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Muy bien, hermanos, voy a invitarles a abrir sus Biblias en la epístola de Hebreos. Comenzamos hablando de las excelencias del Hijo. Estamos en la parte hablando de lo que es Cristo. El Hijo es superior a los ángeles y vamos a leer el versículo 5, 6 y 7, aunque hoy vamos a concentrarnos en el versículo 6 y 7 por el tiempo y también porque hay mucho para aprender. Dice así la palabra del Señor, versículo 5 del capítulo 1. ¿Por qué? ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás? Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy y otra vez yo seré el padre y él me será a mi hijo. Y otra vez, cuando introduce al primogénito en el mundo dice, adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente, de los ángeles dice, el que hace a sus ángeles espíritus y a sus ministros llama de fuego. Padre amado, te damos gracias por tu palabra. ella es nuestro alimento, ella es el agua para nuestras vidas, es el pan para nuestras vidas y también es la guía, la brújula, la lámpara en nuestro caminar. Le damos gracias porque ella también, Señor, dice que es un martillo que quebranta la piedra. la dureza de nuestro corazón. Esta tarde queremos exaltar, Señor, a nuestro Señor Jesucristo, tal como el autor de Hebreos está exaltando al Hijo por encima de los ángeles y poniéndolos a ellos subordinados a su trono, a su realeza, a su poder y a su dominio. Que también nosotros podamos terminar, Señor, adorándote, dándote las gracias y también sirviéndote y sometiéndonos a tu voluntad. Padre, bendice tu palabra, háblanos Esta tarde, enseñanos, te rogamos en nombre de Jesús. Amén. Este es un tema que repite mucho en cuanto a los ángeles y el autor está escribiendo, exaltando a Cristo, al Hijo. Miren, algunas menciones. El pueblo judío, cuando se escribió esta carta, o esta epístola, había comenzado en ese tiempo a embellecer, a agrandar las enseñanzas básicas del Antiguo Testamento acerca de los ángeles. Debido a que había muchos comentarios, aparte de la Biblia Hebrea o el Antiguo Testamento, había comentarios, estaba el Talmud y otros comentarios que daban interpretaciones rabínicas acerca de los ángeles en aquel tiempo. Entonces, el autor de Hebreo está escribiendo no solamente para exaltar a Cristo, sino también para enseñar con la Biblia las falsas ideas acerca de lo que estaba la gente pensando acerca de los ángeles. La mayoría de los judíos de aquel tiempo creían que los ángeles eran muy importantes en el antiguo pacto. Cuando Dios dio la ley al pueblo de Israel en el monte Sinai, estuvieron ángeles actuando. Siempre estuvieron ángeles en las obras de Dios. Y entonces ellos habían relacionado tanto con eso, que habían puesto un nivel alto a los ángeles. Aunque ellos participaron cuando dieron la ley, pero los pusieron como que ellos eran los únicos, vamos a llamarlo así, que podían comunicar cosas del Señor o estar en autoridad sobre todas las cosas. Ellos creían que eran los seres más altos, esa es la idea, los seres más altos después de Dios. O sea, estaba Dios, los ángeles, después estaban todos. Es el pensamiento judío de aquellos tiempos. Y también pensaban que Dios estaba rodeado de ángeles, y eso es verdad, estaba rodeado de ángeles, y que ellos eran instrumentos, instrumentos para llevar su palabra, para obrar según su voluntad en todo el universo. Partes tenían razón, pero hay partes que no eran. La elevación no era correcto. Ahora, muchos creían que los ángeles estaban como un concilio al cual debían consultar Dios. Y los judíos de aquel tiempo estaban interpretando, por ejemplo, cuando hablan el plural en Génesis 1.26, hagamos al hombre a nuestra imagen y se me cansa. Entonces, la pensamiento judío era que Dios estaba dirigiéndose a sus ángeles, a su concilio. Entonces ese era el pensamiento y también algunos judíos creían que un grupo de ángeles, interesante esto, miren cómo era el pensamiento, ellos creían que un grupo de ángeles había objetado la creación del hombre, se pusieron en contra de la creación del hombre. Estas son interpretaciones rabínicas judías de aquellos días. En hecho pensaban que 200 ángeles más o menos controlaban el movimiento de las estrellas. 200 ángeles. Y que un ángel especial, que se llamaba el ángel del calendario, controlaba lo que eran los días, los meses, los años. Y había otro ángel poderoso que estaba a cargo de los mares. Otros vigilaban las heladas, otros el rocío, la lluvia, la niebla, el granizo, los truenos, los vientos, los relámpagos. Otros que eran guardianes del infierno y torturaban a los condenados. También el pensamiento era que creían que había incluso ángeles que registraban por escrito cada palabra de los hombres. Había un ángel ahí. Estoy hablando de lo que pensaban los judíos, ¿no? Anotando, a ver, Luis ha dicho esto, fecha, todo, ¿no? Cada uno. Era un pensamiento así que tenían. Otros que eran también, pensaban que había un ángel de la muerte. Y por otro lado, un ángel guardián para cada nación, para cada niño. Los ángeles eran tan numerosos, era tanta gran cantidad, que un rabino afirmó que cada brisna de hierba, o sea, cada cosita de hierba que aparece en cualquier lugar, tenía su ángel. Esos eran los pensamientos judíos, habían elevado tanto a los ángeles y sobre todo ellos creían que el antiguo pacto lo recibieron por medio de ángeles y que ellos eran los mediadores entre Dios y los hombres. Ese era el pensamiento y el autor de Hebreo estaba queriendo cambiar eso y estaban retrocediendo porque encontraron que el cristianismo estaba siendo muy difícil, estaban siendo perseguidos, recuerda que hablamos de eso, estaban siendo perseguidos, estaban en la cárcel y estaban retrocediendo. Y estaban volviendo otra vez a estas costumbres judías, pensamientos judíos. Y el autor de Beo dice, hay alguien mucho mejor que los ángeles, hay alguien mucho más que los pactos antiguos, hay alguien mucho más superior que los sacerdotes. Y va a empezar a hablar de eso, exaltando a Jesucristo, el Hijo de Dios. Y ya vimos ya la primera Primer detalle allí que Cristo es superior. El Hijo es superior a los ángeles. El Hijo es superior a los ángeles. ¿Por qué? Solamente quiero que se acuerden una sola razón. Porque Él recibió un nombre único. Él es el Hijo. Hablamos de esto ya. El Hijo es el nombre superior, único que le dio Dios. Excelente nombre que ellos. A ningún ángel le dijo mi hijo eres tú. a ningún ángel. Por eso comienza el versículo 5 y he hecho una traducción allí para ustedes a cuál de los ángeles alguna vez Dios le dijo mi hijo eres tú a ninguno. Sólo Cristo es el hijo exclusivo de Dios. Él es su hijo eterno. Es el hijo de Dios exclusivo, eterno. Y así lo anunció o lo escribió el autor mostrando los versículos. Hoy vamos a ver versículo 6 y vamos a ver que el hijo es superior a todo, a los ángeles, porque él recibe adoración única. Él recibe un nombre único, pero también adoración única. Aunque en la Biblia tenemos, en el Antiguo Samento aparecen los ángeles y los individuos o los seres humanos quieren adorarles. No sé si se han dado cuenta en la lectura y qué dicen los ángeles, no, no, no me adores, solamente a Dios hay que adorar y yo soy un consiervo. porque lo único que merece adoración es Dios, y en este caso, el Hijo. Entonces vamos a hablar de esto, de que el Hijo es superior a los ángeles porque recibe adoración única. Versículo 6, ahí arrancamos, dice, y otra vez, ¿Vieron? Está otra vez, versículo 5 a la mitad, otra vez, otra vez, está introduciendo versículos del Antiguo Testamento. Y el autor de Hebreos no habla al aire, no habla porque quiere hablar. Está tomando versículos del Antiguo Testamento en sus contextos correctos para poder apoyar lo que él está diciendo. No es algo nuevo, es lo que la Biblia ya anticipaba, lo que la Biblia en el Antiguo Testamento había revelado. Esos eran predicadores, el autor debería ser un buen pastor, un buen predicador. Está predicando basado en la Biblia con una buena exegesis, un buen trabajo para poder animar a esos creyentes. Y es el trabajo de cada líder de la iglesia, de cada maestro, siempre tener el argumento bíblico, no lo que uno piensa. No lo que los rabinos pensaban acerca de los ángeles, sino lo que Dios dice a través de su palabra. Nos ha dejado su palabra inspirada sin error para nosotros. Entonces dice una otra vez, otra vez, versículo 5, otra vez va a hablar con argumento acerca del hijo y va a introducir una cita del Salmo 97, 97, 7, que después voy a, voy a, vamos a leer, pero quiero que podamos entender que el autor de Hebreo dice, en el versículo 6, y otra vez, ¿cuándo introduce al Primogénito en el mundo? Y uno puede leer este texto y puede pensar que su introducción fue, uno piensa, dice, ¿cuándo fue que el Señor introdujo al Primogénito al mundo? Uno lee el texto y puede decir, sí, cuando vino, él nació. ¿Cuándo introdujo Dios al Hijo, al Primogénito en el mundo? Entonces uno puede entender y decir, bueno, cuando se encarnó. Pero estoy, bueno, voy a explicar algunas cosas que no necesariamente. Aquí está haciendo, está usando esa expresión porque aquí está dando la razón por la cual los ángeles deben adorarle. En el versículo 6 va a hablar de la razón por la cual los ángeles deben entrar. Dice, otra vez, cuando introduce. No está hablando del tiempo. Algunos autores han interpretado esto como si fuera la primera venida cuando se encarnó y otro cuando sea la segunda venida cuando él venga. Puede estar implícito. Pero cuando dice la Biblia ahí, cuando introduce, no está hablando del momento específico. Esa expresión tiene que ver, ese es un adverbio temporal de tiempo, pero tiene que ver más con la ocasión. con la ocasión del suceso más que un punto específico. ¿Cuándo introduce al hijo o al primogénito en el mundo? dice. ¿Cuándo ocurrió esa introducción? Es la pregunta que tenemos que responder. Pero miren algunas observaciones que vamos a ver. En primer lugar, el verbo que dice ahí, ¿cuándo introduce? Ese es un verbo que tiene que ver con cuando trae, cuando alguien, la idea de ese verbo es cuando alguien tiene el sentido de traer, de hacer entrar a alguien en otra área, en otra esfera. Es como si yo agarro a alguien de afuera y lo traigo acá adentro, a otra esfera, a otro ambiente. Esa es la idea de introducir, el verbo allí tiene que ver con ese concepto. Y en este caso está describiendo a una persona que hace entrar, que introduce a una esfera, que va a ser después, obviamente, en el mundo. Pero está diciendo que trae Dios, el Padre, a alguien, a una esfera, a un área, vamos a llamarlo así, y que se llama el primogénito. Ahora, esta expresión no se utiliza acá en este contexto para al primer nacido. Generalmente la gente interpreta esto primogénito, el primer nacido. En nuestra mente también occidental es así, pero en el pensamiento judío es diferente. Primogénito en el pensamiento judío, en el pensamiento del autor, identifica a alguien que tiene todos los derechos, tiene todos los derechos y privilegios de ser el primero en rango, en posición. De acuerdo a que ya leímos en el capítulo 1 versículo 2 a la mitad a quien dice hablamos del hijo constituyó heredero de todo. Al hijo que es el creador porque también habla de que él creó todas las cosas, a él lo ha hecho heredero. Cristo es heredero de todo por el autor, por ser autor de la creación. Él es dueño de tu vida, de mi vida, de todo universo porque él ha creado esto y él lo sostiene. Entonces, no está hablando acá cuando introduce al primer nacido, sino está hablando de aquel que tiene toda potestad, aquel que tiene toda la autoridad, aquel que tiene todo el derecho y privilegios, que todo le pertenece, a ese lo introdujo en una esfera, en un ambiente diferente, en el sentido que nosotros no podemos todavía comprender en plenitud, pero él es introducido. a una posición preeminente y le dice que le introduce al Primogénito en el mundo. Al Hacedor de todo, al Creador de todo, al que tiene todos los derechos, le introduce en el mundo. Ahí está el aspecto locativo y de dirección, le introduce en el mundo. Ahora, aquí está la sorpresa. Generalmente, cuando hablamos de mundo en la Biblia, hablamos siempre de la palabra cosmos, el mundo. Pero acá es interesante la frase o la expresión, en el texto griego tienen, en el mundo, eis ten oikúmenen. Oikúmenen es, puede ser un mundo habitado, pero también se utiliza esa palabra en el Nuevo Testamento relacionado al Imperio Romano. Un oikúmenen tenía que ver los habitantes que son gobernados bajo el Imperio Romano, eso era. el mundo del imperio romano, no el cosmos, sino el mundo habitado de un imperio donde hay súbditos, donde hay dominio. Entonces, el concepto acá es más que todo de dominio, de gobierno, dominio político, un gobierno y habitantes, que son los súbditos. En Lucas 2.1 se menciona también cuando el edicto del rey hace que todos sean empadronados. ¿Recuerdan? He leído en el tiempo de Cristo que todos fueran, que todo el mundo fuera empadronado. No utiliza la palabra cosmos, utiliza esta palabra, oikúmenen. Que todo el mundo bajo ese impiego romano, que son los súbditos de ese dominio político, tienen que ser empadronados. Es el concepto. Ahora, también en Lucas 4, 5, Cuando habla de los reinos, es interesante esa expresión, lo voy a leer para que ustedes puedan más o menos darse cuenta, en Lucas 4, 5, no lo busquen, yo lo voy a leer, dice así, después de la tentación del hijo, 4, 5, dice, la tentación, cuando el Señor le dice, y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. No utiliza cosmos, utiliza la palabra oikumene, le mostró todos los reinos habitados de esta tierra. Y él tenía, es el príncipe de este mundo. Entonces cuando dice acá, bueno podemos hablar más, y el autor de Hebreos utiliza también esa misma palabra, mundo, de otra manera en el capítulo 2, versículo 5. Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, no dice el cosmos. Dice la expresión el oikumenen que viene. El gobierno, el mundo venidero, el mundo de Dios, donde obviamente el Señor va a regir allí. No sujetó a los ángeles el mundo venidero acerca del cual estamos hablando. Estamos hablando de ese mundo venidero, que es donde Dios maneja el gobierno. Entonces vieron, no es necesariamente este mundo, aunque este mundo está bajo el dominio de Dios. Está hablando de un gobierno, de un dominio y donde él maneja, es un mundo trascendente. Entonces, ¿qué es lo que está diciendo acá el autor de Hebreos? Miren, vamos a hacer rápidamente, miren, versículo 1 al 3, dice que, versículo 2, en estos posteriores días nos ha hablado por el Hijo. Escuchen esto, ¿a quién constituyó qué? Heredero de todo. por quien hizo asimismo el universo, el cual siendo el esplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Miren, es el creador, es el que sostiene todo, por eso no necesita ángeles, vamos a llamarles así en sentido, depender de ángeles para que manejen el mundo, los mares, porque él sostiene, sustenta todo. Dios a través de Cristo y Cristo sustenta todo. Y luego dice, habiendo afectado la purificación de nuestros pecados, él murió por nosotros, fue a la cruz por nosotros, él fue muerto en la cruz, al tercer día resucitó y después se levantó en gloria. Y después de eso se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles. Miren, él entró en otra dimensión. aunque él siempre existió siendo el rey de la gloria, pero cuando él viene a este mundo, porque viene a este mundo, para morir tiene que encarnarse, para morir tiene que nacer, entonces viene a este mundo y se cumple lo que se había anticipado por mucho tiempo, que el Dios se vuelve Emanuel, Dios con nosotros, y se encarna. Entonces, desde ese momento, desde el nacimiento de Cristo y viviendo con 100% hombre, 100% Dios, tenemos una persona que llamamos teo-antrópica, Dios y hombre a la vez. Y en esa, así como hijo, en esa unión hipostática, en esa unión, en esa persona ahora, él entra a ser exaltado. Por eso, cuando lleguemos al cielo, veremos a Cristo. Porque Dios padece Espíritu. A Dios nadie le vio jamás. El Hijo lo ha dado a revelar. El que va a hacer el juicio, ¿quién va a ser? Cristo. El que murió fue Cristo, el Hijo. Y el que va a dar el juicio final es el Hijo. ¿A qué están esperando? Al Hijo del hombre. ¿Vieron? Entonces, en ese estado, en esa persona ahora, el hijo, hombre 100%, Dios 100%, es introducido ahora a una nueva esfera, a ese mundo donde él domina, a ese mundo, a esa esfera que es su dominio de habitantes, incluye ángeles, arcángeles, incluye todo lo que nos vemos, incluye este mundo, su reino. Entonces, no necesariamente, obviamente, implica su encarnación y también su segunda venida. Pero al Cristo ser una persona ahora, a nuestra imagen como hombre, y a la vez Dios, es puesto allí en esa esfera de dominio, el Hijo, entronizado. Por eso dice ahora, ahora vamos a entender un poco mejor esto. Entonces, tiene que ver con la posición de gobierno. No es que antes no gobernaba. Sí, gobernaba. pero no en esa forma de hombre y Dios a la vez. Porque antes existía el Señor, el ángel de Jehová, se le llamaba en el Antiguo Samento, pero no tenía todavía ese cuerpo que llega a tener en la encarnación. Entonces, aquí es entronizado porque hace la obra de perdón de pecados y es exaltado y expuesto, por eso es introducido, expuesto desde la nueva esfera, el primogénito, el hacedor del mundo, en ese mundo habitado por ángeles, arcángeles y los seres humanos salvados, los seres humanos redimidos. Ese es el sentido acá de introducir. Entonces, ese es el concepto que debemos tener. Entonces, vieron que no que no necesariamente ves cuando aparece la palabra mundo, tiene que ver con el cosmos. Tiene que ver con un dominio y un mundo habitado por alguien o por los ángeles, las criaturas, todo lo que vemos y no vemos nosotros. Por eso, miren, Hebreos capítulo 10, vamos a llegar a eso después, pero solamente para mencionar esta idea, miren, capítulo 10, y para que así podamos sellar esta verdad, miren, capítulo 10 de Hebreos versículo 5, Está hablando de ese momento en que él tiene el cuerpo. Por lo cual, entrando en el mundo, aquí es muy diferente. Aquí utiliza la palabra, no la misma. Aquí entra, usa la palabra cosmo. Ahora está diciendo, entrando a este mundo donde nosotros vivimos. Es muy diferente. dice por lo cual entrando en el mundo dice sacrificio y ofrenda no quisiste más me preparaste cuerpo vieron ahora tiene el señor un cuerpo humano ahora glorificado y luego dice holocausto y expiaciones por el pecado no te agradaron entonces dije aquí vengo dios para hacer tu voluntad como en el rollo del libro está escrito de mí Vieron, tenemos allí esta primera, vamos a llamar así, entrando a este mundo, a este cosmos donde estamos nosotros los pecadores, que es una esfera de caídos, entra. Y allí, miren, allí entra y, de alguna manera, dice en el Filipenses 2, 7 y 8, dice, hecho semejante a los hombres. Entra a esta esfera como hombre y en la condición de hombre se humilló a sí mismo. Esta entrada de que habla capítulo 10 es la entrada de humillación. Por eso miren el capítulo 2 de Hebreos, versículo 6. Vamos a leer un poquito para que puedan entender esto, miren. ¿Qué dice? Versículo 6. Pero alguien testificó en cierto lugar diciendo, ¿qué es el hombre? como categoría de hombre para que te acuerdes de él o el hijo del hombre para que le visites le hiciste un poco menor que los ángeles Le coronaste de gloria y de honra y le pusiste sobre las obras de tus manos, todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto lo sujetó a todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él. Pero todavía no vemos todas las cosas que le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles. ¿A quién? A Jesús, coronado de gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Miren. En su encarnación, esa entrada al cosmos, a este mundo, él se humilló y fue hecho como hombre menor que los ángeles. Pero en su exaltación, ese es el mismo hombre perfecto, santo, glorificado, Dios exaltado. Pablo va a decir ahora, adórenle a los ángeles, porque es el mismo Dios, ahora encarne, como hombre llamado Jesús para nosotros, nuestro Salvador. Aquí el autor dice, el Hijo está exaltado, pues dice, cuando introduce, cuando lleva a nueva esfera al autor, al hacedor de todo en este mundo, vamos a decir, en el mundo de su dominio, está exaltado ahora, dice, dice, miren qué es lo que dice, Adónenle todos los ángeles. Adónenle todos los ángeles. Aquí tenemos el mandamiento a adorarle por lo que él es ahora para nosotros. y aquel que fue hecho menor, viste lo que dice ahí, hecho un poco menor que los ángeles. No es que Cristo en su poder era menos que ellos, sino cuando él se encarnó y nació, era hombre, tenía hambre, tenía sed, todas las cosas, y era menor en cuanto a rango, en cuanto a lo que es la posición de los ángeles. Pero era a la vez Dios, pero en su humanidad era menor, en su humanidad. pero a la vez era Dios. Entonces ahora está el mandato, por eso dice el hijo está entronizado, ahora dice adórenle. Y esa expresión tiene que ver con un imperativo. Y está citando allí, va a citar el Deuteronomio 32, 43, Salmo 97, 7. Es una mezcla de esos versículos que va a citar. Por el tiempo no vamos a leer esos versículos, pero si usted quiere tomar nota, Deuteronomio 32, 43 y el Salmo 97, 7. El verbo adórenle es un imperativo acá que significa adorar, postrarse, pero no antiimágenes. Y va a decir a los ángeles. Les comunica una acción. El verbo imperativo es una orden. De manera que los ángeles, las criaturas están ordenados, mandados, comandados por Dios para adorarle. Y por consecuencia también nosotros. O sea que la adoración de Dios no es una opción para nosotros. Y para ninguna criatura. Al Señor tu Dios adorarás. Y a Él solo servirás. La adoración al Señor, a nuestro Dios, no es una opción. ¿Entiende? Y las manifestaciones de nuestra adoración, como venir acá de manera colectiva para adorar al Señor, cantarle, no es una opción. No es como si usted quiere ir a pasear a un lado, a otro lado, no, eso es opcional. Pero el congregarse, y va a decir en el capítulo 10, el congregarse, el leer la Biblia, el hablar con Dios, el adorarle, el postrarme delante de él, es una orden. No es opcional, no es si él quiere o no quiere, si está con ganas o si está sin ánimo. Esa es lo que debemos hacer. Y Dios dice en su mandamiento, adórenle, póstrense, y demanda ese mandamiento una respuesta inmediata. Dice, adórenle, ¿quiénes? Todos los ángeles de Dios. Y esa expresión, ese adjetivo todos es todos y cada uno. Hacemos adoración colectiva y también individual. Los ángeles también hacen adoración colectiva y hacen adoración individual. Adórenle todos los ángeles. Miren lo que dice al final. ¿De quién? De Dios, genitivo de posesión, porque le pertenecen. Son sus ángeles. Él los ha creado. Dice, adórenle. Todos los ángeles de Dios, adórenle, le pertenecen. Aún el diablo le pertenece a Dios. No era diablo y amante, era un querubín protector. Por eso en Job vemos allí, cuando están delante del trono de Dios, pasan los hijos de Dios, los benei ha-elohim, que hemos hablado de eso hace dos semanas o tres semanas, los hijos de Dios en referencia a los ángeles, pasan por allí, y también el diablo. y Carlos se dio cuenta, o bueno, no se dio cuenta, sino sabía, ¿de dónde vienes? De rodear tierra. Por ello pueden aparecer, desaparecer distancias rápidas, por ello son llamados espíritus y también una traducción es vientos. Adórenle todos sus, todos los ángeles de Dios, todos le pertenecen a Dios por creación. Y por eso Dios tiene el derecho de hacer juicio, porque hay ángeles que ya están juzgados en prisiones eternas, esperando el día del juicio. Pero hay otros que serán juzgados, inclusive el diablo será lanzado al lago de fuego y a sufre. Y allí también estará atormentado con los demás que son condenados. Entonces dice, alaben, adoren los ángeles de Dios. Y miren, cierro con esto. La manera que lo adoran los ángeles. Está hablado aquí de los ángeles. ¿Cómo es la manera? El motivo es ese, él es el entronizado. Y ahora sí, la manera. Y el mandamiento es adórenle. Y aquí tenemos la manera, cómo lo van a adorar los ángeles. ¿Cómo lo adoran? Miren el versículo 7. Ciertamente, esa expresión tiene que ver con contraste, lo que es a los ángeles y el hijo. ciertamente de los ángeles dice, recuerdan qué dijo del hijo, que él es el hijo, es el primogénito, el eterno, despandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, y ahora dice el versículo 7, ciertamente en contraste a esto dice acerca de los ángeles, ¿qué dice? dos conceptos, el que hace, miren, a sus ángeles espíritus y a sus ministros llama de fuego, El participio verbal principal es ahí el que hace, el que hace a sus ángeles dos cosas, espíritus, los llaman ministros, los hace llama de fuego. Y eso también se ha tomado, son versículos que se han tomado del Antiguo Testamento, pero quiero definir la palabra allí que es, este, El que hace, porque esa es la palabra determinante aquí para entender este pasaje. El que hace. Esa palabra se utiliza a veces para crear, para hacer algo, pero también se utiliza a veces para poder cambiar en algo o en alguien o en algo. Entonces, esa es la idea de esa palabra, hacer, polleo. Es un participio acá. Entonces, está diciendo, el que convierte, el que usa, el que Hace interactuar a sus ángeles como Él quiere. ¿Vieron la diferencia del pensamiento rabino de aquellos días? Los ángeles estaban después de Dios. Dicen, no, no, el Hijo está después de Dios. El Hijo es el que está encima de los ángeles. Y los ángeles son gobernados por Él. Él los hace y los maneja como Él lo tiene que hacer en su plan. No es que los ángeles manejan al Señor, al Hijo o a nadie. Los ángeles están subordinados, son los asistentes de Dios. Están sujetos a lo que Dios quiere que interactúen. Están sujetos a hacer lo que Dios quiere que se haga o el Hijo quiere que se haga. Entonces, no es solamente acá el que hace el sentido de crear, sino de dar cambios para lo que tienen que hacer, de usarlos, la idea. de usarlos de una forma u otra forma. Entonces, acá dice, ¿qué hace a sus ángeles? Miren, otra vez, sus ángeles. No son ángeles que se autocrearon, son sus ángeles. Y en primer lugar, dice que son espíritus. Es el Salmo 104, esto, versículo 4. Los llama, establece, la idea es que los establecen funciones, actividades y servicios a sus ángeles. El primero tiene que ver con que dice que los hace, los pone en función y servicio de espíritus, espíritus. Neumatá, es la palabra griega allí, tiene que ver, su rango semántico es amplio, pero básicamente es viento o espíritu. En el Antiguo Testamento, en el Salmo 104, está mencionado como viento. Y aquí está diciendo, básicamente está hablando de que sus ángeles son sirvientes como el viento. El Hijo es tan poderoso, tan asombroso, que él los envía a ellos como viento, los hace aparecer, los hace desaparecer. Cuando Daniel tuvo la visión, leen el libro de Daniel, ahí van a ver a Gabriel, aparece de pronto. No entendía una revelación que tuvo una visión, él la ayuda a interpretar. Aparece. Cuando María está en su casa, en su pueblito, se le aparece el ángel, de pronto. Y ella hasta un poco se asustó porque apareció allí. Esos son sus ángeles, son espíritus, son vientos. Están subordinados a la autoridad del Hijo. Él los hace aparecer, desaparecer, vayan de aquí, vayan de allá. Son espíritus, son vientos. Están subordinados al Hijo. Y al final dice también, y a sus ministros. Interesante, yo pensé que esa palabra ministro, hay muchas palabras en el griego para ministro, pero aquí define a sirvientes. A sirvientes, que están sirviendo, que están asistiendo. Puede ser a sus servidores, a sus sirvientes, a sus ministros. Los ángeles son ministros, son sirvientes, servidores de Dios. dispuestos y subordinados a él. A los ministros llama de fuego. En la palabra llama, llama de fuego. La idea es que ellos trabajan y en su poder soberano funcionan como fuerzas, como fuerzas elementales de viento y fuego. ¿Quiénes destruyeron Sodom y Gomorra? ¿Han leído? Los ángeles. ¿Qué hicieron? ¿Qué hay en el cielo? Fuego. Hay un pasaje interesante, con esto voy a cerrar por el tiempo, pero tenemos en Mateo 28, en la resurrección, y creo que tenían algún pensamiento de los judíos de que el tiempo estaba bien, porque ellos creían que ellos eran así como brillantes como fuegos, los ángeles. Y claro, hay muchos textos o uno de los textos tiene que ver con esa descripción de Mateo 28, versículo 3, el primer día de la semana, el día de la resurrección. Versículo 2 dice, hubo un terremoto porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, llegando, removió la piedra y se sentó sobre ella. Miren esto, su aspecto era como un relámpago. La palabra de Jesús era como una luz, era como una llama, es como un fuego. Así los identificas a los ángeles que deben adorar al Señor. Sus ángeles, espíritus, sus servidores, sus ministros, llamas de fuego, subordinados a la autoridad y al poder de Dios. Ahora, hermanos, la explicación para nosotros. Nosotros no estamos al nivel de ningún ángel. Somos menores que los ángeles. Los ángeles pueden aparecer, desaparecer, tienen poder. Nosotros no somos poderosos. Si los ángeles necesitan a Dios y dependen de Dios y adoran a Dios, que son más grandes que nosotros en poder, ¿por qué nosotros no? ¿Por qué nos cuesta tanto adorar al Señor? ¿Por qué nos cuesta tanto servir al Señor? Ahora miren, los ángeles no tienen oportunidad de redención. Nosotros sí. Los ángeles que pecaron están condenados. No hay más solución para ellos. Pero para nosotros sí. Hemos pecado, nos hemos perdido, y el Señor nos ha perdonado. Seguimos fallando. Seguimos cometiendo cosas que no dan al Señor. Todavía nos sigue, perdonadlo, porque su sangre ha purificado estos pecados para siempre. ¿Por qué no adorarle entonces? ¿Por qué no servirle? La adoración no es solamente decir, oh Señor, yo te adoro. La adoración es hacer cosas. Miren estos ángeles, le adoran y hacen cosas. Van de aquí, van para allá. Porque la adoración no es solamente de palabra. La adoración es de servir, de hacer, de buscarle, de obedecer al Señor. Pues la adoración no es solamente cantar, es actuar en obediencia a aquel que nos salvó. Porque un día, al final de todo, vamos a estar todos juntos. Hay una imagen en el cielo, en Apocalipsis, donde todos vamos a estar adorando al Señor. Termino con este versículo. Apocalipsis 5, 11 al 14. Si quieres marcarlo, márquelo, dice así. Y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes, de los ancianos. Y su número era millones de millones. Ángeles redimidos que decían a gran voz. Hoy en día nos cuesta cantar a cada uno porque no tenemos muy buena voz, otra buena voz. Pero que al día, miren, decían a gran voz. El cordero que fue inmolado es digno. de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar y a todas las cosas que en ellos hay y decir al que está sentado en el trono y al cordero sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían amén y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos. Hermanos, nuestro deber es adorarle mientras esperamos que Él venga. Pero adoremos en verdad, en espíritu y en acciones de obediencia. Que tú le adores con todo tu corazón. No necesitas una imagen, Dios está en todo lugar. Pero Él quiere nuestro corazón, nuestra vida. que nos postremos antes de cada día para someternos a su voluntad, para que seamos sus ministros. Señor, ¿qué puedo hacer? ¿En qué me puedes usar? Pero necesitamos ser purificados para poder ser usados por el Señor. Que el Dios nos dé su gracia para que esta semana te adoremos de verdad con toda nuestra vida, nuestro corazón y con todo lo que tenemos. Señor amado, gracias por tu palabra. Perdóname, Señor, porque a veces No entendemos lo que es la adoración. Pensamos simplemente que es cantar, o tener un pensamiento, o decirte, te amo. La adoración implica mucho más que eso, padre. Implica apostrarnos delante de ti, reconociendo quiénes somos, de dónde nos has salvado, de dónde nos has sacado. Pero también, Señor, implica hacer cosas, que seamos tus sirvientes, para hacer tu voluntad lo que tú nos mandas hacer. Oh Padre, pedimos tu ayuda para que abran nuestros corazones en mayor adoración de ti. Gracias Padre por tu palabra, en Cristo Jesús. Amén.
El Hijo digno de adoración
Series Hebreos
Los ángeles incluyendo los caídos, todos absolutamente deben sujetarse al Hijo en adoración. Por el hecho de pertenencia, por derecho de creación y por la realidad de ser Su Dios sobre ellos con autoridad soberana.
Sermon ID | 415251512292036 |
Duration | 40:56 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 1:6-7 |
Language | Spanish |
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