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Bien, ahora nos disponemos a escuchar la palabra de Dios. Niños, no se pongan en automático, ni adultos tampoco. Vamos a tomar conciencia de que Dios habla a través de su palabra y que necesitamos escuchar su voz. Vamos a abrir nuestras Biblias en 1 Juan, capítulo 3. 1 Juan, capítulo 3, versículos 10, al dieciocho. Dice así la palabra del Señor, en esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo. Todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano no es de Dios. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio, que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas y las de su hermano justas. Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Aunque existen muchas cosas que nos hacen semejantes a todos los habitantes del planeta Tierra en todo lugar, no es menos cierto que hay cosas que nos hacen diferentes en diferentes regiones y diferentes áreas. Los esquimales tienen costumbres muy distintas a las costumbres de los dominicanos. Tenemos muchas cosas en común. Un corazón que palpita igual, miembros del cuerpo que palpitan igual, alma, pecado, pero también tenemos muchas otras diferencias. Lo mismo también podemos decir con respecto al tiempo. Con respecto a todos los habitantes del mundo en todas las épocas, tenemos muchas cosas en común. pero también tenemos muchas cosas que nos hacen diferentes. Y una de estas cosas que yo creo que nos hacen en esta generación diferentes es el individualismo tan marcado en el que se vive. La película sobre el Titanic que se produjo en el 97, en 1997, ha sido analizada como una película con muchos errores de todo tipo. Errores de producción, pero muchos errores históricos también. Y se le atribuye adaptar la película más a los tiempos que tener el deseo de ser fiel a los hechos y la realidad. En ese viaje del 1912, ese terrible y trágico accidente, iba uno de los dueños de la cadena Macy's. Y a él y a su esposa se les reservó un lugar en los botes salvavidas. Sin embargo, él rehusó usar ese privilegio mientras todavía en el barco hubiera mujeres y niños. Su esposa, para no dejarlo solo, decidió morir junto a él. Testigos dicen que éstos fueron vistos sentados juntos en la cubierta del barco antes del hundimiento del Titanic. En ese sentido, una pequeña diferencia con la película es que la película los plantea a ellos acostados juntos. muriendo en una cama, en su habitación, en su camarote. Pero históricamente hablando, esta es la postura que se cree. Pero esa honorable actitud que tuvo esta persona o tuvieron estas personas era más común en aquellos días que en los nuestros. ¿Pueden ustedes imaginarse la generación moderna actual ante la oportunidad de tener un lugar en un bote salvavidas el pleito que se debía de armar para poder ocupar un lugar sin importar qué mujeres ni qué niños. Más un asunto de clases. Los de la tercera categoría no deben ni pensar que se deben subir en estos barcos, en estos botes salvavidas. En aquellos días no se pensaba así. Estamos hablando de 1912, cien años atrás. Y habían perspectivas distintas en personas que no necesariamente eran creyentes. Había una honorabilidad presente en el ambiente. La película presenta a la gente de la aristocracia pagando sobornos para conseguir un asiento. Sin embargo, el testimonio dominante de los sobrevivientes es que la gran mayoría aún de la aristocracia cedió su lugar para las mujeres y los niños. para las mujeres y los niños. Yo no sé qué dirá el movimiento feminista a algo como eso. Sobrevivieron 711 pasajeros, entre los cuales había 58 hombres solamente. ¿Y saben qué pasó? A esos hombres se les cuestionó por qué ellos sobrevivieron mientras mujeres y niños perecieron. eran otros días. Era otra época. ¿Saben por qué los productores de la película decidieron plantear un argumento diferente en cuanto a ese aspecto y muchos otros aspectos más de la película? Para poder adecuarla a la cultura presente. Porque así es que piensa el hombre moderno. Por eso las películas del día de hoy registran las cosas tal como son. Ellos tienen que poner en sus películas todo tipo de conducta. Porque así es la cultura y es a lo que quieren apelar, es a quienes quieren vender sus productos. ¿Y cómo es esa cultura presente? Esa cultura está marcada fuertemente por el individualismo, por la indiferencia y por el egoísmo. El sacrificio por los demás está fuera de vocabulario. Nuestra forma de hablar nos denuncia. Nuestra manera de conducir nuestros automóviles nos denuncia. Nuestra forma de gobernar el país nos denuncia. Nuestras vidas familiares nos denuncia. Nuestra relación con nuestros amigos nos denuncia. Nuestra relación con la sociedad nos denuncia. Que somos una generación individualista y egoísta. El individualismo está reinando. Y para los niños, cuando ustedes oyen una palabra que se le pone "-ismo", al final, es una exageración de ese asunto. ¿Verdad? Nosotros no estamos en contra de los individuos. Nosotros estamos en contra del individualismo. Por eso el título de mi sermón es, arriba los individuos, abajo el individualismo. Porque eso es lo que yo creo que este pasaje en Primera de Juan está transmitiendo a nuestros corazones. Debemos amar a los hermanos, debemos estar en contra del individualismo que nos lleva a estar conscientes y preocupados sólo por nuestros propios asuntos. Hay un individualismo que es filosófico, Hay un individualismo que es de convicción. Hay personas que son individualistas por convicción. Son personas que creen firmemente que cada quien está en este mundo para buscarse a como dé lugar, defenderse a como dé lugar. Lo creen. Ellos piensan, si el otro es un obstáculo para mí, debo pasarle por encima. Escriben así, lo hablan así, Creen en el individualismo. Son individualistas de convicción. Dan expresividad a su deseo de vivir como quieren, cuando quieren, delante de quien sea. Pueden hacer con sus cuerpos lo que quieran, porque es mío. Ese es el individualismo por convicción. Pero hay otro individualismo que es un individualismo que es más bien por práctica. un individualismo por práctica pragmático y puede admitir el tener que frenarse de algunas cosas por el bien de la sociedad porque para que la sociedad pueda seguir funcionando no es que él ame a los demás es que a él le conviene que los demás respeten a los demás eso es todo y es por eso que él todavía se detiene en los semáforos en rojo y es por eso que todavía él es más o menos decente Pero no deja de ser individualista. En el corazón, él está dominando el yo, reinando el yo. Y sus preocupaciones dominan y dan color a todas las cosas. Está centrado en sí mismo. Y yo creo que este pasaje en Primero de Juan, lanza un ataque al corazón, al individualismo. Yo creo que este pasaje nos recuerda enseñanzas bíblicas que combaten el individualismo. y debemos recordar el propósito de Primera de Juan nunca nos olvidemos del propósito de Primera de Juan al estudiar cada sección porque Juan quiere consolidar la seguridad de salvación en sus oyentes, en sus lectores Juan quiere que nosotros disfrutemos de seguridad de salvación pero basados en una salvación real, no ficticia Juan quiere que realmente estemos cimentados en la verdadera salvación y él dice hay evidencia de esa salvación la hemos visto. El versículo 10 de nuestro texto es un versículo que puede ser de una transición de lo que habíamos visto anteriormente y de lo que vamos a ver ahora por eso el texto dice al final todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano no es de Dios y que está tratando él mostrar cómo se manifiestan los hijos de Dios dice en esto se manifiestan los hijos de Dios ¡Hacen justicia! Y lo que habíamos visto anteriormente en los versículos 4 al 10 es que hay una vida de justicia que muestra quién es verdaderamente creyente. Hay una vida de obediencia a Dios, una adecuación de la vida a los principios divinos que nos muestra que realmente somos creyentes. Y ahora Él dice, pero no sólo esto, vamos a ir al particular del amor. en el amor también se manifiesta de manera específica este asunto. Por eso el versículo 10 menciona la justicia que hemos tratado lo anterior y el amor de lo que va a comenzar a desarrollar y hablar en los versículos siguientes. Esa es la estructura que yo creo que tenemos aquí en este pasaje. ¿Y qué nosotros encontramos en estos versículos? Encontramos principios, encontramos ejemplos, y encontramos una exhortación final. Eso es lo que encontramos aquí, básicamente. Principios de vida, ejemplos para ilustrar lo que Él está enseñando, y luego una exhortación final. ¿Cuáles son los principios de vida que nosotros encontramos aquí? Las verdades que son importantes que pongamos en el corazón para examinarnos a nosotros mismos, para saber si estamos en la verdad. Y aquí todos, todos tenemos que dejarnos examinar por Dios. Todos tenemos que tomar este examen ante los ojos de Dios, que nuestras conciencias hablen a nuestro corazón cómo estamos delante de Dios, porque de nada nos vale, niños, jóvenes, adultos, de nada nos vale decir que somos cristianos, creer que somos salvos, si Dios no está convencido de eso. De nada nos sirve. Y Juan nos muestra aquí, Dios está interesado en su palabra, en que nosotros estemos ciertamente convencidos, seguros del asunto, para que no nos engañemos a nosotros mismos. Porque alguien engañado creyéndose ser lo que no es, no hará el esfuerzo, o no hará lo que le corresponde en términos de arrepentimiento y fe delante de Dios, porque ya cree que está bien. Y ese engaño del maligno es muy utilizado para arrastrar a muchos al infierno. Y yo no quiero que a nadie aquí, ni niños, ni jóvenes, ni adultos, les pase algo semejante. Y Dios da porciones en Su Palabra dedicados a ese tema, porque lo necesitamos. Necesitamos examinarnos, tomar este examen y ver cómo estamos. Bien dice el versículo catorce, Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte. Eso es un principio. Es un principio claro. El principio dominante es que los hijos de Dios poseen ciertas características que evidencian que son hijos de Dios, que ellos son de Dios realmente. Hay cosas que lo van a mostrar. Hay algo que ellos son, no que lo han logrado, hay algo que ellos son como fruto y obra del Espíritu Santo de Dios y que sale a relucir en sus vidas diarias. Eso es un principio. ¿Y qué es lo que muestra esto? Fíjense el lenguaje, que hemos pasado de muerte a vida. Y eso Juan lo lanza así, asumiendo que sus lectores saben de qué están hablando. de que él está hablando y yo no quiero asumir que todos los que están aquí están familiarizados con ese lenguaje el punto es que la Biblia dice que la salvación es como un pasar de muerte a vida como un pasar de muerte a vida pero no en cuanto a la vida física sino en cuanto a la vida espiritual en otras palabras no todos estamos vivos Para Dios, no todos estamos vivos, espiritualmente hablando. Y para ser salvos, para ir al cielo, para ser de Jesucristo, hay que estar vivos espiritualmente. Ahora, nadie puede hacer eso por sí mismo. Nadie puede traerse a la vida de la muerte. Nacemos muertos en nuestros delitos y pecados, dice Pablo en Efesios capítulo 2. La realidad espiritual de todo habitante de este mundo es que nace muerto en sus pecados. Algo tiene que suceder en el camino para que pase a ser de los de Dios. Y lo que ocurre es que hay una especie de resurrección espiritual, donde esa alma vuelve a la vida. Pero eso no se ve, pastores, ¿cómo yo veo eso? No, cuando eso ocurre, nosotros no vemos un rayo que le cae a la persona. Nosotros no vemos que esa persona cambia de color. No, nada de eso. ¿Cómo el hombre sabe que eso ha ocurrido? Por lo que Juan está diciendo, las evidencias externas, las características de los verdaderos hijos de Dios. Ya él ha dicho, debe haber obediencia. Tiene que haber sensibilidad al pecado. Ahora nos está diciendo, tiene que haber amor por los hermanos. Hay muestras, hay cosas que podemos observar, que nosotros mismos podemos ver para asegurar que somos de los que han nacido de nuevo, de los que han pasado de muerte a vida. No podemos ver el cambio interior, no vemos ninguna luz, ningún rayo caer, pero vemos las evidencias de la obra del Espíritu de Dios. Por eso la gran pregunta es, ¿se ha llevado a cabo esa obra en tu corazón? Puedes tú ver los frutos de alguien que ha sido salvado por la gracia de Dios. Hay un corazón transformado realmente. Hemos pasado de muerte a vida y lo sabemos en que amamos a los hermanos. Esa palabra nosotros sabemos que hemos pasado. Es importante. Juan no está diciendo en esto se obra el cambio de muerte a vida. No. En esto sabemos Nosotros no pasamos de muerte a vida por el amor. Esto es importante aclararlo. Hay personas que creen que porque ellos son buenos, se hacen buenas obras y hacen cosas buenas a los demás, ellos se merecen ir al cielo. Eso no es lo que Juan está diciendo aquí. Eso es contrario a lo que Juan está diciendo aquí. Nadie amando pasa a ser de los que tienen vida espiritual. Nadie. primero tiene que haber una obra de Dios Dios tiene que resucitar esa alma, darle vida espiritual y entonces viene a amar entonces puede amar a la manera de Dios por eso Juan no está hablando de cómo nos salvamos Juan está hablando de cómo sabemos que estamos salvos ¿ven el punto? y dice nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos y aclara El que no ama a su hermano permanece en muerte. O sea, no se ha llevado a cabo ese proceso que yo les mencioné de pasar de muerte a vida. El que no ama permanece en muerte. Y una de las cosas que ustedes van a observar es que Juan aquí utiliza el término aborrecer o la frase que no ama y las usa intercambiablemente. Para, lo digo esto para que cuando ustedes vean, el que aborrece a su hermano, yo no aborrezco. No, pero aborrecer es no amar, es dejar de amar, es ser indiferente a los demás. Esa es la terminología bíblica. Para que no te confundas y no digan, bueno aquí no se habla de mí. Es verdad que yo no amo como dice ahí, pero tampoco aborrezco como dice ahí. Yo debo estar en un término medio. No, ese término medio no está aquí. Aquí no hay un término medio. Aquí tú eres de los que han pasado de muerte a vida y por tanto amas, O tú eres de los que todavía le están en muerte y no amas. Solamente esos dos grupos. No existe un grupo intermedio. El hecho es que ellos muestran que han pasado de muerte a vida por el amor. ¿Pero quién hizo esa obra? ¿Quién hizo esa obra inicial? Sólo Dios puede hacer esa obra inicial. Sólo Dios puede transformarte de ser alguien egoísta a pasar a ser alguien que tiene en mente y toma en cuenta a los demás. Cuando uno lee textos como 2 Corintios, capítulo 5, versículos 14 y 15, uno se da cuenta de la gran obra que Dios hace en el corazón de un pecador para salvarlo. Dice que Cristo murió para que los que viven, o sea, los que estaban muertos que ya viven, no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. En otras palabras, Pablo está diciendo que una de las evidencias de la salvación en un individuo es que ahora vive para Dios, ahora vive para Cristo. Ahora lo que modela lo que él hace, lo que le impulsa a levantarse cada mañana es glorificar el nombre de su Salvador. Él no está solamente pensando en sus asuntos y cómo se va a hacer de más de dinero, cómo va a estar en mayor comodidad, cómo va a resolver todos sus asuntos. No él piensa en Cristo, ya no vive para ti, sino para aquel que murió y resucitó por él. Hay un cambio. Ese individualismo muere con la salvación que obra Jesucristo. Y ahora amamos a los individuos. Decimos que no al individualismo, para amar a los individuos. Pero ¿cómo hace eso primero Jesucristo? Transformando nuestro corazón para que no vivamos para nosotros, sino para Él. Y entonces, ¿qué nos enseña el que ahora vivimos para Él? Nos enseña que ahora también tenemos que vivir para los demás. ¿Ven el punto? Cuando Dios hace una obra de salvación y nos transforma y quebranta, rompe ese individualismo en el alma, nos hace vivir para otros, para Dios y para los demás. Y ese texto de II Corintios muestra ese cambio de devoción al yo, para ahora tener una devoción a Dios. Ahora, ese cambio de devoción a Cristo produce algo más. Filipenses, capítulo 2. Filipenses, capítulo 2. Ok, ya ahora yo soy de Jesucristo y amo a Cristo y sigo a Cristo. Ahora yo vivo en mi mundo. ¡No! Ahora también vivimos para los demás, dice Filipenses, capítulo 2. Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si hay algún afecto entrañable, si hay alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa, Nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con humildad estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo, no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. ¡Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús! el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios, como cosa que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Pablo le está diciendo a los hermanos filipenses, amados hermanos, no se dejen atrapar por el orgullo, por el individualismo, por el egoísmo, Tenemos que dar muerte a ese pecado. Nosotros tenemos que aprender a vivir imitando a Jesucristo, nuestro Señor. Y vamos a ver el ejemplo de Cristo en unos instantes. Vamos a verlo, vamos a hablar un poco más. Pero aquí nosotros vemos que Pablo está trayendo la exhortación y trae el ejemplo de Cristo para mostrar su punto. Porque cualquiera empieza a compararse con los demás. Dice, no, la verdad es que yo soy de los mejores, de ahí va ese otro. Porque mira lo que hace, yo estoy mezclado y estoy en tal ministerio, yo hago aquello, yo hago aquello otro. Yo debo ser de los mejores. Aunque no lo digas, actúas así. Yo actúo así muchas veces. Y es por eso que hacemos lo que hacemos. Es por eso que le decimos a los demás lo que le decimos. Es por eso que asumimos las actitudes que asumimos. Es por eso que hacemos cosas hacia los demás. Porque nos creemos superiores. Porque no nos humillamos. Porque no hay humildad a la manera de Cristo. Porque todavía hay individualismo en el corazón que tenemos que desarraigar y al que hay que darle muerte. Y dice aquí, nosotros tenemos que estimar a los demás como superiores a nosotros mismos. Hermanos, es una solicitud imposible de cumplir en este cuerpo de carne, en nuestras propias fuerzas, eso es imposible. Pero dice, Cristo vino y Cristo se hizo uno de nosotros. Y si se hubiera hecho el magnate más grande del mundo, a Él le corresponde, Él es el dueño del universo. Pero Él se humilló y vino como el más bajo, el siervo de los hombres para servir a los demás y dice que vino para ser obediente hasta la muerte y muerte de cruz por viles pecadores y ahora dice haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús ven ustedes hermanos en esto sabemos que hemos pasado de muerte a vida tú quieres saber si hay vida espiritual qué tan grande tú te crees que eres ¿Tu estima de ti mismo te lleva a dejar de servir a los otros? ¿Considerar a los otros? ¿A no tener tiempo para los otros? ¿Ni bolsillo para los otros? ¡En esto sabemos! Hay una obra del Espíritu de Dios que transforma una alma que está muerta y la lleva a la vida. ¡Sal fuera! por el poder del Espíritu de Dios. Un alma egoísta es transformada en un alma que ama. Y ama a Cristo y ya no vive para sí, sino para aquel que murió y resucitó por Él. Y ama y sirve a los demás porque Él ama a Cristo. Transformado, lo que muestra la diferencia entre muerte y vida. Y lo peligroso es tú perecer en tus pecados estando muerto e irte al día del juicio y comparecer ante el juicio de Dios estando todavía muerto ese es el problema por eso Juan explica esto de manera tan diáfana dice el versículo 15 todo aquel que aborrece a su hermano es homicida y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él entonces no se engañen el que tiene una característica de no amor, de falta de amor no tiene vida eterna ese no tiene vida eterna eso es un principio eso es una realidad y obviamente pone aquí el término aborrecer y homicida que hace que resuene eso en el oído ay pero yo no soy homicida yo no he matado a nadie en los términos de Jesucristo todos hemos sido homicidas porque nos hemos enojado contra nuestros hermanos Y no solamente ese pecado, hemos cometido otros pecados que nos hacen homicidas igualmente. Puede haber sido un chisme o haber escuchado un chisme. Puede haber sido desoír a alguien, desinteresarme de alguien o hablar mal a alguien. De múltiples maneras podemos ser homicidas delante de los ojos de la ley de Dios. El pasaje presenta ese contraste entre amar y aborrecer y es obvio que no se está refiriendo a nosotros ser 100% perfectos en amar con el que somos 100% aborrecedores. No. Sólo Cristo ama al 100% y sólo los demonios aborrecen al 100%. Pero ¿cuál es la nota dominante en tu vida? ¿Cuál es la nota dominante en tu vida? Porque el punto no es lograr la mejor puntuación con la que podemos pasar de curso. Así que algunos estudiantes estudian. ¿Con cuánto es que se pasa? ¿Con 70? Ah, pues yo para 70 estudio. ¿Con cuánto es que se pasa? ¿Con 80? Ah, pues con 80 que yo estudio. No, este no es el punto. ¿Cuál es la nota dominante en tu vida? Esos son los principios. Ahora veamos los ejemplos. Los ejemplos. Y el primer ejemplo que vemos es el de Caín. El ejemplo de Caín en el texto. Dice el Primero de Juan, capítulo 3, versículo 12. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas y las de su hermano justas. No como Caín. Algunas traducciones dicen, no seáis como Caín. ¿Qué ocurrió con Caín? Bueno, su historia está en Génesis, capítulo 4. Dice allí que Adán y Eva tuvieron a Caín y Abel. Hermanos, dice que Abel fue pastor de ovejas y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín, ¿por qué te has ensañado y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieses, no serás enaltecido, y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta. Con todo esto, a ti será su deseo y tú te enseñarás de él. y dijo Caín a su hermano Abel salgamos al campo y aconteció que estando ellos en el campo Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató el primer asesinato el primer mártir Caín y Abel el primer acto de persecución religiosa porque en parte ese es el tema que está aquí por eso dicen no debemos sorprendernos de que el mundo nos aborrece Caín está siendo un representante del aborrecimiento que el mundo tendrá hacia el pueblo de Dios. Él es el prototipo de la persecución contra los hijos de Dios. No como Caín, que era deligno y mató a su hermano. Y él pregunta, ¿y por qué causa le mató? ¿Cuál fue la razón? Dice, sus obras eran malas. Las de su hermano eran justas. Está diciendo las obras de cada quien, hablaban por cada quien. No tenemos detalles en Génesis de qué fue lo que ocurrió realmente. Cómo era la vida amplia de cada uno de ellos. Solamente se menciona este punto. La realidad de lo que Juan está diciendo aquí es cada quien vivió por lo que era. Cada quien vivió conforme a lo que él era en la presencia de Dios y lo que creía de la justicia de Dios. Y Caín era del maligno. es fuerte pero saben una cosa esa frase tan fuerte como la tenemos o la palpamos, la percibimos es una descripción de lo que es la realidad de la mayoría de los habitantes de este planeta todos los que no están en Jesucristo son del maligno todos los que no están en Jesucristo son del maligno. Es terrible esta declaración. Pero esa es la realidad. Ahora, Jaín no se hizo del maligno por haber matado a su hermano. Él mató a su hermano porque era del maligno. Y eso es importante. Eso es importante. Por eso yo les repito lo que les había dicho anteriormente. Juan no está diciendo cuál es la manera de llegar al cielo aquí. Eso no es el punto que le está tratando de mostrar. Él está diciendo cuál es la manera de nosotros saber que somos realmente de Dios. Ahora, él aquí dice, negativamente hablando, tú quieres saber si tú eres el maligno todavía. Tú quieres saber si todavía tú estás muerto y no tienes vida espiritual. En la forma en que tú tratas a los demás es que se sabe. En la forma en que tú tratas a los demás es que se sabe. El hombre hace lo que hace porque él es lo que es. Y en ese sentido la Biblia habla en términos distintos a la ideología que las personas tienen. La gente cree que el hombre nace neutral al pecado y a Dios y que dependiendo de sus acciones éste se alinea con el pecado o con Dios. En otras palabras, por sus acciones pasa a ser del maligno o de Dios. Y no es verdad en ningún caso. No es así. La enseñanza bíblica dice que el hombre nace pecador identificado con el pecado y que no puede cambiar su identidad por más que haga. Pero se dice, ¿podrá el leopardo cambiar sus manchas? Eso no. Así el hombre que es pecador por sí solo no puede dejar de pecar. Sólo la gracia de Dios, sólo la gracia de Dios nos salva. Dice Kistemacher, el comentarista, Juan, da a entender que las obras de Caín tenían su origen en Satanás. El origen de las obras de este hombre en Satanás mismo. De la misma forma que Caín no se hizo del maligno por matar a su hermano, nosotros no nos hacemos de Dios por amar a los hermanos. Hermanos, eso es vital, eso es central, eso es crucial. Este pasaje no es un instructivo para que tú sepas cómo salvarte. Por favor, que nadie se confunda aquí con eso. No estamos diciendo, gánate tu salvación. Pero estamos diciendo al pueblo de Dios, yo quiero que tú sepas que tú eres de Dios. O si te das cuenta que no lo eres, puedas, si estés a tiempo, para buscar de Dios. Hazlo en los términos de Dios. Pero Él no solamente nos da el ejemplo de Caín. También nos da el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. Dice el versículo 16. En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros. Jesucristo puso su vida por nosotros. ¿Dónde buscamos el amor? En los ejemplos humanos, en las biografías de los hombres, dice Juan, no busquemos en la biografía de Jesucristo. Y allí podemos tener una idea de lo que es el amor. Y dice, Él puso su vida. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Oye, pero si es así, ¿Va a ser limitado lo que yo pueda hacer por menudo el amor? Porque voy a morir por otro y se acabó. No, aquí Juan nos está diciendo algo más. Juan nos está diciendo debemos estar dispuestos a llegar a la muerte si es necesario por amor. Nuestro Cristo dejó ese ejemplo. Debemos estar dispuestos si es necesario que llegar a esa situación, ahora bien. Lo más probable es que ninguno de nosotros tenga que llegar a ese extremo. Pero no se elimina la palabra sacrificio. No se elimina el hecho de que tenemos que dar muerte al yo. Ven ustedes, nosotros vamos a tener que darle muerte a nuestro individualismo para poder amar a los individuos. Y en el día a día En el día a día vamos a tener que aprender a sacrificarnos, vamos a tener que aprender a negarnos a nosotros mismos para poder amar a otros, para poder ir a armar sillas para los discapacitados, Tenemos que deshacernos de cosas nuestras, de nuestro tiempo, de pasatiempos que queríamos hacer, de tiempo con la familia que queríamos pasar, de ganar más dinero con nuestro trabajo. Mil cosas tendríamos que dejar de hacer para poder hacer aquello. Y eso es un ejemplo. Un ejemplo. Tenemos que morir a miles de cosas para poder realmente amar a otros. La vida de amor es una vida de continuo sacrificio. en el que algo de nosotros tiene necesariamente que morir. Eso es lo que Cristo nos enseñó. Para amar hay que morir. Para amar hay que sacrificar algo. Y solamente la gracia de Dios nos enseña eso. Solamente la gracia de Dios nos capacita para esto. Por eso pone el ejemplo práctico, el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, cómo mora el amor de Dios en él. Él tiene bienes de este mundo. La palabra bienes en griego es interesante, es la palabra bios, donde tenemos la palabra biografía de la vida, la historia de la vida de un individuo, biología, el estudio de la vida. Pues el que tiene bienes es el que tiene vidas. El que tiene la idea es el que tiene vida en este mundo. El que tiene vida en este mundo, dice, debe identificarse con el otro sin necesidad. Dice, ¿cómo mora el amor de Dios en un individuo que cierra su corazón hacia otros? Ah, o sea que se puede cerrar el corazón. El corazón se abre y se cierra. Mmm, qué interesante. El corazón se abre y se cierra. ¿Puedes tú darte cuenta cuándo se te abre? ¿Te puedes tú dar cuenta cuando se te cierra? ¿Qué se produce cuando tú lo abres? ¿Qué sucede cuando tú lo abres? ¿Qué sucede cuando tú lo cierras? Tú sabes, dice aquí, o tu bolsillo va a dar algo. En el ejemplo que está diciendo aquí, Juan, tu bolsillo va a dar algo. Hay algo que tú tienes que alivia la necesidad de otro, eso es lo que está diciendo. Ahora, no me malinterprete, no es que nosotros tenemos ahora que hacer como Francisco de Asís y dejar necesariamente todos nuestros bienes y tener un voto de pobreza, esa no es la idea. Pero debemos descubrir si nosotros tenemos un corazón que se abre hacia los demás, que se identifica hacia los demás, que ha muerto al individualismo, que ama a los individuos. Hoy de cuántas maneras tenemos nosotros que chequear si estamos amando. Esto sí afecta cosas. Va a afectar cosas aquí en la iglesia, en la escuela, en la forma como hacemos las cosas en la sociedad, con los amigos, con los familiares de más lejanos, con todo el mundo. No es cierto, niños, que nosotros los padres estamos continuamente soltándole a que en la casa ustedes se amen los unos a los otros. Tú quieres saber si tú eres de Jesucristo. Tú quieres saber si tú eres de Dios. Es aquí una prueba. Ama a tus hermanos, ama a tus padres, ama a tus familiares, ama a tus compañeros. Es ahí la prueba. ¿Tú quieres saber cómo tú hablas a las personas? ¿O tú oyes cosas de otros? ¿Chismes de otros? ¿Das lugar? ¿Sin reaccionar? ¿Eso no está bien? Bueno, quizás tú dices, bueno, yo me controlo con mi lengua. La única forma en que yo peco es chateando por Internet. Bueno, tenemos que... traer a los términos modernos los principios bíblicos. Porque si Cristo decía que de todas palabras ociosas tendremos que dar cuenta en el día del juicio, yo ahora le pondría que de todo tecleado tendremos que dar cuenta en el día del juicio. Son muchas las cosas que se dicen por chateo y por email que no se deben decir. Nosotros tenemos que practicar el amor en el uso del Facebook. ¿Sabías tú Que a no todo el mundo le gusta que tú estés diciendo cosas de él en el Facebook. Alguien etiquetó una foto tuya, chequea a ver lo que el otro dijo. Esa persona te dio permiso de que tú lo pusieras. Son detalles, hermanos. Pero son cosas que suceden de verdad. Suceden de verdad. Tenemos que aprender a usar la tecnología para la gloria de Dios. Para la gloria de Dios. el amor se manifiesta en tantas áreas hermanos y sólo podemos dar ejemplos sólo podemos dar ejemplos, el principio está aquí, el ejemplo está aquí hay algo en nosotros que debe morir si queremos amar hoy muere hacia ti, hoy muere, que muera algo de ti hoy y ama a los demás ama, ama no para ganarte la salvación sino para mostrar que la gracia de Dios está en tu vida Dios quiere que tú sepas que has pasado de muerte a vida. Dios quiere que tú lo sepas. Pero tienes que nacer de verdad, de corazón, del Espíritu de Dios para que los frutos y las obras salgan realmente como deben ser. La exhortación final está en el versículo 18. Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho, y en verdad, no amemos de palabra ni de lengua sino de hecho y en verdad es más fácil decir que hacer ahora bien la idea del pasaje obviamente no es que amar de palabra sea malo esa no es la idea del pasaje amar solamente de palabra es malo porque hay maneras de amar con nuestros labios que son importantes Vamos a tener que exhortarnos los unos a los otros, consolarnos los unos a los otros, y tenemos que usar palabras para ello. La Biblia dice, mejor es la reprensión franca que el amor encubierto. La reprensión franca es mejor que un amor encubierto. Él no me dijo nada. Pero hay un amor que es la reprensión que otro puede traer a tu vida. Amor. Por palabras. En ese sentido, amamos con palabras también. Pero lo que Juan está enfatizando es, no nos quedemos en teoría. No nos quedemos en teoría. Hermanos, nosotros no debemos ser amantes del conocimiento por el mero conocimiento. Tenemos que ser amantes del conocimiento por lo que se produce. Por lo que se produce. Conozcamos, tengamos sed de aprender. de venir a aprender más de la Palabra de Dios y estudiar la Palabra de Dios y de leer la Palabra de Dios, leer buenos libros, tengamos sed, pero hermanos debemos ser hacedores de la Palabra y no meramente oidores vamos a poner por práctica lo que Dios nos exhorta en Su Palabra y en este caso en particular es la exhortación de amar de hecho y en verdad hechos concretos acciones concretas que nosotros podemos citar, que podemos mencionar cosas particulares en las que hemos muerto a nosotros mismos, que hemos salido de nuestra esfera de comodidad para poder ser de bendición a otros. La gracia de Dios nos transforma, les había dicho, nos hace amar y servir a Cristo, amar y servir a los demás. La indiferencia viene a nuestros corazones, viene y nos paraliza. Y viene la palabra de Dios, Y hoy nos dicen, muere a ti, muere al individualismo, muere al egoísmo y vive para la gloria de Dios y para la bendición de los demás. Hoy Dios tiene palabra para ti. Hoy Dios está diciendo, tenemos que amar no de palabra solamente, sino de hecho y en verdad. ¿Por qué? Por el propósito general de Juan. Dios quiere que tú sepas que tú eres verdadero creyente. Dios no quiere que tú seas engañado. Dios quiere que tú descubras la realidad del estado espiritual de tu alma y al hacerlo estar en paz con Dios y disfrutar la vida de Dios, modelando la vida de Dios. Sólo Dios puede ayudarnos a hacer eso. Por que el Señor venga y nos ayude. Comencé diciéndoles el ejemplo del Titanic. ciertamente vivimos en días en que la cultura es diferente ¿saben lo que eso significa? eso significa que hoy tenemos mayores oportunidades para brillar para la gloria de Dios de ser diferentes en una sociedad individualista mostrar lo que es amar a los individuos que Dios nos ayude vamos a orar Padre nosotros te damos gracias por esta porción de tu palabra porque tú has hablado a nuestros corazones gracias Padre porque eso es un acto de misericordia tuya y te oramos que nos capacites a poder nosotros poner por obra estas cosas ayúdanos a identificar el estado espiritual de nuestras almas y si estamos en Cristo disfrutar, gozar de esa realidad y mostrarlo por nuestras obras gracias Padre gracias por hablar descubrir el estado de nuestras almas si aquí hay alguien que no te conoce intercedemos por esa persona y que oramos, Señor, que Tú les muestres que no debe intentar primero comenzar a amar para poder pasar de muerte a vida sino rogarte a Ti que Tú les salves y les perdones de todos sus pecados para que estando ya en Cristo entonces haben como Tú mandas. Padre, gracias, gracias, gracias por Jesucristo, gracias por el perdón de los pecados sólo por Ti hemos sido rescatados, sólo por Tu amor y por Tu misericordia porque no depende del que quiera ni del que corre sino de Dios que tiene misericordia. Te alabamos por tu misericordia en Cristo Jesús. Amén.
Arriba los Individuos, Abajo el Individualismo
Series 1 Juan
Juan continúa ofreciendo las marcas distintivas de los verdaderos creyentes. En esta sección nos muestra cómo todo aquel que es hijo de Dios practica el amor fraternal en contra del individualismo imperante en la época.
Sermon ID | 52101934530 |
Duration | 48:49 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 1 John 3:10-18 |
Language | Spanish |
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