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No frutos, solo hojas. El engaño de las obras. Marcos 11, versículos del 12 al 21. 11 del 12 al 21. Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo. Pero cuando llegó a ella nada yo sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos. Vinieron pues a Jerusalén, y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas. Y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba diciendo, ¿no está escrito? Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones, mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle, porque le tenían miedo por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad. Y pasando por la mañana, vieron de la higuera, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces, Pedro, acercándose, le dijo, maestro, mira la higuera, que mal dijiste, se ha secado. Esos son los versículos que estaremos expandiendo en esta mañana. Y a manera de resumen, siempre me gusta cuando llegamos a unos versículos, para tratar de ellos, ver qué ha pasado con anterioridad en los versículos que le anteceden. Y vamos a repasar nuevamente, el domingo pasado lo hicimos, pero siempre es bueno y oportuno. Vámonos al capítulo 9. Y vamos a ir viendo qué ha pasado en este tiempo para que Jesús llegue a este momento donde Maldice Liguera entra al templo, tira las mesas y hace todo lo que hizo. En el capítulo 9 lo primero que vemos en el versículo 2 y 3 es la transfiguración. Jesús va con Pedro y con Jacobo y Juan se los lleva a un lugar aparte y se transfigura delante de ellos. Aquí ellos empiezan a ver que ciertamente esto no es tan solo un maestro bueno, una persona que anda enseñando cosas buenas alrededor de Judea, sino que ciertamente hay poder de lo alto en este individuo. Luego, no tan solo con la transfiguración en el capítulo 9, vemos que una voz del cielo, en el 9-7, dice, este es mi hijo amado, a él oíd. Vemos que Jesús se transfigura delante de estos individuos. Esos individuos empiezan a ver el poder de Jesús. Y luego, para reafirmar lo que ellos habían visto, no alguien que se lo dice, sino una voz del cielo dice, este es mi hijo amado. Dios diciendo de este Jesús, de este Jesús nazareno, de este hombre, hijo de un carpintero, de una pequeña aldea, es también mi hijo amado, en el cual yo tengo complacencia. Escuchen lo que Él dice. Luego empezamos ver el poder de Jesús, como Jesús había un endemoniado que habían tratado de sacarlo de ese joven por varias ocasiones diferentes personas y nadie podía y el padre viene donde él y le dice Jesús yo sé que en ti hay algo diferente yo sé a lo mejor ese señor estaba había escuchado lo que ya Pedro, Jacobo y Juan habían empezado a contar y él dice yo creo que tú puedes sanar a mi hijo Jesús le dice bueno si tu crees al que crees todo lo es posible y el le dice señor creo pero luego le dice ayuda mi incredulidad nos muestra que la fe puede ir en cierta forma creciendo porque aunque el creía había incredulidad en el Luego vemos como el Señor sana a este joven y como empieza a anunciar su muerte. Esto que estamos leyendo no está muy lejos de la cruz. No es que leímos esto y año y medio después pasó la cruz. Si no estamos hablando de días o una semana a lo mucho. Estamos en la última semana de la vida de Jesús y Él empieza a hablar de su muerte. En el 9.31 y 9.32 dice, Porque enseñaba a sus discípulos y les decía, El Hijo del hombre será entregado en mano de hombres. y le matarán. Pero después de muerto, resucitará al tercer día. Y decían los discípulos, o se decía a los discípulos, pero ellos no entendían esta palabra y tenían miedo de preguntarle. Porque culturalmente, ellos y las personas que estaban alrededor de Jesús, siguiéndolo, estaban viendo al Mesías, al Salvador que vendría como alguien que vendría con espada a desrocar a Roma y a imponer un reino terrenal donde los judíos, el pueblo elegido de Israel, estuviera por encima de cualquier persona. Y Jesús no había venido para eso. También vemos luego, en el capítulo 10, cuando llegamos al capítulo 10, el contraste o cómo Dios, Jesús, confronta la dureza del corazón de los fariseos. Cómo confronta a los que le seguían, pero no dejaban que los niños vinieran a él. En el 10, 13 al 15 dice, y le presentaban niños para que le tocase. Y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viendo lo, Jesús se indignó y les dijo, Dejad a los niños, venid a mí, y no se los impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él. O sea, que vemos como el Señor va de transfiguración, mostrando su poder, a empezar a moldear cómo va a ser su reino. Su reino es este Mesías que viene, que será entregado a los hombres voluntariamente, que morirá una muerte de pecadores y al tercer día resucitará. No fue que al tercer día de repente resucitó y nadie lo sabía, sino que ya lo venía diciendo, me van a matar, me voy a morir, pero al tercer día resucitaré. No fue una sorpresa, no fue un plan de Dios alterno que dijo, ay, me mataron al Salvador, ¿qué voy a hacer? Bueno, déjame resucitar al tercer día. No, Jesús sabía cuál era su misión, sabía para lo que él había venido a la tierra y constantemente le traía eso a los que le seguían para que lo tuvieran en mente y se fueran desconstruyendo lo que ellos pensaban que era el reino de los cielos. Y luego en el mismo capítulo 10 vemos el contraste de tener tesoros en la tierra versus tener tesoro en los cielos. la primera de tesoros en la tierra, vemos al joven rico en el 10 21 donde dice entonces Jesús mirándole le amó y le dijo una cosa te falta anda vende todo lo que tienes y dale a los pobres y tendrás tesoros en los cielos y ven y sígueme tomando tu cruz. y dice que el joven se fue triste porque tenía muchas posesiones materiales pero luego vemos tesoros en los cielos como predicamos el domingo pasado acerca de el ciego Bartimeo de como sin el ver físicamente él sabía quien era Jesús sabía las promesas que Dios había dado a su pueblo y clamaba a ese Jesús por misericordia Entonces, llegamos al 10.45, donde decíamos, si usted le quiere enseñar a alguien cuál es el versículo principal de Marcos, 10.45 es el versículo principal de todo el Evangelio de Marcos, donde dice, porque el Hijo del Hombre, Jesús, no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate de muchos. A Jesús no lo llevaron a la cruz. A Jesús los fariseos y el diablo no fueron exitosos con su plan de matar a Jesús para que se callara. Jesús dio su vida para ir a la cruz en rescate de los que el Padre le había dado. Y es por eso que ahora entonces llegamos al capítulo 11. En el capítulo 11 empezamos con la entrada triunfal. Cuando vemos en nuestras Biblias los titulitos negros que hay en la Biblia no son inspirados. Eso en los 1600 cuando se dividieron en capítulos y en versículos se pusieron algunos subtítulos para ayudar a las personas, darle como un resumen de lo que se van a hablar. Entonces esos titulitos negros no son inspirados. pero dice la entrada triunfal. Y muchas veces nosotros asumimos que esos titulitos son bien propios para las secciones. Y en este particular caso, no es muy certero, porque en vez de ser la entrada triunfal en Jerusalén, sería, mejor dicho, la falsa coronación de un verdadero rey. Si nos damos cuenta, esta multitud, este grupo de personas que iba detrás de Jesús voceando, Hosanna, Hosanna, el hijo de David, muy probablemente Era la misma multitud que unos cuantos días después iba a decir, crucifíquenle, crucifíquenle, no queremos que este reine sobre nosotros. Entonces, esas personas que se habían quitado sus capas, que habían cortado ramas de palmas para tirarlas en el camino a este rey que venía montado en un pollino, como Salomón cuando se hizo rey, no era una entrada triunfante de un rey. porque ellos estaban esperando un reino diferente al que Jesús había venido a prometer y a hacer y entonces estas mismas personas días después cambian totalmente de perspectiva acerca de Jesucristo y dicen no queremos que este reine sobre nosotros incluso Pilato le pone el rey de los judíos y se quejan y dicen no no le ponga rey de los judíos y Pilato le dice lo que he dicho he dicho ya se quedó con ese letrero ¿Por qué? Porque no veían el reino que Jesús había venido a hacer. Jesús no es el rey que viene a atacar o a derrocar a Roma. Es el rey de justicia que viene a atacar el templo. Es el rey de justicia que viene a atacar el templo. Y veremos por qué Jesús viene a atacar el templo. Entonces en Marcos 11, 12 y 13 empezamos con la higuera estéreo, la maldición de la higuera. Y estos versículos lo veremos en cinco puntos. Cinco puntos, pero ya me quedan 23 minutos, o sea que voy a tratar de hacer lo más rápido posible. Veremos el milagro destructivo de Jesús. El milagro destructivo de Jesús. Luego veremos Israel, la higuera y el templo. Veremos ejemplos de hojas sin frutos. la autoridad y el poder de Jesús, una nueva esperanza y finalmente como aplicación que es recordar de este mensaje. Entonces, pasemos al primer punto, el milagro destructivo de Jesús. Dice en el versículo 12 y 13, al día siguiente cuando salieron de Betania, Jesús tuvo hambre. Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo. Pero cuando llegó a ella, no halló nada sino hojas, pues no era tiempo de higos. Al otro día, se nos dice, al otro día de lo que había acontecido en esa entrada triunfante o en esa falsa coronación de Rey, Jesús tuvo hambre. Algunos dicen, algunas sectas, que Jesús no era Dios, o que no era hombre, o que era un ángel. Aquí se nos muestra claramente que Jesús era un hombre, porque tuvo hambre. Aún luego de que resucitó, tuvo hambre. Jesús era hombre y tuvo hambre, o sea que era 100% Dios. En Israel es bien común, me hubiese gustado poner una foto de un árbol de higo, porque cuando yo pensaba en un árbol de higo, yo estaba pensando en algo como si fuera una palma. Y no sé por qué siempre, mientras leía un árbol de higo, pensaba que era algo similar a una palma. Pero no es algo similar a una palma. Si algunos de ustedes saben lo que es un árbol de mango, A lo mejor podríamos decir que se parece a un árbol de mango. Es un árbol frondoso que llega a ser hasta 6 metros de alto, igual 6, 8, 10 metros de ancho. O sea que es un árbol frondoso, grande, con muchas hojas que da buena sombra. Este milagro es el único milagro destructivo de Jesús. Es en el único sitio que Jesús hace algo que causa daño a un objeto. Es el único milagro destructivo de Jesús. Pero no lo podemos ver porque cuando uno lee a primera pasada, uno dice, bueno, Jesús a lo mejor era temperamental porque llega, ve un árbol de lejos, se le acerca el árbol, no tiene fruto y lo maldice y el árbol se seca. ¿Qué aprendemos de eso? Que Jesús se incomoda. No, eso no es lo que aprendemos de aquí. Si seguimos viendo Dice, a pesar de este ser un milagro destructivo de Jesús, una maldición no es porque Jesús tenía hambre y no encontró fruto, sino porque él viene marcando ejemplos, ilustraciones, parábolas de lo que le acontecería al pueblo de Israel, el ataque de Jesús al templo que representaba a Israel por causa de su maldad. Esta maldición es una analogía, una metáfora, una parábola que el Señor estaba usando para enseñar a aquellos que estaban alrededor de él. Esta ilustración es la muestra de la destrucción del Templo de Israel. Es como en los cines o cuando usted está en su computadora que YouTube le pone un video de una película. Es un preview, un trailer del juicio de Dios hacia los judíos, hacia Israel que había pronunciado por su iniquidad. Este pronunciamiento de Jesús se une al destino que el templo tenía por haber sido convertido en una cueva de ladrones. Dios había hecho su templo para que fuera una casa de oración para todas las naciones y el pueblo escogido de Dios había tornado esa casa de oración en una cueva de ladrones. Y cuando uno piensa en cueva de ladrones, A lo mejor uno piensa que era que estaban haciendo negocios 100% ilícitos y que atracaban gente. No, no era eso, sino que abusaban de aquellos que venían a hacer los sacrificios. Leemos un poco más abajo que los escribas, los fariseos y los sacerdotes estaban en contra de Jesús y buscaban matarle. Buscaban matarle porque Jesús fue al templo a poner en orden lo que estaba desordenado. Personas pobres venían y los que no tenían dinero venían a ofrecer palomas. Pero una paloma, lo que costaban en cierta forma, vamos a poner, eran 25 centavos. Pero si tú venías de Indianápolis, tú no podías pagar con el dinero de Indianápolis. Tú tenías que cambiarlo a la moneda de Columbus, entonces ponían una tarifa bien alto que al final esos 25 dólares que costaba una paloma terminaba siendo, 25 centavos perdón, que costaba la paloma terminaban siendo 4 dólares, cuando usted lo pone en porciento es mucho más alto, entonces si habían hecho un negocio en el templo para extraerle el dinero a aquellos que venían con una intención genuina a adorar. Y aparte de eso, por ejemplo, en vez de irse alrededor del templo a llevar la mercancía, se ha dado cuenta, bueno, si yo tomo mi mercancía y la llevo a través del templo, me sale más corto, no tengo que dar esa vuelta. Y por eso es que dice que ya Jesús no le permitía que llevaran utensilios a través del templo. Le habría dicho, este no es el lugar para usted estar moviendo mercancía de un lado a otro. Ah, mira, se me acabaron la paloma allí, mándame 30 palomas para el otro, para el otro puesto. Esto es una casa de oración y ustedes las han convertido en una cueva de ladrones. Pero también vemos que Jesús se acercó a Estillera y él estaba tratando de buscar frutos. dice que usualmente estamos en las Pascuas, en este tiempo que Jesús estaba aquí y era más o menos el mes de abril. En Palestina hay muchos, muchos, muchos de estos árboles y es lo normal que estos árboles den fruto en marzo y esos frutos se caen son unos brotes y cuando ya era abril las personas que pasaban cerca de una higuera y los campesinos esperaban poder comer de estos frutos. La higuera es el único árbol que da el fruto primero que las hojas. Todos los árboles que nosotros conocemos en primavera primero tiran las hojas y luego de un tiempo viene el fruto. La higuera es al revés. hace dos cosechas al año y primero tira el brote, ese brote se convierte en el fruto y luego que el fruto cae se llena de hojas. Es un fruto comestible y usualmente el primer fruto se come fresco y el segundo fruto que es en el otoño se deja secar y se come entonces en el invierno porque se permanece mejor. Entonces este milagro destructivo de Jesús fue una ilustración de lo que acontecería al templo y al pueblo de Israel. Entonces ahora vamos al segundo punto, a Israel, la higuera y el templo. La higuera se menciona 50 veces, más de 50 veces en la Biblia. Y su primera ocasión de mencionar la higuera es en Génesis. Si se acuerdan, Adán y Eva, luego de pecar, usaron hojas para taparse. Las hojas que usaron para taparse fueron hojas de higuera. Las hojas de higuera usualmente, si usted ve mi mano, son más o menos de este tamaño pueden llegar a ser tan grandes. Entonces por eso fue que usaron hojas de higuera y no hojas de ese árbol chiquitico que están ahí que hubiesen tenido que usar 50. Entonces usaron hojas de higuera y en Génesis 3.7 es la primera vez donde se ve esto. Para el pueblo de Israel, la higuera tenía un valor nutricional, económico y simbólico de la prosperidad y protección. En Primera de Reyes 4.25, vamos a Primera de Reyes 4.25, Dice, y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera. Vemos cómo esto venía a ser un símbolo de protección. Decíamos anteriormente que el árbol de la higuera produce dos frutos al año, uno en primavera, que se come fresco, y otro en el otoño, que se come seco para el invierno. Es un árbol frondoso que da buena sombra y que el fruto sale antes que las hojas. En este tiempo, la maldición de la higuera muestra que Dios no está complacido con lo que se ha convertido el templo. Dios no está complacido con los líderes. Las personas que vienen al templo no están complacidos con Israel y no están complacidos con el templo. Y para Israel, el templo era el corazón de esta nación. Por eso, si había un templo corrupto, había una nación corrupta. Por eso vemos la maldición de Jesús a esta higuera. Una imagen, una parábola diciéndole Dios a ellos que vendría un juicio a ellos a través del templo. Vamos a Jeremías 7, 11. Porque a lo mejor pudiéramos estar diciendo, bueno, eso fue Jesucristo en ese momento que llegó, no vio como, no le gustó como estaba el templo y dijo que era una cueva de ladrones. Y en Jeremías 7, 11 se nos dice lo siguiente. Se nos dice, es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre. He aquí que también yo lo veo, dice Jehová. Años, años, muchos años antes, ya cuando estábamos hablando de Jesús, este era el tercer templo. Voy a dar una historia del templo, pero este era el tercero. En Jeremías 7 se está hablando del primer templo y se está diciendo que en el primer templo que se hizo, que era el más glorioso, se había convertido en una cueva de ladrones. O sea, que no era la primera vez que el pueblo de Israel se corrompía y al corromperse corrompía el templo. La casa de oración para las naciones la hacían cueva de ladrones. Entonces, el pueblo de Israel no llevó a cabo su propósito para el cual Dios lo hizo. ¿Y cuál fue su propósito? Hacer que la verdad de Dios fuera llevada a todos los confines de la tierra. El único lugar para los gentiles escuchar de Dios era el templo. Y ese lugar, que se supone que vendría a ser algo de bendición para las naciones, se había convertido en algo de maldición para ellas. Porque los judíos se creían que eran la última Coca-Cola del desierto y que la gracia de Dios solamente era para ellos y no para las personas que estaban a su alrededor. Y si vamos a Génesis, vamos a ver el origen del templo. Nos vamos a Génesis 22. En Génesis 22 nos acordamos que Abraham lleva a Isaac, su hijo, a sacrificarlo al monte Moriah. En el monte Moriah, ya Abraham está listo con el cuchillo en mano para sacrificar a su hijo. Y cuando lo va a sacrificar, Jehová provee un sacrificio. Jehová le dice a Abraham que ese es el lugar que él quiere para reflejar su gloria. Luego vemos cómo un tiempo después David, el rey David, compra ese terreno. En primera de Crónicas 21-22, vamos a primera de Crónicas para que ustedes vean. Primera de Crónicas 21-22. Dice, entonces dijo David a Ornán, dame este lugar de la era para que edifique un altar a Jehová. Dámelo por su precio cabal para que cese la mortandad en el pueblo. David no se apoderó de ese terreno, no se lo robó, sino que el señor quiere que le haga un altar ahí. Y a Ornán le dice, oye, yo quiero ese espacio. Dime el precio que tú quieres que yo te lo voy a pagar. y David compra ese espacio. Luego, seis años después, en Primera de Crónicas y en Primera de Reyes, vemos cómo Salomón empieza la construcción del primer templo. Este primer templo fue el templo más glorioso que se hizo y duró un buen tiempo haciendo. 350 años después, Babilonia viene y destruye completamente este reino, este templo, no deja nada. No hay una piedra que quede sobre piedra. O sea que, si hace el primer templo, Salomón es destruido completamente por lo mismo. Porque había sido hecho cueva de ladrones, lo que había sido casa de oración, se había convertido en una cueva de ladrones. Y el juicio de Dios viene, y una representación del juicio de Dios es destruir el templo en manos de los babilonios. Luego, 70 años después, en Esdras y Nehemias, vemos que Sorobabel pide permiso y construye un segundo templo. Este segundo templo no era tan suntuoso, porque no tenían todos los recursos que Salomón, pero era un segundo templo. Si vamos a Esdras 4, 3. Esdras 4, 3, dice, Sor Babel, Jesúa y los demás jefes de la casa paterna de Israel dijeron, no nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey de Siro, rey de Persia. Aquí vemos el segundo templo, que era un templo más modesto. 20 años antes de que Jesucristo naciera entonces Herodes empezó a remodelar este segundo templo y esta remodelación del segundo templo es el templo en el momento de que Jesucristo está hablando o sea que vemos tres templos y ese tercer templo En el año 70 después de Cristo, 40 años después, fue el templo que los romanos destruyeron totalmente, no dejaron piedra sobre piedra, y luego de ese momento Israel no ha tenido un templo en medio de ellos. Tres templos, cada uno ha sido destruido por lo mismo. El pueblo se ha corrompido y el juicio de Dios ha venido en el pueblo a través de la destrucción del templo. Entonces vemos que la historia del templo es la historia de Israel, el ciclo de sus pecados y el juicio de Dios por causa de ello. Luego de la destrucción del templo por los romanos, no ha habido otro templo. O sea que Israel está sin lugar para adorar a Dios. Pero Pablo, ¿cuál era el propósito del templo? El propósito del templo era ser una casa de oración para todas las naciones. Pero Israel tenía la noción de que solamente ellos eran dignos de la gracia de Dios. Y los verdaderos y la verdad Es que el pueblo de Dios tenía una misión de llevar la verdad de Dios hasta los confines de la tierra. Y el pueblo de Israel falló en eso. Pero ellos tenían una actitud como Jonás. Si nos acordamos de Jonás, cuando se le mandó a Nínive, él no quería ir a Nínive. No quería irle a predicar. ¿Por qué? Porque sabía que Dios lo salvaría. El pueblo de Israel aconteció lo mismo. No querían llevar las verdades al pueblo, a los gentiles, porque sabían que Dios era bueno y misericordioso y salvaría a aquellos que aún siendo de su misma Para entele, en cierta forma, los samaritanos le llamaban perros. Ellos no querían compartir su tesoro con los perros que vivían alrededor de ellos. Y es por eso que una de las razones por la cual la iglesia existe. Lo que Israel no pudo hacer de llevar la verdad de Dios hasta los confines de la tierra, el Señor en su misericordia le plujo mandar a doce hombres comunes y corrientes con el poder de la palabra de Dios. para que llevaran la palabra a los confines de la tierra. Y de esos doce discípulos, de esos doce hombres, ahora el Evangelio ha llegado a México, a Colombia, a República Dominicana, a Guatemala, a El Salvador, a Honduras. Y día tras día, por eso que los israelitas no pudieron hacer, ahora el Evangelio ha sido abierto para los gentiles como tú y como yo. Con esto llegamos a nuestro tercer punto. y es hojas sin frutos. Y en las hojas sin frutos vemos al joven rico. Vamos a Marcos otra vez. Recordando que el título del sermón era hojas, no frutos, solo hojas, el engaño de las obras. Y en el joven rico, yo mirando hacia atrás, veía eso claramente. Todas las cosas, dice él en el 10-20, El Señor en el 18 le pregunta, ¿Por qué tú me llamas bueno? Bueno, no hay nadie bueno sino sólo Dios. Y le pregunta a Jesús, ¿No sabes? Jesús le está preguntando si Él sabe, no si Él ha hecho. Le dice, ¿No sabes los mandamientos? ¿O sabes los mandamientos? No adulteres, no mates, no hurtes, no digas falsos testimonios, no defraudes. Y Él no le responde diciendo, sí Señor, yo lo sé. Él le dice, Entonces, respondiéndole dijo, maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Y aquí vemos que todas estas cosas que tenía el joven rico eran hojas. Porque luego el Señor les dice, bueno, tú que tienes tantas hojas, ok, vamos a ver cuáles son tus frutos. Si tú tienes tantas hojas y eres un árbol tan frondoso como tú dices que ser, vende todo lo que tú tienes y dáselo a los pobres y ven, sígueme. y él le dice, no puedo. Y dice que se fue triste porque tenía muchas posesiones, tenía muchas hojas, no pudo dar ni siquiera un fruto digno de arrepentimiento y fue engañado por sus obras. Sin embargo, el ciego Bartimeo, como hablábamos la semana pasada, Este hombre tuvo hojas, pero no solamente se quedó en las hojas, sino que tuvo frutos. Porque dice que el ciego Bartimeo tiró su capa, que era lo único que tenía, y le siguió. Tuvo hojas, tuvo frutos, y siguió a nuestro Señor. Si recordamos a Mateo, a Zaqueo, perdón, Zaqueo ocurrió lo mismo. Vamos a Lucas 19, 1 y 2. Lucas 19 1 y 2 Dice, habiendo entrado Jesús en Jericó y esto de saqueo ocurrió unos cuantos días después de lo del ciego. O sea, que está el ciego Bartimeo y saqueo fueron los dos últimos relatos de conversión que se nos cuentan antes de Jesús llegar a la cruz. Después de saqueo no vemos ningún otro relato de salvación antes del ladrón que se salvó en la cruz. Dice, habiendo entrado Jesús en Jericó iba pasando por la ciudad y sucedió que un varón llamado Saqueo, que era jefe de los publicanos y los ricos, procuraba ver quién era Jesús. Saqueo estaba interesado. Y luego dice, cuando Jesús En el 5, cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le vio y le dijo, saqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que yo pose en tu casa. Y dice, entonces él descendió a prisa y le recibió gozoso. Aquí vemos un hombre que no había pasado toda su vida tirando hojas, como el joven rico, diciendo, no, yo he hecho eso, yo no he matado, yo no he adulterado, yo no he dado falso testimonio. Pero inmediatamente el Señor le llamó, dijo, dio fruto. Le recibió, no solamente, bueno, yo estoy buscando a ver quién es. Vamos a mi casa, cenamos, y luego entonces yo veo qué tal es el hombre. Dice que le recibió gozoso. Y aquello que rico no quería dar, saqueo sin preguntárselo, lo dio. Dice, en el 8, entonces el saqueo puesto en pie dijo al Señor, he aquí Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Yo me imagino que después de estas declaraciones de saqueo, si había en algún lugar cuenta de banco, su cuenta de banco pasó de siete figuras a lo mejor a dos figuras, porque su fortuna como publicano y recaudador de impuestos, era engañando a personas. Si tenían que pagar 10 dólares de impuestos, les decía, me debe 100. No, que yo solamente te puedo pagar 50. Está bien, dame 50, me debe otro 50 e interés. Cuando lo tenga, me lo trae. Entonces, él ha dado la mitad y de lo que le queda, dice, si alguno es defraudado, y yo seguro que ya entonces la fila se estaba formando, se lo devuelvo cuadruplicado. Al final de esto, muy posiblemente, el saqueo quedó roto o en cero, según su cuenta de banco. Pero perdió lo terrenal para ganar lo celestial. El joven rico no quiso perder lo terrenal para ganar lo celestial. Entonces, aquí vemos claramente el engaño de las obras. Un esfuerzo humano de toda una vida no nos hace ni podrá nunca hacer ganar el cielo. Tú te puedes pasar toda la vida, toda la vida siendo buena gente. siendo una persona tranquila, que no le hacen mal a nadie, incluso hace buenas obras aquí y allá. Mira, yo tengo tres niños en Compassion International, yo doy comida para los food banks, yo ayudo a la viejita que vive al frente de mi casa a cortarle el césped. Tú puedes hacer todo eso durante toda tu vida e irte, lamentablemente, derechito al infierno. O tú puedes ser la persona más vil. Vamos a imaginarnos de este lado del Atlántico, a un Pablo Escobar, a un Chávez, no sé un dictador de México pero, ¿hay un dictador de México? ¿Qué dictador hay en México? El que sea, se puede imaginar el que sea y con toda esa maldad si creyó en Jesús Todos sus pecados fueron borrados y ahora esa persona tiene ganado los cielos. ¿Por qué? Porque confió en Jesús. No confió en sus obras y en el engaño de las obras. Saqueo y el ciego, por su fe y creerle a Cristo, al seguirle tomaron su cruz y dieron frutos. No se quedaron en hojas. Lucas 6 dice, llamando a saqueo para que les recibiese, que les recibió con don, con un gozo. Finalmente, los últimos dos puntos son la autoridad y el poder de Jesús. Vamos a Mateo 21. Y lo bueno de que hoy no hay cuidado de niños es que no se me tienen que ir cuando sean las 11 y 45. Mateo 21, 18 y 19. Este es el relato de la higuera estéril en el libro de Mateo. Dice, por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella y no halló nada en ella, sino hojas solamente. Y le dijo, Nunca jamás nazca de ti fruto y luego se secó la higuera. El poder de Cristo viene a través de su Padre. Así como Él tuvo hambre y es 100% hombre, Cristo también es 100% Dios. Marcos 9, 7 lo confirma cuando dice, este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia a él oíd. Vamos a Filipenses 2, 9 al 11. Filipenses 2. del 9 al 11 dice lo siguiente, dice por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo. ¿De quién está Dios hablando? ¿De quién está el apóstol Pablo hablando? De Jesucristo. Por lo cual Dios también exaltó a Jesucristo hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús todas rodillas se doble de los que están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. Es de nuestro Dios Padre que viene la autoridad de Jesucristo. Romanos 11.36 Romanos 11.36 dice, porque de él, por él y para él son todas las cosas. Como decíamos al principio, no hay un milímetro cuadrado, un centímetro cuadrado, un metro cuadrado en todo el universo del cual Jesús no pueda decir, es mío, me pertenece. Jesús tiene autoridad sobre todo el universo. Este es Jesús, es Rey no sólo sobre la vida de los que le temen, sino sobre cada aspecto creado. Y es este Jesús el único por el cual podemos ser salvos. En Hechos 4.12 nos dice, se nos dice lo siguiente, Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en el que podamos ser salvos. Creo que la autoridad y el poder de Jesús, conforme a lo que nos dice la palabra del Señor, hermanos, es claro. Viene del Padre y no hay otro camino de salvación fuera de Jesús. No hay obras que valgan, no hay hojas bonitas en tu árbol que valgan, sino hay una sola cosa. y es creer en Cristo Jesús para salvación y limpieza de nuestros pecados. Y esa salvación son aquellas que producen frutos dignos de arrepentimiento. Pero a la vez, se nos da una nueva esperanza. Y en Romanos 11.11, vamos a Romanos otra vez. Romanos 11.11. Hemos atacado mucho al pueblo de Israel, con la higuera, el templo, que son unos corruptos. Y es muy bonito echarle la culpa al otro solamente. Y sí, esas gentes son malísimas. Tienen que estar en el infierno toditos. Oye cómo la Biblia habla de ello. ¿Pero qué nos dice Romano 11.11? Dice, digo pues, ha tropezado Israel para que cayesen en ninguna manera, pero por su transgresión, no está diciendo que no son culpables, está diciendo que son culpables, pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles para provocarles a celos. El fallo de ellos, hermano, nosotros debemos gloriarnos porque la nación de Israel no cumplió su prometido. ¿Por qué? Porque por su falla, tú y yo hemos sido incluidos en el arbol de la vida. Por la transgresión de ellos, por lo que ellos hicieron mal, vino la salvación a nosotros. En el 28, en ese mismo, 11 28, dice, así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros. pero en cuanto a la elección son amados por causa de los padres. Porque irrevocables, irrevocable significa que no cambia, son los dones y el llamamiento de Dios. Dios le hizo una promesa a David. Dios le ha hecho promesa al pueblo de Israel de que ha guardado un remanente para salvación de ellos. O sea, que aún el templo ha sido destruido, el Señor tiene una promesa para Israel, para traerle salvación. Pero por su falla, ahora los gentiles, los dominicanos, los colombianos, los mexicanos, los hondureños, Todas las naciones de la Tierra ahora tienen una oportunidad de ser injertados en el libro de la vida. Y dicen el 32, porque Dios sujetó a todos en desobediencia para tener misericordia de todos. Oh profundidades de la riqueza de la sabiduría y de la ciencia de Dios, cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos. No entendemos por qué pasan las cosas, pero ciertamente el Señor tiene un plan y ha obrado para la gloria de su nombre. El llamamiento de Dios es irrevocable y no cambia, y Él ha traído promesas. Entonces, en conclusión, hemos visto el milagro destructivo de Jesús, la higuera, Israel y el templo, un ejemplo de obra sin frutos en el rico, y también hojas con frutos en el ciego y en saqueo, de dónde proviene la autoridad de Jesús y una nueva esperanza de cómo a pesar de que Israel falló por su fallo, ahora nosotros tenemos una nueva esperanza y también cómo el Señor los redimirá en el tiempo oportuno. Ahora veremos finalmente qué debemos recordar de este mensaje. Pablo, ¿qué yo tengo que recordar de este mensaje? Bueno, lo primero es que religiosidad y ocupaciones religiosas externas no te llevan al cielo. Habían dos hombres que se encontraron con Jesús. El primero no estaba dispuesto a perder sus riquezas. El joven rico no estaba dispuesto a perder su riqueza. El segundo no estaba dispuesto a quedarse con ellas. Saqueo no estaba dispuesto a quedarse con sus riquezas y que esto le causara perder a Cristo. ¿Cuál es la diferencia? Lo que cada uno atesoraba. La diferencia entre rico y saqueo era que los dos eran ricos, uno tenía muchas buenas obras, una persona nítida sin ningún problema y el otro tenía su riqueza pero a base de truco y de engañar y de extorsionar. Esas dos personas se encontraron con Jesús y luego de ese encuentro con Jesús hubo un cambio en ellos. En uno, su corazón fue cambiado y su tesoro fue puesto en un nuevo lugar, de su cuenta de banco a lo celestial. En el otro, se encontró con Jesús, hubo un cambio, pero ese cambio él dijo, no, todavía me interesa más lo terrenal. Así que no subió a lo terrenal. Entonces aquí vemos que hay un costo para todas las cosas. El primero es el costo del discipulado. El costo de ser discípulo de Jesús es lo siguiente, es que no podemos servir a dos señores. No podemos servir a Dios y a las riquezas, pero eso solamente le aplica al rico. Vamos a ponerlo un poquito más en nuestro hogar. No podemos seguir a Dios y a nuestras pasiones. No, lo que pasa es que yo soy apasionado con X o Y. Con la pelota, yo soy loco. Desde que empieza la serie invernal en República Dominicana, yo me vuelvo loco con la pelota. Se darán cuenta que no es mi caso. Pero, si le aplica a usted, no, yo soy loco con el soccer. O yo soy loco con los carros. Desde que me hablan de carro, yo, cualquier cosa, dejo de ir a la iglesia, sin contar de seguir mis pasiones. Y el costo de ser discípulos de Cristo es que no podemos servir a los señores, no podemos seguir a Dios y a nuestras pasiones. El apóstol Pablo dice que el costo es que tenemos que morir a nosotros mismos para que Cristo more en nosotros. Gálatas 2.20, no lo tienen que buscar, dice, con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, más vive quién en mí, más vive Cristo en mí. Y luego en Marcos 8.34 se nos dice que el costo de ser discípulos es tomar nuestra cruz, tomar su cruz y seguirle. Tenemos que servir a un solo Señor, tenemos que morir a nosotros mismos y tenemos que tomar la cruz y seguirle. Pero también hay un costo de no ser discípulos. Ese es el costo de ser discípulos. Entonces, ¿cuál es el costo de no ser discípulos? Perder la oportunidad de que tus pecados sean perdonados. Ese es el costo de no ser discípulo. Perder la oportunidad de ser reconciliado con Dios. Juan 1, 12 nos dice, más a los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser llamados o ser hechos hijos de Dios. Pero el costo de no ser discípulos es perdernos de Dios. Es perder la oportunidad de comunión con el Padre. En Primera de Juan 1.3 se nos dice lo siguiente. Primera de Juan 1.3. Se nos dice, lo que hemos visto y oído, eso anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre. El costo de no discipulados es no tener esta comunión con el Padre. En Primera de Tesalonicense, Primera de Tesalonicenses 1.6 se nos dice que también el costo de no ser discípulo de Dios es la oportunidad de perderse el gozo del Espíritu Santo. 1.6 dice, y vosotros viniste a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, ¿con qué? Con gozo del Espíritu Santo. Otro costo de no ser discípulos es perdernos la oportunidad de la provisión de la gracia de Dios para tu vida. Es perdernos la oportunidad de la vida que Cristo da. Juan 10.10. ¿Qué nos dice Juan 10.10? Nos dice lo siguiente. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir. Mas yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. El costo de no ser discípulos es perdernos de una vida abundante. Pero finalmente, y con esto cierro, el costo de no ser discípulos es el costo de perder a Dios. el costo de perder a Dios y había un joven que decía lo siguiente todavía no decía un niño entretenido con sus juegos cuando crezca yo un poco pensaré en las cosas de Dios este joven llegó a ser un joven muy robusto este niño llegó a ser un joven muy robusto pero cuando era ya un joven robusto dijo todavía no Cuando vea yo prosperar mi negocio, tendré más tiempo para los asuntos espirituales. Y el negocio prosperó. Pero él dijo, todavía no. Dijo el hombre de negocio. Mis hijos me necesitan ahora. Cuando ellos crezcan y estén bien colocados, entonces tendré más oportunidad para pensar en ello. El hombre de negocio envejeció. Y cuando envejeció, dijo, todavía no. Pronto voy a retirarme de mis negocios para que ya yo tenga bastante tiempo para leer y reflexionar. Y así murió. Dejó para más tarde lo que había, dejó para más tarde lo que debía haber hecho cuando era joven. Vivió sin Dios y en consecuencia murió sin esperanza. Que ese no sea el caso de ninguno de los que estamos aquí y de los que escuchan este mensaje. Oramos. Señor Padre Santo, Señor Padre Nuestro, es nuestro anhelo que en esta mañana Tu uses Señor Tu Palabra para permitirnos ir más allá de las hojas y llegar a los frutos. Padre permítenos poner nuestra mirada en Cristo Jesús, el autor y consumador de la fe. Como el padre del hijo endemoniado, te pedimos Señor que queremos creer ayuda a nuestra incredulidad. Tú has dicho, Señor, que aquellos que vienen delante de Ti con pecado, Tú no los echas fuera, sino, Señor, que en la cruz Tú viniste a rescatar a lo vil y a lo menospreciado del mundo. He aquí, Señor, que por nuestros pecados somos vil. Por nuestra maldad somos menospreciados, por nuestra dureza de corazón tenemos enemistad contra el Rey de Reyes y Señor de Señores. Que en esta mañana ese pecado sea lavado por la sangre de Cristo, que en esta mañana corazones sean arrepentidos que tú permitas que como el ciego de un salto vinieran hacia ti que con gozo saqueo diera lo terrenal para ganar lo celestial y que no ocurra señor como el joven rico que se fue triste porque no se pudo desprender de lo terrenal a tu nombre señor sea la gloria por la gracia que tú has derramado en cristo jesús amén Este sermón fue predicado en el Ministerio Hispano de Community Church of Columbus. Hasta una próxima ocasión.
Solos Hojas, No Frutos. El Engano de las obras
Series Milagros de Jesus
Sermon individual predicado por el hno Pablo Poueriet, el el cual se nos explica el engano de las obras en la vida de los que buscan tratan de buscar a Dios y del juicio de Dios hacia el pueblo de Israel a lo hora de Jesus maldecir la Higuera esteril
Sermon ID | 528171228311 |
Duration | 53:49 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
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