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Bueno, vamos a comenzar entonces. Bienvenidos al curso C222, y hoy tenemos este libro que es verdaderamente, o realmente, Soy cristiano. Es un libro del Ministerio NYMAG, del autor Mike McKinley, y este módulo en especial de este curso es algo que por ahí les va a chocar a muchos de los líderes, porque no se imagina un líder que comience un curso así por internet, donde justamente ese curso de liderazgo le va a permitir a la persona desarrollar todo su potencial, podemos decir, en sus iglesias, pero ellos no esperarían o ninguno esperaría que se cuestione sus salvaciones, es decir, realmente eres cristiano, realmente has nacido de nuevo, ¿Realmente Jesucristo es tu Salvador y Señor? Alguno podría decir, bueno, no se le cuestiona eso a un líder. Se supone que todos los que se anotaron al curso son creyentes en Jesucristo. Pero eso es una suposición. Dentro de tantos de miles de estudiantes que hay en el curso, ¿será que alguno se anotó a este curso para decir, bueno, estoy concurriendo a una iglesia evangélica, me gusta servir a Dios y por medio de este curso me va a posibilitar presentar a mi iglesia como un aval, como una especie de certificado donde voy a poder servir a Dios? Pero, ¿qué tal si esa persona está simplemente en la iglesia. ¿Qué tal si esa persona simplemente simpatiza con Jesús, como vamos a ver ahora, pero nunca conoció realmente quién es el Salvador? Hay dos libros que para mí son un referente en cuanto a la instrucción pastoral, en cuanto a la instrucción de liderazgo, que plantean exactamente lo mismo, cuestionan la salvación de quien ingresa, ¿sí?, al seminario, al instituto, al aprendizaje. Hay un libro llamado El pastor reformado de Richard Baxter, que fue un puritano. En el primer capítulo de ese libro, él justamente lo que hace es lo siguiente, cuestionar si el pastor es creyente. Y insiste mucho en eso de que si un ciego guía a otro ciego, o sea, el líder va a guiar a otras personas en el camino del Señor Jesucristo, pero si la persona está ciega al Evangelio, los dos, como los fariseos, van a caer en la fosa, van a caer en el hoyo. ahora otro libro también que me ha hablado mucho en mi vida es discursos a mis estudiantes de y él hace exactamente lo mismo que Baxter ¿Sí? Cuestiona a sus estudiantes de que ellos ingresaban a una especie de eh de internado así que estaban todos los pastores. Cuestiona la salvación. Y en este eh módulo del curso C dos veintidós vamos a hacer exactamente lo mismo. Yo me en tercera persona como diciendo, bueno, el que necesita la conversión no es el líder, es a quien el líder va a predicar, va a guiar. O nos dirigimos en segunda persona, tratamos de tú. Y realmente vamos a dirigirlo así, como es el espíritu del libro de McKinley. Vamos a comenzar entonces con él. Vamos a hacer un resumen, básicamente, pero Cada módulo tiene algo que voy a rescatar. El libro es muy largo, da muchas citas bíblicas, pero sí voy a rescatar algo de cada capítulo del libro. Y hay una introducción. La introducción la pueden ver ahí en pantalla. El autor decía más o menos así, la carrera cristiana es una carrera bastante extraña. Muchos dicen ser cristianos, pero no lo son. Imaginemos una maratón donde todos tienen el número de competidor, donde todos tienen sus zapatillas deportivas, su calzado deportivo y están listos para correr y uno a medida que va en esa carrera ve a estos corredores en diferentes posiciones, en diferentes situaciones. Como decía el autor del libro, ve algunos corredores que dicen que son cristianos, que están como en la línea de largada, listos para salir, pero son como estatuas. Nunca arrancan. Siempre dicen voy a alargar la maratón, voy a correr esta maratón, pero están allí. comparado con aquellos cristianos que dicen, voy a vivir mi vida cristiana, voy a seguir al Señor Jesucristo, soy un discípulo de él, pero vemos que en su vida no pasa absolutamente nada. Otros que sí habían comenzado supuestamente la carrera cristiana, los ves sentados a la orilla del camino, a la orilla de la carretera, exhaustos, y dicen, hasta aquí llegué, no voy a terminar esta carrera, vuelvo a mi casa, ha sido una linda experiencia comenzar, pero me quedo allí. y algo más extraño, dice el autor, vas a ver que en esta maratón cristiana, algunos vienen corriendo en sentido contrario. Es decir, toda la maratón de cristiano va por esta avenida, por esta calle, y ves doscientas personas corriendo en sentido opuesto. Decía, ¿a dónde van? ¿Cuál es la meta de ellos? Si la meta es Jesucristo, si la meta es seguir al Señor, ¿dónde están yendo? ¿Por qué cambiaron de dirección? Bueno, en este mundo que se llama cristiano evangélico vamos a encontrar de todo. y lo que nos dice la Palabra de Dios, que es el que persevera hasta el fin. ese será salvo. Comparado con esto de la meta, aquel maratonista cristiano que inició la carrera, la inició justamente porque Dios lo salvó, la va a terminar, va a llegar a la meta. Muchas personas que decían ser cristianos, van a comenzar esa carrera, la van a abandonar, van a terminar en otra meta que no es Jesucristo, algunos van a quedar exhaustos en el camino y no van a querer seguir. persevera. Así que este libro es un examen de nuestra vida cristiana, pero déjenme decirle algo. El examen que platea el libro no es un examen simplemente como quien se mira al espejo y se pregunta, yo soy cristiano, y va leciendo los capítulos del libro y los versículos de la Biblia, sino que es un examen de la persona también a la luz, no solamente de la palabra de Dios, sino de la opinión de otros cristianos. eso lo deja muy en claro el libro al principio esto es para que sea examinada la persona con el testimonio de otros porque como vamos a ver ahora en el primer capítulo nuestra autopercepción puede fallar vamos a comenzar no eres cristiano punto uno no eres cristiano simplemente porque digas serlo alguna vez no sé cómo se dice aquí pero una camiseta, una camiseta deportiva, ¿no ha pasado que esas camisetas que no tienen ninguna inscripción, no tienen ningún texto, se lo hayan puesto al revés y hayan salido así a caminar? Y alguno le haya dicho, mira, tienes la camiseta al revés, qué vergüenza, ¿verdad? Uno llega a su casa o a algún lugar y se lo pone bien. Pero eso es lo que decía el autor McKinley. Muchas veces los cristianos tienen, los falsos cristianos, ellos creen que están bien, que salen a su mundo eclesial, a la comunión de la iglesia, y dicen yo soy uno más de ellos, soy cristiano también. Pero se lleva la camiseta al revés, en realidad no era cristiano. A mí me pasó hace poco en una conferencia, que ustedes saben, soy de Argentina, y cuando llegué a la conferencia o iba por el ascensor para bajar al salón de conferencia, la gente me miraba y obviamente cada cual llevaba su identificación y me empezaba a hablar, pero me empezaba a hablar en inglés. Y yo decía, ¿por qué? Dice, Argentina, hablamos español. No creo que hayan conquistado mi país en los breves tres días que me fui y hayan hablado otro idioma o que mis hijas cuando vengan estén hablando en inglés. Bueno, pasó. Llego a la conferencia, después en el break, la gente me sigue hablando en inglés. Y yo me pregunto, ¿es que no saben leer? Es que bueno, quizás mis facciones no son muy argentinas, pero así todo, ¿por qué? Hasta que en un momento levanto mi tarjeta y veo que dice Alejandro Riff, Estados Unidos. Y yo no soy de Estados Unidos. ¿Qué pasaba? Yo pensaba que los demás no se daban cuenta, soy argentino, me tienen que hablar en español. pero yo tenía la tarjeta equivocada, tenía la nacionalidad equivocada. Y así puede pasar con muchos falsos creyentes. Ellos salen a la vida eclesial, se relacionan con otros hermanos, trabajan en la iglesia, pero no han nacido de nuevo, no son creyentes verdaderos. Ellos piensan que su tarjeta dice soy cristiano, que su ciudadanía es soy un ciudadano de los cielos. Pero su tarjeta no dice eso, su tarjeta dice mundo. Y es por eso que muchas veces se llevan muy bien con la gente del mundo, con sus compañeros de trabajo, de facultad, de colegio, los involucran en sus mismas charlas pecaminosas y no hacen diferencia con él. Pero cuando está en la iglesia, él piensa que tiene la tarjeta correcta. Es como llevar la camiseta puesta al revés, como dice ahí. Hay un versículo que vamos a ver en cuanto a esto. Se encuentra en Mateo 7, veintiuno y veintitrés dice así no todo aquel que me dice señor señor entrará en el reino de los cielos sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos muchos me dirán en aquel día señor señor no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros entonces les declararé nunca os conocí apartados de mí hacedores de maldad pónganse a pensar en esta persona de una parábola que dijo el señor Jesucristo Estas personas no solamente creían que tenían el cartel de cristiano mientras estaban en sus iglesias locales, sino que cuando llegaron al día del juicio, llegaron delante de Dios, delante de su trono, Dios los condenó. Pero estas personas dijeron seguramente, aquí debe haber algún malentendido. Nosotros éramos del Señor de Jesucristo, ¿cómo es que estamos condenados? Jesús dijo, no todo el que me diga Señor, Señor. Ellos en la tierra usaban a diario el nombre del Señor, Señor Jesús esto, terminaban sus oraciones en el nombre de Jesús, predicaban en el nombre de Jesús. ¿Qué más hacían? Echaban fuera demonios, hacían muchos milagros. O sea que su tarjeta de presentación, podríamos decir, no era la confianza en Jesucristo, sino era el activismo que podían hacer en sus lugares, en sus ciudades, en sus iglesias. Ellos, delante de Dios en el día del juicio, sacaron su credencial y dijeron, nosotros hicimos todo esto en tu nombre. ¿Cómo es que somos condenados? Bueno, justamente la salvación no es por obras, la salvación no es por mimetizarte con otros cristianos, sino que la salvación es realmente que cuando se usa la palabra Señor, si la usas Señor, es porque te reconoces que realmente eres un esclavo de Cristo, eres un siervo, una sierva de Cristo. y para que Jesús sea Señor es necesariamente tu Salvador. Nosotros sabemos que en nuestra cultura, en nuestro idioma, la palabra Señor no tiene tanto peso. Pero la palabra Kirios en aquel tiempo, que era Señor, no se lo decía a cualquiera, a ninguna persona que pasara por la calle, uno le dice Señor esto, Señor aquello, bueno, en aquel tiempo era realmente rendir la vida a un amo. y en este primer punto muchos dicen ser cristianos pero realmente lo son tenemos en otra diapositiva un consejo examina tu vida si eres cristiano a la luz de la palabra de dios pero no solamente a la luz de la palabra de dios la biblia es suficiente por supuesto pero también dios quiso que los creyentes las personas pudieran crecer en el contexto de una iglesia, en el contexto de otros hermanos, y Dios utiliza otras personas, con la Biblia, por supuesto, siempre con la palabra de Dios, para examinar la vida de otras personas. Entonces, aquellas personas que se aíslan de todo, aquellas personas que se autodefinen cristianas, y en aquellas iglesias donde quizás no le preguntan exactamente a la persona qué es lo que crees, cuál ha sido tu experiencia, o no examinan sus frutos, si realmente está dando un fruto de una vida cristiana o realmente vive como alguien que no conoce a Dios como un mundano. Entonces, mucha gente va a creer que es cristiana, pero hay un libro que Dios lleva a un registro, que se nombra en la Biblia, que es el libro de la vida. Todo aquel que no esté anotado en ese libro, todo aquel que en el día del juicio se pase revista, es decir, se examine quiénes están y no esté anotado en ese libro, serán arrojados al infierno. Entonces, esta es la triste realidad de la parábola. Esas personas, Dios les tuvo que decir, nunca os conocí. No es que lo conocí por algún tiempo y fueron cristianos. Fíjense en cómo se refiere esa frase. Nunca os conocí. Vamos a pasar a este punto, el punto número 2, capítulo número 2. No eres cristiano si no has nacido de nuevo. Uno dice esto es algo muy obvio. Créanme que hoy, en el contexto cristiano-evangélico en general, no es tan obvio. El Nuevo Nacimiento, lo que la Biblia define como Nuevo Nacimiento, ha dejado de ser obvio, y se ha intentado hacer cristianas a las personas a través de otros métodos. Por eso siempre, a veces que tengo la oportunidad de charlar con cristianos que son de otras iglesias, hoy no importa qué es lo que diga el título de la iglesia. Ni siquiera tampoco qué es lo que digan creer, sino que tienes que realmente examinar y tomar contacto para ver si esa iglesia que se dice ser cristiana, evangélica, realmente lo es en la práctica. Y muchas personas les pido que me definan qué es el Evangelio, así, no como un test, pero sin una conversación. Cuando veo que la persona da indicios de que parece que no es creyente, les pido, a ver, cuéntame el Evangelio, ¿cómo es que llegaste a ser cristiano? Y saben qué, muchas personas empiezan a decir, bueno, yo vine a la iglesia. No, no, no, no me digas cómo viniste a la iglesia. ¿Cómo conociste a Cristo? Otras personas empiezan a contar su experiencia familiar. Yo tenía un tío, una abuela, mi madre, mi padre que era cristiano. No, a ver, no me entiendes. Ser cristiano es tener un encuentro personal con Jesucristo. Si Él realmente no sacó tu corazón de piedra, endurecido por el pecado, estando muerto, y te ha dado un corazón de carne, realmente no conoces a Dios. No puedes decir que Jesucristo es tu Salvador y Señor si no has pasado la experiencia de la conversión o nacer de nuevo. Entonces, cuando entrevistamos a las personas, y si yo preguntara a todos los alumnos de este curso CEDO 22, quizás alguno en la casa, escuchando por internet, No se ha cuestionado esto. Pero si tu testimonio de conversión empieza por algo que no es Jesucristo y el arrepentimiento de tus pecados estás en un problema. Porque no ese es el camino. Nosotros tenemos que el Señor Jesucristo se encontró con un maestro de Israel que vino de noche por vergüenza al resto, que no querían que se identifique con Jesucristo, este anciano llamado Nicodemo vino a Jesús, ¿recuerdan? En Juan capítulo 3, versículo 1 al 8. En esta experiencia, que no vamos a leerla por cuestiones de tiempo, pero es una historia de las más conocidas de la Escritura, que nos habla de esta experiencia del nuevo nacimiento. Jesús le dijo a Nicodemo, el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios. Él no lo estaba viendo. Él tenía a Jesús delante y lo reconoció como un maestro bueno. Nada más. No como el Mesías. No como aquel que había prometido a la Escritura. que iba a venir a morir por los pecadores. Entonces Jesús le tiene que ser claro a Nicodemo para realmente ver el reino de Dios, ir al reino de Dios cuando te muera porque ya tenía una edad avanzada, tienes que nacer de nuevo. Tienes que nacer de lo alto, tienes que nacer de agua y del espíritu. Es decir, que el nuevo nacimiento, le está planteando, es una obra espiritual que Dios hace. No solamente basta con leer la escritura. No solamente basta con enseñar a otros la escritura. Ustedes se darán cuenta que Nicodemu era un maestro en Israel. Él le enseñaba la escritura a otras personas, como el curso de liderazgo que puede formar líderes para que ellos enseñen y prediquen a otras personas. pero hasta ese momento Nicodemo no había nacido de nuevo. Así es la realidad de millones de líderes a lo largo del mundo donde no han nacido de nuevo y están enseñando la escritura a otros. Por eso lo importante de este libro es poder hacer este examen. Es incómodo decir, a ver, ¿pero cómo cuestionas que soy cristiano? Vamos a poner un ejemplo. Si yo te pido que te midas la presión, tu presión arterial, que te hagas un sencillo análisis de sangre. Si tú dices, está todo bien, ¿Qué le quedará un examen médico, un chequeo médico fácil? No te incomodará, ¿verdad? Si está todo bien, ¿los resultados cómo van a salir? Van a salir bien. Pero si resulta que tenías la presión a 21 y si resulta que los glóbulos blancos eran en demasía y los glóbulos rojos eran menos, hay un problema ahí. Entonces, si nosotros nos examinamos a la luz de la palabra de Dios, También los invito a los estudiantes que puedan preguntar a otros amigos cristianos, realmente, ¿cómo ves mi vida? ¿Has visto algún cambio que puedas determinar en que, voy a poner en primera persona, Alejandro era de una forma y en otro momento fue de otra forma, que en un momento iba caminando para un lado y en otro momento camina para el otro, en un momento caminaba para el mundo y ahora camina en dirección al Señor Jesucristo, que es la conversión? Le preguntamos a otra persona, ¿puedes ver ese cambio en mi vida? ¿O realmente Puedes ver que yo en el resto de la semana me mimetizo con el mundo, soy uno más con ellos. Pero cuando entro por la puerta de la iglesia me pongo el cartel que dice soy cristiano. Bien, tenemos este tercer punto. Dice, no eres cristiano, perdón, vamos a pasarlo. Ahí estamos. No eres cristiano solo porque te agrade Jesús. Muchas personas, vamos a decir la verdad, son como fans de Jesús. Ahí ustedes pueden ver a alguien que tiene un cartel pintado y agita su bandera, soy cristiano. Para muchas personas ser cristiano es simplemente simpatizar con Jesús, pero la pregunta es, ¿cuántos líderes religiosos no cristianos a lo largo de la historia simpatizaron con Jesús? Miles. ¿Y cómo lo veían a Jesús? Lo veían a Jesús como un maestro bueno, como decía Nicodemo, lo veían a Jesús como una persona realmente cálida, amable, lo veían a Jesús como una persona sabia, Pero ¿qué es lo que le falta? Ver a Jesús que realmente es el Hijo de Dios, que es la segunda persona de la Trinidad. que desde antes de la fundación de este mundo, desde antes de la creación de este mundo, es el Cordero de Dios escogido y que en un momento de la historia de la humanidad iba a venir a nacer y no iba a ser un líder de religión, no iba a ser un maestro bueno nada más, sino que es el Hijo de Dios encarnado y el Hijo de Dios que tiene la misión de ir a la cruz a morir por los pecadores. Obviamente muchas personas simpatizan con Jesús, pero realmente no saben quién es Él. Así podemos ver algunos puntos. Yo diría cuatro puntos que quisiera rescatar acerca de que ¿Qué es lo que tiene que pasar conmigo para pasar de ser un simpatizante de Jesús a ser un creyente en Jesús? Hay un versículo que dice, sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe y que es galardonador de los que lo buscan. Hebreos 11.6. Aquí nos dice, para acercarse a Dios no es una simpatía por Jesús, es realmente tener fe. Y la fe no es lo opuesto a una comprensión mental. Algunas personas dicen, bueno, si no lo entiendes, usa la fe. No es así. La fe es También un concepto racional, pero el objeto de la fe es el Señor Jesús. Pero cuando uno dice que tiene fe según la fe bíblica, están estos cuatro puntos. Primero, reconocer lo que la Biblia dice acerca de nuestra condición. Somos pecadores. Es decir, la descripción que nos da la Biblia es que estamos espiritualmente muertos. Podemos ir a los primeros capítulos de Génesis y ver cómo Adán y Eva, creados por Dios perfectos, Dios les puso una prueba de obediencia, ellos desobedecieron y entró el pecado en el mundo. Y el castigo de Dios fue, el día que comieres de ese fruto, no dice os enfermareis, no dice se van a enfermar, dice morirán. Y eso es lo que pasó, muerte espiritual. El primer punto, entonces, es comprender con la Escritura y poner la fe en la Escritura, que cuando dice que el pecador está muerto delante de Dios, está muerto. No es que necesite una mejora en Jesús, necesita realmente un nuevo nacimiento, una regeneración, como después vamos a hablar. El otro punto es creer que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. Es decir, comprender toda la persona de Dios como una Trinidad, pero a la vez un único Dios, pero comprender también que Jesús, la segunda persona de la Trinidad, tomó forma de hombre, forma de siervo, y es una unión perfecta entre Dios y el hombre. Esta doctrina acerca de la encarnación de Cristo fue ataque durante mucho tiempo. Hoy puede decir la iglesia evangélica que lo entiende a eso, pero realmente lo predica. Realmente una persona cuando dice, sí, yo acepté, como dicen ellos, a Jesús en mi corazón. Y realmente, ¿conocen quién es ese Jesús? Muchas personas dicen, yo conozco a Jesús porque me sanó de tal cosa. Yo conozco a Jesús porque me prosperó, no sé, en el trabajo, pude comprar una casa. ¿Qué tiene que ver eso con Jesús? ¿Qué tiene que ver eso con la obra en la cruz? No tiene nada que ver. Pero, sin embargo, algunas personas, en vez de referirse a la persona de Jesús, se refieren a alguna bendición que han podido recibir de él. Y eso no es lo que nos dice la Escritura, que es la fe que tenemos que poner en Jesús. El cuarto punto es creer en su muerte sustituta por nosotros, pescadores. lo que fue a hacer Jesús en la cruz, es el mensaje que hoy los evangélicos no entienden. Se predica muy poco de eso. Si uno le pregunta, ¿qué es la doctrina de la sustitución? Que para iglesias que tienen una confesión de fe, eso está está claro. Muchos no lo saben explicar. No saben explicar de que la muerte que me correspondía porque dijo Dios, todo aquel que pecare morirá, vino Jesús como sustituto perfecto Porque yo tengo pecado, yo merezco morir. Ningún otro ser creado podría morir en lugar mío porque también tiene pecado y tiene sus fallas. Pero el perfecto Hijo de Dios, santo y sin mancha, el Cordero, Dios él sí pudo realmente morir en forma sustituta cuando decimos sustituta es que lo hacemos personal lo hacemos él murió por mi pecado entonces es la clase de fe que realmente salva que Jesucristo es el sustituto que murió por mi pecado y la cuarta parte cuarto punto es creer en la Uno dice, pero eso es más que obvio. Miren, hay tantas ideas raras acerca de cómo resucitó Cristo. Muchos aceptan que resucitó, pero ¿realmente resucitó con el mismo cuerpo que murió? ¿Cómo es ese cuerpo? Según entendemos es glorificado. Pero ustedes sabrán que a través de la historia de la iglesia hubo ataques, sobre todo en la iglesia primitiva, acerca de la forma que resucitó Cristo. Entonces, la resurrección de Cristo no es como el final de un cuento, es decir, el final feliz. Como decimos, y colorín colorado, este cuento se ha terminado y ha terminado de la mejor forma, de una manera feliz. No, la resurrección de Cristo es la doctrina, creer en la resurrección de Cristo es creer realmente en todo. Si Cristo no resucitó, la Biblia nos dice que nuestra fe es vana. Entonces, Predicar sobre la resurrección de Cristo no es un accesorio más a la evangelización, es el tema central. Si nosotros vamos al Libro de los Hechos, los apóstoles en sus predicaciones a las multitudes hacían gran énfasis no solamente de la muerte de Cristo, que es la parte obviamente esencial, sino también tan esencial como su resurrección. Entonces, vamos a pasar al siguiente punto. Este tercer punto es tener la fe correcta en lo que es el Evangelio. Si la gente no conoce el Evangelio, podemos decir, no va a nacer de nuevo, no va a ser salvo. No eres cristiano si disfruta de pecar. Bueno, ustedes sabrán que el autor de este libro, Mike McKinley, él pone ejemplos de Estados Unidos, que para nosotros No tiene mucho sentido, pero este ejemplo que se está proyectando es válido tanto para Latinoamérica como para España. Yo estoy seguro que, no quiere decir que sean de este equipo de fútbol cada uno, pero nos daría mucha impresión ver que determinado jugador que viste una camiseta de pronto aparezca con otra al domingo siguiente, al sábado siguiente. Sería algo impactante para nosotros que muchos de ustedes tendrán algún póster, algo de estos jugadores, y resulta que están para el equipo contrario. ¿Le habrán pagado más? Bueno, en el autor del libro él plantea esto también con un deporte que se practica allí. Pero vamos a pensar en esto. Hay una frase ahí que quise rescatar, ¿sí? Un cristiano, y se recuerda, es alguien que ha cambiado de equipo. O sea, no te pones la camiseta de cristiano y sigues jugando para el mundo. ¿Pero cuántos hay así, verdad? O sea, vienen aquí a la iglesia, creen que tienen la camiseta, no vamos a decir de qué equipo para. Pero el resto de los días, el resto de la semana, su comportamiento, su vida, que no la tiene porque no podemos decir que tenga una vida espiritual, sino una vida religiosa, realmente al no nacer de nuevo, al no tener un corazón en Cristo, esa persona va a jugar para el equipo contrario. Y eso le daña mucho a la iglesia. cuando se introduce, y estamos hablando de un curso de liderazgo, qué tal sería un líder donde no ha nacido de nuevo, donde por alguna razón crece en su iglesia, y muchos lo siguen, y ocupan, podemos decir, posiciones donde pueden hablarle a muchas personas, y muchas personas dependen de lo que diga, pero también de cómo viva esta persona. Una de las mayores estrategias de Satanás es levantar a estas clases de personas que pensaban que eran cristianos, que le ponen la camiseta de cristiano, pero están jugando para el equipo contrario. Tienen una vida oculta de pecado, tienen algo que quizás la iglesia no conoce, y cuando su pecado se hace muy escandaloso, cuando su pecado trasciende, podemos decir, para que lo conozca a todas las personas, muchas personas se decepcionan de la persona, pero también se decepcionan ¿de qué? del Evangelio. Entonces, esto es peligroso, jugar para el equipo contrario, seguir en el pecado, pero una de las cosas que hace la Biblia no es definirlo como un equipo, obviamente, sino que te lo define como una familia. Hemos pasado de ser parte de este mundo que está bajo el gobierno del príncipe de la potestad del aire que es Satanás. En un momento el Señor Jesucristo enfrenta a los judíos y les dice, vuestro padre es el diablo, y obviamente no les gustó nada, Pero realmente, cuando Jesucristo nos alma, somos adoptados, que es otra parte de la salvación que nos muestra Dios. Antes estábamos en este mundo y no podíamos decir que Dios era nuestro Padre. En vano decían a esas personas, Padre nuestro que estás en los cielos, sino que cuando somos salvos, somos adoptados por Dios y pasamos a formar parte de la familia celestial. nos dice en 1 Juan capítulo 3, que este 1 Juan capítulo 3, yo lo recomiendo estudiarlo muy bien porque quizás puedan surgir varias preguntas para el examen, es, podemos decir, es un análisis médico del creyente. Con este análisis, uno dice, ¿es o no es? Y para rescatar algunas cosas de este pasaje, ninguno puede permanecer en él y seguir pecando. Ninguno que se diga cristiano lleva una vida habitual de pecado. No quiere decir que la persona que es cristiana nunca va a caer en ningún pecado, tenemos que luchar contra el pecado. Pero no luchamos contra el pecado para ganar nuestra salvación, sino porque hemos sido salvos. Las buenas obras acompañan a los salvados. Entonces, no se puede practicar el pecado y decir soy cristiano. El que sigue pecando no lo ha visto, como dice, ni lo ha conocido. Y también dice Juan, el que practica el pecado Se puede traducir de muchas formas esa palabra, comete, hacer, practicar, pero la idea de contexto es algo continuo. El que practica el pecado es del diablo, no es de la familia celestial. No se puede seguir pecando, ¿por qué? Porque ha nacido de Dios. Eso es lo que recalca el apóstol Juan, nacer de Dios. Y yo diría que el tema central de este libro, al contestar la pregunta ¿soy realmente cristiano? es nacer de nuevo. No puede seguir pecando, o sea, no puede seguir la vida de pecado porque ha nacido de Dios. y el que no practica, también dice en el versículo 10 del capítulo 3, el que no practica la justicia no es de Dios. Entonces podemos evaluar la conducta, podemos evaluar los frutos y decir qué clase de árbol es. Si realmente es un árbol bueno, dará qué cosa, frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Vamos al siguiente punto. Dice, no eres cristiano si no perseveras hasta el fin. Nosotros tenemos este ejemplo que comenté al principio, que también lo dice el autor, acerca de esa maratón. Imaginemos que el que llega a la meta, el que cruza esa línea, no quiere decir que la cruce en primero o segundo lugar, puede llegar, ustedes saben esos que empiezan las maratones y llegan como una hora después, pero llega. Llegan cansados, llegan arrastrándose, apenas tienen fuerza para cruzar la línea, pero ¿qué pasa? Llegan. Y recuerdan el versículo que hemos visto, ¿sí? El que realmente no persevera hasta el fin, mejor dicho, más el que persevera hasta el fin, éste será salvo, Mateo 23, 13. ¿Por qué se persevera hasta el fin? Porque hay realmente en su corazón, realmente hay una nueva naturaleza, Ningún ser humano es constante. Si dependiera de nuestras fuerzas, si dependiera de nuestra capacidad, nunca acabaríamos la meta cristiana, jamás la terminaríamos. Pero sabemos que cuando se experimenta la conversión es el Espíritu Santo de Dios el que regenera el corazón. Y es el Espíritu Santo de Dios, ¿qué más? Que viene a morar al corazón del creyente. Entonces, ¿quién es el que persevera? ¿Somos nosotros los que perseveramos o es el Espíritu Santo que persevera a nosotros? Sería eso. El Espíritu Santo persevera a nosotros, por lo tanto, yo persevero. Si una persona no nació de nuevo, no tiene el Espíritu Santo. Y va a tratar de perseverar en qué? En sus propios esfuerzos morales. Y esas son las personas que en algún momento se van a dar vuelta a la mitad del camino y van a decir, yo no sigo más. Ahora, ¿cómo define la palabra de Dios a esas personas? Tenemos varios ejemplos. Tenemos el ejemplo de Judas y Escariote. Sabemos que era el hijo de perdición, profetizado en el Antiguo Testamento, pero era parte de los doces y hasta último momento parecía que era parte de los discípulos, hasta que traicionó a Jesús. Nosotros tenemos ejemplos por nombre en la Biblia, porque la Biblia da nombres, da el nombre de Imeneo, el nombre de Fileto, el nombre de Alejandro, ¿sí? Y realmente cuando uno ve estas cuestiones, y yo que tengo mi nombre ahí, Alejandro, no es un lindo nombre desde el punto de vista bíblico, porque se describe como alguien que ha traicionado al Evangelio. Tenemos el caso de uno de los colaboradores cercanos de Pablo, llamado Demas, que amando a este mundo se fue. Y lo dejó a Pablo solo en una condición de prisión. Entonces nos preguntamos qué pasó con estas personas. ¿Será que fueron cristianos y luego abandonaron la fe pero después la retomaron? Nosotros no sabemos la historia de cómo terminaron cada uno de ellos. su vida. Sí sabemos cómo terminaron en la escritura. Dejaron el evangelio. ¿Sí? Ahora hay un pasaje vamos a leer en primera Juan dos diecinueve que dice salieron de nosotros pero no eran de nosotros porque si hubiesen sido de nosotros habrían permanecido con nosotros pero salieron para que se manifestara que no todos son de nosotros fíjense que Juan no dice fueron un tiempo de nosotros No, él está diciendo nunca fueron de nosotros. No es que la salvación llegó a sus vidas y luego la perdieron. Nosotros sabemos que la salvación es un hecho unilateral de parte de Dios, es un hecho soberano de parte de Dios, donde la persona que nace de nuevo no puede perderse nunca más. Es más, tiene una nueva naturaleza que no lo va a hacer perseverar en el pecado, sino que lo va a hacer perseverar en la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Entonces, las personas que dejan la carrera cristiana para irse tras el mundo, uno puede suponer esto, nunca fueron de nosotros. Porque si no, ¿qué? Hubiesen seguido corriendo. Seguirían con nosotros. Entonces, al pensar realmente cómo Dios obra en el corazón, recordamos que hablamos de qué cosa, del nuevo nacimiento. Cuántas personas, digamos, cuántas veces una persona puede nacer de nuevo. una sola vez. Dice, lo que es nacido de la carne, carne es, le dice a Nicodemo. Es decir, no se puede volver a meter en el vientre de su madre y nacer. En lo espiritual dice, lo que es nacido del Espíritu, ese Espíritu es. Si la persona nació en Jesucristo, ese Espíritu está en el Espíritu Santo, no puede perderse. Si no, tendríamos que aceptar que tendría que nacer tantas veces como sea necesario para llegar al reino de los cielos. Pero sabemos que el nuevo nacimiento se da una sola vez. Si hablamos del Espíritu Santo como un sello que nos dice la Escritura, es una sola vez. Por lo tanto, la persona tendría realmente que perseverar hasta el fin y alejarse del pecado. Vamos a pasar al siguiente punto. no eres cristiano si no amas a la gente. Uno dice, bueno, pero hay muchas personas que son filántropos, muchas personas que fundan una ONG y ayudan a los necesitados, otros hacen actos para ser vistos por los demás. Nosotros conocemos y podemos buscar en diarios y también en Wikipedia personas a lo largo de la historia y sobre todo del siglo XX, donde se ha empezado a registrar mucho, que son benefactores de la humanidad, ¿verdad? pero no conocen a Jesús. Es más, ni eran cristianos siquiera, ni siquiera estaban dentro de lo que se considera la religión cristiana. Uno dice, pero ¿qué los mueve a esas personas? Tómense en este trabajo. Analicen la vida de cada una de esas personas, pero bien profundamente, y se van a dar cuenta que esas personas, el motivo que tenían detrás, no simplemente era un amor desinteresado, que al principio Kabbalah comenzó así. Después hubieron otros intereses en sus vidas. Después parece como si no había un reconocimiento ya sea de un periódico o de otros lugares, de otras instituciones, esa persona parece que no podía hacer más obras. Es más, las personas benefactoras de la humanidad se han vuelto en un momento de su vida hipócritas y han quebrantado leyes, han hecho un montón de cosas para seguir figurando como las personas buenas que querían ser reconocidas con el aplauso de otros. Pero el creyente ama sin necesariamente ser amado por el otro. Hace buenas obras no para recibir el aplauso, sino realmente porque Cristo está en esa persona y sale de manera natural. El primer punto es amar a otros creyentes. Yo digo, muchas personas han conocido una buena doctrina bíblica y se jactan de conocer mucha teología, se jactan de conocer muchas cosas de la Biblia, pero yo me doy cuenta que a veces en el trato con los demás, El corazón está totalmente alejado de la misericordia y del amor de Dios. Y a veces me pregunto si realmente comprendieron el Evangelio con sus mentes, pero su corazón está apartado de Dios. Ustedes sabrán que hasta último momento los discípulos del Señor, llamemos Juan y Jacobo, Se enojaron con unas personas que rechazaron a Jesús y ellos qué querían hacer? Caer fuego, que caiga fuego del cielo y los consuma como pasó en un caso con Elías. ¿Y Jesús qué le dijo? Ustedes o vosotros no saben de qué espíritu son. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder la Sama de los hombres, no ha venido a condenar al pecador, decir que se pierda. sino a salvar al pecador. Entonces, si nosotros consideramos que aquel que ha sido salvado por Cristo es nuestro hermano, es parte de mi familia, tiene que haber un amor especial. Entonces, uno de los termómetros, podemos decir, para identificar el cristianismo de alguien es el amor, primeramente, por los que son de la familia de la fe. Aquel que dice amar a Dios, pero no ama a su hermano, a cual vea, a cual puede tocar, a cual puede ir a su casa a comer, pero no le interesa. Yo amo a Dios, yo soy cristiano, pero realmente no me interesan los cristianos. ¿Podemos decir que esa persona es cristiana con ese tipo de actitud, con ese tipo de espíritu? No. Si no amas a otros creyentes, es una señal de que no eres cristiano. Si no amas y te das por el necesitado en amor, como digo, no es ser un filántropo, sino realmente hacerlo con un corazón sincero y siempre con algo que nosotros los creyentes tenemos en mente, predicar el Evangelio. O sea, ¿de qué vale ayudar al huérfano, darle de comer a cien niños, si no le decimos una palabra acerca de Dios, acerca de la Escritura? ¿De qué vale hablarle a muchas personas, perdón, hacer bien a muchas personas, si realmente no le damos el principal beneficio que podrían tener, que es conocer a Jesucristo? Nosotros sabemos que las buenas obras no son simplemente alimentar a gente, no es simplemente ir a a la cárcel y visitar, no es simplemente ir al hospital y visitar. Jesucristo lo toma a eso en la parábola cuando dice, ¿cuándo te vimos desnudo y realmente no te cubrimos, o estuviste en la cárcel y no te visitamos, o enfermo y no te atendimos? El Señor Jesús dice, si no le hicieron a estos pequeñitos, A mí no me lo hiciste, pero si se le hicieron a estos pequeñitos, a mí me lo hiciste. Básicamente, el amor por el prójimo es un amor que también es una entrega de parte del creyente, pero también con el propósito de predicar el Evangelio. Aquel que no es cristiano, Aquel que no es de las ovejas del Señor no tiene esa intención, ni no tiene ese sentimiento. Ustedes saben que en el día del juicio Dios va a separar las ovejas de los cabritos. A los cabritos le dice, ustedes no hicieron todo esto, no visitaron cuando estaban enfermos, no fueron a la cárcel, no dieron alimento ni vestido, porque a los cabritos no les interesaba. no era su afición, no era su sentimiento, pero las ovejas del Señor hicieron todo esto, realmente porque eran las ovejas del Señor. Entonces, el segundo punto de este capítulo 6 es el amor a los necesitados. Y el tercero, Dijimos, amor por los creyentes, amor por los necesitados y amor, esto es lo más difícil, ¿por qué? Por los enemigos. El sermón del monte es un claro ejemplo de eso, de amar a los enemigos. La dominación romana en aquel tiempo, Jesús le decía, si alguien te carga, vamos a decir, un kilómetro, ve con el dos, demuéstrale realmente que lo amas. Y para amar al enemigo, ¿qué hay que hacer? Hay que conocerlo. No se puede amar a alguien que no se conoce. Muchas personas aman a su enemigo porque nunca lo han tenido enfrente. Pero cuando lo tienes enfrente, puedes decir, si realmente eres cristiano, Jesús estaba siendo crucificado, estaban repartiendo sus vestidos, y le dijo, Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, pero dijo, Padre, perdónalos. en la misma cruz estaba orando por sus enemigos y los tenía enfrente y estaban atravesando su mano y sus pies con los clavos. Anterior a todo eso le habían puesto la corona de espina, había recibido latigazos y él podía orar así. Dios también pone a veces en prueba a las personas para demostrar su cristianismo frente a los enemigos. No quiere decir que alguno diga, pero a mí me cae mal determinada persona, ¿seré cristiano? tienes que examinarte, pero en última instancia, si realmente eres cristiano, vas a estar delante de esa persona y si la consideras tu enemigo en Cristo Jesús, está la posibilidad de amarlo. Vamos a pasar al siguiente. no eres cristiano si amas tus posesiones". Allí hay una película que nombra al autor, es un hecho real, esto pasó en la vida real, no es ficción, donde esas personas que quieren explorar los grandes cañones allá en Estados Unidos, el gran error de esta persona es que salió solo. a explorar. Y en un momento esta persona cae en uno de esos agujeros que había en los cañones, pero también cae con él una piedra y se atora su mano entre la pared del cañón y una piedra. No vamos a entrar en detalles porque es bastante impresionante todo esto, aún la descripción que se hace, pero básicamente ¿cómo escapaba él de esto con vida? Pasó muchas horas, varios días ahí y ya se deshidrataba, ya iba a entrar en algún colapso, iba a morir solo allí porque no tenía nadie que pasara ni que gritara para que lo escucharan. Entonces la decisión que tuvo que tomar es amputarse un brazo. Esto es lo que dice realmente la Palabra de Dios. Si tu mano, dice el Señor Jesucristo, es ocasión de caer, mejor córtala de ti. y échala. Que todo tu cuerpo se pierda en el infierno. O si un ojo, mejor, sácalo, échalo de ti. Esa expresión, no son para tomarlo en forma literal, pero esto pasó literalmente. Esta persona sacrificó su brazo para seguir viviendo. Y hoy puedes ir contando esa anécdota y se ha hecho una película de esto y el hombre realmente es famoso. Pero ¿habrá sido duro? No. tener que tomar esa decisión. O me quedo a morir aquí, entre la piedra y el cañón, o realmente sacrifico un brazo, la mitad de un brazo, y puedo contarlo. Eso es lo que hizo. Ahora, el amor a las posesiones, el amor al pecado. No solamente las posesiones son simplemente tener una cuenta bancaria, tener una casa o un carro, sino puede haber otras posesiones que son de otro tipo. Pero la Biblia se refiere, en este caso, y el libro también, a algunas posesiones que son de la manera terrenal. Y recordamos en Lucas 18, capítulo 22, versículo 22 al 25, donde tenemos la historia del joven rico. ese joven era un modelo había guardado desde su juventud todos los mandamientos que él podía guardar y Jesús va realmente al grano va a lo que él amaba y le dice con amor porque la vida nos dice que mirándolo el amor le dijo pero te falta una cosa vende todo lo que tienes una cosa sencilla no te va a costar nada vende todo lo que tienes dale a los pobres y ven sígueme tomando tu cruz Esa palabra era fuerte. Tomar la cruz, el joven habrá recordado que en las calles de Jerusalén los condenados a muerte iban con su cruz e iban afuera al Golgota, quizás, o a algún lugar, a morir de la manera más vil. Eso era lo que él estaba diciendo. No solamente renuncia a tus posesiones, sino ven a morir conmigo. Este joven pensó en sus posesiones y dice que se fue triste. Nosotros también tenemos otro caso donde el Señor Jesús usa esta hipérbole, que es más fácil entrar un camello por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos. El amor a este mundo es lo que muchas personas le ha imposibilitado, por así decirlo, seguir a Jesús. Así lo encontramos en la Escritura. Entonces, dentro de este chequeo que nos está haciendo el libro, hagamos este chequeo. ¿Cómo influye eso en nosotros? ¿Soy realmente cristiano si yo, a la hora de tener a Jesús y tener el mundo y mis posesiones y todos mis intereses, yo decido seguir al mundo? Quizás muchos dicen que son cristianos porque no han sido enfrentados todavía con esa realidad. Este joven rico pensaba que era una persona que iba a ir al cielo. Aunque preguntaba cómo hacerlo, él se justificaba diciendo, yo soy una persona buena, moralmente aceptable y sin duda Dios no me va a rechazar en el juicio. Pero cuando fue puesta a prueba su verdadera fe y su verdadero amor, nos damos cuenta que amaba más este mundo que a Dios. No estaba el amor de Dios en él. Entonces, así puede pasar con muchos que, dice la tarjeta cristiano, son enfrentados por Dios en algún suceso de su vida donde realmente va a demostrar a qué Señor sirve. Si sirven a las riquezas, al Dios griego de aquel tiempo mamón, o sirven al Señor Jesucristo. Quizás muchos digan que son cristianos porque no ha llegado el momento de probar esto, pero llegado el momento puede pasar que se decidan por el mundo y ahí prueba que no son cristianos. Vamos al último capítulo. ¿Cómo podemos saber si somos cristianos genuinos? Y vamos a terminar con esto. Hay un repaso, lo voy a leer. de todo lo que dice el libro. No eres cristiano si no crees y confías en los hechos del evangelio. No eres cristiano si disfrutas pecar. No eres cristiano si no perseveras en la fe hasta el fin. No eres cristiano si no amas a otras personas. No eres cristiano si amas tus posiciones. Una de las cosas dice, un gran edificio debe descansar sobre una base sólida. La única base para la seguridad de la salvación es Jesús. Quería terminar con esto. Sin duda los líderes, o futuros líderes, o los que aspiran a líderes en este curso, muchos de ellos, estoy seguro, se habrán enfrentado en algún momento en la vida con un evangelio que realmente no es evangelio en todo el sentido de la palabra. Hay algo que se conoce y lo trata el libro muy profundamente, que es el decisionismo. Si le preguntas a muchas personas, ¿por qué eres cristiano? Porque yo, cuando era pequeño, fui a la iglesia, me predicaron y alguien vino, hizo una oración conmigo y me dijo que la repita. Entonces, cuando repetí la oración, después de terminar ese culto, me vinieron a saludar los hermanos y me dieron la mano, o me abrazaron, me dieron un beso y me dijeron, bienvenido a la familia de la fe. Y ¿saben qué? Esa confirmación que hacen automática le hace mucho mal a las almas. Porque muchas personas dicen, bueno, yo en el año tal, en el día tal, repetí esa oración. O alguno puede decir, yo no repetí una oración, pero cuando hicieron un llamamiento al altar, yo fui, me arrodillé, estuve allí, o levanté mi mano y dije, yo soy uno de los que quiere creer en Jesús. y alguien llenó una tarjeta y me dijo, felicitaciones, has nacido de nuevo. Muchas personas se quedan con esa impresión, pero nunca se han preguntado si realmente eso fue la verdadera conversión de ellos. Yo sé que muchas personas se salvaron, como decimos, a pesar de repetir una oración o a pesar de haber reaccionado a esas técnicas que llamamos decisionismo. Nosotros no podemos saber a lo largo del mundo realmente todo, cómo se ha dado, en qué contexto, si se le ha predicado. Nosotros sabemos que una persona, para salvarse, se le tiene que predicar la palabra de Dios. ¿Por qué? Porque la Biblia nos dice en romanos que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios. Y yo quería realmente, en ese versículo, centrarme para terminar y dar finalizado a este módulo. Nosotros sabemos que la fe no es algo que sea innato en nosotros. Mucha gente dice, tú tienes que tener fe, pero la fe no sale de nosotros, es un ¿Dónde Dios? Dice, por gracia soy salvo. O sea, que la causa de la salvación del pecador es una es una acción soberana de Dios. Y que trae acompañado como fruto la fe y el arrepentimiento. Porque, por eso dice luego, por medio de la fe. ¿Sí? Que es, podemos decir, no es el causativo, es el instrumental. Es decir, por la fe es la traducción más correcta de eso, pero volviendo al tema de del nuevo nacimiento. Nosotros sabemos que la fe, ¿Sí? Es por el oír y el oír por la palabra de Dios. Si la persona basó su conversión en una decisión, en algo que le hicieron hacer, pero nunca se le predicó el evangelio, nunca se examinó la vida de esa persona a la luz de la escritura, y realmente cuando dijo haber aceptado a Jesús, entre comillas, no se le había predicado ni siquiera cinco minutos de quién es Jesús. O sea, la gente no puede nacer fuera de la predicación del Evangelio. Y la predicación del Evangelio no puede ser una información dada en un minuto. Hay un video en internet que es impresionante. Una persona se está muriendo. Nunca se le predicó el evangelio. Esa persona se le acerca y lo está filmando, no sé por qué. Es un cuadro muy feo porque se está muriendo la persona, desangrando, y le dice que acepta a Jesús. Yo pienso que si se le acercaba a alguien que acepte a Mahoma o a Confucio, también lo aceptaba, porque era su última chance. Nada más que la persona dijo, acepta a Jesús. Y cuando esa persona murió, uno dice, pero claro, el ladrón en la cruz también lo dijo, Seamos claros. El ladrón en la cruz tuvo una de las mejores predicaciones de todos los tiempos. Tenía el lecho de la cruz a sus ojos. Había visto todo. Y algo conocía de Jesús y podía decir, este ningún mal hizo, pero nosotros, le podía decir al otro ladrón que estaba enfrente, nosotros merecemos lo que hicieron nuestros actos. Jesús le dice, cuando le dice, acuérdate de mí cuando viñeras en tu reina. Jesús le dice, hoy estarás conmigo en el paraíso. Nosotros sabemos que esa persona tuvo una predicación. Nosotros al contestar la pregunta ¿soy realmente cristiano? tenemos que hacer dos cosas. Una, examinar nuestra vida no en base a un hecho del pasado, sino realmente a cómo estoy caminando hoy. ¿Soy realmente cristiano? ¿Soy realmente cristiano, como dice, porque confío en el Evangelio? ¿He dejado de disfrutar de pecar? ¿Ha cambiado mi vida en algún momento? ¿Y estoy perseverando, estoy creciendo en la vida cristiana? Todas esas preguntas tienen que contestarse. Pero sobre todo, para terminar, me gustaría destacar este énfasis que hace el autor. ¿Sí? El patrón de la vida cristiana eh y el el crecimiento tiene que ser evaluado no solamente por mi mismo. Tiene que ser evaluado a la luz de otros cristianos. Entonces yo les recomendaría a cada estudiante del C dos veintidós que si van a pasar por este capítulo pasan por el examen por el chequeo y resulta que el análisis de sangre eh la presión Gloria a Dios, es eso lo que se esperaba, que puedan ser buenos líderes sirviendo a la hora del Señor. Recuerden que ser líder es ser un siervo de Cristo y no mandar a las demás personas. Pero si a alguna persona le han surgido dudas en cuanto a su salvación, le ha tomado esto realmente en serio y ha preguntado a otras personas, ¿Realmente soy cristiano? ¿Cómo me ves? Y el chequeo salió mal, el análisis salió mal. Bueno, es hora de ir al Señor y realmente pedir que Jesucristo te salve, que realmente les pidas perdón a Dios por los pecados, por ser un pecador y que realmente Dios pueda hacer esa obra que nosotros denominamos, según la Escritura, nacer de nuevo, lo que provoca la conversión en la persona. Quiera Dios que en este módulo cuando dice la Biblia que hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, ¿sí? Quizás va a haber más gozo en el cielo por un estudiante del C22 que se ha salvado que por un estudiante del C22 que se ha graduado en el estudio. Que Dios nos bendiga.
C222 4. La Conversión
Series C222 Temas
Sermon ID | 52317634403 |
Duration | 58:11 |
Date | |
Category | Conference |
Language | Spanish |
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