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Continuamos con este curso que ha sido llamado C222, y en mi caso el tema que se me ha asignado es el exponer o el hablar acerca de la misión de la iglesia y desde el inicio yo quisiera hacer la distinción entre lo que es la misión de la iglesia y el propósito de la iglesia y menciono esto porque creo que a veces nos confundimos en cuanto a cuál es el propósito y cuál es la misión. Para comenzar, cada vez que nosotros pensamos en la palabra misión, debemos recordar que de acuerdo al significado etimológico, la palabra viene del latín, de una palabra latina conocida como mitere, que implica enviar, de forma tal que desde el inicio cuando hablamos de la misión de la iglesia, estamos entonces dejando ver implícitamente que alguien ha sido enviado o alguien va a ser enviado, y si hay alguien enviado pues entonces también hay un enviador y ahora entonces podemos comenzar a pensar en uno y en el otro. El enviador obviamente es Dios y específicamente en la persona de su hijo Cristo Jesús que nos dejó una gran tarea, nos dejó una comisión, una gran comisión como le llamamos aunque a veces debido a la falta de interés y pasión por la gente en la gran comisión ha sido llamada la gran omisión. Entonces hay un enviado, hay un enviador y hay una tarea que ejecutar. Si tú piensas por un momento en personas que han ido a un país o el ejército, la Fuerza Armada ha enviado a alguien a una misión, siempre van con la intención de llegar a un lugar y ejecutar una tarea específica y luego regresarse a su lugar de origen. Bueno de esa misma manera podemos pensar que la gran comisión a que Cristo nos dejó tiene su enviador Jesucristo, los enviados que somos nosotros y tiene también una tarea que ejecutar. Entonces yo quisiera también ahora al inicio y a manera de introducción hacer la diferenciación entre lo que es el propósito y la misión. Entonces cuando pensamos en propósito también viene de una palabra latina compuesta, pero no voy a entrar en su etimología, pero en esencia la manera como nosotros entendemos propósito hoy en día es el objetivo que se pretende conseguir. eso es lo que el propósito es, el propósito de tu carrera profesional es X cosa, un objetivo que tú pretendes conseguir, pero luego ese objetivo que tú pretendes conseguir que llamamos propósito tiene una manera de cómo hacerlo y entonces a eso llamamos misión. Entonces la misión de la iglesia y el propósito de la iglesia están íntimamente relacionados pero no son necesariamente o no son definitivamente la misma cosa. Yo creo que tan pronto nosotros comenzamos a revisar la palabra de Dios, nos percatamos de que Dios ha hecho todo lo que ha hecho para su gloria. Desde el Antiguo Testamento nosotros comenzamos a oír acerca de esto. Dios creó el universo para la gloria de su nombre. El Salmos 19 en sus inicios dice que el universo o los cielos proclaman la gloria de Dios, reflejan a la grandeza, la sabiduría, la majestad, el poder de nuestro Dios. Eso es lo que los cielos hacen, lo que el universo hace. Pero de esa misma manera el profeta Isaías en 43.7 nos dice que nosotros fuimos creados para la alabanza de su gloria. y habla de todo aquel, traedme a todo aquel que ha sido creado, a quien yo he llamado para mi gloria, dice el Señor. Y de esa misma manera entonces nosotros no podemos concebir la iglesia que no sea también con el propósito de la gloria de Dios. Una vez más, no estamos hablando todavía de la misión de la iglesia, estamos hablando del propósito de la iglesia. Mi clase a impartir es sobre la misión, pero esta es la parte introductoria. Yo quisiera mencionarte un solo capítulo de un solo libro del Nuevo Testamento, donde claramente se puede ver que el propósito de la iglesia, el propósito de la elección de aquellos que han sido redimidos por la sangre del Cordero, es la gloria de Dios. Y estoy refiriéndome a la carta de Pablo a los Efesios en el capítulo 1 y yo voy a estar leyendo algunos versículos simplemente escucha como al final del versículo 4 y luego siguiendo con el 5 y 6 la palabra de Dios dice lo siguiente en amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo conforme al beneplácito de su voluntad para la alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el amado. Dios nos escogió, nos predestinó en la eternidad pasada con el propósito con el propósito intencional o con la intención de que la gracia por medio de la cual nos eligió sea glorificada y claramente para la alabanza de la gloria de su gracia dice el versículo 6. Si nosotros seguimos leyendo entonces al final del versículo 10 comenzamos a leer e incluimos entonces el 11 y el 12. en él también hemos obtenido herencia habiendo sido predestinado según el propósito de eso de lo que estamos hablando ahora el propósito el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad a fin de que nosotros que fuimos los primeros en esperar en cristo seamos para la alabanza de su gloria otra vez aquí trae el apóstol Pablo a colación la misma idea nosotros hemos sido hemos sido llamado y hemos obtenido herencia de las cosas que Cristo nos ha de entregar y eso ha sido hecho de esa manera para la alabanza de su gloria y finalmente en los versículos 13 y 14 todavía en Efesios 1 en él también vosotros después de escuchar el mensaje de la verdad el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído fuisteis sellados en él con el espíritu santo de la promesa que nos es dado como garantía de nuestra herencia con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios para alabanza de su gloria nosotros hemos escuchado el evangelio hemos nacido de nuevo y luego fuimos sellados por el espíritu de Dios dice el texto como una garantía de nuestra herencia ¿para qué cosa? aquí está el final para la alabanza de su gloria una y otra vez Dios nos deja ver entonces que a los elegidos del Señor que constituyen la iglesia a Dios los llamó para que ellos entonces pudieran reflejar la gloria de su gracia cuando el tiempo llegara. Ahora, ese es el propósito de la iglesia. La pregunta es, ¿cómo vamos a llevar a cabo o llenar el propósito? Porque esa es la misión. La misión es aquello que a ti se te encomienda, la tarea que se te encomienda para que vayas y hagas algo, que debe resultar, quizás en un caso, por ejemplo, la liberación de alguien que esté siendo retenido en un lugar, en un país extranjero y se envía un equipo y el propósito es liberarlo, pero luego, Ellos tienen un plan que ejecutar y esa es la misión que ellos tienen por delante. Entonces ahora nosotros queremos hablar, en el resto del tiempo que nos queda, de la misión de la iglesia. Y cuando uno pregunta a diferentes personas cuál es la misión de la iglesia, algunos responderían simplemente evangelizar. Y en cierta manera hay cierto elemento de verdad ahí, pero también hay algo como que se queda corto en esa definición de misión. Para otros, la misión de la iglesia es evangelizar más justicia social, en otras palabras, la iglesia tiene el rol, de acuerdo a estos otros, de procurar que se haga justicia y de cierta manera de cambiar la nación y de eso vamos a hablar ya hacia el final de lo que es esta clase. Para algunos, la misión de la iglesia es redimir la cultura, como que la iglesia tiene la obligación, si queremos, de predicar el evangelio y actuar de una manera que garantice o que resulte en lo que es la redención de la cultura. Pero cuando Cristo presentó su plan futuro, ya a punto de partir, a punto de ascender a los cielos, Él nos dejó claramente establecido, o dejó su misión claramente establecida y Él nos dijo que debíamos ir y hacer discípulos. Ahora eso, ir y hacer discípulos, que es un verbo en imperativo y de hecho es el único verbo en imperativo que está ahí en ese texto de la Gran Comisión que vamos a leer más adelante, que aparece en Mateos 28, el centro, el meollo de ese texto es ir y hacer discípulos. Los otros verbos que aparecen ahí, que pudieran lucir como imperativos, realmente adquieren su fuerza imperial, se dice. Adquieren una fuerza imperativa, pero subordinados al verbo it y a sed, discípulos. Esa es la clave, esa es la misión de la iglesia. Nosotros ahora tendríamos que preguntarnos ¿Cómo hacemos eso? ¿Cómo hacemos discípulos? ¿Qué es lo que implica, todo lo que implica el poder ir y hacer discípulos de otras naciones? Mira cómo Cristo definió en Mateo 28 del 16 al 20 lo que es la misión de la iglesia que nosotros hemos llegado a denominar la gran comisión. Ahí lo voy a leer. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, eso es lo que Jesús les había dicho que hicieran, al monte que Jesús les había señalado. Ahí está. Cuando le vieron, le adoraron, más algunos dudaron. Y acercándose a Jesús, les habló diciendo, toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra, id pues y a ser discípulos. Este es el imperativo principal de todas las naciones. bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Entonces esa es la primera indicación de los labios de Jesús de que habría una, o de que hay una tarea de alcanzar a las naciones y de hacer discípulos en las naciones y que debiéramos continuar haciendo eso hasta llegar hasta los confines de la Tierra y que él nos daba garantías precisamente de su presencia a lo largo del camino. Ahora, eso no fue lo único que Jesús reveló con relación a la gran comisión o a este ir por el mundo. Hay varias cosas más que nosotros necesitamos enfatizar y subrayar, pero la primera que quisiera hacer inmediatamente después de haber leído a Mateo 28, versículos 16 al 20, es ese texto tan conocido, que aparece en el libro de los hechos. Porque el libro de los hechos conecta perfectamente bien con los evangelios. El libro de los hechos es como una continuación de la parte final de cada evangelio y en especial una continuación del evangelio de Lucas que también escribió el libro de los hechos. Entonces Cristo le habla acerca de esta gran comisión y ahí mismo entonces le dice otras cosas que aparecen en el libro de los hechos y una de esas cosas que Jesús les dijo fue en el versículo 4 de Hechos 1 que permanecieran en Jerusalén, que no salieran de Jerusalén hasta que viniera la promesa del Padre y esa promesa del Padre en los evangelios sale a relucir como el Espíritu Santo y luego entonces en Hechos 1.8 esto es lo que Cristo dice pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros y me seréis testigos en Jerusalén en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra esta es la manera de glorificar a Dios llevando a cabo esta misión porque cuando nosotros llevemos a cabo esta misión nosotros habremos cuando hayamos terminado habremos perdón contribuido a colocar personas por así decirlo alrededor del trono de la gracia porque allí va a haber gente de toda lengua, tribu, pueblo, nación que va a estar adorando al Cordero pero que fue alcanzada a través de la predicación del evangelio por medio de gente que fue enviada por Cristo Jesús a través de su espíritu a predicar las buenas nuevas de salvación y entonces esa es la misión que comienza aquí encontrando a personas en condiciones de rebeldía hasta llevarlos a ser adoradores que finalmente van a terminar en el trono de Dios. Gente que estaba en vergüenza, llegará hasta la gloria de Dios. Pero para que eso ocurriera, Cristo que estaba en su gloria, tuvo que dejar dicha gloria y venir a una condición de vergüenza. Entonces, la Gran Comisión es la manera de nosotros glorificar a Dios para que llevemos a cabo su propósito. Ahí está la misión. Cuando uno lee Mateo 28, 16 al 20, y tú lo pones al lado de Hechos 1-8, nosotros rápidamente tenemos la idea de que Esta gran comisión pudiéramos dividirla de esta forma. Hay una tarea que realizar, y esa tarea que realizar, Cristo la llamó la mies. La mies es mucha, los obreros son pocos, y vamos a hablar un poco más de eso más adelante. Entonces esa es la tarea. Pero no solamente hay una tarea, hay una meta. Hay una meta que realizar. ¿Y cuál es la meta? Hasta los confines de la tierra. Tenemos que llegar hasta ahí y evangelizar. Entonces hay una tarea, hay una meta, hay un combustible, algo que tiene que mantener a los enviados yendo y mantenerlos allí una vez han llegado y proveer lo que necesitan y darles las capacidades necesarias y ese combustible es el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo. No salgáis de Jerusalén hasta que hayáis recibido poder. ¿Por qué? Porque tu vehículo, por así decirlo, no tiene combustible todavía, el combustible es el Espíritu de Dios. Hay un instrumento para llevar a cabo la tarea y es el Evangelio, el Evangelio de Cristo Jesús y finalmente hay un proceso de consolidación estamos llamando discipulado. De manera que la misión de la iglesia no termina una noche después de un servicio evangelístico donde algunas personas entregan su vida al Señor sino que el proceso termina cuando dicha persona ha sido convertida en un discípulo de Cristo que implica mucho más que simplemente haberlos evangelizado. Yo diría que el proceso de discipulado termina después que la persona ha sido evangelizada y entonces a través de un proceso que puede variar de iglesia a iglesia, la persona comienza a formar la mente de Cristo. y es la formación de la mente de Cristo en los nuevos alcanzados por el Evangelio, que sería otra manera de decirlo de esta forma, es la formación de la imagen de Cristo, entonces constituye a esa persona en un verdadero y comprometido discípulo y ahí termina entonces la gran comisión para esa persona, por así decirlo, pero luego nosotros tenemos que extender eso a lo largo de la tierra y entonces no terminamos hasta que hayamos llegado a los confines de la tierra. Yo defino la palabra, la acción de discipular, quizás de una manera diferente a como mucha gente lo define, pero yo lo visualizo de esta forma, que el discipulado es cualquier cosa que tú hagas de manera intencional y entonces subraya la palabra intencional para contribuir a la formación de la mente de Cristo o la imagen de Cristo en otro. Yo creo que eso es un concepto importante porque nos deja ver que no hay un solo método de discipulado. Cuando te sientas con un nuevo convertido y comienzas a enseñarle las nuevas doctrinas del Evangelio, tú estás discipulando. Cuando tú recibes a alguien que es una oveja y necesita recibir consejería de un tipo u otro, tú lo estás discipulando. Por ejemplo, un esposo viene a la consejería, él todavía no sabe cómo ser un esposo cristiano, él se convirtió hace tres meses y él no sabe cómo ser un esposo cristiano y tú comienzas a enseñarle cómo hacerlo, tú lo estás discipulando para que sea un buen discípulo como esposo y así sucesivamente. De ahí que yo hablo de que disipulado es cualquier cosa que tú hagas de manera intencional, porque a veces hacemos cosas de manera general y no sabemos lo que estamos apuntando, pero no, si tú tienes, si tú estás consciente de a qué es que estás apuntando y a eso que apunta es la formación de la imagen de Cristo en ese otro, entonces estás disipulando. Entonces la mente de Cristo lleva a la obediencia. ¿Por qué yo me tomé el tiempo de decir todo eso? Es porque en el texto de la Gran Comisión de Mateo 28 se nos dice que debemos enseñarlos, a esos discípulos, a guardar o a obedecer todo cuanto yo os he enseñado. Y él no puede obedecer eso que Cristo enseñó en primer lugar, si él no tiene la mente de Cristo formada en él. Ahora, tenemos que hacernos la pregunta. Realmente es o fue la gran comisión revelada por primera vez en lo que llamamos el texto de Mateo 28, el texto de la gran comisión que todos los evangelios por así decirlo tienen un texto similar de una u otra manera, pero el más completo, el que más se usa es el que leímos de Mateo 28, versículo 16 en adelante. ¿Esa fue la primera vez cuando Cristo hizo su anuncio? Y tenemos que decir que no, que en realidad de otra forma, menos completa, ya desde el libro del Génesis tú comenzabas a ver visos, pinceladas de que para dónde iba este plan de salvación, que iba a culminar hasta los confines de la tierra. ¿Y por qué decimos eso? porque Dios llama a Abraham y cuando Dios llama a Abraham, Él le dice vete de tu tierra y de tu parentera déjame leerte el texto literalmente de Génesis 12 y el Señor dijo a Abraham vete de tu tierra de entre tus parientes y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición, bendeciré a los que te bendigan y al que te maldiga maldeciré y escucha ahora y en ti serán benditas todas las familias de la tierra esa frase ahí y en ti a la luz del resto de lo que hoy sabemos tiene la connotación de que en tu simiente en tu descendiente que era ningún otro que no fuera Cristo Jesús en Cristo Jesús tu descendiente yo bendeciré todas las familias de la tierra bueno ya ahí nosotros tenemos una idea aunque no estaba clara pero tenemos una idea ahora viendo retrospectivamente esa es la gran comisión porque tenemos que ir a todo el mundo y evangelizar hasta los confines de la tierra y esa es la manera como Dios pretendía sin que Abraham lo supiera pretendía bendecir a todas las familias de la tierra ¿cómo? llevando el evangelio hasta todas ellas ¿Tú ves eso en el libro de Génesis? ¿Tú ves eso en alguno de los profetas? Solamente voy a dar pincelada de uno, pero Isaías 66, 18 dice, más yo conozco sus obras. y sus pensamientos. Llegará el tiempo de juntar a todas las naciones y lenguas y vendrán y verán mi gloria". Ahí está Isaías, o mejor dicho, ahí está Dios, a través del profeta Isaías, anunciando desde la antigüedad que llegaría un tiempo donde Él juntaría a todas las naciones y lenguas. Suena familiar ese vocabulario al de Apocalipsis cuando dice que había gente de todo pueblo, tribu, lengua, nación. y vendrán y qué cosa y verán mi gloria verán mi gloria me adorarán en mi gloria otra vez el profeta anunciando algo que la gente del antiguo testamento no conocía bien porque para ellos La misión de Israel la veían no tanto como vayan y cuenten, vayan y digan, sino como vengan y vean. Vengan y vean esta nación que tiene por Dios al Dios verdadero. Lamentablemente, la nación de Israel no se comportó como una nación sacerdotal. Israel sería como una nación de sacerdotes, no necesariamente que serviría de intermediario entre los hombres y Dios, pero sí como una nación que podría disfrutar de las bendiciones de Dios si obedecían y entonces servir de reflejo a las demás naciones de cómo es una nación que camina con Dios. Lamentablemente ellos no hicieron ese trabajo bien y tuvieron que sufrir las consecuencias del juicio de Dios. Mira ahora el salmista escribiendo en el Salmo 86, versículo 9. Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti Señor y glorificarán tu nombre. Otra vez. para que haya un anuncio temprano, desde la antigüedad, de que todas las naciones que tú has hecho, no algunas, todas, todo pueblo, tribu, lengua, nación, vendrán y adorarán delante de ti, Señor. La única manera como eso puede ocurrir es si las naciones son alcanzadas por el Evangelio y los rebeldes, enemigos de Dios, son convertidos en hijos de Dios y entonces ellos pueden ahora adorar a nuestro Dios. Al final, ya en el último minuto y medio, dos minutos de esta presentación, yo voy a hablar un poquito sobre eso, porque el texto dice que vendrán y me adorarán delante de ti, Señor. Bueno, la gran comisión existe porque hay gente hoy que no está adorando. Y esa gente tiene que ser llevada de rebeldes a adoradores, pero voy a mencionar eso hacia el final. Entonces, ahora vimos la Gran Comisión, el libro del Génesis, la vimos en el libro de Isaías, la vimos en el libro de los Salmos, diferentes palabras y de manera incompleta, pero ahí estaba el anuncio y lo vemos ahora en el libro de los Hechos, en 1-8 que ya leímos, pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Jurea y Samaria y hasta los confines de la tierra. Una de la diferenciación entre este texto de la Gran Comisión y el texto clásico de ir y hacer discípulos es que nos dice por un lado lo que yo requiero, necesito llenura del espíritu para poder ir y por otro lado, porque incluso me da un cierto orden de cómo ellos se suponía que debían llevar a cabo esta misión en términos del orden cronológico. Primero se alcanza a Jerusalén, luego alcanza a Samaria, Judea, perdón, y luego a Samaria. la parte local y luego entonces hasta los confines de la tierra, de manera que tú sigues expandiendo y sigues expandiendo y sigues expandiendo hasta alcanzar los confines de la tierra. Es posible que un tercio o la mitad de la población del mundo al día de hoy no haya escuchado todavía de Jesucristo como Señor y Salvador. Simplemente piensa en toda esa región de China, de la India, allá hay dos billones de habitantes, más de dos billones de habitantes entre dos países. China, India, los países árabes o musulmanes. Ahí hay una gran cantidad de población también que todavía no ha alcanzado o no ha sido alcanzada por el Evangelio. De manera que esa es la pregunta que estamos respondiendo ahora, si esa fue la primera vez en Mateo 28 que había sido dada la Gran Comisión o había ambicios, habían vestigios, o sea, pinceladas de que ya esto vendría y de eso acabamos de hablar. Ahora, en términos de como nosotros la conocemos hoy, de evangelizar y llegar hasta los confines de la tierra, no hay duda que Cristo dio la gran comisión justo antes de ascender a los cielos. Esas fueron sus órdenes de marchar hacia adelante. Hasta ese momento, la misión que Israel o la actitud que Israel había adoptado era más bien ven y ve. Entonces, ahora nosotros necesitamos ver en la Palabra de Dios y específicamente en los Evangelios de parte de Jesús, cómo Él comenzó a introducir la idea de que habría una gran comisión antes de llegar al final del Evangelio de Mateo. En un momento dado, Cristo comienza a hablarle a los discípulos, en Mateo 10 específicamente, de la misión de ir y extender este anuncio de buenas nuevas. El capítulo 10 de Mateo habla de cuando Jesús envió a estos 70 a que envió a hacer la misión y los envió de dos en dos. Bueno, ahora en ese contexto, Jesús dice lo siguiente. no vayáis por el camino de los gentiles y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos, sino ir más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel". Puedes ver ahí que Jesús en el momento en que Él está aquí en la tierra, todavía Él no había inaugurado formalmente la gran comisión porque Él está diciendo a los discípulos cuando vayáis a dar testimonio, a predicar las buenas nuevas, no quiero que entre en ningún otro lugar, en ninguna otra ciudad, en ninguna ciudad de los samaritanos, sino más bien ir a las ovejas perdidas de la casa de Israel. En otras palabras, la misión está aquí contenida. Hay algo que se va a extender, hay algo que ha comenzado, pero no aún ellos tenían la revelación de lo que hoy nosotros conocemos como la misión de la iglesia. Un poco más adelante, en Mateo 15, versículo 24, Jesús responde a la presión que le están haciendo algunos de que vaya y predique el Evangelio a otros lugares y Jesús, de una manera muy clara, muy llana, dice yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Eso no quiere decir que posteriormente no habría otros que sí serían enviados, pero en cuanto a la misión de Jesús, sus tres años, tres años y medio de enseñanza, de ministerio, tenía una limitación básicamente a las ovejas perdidas de Israel. Entonces eso nos dice a nosotros que ciertamente ese orden que encontramos Posteriormente, en Hechos 1-8, es algo que ya se venía viendo. ¿Qué cosa? que primero va a alcanzar a Jerusalén, luego a toda Judá o Judea, luego Samaria y luego hasta los confines de la Tierra. En ese tiempo inicial, Jerusalén era el foco de acción de nuestro Señor Jesús. Y entonces, primera pregunta que acabamos de contestar es ¿cuándo fue la gran comisión dada? No cuando comenzó a ser revelada, no cuando tuvimos visos de algo que vendría en el futuro, sino cuando fue entregada justo antes de la ascensión de Cristo a los cielos, como ya hemos venido hablando y en las palabras que nosotros también estuvimos viendo. Segunda pregunta, ¿quién envía y quiénes fueron los enviados? Bueno, yo creo que es claro que Cristo es quien envía. Toda autoridad me ha sido dada, por tanto, id. Cristo es el enviador. ¿Y quiénes son los enviados? Bueno, en ese momento, sus discípulos, sus primeros discípulos. Por tanto, ir y hacer discípulos de todas las naciones. Pero es claro que si nos está enviando hasta llegar a los confines de la tierra, la misión no pudo haber sido dada solamente a los primeros discípulos porque ellos no podían llegar hasta los confines de la tierra. sino que la misión sería entregada o estaba siendo entregada a ellos primeramente y ellos tenían que pasar la misión a las generaciones futuras para que ellos también continuaran extendiéndose hasta llevar a cabo la tarea completa. y entonces ahora tú tienes Cristo el enviador, número uno, los enviados somos nosotros, pero hay un enviador terrenal, porque Cristo es el enviador divino, hay un enviador terrenal a través de quien Cristo hace este envío y ese enviador terrenal es la iglesia, tú encuentras por ejemplo en el capítulo 13 del libro de los hechos, tú encuentras a Pablo y a Bernabé en la iglesia de Antioquía Y mientras ellos oraban e impusieron las manos a Pablo y a Bernabé, el Espíritu de Dios habló y les dice, a Pablo y a Bernabé para las, no dice las misiones, pero en esencia para mis propósitos y ciertamente ese fue el comienzo del primer viaje misionero, pero ellos estaban en el contexto de la iglesia de Antioquía, la iglesia de Antioquía los envió y a la iglesia de Antioquía ellos regresaron y rindieron cuentas. Entonces el enviador terrenal es la iglesia de Cristo, el enviador divino es Cristo mismo y los enviados pues somos nosotros. Escucha como Pablo le escribió a los romanos Tratando de concientizarlos acerca de la necesidad que ellos tenían de constituirse en una iglesia enviadora, escucha lo que dice el capítulo 10 de Romano, versículo 13 al 15. Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. Ese es el requisito. Tú necesitas invocar a Cristo como Señor para ser salvo. Pero Pablo pregunta, ¿cómo pues invocarán a aquel en quien no han creído? O sea, ¿cómo alguien que vive a miles de kilómetros de distancia de donde nosotros vivimos, donde nunca penetró el Evangelio, cómo va a ser salvo si él no puede invocar a Cristo porque él no le conoce? Pablo pregunta entonces y cómo creerán en aquel de quien no han oído, si nadie está escuchando nadie va a poder llegar a conocer a este Salvador y cómo oirán es la tercera pregunta sin haber quien les predique, obviamente nadie podrá oír. Entonces cuarta pregunta y cómo predicarán si no son enviados, ahí donde Pablo quería llegar, él pregunta, él dice aquí está lo que requieren, tienen que invocar al Señor Jesús, muy bien ¿Pero cómo lo van a invocar si no han creído en él? Ok, y cómo van a creer en él si no escuchan, si no hay quien le predique. Pero cómo van a ir a predicar si no hay quien los envíe. Y entonces, ¿a quién los va a enviar? Perdón, la iglesia. Entonces esa fue la última pregunta, ¿cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito, cuán hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio del Bien. Entonces ahí está nuestra segunda pregunta que contestamos, ¿quién envía y quiénes son los enviados? Tercera pregunta, a la hora de nosotros ir, ¿cuáles son nuestras garantías? Y en el texto de la Gran Comisión de Mateo 28, Cristo nos dejó dos garantías. Número uno, toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra, garantía número uno, no hay nada que escape a mi autoridad, por tanto tú puedes ir en confianza, porque no hay fenómenos naturales que escapen a mi control, no hay muerte que escape a mi control, no hay enfermedad que escape a mi control, no hay actividad demoníaca que escape a mi control, Toda autoridad me ha sido dada en los cielos y en la tierra. Yo tengo autoridad absoluta, arriba y abajo. Tú puedes ir porque no está a expensas del azar. Tú estás a expensas, si pudiéramos decir, de la autoridad de tu Señor y tu Señor Cristo está por ti, no contra ti. Entonces, garantía número uno es la autoridad que ha sido delegada en Cristo y luego la autoridad que ese Cristo delegó en nosotros, obviamente con limitación, pero Cristo nos ha delegado una autoridad también. Y la segunda garantía aparece en el mismo texto, cuando Él dice yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Tu próxima garantía es la presencia de Cristo. Tú puedes ir, puedes contar que no estarás solo, puedes contar con que yo estaré contigo hasta el último día de tu vida, hasta que tengas que o entrar en gloria o regresar a casa, yo estaré ahí. Las dos garantías, la autoridad de Cristo y la presencia de Cristo. Cuarta pregunta, estamos siendo enviados, ya tenemos eso identificado también el enviador, ¿qué hacemos al ir a la misión? ¿Qué es lo que se supone que yo deba hacer? Bueno, ya hemos contestado esto de manera indirecta, pero la idea es que tengo que hacer discípulos. Y dijimos que un discípulo no es simplemente alguien que ha abrazado el Evangelio, aun si lo ha hecho genuinamente, sino que es alguien que ahora ha sido entrenado de tal manera que él pueda obedecer las cosas que Cristo ya enseñó, porque eso es lo que el texto dice, y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñarles a obedecer todo o a guardar todo lo que os he mandado. Ese es el versículo 20 de Mateo 28. Eso requiere entonces la evangelización el bautismo y luego el discipulado, evangelización, bautismo y discipulado. El bautismo que es uno de los sacramentos de la iglesia o una de las ordenanzas de la iglesia, son dos que la iglesia tiene hoy en día, la comunión y el bautismo, entonces ese bautismo es el testimonio público de que esta persona verdaderamente ha creído que es genuina y que quiere testificar públicamente de que ha dado el paso hacia adelante. Entonces, esa es la pregunta que estábamos contestando. ¿Qué es lo que vamos a hacer cuando lleguemos al campo misionero? La próxima pregunta que nosotros necesitamos hacer y contestar a la medida en que Hablamos de la misión de la iglesia, es cómo nosotros logramos los objetivos de la misión. Una misión tiene un objetivo que cumplir. Entonces, el objetivo es hacer discípulos y hacerlo hasta llegar a los confines. ¿Cómo logramos eso? Bueno, creación no. Cristo nos dejó, paso por paso, el plan, por así decirlo, de cómo nosotros lograríamos esto. Lo primero que yo quiero decir y luego puntualizar es que donde todo comienza es en este lugar o de esta forma donde Cristo declaró y aparece narrado en Lucas 10.2, la siguiente palabra, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Ahí está el problema planteado. Cristo trajo el problema sobre el tapete. La Mies es la gran comisión, el mundo que arresta es mucho, es inmensa. Hay otro problema y es que necesitamos obreros, pero los obreros son pocos. La solución terrenal son los obreros, pero los obreros son pocos. La próxima pregunta que necesitamos considerar es cómo logramos los objetivos de la misión. ¿Cómo nosotros podemos no solamente comenzar, sino garantizar la continuación hasta haber completado la tarea? Bueno, Cristo nos dejó dicho, nos dejó ver claramente donde todo comienza. En Lucas 10, versículo 2, tenemos lo siguiente. La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogado por tanto al señor de la Mies, que envía obreros a su Mies. Ahí está el problema planteado en el tapete. La Mies es gigantesca, la solución terrenal son los obreros, pero los obreros son muy pocos. Cristo ahora le da la solución, pero Cristo no habla de levantar fondos que quizás uno esperaría porque esto va a costar, Cristo tampoco habla de preparación académica, aunque yo creo en la preparación académica. tampoco habla de hacer mercadología para dar a conocer el proyecto, sino que él dice por tanto rogar al señor de la mies para que le envíe obreros a su mies. La palabra que, la traducción que estoy usando, la de Las Américas, traduce como rogar, es una palabra que habla de sentido de urgencia, tiene que ser algo ferviente, con fervor, De hecho, la palabra en inglés dice orar fervientemente en una de las traducciones consultadas, frecuentemente, con intensidad, recurrentemente. Cristo entendía que sin oración, tú no puedes ni siquiera comenzar la gran comisión porque no hay manera de conseguir suficientes obreros que vayan al campo. nosotros muchos hemos oído los números, algunos hablan de que hay 50 mil personas que mueren todos los días sin haber oído de Cristo, hay que van al infierno y eso es verdad pero tenemos que conocer las estadísticas porque ellas aumentan nuestra responsabilidad pero las estadísticas nunca han enviado a nadie al campo misionero, Dios es quien envía y de ahí la necesidad de orar, entonces requisito número uno para lograr los objetivos tenemos que orar, Requisito número dos para lograr dichos objetivos es que yo tengo que confiar en el Espíritu Santo. Cristo les dijo claramente en Hechos 1.4 que esperaran hasta que llegara la promesa del Padre, refiriéndose al Espíritu Santo en Hechos 1.8, entonces les dice, recibiréis poder y entonces una vez reciban poder me serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la Tierra. Requisito número dos es la venida del espíritu y por tanto el requerimiento de la llenura del espíritu, porque sin llenura del espíritu no habrá pasión por la gran comisión, no habrá pasión por el evangelismo, no habrá denuedo y valor para llevar a cabo y hacer estas cosas. Desde el requisito nosotros predicamos el evangelio. Un solo ejemplo de múltiples aparece en el capítulo 2 del libro de los hechos, Pedro predicando el evangelio trayéndolo desde el antiguo testamento hasta el nuevo, hasta el Cristo que vosotros habéis crucificado, como Pedro le dice a Ahí Pedro predica el Evangelio y el texto dice que ese día 3.000 personas nacieron de nuevo. Ese es el inicio de la Gran Comisión. Solo el inicio. No es la finalización, pero es un buen comienzo. Comenzar algo con 3.000 nuevos miembros de la iglesia y luego cuando tú llegas al capítulo 4 del Libro de los Hechos, nos habla de que habían ahora cinco mil hombres, que si tú cuentas entonces las mujeres y los niños podríamos llegar a diez mil personas, eso es mucha gente que está entrando a la iglesia y avanzando la gran comisión. Ahora, presta atención que la persona que predicó es un simple pescador, eso era lo que él sabía hacer, pescar, no tenía mucha preparación, sin embargo como el espíritu lo ungió, ese espíritu ungiendo a Pedro, de tal manera que predicó un sermón que fue tan efectivo que nadie más ha podido predicar un sermón semejante, donde en un solo sermón, en una sola ocasión, en un solo día, un solo hombre, tres mil nuevos creyentes resultaron. Yo lo que quiero hacer ahora es demostrar brevemente, simplemente leyendo los pasajes con comentarios muy breves, de cómo ese avivamiento que comienza el día de Pentecostés se extiende por los próximos 30 años de la vida de la iglesia, que es lo que el libro de los hechos cubre. Y voy a leer algunos pasajes donde tú puedas ver algunas cosas importantes y puede haber las seis fases de expansión de este primer avivamiento. En Hechos 6-7 dice, y la palabra de Dios crecía Y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén. Y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Hay dos observaciones que yo quiero hacer. Número uno, Lucas dejó de contar gente. Tres mil personas, cinco mil hombres, ya él no puede contar porque son tantos. ¿Qué es lo que hace? Él comienza a contar como la palabra de Dios crecía. la palabra de Dios crecía y el número de discípulos era muchos, ya no podía contar, pero aquí hay algo que es importante que llama la atención, dice que muchos de los sacerdotes obedecían a la fe, sacerdotes judíos que tenían cientos de años creyendo las cosas que habían creído, abandonaron cientos de años de enseñanza, de tradición, de prácticas religiosas y abrazaron la fe. Eso es importante. Si tú sigues leyendo ahora, llega a Hechos 9.31. Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria y era edificada. Y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo. ¿Cómo seguía creciendo? Andando en la fortaleza del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es clave en lo que es la realización de esta Gran Comisión. Tú sigues avanzando, Hechos 12, 24. pero la Palabra del Señor crecía y se multiplicaba, no más discípulos siendo contados, la Palabra del Señor crecía, te leí del capítulo 6, del capítulo 9, del capítulo 12 para que tú puedas ver la Gran Comisión avanzando y cómo está avanzando por medio de la predicación de la Palabra que es la que está creciendo y está avanzando por medio de qué cosa, de la unción del Espíritu de Dios Ahora avanzamos al capítulo 16 de Hechos, 16.5. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe y diariamente crecían en número. Diariamente, aquí había gente que todos los días hacía profesión de fe y las iglesias crecían y crecían en número. Esto es algo que aún bajo la oposición de las autoridades judías no lo podían detener. De hecho las autoridades judías estaban airadas y en un momento dado pusieron a Pedro y a Juan en la cárcel. Leemos eso en el capítulo 5 del Libro de los Hechos. y en la noche un ángel se aparece y le abre la puerta y ellos salen el día siguiente a las primeras horas están en el templo otra vez, predicando la misma cosa y las autoridades vienen y les dicen le dimos órdenes estrictas de no predicar en este nombre y ustedes están aquí otra vez haciendo la misma cosa ya habéis llenado Jerusalén de vuestras enseñanzas esta gente no podía ser detenida y Pedro le dice Voy a usar un poquito la imaginación, quizá Pedro estaba pensando, bueno, quisiéramos obedecerte porque la palabra de Dios nos manda a obedecer las autoridades, pero hay un pequeño problemita y es que no podemos dejar de ver, no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído. Quizá nosotros tenemos más dificultad en llevar a cabo la misión de la iglesia, la gran comisión, porque hay mucha gente que no ha visto suficiente, ni ha oído suficiente. No ha oído suficiente del Evangelio de Cristo, ni ha visto suficiente del carácter de Dios desplegado desde los púlpitos. Y eso es algo que nosotros necesitamos corregir. Tú sigues avanzando, llega a Hechos 19-20, y dice que así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor. Crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor. cuando la palabra habla en este caso de crecer y de crecer poderosamente y que prevalecía, qué pensamos, bueno yo pienso que lo que el texto está diciendo es que la palabra crecía porque crecía el número de regiones a donde la palabra había penetrado, el número de regiones geográficas. y la palabra prevalecía poderosamente porque no podían detenerla, la oposición no podía con ella y la palabra también crecía en influencia. Tú puedes ver en la descripción del Libro de los Hechos que en un momento dado tú tienes a sacerdotes que abrazaron la fe. Eso es en 6-7. Más adelante tú encuentras que hay un procónsul que abrazó la fe. Más adelante te encuentras una mujer de negocio, Lidia, que abrazó la fe. Más adelante te encuentras que había unos griegos de alta posición en la sociedad que abrazaron la fe. Más adelante te encuentras en la ciudad de Éfeso que gente que había abrazado la hechicería, la brujería por muchos años también abrazaron la fe. de manera que la gran comisión está creciendo por medio de la predicación de la palabra, es la misión de la iglesia y está formando discípulos pero está también siendo empoderada por el Espíritu de Dios que está detrás de todo esto. Número 6 y finalmente en Hechos 28, 30 al 31, y Pablo se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba y recibía a todos los que iban a verlo, predicando el reino de Dios y enseñando todo lo conseniente al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbo". Eso es una… lo único que puede describir esto es un abrivamiento, que Pablo esté en Roma, en una cárcel domiciliar, a manera de… en algo privado, sin estorbo, predicando la palabra a todo el que venía y la visitaba, es algo extraordinario. Ahí tú puedes ver la pregunta que estábamos tratando de contestar, que era justamente cómo logramos llevar a cabo la misión. Tú predicas la palabra, tú confías en el Espíritu y el Espíritu guía a la obra. Próxima pregunta, ¿cuál es la relación entonces entre el Espíritu Santo y la Gran Comisión? Acabamos de hablar de eso, ¿verdad? Entonces yo quiero decir y enfatizar que la Gran Comisión depende totalmente del Espíritu de Dios, completamente. Si tú remueves la palabra espíritu del Libro de los Hechos, tú no tienes un libro, no hay Libro de los Hechos porque el Libro de los Hechos es los hechos del Espíritu Santo a través de los apóstoles. Voy a leer dos versículos para que puedas ver la importancia que tiene el Espíritu Santo en llevar a cabo la misión de la iglesia. En Hechos 4.31, después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. En el 31, me voy a devolver en un momento, versículo 33, con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y abundante gracia había sobre todos ellos. Ok, entonces me voy a devolver. nota como el Espíritu de Dios que inspiró cada palabra que aparece en la Biblia, nota como dice, después que oraron, eso no está ahí por accidente, todo comienza con oración, entonces tú tienes oración, luego de la oración que tú tienes llenura del Espíritu, después de la llenura del espíritu que tú tienes, valor o denuedo para predicar la palabra, pero comienza con oración, llenura, valor o denuedo y luego que más tú lees, que había gran poder y que más leemos entonces, que había gran gracia para con todos, pero cuáles fueron los ingredientes de esto, que hubo oración y luego hubo llenura, por eso una y otra vez yo insisto en que la gran comisión depende y la misión de la iglesia por tanto depende totalmente, completamente del ministerio del Espíritu Santo o de la tercera persona de la Trinidad. Déjame leerte brevemente un texto de este autor John Harvey en su libro Anointed with the Spirit and Power o Ungido con el Espíritu y Poder, él dice lo siguiente, el Espíritu Santo fue el recurso de los apóstoles cuando la iglesia enfrentó su primera oposición. La primera dificultad de la Iglesia Primitiva aparece en el capítulo 6 del Libro de los Hechos, cuando las viudas de los judíos helenitas estaban quejándose de que ya no estaban siendo atendidas, también como los judíos de Palestinas, o como las viudas de los judíos de Palestinas. Y entonces, ¿cuál fue la solución? Que se escogieran siete hombres, y de esos hombres, ¿qué se dijo? Que fueran llenos del espíritu. La solución de la Iglesia a su primer conflicto es la llenura del Espíritu. Dice la cita, la fuente, el Espíritu Santo fue la fuente del primer avivamiento de la Iglesia. Lo vimos, el primer avivamiento, ¿cuándo comienza? Con la venida del Espíritu. Dice que el Espíritu Santo también es la solución del primer problema de la Iglesia. Bueno, nosotros pudiéramos Yo pudiera cambiar quizá el orden de lo que acabo de decir y hablar de la primera oposición que no fue el problema con las viudas, vamos a pensar un poquito y vamos a devolvernos hacia atrás. La primera oposición aparece justamente en el capítulo 3, 4 del libro de los hechos cuando a Pedro y Juan son puestos en cárcel y luego el Espíritu de Dios o el ángel lo libera y ellos regresan y vuelven a predicar y el texto de 4 31 que leímos dice que ellos estaban llenos del Espíritu, oraron, hubo llenura del Espíritu y hubo ¿qué cosa? Valor, coraje de nuevo para predicar, eso fue como fruto de la llenura. Entonces el Espíritu Santo fue el recurso para enfrentar la primera oposición que es esa. fue la fuente del primer avivamiento de la iglesia, la solución al primer problema de la iglesia y ahora sí regresamos a Hechos 6 y presentamos como el primer problema de la iglesia el conflicto con las viudas del cual ya hablamos y que estaba tratando de organizarlo de una mejor manera ahora. También fue la fortaleza del primer mártir de la iglesia y quien fue Esteban, un hombre lleno del espíritu de acuerdo al texto de la palabra, y el enviador del primer equipo misionero de la iglesia. ¿Quién fue el primer equipo misionero de la iglesia? Pablo y Bernabé. ¿Quién los envió? El texto nos dice en Hechos 13 que ellos oraron, ahí está la oración otra vez, y después de orar entonces el Espíritu dijo, separadme a Pablo y a Bernabé para esta misión. Él, el Espíritu Santo, continúa John Harvey diciendo, guió en la toma de decisiones corporativas, colocó a los líderes en posición de autoridad sobre las congregaciones locales. El Espíritu de Dios los dirigió a tomar decisiones difíciles, pero también cuando Pablo escribe a los ancianos de la iglesia de Éfeso, en el capítulo 20 del Libro de los Hechos, les dice que vosotros sois, cuidad de vosotros y de la doctrina y de vosotros, en medio de la grey, es el texto, en medio de la grey, que el Espíritu, o sobre la grey, que el Espíritu lo has hecho obispo, perdón por la traba ahí de palabras, que el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Cristo Jesús que fue comprada a precio de sangre. Entonces, por eso es que este autor está diciendo que el Espíritu Santo colocó a líderes en posición de autoridad sobre las congregaciones locales y esa es otra evidencia más del rol del Espíritu Santo en llevar a cabo la misión de la Iglesia. Tenemos que contestar una pregunta simple que ya fue contestada en cierta manera, ¿A dónde vamos a ir? Hasta los confines de la Tierra. ¿Por dónde comenzamos? Por Jerusalén. ¿Y dónde seguimos? Toda Judea y luego toda Samaria y luego los confines de la Tierra. Ahora, ¿cuál es la importancia de la Gran Comisión? ¿Por qué es vital? a llevar a cabo la misión de la iglesia. Bueno, podemos decir esto de varias maneras. Vamos a comenzar de esta forma. La misión de la iglesia o la Gran Comisión es la manera de traer a las naciones al Señorío de Cristo. Múltiples naciones, múltiples personas, múltiples familias. en completa rebelión en contra del Señorío de Cristo. Entonces, la Gran Comisión o el proceso de evangelización es la manera, el instrumento de traer a toda esa gente al Señorío de Cristo, tanto como sean llamados. La Gran Comisión es la manera de destruir los ídolos y dioses paganos que esclavizan a esas naciones. A. W. Tozer dijo que ninguna nación se puede levantar por encima del concepto que esa nación tenga de su dios. De manera que si tú miras ahora una nación, en nuestro caso, que vivimos en República Dominicana, una nación como Haití, que ha estado tanto tiempo adorando a través del vudú, mira todo el retraso de desarrollo que tiene porque ninguna nación se puede levantar por encima de la concepción que ellos tienen del Dios que adoran. Y la manera de destruir esos ídolos para que las naciones puedan florecer es justamente vía la evangelización. La Gran Comisión es la forma de traer estas naciones a adorar a nuestro Dios. no están adorando a nuestro Dios, están alejadas, no están disfrutando las bendiciones que nuestro Dios puede otorgar. Es la forma de bajar todos los índices que el pecado causa. Nosotros vivimos en naciones como Latinoamérica, donde los índices de criminalidad de diferentes tipos son altos. Hay violencia, hay drogas, hay alcoholismo, hay niños abandonados, hay abortos, altos índices de todo eso. ¿Y cómo bajamos eso? Bueno, los procesos políticos no han mejorado esos índices, muchas veces lo han empeorado. Entonces, ¿cómo nosotros logramos bajar esos índices? Lo único que cambia al hombre, su forma de pensar, su forma de vivir, su forma de sentir, es el Evangelio de Cristo Jesús. Y finalmente, la Gran Comisión es la única forma de traer gozo a las naciones y de que ellas se alegren. De manera interesante, Cuando la persecución arrancó en Jerusalén, y de la cual el Libro de los Hechos nos habla en el capítulo 8, la gente que estaba en Jerusalén salió corriendo, y salió corriendo para Samaria. Y entonces, ¿dónde llegaban? Predicaban la palabra. Felipe, un evangelista de la iglesia primitiva, uno de los siete hombres que fueron escogidos para ayudar a las viudas, va a Samaria y comienza a predicar el evangelio y todo el mundo estaba escuchando a Felipe y nos dice el texto entonces que Samaria se llenó de gozo. Como dice un autor de nombre Derek Thomas en su comentario del libro de los hechos, el sufrimiento de Jerusalén, el sufrimiento que la ciudad estaba teniendo es la causa del gozo en Samaria porque es el sufrimiento de Jerusalén bajo persecución lo que hace que la gente salga corriendo para protección y llega a Samaria Compartan el Evangelio y Samaria se llenó de gozo. Por eso yo decía que la Gran Comisión es la única manera de llenar a las ciudades de gozo. Entonces, hasta ahora vimos a Jerusalén, que estaba siendo llena de las enseñanzas de los apóstoles, vimos a Samaria, que se estaba llenando de gozo, y más adelante te encuentras a Éfeso, donde Pablo llegó, creo problemas por medio de la predicación del evangelio. Todo eso es parte de la gran comisión. La pregunta que tenemos que hacernos ahora hacia el final, porque está en la mente de mucha gente, quizás de alguna gente que me esté escuchando, ¿es parte de la misión de la iglesia la justicia social? Yo quiero responder eso de manera cuidadoso para que no se malentienda. La misión de la iglesia es la gran comisión. Ahora, la justicia social debe ser el resultado, o por lo menos el impacto sobre esa justicia social, de miembros de la iglesia que van y viven responsablemente en su sociedad y tratan ellos, ¿verdad?, propulsar y propugnar por un mejor orden social y una mejor justicia. Al mismo tiempo, la iglesia tiene la obligación, si tú quieres, de pronunciarse cuando los valores fundamentales de la fe cristiana están siendo violados. Un caso particular, múltiples iglesias han hablado en contra del aborto, eso es justicia social. La iglesia no se puede divorciar completamente de esos casos. Tú encuentras algo similar en el Antiguo Testamento y luego encuentras algo que nosotros podemos usar también en el Antiguo, en el Nuevo Testamento para decir que nosotros tenemos una obligación con esos valores. Déjame leerte simplemente de Isaías 58, algunos versículos, comenzando en el versículo 3. Dicen, ¿por qué hemos ayunado y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado y tú no haces caso? O sea, nos están diciendo, Señor, que ayunamos, oramos y tú no nos haces caso, tú no nos ves. Y aquí, en el día de vuestro ayuno, buscáis vuestras conveniencias, Dios está respondiendo, yo te voy a decir ahora, y oprimís a todos vuestros trabajadores, eso es justicia social o injusticia. Y aquí ayunáis para contiendas y riñas y para herir con un puño malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz. ¿Es ese el ayuno que yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco y para que se acueste en silicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día acepto al Señor? ¿No es este el ayuno que yo escogí? ¿Cuál, Señor? Desatar la ligadura de la impiedad, soltar las coyuntas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos y romper todo yugo. ¿No es ese el ayuno? Ahí está la justicia social. ¿Y no es para que partas tu pan con el hambriento y recibas en casa a los pobres sin hogar y para que cuando veas al desnudo lo cubras y tú te escondas de tus semejantes? ¿Es para eso? Entonces tu luz despuntará como la aurora y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia y la gloria del Señor será tu retaguardia. entonces invocarás y el Señor responderá, aclamarás y él dirá heme aquí si quitas de en medio de ti el yugo al amanecer con el dedo y el hablar y niquidar y si te ofreces al hambriento y sacias el deseo del afligido entonces surgirá tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía que es lo que Cristo mejor dicho que es lo que Dios revela en el antiguo testamento no te estoy oyendo, no estoy haciendo caso a tu oración, no estoy haciendo caso a tu ayuno, porque tú vives en rencilla, porque tú vives oprimiendo al pobre, al hambriento, porque no haces caso al pobre, no haces caso al que no tiene pan, si lo haces, le haces caso, tú verás tu luz resplandecer en medio de la oscuridad, yo te voy a escuchar otra vez, tú vas a ser reavivado. Entonces, obviamente, la iglesia tiene un rol que jugar en pronunciarse en contra de la justicia, de las injusticias sociales, pero esa no es su misión. Nota que en el tiempo de Pablo, él está predicando el evangelio, predicando el evangelio, predicando el evangelio, y no hace mención de las injusticias sociales que eran muchas. no porque no fuera parte de su responsabilidad como creyente, sino porque no lo consideraba probablemente como parte de la misión de la iglesia para evitar que la iglesia se diluya de tal manera que ya no se sepa ni siquiera qué es lo que persigue. Pero cuando los cristianos, equipados en su iglesia, salen a vivir su vida cristiana responsablemente, ellos cambian su entorno. Escucha lo que Don Carson o Donald Carson dice en su comentario sobre el Sermón del Monte. La reforma de la prisión, el establecimiento del seguro social, la abolición de la esclavitud, la abolición del abuso laboral de los niños, la construcción de orfanatos y la reforma del Código Penal fueron cambios encabezados por los seguidores de Jesús. La maldad disminuyó. Y este, considero yo, ha sido el patrón de los cristianos profesantes cuando han estado menos preocupados por su prestigio personal que por seguir el estándar del reino. Entonces, ahí está Donald Carson diciéndonos, cuando los cristianos han obrado responsablemente y no se han interesado tanto en sus cosas personales, sino que prestaron más bien atención el entorno donde vivían, ellos contribuyeron a abolir la esclavitud, a abolir el trabajo de los niños, a disminuir los índices de abuso de la sociedad y así sucesivamente. Entonces, una vez más, eso es tratando de clarificar el rol de la iglesia en términos de las injusticias sociales. Ahora, la próxima pregunta que debemos hacernos es si la iglesia tiene algún rol que jugar en la política de sus días. y debemos responder de esta manera, número uno… El cristiano, para diferenciarlo de la iglesia, debe participar del proceso político de su nación, porque si todos los cristianos nos vamos a retirar de medio de la sociedad, ¿a quién le vamos a dejar la sociedad? Eso fue lo que pasó justamente al final del siglo XIX, principio del siglo XX, cuando los fundamentalistas se retiraron de todas las instituciones porque consideraban que estaban muy corrompidas, les dejaron la sociedad para ser dirigidas, ¿por quiénes? Por aquellos por aquellos que no tenían valores cristianos. Entonces el cristiano debe participar del proceso político, tiene un gran reto de no contaminarse, de hecho lamentablemente en América Latina los cristianos que se han involucrado, que han subido al poder, hasta ahora que yo sepa ninguno tuvo éxito sino que todos terminaron corrompiéndose, porque decían ser cristiano pero quizás ni siquiera lo eran. Ahora la iglesia otra vez tiene que hablar en contra de aquellas cosas que amenazan los valores cristianos, ahora mismo la ideología de género, múltiples iglesias han estado pronunciándose, nosotros mismos hemos ido al Congreso a defender la vida y en contra del aborto, pero yo fui de hecho como ciudadano, como médico cristiano, más que como el pastor de la iglesia que presido, porque entiendo que es parte de mi responsabilidad, pero no estoy tratando de inmiscuir la iglesia en esa lucha que pudiera entonces la iglesia confundirse y debilitar su misión. Y finalmente quisiera mencionar un par de textos de la Biblia donde nos habla un poquito acerca de esto. Por ejemplo en Mateo 14.3 se nos dice que Herodes había prendido a Juan, Juan el Bautista, y lo había atado y puesto en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía, no te exlicito tenerla. Y Juan termina decapitado. Juan pudo haber simplemente predicado el Evangelio, predicado el mensaje de arrepentimiento y quedarse callado, pero él denunció a Herodes en su tiempo por estar teniendo o viviendo con la mujer de su hermano, le llamó a adúltero y terminó perdiendo la cabeza. Otro texto que nos ayuda a entender que nosotros sí tenemos como cristianos un rol que jugar en ser sal y luz, sal de la tierra, luz del mundo, es Jeremías 29.7 que dice, este es el pueblo que está yendo al exilio, que fue a Babilonia en ese caso, y Dios le está diciendo al pueblo, cuando llegue allá, cuando llegue a Babilonia, esto debe tener pendiente. buscar el bienestar de la ciudad a donde os he desterrado, eso era Babilonia, y rogar al Señor por ella, porque en su bienestar tendréis bienestar. Procura el bienestar de la ciudad, cristiano, hombre, mujer, profesional, que vives en la sociedad, procura el bienestar de la ciudad, porque en su bienestar está el tuyo también. Entonces nosotros tenemos ese rol que jugar como cristianos, entonces mi iglesia me prepara, me equipa con una cosmovisión que me ayuda a ejercer un rol de transformación en la sociedad donde vivo. Pero la misión de la Iglesia sigue siendo la proclamación del Evangelio y el llevar a cabo la Gran Comisión. Entonces ahora, como observaciones finales, quisiera mencionar un par de cosas. La Gran Comisión existe, dice John Piper en su libro, Alegres en las Naciones, porque la adoración no existe. ¿Qué es lo que Piper está diciendo? Ya yo aludí a esto más tempranamente. No hay adoración en muchas de las naciones porque no conocen a Dios. La única manera de que ellos conozcan a Dios es vía la evangelización. La única manera de que ellos puedan llegar a ser adorados de nuestro Dios es vía la evangelización. Y eso es lo que ocurre, que la gran comisión termina siendo la gran adoración. La gran comisión de llegar hasta los confines de la tierra termina frente al trono de la gracia como una gran adoración con gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación adorado al Redentor. La gran comisión tiene que llevarse a cabo de una manera teocéntrica, de una manera diocéntrica. Lamentablemente, mucha de la gente que ha participado en misiones ha sido muy antropocéntrica. El nombre es El Centro. Entonces, en vez de predicar el Evangelio para la gloria de Dios, la exaltación de nuestro Dios, vivimos diluyendo el Evangelio porque quisiéramos que todo el mundo lo abrase y que todo el mundo pudiera entrar a la salvación, y resulta que mucha gente no recibe salvación. El evangelismo tiene que hacerse de igual manera, de una forma cristocéntrica. Cristo no vino primordialmente a solucionar el problema de conflicto entre el esposo y la esposa, entre los padres y los hijos. No, no, no. El evangelio tiene que ser predicado a partir de la cruz. Cristo escribió el evangelio con su propia sangre en la cruz y resucitó al tercer día. El evangelio que la iglesia predica tiene que incluir la vida de Cristo, que obedeció completamente la ley de Dios y alcanzó los méritos necesarios para nosotros, la muerte de Cristo por medio de la cual Él perdona nuestros pecados y la resurrección de Cristo por medio de la cual Él garantiza nuestras promesas. La labor termina cuando alcancemos las naciones. Tan claramente como esto está dicho en la Palabra de Dios en Mateo 24, 14. Y estas buenas nuevas del reino se predicarán a todo el mundo, coma, y entonces vendrá el fin. Claramente, ahí es que termina. ¿Cuándo? Cuando estas buenas nuevas hayan sido predicadas a toda nación. Para impulsar la Gran Comisión, en el momento presente, Nosotros necesitamos un avivamiento. ¿Por qué yo quiero decir eso? Porque hay como una apatía en las iglesias, en los hermanos, donde no hay entusiasmo por la Gran Comisión, no hay entusiasmo por el evangelismo, no hay entusiasmo por ir. Y lo único que puede sacar al hombre es apatía, es un avivamiento de parte de Dios y recordar finalmente que el instrumento de la Gran Comisión sigue siendo el evangelismo. muchas veces personal, uno a uno y muchas veces entonces a través de actividades de la iglesia. Pero múltiples estudios han demostrado que más personas han llegado a conocer a Cristo a través de un familiar, de una mamá, de un papá, de un hermano. perdón, de cualquier otro familiar que a través de pastores y desde los púlpitos a través de la predicación. Menciono eso para enfatizar que la gran comisión no es simplemente ser misionero cuando me voy fuera a regiones lejanas, sino cuando yo me veo como un misionero en la sociedad en la que vivo y comparto también el Evangelio de Cristo Jesús. Con eso yo creo que hemos cubierto con bastante claridad lo que es la misión de la iglesia, los requisitos para llevar a cabo el combustible y como mencionamos al principio, recuerda, hay una tarea que es la Mies o la Gran Comisión que es mucha, hay una meta que son los confines de la tierra, hay un combustible que es el Espíritu Santo, hay un instrumento que es el Evangelio y hay un proceso de consolidación que es el discipulado. Gracias por la oportunidad de haber compartido con aquello que están viendo, que estarán escuchando en un futuro acerca de esta clase, que Dios le permita ser buenos misioneros donde están o aún más allá en regiones lejanas, o buenos pastores, buenos evangelistas, la gente que vive lo que predica. Bendiciones.
C222 11. La Misión de la Iglesia
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