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primera carta de San Juan, capítulo 4. Llegando al fin del capítulo 4, tenemos que recordar que el autor de esta epístola, San Juan, era muy avanzado en su edad y que era muy pero muy maduro en la fe. Era bastante capaz de dialogar sobre temas profundos, tanto que en poco tiempo escribiría este apóstol el gran libro del apocalipsis, que aún en nuestros tiempos los teólogos están tratando de entender completamente. Con esto podemos empezar en versículo 13. En esto conocemos que permanecemos en él y el en nosotros en que nos ha dado su espíritu. Estamos hablando de evidencias que realmente tenemos la vida eterna. Esto empieza hablando de algo muy bello. Como creyentes, Dios está en nosotros y nosotros estamos en él. Es la base de nuestra unión y comunión con Dios día tras día. La Biblia habla mucho de nosotros en Cristo. Puedes buscar estas palabras en las escrituras, están en todos lados del Nuevo Testamento. Segundo de Corintios 5, 17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron y aquí todas son hechas nuevas. Los que están en Cristo han sido transformados. Ya no somos como éramos antes. Algo grande ha pasado en nuestras vidas. Ahora nosotros podemos disfrutar la unión y la comunión con nuestro Dios. Gálatas 2.20 Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, dice San Pablo, mas vive Cristo en mí. Y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó así mismo por mí. Yo en Cristo, Cristo en mí, esto es lo que pasa con la madurez de la fe. Efesios Dios 10, porque somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellos. Siendo creados en Cristo, las buenas obras van a seguir esto. Las buenas obras serán presentes como una consecuencia de nuestra salvación, pero jamás como la causa o la base de nuestra salvación. Y claro, yo pudiera citar versos como estos toda la tarde, pero mejor regresamos al texto de hoy. Trece, en esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros en que nos ha dado de su espíritu. cuando tenemos el Espíritu Santo de Dios morando en nuestro ser. Es una evidencia segura de que hemos recibido la vida eterna. 14. Y nosotros hemos visto y testificado que el Padre ha enviado el Hijo, el Salvador del mundo. Los primeros apóstoles Eran testigos actuales de la realidad de Cristo como Dios, el Hijo, llegando a este mundo, tomando la carne como un ser humano, era ser humano. Ese punto está bien repetido en las cartas de San Juan porque las primeras erigías o errores como aún en nuestro tiempo, eran ataques sobre la naturaleza y la identidad de Cristo Jesús. Es muy importante que se entiende que Cristo tenía una existencia con el Padre por toda la eternidad pasada, y no que se empezaba con su nacimiento de María. Juan 17, 4, Cristo orando al Padre antes de morir dijo, Yo te he glorificado en la tierra. He acabado la obra que me diste que hicieses. Ahora pues, padre, gloríficame tú al lado tuyo. Nadie más que Cristo pudo orar esto. Ahora pues, padre, gloríficame tú al lado tuyo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Cristo tenía un lugar al lado del Padre por toda la eternidad pasada, antes de venir para salvar a ti y a mí. 15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Era una evidencia de la fe verífica, confesar correctamente la identidad de Cristo y creer esto. Porque antes que nada, esto pudiera ser costoso para los hermanos del primer siglo. Y esto era algo casi insoportable para los judíos del primer siglo. Escuchar esto, como es insoportable para muchos judíos hasta el día de hoy. se sigan como ciegos. Y la conclusión es que los que no quieren o no pueden confesar esto, simplemente no tienen la fe salvadora. Mateo 10, 32. A cualquiera, pues Cristo hablando a cualquiera, pues que me confiese delante de los hombres. Yo también le confesaré delante de mi padre que está en los cielos. una promesa muy bella para los que salgan con nosotros evangelizando. Dieciséis. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. Es otra evidencia de nuestra fe auténtica. El amor está parte de la naturaleza de Dios y es un amor divino. En griego es el amor agape. Es un amor dispuesto a sacrificar para otros y amar a los que realmente no son tan fáciles de amar. Dieciséis. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. Y como estamos celebrando la Santa Cena en una semana, es correcto mencionar la gran prueba de que Dios realmente tiene un amor intenso para nosotros. El mismo Juan, el mismo autor de este epístola, dijo en su evangelio, en Juan 3.16, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna. Uno puede preguntar cómo es posible que un dios de amor sujetaba a su hijo precioso a tantos sufrimientos. Es cierto, Dios es amor, pero Dios no es solamente amor. Todo esto tiene sentido cuando te consideras que Dios también es justo. Y no puedes simplemente ignorar el pecado, sino que alguien tiene que pagar por el pecado. De otra manera, nuestro Dios no sería justo. Deuteronomio 32, 4. Él es la roca, hablando de Dios, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud. Dios de verdad y sin ninguna iniquidad en Él es justo y recto. Si Dios es justo y recto, se tiene que cobrar por el pecado. O tú mismo tienes que pagar en carne propia O el pago puede venir por tu sustituto, que es Cristo Jesús, ojalá. Romanos 6, 23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Por tus pecados has comprado la muerte, tal vez una muerte miserable. Y esto sería como tu salario justo, tu pago por tus transgresiones que un juez justo como nuestro Dios tiene que cobrar. Por esto, para no castigar a ti ni a mí, Dios tenía que castigar a su hijo inocente. Dios dijo siglos antes del nacimiento de Cristo, hablando de él como algo ya pasado. Isaías 53 5. Mas el, hablando de Cristo, mas el herido fue por nuestras rebeliones. molido por nuestros pecados el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados todos nosotros nos descarriamos como ovejas cada cual se apartó por su camino más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros y eso es exactamente lo que celebraremos en la Santa Cena en ocho días En otro lugar del mismo capítulo, Isaías 53, 10. Con todo esto, Jehová quiso quebrantarlo. Dios deseaba quebrantar a su hijo sujetándolo a padecimiento cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado. Una expiación es un pago justo. De la linaje vivirá por largos días y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Por esto, la iglesia de Cristo, Jesús, siempre puede continuar. Aún con todos los poderes negros en nuestra contra, la iglesia va a prosperar en este mundo, simplemente porque esto es la voluntad de Jehová, después de ver Cristo pagando por todo esto. Ahora, llegando a la última parte del capítulo, vamos a entrar en algo que parece como una paradoja y los ateos tal vez de ser algo de una contradicción. Diecisiete. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros. Hay un proceso en nosotros en que el amor está avanzando. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros. para que tengamos confianza en el día del juicio. Pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. Como dije, Juan entra en cosas profundas. Con la gran madurez, nosotros, aún en este mundo, seremos como Cristo era, llenos del amor por los hermanos, claro, pero hasta por los enemigos. Otra vez 17. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. La perfección aquí en nosotros no es un amor sin defecto alguno, sino que es un amor muy maduro y muy avanzado. El amor que Cristo mostraba aquí era sin defecto alguno. Y esto no será posible para nosotros, pero sí vamos a avanzar bastante. Por eso dice que seremos como él, pero no dice exactamente igual a él. 17. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros para que tengamos confianza en el día del juicio. Pues como él es, así somos nosotros en este mundo. Aquí también se habla del Día del Juicio y mucha gente tiene un gran temor por el día del juicio. Es la razón de que muchos tienen temor de la muerte. ¿Qué va a pasar llegando al otro lado? Aún si niegan la verdad de las escrituras o aún si profesan que son ateos, en el fondo de sus corazones se sabe que después de esta vida habrá algo de juicio. Hebreos 2.14 Así que por cuanto los hijos participaron en carne y sangre, hablando de nosotros, él también participó en el mismo, hablando de Cristo, para destruir por la muerte al que tenía el empero de la muerte, esto es el diablo. El diablo recibió el golpe fatal en la cruz. Y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. La gente vive en temor de muerte. Muchos ni quieren hablar de la muerte. Difícil pensar en esto. Y dice que por temor de la muerte estaban en servidumbre. Cuando la gente incrédula vive en temor de la muerte, sabiendo que en el fondo de sus corazones corazón es que habrá un juicio. El diablo puede aprovechar de esto. El diablo puede ofrecerles las drogas o el alcohol en exceso para olvidar de ese temor. Y si no será por la bebida fuerte o por algo como el juego en Las Vegas, Se puede animar uno a estar muy, muy ocupado en las cosas de este mundo para no pensar jamás en la muerte. Eso es lo que pasaba con Caín. Caín, el primer asesino que mataba a su hermano cuando era muy poca gente en el mundo. Génesis 4, 17. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoch y edificó una ciudad. y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo Enoch. Para no pensar más en las consecuencias del asesino de su hermano Abel, Caín, por la ayuda del diablo entraba en mucho trabajo, construcciones para ocupar su mente siempre, de mañana a la noche. Pero aún con todo, en el fondo, se sabía que un día el juicio iba a venir. Hebreos 9, 27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, no hay reencarnación. Una hermana, yo recuerdo, venía a la fe cuando yo estaba hablando de reencarnación. Leí ese versículo y se cambiaba. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio. El día del juicio es una realidad y hasta los incrédulos saben esto. Aun cuando se tratan de negarlo. Es que Dios ha puesto una conciencia en cada persona. No se puede simplemente arrancar la conciencia y tirarlo a un lado. Se tratan de hacer esto con todos los vicios, pero aún está ahí. Y es algo que no se puede escapar. Aunque el diablo le ofrece un sinfín de vicios para por lo menos intentarlo. Y Cristo mismo confirmaba esto en Mateo 12.35. El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas más yo os digo Cristo hablando con autoridad más yo os digo que toda palabra ociosa que hablan los hombres de ella darán cuenta en el día del juicio El Día del Juicio es una realidad que nadie puede evitar. Pero miren lo que dijo nuestro texto sobre nuestra confianza. 17. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros para que tengamos confianza en el Día del Juicio. Mientras los crédulos están temblando, orificado por el Día del Juicio, nosotros vamos a venir con confianza. Pues como Él es, así somos nosotros en este mundo. Para nosotros, cuando el amor de Dios está perfeccionándose en nosotros, nosotros podemos llegar al Día del Juicio con confianza. Es que vamos a venir como hijos del rey, hijos amados. Vamos a venir con un intercesor que ha pagado por todas nuestras transgresiones. Y vamos a venir no como los que aman al mundo, sino que vamos a venir como los que han sido crucificados del mundo. Como dijo San Pablo, Gálatas 6,14. Pero lejos esté de mí gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo porque en el mundo me es crucificado a mí y yo al mundo. ¿Qué estaba diciendo Pablo? El mundo no quiere nada que ver conmigo y yo no quiero nada que ver con el mundo. Vamos a venir así al día del juicio con la confianza en nuestro Salvador. Ahora vamos a llegar a la paradoja, llegando casi al fin. Dieciocho. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo, de donde el que teme no ha sido perfeccionado en amor. Bueno, ¿por qué esto suena como una contradicción o por lo menos una paradoja? Es que por toda la Biblia estamos enseñados que el temor de Dios es bueno. Amén. Proverbios 1-7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Te empiezas el bien camino con el temor de Dios. En otras partes dice que el temor de Dios produce la obediencia. Llegando al fin de un libro de sabiduría de Salomón, dicen Ecclesiastes 2.13, una gran conclusión. El fin de todo el discurso oído es este, teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. Finalmente, Deuteronomio 10, 12, y pudiera dar cientos más versos sobre esto. Ahora, pues, Israel, que pide Jehová de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, y que andes en todos sus caminos, y que lo ames y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Si el temor de Dios es algo tan bueno, ¿cómo es que se será echado afuera? Regresando a versículo 18. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa afuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. de donde el que teme no ha sido perfeccionado en amor. Bueno, en este contexto el temor no es temor de Dios como una reverencia, sino, leyendo los versos antes, el temor aquí es un pavor por el día del juicio, un pavor de estar arrojados al infierno. Es un pavor que los incrédulos sientan cuando tienen que pensar en la muerte. El temor de Dios como una reverencia al Padre de todos nosotros que creen es siempre saludable. Pero nosotros no vamos a venir al fin del mundo, al fin de nuestras vidas, ni al día del juicio con temor. porque nos vamos a acercarnos como hijos amados que han sido rescatados de todo esto por la sangre de Cristo Jesús como nos vamos a celebrar en una semana 19 nosotros le amamos a él porque él nos amó primero estamos salvados siempre por algo bueno en Dios y jamás por algo bueno en nosotros para mantener la humildad de nosotros tenemos que recordar que estamos salvados solamente por la gracia de Dios y que aún nuestra fe ha sido un regalo Efesios 2 8 porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe. Estamos en una posición gloriosa, llegando el día del juicio, pero no por algo que nosotros hemos hecho, sino por obra de Cristo Jesús, nuestro Salvador, produciendo cambios en nosotros. veinte si alguno dice yo amo a Dios y aborrece a su hermano es mentiroso pues el que no ama a su hermano a quien ha visto cómo puede amar a Dios a quien no ha visto Esto es para recordarnos que en las iglesias siempre habrá hermanos, hermanas falsas que siempre siempre tienen sus contiendas, sus divisiones, su incapacidad de perdonar. Se pueden anunciar que se aman a Dios. Pero por su manera de tratar a otros, es claro que son mentirosos. Su profesión es una mentira. Y si tú te encuentras en esa categoría en que simplemente no puedes perdonar, tal vez mejor que ni te acercas a la Santa Cena en ocho días. Cristo era muy claro después de la oración del Padre Nuestro. Mateo 6, 14, después de la oración del Padre Nuestro, dice, Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vuestro Padre Celestial. Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, Tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas. Es que es importante para Cristo tener armonía, reconciliación en la iglesia y los que resisten a esto tienen que entender que el amor no está perfeccionando en ellos. 21 último versículo. Y nosotros tenemos este mandamiento de él. El que ama a Dios, ame también a su hermano. Eso es algo imposible de escapar. Si tienes un problema con un hermano, con una hermana de la iglesia, mejor que te arregles esto de alguna manera antes de venir a la Santa Cena en ocho días. Bueno, conclusión. Si tú quieres vivir con ese amor divino perfeccionándose en ti para venir al día del juicio con la plena confianza, mirando a otros temblando, desmayando. Si eso es tu deseo, entonces puedes pasar al frente en unos momentos y oraremos contigo. Bueno, vamos a orar. Oh, Padre, te damos gracias que estamos recibiendo mucha instrucción práctica en esta carta, de primera carta de San Juan. Ayúdanos, Señor, a entender tu prioridad por el amor en la iglesia, por mantener una iglesia saludable, Señor. Ayúdanos, Señor. Y en esto pedimos en el santo nombre de Cristo Jesús. Amén. Bueno, hermanos, estaremos en...
Despidiendo El Temor - Dismissing Fear
Series 1 Juan 2025 - Spanish
Para muchos, cuando viene el día de juicio, estarán en un pavor. Pero nosotros llegaremos a aquel día con confianza.
Sermon ID | 3312521014292 |
Duration | 28:09 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 4:13-21 |
Language | Spanish |
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