00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo, por tanto el amor es el cumplimiento de la ley. Y hace todo esto conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. La noche está muy avanzada y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, vistámonos con las armas de luz. Andemos decentemente como de día y no en orgías borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos e envidias. Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne. Leo una vez más verso 8 al 10. No debáis nada, no debáis, perdón, a nadie nada, sino el amaros unos a otros, porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley. Porque esto no cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no codiciarás y cualquier otro mandamiento en estas palabras se resume. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. No sé si ustedes han escuchado las palabras, no sé exactamente en qué libro está de San Agustín, que se cita mucho, donde él dice, ama y haz lo que quieras. Y estuve pensando esta semana acerca, encontré un poquito más de ese texto en contexto, ama y haz lo que quieras. Y al estudiar estos textos, pensé que había entendido por qué San Agustín había dicho esta expresión, ama y haz lo que quieras. Pero después de haberlo encontrado, o haberme parecido, haber encontrado el significado de esta expresión, me di cuenta que estaba equivocado. Y creo que enseñar un texto o estos versos separados de su contexto en el Libro de Romanos es un tanto peligroso porque la predicación expositiva nos permite ver el contexto y así evita que enseñemos de una manera equivocada, ¿no? Entonces... Estuve pensando en esto porque cuando leí el 8 al 10, a primera vista parece que esté enseñando algo que específicamente no está enseñando. Y antes de entrar a eso, me gustaría dar algunas, o al menos alguna, advertencia para no salirnos del contexto, ya que lo que hoy quiero hacer es exponer estos, más que exponer verso por verso, es enseñar algo temático, como tienen en su título ahí, que es la deuda del amor, pero sin salirme del contexto de lo que Pablo venía diciendo. Porque si hago eso, puedo contradecir cosas que él ya ha dicho antes, y eso va a hacer que tengamos un mal entendimiento. Una de las cosas rápidas que nosotros rápidamente podemos ver en estos versos de manera equivocada es lo siguiente. Miren las veces que dice, por ejemplo, ahí dice en el verso 8, porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley. Más abajo también dice, cualquier otro, habla de algunos mandamientos en el verso 9 y después vuelve a decir que el que hace estos mandamientos ha cumplido la ley. En el verso 10 dice, el amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. Y nosotros sabemos que los diez mandamientos se resumen en dos grandes mandamientos. Amarás a Dios con todo lo que tú eres y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero aquí dice que el que hace esto, el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. Entonces rápidamente se puede entender de esta manera, que no es, antes de entrar al tema, que no es la manera de entender. Si tú amas a tu prójimo, no debes estar preocupado de tu amor por Dios, porque el camino para amar a Dios es tu amor por tu prójimo. Este mandamiento no anula el primer mandamiento que nos habla de nuestro amor al Señor. Poner algo delante de Dios Eso es un insulto o eso es una herejía. Entonces, voy a repetir eso. El hecho de que aquí dice, y vamos a entender un poquito, y no es mi intención explicar qué significa a totalidad esto, porque entre los mismos comentaristas no tienen acuerdo en esto, pero no quiere decir que esto anula el primer mandamiento que era amar a Dios con todo lo que somos. Eso no se anula al hacerlo amando a nuestro prójimo, repito. Esto no significa que si amamos a nuestro prójimo no debemos estar preocupados por nuestro amor por Dios. Más adelante voy a citar algunos comentaristas lo que quiere decir eso. Entonces, yo decía esto porque cuando estaba pensando en las palabras de San Agustín, yo decía claro, lo único que yo tengo que pensar en mi vida es en mi prójimo y tengo que ver cómo le amo y haciendo esto yo ya he hecho todo. Y eso es más o menos a la conclusión que rápidamente llegas al ver estos textos, pero de una manera equivocada. Entonces, de hecho yo tuve que cambiar casi toda la introducción porque yo había entendido también de la misma manera. Pero cuando leí a autores que han sido de mucha ayuda para no equivocarme, como Martin Lloyd-Jones, Calvino, me di cuenta que estaba equivocado, que no es así. Porque yo estaba cometiendo un error y era grande. Entonces, quise, antes de entrar, esto es algo temático, no es expositivo, por eso quiero poner esta advertencia de que este no es el sentido de lo que aquí se dice y porque para entender eso era necesario entender los versos que están antes y después. Muy bien, dicho esto, me gustaría entrar a lo que es el tema que dice la deuda del amor. Quise leer desde el verso 1, porque notarán algo, ¿no? Pablo está... nosotros sabemos que los primeros 11 capítulos de Romanos son más enseñanza doctrinal, y desde el capítulo 12 ya viene con enseñanzas prácticas de todo lo que ha enseñado. Y aquí en el capítulo 13, Pablo ya está hablando acerca de las relaciones personales uno con otro, y empieza hablando acerca de las autoridades. acerca del respeto que nosotros debemos tener a las autoridades. Después se despliega Pablo a hablar acerca de los impuestos, la forma de decir nuestros compromisos con estas autoridades, y habla algo importante que para el contexto lo vamos a necesitar, es decir, dice en el verso 5, por tanto, es necesario someterse a las autoridades no sólo por razón del castigo, es decir, si tú te rebelas ante un policía, el policía te va a castigar o va a tomar medidas, pero no te rebeles a él no sólo porque te va a castigar, dice ahí, sino también por causa de la conciencia, y la idea de la conciencia es ¿Cómo ha puesto el argumento Pablo? ¿Quién le ha puesto ese policía? Es decir, al revelarte ese policía, te estás revelando con el que le ha puesto. Eso es decir, es Dios. Entonces, la conciencia apunta hacia Dios, la consecuencia apunta más horizontalmente en revelarte. Entonces, por causa de la conciencia, es decir, recuerda que ese policía está puesto por Dios. Y si te estás revelando, está siendo contra tu conciencia. Eso es importante por lo que vamos a ver en el contexto. y después viene diciendo paguen todo lo que debéis, el verso 7 dice pagad a todos lo que debáis al que impuesto, impuesto al que tributo, tributo y al que temor, temor al que honor, honor y después ahora va a entrar a este tema pero hay una línea que nosotros vamos a ver que esa línea se corta Y está diciendo, y de paso digo, aunque esto se tiene que explicar de una manera expositiva verso por verso, algo claro que aquí Dios nos está llamando a los cristianos, es que nosotros, como dice en la instrucción, estamos llamados a pagar todas nuestras deudas. Y digo esto porque, recordarán ustedes, el pastor Eduardo nos compartía alguna vez que cuando él prestó dinero, En nuestra cultura es muy normal que el que se presta dinero no está inquieto o agradecido por devolver el dinero. Está esperando que el que le ha prestado vaya y le cobre. ¿Sí? Recordarán eso que un día nos compartía Eduardo y un ejemplo bien práctico que pasó con él. Y eso es muy normal en nosotros. Somos muy rápidos para pedir dinero, en el caso del dinero, pero muy lentos. Esperamos que el otro tiene que buscarnos para cobrarnos. Más bien, al revés, deberíamos ser nosotros muy agradecidos y buscarle al que nos ha prestado. Pero acá digo esto porque nosotros encontramos textos en el Antiguo Testamento donde dice, el impío pide prestado pero no quiere pagar. Esa es una característica de un impío, no de un creyente. Es decir, ahora nosotros, y también quiero poner en contexto, que estos versículos no prohíben el prestarse en el caso de dinero. Muchos cristianos dicen, los cristianos no deben prestarse el dinero. Eso no es verdad. Y no hay fundamento ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento para decir eso. De hecho, si eso fuera verdad, este versículo 8 no tendría sentido porque está diciendo, no le debas nada a nadie. Pero si yo nunca me presto nada, entonces, ¿de qué le voy a deber? Entonces hay una contradicción. Sí podemos, pero hay un punto acá. No le debas nada a nadie y en el contexto está hablando acerca de tributos, impuestos. Y eso obviamente es un tema de conciencia, otra vez para nosotros, no por la consecuencia. Pago mis impuestos no porque me va a venir a cortar la luz y es que no pago. Pago mis impuestos porque... porque Dios... apuesto esas personas que administren y por conciencia a quien los ha puesto, yo pago el impuesto. No necesariamente por la consecuencia que me va a cortar la luz en el caso si es que no lo pago. Ahora entro en el versículo 8 y dice, no le debáis nada a nadie, general, ya todo. Y entra esta palabrita donde dice, si no. En otras versiones dice, pero. el amaros unos a otros. Y por eso este título dice la deuda del amor. En la introducción ustedes tienen, como cristianos estamos llamados a cancelar todas nuestras deudas. Sin embargo, entre todas las deudas que una persona pudo haber contraído, hay una que nunca puede ser pagada totalmente, la deuda del amor. Pero, a pesar de eso, seguirá siendo una deuda. ¿No? Porque uno puede escuchar, si nunca voy a pagar, ¿para qué lo intento ya, no? Si de eso nunca se va a pagar. A pesar de eso, seguirá siendo una deuda. Y eso es interesante acá porque dice pagar tributo, pagar impuesto, pagar honor, pagar respeto, pero el amor eso es lo único que puedes llegar a deber. Eso es decir, esta deuda nunca la vas a completar, pero sigue siendo deuda. Y eso es lo que me gustaría pensar con ustedes, en los devocionales que me tocó esta semana, en realidad no me tocó estos versos, sino el verso 11, donde dice, y hace todo esto conociendo el tiempo que ya es hora de despertarnos del sueño. Y lo que está diciendo estos versos es, hace todo esto con prontitud, Y yo estuve pensando en mi devotional, ¿hacer qué? Entonces, obviamente, tuve que ir al contexto y lo que está diciendo. Haced esto con prontitud. Y hermanos, algo que yo he visto característico, al menos en nuestra iglesia, es lo siguiente. Dios nos viene hablando de una manera en el tiempo presente, ¿sí? De una manera específica. Lo hace conmigo, creo que lo hace también con toda la iglesia. ¿Por qué digo esto? Porque a medida que vayamos pasando esto, Lo que Dios creo que quiere enseñarnos a través de estos textos es acerca de que tú vayas pensando con quiénes tú tienes esta deuda de manera más específica. Si bien vamos a ver en el contexto que esta deuda donde dice prójimo se refiere no sólo a creyentes sino a todos, pero Dios está llamando nuestra atención para personas específicas, para hacer cosas específicas en este tiempo, no para decir ah, ya he entendido. Dios quiere que a la medida que vayamos entendiendo o voy explicando tú vayas pensando en esa persona que hermanos es difícil de amar es difícil de amar y algo que notamos en esto No por nada dicen estos versos que el que ama ha cumplido la ley. Es decir, y lo repite varias veces, y obviamente está hablando de la ley moral. Ustedes saben que la ley en los diez mandamientos, los primeros cuatro mandamientos se refieren a la relación del creyente con Dios y el resto se refiere en la relación con nosotros. Y por eso tenemos dos tablas, la primera tabla y la segunda tabla de la ley moral de Moisés. Pero a medida que vayamos otra vez Viendo esto, nos vamos a dar cuenta la importancia que Pablo le da al amor. Eso quiere decir también para nosotros que en nuestros proyectos de vida, en nuestros planes, que tenemos muchas veces, el amor debe estar en medio de todo. Por eso Pablo no encuentra maneras, y esto no solo es poesía, de decir cuán importante es el amor. Yo estoy pensando como persona individual, que tengo una librería, que tengo una imprenta, que quiero hacer algo, y tengo proyectos, y tengo mi familia, y quiero mis hijos estos, pero en todos mis planes, Pablo dice, te estás olvidando del amor. Para tu proyecto de vida, el amor debe estar allí, porque es sumamente importante, y eso lo vamos a ver a medida que vamos viendo. Lo primero, entonces entramos en esto, dice, no debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros. Lo primero que ustedes tienen ahí en el boletín, si quieren ir anotando cosas, ahí, no sé si ustedes tienen un espacio ahí, sí, entonces pueden anotar y usar las hojitas que han recibido. Dice, lo primero que vamos a ver ahí es que somos deudores, somos deudores, ¿no? Y Pablo ya nos viene diciendo acá que no tenemos que deberle nada a nadie, pero en este caso está hablando específicamente del amor, Voy a ir en Romanos capítulo 1 verso 13. Pablo ya habló acerca de esta idea de que somos deudores. Romanos capítulo 1 verso 13 en adelante dice, por ejemplo, Y no quiero que ignoréis, hermanos, que con frecuencia he hecho planes para ir a visitaros, y hasta ahora me he visto impedido, a fin de obtener algún fruto también entre vosotros. Así, como entre los demás gentiles, es decir, los que no eran judíos. Tengo obligación tanto para con griegos como para con bárbaros, para con los sabios como para los ignorantes. En la Reina Valera dice, ante estos dos grupos, dice, soy Deudor. Así está en la Reina Valera, aquí dice tengo obligación. Dice en el verso 14, a griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Y una de las primeras cosas, esta palabra deudor es la misma palabra que nosotros estamos estudiando en el capítulo 13. Y puse eso de decir somos deudores para entender cuándo una persona es deudora. Por ejemplo, tú me prestas un dinero, yo soy ya tu deudor. Pablo está diciendo acá, yo soy deudor a griegos, a romanos, a los que son, dice ahí, a los que son sabios como a los ignorantes. Y la pregunta para entenderlo primero de nuestro primer punto es, somos deudores, ¿por qué somos deudores? ¿Por qué Pablo dice, tal vez entendiendo primero por qué lo dice de sí mismo, podemos entender nosotros? ¿Por qué Pablo dice que es deudor a griegos y a romanos? Estará diciendo Pablo, por ejemplo, y hay un comentarista que cita, que Pablo dijo esto y la razón fue porque Pablo es deudor, por así decir, de los griegos por el beneficio que sacó leyendo sus escritos y la sabiduría que pudo adquirir de ellos. Y Pablo les dice, yo soy deudor de ustedes. En cuanto a los romanos, por todo el beneficio legal por la ciudadanía que él había tenido, entonces Pablo les dice a los romanos, también soy deudor a ustedes. obviamente eso no es la razón por la que Pablo está diciendo soy deudor a ustedes. Pablo está diciendo soy deudor en este contexto porque desde el día que yo he llegado a ser cristiano siento que tengo algo que otras personas necesitan y eso me hace sentir que soy deudor de ellos. Otra forma, Cuando uno ve la necesidad de otros, siente que no tiene el derecho de privarlos del beneficio que nosotros hemos recibido. Y yo creo que esto, si eres creyente, es común a nosotros. ¿Qué quiero decir? Cuando tú tienes, por así decir, un problema interpersonal con una persona, un familiar, en el momento puede ser que que puedes pensar algunas cosas no correctas de esa persona. Pero después, si eres creyente, ¿sabes qué vas a sentir si esa persona no es creyente? Vas a pensar lo primero en que ella actúa o él actúa como actúa porque no conoce a Dios. Y yo no tengo ningún derecho de seguirme comportando como ella o como él. Porque yo también estaba en esa posición. Pero yo he recibido algo que él necesita. Entonces, en ese sentido, yo soy deudor de esa persona. deudor de esa persona. Y ese es el sentido que acá Pablo dice, yo soy deudor. Siento que todos quienes están sufriendo esta terrible enfermedad que se llama pecado, tienen un clamor hacia mí. Y como he dicho, esta experiencia no creo que es propia de Pablo, sino de todos los creyentes. Somos deudores no por lo que ellos nos han dado sino por lo que hemos recibido al conocer a Cristo y sabemos que ellos necesitan lo mismo. El comentarista Martin Lloyd-Jones del cual he podido entender mucho de este texto dice esto es como un hombre que tiene una terrible enfermedad y él era médico y ha pasado de consultorio en consultorio tratando de solucionarlo y nunca encontró una solución hasta que alguien le habló de un médico que podía curarlo Entonces acudió a ese médico y ese médico le dio la solución. Cuando él le contó su problema, cuando él le confesó su problema, entonces este médico le dio la medicina y le dijo que sabía cómo tratarlo. Este hombre tomó el medicamento y de inmediato su problema fue solucionado. Y ahora este hombre está caminando por las calles y ve por las veredas personas que tienen exactamente la misma enfermedad que él padecía. Y cuando los mira, lo único que siente es deuda con ellos. Soy deudor, necesitan lo que yo he recibido. Entonces, lo primero que nosotros vemos en nuestro punto ahí, en Romanos capítulo 13, es somos deudores. No siempre estamos conscientes de esto, hermanos. Aunque a veces sentimos eso hacia personas que no conocen a Dios, a veces prevalecen otra cosa antes que la necesidad que ellos tienen que nosotros también teníamos. Lo segundo que podemos ver en estos textos dice, no debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros. Y ese sino nos dice que esta deuda es perpetua. Esta deuda es perpetua, es decir, nunca vamos a llegar a la cabalidad de pagarla. Pablo dice que tenemos que pagar nuestras deudas, pero aquí nos encontramos con el sino, dando a entender que hay una deuda que no la completaremos a pagar. Algo que un comentarista decía, si bien este punto desde el punto de vista gramatical de su construcción es posible, es decir, se puede entender en las reglas gramaticales, no está mal, pero desde el punto de vista del contexto, está fuera de foco, porque venía diciendo, no le debas, paga, haz esto, y ahora dice, si no, dando, pareciendo dar una licencia, en esto no vas a lograrlo, esta va a ser la única deuda que va a quedar pendiente. Y noten algo en la parte gramatical. En la parte imperativa dice, no le debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros. Y eso en gramática se entiende, un imperativo frente a un indicativo. El imperativo es, es decir, la orden es, no le debas nada a nadie. Y el indicativo es, sino amaros unos a otros. Y dice este comentarista, la orden, es decir, el imperativo debe estar por encima del indicativo. Es decir, aunque esta deuda no se pueda pagar todavía sigue siendo, como dije al principio, una deuda. En otros comentarios se dice, pero hay algo respecto en lo cual nunca serás capaz de satisfacer la medida y esto es tu amor por los otros. Esta es la obligación perpetua. No le debas nada a nadie excepto el amar a otros. Entre todas las deudas que una persona pudo haber contraído, como decimos en la introducción, hay una que nunca será pagada totalmente, la deuda del amor. Y una de las razones fuertes por las que esta deuda no va a ser pagada es, encontramos en Juan capítulo 13, verso 34. Juan capítulo 13, verso 34 dice, Un mandamiento nuevo os doy, Jesús hablando, que os améis unos a otros como yo os he amado y que también os améis unos a otros. La medida que Dios pone para amar a otros es el amor que Él ha tenido por nosotros y nosotros hermanos nunca vamos a poder amar como Cristo nos ha amado a nosotros, nunca. Por eso acá dice paguen todo y la única cosa que no van a poder pagar a su totalidad, es el amor unos por otros. Porque ese tipo de amor, el estándar es el amor que Cristo ha tenido por nosotros. Y esa es otra de las razones por las que nosotros no vamos a llenar la medida. Es una deuda perpetua. Lo primero es que tenemos una deuda. Lo segundo es que esta deuda no la vamos a completar. Y lo tercero que tenemos ahí es que esta deuda es con nuestro prójimo, como repite ahí la palabra prójimo. porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley y más abajo en el verso 10 dice el amor no hace mal al prójimo y esa palabra prójimo en otras versiones está como por ejemplo en la Biblia de las Américas tiene una nota donde dice al otro al otro eso quiere decir no sólo a creyentes sino a no creyentes a todos Es decir, con todo aquel que te encuentres, tú estás en deuda, y esa deuda es del amor. Ustedes recuerdan esta pregunta cuando este hombre le preguntó a Jesucristo, ¿y quién es mi prójimo? ¿Recuerdan? Y de ahí salió la parábola del samaritano, que es también llamada. ¿Recuerdan? Estaban dos religiosos, había un hombre tirado, dos religiosos pasaron, lo ignoraron, y después pasó un samaritano, el cual los judíos los veían como Perros, eso es lo que la Biblia nos enseña. Pero este samaritano acudió a él, lo levantó, como se nos dice, e incluso puso su dinero de una persona que ni conocía. Ni conocía. Y Jesús les hace la pregunta, ¿Cuál de ellos crees que fue su prójimo? ¿No? Y ellos entendían obviamente que el samaritano al cual ellos no querían era el que era el prójimo. Y digo esto porque si hay algo que nos enseña esto es como dice esa frase, haz bien sin mirar a quién, pero mucho más a quien está en necesidad, a quien está en necesidad. Amen a su prójimo, porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley. Y ahora aquí, hermanos, quiero que nos demos cuenta de algunas cosas. Si nosotros no estamos atravesando por una situación en nuestras vidas donde hay personas con las que no tenemos buenas relaciones, y mucho de eso depende de nosotros, seguramente va a pasar. Va a pasar. Normalmente en la familia. Normalmente en la familia. Pero como he dicho ante esta pregunta, no es difícil de responder de quién es mi prójimo. Y Jesús va mucho más lejos en explicar quién es tu prójimo, a quién tienes que amar. En Mateo capítulo 5, verso 4, dice Jesús, ama a tus enemigos. Ama a tus enemigos y bendice a los que te maldicen. Hazles bien a los que te odian. Cuando uno piensa en un enemigo, no sé si te puedes hacer esa pregunta, yo me la hice. ¿Quién es mi enemigo? Es bien difícil ponerle un nombre a un enemigo porque en este tiempo no tenemos personas que nos han amenazado por así de muerte o algo así. ¿Cómo debemos entender esto? Y esto en el contexto de nosotros preguntarnos, ¿a quién debo amar? Y Jesús pone al extremo, va más allá y dice, tienes que amar incluso a tus enemigos. Y da ejemplos, aquellos que te aborrecen. Aquellos que realmente cuando te miran lo único que quieren es salir de ese lugar. aquellos que te ultrajan, aquellos que te persiguen. Y esto suena bien bonito, pero en la práctica es súper difícil, súper difícil. Por eso estaba diciendo que mientras vamos pensando, no sé tú, pero sólo ponte en el ejemplo de que tuviste una discusión con una persona que le has intentado hacer bien y te ha pagado mal. Qué difícil es seguirle hablando a esa persona. Y algo que tenemos que entender y más adelante lo vamos a ver un poquito, es que este mandamiento no es para incrédulos. Un impío no puede hacer lo que aquí se nos está pidiendo. Y tristemente a veces como cristianos nos queremos comportar como impíos. ¿Qué quiero decir con esto? En estas semanas yo he recibido esto exactamente lo que está acá y por eso creo que esto es primero para mí. Una persona a la que le hemos apoyado, le hemos... he recibido algo que era que me ha herido. Entonces cuando le veo a la persona yo actuamos automáticamente. Vemos a esa persona y yo quiero irme de ahí y ya no quiero hablar con esa persona. Pero ese comportamiento es un comportamiento de un impío. Pero aunque nosotros siendo creyentes muchas veces tenemos el querer comportarnos así, Dios viene y nos dice Por la obra de Cristo en tu vida, tú ya puedes comportarte de otra manera. Tú ya puedes mirar a esa persona e intentar, en dependencia del Espíritu Santo, hacerle bien a esa persona. Tú ya puedes. Con esto digo que si eso ha pasado alguna vez en tu vida, no quiero decir que no eres creyente. Es que por nuestra vieja naturaleza seguimos teniendo la tentación de tratar a los otros como nos han tratado a nosotros. Pero Dios es bueno con nosotros y viene y nos dice, no le hagas así, sino amale. Incluso yo a veces le estaba dando vueltas a esto. Amar también es decirle a esa persona que lo que me ha hecho no estaba bien. y decirle todas sus verdades, eso también es amor. Y en cierta manera sí, pero Dios en el largo del contexto me va mostrando que no es ese tipo de amor que está buscando. Habrá veces que amor será ir a una persona y exhortarle, eso es amor, sí. Pero en el caso particular, como el que yo comparto, donde una persona te hace daño y tú quieres tomar revancha o quieres decirle cuán mal te ha hecho, amor no es decirle eso porque estás buscando el bien de él o tú bien. es nuestro bien, no su bien. Entonces, ¿quién es mi prójimo? Ama, dice Cristo, a tus enemigos. Y como he dicho, esto es súper difícil. Si nosotros, siendo creyentes, tenemos tantos problemas para hacer eso, un impío no puede hacer esto. Y aunque parece que mucha gente no necesita a Dios ni a la iglesia y parece que el mundo se está amando sin Dios y sin la iglesia, vamos a ver más adelante que eso no es el amor verdadero. Eso es solo apariencia. Y algo que aprendí al estudiar estos textos es lo siguiente. Alguna vez, no sé si tú has sentido, pero yo sí lo he sentido, he sentido que tengo amigos en la universidad, o bueno, cuando estaba en la U y todavía son mis amigos, he sentido que gente que no conoce al Señor me ha amado más que gente que está dentro de la iglesia. Y he dicho, yo prefiero estar con gente afuera de la iglesia porque siento que me aman más que algunos hermanos en la iglesia. Según lo que estudié esta semana, dije, nunca más voy a decir eso, porque eso no es verdad, porque eso no es amor. Nadie me va a amar más que un creyente porque él sí entiende el amor, porque él ha recibido amor verdadero. Entonces, el resto es apariencia. Eso es apariencia. Entonces, si has pensado igual que yo, estamos equivocados. Estábamos equivocados. Ama a tus enemigos. Y como he dicho, esto no es posible hacer, hermanos, humanamente. Y aún siendo creyentes, cuesta mucho hacerlo. A no ser que se haga en dependencia del Espíritu Santo. En primera de Juan capítulo 4, verso 11 dice, Amados, si Dios nos ha amado, así debemos también nosotros amarnos unos a otros. Amados, si Dios nos ha amado, Así debemos también nosotros amarnos unos a otros. Otra vez vuelvo a mi experiencia, hermanos, y les comparto que me he dado cuenta que casi siempre con las personas que me han hecho algún daño no les he podido hacer bien. Y tal vez me he engañado muchas veces diciéndome a mí mismo que el bien para esa persona es mejor que yo me aleje de esa persona. Pero como vamos a ver más adelante acerca de cómo se debe pagar esta deuda, de lo que estamos hablando, otra vez estaba totalmente equivocado. Y solamente estoy buscando mi bien, porque se me ha herido a mí. El otro punto que nosotros tenemos ahí es que nuestra deuda es el cumplimiento de la ley. Y aunque en esto no quiero ser muy teológico, como he dicho, no se está refiriendo aquí a que el que ama ya ha cumplido la ley. Y esa es una forma de ser justificado, porque la Biblia dice que hay dos maneras de ser justificados delante de Dios. El que cumple la ley de manera perfecta, o el que se acoge al que sí cumplió la ley, que es Cristo. Entonces, aquí dice, y esto no es sólo por la importancia, sino que es verdad, el que ama ha cumplido la ley. Y como he dicho hace rato, sólo hay una manera de que podemos entender el amor al prójimo. Y es teniendo, dice un autor, una correcta visión de nosotros mismos, de cómo nos amamos a nosotros mismos. Y esto no es posible conocer hasta que estás en la presencia de Dios. Sólo un creyente que ha conocido al Señor, entiende su verdadera condición, entiende lo egoísta que es, y sólo esa persona, como he dicho hace rato, puede amar a Dios. Pero un impío no puede amar verdaderamente a una persona, no puede. Por más de todo lo que digamos o veamos, no es un amor verdadero. Y eso es lo que aquí está enseñando. Esto nos está enseñando, como he dicho, que decirle a un no creyente, por ejemplo, ama a tu prójimo como a ti mismo, ¿cómo lo va a entender él? Él va a decir, yo no puedo dar lo que no tengo. Entonces, para amarle a él, primero me tengo que amar a mí mismo. Entonces, voy a trabajar en el amor a mí mismo y después le voy a amar, si es que me queda tiempo. ¿No? Pero un creyente, uno que entiende su condición de Dios, dice, ama a tu prójimo como a ti mismo. Nosotros sabemos que si hay algo que sabemos hacer bien antes de conocer a Cristo y después, es pensar en nosotros mismos. Y ahora, esto está mostrando, por eso, que sólo creyentes pueden hacer esto. Sólo creyentes pueden amar a su prójimo. Como he dicho, hay gente que dice, no necesito doctrina ni tu iglesia, yo soy un hombre práctico y lo único que me interesa es cómo debo amar a mi prójimo. Y se han escrito, hermanos, canciones en multitud, en cantidad, mejor dicho, acerca de cómo sólo debemos crear un mejor mundo sin Dios, sin la iglesia, amándonos unos a otros. Pero eso no es posible, hermanos. No es posible porque Dios quiso que lo hagamos de esta manera, primero conociéndole, y solo eso es posible dentro de una esfera de sus hijos. Ahora yo empecé diciendo que Agustín decía esa frase, ama y haz lo que quieras. Me pareció chistoso, ¿no? Porque ama y haz lo que te dé la gana. Solo ama y haz lo que quieras. Y cuando uno estudia acerca de lo que es el amor verdadero, entonces ese lo que quiera se entiende. En las palabras donde encontré esta cita dice, Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corrigirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos. La medida del amor es el amor sin medida. Cuando nosotros leemos 1 Corintios, voy a pasar ahí un momento, en 1 Corintios capítulo 13, este famoso capítulo que habla del amor, hay una palabra que se repite que tal vez también pudo estar pensando Agustín. 1 Corintios capítulo 13, Dice, el amor es, desde el verso 4, el amor es paciente, es bondadoso, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no es arrogante, no se porte indocorosamente, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido, no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Y ahí la palabra que se repite es todo, todo, todo, todo. Lo que Pablo está diciendo es como dice aquí Agustín, la medida del amor es el amor sin medidas. Es decir, Pablo está rompiendo los límites del amor. No hay límite. Nunca nos vamos a equivocar en amar de más. Nunca. Porque el amor llega hasta el todo. Encontré esta cita de William Hendrickson acerca de esto. Hendrickson dice, nosotros estamos viendo en Romanos donde dice y después pasa a decir, el verso 9 en el capítulo 13 de Romanos dice, porque esto, no cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no codiciarás y cualquier otro mandamiento en estas palabras se resume, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Al respecto Hendrickson dice, Este mandamiento, aunque es, aunque aquí encontramos la segunda tabla y no son todos, son algunos y no de manera ordenada y todos en manera negativa, lo que en realidad son, son mandamientos en manera positiva, dice Hendricks, y lo explica de esta manera. Amarás, por ello no cometerás adulterio, sino que preservarás el carácter santo del matrimonio. Amarás, por ello no matarás, sino que ayudarás a tu prójimo a mantenerse vivo y bien. Amarás, por ello no robarás nada que pertenezca a tu prójimo, sino más bien protegerás sus posesiones. Amarás y como resultado no codiciarás lo que le pertenece a tu prójimo, sino que te alegrarás de que sea de él. Por eso digo, cuando pienso en esto, esto es un amor sobrenatural. Esto no es un amor que puedes encontrar en un no creyente. ¿Cuántos de nosotros cuando hemos visto el progreso económico, material de otro hermano, nos hemos deseado tener lo mismo que él y no nos hemos alegrado porque él lo tiene? Eso no es posible para un no creyente. Pero el creyente ya puede decir, qué bien que eso es tuyo. Y no lo decimos de boca para afuera. Podemos en dependencia de Dios. Por eso digo que este amor es un amor de un creyente. Amarás y como resultado no codiciarás lo que le pertenece a tu profesor, sino que te alegrarás de que sea de él. El amor es el cumplimiento de la ley. Porque amamos a Dios, queremos obedecer sus mandamientos. Y algo que también estaba aprendiendo en este estudio es que El mundo que no conoce a Dios, en este tiempo pone el amor en contra de la ley. El amor en contra de la ley. Eso quiere decir, yo quiero amor, yo no quiero ley. La ley me habla de restricciones, límites. El amor me habla de libertad. Pero Dios no ve así. Y no son opuestos en la mente de Dios. De hecho, el amor es el complemento de la ley. Porque si no, nosotros obedeceríamos a Dios de una manera mecánica. Y Dios dice, no, obedece esto como dice en Corintios, si reparto todos mis bienes para los pobres, pero no tengo amor, es en vano. El amor es el complemento de la ley, no su opuesto. Y por último, en el último punto, dice lo que el pago de nuestra deuda es. Lo que el pago de nuestra deuda es. Dice en los versos más abajo, el amor, en el verso 10, en Romanos 13, el amor no hace mal al prójimo. El amor no hace mal al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. El amor no hace mal al prójimo. En el campo de la gramática, esto se llama litotes. Y esto quiere decir que una expresión negativa significa que es una implicación afirmativa fuerte. Voy a dar un ejemplo para esto. Por ejemplo, cuando nosotros decimos, ese no es ningún tonto, lo que realmente estamos diciendo es muy astuto. Es muy astuto. Entonces, lo que aquí dice, de la misma manera, el amor no daña al prójimo, eso quiere decir el amor beneficia grandemente al prójimo, grandemente. Santiago en su carta dice que la fe sin obras está muerta. De la misma manera, el amor, y escuchen bien esta cita de un autor, el amor sin la manifestación de amor está igualmente muerto. Porque el amor no solo es un sentimiento, sino es lo más práctico y la cosa más activa en el mundo. El amor sin la manifestación de amor es muerto. O sea, decirle a una persona que le amas y no haces cosas prácticas para demostrar su amor, es decir, tengo fe pero no tengo obras. Muerto. Y digo esto otra vez, en el sentido de que hay una persona que nos ha hecho daño, que nos está costando amar, y aquí dice, ámala. Entonces dice Jaime, haz cosas prácticas para ella. Ni hablarle puedo, Dios, ¿qué voy a hacer? ¿Cómo empiezo si ni siquiera puedo? Acercarme a su puerta. No, el amor es lo más práctico. Decir que le vas a amar pero no hacer nada, te estás engañando. Tienes que hacer algo y hacerle bien. Y nosotros sabemos, le estaba diciendo esta mañana a mi hijo, que la Biblia para la palabra amor en el griego tiene tres palabras, como sabemos, o creo que hay una más, si es que no lo recuerdo, pero al menos estas tres se manejan, eros, filios y agape. Y nosotros sabemos que el eros es un amor más erótico, de ahí la palabra erótico, filio, más filial, más amistoso, y el agape, nosotros sabemos que es el amor incondicional. Y ese es el amor de Dios para nosotros, es decir, nos amó no esperando nada de nosotros. Entonces, aquí cuando dice, ama a tu prójimo, aún en la palabra y su significado, por eso digo que el impío no puede tener este tipo de amor, porque él no entiende este amor. El impío te da algo esperando recibir algo, pero nos está llamando Dios a decir, ama a tu prójimo, sin esperar nada a cambio. ¿Y recuerdan ese verso antes? no por la consecuencia o la retribución, sino por Él, por la conciencia. Y conciencia de que, del que te está pidiendo que le ames. Te amo, no necesariamente porque tú mereces mi amor, sino porque amo a Dios y Él me ha dicho que te amo. Por temas de conciencia. Y sigo en este punto para ser más práctico acerca de cómo vamos a hacer esto. Porque mientras estoy enseñando esto, Yo voy a acabar de enseñar esto y ya me toca hacer esto. Y preferiría no haberme encontrado con esto porque me está incomodando. Me está haciendo hacer cosas que yo no quiero hacer. Pero yo creo que Dios, porque me ama, me está diciendo, ya no te comportes como antes. Siempre te han hecho daño y has escapado o has justificado tus acciones. Hoy quiero que muestres amor. Y un amor práctico, tangible, Como he dicho, antes de venir a predicar acá estaba pensando más que todo en mi propia familia y la manera en cómo nos hemos criado creo todos. Piensa en la última vez que un familiar te ha hecho daño y cómo tú has respondido. Tal vez ha sido esta semana o una persona en el trabajo o en cualquier lugar. Normalmente todos sabemos, eso se espera, que la persona que ha sido ofendida se ponga como víctima y diga hasta que me venga a pedir perdón. Pero lo que se está pidiendo aquí es que obremos de una manera contraria. Otra vez hermanos quiero recalcar esto. Esto no anula el hecho de que muchas veces amar es ir y tratar de una manera dura, exhortar al hermano o a una persona y decirle lo que has hecho está mal. No estoy diciendo aquí que eso anula eso y que siempre tenemos que ir y humillarnos delante de la persona que nos hace mal, no. Pero en este caso específico, lo que Dios está diciendo es no tomes en cuenta esa falta y actúa como si no lo hubieras recibido, hazle bien. Habrá algunas veces cuando hacerle bien a esa persona será ir y decirle lo que ha pasado y decirle lo que has hecho está mal y eso también es amor. Pero en este caso específico Dios está hablando porque yo estaba yendo por ese otro lado. Amor a esta persona es decirle esto, pero Dios me ha dicho no. Lo que yo quiero en este caso específico es que hagas así, hazle bien, hazle bien. Y por eso quiero seguir en esto. ¿Y cómo le hacemos bien? No esperes nada a cambio, no te va a responder bien, ni te va a querer mirar, pero tú sigue intentando, tú sigue intentando. Y ahí decía en Filipenses capítulo 2, Una cosa que debemos pensar, ya yendo terminando, dice, nada hagáis por contiendo por vanagloria, antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo, no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Vuelvo otra vez a mi experiencia. Esta semana tuve la pregunta, y Edward predicó el día domingo acerca de la sabiduría. ¿Cómo puedo saber cuál es la manera de amarle? Ya entendí que tengo que amarle. Ahora me estaba poniendo a pensar, ¿cómo le debo amar? ¿Exhortándole? ¿Acercándome? Y lo que estoy diciendo es, Dios que no se equivoca, y que es infinitamente sabio, está dando una dirección. Y tal vez aquí hay una persona que está, o que ha pasado, o que va a pasar, o que está pasando la misma situación que yo. Y lo que está diciendo Dios es, humíllate, no busques tu bien, busque a esa persona y hazle bien. Y eso requiere no solo ir a pararte a tu puerta y decir, ¿y ahora qué hago? Requiere planificación. ¿Cómo le puedo hacer bien a esta persona? No mires por lo suyo, por ti. ¿Y saben? ¿Quién sabe si al final yo me encuentro con una respuesta? Tal vez si esa persona no es creyente, de que Dios use esa situación para llevarlo a los pies de Cristo. Y siempre Dios tiene la razón. Siempre Dios sabe lo que hace. Y en conclusión, quiero decir, es precisamente el amor producido por el Espíritu que es lo suficientemente poderoso para hacer que una persona quite obstáculos y ame a su prójimo aunque esa persona no sea agradable. Y eso es lo que estoy diciendo y lo resumo ya de este autor. Es precisamente el amor producido por el espíritu, es decir, yo siento que no puedo hermanos, pero aquí dice que si eres creyente, Es como, venía diciendo Pablo, paga tus deudas, paga tributo, paga esto, paga esto. Cuando tú no sabes cómo pagar un impuesto en la alcaldía, ¿sabes qué haces? Preguntas. ¿Dónde es la ventanilla? ¿Cómo puedo pagar esto? Pero entonces, si no sabes cómo pagar esto, entonces pregúntale a Dios. Pregúntale a Dios o dile, no puedo, no encuentro la manera de hacerlo. Y Dios dice acá, si eres creyente, entonces tienes mi espíritu. Y de hecho, en Gálatas dice que el fruto del espíritu en la lista que encabeza, amor. entonces yo puedo ir a Dios y decir no quiero y siento que no puedo y Dios me va a ayudar pero si tú me ayudas y obras por medio de tu espíritu y me haces hacer cosas que no estoy acostumbrado a hacer y no quiero hacer yo voy a ir pero algo tiene que pasar por eso digo otra vez que un impío no puede hacer esto y es normal esperar que un impío le hagan algo y se resienta y no le hable por días o por años pero no nosotros y Dios tiene misericordia de nosotros para decir ya no se comporten de esa manera Y algo que me llamó mucho la atención está en Juan, capítulo 13, verso 34, y con este texto vamos a terminar. Juan 13, verso 34. Vamos ahí por un momento. Juan 13, verso 34. dice desde el 31 entonces cuando salió Jesús dijo ahora es glorificado el hijo del hombre y Dios es glorificado en él y si Dios es glorificado en él Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará enseguida. Hijitos estaré con vosotros un poco más de tiempo me buscaréis como dije a los judíos ahora también os digo a vosotros a donde yo voy vosotros no podéis ir y miren esto Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros, que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. Y la importancia de estos versículos es porque en el momento en el que Cristo lo dice, está yendo rumbo a la cruz, está en la tristeza más grande y les dice aménse como yo los he amado. Es decir, Dios dice, yo he vencido al mundo, y porque yo he vencido al mundo, ustedes también van a poder vencer al mundo. Es decir, yo en medio de mi obstáculo, de mi cruz, te puedo decir, ama a tu prójimo. Entonces tú, en medio de tu obstáculo, también puedes amar. Solamente necesitas ser creyente y tener la dependencia del Espíritu Santo. Hermanos, Esto tiene que ver más entre creyentes, obviamente, porque nosotros tenemos muchas más razones para amar a nuestros hermanos porque compartimos cosas, tenemos el mismo destino, luchamos con el mismo enemigo, pero en este caso, como he dicho, este mandamiento no sólo se limita a la iglesia, sino fuera de la iglesia. Y como he dicho, yo no estoy tan seguro de poder hacer todo esto. Pero lo que sí estoy seguro es que puedo ir y pedirle ayuda porque Él está ofreciendo ayuda acá. Está diciendo, el mismo que nos está pidiendo, no se comporten de esa manera, nos está diciendo, yo les puedo dar la capacidad para que amen a pesar de esto. Entonces yo no estoy seguro ni quiero hacer esto. Pero Dios dice, yo te ayudo. Porque yo también estoy en una situación difícil y a pesar de eso yo los he amado. Y otra cosa que olvidé decir, Cuando Cristo dice, amen a sus enemigos. Si Cristo nunca hubiera amado a sus enemigos, no hubiera habido ningún cristiano, ningún cristiano. Porque dice la Biblia que nos amó cuando, cuando éramos sus enemigos. Si Cristo no hubiera amado a sus enemigos, no habría habido ningún cristiano. Y por eso digo otra vez, tal vez ese es el camino para que esa persona a la cual le debes amor, que no conoce al Señor, llegue al Señor. porque puede ver algo que normalmente en una sociedad no está acostumbrada a ver. Hiere a una persona, esa persona se aparta de él. Hiere a otra persona, esa persona le devuelve con mal. Pero hiere a un creyente y el creyente le devuelve bien, le devuelve bien. Y esa puede ser la llave para decir que tú tienes, que yo no tengo. Voy a orar para terminar. Señor, gracias por tu palabra. Señor, ayúdanos a vivir de esta manera. Seguramente aquí hay personas también que entre relaciones personales han sido ofendidos o han ofendido. Señor, nos estás pidiendo que obremos bien, que amemos. Y ciertamente a veces no queremos hacerlo. Mucho más si hemos sido nosotros los que se ha dañado, Señor. Pero tú nos has amado a nosotros cuando éramos tus enemigos y nos estás dando ejemplo para eso, Señor. Señor, ayúdanos. Ayúdanos y no que no lo dejemos en una enseñanza o en algo que escucharon nuestros oídos. Danos un corazón para actuar, Señor. Que realmente nosotros podamos alegrarnos de que no solo hemos recibido tu palabra, sino que también la hemos llevado por tu gracia y tu ayuda a la práctica. Y también te pido por personas acá, que tal vez nunca hagan esto, que tal vez nunca han hecho esto, que eso sea una evidencia para ellos de que no te conocen porque no tienen la capacidad para hacerlo. Señor, ten misericordia también de personas que están acá y ayúdales a entender por medio de esto, Señor, que te necesitan, que para amar primero necesitan humillarse delante de ti, Señor. Gracias, Señor, por tu palabra. y bendícelas en nuestros corazones, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
La deuda del amor
Series Varios
Escrituras tomadas de:
La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Y
REINA-VALERA 1960 (SPANISH), Santa Biblia, Reina-Valera Revisión de 1960 (RVR60), © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Sermon ID | 33023192013247 |
Duration | 55:41 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Romans 13:8-10 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.