra Dios y contra sus padres, si usted tiene dioses en su vida, si usted no ha destruido todo aquello que usted en su ignorancia, tal vez no sabe que no es de la grada de Dios en esta mañana, Dios puede cambiar su vida. Si usted todavía está sirviéndole a dioses falsos, Él puede cambiar su vida. Si usted ha hecho sacrificios con otras cosas que no le agradan a Dios, esta mañana puede ser en que Él cambie su vida. Corremos. Gracias. Gracias, oh Padre, por tu palabra. expuesta en esta mañana. Venimos, oh Padre, ante ti, dándote la gracia porque tú nos dirijas. Tú tomes, oh Padre, nuestras vidas en tus manos. Tú tomes nuestra familia, tú tomes nuestros hijos, tú tomes tu iglesia para que podamos servirte. Pon en nuestros corazones, oh Señor, ese deseo. Padre, perdóname si dije lo que no tenía que decir o no dije lo que tenía que decir, pero es tu palabra. y es en ella en que debemos confiar. El altar está abierto, hermanos. ¿Cómo está tu relación con Dios? ¿Cómo está nuestra familia? ¿Estamos murmurando contra Dios? ¿Nos hemos revelado a su palabra, a sus mandatos? ¿Tenemos otros dioses a quien estamos sirviendo en vez de servirle a él? ¿Por qué no vienes aquí al altar y le dices, sé, oh Padre, que no he sido aquel que tú quieres que sea, pero en esta mañana, nuevamente, yo quiero, oh Señor, ser aquel cristiano que antes era. Quiero ser aquella persona que te servía. No tengamos temor de venir a él, hermanos. El pueblo de Israel murmuró contra él, se rebeló contra él. Pero él tuvo paciencia, así como la tiene con cada uno de nosotros. Él tiene paciencia para que usted y yo estemos hoy aquí. Oh, estimado amigo, que esta mañana nos visitas. dice la palabra de Dios porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel quien él cree no se pierda más tenga vida eterna fue grande su amor al enviar a su hijo a morir en la cruz del calvario por ustedes por mí soy un pecador usted puede decirlo con toda confianza soy un pecador y en esta mañana quiero entregarle mi vida al señor porque la palabra de dios nos dice en romanos 3 23 por cuanto todos todos pecaron y están destituidos del grado de dios yo era un pecador ahora salvo pero en esta mañana usted puede lavar sus pecados con la preciosa sangre porque amigo la paga del pecado es muerte si usted muere el día de hoy y sin recibir a cristo en su corazón tenga seguridad que tristemente usted iría al infierno pero hoy Dios le está dando una oportunidad si crees en Él, si quieres aceptarlo en esta mañana únicamente levanta tu mano ahí donde estás en señal de que le recibes y le digas ven Señor Jesús entra a mi corazón hay una persona en esta mañana que nos visita y quiere entregar su vida a Jesús no tenga temor no tenga temor de aceptarlo Él está ofreciendo la vida eterna Él está ofreciendo la salvación que el mundo no puede ofrecer. ¿Hay alguien más, hermanos, que desee darle gracias a Dios por lo que ha hecho en su vida? ¿Estamos agradecidos por lo que Él ha hecho en nuestras vidas? Creo que sí. Y creo que debemos de ser agradecidos por todo lo que Él ha hecho. Gracias, Señor, nuevamente. Gracias por tu palabra. Gracias por tu mensaje. Y prepara nuestros corazones para esta noche Y por aquellas personas que han escuchado tu palabra, oh Señor, y que no han tomado decisión, esperemos, esperamos, oh Padre, que tú les des una oportunidad más. Y por este grupo de hermanos aquí enfrente, oh Señor, gracias por ello. Sabemos que necesitamos de ti. Cada día debemos de buscar tu rostro. Y tómanos en tus manos, cuídanos y guárdanos. En Cristo Jesús oramos y las gracias te damos. Amén. Dios le bendiga.
Las Rebeliones De Israel Y La Paciencia De Dios
Sermon ID | 5519152658474 |
Duration | 1:01:17 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Language | Spanish |
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