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Gálatas 5.22, más el fruto del Espíritu. El hecho es que no podemos hacer esas cosas como debemos sin el Espíritu Santo. Todos somos débiles, incluso dice en capítulo 5, versículo 16, Digo pues, andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. Si estoy ocupado andando en el Espíritu, siguiéndolo donde Él me guía, confiando en su poder, yo voy a poder resistir las tentaciones y no voy a hacer las cosas tan malas que yo haría de otra manera. Pero versículo 17 lo explica. El deseo de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu es contra la carne, y éstos se oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiéreis. El hecho es que todos quisiéramos vivir vidas perfectas, todos quisiéramos ser más pacientes, más amables, resistir todos los vicios y tentaciones, ser muy amables y siempre gozosos, pero está diciendo que si tratas de hacer lo que quisieras hacer, no vas a poder hacerlo. Porque la carne resiste esto. La carne está en contra del Espíritu, el Espíritu Santo, y la vida espiritual. La única manera de tener amor, gozo, paz y paciencia es si digo, Señor, yo no puedo. Necesito tu ayuda. Por eso es la salvación. Tengo que ser salvo de pecado. Salvo de ir al infierno. Pero, salvo de mí mismo, el hecho es que soy mi peor enemigo. Yo creo, no tengo que esforzarme más, no. Los deseos de la carne están contra el espíritu. Tú tratas de ser paciente como quieres, y no va a pasar ni el desayuno en la mañana y vas a irritarte con algo. porque la carne está en contra de lo espiritual. Y así yo puedo decir, yo no voy a ser orgulloso, y por más que trato de ser humilde, si logro una gota de humildad, ya estoy orgulloso de mi humildad, y he perdido toda mi humildad. El hecho es que no puedo. Si yo quiero luchar contra codicia o lujuria, Yo digo, yo no voy a pensar en desear cosas que no necesito. No voy a pensar que... que yo deseo este carro, o este vestido, o esta comida. No voy a pensar que deseo este carro, pero es tan bonito este vestido o traje, pero que no tengo buena ropa, y yo no voy a pensar que necesito, pero es que necesito tanto, y por más que trato de pensar que no lo necesito, más siempre doy razones y excusas, y la codicia crece dentro de mí. Por más que uno dice, mira hay una muchacha bonita, pero no voy a pensar en ella, pero es muy bonita, ya la mente va corriendo en esa dirección. La carne no puede vencer la carne. La carne es amigo de la carne. y es enemigo de lo espiritual. Todos somos enemigos de lo espiritual. Incluso en Romanos 5.10 dice que eremos enemigos de Dios mismo, porque Dios quiere que yo haga muchas cosas que yo no quiero hacer. Y yo, el domingo por la mañana, mi carne no quiere levantarse, y yo sé que el Espíritu quiere que me levante para ir a la iglesia, y hay una batalla. ¿Quién va a ganar? Y me atrevo a decir que cada uno de nosotros hemos perdido la batalla, porque la carne está en contra de lo espiritual. Entonces, ¿cómo podemos vencer? Solo por el fruto del Espíritu. Incluso aquí está hablando en Gálatas 5 de tres campos de batalla, y no hay tiempo para hablarlos mucho, pero la primera batalla son pecados carnales. En versículo 19 habla de eso, las obras de la carne, adulterio, fornicación, inmundicia, La Sibia. Primero tenemos los pecados carnales, cosas que la carne quiere hacer para tener placer y diversión. Segundo, tenemos los pecados religiosos. Es interesante que la religión puede ser mayor tentación que otra cosa, y el peor pecado de los hombres es porque trae mucho orgullo. Mira, yo soy religioso, he hecho esto u otra cosa, así que soy bueno. Allí tenemos en el versículo 20, idolatría. hechicerías. Cuando los hombres, en vez de buscar a Dios, buscan hechicerías para lograr sus fines, y cada uno, si no adoramos al Dios con todo corazón, vamos a vivir por algo. Muchas veces Cristo dice que son las riquezas o el Señor del Cielo que es mi Señor, pero no puedo servir dos señores. Cristo lo pone que riquezas es el ídolo típico para los hombres y así llega a ser una religión para el hombre, ¿verdad? Ganar más riquezas. Pero aquí tenemos que Uno que entra en cosas religiosas, y la tercera cosa son pecados sociales, pecados carnales, religiosas, religiosos, y entonces sociales. Nota allí en versículo 20, en amistades, pleitos, celos, ires, contiendes, distensiones, herejías, divisiones, envidias, homicidios, borracheras, orgías, cosas semejantes, Así una mezcla con lo social, con las borracheras y cosas carnales otra vez. Pero la idea aquí es que no me llevo bien con otros. Mi hijo Felipe acaba de recibir nuevo trabajo y cuando le hicieron entrevista, una de las primeras preguntas es ¿Cómo te llevas con otros? ¿Vas a pelear con nosotros o cómo te llevas con otras personas? Y así es que saben que el mundo normalmente son envidiosos y peleones por sus derechos y entonces llega a siempre llevarse mal unos con otros de esa manera. Cosas semejantes acerca de las cuales os amenazo honesto que los que hacen esas cosas no heredarán el reino de Dios. Si uno no gana victoria, sobre su orgullo, sus pasiones, su orgullo religioso, sus pleitos con otros, entonces no puede ir al cielo. Pero el hecho es que somos débiles, somos carnales, ninguno puede en su propio poder. Por eso, dicen Romanos 5, versículo 6, Cristo murió por los débiles. Él murió por mí siendo débil, por ti siendo débil, sabiendo que no podemos cambiarnos. Él murió para perdonarnos. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, dice la Biblia. Y así que Él nos perdona cuando nos salva. Si yo le invito, Señor, soy pecador, no puedo cambiarme a mí mismo. Sálvame tú de mí mismo, sálvame del infierno y sálvame de mí mismo, de mi pecado, Señor. Entonces, el Señor entra en mi corazón, me perdona, pero no sólo me perdona, me cambia. De muchos de los mundanos, se usa en el versículo de Santiago, la fe sin obras está muerta. Y ellos quieren interpretar eso que yo necesito hacer buenas obras, además de tener fe, y ya voy a tener salvación. Pero eso no es lo que dice. Dice la fe que no produce obras, tampoco produce salvación. Está hablando de un tipo de fe. Es una fe que cambia mi vida. La fe que no cambia mi vida es una fe falsa. No es una fe que me salva. Pero soy salvo por fe sin las obras. Romanos 3, 28. Fe sin obras. No obstante, la fe que me salva, no solo me salva, pero también me cambia. Me hace querer servir al Señor. Y eso es porque cuando Él me cambia, Él pone dentro de mí Su Espíritu Santo. Así tenemos dos cosas que nos pasan después del perdón, es la presencia del Espíritu para vencer, y segundo, vamos a ver en un momento de aprecios, es la llenura del Santo Espíritu. Así que el Espíritu vive en nosotros, pero muchas veces nosotros no andamos en el Espíritu. Y entonces, nosotros, a ver si somos salvos, Dios es el Juez, pero seguro que si Él me perdona, y yo soy salvo, y ya luego no quiero ser lleno del Espíritu y obedecerle, voy a ser débil contra el pecado, necesito primero la presencia del Espíritu en mi vida, segundo, necesito la llenura del Espíritu en mi vida. La presencia del Espíritu en mi vida es como tener un poco de gasolina en su tanque. Ya tienes el tanque con gasolina. pero tu arrancas y arrancas y hay un poco de un bloqueo y no llega la gasolina del tanque para la maquina y no va a llenar la maquina entonces la maquina del carro no va a funcionar aunque hay gasolina allí, hay que llenar la maquina de gasolina en sus lugares adecuados para poder funcionar y así es que yo necesito rendirme el Espíritu Santo y no dar un bloqueo de él Cuando hay tiempo veremos que hay varias maneras de bloquear el poder del espíritu. Uno es lo que llamamos resistir o entristecer el espíritu. Eso es hacer cosas que le hacen triste, hacer cosas malas. Y entonces el Espíritu Santo no me da poder, no me llena. Si yo no voy a obedecer, ¿verdad? Voy a hacer malas cosas. Él se pone triste. La otra cosa, el primero de Teslónicense 5, creo que es 18 por allí, dice que puedo apagar el Espíritu. Eso es cuando el Espíritu me motiva para ganar almas. Me motiva para venir a orar con las damas o con los hombres. Y yo... No, yo no... Ya entonces doy excusas y voy a apagar este fuego que el Espíritu tiene dentro de mí para obedecerle. Una cosa es hacer cosas malas. Entristecerle. Otra cosa es no hacer cosas buenas. Eso es apagarle. Y en los dos casos, el espíritu no me llena. Pero cuando el espíritu me llena, yo tengo un caso ahora en mi casa, ¿verdad? Que tengo una hortaliza detrás de, no sé, dos tomatales, dos pepinos o algo muy poco, cuatro cosas, seis cosas. Pero tengo que regarlo a mano casi, porque tengo un tubo que está roto, tiene un bloqueo y no llega el agua, ¿verdad?, para regar las plantas y no van a crecer, no van a producir frutos, sino viene para llenar el huerto de agua, ¿verdad? Y así es que si yo no me lleno del poder del Espíritu Santo, tampoco puedo producir fruto. Pero no del fruto que puedo tener cuando el Espíritu vive en mí y segundo, cuando el Espíritu me llena, está llegando a tener control de toda mi vida. Muchas veces lo pintamos como dejas al Señor entrar en tu vida, como dejas un hermano, visitar tu casa y vivir en un dormitorio, pero dices, ok, tú puedes estar en mi casa, pero no puedes tener, entrar en este cuarto, en otro cuarto, y no abres este, esta puerta aquí, por favor, y no entres en el refrigerador para comerme toda la comida, él no está llenando la casa, no puede ir a todas partes de la casa, y así, él está limitado. Y el Señor dice, no le voy a bendecir si no me das acceso a toda tu casa, todo tu corazón, toda tu vida, todas las cosas que haces. Si vas a mirar películas, invítame a mirar la película con usted. Estoy allí de cualquier manera, siempre presente, y creo que eso hace triste al Espíritu a veces las cosas que podemos mirar y pensar, oh, estoy forzando al Espíritu Santo a mirar esa película conmigo. escuchar estas palabras, esta música conmigo y él seguro que se pone triste y no me da poder para servirle porque estoy haciendo cosas que le hacen triste y él está allí haciéndolo, mirándolo estoy forzándole a... si estoy contando chistes con otros que le ponen triste él está escuchándolo, él está allí mismo y estás forzándole a escuchar todos sus tristes En el Facebook, verdad, para jóvenes, él está mirando cada palabra que usted lee. Y me atrevo a decir que a veces el espíritu se pone triste cuando dice, tengo que mirar esto que acaba de escribir este joven. Y entonces tenemos que reconocer que el espíritu está allí siempre. Pero si le doy ¿Verdad? Apertura para llenarme. Y vamos a explicar llenura más después. Estoy explicándolo realmente malamente. ¿Ok? Voy a explicarlo un poco mejor en un momento. Pero esto es como ilustraciones de una manera de verlo. Pero realmente la llenura tiene otra cosa. Pero aquí estamos mirando en versículos 22-23. Otra vez vamos a leer lo que hace el Espíritu para nosotros cuando nos llena, ok? Dálatas 5, 22, 23. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, bendiciencia, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley. Y versículo veinticinco, si vivimos por el Espíritu andemos también por el Espíritu. Note que yo confié en el poder del Espíritu Santo a darme vida. Yo vivo por el Espíritu. Tengo nueva vida por el Espíritu. Pero ya tengo que aprender a andar por el Espíritu también. No sólo comenzar con el Espíritu, pero acabar en el poder del Espíritu Santo. Así está diciendo allí el fruto del Espíritu viene a los que no sólo viven por el Espíritu, tienen nueva vida, pero también los que andan por el Espíritu, y es lo que ellos tienen es, versículo 22, primero, amor. La palabra agafe. Hay muchos tipos de amor en la Biblia, y vamos a hablar a propósito, ese es el tema del campamento familiar este año, esos versículos. Vamos a tomar cada palabra en nueve sesiones, una sesión de amor. Hay un maestro de... de Coop que va a estar con nosotros, ¿verdad? Y él va a hablar de dos sesiones y parece que ya Alberto va a estar aquí, ¿verdad? Y él puede dar un sermón aunque no lo sabe todavía, le voy a enseñar algo, ¿verdad? Y entonces el Pastor Esteban y yo ya tendremos nueve sesiones de Fruto del Espíritu. Pero amor es un amor que es sobrenatural. Esto no es una de las palabras de un amor natural, de padre a hijo, de esposo a esposa, de amigos, eso es otro amor. Hay muchos tipos de amor muy buenos en la Biblia, y en buen matrimonio necesita cada tipo de amor, y eso es otro estudio. Pero aquí tenemos el amor básico de todo, que es un amor que uno puede estar crucificado maldito de otros y todavía buscar la felicidad de la persona que le está crucificando. Muchos en el matrimonio, hay días que usted se siente crucificado por este señor con quien usted está casado, ¿verdad? Hay veces que usted se siente crucificado por este señor con quien usted está casado. El hecho es que le critican y no quieren ayudar, solamente... Mira, el hecho es que hay días que usted dice, tengo que amar a esta persona y buscar su felicidad, pero ellos no están haciéndome a mí feliz, están haciéndome bien triste. ¿Y cómo puedo yo, hecho triste, hacer al otro feliz. Es muy difícil, ¿verdad? Cuando me están entristeciendo, hacer al otro feliz. Pero el hecho, de hecho, cuando estamos hablando del Espíritu Santo, ¿verdad?, le entristecemos y es más difícil para Él hacernos felices. Pero Él es el Espíritu Santo de Dios. Él puede hacerlo y lo hace. Que sigue bendiciéndonos a pesar de entristecerle a Él. Y ese es el poder que nos da como cristianos. Por eso un matrimonio lleno del Santo Espíritu es un matrimonio feliz. Por eso una familia, los hijos llenos del Santo Espíritu, veis un joven bien lleno del Espíritu, sus padres no le tratan bien, pero él sigue adelante con una sonrisa, sigue sirviendo, sigue amando a sus padres, ayudándoles, buscando el bienestar de sus padres, tratándoles con respeto. ¿Por qué? ¿Porque ellos lo merecen? No. Están maltratándole a él. Pero, Él está lleno del Santo Espíritu, y tiene un hogar feliz, porque Él busca la felicidad del otro, aunque ellos le tratan de ser triste. Cuando Él está lleno del Espíritu y fruto del Espíritu, Él puede amar, con un amor agave, un amor que puede estar crucificado y decir, Padre, perdónalos, no saben lo que hacen. Este es el amor, agape, que es la base de todo buen matrimonio, y lo que no tiene uno que no es cristiano. Usted puede decir, voy a amar a mi esposo, voy a amar a mi esposa, aunque me trate mal, y no puede hacerlo. La carne es contra lo espiritual, y por esa razón usted va a tener problemas en su matrimonio, porque no puedes si no tienes no sólo la presencia del Espíritu sino también la llenura del Espíritu en tu vida para ayudarte a aguantar. Segundo es gozo, Irene, No, digo, no, esto, no es cierto, en esto es paz, pero gozo es una palabra que habla como de gracia, ¿verdad? Tiene su raíz de gracia. Tiene dones espirituales de carisma, ¿verdad? La palabra gracia en el griego es caris, y la palabra gozo es cara. Caris, cara, los dos son primos hermanos, las dos palabras, porque tengo mi gozo por la gracia de Dios. Eso es un gozo sobrenatural. No es siempre una carcajada de risa de felicidad basado en las circunstancias, ¿verdad? Esto es una cosa muy interna. Aunque no tengo dinero, no tengo salud, Ya ando gozoso sabiendo que Dios me dará lo que necesito, y Dios si me deja morir me llevará al cielo, así que puedo tener gozo a pesar de cualquier circunstancia difícil, y entonces sonreír hasta con lágrimas. Muchos, todos a lo mejor hemos experimentado eso como cristianos de perder. Yo he perdido a mis dos padres y una hermanastra, ¿verdad? El hecho es que entiendo cómo tener lágrimas, pero todavía tener gozo a través de las lágrimas. Y esto es sólo del Señor. No puedes tener este tipo de gozo si no tienes la gracia de Dios, la presencia del Espíritu y la leñura. Amor, gozo, paz. Eso es Irene. No es una paz de circunstancias externas. A lo mejor hay tempestades y problemas en mi vida, pero es como Cristo durmiendo en la barca. en paz, en tranquilidad, aunque hay tempestades y los discípulos, no te preocupes, vamos a perecer. Allí está Cristo. Mira, yo soy rey de los mares. ¿Por qué preocuparme? Él tiene una paz interna, y así es que el Señor nos ofrece, no sólo paz con Dios, de la enemistad que teníamos, ya no somos enemigos, estamos en paz con Dios, pero también la paz de Dios. Y esta paz, puede describirlo de Filipenses 4, 6 y 7, Filipenses 4, 7, dice que si oro y doy gracias, tengo paz que sobrepasa entendimiento. Es una paz de Dios que uno no puede tener. ¿Cómo puede tener paz? ¿Cómo puede tener tranquilidad? Estuve diciendo eso a mi hermana esta semana. Mi hermana Luan se llama. Dos hermanas después tienen un bulto aquí dentro de ella y le van a hacer operación de todas las partes que tiene una mujer allí. Y entonces ella no sabe si eso es cáncer y iban a hacerlo ayer y la han puesto para una semana más. Y dije, mire, esto es la buena oportunidad para usted de mostrar a tu esposo que no es cristiano y a otros que es la paz sobrenatural de Dios. que no tiene explicación como tu puedes tener paz y ella dice si Ricardo ya lo he experimentado ya se con estos días desde decirme el doctor ya se que no me va a pasar nada que Dios no quiere estoy en paz en tranquilidad aunque no entiendo ella es la mas nerviosa de todas mis hermanas ella siempre esta botando las paredes y gritando y riendo y llorando y muy emocional en todo y en este caso esta allí tranquila todo diferente de su estado normal de ella, ¿verdad? Y eso es la paz de Dios que sobrepasa entendimiento. Paciencia es aguantar por mucho tiempo, ¿verdad? A pesar de mucho largo rato que Dios no contestó la oración, problemas por semanas y meses y años y nunca acaban, pero yo puedo quedarme debajo por largo tiempo y el Señor me ayuda a aguantar. Y esa es la palabra paciencia. En inglés tiene otra palabra que significa sufrimiento largo, ¿verdad? Long suffering, sufrir largamente por mucho tiempo, que explica el griego un poco allí. Venimidad. Esa es una cosa entonces de una persona Amable. Una persona que normalmente todo le irrita, pero ya acepta al Señor y ya... llega a ser una persona amable. Hay personas que tú vas a trabajo y tú dices, a ver si se peleó con su esposa esta mañana otra vez. Ay, no quiero ni saludarle porque siempre viene a trabajo y algunos días ya está para morderle la mano para saludarle, ¿verdad? Pero entonces, acepta al Señor y llega con, hola, ¿cómo está? Día tras día, amable con la gente. Y esa es la palabra aquí de benignidad. Eso es como es Dios. Encontramos eso en Romanos 2,4. La benignidad, amabilidad de Dios nos lleva a arrepentimiento. Dios es amable. A veces no lo creemos que Dios es bueno y Dios es amable cuando nos permite tantos problemas, pero el hecho es que Dios es amable, Dios es bueno, Dios es benigno, y así nos da a nosotros esa benignidad, esa amabilidad con la gente, y entonces bondad. Uno ya es tacañoso, solo piensa en sí mismo hasta aceptar al Señor. y ya es una persona generosa, es una persona buena con otros, siempre ayudando a otros, siempre pensando en buenas cosas para hacer a otros, esto es bondad, muy semejante a benignidad realmente, y entonces fe, Como tengo fe que Dios me va a bendecir si le sirvo, yo le voy a servir fielmente. Por esa razón, esa palabra puede traducir, no solo fe, pero puede traducir fidelidad. Esto es un hombre fiel que va a servir a Dios regularmente, fielmente, porque Si usted tiene fe que Dios le va a bendecir por ser fiel, así es una persona con quien usted puede contar. Una persona fiel. Antes de conocer al Señor, a ver si llegaba a trabajo, ¿verdad? Un día sí, otro día no. Pero cuando es salvo y lleno del Santo Espíritu, allí está, fielmente. Puede contar con Él. Esa es la persona llena del Espíritu que le puedo poner su nombre en el boletín para enseñar una clase o guardería, y allí va a estar. Y si no, me va a informar que no puede, pero es fiel, es confiable. Y uno que no está lleno del Santo Espíritu no puede hacer eso. Así que tenemos eso con mansedumbre. Aquí veo como la corona y la joya de todo fruto del Espíritu. Humildad, mansedumbre. Porque cuando Cristo habla de sí mismo, dice, soy manso y humilde de corazón. Trata de ser manso y alguien entonces le dice una cosa y... Mira, pero yo... Y ya viene el yo, ¿verdad? Queremos defendernos. Pero yo no soy así. Y yo siempre hago esto. Y yo no haría esto. Y yo hago esto. Y yo... ¿verdad? Trato de ser lo mejor posible. Yo, yo, yo. Somos yo-yos, ¿verdad? Arriba y abajo. Pero mansidumbre es todo contrario del yo-yo. La mansedumbre es una humildad que deja al Señor, otros, hablarles lo que quiere, guiarles donde quiera, y si dices que soy malo, ya probablemente soy mucho peor de lo que tú me dices. Y así es la mansedumbre, que no va a reaccionar, no va a irritarse, porque acepta humildemente la culpa por todo lo que pasa en la familia, o en el trabajo, o lo que sea, ¿verdad? Ay, mira, tenemos problemas en la familia. Si tenía otra esposa, otro esposo, otros hijos, otros padres, y uno dice cuando es humilde, lleno de espíritu, manso, mira, mi casa no es una casa feliz. ¿Será que yo no soy bastante manso? ¿Será que yo no soy bastante serviciable y con bastante bondad para servir a otros? Señor, ayúdame a ser más manso y aceptar que posiblemente los problemas alrededor Es mi culpa, Señor, por no ser lleno del Santo Espíritu, y lleno de este apoyo de Mansa. Si tú y yo vamos a describir quién es un buen cristiano aquí, o en cualquier iglesia, lo más probable es que vamos a empezar a hablar de una persona mansa. Vamos a empezar a hablar de una persona humilde. Y si sabes la persona que más me impresiona como buen cristiano en esta iglesia, A veces hay juegos que hacemos. Es bueno para los jóvenes hacer este juego en forma positiva. Decir 10 cosas positivas de una persona, pero no nombrar a esa persona. Solamente decir 10 o 5 cosas positivas y a ver si podemos adivinar de quién usted está hablando, ¿verdad? Y entonces, si tuviéramos que hacer este juego aquí, decir, Cuénteme tres calidades buenas de una persona que usted cree que es un buen cristiano, lo más probable es que usted va a estar hablando de alguien manso. Porque es la joya, es la corona, es uno que es generoso y todo lo demás, pero sobre todo le trata con respeto a usted. Considere al otro mejor que sí mismo. Un matrimonio lleno de mansedumbre siempre está peleándose. siempre está peleando sin matrimonio feliz. Porque está peleando, yo quiero servirte a ti. No, yo quiero servirte a ti. No, pero tú eres la persona más buena y más guapa y más amable. Yo no puedo ni a ella ni a pareja. No, tú eres el más. Yo no soy nada. Están siempre peleándose para ser menos, para ser más servicial, para ser más humildes. ¿Verdad? Es una buena pelea. para el que pelea, para que el otro sea más exaltado, y yo acepto más de la culpa. Mira, eso es mi culpa por lo que pasó. Lo siento. Quiero cambiar. ¿Puede perdonarme, por favor? Eso es mansedumbre. Que puede aceptar la culpa y pedir perdón, y entonces querer cambiar. Mansedumbre. Templanza. Eso teníamos larga paciencia, Y eso de templanza habla de algo largo también, de siempre estar resistiendo la tentación largamente, pero tiene la idea aquí de control de tus emociones, control de tus deseos, y así templanza es una cosa de control de sí mismo, que ya no es, ay, se emociona mucho, se irrita mucho, no está controlado, es control del apetito. Ya ve que no tengo mucha templanza, ¿verdad? Estoy orando este verano, a ver si Dios me da más templanza, ¿verdad? Pero el hecho es que con todos mis hijos en la casa, tantos dulces, cuando hay jóvenes en la casa, es difícil. Siempre hay una excusa, ¿verdad? Eso es falta de mansedumbre, de dar excusa. Pero el hecho es que tenemos que tener templanza en el apetito, en el ejercicio, templanza en levantarnos al trabajar, templanza en disciplinarnos con el tiempo, templanza de de siempre estar disciplinado, controlado. ¿Quién puede hacer eso? ¿Quién? ¿Quién puede disciplinar y controlar su mente para no pensar cosas malas, siempre largo tiempo solo pensar cosas bonitas? ¿Quién puede controlar la lengua? Dice en Santiago 3, es una cosa que enciende un fuego, y así quién. Bueno, la respuesta, si vivimos en el Espíritu, andemos y andamos en el Espíritu, podemos. Vamos a leer estos tres versículos y entonces terminar con una palabra de Efeisios, y entonces voy a explicar Efeisios más en otra ocasión. Ok, Efeisios 5, 22, 23 y 25. ¿Listo? Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, dignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley. Versículo 25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No sé que hay ley contra muchas de las obras de la carne en versículos 76 al 21, pero tengo que no sólo ser salvo, tener vida por el Espíritu, pero ser lleno. Y entonces vamos a leer, y sin mucha explicación, sólo una palabra de Efesios 5, 18. Para poder tener gusto espiritual, Conocer su voluntad y el propósito del Dios en mi vida, en cada día, ¿qué debo hacer aquí? ¿Cómo debo disciplinar a mis hijos? ¿Cómo obtener un matrimonio feliz? ¿Qué trabajo debo tener para poder vencer la tentación y tener templanza para aguantar preocupaciones, pruebas, aflicciones, tentaciones, sin quejarme, sino gozoso, para tener valor, para servir y éxito? ganador de almas, un evangelista, uno que da testimonio siempre, para eso necesito algo especial. Efesios 5, 18, vamos a leerlo. No os embriagueis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien ser llenos del Espíritu. Entonces la idea aquí para llenarme del Espíritu Santo, he dicho que mi explicación antes no fue muy buena realmente. La idea de llenar un carro de gas y eso, eso explica un poco como funciona el Espíritu. Pero lleno del Espíritu realmente significa llenar mi mente de lo que el Espíritu quiere que yo haga. Estoy pensando, meditando siempre en el Señor siempre estoy diciendo, Señor guíame, estoy orando sin cesar. Eso es piedad. Señor, esto te va a agradar a ti. ¿Qué debo decir en esta nota, Señor? ¿Debo mirar esta película? ¿Tú quieres verla conmigo, Señor? Estoy guiado por el Espíritu. Dirigido por el Espíritu. Mi mente no está emborrachado, lleno de vino que me hace llenarme de mí mismo y pasiones propias, sino lleno de lo espiritual. ¿Cómo puedo servirte? Guíame, Señor. Dame poder. Ayúdame a testificar, y el Espíritu me guía para hacer lo que la Biblia dice, y en especial la llenura del Espíritu Santo tiene que ver con testificar. Mucho en la Biblia, me seréis testigos cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo en Hechos 1-8, Y así es que tenemos que reconocer que Él no me va a dar la llenura de Su Espíritu Santo, Su poder para resistir tentación, para poder testificar con poder, para predicar. Mira, las veces, y ya lo digo con vergüenza, porque eso yo tengo solo la mayoría de las veces, las veces que mis sermones no resultan de bendición, Son las veces que no estoy lleno del Santo Espíritu. O posiblemente usted no está lleno del Santo Espíritu para escuchar y aplicar a tu corazón lo que se predica. Pero el hecho es que tenemos que reconocer que cuando el pastor está lleno del Espíritu, guiado por el Espíritu, dado poder para predicar del Espíritu, y usted está escuchando lleno del Espíritu, queriendo salir y ganar almas y testificar en el poder del Espíritu, quiere servir al Señor cuando los dos somos llenos, ¡Wow! El poder que está aquí, ¿verdad? Llegamos a ser medio pentecostales por adentro, si no por afuera. A lo mejor no empezamos a hablar en lenguas por afuera, pero queremos hablar en lenguas de testificar a otros y hasta en otras naciones, de aprender otras lenguas y hablarles de Cristo en francés o alemán o chino o lo que sea, ¿verdad? En inglés o lo que sea. Y el Señor nos da la ayuda para hacerlo. Pero aquí tiene el secreto de tener el poder del Espíritu Santo, llenar tu mente del Señor, guíame, orar sin cesar, dame poder, dependo de ti, confío en ti, y así lleno del Espíritu es controlado por el Espíritu, guiado por el Espíritu. El resultado es como un tanque de gasolina, pero eso realmente es una mala explicación. La mejor explicación es guiado, apoderado. La definición exacta o más exacta es rendirse al control del Espíritu, a la guía del Espíritu, en perfecta obediencia, en perfecta obediencia, depender de su poder, confiar de él para agradar al Señor y para servir al Señor. Si quiero agradar al Señor, servir al Señor, entonces me rindo al control del Espíritu. La idea es de Romanos 12 y 1, de presentar mi cuerpo sacrificio vivo, santo, agradable al Señor, y el Espíritu transforma mi mente, mi alma, mi vida, y así cambian mis acciones para servir al Señor. Cambia mi mente para pensar en el Señor y cambia mis emociones para amar más al Señor que las riquezas o cualquier otra cosa mundana. Yo tengo aquí entonces un estudio acerca de cómo se llena el espíritu y eso va a ser para la próxima vez, a lo mejor en dos semanas posiblemente. Vamos a orar ahora.
El Fruto del Espiritu - Galatas 5:22-25
Series Discipulado
Sermon ID | 526111727243 |
Duration | 39:47 |
Date | |
Category | Midweek Service |
Bible Text | Galatians 5:16-25 |
Language | Spanish |
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