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vamos a abrir nuestras biblias en segunda carta del apóstol Pablo a Timoteo segunda de Timoteo capítulo dos dice la palabra del señor tú pues hijo mío Esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú puedes sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo y el Señor te dé entendimiento en todo. Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio. en el cual sufro penalidades hasta prisiones a modo de malhechor, mas la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es esta. Si somos muertos con él, también viviremos con él. Si sufrimos, también reinaremos con él. Si le negaremos, él también nos negará. Si fuéramos infieles, él permanece fiel. Él no puede negarse a sí mismo. Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad, mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad, y su palabra carcomerá como gangrena, de los cuales son himeneo y fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello. Conoce al Señor a los que son suyos, y apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Pero en una casa grande no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro, y unos son para usos honrosos y otros para usos viles. Así que si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra. Huye también de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz con los que de corazón limpio invocan al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. porque el siervo del señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar sufrido, que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad y escapen del lazo del diablo en que están cautivos a voluntad de él. Vamos a meditar los versículos tres y cuatro. Tú pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Recuerde que estamos mirando al apóstol Pablo como Dios inspiró en su corazón estas palabras y palabras que llevan un peso de responsabilidad en cuanto a su paternidad espiritual para con Timoteo y mirándolo como un modelo de paternidad y recuerde que no sabemos si Pablo tuvo hijos físicos o no tuvo. Sin embargo, algo sí sabemos del apóstol Pablo, el Señor le salvó, el Señor le mostró su gloria en el rostro del Señor Jesucristo, y él conoció al Padre. No importa el rol que Dios nos haya dado en esta vida, algunos tenemos más de un rol, todos, para cualquiera que sea nuestro rol, necesitamos conocer al Padre, la necesidad creyente es conocer a Dios Cristo vino para dar a conocer al padre a Dios nadie le vio jamás el unigénito hijo que está en el seno del padre él le ha dado a conocer y nuestro tema esta mañana es tomando del tema general que es modelo de paternidad el modelo de paternidad paternidad llama a la realidad llama a la realidad Hermanos, una de las cosas que nosotros necesitamos para entender la realidad es... palabra de Dios, es conocer a Dios. Es muy fácil que nosotros seamos distraídos y empezamos a percibir la realidad a través de otras interpretaciones que no son la palabra de Dios. Una de las cosas que no tenemos que olvidar es que el ser humano por ser criatura necesita la palabra, necesita el consejo de Dios y mucho más después de la caída. Antes de la caída, Dios venía y hablaba con Adán y ellos gozaban de comunión con Dios y ellos no tenían el entendimiento entenebrecido, pero necesitaban el consejo de Dios. Después de la caída estamos mucho más necesitados del consejo de Dios. Además, abundan las voces e imágenes de consejo falso que están llamando nuestra atención Y a lo largo de la historia podemos ver que los que nos antecedieron algunas veces fueron también engañados de la realidad. Y la realidad es una de las cosas importantes. Hermano, usted y yo vivimos en un mundo material, rodeados de cosas materiales. Dios creó para mostrar su gloria y para ayudarnos a entender la realidad espiritual, pero a causa de la caída de pronto nosotros pensamos que la realidad es sólo lo que se puede tocar, pensamos que la realidad es solamente lo que se puede ver y se nos escapa, que no obstante que el mundo espiritual no podemos mirarlo, es real, muy muy real, y el apóstol le está llamando aquí a Timoteo a mirar la realidad y hermanos una una cosa que es bien real es que la vida cristiana es una guerra la vida cristiana es una guerra el apóstol le dice tú pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo ¿Por qué Pablo lo está llamando a sufrir como buen soldado? Porque porque ¿dónde sufren los soldados? En el cuartel, en tiempo de paz están sufriendo los soldados. La razón de ser de un soldado es porque hay guerra, de lo contrario no habría razón de ser. Hermanos, ciertamente venimos al Señor Jesucristo, el Señor Jesucristo y su palabra y el ejemplo que tenemos del apóstol Pablo es recordarnos la realidad. Como padres es importante que nosotros hablemos realidad realidad con nuestros hijos que procuremos comunicar la realidad y lo lo importante que es comunicar la realidad es hermano la vida en sí es una guerra desde la caída la vida es una batalla la vida es guerra, pero si Dios te ha dado vida espiritual, bueno, esta es una guerra espiritual y Dios nos trae momentos de paz, momentos de tranquilidad, pero una de las cosas que no debemos perder de vista es, no debemos dejar de oír, en el mundo tendréis aflicciones, en el mundo tendréis aflicciones, Y el Señor nos deja en sus palabras de las aflicciones, la realidad de que es una guerra, porque el Señor dice, en el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, ¿por qué? Yo he vencido al mundo. Y ahí está implícito el hecho de que esta vida en esta tierra es una guerra, pero el Señor ha vencido. Y una realidad importante, hermano, los ejércitos humanos van a la guerra y van a la guerra en incertidumbre, porque no se sabe exactamente quién va precisamente a ganar. Algunos ejércitos han confiado demasiado en su poderío militar. Alemania tenía la seguridad de que iba a dominar a Rusia. Sin embargo, fueron derrotados. Y humanamente hablando, pues Rusia no tenía la capacidad para para derrotarlos. Y siempre hay incertidumbre, pero una realidad es, la vida cristiana es guerra, pero una realidad es una guerra donde no hay incertidumbre. La victoria ya está, ya es victoria. Y la victoria, si estás en Cristo, ya es nuestra. En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, yo he vencido al mundo. Es importante, hermanos, que nosotros podamos comunicar a nuestros hijos, no sólo con nuestras palabras, sino también con nuestra actitud. Como padres no debemos procurar hacer imposible y hacer sufrida la vida de nuestros hijos, por supuesto que no, pero tampoco debemos procurar que ellos se vayan a la realidad con una idea equivocada. de que este mundo es una vida fácil y que en este mundo venimos a pasarla bien porque más temprano que tarde tus hijos van a enfrentar la realidad de que les has mentido. Este es un mundo de dificultad porque es un mundo caído. Este es un mundo donde la vida es difícil. Espinos y cardos te producirá la tierra. hermanos es un mundo de dificultad, la dificultad está a la orden del día, y seas o no seas creyente, pero por supuesto si eres creyente pues el mundo te va a aborrecerte en lo por seguro, si tú estás sufriendo y vienes a Cristo, la realidad es que Cristo te dice vienes a mí, vas a tener aflicciones. No esperes que las aflicciones se van a terminar porque veniste al Señor Jesucristo. Pero Cristo sí dice, yo he vencido al mundo. Este es un breve periodo de tribulación, es un breve periodo de aflicciones, pero no son aflicciones sin sentido. La realidad es que tienen un propósito. Si estás en Cristo, estas aflicciones no se comparan a la gloria venidera, pero estas aflicciones tienen el propósito de hacerte cada vez más parecido al Señor Jesucristo, según dice la palabra en Romanos capítulo ocho, versículo veintiocho y veintinueve. Ahora, la vida cristiana es una guerra. Y hermanos es importante repetir y pensar en este versículo y pedir al Señor que nos recuerde esta realidad. Hombres del pasado, David, un hombre que dice la escritura que tenía el corazón conforme al corazón de Dios y hermanos cuando escuchemos esa frase que Dios nos guarde de estar admirados de David no es que David no había mérito en David que tuviera el corazón conforme al corazón de Dios era una gran misericordia de Dios o sea a veces cometemos el error de admirar a David porque dice la Biblia que tenía el corazón un corazón conforme al corazón de Dios. Dios conformó el corazón de David para que sea conforme al corazón de Dios. Pero en cuanto que David era hijo de Adán como nosotros, pues David, Dios lo usó para que nosotros aprendamos lecciones importantes. Y es que una de las cosas que es grandiosa en esta guerra es El rey supremo en esta guerra, el jefe supremo de los ejércitos del Señor, es el Señor Jesucristo. Y el Señor Jesucristo ha peleado esta batalla y ha ganado la victoria. Él no es como los gobernantes modernos que están en un salón con aire acondicionado y sus hijos bien guardados, mientras los hijos del pueblo son los que se van a morir a la guerra. En la antigüedad, los reyes iban adelante en la guerra. y el Señor Jesucristo, un buen ejemplo es el Señor Jesucristo, él fue al frente y él enfrentó al enemigo, él peleó esta batalla y él ha vencido. Y hermano David, David en cuanto David como persona, como nuestro hermano descendiente de Adán, hubo un momento en su vida en que él perdió de vista que hay una guerra espiritual. No lo vamos a buscar pero allá en el Antiguo Testamento dice que en el tiempo que debían ir los reyes a la guerra David se quedó en su palacio y se olvidó de que nuestro adversario el diablo Perdió la realidad de la dimensión espiritual y se concentró en la realidad material. Al final lo que ellos luchaban como batallas físicas eran parte también de la batalla espiritual y David pensó pues que él podía darse el lujo de quedarse en el palacio. David se le olvidó la realidad de la guerra espiritual, como se nos suele olvidar. Se le olvidó que hay un enemigo, el enemigo que anda como león rugiente buscando a quien devorar. A David se le olvidó que tener un corazón conforme al corazón de Dios no era asunto que tenía que ver con él, sino era la gracia y la misericordia de Dios. Y David se olvidó que David era su peor enemigo. Así como muchas veces nosotros pensamos que nuestro peor enemigo son los que están enfrente y nos olvidamos que nosotros somos nuestros enemigos cuando estamos aparte de la gracia de Dios. Y David estaba allí cuando debía estar en la guerra. Estaba fuera del lugar donde debía estar. Y David miró allí a una mujer y la codició y David esa batalla la perdió. nosotros sabemos que David fue triunfante por causa de la salvación y la misericordia del Señor Jesucristo y los creyentes a veces perdemos algunas batallas pero esta es una guerra hermanos estamos en guerra que el Señor nos guarde de pensar por algún momento que estamos de vacaciones, de picnic, hay una guerra espiritual, hay un león rugiente que anda alrededor buscando a quien devorar. La vida cristiana es una guerra. Hay una guerra entre la carne y el espíritu. Hay una guerra entre la simiente piadosa y la simiente impía. El mundo aborrece a los cristianos. Y dado que la vida cristiana es una guerra, hermano, La realidad es que somos llamados a sufrir. Él empieza con tu pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Dicen que algunos algunos militares del ejército mexicano han escuchado una expresión que es plomo o plata y muchos soldados han dicho plata pero buenos soldados dicen plomo tú puedes sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo los que dicen plata pues están procurando no sufrir ahora un buen soldado de Jesucristo hermano un buen soldado de Jesucristo Es lo mismo que se dijo de David, un hombre conforme al corazón de Dios, y un buen soldado de Jesucristo lo hace Jesucristo. Así como un hombre humilde es un milagro del Evangelio, un buen soldado de Jesucristo lo hace Jesucristo mismo. También es un milagro del Evangelio. Un buen soldado de Jesucristo no es alguien que lo tienen que reclutar, no se le recluta a engaños. tampoco se le recluta de una manera obligada. Un buen soldado de Jesucristo es un soldado que es atraído con lazos de amor, es un soldado porque el Señor le ha abierto sus ojos y le ha brillado la luz y ha sido trasladado del reino de las tinieblas al reino de su amado Hijo. Un buen soldado de Jesucristo solo se puede ser un buen soldado de Jesucristo cuando Cristo nos está siendo constantemente revelado, cuando constantemente está brillando la luz de Cristo ante ti, cuando el evangelio está constantemente recordado, de otra manera no hay posibilidad de ser un buen soldado de Jesucristo. El apóstol Pablo dice, el amor de Cristo nos constriñe pensando esto que uno murió por todos y por todos murió para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Hermanos, un buen soldado de Jesucristo está motivado porque escucha las palabras de su capitán que dice, en el mundo tendréis aflicciones, pero confiad porque yo he vencido al mundo. Un buen soldado de Jesucristo está mirando y mira al Señor Jesucristo. Y el buen soldado de Jesucristo sabe, sabe que el Señor Jesucristo no es, como decía hace un momento, no es un teórico que está dictando cosas que se imagina. El Señor Jesucristo es experto en sufrimiento. El Señor Jesucristo es experto en quebranto. el Señor Jesucristo es nuestro Redentor. El Señor Jesucristo ha sido afligido y ha sido afligido y peleó una batalla por causa de sus escogidos. Y hermano, cuando miramos al Señor Jesucristo y le miramos como el rey triunfante y victorioso, como aquel que es digno de toda gloria, de toda honra, de todo honor, como aquel que no necesita nada fuera de sí que él es suficiente en sí mismo y tiene y le sobra y que por puro amor a su padre mostró rica misericordia para con su pueblo y queriendo desde la eternidad mostrar no solamente la riqueza de su justicia de su perfecta justicia, sino habiendo planeado desde la eternidad mostrar las abundantes riquezas de su gracia, dejó su trono de gloria y vino para enfrentar al enemigo y derrotarlo en la cruz, y derrotó a Satanás, derrotó al pecado, vino para sacar de esclavitud, porque estábamos bajo el príncipe de la potestad del aire, cautivos. Con alguien que nos tiene cautivos y siempre paga mal, y por pura gracia y por puro amor, él hizo lo que se demandaba para ser libertados. Él cumplió perfectamente lo que nosotros somos incapaces. Él cargó voluntariamente con nuestra enorme, infinita responsabilidad una responsabilidad que nunca va a ser pagada por toda la eternidad. Una persona no puede pagarla. Se necesita alguien infinito como el Señor Jesucristo. Y Él se hizo humano y Él peleó esa batalla. Él fue tentado en todos en nuestra semejanza, pero nunca pecó. Él es él es el que ganó justicia para su pueblo, él es el que pagó nuestra deuda, él es el que venció a la muerte, y él nos ha enviado como parte de ese ejército para pelear esta batalla y anunciar las virtudes del que nos llamó de tinieblas a luz admirable. Las armas de nuestra milicia no son carnales, no son poderosas en el Señor y es el glorioso evangelio de la salvación Hermanos, un buen soldado de Jesucristo está constantemente recordando quién es y recordando y admirando al Señor Jesucristo. Un buen soldado de Jesucristo sabe, sabe que de derechos no tiene ninguno, o más bien tiene uno. Y sabe claro que su único derecho es que el Señor descargue toda su ira por toda la eternidad. Ese es el único derecho. pero sabe que ha sido bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo y sabe que no es por causa de algo en nosotros porque lo único que había en nosotros era maldad, era arrogancia, era orgullo, era desprecio al rey de la gloria. Hermano, cuando miramos eso y estamos admirados del Señor Jesucristo y entonces el buen soldado de Jesucristo voluntariamente Él anhela, él anhela que otros salgan de esa esclavitud horrible de pecado. Él anhela que otros salgan de esa vida sin esperanza y sin Dios en este mundo. Él anhela que otros vengan a conocer que en la presencia del Señor hay plenitud de gozo y delicias a su diestra para siempre. Él está aprendiendo constantemente que Cristo es el tesoro y en él está todo lo que necesita y él quiere otros puedan ver esa luz admirable, y eso le motiva a ser un buen soldado de Jesucristo. Él sabe que hay constantemente un enemigo, pero que Cristo ha vencido, y él está constantemente con la disposición de sufrir penalidades, de ser participante de las aflicciones del Señor Jesucristo. Ahora, dice después, cuando pensamos en en el llamado a sufrir es es obvio el llamado hermanos es cierto que somos nación santa es cierto que somos real sacerdocio pero una de las cosas que es cierta en todo eso es somos soldados de Jesucristo si estás en Cristo somos soldados de Jesucristo y hay tanta evidencia de que somos soldados y que estamos en una guerra porque de lo contrario la la escritura no nos llamar no nos llamaría a tomar toda la armadura del señor hay toda una armadura y eso nos está hablando de una realidad de guerra y cuando pensamos en en el llamado a sufrir es porque porque somos soldados somos soldados y cuando pensamos en que somos soldados hermano hay ciertas cualidades que ha de tener un soldado En los ejércitos humanos pues se buscan ciertas cualidades y en el ejército del Señor se buscan esas cualidades, pero no simplemente en un nivel humano. Porque la verdad es que en un nivel superior, sólo el Señor puede producir esas cualidades. Es interesante que una de las primeras personas que están listadas para las cuales es el lago de fuego, es los cobardes. Y una de las cosas que se requiere para un buen soldado de Jesucristo es valentía. Pero no la valentía que tienen los soldados de los ejércitos humanos. hermano, la valentía, la valentía es el fruto del Espíritu Santo, el apóstol Pablo está llamando a Timoteo porque en Cristo ya le dijo, no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio. Hermano, una, el evangelio, la necesidad del evangelio, hay momentos, una de las cosas que le quiero decir, hermano, es, Dios nos está mostrando que hemos nacido arrogantes, orgullosos. Una de las cosas que tiene que saber es, hemos nacido también cobardes. La carne, la naturaleza humana es cobarde, porque el que no conoce a Dios y no teme a Dios, teme hasta su sombra. hermanos el que no teme al señor es fácilmente manipulado porque el príncipe de la potestad del aire juega con el miedo de la gente para manipular la gente y la gente que es de ese ejército siempre son unos mentirosos lo hemos visto a lo largo de la historia como a la gente se le asusta Algunos suelen asustar a la gente con películas de efectos especiales para que supuestamente la gente confíe en Cristo porque no quieren pasar una tribulación y se le pasan jugando con los miedos de la gente para gobernar la gente. Hay una institución humana, porque no se le puede llamar iglesia, que a lo largo de la historia ha jugado con los miedos de la gente y la gente da dinero porque teme el purgatorio. y cree que dando dinero puede evitar el purgatorio. Y hermanos, la cobardía. Pero en Cristo hay valentía para su pueblo. En verdad, es necesario reconocer que nosotros mismos somos cobardes. David dijo, en el día que temo, yo en ti confío. ¿Y sabe que estaba admitiendo David? Yo soy un cobarde, porque temo, pero cuando temo, en ti confío. Otra de las cosas que podemos mirar, podemos mirar en el proceso de hacerse un soldado, de que Cristo estaba siendo un soldado en el apóstol Pedro. Le dijo a una muchacha, él había dicho, confiando en Pedro, él dijo, contrario a David que decía en el día que temo en ti confío Pedro estaba seguro de Pedro y él dijo si todos te dejan yo nunca te voy a dejar señor si es necesario yo voy a morir contigo pero Cristo que conocía a Pedro le dijo antes que el gallo cante dos veces me negarás tres veces hermano ahí estaba Pedro como nosotros hemos estado muchas veces cuando cuando confiamos en el peor enemigo. Y ahí estaba Pedro diciendo que él iba a morir con el Señor y de pronto, no un soldado, una sirvienta le dice, tú eres de ellos. Y Pedro negó al Señor. Y era necesario. El Señor puso en esa circunstancia a Pedro, en esa guerra, para que Pedro mirara ¿En quién hay que confiar? Para que Pedro recordara el Evangelio. Para que Pedro recordara que nadie conoce al hombre, sino Jehová, Dios que juzga el corazón y que es maldito el que confía en el hombre. Pero los que confían en el Señor no serán avergonzados. y el Señor hace un milagro y lo restaura. Pedro no muere por su cobardía porque Cristo pagó por su cobardía en la cruz y después de resucitado el Señor, el Señor restaura a Pedro y cuando leemos hechos vemos ya un soldado que ha experimentado un milagro de la gracia. Uno que le dicen que no les dijimos que dejen de estar predicando. Y ya no es una sirvientita la que lo está asustando, sino ahora son pues las autoridades religiosas. Y él dice, juzguen si es obedecer. ¿Qué es lo que es justo? Obedecer a ustedes o obedecer a Dios. Y eso es un milagro del evangelio. Hermano, solo conocer a Cristo. Llegar a la conclusión que llegó Pedro. El Señor le dice, Simón, hijo de Jonás, me amas. Y cómo Pedro va contestando y dice, Señor, sabes que te quiero. Y la última vez el Señor le dice, me quieres. Y Pedro se puso triste de que le haya dicho, me quieres. Y Pedro llegó a una conclusión. Señor, tú sabes todas las cosas. Hermanos, llegar a un hombre anciano, le preguntaron, estuvo escuchando, estuvieron unos jóvenes escuchándolo predicar durante una semana. Y al terminar la semana, le preguntaron si él estaba dispuesto a morir por Cristo. Y contrario a lo que muchos jóvenes esperaban, este anciano les dijo, jóvenes, prefiero no contestar esa pregunta, no quiero pecar de arrogancia. Prefiero que si ese momento llega, el Señor me dé la gracia suficiente para morir por Cristo. porque cuando, si tú me lo preguntas ahorita es fácil decir que sí, porque nadie me está matando, porque no está la hoguera ahí puesta, ni están los soldados esperando para dispararme en frente de una pared, y ahorita cualquiera dice que muere por Cristo. Y le preguntaron los jóvenes después si querían, empezaron a repartir motivos de oración, y cuando le preguntaron, y él dijo, jóvenes yo quiero que oren, tenía ochenta y cuatro años y quiero que oren para que termine bien la carrera y algunos jóvenes preguntaron qué pecado fue cometer este anciano hermano el evangelio nos lleva a a tener claridad de que no importa si tienes cien años de este lado de la gloria necesitas depender de cristo hasta el último momento porque la victoria es en Cristo y es confiando en Cristo y solamente en Cristo y viendo al Señor Jesucristo, valentía, la valentía no es cosa nuestra, hermanos, si te jactas de tu valentía, ven al Señor Jesucristo, porque lo tuyo no es valentía. Y si hay jactancia, entonces no es de gracia, entonces hay problemas, necesitas ver a Cristo y ver que Él sabe todas las cosas, valentía, manejo de las armas, y hermanos dice el apóstol Pablo más adelante a Pablo a Timoteo en la en este mismo capítulo en el versículo quince dice procura con diligencia presentarte a Dios aprobado como obrero que no tiene de qué avergonzarse que usa bien la palabra de verdad y hermano esencialmente nosotros tenemos en la escritura la espada del espíritu que es la palabra del porque si vamos a a Efesios el apóstol Pablo dice versículo diez por lo demás hermanos míos fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza vestidos de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asistencias del diablo vestidos de toda la armadura del Señor hermanos, saber usar la armadura. Dice, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomar toda la armadura de Dios para que puedas resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos la necesidad de la escritura, porque ¿dónde está la verdad? La palabra es la verdad. Dice, la suma de tu palabra es verdad y eterno todo juicio de tu justicia. Hermanos, el tener firmeza, cuando alguien va a hacer un esfuerzo grande suele apretarse los lomos. y solían hacerlo, era parte de la vestidura militar, hermano, no hay manera de estar firme si no es en la verdad. La verdad, hermano, si para usted la realidad es que estamos de día de campo, ¿usted no está ceñido con la verdad? ¿Recuerde lo que dije de David? David se le olvidó ceñirse de la verdad. Se le olvidó que la verdad es que hay un león rugiente buscando a quien devorar. Se le olvidó que es necesario estar adonde tienes que estar. Se le olvidó que este es un tiempo de aflicciones, no de dar satisfacción a nuestros placeres. hermanos están ceñidos con la verdad y qué importante es hermano el manejo de la escritura y estar clamando al señor para que el Espíritu Santo nos lleve a la verdad cuando en casa medites clama al señor que te lleve cuál es la intención del Espíritu Santo al dar ese pasaje que el Señor nos guarde de encontrar cosas que de pronto sólo nosotros hemos encontrado. dice, vestidos con la coraza de justicia. Hermanos, esto procede de la verdad del evangelio, porque la coraza de la justicia, algo que va a ser una protección grande para nosotros es que tu pecho esté protegido por la coraza de la justicia y no la nuestra propia, porque no hay justicia nuestra. que estemos en verdad protegidos porque estamos confiando en la justicia del Señor Jesucristo. Hermanos, que Dios nos guarde de que estemos tratando de proteger nuestro pecho con hojas de higuera. Si usted se hace una ropa de hojas de higuera y va a la guerra, pues no hace falta una ametralladora, hasta con un tiraúle lo van a lastimar, porque las hojas de higuera no lo van a proteger suficiente. Y hermano, el Evangelio, un buen soldado de Jesucristo, está recordando constantemente, yo no tengo justicia. Está recordando constantemente, yo soy el principal pecador. Cuán vulnerables somos cuando estamos pensando que los demás son los pecadores. Cuando pensamos, yo no soy tan malo como ustedes piensan. es cuando soy más vulnerable y fracaso en pelear correctamente, porque comienzo a pelearme con los que no son el enemigo, porque tan pronto me hacen una observación, yo ya estoy herido y ya me estoy defendiendo y agrediendo porque ustedes no me conocen, me están juzgando sin conocer y nos la pasamos defendiendo. Pero qué diferente es pelear la guerra cuando podemos escuchar, aún al más intencionado y examinar nuestro corazón, ¿Qué diferente es la guerra cuando en realidad puedo sacar la viga de mi ojo para ayudar a mi hermano a sacar su paja? Porque yo no estoy confiando en mi justicia, porque no tengo hojas de higuera, sino estoy protegido. la justicia verdadera que es la del Señor Jesucristo. Con esa que el Señor dio su propia vida, toda su vida fue de hacer justicia y después pagó en la cruz por nuestra culpabilidad y entonces Él nos ha vestido. Todo el cumplimiento perfecto de la ley que Cristo hizo es la coraza de la justicia. hermanos que estemos firmes en eso, que no seamos fáciles de herir por cosas que no deben herirnos y que la realidad es porque tenemos un orgulloso adentro, de pronto queremos defenderlo y queremos demostrar que no somos así como están pensando y la verdad es que no somos como están pensando, somos peores de lo que la gente puede pensar de nosotros. pero estamos protegidos porque no estoy confiando en mi justicia, estoy protegido con la coraza de la justicia, calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Y hermanos, qué importante que es el conocer las armas. Hermano, quisiera invitarte a reflexionar, ¿sabes el evangelio? El evangelio que sabes, ¿dónde lo aprendiste? aprendiste de la palabra por la guía del Espíritu Santo o lo aprendiste en folletos es necesario hermano que nuestro pie esté calzado con el con el apresto del evangelio de la paz y ese apresto del evangelio de la paz allá lo que es bien importante es pedir al señor que nos capacite para poder hacer un buen uso de ese calzado que estamos calzados nuestro calzado sea el mismo que calzaba el apóstol Pablo, porque el apóstol Pablo dice, si alguno predica un evangelio diferente al que les hemos predicado, sea maldito, anatema, y hermano, asegurémonos en el evangelio sobre todo, de aprender el evangelio en la escritura, en la carta del apóstol Pablo los romanos, está la más clara exposición del evangelio, hermanos que nosotros prediquemos un evangelio y qué importante que es lo que Pablo dice cuando le dice procura con diligencia presentarte a Dios aprobado y qué importante que es el ir hablando del evangelio y dar promesas que proceden de una recta interpretación de la escritura yo tengo que decirte que fui culpable alguna vez de dar una promesa falsa porque sacamos los versículos del contexto y no estamos siguiendo los principios de interpretación bíblica de decirle a una persona la promesa del carcelero de Filipos es una promesa para una persona en particular que se cumplió en el contexto de ese mismo pasaje. Cree en el Señor Jesucristo y será salvo tú y tu casa. Pero de pronto sacamos de contexto y no estamos bien calzados con el zapato del apóstol Pablo y le decimos a la gente que si ha creído entonces todos los de su casa van a ser salvos. Y esa no es una promesa universal, esa fue una promesa particular para una persona y se cumplió en ese mismo pasaje, se bautizaron los de su casa con él aquel día. O decirle a la gente, aquí estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta entraré a él, cenaré con él y él conmigo. Y hermanos, asegurarnos que tenemos el zapato del apóstol Pablo, busca un pasaje donde haya citado algo así el apóstol Pablo predicando. o el apóstol Pedro o el señor Jesucristo y una de las cosas que vas a encontrar que no existe tal tipo de predicación y que estamos sacando el versículo del contexto porque Cristo no está allí a la puerta del corazón de una persona sino es una carta a una iglesia y lo que sí vas a encontrar es que el señor abrió el corazón de Lidia y algo que seguro es el señor rompió las puertas del corazón del apóstol Pablo porque esas estaban muy bien cerradas y hermano calzados con el apresto del evangelio de la paz el estar asegurándonos hermanos que nuestro evangelio es el evangelio que predicaba el apóstol Pablo y dice sobre todo tomate el escudo de la fe con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno y hermano la importancia de de poder estar protegidos con el yelmo el escudo, el escudo de la fe, hermanos, el tener en verdad promesas. Hay gente que de pronto tenemos que recordar, por ejemplo, dice, instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de ella. Hermano, hay algo importante en esto y es los proverbios son proverbios, no son promesas. Los proverbios son proverbios, por supuesto que son distintos a los proverbios comunes, porque son inspirados por el Espíritu Santo, y por supuesto que somos llamados a ser diligentes a instruir a los niños en su carrera, pero de pronto hay hermanos muy angustiados porque han trabajado para eso y los niños parecen estar apartados de la carrera, y otros se erigen como jueces juzgando hermanos y hermanos un un proverbio es algo que generalmente ocurre pero no es una regla ni una ley ni es una promesa es un proverbio y hermanos si tenemos una mala o estamos sacando promesas donde no hay promesas pues no vamos a estar protegidos en la fe personas que le dicen a otra persona vamos a llevarlo para que oren Dios lo tiene que sanar y de pronto no pararon al paralítico y se voltea y dice pues ni modos pues no tienes fe por eso no sanaste o seguramente estás en pecado y hermano cómo se puede cómo se puede estar apagando los dardos de fuego del maligno cuando no estamos usando correctamente las armas de nuestra milicia gente citando versículos es que tienes que sanar porque él llevó todas nuestras enfermedades eso es es cierto hermano el problema es que hay un gran problema la agenda del señor no está de acuerdo con nuestra agenda nosotros queremos parar al paralítico hoy y nosotros no estamos entendiendo que la oración no es no es para doblar la mano a Dios para que haga lo que nosotros queremos El Señor Jesucristo oró diciendo, no se haga lo que yo quiero, sino hágase tu voluntad. El Señor Jesús nos enseñó a orar y nos enseñó a orar diciendo, venga tu reino, sea hecha tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra. Y el propósito de la oración es alinear nuestro corazón a la voluntad de Dios, más que alinear a Dios con nuestra voluntad. Y por supuesto que Dios es poderoso y puede levantar un paralítico cuando él quiera, y como él quiera. Si eso le va a traer mayor gloria, tenga por seguro que lo va a hacer. Pero una de las cosas importantes es, hermano, y que Dios nos ayude a estar sorprendidos de milagros mayores que esos. ¿Por qué cree usted que hay más gozo en el cielo cuando un pecador se arrepiente? Y no dice que hay tanto gozo cuando un paralítico se levanta de la silla. porque es algo mucho más infinitamente más grandioso el problema del hombre su problema más grande no es estar en una silla de ruedas o usar muletas el problema más grande es el pecado en el corazón es estar muerto en delitos y pecados y cuando un hombre Dios le da la fe para creer ese hombre es un muerto que es pasa de muerte a vida que recibe vida eterna y perdón de sus pecados y eso va a durar por toda la eternidad y hermanos un buen soldado y por último dice el yelmo de la salvación espada del espíritu que es la palabra de Dios y en todo esto hermanos hay una importancia grande de la palabra el evangelio está en la palabra las promesas que fortalecen nuestra fe están en la palabra y es por oír la palabra que nuestra fe la fe viene por el oír y por oír la palabra del señor hermano la necesidad de del evangelio. Buen soldado de Jesucristo, hermano, no lo hacemos nosotros. Es un milagro y es necesario, sí, que nosotros que nosotros nos fortalezcamos en la gracia. Y esa gracia está en Cristo. Esa gracia es el Evangelio. Y es la gracia de ver a Cristo para mirarnos y mirar la realidad del entorno y la realidad de nosotros. El entorno es una guerra. Nosotros somos parte del enemigo. Requerimos estar confiados. La valentía es un milagro del Espíritu Santo. Es un milagro del Evangelio. el manejo de las armas, también porque el Espíritu Santo se nos ha dado para que nos guíe a la verdad. Hermanos, nunca va a ser suficiente el hecho de llamarnos a mirar y considerar la importancia del Evangelio y la centralidad del Evangelio. hecho de cerciorarnos, de que efectivamente el evangelio que estamos creyendo y que estamos predicando, el que está en nuestros pies, el que es nuestro calzado, sea el mismo calzado que usaba el apóstol Pablo. Vamos a orar.
Modelo de paternidad (3)
Series Estudio de 2 Timoteo
Sermon ID | 41525208164680 |
Duration | 50:01 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 2 Timothy 2:3-4 |
Language | Spanish |
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