00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Primero el Corintios 13, por favor. Ahora, seguimos con este tema de las guerras y los pacificadores. Y este tema ya se prolongó a propósito porque estamos ahora en la parte final de muchos obstáculos en relación con el tema de que tú y yo seamos pacificadores. En la lista de obstáculos estamos detenidos a propósito con este tema de la amistad con Dios. Esto es la meta de los pacificadores, ¿no? Queremos que los demás sean personas conducidas a ser reconciliadas con Dios, cambiadas por Dios, colocadas en una relación de amistad con Dios y usadas de igual manera para alcanzar a más personas. Y en este tema entonces nos hemos detenido a propósito viendo una larga lista de obstáculos a esta gran tarea y aquí con el tema de la Amistad con Dios. Hay puntos, aguas profundas en las cuales nos vamos a meter próximamente antes de terminar. Pero seguimos el día de hoy con este obstáculo que sucede en muchísimos casos. Hay tantos creyentes que no pueden vivir en paz los unos con los otros. que siempre están en medio de algún lío, algún conflicto, alguna lucha con los demás creyentes. Hay en cada iglesia personas conflictivas, estas personas que, ¿se acuerdan de esta fórmula? Nos parece que muchos creyentes son las personas más extrañas, más egocéntricas, más molestas, más difíciles. Muchos piensan que los creyentes que conocen son en su mayor parte las personas más débiles, más tontas, ¿no? que conocen y esto se les complica mucho el tema. Y ahora vamos a agarrar este hilo entonces el día de hoy y vamos a tener un enfoque más directo en relación con la meta de que vivamos los unos con los otros en una relación de paz y amistad, ¿no? Eso es un, como vamos a volver a ver el día de hoy, un obstáculo enorme. Cuando los inconversos se nos acercan y ven que muchos matrimonios cristianos no pueden vivir en paz, Y luego ven que estos hermanos de este lado están peleados con aquellos del otro lado. Entonces, ¿cómo vamos a ser usados en esta gran tarea como pacificadores si vivimos así la vida cristiana? Entonces, ahora comencemos de nuevo con esto. Y la lectura, en los dos textos, por favor, en 13 de 1 de Corintios, este texto que hemos estado viendo en la miniserie sobre el día de la amistad, el amor entre semana, este texto lo vamos a discutir en una forma más negativa el día de hoy. Ya lo tiene en 1 de Corintios 13. Después de decir que tú puedes hacer un sinnúmero de cosas en la vida cristiana sin la motivación correcta, Y si esto sucede, de nada sirve todo lo que hayas hecho, incluso te puedes entregar para que tu cuerpo sea quemado en la hoguera como mártir y de nada va a servir en ningún sentido a nadie si lo haces mal motivado, sin el verdadero amor de Dios de por medio. Ahora, en la lista aquí que comienza en el versículo 4, una de las definiciones del amor es la que tenemos aquí y dice que el amor es sufrido, el amor es benigno, En nuestra versión antigua es la palabra antigua caridad. El amor no tiene envidia. El amor no hace, en nuestra versión antigua, sin razón. Este tema es espantoso. No se ensancha. Esto es de que no se llena de soberbia, de orgullo. No se hincha, no se embanece en muchas versiones. Y luego dice, no es, en el versículo 5, la parte negativa es espantosa. No es injurioso. No hace cosas indebidas que perjudican a otros. No busca lo suyo propio. Y la fórmula en la versión antigua no se, ni siquiera se erita. Muchos lo traducen que no, ni siquiera no lleva cuentas del mal recibido. Luego no, ni siquiera vean, no piensa el mal. Menos se regocija de la injusticia, es lo contrario, se regocija siempre tan solo en la verdad. Y la triple fórmula al final, Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta, todo lo espera y todo lo soporta. En realidad son cuatro puntos resumiendo lo anterior y luego el gran argumento sobre el hecho de que de todas las gracias y frutos del Espíritu Santo, este amor es el mundo venidero, es ese mundo de amor y ese es el fruto, esa es la cualidad, esa es la característica importante, importantísima que nunca deja de ser, que nunca deja de existir. Ahora, en nuestro tema hace ocho días comenzábamos a vincular la amistad con Dios, con la amistad que tenemos los unos con los otros, y comencemos nuevamente a este argumento, vamos a volver. El concepto bíblico de la amistad entre Dios y los creyentes va más allá de cualquier concepto humano de la amistad. Y esto lo vimos en una parte del sermón hace ocho días. Y vuelvo a mencionar, estos son puntos preliminares en que nos vamos a meter en un futuro. Por ejemplo, La diferencia, ¿no? Hay dos personas en la relación que tenemos por medio de Cristo, la amistad que tenemos con Dios. Una de esas personas es Dios, ¿no? Y la otra persona, un creyente. Pero en este caso, Dios sabe todo acerca de nosotros. Y esta fórmula, nuestro pasado, presente y futuro, nuestra biografía total, de principio a fin, cada detalle, lo vimos en el Salmo 139 hace ocho días, ¿no? Todo lo es conocido, mientras que la relación que tú y yo tenemos con otros creyentes, sabemos desde un principio muy poco acerca de nosotros mismos y menos acerca de los demás. Entonces, esto es un abismo, la diferencia entre tener una relación con una persona que todo lo sabe, Y la relación los unos con los otros en donde hay grandes lagunas, vacíos en nuestro conocimiento de los demás. Ahora, el segundo punto, la persona divina en esta relación de amistad es perfecta. Esto es tan obvio que parece innecesario decirlo, pero este Dios es perfecto en todos sus atributos, en su sabiduría, en su conocimiento, como acabo de decirlo, en su discernimiento, en su entendimiento de todo lo relacionado con nosotros. Este Dios sabe perfectamente bien la realidad. acerca de todo en relación con la relación que tenemos con él y en relación con nosotros, todos nuestros defectos, debilidades, deficiencias, pecados, toda la lista de imperfecciones que hay en nosotros. Dios lo sabe todo y nosotros estamos luchando constantemente tan solo tratando de vernos a de veras, no la realidad. acerca de nuestro Dios y acerca de nosotros mismos, es una lucha continua para siempre mantenernos en el contexto de esta realidad. Ahora rápido, en esta relación, escuchen bien. Una de las personas, la amistad con Dios, una de las personas es perfectamente confiable, completamente veraz, siempre fiel, nunca en ningún punto no haya fallado ni pueda fallar en esta relación. No puede haber la más mínima variación del lado de Dios en esta relación que tenemos con nuestro mejor amigo. Dios siempre es fiel a su palabra, fiel a sus promesas, fiel a sus compromisos y fiel en relación con el cumplimiento de todos sus propósitos en nuestra vida y en la relación que tenemos con él. Mientras que tú y yo somos tan lejos de esta fidelidad, tan incongruentes, tan inconstantes, tan infieles en diferentes aspectos de esta relación, infieles en relación con nuestras palabras, promesas, compromisos, propósitos para con Dios. Es una cosa en la cual en forma cíclica, siempre nos estamos volviendo a comprometer, siempre estamos luchando para mantenernos fieles en una lista de cosas, siempre estamos luchando para superar las incongruencias, las debilidades, todo es diferente en esta relación de amistad con Dios. De igual manera, ¿se acuerdan? Dios en esta relación no nos necesita en sentido alguno. No depende de nosotros en ningún punto. No le hacemos falta en ninguna cosa, ¿no? En lo más mínimo, no. Nosotros, del lado nuestro de esta relación de amistad, dependemos el 100% de Él en todo. No hay ningún punto en nuestra vida, ningún aspecto de nuestro ser o las circunstancias, todo el paquete en que pudiéramos decir, no, no, no, en esta amistad que tengo contigo, con mi Señor, no necesito tu ayuda. No, no dependo, o quizás la mitad, no, no, es el 50%, no, no, no, es el 100% nuestra dependencia de él en los detalles más grandes y más pequeños de la vida, vida, así la fórmula apostólica, respiración, aliento, todo, todo lo relacionado con tu vida, todo lo relacionado, la palabra Aliento, respiración, en el libro de los hechos, en ese sermón apostólico, quiere decir todo lo relacionado con cada detalle sobre tu cuerpo físico y todas las demás cosas. Entonces la relación de amistad que tenemos con Dios es desigual, desproporcional. en todos estos aspectos y más como vamos a ver y sin embargo Dios nos busca. Lo comenté ayer en un estudio, la obra más grande que Dios hace en la vida de un ser humano es de buscar y encontrar a esta persona, el que vino desde el cielo para buscar y encontrar lo que se había perdido. En la vida de cada creyente esto ya pasó, este Dios ya te buscó, ya nos buscó, ya nos encontró, ya fuimos reconciliados con Él, ya vivimos en esta relación de amistad con Él, a pesar de todos los obstáculos antes y después de nuestra conversión, Este Dios ya nos encontró, en la peor condición posible nos encontró. Se dignó de venir a buscarte, a rescatarte, a perdonarte, a salvar tu alma. Y ahora Estás colocado en esta relación, la más íntima posible relación, en la cual hay una aceptación de parte de Dios que nosotros la vemos como incondicional. En la relación que tenemos con Él, su amor es incondicional. Y vimos una pequeña parte de esto hace ocho días. Es una relación de amor, de simpatía, un amor que se comunica en relación con tantas necesidades, un amor en esta relación de amistad con Dios en donde Él siempre está pensando en nosotros, siempre está dispuesto a ayudarnos. y al mismo tiempo no tolera, no da luz verde a ningún pecado en nuestras vidas y sin embargo se deleita en encaminarnos, guiarnos. Hablábamos en la oración de este ejemplo de si pudiéramos escuchar a nuestro Señor Jesús al otro lado de la pared, orando en voz alta, pidiendo a favor nuestro, si pudiéramos escuchar Su corazón de amor para con nosotros, identificándose con nosotros, buscando siempre nuestros intereses, los más altos intereses, los intereses eternos de nuestra alma. Entenderíamos, ¿no? ¿Qué tipo de, qué tipo de amistad es esta? y lo vamos a discutir más a fondo en diferentes aspectos antes de terminar con este ministerio. Ahora el día de hoy lo vamos a enfocar en términos de la amistad entre los creyentes. Este tema lo comenzamos a ver hace ocho días, no podemos alargar el argumento aquí, pero juntamente con este texto, ahora vean y no pierdan de vista el capítulo 13 porque aquí vamos a delinear algunos de los detalles en los textos que acabamos de leer en el capítulo 13, pero ahora vamos al segundo la segunda pistola de Pablo a los Corintios a su capítulo ocho y en medio de un tema sobre una ofrenda En medio de una sequía, hambruna incluso, estaban haciendo esta famosa colecta, ofrenda, la obra organizada por Pablo y sus ayudantes de parte de los creyentes, en su mayor parte en las iglesias, en aquel entonces, gentiles, enviando una ayuda extraordinaria para los creyentes en Jerusalén, en la tierra de Palestina, todo este asunto, ¿no? Es el contexto. Y lo que nos interesa aquí es un solo versículo. Hay dos capítulos que narran esta historia, pero es un solo versículo, es el versículo 5. Hablando de lo que pasó con esta ayuda, este servicio, esta ofrenda, este sacrificio, dice, no como lo esperábamos, segundo de Corintios 8, 5, no como Pablo y los demás pensaban que ayudarían. No, no como lo esperábamos, más aún así mismos, se dieron a sí mismos. Primeramente al Señor, dice, se entregaron a sí mismos, ellos mismos al Señor, primero, y después se entregaron a nosotros por la voluntad de Dios. Y como vamos a ver, esta pequeña parte de este texto es crucial para entender la verdadera amistad cristiana. Y es obvio, ¿no? La pura lectura te saca de dudas. Tú no puedes entregarte en la fórmula la relación unos a otros que es 57, 8 veces la descripción de aspectos del amor fraternal y la amistad cristiana en el Nuevo Testamento. Esto no lo puedes hacer. Tú no puedes entregarte a ningún otro, en este caso creyente, a menos que te hayas entregado primero a Dios en esta misma relación. Es decir, la base de la amistad cristiana, la verdadera, es la amistad con Dios, como vamos a volver a ver el día de hoy. Ahora, comencemos con esto. ¿Qué debemos esperar de todo este asunto de la amistad entre los creyentes? Lo que llamamos la amistad entre cristianos, la amistad cristiana, el hecho de ser verdaderamente amigos cristianos. ¿Cuáles han de ser nuestras expectativas de todo esto? ¿Cuáles han de ser nuestras ideas, nuestros conceptos, nuestras aspiraciones en sentido real y práctico? ¿Qué debemos pensar acerca de este tema? Escuchen bien. Todos los creyentes somos miembros de la familia de Dios. Esto es en virtud de nuestra adopción como hijos, como hijas de Dios. Es un tema gigantesco en la Biblia. Todo el concepto de que los creyentes en su conjunto son miembros de una familia. Pero si esto es así, si hay, como vimos hace ocho días, semejanza entre nosotros, en algún momento lo vimos en ese estudio, en relación con deseos, anhelos, esperanzas, propósitos en nuestra vida, tenemos un gran paquete en común los unos con los otros, como miembros de esta familia de Dios, en Cristo Jesús. Entonces, si esto es así, si tenemos como el trasfondo de todo el asunto nuestra amistad con Dios, como vamos a volver a discutir. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué es tan difícil formar amistades verdaderas entre los cristianos? Y créanme, esto es una de las cosas más difíciles que hay. hoy en día, ¿no? ¿Por qué es difícil esto? ¿Por qué es tan difícil que tú y yo tengamos una relación honesta, genuina, verdadera, duradera, con otros creyentes en un contexto eclesiástico? ¿Por qué es tan difícil esto? Lo vamos a discutir. Hay un sinnúmero de obstáculos, como volveremos a ver, ¿no? Este, muchos piensan, no, no, no, no, porque esto yo no lo veo como tan difícil. Este, se me hace que no, es lo que algunos piensan, ¿no? Y algunos piensan que esto ha de ser muy fácil, no. No, esto es la idea idealista, no, romántica quizás, la fantasía. La realidad es otra. Las amistades verdaderas entre los creyentes, verdaderas, no, no son superficiales. Son relaciones muy profundas. Incluso son relaciones que Dios usa, lo vimos hace ocho días, para transformarnos. Y cuando nos preguntamos a nosotros mismos, todos los clientes presentes aquí el día de hoy, ¿cuántas relaciones de amistad verdadera y profunda tenemos? ¿Cuántas de estas relaciones existen entre nosotros? O sea, tan solo en mi vida, ¿no? Y muchas personas, su primera respuesta es que casi no tengo una relación así con ningún otro creyente. Y muchos van al otro extremo y dicen, no, así lo voy a decir. ¿Cuántos otros creyentes realmente me conocen? ¿Cuántos nos conocen a deberes en este tema de los espejos, no? Cuando pensamos que nos conocen o pensamos que creen tal o cual cosa acerca de nosotros y resulta que no, ni siquiera nos conocen realmente. ¿Y qué sucedería si nos fueron a conocer realmente? ¿Nos aceptarían así? ¿Conociéndonos más a fondo? ¿Y la respuesta? ¿Cuál es la respuesta? No voy a contestar. Pero el punto sigue siendo que la base de todo esto, su fundamento, su cimiento, todo está basado, estructurado en la amistad desde un principio que tenemos con Dios. Y esta es la relación más profunda posible. Cristo entonces es la base de todo el argumento, de todo el paquete, y la base entonces de la relación de amistad entre los demás creyentes comienza en este punto, lo sigo diciendo, esto quiere decir que esta verdadera amistad cristiana es posible tan solo entre los creyentes. Lo sigo diciendo. Esta verdadera amistad es posible tan solo entre aquellos que son verdaderamente amigos de Cristo. Ahora, ¿qué quiere decir esto? Esto es la base de todo el argumento. Hay muchas diferencias entre todos los creyentes. Comencé diciendo que en muchos casos los creyentes son las personas menos indicadas, las personas que tú y yo jamás habríamos pensado que pudieran haber sido rescatadas por Cristo. Son muchas veces las personas más extrañas, más difíciles, más egocéntricas. La lista aquí va de un extremo al otro, no voy a decir más. Pero hay diferencias entre todos los creyentes, ¿no? De todo tipo de diferencias estamos hablando aquí, en términos humanos, temperamentos distintos, personalidades diferentes, trasfondos completamente diferentes, y en el contexto puede haber diferencias de raza, vean cómo lo estoy diciendo, de clase social, de nivel socioeconómico, las diferencias entre las experiencias de cada creyente en relación con su vida pasada, en relación con su conversión, Las referencias interminables entre los creyentes, interminables, son estas cosas que pudieran servir para obstaculizar la verdadera amistad cristiana. Y eso es lo que sucede, como vamos a explicar ahora con tantas personas. Vamos más lejos aquí. En el mundo en que vivimos, el concepto bíblico de la verdadera amistad es algo desconocido en su mayor parte aún entre los cristianos. Porque los cristianos estamos acostumbrados al concepto mundano de la amistad. Y esto hay que detenernos, no es una pérdida de tiempo, por favor, no. Hay que descartar esto, hay que entenderlo un poquito. Hay muchas formas de amistad que conocemos en este mundo que no son la amistad cristiana. Obviamente no. Hay muchas falsificaciones incluso de lo que es la amistad, aún en un contexto humano, en un contexto mundano. Ahora, rápido, ¿no? Esto es tan obvio porque no hay ninguna persona, lo vimos hace ocho días presente, que no haya tenido problemas en su relación de amistad con los demás. No hay ninguna persona presente que no haya sido en un momento dado rechazado por alguien, en un momento dado quemado en una relación de supuesta amistad. No hay ninguna persona que no haya terminado mal, mal en su relación con alguien, ¿no? Y todos que hemos vivido más que un muy breve lapso de tiempo en este mundo sabemos que esto es así. Hemos tenido algunas experiencias al sentirnos traicionados, abandonados o rechazados por nuestros supuestos amigos, y esto sucede en diferentes etapas de la vida, lo vamos a discutir, y esto nos ha dejado, hay tantas personas que ya se volvieron cínicas, escépticas, vulnerables, se sienten tan decepcionadas, tan tristes, tan cautelosas en relación con el deseo de formar una verdadera relación de amistad. Aquí estoy hablando en términos mundanos y nada más. Esta es la realidad. Es un problema gigantesco a nivel mundial por todo lo que sucede en las redes sociales. Creo que en Facebook, y les vuelvo a decir, les recomiendo que salgan de todo lo necesario de un chat para comunicarte con alguien en relación con cosas importantes. Les vuelvo a recomendar, aquí no somos legalistas, aquí no estoy ordenando, aquí no estoy mandando, les estoy tratando de ayudar. Por favor, salgan de estas redes sociales, no pierdan ni cinco minutos más de su vida perdidos en ese mundo en donde no hay nada de amistad. Lo que me conduce a hacer el comentario, creo que en Facebook, como no estoy en Facebook, podría estar equivocado. Creo que para que tú puedas ingresar a la página de alguien en Facebook y permanecer ahí, creo que usan la palabra amigo. Creo que la palabra en inglés es friend. ¿Cuántos amigos tienes en Facebook? Yo te voy a decir la verdad, ningún amigo, ningún amigo en Facebook. No, esto es la falsificación, esto es el fraude, esto es la cosa tan superficial y tan peligrosa que ha infectado, ha lavado el cerebro de toda una generación, no voy a decir cuál generación, ni me meto en eso, pero el punto es Fíjense bien, hay un tipo de amistad que el mundo conoce que no es y no tiene nada que ver con nuestro tema de la verdadera amistad cristiana. Nada, cero en común. Porque ahora rápido la lista. Muchas amistades en el mundo están basadas, vean la lista, la conocemos, en la etapa de vida en que se encuentra la persona o las personas, ¿no? Por ejemplo, los universitarios buscan una relación de amistad increíblemente con los demás universitarios. En la etapa de vida en que se encuentran, la lista aquí, desde, no creo que ni Kinder entra aquí, desde primaria. Si tú todavía conservas alguna relación de alguno de tus amigos de la primaria, quiero platicar contigo después del culto. Quiero saber de esto, quiero entender cómo lograste eso. Pero en la etapa de la vida en que se encuentran las personas, se forman amistades que luego se desvanecen, se desaparecen. Y esto, los recién casados buscan la amistad con los recién casados. Y tantas iglesias que van por el lado social de todo este asunto pretenden convertir su iglesia en una gran, en un club social, ¿no? Entonces, y se forman ahí un sinnúmero de clubes, ¿no? El club de los ancianitos y el club de los adolescentes y el club de, no voy a decir más, ¿no? Y forman, en el mundo, estoy combinando aquí cómo esto impacta a muchas iglesias, en el mundo, todos vamos formando alguna relación de amistad con personas que se encuentran en la misma etapa en la vida. Esto es tan fácil de entender. Pero lo vuelvo a decir, esto es en el mejor de los casos superficial, en el mejor de los casos superficial, porque nos quedamos limitados a la etapa de la vida en que nos encontramos en estas relaciones y ya pasando, rebasando esa etapa de la vida, muchas de estas supuestas amistades se acaban y hay algo peligrosísimo en todo esto. Porque los que se limitan a este tipo de amistad, lo que va a suceder es lo siguiente, se quedan limitados a la esfera o la etapa de la vida en que forman estas relaciones y se quedan atrapados en la perspectiva de vida que tienen en común con personas en esta etapa. Podríamos detenerlos, pero no lo vamos a hacer para decir más. Estas amistades formadas en ciertas etapas de la vida Son algo basado en las circunstancias temporales y pasajeras en la vida y nada más. Ahora rápido Tomás, por favor. Hay una amistad, una clase de amistad basada en los intereses comunes que tenemos en común. con ciertas personas. Y la lista de cosas que tenemos en común con ciertas personas, aquí tengo una lista. Los deportes, ¿no? Son la base de muchas amistades. Hasta que pierde el equipo ya van ocho años que no regresan al supertáctil. ¿Qué vamos a hacer con estos? ¿No? ¿Qué vamos a hacer con estos? La música, pero no voy a decir más. Las etapas, ¿no?, de la vida musical, en la vida de quien sea, son... No, no, no, no, no. Íbamos a los conciertos, ¿no?, con nuestros amigos. Y yo, a mí... Por favor, no, Tomás. No quieren saber a cuáles conciertos yo iba cuando era un músico en el rock pesado. No quieren saber. No les voy a decir. No, no quieren saber. Pero las amistades formadas en relación con estas cosas, cuestiones políticas, pasatiempos, diversiones, la lista no termina. Estas amistades, el denominador común, lo que une a las personas es algún interés que tienen en común. Punto. En el momento en que se acaba el interés, se acaba la relación. Punto. No es otra cosa, ¿no? Es increíble ver esto en los deportes, ¿no? Ir a los estadios. Yo iba al estadio de los Broncos de Denver, no voy a decir más, con mi papá. Y las amistades que se forman en esos lugares, los estadios, ¿no? Hasta el día de hoy es increíble, ¿no? Podríamos detenernos aquí para demostrar. Están ahí abrazándose. Y si se está ganando su equipo, ¿no? Y si algunos están tomando cerveza y otros están cantando y otros están danzando. En el momento en que van al estacionamiento, se acabó todo. Toda relación terminó cuando llegan al estacionamiento y piensan que esta tsunami, tenemos nuestros amigos con los cuales vamos al estadio, por favor. Son ejemplos de amistades superficiales y mientras que tengamos algo de interés común con muchas personas, esto puede ser la base de alguna relación de Amistad, aún en un contexto religioso, eso es increíble. Todos estos que ahora por su religión, por un sin discutir el tipo de cristianismo, decían ser buenos amigos, en un contexto religioso cristiano, entre comillas, pero ya no, ya no, y ustedes entienden el por qué ya no. Y luego rápido Tomás, hay una clase de amistad egoísta, en esto nos tenemos que meter el día de hoy, porque todo lo anterior se relaciona con esto, la amistad egoísta es la más común y la más peligrosa forma de amistad, porque la amistad egoísta Escuchen bien, a esto le vamos a dar vueltas el día de hoy, es la amistad basada en el amor egoísta de las personas, y este amor propio egoísta disfrazándose como algo auténtico, real y sincero, cuando no lo es, Es la amistad cuyo propósito es de sacar algún beneficio, algún provecho, alguna ventaja, alguna ganancia, pudiera ser en un contexto cristiano alguna bendición de nuestros amigos. Es un tipo de cambalache, todo el asunto. ¿Qué te puedo dar a cambio de lo que yo quiero? ¿Qué puedo sacar de esta relación? ¿Qué me vas a dar a cambio? ¿Qué es lo que quiero recibir de mis amigos? En este contexto de la amistad egoísta, el tema va desde aplausos, aceptación, reconocimientos, hasta felicidad y más cosas. Es increíble, es increíble cómo el mundo toma lo que estamos señalando aquí como la base de una relación de amistad con alguien. Porque eso es todo lo que el mundo conoce. Hay que detenernos aquí unos momentos. En estas relaciones egoístas, tú estás en la relación y me vas a servir a mí. Tú eres mi amigo y yo voy a condicionar nuestra relación en estos términos. Tú me vas a tratar como yo quiero ser tratado en esta relación y si no, se acaba nuestra amistad. Tú harás lo que yo quiero, lo que yo busco en esta relación y en el momento en que te atreves a contradecirme o a corregirme o a señalar algo o no estar de acuerdo conmigo, ¿Se acabó el asunto? Increíblemente sí. Y todos nosotros entendemos algo sobre esto, lo hemos vivido, lo hemos experimentado. Tan solo yo lo estoy señalando porque nos sirve de introducción el día de hoy y pone en un contexto lo que vamos a discutir. Ahora, la contraparte de lo que estamos escuchando ahora viene algo totalmente diferente. Antes de llegar a 1 Corintios 13 tenemos que analizar lo siguiente. Escuchen con mucha atención. La verdadera amistad existe tan solo entre los creyentes. ¿Ven cómo lo estoy diciendo? ¿A de veras no más? La verdadera amistad existe tan solo entre los cristianos. Los demás van a terminar su estancia en este mundo sin ningún amigo. Los demás van a ir a aquel mundo de perdición, el mundo de odio que se llama el infierno, en donde todos, lo vimos hace ocho días en el cielo, todos se aman, a eso volveremos, es increíble ese tema. El cielo es el mundo de amor. El infierno es el mundo de odio, de aborrecimiento, en donde todos son aborrecidos por Dios mismo. Desde un principio el asunto comienza así. Y todo comienza con este, a Jacob amé, a Isaú aborrecí. En el mundo de aborrecimiento se odian los unos a los otros con un aborrecimiento tan profundo y tan intenso tan abominable, tan horrible, a eso van todos esos inconversos, a ese mundo van. Van al mundo en donde, no, no, no, no voy a decir más. Ahora rápido, la verdadera amistad cristiana va por este camino. Su base es el amor de Dios en Cristo. Su base es la relación de amistad que las dos personas que van a ser amigos cristianos, la base de su amistad es la amistad que tienen con Dios. La base de esta verdadera amistad cristiana es el amor de Dios en Cristo. Y su amistad es una extraordinaria oportunidad que tienen de compartir el amor de Dios en Cristo. Y este amor de Dios en Cristo transforma todo el asunto. Este amor divino que en el contexto de nuestro señor Jesús, la descripción del verdadero amor, cuántas veces lo hemos visto, es una descripción del amor de nuestro señor Jesús. Y este amor se convierte en algo real en la verdadera amistad cristiana entre dos personas que son creyentes. En la medida en que conozcan más y más de la amistad con Dios y el amor para con Dios, su amistad se vuelve cada vez más real, cada vez más profundo. cada vez más transformador en sus propias vidas. La verdadera amistad es una oportunidad de recibir el amor de Dios, el triángulo que hemos puesto tantas veces, ¿no? Aquí está Dios arriba, aquí están las dos personas abajo, y este amor de Dios, ¿no?, que va por este camino al corazón de ellos, ¿no? Este amor de Dios está de por medio en la relación que tienen el uno con el otro, los unos con los otros, creyentes, amigos en Cristo Jesús, Y es este amor de Dios lo que esta persona recibe a través de su amigo cristiano. Y es exactamente lo mismo al otro lado del triángulo. Es este amor, el verdadero amor de Dios. Lo vimos hace ocho días siendo filtrado, siendo comunicado a través de un conducto, un canal, un vaso que es la personalidad y el corazón de cada una de estas personas. Es Dios comunicando, impartiendo, compartiendo, transmitiendo, replicando, reproduciendo su amor en el corazón de cada uno de estos dos amigos cristianos. Y al grado en que en algunos momentos de esta relación de amistad se van a dar cuenta. Yo llevo toda mi vida con algunos amigos, me di cuenta desde hace tanto tiempo, estas personas me aman con un amor que no es humano, con un amor sobrenatural, y es el mismo amor de Dios pasando por medio de su corazón, por medio de su personalidad, a mi corazón, impactando mi vida. Sí, es Dios amándonos. Es Dios involucrándonos en su amor. Es Dios ministrando, es Dios apoyando, es Dios ayudando a través de otros creyentes en esta relación de verdadera amistad cristiana. Esto es lo que está pasando. Por lo tanto, el mundo no sabe nada de esto. Nada. Y esta verdadera amistad cristiana se convierte en una tremenda Yo estoy usando a propósito la palabra oportunidad. Se convierte en una tremenda oportunidad de aprender de otras personas, permitiendo que en su relación de amistad y amor para con nosotros, nos enseñan de ambos lados de esto. Eso es lo que está pasando. Porque resulta que tus verdaderos amigos son las personas con quienes tú estás dispuesto por lo menos a escuchar algo. ¿Estás dispuesto a darles la oportunidad de opinar? Tú muchas veces quieres saber su punto de vista, quieres saber la perspectiva diferente que pudieran tener de algo que está pasando en tu vida. Fieles son las heridas del que ama, aun si te van a decir cosas que no quisieras escuchar. Y el cordial consejo del amigo, todos estos textos que los hemos repasado tantas veces del proverbios, ¿no? El cordial consejo del amigo consuela consuela al otro amigo. Y aún por más difícil que sea, y la mayoría de las amistades comienzan a tener problemas con lo que voy a decir ahora, la boca del apóstol Pablo me he convertido, me he hecho enemigo vuestro, y ustedes ya me toman como enemigo en vez de amigo. porque les estoy diciendo la verdad. Estoy tomando prestado este texto del libro de Gálatas porque es un ejemplo de lo que sucede en todo este asunto. Cuando comentábamos una pequeña parte de esto de que en su amor para con nosotros Cristo no da luz verde a ningún pecado en nuestras vidas y entre los verdaderos amigos tampoco, tampoco, no, esto no lo podemos hacer. Pero la mayoría de nosotros somos tan frágiles en nuestro ego y como vamos a ver en nuestro amor egoísta y hay tantos obstáculos que no podemos aguantar ni la más mínima crítica. Ni siquiera, ni siquiera de parte de nuestros amigos cristianos. No, no lo podemos recibir. No, y por lo que me dijiste, se acabó nuestra amistad. Pero increíblemente no le tratamos a nuestro Señor Jesús así. Este es un tema... Ahora rápido. Las personas que son creyentes sinceros, verdaderos amigos de nuestro Señor Jesús, son personas con quienes tenemos pero alguna relación de amistad. Y estas personas en la medida en que tú y yo vamos a permitir que sean nuestros amigos, ven cómo lo estoy diciendo, su influencia sobre nuestra vida será algo transformador, algo santificador. La fórmula de que seamos imitadores, primero de Cristo y luego lo cambia Pablo. En la medida en que ustedes vean algo del amor y la transformación de Cristo en mi propia vida, dice Pablo a los corintios sean imitadores de mí. Y esto, desde chicos entendemos esto. Es la idolatría en otro contexto, desde chicos, de héroes y personas que son ídolos en el mundo. todos en el mundo en converso quisieran imitar a sus héroes, a las personas que admiran, a las personas que estiman, a las personas que, no, desde chicos, desde en el mundo de fantasía, de Hollywood, no, quisieran ser, ahí el niño es, quiero mi traje de uno de mis héroes, no, sea Batman o Superman, tonterías de esta índole desde chicos, pero imitadores aquí, en otro contexto, de nuestros amigos cristianos, es un tema en donde esta relación de amistad nos coloca en esta situación, tu amigo cristiano Tiene una perspectiva más, muchas veces, más objetiva de la que tú y yo tenemos, ¿no? Y este amigo cristiano, a la medida que vemos que está siguiendo de veras al Señor, quisiéramos ser parecidos, ¿no? Es un ejemplo. Podríamos detenernos aquí media hora, ¿no? Este amigo ya pasó por una prueba de una enfermedad gravísima, y fue curada por medio de una cirugía. Esto transformó en varios aspectos su nivel de fe, su capacidad de confiar en el Señor. Y ahora este amigo cristiano se me acerca cuando yo estoy enfermo y comienza a hablarme y influir sobre mí como un ejemplo a seguir, dándome esperanza, consejos, animándome, apoyándome y su nivel de experiencia y influye sobre mí y estoy dispuesto a darle la bienvenida a todo esto. Y aquí lo cambio, en la medida en que nuestros amigos cristianos hayan avanzado más en su nivel de espiritualidad y transformación, nos pueden ayudar muchísimo, muchísimo, muchísimo. Y es por lo tanto que es recomendable en un contexto eclesiástico que no haya simplemente este club de los que están en la misma etapa, ¿no? Es recomendable que tengamos amistad con creyentes más maduros, más experimentados, más avanzados. Y esta relación nos puede ayudar muchísimo. Nos puede proteger de muchos peligros. En vez de que en el club de los recién casados que comenzaron a tener sus primeros hijos, deberían de buscar amistad con los abuelitos cristianos que ya pasaron por toda esta etapa en su vida. Estos sí saben más que sus otros amigos que están en la misma etapa. Estoy ilustrando un ejemplo. De todo esto estoy hablando para decir que Esta amistad cristiana es un don de Dios. Y cuando digo que es un don de Dios, esto es un tema que hemos tocado muchas veces, es un don de Dios, ¿por qué? Porque Dios está colocando en tu vida otras personas como un don, un don. Todos quisiéramos tener por lo menos uno, dos, Tres verdaderos amigos cristianos. Al mirar a estas personas nos damos cuenta de lo que estamos señalando aquí. Estas personas terminan siendo un don de Dios para mí. El tema aquí es gigantesco porque no escogemos a estos amigos. Son colocados en nuestra vida por Dios en esta relación. Dios está de por medio en el asunto. Y en ese sentido no escogemos a estos amigos. Nos son regalados, nos son otorgados por Dios. Y esto se ve en muchos contextos, ¿no? Si hubiéramos ido a otra iglesia, si hubiéramos ido a otro lugar, si hubiéramos, la lista aquí es interminable, de circunstancias providenciales manipuladas, encaminadas por Dios para colocar a estos amigos en tu vida, en mi vida. Y en la medida en que entendamos Dios me está dando la oportunidad de conocer a estos creyentes o a este creyente y la oportunidad de tener una relación de verdadera amistad entre nosotros porque Dios sabe que esta persona será un instrumento de su amor en mi vida. Es el mismo asunto de tu pareja, no vamos a discutir eso. Tú y yo escogimos con quién casarnos y Dios lo predestinó todo, no voy a decir más. Y si no quieres saber más del argumento, es suficiente. Lo que Dios unió, lo que Dios juntó, se acabó el asunto. Tú escogiste encerrarte en la celda del amor con ella o con él, Pero resulta que esta fue la persona predestinada por Dios. Es el don de Dios para bien en tu vida. Muchos dicen, no, es para malo. A ver, a ver, a ver. Es lo mismo aquí. Tus amigos cristianos son el don de Dios. Ahora rápido, ven en Juan 15. Hay que ver este texto de paso, ¿no? Juan 15, por favor. Y lo que quiero señalar aquí, y luego vamos a 1 de Coríntios 13, lo que quiero señalar aquí es todo este tema que estoy a grandes rasgos comentando. Está en este texto, en 1 de Coríntios 15, la lectura comienza en el versículo 12, este es mi mandamiento que os améis y esta fórmula unos a otros, todos sus delineaciones y detalles es cómo amarnos unos a otros, 57 y 8 versículos lo explican, es un gran tema, hemos realizado más de una miniserie sobre la fórmula, pero unos a otros como yo os he amado. Ahí está toda la prueba de que este amor es de Dios, este amor, su fuente, su causa, su origen se encuentra aquí en nuestro Señor Jesús. Este amor fluye a la vida de este creyente, a la vida del otro creyente, y la meta es de que nos amemos tal como Cristo nos amó, nos amó y nos ama. Es un tema el más profundo posible. Lo que el mismo texto dice, Y luego, nadie tiene mayor amor que este, y es en nuestra relación de amistad con Cristo. Cristo ya demostró su amor para con nosotros haciendo lo máximo que pudiera haber hecho, puso su vida por nosotros, que en esta palabra técnica aquí en el versículo 13 somos llamados sus amigos. Esto es la base de la amistad que tenemos con él. Este amigo hizo lo más que pudiera haber, nos rescató entregándose para sufrir por la culpa y la condenación y el castigo que tú y yo merecíamos, se entregó individualmente, personalmente a sufrir poniendo su vida en lugar de nuestra vida ante la ley, la justicia divina, pagando la deuda, liquidando la cuenta, dejando la factura en el calvario para mostrar que él es nuestro mejor amigo. Y de inmediato todo esto está vinculado. Vosotros sois mis amigos. si hicieras las cosas que Dios mandó. A este argumento volveremos porque el tema de la amistad con Dios es una parte de lo que estamos viendo en esta miniserie. Pero ¿qué es lo que dice este texto? ¿Qué dice? Que sus verdaderos amigos son las personas en esta relación de amor, motivados por este amor, le obedecen. Motivados por este amor, andan en la luz. Motivados por esta relación, hacen su voluntad en sus vidas. Este es un gran argumento aquí. ¿Cómo podemos saber que una persona es verdaderamente amigo de Cristo, que es verdaderamente creyente? Si no vemos que esta persona quiere obedecer a Cristo, si no vemos que hay un esfuerzo para poner en práctica la palabra de su Señor, si no vemos que esta persona tiene el verdadero amor de Dios en su corazón, cambiando su vida, Entonces, damos por sentado que esta persona no es amigo de Cristo. Pero el argumento aquí termina con esto. El hecho de que ya no somos llamados siervos en Quince, sino amigos. Ese es el gran tema. Os he llamado amigos. Y todo esto de que nos ha comunicado en esta relación de amistad, lo que Él está haciendo en nuestras vidas, nos lo ha dado a conocer. No está oculto. Este amigo, en la relación íntima que tenemos con él, no hay secretos, no hay nada oculto. Lo que él pretende hacer por medio de su amor en nuestras vidas está tan abiertamente sobre la mesa. Y no me elegiste vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros. Y aquí estamos todo el tema. de nuestra relación de amistad con Cristo, nuestro amor para con Cristo, nuestro servicio para con Cristo, nuestra obediencia a Cristo. Todo el asunto está vinculado en relación con nuestra amistad los unos con los otros. Estamos unidos, hay una lista de puntos, aquí no lo vamos a discutir más. Estamos unidos en esta relación por nuestra amistad, nuestro amor, nuestro servicio, nuestra obediencia. Esto es el tema, en una iglesia en donde pretendemos acabar con las guerras entre nosotros, ser pacificadores, en primer lugar, en la relación que tenemos los unos con nosotros como creyentes, Esto es, en el argumento, ¿no? Esto es cómo esta relación llega a ser una realidad. Ahora lo voy a cambiar. Es lo que yo he estado diciendo, luchando, por favor, perdónenme. No es que estamos en el estado apoyando al mismo equipo y eso es la base de nuestra amistad, ¿no? No es que a mí me gusta y la banda X, y X canciones específicamente, estamos enamorados de la misma música, de los mismos artistas, no, en ninguna de las otras cosas, no, estamos en una relación de amor y amistad con Cristo, en esta relación se digna de llamarnos sus amigos, En esta relación nos coloca en la circunstancia necesaria para que tengamos la oportunidad de ser objetos de este amor en la relación con otros creyentes. Y es nuestro servicio en equipo como consiervos, más que consiervos, como amigos de Cristo. ¿Tú entiendes esto? No es tan complicado como parece. No. Lo estamos viviendo ahora en las campañas. Somos amigos, ¿eh? Bueno, quiero saber. Hay que robarles a algunas personas al INE para que no puedan votar, por favor. Ocultarles, no robar. No, esto no salió en la grabación en internet. Esto fue, me equivoqué, soy gringo, hablo mal el español, por favor. No dije nada sobre eso, nada, serio. Vamos a tener que editar el sermón ahora. No, estoy ilustrando, ¿no? Amigos de un político en una campaña, estamos con él, estamos con ella, unidos en un proyecto de gobierno, unidos en objetivos, en propósitos, en anhelos, en deseos. Y en todos los partidos, ven cómo voy a salir del dilema, todos estamos buscando el bienestar de todos. Ah, ya estoy bien, ya dije la palabra mágica. Estamos buscando el bienestar Bienestar, ¿me escucharon? Bienestar de todos, en todos los partidos, todos sus candidatos. Ya estoy bien. Esto me dio cobertura, ¿no? Ya estoy. Ok. Mi hermano apagó la transmisión. Ahora va a reiniciar y borrar eso. Ahora, 1 Corintios 13, por favor. 1 Corintios 13. Esta última ilustración no fue la mejor. Vamos a discutir esto y terminemos por el momento. Vamos a analizar esto rápido. En el tiempo que nos resta, la parte mala de todo este asunto está sobre la mesa. Porque hay un sinnúmero de obstáculos a esto. Y los obstáculos son delineados aquí, enumerados aquí, bosquejados en este texto. en la descripción de lo que el amor hace, el mayor énfasis está sobre lo que el amor no hace. Así. Y muchas personas nunca se han fijado en este argumento. El verdadero amor es algo más que algo simplemente emocional, superficial, pasajero. Es algo inteligente, Es algo razonado, es algo ordenado por Dios, es algo profundo, es algo incluso voluntario de parte nuestra, ¿no? Y es algo que abarca la personalidad en relación con Dios, amar a Dios con la mente, con las emociones, con la voluntad, con todo tu mente, con todo tu corazón, con todo tu esfuerzo, la fórmula de nuestro Señor Jesús. Es algo de corazón en donde hay algo muy profundo de por medio, obviamente. Y por lo tanto, se comienzan a enumerar los obstáculos a esto. O sea, vas a amar, voy a cambiar lo que acabo de decir, vas a amar a tu amigo cristiano con tu mente, con tus emociones, con tu voluntad, ¿Sí? Claro que sí. Y este asunto de que Dios no tiene emociones, estamos en problemas y esto es así. Porque se nos ordena amar con nuestras emociones, con nuestra mente, con nuestra voluntad, con la totalidad de nuestra personalidad. Entonces, aquí estamos. Y el lado negativo de este asunto lo voy a resumir. De manera preliminar tengo que porque se nos va a acabar el tiempo. No tengo que pintarlo en una forma más sencilla. Lo que se describe aquí diciendo lo que no hace el verdadero amor es simplemente el amor egoísta. Punto. Es una descripción terrible de lo que el amor egoísta hace y esto obstaculiza el verdadero amor. O para decirlo en otras palabras, el amor no está centrado en el ego. No está centrado en uno mismo. No está centrado en el yo. El amor egoísta, sí. El amor verdadero, no. Ahora, la lista de ejemplos, para que esto sea fácil de entender, es la más conocida lista. Vamos a enumerar los ejemplos. Hay un amor caprichoso, romántico, egoísta, centrado en uno mismo, que no es el verdadero amor. Es un tema que hemos abarcado también muchas veces. El amor caprichoso, escuchen las palabras, romántico, egoísta, egocéntrico, centrado en uno mismo, en lo que yo quiero, en lo que yo deseo, en lo que yo necesito de la otra persona, no es el verdadero amor. No. El amor propio, el amor egoísta no es el verdadero amor, es una perversión del amor. Y tantas personas, esto es todo lo que saben del asunto. Le amo a él o le amo a ella porque me da cosas, porque me ayuda, porque se preocupa por mí, porque creo que me quiere a mí. Esto no es más que el amor egoísta en todos sus ejemplos. Y está increíble cómo muchas personas terminan casándose en base a eso. Lo que es, lo que es, me va a dar. Esa es la fantasía, ese es el amor romántico. Mejor, les recomiendo a todos estos, vete a escuchar una hora de música ranchera, sería suficiente. Si pueden aguantar hasta una hora de música ranchera para escuchar de cómo se casaron en base a este amor egoísta y cómo ahora están peleando. Por favor, para descubrir que no. Ahora rápido, el amor egoísta está metido por medio en todo. Entre los miembros de la misma familia, siempre existe en algún grado este amor egoísta. Nos amamos a nosotros mismos y amamos a los que tienen alguna relación con nosotros, aquí la relación es de familia, amamos a los con quienes tenemos algo en común, algún interés, y aquí la relación es algo en la genealogía, la descendencia desde abuelos y todo el paquete de mis papás y mis hermanos, la relación de sangre, Y todos buscamos en alguna medida el bienestar de los miembros de nuestra familia porque estamos buscando por encima de todo nuestro bienestar, nuestro propio bien. Y lo que muchos entienden como el amor en la familia no es más que eso. Es el amor egoísta. Nada más. No es otra cosa. De la misma manera, en cuantas relaciones de amistad, ya lo hemos señalado aquí, es le amo a esta persona porque esta persona me está ayudando, me está dando beneficios, me está apoyando y lo que recibo de esta persona, a cambio es una relación de cambalaje, eso es lo que yo llamo el amor. Amamos a los que nos aman, amamos a los que nos ayudan, pero si no nos aman y no nos ayudan, no hay nada, nada de por medio en el asunto. Esto es simplemente algo natural, el amor egoísta, y hay que decirlo de entrada. El verdadero amor va más allá de tus intereses. El verdadero amor no es natural. El verdadero amor no es carnal. El verdadero amor es espiritual. El verdadero amor es sobrenatural. En el contexto de este argumento no tenemos que saber más, salvo de un versículo donde dice Cristo. Escuchen lo que dice Cristo. Si aman a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacen de más? Si aman a los que a ustedes les aman de vuelta, ¿qué hacen de más? ¿No hacen lo mismo los pueblos paganos gentiles, enemigos de Dios? En este argumento en el capítulo 5 del Sermón del Monte, si amares a los que os aman, ¿qué recompensa tendrán? No hacen lo mismo los peores de los peores publicanos en el texto que practicaban un terrorismo fiscal en aquel entonces en base a su avaricia y codicia, robando y extorsionando al pueblo judío. ¿No se aman los publicanos así? ¿No se aman los policías así? ¿No se aman...? Y la lista es interminable. ¿No se aman los narcos así? Y el texto es una bomba atómica. Porque el amor verdadero va más allá de algo egoísta. En el contexto, amad a vuestros enemigos. Bendecid a los que os maldicen. Haced bien a los que os aborrecen. ¿Haced bien a los que nos aborrecen? Y orad por los que os ultrajan y por los que os persiguen. Este texto lo conocemos y este texto pone en forma directa este tema que estamos discutiendo aquí. El verdadero amor no es egoísta, ¿Qué beneficio voy a sacar amando a mi enemigo? ¿Qué provecho habrá amando a los que me maltratan? ¿Qué puedo sacar de los que me persiguen? ¿Qué me van a dar a cambio? Si no más de lo mismo. Esto es el amor egoísta y nada más. Cristo lo deja tan claro en el texto. El verdadero amor no espera nada, ningún beneficio, ninguna recompensa, nada para mí. No. No, porque en el verdadero amor No hay egoísmo. No está basado en algún interés. No está basado en algún beneficio. No es simplemente el afecto natural. No, claro que no. El verdadero amor supera todo eso. Va más allá de mi bienestar. Va más allá de mi felicidad. Va más allá de mi egoísmo. Para incluir a otros. Para incluir a los que que no merecen nada de mí. Este es el amor de Dios. Estaba buscando algún beneficio personal, nuestro Señor Jesús, al descender del cielo, amándonos así, hasta ir... ¿Iba a sacar algún beneficio, Cristo, en la cruz del Calvario? ¿Algún beneficio, algún interés personal de nosotros? Nada. Cero. Así. Entonces, en 1 Corintios 13, acabamos de resumir lo que vamos a ver aquí. En la lista de las cosas que el amor verdadero no hace, en síntesis, lo que vemos es que el verdadero amor no es egoísta. Punto. Y como no basado en tu ego, la fuente tiene que venir de algo más allá de tu ego, La fuente, el origen, la causa tiene que encontrarse fuera de tus intereses, fuera de tus beneficios y en el argumento del texto. Esto viene, lo vimos en 1 Juan 4, el domingo pasado, comienza y termina en el mismo Dios. Ahora, en forma rápida, vamos a repasar esto, espero, para concluir el día de hoy. El ímpasis, ya lo entendemos. En síntesis, el texto dice, el verdadero amor no hace muchas cosas, no tiene envidia, no es tan ansioso, no se envanece, no es injurioso, no hace cosas indebidas. En síntesis, la fórmula técnica no busca lo suyo propio, no se erita la lista de no, no, no, no guarda rencor. ¿Cómo? no guarda rencor, no piensa el mal, no piensa el mal, ni lleva cuentas del mal. Nada de esto, sino lo contrario. Y cuando vemos esta lista en forma negativa, estamos viendo todos los obstáculos que surjan para impedir este amor en la verdadera amistad cristiana. El amor propio, el amor egoísta resume todo el argumento, porque el amor propio está centrado en uno mismo. Ahora, aunque pudiera ser innecesario, lo tengo que discutir, ¿no? En el tiempo que nos resta. Porque el egoísmo es la fuerza que controla la vida pecaminosa de cada ser humano por naturaleza. El gran ídolo de su vida resulta ser su propio yo, su propio ego. Todos los hombres por naturaleza viven para eso, viven para sí. vivan en base a sus intereses, sus deseos, sus pensamientos, sus planes, sus gustos, sus caprichos, sus concupiscencias, sus placeres, sus ganancias, todo dominado por un amor propio, egoísta, pecaminoso, en donde todo está sujeto a un solo punto. Lo que es, desde esta perspectiva, lo que la persona piensa que pueda sacar, ¿no? Y todo va dominado por su voluntad, sus intereses, sus opiniones, Y esto es la receta para la autodestrucción de quien sea. Esa es la causa. Lo vimos al principio de esta miniserie en Santiago de todas las guerras. Esa es la causa de todos los conflictos. Eso es lo que impide la paz. Eso es lo que obstaculiza la paz. Cada persona pensando incansablemente de día y noche en sí mismo, en sí misma. Mis problemas, mis necesidades, mi agenda, mi futuro. Mi beneficio, nada más. Todo el mundo, enredado, adorándose a sí mismo, en un amor propio egoísta, buscando lo suyo propio y nada más. Ese es el mundo caído, eso es lo que el pecado hace, es lo que el pecado ha hecho a todos. El amor egoísta nos conduce a vivir tan solo así, tan solo Así, vivimos, ¿no? Y la lista de ejemplos es interminable. Aquí vienen algunos ejemplos de lo que estoy diciendo. En este amor egoísta, escuchen, vivimos como dueños de nosotros mismos, viendo las cosas desde nuestra perspectiva, pongo. Vivimos, ¿no? Así. El amor propio nos tiene así como secuestrados, ven como lo voy a decir, nos tiene así como dominados, hasta nos tiene así con un lavado de cerebro, nos tiene subordinados este amor propio, de tal modo que no hay nada fuera de mis endereces en el panorama, mis metas, mi prosperidad, mi felicidad, mi satisfacción. El amor egoísta nos conduce a ver todo, todo, desde esta perspectiva. Todo queda reducido a un solo fin. Y todo queda desperdiciado. Es un desperdicio total. Todo desperdiciado en el servicio del ego. Todo el tiempo, para mí, todo el dinero. Para mí, todos los talentos, todas las habilidades, todas las posesiones, hasta mi cuerpo es mío, ¿no? Y todos mis dones y capacidades y talentos, para mí, todo desperdiciado para satisfacerme a mí, para cumplir mis fines egoístas. Y si en algún momento llego a ayudar o regalar o es de lo que sobra, es de lo que no cuesta, es de lo que Es lo que Dios me dice. Y si tengo que dar más, ¿será con renuencia? ¿Será con desgustado? Pero si tuviera la voluntad de decir no, ¿no? Y así el asunto. El amor egoísta quiere controlar y manipular todos, ¿no? Todos los demás. Quiere, escuchan, manipular y controlar todo. Quiere lograr siempre su voluntad. Y el egoísmo termina siendo, ¿qué tipo de obstáculo es este? Este egoísmo termina impidiendo. ¿Cómo vas a amar a tu prójimo como a ti mismo? Increíble esta fórmula, la más discutida en la Biblia. ¿Amar a tu prójimo como a ti mismo? No estamos ni hablando de amar a tu amigo cristiano como Cristo te ama. No, ni estamos hablando de eso. Estamos hablando de amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. En términos egoístas, preocuparme por el bienestar de mi prójimo como me preocupo por mi propio bienestar. ¿Qué sería esto? ¿Cómo puedo hacer esto? ¿Cómo sería posible esto? No, no es posible para las personas que no conocen el amor de Dios en Cristo. Es imposible, más que imposible. Es una mala broma hablarles así. Es ridículo esperar que amen a alguien o algo que no sea ellos mismos. Esa es la realidad, la triste. realidad. Y ahora viene después, en la lista de cosas que este amor no hace, la bomba de la soberbia que está aquí. Cuando dice que este amor no es jactancioso. Este amor, las traducciones de los términos son tremendas. Este amor no se envanece. Este amor no cae en la vanagloria, en el envanecimiento. Estoy luchando para decir las palabras. Este amor no te conduce a la altivez de espíritu, a la soberbia de espíritu. No. Este amor no busca autoestima. No. ¿Qué dicen los psicólogos sobre autoestima? No. Este amor no busca autodeterminación, autorrealización, nada de auto, porque en la frase auto es el mismo ego. No, no dice este amor no se considera como superior, sino como inferior. Este amor no dice merezco más y mejores cosas, no, este amor dice merezco menos y peores cosas. Si yo se tratara, les voy a comentar algo aquí, hay un tema, es innecesario dar detalles, conocemos de un caso de un ex ministro, su esposa le abandonó en un país extranjero, su familia lo abandonaron, sus hijos ya más grandes de edad y su mujer, todos le dieron la espalda. No. Se separaron de él y fueron a vivir en otro lugar. Y yo estábamos comentando de algo sobre este caso este fin de semana. Yo me quedé en la noche despierto pensando esto. Si no fuera por la gracia de Dios en mi vida, lo que a este hombre le pasó me habría pasado a mí. Mi esposa me habría abandonado. mis hijos antes que ella. Si no fuera por la gracia de Dios, si no fuera por la misericordia de Dios, si no fuera en algún sentido, en algún sentido, por el amor de Dios en mi vida. Yo habría sufrido lo mismo o algo peor si Dios me hubiera tratado según mis méritos. ¿Qué es lo que estoy diciendo? no superiores, no merecedores, el amor no piensa así, esta soberbia es el peor engaño posible, es el peor autoengaño posible, porque nos hace creer lo contrario, nos hace creer que somos mejores, nos hace creer que somos superiores, nos hace creer que somos más importantes, y es tan engreído y tan vanidoso y presuntuoso que se concederá como como digno del servicio de los demás, como digno del honor y el respeto de los demás, como digno de enseñorearse de quien sea. Y con razón no nos permite amar a nadie como nos amamos a nosotros mismos. No nos permite hacer eso. No nos permite buscar por encima de nuestro bienestar el bienestar de otros. No te permite hacer eso. Por lo tanto, en las campañas no puedo resistir el comentario. Por más que hablen todos, Los partidos políticos de bienestar, eso no es la intención de ninguno de esos partidos. Están buscando el bienestar de alguien. Y no tengo que decir más. Sin el amor de Dios en su corazón, no están buscando tu bienestar. Te están engañando al hablarte así, creyendo que tú eres tan tonto y necio para creer la mentira. Esto es así a nivel mundial, estoy hablando simplemente de alguna cuestión de nuestro querido México. La soberbia no nos deja vernos tales como somos, nos hace creer mentiras, nuestras propias mentiras, impide que seamos honestos con nosotros mismos, siempre pone pretextos, siempre pone excusas, siempre está a la defensiva, No te puede ver a ti mismo en el espejo, ¿no? En donde, quiero ver mis defectos. No, esos los vas a ver en este espejo, pero no en tu propio espejo. No quiero ver mis debilidades. No los vas a ver esas debilidades, menos tus pecados. Salvo frente a este espejo. Y este espejo nos está obligando a ver nuestro amor egoísta. Ahora, en este asunto, Vamos a Filipenses, tengo que pedir permiso para ver esto. Filipenses 2, por favor. Una forma más abreviada aquí. Hay una fórmula en donde hay un argumento que resume este obstáculo, este impedimento al amor, que es la base de la verdadera amistad cristiana y el verdadero amor en relación con quien sea. Cuando dice, no hagáis nada por vanagloria, en el versículo 3. ¿Nada? ¿Motivado por vanagloria? ¿Absolutamente nada? ¿Nada por la causa de todas estas guerras? No, no hemos dejado este tema de las guerras y los pacificadores. Nada por contienda? ¿Cómo? O sea, nada motivado por ganar en un contiendo, un conflicto. Nada motivado. No, nada. Nada. Y luego en el versículo 2, que sintáis lo mismo. Y la fórmula aquí, es la versión antigua tan clara, la traducción, teniendo el mismo amor. ¿Cuál amor? Así el prefacio. Nada por contienda, nada por vanagloria. Nada motivado por soberbia, nada por envidia, nada, cero. Motivados por amor y de inmediato lo que este amor nos conduce a ser, estimándonos en humildad, no en vanagloria, humildad, estimándonos inferiores. Algunas traducciones están increíblemente enredadas con tantas traducciones hoy en día. Algunas traducciones estimando a los demás como superiores. Nuestra versión antigua, estimándonos a nosotros como inferiores los unos a los otros. Y es increíble este texto y los pleitos en relación con lo que dicen. Porque no se trata de una humildad falsa. Sí, aunque soy superior, aunque acabo de ganar el campeonato, aunque soy uno de los mejores jugadores del mundo, míranme, soy tan humilde. Y nosotros viendo al atleta, al jugador, al campeón hablar de esa manera, estamos con qué. Es un muy pobre actor. No me convence ni nada de lo que acaba de decir. Está fingiendo. Es pura hipocresía de su parte. Es una actuación. Debería haber tomado clases en Hollywood antes de salir a hablar porque no nos convence. No estamos hablando de algo así. Esta humildad no es falsa, no es fingida, no es una actuación, no es un teatro, no es un show. Entonces, ¿de qué se trata esto? de lo que el Evangelio enseña. Luego viene todo este argumento acerca de cómo... Hay que seguir leyendo, no mirando cada uno a lo suyo propio. Esto es nuestro tema. Sino cada cual también a lo de los otros, unos a otros. Y de inmediato hay en vosotros este sentir, la versión antigua, esta perspectiva, esta mentalidad, esta realidad que hubo también en Cristo Jesús. Y comienza el pasaje cristológico más importante de la Biblia. en donde se usa una fórmula técnica que identifica a Cristo como Dios e igual con Dios el Padre Celestial. Y sin embargo, motivado por este amor, se despojó a sí mismo de todos sus prerrogativas y derechos en su naturaleza divina al unirse con una naturaleza humana, no fusionando las dos cosas, una sola persona con dos naturalezas en su encarnación, el misterio de misterios, de misterios, el más grande misterio, más grande incluso que la Trinidad. Y sin embargo, Tomó la forma de siervo, humillándose, haciéndose semejante a los hombres, y así, a mitad del versículo 8, se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte de la cruz. Entonces, esto no es humildad falsa. El ejemplo no es falso. Rápido digo esto. Muchos nunca salen de este dilema. Yo sé que soy superior a mi hermano fulano o a quien sea en esto. ¿Cómo me voy a fingir y actuar como si yo fuera inferior? Escuchen, las respuestas son todos los creyentes somos iguales en nuestra falta de méritos. No hay ningún creyente que merece la gracia de Dios. Todos somos los indignos, todos. ¿Qué es lo que dije al principio? Este que nos buscó, nos encontró a todos en la peor condición posible. Nos buscó y nos encontró. Y no tienes que haber sido prostituta, drogadicto, narco. No, para que esto sea así. En tu condición caída, depravada, Cristo te buscó y te encontró en la peor condición posible, rebelde, enemigo, obstinado, ciego, enemistado contra Dios y determinado a hacer tu propia voluntad con tu propia vida, cueste lo que cueste, venga lo que venga. En este sentido todos somos iguales, indignos. Y todos tenemos en Cristo la misma posición ante Dios. Todos aceptados, todos de igual manera aceptados, todos de igual manera los creyentes, todos justificados por gracia, todos de igual manera perdonados, todos milagrosamente salvados, todos de igual manera. Dios con el fin de glorificar esa gracia nos buscó y nos alcanzó. De tal modo que ningún creyente puede decir, no puedo humillarme, no puedo estimarme como inferior, los más dotados No pueden jactarse. ¿Qué tienes que no hayas recibido? Dice Pablo. ¿Algo? ¿Algún don? ¿Alguna capacidad? ¿Algún talento? ¿Tuyo? ¿Propio? ¿Que se originó en ti? ¿Algo? Nada. Zero. Pero tu soberbia te dice que sí. El amor te dice que no. Pero en el tiempo que nos resta, vean esto, ¿no? Los malos, amargos frutos de esto son lo que Pablo dice aquí en la lista de cosas, ¿no? No podemos detenernos con ningún punto. Ya hemos visto el argumento. La soberbia nos conduce a creer que somos diferentes de lo que es la realidad y a muchísimas personas que se identifican como creyentes, esta soberbia les conduce a pensar, yo soy uno de esos creyentes independientes. Yo soy uno de estos creyentes que no necesito a los demás creyentes. Yo soy uno de estos extraordinariamente especiales creyentes que yo no dependo de la oración, ni del apoyo, ni del amor de ningún otro creyente. Yo soy uno de estos creyentes autosuficientes. Yo puedo vivir la vida cristiana sin nada de unos a otros. Nada. Cero. Yo soy uno de esos creyentes autónomos, ¿no? Y esos creyentes están vagando por las iglesias, por lo menos en las ciudades grandes, en todo el mundo están. Están buscando una iglesia digna. Estoy buscando la iglesia en donde yo puedo congregarme, pero tiene que ser una iglesia digna de mí. Que esté a mi nivel. Y otros que entienden, yo necesito y si hay alguna cosa lo voy a pedir, que oran por mí, que me apoyen, que me ayuden, pero yo quiero ser libre de cualquier compromiso. Estos que quieren los privilegios, las bendiciones de tener alguna relación con otros clientes, pero no quieren ninguna responsabilidad de por medio en el asunto, por su soberbia, por su vana gloria, por su jactancia. No quieren ningún compromiso ni ninguna responsabilidad. Así, así, así. Y en la lista comienza la parte más absurda, ¿no? Tiene que decir que este amor no tiene envidia. Sí, lo tiene que decir. La envidia, que es el espíritu de descontento, No, que ante la prosperidad de mi prójimo. No, es ante la prosperidad de mis amigos cristianos. Eso es lo que me da envidia. Sí. Porque la envidia desea las bendiciones de otros, de otras personas. Desea todo, su felicidad, su dinero, sus posesiones, sus dones, sus capacidades, lo que sea. Algo mejor de lo que la envidia. que nace de la misma soberbia, que nace del mismo orgullo, la envidia, que es el egoísmo frustrado. Vean esta fórmula, es espantosa. Estaba repasando mis apuntes y me quedaba ahí leyendo las palabras en voz alta, ahí sentado en mi escritorio. La envidia, la envidia, que es el egoísmo frustrado, la ambición frustrada, la codicia frustrada, las esperanzas frustradas, los sueños frustrados, combinándose con el descontento y la ingratitud y el espíritu quejumbroso y el enojo. ¿Qué tipo de obstáculos hay en esto? Envidiando lo que sea. No voy a repasar la lista. No te deja identificarte con el bienestar de nadie salvo tu bienestar. No te ayuda, no te permite buscar la bendición, la prosperidad, porque no te deja amar verdaderamente a nadie. Salvo a ti mismo. Salvo a mí mismo. Y en la lista tan negativa dice que este amor no tiene envidia y luego llega a este extremo de decir, va a este extremo, ¿no? De decir en el versículo 5, no podemos sacar argumento aquí, que ni piensa el mal. Si esto lo enchufamos en una relación de amistad, aquí están dos creyentes, el amor de Dios está por medio, pero este está pensando mal de este. y pongan todo lo que quisieran en la frase pensar mal. Pensar mal. Increíble. Ah, porque ve defectos en este. Ah, porque ve debilidades en su amigo cristiano. Ah, porque no está de acuerdo con algo que hacen y no es un asunto de pecado. Es su propio punto de vista nada más. Y el argumento, el amor ni piensa mal. Y nosotros así andamos pensando lo peor, malas sospechas, malos pensamientos, cuestionando sus motivos, dudando. y la mente pecaminosa buscando cualquier pretexto para confirmar las malas sospechas. Y luego esto no es suficiente, hay que entenderlo, ¿no? Porque estas personas tarde o temprano van a comenzar a no solo pensar mal de su amigo, a hablar mal. En el momento que comienzan a hablar mal, se acabó el asunto, se acabó la relación, Y todo este asunto de los chismes y la lengua y la persona pensando mal, ¿por qué? Por su falta de amor. Y hablando mal, ¿por qué? Por su falta de amor. Actuando mal. No vamos a discutir. La lista de obstáculos enumerados aquí Y luego viene la bomba así de los que llevan cuentas del mal recibido. Y como somos amigos y ya me hizo esto, ¿no? Y lo tengo anotado, lo tengo apuntado. Y hay una bola de personas, un grupo en cada iglesia de personas. Estas personas están tan hipersensibles y son las personas las más fáciles de ofender. las más sensibles personas que son tan, se sientan tan maltratado y tan mal este mal lastimado y ofendido y vienen a los cultos así. Así vienen a los cultos. Ni hablar de los que guardan rencor, coraje, enojo, resentimiento, y se niegan a perdonar, ni a hablar de estos, ni a hablar. ¿Cómo vamos a ser pacificadores con este tipo de obstáculo de por medio en el asunto? Y hay que decirlo para concluir, para todas esas personas tan sensibles y tan lastimadas y tan ofendidas y tan maltratadas en su victimización, que es uno de nuestros temas favoritos aquí, la victimización. Y basta con decir que en todas las campañas políticas en todo el mundo, la táctica de entrada es de lograr que esta parte piensen que son víctimas Y que la otra parte, y ustedes también son víctimas, y todos víctimas de nuestros enemigos en el pleito político, ¿no? Y podríamos decir mucho sobre víctimas de quién. Pero esto sucede en este contexto. de personas en un contexto cristiano que se sientan en su victimización, como que no me tratan como yo debo, como yo merezco ser tratado y estoy tan ofendido y la respuesta para todas esas personas no es posible, no es posible que alguien nos haya mal tratado, no es posible, no es posible que alguien nos haya ofendido más de lo que nosotros hemos ofendido a Dios. No, esto no es posible. No es posible que ningún ser humano haya pecado contra nosotros más de lo que nosotros hemos pecado contra nuestro Dios. Esto no es posible. y el hecho de que este Dios en su amor nos haya perdonado gratuitamente por su gracia, por medio de la obra salvadora de su Hijo, el hecho de que este Dios castigó a su Hijo para poder perdonar nuestros pecados. Si esto no es un motivo suficiente para que tú y yo perdonamos a quien sea por lo que sea, Entonces no creemos el evangelio y nunca hemos recibido el perdón de nuestros pecados. Esto la Biblia lo dice de principio a fin. Entonces dice el amor no lleva cuentas de ning... La versión actualizada, yo le agregaba la frase, no lleva cuentas del mal recibido. Está dando por sentado que sí. que nos hicieron algo, que pecaron contra nosotros en algo. Sí, la ofensa ya recibida, no es imaginaria, no soy hipersensible, no, no, es real la ofensa. El hecho de que Dios me ha perdonado a mí me obliga, yo voy a usar la palabra me motiva a perdonar. Entonces, concluyo diciendo esto, para que tú y yo procuremos una verdadera amistad con otros creyentes, escuchen el comentario aquí, tenemos que tratar con todos estos obstáculos. Cualquier de estos o otros que impidan, que obstaculizan nuestro amor. Y el primer obstáculo es nuestro amor propio. El segundo obstáculo es nuestra soberbia. El tercer obstáculo es nuestra envidia. Y así la lista que acabamos a grandes rasgos de repasar. El último obstáculo, tenemos que estar dispuesto, si yo voy a ser tu amigo, a menos que te vuelvas apóstata, enemigo de Dios, en esta amistad cristiana, yo te voy a perdonar lo que sea. ¿No? Te lo voy a perdonar en el amor de Cristo. Te perdono. Así es el asunto. Y si tú no tienes un verdadero amigo, por lo menos un solo verdadero amigo cristiano, si tú piensas ¿Quién sería? ¿Cuántos verdaderos amigos cristianos tengo? Y si se te ocurre que no tienes ni siquiera uno. El por qué es lo que acabamos de escuchar. El obstáculo a que tú tengas esa relación con otros creyentes. Tú eres el obstáculo. No es cosa de otras personas. Tú eres el culpable. Dios te da esta oportunidad. Dios te da, yo amablemente lo pinto como oportunidad. La verdad es que esto es una responsabilidad, de procurar esto, de buscar esto, de tal modo que si esto no lo has logrado procurar y ya llevas años profesando el cristianismo y años en un contexto eclesiástico, en la iglesia que sea, y no tienes ni un verdadero amigo de esta clase de nada, La culpa es tuya. Y es una tragedia. Te estás robando a ti mismo. Te estás perjudicando. Tú lo estás haciendo. Al vivir es por tu falta de amor, verdadero. Es por la pobre relación de amistad que tienes con tu Señor. Y créanme, lo tengo que decir, lo predicamos a nosotros mismos, ¿no? Yo por tantos años decía, mis verdaderos amigos, yo los dejé hace años al venir a este país. Pero por la gracia de Dios tengo amigos verdaderos aquí. Hasta me atrevo a decir que los amo más que a cualquiera de estos gringos, amigos míos. Estoy hablando de personas con una amistad que se remonta hasta 40 años. Y yo me pregunto, ¿cómo sucedió esto, Tomás? No es algo de mí. Hay personas que Dios puso en mi vida en este país como un don de Dios. Mi querido hermano Mari Baños, si quieres saber de alguien, No voy a decir más. Yo les he comentado a mis propios hijos, mis mejores amigos. ¿Es un milagro increíble de Dios? Sí. ¿Que yo no merezco? Sí. Lo que estoy diciendo es, si Dios puede hacer algo con un gringo, ¿por qué no contigo? Si te fuera a enviar a otro país, te quedarías habiendo abandonado todos tus amigos cristianos. Abandonado en el sentido de la distancia. Hay que entenderlo. Por tantos años, Carlos Slim cobraba, creo que decía, dice, tres dólares al minuto. Creo que él me dijo cinco dólares al minuto por teléfono. Yo tan solo para que pudiera hablar con algunos de esos amigos, se me iba el dinero por las manos. Tengo que colgar, no quería escuchar tu voz y cuelgo, ¿no? Porque Carlos Slim me está robando. Y el correo mexicano tardaba, enviaba en la carta y tres meses después llegaba, desde Gringolandia, tres meses después llegaba la carta. Dejé en ese sentido a estos amigos. Y Dios puso otros amigos en mi vida, es lo que estoy diciendo. Por su amor para conmigo. No. Y algunos de estos, este, no voy a decir más, no. Treinta años de conocer a Juan Puga y la relación comenzó muy mal. Me llevaron de noche, en la oscuridad, música bien rara, alguien danzando, humo que salía de la tierra. Yo estaba ahí en un panico, un gringo, en el año 1994, ahí en, en Tizimin, Yucatán. Y yo pensaba, estos son caníbales. Pasó por mi mente eso, y yo pensé, he caído en manos, habiendo estado 10 años en la Ciudad de México, estoy en el canal de Discovery, que no existía, estoy en YouTube, y he caído en manos de caníbales. Juan Puga no es un caníbal. Pero, ¿qué es lo que estoy ilustrando? Comienzo una relación con Juan así. ¿Quién es este hombre? ¿Por qué me invitó? ¿Por qué me trajeron aquí? ¿Qué me van a hacer? Y ahora somos amigos. desde hace tantos años, amigos. Lo que estoy ilustrando es, si esto lo puede hacer Dios, con un, incluso me querían hablar en el dialecto, ni me querían, como no hablan, es un debate de si hablan español en Yucatán o no. Estaban ahí seis meses, Cynthia y Alberto, ahí en la misión en Mérida, estaban trabajando, estaban ayudando. Es dudoso de si hablan español en Yucatán. Tan solo tengo que decir así para que sea entendible mi argumento aquí. Pero ya, espero, espero que este tema sea el motivo de autoexamen profundo para todas las personas presentes aquí el día de hoy que se identifican como creyentes con el fin de que de que logremos algo de esto en nuestras vidas, de que logremos este asunto. No está aquí el día de hoy, pido la libertad. Yo pasé cuatro años discutiendo con Omar el Malo, cuatro años debatiendo con Omar el Malo, que no está aquí ahora, y llevamos Más de 30 años de una profunda amistad. Era una de esas relaciones que si nos hubiéramos conocido antes, habríamos sacado pistolas. Ese es el asunto. Si esto se puede lograr, ¿por qué no en tu vida? Con la ayuda de Dios hay que procurar esto. Padre, damos muchas gracias por tu palabra, por el tiempo, por la paciencia de los oyentes, por el milagro de tu gracia, tu amor, por tu amistad, por el hecho de que Cristo es el mejor amigo de cada creyente presente. y te pedimos que nos ayudes a cultivar esta amistad con nuestro Señor y superar todos los obstáculos para que tengamos esta relación con por lo menos algunos creyentes que conocemos con el fin, con el fin de transformarnos cambiarnos, librarnos de nuestro pequeño yo, librarnos de nuestro ego, y ayudarnos a amar a estas personas, no simplemente como nos amamos a nosotros mismos, sino como Cristo nos ama. Por eso te pedimos, en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Guerras y Pacificadores 18
Series Guerras y Pacificadores
Muchos creyentes no tienen paz porqué no pueden tener paz con otros creyentes...
Sermon ID | 53241516381747 |
Duration | 2:06:58 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Corinthians 13 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.