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Muy buenos días hermanos y hemos estado orando por ustedes y sé que varios están pasando diferentes dificultades y todos tenemos las luchas y las circunstancias de vida y así que espero que realmente este sea una predica de mucho ánimo y también va a ser una predica para desafiarnos en nuestra relación con Dios, con Jesucristo Y así vamos a continuar en esto viendo Hebreos capítulo 12. Estamos en Hebreos capítulo 12. Y esta mañana vamos a estar viendo los versículos 2 a 4. Hemos visto 2 también conjunto con el primer versículo la semana pasada. Pero vamos a verlo considerando el tema de esta mañana. Vamos a entregar este tiempo al señor y luego vamos a ir viendo lo que Dios tiene para nosotros esta mañana. Gracias, señor, por esta mañana y gracias por tu palabra. Y ayúdenos, señor, esta mañana a ver qué tan práctico, qué tan bueno que tú nos has dado todo lo que necesitamos para una vida de éxito en ti, una vida de victoria, una vida en la cual no necesitamos vivir deprimidos, agobiados. Más bien que podemos levantar la vista a ti, considerarte y realmente entender lo que nos espera. en ti por toda la eternidad. Ayúdenos, Señor, en eso y en las circunstancias difíciles de la vida de cada uno, algunos en circunstancias difíciles económicas, otros de salud y también otros de relaciones personales. Te pido, Señor, que tú nos ayudes a entender lo que necesitamos esta mañana para cada situación. En tu nombre. Amén. Así que el título esta mañana es Consideremos a Jesús. Consideremos a Jesús. Y durante el sermón, y quiero que recordemos, este mandato se encuentra en la segunda persona plural. Y el énfasis del pasaje no solo es un énfasis personal, individual, sino que es un énfasis colectivo. Estos versículos nos animan, no solo individualmente, sino también como iglesia a correr bien nuestra carrera, la carrera cristiana que tenemos por delante. Y eso es lo que hemos visto la semana pasada y hoy día estamos, como decir, con la vista en la meta. a Jesucristo mismo. Bueno, en las próximas prédicas vamos a estar viendo la disciplina del Señor y cómo Él nos disciplina, nos ayuda, nos corrige y también nos ejercita para que podamos correr bien esta carrera. Pero hoy día el enfoque es Jesucristo mismo y la meta en la cual debemos mantener la vista. Y así algunas preguntas para introducir el tema de hoy. ¿Estás cansado en tu vida cristiana? Tal vez estás cansado de luchar contra el pecado en tu vida. Tal vez estás cansado de las circunstancias difíciles. O tal vez estás cansado de tus hermanos, los que son difíciles para soportar. O podemos hacer otra pregunta. ¿Estás desanimado en tu vida cristiana? Desanimado puede ser por las mismas razones o por el progreso lento que estás haciendo en tu vida cristiana. Y podemos hacer las mismas preguntas colectivamente. ¿Estamos cansados? ¿Estamos desanimados en nuestra vida colectiva? Vamos a estar haciendo la respuesta bíblica. ¿Qué es la respuesta bíblica? El cansancio y el desánimo que podemos estar pasando. Y bueno, ya por haberlo escuchado varias veces, creo que muchos pueden decir, bueno, lo que tú estás predicando hoy no es práctico. Y porque no entendemos cómo puede ser práctico considerar a Jesús para poder vencer el cansancio, para poder vencer el desánimo. para continuar adelante en la vida cristiana. No nos parece que es muy práctico, pero ¿qué es lo que Dios dice de eso? Dios es quien nos ha creado, Dios es quien sabe todo de nosotros, y Él dice que realmente esto es lo más práctico que podemos hacer. Debemos recordar también que tenemos otro mandato en Hebreos 3, versículo 1. Dice, por tanto, hermano santo, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, consideren a Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe. Entonces, no es la única vez que vemos este mandato. Y aún en la semana pasada, lo que vamos a recordar también más tarde es que dice, puesto los ojos en Jesús, Hebreos 12, 2, puesto los ojos en Jesús. Entonces, esto no es algo que solo se dice una vez, más bien es algo repetitivo. de mantener nuestros ojos en Jesús, de considerarlo y de tenerlo delante de nosotros. Y vamos a estar considerando varios aspectos de cómo debemos considerar a Jesús, mantenerlo en nuestra vista y cómo eso nos puede ayudar, nos va a ayudar en cuanto al cansancio espiritual, en cuanto al desánimo que podemos tener. Vamos a dar lectura a los primeros 17 versículos del capítulo de esta mañana. Hebreos capítulo 12, 1 a 17, y estoy leyendo de la Nueva Biblia de las Américas. Dice, por tanto, Puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el Autor, Consumador de la Fe. quien por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Consideren, pues, aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra él mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón. Porque todavía en su lucha contra el pecado, ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre. Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige. Hijo mío, no tengas en poco la disciplina del Señor, ni te desanimes al ser arrepentido por él. Porque el Señor al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por hijo. Es para su corrección que sufren, no es para su disciplina. Dios los trata como a hijos, porque ¿qué hijo hay a quien su padre no disipline? Pero si están sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces son hijos ilegítimos y no hijos verdaderos. Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos y los respetábamos. ¿Con cuánta más razón nos tenemos sujetos al Padre de nuestros espíritus y viviremos? porque ellos nos disciplinaban por pocos días, como les parecía. Pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad. Al presente, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella después les da fruto apacible de justicia. Por tanto, fortalezcan las manos débiles y las rodillas que flaquean. Hagan sendas derechas para sus pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane. Busquen la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios y que ninguna raíz de amargura brotando cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Isaú, que vendió su primogenitura por una comida, porque saben que aún después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas. Hasta ahí en la palabra, la lectura de la palabra. Los versículos de esta mañana son versículos 2 a 4. Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, por quien, por el gozo puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y ha sentado a la diestra del trono de Dios. Consideren pues aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra él mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón. Porque todavía en su lucha contra el pecado, ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre. La verdad principal es, es imprescindible meditar en Jesús, siendo el hábito más práctico en la vida cristiana, para no rendirnos en nuestra carrera cristiana. Es imprescindible meditar en Jesús. Meditar en Jesús. Entonces vamos a ver los dos puntos esta mañana. El primero es el mandato. Consideremos a Jesús. Y el segundo es por qué debemos considerar a Jesús. Entonces el primero es el mandato. Consideremos a Jesús. Y como he dicho tanto versículo 2. Puestos los ojos en Jesús y versículo 3. Consideren pues aquel que soportó. Hablando de Jesús. Comienzo, no tienen ese enfoque de poner los ojos en la meta o en Jesucristo mismo. La pregunta para cada uno de nosotros es, ¿dónde tienes tus ojos? ¿Dónde está tu vista? ¿A dónde estás apuntando? Como hemos visto la semana pasada, en una carrera, cuando uno desvía la vista de la meta, ¿qué es lo que muchas veces pasa? Tropieza, desvía de su curso. Y aquí está diciendo que debemos mantener la vista en Jesús. Y no solo nos va a decir que mantengamos la vista en él, más bien nos va a decir por qué debemos mantener, por qué debemos considerar a Jesús. ¿Qué quiere decir la palabra considerar? Bueno, Taggi dice pensar en o considerar cuidadosamente. Considerar cuidadosamente. No es un pensamiento pasajero. Morris dice, aquí se emplea en el griego una palabra que no se encuentra en ninguna otra parte y de la cual Procede nuestro vocablo analogia, o sea que implica una consideración y análisis cuidadosos. Implica una consideración y análisis cuidadosos. Entonces no es, otra vez, algo que ya he leído unos cinco versículos hoy día. Eso es por decir mi devocional y voy a vivir la vida pensando en otras cosas. No. El considerar a Jesús es algo que fundamenta nuestra vida. ¿Qué es lo que meditas todos los días? ¿Cómo ocupas tu mente? Existen varias opciones para eso. Puedes ocupar tu mente en la preocupación, en el desánimo, las circunstancias difíciles, tus problemas y lo que estás pasando. Puedes ocupar la mente en tus fracasos y pecados que no puedes superar. Puedes ocupar la mente en las personas difíciles y las heridas que has sufrido. Y hay otras formas de mantener, ocupar la mente pensando en mi persona, mi perspectiva, mis problemas y lo que yo he sufrido. O hay otra opción. Puedes ocupar la mente en la persona y la obra perfecta de Jesucristo. Las acciones de gracias o puedes ocupar la mente haciendo acciones de gracias por todo lo que Él sigue haciendo a tu favor. Lo que Él ha hecho, lo que Él está haciendo y también por lo que va a hacer. Y también puedes ocupar la mente en pensar en cómo seguir creciendo en tu vida cristiana. Cómo puedes combatir el egoísmo, el orgullo y el pecado en tu vida. Y cuando pensamos en esos dos enfoques de vida, uno es en mí mismo, mis problemas, mis dificultades, las personas insoportables en mi vida, o la otra es en la persona y la obra de Cristo, darle gracias por todo lo que Él ha hecho y aún pidiéndole que me ayude a seguir creciendo. Hay dos enfoques diferentes. Uno tiene mi persona en el centro y otro tiene a Jesucristo en el centro. ¿Cuáles de estos enfoques va a dar un buen resultado en tu vida? ¿Cuál de estos enfoques te va a ayudar con el buen ánimo y para continuar adelante aún en medio de dificultades? Estoy seguro que cuando nos ocupamos la mente en analizar y considerar a Jesús, vamos a estar con más ánimo, vamos a estar ya dejando atrás el cansancio en la vida y vamos a estar luchando contra el pecado en nuestras vidas. Vamos a estar viendo en estos versículos y decidí incluir el versículo 2 en la prédica de hoy porque en versículo 2 también se encuentran varias razones por las cuales debemos considerar a Jesús. Hay varias razones también en el versículo 2 por las cuales debemos considerar a Jesús. Entonces, ahí, versículo 2, Hebreos 12, 2, puesto sus ojos en Jesús, el autor y consumidor de la fe. Creo que en esta parte el autor, el que inició y el que terminó, y pasamos buen tiempo en eso la semana pasada, no vamos a pasar ese mismo tiempo hoy, solo voy a recapitular diciendo que eso quiere decir que él es quien ha iniciado y también ha terminado toda la obra de salvación. Él vino a la tierra, llevó a cabo toda su obra y ya está en la presencia de Dios intercediendo a favor de nosotros. Y no sólo eso, Él es el que inicia y termina la obra en cada uno de nosotros subjetivamente. Es decir, en cada creyente Cristo está obrando. Él es el autor consumador de la fe. Luego, el versículo dice, ¿Quién por el gozo delante de él? ¿Quién por el gozo delante de él? Y vamos a pensar en esto unos momentos porque sí vamos a volver a ver este punto en el segundo punto hablando de cuál es el gozo que nosotros tenemos por delante también para nosotros. Y cuando pensamos en Jesucristo, ¿cuál fue el gozo que Jesús tenía por delante. Fue el gozo de varias cosas. En Hebreos 2.10, por ejemplo, dice Hebreos 2.10, porque condenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos. Entonces, él tenía el gozo de llevar a la gloria, por ejemplo, todo lo que Dios Padre le había dado. Todo lo que el Padre le había dado. ¿Y cómo iba a hacer eso? Ese gozo, ¿no? Él cumplió en perfecta obediencia la voluntad del padre. Él tenía el gozo delante de él, ¿cuál? De terminar bien, terminar toda su obra terrenal en perfecta obediencia a la voluntad del padre. Eso fue un gozo que él tenía delante de él, una meta en su vida. Otro era su victoria sobre el diablo, el pecado y la muerte. El gozo delante de él incluía lo que él sabía que iba a ser victorioso sobre el diablo, el pecado y la muerte. Tenía el gozo delante de él respecto a su exaltación, su entronamiento como rey de reyes y señor de señores. Él estaba mirando el futuro y esa parte de su ministerio eterno. el rescatar del reino de tinieblas a muchas personas para trasladarnos al reino de la luz. Y obviamente ya hemos mencionado eso en Hebreos 2.10, llevando muchos hijos a la gloria. Y realmente eso fue una parte del gozo delante de él, la salvación eterna de los hijos de Dios. Otro gozo fue el disfrutar de las alabanzas eternas de su pueblo. En Apocalipsis habla mucho de eso. Fue una parte también del gozo. Él estaba mirando al futuro el gozo eterno que estaba delante de él. ¿Quién? Por el gozo puesto delante de él. Entonces Jesucristo tenía ese gozo delante de él. ¿Y por qué debemos considerar a Jesús? Porque debemos considerar la manera en que Jesucristo vivió su vida con ese gozo delante de él. No estaba viviendo en derrota. No estaba viviendo por decir deprimido. Estaba viviendo entendiendo lo que Dios le tenía por delante. Jesús no se enfocaba tanto en sus circunstancias difíciles como para perder de vista lo más importante. Él, debemos entender, afrontaba circunstancias mucho más difíciles que nosotros hemos encontrado, hemos enfrentado. Debemos considerarla para ver cómo Él lo hacía. Él no se desvió de su carrera que el Padre le había puesto delante de Él. La segunda razón por la cual debemos considerar a Jesús, Jesucristo soportó la cruz despreciando su vergüenza, dice en el siglo II, otra vez, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza. Bueno, hay dos partes de eso, uno es soportar la cruz y otro es despreciar la vergüenza, que significaba el soportar la cruz. Soportar la cruz, obviamente eso fue pasar por extrema dificultad y luego despreciando la vergüenza con la mera del beneficio que iba a ganar al otro lado. Entonces, no es tan diferente a lo que dice por el gozo puesto delante de él, obviamente, y ya está explicando una parte de eso. Él soportó la cruz. Él entendía la recompensa valía la pena, valía el precio que iba a pagar. Él miró al otro lado del sufrimiento como para mantener el rumbo a través de la dificultad. Jesús entendía todo eso. ¿Qué es la vergüenza que significaba la cruz de Cristo? Bueno, primero había la vergüenza delante de los hombres. Por ejemplo, 1 Corintios 1.23 dice, Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los judíos y necedad para los gentiles. Y bueno, hay mucho que se podría explicar al respecto, pero voy a resumir diciendo la crucifixión era muy escandalosa y tan horrible y humillante que un ciudadano romano no podía ser crucificado, no podía tener esa condena de crucifixión, no importa lo que hiciera. Para muchos romanos, aún mencionar la palabra crucifixión fue algo horrible y escandaloso. Y la humillación en ese acto era ser crucificado sin tener nada, sin llevar nada de ropa. Ser algo público. que los que querían podían presenciar. Y fue la sentencia más dolorosa y humillante de todas. Otro aspecto, en Lucas, en Lucas 23, Lucas 23, versículo 35 a 37, Lucas 23, el pueblo estaba ahí mirando Y aún los gobernantes se burlaban de él, diciendo, a otro salvó que se salve a sí mismo si este es el Cristo. El Cristo de Dios, su escogido. Los soldados también se burlaban de Jesús y se acercaban a él y le ofrecían vinagre, diciendo, si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también una inscripción sobre él que decía, este es el rey de los judíos. Jesucristo mismo se había proclamado ser el yo soy, el rey sobre todos. Así que tanto los gobernantes como el pueblo se burlaban de él diciendo, ya tienes la oportunidad para manifestar quien eres tú, así sálvate y baja de la cruz. ¿Pero cuál fue la acción de Jesucristo en ese momento del sufrimiento, más sufrimiento que jamás se ha soportado cualquier otra persona? No se dio por vencido, no bajó de la cruz, sino que soportó la cruz. soportó la cruz y toda la vergüenza que él estaba experimentando. Pero la segunda parte de la vergüenza tiene que ver con la vergüenza de cargar con el pecado de su pueblo, sufrir la maldición de Dios y cargar con el pecado, nuestro pecado y nuestra maldición. Dice en Gálatas 3.13, maldito Perdón, Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros. ¿Y eso es por qué? Dice, maldito todo el que cuelga de un madero, Jesucristo tomó nuestra maldición. Isaías 53, Isaías 53 y versículos 4 y 5. Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo por nuestra paz cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados. Y hay varios otros pasajes. Romanos 3, 25 dice explícitamente que a quien Dios, Romanos 3, 25, quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre. Dios mismo, en ese sentido, exhibió públicamente a la vergüenza de cuando Él tomó nuestro pecado. Jesucristo soportó esa vergüenza, la vergüenza más pública, más vil de toda la historia de la humanidad. Y fue por esa razón que él se agonizaba tanto antes de pasar por ese tiempo. Jesús entendía todo lo que iba a sufrir. Nosotros no sabemos el futuro. Pero Jesús sabía exactamente lo que iba a sufrir. Y con todo eso, Él soportó la cruz despreciando la vergüenza que significaba. Por eso debemos considerar a Jesús. La tercera razón, en versículo 3, Hebreos 12, versículo 3, consideren pues aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores, tal hostilidad de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón. Cuando pensamos en Jesucristo, bueno, él soportó por toda su vida y luego culminando obviamente en la cruz, la hostilidad de los pecadores. Juan 1, 11 dice, a lo suyo vino y a los suyos no lo recibieron. El pastor de Young dice, tomemos como ejemplo Evangelio de Marcos. Porque él dice, según mi opinión, Jesús recibe oposición una vez por comer con pecadores, otra vez por romper con los estereotipos sobre él en su pueblo, varias veces por violar los escrúpulos judíos sobre la ley, varias veces por, por decir, blasfemar o por arrogarse demasiado a autoridad. A medida que avanza el Evangelio de Marcos, vemos a los líderes judíos cada vez más hostiles hacia Jesús. Aunque el temor de las multitudes los detiene por un tiempo, aún intentan tenderle una trampa a Jesús y planean su destrucción. Así que, él en toda su vida estaba soportando la hostilidad de los pecadores. ¿Por qué debemos considerar a Jesús? Porque a él ha pasado toda esa hostilidad. Y esa hostilidad porque ellos eran perversos, corruptos, y no querían aceptar ni a Jesús ni a su mensaje respecto a sí mismo. Él, así que Jesucristo, aguantado, continuando su ministerio, en medio de muchas dificultades, muchas más dificultades que cualquiera de nosotros haya experimentado y por eso debemos considerar a Jesús. La cuarta razón que he puesto aquí, Jesús se sentó a la diestra de Dios para reinar sobre todo y hacer intercesión por nosotros. Dice al final de versículo 2, puestos los ojos en Jesús, la primera parte y el final, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Entonces, después de soportar la cruz, después de despreciar la vergüenza que eso significaba, él se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Y debemos considerar a Jesús en ese aspecto también. Él terminó exitosamente su obra terrenal para luego ascender al Padre y sentarse a su diestra. ¿Qué significa estar sentado a la diestra de Dios? Bueno, obviamente es algo que hemos visto varias veces a través de este libro de esta carta de los hebreos. Primero significa que el sacrificio de Jesús fue aceptado por el Padre y ya no se requiere más sacrificios. Su sacrificio pagó definitivamente el precio de nuestro rescate. Segundo, significa que a base de su sacrificio perfecto, él es nuestro sacerdote eterno, quien aboga a nuestro favor delante del Padre. En todo momento, como dicen Hebreos 2, Hebreos 4 y otras partes, podemos acercarnos al trono de la gracia para recibir la ayuda que necesitamos. Y por eso debemos considerar a Jesús. Él es nuestro sacerdote eterno. Significa también que Él está reinando sobre todo. Él es el soberano sobre las circunstancias contrarias en nuestra vida. Él es soberano sobre las personas malvadas, quienes quieren desanimarnos, desviarnos. Él es soberano y poderoso contra enemigos y ataques. Aún Él es poderoso como para ayudarnos a combatir nuestro propio pecado. Dice en 1 Corintios 15 Primera Corintios 15, 23 a 27. Pero cada uno en su debido orden. Cristo las primicias, luego los que son de Cristo en su venida. Entonces vendrá el fin cuando Él entregue el reino al Dios y Padre después que haya terminado con todo dominio, toda autoridad y poder. Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el último enemigo que será eliminado es la muerte, porque Dios ha puesto todo en sujeción bajo sus pies. Así que debemos considerar a Jesús. ¿Quién es tu rey? ¿Quién es tu sacerdote? ¿Quién es el que ha dado su vida por ti y por nosotros? Colectivamente es Jesucristo. Y así debemos considerarlo, tanto en su vida, en su obra perfecta y también en el ejemplo de confiar en Dios y obedecerle a Dios pasando por tanta dificultad. Y eso es exactamente lo que este pasaje nos está diciendo. Considerar a Jesús. Así la pregunta para cada uno de nosotros es ¿Tú y yo creemos que amerita pasar tiempo meditando, considerando nuestro gran Rey y Salvador? ¿Tú crees que levantar la vista es algo práctico? Vamos a continuar. ¿Por qué debemos considerar a Jesús? Y la razón dada es para no cansarnos ni desanimarnos. Entonces yo creo que eso es bien práctico. Aquí dice la razón por la cual debemos considerar a Jesús. O si vamos a insistir en decir que no es práctico, le estamos llamando a Dios por decir mentiroso, porque no sabe lo que necesitamos. Pero aquí dice, versículo 3, consideren pues aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra él mismo para que no se cansen. ¿Cuál es la razón? Para que no se cansen ni se desanimen en su corazón. Eso es la razón por considerar a Jesús. Para no cansarnos, para no desanimarnos en nuestro corazón. Si estás cansado, Si estás desanimado, hay una respuesta, y la respuesta bíblica es considerar a Jesús. Para empezar, solo quiero recordar algo de las circunstancias de los primeros destinatarios de esta carta. Ellos estaban siendo presionados o hasta perseguidos para dejar o para abandonar apostatar de Jesucristo, para ya dejar a Jesucristo y volver a los sacrificios anteriores. Ellos sí tenían razón humana para estar cansados, para estar desanimados. por lo que ellos experimentaban año tras año, día tras día. Versículo cuatro, versículo cuatro, Hebreos 12, cuatro. Entonces el autor les dice a los destinatarios que tenían que recordar algo. Dice, porque todavía en su lucha contra el pecado, Ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre, hasta derramar sangre. Bueno, podemos pensar, bueno, no sé si el autor recuerda lo que acababa de escribir, porque en Hebreos 10, si pueden volver a Hebreos 10, versículo 32, Hebreos 10.32 dice, pero recuerden los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, ustedes soportaron una gran lucha de padecimientos, por una parte siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otro, siendo compañeros de los que eran tratados así. porque tuvieron compasión de los prisioneros y aceptaron con gozo el despojo de sus bienes, sabiendo que tienen para ustedes mismos una mejor y más duradera posesión. Por tanto, no desechen su confianza, la cual tiene gran recompensa. Ustedes tienen necesidad de paciencia para que cuando hayan hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa. Entonces el autor mismo, muy poco atrás, les había recordado que sí, ellos habían sufrido, pero El sufrimiento obviamente no era hasta el mismo punto de cómo Jesucristo sufrió. Aunque el autor les dice que si habían sufrido, ellos no habían sufrido, como dije, hasta el mismo nivel que Jesucristo sufrió. Y en las circunstancias, por ejemplo, tal como en Hebreos 10, 32, recuerden los días pasados, y parece que ya esos días ya habían pasado tal vez unos años atrás, y que ya las cosas se habían calmado algo. Y por eso dice en versículo cuatro otra vez, porque todavía ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre. Entonces aquí tenemos luchar. Ustedes no han resistido en su lucha contra el pecado, no han resistido hasta el punto de derramar sangre. Obviamente, como dije, la comparación comienza con la experiencia de Jesús. Su lucha contra el pecado hasta el derramamiento de su sangre. Jesús luchaba contra el pecado en varios aspectos. Luchaba contra las tentaciones de Satanás. en su propia vida. Luchaba contra el pecado para no dejarse llevar por la corriente del mundo. Entonces, toda la presión, toda la persecución que experimentaba durante su ministerio No se dejaba llevar o corromperse por eso. Y luchó contra el pecado hasta el punto de derramar sangre, obviamente, en dar su vida en rescate por nosotros, hasta el último. Estas luchas muestran cómo Jesucristo mismo había luchado. Dice Kiss the Maker, La metáfora de este versículo, resistido hasta el punto de derramar vuestra sangre, proviene del ámbito deportivo. El escritor pasa de un deporte al otro, de las imágenes de la carrera a las de boxeo. En el boxeo, la sangre mana de los rostros de los contendientes cuando éstos reciben golpes violentos. Hay veces en que las lesiones serias terminan en la muerte de uno de los contendientes. Las imágenes de la lucha contra el oponente hasta el punto de derramar su sangre sirven de comparación. Con la lucha de los lectores contra el pecado no se menciona ningún pecado en especial. Sin embargo, el pecado con su poder misterioso es un formidable oponente que se debe resistir hasta la muerte. Entonces, el escritor amonesta a los lectores a que resistan al pecado hasta el punto de derramar su sangre. La posibilidad de ser perseguidos por su fe en Cristo era real y hasta la muerte misma. Entonces, ellos no deben abrigar falsas ilusiones de quedar eximidos de ello. Así que el autor está diciendo, mira, ustedes no han resistido hasta pagar el último precio, es decir, hasta dar su vida por esta causa. Así que, Cristo, debemos mirar a Jesús, contemplar a Jesús, porque Él sí resistió hasta el final. la pregunta para cada uno de nosotros. Bueno, si estamos con vida, por igual ninguno de nosotros en ese sentido último ha resistido hasta el derramamiento de nuestra sangre, hasta la muerte. Pero El ánimo aquí también es de resistir el pecado en el sentido de no ceder a la tentación, tal como Jesucristo resistió la tentación del diablo. No cedió, no tomó un atajo, por decir, para terminar su obra sin la cruz. y fue hasta la cruz mismo, nosotros también podemos continuar. Cuando miramos a Jesús, contemplamos su ejemplo, contemplamos su poder, contemplamos cuánto Él ha sufrido, más que cualquiera de nosotros, Y luego nosotros también podemos depender de Dios, de su poder para continuar adelante, para decir, bueno, yo no he resistido hasta ese mismo punto. Dios lo cuidó de Jesús a través de toda esa experiencia y me puede cuidar de mí en eso. Recordemos Hebreos 5 7, Hebreos 5 7 dice Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Cristo en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Aún en medio de la angustia más terrible de toda la historia, cuando Jesús ya estaba a punto de dar su vida, Cuando él sudaba como gotas de sangre, estaba orando al Señor, confiando en Él. ¿Y qué dice aquí? Fue oído. Fue oído a causa de su temor. ¿Y cómo fue oído? No fue por no pasar por la muerte. Él sí pasó por la muerte. Pero fue oído en el sentido de que se resucitó victorioso sobre la muerte. Entonces Dios escuchó la oración de Jesucristo No le quitó la amargura, por decir, de pasar por la muerte. Más bien, lo resucitó de entre los muertos. Y si nosotros, aun si pasamos, si sufrimos hasta el punto de derramar nuestra sangre en el sentido de morir, que la pregunta es, ¿qué nos puede separar del amor de Cristo? Nada. Y por eso dice en Romanos 8, esos versículos muy conocidos, Romanos 8, 38, porque estoy convencido de que en la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús nuestro Señor. Entonces nosotros debemos mirar a Jesús, considerar a Jesús, porque sí, Él pasó por todo eso. Y nosotros no hemos pasado por casi nada todavía. Dios fue fiel con Jesucristo. Dios va a ser fiel con nosotros. Y debemos mantener la vista en Jesús. Y la segunda parte, ¿por qué debemos considerar a Jesús? Es para tener también, o nosotros debemos tener el gozo eterno delante de nosotros. Tal como Jesucristo tenía la meta delante de él, y obviamente Jesucristo mismo es nuestra meta, pero también él tenía el gozo delante de él. Recordemos, el gozo de Jesús era terminar bien lo que Dios Padre le había dado por hacer. Fue de llevar a la gloria a todos los que Dios Padre le había dado. Y luego fue también el gozo de disfrutar la eternidad con todo su pueblo redimido. Y para nosotros, ¿cuál es el gozo que tenemos por delante? Cuando pensamos, ¿cuál es el gozo que debemos tener por delante? Primero, por ejemplo, tú y yo tenemos el gozo puesto delante de nosotros para terminar bien nuestra carrera. Bueno, estos versículos sí están hablando de nuestra carrera. Dice versículo uno, habla de que nosotros necesitamos continuar nuestra carrera para terminarla bien. Despojémonos de todo peso y del pecado, corramos con paciencia la carrera. Entonces la pregunta es, tú, yo, nosotros colectivamente, ¿tenemos el gozo en el sentido de la meta, entendiendo la felicidad eterna que será nuestra por terminar bien nuestra carrera? ¿Confiamos en él? ¿Nos esforzamos en él? como para agradarle a él. Tenemos ese gozo delante de nosotros. Y eso implica tanto despojarnos del pesado, del peso y del pecado, y también los versículos que a continuación hablan de la disciplina, el entrenamiento, la corrección del Señor. Entonces, el gozo que tenemos por delante incluye todo eso para que lleguemos bien al final. ¿Qué otro gozo? Jesucristo también tenía el gozo de llevar a la gloria a todos los que el Padre le había dado. Así nosotros tenemos el gozo de participar en compartir el Evangelio con otros. Vemos eso, por ejemplo, la actividad con los de Andrada. Es un gozo para ustedes, para todos nosotros. participar como para llevar el evangelio a otras personas en Hechos capítulo 15 versículo 3 Hechos 15, versículo 3. Así que siendo enviados por la iglesia, pasaron por Fenicia, Samaria, relatando detalladamente la conversión de los gentiles y causaban gran gozo a todos los hermanos. Causaban gran gozo. Y ese gozo no solo es un gozo momentáneo, más bien es un gozo que va a durar por toda la eternidad. Así que la pregunta es, ¿tenemos ese gozo delante de nosotros, un gozo eterno de participar en el ministerio del Evangelio? Dice en 1 Corintios 3, 8 y 9, Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propio trabajo, porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios. Ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio. Y también habla de cómo cada uno de nosotros tenemos un rol, una participación en eso. Y así que no debemos pensar que todos tenemos el mismo rol, pero de alguna forma y otra forma estamos participando en llevar el Evangelio, tanto con nuestros familiares, nuestros vecinos y también en los ministerios en los cuales participamos. Tercero, ¿cuál otro gozo debemos tener por delante? Bueno, muchas veces es el único gozo que pensamos, pero es el gozo anhelando la gloria eterna con nuestro gran Dios y Salvador. Y recordemos que en versículo 2 dice, Cristo se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Ha entrado en su ministerio de sumo sacerdote. Pero ese puesto de ser rey de reyes, señor de señores, es para toda la eternidad. Y así nosotros, después de la muerte, vamos a entrar en la gloria eterna de nuestro gran Dios y Salvador. Así que nosotros, ¿estamos realmente con la mente puesta en los placeres terrenales? lo que tenemos aquí por delante, o tenemos el gozo delante de nosotros, lo que vamos a pasar por toda la eternidad. Vamos a vivir toda la eternidad con nuestro gran Salvador, con todos sus creyentes en perfecta armonía. Dice en primera Corintios 2, 9, primera Corintios 2, 9, Sino que sino como está escrito cosas que ojo no vio ni oído o yo ni han entrado al corazón del hombre son las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman. Cosas que ni han entrado nuestro corazón. Dios ha preparado para nosotros. Tenemos ese gozo por delante. Primero de Pedro 1, versículo 5. Primero de Pedro 1, versículo 5. Mediante la fe, ustedes son protegidos por el poder de Dios para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. en lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de la fe de ustedes más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada, que resulte en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo. A quien sin haber visto, ustedes lo aman, y a quien ahora no ven, pero creen en él y se regocijan grandemente con gozo inefable y lleno de gloria. obteniendo como resultado de su fe la salvación de sus almas. Así que aunque nosotros en este momento podemos estar pasando dificultades, pruebas, tenemos la vista también con el gozo puesto delante de nosotros, un gozo eterno. Y obviamente Apocalipsis habla mucho de eso. Los últimos capítulos hablan de eso, de que ya no habrá más maldición. Vamos a vivir en la eterna presencia de Dios. Así que, considerar a Jesús es necesario para eso. Todo el sufrimiento, todas las circunstancias difíciles, toda, aún la disciplina que pasamos, vale la pena. ¿Por qué? Tenemos eso por delante. Así que, ¿cómo es que nosotros podemos combatir el cansancio? ¿Cómo podemos combatir el desánimo en nuestras vidas? Este versículo nos dice, si estás cansado, si estás desanimado espiritualmente, el consejo práctico es meditar en la persona y la obra perfecta de Jesús. Él hizo todo para salvarnos, Él hizo todo para santificarnos y Él nos ha dado el ejemplo para seguir. Él ha hecho todo por nosotros y también nos ha dado el ejemplo para seguir, el ejemplo de cómo confiar en Dios, cómo perseverar a través de circunstancias infinitamente más difíciles que las que nosotros hemos pasado. Así que es imprescindible meditar en Jesús. Es el hábito más práctico en la vida cristiana. Es lo más importante para no rendirnos, para no desanimarnos en nuestra carrera cristiana. Vamos a terminar leyendo los versículos de esta mañana. Hebreos 12, versículo 2 hasta 3. Hebreos 12, versículo 2. Puestos los ojos en Jesús. el autor, el consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Consideren, pues, aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra él mismo, para que no se cansan ni se desanimen en su corazón. Que Dios bendiga su palabra. Vamos a orar. Gracias, Señor, por esta mañana. Señor, hemos visto tanto el ejemplo de Jesucristo, el poder por el cual Él vivió su vida continuó hasta el final, como Él soportó la cruz, despreciando su vergüenza. Tenía el gozo por delante de Él, Señor, y nosotros ni hemos sufrido hasta el punto de derramar nuestra sangre. Ayúdenos, Señor, a entender que el mismo poder que obró en Jesucristo está obrando en nosotros. Y nosotros tenemos o nosotros estamos en Cristo. Él nos ha salvado por su obra perfecta y Él nos ha limpiado, nos ha santificado, nos ha apartado para sí mismo y el mismo espíritu está obrando en nosotros. Te pido, Señor, que nosotros podemos pasar el día de hoy meditando en Jesús meditando en su gran obra, meditando en el poder y meditando en el gozo que él tenía por delante, meditando en el gozo que nosotros debemos tener por delante. El gozo de terminar bien nuestra carrera. El gozo de escuchar esas palabras, bien hecho, siervo. el gozo de ver a otros conocerte, Señor, de compartir tu Evangelio. y el gozo de saber que un día vamos a pasar de esta vida terrenal a estar en tu presencia por toda la eternidad. Ayúdanos, Señor, a entender. Ayúdanos a meditar y ayúdanos a mantener la vista cuesta en Jesús, los ojos en Él, considerándolo, considerando todo a lo que Él es y lo que Él ha hecho. Y así, Señor, eso es la manera que tú nos has dado para no cansarnos, no desanimarnos en la vida cristiana. Gracias, Señor, por eso. Y gracias por tu poder que nos ayuda a hacer eso. Y te pido por cada hermano en sus circunstancias, algunas circunstancias bien difíciles, complicadas. Pero tú sabes todo y nada, ninguna circunstancia te ha escapado, Señor. Gracias Señor por eso, que podamos confiar en Ti, en Tu nombre. Amén.
Consideremos a Jesús
Series Hebreos
Verdad principal: Es imprescindible meditar en Jesús, siendo el hábito "más práctico" en la vida cristiana para no rendirnos en nuestra carrera cristiana.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 427252121127248 |
Duration | 1:03:04 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 12:2-4 |
Language | Spanish |
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