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primero de Juan, y hoy vamos a comenzar al principio, versículo por versículo, pero para introducir primero de Juan 1, 1, vamos a ver Génesis 1, 1. Génesis 1, 1. En el principio, creó Dios los cielos y la tierra. En el principio creó Dios, saltando versículo tres, y dijo Dios, sea la luz, y fue la luz. En el principio creó Dios, y dijo Dios, sea la luz. La creación fue por la palabra de Dios. La voz de Dios, no más. El poder de Dios expresado en su palabra, en su voz. San Juan. Vamos a estar estudiando primero de Juan en un rato, pero el evangelio Mateo, Marcos, Lucas y Juan. San Juan. Versículo uno. Después de leer Génesis 1.1, en el principio creó Dios. Dios habló con su verbo, San Juan 1.1. En el principio era el verbo. Y el verbo era con Dios y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas que fueron hechas, creadas, todas las cosas por él fueron hechas, creadas, y sin él nada de lo que había sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, Y las tinieblas no prevalecieron contra él. En el principio creó Dios y dijo Dios sea la luz. Y aquí tenemos en San Juan 1, 1 al 5, que él dio luz. Y después de crear la luz, Dios hizo vida. vida de plantas, vida de animales. Primero tenía que ser la luz y entonces la vida, pero creó Dios y dijo Dios. La manera que creó Dios era por su palabra. Y por su palabra creó vida después de crear luz. Primera de Juan. Capítulo uno. Lo que estamos estudiando ahora, yo iba a predicar los primeros cuatro versículos, como hice cuando prediqué esto hace diez años. Usted recuerda ese sermón, ¿verdad? Hace diez años cuando prediqué el primer de Juan, uno, uno al cuatro. Ya les tengo más simpatía. Antes yo prediqué cuatro versículos a la vez. Ahora puedo cortarlo en un solo versículo, ¿OK? He estado haciendo eso recientemente, mis ceremonias son más cortas. Primero de Juan, entonces, uno, uno. Lo que era desde el principio, el principio. Lo que hemos oído. Lo que hemos visto con nuestros ojos. Lo que hemos contemplado. Y palparon nuestras manos tocando el verbo de vida. Porque la vida fue manifestada y la hemos visto y testificamos y anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, se nos manifestó. Lo que hemos visto y oído, eso anunciamos. Para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo, estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de él. Y os anunciamos, hablando de luz, hablando de vida, os anunciamos, Dios es luz, Primero, no hay ningunas tinieblas en él. Y por eso, arriba dice que en él tenemos vida. Versículo 2, os anunciamos vida eterna después de tener la luz para verle. ¿Qué es todo esto? Dije la semana pasada que San Juan y Primera de Juan son los libros más fáciles de toda la Biblia para el nuevo creyente. Y son los libros más difíciles de la vida para cada creyente. A veces un niño dice, yo entiendo esto. A veces nosotros decimos, yo entiendo esto. ¿De verdad entiendes? Mamá y papá dice que se aman. Oh, yo entiendo que mamá y papá se aman de verdad. A ver cuándo creces, a ver cuándo estás casado, que entiendes de amor cuando eres un adulto. En comparación del amor que tú entendiste de niño. No entendiste. Entendiste, pero no entendiste. Nosotros entendemos que es eso de creer, pero no entendemos. Entendemos que hay un Dios. No entendemos. Entendemos cómo es Dios, es amor, es santo. Entendemos. No entendemos. Hay muchas cosas que son tan profundas. Que entendemos por encima y toda la vida vamos entendiendo más y más. Una palabra que está repetida muchas veces en Primera de Juan viene de una falsa religión que hablamos, o la falsa religión viene de esa palabra bíblica que se llamaban los gnósticos, los conocedores. Y Primera de Juan está escrito en parte para debatir para contradecir la falsa doctrina de los gnósticos que creen que uno tenía que tener grandes conocimientos profundos para ser salvo. Y primero de Pedro está escrito para decir no, no necesitas grandes conocimientos profundos para ser salvo. Necesitas conocer a Jesús. No cosas profundas, sino una persona real y una persona profunda. Quién es Dios y hombre? Hay que conocer a Jesús y ese conocimiento de Jesús le da luz. Y conociéndole, creyendo en su luz, creyendo en él, tienes vida. Y cuando tienes vida, en estos versículos, tienes gozo. Y cuando tienes gozo por la vida que viene de la luz, tienes comunión con Dios y unos con otros. Porque tienes perdón de los pecados, versículo 7, cuando la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado. Y nosotros confesamos nuestro pecado y tenemos dos cosas. Estamos primero perdonados del pecado y segundo, limpiados del pecado. Primero tenemos perdón del infierno, del pecado, pero no solamente tenemos perdón del pecado, tenemos la transformación, santificación del Espíritu Santo que nos ayuda a vencer el pecado en nuestra vida. Queremos no solo ser perdonados, pero ser santificados. Y así que confesando el pecado, tenemos perdón y limpieza, dice, del pecado, pues la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado. Pero todo comienza con la luz que viene por la palabra. Así que esta mañana miramos realmente solo una palabra, la palabra palabra, el verbo, la palabra. El domingo que viene veremos resultados de creer en esa palabra. ¿Qué es vida? ¿Qué tipo de vida? ¿Qué es amor? ¿Qué es luz? Y veremos entonces vida, amor y luz en estos versículos la próxima vez. Pero por el momento, vamos a ver el inicio de la luz, de la vida, del gozo, de todo el inicio viene por la palabra, la voz de Dios. Oremos y estudiaremos el verbo, la palabra de Dios. Oremos. Nuestro padre, ya te damos gracias por la palabra de Dios. Gracias por Jesucristo. Gracias, señor, por tu palabra. aquí escrita, por la palabra viviente, quien es Jesucristo, y por la palabra creadora, la palabra transformadora de Dios, hablando, prometiendo vida eterna, y cuando creemos en su palabra, en lo que ha hecho Jesucristo, Tenemos entonces vida eterna, gozo, paz, bienestar. Señor, todo comenzó con tu palabra en el principio. En el principio, Dios creó, habló Dios. Y es lo que dio principio, comienzo en nuestras vidas. Cuando un día, Escuchamos la palabra de Dios, el verbo, y Dios habló a nuestros corazones por el Espíritu Santo. Y creyendo su palabra convencida por el Espíritu Santo, recibimos luz y vida eterna en Cristo Jesús, la palabra de Dios. Señores, son cosas sencillas y a la vez tan profundas Que entendemos, pero no entendemos. Así ayudan que el Espíritu Santo abra nuestro entendimiento. Para que podamos apreciar, apreciarte a ti, apreciar al Espíritu Santo, apreciar a Jesucristo, apreciar tu palabra. Y el poder de tu palabra en nuestras vidas. en el nombre de Jesús. Amén. Palabras son potentes. Palabras son potentes. Hay una persona en soledad, una de las torturas peores que puede dar una palabra, es echarle en alguna prisión en la soledad, donde no escucha la voz de nadie, día y noche, allí está a solas. A veces yo creo que a mí me gustaría eso, verdad? Solo yo y Dios a solas, verdad? Pero para los que no conocen a Dios en especial. Es una tortura. Anhelan escuchar nada más una palabra de una persona para romper la soledad ¿Cuántas veces hermanos, hermanas mayores han perdido su esposo, su esposa, los hijos? No les visitan, ¿verdad? Y entonces se sienten solos y anhelan solo escuchar una palabra de alguien. El hecho es que les anima, les fortalece, les da gozo. La palabra de alguien tiene poder para romper la soledad y darles ánimo. Hay un niño que está herido. Se cae. Mami, mami. ¿Dónde estás, mami? Se siente solo, se siente herido. y escucha la voz de mami. Está bien, hijo, aquí estoy. Ay, mami, quería escuchar la palabra de mami, el ánimo de la voz de mami, y eso le fortaleció en sus heridas. Una palabra puede causar una gran guerra en el hogar o entre las naciones. ¡Atacar! Y en esa palabra vienen ayer centenares de bombas Israel. Por la palabra de algún dignitario que se atrevió a dar la palabra para comenzar una guerra. Y entonces, en algún momento de la noche, cuando Israel había destruido noventa y ocho coma siete por ciento de las bombas, casi noventa y nueve por ciento. Finalmente, alguien dijo ya basta. Termina y se acabó por la palabra de alguien, se acabó el bombardeo. Las guerras Y la paz. Viene por una sola palabra, muchas veces tiene poder para empezar una guerra. Santiago 3 dice que la lengua es una cosa poderosa, pero la lengua es como una mecha que enciende gran fuego o por la lengua es una. Tiene tanto poder para comenzar guerras en la familia. O entre las naciones. La palabra es fuerte para. Comenzar un matrimonio, te amo, si prometo. En la boda, si prometo, ya les pronuncio esposo, esposa, atrapados, esclavizados, no casados, verdad? Hasta que la muerte les separe, verdad? Una palabra comienza una vida de matrimonio. especialmente con los musulmanes, una palabra de divorcio. Separa el matrimonio. A lo mejor esa palabra comenzó con una palabra que tú eres feo y allí se ofendió tanto que guió una palabra para el divorcio y la separación y con una palabra a restauración. Te perdono. Te perdono. Con la palabra de perdón, hay resolución de muchos problemas. Hay un pastor, hace dos siglos, 1800, Carlos Simeón, un gran pastor en Inglaterra, que estaba muriendo. Y en la hora de su muerte dijo, estoy consolado. Y es con sus amigos, con sus parientes. Dijo, sabe lo que me consuela? Una palabra. Dijeron, cuál palabra? Qué es lo que te consuela? Él dijo, lo que me da consuelo para morir en tranquilidad y paz es esta palabra. En el principio creó Dios. En el principio creó Dios y Dios habló. Si Dios podía crear todo universo, los ángeles celestiales podría crear las estrellas, crear toda la humanidad con solamente con una palabra de creación. Ese poder que puede crear puede consolar también en mi hora de la muerte. Si Dios puede crear el universo con su palabra, puede consolar mi corazón con una palabra. Tiene poder la palabra de Dios para crear. Tiene poder la palabra de Dios para consolar en la hora de la muerte. Tiene poder la palabra de Dios para condenar. Te condeno, pues no creíste en el Señor Jesucristo y has pecado. Tiene por poder la palabra de Dios para perdonar. Cree en la palabra, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Tú y tu familia, la sangre de Cristo limpia de todo pecado, invoca el nombre del Señor, serás salvo. Con una palabra, Dios promete Con su palabra que Cristo pagó por todo pecado, resucitó y perdona, salva a los que creen en él y demuestran su fe por invocar el nombre del Señor. Con la palabra de Dios puedo estar condenado porque he pecado y rehuso aceptar al Señor. O por la palabra de Dios puedo estar perdonado y ofrecido un hogar en el cielo porque Dios habló. ¿Dónde estás tú? Escuchando la palabra de condenación o de perdón. Pero aquí es una palabra que puede crear, que puede condenar, que puede consolar, que puede perdonar, que puede resolver problemas, que puede acabar con todo. Cuando Él dice en Apocalipsis, hecho está, igual cuando Cristo dijo en Mateo consumado es, por perdonar mi pecado, dice en Apocalipsis, hecho está, para hablar de la condenación de toda la tierra. del acabado de todas las cosas y del comienzo de una nueva tierra y nuevos cielos, por la palabra de Dios que trae toda la consumación y recrea toda nueva tierra y nuevos cielos, por la mera palabra de Dios, hecho está. Consumado está el papá de tu pecado, luego hecho está. la condenación, el juicio, la tierra que tanto merecen. Todo por una palabra, por la palabra de Dios. ¿Cómo me sirve la palabra? Ya hemos visto la primera manera. Me sirve la palabra del Creador. Salmo 33 6 por la palabra de Jehová de Jehová fueron hechos los cielos y el ejército Los Ángeles, el ejército de ellos por el aliento de su boca, con la mera boca, con la mera palabra de Dios. Dios hizo todo porque en el principio Juan uno Era Dios. Era el Verbo. Y por el principio, Él creó todo. Y sin Él, nada que fue hecho, fue hecho. Si no fuera por la Palabra de Dios, nada hubiera estado hecho. Y la Palabra, el Verbo, es lo que estaba con Dios desde la eternidad pasada, Su Palabra, hablada, y Su Palabra, que es el mismo. La palabra era con Dios, y la palabra era Dios. Y ese verbo, Juan 1, 14, salió del cielo, nació en Belén, y habitó entre nosotros, tabernaculó entre nosotros, es la palabra de Juan 1, 14. Jesús, la palabra de Dios, la expresión de quién es Dios, ¿Cómo voy a entender cómo es Dios por su palabra? Él tiene que decirme cómo es o tiene que demostrarme cómo es. Y Jesús se hizo hombre para no solo hablar de cómo es Dios, pero también para demostrar cómo es Dios. Y entonces, cuando nosotros queremos entender a Dios, Juan 14, versículos 9. ¡Muéstrenos al Padre! Jesús dijo al discípulo. Jesús dice, ¿Me has visto a mí? Has visto al Padre. Porque yo y el Padre, unos somos. Allí es un hombre que puede resucitar los muertos. Aquí es un hombre que puede sanar los enfermos. Aquí es el hombre que puede hacer lo que quiere. Aquí es un hombre santo, perfecto, amoroso, manso, servidor, que vino para no ser servido, sino servir. Este es Dios revelado en el Verbo de Dios, la Palabra de Dios viviente en Jesucristo. Y este Dios que pudo crear la tierra puede recrear mi vida, nacerme de nuevo. Segundo de Corintios 5, 17 dice en Jesucristo, nuevas criaturas somos, nueva creación somos. Y así es, las cosas viejas pasan. Y aquí todo está hecho nuevo, porque Él que tenía una voz que pudo crear todo lo que existe, tiene una voz que puede recrearme a mí siendo tan pecador que soy. y darme nueva vida y hacer mi vida un nuevo nacimiento, una nueva creación, una nueva criatura para la gloria del Señor. Esa es la palabra del Creador que puede crear, que puede gobernar el universo, que puede cambiar mi vida. Pero mi familia, estamos a punto de divorcio. No hay esperanza. No sabes. Yo no sé. Pero una cosa sé, una cosa conozco, es Dios y el poder de la palabra de Dios. Que cuando oramos, cuando nos encomendamos las manos del Señor, no solo puede salvarme a mí, pero también puede remediar cualquier problema que tú puedes tener en tu vida, en tu familia. Palabra del Creador. palabra de la expresión del carácter de Dios, los atributos de Dios, para saber cómo voy a agradar a Dios. ¿Cómo puedo saber lo que agrada a Dios para servirle? Mira a Jesucristo. ¿Quieres saber cómo es el Padre? Mírame a mí. y yo soy en el padre, el padre en mí, y así que lo que hubiera agradado a Jesucristo, agrada el padre. Y así que tengo que decir, Señor Jesucristo, muéstrame el padre. Y él dice, mírame a mí, estudia tu palabra, estudia Mateo, Marcos, Lucas, Juan, estudia cómo es Jesucristo, medita en Jesucristo, Tener comunión con Jesucristo. Conozca a Jesucristo. Él es la palabra. Muchos no saben lo que agrada a Jesús porque no conocen personalmente a Jesús. Veremos en el estudio del primero de Juan varias palabras de conocer o saber. Uno es saber por qué algo está escrito. Es muy importante para Primera de Juan 5.13. Estas cosas os he escrito como un contrato, ¿verdad? Escrito. Os he escrito para que sepáis. Seguro, porque está escrito. Eso es muy importante que Dios nos escribió su palabra para tener su contrato, su promesa por escrito verdad? Y así que si yo, si una persona dice. Después del día de matrimonio. Ya no estamos casados. Eso de matrimonio y de la boda, eso fue alguna cosa en nuestra mente, verdad? Yo no me siento casado. Y la esposa puede sacar el contrato y decir Mira, firmaste aquí. El juez firmó aquí. Yo firmé aquí. Está escrito que estamos casados. Si te gusta o no, ahora obedece. No. Ahí tenemos entonces que. El matrimonio no es solo una ceremonia, Es un contrato y es más un contrato. Es un trato con Dios, es un compromiso con Dios, es un pacto. La Biblia dice pacto con Dios, pero de cualquier manera, por tener un contrato por escrito, sabemos que estamos casados. Cómo sé que voy al cielo? Yo oré una oración, tenía una experiencia por mi experiencia. Soy salvo, verdad? No. Solo soy salvo si Dios dice que soy salvo. Él determina quién es salvo. Yo no determino. Yo hago esto. La otra cosa fue la iglesia de mis ofrendas. Me comporto bien. Ya soy salvo porque esto es la paga del pecado. Comportarse bien. No, no, no, no, no, no. La paga del pecado es muerte porque Dios lo escribió. Y la resolución de mi pecado Es la muerte y como Dios no quiere la muerte de nadie, Dios mismo vino a la tierra para morir. Y Dios muestra su amor para con nosotros en que Cristo murió por nosotros para demostrar ese amor. Su muerte pagó por mi pecado y lo sé porque está escrito. Muy importante estar escrito. Pero hay muchos que creen lo que está escrito, pero todavía no tienen una relación personal con Jesucristo para conocer a Jesucristo. Yo sé dónde usted vive, yo sé dónde usted nació, yo sé mucho de usted, pero mejor nunca te he visto, nunca te he saludado. No puede ser que te conozco. Hay muchos que saben mucho de dónde nació Jesús, que hasta saben en su mente que él es Dios, pero no quieren conocer personalmente, íntimamente al Señor Jesús. Primero, llego a entender de Jesús por lo que está escrito. Y así es que yo tengo el verbo escrito. Pero luego tengo que invocar el nombre del Señor, hablar con Él personalmente, creer en el Señor, confiar en el Señor, para conocer al Señor como una persona, como un amigo, como un salvador, como el Señor de señores y Dios de dioses. Y así soy salvo cuando yo sé lo que está escrito, el verbo escrito, pero conozco al Señor que lo escribió, el Señor Jesucristo. Así que tú puedes decir, bueno, ya soy salvo por él. No, Dios determina quién es salvo. ¿Pero yo voy a cambiar mi vida? No. Si el Señor no edifica la casa en vano, trabajan los edificadores. Solo en Cristo puedo tener la casa edificada. Solo en Cristo puedo tener mi vida edificada. Y si Él no ha creado, Juan 1.5, nada fue creado que Él no ha creado. Tengo que confiar en Él a recrear mi vida de la manera que Él dice que recrea la vida, y entonces seré salvo. Así que la palabra de Dios es la palabra de creación. La palabra de Dios es la expresión de cómo es Dios, sus atributos, su carácter. Si quiero agradar a Dios, ser salvo por Dios, tengo que mirar qué dice su palabra, mirar a Jesucristo y no solo mirarlo, pero conocer personalmente a Jesucristo. Y por más que hablo con Jesús y más que siento que él mismo está hablando conmigo por su palabra, Más tengo un conocimiento de la palabra, el verbo que es Jesús por medio de la palabra que está escrito. Dos tipos de palabra, viviente y escrito. Pero aquí tengo que es la palabra de Dios, es la expresión de cómo es su carácter, la demostración de Jesús, cómo es su carácter y la palabra de Dios es no solo palabra de creador, palabra de atributos de Dios, pero es palabra de la sabiduría eterna y perfecta de Dios. Proverbios 8, 22. Jehová. Proverbios 8, 22. Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras, hablando de la sabiduría. Eternamente tuve el principado desde el principio. Aquí la sabiduría es parte de Dios. Porque Dios es el gran Yo Soy. Él es todo en todo. Y si yo quiero sabiduría, tengo que conocer no solo lo que Dios dice de sabiduría, tengo que conocer a Dios quien es la sabiduría. Y cuando el Espíritu de Dios vive en mí, entonces, Santiago 1.5, si alguno falta sabiduría, pídelo del Señor que da a todos abundantemente. Yo puedo tener sabiduría si busco la fuente de sabiduría, que es la palabra de Dios. El verbo que ha estado en el corazón de Dios desde la eternidad y Jesucristo, que es Dios, y por eso ha estado con Dios eternamente. Cómo es esto que Jesús es sabiduría, sabiduría es Jesús, Dios es Dios. Es fácil de entender, verdad? Hay muchas cosas que puedo predicar, pero no puedo entender. Tenemos que reconocer que hay muchas cosas que hay que creer lo que Dios dice, creer la palabra de Dios. Y entonces, cuando yo necesito sabiduría, digo, señor, toda sabiduría es de usted, porque usted es sabiduría. Primero de Corintios uno treinta dice Jesús es nuestra sabiduría, no solo de el bien y sabiduría, él es nuestra sabiduría. Y cuando su espíritu de Cristo vive en nosotros, puedo invocar al Señor. Y entonces, si falta sabiduría, puede pedirle al Señor que dar a todos abundantemente. Porque es su palabra, su promesa, y viene de su palabra esa sabiduría. Por más que conoces la palabra de Dios, más sabiduría tienes. Por más que conoces a Jesucristo, la palabra de Dios, más sabiduría tienes. Porque la sabiduría viene, la sabiduría viene por la palabra de Dios. Muchos llegan a los pastores. Pastora, ayúdame, dame sabiduría en esto. La otra cosa, si le hablo de mi sabiduría, hablo de ignorancia. Pero puedo decir si alguno falta sabiduría, pídelo al señor. Y si el señor me enseña la palabra, alguna cosa para comunicarte. Allí tienes sabiduría por la palabra de Dios que yo pueda comunicar. Pero es la palabra que es sabiduría. Palabra de sabiduría, luego es palabra de santidad. Juan 17, 17, Juan 17, 17, santificados en tu verdad, tu palabra es verdad. Primero de Teslónicense 523, hablando de santidad, el mismo Dios de paz, os santifique por completo. Dios tiene que serlo y lo hace en Juan 17, 17, por la verdad, por la palabra de Dios, os santifique por completo. Todo vuestro espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Primero de Teslónicense 525, 24, Fiel es que los llama, el cual también lo hará. Por la llamada del Señor, la palabra del Señor, yo sé que Él es fiel y yo sé que Él me puede santificar. Pero estoy luchando en contra de esta tentación y este pecado y no puedo vencer. Tú no puedes. Pero la palabra de Dios puede, porque Dios puede. Y la palabra es la expresión de Dios mismo. Así dice primero de tres lunes en seis cinco veinticinco hermanos, orar por nosotros, orar la palabra y confiar en la palabra. Y allí entonces la palabra que es fiel te puede cambiar, te puede ayudar a limpiar de su drogadicción, te puede ayudar a limpiar de tus blasfemias, de tu adulterio. de tu atancia, de tu orgullo. La palabra del Señor puede santificarte y eso entonces es como una sanidad para el alma. Y si necesitas sanidad para el cuerpo, Señor, si tú quieres, tú puedes. Yo quiero que seas sanado. La palabra de Cristo puede sanarte de cualquier cosa interior o exterior, como santificarte de todo pecado. Y así puede con su palabra de santidad, sanidad, arte, ánimo. Hay muchos que se desaniman porque no creen que hay sanidad para ellos. No creen que es posible ser santos y dejar sus vicios y vencer sus vicios. Y el señor dice, no puede ser animado que se puede porque yo puedo. Él puede, Él puede, yo sé que Él puede, yo sé que todo puede mi Jesús. Sanó a los quebrantados, cautivos del pecado, a los ciegos la vista dio, y a cojos hizo andar. Levantó los cojos, sanó a los leprosos, levantó a los muertos, a los muertos. Y dijo, yo soy la resurrección a la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. Pero si vienes al Padre, yo puedo darte la resurrección a la vida porque soy la resurrección a la vida. Y así que, aunque uno muera, vivirá. porque es palabra de Dios. La palabra que creó puede expresar el carácter de Dios, puede dar sabiduría, puede dar santidad, puede dar sanidad, puede dar ánimo, y la palabra de Dios puede dar instrucción de cómo vivir bien y puede dar promesas. La palabra es una palabra de instrucción y de promesa que los que obedecen al Señor Pueden tener la bendición del Señor, la ayuda del Señor. Así que encontramos aquí que promete Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios para tener salvación, para tener la promesa de entrada al cielo, la promesa que Dios escuche sus oraciones, porque Él lo dice que por la sangre tienes entrada al Padre. Y así que allí con la salvación, con palabra de entrada al cielo de oración, voy a preparar lugar para vosotros. Y si no fuera Dios lo hubiera dicho, porque Lo he dicho, ustedes estarán conmigo. Y así tenemos palabra de Dios, de salvación, de entrada al cielo, entrada a la oración, de cómo vivir bien, bueno. Hebreos 4, 12, la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante de toda fila de dos espadas, que penetra de dos filos, que penetra hasta partir el alma y el espíritu, las conjunturas, las tuétanos, y disierne pensamientos e intenciones del corazón. Por la palabra de Dios es viva y eficaz, para ayudarme a vivir bien, para ayudarme a conocer cómo agradar al Señor y para darme poder para agradar al Señor. Filipenses dice, tanto el querer como el hacer viene del Espíritu del Señor, de la Palabra de Dios. Yo quiero servirle porque Dios lo puso en mi corazón Y lo que quiero hacer, puedo hacer, porque Dios promete, tanto el querer como el poder hacer, viene de su espíritu y su palabra. Y la palabra es la espada del espíritu que me ayuda. Palabra de perdón, confiesa y serás perdonado y limpiado, pero palabra de juicio. El que me rechaza, Juan 12, 48, El que me rechaza no recibe mis palabras. Tiene quien le juzgue la palabra que he hablado. Ella le juzgará en el día postrero. Tiene que determinar creer en su palabra de perdón o no importar eso. Eso no me importa. Yo estoy bien. Y entonces escuchar un día su palabra de juicio. Te he dicho que escribí aquí lo que tienes que creer. ¿No querías creerlo? ¿Que tenías que dejar al Señor cambiar tu vida? ¿Santificar tu vida? ¿Ayudarte a ser un cristiano de hecho y no solo en palabra? Y entonces podrías tener vida eterna. Es la promesa. Creen en el Señor Jesús, serás salvo. Pero aquí es la promesa que da poder y entonces con eso da gozo. Pero a la vez, los que rechazan pierden vida y reciben perdón. La próxima semana hablaremos en detalle más de qué es la primera cosa que viene luz y vida de la palabra del Señor. Porque así en capítulo 1 de 1 de Juan 2, la vida fue manifestada y la hemos visto. Testificamos, anunciamos la vida eterna en la cual está con el Padre. En la Biblia, en la vida hay dos tipos de vida. Uno es bio, biología, vida física. Otro es zoe, Es vida del alma. El Señor promete no solo que puede resucitar tu vida física, tu biología, para darte un nuevo cuerpo, pero mucho más importante, puede ayudarte a tener vida y tenerla en abundancia. Juan 10.10. le dará vida a tu alma, vida a tu espíritu, nuevas ganas de vivir y servir al Señor. Y esta es una vida eterna. Aunque con mi cuerpo los gusanos lo comen, dice Job, Con mi rostro veré al Señor, porque va a resucitar mi biología, porque ya ha dado nueva vida a mi soy, a mi alma. Y así con esta vida, es vida eterna. Aleluya. Gracias al Señor. Es por la palabra de Dios que puedo tener vida eterna y luz, como veremos más la próxima vez. De pie, por favor. Nuestro padre que estás en los cielos, una vez más pedimos que tu nombre esté santificado. Padre, seguramente hay personas escuchando en línea o personas presentes que creen que son salvos, pero realmente han creído en Jesús a perdonar sus pecados, pero no han querido Jesús cambiar a su vida, que les santificara. A lo mejor han tratado de ser más santos. Han tratado de vivir vidas mejores, pero tienen que creer en el Señor Jesucristo, no solo para perdonar, pero también para transformar, santificar, salvarles, Señor, de su práctica de pecado. ¿Cómo tú puedes salvarles de la presencia? del pecado en el futuro cuando estamos en cielo y ya para los creyentes nos ha salvado. De la pena del pecado. Señor. Yo no puedo declarar ya soy salvo. Pero tú puedes declarar creer en el Señor Jesucristo y serás salvo. Y puedo confiar en tu palabra. Para creer que estoy perdonado. En tu palabra, para ayudarme a vivir santamente en tu poder, conforme a tu promesa. Muchas cosas que has prometido, Señor. Entrada a ti en oración, entrada al cielo, perdón de pecado, poder para vivir vidas más santas. Muchas cosas has prometido, Señor. Y es todo por tu palabra, tu palabra de promesa. Tu palabra que tenía poder para crear todo, tendrá poder para condenar a todos los que no creen en ti. Pero tendrá poder a la vez, Señor, para perdonar a todos los que creen en el Señor Jesucristo. Porque tú has dicho que la sangre nos limpia de todo pecado. Es tu promesa. Y has dicho que los que quieren arrepentirse de su pecado y ser cambiados, diferentes, ser más cristianos, pueden cambiar, pueden ser salvos del poder del pecado en sus vidas. Porque tú lo has prometido por tu palabra. Así, Señor, oramos que cada uno aquí, que cada uno escuchando, cree en el Señor Jesús para cambiar sus vidas, hacerles más gozosos como cristianos, más santos como cristianos, y para perdonar sus pecados, llevándolos un día al cielo. Ayude que cada cristiano tenga fe, ánimo, cuando piensa en la palabra. ¿Quién es Dios? El verbo. El verbo que era con Dios, la sabiduría eterna, Jesucristo, Dios eterno, que estaba con Dios y era Dios, también es Dios. Porque es el gran yo soy. Señor, cosas que no entendemos. Pero lo anunciamos porque tú lo has dicho en tu palabra, que es la verdad. Gracias por tu palabra. En el nombre de Jesús. Amén. Terminemos entonces entonando lo que va a mirar arriba mi corazón, lo examino hoy. Mis pensamientos pruebo, Señor. Ve si en mí perversidades hay por sendas rectas, guíame por tu amor. A lo mejor te has desanimado porque no has estado meditando y creyendo la palabra del Señor, que Él cuidará de ti, que Él Te puede ayudar en cualquier circunstancia. Y tú necesitas esta mañana decir, sabe, mi vida ha sido una vida de tristeza, derrote, y ya veo que confiando en su palabra, estudiando su palabra para conocer mejor a Jesucristo la palabra, yo puedo tener una vida de gozo. He tratado de vencer mis vicios, mi alcoholismo, mi orgullo, mi drogadicción, mi adulterio, pero no he podido. Pero ya veo el remedio. Creer lo que Dios dice en su Palabra. Creer que Jesucristo puede si le invito a entrar en mi alma y le entrego mi corazón. La Palabra puede. Cristo puede. Y yo quiero esta mañana aceptar a Cristo, entregarme a Cristo. Usted es un cristiano que necesita confiar más en la palabra para tener una vida de victoria. Usted es uno que no ha sido salvo porque usted se ha declarado por tu palabra que usted es salvo. Pero esta mañana quieres conocer y creer en lo que Dios dice. para que tú eres salvo de verdad creyendo la palabra de Dios, lo que Él promete. Si quieres ser salvo, O como cristiano, ¿quieres entregarte al Señor y confiar más en Él para tener este gozo y esta seguridad y esta paz? Venga, si quieres oración, puedes pararse aquí, arrodillarse aquí, y oraremos por cualquier que venga, que el Señor le ayude a vivir la vida cristiana que quieres vivir, o para ser salvo si es lo que necesitas. Venga, si quieres oración esta mañana, el corazón Hay otros que quieren oración, le invitamos. Mientras que toca la pianista, no cantaremos más. Pero tú puedes entregarte más al Señor o ser salvo si quieres. Más tarde, si no estás seguro si eres salvo, habla conmigo. Pastor, quiero estar seguro que soy salvo. y yo hablaré contigo con más claridad individualmente. Iré a tu caso. Puedes venir aquí y podemos platicar más. Si quieres aceptar a Cristo, venga para aceptarle. Si eres salvo, entrégate más a Él en este momento. Nuestro Padre celestial, gracias por haber hablado por medio de tu palabra. Pedimos, Señor, que cada uno aquí confíe en la palabra de Dios, sus promesas para confiar en Él, quien es la palabra de Dios, Jesucristo, el verbo, la expresión de Dios, porque es Dios, la misma imagen de Dios.
El Verbo de Vida
Series 1-3 Juan
Iglesia Bíblica Bautista Antioquia
Sermon ID | 41424225313129 |
Duration | 52:35 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 1:1; John 1:1-5 |
Language | Spanish |
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