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queremos pedirle que busquen sus biblias tengan su confesión de fe a mano vamos a estar viendo el capítulo número 14 la fe, hablando de la fe salvadora, hablando de la fe que llama a los hombres, por la cual Dios llama a los hombres a salvación, por la cual Dios redime al pecador, vamos a estar hablando hoy de la fe verdadera. Ese va a ser nuestro tema hoy, la fe verdadera, que Dios nos conceda poder disfrutar ese hermoso tiempo y que podamos juntos dar gloria a Dios a través de este tema que vamos a estar, Dios, mediante desarrollando. Espero que pueda ser edificación para todos. Vamos entonces a pedirle al Señor que nos bendiga, que nos ayude y que nos dé sabiduría. Vamos a orar. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado y alabado sea tu nombre, te bendecimos y te exaltamos, te damos gracias por tu amor, por tu cuidado y por tu fidelidad. Pidiéndote, Padre, que tú nos bendigas con tu presencia y que podamos gozarnos, Señor, al poder estudiar tu palabra. Que este tema de la fe pueda ayudarnos a crecer en el temor a ti, Padre. Que podamos ser hombres y mujeres piadosos, que te aman, que te reverencian, que te adoran en espíritu y en verdad. Oh, Padre, bendícenos dándonos sabiduría y trayendo con bien a los hermanos que vienen de camino. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén. Bien. Damos la bienvenida a nuestros queridos hermanos que se han ido conectando. Hermanos Joaquín, hermanos Jair, hermanos Juan Ferreira. Señor, me les bendiga. Los hermanos del paraíso, espero que estén presentes también. también nuestra querida hermana Evelina, mil siades, que el Señor también les conceda una seguir creciendo en sabiduría y gracia delante del Señor y en el Señor. Vamos también ahora a compartir la palabra, vamos a comenzar a leer A ver, denme un segundito, por favor, para que comencemos con el capítulo número 14. Con nuestro tema, la fe salvadora. Vamos a pedir al Señor que nos dirija. Vamos a empezar a leer el párrafo número 1. tengan sus Biblias a mano para buscar la referencia bíblica. La gracia de la fe, por la cual los escogidos reciben capacidad para creer para la salvación de sus almas, es la obra del espíritu de cristo en sus corazones y ordinariamente se realiza por el ministerio de la palabra por la cual y por la administración del bautismo y la cena del señor la oración y otros medios designados por dios esa fe aumenta y se fortalece bien este es nuestro primer párrafo de la del tema la fe salvadora este tema lo podemos encontrar la fe podemos encontrar lo primero que dice nuestra confesión que es una gracia en este sentido se está utilizando como la palabra gracia como regalo El regalo de la fe, el don de la fe. Y es bueno recordar el punto de que las personas no nacen con fe. Es Dios que les da el don de la fe. En la fe es un don, una gracia, dada de forma soberana y libre por Dios. Ese es un detalle importante. Y dice, por la cual los escogidos reciben capacidad para creer, para la salvación de sus almas. Nosotros vimos esa doctrina de la elección. Es una doctrina que está bien clara, bien definida. Usted va a Efesios, capítulo 1 completo. Usted va a la carta a los romanos, capítulo 8. Y usted va a encontrar ahí versículos 28, 29 y 30, los que fueron elegidos, fueron luego llamados, luego fueron justificados, luego fueron glorificados. pero en primer lugar habla de los escogidos, los que fueron escogidos por Dios. La palabra que usa Pablo en Efesios usa otra palabra, usa la palabra predestinación, los que fueron previamente destinados. Esa palabra no es muy complicada, pero lo que está hablando es de una elección Antes del acto de la salvación, Dios elige a los que van a ser salvados a través de la sangre de Cristo. Entonces, eso es lo que está diciendo la confesión aquí. La gracia, el regalo de la fe, por la cual los que fueron escogidos reciben capacidad para creer y esa palabra reciben es decir se les es dado capacidad para creer antes de creer aquel hombre o aquella mujer que era un impío el impío el hombre pecador Necesita la capacidad dada por Dios para creer en la obra de Cristo, en el poder del Espíritu Santo, en la palabra de Cristo. Sin esa capacidad no puede creer. Recordemos. lo que ya vimos en cuanto a la condición que todo hombre tiene delante de Dios. Somos pecadores, hemos perdido toda la justicia de Dios, estamos condenados por nuestra maldad, y todo deseo, designio del pensamiento de nuestro corazón es de continuo al mal. Si usted lee Romanos capítulo 3, lo va a ver clarito. Pablo dice allí, Todos han pecado. Judíos, gentiles, todos están destituidos de la gloria de Dios. Romanos capítulo 5 también. Entonces, partiendo de esa condición, observe que los que fueron elegidos antes de nacer, al momento de nacer, por causa de que Adán pecó, Y Adán les representó, ahora nacen siendo pecadores, los elegidos. Y no tienen capacidad para creer en Cristo, no tienen fe, no tienen ninguna gracia, hasta que Dios se la otorga. Entonces, ese punto, esas clases que vimos anteriormente, nos ayudan a entender ahora esto, que no es tan sencillo de entender. Porque uno dirá, ajá, pero si son escogidos ya tenían fe. No, realmente fueron escogidos antes de nacer. No había fe en ellos. La fe es una gracia que Dios le da, un don que Dios le da. Entonces, no la poseían. Cuando nacieron, nacieron como descendientes de Adán. Y Adán era un pecador. Y Adán nos representó y pecó. Y por lo tanto, todos hemos pecado en Adán. Perfecto. Ahora dice la confesión. Los escogidos, los que Dios eligió antes de la fundación del mundo, según Efesios capítulo 1, según también romanos, usted verá que esos escogidos fueron o reciben la capacidad para creer, para la salvación de sus almas. ¿Quién hace esta obra? Dice la confesión, es la obra del Espíritu de Cristo, del Espíritu Santo, del Espíritu de Cristo en sus corazones. Y de forma ordinaria, ahora añado un término interesante, la palabra ordinaria dice de manera natural, no, natural no, de manera común, de manera común se realiza por el ministerio de la palabra. No sé si recordarán ese texto que dice, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios. Es decir, que es la obra del Espíritu Santo, obrando a través de la Palabra para que la gente oiga, y es el Espíritu Santo que usa la Palabra para que la gente crea, dándole la capacidad para que crea en lo que está oyendo, en la Palabra de Dios. Entonces, este primer párrafo nos está hablando con claridad de dónde proviene esta fe. La fe proviene de Dios, es un regalo de Dios. que Dios utiliza para que los hombres puedan creer, para que los hombres sean, perdón, para que los hombres sean salvos. Esta obra la hace el Espíritu Santo. Es decir, Dios, el Espíritu Santo, para identificar a la persona que está actuando en esta obra salvadora, nos capacita para creer. Vamos a ver algunos pasajes que nos ayuden a ver esto con más claridad, porque aunque se ha dicho claramente, pero la Biblia es la que debe de ser nuestra regla de fe, lo que defina si eso está mal o no. Juan capítulo seis, versículo treinta y siete. Vamos, busque ese pasaje en su Biblia. Juan seis treinta y siete. Yo lo voy a leer, inmediatamente lo encuentren. Juan seis treinta y siete puede ir buscando hechos once veintiuno Juan seis treinta y siete nos dice la palabra todo lo que el padre me da vendrá a mí y al que a mí viene de ningún modo lo echaré fuera ahí está hablando de la preselección de la elección cuando el padre se los dio ¿Cuándo el padre se lo dio? Es una buena pregunta. Antes de la fundación del mundo, dice Pablo, en Efesios. Y lo dice tan claro que yo voy a buscar para que usted lo vea. Efesios capítulo 1. Lo he mencionado ya varias veces, Efesios. Y quiero leerlo para que se aclare el asunto. Efesios, Efesios 1, versículo 3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él, en Cristo, antes de la fundación del mundo. Para que fuéramos santos y sin mancha delante de él, en amor, nos predestinó para adopción como hijos, para sí, mediante Jesucristo. Repito, versículo 5, Efesios 1, 5. Nos predestinó para adopción como hijos, para sí, mediante Jesucristo, conforme el beneplácito de su voluntad. Entonces, como pueden ver, Juan está en completa conexión con Pablo, o al revés, Pablo con Juan, porque ambos están diciendo, Dios nos predestinó para sí mismo, para Él, para que seamos para Él, mediante jesucristo juan dice todo lo que el padre me da vendrá a mí todo lo que él predestinó para él mismo vendrán a mí el que viene a mí de ningún modo lo he hecho fuera entonces ahí estamos viendo el de ser escogido de venir a cristo Dios nos lleva a Cristo. Pero vamos a buscar otro pasaje. Yo mencioné Hechos, capítulo 11, versículos 21 y 24. Lea conmigo allí. Estamos viendo, para los que se acaban de conectar, que somos salvos por la fe. Dios salva lo que Él escogió. Y esa es la obra del Espíritu Santo. en nuestros corazones y lo utilizando comúnmente, no únicamente, comúnmente de forma normal a través de la predicación de la palabra, de la enseñanza de la palabra. Hechos capítulo 11, versículo 21. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor. Y la noticia de ello llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía, el cual cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que, con corazón firme, permanecieran fieles al Señor. Te recordarán... Ah, bueno, voy a leer el versículo 20, que ahí lo dice. Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Sirene, los cuales, al llegar a Antioquía, hablaron también a los griegos, predicando al Señor Jesús. Es decir, que los que salieron corriendo, huyendo por la persecución en Jerusalén, en Hechos capítulo 11, y Hechos capítulo 10, entonces llegan a lugares donde no se había escuchado el evangelio por los gentiles y predican. Predican al Señor Jesús y la mano del Señor estaba con ellos. Y gran número creyó. Oiga eso. Se convirtió al Señor. ¿A través de qué? Del medio ordinario, el medio normal, la predicación de la palabra. Pero observen que Bernabé observa algo. El cual, versículo 23, cuando vino, vio la gracia de Dios. la obra de Dios, salvando, obrando en pecadores y se regocijó. Es decir, el don de la fe, ese regalo, él lo vio en esos gentiles que habían escuchado la predicación y entonces recibieron la fe. El Espíritu Santo Guió a estos hombres a predicar la palabra. El Espíritu Santo les dio el don de la fe a estos hombres. El Espíritu Santo usó la palabra para que estos hombres sean salvos. Ahí están los tres elementos que mencionamos en la confesión. Vamos a buscar otro pasaje. Vamos a buscar, por último, Efesios 2.8. Hay otros pasajes aquí en la confesión. A mí se me olvidó y le voy a pedir perdón porque le dije que iba a subir la confesión de fe al Facebook. Pero la voy a subir. Se me pasó, pero lo voy a hacer. Yo voy a subir la confesión de fe de Londres, que es la que estamos estudiando aquí, porque es gratuita, al Facebook de Iglesia Bíblica Pacto de Gracia, HN. Usted busca Iglesia Bíblica Pacto de Gracia, HN, y allí va a estar la confesión de fe física para que usted la descargue y pueda estudiar con nosotros. Pido disculpas que realmente se me olvidó la última vez. Bien, gracias a las personas que están conectadas. Leida, un abrazo para usted, mi querida hermana. Gracias por sus palabras. Dios los siga usando para su gloria. Bendición a los hondureños. Amén. Gracias, mi hermana. Hermana Edna, también está conectada. Hermano Leding, también por ahí lo vi conectado. Señor, me le bendiga, hermano Leding. Bien, vamos entonces a continuar con nuestro tema de la fe salvadora. Dice el párrafo uno, por la cual, estoy hablando de la fe, y por la administración del bautismo, la cena del Señor, la oración, y otros medios designados por Dios, esa fe aumenta y se fortalece. Quiero que vean ese detalle. La fe se fortalece a través de los usos, de la aplicación, del cumplimiento, de la participación de usted en los medios que Dios ha dado. Hemos recibido la fe que el Espíritu Santo nos da a través de la predicación de la palabra. Hemos creído en la palabra. Bien, pero además, Dios nos ha dado otros medios, además de la predicación de la palabra, el bautismo. Es un testimonio público que creyentes dan cuando dicen, yo creo en Cristo, yo lo recibo como mi salvador, yo quiero bautizarme, Yo conozco las doctrinas, estoy de acuerdo con ellas. Quiero dar testimonio público de mi fe y se bautizan. Eso es un testimonio para el creyente, que le ayuda a seguir viendo que Dios cumple su palabra, siga añadiendo a su iglesia los que han de ser salvos. Eso fortalece la fe. La cena del Señor. Hay hermanos que la celebran cada domingo. Nosotros la celebramos el primer domingo del mes. Entonces, allí también se da testimonio de la obra de Cristo. El pan y el vino representan esa obra y eso fortalece la fe. Nos hace revisar nuestras vidas delante del Señor. Pero también está la oración, otro medio establecido por Dios. Y son estos medios que Dios ha establecido para fortalecer nuestra fe. Ah, también está el congregarnos, el adorar juntos como iglesia. Ahí tenemos la comunión con los hermanos. Es otro instrumento, otro medio dado por Dios para que nos fortalezcamos y crezcamos en la fe. Hay algunos pasajes que yo creo que leamos. Romanos capítulo 10, versículo 14. Romanos capítulo 10. Versículo 14. Versículo 14, 17. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Versículo 17. Así que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Cristo. Es una pregunta interesante. ¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo van a orar? ¿Cómo van a buscar el rostro de Dios si no han creído? ¿Cómo creerán si no han oído, oído el mensaje? ¿Cómo oirán si nadie le predica? Es decir, para que crean, para que se conviertan, para que oigan, tienen que recibir la predicación de la palabra. Eso es lo que el pasaje nos está enseñando. Y el versículo 17 lo aclara todavía más así que la fe viene por él la fe viene de él oír y el oír por la palabra de cristo quien oye quien abre el oído es la fe quien abre el corazón perdón perdón quien abre el oído es la palabra de dios quien abre el corazón es la palabra de dios el espíritu santo es quien obra y produce fe en esa palabra Así que la palabra es el medio para que la fe se produzca en los corazones. Lucas 17, 5. Y ambas son utilizadas o es la obra del Espíritu Santo. Juan 17, 5. Vaya ahí conmigo, por favor. Juan 17, 5. Nos dice la palabra. Y los apóstoles dijeron al Señor, aumentanos la fe. Miren que la fe a través de los medios que Dios ha establecido, crece. Pero hay una necesidad, amados hermanos, de que la fe aumente. Es necesario. No es lo mismo pasar un río a nado que pasarlo en barco. No es lo mismo caminar de tres… No es lo mismo irse en carro o en bus de aquí, de Juticalpa a Tegucigalpa, quedando a tres horas o a dos horas y media. No es lo mismo irse en bus que irse a pie, ¿verdad que no? ¿Cuánto uno duraría a pie de aquí a Juticalpa si está a tres horas en vehículo? ¿Cuánto uno duraría a pie? Entonces no me diga usted que no es lo mismo. No es lo mismo. Necesitamos orar continuamente, aumentanos la fe, pero también necesitamos que el Señor que el Señor esté fortaleciendo esa fe, animando esa fe, avivando esa fe. Eso es necesario, hermano. No crea que llegó porque te va a un culto. Si usted se ha fortalecido con un culto, si va a los dos, va a ser mayor el alimento espiritual y va a haber más posibilidades de que usted crezca. Si usted se congrega los miércoles para orar, va a haber más posibilidades de que usted crezca. Si usted participa en los estudios bíblicos, va a haber más posibilidades porque es que usted está procurando recibir la palabra y la palabra la que va a fortalecer y dar crecimiento esa fe te va a ayudar a aplicar esa fe estamos viendo el tema la fe salvadora y este tema es importante porque hay fe que son falsas hay fe falsa y hay un texto en Juan capítulo 15 versículo 6 que habla de aquellos que estando cerca de la vid no producían frutos. Dice aquellos pámpanos que no producen frutos serán cortados y echados fuera. ¿Y cuáles son los frutos? O los frutos de la fe, la obediencia a la palabra, la fe en Cristo, El que dice ser cristiano y no produce fruto, él tiene fe, pero es falsa esa fe, una fe falsa. Hay algo así como una fe falsa y una fe verdadera. Estamos hablando de la fe verdadera. Bueno, le damos la bienvenida a Ana Mercedes. Un abrazo a Ana Mercedes, que el Señor le bendiga. Hermana Lenin, hermana Casilda, un abrazo para ustedes también. Los hermanos que están conectados, nuestros queridos hermanos de Guatemala, un abrazo a todos ellos. Hay una pregunta aquí. Amado hermano, hay algunos hermanos que están luchando con entender que la seguridad de la salvación no es la fe salvadora. No entienden que alguien puede ser justificado sin ellos mismos no tener seguridad de salvación. Gracias, mi querido hermano, por esa pregunta. Es una pregunta, es un tema importante porque, y voy a hacer un paréntesis para dar una nota al margen aquí, Muchas veces usted puede dudar de su fe, pero su salvación no depende de sus dudas, depende de la obra de Cristo. Eso es importante subrayarlo. La salvación de la persona de fe depende de lo que Jesús hizo en la cruz. Si Jesús no hubiera muerto en la cruz, nadie sería salvo. Ahora, Jesús murió en la cruz, Y usted, con mucha o poca fe, si confía en Jesús, ya usted es salvo. Eso debe estar claro en su mente y en su corazón. Para luchar con las dudas, para luchar con la seguridad de la salvación, La forma de luchar es con la palabra. Tú tienes que ir a la palabra de Dios y entender que la salvación depende enteramente de Cristo. Bien, entendí eso. Entendí que la salvación solamente depende de Cristo, pero aún sigo dudando. No tengo mucha seguridad. Bueno, sigue estudiando las escrituras, sigue escuchando la palabra. En cuanto a la obra de Cristo, tú tienes que seguir informándote más de la obra de Jesús. Porque a veces, a veces, por ejemplo, tú puedes decir, para poner otro ejemplo, yo no sé si mi esposa me ama. Y alguien te podría preguntar, bueno, vamos a ver qué ella hace. Lo que ella hace, ¿qué te dice? Bueno, cuando yo me levanto, ella me levanta con un abrazo, un beso. Ella me alimenta, ella me fortalece cuando estoy en gran debilidad. Ella se acuerda siempre de mí, siempre me tiene al tanto. Yo soy todo para ella, para todo me pregunta, todo lo hablamos. Y yo te preguntaría, ¿y por qué es tu duda? No sé, dudo. Bueno, pues entonces pide perdón a Dios por esa duda, porque las evidencias del amor son claras. Las evidencias. Yo quiero que en tus dudas, en tu lucha, en tu falta de seguridad, de tu salvación, tú veas las evidencias de la obra de Cristo a tu favor. Por ejemplo, para darte un dato más, en Efesios capítulo 1, lee ahí cómo el Padre determinó elegir para salvación antes de que tú nacieras como el padre prometió que te recibiría a través de la obra de cristo como su hijo esas son evidencias del amor del padre evidencias del amor del hijo como él murió en la cruz por tus pecados como él entregó su propia vida nadie lo obligó él entregó su vida evidencias Padre, haz tu voluntad y no la mía. Si es tu voluntad, pasa de esta copa, pero no se haga tu voluntad y no la mía. Evidencia de un sacrificio por ti. La obra del Espíritu Santo, Él es el quien regenera. Él es el quien te da el don de la fe. Él es el que obra la regeneración en tu vida. Él es el que está operando en nosotros el querer como la ser. Ahí tenemos tres evidencias, pero tú tienes que conversarte por las Escrituras. La seguridad o la inseguridad depende mucho de si tú vas a responder a esas preguntas de tu corazón con la palabra de Dios y con las evidencias. Tienes que dictar como un juez un veredicto. ¿A qué conclusión tú llegas? ¿Dios te ama o te odia? envió a su hijo a morir por ti. Ha prometido perdonarte si crees en su hijo. Envió su espíritu para salvarte. Él mismo te amó". Entonces, todas esas evidencias, ¿qué dicen? Que él te ama. Esas evidencias dicen que si tú crees confiando en su palabra, tú eres salvo. Entonces, gracias, hermanos, por ese punto. Realmente la falta de seguridad y salvación es una lucha que muchos creyentes tienen. Realmente muchos tienen esas dudas en su alma y las personas pueden llegar hasta el final de sus días luchando con eso, porque es una debilidad. nuestra como hombres y como creyentes. Realmente necesitamos que el Señor haga esta obra como un padre. ¿Recuerdan al padre que había pedido a Jesús que sanara al hijo? Y Jesús le preguntó, ¿tú crees? ¿Tú crees que yo puedo hacerlo? Y el Señor le dijo, creo. Y luego le dijo, ayúdame. ayúdame en mi debilidad, ayúdame en mi incredulidad. Es decir, que esas dos personas Esa persona realmente pidió al Señor ayuda, y yo creo que es una petición que puede ser de cualquiera de nosotros. Si tú tienes duda en tu corazón, clama al Señor. Señor, ayúdame en mi incredulidad. Ayúdame, Señor. Y el Señor, en su gracia, te va a sostener. El Señor en su gracia te va a fortalecer. El Señor en su amor va a estar contigo todo el tiempo. Ahora posiblemente la falta de fe también tenga que ver en nuestros corazones con una gran necesidad de seguir creciendo en el conocimiento de la palabra. Así que no nos descuidemos, no nos sintamos tristes, sino que confiemos en el Señor. Confiemos en el Señor porque el Señor es el que obra en nosotros. Y Él no va a fortalecer. Él no va a dar la gracia necesaria para perseverar, para confiar en el Señor. Así que, amado hermano, continúe confiando en el Señor. Que el Señor me le bendiga. y me le ayude en todo eso. Vamos, hermanos, a continuar entonces con el párrafo número dos. Nos dice el párrafo número dos. Por esta fe, el cristiano cree que es fidedigno todo lo revelado en la palabra. Por esta fe, el cristiano cree que es fidedigno todo lo revelado en la palabra por la autoridad de Dios mismo. Y también percibe en ella una excelencia superior a todos los demás escritos y todas las cosas en el mundo, pues pues muestra la gloria de dios en sus atributos la excelencia de cristo en su naturaleza y oficios y el poder y plenitud del espíritu santo en sus obras y operaciones y de esta forma el cristiano recibe capacidad para confiar su alma a la verdad así creída. Yo creo que esta es una buena respuesta a lo que estuvimos mencionando hace un momentico. Es una buena respuesta. Por la fe el cristiano cree que es fidedigno, que es fiel todo lo revelado en la palabra por la autoridad del mismo Dios. Si nosotros como creyentes desarrollamos entendimiento de que todo lo que Dios, en su palabra, revela, viene y está afirmado por su autoridad, esto nos va a ayudar en gran manera. Recuerden, armados hermanos, que lo que está detrás de la palabra de Dios es Dios. La autoridad que está detrás de la palabra de Dios es Dios mismo. Y eso es lo que nosotros tratamos de transmitir, entender por la palabra. Realmente, tenemos autoridad al predicar la palabra porque es la palabra de Dios, la autoridad es de Dios. tenemos fortaleza al creer la palabra porque es la palabra de Dios. Dios fue quien la dio. Dios nunca miente. Dios es verdadero. Entonces, una de las cosas que tú tienes que fortalecer es, en tu propia alma, mi amado hermano, es confiar en Dios, creerle a Dios. Si tú le crees a Dios, todo lo que Dios diga, tú tienes que creer que es según Él. Todo lo que Él dice es santo. Dios es santo. Todo lo que dice es justo, Dios es justo. Todo lo que dice Dios es verdadero, porque Él es verdadero. Toda su palabra es como Dios. Toda su palabra es como Dios. Eso nos ayudará a fortalecernos en la fe. Y también nos ayuda a percibir, a disfrutar, a gozarnos de la excelencia de esto. Y yo creo que esto es uno de los privilegios que tiene, miren la Biblia allí, uno de los privilegios que tiene el poder entender esto. La palabra de Dios posee la autoridad de Dios. Y es fiel, es justa y es santa porque Dios es así. Entonces, eso nos ayuda a entender la belleza, la excelencia, que es precisamente lo que Pablo, que lo estuve leyendo hoy en Efesios capítulo 3, donde Pablo ora para que los gentiles entiendan las profundidades, la anchura, la altura del amor de Dios, para que ellos puedan disfrutar de eso. Y yo creo que la lucha de la poca fe es la poca comprensión y la poca aplicación de que la excelencia y la belleza de Dios, Él las revela, Él nos las da a nosotros. Ahora, la fe es el plato que Dios usa para que usted se sirva y coma del alimento espiritual y crezca fortalecido. Y yo voy a decir una cosa. Desde el primer día que mi pastor me dijo, no falte a ningún culto. Ven a todos los estudios bíblicos y vas a crecer. Yo, como buen soldado de Cristo, eso fue lo que hice, obedecí. Y estuve ahí pegado a mi pastor todo el tiempo. Pegado a él. Dígame. Y él predicaba y yo ahí. Y él estudiando la palabra y yo ahí. Y haciendo estudio bíblico y yo ahí pegado porque yo creería el alimento, el alimento, el alimento. Entonces, realmente, es la fe la que abre este alimento. Pero no olvidemos lo que leímos en romanos. Que esa fe viene por el oír y el oír la palabra de Dios. Usted no va a aumentar, no va a crecer en su fe si no lee la Biblia y si no cree lo que la Biblia dice. Usted no va a creer, no va a aumentar en fe si usted no está en los estudios bíblicos, en el discipulado. en la predicación, en la mañana, en la tarde, en el devocional, en el culto de oración, no va a crecer, mi hermano, olvídese de eso. Si usted no escucha sermones de la palabra, no va a crecer. Porque eso no, la fe no viene por el aire, mi hermano, es por la palabra. La Biblia lo dice claramente. Romanos, capítulo 10, vamos a buscar ese pasaje. Romanos, está después de Juan, después de Hechos. Romanos, capítulo 10. Vamos a ver si lo encontramos aquí. Romanos 10, versículo 14. Romanos 10, 14. ¿Cómo pues invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo irán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados, tal como está escrito? Así que la fe viene del oír, y el oír por la palabra de Cristo. La fe viene por el oír. Y el oír viene por la palabra de Cristo. Entonces, la debilidad de la fe, no siempre, pero en muchas ocasiones, está en eso. Poco oír, poco entender la palabra, poco estudiar, poco profundizar. Pero la fe es la herramienta. Y eso es lo que estamos viendo. en el capítulo 14 de la confesión. La fe es el medio. Y la excelencia, las excelencias superiores, las bendiciones de entender el amor de Cristo también es por la fe. Es decir, ese amor de Cristo se va a entender por medio de la fe, pues muestra la gloria de Dios en sus atributos. La excelencia de Cristo en su naturaleza. Vamos a buscar algunos pasajes. Busquen su Biblia ahí, Hechos 24. Después de... Exactamente. Hechos capítulo 24. Damos la bienvenida a nuestro hermano Sander, que está por aquí con nosotros. También le damos la bienvenida a nuestra querida hermana Lidia, Dámela la bienvenida también a Doña Doris. Dámela la bienvenida a Doña Doris también, a Lidia también que está por ahí conectada, nuestra hermana Leda. Un abrazo a los que están por ahí conectados y a los que están a través de Radio Fraternidad escuchando la 103.5 FM. Dámela la bienvenida, estamos tratando el tema de la fe. Vamos a leer ahora Hechos 24.14. Ya lo hay cero. Catorce, ¿no? Pero en esto admito ante ti que según el camino que ellos llaman secta, yo sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo que todo lo que es conforme a la ley y que está escrito en los profetas. Continúo. Bueno, ahí podemos notar claramente que Pablo era perseguido porque creía, tenía fe, en lo que habían dicho los profetas. Pablo creía lo que habían dicho los profetas, por eso los perseguían. Pero mire, no es tan fácil leer el profeta Isaías. No es tan fácil entender Isaías 53, hablando del Salvador, de Jesucristo, cómo iba a sufrir. No es tan fácil creer en eso. Pero Pablo dice, yo he creído en lo que dijo el profeta Isaías. Esas riquezas abundantes de la palabra de Dios están ahí para todos los creyentes. Pero es por la fe que nosotros podemos encontrar esos tesoros allí guardados. Es por la fe y es lo que estamos subrayando en este momento. Sin fe usted no va a creer nada. Y me da mucha tristeza como algunos creyentes, como algunas personas que se hacen llamar creyentes, algunas personas que están en la iglesia y dicen que son cristianos, que ellos crían a sus hijos como lo crían el mundo, crían a sus hijos como los impíos del mundo. ¿Por qué? Porque no creen lo que Dios enseña de que los padres son los responsables de criar a sus hijos en el temor de Dios. Como ellos no creen, a Dios y su palabra no lo aplican. Es triste ver matrimonios que están debaratándose de creyentes, porque el hombre no cree lo que la palabra dice, la mujer no cree. ¿Y qué hacen? usan todas las herramientas de la carne, las obras de la carne, y no usan el fruto del espíritu. Entonces, el problema es incredulidad. El problema es incredulidad. ¿Acaso Jesucristo no hizo grandes milagros? Yo creo en los milagros. ¿Por qué? Porque está en la Biblia. Y yo creo lo que la Biblia dice. Porque la Biblia, Es la palabra de Dios. Y Dios no miente. ¿Por eso yo creo? Yo creo. Si ahí dice que Jesucristo caminó sobre el mar, yo lo creo. Porque Dios no es como el hombre, mentiroso. Dios es verdadero. La pregunta es, ¿tú crees eso? ¿Tú crees lo que dice la palabra de Dios? Porque es Dios. Fue Dios quien inspiró a esos hombres a que escribieran esa palabra. Entonces, por eso es que la fe o se debilita o se fortalece. Mientras más cerca usted está de la palabra que le dio salvación, más lee esa palabra que le dio salvación, esa misma palabra que le va a dar crecimiento y fortalece la fe. Entonces, vamos a seguir viendo el párrafo. Estamos, Sander, aquí en el capítulo 14, página 23. Capítulo 14, página 23. Vamos a continuar con el párrafo número dos. Bienvenida a Ibeli García. Gracias, Ibeli, dice Ibeli. Saludos desde República Dominicana, Radio Fraternidad. Un abrazo a Ibeli García. Saludos a Miguel del Cristo, el esposo de Ibeli. Mariana, Guillermina, un saludo también para ustedes. Estamos, entonces, en el párrafo número dos, y sé lo que estamos leyendo, como en la mitad. Estamos viendo allí. Pues muestra la gloria de Dios en sus atributos, la excelencia de Cristo en su naturaleza y oficio, el poder y la plenitud del Espíritu Santo en sus obras y operaciones. Y de esta forma, el cristiano recibe capacidad para confiar su alma a la verdad así creída. Aquí estamos viendo que la Biblia habla de Cristo. ¿Te puedes sentar aquí? La Biblia habla de Cristo. La Biblia habla del poder y plenitud del Espíritu Santo. La Biblia habla de la gloria y excelencia de Dios. Todo eso solamente se puede recibir de una sola manera, por la fe. Si usted no cree la Biblia, usted no va a creer en el Espíritu Santo. Si usted no cree lo que dice la Biblia, no va a creer en Jesucristo. Entonces, no diga que usted es creyente, que usted cree en Dios, si usted es un impío. Entonces, ahí va a estar el detalle. ¿Cómo un creyente con una fe débil aumenta su fe? Orando a Dios para que Dios le ayude a entender su palabra, y luego metiéndose en la palabra a estudiar, a leer, a profundizar. Y cualquier pregunta, pregúntela a su pastor o escríbanos aquí. Escríbanos aquí, nosotros le podemos responder a sus preguntas. Porque definitivamente es al creer en la palabra de Dios lo que nos ayuda a nosotros a seguir avanzando en la fe y a fortalecernos en la fe. Vamos a buscar el Salmo 19, versículo 7, en la Biblia. Yo creo que ustedes se den cuenta que estamos buscando de la misma Biblia que es la Biblia que da testimonio. Salmo 19, versículo 7. Vamos a leer ese hermoso pasaje para que usted vea cómo la palabra de Dios alumbra los ojos, alumbra el entendimiento. Salmo 19, versículo 7. La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma. El testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo. Los preceptos del Señor son rectos, y aleran el corazón. El mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre. Los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos. Deseables más que el oro, si más que mucho oro fino, más dulces que la miel y que el destilar del panal. ¿De qué está hablando ese pasaje? De la palabra, de la Biblia, los preceptos del Señor, la ley del Señor, es pura, hace sabio el sencillo, es más cara que el oro, la palabra de Dios, es más dulce que la miel. Tú tienes que lograr que la palabra de Dios para ti sea dulce como la miel. Que la palabra de Dios para ti, como persona, sea más cara que el oro. Tú la prefieras por cualquier cosa. Eso hay que pedirlo al Señor. Señor, aumenta mi fe para creer en tu palabra. Ya yo sé que si yo creo en tu palabra, yo estoy creyendo en ti. El problema es que mucha gente separa a Dios de su palabra. Y piensan que creerle a Dios es creer en una visión, creer en un sueño, creer en alguien que le dice algo. Me soñé tal cosa. Dios me dijo. Entonces, la gente piensa que eso es la palabra de Dios. Y no. La palabra de Dios es la Biblia. Es la Biblia la palabra de Dios. Con la palabra de Dios, aún a los espíritus los probamos. Es la palabra de Dios. Hay que recalcar eso. Y como yo creo en la palabra por fe, necesito fe para poder disfrutar y gozar de eso. Pero también dice aquí la confesión que esa fe actúa de manera diferente según sea el contenido de cada pasaje en particular, produciendo obediencia a los mandatos. temblando ante las amenazas y abrazando las promesas de Dios para esta vida y para la venidera. Miren qué descripción tan bonita de la fe. La fe no solamente es para tú creer todas las bendiciones que Dios te ha prometido. Así es fácil, ¿verdad? Porque muchos creyentes dicen, ah, mira, Dios me ha prometido una bendición. Ah, yo lo creo. Sí, pero también debe de creer cuando Dios maldice. Maldito todo el que no obedezca esta mi palabra. Entonces, la fe no te va a llevar a decir, ay, qué bendición. No, no, espérate, es una maldición. La fe te va a llevar a temer. No, espérate, yo no voy a hacer eso. Ya Dios dijo que es una maldición. Yo no lo quiero eso. La fe te lleva a tener gozo. por las bendiciones, temor por las amenazas. Te ayuda a confiar en las promesas, pero también te ayuda a apartarte de lo que Dios dijo que te aparte. Por ejemplo, Pablo le dijo a Timoteo, huye de las pasiones juveniles. El joven cristiano, ¿qué va a hacer? Huir de las pasiones juveniles. ¿No se va a entregar las pasiones juveniles? Porque ya se le dijo que huyera. El hombre, ¿qué va a hacer? Ama a tu mujer como a ti mismo. ¿Qué tiene que hacer? Amar a su mujer. ¿La fe qué hace? Ama a la mujer. ¿Por qué? Porque Dios lo dijo. Entonces, es hermoso ver esta parte porque la fe te va a ayudar a ti a obedecer, a someterte a la palabra de Dios. Cuando son amenazas, te va a llevar a apartarte de ese juicio. Hay un proverbio que dice que el sabio ve el mal y se aparta. El sabio ve el mal y se aparta. El necio, el que no tiene fe, sigue, que le importa a él lo que Dios diga. Va a recibir daño porque Dios lo prometió, pero como él no cree, le va a llegar. El sabio sabe que va a recibir daño y se aparta porque Dios lo dijo. Dios no miente, Dios es veraz. Yo tengo fe en lo que Dios dice. Entonces, eso hace la fe. Vamos a buscar un pasaje. A ver, vamos a buscar Isaías 66. Vamos a buscar Isaías 66, 2. Ahí hay una amenaza. Para que nosotros veamos un ejemplo. Aquí dice, Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser, declara el Señor. Pero a este miraré, al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra. ¡Guau! Miren qué hermoso es, habla este pasaje. Este texto está diciendo, todo lo hizo la mano del Señor. Todas las cosas, declara el Señor. pero a este voy a mirar, a este voy a atender, voy a prestar atención, voy a escuchar. aquí en señor al que es humilde y contrito de espíritu y que tiembla ante mi palabra al que es humilde para creer y someterse a la palabra de dios al que es contrito decir que reconoce su pecado reconoce que dios es veraz y se humilla delante del señor va con corazón temeroso delante del señor al que tiembla ante mi palabra Y aquí hay una comparación, les voy a hacer un ejemplo. A veces cuando un papá, hablando de un hombre, le habla a sus hijos con vigor, con fuerza, los hijos tiemblan, temen. Habló papá. Yo recuerdo, siempre tengo en mi imagen un ejemplo de una película que yo vi de un papá que está comiendo avena con leche. Y nada más había eso de comer, porque él trabajaba y lo que él ganaba era para eso, avena con leche. Y había un hijo que se estaba quejando, yo no quiero avena, yo no quiero avena. Y estaba todo el mundo comiéndose la avena, porque si papá se la está comiendo, todo el mundo tiene que estar allá comiéndosela. Y estaba uno de los varones refunfuñando. El papá se paró de pronto. Y todo el mundo se apartó del que se estaba quejando. El papá se paró cerca del que se estaba quejando. Adivinen qué hizo el que se estaba quejando. Se cayó y comenzó a una velocidad de 200 kilómetros por hora a comerse la avena. Fúquete, fúquete, fúquete, fúquete. Ya usted sabe qué le esperaba al que no se comiera esa avena. El temor. La honra al papá. Y es eso lo que realmente estamos viendo aquí. La honra, el temor a Dios. Crecer en esto, en honrar y reverenciar a Dios, nos ayuda a entender que nuestro Dios le agrada a aquellos que oyen su palabra y le temen y tiemblan. Y puede ser palabra de bendición, palabra de gozo, palabra de esperanza, como puede ser también palabra de juicio. Ante toda palabra de Dios, teme. Se regocija ante las bendiciones, pero teme ante las amenazas. Eso es fe. ¿Qué produce eso? La fe. Y lo que estamos viendo, eso es lo bonito de la fe. Abraza las promesas, cree en las promesas, teme ante las amenazas, obedece, obedece ante los mandatos de Dios. Eso es lo que hace la fe. Por eso que un hombre que dice que es cristiano y no obedece, ¿Realmente tiene fe en Cristo? Parece que no. Que no tiembla ante las amenazas de Dios. ¿Tendrá fe ese hombre que no tiembla ante lo que Dios dice? ¿Tendrá fe el que no recibe con gozo las promesas de Dios? Cristo viene por segunda vez, no lo recibe con gozo. ¿Tendrá fe, verdadera? Querido hermano, hay que creer en lo que Dios dice. Y por último, dice la confesión, pero las principales acciones de la fe salvadora tienen que ver directamente con Cristo. aceptarle recibirle y descansar sólo en él para la justificación santificación y vida eterna en espíritu en virtud del pacto de gracia.
14 La fe salvadora
Series Confesión de fe de Lóndres
La fe salvadora
Sermon ID | 33024556306678 |
Duration | 1:00:08 |
Date | |
Category | Teaching |
Bible Text | John 6:37 |
Language | Spanish |
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