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Así que Isaías capítulo cuarenta y tres esta mañana. Isaías cuarenta y tres versículos once a veintiocho. Y vamos a estar viendo, ¿no? El tema. Yo soy salvador. Para mí alabanza. Yahweh Dios está diciendo que él es el único Dios verdadero y él es salvador y él es el que recibe la alabanza que merece. Lo que vamos a estar viendo esta mañana es que el único Dios verdadero, quien es Yahweh Dios, el Yo Soy, el que existe por sí mismo, por su propia potestad, salva, libera, redime y borra las transgresiones de su pueblo. ¿Y por qué hace todo eso? Hace todo para la exaltación y la alabanza de su gran nombre. Voy a estar dando lectura al pasaje de esta mañana y vamos a comenzar con versículo 10. Pero al leer el pasaje, deseo que ustedes se concentren con una pregunta específica a lo largo del pasaje que estoy leyendo. ¿Quién es el enfoque principal de este pasaje y de la salvación que lleva a cabo Yahweh Dios? ¿Quién es el enfoque principal? ¿Es Dios o es el ser humano? Así que vamos a dar lectura, Isaías 43, de 10 en adelante. Dice así la palabra de Dios. Vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y mi siervo a quien he escogido para que me conozcáis y creáis en mí y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Yo soy Yahweh, fuera de mí no hay salvador. Yo soy el que he anunciado, he salvado, lo he proclamado, y no hay entre vosotros Dios extraño. Vosotros pues sois mis testigos, declara Yahweh, y yo soy Dios. Aún desde la eternidad yo soy, y no hay quien libre de mi mano. Yo actúo, ¿Y quién revocará? Así dice Yahweh, vuestro Redentor, el Santo de Israel. Por vuestra causa envié a Babilonia e hice descender como fugitivos a todos ellos, es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban. Yo soy Yahweh, vuestro Santo, el Creador de Israel, vuestro Rey. Así dice Yahweh que abre camino en el desierto, en el mar y sendero, en las aguas impetuosas. El que hace salir carro y caballo, ejército y fuerza, a una se echarán y no se levantarán, como pabilo han sido apagados y extinguidos. No recordéis las cosas anteriores, ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo. Ahora acontece. ¿No lo percibís? Aún en los desiertos haré camino y ríos en el yermo. Me glorificarán las bestias del campo, los chacales y los avestuces, porque he puesto aguas en los desiertos y ríos en el yermo, para dar de beber a mi pueblo escogido. El pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza. Pero no me has invocado, Jacob, sino que te has cansado de mí, Israel. No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas, ni te he cansado exigiendo incienso. No me has comprado con dinero caña aromática, ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado. Por el contrario, me has abrumado con tus pecados. Me has cansado con tus iniquidades. Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados. ¡Hazme recordar! Discutamos juntos nuestro caso. ¡Habla tú para justificarte! Tu primer padre pecó. Sus voceros prevaricaron contra mí. Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario y entregaré a Jacob al anatema y a Israel a lo propio. Así dice la palabra de Dios. Espero que hayan prestado atención a la lectura y también a la pregunta que les hice antes. ¿Cuál es la respuesta? ¿Quién es el enfoque de la salvación que Dios lleva a cabo? Espero que les sea obvio. El enfoque es Yahweh Dios mismo. Él es el enfoque de lo que Él salva. De hecho, la razón más importante por la cual Dios actúa es para el renombre de su propia gloria. Hay muchos cristianos y hasta predicadores hoy en día que tienen un enfoque equivocado en la de la salvación y la razón por aquella. Tienen un enfoque, por decir muy humanista, muy egoísta. En mucho de la evangelización que se realiza, ¿quién es el enfoque? Muchas veces es el ser humano. Comparten el evangelio como, bueno, tú no quieres ir al infierno. Tú quieres solucionar tus problemas familiares. Tú quieres paz. Y después, de que la persona, tal vez, reciba a Cristo, acepta a Cristo, el enfoque sigue lo mismo. Mi destino es cambiado. Yo voy a tener una vida mejor. Mira mis privilegios como el hijo del rey soberano. Aunque todo lo que acabo de decir, si es verdad, ¿qué es el enfoque? Eso es a lo que me refiero. El enfoque debe ser Dios y Él mismo. Dios sí nos da muchas cosas en la reconciliación que tenemos con Cristo. nos da el perdón de pecado, otro destino, paz con él. Pero en sí, todo eso es para que nosotros vivamos para la alabanza de su gloria. Y una parte importante en el Evangelio es el llamado al arrepentimiento. Y el arrepentimiento tiene que ver con volver de sí mismo a Dios. Así que, naturalmente, nosotros pensamos en quién? Nosotros mismos. El Evangelio es un llamado devolver de ese pensamiento egoísta a pensar y enfocarnos en Dios mismo. El enfoque bíblico es Yahweh Dios, su alabanza, su renombre. Es que Él reciba lo que a Él merece. Y estoy resaltando esa verdad bíblica porque a lo largo del pasaje de esta mañana sí vamos a estar viendo la rebelión enata del ser humano. En el Antiguo Testamento los judíos tenían muchos privilegios como el pueblo de Dios y una relación, podían disfrutar de una relación única y especial con Yahweh Dios, que las otras naciones no podían o no tenían. Pero una y otra vez, ¿qué es lo que vemos? Vemos que ellos eran contrarios a Dios. El ser humano no ha cambiado nada. Cada uno de nosotros, en nosotros mismos, es igual. Hasta que Dios toma la iniciativa en restaurar la relación quebrantada. Así que con esa introducción, vamos a ver la primera parte, que dice, yo soy Salvador. Yo soy Salvador. Y con eso vamos a estar viendo los versículos 11 a 20. Si vemos el versículo 11, ¿qué dice ahí en la primera parte? Dice, yo, yo soy Yahweh. Y fuera de mí no hay Salvador. Y quiero solo repetir, en la Biblia de las Américas tiene la palabra Señor en mayúsculas cuando se refiere al nombre de Dios. En la Reina Valera tiene Jehová. lo cual también es el nombre de Dios. Así que el nombre más preciso en su pronunciación es Yahweh, como la canción que hemos estado cantando. Así que aquí dice, yo soy Yahweh y fuera de mí no hay Salvador. Bueno, se puede generar varias preguntas, pero uno es la aseveración que está haciendo Dios ahí. ¿Realmente es verídica? ¿No existe ningún otro que puede salvar? Dice, fuera de mí no hay, no existe salvador. ¿Cómo es que Yahweh Dios puede decir que es el único en poder salvar? ¿Les parece un poco egoísta? no es muy egoísta. Y vamos a ver las respuestas. Este versículo y los versículos que siguen hacen referencia a la salvación que Yahweh Dios realizó a favor de su pueblo cuando lo sacó de la tierra de Egipto. Y tanto en este pasaje como en la historia de Éxodos, hay un énfasis. ¿Dónde está el énfasis? Cuando Dios manda a Moisés a salvar a su pueblo, en Éxodos 3, no vamos a leer el pasaje, pero ustedes pueden anotar si en 14 y 15, habla del nombre de Dios. Dios se da a conocer por medio de su nombre a Moisés. Y lo hace o lo hizo en ese entonces para dar a conocer quién es Él y que realmente Él es el único que puede salvar. En versículo 12 de Isaías 43 dice, yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado. Versículo 13 también, aún desde la eternidad yo soy. No hay quien libre de mi mano. Yo actúo y quien lo revocará. Eso es el veredicto final. Quien, en todo ese pasaje, en cuanto a quien es el salvador, quien tiene el poder, quien puede realizar lo que el quiere. Al sacar toda la evidencia, al sacar todo lo que podemos saber, En toda la historia, y apuntando primero en esta historia de Éxodo, ¿quién se manifestó como el Salvador? Yahweh Dios. Yahweh se dio a conocer a Moisés por su nombre en ese entonces. El pasaje que estamos viendo hoy también tiene ese enfoque en cuanto a quién es el Salvador. Es Él, yo soy, Él que existe por sí mismo. En Éxodo 12, versículo 12, voy a leer este versículo. Éxodo 12, versículo 12, Yahweh proclama lo que iba a hacer y cómo iba a salvar a su pueblo. Y Él dice, eso es al final de las plagas, Y dice, porque esta noche pasaré por la tierra de Egipto y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Y, y esa es la parte importante, ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto, yo, Yahweh. Y si leemos ese pasaje, si leemos el pasaje que estamos viendo con el énfasis bíblico, es decir, en el nombre de Dios, Dios está diciendo, yo soy Yahweh, no hay otro. Todos los dioses falsos de los egipcios, ellos tienen sus dioses. ¿Tienen sus dioses? Al comienzo de esta historia, Faraón dice, no conozco a Yahweh, no voy a dejar salir al pueblo. Pero Yahweh Dios se da a conocer que Él es salvador. Y la pregunta en esta historia es, ¿los dioses de los egipcios podían liberar ¿O podían, por decir, mantener cautivos a los israelitas? ¿Y, por otro lado, liberar a los egipcios de las plagas? No, no tenían poder. Yahweh Dios ejecutó su juicio contra los egipcios. Y, por otro lado, salvó a su pueblo. Yahweh es quien salva definitivamente. Hemos estado viendo las dos partes ya de lo que dice en versículo 13 de Isaías 43, perdón, otra vez, versículo 13. Dice, no hay quien libre de mi mano. Y en esta historia, los dioses de los egipcios no podían librar a su pueblo de su mano. No existe nada, ni nadie, ni otro dios, ni otra fuerza, persona, lo que sea, gobierno, que puede librar de la mano de Dios. Al ejecutar su juicio, su voluntad, no hay ninguno que lo detenga. Y eso también quiere decir, Dios no tiene que rendir cuentas a nadie. Él es el Yo Soy, el Salvador. Continuando en Isaías 43, versículo 14, dice, así dice, Yahweh, vuestro Redentor, Yahweh, vuestro Redentor, Yahweh Dios redimió a su pueblo de Egipto. Y dice anteriormente en versículo 3 de ese mismo capítulo, 43, hace referencia al precio de esa redención, que fue Egipto, Cus y Sebas, y En esa historia, Dios salvó a su pueblo y los redimió de la esclavitud para llevarlos a la tierra prometida. Y después versículo 14 continúa con lo que Yahweh Dios tiene planificado para los Babilonios. Babilonios que en ese entonces ese pasaje en Isaías recuerdan está apuntando al exilio en Babilonia. Así que Dios ya está diciendo mira lo que voy a hacer con los Babilonios es semejante a lo que he hecho con los egipcios. ¿Y qué dice en ese versículo al final? Por vuestra causa envié a Babilonia e hice descender como fugitivos a todos ellos, es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban. ¿No? Los babilonios, ya que eran los conquistadores, ya iban a ser fugitivos. Y Dios iba a ejecutar su juicio también contra ellos. Los versículos 16 y 17 son un recuento de lo que Dios ya había hecho contra los egipcios en ese juicio y también cuando Dios los llevó por el mar y las aguas que habían ahogado a los egipcios con su poder. Yahweh es el que salva y el que juzga. Salvó a su pueblo abriendo camino en el mar y juzgó a los egipcios cerrando ese mismo camino. Los egipcios, ese rey poderoso en ese tiempo con todo su ejército, ¿qué podía hacer frente a Dios? Nada. Y en estos días, ¿no? Aún en el país aquí hay cosas que están pasando con el gobierno. Nosotros, ¿quién es nuestro salvador? No es el gobierno. No es ningún movimiento político. Es Dios. Dios es nuestro salvador. Y Él es el soberano rey, sobre todo lo que pasa. Aún cuando las circunstancias están en contra de nosotros aquí en la tierra, realmente Vamos a estar viendo la salvación final y verdadera de Dios en todo. Y Dios tiene poder tanto aquí como en la eternidad. Versículos 18 a 20, Isaías 43. No recordaréis o recordéis las cosas anteriores. ni consideréis las cosas del pasado. Y aquí hago algo nuevo. Ahora acontece. ¿No lo percibes? ¿Percibís? Aún en los desiertos haré caminos y ríos en el yermo. Ahí está 19. ¿Qué está diciendo? Está diciendo, mira, voy a hacer algo nuevo. Los israelitas, después del éxodo, ¿qué era el punto de referencia? Ese era el éxodo, ¿no ve? La Pascua, todo lo que Dios había hecho. Y eso era correcto para que ellos recordaran. Pero en ese entonces, también Dios les está animando, mira. Está bien pensar en lo pasado, pero a la vez, hay que estar expectante de lo que Dios, lo que Él iba a hacer en la situación actual en la cual se encontraban los israelitas. En ese contexto, Él está llamando a los israelitas a anticipar su obra de salvación también de los babilonios. Pero en esos versículos, lo que vamos a estar viendo en los próximos, no sólo es una obra de salvar de los babilonios, más bien está apuntando a lo que va a decir en los versículos más adelante, de borrar las transgresiones de su pueblo. Y antes de continuar con el próximo punto, quiero reflexionar en dos verdades muy importantes que en estos pasajes y de lo que debemos estar reflexionando. La primera verdad tiene que ver con lo siguiente. ¿De quién es salvador? Cuando habla aquí de que Yahweh es salvador. ¿De él nadie se salva? ¿De quién es salvador? ¿Es salvador sólo de los judíos? No. Por ejemplo, en Isaías 42, versículo 1, Dice, he aquí, mi sierva, quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace. He puesto mi espíritu sobre él. Él traerá justicia a las naciones. Versículo 6 de ese mismo capítulo. Yo soy Yahweh. En justicia te he llamado. Te sostendré por la mano y por ti velaré. Te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, de la prisión a los que moran en tiniebla. En ese pasaje, el siervo a quien se refiere es el Mesías, Jesucristo. Él es quien traería justicia a las naciones y ya ha traído esa justicia. Él fue puesto como luz, no solo para judíos, sino también para las naciones. En el Antiguo Testamento también, Yahweh Dios salvaba a todos los que confiaban en Él. Y hay varios ejemplos de eso que uno puede ver, no solo para los judíos, pero si había una persona pagana que volvía de su paganismo y confiaba en Yahweh Dios también. Estaba incluido dentro del pueblo y recibía la salvación. Más adelante en Isaías, Isaías 45, versículo 22, dice, Volveos a mí y sed salvos. Isaías 45, 22. Volveos a mí y sed salvos. Todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay ningún otro. Volveos a mí y sed salvos. ¿Quién? Todos los términos de la tierra. Este versículo es explícito en cuanto a quien es salvador. Yahweh Dios es el único salvador verdadero. ¿Quién debe buscar esa salvación? Todos los términos de la tierra, es decir, toda la humanidad. Está invitado a Él para ser salvo. La salvación de Dios es para todos los que vienen a Él para recibirla. Él es el único salvador quien salva sin fallar. Así que, ¿para quién o de quién es salvador? De judíos y gentiles. No sólo los judíos. Para todo el que llega a Él. La segunda verdad tiene que ver con el énfasis del pasaje, el nombre yo soy. En varios versículos de este contexto, enfatiza el nombre de Dios. ¿Qué es el énfasis del nombre de Dios? Es su naturaleza única. Yahweh Dios es el único Dios verdadero, quien existe por su propia potestad. No depende de nada de la creación para seguir existiendo. Él es autoexistente. Así que la pregunta es, ¿podría existir otro dios, otra potencia que le pudiera derribar? No. ¿Cuál parte de la creación realmente puede oponer y vencer al creador? ¿Cuál dios, falso, un cual ídolo, puede decir, yo soy? ¿Cuál Dios, otra vez, o cuál Hidro puede ser? Yo, yo soy, él, yo soy. Como Dios dice, Yahweh dice, yo soy el que soy. Ninguno. ¿Cuál Dios falso puede decir, yo existo por mí mismo? Cada persona, cada Dios falso, no tiene ninguna potestad enata. Sólo Yahweh Dios es el Todopoderoso, quien crea y hace todo lo que Él decide hacer. Por eso, cuando Él está diciendo, fuera de mí no hay salvador, no hay quien libre de mi mano, yo actúo y quien lo revocará, cuando Él dice esas cosas y hace esas exageraciones, Están fundamentados en algo muy importante. ¿En qué? ¿En quién él es? No está poniéndose al lado de un gobernador, otro dios. No, él está diciendo, yo soy el que soy. Yo soy el único dios. Por eso, yo soy el salvador y yo puedo salvar. Y si el yo soy, el que existe por su propia potestad, decide realizar algo, lo realizará. Nadie lo va a detener. Ninguno puede frustrar el plan y la determinación de Yahweh Dios de salvar. Él es soberano en salvar a su pueblo. De nuestro lugar en la historia humana podemos ver en estos versículos la anticipación de la venida de Jesucristo como Salvador. La vida y la obra de Salvador Jesucristo es el centro de toda la humanidad, de la historia de la humanidad. En ese, todo el Antiguo Testamento está apuntando, anticipando la venida del Mesías, quien era el Hijo de Dios, Dios encarnado. Y cuando Jesús y los apóstoles proclamaban el Evangelio, lo explicaban basándose en textos como estamos viendo esta mañana. Por ejemplo, nosotros vimos hace unas semanas atrás en Mateo 1.21 que dice, lo llamarán Jesús. ¿Por qué? Porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. Y Jesús quiere decir Jehová Yahweh salva. Así que Jesucristo también, pasando al Nuevo Testamento, de pensar en quién es el Salvador, en Juan, si pueden pasar ahí, Juan 10, 26 a 30, Y si recuerdan, la semana pasada pasamos varios versículos en Juan 8 que hablaban de Jesús el Hijo en la tierra declarando ser el Yo Soy. Recuerden, hoy día estamos viendo Yo Soy Salvador. Aquí en Juan 10 dice, pero vosotros está hablando de algunos judíos que no creían en Jesucristo. Pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán. Y nadie las arrebatará de mi mano. Mi padre que me las dio es mayor que todos. Y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno. En ese pasaje, Jesucristo está asegurando que su obra es dar vida a sus ovejas. y que tal obra no va a fallar. Jamás alguien puede arrebatar a sus ovejas de su mano. El padre y el hijo tienen el mismo objetivo, está diciendo, el mismo poder. ¿Qué es ese objetivo? Nadie puede arrebatar de mi mano, dice Jesús. Nadie puede arrebatar de la mano de mi padre. Está hablando de salvación. Yo les doy vida eterna. jamás perecerán no van a no van a perecer porque nadie puede oponer nadie puede agarrar uno de las ovejas de dios el salvador que salva sin falla sin fallar en hecho hechos perdón en el libro de hechos a 4 versículo 12 también estamos hablando Pedro se está defendiendo delante de un concilio respecto a su mensaje de Jesucristo que estaba proclamando cuando Él curó a un cojo por el poder de Dios. Y dice, y en ninguno otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en el cual podemos ser salvos. ¿Cuál nombre estaba proclamando? El nombre de Jesucristo estaba proclamando. En el nombre de Jesús se proclama la salvación. Separado de Él, no existe posibilidad de salvación. Él es quien ha llevado a todas... Él es quien salva seguramente a su pueblo de sus pecados. Y nosotros en Tito habla otra vez de, no vamos a pasar ahí, pero ustedes si quieren anotar Tito 2, 11 a 14, habla también de esa salvación que Jesucristo ha realizado. Y cuando hablamos más ampliamente en el sentido de la salvación que Jesucristo, que Dios nos da en la eternidad, Nosotros vamos a experimentar la plena salvación de todo efecto del pecado. Ahorita sí, somos salvos. Somos salvos de la ira de Dios. Estamos bajo la servidumbre del pecado porque Cristo nos ha salvado. Pero en la eternidad también vamos a ser salvos de la ira eterna de Dios. La Biblia habla de eso en Romanos 5. Nosotros no vamos a pasar a ser condenados. Vamos a experimentar la salvación de la ira eterna de Dios, porque estamos en Cristo. La ira de Dios ha sido aplacada, removida, y ya no somos objeto de su ira. Seremos también en la eternidad salvos completamente de toda influencia del pecado. En la eternidad, ninguno de nosotros Vamos a pensar algo malo. No vamos a hacer ningún acto que desagrada a Dios. Cada palabra que sale de la boca nuestra va a ser perfectamente correcta, santa. No vamos a hacer nada por egoísmo. Y en ese sentido también experimentaremos la plena salvación de Dios del pecado. Y también seremos salvos de todo enemigo de Dios. ya los enemigos de Dios no nos van a poder hacer daño. En el pasaje que estamos, en Isaías, los israelites, la referencia es el cautiverio en Babilonia. Ellos estaban oprimidos por los babilones. Y no solo eso, a través de la historia ha habido muchos perseguidos, oprimidos por los enemigos de Dios. El pueblo de Dios ha sido siempre perseguido. Pero en la eternidad vamos a experimentar esa plena salvación también. Lo que los israelitas en ese entonces estaban esperando de los babilonios, de sus enemigos, también todo el pueblo de Dios vamos a experimentar en la eternidad. Los israelitas necesitaban la salvación de Yahweh Dios, pero ellos necesitaban no solo de sus enemigos físicos, sino de sus pecados. Ellos necesitaban reconocer su ceguera, su sordera, para volver de sí mismo a Dios. Y lo que este pasaje en Isaías nos ayuda a entender es que tanto ellos como nosotros mismos realmente dependemos de Dios. Es Dios mismo que comienza esta obra, que efectúa, que inicia esta obra en nosotros. Yahweh es el salvador que nosotros necesitamos. De él nadie se salva. pasando los versículos 20 y 21 de Isaías 43. Isaías 43, y esos versículos hablan de qué? Yo soy el que recibe alabanza. ¿Qué dicen? Me glorificarán las bestias del campo, los chacales y los avestruces, porque he puesto aguas en los desiertos, ríos en el yermo para dar de beber a mi pueblo escogido. El pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza. Toda la creación, y especialmente el pueblo de Dios, existe porque existimos, para proclamar la alabanza de Dios. En ese contexto, Él está, Dios, Diablo y Dios, está haciendo otra obra de salvación para su pueblo. El pueblo tenía que recordar su salida de Egipto. Todas las obras maravillosas que Dios había hecho ahí. Y uno puede leer en el cántico de alabanza a Dios en Éxodo 15, si quiere. Pero eso habla, es un cántico de alabanza que fue hecho después de ser salvado por haber atravesado el Mar Rojo en Tierra Seca. Y eso describe esa salvación de Egipto. En el contexto de Isaías, Dios iba a librar a su pueblo de Babilonia, pero también apunta a verdades más importantes y reales, la salvación de Dios de nuestro pecado y su mano de castigo. ¿Quién no va a alabar a Yahweh Dios por tal salvación? Si pensamos en los israelitas, cuando eran liberados de Egipto, tenían toda la razón de celebrar, ¿no ve? Nosotros, si nosotros estamos oprimidos, bueno, en el pasado han sido oprimidos. Y el libertador, ¿qué es lo que hacen cuando es liberado un pueblo? Alaba, da gracias al libertador, ¿no ve? Y con razón, no está mal. Y cuanto más nosotros, el pueblo verdadero de Dios, le debemos alabar. No debemos alabarle primero porque nosotros somos sus criaturas y él nos ha hecho para su gloria. Debemos alabarle porque él nos ha redimido por su poder. Debemos alabarle porque él nos ha salvado por su gran poder. Si pensamos en lo que realmente merecemos, la salvación comienza con ser liberado de la ira misma de Dios, de nuestro justo castigo de Él. Y nosotros sí debemos regocijar, debemos alabarle a Dios por esa salvación que Él nos ha dado. Con eso pasamos a la tercera parte de esta mañana. Yo soy perdonador de pecados. Yo soy perdonador de pecados. Una parte muy importante de esta salvación tiene que ver con el perdón de pecados. Y eso es lo que vamos a estar viendo. ¿Qué es la necesidad de cada persona que vive? La necesidad más urgente, digo, de cada persona que vive es perdón de pecados y reconciliación con Dios. No tiene otra urgencia mayor. Cada persona necesita ese perdón de pecados y necesita que sus transgresiones sean borradas. y voy a dar lectura a esos versículos 22 a 28. Pero no me has invocado, Jacob, sino que te has cansado de mí, Israel. No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con tu sacrificio. No te he abrumado exigiendo ofrendas, ni te he cansado exigiendo incienso. No me has comprado con dinero caña aromática, ni con la grosura de tus sacrificios. Me has saciado. Por el contrario, me has abrumado con tus pecados. Me has cansado con tus iniquidades. Yo, yo soy el que borro tus transgresiones. Por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados. Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso. Habla tú para justificarte. Tu primer padre pecó, y tus voceros prevaricaron contra mí. Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario y entregaré a Jacob al anatema y a Israel a lo propio. Versículos 22 a 24 comentan de la relación de Israel con Yahweh Dios respecto al culto religioso. Comienza con, no me has invocado. Y luego dice, no me has traído las ovejas de tus holocaustos. Hay por lo menos dos posibles interpretaciones de esas frases. Está diciendo, por ejemplo, que los israelitas ya habían dejado por completo el culto a Dios. Es decir, que ya estaban adorando abiertamente en otros lugares a dioses falsos. Bueno, eso pasaba en la historia de Israel. Pero creo que no es la interpretación aquí. La otra sería que aunque los israelitas llevaban los sacrificios a Dios de una forma externa, no lo hacían de corazón. Ellos servían sólo conforme al costumbre, por obligación. Así por eso, cuando dice, no me has invocado, no está diciendo que no están orando, más bien, bueno, están orando, pero en vano. No estás orando a mí, porque tu corazón no está ahí. Y eso es lo que vemos, si pueden pasar, Isaías capítulo 1, Isaías capítulo 1, versículos 11 a 14, dice exactamente eso. Isaías 1, 11 a 14, que dice, ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? Dice Yahweh, harto estoy de holocaustos, de carneros, de cebo, de ganado, cebado, la sangre de novillos, corderos, machos, cabrillos, no me complace. Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios? No traigáis más vuestras vanas ofrendas. El incienso mío es abominación, luna nueva, día de reposo, el convocar asambleas. No tolero iniquidad y asamblea solemne. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma. y se han vuelto una carga para mí. Estoy cansado de soportarlo. Y dice después, quince, cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros. Si, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharéis. Vuestras manos están llenas de sangre. Esos versículos explican, quieren, adoradores, pero adoradores farsos, no de corazón. El comentarista Mocher dice, el señor llamó a su pueblo a un compañerismo íntimo con él y esto implicó escuchar y obedecer su palabra. Pero eligieron otra manera. El caminar con el santo era demasiado costoso y se conformaron con la opción más suave y emocionante de fervor religioso. En la intención de Dios, el sistema de sacrificio estaba destinado a satisfacer las necesidades de las personas a medida que descubrían su incapacidad para estar a la altura de la ley y su constante necesidad de perdón y restauración. Por lo tanto, y eso es, los sacrificios fueron diseñados para el alivio, el deleite y el regreso a esta relación íntima con Dios. Así que volviendo a Isaías 43, la última parte de este versículo, de versículo 23, Isaías 43, dice, Dios no había exigido demasiado. No había una falta de su parte respecto a una exigencia demasiado pesada. Dios les exigió lo que estaba dentro de sus posibilidades, sacrificios que sí podrían haber sido ofrecidos de un corazón de amor y con gozo. El servicio de Dios no tenía que ser pesado. Y solo una parte en este momento. Muchos tienen una idea equivocada de los sacrificios. Nosotros muchas veces pensamos, leemos Levítico, leemos todos esos sacrificios y todo lo que tenía que hacer el pueblo, y pensamos, ¡uh! ¿Quién podría hacer eso? ¡Es de más! Bueno, no sé si les ha pasado a ustedes ese pensamiento, pero sí a mí ha pasado. es completamente equivocado al pensamiento. Los sacrificios que Dios dio eran, sí, no eran insoportables. Y necesitamos reenfocarnos otra vez. ¿Qué es lo que comenzamos? Nosotros muchas veces tenemos el enfoque bien equivocado. El ser humano, desde el principio, ha sido rebelde contra Dios. Así que había generaciones de personas rebeldes contra Dios y que Dios los dejó perecer en sus pecados. Pero después, en su gracia y misericordia, llamó a Abraham y después al pueblo de Israel, no su descendencia, para ser su pueblo especial. Les dio el culto todos los sacrificios, todo lo que tenía que hacer como una manera de volver a estar en esa relación íntima con él por gracia de Dios. Realmente debemos verlo de la perspectiva correcta, que Dios en su condescendencia estaba extendiendo gracia a ese pueblo de Israel. No estaba exigiendo demasiado, ¿Qué era el problema? Pecado. Y Dios ordenó los sacrificios y todo el culto para que un pueblo pecaminoso, rebelde, impío, podía acercarse a Dios, santo. Y obviamente, ese acercamiento tenía que ser por fe y de corazón. muchas veces se hizo sólo externamente, así que el culto llegó a ser, por decir, pesado. Debemos entender eso. Dios pudiera haber dejado toda la humanidad en sus pecados, pero Él extendió esa gracia. ¿Pero qué dice el versículo 24? De Isaías 43. Dice, por el contrario, Me has abrumado con tus pecados, y me has cansado con tus iniquidades. No es que Dios había abrumado los israelites con demasiada exigencia. Más bien, los israelites y sus constantes rebeliones eran una carga insoportable para Dios. Ellos eran los que siempre dejaban la adoración verdadera de un corazón recto. En los versículos 26 hasta 28 de Isaías 43 dice, hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso. Habla tú para justificarte. Tu primer padre pecó y tus voceros prevaricaron contra mí. Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario. Entregaré a Jacob al anatema y a Israel a lo propio. Desde el principio, los israelitas si, eran un pueblo contrario. Desde sus líderes, sus profetas, había muchos profetas falsos, a sus sacerdotes, había mucho que tergiversaba. Eran un pueblo rebelde. Y Dios dice, así, discutimos. ¿Quién tiene la razón aquí? Obviamente Dios. ¿No? ¿Quién estaba mal? ¿Dios estaba mal? ¿O el pueblo estaba mal? El pueblo estaba mal. Pero en este momento podemos estar pensando, si yo hubiera estado ahí, de corazón habría servido a Dios. Pero debemos entender que no podemos verlos con desprecio. Nosotros no somos mejores. Solo por la gracia de Dios somos transformados. Y nosotros mismos somos iguales. Nosotros mismos abrumamos a Dios con nuestros pecados. Hacemos todo de apariencia. ¿No? Muchas veces hacemos eso. Como los israelitos. Hacían el culto y todo para mantener las apariencias. Pero la realidad interna Así que la pregunta para nosotros es, ¿nosotros somos así o somos diferentes? Estos versículos nos deben hacer reflexionar profundamente en nuestro estado natural de pecador. La historia de Israel documenta un pueblo que desde el principio era contrario a Dios. No amaban ni servían a Dios de un corazón recto. Y muy pocas veces leemos de un amor y servicio sincero a Yahweh Dios de un corazón recto en la historia de los Israelitas. Pero es la historia de toda la humanidad en nuestra relación con Dios. Así que nosotros, en nosotros mismos, no somos mejores. Muchos, ¿cómo es que voy a dar tres? En general hay tres maneras de rechazar a Dios y no amarle, servirle de corazón. Muchos en la historia y también en el contexto de Isaías, rechazan a Dios para servir, amar y servir a un ídolo mudo. un ídolo que no sirve para nada, un Dios falso. Y en toda la historia humana, la mayor parte de la humanidad ha hecho esto. Ha rechazado a Dios haciendo eso. Segundo, otra manera de rechazar a Dios es solo servirle para mantener apariencia. Hacer lo mínimo para que todos piensen, bueno, está bien esa persona. Pueden participar en las cosas religiosas, venir al culto, los domingos por lo menos. Y lo más fácil, ¿no? Para mantener las apariencias de una entrega a Dios. Los israelitas, ¿no? Muchos de ellos habrían hecho exactamente eso. ¿Cuáles sacrificios eran realmente lo necesario allá? Los llevamos, por decir. ¿Cuáles fiestas necesitamos ir obligatoriamente? ¡Allá! ¡Vamos! Pero, de corazón, no estaba ahí. Muchos de la iglesia evangélica exactamente está ahí, hoy en día. Muchos participan, ¿no?, en algunas actividades superficiales. Pueden recibir algo de enseñanza bíblica y se felicitan por ser personas religiosas. Pueden recibir algo, ¿no? Le dan algo de su energía, de su tiempo a Dios y piensen, bueno, Dios debe estar contento. Le he dado cinco minutos esta mañana y domingo he ido al culto. Puede tener esa apariencia, pero cuando están desafiados a profundizar su conocimiento de la palabra, no. No van a ponerse, como dice Pilar, para en el poder de Dios trabajar su vida. Trabajar su vida y ser testigo de Jehová. Un testigo verdadero. Tercero, hay otros que no solo dan una apariencia, por decir superficial, pero son muy celosos por Dios. Pero tampoco hay un amor sincero y un temor verdadero a Él. Había muchos israelitas muy celosos por la ley de Dios. Guardar los mandamientos de Dios sin fallar. Cumplían todas las leyes de una forma externa y sin fallar realmente. Eran muy particulares y minuciosos en cuanto a su cumplimiento. Muchos fariseos en el día de Jesús eran así. ¿Pero qué es lo que Jesús los llamaba? sepulcros planqueados, que tenían por dentro, que estaba dentro, huesos de los muertos. No vivían en una relación estrecha, reconciliada con Yahweh. Y otra vez, hoy día, esto puede manifestarse. puede ver una iglesia o iglesias que enseñan muy bíblicamente, que tienen muchas actividades de evangelismo, de ministrar a los pobres, de hacer muchas cosas. Pero la medida es que siempre estamos haciendo. Tú has ido a este evento, ¿no? Todo lo eterno. Y cuando uno comienza realmente a trabajar de exponer pecados que deben ser trabajados, se descubre la realidad. Cuando hay pecado, cuando hay áreas que no están bien, reaccionen en justificaciones y no aceptan las consecuencias para trabajar con seriedad sus vidas. Otra vez, apariencia es lo que importa. Así que esas tres maneras. Algunos son netamente paganos, rechazan a Dios. Otros son los cristianos de domingo. Y otros son los celosos, pero de apariencia. ¿Qué es lo que hace la diferencia en una persona? ¿Qué es lo que le puede cambiar? Isaías 43, versículo 25. Dice, yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo y no recordaré tus pecados. Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo y no recordaré tus pecados. En el griego hay la traducción del hebreo del griego al griego. En la primera parte una traducción española más literal sería yo soy, yo soy el que borro tus transacciones. Ahí en las traducciones de Reina Valera y en la Biblia de Latinoamérica solo tiene yo, yo soy. Pero más, yo sé que está traducido del hebreo, pero en el griego está dando otra vez énfasis en el nombre de Dios. Yo soy. Yo soy el que borro. Otra vez, debemos entender ¿Quién? ¿De quién estamos hablando? Yahweh Dios. Él es el, yo soy, que salva definitivamente. Y cuando Yahweh Dios dice que borra sus transgresiones, a estas alturas, por ejemplo, debemos entender algo muy importante. Cuando la palabra dice que Yahweh Dios hace algo, ¿podemos creer que es cierto, es verídico? Sí, es cierto. El énfasis aquí es, Yahweh Dios es quien hace esta acción, y la acción es borrar las transgresiones. Pasamos a Salmo 103, Salmo 103, 8 a 10. Compasivo y clemente es Yahweh, lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá con nosotros para siempre, ni para siempre guardará su enojo. Salmo 103, 8-12, estamos en versículo 10. No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. ¿Por qué? Como están de altos los cielos sobre la tierra, así de grande su misericordia para los que le temen. Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones. Eso es lo que Dios hace. Pero hay otro elemento muy importante en ese versículo, volviendo a Isaías 43, 25. ¿Por qué hace eso? ¿Por qué borra las transgresiones de su pueblo? Dice, por amor a mí mismo. Yo soy el que borra tus transgresiones, por amor a mí mismo. Dios lo hace para recibir lo que Él merece. Él lo hace porque está velando primeramente por su propia reputación, su propio renombre. Todo existe para la gloria de Dios. Recuerde el versículo 21 de este mismo capítulo 43. El pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza. Y ese pueblo que Dios forma para sí es el que recibe ese perdón de pecados. Hoy día es lo que Dios sigue haciendo, lo mismo. Yahweh Dios transforma a personas para vivir en una relación estrecha de amor con Él, para servirle de corazón. Yahweh Dios no se agrada de personas que solo le sirven de apariencia. La verdad bíblica es que Yahweh Dios es el que ha tomado la iniciativa en hacer eso. El pueblo no andaba preocupado de su rebelión contra Dios. Ellos seguían las apariencias, pensando que por ser pueblo escogido de Dios, por ejemplo, y por ser, por practicar los sacrificios, el culto, Dios estaba bien con ellos. pero no era así. Dios tenía que tomar la iniciativa ahí para borrar esas transgresiones, para formar a su pueblo. Y la única manera que uno de nosotros también hemos experimentado esa transformación es que Dios ha tomado esa iniciativa para con nosotros. Pasando al Nuevo Testamento, en Hechos capítulo 2, Hechos capítulo 2, versículo 38, está hablando también de ese mismo perdón de pecados. que uno puede experimentar en ese primer sermón de Pedro, dice. Y Pedro les dijo, arrepentíos y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos, para todos los que están lejos, para tantos como el Señor, nuestro Dios, y amén. que dijo, arrepentíos y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesús, para el perdón de vuestros pecados. Jesucristo es el Salvador. Es lo que hemos estado viviendo. Es el Salvador nuestro. La necesidad más urgente de cada persona que vive es esa de recibir el perdón de los pecados, de ser reconciliados con Dios. No existe otro mayor. Todos los otros problemas En esta tierra no son nada en comparación con eso. Recuerden la primera parte del mensaje. ¿Quién es el salvador? Yahweh Dios. De Yahweh, ¿quién puede efectuar una salvación de él? Es decir, si Yahweh está en contra de alguien, si alguien es enemigo de Yahweh, sigue en su rebelión contra Dios, ¿Hay un Dios falso que puede salvar a esa persona? ¿De la ira de Dios? ¿De la ira de Yahweh Dios? No. Recuerden, Yahweh es salvador y de él, de su ira, de su mano de castigo, no hay otro salvador. Dios está formando un pueblo para su renombre, su gloria. Y la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿tú formas parte de ese pueblo? Yahweh es el único que salva. Él puede salvar, sí, de enemigos terrenales, pero Él también nos salva de nuestros pecados. Los que son salvos por él jamás perecerán. No vamos a perecer en la eternidad porque estamos seguros en él. Los que confían en dioses falsos van a perecer sin remedio porque no son salvadores verdaderos. Los que no confían en Yahweh Dios tienen su esperanza en el viento, en la vanidad, porque Yahweh es el Yo Soy quien salva el Yo Soy que borra las transgresiones de su pueblo. Y Él los borra definitivamente. Tú has recibido ese perdón de Dios. Tú estás viviendo en esa salvación. Tú estás viviendo proclamando la alabanza de Yahweh Dios, el Yo Soy, como dice en este versículo 21. El pueblo que yo he formado para mí proclamará mi alabanza. Si no estás viviendo ahí, hoy día es el día del arrepentimiento. Devolver de ti mismo a confiar solamente en Jesucristo. No hay muchos que fingen la religiosidad con apariencia, pero no tienen la realidad. Pero para los que somos cristianos hoy día, también debemos meditar en el gran Yo Soy. Él es quien nos salva. Él es quien borra transgresiones, definitivamente. Si tú perteneces a Él y formas parte del pueblo verdadero de Dios, puedes descansar en su poder para guardarte. Dios te ha salvado, ¿para quién? Para ti mismo. Dios te ha salvado para la honra, la alabanza de él. No existe para ti mismo, así que tu vida, tus palabras, tus acciones deben proclamar la alabanza de Yahweh Dios. ¿Cómo está tu mente? ¿Cómo están tus palabras? ¿Cómo son tus palabras? ¿Cómo son tus acciones? ¿Están en ese sentido? ¿Le agrada a Dios lo que sale de tu boca? ¿Tus acciones? Dios nos ayuda a meditar. estas grandes verdades porque nosotros vivimos para él. Para terminar, leemos el 1 de Pedro 2, 1 de Pedro 2, 9 a 12. 1 de Pedro 2, 9 a 12. ¿Qué dice? Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios. No habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia. Amados, os ruego, como extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma, mantener entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnie como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarles glorifiquen a Dios en el día de la visitación. Vamos a orar.
YO SOY Salvador para Mi alabanza
Series El Santo Dios - Isaías 40-45
VERDAD PRINCIPAL: El único Dios verdadero es Yahweh, el YO SOY, el que existe por si mismo. Por Su propia potestad salva, libera, redime y borra las transgresiones de Su pueblo. Hace todo para la exaltación y la alabanza de Su gran nombre.
Escrituras tomadas de: La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Sermon ID | 3292309274444 |
Duration | 1:07:08 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Isaiah 43:11-28 |
Language | Spanish |
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