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Primero de Samuel, capítulo 8, y si Dios lo permite, lo que vamos a ver es que Dios es soberano. Él tiene todo el control. Lo controla todo. Dios es soberano. Debes dejar que Él gobierne tu vida. Dios es soberano. Debes dejar que Él gobierne tu vida. Porque ese es el problema. Muchas veces los creyentes no dejan que Dios controle su vida, rechazan el control de Dios sobre su vida. Básicamente le dicen a Dios, mira, no toques mi vida, no toques mis decisiones, no toques mis planes, no toques a la persona con la cual me quiero casar, o no toques mis amigos, o no toques mis estudios, no toques mi trabajo. Mira, no toques mi vida. Yo quiero gobernar. Yo quiero ser el que determina cada paso de mi vida, cada momento, cada plan. No toques mi vida. Y muchas veces nosotros hacemos eso con Dios. Eso es lo que vemos aquí en 1 Samuel, capítulo 8. donde vemos el pueblo de Dios rechazando el gobierno de Dios, rechazando su soberanía, rechazando su reinado, y ellos quieren controlar su propia vida. Entonces, Dios es soberano, debes dejar que Él gobierne tu vida. Vamos a empezar leyendo aquí en 1 Samuel, capítulo 8, versículo 1, dice... Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías, y eran jueces en Perseba. Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre. Antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel. Y le dijeron, he aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Por tanto, constituyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron, danos un rey que nos juzgue, y Samuel oró a Jehová. Y dijo Jehová a Samuel, oye la voz del pueblo en todo lo que te digan, porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reines sobre ellos, conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo. Ahora pues, oye su voz. más protesta solemnemente contra ellos y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos". Y refirió Samuel todas las palabras de Jebal, pueblo que le había pedido rey. Y dijo pues, así hará el rey que reinará sobre vosotros, tomará a vuestros hijos y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo para que corran delante de su carro. Y nombra Tomará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas. Los pondrá a sí mismo a que haren sus campos y siguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. A sí mismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Dizmará vuestro grano y vuestras viñas para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes y vuestros asnos y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido. Mas Jehová no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel y dijo, ¡No! sino que habrá rey sobre nosotros. Y nosotros seremos también como todas las naciones. Y nuestro rey nos gobernará y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras. Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová. Y Jehová dijo a Samuel, Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel, idos, cada uno a vuestra ciudad. Y es que lo que vemos en este pasaje es que cuando rechazas a Dios no te va bien. Ser como las otras naciones no satisface. La idolatría espiritual puede enfocarse en cualquier cosa. o en cualquier persona. Buscar satisfacción en otras cosas es rechazar a Dios. Buscar ayuda en otras cosas es rechazar a Dios. Amar a otra persona o a otra cosa es rechazar a Dios. Querer gobernar tu vida es rechazar a Dios. porque aquí vemos al pueblo de Dios, aquí en 1 Samuel 8, rechazando a Dios, queriendo un rey, cuando Yahweh, su Dios, ya es rey, ya es el que gobierna, ya es el que pelea por ellos, ya es el que juzga rectamente. Y lo que hay más profundo no es el gobierno visible que ellos ven, que tienen jueces levitas, sino su problema es espiritual. Están rechazando a Dios. El problema es que necesitan dedicarse a Dios. Necesitan una transformación espiritual. No necesitan otra clase de gobierno. El gobierno que tienen es perfecto. es el único rey divino, es el único dios verdadero, es el único que juzga rectamente, es el único que tiene todo el poder, toda la sabiduría, es el único en el cual deben de confiar, pero están rechazando al dios divino, al rey divino, y quieren un rey como el resto de las naciones. Quieren elegirse un rey para ellos mismos, Y en cierta forma, para que le puedan controlar. Cierta forma, para que... para que le puedan servir y le puedan ver. Y puedan aparentar como las otras naciones. Es que vemos una falta espiritual enorme. Porque Dios siempre ha guiado a Israel por medio de un líder humano, pero el líder principal es Dios. Y entonces aquí en 1 Samuel vemos como que nos registra la transición a la monarquía, de los jueces a la monarquía. Y entonces Dios siempre ha obrado por medio de un líder humano. Podemos pensar en Moisés, podemos pensar en Josué, los ancianos de Israel, los jueces. Y entonces, vemos aquí, Dios es el rey, deben de servirle a Él, deben de dejar que Él gobierne su vida. ¿Pero qué es lo que hacen ellos? Rechazan a Jehová como su rey, abandonan a Jehová y sirven a otros dioses, y rehúsan escuchar a Dios. Y entonces, Vemos esta transición, ¿no?, de jueces a monarquía, una transición de exaltación a humillación. Las figuras humanas empiezan bien, pero son débiles. Son débiles, pero aún así, aunque son débiles, en las manos de Dios, Dios los hace grandes mientras obedecen y se someten a Él. Pero el pueblo de Dios quiere un cambio de liderazgo, rechazando a Dios. Y entonces, en su rechazo a Dios, Dios les va a dar exactamente lo que ellos quieren. ¿Qué quieren ellos? Un rey, como el resto de las naciones. Y eso es exactamente lo que les da. Porque les da a Saúl, que es un rey, como las otras naciones, que sigue las mismas prácticas, y llega al punto que rechaza a Dios. Pero es que, aunque es el plan de Dios, ahí en Deuteronomio 17, podemos mantener un dedo ahí en Deuteronomio 17, y vamos a ir primero a Génesis 17. Génesis 17, versículo 6. Génesis 17, versículo 6. Dios le dice a Abraham, dice... Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. O sea, en el futuro Dios va a proveer una monarquía. ¿Vale? En Deuteronomio 17, versículo 14 al 20, da las reglas para cuando haya un rey, cómo debe ser el rey. Deuteronomio 17, versículo 14, dice, cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella, y la habites, y digas, pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores, vemos ahí como Dios ya conoce el corazón del pueblo, lo que van a hacer. Dice, cuando lo hagan, dice versículo 15, ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere. ¿Vale? Entonces, tienen que esperar al tiempo de Dios. No a su tiempo. Tienen que esperar al tiempo de Dios y a quien Dios escoge. Y entonces aquí, en Deuteronomio, sigue mencionando las características de un rey que agrada a Dios. Y entonces nos dice en el siglo XVI, Deuteronomio 17, versículo 16, dice... No aumentará para sí caballos. Versículo 17, no tomará para sí muchas mujeres. También dice, ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia. Y versículo 18, dice que cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley. Versículo 19. Y lo tendrá consigo y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra, para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel. Entonces, cuando hay un rey humano, tiene que reconocer que hay un rey superior, que es Yahweh. Entonces, no le pilla de sorpresa a Dios de que van a pedir un rey, pero al momento que lo piden aquí, en 1 Samuel 8, no tienen las prioridades correctas. No tienen los motivos correctos. es un mal tiempo, porque sus prioridades, sus motivos, nos dice ahí versículo 5, en 1 Samuel 8, versículo 5, dice, constituyenos ahora un rey que nos juzgue como tienen todas las naciones. y vemos la rebeldía, porque incluso luego cuando les está intentando hacer cambiar de opinión, ahí en versículo 18 les dice, clamaréis aquel día a causa de vuestro rey, que os habréis elegido. Entonces, viendo ahí esa parte de que ellos mismos son los que han elegido, Dios lo está permitiendo para que se den cuenta de que ese ídolo que se han puesto, esa persona que se han puesto y han rechazado a Dios, y han elevado a esta persona para ser su rey. ¡Ese rey no satisface! Esos dioses ajenos no satisfacen. Son malos motivos. Están rechazando a Dios. Están poniendo prioridad a algo por encima de Dios. Están amando a algo por encima de Dios. Están diciendo, mira, no voy a ser feliz al menos que tenga esto. Y eso es idolatría. Es idolatría espiritual. Cuando Dios es el que, desde el principio, debía de escoger a todos sus líderes. En Deuteronomio 17.15 lo vimos ahí que ¿Quién es el que debería de escoger el rey? Dios es el que debería de escoger el rey. En Deuteronomio 18 nos dice que Dios es el que escoge el sacerdote. También nos dice que Dios es el que escoge el profeta. Entonces todos los líderes del pueblo de Dios deben de ser escogidos principalmente por Dios. deben de someterse al plan de Dios, deben dejar que Dios gobierne sus vidas. Pero si vemos la historia de Israel, no lo hacen, sino que solamente permiten que Dios escoja a cuatro de sus reyes. A Saúl, a David, a Jeroboam y a Jehúd. Los demás, ellos los escogen por sí mismos. Y por eso tenemos en Oseas 8, versículo 4, donde nos dice el profeta, ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí. Oseas 8, versículo 4. Dice, ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí. Constituyeron príncipes, mas yo no lo supe. De su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos. Y vemos ese rechazo de la autoridad de Dios. Ese rechazo del gobierno de Dios. Cuando lo que nos está diciendo este pasaje, es que Yahweh es rey soberano sobre su pueblo. Él es el que lo controla todo. Ahora, lo primero que vamos a ver del versículo 1 al versículo 7 es que el pueblo de Dios muchas veces rechaza a su rey. Pero tú debes de dejar que gobierne tu vida. ¡Ellos rechazaron a Jehová, su rey! Tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Debes dejar que Yahweh gobierne tu vida. Aquí en versículo 1 dice, Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías, y eran jueces en Beersheba. Ahora, hasta este punto todo va bien. ¿Por qué? Porque Samuel está siendo un ejemplo de profeta. realmente es alguien, un ejemplo a seguir, en el sentido de que él está haciendo volver el gobierno de los levitas. Porque en Deuteronomio 17, versículo 8, Deuteronomio 17, versículo 8, al 13, nos dice, Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, dice, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades, entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere. Y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que oviere en aquellos días, y preguntarás, y ellos te enseñarán la sentencia del juicio. el siglo X, y harás según la sentencia que te indiquen los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten. según la ley que te enseñen, y según el juicio que te diganarás. No te apartarás, ni a diestra ni a siniestra, de la sentencia que te declaren. Y el hombre que procedere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, ¡el tal morirá! Y quitarás el mal del medio de Israel. Y todo el pueblo oirá y temerá, y no se ensorberbecerá. Y entonces ahí está mencionando el gobierno que Dios ha establecido de estos jueces levitas, estos sacerdotes que conocen la ley. Entonces, cuando tienes alguna situación que no puedes controlar, quizás con tu vecino, o cualquier situación, como dice aquí, que fuere difícil en el juicio, entonces, ¿dónde vas a ir? vas al lugar donde Dios ha escogido, vas a un sacerdote levita, o un juez levita, y entonces dices, ¿qué es lo que dice la ley? ¿Qué debo de hacer? Y debes de obedecer. ¿Por qué? Porque eres la autoridad que Dios ha puesto sobre ti. ¿No? Hay varios jueces. Entonces, volviendo aquí a Samuel 8, versículo 1 y al 2, vemos a Samuel, que él está siguiendo la ley. Él está poniendo jueces sobre el pueblo de Dios. Incluso en Deuteronomio 16, versículo 18, dice, jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus. los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. ¿Vale? Ese es el gobierno que Dios ha establecido. Dios es Rey, y entonces Él ha puesto autoridad en estos jueces y estos oficiales, en estos sacerdotes levitas, para gobernar, para juzgar en el pueblo, discernir, para poder juzgar rectamente Y entonces vemos aquí a Samuel, que eso es lo que está haciendo. Está estableciendo a jueces sobre Israel. ¿Por qué? Porque él está envejeciendo. Ahora, ha habido un problema. El pueblo de Israel no lo ha estado haciendo. y por eso hay pocos jueces, quizás es porque no muchos califican, por la falta espiritual que hay, pero Samuel está cumpliendo su ministerio, dice que ha envejecido, entonces, como él ya llega al punto que no puede juzgar y tener un ministerio muy grande, debemos que poner sus hijos. Porque el ministerio anterior que nos menciona, ahí en capítulo 7, 1 Samuel 7, versículo 15, nos dice que Samuel juzgó a Israel todo el tiempo que vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Betel, a Higal y a Mizpah y juzgaba a Israel en todos estos lugares. Después volvía a Ramá, porque allí estaba su casa. Y allí juzgaba a Israel y edificó allí un altar a Jehová. Y entonces vemos a Samuel, que está intentando ser un buen líder, pero definitivamente Yahweh es mejor líder. Ahora es interesante porque los nombres de los hijos de Samuel, Joel significa Yahweh es Dios. Abías significa Yahweh es mi padre. Incluso Samuel significa nombre de Dios. Pero hay un problema. Porque en versículo 3, aquellos que debían de ser jueces Justos. Versículo 3 nos dicen que eran injustos y pervertían el derecho. Porque nos dice ahí versículo 3, pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre. Antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Ese término avaricia es la idea de ganancia por violencia. Es hacer lo que es injusto, lo que es deshonesto para poder ganar. Para poder obtener esa ganancia, incluso por violencia. También dice, dejándose sobornar. Es la idea de aceptar el soborno. Aceptar presentes Entonces, si tú me pagas, pues entonces yo te ayudo. Yo te ayudo en el juicio. Aunque tú seas el culpable, si tú me pagas, pues lo recibo, y ya está. Tú eres el que ganas el juicio. ¿No? Aceptaban sobornos, se dice pervirtiendo el derecho. Ese término derecho tiene una idea de lo que es la justicia, la decisión legal, de acuerdo a la ley. Pero los hijos de Samuel no lo están haciendo, sino que lo están pervirtiendo. Ese término... Pervirtiendo es la idea de torciendo, de desviar, de estrechar. Están torciendo la ley. Están torciendo el juicio. No están pervirtiendo, no están andando de acuerdo a la ley de Dios, sino que están violando la ley de Dios. Incluso desde Éxodo, Éxodo 23, versículo 8, dice, no recibirás presente. Porque el presente ciega a los que lo ven y pervierte las palabras de los justos. La idea de no recibirás soborno. Será Éxodo 23, versículo 8. También Levítico 19, versículo 15. No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre, ni complaciendo al grande. Con justicia juzgarás a tu prójimo. La idea de juzga rectamente. ¿Por qué? Porque juzgas para Dios, ¿no? Dios es tu autoridad, debes de juzgar de acuerdo a la ley de Dios, de acuerdo a la palabra de Dios. Entonces, no harás injusticia. También en Deuteronomio 16, versículo 19, no tuerzas el derecho, no hagas acepción de personas, ni tomes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. Eso era Deuteronomio 16, versículo 19. Y vemos que los hijos de Samuel, están violando la ley, están rompiendo la ley de Dios. No la están poniendo en práctica, sino que están percibiendo presente, están torciendo el derecho, están haciendo injusticia en el juicio. Y por ello, El versículo 4 nos dice que vienen los ancianos de Israel, se juntan, hacen una asamblea, que debe ser un grupo bastante grande, porque representan a todo el pueblo de Dios. Dice, y vinieron a Ramá para ver a Samuel. Ahora, como nos dijo ahí en el capítulo 17, Ramá es donde vivía Samuel. Eso es 17 y 17. Y tenemos que tener en cuenta también que Samuel puso a sus hijos en Berseba. Nos lo dice ahí versículo 2, que Berseba está a más o menos 80 kilómetros al sur de Ramá. Entonces, es posible que Samuel no sepa todo lo que están haciendo sus hijos. Pero aún así, vemos esta corrupción de los hijos y nos hace recordar un poquito a Elí. En unos capítulos anteriores, vemos a Elí y sus hijos, que están pervirtiendo el derecho, están violando la ley de Dios también. Vemos aquí a Samuel, que es un profeta... ¿Es alguien fiel a Dios? Pero sus hijos no lo son. Entonces los ancianos dicen, vale, has envejecido, tus hijos no están andando rectamente, no hay más jueces... ¡Tiene que haber un cambio! Pero el cambio, lo que no entendían es que el cambio no es tanto en la forma de gobierno, sino que el cambio debe de ocurrir en sus corazones. Deben de dedicarse a Dios. Debe de haber un cambio espiritual, una reforma espiritual, no una reforma de gobierno, porque Yahweh es el rey. Debes de obedecerle, debes dejar que Él gobierne tu vida. Es que ellos rechazaron a Jehová su rey, pero tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Y entonces versículo 5 dice, ¿He aquí tú has envejecido? Tus hijos no andan en tus caminos, por tanto, y aquí vemos esta petición que nos muestra el corazón de ellos. Dice, constituyenos ahora un rey que nos juzgue. como tienen todas las naciones. Esa es la frase clave, ¿no? Ellos quieren ser como los demás. Ellos quieren ser como el resto de las naciones, como el mundo. Y entonces, eso es lo que les lleva a querer un rey inmediato. La corrupción de los jueces, quieren ser como las otras naciones, y quieren que un rey les unifique. Ahora, esto no es la primera vez que ellos piden un rey, porque lo hacen con Gedeón. Hay en Jueces 8, Jueces 8, versículo 23, vemos que después de la victoria que Dios les da, en Jueces 8, versículo 23, Dice, más Gedeón respondió, no seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará, Jehová señoreará sobre vosotros. ¿Qué es lo que Gedeón sabía? Gedeón sabía que Yahweh es rey. Y él no quería tomar su lugar, y no quería que ninguno de su descendencia tomase su lugar. Él sabe que Yahweh es rey, y entonces le dice, ¡No! Y ellos le quieren poner por rey, y dice, ¡No lo voy a permitir! No lo voy a hacer, porque dice, Jehová señoreará sobre vosotros. Y es que ese es el problema. Dios quiere que ellos sean santos, que sean diferentes, pero ellos quieren ser como el resto de las naciones. Porque ahí en Levítico 20, versículo 26, Dios les dice, habéis pues de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos. Eso es en Levitico 20, versículo 26. También en Números 23, versículo 9. Números 20, perdón, 23, Números 23, versículo 9, donde dice, porque de la cumbre de las peñas lo volveré, y desde los collados lo miraré. He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre las naciones. No es la idea de que es separado. Es un pueblo diferente. Es un pueblo que debe ser santo, consagrado a Dios. Dedicado a Dios. Buscando a Dios de todo corazón. Pero no quieren cambiar. Incluso en Jueces 3, versículo 4, Aquí nos dice la necesidad de enfocarse en Dios, porque Dios realmente les está probando, para ver dónde están sus corazones. En Jueces 3, versículo 4 dice, Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandatos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés. ¡Ese es el problema! Esa es la clave. Eso es lo que deben de hacer. Deben de obedecer los mandatos de Jehová. No intentar cambiar la estructura de su gobierno. Ese no es el problema. El problema es que no están amando a Dios. El problema es que se han puesto ídolos en sus corazones. El problema es que no están obedeciendo la palabra de Dios. Y por ello, no pueden discernir sabiamente, no tienen personas que puedan ser jueces, que sean justas, porque no están obedeciendo a Dios, no le están siguiendo. Entonces volviendo aquí a 1 Samuel 8, Vemos esa petición rezazando a Dios, queriendo ser como el resto de las naciones. Versículo 6 dice, pero no agradó, no agradó a Samuel esta palabra que dijeron, danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. Vemos que Samuel tiene suficiente discernimiento espiritual para saber que lo que están pidiendo no es bueno. Está mal. Y entonces vemos cómo Samuel es percibido como un profeta ideal. ¿Por qué? Hay un problema, va directo a Dios. Quiere saber lo que Dios quiere. No va a responder, no se va a mover antes de consultar con Yahweh. Y entonces, en versículo 7, Dijo Jehová a Samuel, oye la voz del pueblo, en todo lo que te digan, porque no te han desechado a ti, sino a mí, me han desechado, para que no reine sobre ellos. Y entonces parece ser que Samuel, en cierta forma, veía el rechazo hacia él y hacia su familia, hacia sus hijos, porque ellos mismos le dicen, mira, tú has envejecido, tus hijos no siguen la ley de Dios, no siguen tras tus caminos, tras el camino de Dios. Entonces, lo veía como un rechazo para él, pero Dios le está diciendo, mira, el rechazo mayor no es hacia ti, es hacia mí. Están rechazando a Dios. Su problema es espiritual. Como nos dice en Nº14, versículo 11, en Nº14, versículo 11, Cuando vemos la incredulidad del pueblo de Dios, que no quieren entrar en la tierra prometida, y se quejan contra Dios, entonces, a números 14, versículo 11, Dios dice, ¿hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Es que están rechazando a Dios. No quieren seguir a Dios. No quieren obedecerle. Entonces vemos constantemente. No es algo nuevo. Es algo que ha estado ocurriendo. Y ellos siguen rechazando a Dios. Aunque Dios es el que lo controla todo. Dios es el que Es el que tiene toda la autoridad y es el que tiene la autoridad para poner autoridades. Como en Daniel 2 versículo 21 dice que Dios quita reyes y pone reyes. Da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos. No, él es el que muda los tiempos y las edades. Viendo esa soberanía, ese control que Dios tiene para quitar reyes y poner reyes. También en en Romanos 13, versículo 1 al 2, nos dice que no hay autoridad sino de parte de Dios. Y las que hay, por Dios, han sido establecidas. Dios es el que tiene toda la autoridad. A Él es a quien debéis de obedecer. Debemos dejar que Dios gobierne nuestra vida. Entonces, en vez de intentar gobernar tu propia vida, Sométete a Dios y a su guía. En vez de pensar que tú sabes más que Dios, reconoce su soberanía. Reconoce su autoridad sobre ti y sobre tu vida. En vez de imponer tus deseos para tu vida, busca el plan de Dios. Busca el plan que Él tiene para ti. Porque si no, te encuentras como el pueblo de Dios en Jeremías 2.13, donde dice, dos males ha hecho mi pueblo. me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. Es que vemos esa idolatría espiritual, rechazando a Dios y reemplazándole por algo, y queriendo algo que les gobierne en vez de Dios. Es que Dios es soberano, debes dejar que Él gobierne tu vida. Ahora, ellos rechazaron a Jehová su Dios, pero tú debes dejar que gobierne tu vida. Ahora también, del versículo 8 al versículo 18, ellos abandonaron a Jehová y sirvieron a otros dioses. Tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Pues aquí, en 1 Samuel 8, 1 Samuel 8, del 8 al 18. Ellos abandonaron a Jehová y sirvieron a otros dioses. Pero tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Aquí en versículo 8, dice, Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo. es que vemos que esta rebeldía del pueblo de Dios no es nada nuevo. Lo han estado haciendo desde el principio de su relación con Dios. Han rechazado a Dios y han... eh... buscado continuamente a otras cosas para que les satisfagan, a otras cosas para amar, para servir, para obedecer... rechazando a Dios. Y en versículo 9 dice, ahora pues oye su voz, más protesta solemnemente contra ellos. Y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Entonces, Dios responde a Samuel con tres cosas que debe de hacer. Dice, vale, oye su voz, pero protesta solemnemente. Es interesante porque esas palabras, protesta solemnemente, literalmente está repitiendo el mismo término que significa advierte o sé testigo. Entonces, la idea de se testigo testificando contra ellos, ¿no? Adviérteles, y por eso en la traducción vemos protesta solemnemente, o sea, con mucha insistencia, dice, contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. O sea, diles la realidad de lo que están pidiendo. Oye su voz, protesta contra ellos y diles la realidad de lo que están pidiendo. Entonces, en versículo 10, prefirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. Entonces, ahora vemos a Samuel que vuelve al pueblo y les dice lo que Dios ha dicho. Y entonces les empieza a advertirles de que lo que están pidiendo no va a ser tan placentero como ellos piensan. Ese ídolo en el cual se están enfocando, ese ídolo que se han levantado en sus corazones, esa persona en la cual están confiando, no va a satisfacer. Sino que va a ser como en Jeremías 2.13, esa cisterna rota que no retiene agua. Vas a llegar al punto que vas a estar sin agua, sediento, y vas a estar lamiendo el polvo, porque no vas a tener nada más. Y entonces, aquí en versículo 13, dice, y refirió, perdón, versículo 10, y refirió Samuel todas las palabras que llevó al pueblo, al pueblo que le había pedido de rey, dijo pues, Así hará el rey que reinará sobre vosotros. Tomará vuestros hijos y los pondrá en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro. y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas, los pondrá a sí mismo en que haren sus campos y lleguen sus meses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Y entonces ahí, Está hablando de cómo va a requerir un montón de personas para que le sirvan a él. Porque lo que les va a pedir es que... Va a necesitar siervos. Incluso les va a hacer siervos a ellos. Va a necesitar esclavos. Va a necesitar miles de personas. Y va a tomar de lo mejor del pueblo para sí. Porque necesita apoyo militar y apoyo administrativo para su gobierno. ¿Vale? Porque es muy diferente al gobierno que tenían en ese momento. ¿Qué es lo que pide? Y aquí, básicamente, de la forma que lo describen, del versículo 11 al versículo 13, menciona que va a necesitar guardias, va a necesitar caballería, ejército, oficiales, gente que produzca armas, y luego también administración de alimentos. Incluso también cocineros, como nos dice ahí el versículo 13, cocineros, perfumadores, amasadores, o sea, panaderos, trabajadores... Y no solamente va a necesitar un montón de personas, a las cuales las va a hacer sus siervos, sino que también va a necesitar un montón de material. Y por eso en el siglo XIV dice, asimismo, tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. diezmará vuestro grano y vuestras viñas para dar a sus oficiales y a sus siervos". Entonces, cuando está hablando aquí de diezmar, no está diciendo diezmar y dárselo a Dios, llevarlo al santuario de Dios, o en este caso al tabernáculo, sino diezmará para sí mismo. va a quitar el 10% de lo mejor que tú tienes, y va a ser para él, para su gobierno, para sus siervos, para mantener su gobierno. Y entonces también dice... Versículo 15, ¿dismará vuestro grano y vuestras viñas para dar sus oficiales y a sus siervos? Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Entonces, todo lo que va a hacer, os va a estar quitando más de lo que os dais cuenta. Va a estar diezmando de lo mejor que tenéis, y va a ser para su reino. Porque va a buscar su bien más que el de los demás. Y en la práctica, el pueblo va a ser siervo del rey. Porque va a necesitar mucho material para su mantenimiento, va a necesitar mucho apoyo militar y administrativo. Cuando todo lo que va a requerir el rey, realmente le pertenece a Yahweh. Le pertenece a Dios. Porque, si vamos a Levítico 27, Levítico 27, versículo 30, Levítico 27, versículo 30, dice, Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles de Jehová es, es cosa dedicada a Jehová. Y si alguno quisiera rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Y todo diezmo de vacas y de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. Pues es algo establecido en la ley de que lo mejor del campo, lo mejor que tienes es de Dios. Ese diezmo le pertenece a Dios. Pero vemos esa advertencia ahí en Samuel 8, en 1 Samuel 8, que... esa advertencia, que van a estar tomando lo que es de Dios, y se lo van a estar dando a un rey humano. También en Levítico 25, Levítico 25, versículo 23, Levítico 25, versículo 23, dice, La tierra no se venderá a perpetuidad. ¿Por qué? Porque la tierra es mía, es. O sea, la tierra es de Dios. Pues vosotros, forasteros y extranjeros, sois para conmigo. Simplemente indicando que el terreno, la tierra, es de Dios. ¿Pero qué es lo que nos dice 1 Samuel 8? Que el rey va a tomar para sí la tierra, como si fuese suya. Y os la va a quitar. Le vais a tener que diezmar de todo. Le vais a tener que dar de todo. Entonces, no va a ser de ventaja. que ellos tomen su rey. Por eso, les está dando esta advertencia. Pero aún así, nos dice versículo 18, que les va a oprimir a tal punto, que van a clamar. Versículo 18 dice, Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido. mas Jehová no os responderá en aquel día". Entonces, la opresión va a ser tan grande de este rey, aunque es parte del pueblo, aunque ellos le han elegido, esa opresión les va a dañar tanto que van a clamar a Dios por ayuda, para que les rescate del rey que ellos se han escogido. ¿Por qué? La idolatría nunca aventaja. La idolatría nunca merece la pena. Rechazar a Dios nunca merece la pena. Siempre te va a ir peor. Al amar a algo más que a Dios, al servir a algo más que a Dios, al dedicarte a algo más que a Dios, al confiar en algo como para tu protección más que en Dios. no es de ventaja esa idolatría espiritual, porque los ídolos prometen mucho, pero no dan nada. Por eso hay en Salmo 115, del 4 al 7, describe estos ídolos que son danos Prometen mucho, pero no son nada. Porque los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. O sea, son criaturas. Tienen boca, más no hablan. Tienen ojos, más no ven. Orejas tienen, más no oyen. Tienen narices, más no huelen. Manos tienen, más no palpan. Tienen pies, más no andan. No hablan con su garganta. Entonces, esos ídolos son inútiles. No te pueden ayudar. No te pueden fortalecer. No te pueden satisfacer. Y va a llegar a un punto que se van a dar cuenta. de que ese ídolo que se han puesto, ese rey que se han puesto, es vano, no les satisface. Les ha prometido un montón de cosas, pero realmente es pecado rechazar a Dios. ¡Y van a gemir! Y nos va a recordar esa opresión que sintieron en Egipto. Porque ahí en Éxodo 2, 23, dice que aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre. Y clamaron. Y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Eso es Éxodo 2, versículo 23. Y a esos, esos cómo se van a sentir. Y por eso van a clamar a Dios. Pero Dios les va a dejar que puedan ver la vanidad de su ídolo. Y por eso Dios no le va a responder. Ellos han rechazado a Dios, entonces Dios dice, bueno, me habéis rechazado, ahora que os ayude vuestro ídolo, vuestro rey que os habéis puesto. ¡Disfrutad de él! que notéis su sabor, el sabor de esa tierra que no te puede nutrir, ¿no? No hay esa agua que fluye de la fuente, sino que ha excavado para ti cisternas rotas. No retienen agua, no valen para nada, es vanidad. Entonces, ellos abandonaron al Jehová y sirvieron a otros dioses. ¡Pero tú debes dejar que gobierne tu vida! porque Dios te permite experimentar tus ídolos vanos. Entonces, en vez de confiar en tu cuenta bancaria para seguridad, confía en la mano proveedora de Dios para tus necesidades. En vez de hacer tus planes más importantes que los de Dios, deja que Él tenga el reinado total sobre tu vida. En vez de dejar que la idolatría espiritual crezca en tu corazón, arrepiéntete y sométete solamente a Él. Porque eso es lo que vemos en Romanos 1.25, dice, cambiaron la verdad de Dios por la mentira. Honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Y por eso es tan importante en la ley de Dios que, si alguien se aparta tras los ídolos, deben de morir. porque el pecado es tan grave hacia Dios. Son Deuteronomio 17, del 2 al 5. Básicamente dice, mira, si alguien ha traspasado el pacto de Dios, que hubiera ido y servido a dioses ajenos, y se hubiera inclinado a ellos, ya sea al sol o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido, dice al final del versículo 5, los apedrearás. Y así morirán. ¿Por qué? Porque es un pecado grave delante de Dios. Ahora, ¿dónde está tu corazón? ¿Te has levantado un ídolo espiritual? ¿Estás confiando en algo o dices, mira, si solamente tuviese eso, mi vida estaría perfecta? Todo iría súper bien. No tendría ningún problema. Debes de considerar tu corazón. Y considerar, si estás dejando que Yahweh gobierne tu vida. Porque Dios es soberano, debes dejar que Él gobierne tu vida. Entonces, no rechaces a Yahweh como Rey. No le abandones sirviendo a otros dioses. Y por último, debes de excusar a Dios. Porque ellos rehusaron excusar a Jehová. Tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Lo vemos en el versículo 19 al versículo 22. Ellos rehusaron escuchar a Jehová. Tú debes dejar que Él gobierne tu vida. Versículo 19 dice, Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel. Y al no escuchar la voz de Samuel, no estaban escuchando la voz de Dios. Y dijo, No, sino que habrá rey sobre nosotros. Versículo 20, y nosotros seremos también como todas las naciones. Vemos ese deseo, que quieren ser como todos los demás, quieren ser como el mundo alrededor suyo. Dice, nosotros seremos también como todas las naciones y nuestro rey nos gobernará y saldrá delante de nosotros y hará nuestras guerras. Y es interesante como la gente piensa que las cosas no les aplican a ellos. No sé si habéis visto alguna vez un negocio que quiebra y entonces otro negocio abre en el mismo lugar vendiendo las mismas cosas unos meses después. Y entonces, pasan unos meses, y ese negocio también quiebra. Ese negocio también se viene abajo. Y unos meses después, otro negocio idéntico abre en el mismo lugar, pensando que lo que les ha ocurrido a los dos negocios anteriores, no les aplica a ellos. Como que no consideran de que seguramente les va a ocurrir lo mismo. Deberían de reconsiderar su plan. ¿No? Pero es que piensan que no les aplica a ellos. Trabajando con niños, a veces, especialmente en el campamento de inglés de verano, les digo a los niños más pequeños, mira, no os acerquéis a la fuente de agua, porque hay muchas avispas en este momento. Tenemos que matarlas antes de que se acerquéis al agua, porque esas avispas están atacando. O sea, están intentando picar a cualquiera que se acerque. Y entonces, los niños obedecen. Pero los más grandes, que están alrededor y escuchando, es como que no les aplica a ellos. ¡Cómo que da igual! ¡Yo sé mejor! ¡Yo puedo mejor! Y luego, empiezan a gritar. Porque las avispas les pican a ellos, y entonces, es el fin del mundo para ellos, ¿no? Pero viendo que piensan que no les aplica a ellos. Y eso es lo que les pasa aquí, al pueblo de Dios, porque piensan que este rey, realmente es el ídolo que se han puesto para ellos mismos, piensan que va a ser el mejor y que le va a solucionar todos los problemas, incluso les va a ganar las batallas, cuando lo que no se dan cuenta es que están rechazando a Dios. Es un problema espiritual. Están rechazando la autoridad de Dios y están rechazando en que Dios es el que pelea por su pueblo. Porque en Deuteronomio 1.30 dice, Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, Él peleará por vosotros. conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto, delante de vuestros ojos". Entonces es la idea de, mira, confía en Yahweh como el Dios guerrero. Pero aquí vemos en 1 Samuel 8, versículo 19, dice que el pueblo no quiso oír la voz de Samuel y dijo, no, sino que habrá un rey sobre nosotros y nosotros seremos también como todas las naciones y nuestro rey nos gobernará y saldrá delante de nosotros y hará nuestras guerras. Entonces, están rechazando al dios guerrero. Quieren que este hombre sea la cabeza de su ejército en vez de Yahweh. Y es que vemos, su ceguera les lleva al desastre. Su propósito es ser como las otras naciones. Y no les importa el coste. Ahora, ¿cuántas veces hacemos nosotros eso? ¿Cuántas veces rechazamos a Dios y ponemos ídolos en nuestro corazón, y ponemos otras cosas como nuestra prioridad, y decimos si solamente tuviésemos eso o aquello, o si solamente nos sintiésemos de esta manera, o si solamente tuviésemos salud, o una familia feliz, o una vida sin problemas, o... Entonces, queremos algo más de lo que queremos a Dios. Y el problema no es el que necesitamos esa cosa, sino el problema es nuestra idolatría espiritual. El problema es nuestra falta espiritual, nuestra falta de confianza en Dios. Y entonces versículo 21 dice ello, Yo Samuel todas las palabras del pueblo, la refirió en oídos de Jehová. Y Jehová dijo a Samuel, oye su voz y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel, idos cada uno a vuestra ciudad. Y lo interesante es que Dios escucha su petición. Escucha su petición como cuando están en el desierto y piden carne. Y es que piden carne y murmuran contra Dios. Y ahí en Nº11, versículo 18, Dios les dice, santificados para mañana y comeréis carne. Porque habéis llorado en oídos de Jehová diciendo, ¿quién nos diera de comer carne? Ciertamente mejor nos iba en Egipto. Jehová pues os dará carne y comeréis. Y entonces dice en versículo 31, Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. Y entonces Dios le permite lo que ellos pidieron, aunque ellos están mostrando falta espiritual, pero Dios les quiere hacer saber que no merece la pena. No merece la pena, porque el castigo es mayor. Ahora, recibieron exactamente lo que pidieron, porque recibieron un rey como el rey de las naciones. A Saúl, que rechaza a Dios en su vida, y no obedece a Dios en su vida. Ahora, ¿Permitimos que Dios nos guíe? ¿Obedecemos a Dios? ¿Obedecemos su palabra a la primera? ¿O somos duros de corazón cuando nos habla? Es que en vez de cerrar tus oídos a la predicación, recíbela y sométete a los cambios que te requiere. En vez de descuidar tu estudio bíblico personal porque te muestra tus fallos, busca conocer la voluntad de Dios para tu vida, para vivir una vida que le agrada. En vez de cerrar tus oídos a corrección bíblica, arrepiéntete. En vez de siempre defender tu razonamiento como si siempre fuese el mejor, escucha lo que Dios dice en su palabra. No seas duro de corazón. Y es que, vale, ellos rechazaron a Dios. Ellos abandonaron a Jehová y sirvieron a otros dioses. Ellos rehusaron escuchar a Jehová. Tú debes dejar que Él gobierne tu vida. ¿Pero cómo sabes si estás rechazando a Dios? Es si intentas hacer tus propias decisiones sin considerar a Dios. Si intentas manipular a Dios para que haga lo que tú quieras. Si vives tu vida como si Dios no gobernase sobre ti. Si quitas a Dios de tu calendario porque tienes tiempo para todo menos Él. Si te importan más tus deseos que los de Él. Si sirves a otros para tus propósitos en vez de agradar a Dios y darle la gloria. Si vives tu vida para ti mismo. Si impones tu voluntad y no estás dispuesto a someterte a Dios ni a su plan, ni a su palabra. Si no escuchas la voz de Jehová. Si te sometes a otras cosas. Si pones otras cosas como tus prioridades. Si tus deseos son otros que los de Jehová. Realmente estás rechazando a Dios. Si deseas cosas contrarias a la palabra de Dios. Si los que te conocen se sorprenden que asistas a una iglesia. Si cuando tu vida Si estás rechazando a Dios, si tu vida no refleja el carácter de Cristo. Ahora, Dios desea tu amor, Dios desea servicio, Dios desea confianza, Dios desea devoción, Dios desea obediencia, Dios desea todo tu amor. Por eso en Deuteronomio 6.5, amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Mateo 6, 33, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas os serán añadidas. Dios es soberano. Debes dejar que Él, y solamente Él, gobierne tu vida. Vamos a terminar en oración.
Dios Es Soberano, Debes Dejar Que El Gobierne Tu Vida
Series 1 Samuel
Sermon ID | 32016179453 |
Duration | 59:28 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Samuel 8 |
Language | Spanish |
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