00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
i Bueno, antes que nada, damos la bienvenida a todos los estudiantes del curso 222 que están con nosotros hoy, en este día, en esta clase acerca de la evangelización. Pero antes de comenzar la clase formalmente, yo quisiera compartir con ustedes y con los estudiantes que están aquí hoy en la mañana, quisiera compartir con ustedes una historia. que leí hace unos años y que me impactó profundamente. Es acerca de un hombre llamado John Harper. John Harper nació en Escocia en el año 1872 y se convirtió al cristianismo cuando tenía 14 años de edad. Inmediatamente después de su conversión, John Harper comenzó a manifestar una intensa pasión por compartir con otros el mensaje del Evangelio. Fue una pasión que lo dominó literalmente por el resto de su vida. A los 17 años comenzó a predicar en las esquinas, en las calles, llamando a los hombres al arrepentimiento y a la fe. Se mantuvo haciendo eso durante 5 o 6 años, trabajando durante el día en un molino para poder sostenerse económicamente. hasta que un pastor bautista lo tomó bajo su cuidado para que él pudiera dedicarse por entero a la predicación de la palabra. Eventualmente, en el año 1896, teniendo ya 24 años de edad, John Harper comenzó a pastorear una iglesia en la ciudad de Londres con apenas 25 miembros. Trece años después, la membresía de esa iglesia en Londres era superior a las 500 personas. Durante ese tiempo, John Harper se casó, tuvo una hija a la que llamaron Nana, pero su esposa murió cuando la niña era aún muy pequeña. Su celo evangelístico llegó a ser tan conocido que la iglesia de Moody lo invitó en dos ocasiones. para que fuera a predicar la palabra allí en Chicago. Y fue precisamente en el segundo de esos viajes que sucedió el incidente que yo quisiera compartir con ustedes en esta ocasión y que ha sido conocido en parte por el testimonio de su hija Nana, que en ese tiempo tenía seis años de edad. Ella recuerda que cuando iban hacia Chicago cerca de la medianoche, el barco en el que viajaban chocó con un iceberg y comenzó a hundirse. Y aunque su padre creía que otro barco iba a rescatarlos como una medida de seguridad, él puso a su hija en uno de los barcos salvavidas y se la confió a un primo mayor que iba viajando con ellos providencialmente en el barco. Y de paso, esa medida de precaución le salvó la vida. Nana Harper murió en el año 1986 a la edad de 80 años. Y yo supongo que ya ustedes se imaginan que el barco en el que ellos viajaban era el Titanic que se hundió, que naufragó la noche del 14 de abril del año 1912. Ahora, hay una parte de esta historia que no conoceríamos a no ser por el testimonio que un joven escocés compartió en un culto de oración seis meses después del naufragio del Titanic. Él cuenta que flotando en el agua helada, agarrado de uno de los escombros del barco, de repente una ola empujó a John Harper a su lado, que también estaba tratando de mantenerse a flote agarrado a un palo de madera. Y John Harper le preguntó, ¿Eres tú salvo Y él respondió, no, no lo soy. Él entonces replicó, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. La ola, una ola alejó a Harper una vez más, cuenta él, pero un poco después fue empujado otra vez a mi lado. ¿Y ahora eres salvo? Me preguntó. No le respondí. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Entonces, perdiendo su asidero en la madera, Harper se hundió. Y allí, solo en la noche y con dos millas de agua bajo mis pies, confié en Cristo como mi salvador. Yo soy el último convertido de John Harper. Hasta el final de su vida, este hombre fue dominado por la pasión de compartir con otros el mensaje del Evangelio. Y estando a punto de morir ahogado fue el instrumento que Dios usó para que ese joven pusiera su confianza en Cristo para ser salvo. Y es precisamente acerca de este tema que vamos a estar hablando en esta clase. Y yo voy a estar siguiendo muy de cerca dos libros. el libro de esta clase, que es la evangelización de Max Style, pero también vamos a estar usando aquí y allá el evangelio y el evangelismo personal del autor Mark Dever, pastor de la iglesia bautista en Capitol Hill. Lo que vamos a hacer en esta clase es responder algunas preguntas muy sencillas acerca de este tema, comenzando obviamente con la más fundamental de todas. ¿Qué es el Evangelio? Dado que evangelizar no es otra cosa que compartir el Evangelio, mis hermanos, es necesario aclarar antes que nada, ¿Cuál es el mensaje que el Evangelio anuncia? Y esto es muy importante, sobre todo en una época como la nuestra, donde hay tanta confusión con respecto a esto. El evangelio no es ese tipo de terapia religiosa que pretende ayudar a los demás haciéndolos sentir mejor consigo mismos. De hecho, pudiéramos decir que el verdadero evangelio pretende hacer todo lo contrario. No es hacernos sentir mejor con nosotros mismos, sino más bien hacernos sentir pecadores y depravados merecedores del infierno. Tampoco es meramente un mensaje acerca del amor de Dios. aunque el amor de Dios se encuentra en el mismo centro del evangelio. De hecho, si no fuera por el amor de Dios, no habría ningún evangelio que predicar. Ahora, limitarnos a decirles a la persona Dios te ama o decirles Dios es amor. Eso no solo no puede equipararse con la tarea de predicar el evangelio, sino que puede distorsionar por completo el mensaje, como veremos en un momento. Tampoco predicamos el evangelio cuando le decimos a las personas, Jesús quiere ser tu amigo. Aunque ciertamente no hay nada más grandioso en este mundo que tener un amigo como Jesús. ¿Qué es entonces el evangelio? Bueno, es la mejor y más extraordinaria noticia que un ser humano pueda escuchar jamás. Pero comienza con la peor y más terrible de todas las noticias. Que todos nosotros nacemos en un estado de rebeldía y de pecado que nos lleva a violar continuamente la ley de Dios desde que nacemos hasta que morimos. Y por lo tanto, nosotros todos somos merecedores de la justa, perfecta e infinita ira de Dios. De hecho, cuando el apóstol Pablo comienza su exposición del evangelio en Romanos capítulo 1, versículo 18, cuando él quiere explicar por qué es necesario el evangelio, el apóstol Pablo no comienza diciendo Dios te ama y tiene un plan maravilloso para ti. Pablo comienza diciendo tú necesitas el evangelio porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. La ira de Dios es el punto de partida del apóstol Pablo. para predicar el evangelio. La paga del pecado es la muerte, dice el mismo Pablo en Romanos capítulo 6, versículo 23. Ese es el miserable salario que todo hombre recibirá por sus pecados. La paga del pecado, el salario del pecado es la muerte. Y obviamente, Pablo no se refiere únicamente a la muerte física. De hecho, ni siquiera eso es lo más importante. Pablo está hablando allí de la separación eterna de Dios en un lugar de condenación. Pero mis hermanos, es ahí precisamente donde entra en juego el mensaje del Evangelio, porque ese Dios perfectamente santo, ese Dios perfectamente justo que no puede de ninguna manera pasar por alto el pecado, es también un Dios bueno y compasivo. Y para resolver ese gran problema del hombre pecador, sin pasar por alto su justicia, él envió a alguien de valor infinito para que pagara nuestra deuda sufriendo en nuestro lugar el castigo que todos merecíamos por nuestros pecados. Así que fue por eso que Cristo se hizo hombre. La segunda persona de la Trinidad tomó para sí una naturaleza humana semejante en todo a la nuestra, pero sin pecado. Él cumplió la ley de Dios a la perfección, desde la cuna hasta la tumba. Y luego murió en una cruz, siendo inocente, para que pecadores culpables pudiéramos ser absueltos en el tribunal de Dios. Y todos sabemos por las escrituras que tres días más tarde Dios testificó que su justicia quedó plenamente satisfecha. ¿Cómo? Resucitando a Cristo dentro de los muertos. La resurrección es el sello de aprobación de Dios. De manera, mis hermanos, que ninguna de nuestras transgresiones quedaron impunes. O sea, no fue que Dios proclamó una amnistía universal. Dios no puede hacer eso. Ninguno de nuestros pecados quedaron impunes porque Dios los castigó en su hijo. Dios castigó por cada uno de nuestros pecados, castigó a su hijo en la Cruz del Calvario. Y es sobre la base de esa obra de redención que ahora el Evangelio anuncia que hay salvación en Cristo para todo aquel que se arrepiente, para todo aquel que pone su confianza únicamente en él. Así que ese es el mensaje que el Evangelio anuncia. Y ese es el mensaje que nosotros debemos comunicar a los pecadores para que puedan ser salvos. Así que yo espero que hasta aquí ustedes puedan ver Que este mensaje del evangelio que nosotros debemos compartir es algo complicado en sí mismo. Algo que solamente unos cuantos privilegiados con un coeficiente intelectual muy elevado pueden entender y pueden proclamar. No, mis hermanos, lo que el evangelio anuncia es que el justo murió por los injustos para llevarnos a Dios. Segunda de Pedro, primera de Pedro, perdón, capítulo 3, versículo 18. O como dice el apóstol Pablo en el conocidísimo texto de 2 Corintios capítulo 5 versículo 21, al que no conoció pecado, Cristo por nosotros o a favor de nosotros, Dios a él lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hecho justicia de Dios en él. De manera que el mensaje del evangelio responde cuatro preguntas clave. ¿Quién es Dios? Eso dice Max Style en su libro. Así que estoy citando a Max Style en el libro que estamos estudiando, en el 222. ¿Quién es Dios? ¿Por qué estamos en una situación tan desastrosa? ¿Qué hizo Cristo y cómo podemos volvernos a Dios? Esas son básicamente las cuatro preguntas que el Evangelio responde. De hecho, esa es la gran historia que nosotros encontramos en la Biblia. Una gran historia que podemos dividir en cuatro capítulos. Creación, Caída, Redención y Restauración. La Biblia es una gran historia con cuatro capítulos. Creación, Dios es el creador de todas las cosas. Caída, los hombres escogieron el pecado antes que a Dios, se rebelaron contra Dios. Redención, que hizo Dios en Cristo para resolver el problema. restauración, que va a ser Dios al final de los tiempos o consumación. A la luz de esta definición que hemos dado del Evangelio, ahora podemos avanzar hacia la próxima pregunta. ¿Qué es entonces evangelizar? Si esto es el Evangelio, ¿qué es entonces evangelizar? John Chisholm lo define de esta manera. Es declarar en base a la autoridad de Dios lo que Él ha hecho para salvar a los pecadores, advirtiendo a los hombres de su condición perdida, guiándolos a arrepentirse y a creer en el Señor Jesucristo. Voy a repetir otra vez que es evangelizar, es declarar, es una declaración, es un anuncio. Es declarar en base a la autoridad de Dios Obviamente revelada en su palabra Lo que Él ha hecho para salvar a los pecadores La muerte de Cristo en la cruz del Calvario Su vida perfecta, advirtiendo a los hombres De su condición perdida Porque los sanos no tienen necesidad de médico ¿Verdad? Si no los enfermos, guiándolos a arrepentirse Y a creer en el Señor Jesucristo Por eso es que es tan importante Que nosotros compartamos con el pecador La ley de Dios Porque la ley de Dios es lo que él usa para darnos convicción de pecado. Y sin esa convicción de pecado, el pecador no va a entender la necesidad que él tiene de la salvación provista por Dios. Ahora noten, mis hermanos, lo que yo acabo de decir en esta definición. Evangelizar no es lo mismo que compartir nuestro testimonio de conversión. Hay personas que creen que cuando le cuentan a otro pecador cómo fue que él se convirtió, la historia de su conversión, él está evangelizándolo. Puede ser que el testimonio tenga lugar cuando uno comienza una conversación con un pecador, pero nunca equipares tu testimonio de conversión con compartir el evangelio. Tampoco es una simple defensa de nuestra fe. Hay creyentes que son apologistas por naturaleza. Les encanta discutir, defender la fe, probar que la Biblia es la palabra de Dios, probar que Dios existe. Pero hermanos, eso no es evangelizar. Yo puedo tratar de probar que la Biblia es la palabra de Dios. Yo puedo tratar de probar que existe Dios y nada de eso es equivalente con predicar el Evangelio. Tampoco es hacer obras de bien social que evidencien el amor de Dios a través de nuestras buenas obras. Y obviamente las buenas obras son importantes. La misma Bíblia lo dice. Somos hechura suya. Luego que Pablo dice que somos salvos por gracia y no por obras para que nadie se gloríe. Pablo dice en el versículo 10 porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Y Santiago dice, tú tienes fe, muéstramelo. ¿Por qué? Por medio de las obras. Así que no es que las obras no sean importantes, pero hacer obras de bien social tampoco puede equipararse con la tarea de evangelizar. Hermanos, nosotros tenemos una noticia que compartir con el incrédulo. Es una noticia. Eso es lo que significa la palabra evangelio. Una buena noticia. Tenemos una noticia que compartir con el incrédulo acerca de lo que Dios hizo en Cristo para salvar a pecadores culpables sin pasar por alto su justicia. Pablo lo dice de esta manera en 2 Corintios capítulo 5 versículo 20 porque somos embajadores en nombre de Cristo. Eso es lo que somos. Somos embajadores en nombre de Cristo y esto es increíble porque Pablo dice como si Dios rogase por medio de nosotros. Dios está usando seres humanos como tú y como yo para que compartamos el evangelio con otros seres humanos como tú y como yo. os rogamos en nombre de Cristo reconciliados con Dios y es que Pablo añade al que no conoció pecado por nosotros Dios a él lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. Así que evangelizar no es otra cosa que dar a conocer a los hombres el mensaje de reconciliación revelado en las Escrituras. Cuando ese mensaje de reconciliación no ha sido proclamado, el pecador no ha sido evangelizado. Si tú no le hablas a un pecador de la santidad de Dios, de la justicia de Dios, de su pecado, de la muerte de Cristo, del significado de esa muerte, y no lo llamas a la fe y al arrepentimiento, tú no has evangelizado a ese pecador. El hombre está en problema con Dios por causa de sus pecados, porque Dios en su justicia le dará a cada cual lo que merece, pero Él mismo proveyó el medio a través del cual su justicia quedó plenamente satisfecha y los pecadores pueden ser perdonados. La obra redentora de su propio Hijo, nuestro Señor Jesucristo, del cual nos apropiamos por medio del arrepentimiento y de la fe. 3. ¿Quiénes deben evangelizar? ¿Quiénes son los que tienen esa tarea? Y aquí, hermanos, nadie cuestiona el hecho de que la Iglesia tiene la responsabilidad de propagar el mensaje del Evangelio en todo el mundo. Y nadie cuestiona eso porque esa fue la orden expresa, ¿verdad?, de nuestro Señor antes de ascender a los cielos. Y de hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todas las cosas que yo os he mandado. De paso, Y esto no tiene que ver directamente con la evangelización, pero la evangelización es un fin en sí mismo. La evangelización es el primer paso del discipulado. Entonces, yo no ando por ahí, verdad, pariendo hijos espirituales y luego dejándolos por sí solos. No, debemos seguir enseñándoles a guardar todas las cosas que el Señor nos ha mandado. Debemos ayudarlo a venir a ser parte de una iglesia local donde su alma va a ser nutrida, etcétera. Todo eso es parte del discipulado. Pero el punto es que Cristo ordenó esto de manera expresa. Lucas capítulo 24, versículo 46. Así está escrito. Y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y eso fue precisamente lo que hicieron los discípulos en el libro de los hechos. Y una y otra vez nosotros vemos como Lucas reseña en el libro de los hechos el esfuerzo que hicieron los primeros cristianos para llevar el evangelio hasta lo último de la tierra y aún el impacto de ese esfuerzo evangelístico tanto en Asia como en Europa. Pero la pregunta permanece en pie. ¿Quién o quiénes deben llevar a cabo esa tarea? ¿Es esta una responsabilidad únicamente de los pastores? ¿O es esta una responsabilidad que solo tienen aquellos hermanos y hermanas de la iglesia a quienes Dios les ha dado un don especial, el don de evangelizar, y son ellos los que tienen que hacer este trabajo? ¿O Cristo espera que todos los suyos se envuelvan en el cumplimiento de la gran comisión de un modo u otro? La respuesta no es difícil porque el Nuevo Testamento la revela claramente. ¿Sobre quiénes descendió el Espíritu Santo el día de Pentecostés? ¿Sobre los apóstoles? ¿O sobre todos los discípulos que estaban en el aposento alto? El Espíritu Santo descendió sobre todos los que estaban allí. todos los creyentes incluyendo las mujeres y de hecho Pedro dice este es el cumplimiento de lo que profetizó Joel cuando dice el Espíritu Santo vendrá sobre todo sobre vuestros hijos y vuestras hijas y todos profetizarán y la idea es que cuando el Espíritu Santo viene una de las obras que hace el Espíritu Santo en aquel sobre el cual es derramado es dar a conocer la palabra Hay una conexión entre el derramamiento del Espíritu Santo y la predicación del Evangelio. Vayan conmigo a Hechos capítulo 1. Hechos capítulo 1. Versículo 6. Dice que los discípulos que estaban reunidos en el aposento alto le preguntaban diciendo Señor, restaurarás en este tiempo el reino a Israel? Y él les dijo, no os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad. Pero recibiréis poder. ¿Quiénes? Otra vez, los apóstoles o los 120 que estaban reunidos allí. Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros y me seréis testigos en Jerusalén. en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra. Algo interesante que debemos notar aquí. Los apóstoles y la iglesia del primer siglo. ¿Llegó hasta los confines de la tierra? ¿Llevó el evangelio hasta los confines de la tierra? Por supuesto que no. Por lo tanto, la iglesia del primer siglo no pudo cumplir a cabalidad la gran comisión que era ir a todas las naciones. Eso quiere decir que la orden de Cristo no solamente fue a todos los cristianos del primer siglo, es a todos los cristianos de todas las épocas. Y aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Así que todos los cristianos hasta el fin del mundo tienen la responsabilidad de compartir el Evangelio. Noten más adelante lo que pasa en Hechos capítulo 8. Los discípulos parece que se encontraban muy a gusto allí en Jerusalén, todos en comunión. ¿Y qué hizo Dios? Envió una persecución. y dice en el capítulo 8 del libro de los hechos y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte en la muerte de Esteban. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria excepto quienes excepto los apóstoles. Aquí vemos un detalle interesante Dios envía una persecución Todos los cristianos tienen que salir huyendo de Jerusalén excepto los apóstoles. Así que los que salieron huyendo eran cristianos comunes y corrientes como tú y como yo. ¿Y qué pasó con ese grupo de cristianos donde no había ningún apóstol? Vamos a Hechos capítulo 11. Hechos capítulo 11, versículo 19. Ahora bien, ahora Lucas retoma la historia de Hechos 8 y dice Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino cuando la muerte de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie sino a los judíos. Así que sabemos que este grupo Comenzó a predicar el evangelio pero como todavía no tenían un concepto claro de hasta dónde iba a llegar el evangelio, se limitaban a hablar a los judíos. Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Sirene, los cuales al llegar a Antioquía hablaron también a los griegos predicando al Señor Jesús y la mano del Señor estaba con ellos y un gran número que creyó se convirtió al Señor. La iglesia de Antioquía que vino a ser el gran centro misionero del Nuevo Testamento no fue la iglesia de Jerusalén. Fue fundada por un grupo de creyentes comunes y corrientes donde no había ni un solo apóstol. y fue a esa iglesia que Dios usó para llevar el Evangelio por toda Asia y por toda Europa. Así que hermanos, todos tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje del Evangelio. Esa es la enseñanza explícita del Nuevo Testamento. ¿Qué dice 1 Pedro 3? Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. ¿A quiénes les dice eso el apóstol Pedro? A todos los cristianos de esa iglesia que estaban siendo perseguidos. Dice, cuando ustedes reaccionen como cristianos en medio de la persecución, eso va a levantar preguntas. las personas le van a preguntar, ¿pero cómo es posible que ustedes estén siendo perseguidos y que puedan reaccionar como reaccionan? Bueno, ahí estén preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que demande razón de la esperanza que hay en vosotros. Ahora bien, ¿hay algo que muchos cristianos suelen pasar por alto cuando hablamos de la responsabilidad de evangelizar? Sí, todos sabemos y yo no tengo que hacer más esfuerzo para demostrarles que todos tenemos la responsabilidad de compartir el evangelio. Pero hay algo que podemos fácilmente pasar por alto al hablar de ese tema. Y es el hecho de que el evangelio que predicamos como individuos debe ser respaldado por una comunidad de creyentes que vive el evangelio. Lo que hacemos como individuo. Lo hacemos en conexión con una comunidad a la cual pertenecemos, llamada la iglesia local. Esa es la clara enseñanza del Señor Jesucristo. Por ejemplo, en Juan capítulo 13, versículo 34. ¿Recuerdan ustedes cuando el Señor les dice a los apóstoles yo me voy y ustedes no me pueden seguir ahora? Bueno, señores, entonces, ¿qué vamos a hacer nosotros mientras tanto? Dice el Señor en el versículo 34, un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros, que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. De paso, un mandamiento nuevo, ¿qué tenía de nuevo este mandamiento? Porque en el Antiguo Testamento el Señor dice, ama a tu prójimo como a ti mismo. Entonces, ¿por qué era nuevo este mandamiento? Lo que es nuevo en este mandamiento es esto que dice el Señor, como yo os he amado. Ese estándar es nuevo. Entonces dice Cristo, un mandamiento nuevo os doy. que os améis unos a otros, que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros. Así que aquí está la gran apología del cristianismo de parte de la iglesia, el amor que nos tenemos unos a otros. Así es que el mundo va a conocer que verdaderamente nosotros somos del Señor. Es a través del amor entre los cristianos que el mundo puede ver una representación viva del poder del evangelio. Esa es una de las razones por las que Dios tiene a su iglesia en el mundo. Mark Dever dice lo siguiente. Cada cristiano tiene la responsabilidad de hacer visible el evangelio del Dios invisible. Y ahora añade, el amor de Dios de una forma suprema debe ser revelado en la iglesia. El amor de Dios de una forma suprema debe ser revelado en la iglesia. El tipo de evangelismo que el Nuevo Testamento presenta no es el de creyentes aislados dando testimonio de lo que Cristo hizo en ellos, no. El Dios invisible espera que su carácter se haga visible en el mundo a través de las iglesias locales. ¿Recuerdan 1 Juan 4, 12? Nadie ha visto jamás a Dios. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros. El amor de Dios se hace visible. Como dice John Stott, explicando este versículo, él dice el Dios invisible que una vez se hizo visible en Cristo, Ahora se hace visible en los cristianos si nos amamos unos a otros. Esta es una declaración sorprendente, dice John Stott. La iglesia local no puede evangelizar, proclamar el evangelio de amor, si ella misma no es una comunidad de amor. Así que debemos proclamar el mensaje del evangelio, pero esa proclamación será eficaz en la misma medida en que nosotros seamos capaces de conectar ese mensaje a los ojos del mundo a través de concretar, perdón, ese mensaje a los ojos del mundo a través de la iglesia local, el cuerpo de Cristo. ¿De qué se trata el mensaje del evangelio? de que Dios amó gratuitamente al mundo con un amor tan grande que estuvo dispuesto a pagar él mismo la deuda del pecador. Bueno, si vamos a estar proclamando ese mensaje, es obvio que solo será eficazmente proclamado en un contexto de sanidad y de amor. Cristo vino al mundo porque el pecado no es un juego para Dios y no debe serlo para nosotros tampoco. Pero debemos mostrar de formas concretas ese gran amor que hizo posible una redención tan grande. Así que hemos visto ya qué es el evangelio. Hemos visto qué es evangelizar. Hemos visto quiénes deben evangelizar y en qué contexto. Por eso es que Max Teil habla de crear en la iglesia una cultura de evangelización. Pero ahora viene la última pregunta. ¿Cómo debemos evangelizar? cómo debemos hacerlo. Y hay varios puntos aquí que quisiera compartir brevemente con ustedes. En primer lugar, y yo sé que esto puede sonar demasiado evidente, debemos orar. Debemos orar Recuerden lo que hemos dicho muchas veces. Bueno, digo recuerden, no a los estudiantes del 222 que me están viendo por la internet, pero si los miembros de nuestra iglesia me han oído decir esto más de una vez. Nosotros somos equipos de rescate que salen al mar después de un naufragio para encontrar cadáveres, pero no para darles honrosa sepultura, sino para darles vida. Y para eso, ¿quién es suficiente? Nosotros debemos orar. Algunas personas piensan que si Dios es soberano en la salvación de los pecadores, entonces no tiene caso que oremos. De hecho, si Dios es soberano en la salvación de los pecadores, en la mente de estos hermanos, de estos creyentes, tampoco tiene caso que prediquemos o no prediquemos. Si fueron elegidos, se van a salvar como quiera. No, el razonamiento bíblico es a la inversa. Precisamente porque la salvación está en las manos de Dios y no en las nuestras, nosotros debemos pedirle a Él que bendiga su palabra trayendo a los pecadores al arrepentimiento. Si yo creyera que la salvación está en la mano del pecador, ¿para qué pedirle a Dios que lo convierta si Dios no puede hacer nada? O sea, ya Dios hizo su parte. Él trajo a su hijo, envió a su hijo, murió en la cruz y ahora el pecador que se las arregle como pueda. Pero eso no es lo que la Biblia enseña. Dios salva al pecador. Como dice el libro de Jonás, la salvación es de Jehová. La salvación es del Señor. Precisamente por eso yo puedo pedirle a Dios que obre en el corazón de los pecadores. Noten lo que dice Pablo en Romanos capítulo 10, versículo 1. Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por ellos, refiriéndose a sus hermanos de raza, los judíos, mi oración por ellos es para su salvación. Lo sorprendente de esta declaración de Pablo es que unos versículos más atrás en el capítulo 9, versículo 15 al 16, Pablo dice, Porque él dice a Moisés, hablando de Dios, tendré misericordia del que yo tenga misericordia y tendré compasión del que yo tenga compasión. Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Pablo acaba de decir en los términos más claros posibles que Dios es soberano en la salvación. Sin embargo, él dice, pero yo le oro a Dios. Que salve a los pecadores. Porque, hermanos, Dios no solo eligió a los que se van a salvar, Dios también eligió los medios a través de los cuales serán salvados. La oración y la predicación de la palabra. La oración y la predicación de la palabra agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Es por eso que Pablo dice en II Timoteo capítulo 2, versículo 10, él dice yo todo lo soporto por amor a los escogidos para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Pablo creía en la elección, pero dice yo todo lo soporto en mi viaje en misioneros. para que los perdidos puedan escuchar el evangelio, porque es a través de escuchar el evangelio que ellos serán salvos. Mis hermanos, Dios no nos pide que desentrañemos el misterio entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Él nos pide que lo obedezcamos. Entonces, Él nos dice en su palabra, yo soy el que salvo, pero ustedes son los que predican, ustedes son los que oran. Así que oren y prediquen. debemos orar, hermanos, al predicar el evangelio debemos hacerlo en oración. Y gracias al Señor que nos ha dado la capacidad de ser multi, ¿cómo diríamos eso en español? Multifacéticos. O sea, nosotros podemos estar hablando con el pecador y al mismo tiempo diciendo Señor, ayúdame, Señor, ayúdame, dame luz. O a veces el pecador está hablando, le está preguntando algo y usted está diciendo Señor, ayúdame, Señor, ayúdame, dame luz, dame gracia, obra en su corazón. debemos orar antes de predicar el evangelio en inconverso debemos orar mientras predicamos el evangelio debemos orar después que le predicamos debemos evangelizar en oración 2 otro también demasiado obvio debemos usar la biblia debemos usar la Biblia. Si bien es necesario que nosotros comuniquemos el mensaje de salvación en nuestras propias palabras, porque evangelizar no es repetir como un loro una cadena de versículos bíblicos. Y hay personas que hacen eso. Eso no es evangelizar. Nosotros debemos decir al pecador de nuestras propias palabras cuál es su condición, qué fue lo que hizo Dios. Nunca olvidemos que la palabra de Dios es viva y eficaz. La palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y disierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4 12 Dios ha prometido usar su propia palabra para producir lo que él quiere en el corazón de los hombres. Isaías 55 Su palabra no volverá vacía. Por otro lado, el hecho de citar las Escrituras es una forma de mostrar al pecador que lo que nosotros estamos diciendo no son nuestras propias opiniones personales, sino que estamos entregándoles el mensaje revelado por Dios en su palabra. Así que al evangelizar, usen la Biblia. Usen la Biblia. Tres. Debemos ser claros al exponer el mensaje del Evangelio. debemos ser claros al exponer el mensaje del evangelio. Es decir, debemos hacer un esfuerzo para hablar de tal manera que las personas puedan entendernos. Uno de los problemas que tenemos los cristianos es que muchas veces nos aislamos tanto del mundo incrédulo que olvidamos cómo es que el mundo incrédulo se comunica. Y muchos de ustedes han oído verdad como el error de hablar cristianes. Nosotros hablamos cristianes y es un lenguaje que el pecador no entiende, porque él vive en otro planeta espiritualmente hablando. Yo no sé qué pensará un inconverso cuando escucha a dos cristianos decir, fulano de tal estaba en la iglesia, pero ahora se fue al mundo. Y uno dice, ¿a dónde vivía antes? Estaba en el mundo, no era en Marte, no era en la luna. Entonces nosotros tenemos una clase de expresiones que debemos tener cuidado porque el inconverso no la entiende. En ese sentido debemos tomar en cuenta con quien estamos hablando, porque lo que puede ser claro para ciertas personas puede que no lo sea para otras personas. Por ejemplo, una de las palabras clave del Evangelio es justificación. Somos justificados por la fe sola, dice Pablo en Romanos. Ahora, cuando el inconverso que no habla cristianes escucha la palabra justificación, ¿en qué él piensa? en excusarse. O sea, cuando nosotros decimos, fulano se está justificando. ¿Qué es lo que queremos decir? Que él cometió una falta y ahora él está tratando de explicar por qué fue que hizo lo que él hizo. Entonces resulta que tú le estás hablando al inconverso acerca de la justificación por la fe sola, pero él está pensando en otra cosa. ¿Qué debemos hacer? ¿Eliminar la palabra justificación de nuestro evangelismo? No, pero debemos aclarar que cuando la Biblia dice que Dios justifica al pecador, lo que Él quiere decir es que Él nos declara justos cuando depositamos toda nuestra confianza en la persona y la obra de nuestro Señor Jesucristo. Por otra parte, aunque nuestra meta al predicar el Evangelio no es la de ofender a los demás, esa no es la meta. Nunca debemos sacrificar la claridad del evangelio para no resultar ofensivos. Debemos ser claros y esto no solamente significa hablar de tal manera que me entiendan. Es hablar de tal manera que él entienda su condición. No debemos sacrificar la claridad para no ser ofensivos. Debemos hablar claramente del pecado. Debemos hablar claramente de la impotencia del pecador para salvarse. Debemos hablar claramente del significado de la cruz, de la necesidad de venir a Cristo en arrepentimiento y fe, de la necesidad de creer en Cristo. ¿Qué significa esto? Arrepentirse y creer. De la terrible condenación que le espera a los que rechazan el llamado de Dios. Ese es el ejemplo de evangelismo que nosotros encontramos en el Nuevo Testamento. Vayan conmigo a Hechos capítulo 2, versículo 36. Dice el apóstol Pedro sepa pues con certeza toda la casa de Israel que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis Dios le ha hecho Señor y Cristo o sea Pedro no dijo wow la raza humana ha cometido una falta grave ustedes crucificaron a Jesús eso es ser bien claro y bien directo Y ese es un buen ejemplo de evangelismo. Así que no trates de hacer el evangelio más potable, rebajando sus demandas o escondiendo aquellas partes de la verdad que no suelen ser bien recibidas. Porque si lo hacemos así, estaremos siendo infieles a la encomienda que Dios nos ha dado de traspasar el mensaje de su palabra. Una cosa más antes de pasar al próximo punto en esta última pregunta. Cuidado con usar terminologías confusas para llamar al pecador al arrepentimiento y a la fe. Por ejemplo, invita a Cristo a venir a tu corazón. Pregunta, ¿y dónde aparece esa frase en el Nuevo Testamento? En ninguna parte. ¿Qué significa invitar a Cristo a venir al corazón? Eso es demasiado abstracto. Eso es muy místico. La Biblia dice claramente, arrepiéntete y cree. Ese es el llamado del Evangelio. Es un llamado muy concreto. La Biblia nunca nos llama a invitar a Jesús. a venir al corazón y mucho menos hacer la famosa oración del pecador. No hay ninguna oración del pecador en el Nuevo Testamento. Explica lo que Dios hizo para salvar a los pecadores, explícales por qué necesitan ser salvados y después dile que se arrepientan de su pecado y que crean en el Señor Jesucristo. Ese es el llamado de la Biblia. Nadie puede abrazar a Cristo como Señor y Salvador a menos que crea y se arrepienta. Hechos capítulo 16, versículo 31, el carcelero de Filipos. Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ven y haz con nosotros la oración del pecador. No, cree en el Señor Jesucristo. Más adelante en Atenas, ¿qué dice Pablo en los atenienses? Dios ha mandado a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. Romanos capítulo 1 versículo 16 porque no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que crea al judío primeramente y también al griego porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito más el justo por la fe vivirá es un llamado a arrepentirse es un llamado a creer. Y el mismo Señor Jesucristo nos dejó ese ejemplo. Dice en Marcos capítulo 1, versículos 14 y 15, que cuando el Señor comenzó su ministerio en Galilea decía, el reino de Dios se ha acercado, arrepentíos y creed en el Evangelio. Cristo nunca llamó a nadie, ni siquiera Él mismo que estaba allí, nunca le dijo a nadie, invítame a entrar en tu corazón. No, cree y arrepiéntete. Cuarto, en cuanto a cómo hacerlo. Debemos provocar que las personas reflexionen sobre lo que estamos diciendo. Debemos provocar un diálogo. Obviamente, yo estoy dando aquí una clase y, lamentablemente, no puedo recibir retroalimentación de parte de ustedes. No es la forma como a mí me gusta dar la clase, pero es el formato que tenemos en este curso. Pero cuando tú hablas con un pecador, no te pases una hora, telelé, telelé, telelé, telelé. Entonces estás conversando con Él. Hazle preguntas, provoca reflexiones. Eso es algo que el Señor hacía cuando trataba con las personas, moverlos a reflexionar. Por ejemplo, Mateo capítulo 21. Mateo capítulo 21, versículo 32 en adelante. El Señor dice aquí, escuchad esta parábola, dice en el versículo 33. Había una vez un hacendado que plantó una viña, la acercó con un muro. Ustedes conocen la historia y dice después, al final de la historia, cuando venga pues el dueño de la viña, ¿qué hará a esos labradores? Y ellos le dijeron llevará a esos miserables a un fin lamentable y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo. Jesús le dijo Nunca leísteis en las escrituras la piedra que desecharon los constructores es esa esa en piedra angular se ha convertido y luego les dice cómo el señor va a quitar el reino a los judíos para dárselo a los gentiles. Pero qué es lo que hace el señor provocarlos a reflexionar. Más adelante en el versículo 45 dice, al oír sus palabras, los principales sacerdotes y los fariseos comprendieron que hablaba de ellos. O sea, esta historia no quedó en el vacío. Ellos entendieron que la espada se le estaban clavando a ellos mismos en el corazón. Hermanos, recuerden que la mayoría de las personas escucha el evangelio a la defensiva. La mayoría de las personas. Porque no quieren admitir que ellos están mal. El hecho de hacerlos reflexionar es una forma de despertar sus conciencias y probablemente el mejor ejemplo bíblico que nosotros tenemos en la historia de las Escrituras es Natán con David. Cuando Natán llega donde David, Y le dice, déjame contarte una historia. Mira, había un hombre rico que tenía muchísimas ovejas y tú no sabes lo que hizo. Hoy le fue y le quitó a la pobre ovejita que tenía un hombre que no tenía nada más que esa ovejita y se había encariñado con ella para hacer una fiesta con los amigos. ¿Qué tú crees que debemos hacer con ese hombre? Y dice David inmediatamente, es digno de muerte. Hasta que Natán le dijo, tú eres ese hombre. Tú fuiste el que le tomaste la ovejita a Uriah de Teo. Despertó su conciencia. Y eso llevó a David al arrepentimiento. Por supuesto, en el caso de David, Natán estaba tratando con un creyente. Pero no debemos olvidar que todos los seres humanos traen consigo de fábrica una conciencia que les dice que lo malo debe ser castigado y que lo bueno debe ser recompensado. Así que nosotros contamos con un aliado en el corazón de los pecadores cuando compartimos con ellos el mensaje del Evangelio. Eso es algo que está entrelazado en lo más profundo de sus personalidades como seres creados a la imagen de Dios. Así que debemos apelar a sus conciencias haciéndoles preguntas. A veces yo, cuando estoy conversando con alguien del Evangelio, le digo, ¿a ti no te molesta que los malhechores se salgan con la suya? ¿A ti no te molesta que los políticos corruptos hagan y deshagan y nadie les puede poner la mano? Y todo el mundo inmediatamente dice, claro que me molesta. Entonces, ¿tú quieres justicia para los demás? ¿Y qué tú crees que van a hacer contigo cuando tú te presentes en el tribunal de Dios? Entonces, esas preguntas ayudan al inconverso a decir, oh, oh, no son los políticos los que están en problemas solamente, yo estoy en problemas. Entonces, provócalos a reflexionar. Una última sugerencia. es que al evangelizar debemos usar la iglesia. Al evangelizar debemos usar la iglesia. Evangelizar no es lo mismo que invitar a una persona a los servicios de adoración en la iglesia. Pero es perfectamente apropiado y recomendable que invitemos a las personas a venir a nuestros servicios de adoración. no solo para que se expongan a la predicación de la palabra, sino también para que ellos puedan interactuar con el pueblo de Dios. Y eso probablemente, si la iglesia es una iglesia sana, repito, si la iglesia es una iglesia sana, eso los va a ayudar a vencer algunos prejuicios. Ahora bien, esa no es la única manera en que nosotros podemos usar la iglesia en nuestra labor evangelística. los incrédulos no solo necesitan escuchar el mensaje del evangelio predicado desde el púlpito. Ellos también necesitan observar cómo es que ese evangelio opera en la vida de las personas que lo profesan. Y eso ya lo dijimos antes. Juan capítulo 13 de nuevo, versículos 34 al 35, que os améis unos a otros. Así el mundo conocerá que sois mis discípulos. Y luego en Filipenses, en Filipenses capítulo 2, Versículos 14 y 15, dice el apóstol Pablo, hace todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin tacha, en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandeceis como luminares en el mundo. Ustedes son las luces que el mundo tiene. Pero el mundo tiene que verlos. Por eso me encanta esta definición que Max Tile da de la iglesia en su libro, de la iglesia local. Dice, ¿qué es una iglesia local? Es una asamblea de cristianos nacidos de nuevo, bautizados, que hacen un pacto en amor para reunirse regularmente bajo la autoridad de las escrituras y el liderazgo de los ancianos para adorar a Dios, ser una imagen visible del evangelio y al final dar gloria a Dios. Eso es la iglesia local. Nosotros debemos dar una imagen visible del evangelio. En ese sentido, hermanos, todo lo que la iglesia hace debe ser un reflejo del evangelio. Cuando los pastores oran en el culto debe ser un reflejo del evangelio. Cuando cantamos los himnos, mi gran queja con mucha de la adoración contemporánea es que son himnos muy bonitos, pero no tienen evangelio. No le explican al pecador Que son pecadores y que necesitan la cruz La mayoría o para no ser injusto Muchos de los himnos contemporáneos Hablan del amor de Dios, del poder de Dios Del cuidado de Dios, de que hermoso es Dios Pero nada de eso va a llevar a un pecador al arrepentimiento A menos que entienda que está en problemas con ese hermoso Dios Y que Él diseñó un plan de salvación a través de la cruz Así que nuestros himnos deben ser evangélicos deben conllevar el mensaje del evangelio la predicación de la palabra en cuantos púlpitos hermanos se está predicando un mensaje terapéutico o un mensaje moralista en vez de predicar el evangelio Así que los pecadores van a la iglesia y no escuchan el evangelio. Lamentablemente, lo que estamos diciendo es trae al pecador a la iglesia para que él oiga el evangelio cuando oramos, para que él oiga el evangelio cuando cantamos, para que él oiga el evangelio cuando predicamos, para que él vea el evangelio cuando celebramos la Santa Cena, para que él vea el evangelio a través del bautismo. Es que todo debe ser un reflejo del evangelio. Pero el papel de la iglesia en el evangelismo no se limita a lo que sucede los domingos en el servicio de adoración. Mark Dever dice, sí, tú debes invitar a las personas a los servicios en la iglesia y a los eventos evangelísticos especiales, pero debes considerar también traerlos a tu propia vida y a las interacciones de relaciones que existen en tu congregación. Invítalos a tu vida, no solamente a la iglesia. Hermanos, ese es el gran reto de los cristianos, ser distintos sin aislarnos. Ser distintos sin aislarnos. De Cristo se dice en la escritura que era amigo de pecadores. Mateo capítulo 11, versículos 16 al 19. Él era amigo de pecadores. Sin embargo, en Hebreos capítulo 7, versículo 26, dice que era separado de los pecadores. Por fin, ¿Cristo era amigo de los pecadores o era separado de los pecadores? Sí. Las dos cosas. Ambas cosas eran verdad con respecto a Cristo y debe serlo con respecto a nosotros. Yo creo que el punto está en entender que nosotros no vivimos para nosotros mismos. Porque no vivimos para nosotros mismos es que somos distintos. Pero esa es la misma razón por la que no debemos aislarnos. Estoy leyendo un libro escrito por una hermana que antes fue lesbiana y que fue activista, feminista, profesora de literatura inglesa en la universidad, Rosaria Borderfield. Y ella nos cuenta cómo ella conoció al Señor, una persona súper intelectual. Y sin embargo ella nos cuenta cómo en una ocasión ella escribió un artículo en el periódico de su ciudad en contra de los cristianos. La respuesta que recibió lamentablemente de los cristianos fue increíblemente airada, diciéndoles que ellos van a estar contentos cuando la vean ardiéndose en el infierno. Hasta que un pastor le escribió una carta muy razonable y muy amorosa. Y dice ella, esa fue la única carta que yo respondí. Ese pastor la invitó a su casa a cenar junto con su esposa. Y dice, ellos se hicieron mis amigos. Y no solamente se hicieron mis amigos, dice ella, se hicieron amigos de mis amigos. Que ya ustedes se pueden imaginar con qué grupo ella se desenvolvía, ella vivía con su pareja. Y poco a poco, dice, yo me di cuenta que ellos no se habían acercado a mí como un proyecto evangelístico. Ellos estaban interesados en mí como persona. Y la ganaron para el Señor. Y ahora Rosaria Butterfield es la esposa de un pastor. Que está escribiendo libros para ganar a otros para Cristo dentro de su comunidad LGBT. De su antigua comunidad LGBT. Entonces hermano, nosotros somos sal y luz del mundo. Y eso no se puede hacer por control remoto. Nosotros tenemos que estar cerca del pecador. Hay un mundo allá afuera urgentemente necesitado del mensaje de salvación que el evangelio anuncia. Y nosotros tenemos la responsabilidad de dar de gracia lo que de gracia hemos recibido. Es por eso que es tan importante crear una cultura de evangelismo en la iglesia, como Max Tile demuestra en su libro. El evangelismo no es un programa. La persona dice, entonces, ¿cuál es el programa que esta iglesia tiene para evangelizar? No, la iglesia no tiene ningún programa para evangelizar. Esto no es un asunto de programa, es un estilo de vida. Es un estilo de vida que un grupo de creyentes que ama a Cristo y ama a los perdidos está dispuesto a asumir saliendo de su zona de comodidad para alcanzar a los perdidos con el evangelio. Es de eso que se trata todo esto. Nuestra responsabilidad no es convertir a los pecadores. Gracias al Señor. Esa no es nuestra responsabilidad. Eso solo puede hacerlo Dios. Pero Él nos ha dado el privilegio de ser embajadores para rogar en su nombre a los pecadores que se vuelvan a Él. Y ahora escuchen la parte más impresionante de esto. Cuando nosotros nos envolvemos en el evangelismo personal, No sólo pecadores pueden ser salvados y traídos de la muerte a la vida, sino que también nosotros mismos recibiremos el beneficio de un mayor entendimiento de las riquezas que tenemos en Cristo. Cuando tú predicas el Evangelio, tú afianzas el Evangelio en tu propio corazón. Por eso quiero concluir la clase con esta cita de Max Style que me impactó profundamente cuando la leí. La evangelización es más grande de lo que podemos ver. Recuerda la promesa de Dios. Él te está dando a ti un entendimiento más completo de las riquezas que tenemos en Cristo cuando evangelizas. Él te está dando sus ojos para que veas a las personas como Él las ve. Él te está ayudando a comprender el rico significado del mensaje que llevamos y te está ayudando a depender de Él para obrar en la vida de otras personas. Así que cuando tú evangelizas, no solo puedes ayudar a otros, te estás beneficiando tú. Es un medio de gracia para tu crecer en Cristo y en tu entendimiento del Evangelio. Damos gracias al Señor por darnos la honra, el honor y el privilegio de ser embajadores Suyos para rugar a los hombres, en nombre de Cristo, que se reconcilien con Dios. Vamos a orar. Padre, queremos darte gracias por habernos dado la oportunidad de compartir este material. Gracias por hombres como Max Thiel, como Mark Dever y los libros que han escrito acerca de este tema. Pero Señor, ayúdanos, como te pedíamos al principio, a no ser meros oidores olvidadizos, sino hacedores de la obra. Danos un mayor amor por Cristo. Danos un mayor amor por los perdidos para que podamos ser evangelistas a tiempo completo. Glorias sean dadas a Ti, Señor, en Cristo nuestro Salvador. Amén y Amén.
C222 5. La Evangelización
Series C222 Temas
Sermon ID | 52317637505 |
Duration | 58:44 |
Date | |
Category | Conference |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.