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Buenos días hermanos, les pido que abran sus Biblias en Nehemias 4 Estaba pensando en lo que decía Eduardo en la meditación al principio, que parecía que estaban desinflados o algo así, y cuando yo estaba estudiando este capítulo, bueno, es algo como que los va a desinflar más, Pero el Señor igual va a soplar aliento y para eso vamos a orar antes de comenzar. Señor, te damos gracias por este día, gracias por mis hermanos que están acá. Te pido que tu Espíritu Santo nos asista, tanto a mí en transmitir el mensaje y a mis hermanos en cuanto a escucharlo. Bendice este tiempo y te agradezco mucho en el nombre de Jesús. Amén. Ya, vamos a leer el capítulo entero, es un poco largo, les pido paciencia. Dice así, y sucedió que cuando Zambalá se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho, y burlándose de los judíos, habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria y dijo, ¿qué hacen estos débiles judíos? la restaurarán para sí mismos, podrán ofrecer sacrificios, terminarán en un día, harán revivir las piedras de los escombros, polvorientos, aún las quemadas. Tobías, el amonita estaba cerca de él y dijo, aún lo que están edificando, si un zorro saltara sobre ello, derribaría su muralla de piedra. Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de ti. porque han desmoralizado a los que edifican. Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Aconteció que cuando Zambalat, Tobías, los árabes, los samonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho. Y todos ellos conspiraron juntos para venir a luchar contra Jerusalén y causar disturbio en ella. Entonces, oramos a nuestro Dios Y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche. Pero se decía en Judá, desfallecen las fuerzas de los cargadores y queda mucho escombro. Nosotros no podemos reedificar la muralla. y nuestros enemigos decían, no sabrán ni verán hasta que entremos en medio de ellos y los matemos y hagamos cesar la obra. Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces, subirán contra nosotros de todo lugar a donde os volváis. Entonces aposté hombres en partes más lejanas, más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos, aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo, no les tengáis miedo, acordaos del Señor, que es grande y temible. y luchar por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas. Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que lo sabíamos y que Dios había desbaratado sus planes. Entonces, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo. Y sucedió que desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaban en la obra, mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas, y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá. Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga con una mano trabajando en la obra y con la otra empuñaban un arma. Cada uno de los que reedificaban tenía enseñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo, la obra es grande y extensa y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro. En el lugar que oiga ese sonido de la trompeta, reunimos allí con nosotros. Nuestro Dios peleará por nosotros. Hacíamos el trabajo con la mitad, empuñando lanzas desde el despuntar del alba hasta que salían las estrellas. En aquel tiempo dije también al pueblo, cada hombre con su sirviente pase la noche dentro de Jerusalén para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día. Ni yo, ni mis hermanos, ni mis sirvientes, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa, cada uno llevaba su arma en la mano. En el anterior capítulo, en el 3, se nos relata el informe de todo el trabajo que se hizo, los grupos que se organizaron para terminar ciertas partes, ciertos lugares de la muralla, puertas, y era como un enfoque general. Solo se nos registra el trabajo y lo que se hizo y las familias que lo hicieron. Pero aquí es como que la cámara baja y va tomando aspectos mucho más de cerca, y eso lo vamos a ver a medida que desarrolle mi tema. Le titulé Enfrentando oposición, la verdad principal. La evidente ayuda de Dios para con su pueblo era de mucho ánimo, pero eso no significa que el pueblo debía bajar los brazos y esperar pasivamente que Dios obre, sino que el pueblo debía esforzarse y tener confianza de que Dios los ayudaría. Mi primer punto, bueno, este tema lo dividí en cuatro puntos. El primero es nuestra reacción ante la oposición. Y para eso quiero leer desde el uno al seis. Y sucedió que cuando Zambalá se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho, y burlándose de los judíos, Habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria y dijo, ¿qué hacen estos débiles judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aún las quemadas? todavía se la monita acerca de él y dijo, aún lo que están edificando si un zorro saltara sobre ello derribaría su muralla de piedra, oye oh Dios nuestro cómo somos despreciados, devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque han desmoralizado a los que edificaban. Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. En los tres primeros versículos, la figura principal es Zambalat, y el siguiente, el segundo, es Tobías. Era un oficial. Y ellos comenzaron primero. Y es interesante la estructura de todo este capítulo, porque vamos a ver cómo empieza la oposición. Primero va a hacer burlas, y luego va a ir aumentando de gravedad. Y yo estaba pensando en los estudios de los jueves y creo que está dando resultado, o al menos me está ayudando mucho en el estudio de la palabra. Y bueno, el pueblo estaba trabajando, pero recordemos que la condición del pueblo era ellos estaban débiles, estaban desprovistos, y aunque Neemías había traído material para trabajar, las fuerzas estaban débiles. Y una de las cosas que también aquí vemos es que en las burlas ellos dicen ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Las restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? Y en el contexto de los sacrificios vemos que Ezra comenzó primero esto, en la construcción del templo. Cuando se terminó, ellos pudieron ofrecer sacrificios al Señor. Pero esa fue una obra de muchos años. Y entonces ellos estaban haciendo alusión a eso. Más que todo era burla. Les decían, en un día van a poder terminar ustedes. Como diciéndoles, no se acuerdan de los que vinieron antes de ustedes. Tardaron como cuarenta y tantos años. Y esto nos muestra lo difícil que va a ser la obra. Y para eso quiero que vayan a Mateo 9, versículo 37. Dice, entonces dijo a sus discípulos, la mies es mucha, pero los obreros pocos. Y creo que este versículo retrata bien la situación. Había mucha obra por hacer, mucho trabajo, y había pocos obreros. Pero también recordemos quién es el señor de la obra. Sigamos con el versículo 38, dice, Y estaba pensando en nuestro pedido de de nosotros cuando necesitamos hacer algo y comparándolo también con el pedido del pueblo. Esto comenzó, cuando vemos en el capítulo uno, fue parientes de Neemías que fueron hasta donde él estaba y les dieron la noticia del pueblo Estasía. Y Neemías entonces se dolió y y oró al Señor, y creo que eso también refleja este versículo 38. Y yo creo que el pueblo también, el remanente que estaba allí, estaba clamando, y el Señor responde. Y mientras estudiaba este punto, estos versículos del 1 al 6, Me di cuenta de algo. Bueno, está ahí. La oposición será parte del camino de la vida cristiana hasta que muramos. Eso es una verdad inevitable. Habrá oposición. Entonces, ¿cuál será nuestra reacción ante la oposición? ¿Qué es lo primero que haces cuando la oposición llega? Veamos el ejemplo de Niemias y cuál fue su primera reacción ante la oposición en los versículos 4 y 6. Dice, Oye, oh Dios nuestro, cómo somos despreciados. Devuelve su oprobio sobre sus cabezas y entrégalos por despojo en una tierra de cautividad. No perdones su iniquidad, ni su pecado sea borrado de delante de ti, porque han desmoralizado a los que edifican. Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar". Aquí vemos un tipo de oración que Bueno, no es muy común, o al menos yo no he escuchado que en los jueves o los domingos como hoy en la mañana en el tiempo de oración diga, Señor, haz justicia con este tipo. Pero aquí, en el Antiguo Testamento, más que todo, se ve este tipo de oración. El salmista David también hacía este tipo de oración y en los salmos se encuentra eso. La oración es la respuesta... Perdón, este tipo de oración es una oración imprecatoria, lo que le llaman. Es la respuesta inmediata de enemías Y también vemos en este punto que Nehemiah es algo que tú puedes ver como una marca en su vida, es la oración. Es algo que sobresale en él y él es quien hace este tipo de oración imprecatoria. Es pidiendo el juicio de Dios sobre ellos. Y yo estaba meditando cómo es para nosotros este tipo de oración hoy. Y para eso quiero que veamos también ejemplos en el Salmo 79. Versículo 12. Dice así. Y devuelve a nuestros vecinos siete veces en su seno la afrenta con que te han ofendido, Señor. Y lo que quiero que notemos aquí es que este tipo de oración no es algo que sea un problema personal nuestro, no es alguien que nos ofendió, no es alguien que nos hace las cosas difíciles por lo cual debamos hacer esta oración y decir Señor, borra de este tipo, sino que es para los enemigos de Dios. Y yo me ponía a pensar la gravedad de ser enemigo de Dios. En hebreo dice que horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo. Y entonces comencé a entender de que sé que no es una oración común, pero que sí es muy serio el estar en contra de la obra de Dios y mucho más cuando conoces o has escuchado de las obras de Dios y aún así te atreves a ponerte en contra. Y en ese sentido es que hace esta oración Nehemias. Ahora vamos a Mateo 12.30. Dice, el que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. Y también vemos un paralelo en Lucas 11, 23. Dice, el que no está conmigo, contra mí está, y el que conmigo no recoge, desparrama. Pero nos preguntaríamos y en el Nuevo Testamento qué ejemplo podríamos encontrar de este tipo de oración. Y creo que está en Mateo 23, les pido que vayan a ese libro y capítulo, en los versículos 13 al 29. Y quiero que noten esto, no es una persona, por decirlo así, como Neemías o como Pablo o Pedro o cualquier otro de los discípulos que está haciendo esta afirmación, sino es Jesús mismo. Dice, pero hay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, ¿Por qué cerráis el reino de los cielos delante de los hombres? Pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. Hay de vosotros escribas y fariseos hipócritas. ¿Por qué devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones? Por eso recibiréis mayor condenación. Hay de vosotros escribas y fariseos hipócritas. ¿Por qué recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito y cuando llega a hacerlo lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros? Hay de vosotros, guías ciegos, que decís, no es nada el que alguno jure por el templo, pero el que jura por el oro del templo contrae obligación. Insensatos y ciegos, ¿Qué es más importante, el oro o el templo que santificó el oro? También decís, no es nada el que alguno jure por el altar, pero el que jura por la ofrenda que está sobre el altar contrae obligación. Ciegos. Porque, ¿qué es más importante? ¿La ofrenda o el altar que santifica la ofrenda? Por eso, el que jura en el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Y el que jura por el templo, jura por él y por el que en él habita. Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él. Hay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley. la injusticia, la misericordia y la fidelidad, y estas son las cosas que debías haber hecho, sin discutir aquellas. Guías de ciegos, que coláis el mosquito y que os tragáis el camello. Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. Fariseo ciego, limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. Hay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. Hay de vosotros escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos. Esto para mí fue y es difícil escuchar a Jesús decir esto, porque cuando vemos el otro lado también, cuando vienen pecadores a Él, reconociendo que Él es el Hijo de Dios, Él los acepta y les muestra su compasión, su bondad. Pero con este tipo de pecadores que se oponen a su obra, que se oponen a Jesús mismo, Él es implacable. Y a mí me llamaba de temor de solo pensar cuán serio es estar en contra de Dios. Y bueno, yo creo que Sobre este tipo de oración imprecatoria, más adelante iremos aprendiendo más, pero eso quería darles como referencia para que puedan ir entendiendo también el contexto de por qué se hacía un tipo de oración así. En el versículo 6 vemos que el pueblo tuvo ánimo para trabajar y edificaron, dice, hasta la mitad de la muralla. Y eso nos lleva a mi segundo punto, es oración y sentido común. Eso está desde el 7 al 11. Dice así, aconteció que cuando San Balad, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho y todos ellos conspiraron juntos para venir a luchar contra Jerusalén y causar disturbio en ella. Entonces, oramos a nuestro Dios y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche. Pero se decía en Judá, desfallecen las fuerzas de los cargadores y queda mucho escombro, nosotros no podemos reedificar la muralla. Y nuestros enemigos decían, no sabrán ni verán hasta que entremos en medio de ellos y los matemos y hagamos cesar la obra. Al parecer la táctica de Zambalab y Tobías no produjo el resultado esperado, sino al contrario, el pueblo tuvo ánimo y continuó la reedificación y avanzaron hasta la mitad de la muralla, provocando aún más el enojo de ellos. Y vemos este patrón. Primero, en el primer punto vemos que Nehemias ora él solo, de forma personal. Pero si vemos en este segundo punto de mi tema, en el versículo 9, dice, entonces oramos a nuestro Dios y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche. Y esto era una marca no solo en la vida de Nehemias, sino que también en el pueblo, dice entonces oramos a nuestro dios y esto es muy importante y yo comencé a notarlo más a medida que meditaba en los anteriores capítulos y también gracias a los estudios que hemos tenido a notar ciertos patrones que el autor está haciendo hincapié tratando de que resalte a tu vista Y era una fuente de gratitud al señor y también le decía gracias señor porque tú nos estás equipando para seguir con la obra. Así que la táctica tenía que ser mejorada y más contundente. Tenían que pasar de tan solamente palabras a la acción. y para empeorar más la situación, otros grupos se unieron a ellos con la misma intención de parar la obra a través de causar disturbios. Y vemos también, como en la oración personal, luego en grupo, y vemos también a estas personas en el otro bando de enemigos, vienen dos personas, hablan cosas para el pueblo, se burlan de ellos, pero no da resultado y luego es como que ellos se refuerzan, vienen otros grupos y dicen lo mismo, pero ya no solamente burla, sino dicen vendremos a ustedes cuando menos lo esperen y los vamos a matar. Y bueno, le puse oración y sentido común a este punto porque Cuando uno comienza la vida cristiana piensa, o al menos en mi caso, pensaba que las cosas iban a ser mucho más fáciles. Y decía, señor, de aquí es como en los vehículos, no sé cuántos conocen, pero hay un modo crucero en el vehículo, que cuando vas viajando a cierta velocidad en carretera, el vehículo entra en un modo crucero. Eso quiere decir que la dirección, la aceleración, se mantienen ahí. Y es como que el vehículo solo continúa avanzando. Pero si tú tocas el freno o el acelerador, se desactiva ese modo. Y el señor hizo que pudiera tocar freno o acelerador antes para darme cuenta, no funcionan así las cosas. Y aquí es eso. Por eso yo le puse sentido común. Porque ellos recibieron noticias. Antes fueron burlas, ahora la cosa se pone más seria y los enemigos aumentan. Y entonces ellos oraron Pero nuestra responsabilidad también está ahí. Nuestro sentido común, como lo tuvieron ellos, es prepararnos para lo que pueda venir. Y no decir solamente, el Señor peleará conmigo y Él se va a encargar, sino que es una obra del Señor, pero también nuestra. Y otra de las cosas que si vemos en esto es también el esfuerzo. Va aumentando. Las personas tienen que trabajar más, tienen que estar más atentas. Y a medida que iba avanzando yo decía, señor, si la situación continúa así, tú haciendo que que el pueblo se esfuerce más, en algún momento van a colapsar. Pero la sabiduría del Señor es increíble y eso era una de las cosas que me asombraba, porque el pueblo, ellos oran, se animan, continúan trabajando y los problemas continúan llegando, continúan creciéndose más, pero ellos tienen ánimo. Y si lo vemos con ojos humanos, podría más bien llevarlos a desfallecer más rápido. Y yo decía, ¿de dónde están consiguiendo tanta fuerza, tanto ánimo para seguir? Y creo que una de las cosas que puedo notar aquí es que la oración, el Señor los de alguna forma les daba energía, les daba ánimo para continuar. Para seguir, quiero que veamos algunos ejemplos en Daniel 11. 11.32. Dice, en la segunda parte de este versículo, dice, más el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará. Después, pasemos por favor a Segunda Samuel, capítulo 10. Versículos del 9 al 12. Dice así, viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel y los puso en orden de batalla contra los arameos. Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai y lo puso en orden de batalla contra los hijos de Amón. Y dijo, si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás. Y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda. Esfuérzate y mostrémonos valiente por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios y que el Señor haga lo que le parezca bien. Y una de las cosas también que notamos en estos versículos de aquí de Samuel y también en Esdras es que el pueblo seguía esforzándose pero no sabían cuál iba a ser el resultado. Ellos estaban confiando en que Dios haría lo que bien le parecía a él y ellos confiaban en eso. Y una de las cosas también de que va cambiando en nuestro entendimiento es que muchas veces queremos hacer las cosas por el mérito, por lo que nos va a atraer más después, o lo que queremos conseguir, pero aquí en el pueblo, en Mías, creo que ellos estaban enfocados en la obra, enfocados en la gloria de Dios y trabajaban, aún sin saber de que si les iba a ir bien o si iban a terminar o no. Y una de las aplicaciones en esto es que a nosotros nos toca esforzarnos, nos toca prepararnos No con la vista en que nos va a ir bien o que nos van a reconocer, sino en que vamos a trabajar en la obra de Dios y que su gloria va a continuar. Y nosotros somos parte de eso. Ahora, pasando a mi siguiente punto, nuestra lucha y confianza, versículo 12 al 14. Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces, subirán contra nosotros de todo lugar a donde os volváis. Entonces, aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos, aposté al pueblo por familias, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo, no les tengáis miedo, acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas. Ahora parece que el plan malvado del enemigo está dando frutos y el pueblo está sucumbiendo al temor. La pronta reacción de enemías fue colocar hombres en lugares vulnerables que el enemigo fácilmente podría utilizar. Y cuando leía esto también veía el cuidado del señor en todo esto. En la iglesia el Señor puso pastores para poder guiarnos, para poder cuidarnos y veía también esto en las familias, los padres, cómo el Señor estructuró todo con tanta sabiduría, porque en este tiempo yo escuchaba hablar de las casas hogar o orfanatos y veía, parecía que el Señor, qué estamos haciendo, el enemigo parece que nos lleva mucho más ventaja. Y es interesante para mí poder ir viendo cómo el Señor obra y hasta aquí vemos que el enemigo se está adelantando a todo, ellos están burlándose, ellos vienen primero, y le dicen al pueblo, no van a llegar lejos, tenemos más gente, en cualquier momento venimos y los matamos. Y eso, en el comentario, esta parte de venir y sorprenderlos y matarlos, hablaba de guerrillas. Y yo recordé que cuando hice el servicio militar, te enseñan tácticas y formas de cómo enfrentarte al enemigo. Y una de las cosas que en historia uno de los instructores me contaba era esta forma de guerrillas. Eran pequeños grupos especializados que que atacaban de forma sorpresiva y ellos me dijeron y esta forma de guerrilla lo aprendimos cuando vino el Che Guevara a este lado. El Che Guevara no traía un ejército grande, solo traía grupos pequeños pero bien preparados y que ellos atacaban ciertos lugares, ciertos pueblos y continuaban así debilitando. Y entonces, esto era una forma de este tipo de personas, de este tipo de ejército que está hablando aquí, vamos a venir por sorpresa. Y es que, si ustedes piensan también, el pueblo estaba organizado por grupos y ciertos lugares estaban, en capítulos anteriores también dice que habían perfumistas, orfebres, y si se imaginan, este grupo de perfumistas o orfebre, enfrentándose a un grupo muy preparado, dedicado a eso, y yo decía, señor, ¿cómo es tu sabiduría? Yo pensaba también en el matrimonio, ¿no? Cuando yo me casé, yo tal vez entré como los perfumistas, ¿no? Construir sin saber lo que se vendría, ¿no? Y a estas alturas de mi vida digo, Señor, si no fuera por ti, ¿qué hubiera sido de mí, de mi matrimonio? Pero el Señor es tan bondadoso que Él provee los medios, provee la ayuda, las personas, y eso podemos verlo aquí como el Señor está obrando. Dice, nuestra lucha y confianza. Es nuestra lucha pelear por nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestras hijas, nuestras mujeres y nuestras casas. En sentido general, la iglesia. Y eso me llevaba a pensar también en el mensaje anterior, el domingo, cuando le dicen a Jesús bendita la mujer que te amamantó el vientre y Jesús le dice no. benditos los que oyen mi palabra y la hacen. Y yo me ponía a pensar también en esto de nuestra lucha. Aquí dice hermanos, hijos, hijas, vuestras mujeres, vuestras casas, y veía la realidad de la de la situación, de los tiempos en que vivimos. Muchos dicen que es la mejor era donde tenemos mucha información, donde tenemos acceso a muchas cosas, a muchos conocimientos. Y otros dicen que también es la peor era donde estamos viviendo. Y yo imaginaba también en la situación del pueblo que está reedificando, no era el mejor tiempo para ellos. Era una situación muy difícil, muy complicada, y la respuesta aquí es prepárense. Ustedes van a trabajar, pero también van a tener que cuidarse y van a tener que hacerlo a la misma vez, dice trabajar mano y tenían la otra lista para usar su arma, defenderse, y creo que esos son tiempos en los que estamos viviendo, donde sus hijos, nuestros hermanos, nuestras hermanas, no hay tiempo que perder. y yo pensaba, ¿qué consejo puedo darles a los padres? Yo no soy padre, no tengo hijos, pero aquí no habla de cosas específicas, habla de un mandato general, y eso es de que ustedes puedan estar listos, no solamente proveer para sus casas, sino también cuidar a sus hijos de la influencia de afuera, del enemigo, y no hay tregua en eso. Yo no puedo decirles cómo criar a sus hijos, qué hacer con la tecnología. Ustedes podrían darme cátedra a mí en eso, de cómo cuidar a sus niños, de todo eso, pero lo que yo veo aquí, lo urgente es que ustedes se preocupen, que no pierdan tiempo, que estén listos, no solamente trabajando, sino que también cuidando y cómo se cuida y la espada hace una referencia a la palabra y es la palabra que nos prepara para cualquier situación, nos muestra cómo el Señor quiere que reaccionemos, cómo hacer las cosas y eso como lo muestra aquí es trabajo duro, no hay tregua y ustedes y nosotros cada uno tiene que esforzarse. Y esta otra parte de mi punto y confianza, dice, y nuestra confianza es esta, dice, acordaos del Señor que es grande y temible. Y este es el propósito, ¿por qué nos esforzamos? ¿Por qué aún continuamos aquí? ¿Por qué aún el Señor nos mantiene en pie? Y es él. pareciera que dependiera de nuestro esfuerzo, pero esta es una obra maravillosa. Vemos al Señor obrando y vemos también a las personas esforzándose. Para eso le pido que vayamos a Salmos 24, versículo 8 y dice, ¿Quién es este Rey de la gloria? el Señor fuerte y poderoso, el Señor poderoso en batalla. Este es nuestro Dios. Y cuando yo veía esto, inevitablemente mi mente iba a los ejemplos, en el libro de Éxodo, cuando Dios manda a Moisés a sacar al pueblo a libertad, Dios desplegando su poder de una forma que tal vez hasta ese momento no se había visto. Y eran diez veces también, diez plagas, mostrando Dios su poder, y aquí también dice que los enemigos diez veces le dijeron al pueblo, no van a poder. Y este número diez dice que significa algo completo. Y o sea, yo veía al enemigo esforzándose con todo, pero también mostrando el otro lado, Dios, nuestro Dios temible y poderoso. Creo que estos dos motivos son más que suficientes para luchar y confiar en nuestro Dios. Así como el enemigo se esfuerza más en cómo dañar la obra de Dios, también los hijos de Dios se esfuerzan más en trabajar y estar listos para presentar batalla con la confianza plena en Dios, que es grande y temible y poderoso en batalla. Eso me lleva a mi cuarto punto y el último. La respuesta de Dios y la nuestra. Está del 15 al 23. Volvamos a Nehemias. Dice sucedió que nuestros enemigos se enteraron que lo sabíamos y que Dios había desbaratado sus planes. Entonces, todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo. Y sucedió que desde aquel día, la mitad de mis hombres trabajaban en la obra, mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas, y los capitanes estaban detrás de toda la casa de Judá. Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas, llevaban la carga en una mano trabajando en la obra y en la otra empuñaban un arma. Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras se edificaba. El que tocaba la trompeta estaba junto a mí. Y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo, la obra es grande y extensa y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro. En el lugar que oigáis el sonido de la trompeta, reunidos allí con nosotros, nuestro Dios peleará por nosotros. Hacíamos el trabajo con la mitad, empuñando lanzas desde el despuntar del alba hasta que salían las estrellas. En aquel tiempo dije también al pueblo, Cada hombre con su sirviente pase la noche dentro de Jerusalén para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día. Ni yo, ni mis hermanos, ni mis sirvientes, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa, cada uno llevaba su arma en la mano. Y aquí vemos, dice, sucedió que nuestros enemigos se enteraron. Al principio vimos que el enemigo venía primero a burlarse, a amenazar al pueblo, pero ahora aquí ellos ya reciben la noticia de que el pueblo está listo, sabe que maquinan, pero sobre todo que Dios está obrando. y si vemos esto pareciera que eso ya debería calmar al pueblo de Dios y decir tomémonos un respiro, las cosas se han invertido ahora ellos saben que nosotros estamos así, que estamos cuidando, vigilando y que Dios está de nuestro lado, pero no fue así sino que el esfuerzo aún más se redobla, se aumenta, y por eso era mi punto, mi verdad principal o la verdad principal del capítulo 4, es que la ayuda de Dios está, pero eso no significa que debamos cruzarnos de brazos y mantenernos pasivos, sino que debemos esforzarnos más, prepararnos más y ahí yo pensaba que el Señor Yo decía, señor, creo que está siendo muy duro impedir esto al pueblo, en decirles sigan esforzándose, trabajen más, desde que antes de amanecer ellos ya estaban en pie, hasta que anochecía y salían las estrellas. Imagínense trabajar a ese ritmo. Sé que la redificación duró 52 días, pero Trabajar a este ritmo era muy agotador. Y yo recordaba también en el servicio militar, una de las revistas más pesadas era al principio. Tenías que aprender muchas cosas, pero su propósito de ellos, aparte de que aprendas, era de que puedas aprender a manejar tu cansancio, tu estrés, tu preocupación, todo, haciéndote que tú no duermas, que tú buscas la forma de cómo descansar un poco. Y yo recuerdo que tú tenías que pensar cómo poder dormir media hora, cinco minutos, porque el propósito de ello era prepararte para cualquier tipo de situación. y entonces ellos estaban vigilantes, en cualquier momento podrían aparecer y verte dormido significaba sufrimiento para ti. Y entonces yo pensaba, no soy una persona que lidera, que lleva grupos, pero Tenía también un poco de sentido común, así que al grupo que tenía conmigo, yo les decía, esta es la situación, no nos van a dejar dormir, así que nos vamos a turnar. Cada uno va a tener 20 minutos de guardia y el resto duerme. Y el problema es que como estábamos tan cansados hasta el guardia se dormía, así que imagínense todo eso ahí. Y veía la situación del pueblo, pero también veo la sabiduría de Dios en que si Él te va a exigir tanto, también va a proveer los medios y eso vemos aquí también. Vemos cómo se organizaron, la seguridad se reforzó, cada uno volvió a su trabajo, pero también aquellos que no trabajaban o eran oficiales estaban resguardando a los que trabajaban, y los que trabajaban llevaban armas también, tenían ceñida su espada. Aunque estaban bien organizados, quedaba espacios que no podían cubrir, la obra era grande y extensa, así que había alguien que estaba encargado también de tocar la trompeta y dar aviso de peligro, entonces podrían ocuparse y hacer frente al peligro, sabiendo que Dios peleará por ellos y eso debía darles confianza y seguridad. Y yo creo que también esto es un reflejo de la vida cristiana. Es un llamado a esforzarnos, a prepararnos. Y yo decía, Señor, ¿en qué momento puedo decirle a los hermanos, bajen la guardia, tómense un descanso? No hay un descanso de este lado de la tierra. sino nuestro descanso eterno está del otro lado. Pero tenemos la esperanza, tenemos los recursos, tenemos el aliento para seguir trabajando. Dios infundirá aliento a su pueblo, pero también demanda nuestra responsabilidad y, como aprendíamos en Barones también, demanda nuestro mejor esfuerzo. El trabajo arduo comenzaba desde antes de la mañana, terminaba de noche. Se reunió toda la ayuda posible para hacer el trabajo y también aquellos que no vivían en el lugar tuvieron que quedarse en sus lugares de trabajo para guardar el lugar en la noche y en el día continuar trabajando. Y eso me llevaba a reflexionar también en el amor de otros cristianos, por ejemplo los misioneros, ellos tienen que venir de otro lugar y no vienen a una vida fácil, a una vida cómoda. Algunos van y tienen que meterse en África, en la selva y yo decía, ¿qué los impulsa realmente a hacer algo así? Y algunos van con sus familias o van con esposa y yo decía, Señor, ¿qué hay en sus corazones, qué hay en sus mentes que los lleva a hacer una obra tan grande y desprenderse de tanto para servirte en esta situación. Y yo creo que como el pueblo aquí, como neemías aquí, ellos conocían su Dios y yo creo que nosotros también, a medida que vayamos conociendo más al Señor, podremos esforzarnos más, confiar más, hacer muchas cosas más, pero eso requiere esfuerzo, trabajo duro, Y de este lado nos queda trabajar duro, esforzarnos. Creo que estos versículos nos están mostrando la importancia de la obra, pero también la importancia de nuestra responsabilidad. No solamente haces la obra, sino que también debes cuidarla. Eso requiere tu mayor esfuerzo y confianza plena en Dios. Y yo veía eso, más que todo lo veo en los padres, en el trabajo que están haciendo con sus hijos, el esfuerzo que están dando para ellos. Y es difícil, muy difícil yo diría, pero También veo que ese trabajo que están haciendo, no sé si lo harán con los sentidos, no sé cómo explicarlo, pero por decir, si lo hacen para que sus hijos sean buenos hombres, buenos trabajadores, buenos profesionales, para que los reconozcan, para que no sufran lo que han sufrido sus padres. Bueno, a mí me infundieron eso, ¿no? Mi papá me decía, estudia, me decía. Tú eres medio bruto, así que tienes que estudiar, me dice. No quiero que termines como yo, me dice. Y yo le miraba a mi papá y le decía, señor, ¿qué puedo hacer? Mi papá en ese tiempo, bueno, él no conocía al Señor, pero gracias a Dios tuve una mamá que sí conocía al Señor. Y la instrucción de mi papá era, equipate lo mejor que puedas para no sufrir lo que yo estoy sufriendo. pero por el otro lado tenía la instrucción de mi mamá. Ella no se enfocaba en el trabajo duro, en que tienes que vivir mejor que nosotros, ella se enfocaba en conocer al Señor. Y yo cuando veo a los padres y veo a sus hijos, el trabajo que están haciendo, y veo que lo mejor que sus hijos podrían tener cuando ellos no están es que sus padres le presentaron a este Dios. Y yo, es mi oración, también oro por sus hijos de que conozcan a Dios y como el pueblo de Israel también. Ellos en su historia conocen su genealogía, conocen sus antecedentes, sus antepasados y yo pensaba, pensaba en mi mamá, pienso en ustedes como padre, cuando sus hijos estén ya casados y yo decía, ¿qué van a recordar de sus padres? Se esforzaron realmente en que ellos aprendan a conocer al Señor, servir al Señor bien, o simplemente se esforzaron porque quieren una mejor calidad de vida. Sé que eso es bueno y debe ser así, pero lo importante realmente es conocer a Dios y servirlo. Y es ahí donde el propósito toma sentido en nuestra vida. Es ahí cuando entiendes que Dios te dio habilidades, te dio dones, talentos, Pero cuando usas esos dones para beneficio propio es como tomar agua de mar, nunca te sacia, si no te daña. Pero cuando estás en el servicio del Señor es como que todo cobra sentido, tu propósito es lo que te renueva y dices Señor, estoy siendo útil realmente. Y para conclusión, yo me quedé sin palabras realmente para concluir esto, pero quiero compartirles las palabras de este himno. El título es Soberano Dios. Dice, fortaleza hoy en las pruebas, hay belleza en el dolor. Perdón, fortaleza hay en las pruebas, hay belleza en el dolor. Me sostienes en mis fallas, en tus manos de amor y tus obras en silencio para santificarme, tú permites mis dolores para confirmar mi fe, tus planes son perfectos, tú no me olvidarás. estás conmigo en la tempestad, fiel para siempre, perfecto en amor, eres soberano Dios, tú eres sabiduría, nadie puede comprender y tú reinas sobre el cielo y tu gracia eterna es, tú levantas al caído no se mide tu bondad. Me rodeas y sostienes. Tus promesas nunca fallarán. Tus planes son perfectos. Tú no me olvidarás. Estás conmigo en la tempestad. Fiel para siempre. Perfecto en amor. Eres soberano Dios. Cuando Satanás quiere herirnos, tú buscas nuestro bien. Tú buscas nuestro bien para tu gloria. Aún en el camino más oscuro, procuras nuestro bien para tu gloria. Quiero terminar orando y espero que el Señor pueda obrar con su palabra y alentarlos, como lo hizo conmigo también. Señor, te damos gracias por tu tiempo, gracias por mis hermanos, gracias por hacernos parte de tu iglesia, de esta obra maravillosa, Y gracias también, Señor, por dotarnos hombres que nos guían, por mis hermanos también. Sé que esta obra es grande y extensa, que falta gente, falta obreros, pero Tú eres el dueño de la obra y tú eres quien manda obreros y te pedimos Señor que tú continúes obrando en nosotros, que como iglesia podamos seguir creciendo, podamos también hacer que tu obra, Señor, se lleve adelante, poniendo todo nuestro mayor esfuerzo. Gracias por nuestros pastores. Gracias también porque tú has dado a la iglesia, Señor, hermanos con talento. con habilidades, señor, que te sirven, y yo te pido, señor, que puedas utilizar a cada uno de nosotros, señor, y te doy gracias también porque lo estás haciendo, lo veo en los niños, señor, ayudando en ciertas cosas, aprendiendo, señor, también a servir, y yo te pido, señor, por sus padres, que tú les alientes, que tú les llenes de fuerza, de gozo, para que puedan seguir trabajando, esforzándose Señor y también te pido que ellos puedan encontrar en ti Señor la fuente de gozo, de aliento y que también en eso también nos utilices Señor como hermanos, que podamos ayudarnos, de que podamos estar atento a estar orando por los hermanos, pero sobre todo también a estar actuando, de ayudar en sus necesidades, de que cada uno podamos estar lado a lado, trabajando, cuidando, esforzándonos también. Gracias por este tiempo, por tu palabra y que tú bendigas tu palabra, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
Enfrentando oposición
Series Nehemías
Verdad principal: La evidente ayuda de Dios para con su pueblo era de mucho ánimo, pero, eso no significa que el pueblo debía bajar los brazos y esperar pasivamente que Dios obre, sino que el pueblo debía enforzarse y tener confianza de que Dios los ayudaría.
Escrituras tomadas de: La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Sermon ID | 512252221104464 |
Duration | 1:08:59 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Nehemiah 4 |
Language | Spanish |
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