00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Hermanos, les invito a que abran sus Biblias, por favor, a Romanos capítulo 1 y vamos a tener lectura aquí del versículo, versículo número 8, hermano, en adelante y vamos a leer hasta el versículo 16, si no me equivoco. Vamos a leer lo que dice la Palabra de Dios. Primeramente, doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. Porque testimonio me es Dios a quien sirvo en mi espíritu en el Evangelio de su Hijo de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros porque deseo veros para comunicaros algún don espiritual a fin de que seáis confirmados. Esto es para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí. Pero no quiero, hermanos, que ignoreis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros, pero hasta ahora he sido estorbado para tener también entre vosotros algún fruto como entre los demás gentiles. A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios, soy deudor. Así que en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el Evangelio, también a vosotros que estáis en Roma, porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree al judío primeramente y también al griego, porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito, más el justo por la fe vivirá. y si Dios me ayuda en ese momento hermano quiero hablar de lo que Pablo dice aquí en el versículo número 14 Pablo dice se reconoce de odor de odor a griegos y a no griegos de odor a sabios a no sabios Y hermanos, la Biblia enseña que nosotros también, nosotros que somos salvos por la gracia de Dios, nosotros que hemos sido lavados en la sangre de Jesucristo, nosotros que hemos sido perdonados por Dios, nosotros que hemos sido rescatados de nuestra mala manera de vivir, la Biblia dice que nosotros también somos deadores. A ver, a ver, analícese un momento, analícense hermanos, para ver si usted de verdad se considera, se considera deudor. Y hermanos, si Dios permite, queremos predicar la palabra para manifestar esta realidad, porque como Pablo, vemos aquí en este pasaje, hermano, que nosotros somos deudores primeramente al Salvador. luego vamos a ver hermano que somos deadores también a los santos y finalmente hermano si Dios permite terminaremos el estudio la predicación en esta tarde hablando que somos deadores también a los pecadores primero al Salvador luego a los santos y número tres a los pecadores vamos a orar y vamos a comenzar el estudio gracias padre te damos por la lectura de tu palabra señor y gracias señor por habernos bendecido este con una manifestación de tu voluntad y padre que tú me facultas señor que tú llenas mi boca mi corazón señor que tú me usas como un instrumento para ser, Señor, de bendición a este pueblo y sobre todo, Señor, que sea yo, Señor, un instrumento que te glorifique, Señor. Gracias, Señor, por lo que está escrito. Padre, no estoy tratando de torcer la escritura ni ponerle otro significado. Padre, ayúdanos a entenderlo en su contexto. Y Padre, que la aplicación, Señor, sea para el crecimiento de nuestra vida, Señor. Sacúdanos, Señor, de la indiferencia. Sacúdanos, Señor, del egoísmo o una vida enfocada, Señor, solamente en uno mismo. Y Padre, ayúdanos a ver, Padre, nuestro deber, nuestra deuda, la deuda que tenemos, Señor. Este padre, yo pido, señor, que Cristo sea exaltado en esta en esta hora y gracias te damos de antemano en el nombre de Cristo Jesús. Amén. Al hablar de ser de odor, hermanos, es claro, es necesario que aclaremos aquí desde el principio que aquí no estamos promoviendo, enseñando este que uno este tenga que, tenga o tiene, que uno tenga tenga que comprar o ganar su propia salvación. Nosotros creemos de lo que la Biblia dice que somos salvos por gracia. La salvación es algo que Dios ha efectuado en su hijo Jesucristo. Dios es el que nos ha comprado, nos ha redimido, nos ha rescatado y damos a él toda la gloria porque reconocemos la obra es de él. Él y estamos de acuerdo en ese punto verdad hermanos este que este este la deuda que tenemos no es la deuda de pagar nuestros pecados gracias a Dios fueron pagados una vez este este en la cruz de caballo y damos gracias a Dios por la salvación recibida este este mediante la fe en nuestra vida y Pero hermanos vemos aquí que Pablo siendo salvo por la gracia, siendo perdonado, siendo rescatado de su mala manera de vivir, él se sentía un deador y vemos aquí primeramente un deador este al Señor y al Salvador Jesucristo. Quiero que leamos hermano el versículo uno dice la palabra de Dios Pablo siervo de De Jesucristo, siervo de Jesucristo Y está bien traducido aquí hermanos Pero la palabra siervo ya viene de una palabra Este que tiene más expresión amplia en el griego Y hemos hablado de ese término Y es la palabra dulos ¿Verdad? Dulos Dulos quiere decir hermano Este un esclavo este voluntario Un siervo, no un siervo pagado, un asaliado, pero un siervo, hermano, entregado, totalmente dado al patrón, al dueño, al amo. Entonces, cuando Cristo dice, Pablo, siervo de Jesucristo, no es un mero siervo trabajando sus ocho, diez horas y descansando, ya después de trabajar, hacer lo que él quiere. No, Pablo se reconoce, hermano, desde luego, que él es un dulos del Señor, un esclavo voluntario a Jesucristo. Ahora, hermanos, entendemos esto porque Pablo se identificó como un dulos. este voluntariamente dando dándose a la voluntad de Jesucristo para extender y avanzar su causa entre los seres humanos. Pablo se reconocía como dulos porque él hacia un lado sus intereses propios para darse por completo a los intereses de su dueño, su amo Jesucristo. Esos son dulos. Ahora hermanos ¿Por qué Pablo se reconocía deodor del Señor Jesucristo? Y es importante que comprendamos hermano el trasfondo de ese sentir que había en el apóstol Pablo y vemos en primer lugar que Pablo era deodor al Señor Jesucristo, al Salvador Jesucristo por lo que Cristo hizo por Pablo en la cruz del Calvario. Amén. Es la primera razón por qué somos deadores. Debemos ser deadores al Señor Jesucristo, hermano. Por lo que Él hizo por nosotros en la Cruz de Caballo. Ahora, personalmente, yo estimo, aprecio, amo los escritos del apóstol Pablo. Claro, yo reconozco que toda la Escritura es inspirada por Dios. Toda palabra es útil. Para enseñar, redarguir, corregir, instruir en justicia Dice la palabra, toda la escritura Pero los escritos de Pablo en una u otra manera Siempre ministran fuertemente mi propio corazón Entonces hermano, porque cuando Pablo habla Él no habla en una forma desconectada de sus oyentes Pablo siempre se auto-incluía Él se auto-incluía en lo que él escribía. En otras palabras, hermano, Pablo siempre personalizaba la enseñanza que él daba. Un ejemplo, vayamos a Gálates, por favor. Gálates, capítulo 2, versículo 20. Galetas capítulo 2 versículo 20 dice la palabra de Dios con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más vive Cristo en mí y lo que ahora vivo en la carne yo vivo en la fe del Hijo del Hijo de Dios mira lo que dice el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí Pablo no solamente reconocía la obra que Cristo hizo por los demás, pero más importante, él reconoció lo que Cristo hizo particularmente por él en la cruz del caballo. Estoy confiado, si Cristo no hubiera venido para morir por muchos más y solamente Pablo hubiera sido necesitado de la salvación y la redención, Pablo hubiera reconocido ya abiertamente que Cristo vino a morir y pagar por él porque lo amaba. La Biblia dice aquí hermano que Pablo estaba consciente que Cristo hizo algo por él en la cruz del caballo. Dice que Cristo lo amó y se entregó a sí mismo por él. Y es importante reconocer hermano que nuestra salvación tal como la de Pablo depende totalmente de lo que Cristo hizo en la cruz del caballo. La salvación no depende de nosotros, no es de nosotros. La salvación es por pura gracia, es por Lo que Dios aportó es por lo que Dios dio, es por lo que Dios sacrificó. Dios es el que efectuó nuestra salvación y Pablo reconocía, reconoció hermanos que Cristo puso su vida, se entregó a sí mismo por él. Y es muy, muy importante, hermanos, que tengamos ese concepto tal como Pablo. Hermanos, Cristo no vino para hacer su propia voluntad. Cristo vino para dar su vida en rescate por mucho, dice la palabra, conforme a la voluntad de su Padre. Todo lo que el Padre le había dado, Cristo vino a voluntariamente, gozosamente poner su vida por ellos, dice. La Biblia dice, no me quiten la vida. Yo mismo la pongo. Tengo poder para volverla a tomar, dice la palabra de Dios. Cristo voluntariamente puso su vida por Pablo en la cruz del caballo. Se entregó a sí mismo por él. Y gracias a Dios, hermano, no nos cansamos de oír el evangelio de cómo Dios deseando salvar a un pueblo para su propia gloria envió a su hijo y luego en la cruz de Calvario, en la cruz de Calvario Dios cargó en Cristo nuestros pecados y luego le hizo Cristo pagar por nuestros pecados en la cruz de caballo. Es decir, Cristo pagó una vez para siempre nuestra cuenta y nuestros pecados quedaron hermanos, salvados, quedaron eliminados, quedaron pagados hermano, totalmente removidos de la presencia de Dios por la obra de nuestro Señor Jesucristo en su muerte y su resurrección. Entonces vemos hermano este fue el mismo apóstol apóstol Pablo que manifestó en 1 Timoteo capítulo 1 versículo 15 dice palabra fiel y digna de ser recibida por todos que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores de los cuales yo yo soy fíjese como lo personaliza de este como se auto incluye del cual yo soy dice de los cuales yo soy el Primero entonces hermanos vemos aquí la primera razón porque se sentía de odor Este al Salvador Jesucristo es por lo que Cristo hizo por Pablo en la cruz de caballo Pero vemos otra cosa Pablo también se sentía deudor al Salvador Jesucristo por como Cristo lo llamó del pecado y de una vida de justicia propia a sí mismo. Lo leímos en la primera hora verdad el testimonio 22 iba rumbo camino a Damasco con la intención de perseguir la intención de lastimar de perjudicar a los hermanos a la iglesia del Señor en esa comunidad y la Biblia dice que que iba con toda la autoridad con cartas de prensión y la Biblia dice que iba con tantas ganas pero al medio camino hermano Dios intervino en la vida de Pablo tal como ha intervenido es correcto ha intervenido en nuestra vida cuando no lo buscábamos cuando no lo queríamos cuando no deseaba nada de él Dios vino y Dios nos buscó amándonos primero y Dios nos llamó a sí mismo. Así Pablo fue llamado. Así Pablo, la Biblia dice, ahí en el camino a Damasco, dice que él vio una luz del cielo y la Biblia dice que oyó una voz y, Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues si hay una plática entre Pablo, entre Saulo de Tarso y el Señor? Y finalmente se llevó a cabo una obra, hermano, una obra sobrenatural, una obra que no se ve, se aprecia, se ve el fruto, pero dice que luego Pablo dice, Isabel le dijo a Dios, Señor, ¿qué quieres que yo haga? Ahora muchos quieren interpretarlo que es necesario hacer algo para ser salvo, pero es lo contrario. Cuando Él dice, Señor, ¿qué quieres que yo haga? Pablo está reconociendo que el mismo con quien hablaba era el Mesías, era Dios eterno, era el prometido desde Génesis capítulo 3 y Él es el que ya vino y puso su vida y murió. Sus pecados, lo reconocía como Rey, como Dios Este, este, este, este, encima de todo Y dice Señor, ahora hermanos No todos los que digan Señor, Señor entraron en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad. Pablo no quiso solamente decirle Señor, pero Pablo demostró una verdadera conversión, regeneración, porque él quería hacer la voluntad de Jehová. Señor, ¿qué quieres que yo haga? Cuando me pongo a pensar en la obra de Dios en mi vida, Cuando Dios me llamó de las tinieblas a la luz. Cuando Dios me trasladó de reino de tinieblas a reino de la luz de Jehová. Hermanos, es una maravilla la verdad. Yo no quería nada de Dios. Yo estaba a gusto. Yo como un puerco ya revolcándome en el lodo. Así me encantaba vivir en la vida del pecado. No, es la realidad. Tengo que confesarlo. Pero cuando menos quería, un encuentro con Dios, un conocimiento de Dios, Dios obró y puso muchas circunstancias. Y conocí un pastor, un pastor humilde, no tenía muchos estudios. Y él, un día lo conocí y fui invitado por él. Y luego por otra persona querida en mi vida que iba y escuchaba la palabra de Dios de la boca de ese hermano. Y Dios empezó a obrar mi persona, acepté la invitación, no quería nada. Yo nada más por el gozo, el compromiso de la relación fui, escuché la palabra de Dios. Pero hermanos, yo estaba sentado ahí atrás como porfirio, ¿verdad? Yo no quería comprometerme, no quería nada. Yo nada más estaba ahí por compromiso, pero Dios empezó a obrar en mi corazón aquel día. Mis familiares, mis padres y otros siempre me decían qué tan malo era, pero en realidad Dios me empezó a mostrar la verdad acerca de mi maldad. Y la verdad era mucho más malo de lo que mí o de lo que yo o otros nos dábamos cuenta. Y Dios empezó a abrir mis ojos. Mi corazón quedó compunguido. La verdad está. Mi corazón fue tocado. Empecé a leer las escrituras. mayormente las noches por lo menos un capítulo de los evangelios y no sé no no me acuerdo este por qué este comencé con los evangelios pero leí los evangelios y los volví a leer este y me llamaba la atención y sobre todo el amor de Cristo hacia los rechazados los los repugnantes de la sociedad los despreciados Y sentía en mi corazón una lucha hermano, una lucha porque yo sentía la necesidad de oír y recibir la palabra y obedecer al Señor pero por otro lado no quería que nadie me mandara, nadie me obligara, que nadie me dijera, yo quería ser libre y hacer la vida que yo estaba acostumbrado a hacer. No sé si lo he dicho aquí públicamente, pero un día estaba escuchando un poco de música rock. Es la única música que escuchaba. Estaba escuchando música rock y en mi presencia entró una persona cristiana y yo sabía que no le gustaba la música. Y esa persona llegó y bajó totalmente el volumen de la música. Y le recriminé. ¿Por qué estás bajando el volumen de la música? ¿Quién eres tú para que me digas algo? Y estaba yo molesto y pronto yo tenía las personas en mis brazos estamos ya luchando y pronto sobre el piso ya como una lucha libre. Estaba molesto, enojado. Pero el Espíritu Dios, al levantarme, el Espíritu Dios me dijo, ¿por qué luchas? No luchas contra el hombre. Estás luchando contra mí. Y yo nunca pierdo. Nunca pierdo. Pasó un tiempo y no me acuerdo de días, semanas, meses. No, no me acuerdo de todo eso. Solamente sé la experiencia, pero pasó un tiempo y finalmente una noche siendo joven. Dios, no iba yo a los cultos, el domingo a la noche no iba porque yo siempre jugaba basquetbol los domingos en la noche y con los maestros de la escuela y con personas y me sentía honrado, verdad, tener parte entre ellos y no quería yo perder ese honor. El pastor anunció un día que va a haber un estudio sobre las cosas finales del libro de Apocalipsis. No sé por qué tenía tanto interés, pero ya dejé de jugar básquetbol los domingos y fui a escuchar la palabra de Dios por primera vez los domingos de la noche. Y un tiempo después de eso, el Señor es el que me llamó. Dios es el que me hizo, ya me concedió ese arrepentimiento, un deseo. No aguantaba más, no podía yo seguir mi vida. Yo me identifico con Saulo, yo luchando contra Dios. Y Dios es el que me hizo dispuesto a entregarme a Jesucristo. Y Pablo se sentía duro, sentía deudor al Señor Jesucristo por como Dios lo había llamado. Pablo ya quedó ya ciego, cegado. Tuvo que ser apoyado para llegar a la casa de la calle derecho. No me acuerdo la casa de uno, no me acuerdo su nombre, pero en la calle derecho. Ahí estuvo tres días en ayuno, esperando que Dios le confirmara, que Dios le dijera algo. Mientras. Este pues este este ya me estoy adelantando, pero este este vemos ahí que este Dios lo llamó de las tinieblas hermano Dios es el que ya este este a este a. Vayamos por segundo Timoteo capítulo uno vamos a ver este en la palabra de Dios la experiencia personal del apóstol Pablo. Segundo Timoteo capítulo uno versículo número nueve. que nos salvó, mira lo que dice el apóstol Pablo que nos salvó y llamó con llamamiento santo no conforme a nuestras obras sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos porque ahora ha sido manifestado por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo el cual quitó la muerte, sacó a luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio. Entonces, hermano, es un llamamiento. El Espíritu Santo lo llamó, lo regeneró, lo hizo una nueva criatura y la manifestación luego fue Señor. Un reconocimiento de quién es Cristo verdaderamente y una disposición de obedecer su voluntad. Señor, ¿qué quieres que yo haga? ha sido llamado por Dios. Ya te identificas con la experiencia del apóstol Pablo de Saulo de Tarso, con su testimonio. Hermanos, es algo que no se puede explicar. Más allá, ¿por qué Dios se ha fijado en mí? ¿Por qué ya Dios me ha buscado, me ha encaminado, me ha llamado, me ha transformado, me ha regenerado, me ha... a este este este librado de esa vida pero hermano así es el llamamiento y por haber sido llamado Pablo se sentía deudor este del deudor al Señor Jesucristo entonces vemos hermano que Pablo era deudor al Señor Jesucristo ¿Has sido salvo? ¿Eres salvo? ¿Tus pecados han sido limpiados en la sangre de Jesucristo? ¿Tienes la justicia de Cristo por la fe? ¿Conoces la verdadera salvación en Cristo? Si has sido salvo, mi hermano, mi hermana, Escúchame, nosotros de verdad somos deadores al Señor Jesucristo. Nosotros, tal como Pablo, debemos considerarnos dulos del Señor. No meros siervos para los días de culto en ciertos tiempos, pero nuestra vida debe ser rendida por completo al Señor Jesucristo, haciendo la voluntad de Él. Pero vemos también que, como Pablo, Somos deadores a los santos. Somos deadores a los santos. Vayamos a 1 Corintios, por favor. 1 Corintios capítulo 4, versículo 7. 1 Corintios capítulo 4, versículo 7. La Biblia dice ¿Por qué? ¿Quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo tienes, y si lo recibiste, perdón, y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? Pablo está llamando la atención aquí a los hermanos en Corinto. Haciéndoles recordar que todo lo que tenemos Todo lo que sabemos, todo lo que podemos Todo lo que somos es por la gracia de Dios Todo lo que tenemos lo hemos recibido Es lo que Pablo dice Y lo primero que da es gloria a Dios Dios es el que nos distinguió ¿verdad? Dios es el que ya hizo la diferencia en nuestra vida. Todos somos de la misma masa, dice Romano 9. Pero Dios es el que nos ha mostrado misericordia. Pero lo interesante aquí, hermanos. Dice. Hemos recibido todo, es verdad. Pero te has puesto una vez a pensar. De dónde. o de quien has recibido lo que tienes. Y si lo analizamos bien, hermano, mucho de lo que tenemos en esta vida por la buena voluntad del Dios soberano es por medio de nuestros hermanos en Cristo Jesús. Ahora, hablamos de Ananías o de Saulo otra vez. porque fue llevado a esa casa en la calle derecho estuvo allí tres días esperando y mientras estaba esperando Dios despertó y llamó a uno habló a Ananias un miembro de la iglesia allí en Damasco probablemente un siervo del Señor y Dios le dijo a Ananias que fuese a la casa en la calle derecho y que buscara a Saulo de Tarso para darle un mensaje y un poco de enseñanza ¿Qué respuesta dio Ananías? ¡Oh Señor! Ya, ya he escuchado el testimonio de este hombre Es feroz Este hombre es cruel Este hombre ya consintió la muerte de Esteban y ya tiene carta de poder para perjudicar a la iglesia, al pueblo de Dios Señor, yo no quiero ir con él No quiero verlo menos platicar con él. El Señor le calmó y le aseguró, mire, no te preocupes, es instrumento escogido y necesito entregarle un mensaje. Entonces, este fue animado a Ananias y fue a visitar a Saulo de Tarso. Lo encontró ahí esperando a Iunas. La Biblia dice que él fue el primero para instruir, fue el primer instrumento humano para instruir a Saulo, al gran apóstol Pablo en las lecciones básicas y principiantes de la vida cristiana. Y él mismo tuvo el privilegio de bautizar a Saulo de Tarso. No era de ador Pablo Aranías, Luego los otros hermanos no querían nada con Saulo por el mismo testimonio. un día habiendo escuchado un buen reporte de los hermanos en Antioquía que los hermanos personas allí se habían convertido y estaban reuniéndose. Dios había manifestado su poder allá y la iglesia envió a Bernabé a Antioquía para ver la gracia de Dios y dice cuando vio los hermanos allí la manifestación de su gracia Sentía la necesidad de tener un colaborador en la obra y él mismo siendo el hijo de consolación, fue a buscar a Saulo de Tarso para traerlo, para que estuviese a su lado, para que él le enseñara y colaborara con él. Oh hermanos, no era Pablo de Adorde a Bernabé por su denuedo, su confianza. por la oportunidad que le dio para participar en la iglesia, la obra de ahí en Antioquía, de la cual finalmente fue enviado a la mied del Señor. En primeros Corintios, hermano, la Biblia está combatiendo un error. El error del exclusivismo en la iglesia. En la iglesia en Corinto había unas personas dentro de la congregación que se identificaban con Pablo. Y eran de Pablo. Y otro grupo se identificaba con Apolos, un gran hombre elocuente y maestro de las Escrituras. Y otro grupo se identificaba con él. Y luego ya es la tendencia siempre el hombre ya es de ser de alguien y Pablo regaña a la congregación allí diciendo ¿Quién es Pablo? ¿Quién es Apolos? Si nos siervo de Dios, el que siembra no es nada, el que riega no es nada, es Dios que da el crecimiento. y que quede como lección para nosotros, hermanos. No debemos ser seguidores de hermano Alberto, ni de hermano Francisco, de hermano Narciso, de ningún otro predicador. Debemos ser de Cristo Jesús solamente. Pero entre toda esa exhortación, Pablo dice, que no somos nosotros, sino instrumentos por los cuales han creído. Pablo dice este, este, este, este reconocía que era instrumento hermano y fíjese hermano lo, lo, lo importante nosotros sabemos que Dios puede salvar a quien Él quiere por el medio que quiere pero Dios normalmente usa este instrumentos humanos hermano para darnos el mensaje de la salvación y debemos No olvidarnos hermano de estos instrumentos usados por Dios para darnos la palabra de salvación y el Evangelio de Cristo. Entonces nosotros somos deadores a los ministros, a los instrumentos usados por Dios por quienes nosotros hemos creído. Durante los últimos años ustedes son testigos. Al fin del año he realizado un ejercicio de hacer una lista de mis mentores y a mis mentores les he escrito. Un mentores, no un mero maestro, pero una persona que ha dejado huella en mi vida, un impacto, una impresión. Es decir, todos los días que vivo he sido influenciado por mis mentores. Obviamente mis padres son mentores, mi suegro este ha sido un mentor y otros hermanos a lo largo de mi jornada cristiana aquí hermanos, pero este mi deber es reconocer, reconocerme de odor hermano. Lo que Dios me ha dado he recibido y Dios ha usado un ministro humilde para darme ese conocimiento. Este Nosotros, hermanos, somos deadores a los santos que han orado por nosotros. ¿Cuántos santos han elevado su voz a favor, recordando de ti, de tus necesidades, de tus problemas, de tus pruebas, hermano? Somos deadores a los santos que oran por nosotros, que interceden por nosotros, que están rogando al Señor por nosotros. somos deadores de los que nos han criado espiritualmente los que nos han instruido los que nos han exhortado y corregido es verdad hermano no debemos tener un concepto ligero de lo que es un ministro del evangelio y yo sinceramente no busco que nadie me alabe Es decir, no se lo digo por ganancia propia, pero yo quiero que tengamos un concepto verdadero, hermano. Dios nos instruye, nos enseña, nos corrige, nos exhorta, hermano, por los santos que Él ha levantado, que Él ha dotado, que Él ha facultado, que Él ha dado sabiduría. Y hermano, debemos dar gracias a Dios, reconocernos de adora de los santos. Uno de los mentores que escribo cada año se llama Juan. Después de mi conversión, este hermano tomó mucho tiempo y estuvo conmigo. Era recién casado. Estaba para tener su primer hijo. De hecho, tuvo su primer hijo ya antes que yo me alejara de mi tierra natal. Este hermano y yo desarrollamos plática hora tras hora acerca de la Biblia y enseñanzas bíblicas. Y cuando yo quería salir y testificar a mis mis amigos en la misma escuela, él me llevaba en su carro e íbamos para testificar y a veces me daba una palabra de ánimo, a veces de instrucción y siempre buscando. Hermano, lo que soy hoy en día es por el ministerio de hombres tal como él. La casa de un hombre que se llama Clifford. Estuve con él varios años en mi juventud. Tenía yo aproximadamente la edad de Eliseo. Cuando no estaba trabajando, yo anduve con él aprendiendo las escrituras, saliendo a visitar. Le apoyamos en el inicio de una congregación en el estado de Illinois y cosas. Y ese hermano, hora tras hora, El hábito que tenemos hoy en día de la memorización de las escrituras. Ahora ya, cuando fui a visitarlo, un hombre muy, muy fuerte y muy retado. Hermano Alberto, ya después de no verme durante tal vez 20 años, 15, 20 años. Hermano Alberto, ¿has memorizado II Timoteo 2.2? Claro, y lo memoricé hace 30 años Pero él quería saber si tenía yo ese Y lo manifesté, según Timoteo 2,2 Lo que has oído de mí Ante muchos testigos, esto encargo a hombres fieles Para que también enseñe a otros Y cuando terminé, no cité de nuevo el texto Como es nuestra costumbre aquí, según Timoteo 2,2 Y luego me corrió diciendo No te olvides de decir la cita Ya al fin de repetir el texto y cuando me corrijó ya me vino. Lo que yo empleo aquí con ustedes y la enseñanza que les doy es porque yo lo aprendí de él. Somos deadores hermano. Debemos dar gracias a Dios por los santos usados por Dios para enseñarnos, instruirnos, exhortarnos. Debemos dar gracias a Dios por los que han sido ejemplos para nosotros. No todos los hombres y mujeres son ejemplos en la Grecia. Pero damos gracias a Dios, hermano, a los que han sido ejemplos. Muchas veces los hermanos ancianos, las hermanas ancianas y humildes y constantes y fieles y ejemplos, los hermanos del ministerio y muchas veces, hermano, Entre nosotros hay ejemplos y debemos reconocer hermanos, sentirnos deadores a los que nos han puesto ejemplo de la fidelidad, del servicio, de cómo dar, de cómo practicar la hospitalidad, en fin, en fin, en fin. A los hermanos somos deadores, a los hermanos que nos han animado Este los que no san este este este a como hierro. Cuál es el texto ahí en el libro de proverbios? Déjeme hallar un texto que estoy que viene a la mente. A ver si aparece aquí este. Es hierro o es fierro? Es fierro, yo creo. La idea es, hermano, dice como el fierro ya afila al fierro. Así es lo que hacemos con nuestros cuchillos, ¿verdad? Dice que la cara de un amigo también nos afila. Yo tengo varias amistades, no muchas, pero varias amistades que siempre nos comunicamos, siempre hablamos. Este este son hermanos fieles y hermanos que están dispuestos. Este este me animen cuando necesito ánimo y cuando necesito corrección o tener precaución me me me advierten. Es decir, hay un ministerio mutuo este entre nosotros. Este le gracias a Dios por estas personas que Dios ha puesto. Soy de ador. Este este a esos hermanos, a esos santos. Los santos, somos dedorados de los santos que nos han dado hospitalidad. Ustedes que no han viajado no aprecian ese punto. Si no han viajado ya no saben lo que es ser recipiente de una hospitalidad. ¿Cuántas veces Pablo menciona a los que le dieron hospitalidad? una casa, un lugar para dormir, un baño para bañarse, un escritorio para estudiar, un alimento para llenar su estómago, satisfacer su necesidad física. y vemos Pablo vez tras vez en las episas mencionar este el nombre la casa de esas personas hermano nosotros apenas regresamos de viaje pero fuimos bendecidos este por varias familias y este no puedo decir muchas porque este parece que es una es una Es una disciplina que está perdiéndose en los Estados Unidos. Pocos son los que abren su casa como en la antigüedad. Pero en una ocasión les cuento. Después de un culto íbamos a viajar. No teníamos dónde quedarnos. Después del culto una viuda se nos acercó y nos obligó prácticamente a quedarnos en su casa. y yo pensando ya con tantos hijos o con tanto ruido con no esa señora no va a aguantar ya yo sé yo yo estoy un poco acostumbrado y este yo sé que ella no va a poder aguantar y luego para sentarnos no esa señora se va a volver loco y ella insistió insistió insistió hasta ya ok le acompañamos doña hermana gracias y fuimos y esa hermana abrió su casa en una manera sorprendente. Llegué a la casa, llegamos tarde, después del culto y entramos y lo primero que nos dijo mi esposo, su servidor, ahora ya te vas a quedar aquí en mi recámara. Oh, no, no, hermana, por favor, no, no, no nos de su recámara, que descanse usted. Y ella ya no quería hacerme caso. Y nos dio su cama. su recámara con baño. Ella tenía que compartir el único otro baño con toda la familia y demás, pero mi esposa y yo nos quedamos en su recámara. Mi esposa pidió permiso para lavar ropa. Pues en una familia tan grande, un día de ropa es como una semana para la mayor parte de ustedes. pidió y la señora en lugar de molestarse no todo lo que yo tengo es es suyo por favor ya ocupa la casa hagan lo que tienen que hacer Entonces ya antes como las 12, 1 de la mañana ya mi esposa ya está empezando a hacer un poco de ropa y en las máquinas y nos dormimos y en la mañana nos sentimos tan cómodos y tan tan tan relajados y refrescados. Ella insistía que nos quedáramos más tiempo. Y actuamos como teníamos que salir, pero en realidad no tenemos a dónde ir. Entonces le pedimos permiso para quedarnos otra noche. Aquella noche fui a predicar a otra comunidad cercana y ella quiso acompañarnos, nos acompañó, regresamos del culto. En la mañana nos despedimos para seguir nuestro camino. Es decir, fuimos atendidos hermano. Esa hermana ya dio su corazón, bien dio su casa, pero antes de eso su corazón nos atendió. Oh hermanos, somos de adore a los que nos han dado hospitalidad. Yo creo que necesitamos aprender más de eso. ¿Y saben quiénes son los mejores ejemplos de eso? Los hermanos de la Sierra de San Joaquín, Mixtepec. Ojalá que yo fuese el mejor ejemplo, pero hermano yo siento este indigno de la hospitalidad que dan los hermanos de la Sierra de San Agustín. Yo sé que nuestras casas son pequeñas, humildes, pero hermanos, necesitamos cultivar el ministerio de servir, bendecir a los que vienen de paso, a los que vienen para conferencia, los que tienen, los hermanos que vienen con necesidad. Somos deadores a los que nos han dado hospitalidad, los que nos han visitado en nuestro tiempo de enfermedad. ¿Cuántos hemos sido recipientes de una visita de un hermano? Ha orado con nosotros, ha traído una palabra de ánimo, de fortaleza de las Escrituras. Somos deadores que los que nos han ministrado en nuestro tiempo de necesidad. Pero no soy de ador a los hermanos, a los santos. No somos de adores. ¿Cuántos hemos sido bendecidos, apoyados? Claro, estamos aquí en un momento mencionando el nombre de Narciso y enviándole una ofrenda para ayudar con los gastos de la escuela y sus hijos. Pero hermanos, y no para que él sea nuestro de ador, pero es una bendición apoyar. cómo ser apoyado. Somos de adores a los que nos han consolado en nuestro tiempo de de. De pérdida de. De tristeza. Gracias a Dios por los hermanos en mi ausencia. Este hubo un accidente. En el el pueblo cercano vecino del donde está mi iglesia enviadora. Y había tres camiones de niños de la escuela. Fue día de campo porque estaban premiando a los niños que leyeron más durante el año que los demás. Y hubo tres buses o tres camiones llevando a los niños. Y fueron a un parque para jugar como previo de regreso. Se pararon y comieron en un restaurante mexicano. Y de regreso del restaurante para ir a la escuela para ser recogidos por sus padres, el que iba en fila del segundo se salió de la carretera y se volteó. De los 29 niños que iban allí, falleció uno. Estaba el niño estaba según el testimonio de de otras personas en el camión. El niño estaba dormido después de jugar todo el día, de comer y estaba ahí. Pero cuando se volteó, se salió de la ventana, pero nunca se salió por completo, se quedó entre la ventana y la parte externa. Y se volteó el camión y quedó aplastado, obviamente, el niño. Entonces nosotros al oír las noticias tuvimos que ir corriendo. Fuimos de voluntad a visitar a su hija, el hija del pastor y su yerno y tratar de llevar una palabra de ánimo de la palabra de Dios. De consolar. Y aprendimos mucho de ese ministerio, hermano, porque cuando nosotros tuvimos necesidad en 2004, hay muchos hermanos, hay muchos santos que buscaron apoyarnos a nosotros en nuestro tiempo de pérdida, de tristeza. Somos deadores a los que nos han consolado en nuestro tiempo de tristeza. Pero también somos deadores a los hermanos que nos han perdonado en nuestro tiempo de flaqueza e infidelidad. A lo largo de mi vida cristiana, en varias ocasiones, hermano, he tenido que pararme delante de la congregación y decir, hermanos, he pecado, he fallado, he sido Este este un miembro infiel de esta congregación y vengo reconociendo mi pecado y pidiendo perdón de la iglesia. Nunca es fácil. No, no me agrada, es decir, carnalmente humanamente este me cuesta. Pero sabe los hermanos perdonen. Los hermanos ya. se olviden de la ofensa y me han tratado como si nunca hubiera sucedido. Yo soy de ador. Somos de adores a los hermanos que a pesar de nuestras flaquezas, en realidad nos han perdonado para la gloria de Dios. Hermano, Pablo decía que es de ador, de ador a los al Salvador, de ador a los santos. Usted se reconoce de ador? Reconoce de mucho lo que tiene. Mucho de lo que tienes en tu vida cristiana es porque Dios te ha dado a través de otros hermanos. Hermano, debemos apreciarnos, debemos respetarnos los unos a los otros. No debe haber luchas y pleitos y desprecio entre nosotros. que tenemos que no hemos recibido y mucho de lo que he recibido es parte de ustedes por parte de los santos y terminamos hermanos romanos capítulo 1 en nuestro texto porque como Pablo también somos deadores a los pecadores a los griegos y a no griegos a sabios y a no sabios Hermano, esta no es palabra sincera por parte del apóstol Pablo. No es solamente para agradar nuestros oídos. De hecho, él invoca y reconoce que Dios fue testigo de todo lo que decía en versículo nueve. Él de verdad de corazón se sentía de ador a los pecadores de su generación. Dice que era de ador a los griegos. Los griegos se refiere a los educados, los cultos, los refinados de la sociedad, a lo que la Biblia dice enseguida los sabios. Él dice también que era deudor a los no griegos. a los no educados, los socialmente despreciados, a la gente ya sencilla, tal vez ruda y falta de refinamiento. Pero Pablo, él se reconocía de honor a todos los hombres para darles el Evangelio. Romanos 3, 9, 29 Él habla de los judíos y gentiles. Romanos 15, 20, 21 Él habla de aquellos donde este Cristo no se había nombrado. En 2 Coríntios 10, 15, 16 Él habla de los que estaban en las regiones más allá de la iglesia de Corinto. Romanos 1.13 dice que él había propuesto en varias ocasiones ir a Roma, a Italia para predicar el Evangelio. En Romanos 15.24.28 la Biblia dice que él hizo planes para ir a España para predicar porque era de Eudor. En Hechos 16.6 dice que él intentó ir a Asia para predicar la Palabra de Dios, el Espíritu lo prohibió, pero él estaba, se reconocía de dolor a los de Asia. Él escribió la Carta Romanos de Corinto, Grecia. Muchos de sus labores se realizaron en Asia Menor, que es modernamente el país de Turquía. Romanos capítulo 1, versículo 5, él habla de su responsabilidad a todas las naciones. Romanos 1,8 Él alaba a los hermanos en Roma porque su fe fue divulgada por todo el mundo. ¿Usted reconoce lo que estamos leyendo aquí en Romanos? Es una carta escrita por un judío a almas italianas por la mayor parte. No dudo, hubo también unos judíos, pero la mayor parte eran griegos hermano, eran gentiles. Pero Pablo se reconocía deudor a las almas en todas partes del mundo. Ahora termino aquí, hermanos, manifestando cómo Pablo se esforzó a pagar su deuda de amor, de gratitud a los pecadores. Vean, por favor, en versículo 9. Cómo se esforzó a pagar su deuda de amor y gratitud a los pecadores en versículo nueve la biblia habla hermanos primero por involucrarse pasionadamente y constantemente en la obra de la gran comisión mire lo que dice versículo nueve porque testigo me es Dios mire lo que dice a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su hijo de quien sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones Pablo dice el primer aspecto de pagar, de ya esforzarse a repagar la deuda que le había sido encargado, dice que él servía a Dios en su espíritu, en el evangelio de su hijo. No un servicio mecánico, un servicio obligado, un servicio comprometido, pero con todo su ser, con todo su corazón, con todo su espíritu, Él servía a Dios en el Evangelio de Jesucristo. Hermanos, si vamos a pagar nuestra deuda reconociéndonos de adores a los pecadores, tendremos que involucrarnos apasionadamente y constantemente en la obra de la gran comisión. Hermanos, el ser buenos cristianos aquí y asistir a los cultos no es el fin del compromiso cristiano. Nosotros tenemos que involucrarnos en llevar el evangelio, hacer discípulos, bautizar a los creyentes, instruirles y establecer nuevas congregaciones, constituir nuevas congregaciones en otros lugares. Así, hermano, y Pablo estaba entregado. ¿Qué haces tú? ¿Qué haces tú para extender la causa de Jesucristo en este mundo? ¿Qué estás haciendo en cuanto a la Gran Comisión para llevar el Evangelio y establecer nuevas congregaciones en otras comunidades? ¿Qué haces tú? ¿Repartes folletos, testificas? Estás aportando, apoyando económicamente, estás dando, estás colaborando, estás participando. Dice Pablo, dice sirvo en mi espíritu. A quien sirvo mi espíritu en el evangelio de su hijo. Entonces, hermanos. Hay que involucrarnos en la obra del Señor. Hay que ya ofrecernos. Si no haces nada, entonces ofrécete. Aquí estoy, yo soy un instrumento dispuesto. ¿Qué quieres, hermanos, iglesia? ¿Qué quieres que yo haga? ¿Cómo puedo yo participar en la obra del Señor? Pero no me han pedido que yo haga nada. a poco a poco tenemos que esperar que alguien nos diga no hermanos nuestro deber es ofrecernos es buscar ser usados hermanos Pablo se involucraba apasionada y constantemente en la obra de la Gran Comisión. Vemos número dos, hermano, el mismo versículo nueve, Pablo intercedía, oraba específicamente por otras naciones y grupos étnicos. Dice de que sin cesar, versículo nueve, hago mención de vosotros siempre en mis oraciones. Aquí el judío orando por los cristianos no griegos, los cristianos griegos, los italianos. ¿Cuándo fue la última vez que pediste a Dios por las almas de otro pueblo, de otro grupo, de otra nación? Cuántas veces hemos corrido, hemos salido, hemos pasado por pueblos y sin pedir a Dios Señor estoy pasando por este pueblo. Yo veo todas las indicaciones de una idolatría, de una adoración falsa. aquí tu nombre Señor está pisoteado Señor y yo ruego Señor que levantes obrero si es tu voluntad Señor úsame a mí para traer el Evangelio de la Palabra de Dios a esta comunidad oímos de personas padeciendo en Haití, en Japón y otras partes del mundo pues gracias a Dios no nos ha tocado a nosotros aquí en Oaxaca ¿Dónde está el compromiso? ¿Dónde está ese espíritu de Deodoro que tenía el apóstol Pablo? ¿A poco no son de la misma masa? ¿No son de los mismos padres, Noé y su esposa, de Adán y Eva, como nosotros? Vemos, hermanos, que él se esforzaba a pagar su deuda de amor y gratitud, involucrándose apasionadamente en la obra de la Gran Comisión, orando y intercediendo específicamente por otras naciones y grupos étnicos. Número tres, hermano. Él anhelaba tener fruto espiritual para la gloria de Dios entre los demás. Mira lo que dice versículo 13. Pero no quiero, hermanos, que ignoreis, que muchas veces me he propuesto ir a vosotros, pero hasta ahora he sido estorbado, para tener también entre vosotros algún fruto como entre los demás gentiles. Hermanos, Pablo quería ser... Escuchen bien. Pablo quería ser fructífero, útil, fructífero en la obra del Señor. Yo nunca he jugado un deporte en el cual yo tenía que estar sentado en la banca. Yo prefiero no jugar en lugar de jugar y estar sentado viendo a los demás. yo quiero estar involucrado yo quiero participar yo quiero hacer una diferencia no quiero estar ahí nada más sentado viendo a todos los demás metiendo y ganando y avanzando y tacleando hermanos Yo creo que aquí Pablo dice yo no quiero, yo quiero ser fructífero, yo quiero hacer una diferencia en la vida de los demás. Dice yo quiero tener fruto espiritual entre ustedes como entre los demás gentiles. Es decir, él quería impartir la palabra, impactar las vidas de aquellas personas para la gloria de Dios. Hermanos, muchas veces estamos muy Muy satisfechos, nada más con este, este, si Dios me usa o no me usa, no importa, aquí estoy, cuando Él, Él, Él, este, Él quiere usarme, Él, Él, Él, Él, Él sé la dirección de mi casa, ¿verdad? Pero hermanos, ¿por qué no podemos involucrarnos tal donde estamos? Si estamos hablando de ver tal vez otro lugar Pero mientras estemos aquí en este rumbo En esta colonia hermano tenemos que Esforzarnos a llevar la palabra de Dios A nuestros vecinos Dios aquí nos ha puesto Aprovechemos hermano esta oportunidad Y así, hermano, no vamos a esperar. Hoy vamos a estar que ya Dios nos haya dado el lugar adecuado, mejor y luego vamos a empezar. No vamos a involucrarnos en su obra desde ahora donde estamos, hermano, sin esperar otro tiempo más. Pablo anhelaba fruto espiritual para la gloria de Dios. Y finalmente vemos, hermanos, cómo se esforzaba a pagar su deuda. Versículo 15. Versículo 15. Así que en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el Evangelio. También a vosotros que estáis en Roma, porque no me avergüenzo del Evangelio. porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego. ¿Cómo se esforzó pagar su deuda a los griegos y no griegos? Por su disposición y sin esta disposición no avergonzada de predicar el Evangelio de Cristo. Dice Pablo Estoy anunciados el Evangelio porque no me avergüenzo de él. El típico norteamericano piensa que el alistarse para predicar dice estoy en un sitio, estoy para anunciaros el evangelio. Es agarrar la Biblia, sacar el dedo y ya empezar a. Hermano, no tiene nada que ver con eso. Cuando Pablo dice estoy para anunciaros el evangelio, no me arreguenzo, estaba reconociendo. El ambiente en el cual él iba. Para dar a conocer la palabra de Dios. Roma era un lugar de idolatría de los Césares donde los Césares requerían que fueron reconocidos como dioses donde anunciar que Jesucristo es el Señor este quería decir ya la muerte Y Pablo dice, estoy dispuesto a anunciaros el Evangelio. Yo no estimo mi vida encima del Evangelio, aunque me maten, aunque me crucifiquen, aunque ya me encarcelen, lo que me hagan, estoy dispuesto a anunciaros el Evangelio. No me avergüenzo de él, dice. Por eso dice Romanos 19 ¿Qué dice? Que si confesaras con tu boca que Jesús es el Señor ¿Por qué? Porque los Césares se reconocían como señores, como dueños, amos, dioses y requerían que todo lo demás confesara lo mismo Y dice, dice, dice la palabra que si confesaras con tu boca aquí, si reconoces la deidad de Cristo, él es el único verdadero rey. Dice y creerás en tu corazón, serás salvo. Y Pablo dice ya. Ya estoy listo para llevar el evangelio. Hermano, el amor verdadero es. Es dar a conocer el evangelio a los demás. Es bueno servirle al vecino en su necesidad. Es bueno llevarle unas tortillas hechas a mano. Es bueno visitarlo en el hospital. Es bueno, hermano, apoyarle con una necesidad que tenga ahí en su patio. Pero el Evangelio verdadero, hermano, perdón, el amor verdadero se demuestra en ya negarte a ti mismo. Y decir, aunque mi vecino me desprecie, aunque mi vecino me aborrezca, aunque mi vecino ya me critique, yo tengo que decirle la palabra de Dios, el Evangelio de Cristo. Vayamos a Hechos capítulo 20, por favor. Hechos capítulo 20. Versículo 24. Versículo 22 dice el apóstol Pablo. Ahora he aquí ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me ha de acontecer. Salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Mira lo que dice. Pero de ninguna cosa haga caso. Ni estimo preciosa mi vida para mí mismo. Con tal que acabe mi carrera, con gozo y el ministerio que recibí del Señor Jesús para dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios. Dice Pablo, no estimo preciosa mi vida. Por eso muchos guardan silencio. Por eso muchos prefieren callarse y no decir la verdad. porque estiman su vida como preciosa. Y no quiere que nadie piense mal de ellos. Que les critique. Pero Pablo dice estoy, estoy para anunciar, estoy listo, estoy dispuesto y aunque me cueste mi vida, aunque yo tenga que dejar atrás mi vida como un mártir, dice Pablo, estoy dispuesto, no me avergüenzo. Hermanos, tenemos ese espíritu para en cuanto a los inconversos en nuestro alrededor. Desde que llegué aquí a Oaxaca, yo he dicho en muchas ocasiones, en Oaxaca te puedes hacer martirio, martirio, martirio, perdón, te puedes hacer martirio en cualquier día del año. Pero hay otros días que es más probable. Yo personalmente he estado en la boca de León. Aunque no lo entienden, ya soy mártir. ¿Sabe por qué? Porque muchos ya me han matado en su corazón. Si Dios les hubiera dado libertad, ya me hubieran matado. Lo que sucedió aquí en Ejutla hace un año, nada más es un ejemplo de lo que hemos vivido durante 18 años, hermano. Tenemos varios hermanos aquí que han sido amenazados por causa del evangelio. Los mismos curas sacerdotes han salido del templo para regañarnos, insultarnos, amenazarnos. Es verdad, ¿verdad hermana? Hermano Francisco, hay personas presentes que han sido golpeados por causa del evangelio. No hemos no hemos logrado hermanos. Necesitamos afirmarnos una vez más en esta convicción bíblica que somos deadores y ustedes que nunca han arriesgado nada por causa del evangelio. Ni su casa, ni su testimonio, ni su fama, ni su reputación, ni su trabajo, ni su vida. Necesitan ya ponerse sobre. Su cara delante de Dios. Buscando su misericordia, perdón y aprendiendo de Dios de las escrituras, no estimar como preciosa su propia vida. Somos deadores hermanos. Primero al Salvador. Y por ser por ser de ador al Salvador, tenemos que reconocernos dulos. Dulos. No sirvo obligado, comprometido, sino voluntario, haciendo su voluntad. Somos deadores a los santos. Gracias, hermanos, hermanas, por todo lo que han hecho por mí. No solamente en estos cuatro meses en mi ausencia, hermano, pero me refiero desde que ya en la fe nos conocimos. Gracias. Gracias a los hermanos de los Estados Unidos y otras partes del mundo. Gracias a Dios, hermanos. Soy deadores, somos deadores a los santos. Y somos deadores, hermanos, a los pecadores. A los griegos, no griegos. A los oaxaqueños y no oaxaqueños. A los de la ciudad y de la sierra. A los sabios y los no sabios. A los refinados, los no refinados. A los mexicanos y no mexicanos. A los moranitos y a los güeros. Somos deadores. Las distinciones que hacemos nosotros, Dios no las hace. Porque todos somos de la misma masa. Y somos pecadores necesitados de oír el mensaje de la salvación en Cristo Jesús. Padre, gracias te damos por el privilegio, Señor, de abrir tu palabra, estudiarla. Gracias, Señor, por recordarnos una vez más que somos deadores Oh, Señor, todo lo que tenemos es por Ti. Padre, gracias. Padre, por nuestra salvación en Tu amado Hijo Jesucristo. Y Padre, por ser salvos. Haznos, Señor, siervos voluntarios, dulos, dispuestos totalmente desinteresadamente hacer tu voluntad. Padre, gracias también por los santos, los hermanos que has puesto, Señor, en nuestra vida, a través de los cuales, Señor, hemos recibido mucho. Gracias, Señor. Que tu nombre sea glorificado. Haznos, Señor, más capaces todos los días, facultados, Señor, para ministrarnos unos a otros y servirnos. en todas nuestras necesidades. Gracias, Señor, por habernos bendecido a través de los hermanos. Gracias también, Padre, te damos por el deber de llevar el Evangelio, Señor, a los griegos y no griegos, a los sabios y no sabios. Señor, no hemos cumplido con solamente acercarnos y estar presente en un culto. Padre, nuestro deber, nuestro deuda, señor, es a toda nuestra generación. Entonces, padre, facultanos. Haznos sentir nuestro deuda y padre ya comprometidos, señor, para pagarla. Gracias, señor. Por los que han sido alcanzados y rogamos por los no salvos, pueden mirar a Cristo crucificado y resucitado, depositar toda su confianza en esa obra perfecta. Padre, que tú nos encamines, Señor, durante esta semana. Ayúdanos, Señor, mostrar el amor verdadero a nuestro prójimo por darle, por hablarle, Señor, de la salvación de Cristo Jesús. Sanctifica lo que hemos oído, Señor, lo que hemos tenido aquí, Señor, la alabanza, la adoración, y que seas, Señor, un ánimo, una fortaleza, Señor, durante la próxima semana. Que tú recibas la gloria. Ayúdanos, Señor, en el repaso de los textos bíblicos. Que tu nombre sea muy puesto en alto. Padre, que tú bendigas a los presentes y los que no pudieron presentarse. Señor, que tú, Señor, obres en los corazones conforme a tu voluntad. Padre, para que toda la iglesia se reúna. Y Padre, que crezcamos juntos. Gracias por todo, en el nombre de Cristo. Amén. Amén.
Somos Deudores
Sermon ID | 42916178186 |
Duration | 1:18:44 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
© Copyright
2025 SermonAudio.