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Número catorce, si os lo permite lo que veremos, es que Dios requiere obediencia aún cuando las circunstancias son difíciles. Dios requiere obediencia aún cuando las circunstancias son difíciles. ¿Es que a quién vas a obedecer? Cuando viene la presión, cuando es el momento de decidir, cuando es el momento para tomar una decisión, a lo mejor la presión es grande por las personas que están a tu alrededor, a lo mejor es porque realmente determina tu vida, a lo mejor es que quizás vas a tener que gastar un poquito más de dinero, si obedeces a Dios, o a lo mejor vas a perder algo importante para ti, o algo especial, ¿A quién vas a obedecer? ¿Dónde te vas a apoyar? ¿A quién vas a creer? ¿Vas a creer a Dios? ¿Vas a creer al hombre? ¿En quién vas a poner tu confianza, cuando llega ese momento, cuando tienes que poner todo en la línea? ¿A quién vas a confiar? Ahora, aquí en números 14, vemos al pueblo de Dios que muestra una rebeldía total hacia Dios. Aunque Dios se ha mantenido firme a su pacto, ha sido fiel, ha cumplido todas sus promesas, él se ha mantenido conforme a su pacto, Él ha mostrado misericordia, amor y mucha, mucha, mucha paciencia. ¡Mucha paciencia! Y ahora, Dios ha estado con su pueblo en toda su historia. Todo el tiempo Dios ha estado con ellos. Incluso desde Abraham, Dios escoge a Abraham para que de él salga una nación grande, incluso que venga el Mesías. Y entonces, desde Génesis, vemos cómo Dios está obrando. Dios establece pacto con Abraham, con Isaac, con Jacob, y luego las tribus van a Egipto, y vemos la protección de Dios cuidando para ellos en Egipto. Ellos son esclavos, Y aún así, aunque están bajo la poderosa mano de Egipto, de Faraón, ahora sí Dios los saca con mano poderosa. Porque el brazo de Yahweh es insuperable. El brazo de Yahweh es todopoderoso. Y entonces, Él saca al pueblo de Israel de Egipto, y entonces Él les... Poco a poco, va proveyendo por sus necesidades, Pero ellos siguen rebelándose. Ellos siguen desobedeciendo. Ellos siguen, básicamente, haciendo lo que les da la gana. Queriendo vivir para sí mismos. Se hacen becerro de oro. Hacen ídolos. Tienen ídolos en el corazón. Ídolos espirituales. Tienen tanta rebeldía hacia Dios. Aunque han visto todos los milagros de Dios. Todas las bendiciones de Dios. Cómo Dios provee de formas maravillosas. Entonces Dios les va introduciendo, poco a poco, les va llevando hacia la tierra prometida. ¡Y aquí está! ¡Aquí está el momento! ¿Qué es lo que vas a hacer? Aquí tienes la tierra prometida por delante. Dios ya ha sacado y ha redimido a su pueblo de Egipto. los ha sacado, ahora los ha ordenado, los ha hecho construir un templo, les ha organizado para que los hijos de Levi sean los sacerdotes y ellos presenten el servicio del templo a Dios. Y entonces, al principio de números, vemos el censo Vemos el censo del pueblo de Israel que sale de Egipto, que nos dice que son más de 600.000 hombres de a pie. Esos son, básicamente, los que pueden ir a la guerra. Entonces, son de 20 años para arriba. Entonces, no cuenta a los niños, no cuenta... Incluso, no cuenta a los levitas, tampoco, porque ellos no van a ir a la guerra, sino que ellos se van a quedar en el tabernáculo y van a servir. Y no cuenta a las mujeres, tampoco. Entonces, realmente hay muchas personas Y Dios, aún así, se mantiene fiel y va proveyendo. Y entonces, básicamente, en el contexto más inmediato vemos que vienen de Sinaí... Y entonces llegan al punto que desconfían en Dios, se quejan contra Dios de su provisión. Dios está proveyendo manada, pero ellos quieren carne. Entonces vemos esa rebeldía hacia Dios, ese desprecio hacia Dios. Y luego la murmuración hacia los líderes, los líderes que Dios ha establecido. Vemos ahí, en el capítulo 12, esta murmuración de María y Aarón hacia Moisés. Y luego, en el capítulo 13, al 14, vemos como Dios les dice, al principio del capítulo 13, que manden espías para que reconozcan la Tierra. Y básicamente es para que la puedan ver y ver que es buena en gran manera. Pero Dios quiere saber, ¿me vais a obedecer o no? ¿Me vais a seguir o no? ¿Vais a confiar en Yahweh o no? ¿Yahweh tiene todo el poder? ¿Yahweh va a cumplir sus promesas? Entonces, todas estas preguntas están en el aire. ¿Realmente podemos confiar en Yahweh? ¿Él va a cumplir lo que Él ha prometido? ¿Va a introducir a su pueblo en la tierra prometida? ¿En la tierra que Él había... ofrecido, incluso dado a Abraham, ¿realmente Dios lo va a hacer o no? Y entonces mandan a estos espías... y se nota el corazón del pueblo porque van 12 espías y 10 de ellos traen un mal... básicamente traen un mal reporte, ¿no? Ellos no están muy contentos, incluso desprecian el terreno, desprecian la heredad que Dios les ha dado. Aunque fluya leche y miel, aunque es buena en gran manera, Pero aunque el fruto, porque nos dice al final del capítulo 13 que trae un fruto... muy grande, lo que expresan es que los moradores de la tierra son aún más grandes. Y entonces, en este pasaje vemos muchos contrastes. Contraste de la forma que deben de pensar con la que no deben de pensar. Contrastes entre las personas, contrastes entre las ideas. Vemos la repetición de despreciar, rechazar, murmurar, quejar... entrar, llevar, morir, desierto, destruir, volver, rebelde, maldad, hablar, caer... Y entonces realmente lo que vemos es que el corazón del pueblo no está confiado en Yahweh. No están dispuestos a obedecerle cualquiera que sea el coste. No están dispuestos a obedecer a Dios ante las dificultades. Y eso es lo que Dios requiere. Dios requiere obediencia aún ante circunstancias difíciles. El problema es que el creyente muchas veces no obedece a Dios. Cuando le conviene, pero cuando se pone la cosa difícil, cuando hay que tomar una decisión enfrente de personas que quizás me vayan a criticar, ¡ahí cambia la cosa! Y entonces no estás dispuesto a mantenerte firme, obedeciendo a Dios. Entonces aquí en números 14, realmente vemos lo que nos enseña, que es revelarse contra Dios es insensatez. Lo que parece imposible, para Dios sí es posible. Porque el poder de Dios es inigualable. El poder de Dios es ilimitado. ¡Dios es tu fortaleza! No hay necesidad de dudar cuando Yahweh es tu Dios. No hay necesidad de temer. Con Yahweh debes de confiar en Yahweh siempre. Debes de confiar en Dios más que en el hombre. Debes de confiar en Dios a pesar de dificultad, a pesar de temor, a pesar de incomodidad. Y lo que nos demuestra es que no debes de tomar la palabra de Dios a la ligera. Porque Dios sí va a cumplir su palabra. Y Dios va a requerir a cada persona de acuerdo a cómo reacciona, de acuerdo a cómo responde a la palabra de Dios. Cuando Dios promete, Él cumple. Y cuando Dios te da un mandato, debes de cumplirlo. Porque cada persona es responsable por sus acciones. Entonces aquí básicamente vemos este contexto. Y lo voy a leer aquí el versículo 26 del capítulo 13. Entonces mandan a estos espías. Y entonces versículo 26 dice. Y anduvieron y vinieron a Moisés y Aarón y a toda la congregación de los hijos de Israel en el desierto de Parán de Cades. Y dieron información a ellos y a toda la congregación y les mostraron el fruto de la tierra. Y les contaron diciendo, nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel. y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habitaba aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas. Y también vimos allí a los hijos de Anak. Amalek habita el Negev, y el Eteo, el Jeboseo y el Amorreo habitan en el monte, y el Cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán. Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés. Ahora, ¿quién es Caleb? Caleb es uno de los espías, pero él sí trae un buen informe. Y él es un hombre fiel, que confía en Yahweh. Por eso, ¡calla la multitud! Dice, ¡calla el pueblo! Delante de Moisés, y dice, ¡subamos luego! ¡Y tomemos posesión de ella! Esa es una expresión de confianza total. sabiendo que Yahweh tiene todo el poder, y que da igual cuáles sean los obstáculos, Yahweh tiene más poder. Yahweh tiene más fuerza. Yahweh va a dar la victoria. ¿Por qué? ¿Cómo tiene esa certeza? Dios lo ha prometido. Y si esa es la tierra que es de heredad para el pueblo de Dios, y Dios lo ha prometido, se va a cumplir. Y entonces dice, tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos. Versículo 31, más los varones que subieron con él dijeron, no podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Ahí vemos un contraste, ¿no? Realmente no confían para nada. Es una desconfianza total en el poder de Yahweh. En las promesas de Yahweh. En que Dios realmente va a cumplir su palabra. Versículo 32, dice, y hablaron mal. entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido. Entonces están despreciando la heredad que Dios ha preparado para ellos. La heredad que Dios les da como un regalo. Solamente tienen que ir a tomarla. ¡Y es suya! Pero la desprecian. Dice, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores. Y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. Es interesante que hacen mucho énfasis en la grandeza de estos... de los que viven allí. Las fortalezas, los muros, ¿no? Es que son... ¡Son enormes! ¡No vamos a poder! Versículo 33. También vimos allí gigantes. ¡Hijos de Anak! ¡Raza de los gigantes! Si éramos nosotros, a nuestro parecer, ¡como langostas! Y así les parecíamos a ellos". Entonces, están enfatizando que ellos no son nada, que los van a aplastar como a insectos. Y lo que están demostrando es una falta de confianza total, un rechazo de Dios, un rechazo de la palabra de Dios. Y no quieren obedecer a Dios cuando Dios requiere obediencia. aun cuando las circunstancias son difíciles, aun cuando la prueba es muy grande y parece imposible. Dios quiere que obedezcas. Y entonces, lo que veremos en este pasaje es que debes de obedecer sin desconfiar, debes de obedecer para glorificar a Dios, debes de obedecer con fidelidad, y debes de obedecer aun durante castigo. Entonces, debes de obedecer sin desconfiar, para glorificar a Dios con fidelidad, y aún durante el castigo. Entonces, lo primero que vemos en el versículo 1 al versículo 10, es que debes de obedecer a Dios sin desconfiar. Porque en el número 14, versículo 1, vemos como el pueblo se revela contra Dios. Dice, entonces toda la congregación gritó. ¡Y dio voces! ¡Y el pueblo lloró aquella noche! Entonces, vemos el pueblo lamentando de su situación. ¿Por qué? Porque no confían en Yahweh. Porque el pueblo es infiel. Y realmente no le están obedeciendo. Incluso están dispuestos a desobedecerle por su temor. ¿Por qué temen al enemigo? ¿Por qué temen a entrar en esta tierra? Porque temen más al hombre que a Dios. El siglo II dice, y se quejaron contra Moisés y contraron todos los hijos de Israel. ¿Pensarías que ya habrían aprendido la lección? ¡No te quejes contra Dios! ¡No te quejes contra sus líderes! Porque las veces que ocurrió, incluso en los capítulos anteriores... ¿Qué le pasa a María en capítulo 12? Que su piel se vuelve leprosa. ¿Qué pasa con los que codician y quieren carne y se rebelan contra Dios y murmuran contra Dios y contra sus líderes? En el capítulo 11, que Dios les manda una plaga muy grande y mueren. ¿Qué pasa en el principio del capítulo 11? Que Dios manda un fuego y destruye parte del campamento. La queja no le agrada a Dios. Y pensarías que ya hubiesen aprendido esa lección. Pero siguen con lo mismo. ¿Por qué? Porque su corazón no es recto delante de Dios. Porque no están dispuestos a obedecer. Y realmente llega el punto que prefieren morir. ¡Prefieren morir antes que obedecer la palabra de Dios! Y entonces, porque aquí en versículo 2 dice... y les dijo toda la multitud, ojalá muriéramos en la tierra de Egipto, o en este desierto, ojalá muriéramos. Entonces, prefieren morir antes de obedecer la palabra de Dios. Y vemos cómo murmuran, y para ellos el problema es enorme. Pero es peor, es mucho peor rebelarse contra Yahweh. es mucho peor lo que Yahweh puede hacerles. Y entonces, el problema puede ser grande, pero Yahweh siempre es mayor. Por eso debes de confiar en Él. Debes de obedecerle a la primera. Y entonces en versículo 3 dice, Y ¿por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No sería mejor volvernos a Egipto? Ahora es muy interesante, lo veremos un poquito después, porque aquí vemos sus temores. Los temores de morir, temores de caer a espada, temores de que sus mujeres y sus niños sean por presa, e incluso quieren volverse a Egipto, y luego Dios cumple su deseo. pero como castigo. Y entonces vemos aquí este rechazo total de Dios, porque esta idea, en el Antiguo Testamento es muy común, esta idea de volverse a Egipto, es un rechazo directo de Dios. Un rechazo directo porque Dios te ha sacado de Egipto, ¿por qué vas a volver? Dios no quiere que vuelvas por el mismo camino, atrás, a Egipto. Entonces, cuando Dios se saca de Egipto, sacó al pueblo de Israel de Egipto, ahora Dios es su Dios. Él vive con su pueblo. Por eso el tabernáculo está con ellos. Entonces, la columna de nube durante el día, la columna de fuego durante la noche, y viendo que Dios está con su pueblo, pero al rechazar a Dios, realmente están diciendo, nos importa más la comodidad que Dios. Nos importa más lo que a nosotros nos gusta más que a Dios. Preferimos morir más que obedecer a Dios. Y entonces en el versículo 4 dicen, decían del uno al otro, designemos un capitán y volvámonos a Egipto. Ahora es interesante que digan eso, porque realmente Y muchas veces mencionan esta idea. Volvámonos a Egipto. Volvámonos a Egipto. Cuando las cosas van mal, como si no recordasen que en Egipto eran esclavos. Eran siervos. En Éxodo 2, versículo 23, vemos que el pueblo gime y clama a Dios. En Éxodo 2, 23, dice, Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto. Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre. Y clamaron y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Entonces están sufriendo en Egipto. Y Dios los saca, los libera, los redime para que tengan libertad, para ser su Dios, conforme a su pacto, para darles una herencia, una tierra que fluye leche y miel, que realmente refleja la abundancia de las bendiciones de Dios. Pero vemos aquí que ellos quieren volver a un sitio donde les tienen como esclavos, bajo servidumbre. Y aquí en Éxodo 2.24 dice, Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Entonces, viendo la idea de que Dios los ha relimido, pero ellos en su rebeldía están más dispuestos a ser esclavos otra vez, a sufrir y gemir otra vez, que obedecer a Dios. Que estar dispuestos a hacer lo que Dios les ha dicho que hagan. Simplemente tienen que ir y conquistar la Tierra. ¿Por qué? Porque las naciones están ahí y no se han ido de la heredad que Dios les ha dado. En Éxodo 14, versículo 11. Éxodo 14, versículo 11. Éxodo 14, 11. Mira que interesante, acaban de salir de Egipto y dijeron a Moisés, ¿no había sepulcros en Egipto que nos has sacado para que muramos en el desierto? O sea, prefieren morir en Egipto que en otro lado. ¿Por qué has hecho así con nosotros que nos has sacado de Egipto? eso es éxodo 14.11 y versículo 12 dice no es esto lo que todavía hablábamos en egipto diciendo déjanos servir a los egipcios porque mejor nos fuera a servir a los egipcios que morir nosotros en el desierto realmente no les interesa el plan de dios es la idea en éxodo 16 versículo 3 éxodo 16 versículo 3 Bueno, el versículo 2 dice que Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto. Versículo 3. Y les decía a los hijos de Israel, ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos en las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos, pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Éxodo 17, versículo 3. Así que el pueblo tuvo sed, tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés y dijo ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto? Para matarnos de sed a nosotros y a nuestros hijos y a nuestros ganados. Entonces vemos esta idea de siempre desean volver atrás. No quieren obedecer a Dios. No quieren servirle. Y entonces, viendo esta rebeldía, esto es muy grave delante de Dios, porque desprecian la tierra de Dios, desprecian la palabra de Dios, no quieren la tierra que Dios les da, dudan el control que Dios tiene, y no confían en Yahweh, no entienden el plan. no entienden el plan de Yahweh y vemos esta rebeldía, y entonces aquí en versículo 5 vemos la respuesta de Moisés y Arón. Porque esto es muy grave delante de Dios. Ellos ya saben lo que puede ocurrir. Y entonces Moisés y Aarón se postraron sobre su rostro delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. También de siglo VI nos dicen que dos espías, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos. En señal de duelo, en señal de decir, no lo hagáis, esto es importante. Y entonces Dice que en versículo 7, hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena. Entonces, la tierra es exactamente como Dios nos la ha prometido. Va a ser extremadamente buena. Versículo 8, si Jehová se agradara de nosotros. Eso es clave. ¿Cómo se va a agradar Dios de nosotros? Obedeciendo su palabra. Sirviéndole a Él exclusivamente. Y entonces dice, si Jehová se agradare de nosotros, Él nos llevará esta tierra y nos la entregará. ¿Quién está actuando en la idea de entregar? ¡Es Yahweh! ¡Yahweh es el que la entrega! Incluso... Luego, cuando vemos en el libro de Josué, en la conquista, vemos que la realidad es Dios entrega las naciones en las manos de Israel. Dios es el que pelea por su pueblo, porque Yahweh es un Dios guerrero. Pero entonces, aquí vemos la confianza que tienen estos líderes espirituales, Moisés, Arón, Josué y Caleb, Y en versículo 8 dice, si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará esta tierra y nos la entregará. Tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes. No seáis rebeldes contra Jehová. Ni temáis al pueblo de esta tierra. Porque nosotros los comeremos como pan. Su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová. No los temáis. Entonces, vemos... dice, mira, no os rebeléis. Es la idea de ir en contra de Dios. Desobedecer. Una desobediencia directa. Y entonces, Y dice, no os rebeléis contra Jehová, ni temáis al pueblo de la tierra. Y ese es el problema. El problema es que temen más a los hombres de lo que temen a Dios. Y entonces, por eso, parece un obstáculo enorme, cuando en la realidad es un obstáculo muy pequeño. Porque Yahweh es el Dios soberano. Porque el enemigo de Dios no puede mantenerse en pie. Entrar a la Tierra Prometida será tan fácil como comer. Por eso lo expresa ahí. Dice, nosotros los comeremos como pan. Vale, tienen fortalezas, muros muy altos, son hombres enormes... Pero lo vamos a comer como pan. Va a ser tan fácil como comer. ¿Por qué? Porque Yahúe está a nuestro lado. Y él tiene todo el poder. Y él tiene toda la fuerza. Incluso dice, su amparo se ha apartado de ellos. ¿Por qué? Porque Yahúe no los está protegiendo. que parece que tienen fortaleza, pero es que la realidad es que Dios estaba protegiendo ese terreno para su pueblo. Y ahora esa protección se ha ido. Entonces, esas naciones, si no salen, van a ser destruidas. En el tiempo de Dios. Y entonces, dice, su amparo se ha apartado de ellos y con nosotros. Y con nosotros está Jehová. Eso debería ser suficiente. para decir, vamos a conquistar. Con nosotros está Yahweh. No los temáis. Eso era versículo 9. Y entonces, ¿cuál es la reacción del pueblo? Versículo 10. Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Qué interesante, ¿no? Les están exhortando a obedecer al único Dios que hay. A obedecer a Yahweh, el Dios soberano. y ellos hablan de apedrearlos. Incluso parece que se están organizando para hacerlo, porque Yahweh tiene que intervenir. Porque a la mitad del siglo X dice, pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de Reunión a todos los hijos de Israel. Y entonces, viendo que está la presencia de Dios allí, su gloria, El pueblo de Israel se da cuenta. Ahí está Dios. Ya nos callamos. Y no nos apedrean. Y entonces, vemos la necesidad de obedecer a Dios, obedecerle sin desconfiar. porque aquí tenemos un contraste entre personas. El pueblo desconfía, los espías malvados desconfían, pero tenemos varios líderes espirituales, Josué, Calé, Moisés, Aarón, que se mantienen firmes y quieren obedecer a Dios. Y por eso, debes de obedecer sin desconfiar, pero también, del versículo 11 al versículo 19, debes de obedecer a Dios, debes de obedecer para glorificar a Dios. Debes de obedecer para glorificar a Dios. Porque en esta situación ahora vemos Moisés intercediendo por el pueblo, otra vez, porque Dios ya está harto de su rebeldía y los quiere destruir. Y en versículo 11 dice, Y Jehová dijo a Moisés, ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Entonces, aquí vemos un pueblo que no crea a Dios, a pesar de las muchas maravillas que Dios ha hecho en frente de sus ojos. Tenemos que recordar que este es el pueblo que estaba bajo servidumbre en Egipto, que era imposible salir de Egipto, pero Dios los saca. Y ellos vieron las plagas. Y ellos vieron la diferencia que hacían las plagas. A veces las plagas solamente iban contra los egipcios y no tocaban a los de Israel. Y entonces, viendo el poder de Yahweh, los saca con mano poderosa, cruzan el Mar Rojo con mano poderosa, el ejército de Egipto es destruido con mano poderosa, ellos no tienen que levantar espada. Dios es el que pelea por ellos. ¿Por qué desconfiar? Pero los vemos aquí, desconfiando. Y Dios lo conoce. Y dice, ¿hasta cuándo me van a irritar? ¿No? Y entonces dice, no... ¿Hasta cuándo no me creerán con todo lo que he hecho por ellos? Y a veces eso nos pasa a nosotros. Dios hace tanto para nosotros. De día en día. Mostrando misericordia. Proveyendo por nuestras necesidades. Dándonos fuerzas cuando no tenemos fuerzas. Y viendo la mano poderosa de Dios en nuestras propias vidas. Aún así muchas veces nos olvidamos de Él. Y no le tenemos presente en nuestros pensamientos. Nuestras acciones. En el lugar donde vamos. O en lo que vemos. Lo que escuchamos. Lo que hacemos. Cuando Dios quiere. obediencia total. Dios quiere que lo obedezcamos para glorificarle. Y entonces vemos aquí el versículo 12, que Dios está irritado y dice, ya no me quieren creer. Versículo 12 dice, yo los heriré de mortandad y los destruiré. Y básicamente lo que está haciendo es un contraste con las plagas de Egipto. Ahora, las plagas de Egipto mostraron mucho poder. Pero Dios no les mandó mortandad. Dios no les mandó pestilencia. Y entonces dice con mortandad los destruiré. Porque esa idea de mortandad es una plaga. Es interesante porque esa idea de destruir tiene la idea también de quitar la herencia. Quitar la herencia de alguien. ¿Cuál es la idea? De que no van a entrar en la tierra prometida. Dios les va a quitar la herencia. Incluso les va a quitar la herencia de la forma que les va a destruir. Y entonces vemos que Dios quiere empezar desde uno. Quiere empezar desde Moisés. Dice, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos. Porque eso no invalida la promesa de Dios. Dios simplemente está aplazando sus promesas. Dios va a cumplir su promesa. Moisés es del linaje de Abraham. Dios puede cumplir su promesa por medio de Moisés, y entonces dice, esta gente es tan rebelde, los voy a destruir. Y voy a empezar otra vez. Y es fácil. Y Dios no invalida su pacto, Dios se mantiene fiel, y lo podría haber hecho. Pero vemos, la oración del justo puede mucho. Porque Moisés intercede por el pueblo, en versículo 13 dice, Moisés respondió a Jehová, ¡lo oirán luego los egipcios! Porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder. Y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego. Y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre. Y las gentes que hubieren oído tu zama hablarán, diciendo, Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto. Entonces, una de las razones que Moisés da es, no los puedes destruir por lo que van a pensar las naciones, por lo que va a pensar Egipto. ¿Destruiste a Egipto? ¿Con mano poderosa los sacaste? ¿Todas las naciones lo han escuchado? ¿Y de repente los vas a destruir en el desierto? Lo que van a pensar las naciones es que no tenías el poder para introducirles a la Tierra Prometida. de que realmente no eres un Dios que cumplas tus palabras. Los sacas para matarlos. Y entonces, Moisés está pidiendo que Dios actúe con misericordia, pero más que nada es para dar gloria a Dios. Él quiere la gloria de Dios ante todas las naciones. Pero no solamente eso, sino también ante el pueblo mismo, porque dice en el siglo XVII. Ahora pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste. Vemos ahí que quiere la gloria de Dios. Y entonces, en versículo XVIII, nos hace mención del pasaje en Éxodo. donde dice Jehová, versículo 18, Tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión. Aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Entonces vemos como Dios es un Dios perdonador. Y entonces Moisés basa su petición, aquí también, en la naturaleza de Dios. ¡En su carácter! Que él es un Dios paciente. ¿No? Por eso dice, tardo para la ira. Grande en misericordia. Es la idea de amor leal. Que perdona la iniquidad y la rebelión. Y entonces es... Esas palabras tienen la idea de que perdona incluso la infidelidad. Él se mantiene misericordioso. Él se mantiene paciente. Y Él la perdona. Pero también dice, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable. Entonces, Dios es un Dios justo. Es un Dios santo. Y nadie se puede escapar de su mano. Pero entonces, viendo que Moisés está intercediendo Y por eso en versículo 19 dice, perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia. Y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí. ¿Por qué? Moisés conoce el historial de Israel. Moisés conoce el historial muy bien, porque al ser líder, muchas veces él es el que está enfrente de sus caras, viéndoles en su rebeldía, en sus murmuraciones, sus quejas... ¡Él lo sabe! Y sabe que Dios ha sido un Dios muy perdonador. Y entonces le pide a Dios que perdone. exactamente como les ha perdonado. Y entonces, lo que vemos es que debes de obedecer para glorificar a Dios. debes de obedecer para glorificar a Dios. Porque Dios requiere obediencia, aun cuando las circunstancias son difíciles. Pues debes de obedecer sin desconfiar, debes de obedecer para glorificar a Dios, y del versículo 20 al 25, debes de obedecer con fidelidad. Debes de obedecer con fidelidad. Pues aquí en versículo 20 dice, entonces Jehová dijo, yo lo he perdonado conforme a tú dicho. Entonces, ahí definitivamente vemos que la intercesión del justo puede mucho, ¿no? Dios escucha la oración del justo, de la intercesión de Moisés por el pueblo, Y versículo 21 dice, más tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, no verán la tierra de la cual juré a sus padres. No, ninguno de los que me han irritado la verá. Pero a mi siervo Caleb, por cuanto une el otro espíritu y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión. Versículo 25. Ahora bien, el Amalecita y el Cananeo habitan el valle. Volvéos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo. Y lo que vemos aquí es que debes de obedecer a Dios con fidelidad. Porque... Vemos Dios se ha mantenido firme. Incluso Dios no necesita a nadie para recibir gloria. Por eso dice, mira, la tierra está llena de... Dicen, mi gloria llena toda la tierra. Dios es glorificado. Incluso, dice, todos aquellos, aquí vemos el castigo de Yahweh, Yahweh va a ser glorificado al castigar los impíos, aunque los hijos también van a sufrir por el pecado de sus padres. Pero vemos el poder de Dios, el cuidado de Dios, incluso vemos el plan de Dios, dice, mira, ninguno que vio mi gloria y mis señales. Ninguno que realmente ha visto mi poder va a entrar a la tierra prometida. Y entonces vemos que nos prepara para el cumplimiento de lo que va a ocurrir, incluso Aquellos que se mantienen firmes son los que Dios les da... realmente les abre la puerta para que puedan entrar. Aquí nos menciona, en versículo 24, nos menciona a Caleb, y luego, al final del versículo 30, también incluye a Josué, hijo de Nun, entre los dos. Ahora, es interesante porque no menciona a Moisés y no menciona a Arón. Y luego sabemos que Arón y Moisés desobedecen a Dios al pegar a la piedra, en vez de hablar a la piedra, y entonces los dos no pueden entrar en la tierra prometida. Pero eso se ve después en los capítulos siguientes en números. Pero vemos aquí que Dios quiere fidelidad. Por eso debemos de obedecer con fidelidad para dar gloria a Dios. Y lo último que vemos del versículo 26 al versículo 39, es que debes de obedecer aún durante castigo. Debes de obedecer aún durante castigo. Ahora dirás, ¿qué significa eso? Bueno, en este contexto, vemos que ahora Dios les ha puesto un castigo, y aún en medio de ese castigo, sabiendo lo que Dios va a hacer con ellos, aún así deben de obedecer. No deben de rebelarse contra Dios, ni desobedecerle, lo cual es exactamente lo que ellos hacen. ¿Por qué? No confían en Yahweh, no confían en Su Palabra. Y entonces, por eso debes de obedecer aún durante castigo. Porque en el versículo 26 dice, y Jehová habló a Moisés y Aarón diciendo, Hasta cuando oiré esta depravada multitud que murmura contra mí? Las querellas, esa idea de querellas son quejas, las quejas de los hijos de Israel que de mí se quejan. Versículo 28 dice, Diles, vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. Ahora, ¿eso qué significa? Pues exactamente las quejas que trajeron al principio del capítulo, Dios las va a cumplir. Y entonces, en versículo 29 dice, "...en este desierto caerán vuestros cuerpos". ¿No? Porque nos dice ahí al principio, en versículo 2, ojalá muriéramos nosotros en tierra de Egipto, o en este desierto ojalá muriéramos. ¡Ellos lo han pedido ahí, en el versículo 2! Entonces Dios les cumple la petición. ¿Vale? Dice... Por eso dice en el versículo 28, según habéis hablado a mis oídos, así yo haré con vosotros. Versículo 29, en este desierto caerán vuestros cuerpos. Todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. Realmente lo que indica es que era todo el pueblo. Todo el pueblo estaba murmurando contra Dios. Todo el pueblo era infiel contra Dios. Y entonces dice los de 20 años para arriba. En capítulo 1, números 1, versículo 2, vemos que Dios les manda a hacer un censo del pueblo. Números 1. Versículo 2, dice, Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas, de veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos. Versículo 32, dice, Perdón, números 232. Dice... Estos son los contados de los hijos de Israel según las casas de sus padres. Todos los contados por sus campamentos, por sus ejércitos. Seiscientos tres mil quinientos cincuenta. Ese es el número de los hombres, ¿no? Veinte años para arriba. Bueno, luego nos indica que los levitas no están allí en ese número. porque ellos son los que van a servir en el templo. Pero vemos aquí, volviendo a números 14, esta rebeldía del pueblo de Dios. Y entonces Dios les castiga conforme a su palabra. Les cumple la petición. No solamente ha cumplido la petición de Moisés de no destruirlos completamente allí mismo, en el momento, sino que ahora está cumpliendo su palabra. Porque en el siglo XXX dice, vosotros a la verdad no entraréis en la tierra. Ellos no querían entrar en la tierra. Entonces Dios dice, vale, ¿no queréis entrar? Pues no vais a entrar. Por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella. Esa idea de alzar la mano es de jurar. La idea de prometer de que Él lo haría. Y obviamente lo va a hacer, porque Él cumple su palabra. Y entonces dice, exceptuando a Calé, viejo de Jefone, y a Josué, hijo de Nun. Versículo 31. Pero vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. Es interesante porque en el versículo 3, de números 14, dice ¿Por qué nos traes que va a esta tierra? Para hacer caer a espada a nuestras mujeres y a nuestros niños, y nuestros niños sean por presa. Entonces, lo que Dios está diciendo, ¿sabéis qué? Aquellos que pensabais que iban a ser presa de estos gigantes, ellos son los que van a entrar a la tierra prometida. Ellos son los que van a recibirla por heredad. Ellos son los que van a conquistarla. Parece muy pequeños, parece que van a ser presa, pero con la mano de Dios no pueden. Y entonces, viendo que ellos despreciaron la tierra de Dios. Versículo 32. En cuanto vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años. Y ellos llevarán vuestras rebeldías hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Es básicamente que los... que los... los hijos van a sufrir por el pecado de los padres. Los padres pecaron contra Dios en su rebeldía, entonces los hijos van a estar dando vueltas, y es la idea de que van a merodear de aquí para allá, y no van a tener un sitio, simplemente van a vivir en el desierto. Ahora, Dios los va a mantener, pero ellos no van a entrar a la tierra prometida tampoco, hasta que toda esa perversa generación sea destruida, muera en el desierto. Entonces el versículo 34 dice, conforme al número de los días, de los cuarenta días que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestra iniquidad cuarenta años, un año por cada día, y conoceréis mi castigo. Ahora, esa última frase es interesante, porque los acaba de decir que por cada día que fueron a reconocer, va a ser un año. Entonces, cuarenta días, cuarenta años. Entonces esa idea de conoceréis mi castigo, tiene la idea de... de frustración. Ahora, es interesante porque de la forma que lo pone es casi la idea de... vais a estar caminando por el desierto sin nada que hacer y os va a frustrar. Y, básicamente, lo que está diciendo es, vais a conocer lo frustrado que me habéis hecho a mí. ¿No? Lo frustrado por vuestra rebeldía, por vuestro pecado, por vuestro rechazo. Y continuamente seguís rechazando, y continuamente seguís haciendo lo malo delante de mí. Entonces dice, y conoceréis mi castigo. En el versículo 35 dice, yo, Jehová, he hablado. Ahí está el sello de aprobación. Dios lo va a hacer. Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí. En este desierto serán consumidos y allí morirán. Entonces en el siglo 37 dice, y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra Y que al volver habían hecho murmurar contra él toda la congregación, desacreditando aquel país. Aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Dios. Que se habían dado un mal informe y Dios los castiga inmediatamente. Ellos, por haber influenciado al pueblo a rechazar a Dios y desobedecerle, ellos... Dios los mata de inmediato. Excepto, nos dice el versículo 38, excepto Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra. Veamos ese contraste. Aquellos que se mantienen firmes para Dios, se mantienen con vida. Dios los bendice. Aquellos que se rebelan contra Dios, y quedan mal informe, y que son malvados, Dios los castiga y los destruye. Y entonces... Versículo... 39 dice, y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. Esa idea de enlutar es llorar, entristecer en abundancia. ¿Por qué? Porque han despreciado a Dios, han despreciado su palabra, y entonces ellos no la van a heredar, la van a heredar sus hijos. Y entonces pensaríais, vale, pues ahora están en medio del castigo, deben debudecer. Pero no lo hacen. Aún allí, se rebelan contra Dios, porque en versículo 40 dice, y se levantaron por la mañana, y subieron a la cumbre del monte, diciendo, henos aquí, para subir al lugar del cual ha hablado Jehová, porque hemos pecado. Y dijo Moisés, ¿por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Ya es tarde. Ahora, en medio del castigo, debéis de obedecer. Esto, dice versículo 41, esto tampoco os saldrá bien. No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros. No seáis heridos delante de vuestros enemigos. Porque la malecita y el cananeo están allí delante de vosotros y caeréis a espada, pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros. Sin embargo, versículo 42, se obstinaron en subir a la cima del monte, Pero el arca del pacto de Jehová y Moisés no se apartaron de en medio del campamento, y descendieron en la malecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron, y los derrotaron persiguiéndolos hasta Orma." Vemos aún en medio del castigo, ellos se mantienen infieles, desobedientes. Y por eso, incluso durante el castigo, debes de obedecer. Porque si no confías en Dios, temerás. Si no confías en Dios, perderás. Si te rebelas contra Dios, no lograrás tus planes. Si Dios es tu fortaleza, no hay necesidad de temer. Si Dios es tu confianza, no hay necesidad de desconfiar. Si Yahweh es tu Dios, puedes confiar en su palabra. Si Yahweh es tu Dios, no hay necesidad de dudar. Porque vemos en este pasaje que la rebeldía contra Dios es algo muy serio. Por eso nunca debes de dudar de Dios. Porque el poder de Dios es inigualable. Debes de confiar en Él. Dios conoce tu corazón. No puedes controlar a Yahweh. Tu pecado impacta a los de tu alrededor y Dios castiga la rebeldía. Entonces, viendo un pasaje así, realmente nos causa incomodidad, quizás. O temor, o ansiedad, o desesperanza. Pero... debemos de obedecer a Dios sin cuestionar. Porque es fácil confiar en tus fuerzas. Es fácil confiar en tus planes. Es fácil confiar en tus consejos. Es fácil temer. Es fácil confiar en ti mismo. Es fácil desesperarte. Es fácil querer hacer tu propia voluntad. Es fácil rechazar algo cuando no lo entiendes. Es fácil temer cuando te enfocas en las circunstancias. Es fácil temer cuando no confías en Yahweh. Y... Da igual cuán grande sea la prueba, siempre debes de obedecer a Yahweh. Da igual cual sea la circunstancia, siempre debes de obedecer a Dios. Debes de obedecer sin cuestionar. Debes de confiar su palabra. Debes de confiar en Él sin murmurar. Debes ser leal a Él a pesar de presión externa. Porque Dios desea amor leal. Dios desea obediencia. Dios desea que confíes en Él. Y porque Dios requiere obediencia aún ante circunstancias difíciles. Debes de obedecer a Dios sin desconfiar para glorificar a Dios con fidelidad. Y debes de obedecerle aún durante castigo. Vamos a terminar en oración.
Dios Requiere Obediencia Aun Ante Circunstancias Difíciles
Series Números
Sermon ID | 52515627356 |
Duration | 54:00 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Numbers 14 |
Language | Spanish |
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