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Vamos a leer en la carta de Santiago, la epístola del apóstol Santiago, en el capítulo 1. Vamos a leer los primeros cuatro versículos de esta carta. Dice así la palabra del Señor en Santiago, capítulo 1, versículo 1. Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión, salud. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mantenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna. Vamos a presentarnos nuevamente delante de nuestro Dios, intercediendo porque él sea en esta tarde también por medio de su palabra con nosotros. Señor y Dios nuestro, Dios del cielo y de la tierra, creador de todas las cosas, te adoramos y te alabamos. Acudimos, Señor, a tu presencia para reconocerte como nuestro Dios y para aclamar que tú seas con nosotros, que tengas misericordia de nuestras almas. Venimos, señores, delante de ti, deseosos y esperanzados de que tú no hables por medio de tu palabra, de que tú derrames tu gracia sobre nosotros. Queremos, señor, estar delante de ti en obediencia y fe, Queremos velar, señor, como cantamos antes, velar hasta la venida de nuestro señor Jesucristo, aquel que nos ha traído, señora, a la luz, que nos ha rescatado de las de las tinieblas. Queremos velar, señor, queremos perseverar en la fe y por eso clamamos, señor, para que tú nos hables por medio de tu palabra, para que podamos ser enseñados por medio de ella y podamos ser enseñados como hemos de vivir, como hemos andar delante de ti. perdona señor nuestros pecados perdona nuestra incredulidad y ahora en esta tarde sé tú con nosotros por medio de tu palabra danos oídos para escuchar danos palabra para hablar para que tú seas honrado y glorificado tú que en tus manos señores están todas las cosas tú que eres el eterno a ti clamamos en el nombre de nuestro señor jesucristo amén En las escrituras, con frecuencia, encontramos textos que nos ofrecen, que contienen un mensaje impactante. Textos con frases, con una afirmación o una declaración directa, una declaración sugerente, que nos señalan quizás alguna cuestión de gran relevancia. Declaraciones que captan nuestra mente y nuestra atención. y que quedan quizás grabadas en nuestra mente por lo llamativo de esa frase frases que contienen un significado notable y algunos ejemplos de esas frases podrían ser el señor es mi pastor nada me faltará dios es amor todo lo que pidierais al padre en mi nombre o porque no hay imposible, nada es imposible para Dios. Y son frases que quedan grabadas en nuestra mente. Así podríamos seguir con muchísimos textos. Y aunque pueden quedar grabados, como digo, en nuestra mente de forma aislada, como frases con un mensaje poderoso, podemos cometer el error quizás de considerarlas solo como frases. Frases que impacten la emoción, pero que no nos lleven a tratar con nuestro interior. y no nos lleven a tratar con nuestro pecado, sino considerarla simplemente como frases. Podemos asegurar que todos los versículos de la Biblia, todos los textos, hemos de mirarlos en el contexto en que están escritos para que así puedan nuestra mente entenderlos, que podamos entenderlos de una manera precisa, según el propósito que Dios tenía al enviárnoslo, según ese propósito, ese deseo de Dios por el que nos envía esas palabras y así podemos obtener edificación, que no sean algo emocional, que no sean frases bonitas o impactantes, pero aisladas de su enseñanza. ¿Por qué digo esto? Una de esas frases podría ser esta del versículo 3 que hemos leído en Santiago. La prueba de vuestra fe produce paciencia. Antes de entrar a considerar este versículo, permítanme una breve introducción al libro de Santiago, muy breve, y destacar el contexto que rodea estas poderosas palabras que acabo de citar del versículo 3, y así poder acercarnos a las enseñanzas, poder acercarnos a esa relación entre fe, prueba y paciencia. La carta de Santiago es una epístola, una carta general, General quiere decir que no se dirige a una iglesia concreta o no se dirige a hermanos concretos como podrían ser las cartas a los filipenses, a los colosenses, a los efesios, a los corintios o personales como las cartas a Timoteo, a Tito, a Filemón, que son cartas pastorales llamadas personales, sino más bien se dirigen a creyentes que vivían dispersos, como dice el versículo 1 que hemos leído, a las 12 tribus que están en la dispersión. Por eso es una carta general. Es una carta única en el enfoque práctico que tiene y en su llamado a la acción. A diferencia de otras epístolas que se centran quizás en la doctrina o en la teología, A esta diferencia Santiago tiene más bien un tono más directo hacia la cuestión práctica y se ve a lo largo de la epístola cuando trata diversos temas y trata con el carácter de los hombres, de los creyentes, desafiándonos a vivir la fe de una manera tangible, de una manera visible en nuestra vida. Esa vida cotidiana por medio de exhortaciones y por medio de amonestaciones. Así lo hace Santiago a través de su carta. Santiago escribe a creyentes que enfrentan diversas pruebas, creyentes que enfrentan tentaciones, creyentes que experimentan persecuciones, que sufren por asuntos económicos. Y en medio de esas circunstancias, Santiago busca orientar a los creyentes hacia una fe genuina y activa en esa situación por la que están pasando. Una fe que se manifiesta en obras concretas, en un mundo en el que las circunstancias dominan la mente, en el que esas circunstancias absorben los pensamientos hacia esas situaciones y circunstancias en las que vivimos inmersos. En esa condición también Santiago los lleva a la cuestión de la fe y como algo consecuente a la paciencia. La paciencia puede ser una virtud algo olvidada para todos, quizás también para nosotros. Y Santiago comienza la carta poniendo esta virtud en un lugar importante del carácter cristiano. un lugar al que se llega pasando por el camino de la fe. Así que en esta tarde, saliendo ya del contexto de esta introducción, vamos a seguir los pasos que sigue Santiago para llegar a esta paciencia, pero lo vamos a hacer al revés. Vamos a explicar primero qué es la paciencia, según vemos aquí en este versículo, para entonces entender cómo la fe y la prueba de la fe nos llevan hasta ella. Vamos a ver en primer lugar una explicación de esto. se suele confundir esta paciencia que leemos aquí en Santiago se suele confundir con la virtud que encontramos en Gálatas 522 cuando se nos habla del fruto del espíritu que se nos presenta el fruto del espíritu en el creyente el resultado de la obra del espíritu en el creyente donde dice el fruto del espíritu es amor gozo paz paciencia Pero las palabras originales de ambos textos, tanto el de Gálatas como la que leemos en Santiago, leímos en Santiago, son palabras distintas. Y aunque pueden tener una connotación similar, analizarlas vemos que tienen diferentes significados. Para entenderlas mejor vamos a ver algunos ejemplos en la Biblia, mirando ambos términos. Así que la paciencia, tal como la vemos en Gálatas, como un fruto del espíritu, viene a ser, como dice Kistemaker, el autor comentarista de varios libros, dice, una virtud pasiva. La paciencia, según vemos en Gálatas, una virtud pasiva. Esta palabra griega, makrotumía, significa tolerancia, longanimidad. Una tolerancia pasiva ante aquello que nos afecta, o que implica dificultad en nuestra vida. Todos pasamos o hemos pasado y pasaremos por dificultades, por situaciones por las que nos hemos de enfrentar, que van a causar un impacto en nosotros, que van a captar nuestra mente, nuestros esfuerzos. Circunstancias que se llegan a soportar, en este caso de esta paciencia con tranquilidad, porque hay confianza en Dios y en las promesas de Dios. Por eso esta paciencia tiene que ver con esa actitud de esperar en Dios, sin importar aquello que atenta contra nuestra integridad, sea física, espiritual o moral. Es una actitud pasiva, sostenida por la confianza en la voluntad de Dios. Confiamos en lo que Dios va a hacer. Sabemos que Dios quiere obrar. No sabemos cómo, en muchas ocasiones, pero confiamos y esperamos. Esta paciencia va por ahí. Una actitud de esperar, en vez de ser llevado por sentimientos que pueden brotar, sentimientos como la queja, la ira, la no aceptación, el no aceptar aquello que nos puede sobrevenir, sea lo que sea. Ese esperar implica mantenerse firme a pesar de, mantenerse firme, esperando, confiando en Dios, y esto es contrario a la reacción interna que produce el acercarnos al pecado que nos lleva a pecar la falta de dominio propio que lleva a rebelarse contra la voluntad de Dios vamos a ver algunos ejemplos de esta palabra de esta paciencia vamos a Colosenses capítulo 3 versículo 12 Pablo le habla a estos hermanos de Colosenses de esta iglesia de Colosa Y les dice que se vistan de ciertas virtudes, de ciertas cualidades. Les dice, vestíos pues como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Esta es la palabra esta de la que estamos hablando, de paciencia. Pero miren cómo aborda esta paciencia hablando a continuación, soportándoos unos a otros. ¿Ven? Una actitud de esperar, soportando en este caso unos a otros y perdonándoos unos a otros si alguno tuviera quejas contra otro. Esa falta de entendimiento, falta de comprensión que puede haber entre los hermanos, esas situaciones, esa afrenta que podemos recibir por parte del hermano, pero con paciencia, con paciencia se espera. una actitud interna hacia soportando, perdonando. Algo similar leemos en Efesios capítulo 4 versículo 2 también dice con toda humildad y mansedumbre y dice también soportando con paciencia, soportando los unos a los otros, esa actitud que tenemos que tener unos con otros de esperar, confiando en Dios Esperar con paciencia. Y se refiere también a la paciencia de Dios para salvación. Dice segunda de Pedro 3 9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Dios es paciente. Dios esperando, dando la oportunidad para el arrepentimiento, esperando su tiempo. Pero Dios es paciente y se emplea esta misma palabra. Quiero recordar que no lo tengo anotado, pero me venía a la mente el texto de Santiago, también capítulo 5, versículo 7. Por tanto, hermanos, tener paciencia hasta la venida del Señor. tener paciencia hasta la venida del Señor, confiando en Dios, confiando en las promesas de Dios. Esperamos con paciencia la venida de nuestro Dios. Y se emplea esta palabra también aquí. Por otro lado, tenemos la otra palabra, esa palabra que hemos leído en Santiago, capítulo 1, versículo 3. Esta palabra griega es Upomone, es distinta. Bueno, si esta anterior, Es una actitud pasiva. Ahora esta paciencia es una actitud, una virtud activa. Ese llamado general que decía en la introducción de Santiago a una fe activa. La palabra que mejor lo traduce es perseverancia. Algunas versiones quizás más modernas lo puedan llevar por ahí. La prueba de vuestra fe produce perseverancia. ¿Qué es la perseverancia? Como doctrina básica quiere decir que los verdaderos creyentes permanecen en la fe y permanecen hasta el fin. Nada los hará caer completamente de la fe. Podrán haber pecados, podrán haber caídas a causa del pecado, causa de la tentación, pero nada los hará caer completamente de la fe. Pero según esta enseñanza que vemos aquí, Y por ejemplo, en este texto de Santiago, tiene que ver con el esfuerzo del creyente por permanecer en la fe, la perseverancia. Como leemos en Hebreos 12.1, un texto que hemos leído últimamente en los jueves, corramos con paciencia, corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. La vida cristiana, como esa carrera hacia una meta, y conlleva un esfuerzo. Esa paciencia conlleva un esfuerzo, una preparación, un sacrificio, un soportar. Correr de tal manera que podamos obtener el premio de la meta. Eso es perseverar, correr de tal manera. Miren algunos textos también en este caso donde se emplea esta misma palabra. Si vamos a Lucas capítulo 21, versículo 19, dice con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas aquí se emplea ahora esta otra palabra con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas o como los que nos dice también en Mateo capítulo 10 versículo 22 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre más el que persevere aquí está la palabra más el que persevere hasta el fin este será salvo Perseverancia implica, como decía, soportar, aguantar, luchar. Implica permanecer. Y destaca esa connotación que decía de una fe activa. No solamente que espera. Perseverar en la fe. Miren que este alcanzar la salvación es obtener el premio de Dios. Correr la carrera de tal manera para alcanzar el premio. obtener el premio de Dios, alcanzar las promesas que Cristo da al creyente y a la iglesia. Así que la perseverancia es ante todo poner la mirada en Cristo, mirar a Cristo y entonces vivir en la obediencia a pesar de esas cosas que pueden producir el que decaigamos de la fe, mirar a Cristo. Como dice un autor, la perseverancia es apegarse a un propósito hasta alcanzarlo, apegarse a un propósito hasta llegar a él. Miren también Romanos capítulo 2, versículo 7. Vida eterna a los que perseverando en bienhacer Perseverando en bienhacer, buscan gloria y honra e inmortalidad. Perseverar es esforzarse en hacerlo recto ante los ojos de Dios. Y en esta actitud, la mirada del creyente está puesta más allá de las cosas de la hora, de las cosas de la vida cotidiana, está puesta más allá. buscan gloria y honra e inmortalidad hacia la venida de cristo cuando dará perfección a todas las cosas como cantamos antes o lucas capítulo 8 versículo 15 donde se nos habla y vemos esta parábola del sembrador la buena semilla la buena tierra perdón dicen más la que cayó en buena tierra esa semilla sembrada Estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída y dan fruto con perseverancia, dan fruto con perseverancia, la misma palabra. La semilla que es sembrada en una buena tierra, que produce fruto por medio de la perseverancia. Esta parábola nos lleva hacia la perseverancia en la palabra de Dios, entregarnos plenamente a la comprensión del mensaje de Jesucristo para una obediencia fiel, una obediencia a lo que Dios nos dice en su palabra. Dice con corazón bueno y recto, retienen, retienen. una actitud de buscar en la palabra de Dios la voluntad de Cristo. Retener la palabra es poseerla, apoderarse de ella, perseverar hasta alcanzarla, como dijimos antes. Retener la palabra de una manera que nos lleve a permanecer firme en la enseñanza de Cristo, buscando la obediencia, buscándole agradar a Cristo. En aquellos que la semilla de la palabra de Dios produce esto, por medio de la perseverancia dan fruto. El fruto propio del Espíritu Santo en el interior del que nos habla Gálatas. Es ahí, es ahí en la perseverancia donde brotan estas cosas. El que persevera en la palabra de Dios, el que persevera en la obediencia, ese es el que da fruto. El amor, el gozo, la paz, la paciencia. frutos para la gloria de Dios y para la salvación de otros por la perseverancia. Pero hay un asunto importante del que habla Santiago y es la prueba de la fe. Es la prueba de la fe la que produce perseverancia. Santiago nos lleva a comprender que las pruebas y las tribulaciones que enfrentamos no son simples obstáculos que hay que pasar, como piedras en el camino, cosas que hay que saltar, cosas que nos impiden avanzar y que nos centramos en ellas. No nos está diciendo que son dificultades, simples dificultades que nos lleven a lamentarnos por ellas, porque producen pesar en nosotros. Son dificultades que nos dificultan el avanzar. Y Santiago no nos dice que nos centremos en esas cosas. nos dice más bien que son oportunidades que Dios pone en nuestras vidas para que por medio de ellas cultivar en nosotros la virtud de la paciencia, de esta perseverancia Por eso dice el versículo 2, tened por sumo gozo. Les dice Santiago a estos creyentes, a estos creyentes que estaban pasando duras pruebas de todo tipo. Y les dice, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Una invitación a considerar las pruebas de una cierta manera. Eso es tener. Les dice, tened por sumo gozo. Los llama a considerar. Meditar. Los llama a darle otro enfoque. No solamente los que salen de su interior cuando miran las pruebas, cuando miran las dificultades por las que pasan. Oh, por lo que estoy pasando. No. Le dice darle otro enfoque distinto al que surge del interior. Un enfoque espiritual. Enfocar la mente por lo que Dios dice. Una mente que considera la soberanía de Dios. una mente que mira a Dios y mira cómo Dios en su providencia quiere tratar con nuestras almas para nuestro bien y para bien del pueblo de Dios, de la iglesia y para la gloria de Cristo. Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Santiago sabe de las pruebas que están pasando muchos de ellos. Y les dice, consideren las pruebas de esta manera. como un medio para la santificación y la santificación de la iglesia. Las pruebas como una bendición. Eso, decirlo desde aquí arriba, puede ser fácil. Puede ser fácil decirlo desde la distancia del dolor, de la dificultad, del pesar, de esas cosas por las que hay que enfrentar ese mal interno que traen, y es fácil decirlo desde la distancia, pero son las palabras de Cristo. Considera las pruebas para gozarte en ellas, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Con frecuencia, una persona se puede volver introvertida, se puede encerrar en sí mismo, se puede volver en cierto modo amargado por las dificultades. Centrarse en todo aquello por lo que está pasando y todo eso se convierte en lo primordial en su mente. Es lo que le llena la mente y es lo que le da vueltas. Y si se centra en eso, puede ir dejando de lado a Cristo para centrarse en uno mismo. Te centras en tu problema, te centras en tu situación y cómo eso afecta a tu vida, cómo eso te limita, cómo eso te quita ese mal que te trae. Y te centras en eso. Y vas dejando de lado a Cristo. Y puedes ir dejando de lado a los hermanos. Puedes ir dejando de lado a la iglesia y tu responsabilidad es como creyente con la iglesia, como miembro. Así es probada la fe. Vamos a ver algunos ejemplos. Hay una cita a la que leía antes, que mencioné antes, y como dije que se nos ha leído estos jueves atrás, dice Hebreos 12.1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Teniendo el ejemplo que hemos visto de lo que nuestro pastor los jueves nos ha enseñado, el ejemplo de esos hombres y mujeres que por la fe según vemos en Hebreos 11, que son puestos como ejemplo para nosotros. Esa nube de testigos para buscar a Cristo. Y emplea ahí la misma palabra. Correr, como dije antes, con paciencia. Y correr con paciencia la carrera es perseverar. Perseverar. Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Y es así como nos acercamos a Cristo. Y para ello tenemos muchos ejemplos. Esos testigos, como se nos enseñó, que nos ayudan a nuestra santificación, a buscar a Cristo. Noé estuvo construyendo un barco en el desierto durante décadas. Abraham esperó años antes de que le fuera concedido el hijo de la promesa. Moisés también tardó 80 años en descubrir el propósito de Dios. todos ellos perseverando en la fe miren lo que santiago dice acerca de job si vamos al capítulo 5 versículo 11 y dice santiago refiriéndose a job y aquí tenemos por bienaventurados a los que sufren bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, hace referencia a la paciencia, pero esta paciencia de Job es la misma palabra que leemos en el capítulo 1 versículo 3 y es distinta, por ejemplo, a la que encontramos en el versículo anterior, en el versículo 10 del capítulo 5, que hace referencia a la paciencia de los profetas. Ahora Santiago se refiere a esa paciencia de Job, Santiago está hablando de su perseverancia, incluso en el mismo versículo cuando él dice tenemos por bienaventurados a los que sufren. Esta palabra sufrir tiene la misma connotación de esta de la que estamos hablando. Bienaventurados los que perseveran. Esos son los que sufren. Quizás uno de los ejemplos más claros que podemos encontrar en toda la Biblia es el de Job. referente a la paciencia y es llamado por muchos el paciente job el hombre de la paciencia considerado el mayor ejemplo que se puede encontrar de paciencia en cuanto a la paciencia incluso a nivel del mundo sin conocer la historia sin conocer el texto bíblico pero abunda esta idea si le atribuye más bien el carácter de un hombre paciente un hombre que aguanta todo lo que le eche Pero lo que se resalta de él es el carácter de un hombre fiel y obediente, y no tanto de esa paciencia del que espera. En el libro de Job incluso encontramos algunas muestras de su impaciencia. Por ejemplo, cuando maldijo su día, el día de nacimiento, en el capítulo 3, versículo 1, dice, después de esto abrió Job su boca y maldijo su día y exclamó y dijo, perezca el día en que yo nací. Ese no es un hombre que expresa paciencia, tal como se le atribuye él en su debilidad. o cuando él respondió a esos discursos largos, cansinos, de esos amigos que le hablaron durante tanto tiempo largo y tendido, en el capítulo 16, versículo 1 al 3, dice, respondió Job y dijo, muchas veces he oído cosas como estas. Consoladores molestos sois todos vosotros. Se impacientó de esos discursos. La historia de Job destaca precisamente cómo vivía para con Dios, cómo vivía para con los hombres, una vida de piedad, una vida de obediencia y que a pesar de ese tiempo de pruebas tan duro, a pesar de esas debilidades en las que cayó y aún en su debilidad permaneció fiel en su piedad a Dios, Tanto que sus primeras palabras, después de las grandes pruebas por las que tuvo que pasar, fueron Jehová Dios y Jehová Quito, sea el nombre de Jehová bendito. ¿Estaba sufriendo Job? Claro que sufría. Perder todo lo que tenía, perder todos sus hijos, todas sus posesiones. ¡Qué gran dolor! Pero él miró a Dios. Jehová Dios, Jehová Quito sea el nombre de Jehová bendito permaneció en una fe perseverante una fe que le hizo no pecar contra Dios aún en su debilidad pero permaneció firme se mantuvo firme en la piedad y así al final obtuvo el favor de Dios Quizás de otros no veamos que se nos habla explícitamente de su perseverancia, usando esta palabra, como citea Noé o Abraham, pero sí vemos cómo en ellos la prueba y las grandes dificultades, en ellas, en esas pruebas y dificultades perseveraron. Perseveraron en el cumplimiento de la voluntad de Dios y en la confianza en las promesas. O Pablo, Quizás no hay hombre en el Nuevo Testamento más perseguido por su fe, que tuvo que sufrir más por ser cristiano que Pablo, que pasó por pruebas de todo tipo. Miren Segunda de Corintios, capítulo 11, versículos 23 al 28. Seguro conocen esta lista de penalidades por las que tuvo que pasar el apóstol Pablo y él mismo relata segunda de Corintios 11 23 en trabajos más abundante, en azotes sin número, en cárceles más, en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido 40 azotes menos uno. Cómo tendría la espalda este hombre? ¿Cómo tendría su espalda Pablo? Aquí nos habla de cerca de 200 azotes en la espalda. Dice también, tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he padecido naufragio, una noche y un día he estado como náufrago en alta mar, en caminos muchas veces. En peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de lo de minación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez, y además de otras cosas, la que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. qué grande carga ha tenido que tuvo que pasar este hombre qué gran carga y seguía pasando incluso en la preocupación por las iglesias qué gran peso pero ante toda esta este relato esta lista de dificultades de penalidades por la que pasaba qué queda del sufrimiento de pablo qué es lo que nos tiene que quedar a nosotros del sufrimiento de pablo el sufrimiento en sí mismo esas cosas por las que tuvo que pasar él en romanos 5-3 viene a decir lo mismo que dice santiago dice y no sólo esto sino que también nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia Utiliza la misma expresión, la misma palabra. Nos gloriamos en las tribulaciones. Pablo no pretende que todas estas cosas, él los habló en un contexto concreto en el que quería hablar de ciertas cosas. Y Pablo no pretende que nosotros nos quedemos con lo mal que él lo tuvo que pasar. Pablo ve las tribulaciones como un medio que trae beneficios a su alma. La tribulación produce paciencia. La tribulación produce perseverancia, es lo que nos está diciendo. Él no presenta a la iglesia todo eso por lo que ha pasado como para que tengan en cuenta su sufrimiento o que digan el pobre, pobrecito, cuánto ha tenido que pasar. Pablo no pretende que lo miren a él por medio de las pruebas para que piensen solo en las pruebas, en su sufrimiento, sino que por medio de ellas Cristo sea glorificado aún en la debilidad de Pablo. Pablo perseveró en todas las pruebas, a pesar de su debilidad. A pesar de la propia prueba y el impacto que podría causar en él, Pablo perseveró en todas ellas. Y es precisamente en la debilidad donde Cristo muestra su gloria y muestra su poder, en el que es débil. Aquellos que viven así, de esta manera, que viven perseverando en la fe, a pesar de la debilidad, porque todos tenemos debilidad, los que viven así son los que pueden llegar a decir, como dijo Pablo, he peleado la buena batalla. Cuando llegó al fin de sus días y Pablo miraba para atrás, dijo, he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. mira a la eternidad como siempre había hecho por lo demás me está guardada la corona de justicia la cual me dará el señor juez justo en aquel día es en las pruebas y es a causa de las pruebas que el creyente aprende a perseverar en la fe todos como decía antes hemos pasado por situaciones delicadas la que fuera enfermedades, circunstancias laborales, económicas. ¿Cómo nos hemos sentido en ciertos momentos? ¿Cómo nos hemos sentido cuando hemos pasado por esas pruebas, por esas circunstancias? Pero repito, es en las pruebas y a causa de ellas que el creyente aprende a perseverar en la fe. Las pruebas son un instrumento necesario para nuestra perfección espiritual. Eso es lo que nos están diciendo Santiago o Pablo. Mírenlo en los ejemplos que Cristo nos da por estos hombres que perseveraron en la fe. Mírenlos en ellos. Para nuestro ejemplo están dados. Esa nube de testigos, como se dijo y como dice ahí, teniendo tan grande nube de testigos, podemos ser animados por medio de ellos a perseverar. A mirar a Cristo. en el ejemplo de aquellos que están a nuestro alrededor también, que nos acompañan en el camino de la vida cristiana, que nos acompañan en la iglesia, que nos ministran, imitar su fe. Vamos a ir terminando. Creo que, en cierto sentido, el creyente de hoy puede ser débil con respecto a su fe. Estamos tan acostumbrados a la comodidad, a la tranquilidad de nuestra vida cristiana, que a poca cosa que nos venga somos propensos a la queja y al victimismo. Hemos nacido en un país en el que se permite el evangelio, en el que se permite que nos podamos reunir. Algunos hemos crecido en familias cristianas y en general no hemos tenido nunca ningún problema. Vivimos tiempos en que la fe no es juzgada por los hombres, como vemos en los tiempos de Pablo. Quizás esos tiempos puedan cambiar. Hay cosas que se van viendo como muchas cosas de hoy en día pueden afectar a la iglesia, al testimonio y a la predicación del evangelio. Pero en general hemos vivido tiempos en que la fe no es juzgada por los hombres. Hay tolerancia, tolerancia hacia todas las creencias. Hay tolerancia hacia todos los estilos de vida. Tenemos libertad, libertad de poder vivir según nosotros pensamos, según nuestra fe, libertad de poder expresar nuestros pensamientos y nuestras ideas sin ser menospreciados por ellos. Así que quizás viviendo en esta comodidad, cuando el Señor determina enviar la prueba, Podemos caer con facilidad en el victimismo de sentirnos presa de la ira de Dios o de los hombres. ¿Por qué a mí? ¿Han escuchado eso alguna vez? Quizá alguna vez lo hemos dicho. ¿Por qué a mí? ¿Por qué me tiene que estar pasando esto a mí? Lamentarnos de forma exagerada o desmedida ante las dificultades, culpando a Dios. o culpando a los hombres, culpando a los demás de las cosas que nos pasan, quejarnos, quejarnos, en vez de observar la mano de Dios obrando en nuestra vida, no poder aceptar que es la voluntad de Dios en sus propósitos perfectos para nosotros. Eso es lo contrario de la perseverancia de la que hablamos, todo lo contrario, la prueba de la fe, produce paciencia qué bendición esos hermanos que pasando por la prueba que han pasado durante tanto tiempo por la prueba pero son para nosotros de testimonio cómo han sido guardados cómo se han mantenido en la fe cómo han dado testimonio en su debilidad en su prueba en esa prueba por el que el señor los quiso pasar el hecho de muerte, dar testimonio de la gracia de Dios. Qué bendición para nosotros, esos hermanos. No es solo estar tranquilos, esperando que Dios quiera mostrarnos algo, esperando hacia dónde quiere llevarnos. Esa es la paciencia pasiva de la que hablábamos antes. Confía y espera. Pero la prueba te anima a perseverar en las cosas en las que ya andabas o que debías de andar. En la piedad, en la obediencia, en la oración, en la lectura de la palabra de Dios, en la comunión de los santos, incluso en las obligaciones para con la iglesia. como es los diezmos y las ofrendas a pesar de las dificultades dicen segunda de corintios capítulo 8 os hacemos saber la gracia de dios que se ha dado a las iglesias de macedonia que en grande prueba de tribulación la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad Dice Pablo, pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas y aún más allá de sus fuerzas. Miren estos hermanos de los que está hablando Pablo de Macedonia, por grandes dificultades, por grandes pruebas económicas y abundaron en riquezas de su generosidad. Dice en un versículo un poco más adelante, Pablo hablando de esto, que pedían poder participar, pedían poder participar de este bien, de poder ofrendar, en su dificultad tremenda, es por la que estaban pasando en esa cuestión económica. ¿Ven cómo la prueba, perseverar en la prueba, nos ha de llevar a todas estas cosas? Y esto aquí era de testimonio y de ánimo para otros. Cómo nuestra perseverancia estimula al hermano, le anima a también perseverar en la fe, a luchar, a esforzarse por estas cosas. La prueba te lleva a reflexionar que Dios quiere tratar contigo. Y eso produce un mayor interés en dar la gloria a Dios, en buscar la santificación y la edificación de la iglesia. pruebas debe de llevarte por ahí reflexionar de esta manera y no lo contrario cuántos caen en el desánimo Cuando pasan por situaciones delicadas, ¿cuántos caen en el desánimo? Porque las circunstancias son propicias para eso. No se puede negar. Las circunstancias afectan de tal manera que te llevan al desánimo, te llevan a decaer, a decaer de tu fe, a decaer de tu ánimo, el dolor, el sufrimiento, la soledad, las preocupaciones. Todo eso con frecuencia hace que uno se mire a sí mismo, que se entre en la mirada en esas cosas. y que entonces te alejes de aquello que te fortalece y te edifica, hace que uno sea parte de la iglesia, que quizás que no quiera salir de casa, porque se ha centrado en todo ese subproblema, entrando en un círculo mental y espiritual del que no sale, al que le da vuelta a todas estas situaciones y cómo le están afectando. Y cuanto más vueltas le dan, más le afectan. Gira sobre su propia condición. Esa condición mental en que uno se gira a sí mismo y se lamenta por su situación. Esa condición es pecado. Y es pecado por cuanto no pone la mirada en Cristo. Deja de confiar en Cristo. Deja de confiar en la misericordia de Dios. Deja de pensar en los propósitos perfectos de Dios. porque Dios siempre tiene unos propósitos y estos propósitos son perfectos para él y para la iglesia y deja de pensar en ello. Cuán diferentes en aquellos, como decía antes, que en la prueba traen bien a los demás y lo traen no solamente en la prueba, lo traen por la prueba, por la propia prueba. su testimonio y el bien que traen a los hermanos es, si cabe, más poderoso, es más efectivo porque es en medio de la prueba donde dan testimonio de su fe, dan testimonio de su perseverancia en medio de la prueba. ¿Y cuánto consuelo y ánimo dan a los que perseveran en la prueba? Los que perseveran, perdón. superando sus propios temores, superando sus inclinaciones, superando lo que sale de su interior y se esfuerzan por perseverar en la fe. Dios también puede poner a prueba a la iglesia en distintos aspectos. Asuntos dentro de la iglesia de pecados personales o pecados generales. Se puede poner a prueba la fe de la iglesia en tiempos en que la doctrina, la enseñanza bíblica o el lugar de los pastores es puesto en entredicho. Puede haber una situación económica precaria en la iglesia. Pueden haber asuntos legales, como sabemos de otras iglesias que han tenido que pasar por estas cosas. Problemas administrativos, asuntos legales. o que la iglesia esté pasando por falta de hombres, hombres para ocupar y para llevar los asuntos necesarios de una iglesia, hombres que prediquen, hombres que ministren, hombres que oren, o que se aprecie también cómo el mundo se va introduciendo en la iglesia. y el mundo y estas cosas que se van introduciendo van determinando cómo se hacen las cosas en la casa de Dios en la adoración y el mundo se introduce a la adoración como decía cuestiones administrativas o de orden y en estas cosas puede haber un decaimiento en la fe de la iglesia y que entonces Quizás sin darse cuenta, la iglesia se vuelva un grupo de personas religiosas que forman una comunidad cristiana. Pero no una iglesia viva. Una iglesia que mira a Cristo, que adora a Cristo, que espera a Cristo. Una iglesia que ante pruebas serias, que la iglesia caiga en un desánimo general cuando se pasan circunstancias delicadas, Asuntos serios en la iglesia, problemas que afectan a todos y llegar a pensar qué va a pasar con esta iglesia. Asuntos que nos hagan perder, problemas o situaciones que nos hagan perder la vista y la confianza en Cristo, que es el que ha levantado y establecido la iglesia, que es el que ha puesto pastores para ministrar en esa iglesia. Perder de vista la voluntad de Cristo para la iglesia. perder la confianza en él en aquel que nos llamó como pueblo suyo que ha establecido una iglesia local para adorarle para servirle para que seamos instrumentos para la extensión del reino y de la gloria de cristo una iglesia local para cumplir sus propósitos entre nosotros y por medio de nosotros para que podamos ser sal y luz para que podamos ser columna y evaluarte de la verdad para que aquí se pueda seguir predicando el evangelio, para que aquí se pueda seguir enseñando la palabra para la edificación de la iglesia. Que podamos ser de esta manera. La iglesia ha de ser preservada de todo esto. Y hermanos, para ello hemos de perseverar. Hemos de perseverar. Perseverar en la lucha por la fe. Perseverar en la edificación. hacerlo siempre pero con más ahínco en medio de las pruebas que las hemos pasado personalmente y como iglesia pero perseverar en medio de la prueba para que podamos ser enseñados por ellas por la propia prueba que la prueba traiga edificación a nuestras almas perseverar en el cuidado de la iglesia hermanos y hermanos que han venido hace poco entre nosotros perseverar en el cuidado de la iglesia tener esa mente de que formamos parte de un cuerpo de que somos el cuerpo de cristo en una iglesia local y mirar por la iglesia perseverar en el cuidado de la iglesia en el crecimiento orando por preservar la fe orando por preservar la doctrina orando por los pastores por el ministerio pastoral orando por la obra de cristo entre nosotros Orando que el Señor levante hombres entre nosotros, hombres que puedan cumplir sus propósitos para la voluntad de Cristo en medio nuestro. Hemos de entregarnos a servir a Cristo para que Él se manifieste en la iglesia y la iglesia, entonces, pueda ser un reflejo de la gloria de Cristo en este mundo. La fe, y con esto termino ya, la fe y la perseverancia van de la mano. La fe lleva a perseverar y la perseverancia fortalece la fe. Que Dios haga su obra en nuestros corazones, que Dios nos enseñe su palabra, que nos ayude a entender su palabra, que nos ayude a entender en estas cosas y podamos perseverar a pesar de lo que él quiera traer en nosotros, pero perseverar por la santificación y por la edificación de la iglesia. Vamos a despedirnos en oración. Señor y Dios nuestro, ¿cuánto hemos de aprender de lo que tú nos has revelado en tu palabra? ¿Cuánto hemos de ser enseñados para en verdad comprender lo que tú quieres decirnos en tu palabra y podamos así andar en la obediencia? ¿Podamos ser entendidos y fortalecidos en la fe? ¿Podamos acercarnos al conocimiento de tu palabra para vivir de tal manera que tú seas honrado en medio nuestro. Reconocemos nuestras debilidades. Reconocemos, Señor, nuestra incapacidad. Reconocemos nuestra incredulidad. Y por eso, Señor, clamamos a ti, porque necesitamos que tú seas con nosotros, que tú derrames de tu gracia y de tu misericordia en este lugar, en nuestros corazones y en nuestras mentes, que podamos entregarnos, Señor, a buscar a Cristo, que podamos en este mundo en el que tú nos has puesto a cada uno de nosotros, que podamos perseverar en todas las cosas en que tú has querido enseñarnos por medio de tu palabra, en todas esas oportunidades, Señor, que tú pones en nuestra vida, podamos ser enseñados para andar delante de ti, para honrarte y agradarte. y así podamos ser edificados, que podamos también buscar el bien de la iglesia, la edificación del hermano, para que esta iglesia pueda ser prosperada en tu palabra. Pueda ser ese medio, Señor, en este lugar para que tú hagas tu obra, para que esta iglesia pueda ser edificada y por medio de esta iglesia muchos vengan al conocimiento del evangelio y a la salvación. haz tu obra señor en este lugar, haz tu obra también en este día, en los corazones por medio de tu palabra, enséñanos, ministranos, amonéstanos, redergúyenos señor también, habla aquellos entre nosotros que aún no te conocen, para que entiendan señor que tú eres paciente para con todos, que tú eres paciente esperando señor para la salvación, dando la oportunidad Tu Evangelio, Señor, nos lleva a esto. Habla tú a los corazones, Señor, de estas personas, de estos jóvenes y niños entre nosotros que van creciendo y escuchando el Evangelio. Haz tu obra. Cumple, Señor, tus propósitos perfectos para salvación por medio de Cristo. Para eso vino Cristo, para morir en la cruz y llamar a un pueblo santo vivo, un pueblo que te adore, un pueblo, Señor, que te sirva. un pueblo que espera hasta la venida de nuestro Salvador. Y así, Señor, queremos seguir andando en la fe, esperando, y lo hacemos confiando en tus promesas, mirando a la eternidad, mirando a la gloria, mirando, Señor, a ese momento en que Cristo vendrá para restablecer todas las cosas. Y así, Señor, por la eternidad podamos estar en tu presencia, adorándote y alabándote como un pueblo redimido, pero señor que en este mundo y en esta vida podamos empezar a hacer esto a lo que tú nos has llamado servirte agradarte y aquí en la iglesia adorarte que tú recibas la honra y la gloria señor entre nosotros despídenos con tu paz acompáñanos señor a lo largo de esta semana que comienza para que podamos andar en rectitud buscando la piedad andar en plenitud de vida y siendo señor así de testimonio aquellos que tú pones en nuestro camino que podamos confiar en ti y a pesar de las dificultades que podamos tener en esta semana podamos esperar confiando señor que tú por medio de ellas vas a traer perfección sobre nuestras almas guíanos pues te lo pedimos en el nombre de nuestro señor jesucristo amén
La prueba de la fe produce paciencia
Sermon ID | 3142418302121 |
Duration | 56:41 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | James 1:3 |
Language | Spanish |
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