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Y busquemos la Biblia, Primera de Juan, capítulo dos ahora, Primera de Juan, capítulo dos. La semana pasada miramos en Día de Madres el amor de Dios en Primera de Juan evidenciada, demostrada en la vida de las madres. Y miramos como Dios siempre nos cuida, las madres siempre nos cuidan, y así Dios se sacrifica por nosotros hasta su propia vida se sacrificó por nosotros. Y hablamos como las madres demuestran el amor de Dios muchas veces en sus sacrificios. pero lo más importante es que Dios nos ama. Y ese era el tema, porque miramos varios versículos, especialmente en primero de Juan tres, sí, primero de Juan cuatro, y ahora vamos a volver a mirar nuestra respuesta al amor de Dios. Sí, primero de Juan cuatro porque Él nos amó a nosotros primero. Si creo que Cristo me ama, eso debe inspirarme a amar a Cristo. Y la razón por qué amo a Cristo es que Él me amó a mí tanto. Por eso pusimos un estudio del amor de Dios primero. Pero primero de Juan, uno de los temas más importantes es el amor. Primero, hemos visto el amor de Dios, pero también nuestro amor a Dios. Para eso, primero de Juan, hay unos 20 versículos que hablan de nuestro amor a Dios y cómo demostrar nuestro amor a Cristo. Eso vamos a estudiar, pero poco a poco, en dos o tres semanas aquí, por lo menos, a lo mejor tres semanas, si no cuatro realmente. Y hoy vamos a estudiar solamente tres versículos en capítulo dos que habla de nuestro amor a Dios, junto con uno en capítulo cinco que está junto con estos tres. Así que tres ideas esta mañana que son resultados del amor de Dios en nuestra vida. y resultados de tener amor a Dios. ¿Cómo lo demostramos? De vez en cuando, cuando estoy en la escuelita bíblica o incluso en la escuela dominical, a veces les he enseñado un coro que aprendí en inglés. que tengo que hacer con una traducción en mi mente al español, pero es una pregunta que hace el director y una respuesta que hace todos los demás para contestar, ¿verdad? Y va algo como, Y cada uno contesta, si yo amo a Cristo. ¿De verdad amas a Cristo? ¿De verdad amo a Cristo? ¿Por qué amas a Cristo? Esa respuesta. Por eso amo a Cristo. Todos juntos. Pues Él me amó a mí. Y cantamos el himno. así es que le amamos a él porque él no somos nosotros pero el hecho es que es una cosa cantar yo amo a Cristo o si alguien le pregunta usted amas a Cristo y es fácil Pero cómo amas a Cristo? Cómo demuestras? Cómo muestras que tú de verdad amas a Cristo? Bueno, le amo porque le digo que porque digo que le amo. Hay muchos que dicen que aman su esposa, pero realmente no demuestran mucho amor a su esposa. Y es un amor real. Bueno, no sé, posiblemente una migaja, pero el hecho es que muchos decimos o yo amo a Dios. Pero, ¿qué demuestras? ¿Qué haces para demostrar tu amor a Dios? Es igual como la fe. Miramos la Escuela Dominical de Josué y Racab, y dice que como Racab tenía fe, fue justificada, pero fue una fe que cambió su vida. Una fe en Dios que le hizo amar al Señor. y querer obedecer y servir al señor. Y aunque lo hizo verdad con mucha manera incorrecta, verdad, todavía hizo lo que pudo siendo, digamos, nueva creyente. Y así que Dios, dicen Romanos tres, pasó por alto. muchos pecados de personas del Antiguo Testamento que no sabían lo correcto, pero tenían fe. Y así, teniendo fe, Dios pasó por alto muchos pecados en sus vidas hasta que viniera Cristo para pagar por esos pecados, dice Romanos 3. Y así encontramos que Raqqa demostró fe por sus obras. La fe produjo amor al Señor y el amor produjo obras. Y la idea es que uno dice que tiene fe, pero si no lo demuestra, no tiene una fe real, solamente tiene una fe hablada, una profesión de fe. Pero como Juana Bautista, con los fariseos, estaba allí bautizando mucha gente sincera, arrepentida, pero venían unos fariseos religiosos. Bautízanos a nosotros también. Y Juana Bautista dijo, demuestra tu fe primero. Muéstrame obras dignas de arrepentimiento. Muéstrame que están arrepentidos y entonces le bautizo. Pero no hasta entonces. Y así es que la fe tiene que ser demostrada. Pero la razón por qué demostramos la fe, dice en Gálatas, es que la fe obra por el amor. La fe produce un amor que me hace servir a Dios, obra para Dios. Por eso, cuando alguien me dice, oh, amas a Cristo, puedo decir, yo amo a Cristo. Pero si me preguntan, ¿cómo amas a Cristo? En ese himno no hay una respuesta a eso. Le amo porque amas a Cristo, porque Él me amó a mí. Pero, ¿cómo amas a Cristo? ¿Qué haces para demostrar que tienes fe y amor a Cristo? Eso es cuando sabemos de verdad que tienes fe y de verdad que tienes amor. Como sabemos una familia, que si un esposo es fiel a su esposa, el que la atienda y le cuida y se sacrifica por ella, ya sabe que él ama su familia. Pero si es un vagabundo que no se preocupa por su esposa, por su familia y no los cuida y no trabaja para ellos y solo les demanda cosas, Ese esposo ama a su esposa si es infiel y es vagabundo. Dios es el juez, ¿verdad? Pero así hay muchos cristianos. Oh, yo amo a Cristo. OK. Gracias a Dios que tú amas a Cristo. ¿Qué has hecho para Cristo esta semana? ¿Cómo has demostrado tu amor a Cristo? Una cosa puede ser yo vine a la iglesia. Amén. Buen comienzo. Venir para alabar a Dios en la iglesia. Si usted cantaba esta mañana, puede decir, no solo vine a la iglesia, pero aunque yo tengo una mala voz, abrí mi boca y canté mi amor al Señor. Amén. Es una buena cosa. Es el segundo paso. Pero me atrevo a decir, el primero de Juan, que hay más cosas que debemos hacer si amamos a Dios, como agradar a Dios, hacer lo que le es lo que le agrada. Si yo amo a mi esposa, pienso que agrada a mi esposa, que desagrada a mi esposa, que voy a tratar de no desagradarle, pero hacer lo que le agrada si de verdad le amo. Entonces vamos a ver. Cómo amas a Cristo esta mañana oremos. Nuestro Padre Celestial, te damos gracias que por conocer el amor de Dios, estamos inspirados a amar a Dios. Le amamos a Él porque el primero nos amó a nosotros. Pero ayúdanos no solo a hablar, platicar de nuestro amor a Cristo. Ayúdanos, Señor, a demostrar el amor, porque el amor real tiene resultados. Así que ese resultado de amar a Dios, que son los resultados en primera de Juan, miramos unos 13, 15, más cosas en estos 20 versículos de cómo demostrar nuestro amor a Cristo. Esta mañana ayúdanos a entender las primeras tres cosas que son resultados de amar a Dios. Y ayúdanos a poner este amor en práctica. en el nombre de Jesús. Amén. Tres versículos en primera de Juan dos que habla de cómo demostrar tu amor a Cristo. El primero es versículo cinco, primero de Juan dos, versículo cinco. Les invito a leerlo conmigo si quiere aquí en primer de Juan dos, versículo cinco. pero el que guarda su palabra en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado por esto sabemos que estamos en él es una cosa decir que tienes amor es otra cosa perfeccionar tu amor tener tu amor perfeccionado ¿Cómo puedo demostrar que amo a Dios en este Pero si él guarda su palabra, así que la primera cosa para demostrar amor a Dios es guardar su palabra. Con esto, en un momento veremos capítulo cinco, versículo dos, que también habla de guardar su palabra para demostrar amor. Pero vamos primero a mirar esto como el que guarda su palabra en sentido de no desobedecer a Dios. Si él dice obedece en esto la otra cosa, yo no quiero hacer lo que le desagrada y desobedecerle. Yo quiero guardar su palabra y no hacer cosas malas que no le agrada. Que cuando él me ha dado su palabra, cuando nos sentimos amados y cuando amamos a otro por sentirnos amados, mucho cambia en la vida. queremos agradar a la persona que nos ama. Y queremos agradarle porque le amamos a él. Y así que queremos guardar su palabra para agradarle. Si mi mamá me ama y me ama y me ama y hace tantas cosas para demostrar su amor, me da cuidado, me da comida, me da vida, me da todo lo que necesito y todo lo que deseo. Entonces, muchas veces, por su amor, yo siento que amo a mi mamá. En respuesta, un niño no ama a su mamá primero, la mamá ama al niño primero, como hablamos la semana pasada. Pero la respuesta, el amor de una mamá, debe ser que yo la amo a ella. Y entonces si ella dice, hijo, no hagas esta cosa, yo no quiero hacer esta cosa. Quiero guardar su palabra para demostrarle que le amo, ¿verdad? Y así es, que si de verdad yo fui una persona bien egoísta, bien orgullosa, y mi mamá dice, hijo, si me amas, por favor, que seas más generoso, que pienses en otros. Yo quiero guardar su palabra, y eso me ayuda a cambiar por amor a mi mamá, porque quiero agradar a mi mamá, sí, con Dios. El hecho es que hijos rebeldes muchas veces cambian cuando se sienten amados. Yo recuerdo los primeros años que enseñé en Heritage. Enseñé en la escuela Heritage por unos 20 años. En algunos de los años estuve enseñando a los jóvenes, ¿verdad? Del séptimo al décimo allí. El español, el inglés, yo no sé, casi todo lo que he enseñado allí. Pero de cualquier manera, Un año había dos jóvenes de nuestra iglesia que habían ido a la escuela pública, donde no se sentían amados, ¿verdad? Siempre estaban retados con peleas y jóvenes crueles y maestros a veces crueles o injustos, ¿verdad? Estaban siempre aprendiendo a pelear y pelear para defenderse en la escuela pública. Y los dos padres les dijeron, vamos a llevarles a la escuela pública, digo la escuela cristiana, Heritage, a ver si ahí pasa algo. Y no pasó ni un mes que estaban allí en la Escuela Heritage y miró nuestro amor por ellos. Miró nuestro cuidado de ellos. Miró que disciplinamos a los niños que se maltrataban unos a otros. Y así que sentían respeto y sentían amor en la Escuela Cristiana. Y no pasó ni un mes Y había un cambio tremendo en ellos los dos. Es que me sorprendió. Uno era Óscar Velázquez, que algunos conocían. Pero aquí para el año 2000, 1999, 2000, estaba en la calle que un asesino le mató a Óscar. Se volteó su carro. Pero era la noche cuando él El próximo día iba a ir a la Universidad Cristiana para ser un misionero. Él había entregado su vida para ser un misionero, pero fue asesinado por un loco allí en la calle la mera noche anterior. ¿Qué hizo el cambio en Oscar? Y otro se llamaba Juan. ¿Qué les hizo? ¿Qué les hacían cambiar? El amor. El admirando el amor de Dios, primero, y mirando el amor de Dios expresado en sus padres, en los maestros, ¿verdad?, en forzar a los otros a demostrarle respeto, ese amor le hacían cambiar. Es lo que pasó en la Biblia muy seguido, ¿verdad? Mirábamos a una mujer samaritana que estaba allí como prostituta realmente, pero cuando miró a Cristo, ella corrió al pueblo para hablar a todos de Cristo, como Cristo le podía perdonar a ella y podría perdonarles a ellos. María Magdalena tenía siete demonios adentro y no entendemos todo, pero no sé si eran demonios de tentarle ser ladrona o mentirosa o mujer de acayo, qué era, pero tenía siete demonios. Pero un día llegó a conocer a Jesucristo y fue tan transformada María Magdalena que la primera persona en la tumba con la resurrección de Jesús fue María Magdalena. Allí tenemos entonces un endemoniado con el mismo pueblo de María, Magdala. Está en el oriente del mar de Galilea. Cuando estuve allí, tomamos un transcurso por un barco y podría ver Capernaum y podría ver al otro lado allí Magdala. Y entonces Magdala era muy cruel, ahora es Jordán en ese lado. Pero de cualquier manera, María Magdalena llena del diablo, también siete demonios, venía de un lugar donde había un hombre llenado de dos mil demonios. Y el Señor le echó fuera los demonios y este Señor quería servirle y seguir a Jesús en santidad. Encontramos un estafador saqueo en Lucas, que allí está tomando demasiada de la gente en cobrar impuestos y muy egoísta, pero un día... mira a Jesucristo y saqueo este hombre bajo un enano posiblemente miró a Jesús y quería verle más y quería invitar a Jesús a comer y quería entregar su vida a Jesús y no pudo verle así que subió a un árbol psicómodo y allí miró a Jesús y Jesús dice saqueo anda baja hoy en tu casa puso yo Porque yo veo que tú también eres israelita de corazón. Aunque eres rebelde antes, eres rebelde antes, ahora yo te perdono porque conozco tu corazón, tu arrepentimiento. Aquí encontramos entonces que vidas cambiadas totalmente por el amor de Cristo. Cuando tú de verdad crees que Dios te ama y tú puedes cantar de corazón, Cristo me ama, me ama a mí. Su palabra dice así. Tú vas a amar a Jesucristo en retorno y ese amor va a cambiar tu vida. El amor que antes hablabas será un amor perfeccionado. en guardar, en poner en práctica los mandamientos del Señor. El que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios no solo se ha hablado, se ha platicado, se ha profesado, pero el amor de Dios se ha perfeccionado. Y eso da la certeza Que uno es un cristiano, que irá al cielo. En esto sabemos que estamos en él. En el futuro hablaremos de la palabra saber y conocer en Primera de Juan, porque es otro de los grandes temas. Uno puede saber que es un cristiano, saber que era el cielo. Primera de Juan 5.13. Estas cosas nos han sido escritas para que sepáis que tenéis vida eterna. Oh, nadie puede saber si era el cielo. Según 1 Juan 5 13 está escrito para que sepáis que tenéis vida eterna. ¿Cómo puedo saberlo? Por creer en el nombre del Hijo de Dios. Porque cuando conozco a Cristo personalmente, empiezo a apreciar el amor de Cristo y como cambió a María Magdalena, como cambió la mujer semanitana, lo endemoniado, transformado, como cambió a Saqueo, como cambió jóvenes y todos nosotros que hemos puesto nuestra fe en Cristo, así puede cambiarte a ti por conocer a Cristo y conocer el amor de Cristo por enamorarse del amor de No solo hablar del amor, pero el hecho es que el amor perfeccionado es el amor practicado, no solo platicado. Es que muchas veces platicamos de nuestro amor al Señor. Eso no es un amor perfecto, perfeccionado. Está perfeccionado cuando es un amor practicado en vez de un amor platicado. Estoy hablando el español correcto para entender las dos palabras. El hecho es que tenemos que entender que cumplir el propósito Para una cosa, eso es perfeccionar la cosa. Una herramienta a lo mejor no está de todo útil hasta que esté puesto en obra y entonces está cumpliendo su propósito, está perfeccionado esa herramienta. Y así es al fin de nuestras vidas, perfeccionado Es cumplido. Consumado es. Cumplido es la obra del Señor. Perfeccionado es la obra del Señor cuando Él murió en la cruz del Calvario y pagó por todo pecado. Perfeccionado es nuestro amor al Señor. cuando está puesto en práctica y no solo platicado, sino practicado. Sabemos así cuando tenemos nuestro amor que ha cambiado nuestra vida, que se pone en práctica por guardar su palabra. por decir antes yo quería hacer mi gusto en la vida. Ahora quiero guardar tu palabra. No hace lo que yo quiero, señor. Eso entonces es cuando mostramos que estamos en él. Como dice, el amor de Dios se ha perfeccionado, por esto sabemos que estamos en él. Estamos en él porque Juan quince, versículo cuatro, dice, estamos en la vida. Como un injerto en la vida, empieza a chupar la savia de la vida y produce fruto, allí está perfeccionado por estar injertado, estar en la vida, y la prueba que está en la vida, que ya forma parte de la vida, es que está chupando la savia para producir fruto. Y cuando un árbol produce fruto, está perfeccionado, está establecido. Y cuando yo produzco fruto de práctica, del amor que tengo, que hablo, la práctica hace perfeccionar esto. Y así es que recibo con el injerto, recibo mi fuerza del Señor. El injeto recibe su fuerza, su savia, de la vida. Yo, por estar en Cristo como un bebé, está en el vientre de su madre, y recibe toda su vida, toda su fuerza, toda su savia, todo lo que necesita, ¿verdad? De la mamá, así estamos en Cristo, descansando en sus brazos, chupando de la palabra de Dios, hablando con Él. Así que estamos en Él, como un bebé en la mamá, como un injerto en la vid. Y así que como la sangre de la madre está en el bebé, así nosotros estamos en Cristo, recibiendo fuerza de Cristo, vida de Cristo, dependiendo de Cristo, estamos en Cristo, y Cristo está en nosotros. su vida entre nosotros. Así que el que guarda su palabra, conoce malas cosas porque quiere agradar al señor. De verdad ama al señor. Si un niño siempre desobedece mamá, hace todo lo que quiere. Este niño dice yo amo mi mamá, pero no ama a su mamá. Obedecería a su mamá. Nosotros podemos decir amo a Dios, pero voy a vivir mi vida a mi gusto. Usted no ama a Dios. Se dice que ama a Dios. A lo mejor es una migaja de amor. Es un amor no perfeccionado. Pero cuando tú de verdad amas a Dios de tal manera que quieres agradar a Dios en todo. Quiere guardar la palabra de Dios. Allí es la prueba que usted de verdad está en la vida, en el Señor. Pero primero de Juan 5, 2 añade una lección más a eso. Lo mismo de guardar la palabra, pero añade algo. Primero de Juan 5, versículo 2. Vamos a leer versículos dos y tres. Si quiere leer conmigo, le invito. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor de Dios, que guardamos sus mandamientos y sus mandamientos no son gravosos. Hablaremos de eso, el amor a los hermanos en un momento, que es la siguiente cosa. Pero ahora guardamos sus mandamientos. Pero cómo? Con qué actitud? Es lo que quiero enfatizar al final del siglo tres. Con qué actitud guardo los mandamientos de Dios? Veo que sus mandamientos no son gravosos. Guardar, si yo de verdad tengo un amor perfeccionado, no solo está en la práctica, pero con quejas. Ay, yo tengo que obedecer a mi mamá. No, no, no, no, no. Es que cuando obedezco a mi mamá, veo una sonrisa en la cara de mi mamá y no es gravoso para mí obedecer a mi mamá. Es que me encanta ver su rostro alegre y no es ninguna cosa gravosa lo que me me pide que sea honesto, que sea amable, lo que dice una mamá de comer mis verduras para mi propia salud. A lo mejor no me gustan verduras, pero no me es gravoso comer mis verduras porque yo sé que es para mi bien. Y así es. Hay que guardar su palabra gozosamente. gozosamente y eso es la prueba que permanezco en la luz, como hemos hablado de la luz. El hecho es que esto da seguridad, que estamos en él, no solo cuando le obedezco, pero cuando le obedezco de buena gana. cuando le obedezco de corazón por amor al señor y así es la prueba de amor hacieron los apóstoles recuerda hecho cinco versículo cuarenta los fariseos les habían golpeado, echado en la cárcel, maltratado, hablado mal de llamando los apóstoles, después de azotarlos, los intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, pero ya amaban a Jesús, ¿cómo no iban a hablar en el nombre de Jesús? Ellos los pusieron así en libertad de la cárcel, y ellos salieron de la presencia del concilio, ¿cómo? Cinco, cuarenta y uno, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa de su nombre. Cuarenta y dos, y todos los días demostraron su amor al Señor con gozo porque estaban en el templo, en las casas, y no se saben de enseñar y predicar a Cristo. No venían a la iglesia como bautistas, ¿verdad? Serios. Es un pecado sonreír. No, puede, ¿verdad? A veces las iglesias pentecostales se burlan mucho de los bautistas porque queremos amar a Dios con reverencia, pero a veces la reverencia se convierte en seriedad, como si es un pecado sonreír. No, no se preocupe. Si quieres decir, amén, aleluya, yo no me preocupo. Es que no hay problema. ¿Verdad? El hecho es que si quieres sonreír, ahora sí estoy predicando y los hombres van al infierno si no creen en Jesús. No debes sonreír, debes llorar. ¿Verdad? Hay momentos para llorar. Pero cuando digo Dios es bueno, Cristo murió por nosotros. Allí puedo sonreír. ¡Amén! ¡Aleluya! ¡Gracias, Señor! No tengo problema con eso. ¿Verdad? Pero aquí encontramos que ellos estaban gozosos de dos maneras. Primero, gracias a Dios que podemos padecer. Gracias a Dios que vivimos tal vida que la gente nos critica, que la gente nos quiere bocetear incluso. Gracias a Dios que yo puedo sufrir por Cristo. ¿Hay personas que se han burlado de ti porque has tratado de ser tan cristiano? Porque no has querido asistir a sus fiestas mundanas y tomar su cerveza mundana. Y entonces, ¡ay, tú! Ya ni te voy a invitar más. ¿Has sufrido algo? ¿Has sido digno de sufrir por el amor de Cristo? Eso es guardar su palabra de tal manera que le muestres amor. de sufrir por guardar su palabra y hacerlo con ganas, con gusto. Aleluya, gracias a Dios que la gente me critica. Dicen Mateo 5, esta semana terminamos de aprender veintidós, unos ocho versículos en Mateo cinco, hemos hecho tres y cinco, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, esta semana creo que nueve, diez, hay que aprender de memoria para el miércoles, de las bienaventuranzas, pero bienaventuradas, bienaventurados, los que tienen que padecer perscusión por el nombre del Sabes el gozo, y lo haces con gozo, de sufrir por el Señor, por vivir una vida santa, y la gente se burla de ti por querer vivir santamente. Tú vas siempre a la iglesia y eres un loco perdido, ¿verdad? El día del Señor, no, no, no, no. Yo voy a la hora del Señor. Yo doy a Dios una hora cada semana, una hora y media, en la iglesia de Antioquía. Mira, cuánto sufrimiento, una hora y media, ¿verdad? La otra semana alguien estaba hablando, un cristiano, y dijo, ¿cuánto tiempo vas a la iglesia? Y dice, bueno, servicios una hora y media. Si vamos a la escuela dominical, otra hora, dos horas y media. ¿Dos horas y media en la iglesia? ¡Ay, horrible! Nadie podría aguantar eso. Tú vas a un partido de fútbol, ¿Cuánto tiempo antes llegas? ¿Cuánto tiempo después te quedas? ¿Cuánto tiempo dura? Oh, si yo voy al partido de béisbol o fútbol y dura media hora, estoy agotado. Ya no aguanto más, ¿verdad? Hay personas que viajarían todo un día para llegar a un partido de fútbol internacional y otro día atrás y esperarían tres horas antes para la entrada y luego un tráfico después es todo el día. A lo mejor hace tres días para un partido de fútbol. Y vienes a la iglesia si es una hora. Wow, pedía mucho. Me hace sufrir, verdad? El hecho es que aquí no solamente sufren con la burla de la gente, pero segundo, dice que están todos los días alabando al Señor o en las casas o en el templo. Y es el día del Señor, incluso más que un día, varias veces la semana, todos los días. En alguna casa había alguien, no solo era casa para Cristo cada tres meses, seis meses como nosotros, eran casas para Cristo cada noche, ¿verdad? A ver si esta noche fue esta casa, mañana fue la otra casa. El miércoles estamos todos juntos en el templo, el domingo en el templo, el sábado en el templo, pero jueves y el viernes vamos a estar en otras casas. Locos perdidos estos cristianos, eh? Locos perdidos. Fueron locos por amor al Señor. Y será que nosotros no tenemos tanto amor perfeccionado como ellos. El hecho es que aquí encontramos que el número uno para demostrar amor es guardar la palabra del Señor en sentido de no querer hacer lo que le desagrade, querer obedecerle lo que me mande, y segundo, de primero de Corintios 1, 5, 2, o 3, no son gravosos de hacerlo con todo mi corazón al Señor. Mira, solo he hablado de una cosa, tengo dos más para hoy, pero voy a dejarlo allí. La próxima semana, razones número dos y tres, que es ver si quieres saber de dónde está, dónde está, está en capítulo dos, versículo diez y versículo quince. El que ama a su hermano permanece en la luz y en él no hay tropiezo. Y luego, primero de Juan dos quince, no améis al mundo ni las cosas del mundo. Si alguno ama el mundo, el amor del padre no está en él. Los otros dos versículos de capítulo dos. para demostrar tu amor al Señor si de verdad amas al Señor. Pero para hoy solo una cosa, guarda la palabra del Señor, evita lo malo para no desagradarle, hacer lo que le manda, pero hacerlo de tal manera que estás dispuesto a sufrir por él. Lo que sí voy a hacer es terminar con la ilustración que tenía para terminar este sermón. Primero de Juan 4, 10 y 9, Le llamamos a él porque él nos amó a nosotros primero. En los años 1400 nació uno que luego llegó a ser un predicador, aunque murió con 42 años de edad. Él que se llama el padre de la iglesia, de la Biblia americana, inglesa, no americana, pero la Biblia inglesa. Alguien sabe quién era el primero que completó la Biblia en inglés y luego se hizo mejor con el tiempo de Rey Jaime y llegó a ser King James más tarde, pero mucho antes de King James. Había uno que murió en la estaca con fuego. Con cuarenta y dos años de edad se llamaba. Guillermo Tindale, William Tindale, Guillermo Tindale se llamaba. Guillermo Tindale se convirtió de joven, casi para la universidad, cuando estaba leyendo Primero de Juan 4.19. Le amamos a él porque él nos amó primero. Hasta entonces él dijo, yo no soy cristiano porque yo no amo a Dios como debo amar a Dios. Y si uno ama a Dios, Va a demostrarlo y yo sinceramente no quiero demostrarlo. No quiero hacer nada para Dios. ¿Qué me puede inspirar a amar a Dios para ser salvo de verdad? Y un día estaba leyendo griego en mil quinientos y algo. Y allí estaba leyendo ese versículo. Le amamos a él porque él nos amó a nosotros primero y dijo, ¿sabe? Él me amó a mí bastante para morir por mí, dar su vida por mí. Yo no tengo que amarle a él primero para impresionarle. Él me amó a mí primero y murió por mí. ¿Cómo no voy a amarle si él me amó primero y fue corriendo a su esposa? Esposa, nuevo casado, ya lo tengo, ya lo tengo. ¿Qué tienes? Tengo salvación, vida eterna. Porque Él me amó a mí y demostró su amor en perdonarme. Así que yo ahora, por la primera vez, tengo fe en su amor por mí y eso me hace amarle a Él. Así que yo sé que tengo vida eterna y desde ahora voy a dar mi vida para hablar a todos de ese amor de Cristo. Unos años más tarde, después de la universidad, ser un pastor, estaba allí Enrique VIII y estaba allí con él un señor, Tomás. Tomás quería debatir con él si catolicismo era mejor, la Biblia era mejor o si anglicismo era mejor, la Biblia era mejor. Y Tindale dijo no, señor Tomás Moore, que era el nombre del señor debatiendo con él, Nosotros no tenemos que amar a Dios primero para merecer su amor. Es lo que dice la iglesia anglicana hasta la católica. Tiene que demostrar tu amor a Dios para merecer que él te ame a ti, que él te salve a ti. No. Él nos amó a nosotros primero y usó el versículo con que él se convirtió como la mayor parte de su debate para expresar por qué uno debe ser salvo por la gracia y no por los méritos, no por su propio amor, sino por la fe en el amor de Dios por él. La iglesia anglicana, tanto como católica, se irritó tanto con él, tanto con él, que le pusieron estaca, prendieron fuego y le quemaron vivo, ¿verdad? Porque él quería hablar del amor a Dios. Él demostró que el amor de Dios se había perfeccionado en él, porque guardó la palabra de Dios hasta la muerte. ¿Cuánto amas tú? ¿Cuánto amo yo al Señor? ¿Bastante para guardar su palabra, predicar su palabra, obedecer su palabra, no hacer malo pero hacer bien y predicarlo a otros hasta la muerte? ¿Podemos regocijarnos en el Señor? Aun cuando la gente se burla de nosotros por amarle y cuando sufrimos por él, lo demostramos como los primeros discípulos en querer estar cuanto antes, cuanto más posible alabando al Señor, exaltándole, o hacemos lo mínimo y decimos, bueno, yo fui a la iglesia alguna vez, así que ya muestro que amo al Señor. O digo, no, eso no es suficiente, yo quiero hacer más para Dios. Si la gente se burla de mí, si es mucho sacrificio, él lo merece. De pie, por favor. Nuestro Padre social, gracias por la palabra de Dios. Ayúdanos, Señor, a amarte como tú nos amas a nosotros. Ayúdanos, Señor, estar dispuestos a sufrir por ti, si fuera necesario. Morir por ti. Hay de los que todos les hablan bien, porque hay cristianos que viven como el mundo y todos les hablan bien. Oh, él es un cristiano y hace todo lo que hacemos nosotros. Y así que él no es mejor que nosotros y nadie les critica porque viven como el mundo. Y Dios es su juez si son cristianos o no. Pero Señor, ayúdanos a nosotros a guardar tus mandamientos, aunque la gente se burle de nosotros, nos maltrate. Y ayúdanos a guardar tus mandamientos, Señor, hasta el extremo, que queremos alabarte más, servirte más. Y no decir, yo amo a Dios, pero no quiero sacrificarme para servir a Dios, porque en nosotros no está perfeccionado el amor del Señor. Y no podemos estar seguros que estamos en Cristo, en la vida. Si no estamos llevando fruto, recibiendo la savia de gozo y alegría del Señor, sustento bastante para querer glorificar al Señor. Ayúdanos, Señor. Para los que no son salvos, de verdad, sé salvos. Para los que son salvos, pero nunca han pensado Amo al Señor de verdad. En mí está perfeccionado el amor. O sólo platicado el amor. Muchas veces platicamos, profesamos que amamos al Señor. Pero no lo practicamos, no lo perfeccionamos, no lo demostramos. Señor, perdónenos por ser cristianos negligentes y somos cristianos. Y ayúdenos a estar seguros que somos salvos por demostrar amor al señor. Que viene por. Creer que Cristo nos ama. Y cuando creemos que Él nos ama tanto, es fácil para nosotros amarle a Él. Es sólo natural que le amamos a Él, que nos amó a nosotros primero. En el nombre de Jesús, ayúdame.
El Amor Perfeccionado
Series 1-3 Juan
- Resulta en guardar su palabra
1Jn 2:5 El que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
• Cuando nos sentimos amados y amamos a otro, mucho cambia en la vida. Queremos agradarle y así queremos guardar su Palabra para agradarle
• Hijos rebeldes cambian cuando se sienten amados (Oscar en HBC)
Mujer samaritana; María Magdalena; Endemoniado transformado; Zaqueo
• El cambio y el deseo de agradarle prueba que el amor de Dios se ha perfeccionado en él
• Amor "Perfeccionado" = Cumplir su propósito o fin para nuestras vidas ("consumado es")
• Sabemos que "Estamos en El" – Jn. 15:4 como la vid
Tiene tanta comunión íntima que saca fuerza de El ("sin Cristo nada puede")
1Jn 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
• Guardar su palabra gozosamente prueba que permanece en "la Luz"
• Da seguridad de que "estamos en él"
• Hechos 5:40 Llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. 41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. 42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Sermon ID | 520241846305343 |
Duration | 44:58 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 2:5 |
Language | Spanish |
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